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Rock,

identidad
e interculturalidad
Breves reflexiones en torno
al movimiento rockero ecuatoriano1

Daniel González Guzmán2 culturales, y con ello ha configurado una ma-


triz de singulares identidades socio-culturales,
lo que a su vez, le ha valido la definición de
En Ecuador, la lucha social y política de los contracultura, entonces debemos considerar
pueblos indígenas por el reconocimiento de que al igual que otros estudios sobre identida-
la diversidad étnica y la autodeterminación des de grupos subalternos o minoritarios, el
de sus culturas se ha convertido en el mayor estudio de las identidades de los jóvenes roc-
referente de la demanda de interculturalidad. keros se vincula a una demanda de reconoci-
Por ello, a nivel general e incluso en el ámbi- miento que debe discutirse en el marco de las
to de las ciencias sociales, es común pensar en políticas del multiculturalismo.
la interculturalidad como un proceso que se Por ello, precisamente, desde el análisis de
limita a cierto tipo de relaciones interétnicas. un caso particular de acción colectiva prota-
En efecto, la interculturalidad no ha sido gonizado por el movimiento rockero ecuato-
entendida como un proceso de mayor com- riano, queremos contribuir al debate y refle-
plejidad que involucra a muchos otros actores xión en torno a las prácticas de la intercultu-
y que se desenvuelve en varios niveles. Por es- ralidad dentro de las ciencias sociales en par-
ta razón, hablar sobre rock, identidad e inter- ticular, y en el conjunto de la sociedad ecua-
culturalidad puede resultar un tanto extraño toriana en general.
para ciertas personas.
Sin embargo, si asumimos que el rock na-
ció como una expresión de vanguardia que, Los rockeros en el Ecuador:
tras medio siglo de historia, ha generado un la historia de una lucha
sinnúmero de valores, tradiciones y prácticas
El rock en Ecuador nunca ha sido visto con
González, Daniel, 2004, “Rock, identidad e intercultu- buenos ojos. Y es que desde su llegada al país
ralidad. Breves reflexiones en torno al movimiento roc-
kero ecuatoriano”, en ÍCONOS No. 18, Flacso-Ecua- a mediados de los 60s (época de dictaduras
dor, Quito, pp. 33-42. militares), esta expresión cultural que propa-
gaba valores revolucionarios para la juventud,
1 El presente artículo está basado en la ponencia presen- ha sido catalogada de varias maneras: prime-
tada en el Primer Congreso Ecuatoriano de Antropo- ro como un movimiento peligrosamente sedi-
logía Jurídica y Pluralismo Legal, en el panel titulado
“Ciudad, interculturalidad y relaciones de poder”, cioso, posteriormente como una moda alie-
Quito, agosto 2003. nante y más recientemente como aberrante
2 Historiador. Mtr. (c) Ciencias Sociales, Flacso-Ecua- música satánica.
dor. Comentarios son bienvenidos:
dgonzalez@flacso.org.ec

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Gonzalo Vargas

Sin embargo, el rock llegó al Ecuador pa- las costumbres de la sociedad. Para él, la música
ra quedarse, y en las cuatro décadas de su per- rockera enturbia la mente de los jóvenes. Por
manencia ha conseguido un creciente núme- tanto, es partidario de reexportarla a donde
ro de seguidores. Como es de suponer, tam- vino. Los ecuatorianos deben, según dijo, rei-
vindicar el pasillo ‘como la música auténtica
bién han crecido, de una forma directamente
del país’ y que esa es la que tiene que influen-
proporcional, los prejuicios, la estigmatiza-
ciar realmente en la mente de la juventud”3.
ción y la represión contra los rockeros.
Tarea muy difícil sería hacer un recuento
Bajo esta misma perspectiva, la Iglesia católi-
de los conflictos sociales que ha vivido el ca-
ca ecuatoriana se pronunció en torno a los
mino hacia la tolerancia del rock. No obstan-
peligros que generaba entre los jóvenes escu-
te, uno de los principales acontecimientos,
char este tipo de música, puesto que el rock,
grabado dolorosamente en el imaginario de
según la Iglesia, era el mejor vehículo del sa-
los jóvenes rockeros, se refiere al desencade-
tanismo. No bastando con esto, la Policía Na-
nado por la represión en el año 1996. En
cional asumió que las declaraciones del Presi-
aquel entonces, el Presidente Abdalá Buca-
dente y las pronunciaciones de la Iglesia de-
ram, en declaraciones vertidas en una cadena
bían convertirse en una política de Gobierno.
mexicana de televisión pretendió vincular al
Como consecuencia de ello, en varias ciu-
rock y el pelo largo con la droga y la descom-
dades del país se inició un proceso sistemáti-
posición social. En efecto, Abdalá Bucarám
co de represiones contra los jóvenes rockeros.
afirmó que:
Entre las más tenaces se encuentran las mani-
festadas en los conciertos de la ciudadela San
“…los ecuatorianos no inventaron las motos,
ni las chompas de cuero, ni el pelo hippie,
Cayetano en Ambato y en el concierto del ba-
menos aún el consumo de drogas como la rrio Solanda, en la ciudad de Quito.
marihuana y la cocaína. Frente a la música
rock explicó que alrededor de ella, en el Ecuador, 3 “Pelo largo: ¿un mero pretexto?”, en El Comercio, do-
podría haber un proceso de descomposición de mingo 25 de agosto de 1996, Pág. A2, énfasis agregado.

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El infortunado concierto de Ambato4 plata, casetes, discos compactos... y a los que
les encontraban papeles que tenían que ver
con el rock les hacían comer, a uno le hicie-
El sábado 23 de marzo de 1996, el metal
ron comer hasta un condón. Además se lle-
ecuatoriano sufrió una de las agresiones más varon toda la plata de la taquilla”5.
tenaces registradas en la historia de este movi-
miento. En aquel día, en Ambato, tuvo lugar En el incidente resultaron decenas de jóvenes
uno de los conciertos más importantes del ca- maltratados. También hubo varios detenidos
lendario rockero ecuatoriano. a los que les esperaba un deplorable destino
Pese a que el lugar del concierto se había en los centros de detención, donde los unifor-
cambiado (debido a una petición que los mo- mados les propinarían las consabidas palizas.
radores del barrio “Los Tres Juanes” hicieran Sin embargo, eso no sería lo peor, puesto que
al Intendente de Policía para que se suspenda una vez allí, los efectivos del orden aprove-
el permiso respectivo), la cartelera para esa charon para raparles el cabello.
tarde anunciaba la presentación de Incarna-
tus, Demolición, Cry, Sacrificio Punk, y pro-
metía una buena función. El movimiento de protesta
Alrededor de las 17h00 cientos de rocke-
ros llegaron a la ciudadela San Cayetano, lu- Una vez que aquellos lamentables incidentes
gar donde se había decidido trasladar al even- se dieron a conocer, las reacciones en todo el
to. Sin embargo, un operativo conjunto entre país no se hicieron esperar. El movimiento de
policías y militares se había preparado para rockeros en el Ecuador buscó la manera de
“prevenir” cualquier “desmán” que la masa de organizarse localmente para posteriormente
“antisociales” congregada en torno a aquella juntar fuerzas en lo que sería el movimiento
“música diabólica” podía efectuar. Sin motivo de protesta nacional contra la violencia, la re-
alguno, los uniformados suspendieron el con- presión y la intolerancia en contra del rock.
cierto e iniciaron una redada entre los asisten- Un primer acto fue la organización de un
tes. Los roces entre los rockeros y los “chapas” sinnúmero de conciertos simultáneos en Qui-
no se pudieron contener y éstos últimos co- to, Ambato, Ibarra, Cuenca y Guayaquil,
menzaron a repartir toletazos, golpes e insul- donde el movimiento rockero era más fuerte.
tos y, pese a la protesta de los rockeros, arre- Sin embargo, ante este hecho, las suspensio-
metieron con toda la fuerza represiva de la nes de conciertos y persecuciones fueron sis-
que son capaces. temáticas. Más aún, los organizadores del pri-
La violencia llegó a extremos tan reprocha- mer concierto reprimido en Ambato recibie-
bles como lo cuenta Juan Vásconez, (uno de ron amenazas mediante llamadas anónimas.
los organizadores del infortunado concierto): Parecía que la represión y la violencia no
sólo física sino psicológica se había incremen-
“estaban separando a los que tenían el pelo
tando y la policía estaba ganando la batalla.
largo y a los que no. Les requisaban todo:
Incluso, en la ciudad de Ibarra, 4 jóvenes fue-
ron apresados bajo la acusación de satanismo,
4 La reconstrucción de esta historia está basada en dos
fuentes. Por una parte, en una entrevista personal rea- simplemente por llevar el pelo largo y porque
lizada con Juan Vásconez, organizador del concierto uno de ellos llevaba una cruz invertida con la
del 23 de marzo de 1996 en la ciudad de Ambato y imagen de una calavera en el centro, guarda-
uno de los promotores del movimiento de protesta na-
cional contra la intolerancia, la represión policial y el
da en uno de sus bolsillos. A ellos les levanta-
fundamentalismo religioso que amenazaba los dere- ron un juicio por asociación ilícita.
chos individuales y colectivos de los rockeros ecuatoria-
nos. Por otra parte, se retoma información de reporta-
jes publicados en la prensa nacional, específicamente 5 “Las denuncias crecen: golpes por el pelo largo”, en El
en el diario “El Comercio” en varias entregas de 1996. Comercio, domingo 25 de agosto de 1996, Pág. A2.

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No obstante, en Quito se empezaron a or- En Ambato se organizaron protestas, mar-
ganizar nuevamente más conciertos. Todos chas, foros y como fruto de ello, el intenden-
los sábados se llevaban a cabo nuevos concier- te de policía fue destituido de su cargo. En
tos en el sur de la ciudad, hasta que el infor- Quito se organizó un gran concierto llamado
tunado hecho ocurrido en Ambato tuvo que “Rock sin camuflaje”, haciendo alusión al
volver a suceder: en el concierto de Solanda se uniforme camuflado de la policía, y se efec-
alistaban bandas como P.P. Tilde, Mortal De- tuó sin ningún incidente en la Plaza de Toros
cision, Enemigo Público y Disturbio Urbano; Belmonte. Para esta cita musical se invitó a la
además, se iba a realizar el lanzamiento de la prensa internacional como miembros obser-
revista underground Fango. El concierto esta- vadores de la protesta pacífica. Reporteros de
ba por terminar cuando, según un testimonio la conocida cadena internacional MTV, y de
recogido por la prensa, “de repente se fue la otros medios conocidos se hicieron presentes
luz, nos quedamos viendo las caras, luego so- y realizaron una completa cobertura del con-
nó una sirena. En seguida llegó una patrulla cierto y las manifestaciones
con tres policías, pero el concierto ya se había De igual manera, desde días anteriores, se
acabado, la gente ya se estaba yendo” 6. había estado organizando “la semana del
Según las versiones de varios moradores, rock”, evento que se llevó a cabo en la Casa de
los policías hicieron algunos disparos al aire. la Cultura Ecuatoriana con exposiciones y
Cundió el pánico y la gente se dispersó. Algu- conversatorios sobre los acontecimientos re-
nos reaccionaron con piedras y rompieron el presivos de fechas anteriores. Al respecto la
vidrio posterior de la patrulla. Esa fue la cau- prensa manifestó: “son rockeros preocupados
sa para que los uniformados pidieran un re- por las agresiones policiales, por el rechazo de
fuerzo del GOE (Grupo de Operaciones Es- su música y su forma de vestir y, últimamen-
peciales). El resultado: 49 rockeros detenidos. te por las declaraciones del presidente. ‘Nues-
Entre ellos, 10 menores que salieron libres al tra respuesta podría ser que él se afeite ese bi-
día siguiente. gote de Hitler. ¿Hay algo más satánico que el
nazismo?’, dice uno de ellos”8.
“Los testimonios dan cuenta de algunos atro- El movimiento de protesta de los rocke-
pellos de la fuerza pública: ‘a los punk y algu- ros, continuó presionando a la opinión públi-
nos melenudos les cortaron el pelo a la fuer- ca y al gobierno, tal es así que el jueves 30 de
za, ahí mismo’, dice William Campaña, inte- agosto frente al palacio de Gobierno, en la
grante de la banda Mortal Decision”7.
Plaza Grande, varios manifestantes se con-
centraron para cantar y protestar a favor de la
Esta vez la reacción del movimiento rockero liberación de los 39 detenidos en el concierto
se volvió a sentir, pero de una manera más or- de Solanda que todavía continuaban en pri-
ganizada. Los integrantes del movimiento hi- sión. Uno de los mentalizadores de esta pro-
cieron un llamado a los jóvenes para que de- testa era “el chamo”, como le conoce común-
nuncien atentados contra sus derechos en el mente la gente al rockero de cepa y “protes-
SERPAJ (Servicio de Paz y Justicia). En cues- tón de oficio” Jaime Guevara, quien afirmaba
tión de días, en todo el país, cientos de casos que a él ya desde 1974 le habían detenido y
por violencia policial o represión colectiva cortado el pelo en la época de la dictadura
fueron presentados no sólo a dicha institu- militar de Guillermo Rodríguez Lara9.
ción sino en medios de comunicación y orga-
nismos de Derechos Humanos.

8 “Jóvenes: no al esnobismo”, en El Comercio, domingo


6 “La Represión en el Barrio Solanda”, en El Comercio, 25 de agosto de 1996, Pág. A2.
martes 27 de agosto de 1996, Pág. A8. 9 “Protesta de Rock en Carondelet”, en El Comercio,
7 Ibíd. viernes 30 de agosto de 1996, Pág. A2.

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Si bien 1996 marcó una ruptura con un pasado de invisibilidad del movimiento, las
represiones, agresiones y estigmatizaciones que sufren sus miembros por el hecho
de vestirse de negro, llevar el pelo largo y escuchar música rock, todavía continúa.
Por ello, la beligerancia identitaria de los rockeros se manifiesta constantemente.

La manifestación pública y pacífica frente del movimiento, participando en las marchas,


al palacio de gobierno tuvo sus resultados: los las protestas, los foros, etc., ahí es justamente
39 detenidos salieron en libertad ese mismo donde se vislumbra la acción colectiva.
día, y el Presidente tuvo que retractarse en lo Por otra parte, para el mismo autor, “la ac-
dicho; además, desautorizó a la policía, seña- ción colectiva requiere recursos combinados
lando que él nunca dio la orden de perseguir, con intereses compartidos” (Tilly 2000:9).
amenazar, reprimir y peor encarcelar a los jó- Pues eso fue precisamente lo que le toco ha-
venes por tener el pelo largo o escuchar rock10. cer al movimiento rockero ecuatoriano: utili-
zar el mayor contingente que se podía movi-
lizar para las protestas a nivel local, para ma-
La acción colectiva nifestar el descontento nacional de este movi-
miento por las actitudes policiales, eclesiásti-
¿Se puede catalogar el sinnúmero de hechos cas y presidenciales en torno al rock.
anteriores como componentes de una acción La acción colectiva de este movimiento se
colectiva rockera? Para responder a esta cues- ilustra de mejor manera, en cuanto una de las
tión consideramos necesario definir primero premisas importantes para que exista acción
qué es la acción colectiva. colectiva es la amenaza seria y simultánea so-
Según Charles Tilly, la mayoría de accio- bre la supervivencia del grupo. En el caso del
nes colectivas realmente consisten en episo- movimiento rockero, no sólo estaban en ries-
dios de conflicto o de cooperación, dichos go la integridad del grupo, sino aún la de ca-
episodios comprometen a participantes que da uno de los individuos que lo conforman.
no actúan juntos de modo rutinario y/o em- Así, utilizando la noción de repertorio de
plean medios de acción distintos a los que Tilly (2000) y de Steimberg (1999), podemos
adoptan para la interacción cotidiana. En es- evidenciar que en los repertorios discursivos
te sentido, la acción colectiva se parece a una que se manejaron durante la época de protes-
protesta, rebelión o disturbio (Tilly 2000:9). ta, el movimiento rockero desarrolló regulari-
Pues bien, según esta definición, en un dades en sus demandas y en su accionar, arti-
primer momento las acciones del movimien- culando además colectivamente la calidad de
to rockero cayeron en un evidente episodio sus reclamos y de las soluciones, así como su
de conflicto y cooperación. No obstante, su visión más amplia de la equidad social (Cfr.
accionar no distaba de los modos rutinarios. Steimberg 1999:203).
Recordemos que la primera manifestación de Equidad social, en este caso, significa -para
protesta fue organizar otros conciertos, en es- el movimiento rockero- impedir las represio-
tricto sentido, esto se enmarcaba en la inte- nes, agresiones y estigmatizaciones que sufren
racción cotidiana. Sin embargo, el segundo sus miembros por el hecho de vestirse de ne-
momento de la protesta, cuando se hace ma- gro, llevar el pelo largo y escuchar música rock.
nifiesta la cooperación de muchos miembros

10 “La tolerancia puesta a prueba”, en El Comercio, do-


mingo 1 de septiembre de 1996. Pág. C2.

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Identidades beligerantes y otros componentes que lo identifica de
cualquier otro y que a su vez lo homogeniza
Al hablar de la identidad de los rockeros, tene- grupalmente, sobre todo porque estos com-
mos que referirnos a una articulación de la vi- ponentes comparten una historia particular.
sión del mundo que este grupo concibe desde En efecto, al rastrear la identidad colectiva de
un espacio simbólico, cargado de una memo- los rockeros, y al remitirnos a la misma histo-
ria y una identidad particular, configurados ria del rock’n roll, encontramos elementos
mediante ciertas prácticas culturales que son identitarios interesantes.
recreadas cotidianamente en torno a la música. Así por ejemplo, luego de los 50’s y del fe-
Sin embargo, la beligerancia identitaria nómeno musical de Elvis Presley en los 60’s,
del movimiento rockero se puede analizar ba- el rock‘n roll, el movimiento hippie y espe-
jo dos nociones que nos proporcionan Bruba- cialmente The Beatles sacudieron a la juven-
ker y Cooper (2001) sobre el concepto iden- tud. Este sacudón es reproducido con el rock
tidad, en el contexto de la acción colectiva: en las generaciones venideras, no importando
por una parte, una noción débil del concepto su origen, sino lo que produce. Al respecto,
identidad, “entendido como un fenómeno es- Adrián Acosta (1999) manifiesta que si bien
pecíficamente colectivo, que denota una este sonido (el rock), hijo bastardo del blues,
igualdad fundamental y consecuente entre los del folk, del jazz y del soul, vino del norte y
miembros de un grupo o categoría” (Bruba- del trans-atlántico, se ha convertido en un gé-
ker y Cooper 2001:36). En efecto, podemos nero popular de amplia circulación y arraigo
advertir entre los rockeros (y sobre todo en en todo el mundo. Así pues, en todas partes,
espacios socialmente compartidos como lo la identidad en torno al rock surgió con las ex-
son los conciertos) un proceso llamado por presiones urbanas populares de esta música;
Turner como “comunnitas”, entendido éste expresiones que denotaban aspiraciones de li-
como “un estado edénico, paradisíaco, utópi- bertad total, experiencia total, amor y paz (so-
co o milenario, para cuya consecución se de- bre todo en el contexto de Vietnam) y afecto
bería dirigir la acción religiosa o política, per- mutuo, contrastadas con una especie de sines-
sonal o colectiva. El grupo se ve como una co- tesia, una sensación comprendida por lo vi-
munnitas de compañeros libres e iguales” sual, auditivo, táctil, espacial, visceral y otras
(Turner 1993:521). Así como en los concier- formas de percepción bajo la influencia de es-
tos, la identificación en la protesta denotaba tímulos variados procedentes de la música, el
un sentimiento de igualdad y hermandad en- baile y las drogas (Acosta 1999:224). “Sexo,
tre los miembros del grupo, pero en una acti- drogas y rock’n roll” fue por ello el lema le-
tud de lucha y de oposición frente las institu- gendario de la juventud de aquel entonces.
ciones represoras y estigmatizadoras, es decir, En este sentido, el rock fue visto como un
frente a la policía, la iglesia e incluso el go- fenómeno tribal y, al mismo tiempo, como
bierno. una forma de vida casi universal que no podía
Por otra parte, bajo la noción “fuerte” de ser parada, silenciada o controlada por la gen-
identidad colectiva, lo cual implica “nociones te estereotipada. El rock se vio como un agen-
fuertes de límite y homogeneidad grupales, te vital para acabar con las distinciones abso-
[lo que a su vez] implica un alto grado de gru- lutas y arbitrarias, puesto que estaba desarro-
palidad, una ‘identidad’ o igualdad entre los llando configuraciones “homo gestalt esturio-
miembros del grupo, una marcada distinción nescas”, refiriéndose con ello a un autor nor-
de los no miembros, un claro límite entre teamericano de ciencia ficción muy popular
adentro y afuera” (Brubaker y Cooper entre los hippies, quien había escrito sobre un
2001:39). grupo de gente que constituía una gestalt hu-
Es muy claro que este grupo comparte sig- mana “el paso siguiente en la evolución hu-
nos, símbolos, representaciones, imaginarios mana” (Turner 1993:538).

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Sin embargo, la identidad que se compar- momento se jugaba el honor, el reconoci-
te actualmente entre los rockeros y, sobre to- miento individual y colectivo, el respeto a sus
do, entre los metaleros11 está conformada por particularidades y la tolerancia en torno a sus
nuevas expresiones y símbolos, si bien refun- prácticas.
cionalizados de aquellos de antaño. En un No hay duda que la lucha por la toleran-
contexto ritual, la vestidura negra representa cia todavía es muy latente para los rockeros. Y
el perpetuo duelo ante la sociedad consumida, es que si bien los acontecimientos de 1996
los cabellos largos simbolizan banderas que marcaron una ruptura con un pasado caracte-
flamean en el continuo agitar de las cabezas rizado por la invisibilidad de este movimien-
ante los acordes estridentes de las guitarras, el to, las represiones, agresiones y estigmatiza-
mosh -como baile- representa una especie de ciones que sufren sus miembros por el hecho
ritualidad de participación comunal en los de vestirse de negro, llevar el pelo largo y es-
conciertos de rock y es la vez un catalizador de cuchar música rock, todavía continúa. Por
la fuerza, la furia y la energía de la música. ello, la beligerancia identitaria de los rockeros
En un contexto cotidiano, el uso de vesti- se manifiesta constantemente.
menta negra, los cabellos largos, y el escuchar El ambiente al que se ven abocados los
rock a un “volumen brutal”, son expresiones rockeros, tanto en los espacios educativos, la-
de la protesta o insatisfacción frente al entorno borales como en las relaciones cotidianas, im-
cultural existente, y forman parte del inconfor- plica que se vaya forjando una “personalidad
mismo propio a la ideología de éste género. fuerte”, una personalidad que sea contestata-
En el contexto de la acción colectiva, los ria y que sepa asumir los retos que se presen-
símbolos representan elementos que agluti- ta ante la discriminación y los prejuicios. Es-
nan al grupo en torno a la lucha de una iden- ta “personalidad fuerte” también se interpreta
tidad, reconocida y digna de ser vivida. La como un escudo que haga tolerable la discri-
protesta por el respeto de estos símbolos, por minación y los prejuicios sociales: es una es-
el derecho a manifestarlos públicamente y a trategia adaptativa ante las relaciones cotidia-
reproducirlos en espacios socialmente com- nas, es una forma de vivir la vida desde otra
partidos, como en los conciertos, era en defi- perspectiva. En relación a ello, para los rocke-
nitiva la lucha del movimiento rockero. En ros, su actitud y su personalidad se enmarcan
algunos momentos, la lucha se tornaba vio- en el contexto de una militancia, entendida
lenta, en otros, pacífica, sin embargo en todo ésta como una actitud diaria y comprometida
con la forma de vida de los rockeros. Como
11 En el mundo del rock, el término metal nace a fines de bien lo expresa una persona entrevistada:
los 70`s en el Reino Unido, y designa lo que se llama-
ría “la respuesta británica” al fenómeno popular nor- “…una militancia ante uno mismo y ante el
teamericano del rock’n roll. En ese entonces lo que ori- mundo, ante el mundo y ante la cuestión de
ginalmente se denominó como el New Wave of British
los prejuicios que se manejan mucho, es una
Heavy Metal (la nueva ola del metal pesado británico),
nació como una propuesta innovadora frente a postu- lucha... a mí siempre cuando me preguntan
ras románticas como el movimiento hippie y a postu- ‘¿cómo estas?’, yo siempre digo: ‘aquí en la
ras nihilistas como el punk. La fuerza del Heavy Me- lucha’, porque para mí es eso, una forma de
tal, basada en un ritmo que simula la maquinaria in- ser metalero es una forma de no ser confor-
dustrial, pronto se convirtió en un referente identitario
mista, de no renunciar a lo que uno quiere a
muy fuerte y en una plataforma para las tendencias ex-
presivas concebidas por las nuevas generaciones. En el lo que uno es, por la demás gente, ¿no? En-
Ecuador, la militancia mas dura del movimiento roc- tonces, claro que para mi es una militancia,
kero proviene precisamente del metal, sin embargo, en una lucha diaria”12.
este articulo, hemos hecho referencia a los rockeros en
general, puesto que si bien, fueron mayoritariamente
metaleros quienes sufrieron la represión del año 96,
fue el movimiento rockero en su conjunto el que se 12 Informante: Mayarí Granda Luna, integrante de la
movilizó en los repertorios de la acción colectiva. banda de Doom Metal “Procesión”.

ICONOS 39
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Si hablamos del rock como un espacio o un ámbito y no como un movimiento, esta-


mos subestimando su capacidad movilizadora, entendiendo a ésta como la posibili-
dad de generar estrategias de organización, lucha y acción colectiva, pero, sobre
todo, entendiéndola como la capacidad de desarrollarse, tal cual una cultura viva.

El rock en Ecuador: sistemas de vida, y sus formas de autoridad.


¿movimiento social? El proceso de tribalización, los símbolos
irreverentes y la noción de ruptura o frag-
Al reflexionar sobre la lucha de los jóvenes
mentación generan una serie de prácticas,
rockeros en nuestro país, surge la duda: el
imaginarios e identidades diferenciadas. Son
rock es simplemente una contracultura, es
todas estas características en su dimensión
una matriz de tribus urbanas o, acaso, ¿es po-
conflictiva, lo que comúnmente conllevan a
sible hablar del rock como movimiento so-
definir una contracultura.
cial? Al respecto existen diversas posiciones
Entonces, al hablar de los jóvenes rocke-
que intentaremos analizar brevemente y, con
ros, es posible hacerlo desde las culturas juve-
ello, más que vislumbrar una respuesta, pre-
niles, desde las tribus urbanas y desde la no-
tendemos contribuir a su debate.
ción de contracultura. Pero, ¿también es posi-
Hoy en día, todas las culturas, en especial
ble hacerlo desde los movimientos sociales?
las culturas juveniles, se ven envueltas en un
Adrián Acosta afirma que no es posible con-
proceso dialéctico marcado por el contexto de
siderar al rock como un movimiento social,
la globalización. Así, por ejemplo, los efectos
puesto que
de los mass media alimentan -por una parte-
un proceso de homogenización de ciertos pa-
“Ello supone identidades y prácticas sociales
trones culturales que se comparten en todo el compartidas por un grupo más o menos am-
mundo. No obstante, al mismo tiempo forta- plio ubicado en zonas específicas de la socie-
lecen el desarrollo de un proceso de “tribaliza- dad, generando demandas que terminan por
ción”, que se origina en el desencanto hacia la unir o, en caso extremo, por desintegrar al
masificación. En este sentido, el proceso de grupo. Supone, además, una ideología pro-
“tribalización” supone toda una apropiación pia, claramente diferenciada de otras, que in-
de símbolos irreverentes que reafirman la per- tenta argumentar la validez de su existencia y
tenencia grupal. Estos patrones suponen la aspira a la conquista de un poder específico
trasgresión a las reglas socialmente instituidas sobre algún espacio de la vida social, que le
y, al mismo tiempo, marcan una ruptura con permita el reconocimiento público de su sta-
todo aquello que represente los modos tradi- tus y de la legitimidad de sus demandas”
(Acosta 1999:225)
cionales de la vida social (Zarzuri y Ganter
1999). Entre las culturas juveniles, las tribus
urbanas y evidentemente entre los jóvenes A nuestro parecer, el movimiento rockero cla-
rockeros, se manifiesta la noción de “frag- ramente comparte identidades y prácticas so-
mentación” que “hace referencia a la crecien- ciales que generan la integración del grupo y
te ‘desapropiación’ de tradiciones y elementos la articulación de una ideología propia -clara-
culturales transferidos por las generaciones mente diferenciada de otras-, las mismas que
anteriores” (Salman y Kingman 1999:29), se manifiestan en una demanda por el recono-
pues ellos se caracterizan como jóvenes que cimiento público. Sin embargo, según Acosta,
están “en otra onda”, reflejando con ello un el rock no parece responder a esas definiciones
espacio determinado que tiene características de movimiento. Por ello, más adelante afirma
propias, diferente del de los adultos, de sus que “el rock, como la música en general, es

40 ICONOS
una construcción social que refleja y produce los movimientos revolucionarios europeos de
códigos simbólicos que representan imágenes los siglos XVII y XVIII, o en el movimiento
del mundo o ‘mundos de vida’... Es un ámbi- obrero, y consideramos que el movimiento
to, un espacio, más que un movimiento” (Acos- social es mucho más que un grupo de interés
ta 1999:226, énfasis agregado). o un instrumento de presión política, puesto
Para encarar tales afirmaciones desde otra que cuestiona sobre todo modelos culturales,
perspectiva, consideramos necesario retomar entonces, es posible hablar del movimiento
la noción de movimiento social que Alain rockero como un nuevo movimiento social
Touraine nos proporciona. Así, en su obra La con amplias implicaciones culturales.
sociedad Post-industrial este autor propone Y aunque el movimiento rockero no se ha
una noción de movimiento social “basada en presentado bajo una estructuración específi-
la toma de conciencia de la alienación y de- ca, ni ha manifestado una organización insti-
pendencia, asociada a la voluntad de ruptura y tucional o una agenda con fines explícitos, su
de un desarrollo independiente de una colec- accionar a favor de la construcción de identi-
tividad en la sociedad programada” (Touraine dades nuevas, o la reivindicación de antiguas
1969:12). identidades, o el refuerzo de identidades en
Como hemos evidenciado anteriormente, resistencia, es una dimensión clave de una lu-
los rockeros como sujetos y como colectivi- cha política más amplia para transformar la
dad, están determinados por la noción de sociedad.
“fragmentación”, la cual se encuentra asocia- Así como otros movimientos sociales, la
da a la “voluntad de ruptura” a la que alude demanda de reconocimiento del movimiento
Touraine para los movimientos sociales. Asi- rockero ecuatoriano se perfila paralelamente a
mismo, en ¿Podremos Vivir Juntos? Iguales y una concepción alternativa de ciudadanía,
diferentes, Touraine propone hablar de 3 cate- con la cual “los esfuerzos por el ordenamien-
gorías de movimientos sociales: movimientos to democrático se extenderían para aplicarse
societales, movimientos culturales y movi- no sólo al sistema político sino también al fu-
mientos históricos. turo del ‘desarrollo’ y la erradicación de las
De la distinción que realiza el autor, el inequidades sociales tales como las raciales y
movimiento rockero puede ser caracterizado de género, profundamente configuradas por
como un movimiento cultural, en cuanto los las prácticas sociales y culturales” (Álvarez,
movimientos culturales generan Dagnino y Escobar 1998:6).
Es necesario decir que la lucha por el reco-
“acciones colectivas tendientes a defender o nocimiento y el respeto a la identidad de los
transformar una figura del Sujeto y una re-
construcción de la identidad... son movi-
mientos de afirmación aún más que de opo-
sición. Llevan en sí mismos un trabajo de
subjetivación, y son movimientos de libera-
ción, aún cuando estén animados por una
imagen pesimista de la humanidad… La no-
ción de movimiento social sólo es útil si per-
mite poner en evidencia la existencia de un
tipo muy específico de acción colectiva,
aquel por el cual una categoría social, siem-
pre particular, cuestiona una forma de domi-
nación social” (Touraine 1997:115).
Gonzalo Vargas

Si abandonamos aquella imagen tradicional


del movimiento social, a menudo reflejada en

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dossier
rockeros no es la única, ni es paradigmática. American Social Movements”, en Cultures of Po-
En realidad, va de la mano con otras deman- litics, Politics of Culture, West view Press, Colo-
das de reconocimiento. El respeto a valores rado.
reivindicados desde las propias culturas juve- Brubaker, Royers y Frederick Cooper, 2001, “Más
allá de la ‘identidad’”, en Apuntes de Investiga-
niles o desde las llamadas identidades sexuales
ción No. 7, CECYP, Argentina.
alternativas, son muestra de una necesidad de
Calhoun, Craig, 1999, “El problema de la identidad
interculturalidad real, así como también de
en la acción colectiva”, en Javier Auyero, editor,
un pluralismo legal que responda a una reali- Caja de herramientas. El lugar de la cultura en la
dad diversa, no sólo en lo étnico-cultural, si- sociología norteamericana, Universidad Nacional
no también en lo socio-cultural. de Quilmas, Argentina, pp. 77-114.
Para finalizar, es importante reconocer que Kingman, Salman y Van Dam, 1999, “Las culturas
si hablamos del rock como un espacio o un urbanas en América Latina y los Andes: lo culto
ámbito y no como un movimiento, estamos y lo popular, lo local y lo global, lo híbrido y lo
subestimando la capacidad movilizadora del mestizo”, en Salman, Tom y Eduardo Kingman,
rock, entendiendo esta movilidad como la editores, Antigua Modernidad y Memoria del pre-
posibilidad de generar estrategias de organiza- sente. Culturas Urbanas e Identidad, FLACSO-
ción, lucha y acción colectiva (como hemos Ecuador, Quito.
Kymlicka, Hill, 1996, “La tolerancia y sus límites”,
analizado a lo largo de este artículo), pero, so-
en Ciudadanía Multicultural, Paidós, Barcelona,
bre todo, entendiendo dicha movilidad como
pp. 211-238.
la capacidad de desarrollarse, tal cual una cul-
Steimberg, Marc, 1999, “El rugir de la multitud: re-
tura viva. pertorios dicursivos y repertorios de acción co-
lectiva de los hiladores de seda de Spitalfields, en
el Londres del Siglo XIX”, en Javier Auyero, edi-
Fuentes: tor, Caja de herramientas. El lugar de la cultura en
la sociología norteamericana, Universidad Nacio-
• “Jóvenes: no al esnobismo”, en El Comercio, do- nal de Quilmas, Argentina, pp. 199-236.
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• “Pelo largo: ¿un mero pretexto?”, en: El Comer- ‘política del reconocimiento’”, en Taylor, Char-
cio, domingo 25 de agosto de 1996, Pág. A2. les, et al, El multiculturalismo y la “política del re-
• “Las denuncias crecen: golpes por el pelo largo”, conocimiento”, Fondo de Cultura Económica,
en El Comercio, domingo 25 de agosto de 1996. México, 1° reimpresión, pp. 43-107.
• “La Represión en el Barrio Solanda”, en El co- Tilly, Charles, 2000, “Acción Colectiva”, en Apuntes
mercio, martes 27 de agosto de 1996, Pág. A8. de Investigación No. 6, CECYP, Argentina.
• “Protesta de Rock en Carondelet”, en El Comer- Touraine, Alain, 1969, “La Sociedad Programada y
cio, viernes 30 de agosto de 1996., Pág. A2. su sociología”, en La Sociedad Post-industrial,
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cio, domingo 1 de septiembre de 1996, Pág. C2. —————, 1997, “Los Movimientos Sociales”, en
¿Podremos Vivir Juntos? Iguales y diferentes, Fondo
de Cultura Económica, Buenos Aires, pp. 99-133.
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