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Centro de recompensa

HISTORIA
El aprendizaje y el Condicionamiento operante
B.F. Skinner fue famoso por su investigación pionera en el campo del aprendizaje y el comportamiento.

Propuso una teoría para estudiar el comportamiento humano complejo mediante el estudio de las
respuestas voluntarias mostradas por el organismo cuando se ubica en un entorno controlado.

Nombró dichos comportamientos como respuestas operantes. También se le reconoce como el padre del
Aprendizaje por condicionamiento operante, basó su teoría en la «Ley de efecto», descubierta por Edward
Thorndike en 1905.

De acuerdo con este principio, es más probable que se repita un comportamiento si este va seguido de
consecuencias agradables y menos probable que se repita si las consecuencias son desfavorables.

Skinner introdujo un nuevo término “la Ley de efecto-refuerzo.” La cual fue una modificación de la Ley
de Thorndike, según la cual el comportamiento que es reforzado tiende a repetirse (fortalecerse); mientras
que el comportamiento que no es reforzado tiende a extinguirse, (debilitarse).

B.F. Skinner propuso su teoría sobre el condicionamiento operante a partir de la realización de varios
experimentos con animales. Para ello empleó un artilugio especial diseñado por el mismo, el cual
actualmente es conocido como la «Caja Skinner», utilizó en sus experimentos especialmente ratas de
laboratorio.

Primer experimento (Refuerzo positivo)


En uno de sus primeros experimentos, colocó una rata hambrienta dentro de su “caja”. Al principio la
rata estuvo inactiva dentro de la caja, pero gradualmente, a medida que comenzó a adaptarse comenzó a
explorar su entorno. Finalmente, la rata descubrió una palanca, la cual al presionarla le proporcionaba
comida.

Después que el animal satisfizo su hambre, comenzó a explorar la caja de nuevo, luego de un tiempo,
presionó la palanca por segunda cuando volvió a tener hambre. Este fenómeno continuó en repetidas
ocasiones, después de un tiempo, la rata aprendió a presionar la palanca cada vez que quería alimentarse,
en este punto Skinner consideró que el condicionamiento había sido exitoso.

En este ejemplo, la acción de presionar la palanca es una respuesta/comportamiento operante, y la comida


liberada dentro de la cámara es la recompensa.

El experimento también se conoce como Aprendizaje por Condicionamiento Instrumental, ya que la


respuesta es fundamental para obtener alimentos.

Este experimento también demuestra y rebela los efectos del refuerzo positivo. Al presionar la palanca, la
rata hambrienta fue recompensada con alimento, que el cual satisfizo su hambre; Por lo tanto, se
considera como un refuerzo positivo.

Área tegmental bventral


El área tegmental ventral es una región del mesencéfalo, también conocido como cerebro medio, que
resulta muy importante por su implicación en el circuito del refuerzo, responsable de las sensaciones de
placer y de la conducta motivada. Además está implicada en otras funciones diversas al enviar
proyecciones a áreas corticales y subcorticales.

En este artículo describiremos las características anatómicas, las funciones principales y los trastornos
que asocian al área tegmental ventral. Pondremos el acento principalmente en el papel que juega esta
estructura en el sistema de recompensa cerebral.

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Anatomía del área tegmental ventral
El concepto “área tegmental ventral” hace referencia a un conjunto de neuronas que se localizan en la
base del mesencéfalo, la región intermedia del tronco cerebral. En latín la palabra “tegmentum” significa
“revestimiento” o “recubrimiento”; por tanto, el nombre destaca el hecho de que este área constituye una
capa de neuronas que cubre el mesencéfalo.

Se han identificado cuatro núcleos de células principales en el área tegmental ventral: el núcleo
paranigral, el área parabraquial pigmentosa, el área parafascicular retroflexa y el núcleo tegmental
rostromedial. Las neuronas dopaminérgicas características de esta región del cerebro se sitúan sobre todo
en los dos primeros.

Junto con la sustancia negra y el campo retrorubral, situadas también en el mesencéfalo, el área tegmental
contiene la mayor parte de neuronas dopaminérgicas del cerebro. La dopamina es un neurotransmisor de
la clase de las catecolaminas que está implicado en el aumento del ritmo cardiaco y en el aprendizaje por
condicionamiento operante, entre otros aspectos.

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Funciones de esta estructura
Las neuronas dopaminérgicas del área tegmental ventral forman parte de los sistemas mesocortical y
mesolímbico. Mientras que el sistema mesocortical conecta esta región con los lóbulos frontales, el
mesolímbico envía proyecciones al núcleo accumbens, una estructura fundamental del sistema de
recompensa cerebral, igual que el área tegmental ventral.

La vía mesocortical cumple un rol fundamental en la cognición; en particular permite la llegada a los
lóbulos frontales de información sobre la emoción y la motivación. Tras recibir estos inputs, las
estructuras cerebrales superiores generan las respuestas que serán ejecutadas como consecuencia.

Sin embargo, las funciones principales del área tegmental ventral se asocian con su implicación en el
sistema de recompensa cerebral, conocido también como circuito del refuerzo, que se inicia con las
proyecciones dopaminérgicas de las neuronas de esta región. Esta vía está íntimamente relacionada con el
sistema mesolímbico.

El sistema de recompensa cerebral


El área tegmental ventral es una estructura clave del sistema de recompensa cerebral, la base biológica del
placer y la motivación conductual, puesto que los estímulos apetitivos activan esta región. De este modo,
el circuito de recompensa está implicado en múltiples comportamientos, como los relacionados con la
comida, el sexo o las adicciones.

Cuando el organismo detecta estimulación placentera, el área tegmental ventral envía proyecciones
dopaminérgicas al núcleo accumbens. El aumento de la concentración del neurotransmisor en esta área
tiene un efecto reforzador sobre la conducta asociada a la obtención de placer o satisfacción.

Cuando estos inputs llegan a la corteza cerebral, la información obtenida mediante el circuito del refuerzo
puede ser integrada y manejada por las funciones cognitivas superiores. Es importante destacar la
reciprocidad de las conexiones del área tegmental ventral, que permite el feedback continuo entre esta
estructura y aquellas a las que envía eferencias.

Trastornos asociados
La investigación científica ha identificado varios trastornos que cursan con alteraciones en las vías
dopaminérgicas de las que forma parte el área tegmental ventral. En general este tipo de trastornos
implican tanto la vía mesolímbica como la mesocortical, que se encuentran estrechamente unidas.

Los trastornos neuropsicológicos más frecuentemente atribuidos a problemas estructurales y/o


funcionales en la transmisión de dopamina son la enfermedad de Parkinson, el trastorno por déficit de
atención e hiperactividad y la esquizofrenia.

En este último caso los síntomas positivos, como las alucinaciones y los delirios, se asocian con
alteraciones en la vía mesolímbica. Los fallos en el sistema mesocortical producen los síntomas
negativos, consistentes en déficits cognitivos, emocionales y motivacionales.

Por otra parte, el área tegmental ventral y el núcleo accumbens son las dos regiones del sistema nervioso
en las que las drogas y otras sustancias potencialmente adictivas tienen un efecto más significativo.
El alcohol, la nicotina, la cocaína, la anfetamina y la heroína, entre otras, tienen efectos agonistas sobre la
dopamina; esto explica las consecuencias fisiológicas, motoras y psicológicas del uso de estas sustancias,
tanto a corto como a largo plazo, incluyendo la adicción.

Nucleo cumbens
Por todos es ya conocido que las diferentes regiones del cerebro, si bien para su funcionamiento se
precisa de su actuación coordinada con el resto del encéfalo, tienden a especializarse en algunas
funciones.

Este artículo pretende hacer ver la importancia funcionamiento del núcleo accumbens, una parte del
cerebro no demasiado conocida por la mayoría de la población, pero de gran relevancia para el ser
humano debido a su participación en el sistema de recompensa cerebral y la integración de motivación y
acción.

¿Dónde está el núcleo accumbens?


El núcleo accumbens es una estructura cerebral subcortical, situada en el punto en que núcleo caudado y
putamen se juntan con el septum. Este núcleo forma parte de la zona ventral del cuerpo estriado, siendo
uno de los núcleos que configuran los ganglios basales.

El núcleo accumbens forma también parte del circuito de recompensa cerebral, teniendo una gran
influencia a la hora de integrar aspectos cognitivos, motivacionales y motores, y siendo uno de los
principales núcleos que permite que la voluntad se traduzca en acción, permitiendo la realización de
conductas de búsqueda de placer.

Partes de esta estructura


El núcleo accumbens se ha dividido tradicionalmente en dos secciones, zona central y corteza, debido a
sus diferentes conexiones con otras áreas cerebrales y a su mayor vinculación a lo emocional o a lo motor.

1. Corteza (Shell)
Esta parte del núcleo accumbens se caracteriza por su elevado número de conexiones con el sistema
límbico y el hipocampo, recibiendo tanto dopamina como serotonina y glutamato de diversas áreas
cerebrales.

Se trata pues de la parte más vinculada a las emociones de esta estructura. También tiene muchas
conexiones provenientes del frontal, enviando el núcleo accumbens la información recogida al tálamo y
recibiendo de vuelta a la zona central del núcleo accumbens.

2. Zona central (Core)


La zona central del núcleo accumbens tiene funciones principalmente vinculadas a la motricidad, estando
conectado a los ganglios basales, la sustancia negra y la corteza motora. Este área se activa en gran
medida en el momento de realizar acciones con significado emocional dirigidas a una meta específica.

Funciones principales
La localización de esta estructura y las conexiones que mantiene con diferentes áreas cerebrales hace que
el núcleo accumbens sea una estructura de gran importancia. Sin embargo, para ser capaz de ver lo
importante de esta estructura y sus implicaciones es necesario visualizar de un modo más directo en qué
procesos participa.

Si bien muchos de ellos son compartidos por el resto de ganglios basales, algunos de dichos procesos en
los que el núcleo accumbens tiene especial participación son los siguientes.

1. Integración emoción-motivación-acción

Una de las principales funciones del núcleo accumbens la de transmitir la información sobre la
motivación del sujeto y traducirla en una acción motora con el fin de cumplir con los objetivos del
organismo. Dicha integración proviene de sus conexiones tanto con el prefrontal como con los ganglios
basales. Así, permite que hagamos conductas instrumentales, dirigidas a un fin específico.
En cierto sentido, esta función de la amígdala cerebral tiene que ver con un tipo de memoria muy
importante: la memoria emocional. Esta capacidad está en la frontera entre los procesos mentales ligados
a la emoción y los procesos psicológicos superiores, ya que por un lado trabaja con emociones y por el
otro influye en la toma de decisiones y en la creación de conceptos.

2. Influye en la planificación de la conducta


Las conexiones del núcleo accumbens con el con el lóbulo frontal han permitido ver cómo esta estructura
tiene participación en la ideación y planificación de la conducta, siendo como hemos dicho un importante
punto de integración entre los aspectos motivacionales de la conducta y su puesta en marcha.

3. Evaluación de la situación
La participación de esta estructura también se da nivel evaluativo, al integrar la información emocional
con la valoración adaptativa que realiza el frontal. De este modo se consigue asociar un estímulo a una
valoración subjetiva mediante un proceso que también tiene que ver con la memoria emocional.

4. Papel en la adicción
El núcleo accumbens juega un importante papel en el proceso adictivo, ya que se encuentra vinculado a la
experimentación de recompensa. Este núcleo cerebral forma parte de la vía mesolímbica, formando parte
del centro de recompensa cerebral. Concretamente es en esta zona donde las drogas estimulantes actúan,
produciendo un aumento en los niveles de dopamina cerebrales.

5. Obtención de placer
Si bien no es la única estructura cerebral vinculada a la experimentación del placer, el núcleo accumbens
si mantiene una estrecha vinculación con su consecución. Y es que diferentes experimentos han
demostrado que si bien su inhibición no elimina el deseo de obtener un reforzador, sí produce una
disminución o supresión de las conductas necesarias para obtener el objeto de deseo. Los datos
observados demuestran que la participación del núcleo accumbens se da en procesos adictivos, así como
también en la alimentación y el sexo.

6. Aprendizaje y memoria
Los anteriores puntos citados hacen ver que el núcleo accumbens tiene una gran relevancia a la hora de
establecer la automatización y aprendizaje de conductas dirigidas a la obtención de una recompensa.
También participa en el proceso de habituación.

7. Agresividad y conductas arriesgadas


Una hiperactividad en el núcleo accumbens puede llegar a causar conductas agresivas. Ante una presencia
muy elevada de dopamina y otras alteraciones que dificulten la inhibición conductual, puede llegar a
producir que se busque la satisfacción personal sin valorar los riesgos.

De hecho, los estudios realizados en personas que tienen psicopatía parecen indicar que estas personas
tienen, entre otras alteraciones, un severo desequilibrio en el núcleo accumbens, padeciendo una
hiperreactividad a la dopamina que podría inducir a buscar la propia recompensa con indiferencia a las
consecuencias para los otros.

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