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INTRODUCCIÓN

El embarazo o gestación se define como un período durante el que el embrión


se desarrolla y crece en el interior del cuerpo de la madre y cuya duración
comprende desde la fecundación del óvulo hasta el momento del parto.
.
3. HORMONAS EN EL EMBARAZO

Muchos de los cambios que sufre el organismo durante la gestación son debidos
a la acción directa de las hormonas. Existen cuatro tipos principales de hormonas
que son responsables de los cambios que se dan durante el embarazo, su
acción.
El embarazo modifica el metabolismo y la fisiología materna con el objeto de
mantener la gestación y el progreso de un nuevo organismo, el cual posee un
perfil antigénico diferente al de la madre. Por tal razón, desde la fecundación se
producen cambios en las concentraciones séricas maternas de hormonas
polipeptídicas, esteroides, factores de crecimiento y citosinas, que funcionan en
conjunto para permitir la implantación y el correcto desarrollo del producto. La
placenta es el órgano que coordina el transporte de nutrientes y la excreción de
los metabolitos entre la madre y el feto. Además, es el principal modulador de
las fluctuaciones que se presentan en hormonas críticas durante la gestación,
como la gonadotropina coriónica humana (hCG), el lactógeno placentario, la
progesterona (P4), el estradiol y el calcitriol, que mantienen en condición estable
los órganos del sistema materno-fetal y permiten la tolerancia inmunológica. A
pesar de que la hCG es una hormona fundamental en el embarazo, alteraciones
en su concentración se han correlacionado con defectos en la implantación,
abortos espontáneos, desarrollo de tumores trofoblásticos, síndrome de Down y
preclamsia.
Durante la gestación y durante los primeros meses de vida del bebé, el cuerpo
de la mujer desarrollará tres funciones: nutrir, proteger y transportar a la cría.
Para cumplir con estas necesidades básicas se ponen en funcionamiento las
hormonas del embarazo. Son las siguientes:

3.1. Gonadotropina Coriónica Humana

La hCG es una glicoproteína de 237 aminoácidos. La hCG se expresa al inicio


de la gestación en el estadio de seis a ocho células embrionarias y se secreta en
el blastocito siete días después de la fertilización, 6 coincidiendo con el momento
del desarrollo cuando se produce la implantación en el útero.

Después de la implantación, el trofoblasto se diferencia en células de


citotrofoblasto mononuclear y una zona externa multinucleada sin claros límites
celulares, el sincitiotrofoblasto que dará origen a la placenta, ambos con
capacidad de expresar y secretar hCG. El citotrofoblasto prolifera y se fusiona
para crear un tipo celular denominado sincitiotrofoblasto. El sincitiotrofoblasto
tiene características endocrinológicas únicas que le permiten mayor producción
de la hCG y expresión del gen que codifica para el receptor de hCG/LH que las
células del citotrofoblasto.

Es la hormona que conocemos más pronto, pues es la que detectan los test de
embarazo. Suele aparecer en la orina alrededor de 14 días después de la
concepción y en sangre a los 9 días. Su función se relaciona con la necesidad
de protección del bebé y es necesaria para mantener la viabilidad del embarazo
en el primer trimestre, pues regula los ovarios y las otras hormonas en los
primeros momentos y hasta que empiezan a producirse en la placenta. Es la
causante de las náuseas del primer trimestre.

3.2. Estrógenos

Son hormonas sexuales esteroideas (derivadas del colesterol) de tipo femenino


principalmente, producidos por los ovarios, la placenta durante el embarazo y,
en menores cantidades, por las glándulas adrenales.
Los estrógenos inducen fenómenos de proliferación celular sobre los órganos,
principalmente endometrio, mama y el mismo ovario. Tienen cierto efecto
preventivo de la enfermedad cerebro vascular y, sobre el endometrio, actúan
coordinadamente con los gestágenos, otra clase de hormona sexual femenina
que induce fenómenos de maduración. Los estrógenos presentan su mayor
concentración en los primeros 7 días del ciclo menstrual.
Los estrógenos actúan con diversos grupos celulares del organismo,
especialmente con algunos relacionados con la actividad sexual, con el cerebro,
con función endocrina y también neurotransmisora.
Al regular el ciclo menstrual, los estrógenos afectan el tracto reproductivo, el
urinario, los vasos sanguíneos y del corazón, los huesos, las mamas, la piel,
el cabello, las membranas mucosas, los músculos pélvicos y el cerebro.
Los caracteres sexuales secundarios, como el vello púbico y de
las axilas también comienzan a crecer cuando los niveles de estrógeno
aumentan. Muchos de los sistemas orgánicos, incluyendo los sistemas
musculoesquelético y cardiovascular, y el cerebro, están afectados por los
estrógenos.
La síntesis de estrógenos trascurre fundamentalmente en el ovario durante la
vida fértil de la mujer. Tras la menopausia el ovario deja de producir cantidades
apreciables de estrógeno, y son otros tejidos que expresan aromatasa los que
sintetizan los estrógenos.
Esta hormona es la encargada de regular la progesterona y de facilitar el
crecimiento y desarrollo de la placenta. También juega un importante papel en el
desarrollo del bebé, concretamente en la maduración de diversos órganos y el
desarrollo de las características sexuales. Es causante de diversas molestias
como enrojecimiento y pigmentación de la piel, dolor en los pechos, retención de
líquidos y ganancia de peso, pero también da un aspecto de plenitud a la
embarazada y favorece la lactación por el desarrollo de las mamas.

3.3. Progesterona

Es un esteroide de 21 C; se sintetiza en el ovario, la corteza adrenal y la placenta,


a partir del precursor delta-5-pregnenolona. El principal metabolito excretor
presente en la orina es el pregnandiol.
Bajo la influencia de FSH y LH, la secreción de progesterona se eleva durante la
fase ovulatoria del ciclo menstrual y alcanza su máximo de 6-8 días después de
la ovulación.

El cuerpo lúteo formado tras la ovulación es la fuente principal de secreción de


progesterona durante la fase lútea del ciclo. Si no se produce la fertilización del
óvulo, el cuerpo lúteo se atrofia, se produce la menstruación y decae el nivel de
progesterona. Por el contrario, si se produce fertilización, el cuerpo lúteo es
estimulado por los niveles crecientes de gonadotrofina coriónica liberada por la
unidad fetoplacentaria y continúa secretando la hormona. Los niveles de
progesterona siguen en ascenso durante todo el embarazo.

La progesterona junto a los estrógenos es responsable de los cambios


morfológicos que experimenta el endometrio y que lo capacitan para la nidación
del huevo fecundado.

Es la hormona protectora por excelencia. Al inicio del embarazo favorece la


anidación del embrión y posteriormente va a encargarse de mantener el
embarazo. Sus funciones son variadas: desarrolla el endometrio, hace que
funcione la placenta, permite que el sistema defensivo materno reconozca al
embrión como propio, limita la actividad muscular uterina, refuerza el tapón
mucoso, relaja la musculatura lisa (arterias, venas, tracto urinario) y refuerza la
pelvis para el parto.

Es la hormona causante del aumento de la temperatura corporal, el


estreñimiento, varices, hemorroides, problemas de visión, ardores, cefaleas,
pérdidas de orina y aumento de infecciones urinarias. Pero, por otro lado, permite
un mayor aprovechamiento de los nutrientes y un aumento de la libido (mejora
en la lubricación, sensibilidad, intensidad de los orgasmos…). Al final del
embarazo, los niveles de progesterona caen, mejorando muchos de estos
síntomas.

3.4. Somatomamotropina Coriónica Humana

Esta hormona es la responsable de la modificación de la forma en que la madre


utiliza los nutrientes que ingiere. Aparece en las primeras semanas y se asegura
de que las proteínas y la glucosa que ingiere la madre lleguen al feto. Así, regula
los niveles en sangre de glucosa y aumenta la resistencia a la insulina para
asegurar que llegue la glucosa al bebé.
Es causante de la diabetes gestacional, pero también se considera que esta
insulinorresistencia es una adaptación evolutiva, puesto que no en todas las
épocas y lugares el acceso a los azucares y demás hidratos de carbono ha sido
tan fácil y habitual como en este momento.
3.5. Relaxina

Durante el ciclo la relaxina alcanza su pico máximo aproximadamente a los 14


días de la ovulación, en este momento se cree que su función consiste en relajar
la pared del útero y preparar el revestimiento para el embarazo. Si no se produce
la fecundación los niveles caen con la menstruación. Sin embargo, si se ha
producido el embarazo, estos siguen subiendo alcanzando durante la gestación
dos picos importantes: el primero al inicio del segundo trimestre, en torno al
cuarto mes de embarazo y el segundo en el parto. Al principio del embarazo se
cree que la relaxina promueve la implantación del feto en la pared del útero y el
crecimiento de la placenta.
Además, esta hormona inhibe las contracciones uterinas para prevenir el parto
prematuro. Asimismo, la relaxina también puede que regule los sistemas
cardiovascular y renal de la madre para ayudarlos a adaptarse al aumento de la
demanda de oxígeno y de nutrientes del feto. Sus efectos se traducen en que
ralentiza la nueva producción de colágeno, de forma que los ligamentos del
cuerpo no sean tan fuertes, y por tanto, más elásticos. Así las articulaciones se
vuelven hipermóviles, lo que facilita el parto.
El papel de la relaxina en el cuerpo humano da una mayor elasticidad muscular
de cara al parto, lo que ayuda a suavizar las contracciones espontáneas del útero
y favorece a una mayor flexibilidad de la zona púbica. También existen
evidencias científicas que apuntan a que el ablandamiento que experimenta el
cuello del útero a medida que se acerca la fecha del parto se debe a uno de los
efectos de esta hormona. Asimismo, esta hormona parece estar involucrada en
la adaptación que sufre la columna al nuevo centro de gravedad durante el
embarazo y es una de las causantes de diversos dolores musculares como la
lumbalgia o el dolor del pubis al final del embarazo.
Asimismo la relaxina se utiliza para inducir al parto. Esto se hace con el uso de
relaxina humana combinada genéticamente o de preparaciones animales
(aunque no se usa en la práctica clínica habitual en España).
El papel que cumple el tratamiento con relaxina, es relajar el tejido muscular del
útero.
Pese a su importante función para facilitar el parto, la relaxina también puede
implicar una serie de efectos no tan positivos a lo largo del embarazo, como una
mayor prevalencia de contracturas, sobre todo en la zona lumbar, pélvica y de
rodillas. Por eso, especialmente durante el embarazo, es importante intentar
coger peso despacio y flexionando las rodillas, hacer estiramientos antes de
realizar algún ejercicio y mantener una buena postura corporal.

Es la hormona encargada de relajar músculos y articulaciones, favoreciendo la


elasticidad de la musculatura y la movilidad de los huesos de la pelvis (para el
nacimiento del bebé). También adapta la columna al nuevo centro de gravedad
del cuerpo durante el embarazo.
3.6. Prolactina

La prolactina es una hormona polipeptídica sintetizada principalmente por las


células lactotropas de la adenohipófisis. Según ha avanzado el conocimiento
sobre la fisiología y bioquímica de esta hormona hemos aprendido que ejerce
más de 300 funciones en distintos tejidos y órganos de nuestro cuerpo, por lo
que podemos considerarla como una hormona pleotrópica. Además de su acción
reguladora de la secreción láctea, la prolactina modula múltiples funciones en el
organismo que pueden agruparse en grandes categorías: agua y balance
electrolítico, crecimiento y desarrollo, endocrino y metabólico, cerebro y
conducta, reproducción, e inmunorregulación y protección.
La progesterona es un potente estimulador de la producción decidual de
prolactina, mientras que inhibe la del miometrio. La prolactina presente en el
líquido amniótico tiene 23 KDa. Aunque se detectan también otras formas
moleculares, incluyendo agregados, y formas proteolíticas. La glicosilación de la
prolactina en el líquido amniótico es elevada y se incrementa a lo largo de la
gestación. Su origen es la decidua y fluye al saco amniótico por difusión. La
contribución hipofisaria a los niveles de prolactina en líquido amniótico es
insignificante, de tal manera que la hipofisectomía o el tratamiento con
bromocriptina no hacen disminuir su concentración. Los niveles de prolactina en
líquido amniótico comienzan a detectarse a las 10 semanas de gestación,
alcanzando su máximo entre las semanas 20 y 24; su concentración puede llegar
a alcanzar entre 50 y 100 veces la de la sangre materna o fetal. Esto se debe a
dos factores, el enorme tamaño de la decidua, con una producción estimada en
1 µg de prolactina / g de decidua, y a la elevada vida media de la prolactina en
este compartimento (4,5 h frente a los 15-20 min en sangre).
La función de esta hormona es producir leche, pero sólo una vez nacido el bebé,
antes los estrógenos y la progesterona se lo impiden.

3.7. Oxitocina

Es una hormona producida por los núcleos supraóptico y paraventricular del


hipotálamo que es liberada a la circulación a través de la neurohipófisis.Ejerce
funciones como neuromodulador en el sistema nervioso central modulando
comportamientos sociales, sentimentales, patrones sexuales y la conducta
parental.
En las mujeres, la oxitocina es igualmente liberada en grandes cantidades tras
la distensión del cérvix uterino y la vagina durante el parto, así como en la
eyección de la leche materna en respuesta a la estimulación del pezón por la
succión del bebé facilitando por tanto el parto y la lactancia y luego del orgasmo
por lo que se asocia con el placer sexual y la formación de vínculos emocionales.
En el cerebro parece estar involucrada en el reconocimiento y establecimiento
de relaciones sociales y podría estar involucrada en la formación de relaciones
de confianza y generosidad entre personas. Ejemplo de ello es que
investigaciones han descubierto que la ausencia de la hormona oxitocina podría
jugar un papel relevante en la aparición del autismo.También se piensa que su
función está asociada con el contacto y el orgasmo.

Es la llamada “hormona del amor”, pues la producimos cuando nos enamoramos,


practicamos sexo, etc., pero tiende a inhibirse si la adrenalina entra en escena.
Es segregada durante todo el embarazo y se mantiene estable –gracias a la
progesterona- hasta que comienza el parto. Entonces, va aumentando
progresivamente para dotar de mayor efectividad a las contracciones que
permiten la dilatación del cuello uterino.
Una vez nacido el bebé estimula la eyección de la leche, favorece que madre y
bebé se enamoren y asimismo ayuda a que el útero se contraiga y recupere su
tamaño habitual.

3.8 Endorfinas

Estas hormonas constituyen una anestesia natural que segrega nuestro


organismo. Antes del inicio del parto comienzan a aumentar y luego
progresivamente a medida que el parto va avanzando, alterando la percepción
de la sensación de dolor que puede producirse durante el mismo. Es la causante,
junto con la oxitocina, de la sensación de euforia y enamoramiento una vez nace
el bebé.

Para favorecer la aparición de endorfinas es vital sentirse relajada y segura, sin


estrés, ni tensiones, miedos o preocupaciones. Asimismo, el uso de analgesia
farmacológica como la epidural o petidina detiene la producción de las
endorfinas.
BIBLIOGRAFÍA:

 Varios autores. “Maternidad y Parto. “Nuestras ancestras y nosotras”. Editorial:


CENIEH. Junta de Castilla y León

 Rafael Comino Delgado y Guillermo López García. Obstetricia y ginecología.


Editorial: Ariel. 2004

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