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20 de agosto de 2017

Todo me podrán quitar,


menos la palabra escrita.
¡Prohibido olvidar!
A los estudiantes de 10mo, 11mo y 12mo diamante de la Escuela Superior Juana Colón.
Reciban un abrazo fraternal donde quiera que estén en este momento.
Esta carta lleva como fin cumplir mi responsabilidad, como amante y defensor de la educación
democrática-participativa, de hacerle saber a todos(as) - porque creo lo merecen- las razones
para ya no volver a estar enseñando los cursos de Historia en la Escuela Juana Colón. Nunca fue
una decisión fácil por mis vínculos emocionales con Comerío, la escuela Juana Colón, la historia
de mi pueblo. Soy un comerieño marcado por su historia y sus luchas sociales.
La razón más importante para tal decisión fue mi situación de salud, que, como muchos(as)
sabrán, está comprometida desde que en diciembre de 2013 tuve el episodio de derrame
cerebral. Aunque dicha situación está controlada y me siento muy bien de salud, no es menos
cierto que las acciones de persecución selectiva por parte de la directora Yaniranete Cotto López
durante todo el año pasado, me llevaron a tener episodios de extremo estrés que ponían en
riesgo nuevamente mi estado de salud. Para intentar lograr dicha presión persecutoria, la Sra.
Cotto usó todo a su alcance para hacer el mayor daño posible. A estas acciones se unió personal
de la facultad que colaboraba en tales prácticas despreciables. Una muestra de lo acontecido el
año pasado que me llevaron a tomar la decisión de salir de la Escuela son las siguientes.
1. Negarse a adjudicarme licencias por enfermedad a las que tengo derecho. Estas licencias
son un derecho adquirido para asistir a citas médicas y cuando nos enfermamos. Cuando
las sometía electrónicamente me las rechazaba, teniendo que acudir a las oficinas
centrales del Departamento de Educación para que fuesen corregidas. Todo el año estuvo
haciéndolo. A sus amigos(as) en la escuela no le aplicaba esta medida. Mientras me
negaba varias de esas licencias, ella estaba de crucero abandonando funciones. Además,
como bien ustedes saben, apenas pasaba tiempo en la escuela. Existen serias sospechas
que su ausentismo está atado a sus estudios doctorales diurnos, premio político otorgado
el año anterior.
2. No permitir que yo asistiera a actividades académicas fuera del plantel, necesarias para
mi desarrollo profesional. En este sentido evitó que asistiera a dos conferencias en
universidades a las que fui invitado a deponer. Este tipo de actividades formarían parte
de mi desarrollo profesional y mi futura evaluación anual. Posteriormente, me haría una
evaluación negativa cuando a toda costa evitó que pudiera cumplir con ese criterio.
3. No permitir que durante todo el año pasado pudiera usar un salón con aire acondicionado
ante el hecho de que el de mi salón estaba dañado. Le solicite por carta el uso del salón
teatro u otro salón disponible y se negó. Alegó que en el salón teatro se albergaban los
archivos de educación especial. Nadie vio dichos archivos allí. La Sra. Cotto presionó al
prof. de Artes culinarias para que yo y mis estudiantes no pudiéramos usar su salón de
teoría, que de buena fe él me ofreció. El salón apenas se usaba. Con esa acción la directora
Cotto castigó a todos(as) mis estudiantes.
4. Entrar a mi salón violando la carta circular de visitas evaluativas. La carta circular exigía
que las visitas a la sala de clase deben ser calendarizadas. La última visita ilegal la hizo en
el mes de abril, en medio de las pruebas META, lo que conllevó no culminar la evaluación
presencial y dejara el plan de clase tirado en una esquina del salón. Un desastre. Los
estudiantes de 10mo diamante (hoy 11D) son testigos de esto. Luego me hizo una
evaluación negativa.
5. Uso de personal escolar a su servicio (especialmente el guardia escolar y un empleado
T1), cual arrodillados cobardes, para allegarse hasta mi salón a ejercer presión. Hubo otros
maestros(as) que se prestaron a hacer acciones bajunas en mi contra. Todo por el miedo
que le tienen a la Sra. Cotto. Estos(as) vendieron la dignidad que tenían, si alguna vez
tuvieron alguna. A final del año escolar se desató una campaña para victimizar al guardia
escolar por mi exigencia ante el Sr. José A. Santiago (alcalde y jefe inmediato de de dicho
guardia) , para que aquel cumpliera con sus funciones y dejara de ser testaferro de la
directora Cotto. La verdad contundente es que dicho guardia hace lo que la directora
Cotto le ordena, incluyendo la violación de derechos civiles a los estudiantes. Les recuerdo
que este señor se prestó a violar los derechos civiles de dos chicas al retenerlas en el
portón cuando el año pasado intentaron entrar a la escuela haciendo uso de pantalones.
Dos de ellas me lo confesaron en aquel momento. Hay gente que se vende por prebendas
y minucias. Su miedo a Cotto lo convirtieron en una de sus mejores armas y cómplice en
contra mía. Una especie de espía a sueldo. Se vende como ingenuo, pero nada de eso.
Aquí no cabe la ingenuidad, cada cual tiene que asumir la responsabilidad que
corresponda. Yo asumí la mía al estar de lado de los estudiantes y sus derechos y
denunciar las barbaridades de Cotto. Recuerden los 6 mil dólares que esta directora botó
en las tintas de los printers y que a final de año se armó un corre corre para tratar de
resolver.
6. Evitar a toda costa que desarrollara un Proyecto de recogido de agua de lluvia con un
grupo de estudiantes. Todo para beneficio de la escuela y la comunidad. Se dio el visto
bueno del proyecto al finalizar el semestre escolar cuando ya no había tiempo para
desarrollarlo. Una manera astuta de matar una iniciativa. Pero, a los maestros(as) amigos
de la Sra. Cotto jamás se les puso algún obstáculo en sus proyectos.
7. Acusar viciosamente a dos estudiantes de 10mo grado, en su oficina, de escribir cartas
dizque diseñadas por mi. Los dos estudiantes que las hicieron, con sus razones, le pueden
enseñar a escribir a ella correctamente. Luego trató de contraponer a dichos estudiantes
con su profa. de salón hogar. Todo una estrategia divisiva. Claro, cualquier cosa se podría
esperar de una persona arrogante, mediocre y enferma de poder.
8. Eliminar el curso de historia del programa avanzado. De ello no había ninguna necesidad.
A menos que la Sra. Cotto no quisiera que yo continuara desarrollándolo. Nunca ha
permitido que el programa avanzado en general se evaluara, tanto por estudiantes como
profesores(as). El miedo a promover la crítica histórica y el análisis científico-social no
forman parte de la visión dictatorial de la Sra. Cotto. Por eso eliminó el programa la
historia. Se busca que todo el mundo esté alineado a su visión de hacer las cosas. Quien
se separe de esa línea, pobre de él o ella. Ayer fui yo, mañana quién sabe le toque el turno.
Recuerdo que cuando el programa avanzado intentó ser desmantelado por la burocracia
del Departamento de Educación, así como eliminar varias plazas de maestros de la
escuela, fue la Sra. Cotto quien me llamó a mi casa para hacer un frente común y detener
tal intento. Un grupo de valientes estudiantes y varios profesores(as) - jugándonos todo,
incluido nuestros empleos- detuvimos tal intento. El reclamo llegó hasta Fortaleza y fue
salvado el programa. Eso ella nunca lo agradeció, sobre todo a los estudiantes. Ahora se
llena la boca hablando de dicho programa en todas partes. El programa existe a pesar de
ella.
9. Usar el programa Montessori para justificar la violación de la antigüedad en la escuela. En
la organización escolar los profesores(as) Montessori tenían sus programas de clase de
antemano. Esto es, los de mayor antigüedad pedíamos nuestros grupos posterior a
ellos(as). Jamás esto se había visto en la escuela. Ahora los maestros(as) más jóvenes
tienen prioridad sobre los de más experiencia. Solamente la mitad de la facultad
pertenece al proyecto Montessori. Traer el proyecto Montessori e imponerlo a la escuela
se hizo a espaldas de los comerieños(as) y la facultad. Esto se hizo porque la Sra. Cotto y
un grupo de comerciantes de la educación tienen un interés especial en el. En estos
momentos la escuela fue declarada como especializada Montessori. Metieron el proyecto
a escondidas engañosamente sin permitir debate alguno en la comunidad académica y
comerieña en general. Si algún estudiante no deseara educarse bajo dicho modelo la
respuesta es, como dijo por las redes una “profesora Montessori”, “que se la lleven para
la vocacional”. Parecería que existe un vínculo entre el modelo Montessori y la visión
dictatorial de la educación de la directora Cotto.
Ante esto, y otra lista de unos 25 puntos que actualmente se encuentran sujetos a una
querella en la oficina de División Legal del DE, decidí evaluar con mi familia la situación
por la que estaba pasando. Tanto mi esposa como mi hija me hicieron saber que no era
justo para mi estar sometido a tanta presión y estrés, especialmente en una escuela
donde los facultativos y la Directora no tienen un sentido mínimo de lo que debe ser una
escuela atada a la democracia participativa y a la crítica. Sabrán que criticar algo en la
Escuela Juana Colón lo han convertido en delito. Si haces señalamientos críticos sobre la
administración escolar, se desata la persecución. Eso lo saben todos los miembros de la
facultad y el resto del personal. No puedo estar en un lugar donde diferir se haya
convertido en sinónimo de venganza, tal y como se han comportado los peores
dictadores(as) de la historia. ¿Cómo pretendemos tener una sociedad tolerante y atada a
la equidad cuando se usa la escuela como mecanismo de promoción de acciones
detestables y atentatorias a los principios básicos de la democracia participativa? ¿Cómo
queremos crear un ciudadano promotor de cambios cuando le inculcan un modelo de
orden abusivo y antidemocrático? ¿Esa es la escuela Montessori? ¿La escuela Montessori
es la que diferir implica que te persigan? ¿La escuela Montessori es la que proteger una
pobre palomita es delito? ¿La escuela Montessori es donde se anda con miedos en todas
las esquinas de la escuela y se permite que la directora insulte, humille y violente las cartas
circulares a gusto y gana? ¿La escuela Montessori es la que se habla por lo bajo en los
pasillos por temor a represalias de la dictadora Cotto, cual Catalina de Medici?
La Escuela Juana Colón tiene un gran historial de lucha, sin embargo en estos últimos dos años
eso no ha estado presente. El ambiente de debates y discusiones serias en la escuela se perdió y,
a cambio, se tiene una dictadora mandando cual monarquía medieval y a un grupo de gente
siguiéndola. Tampoco faltaba el bufón de la corte monárquica, para entretener al resto mientras
la reina impone su modelo y aplasta a quienes difieran.
Queridos estudiantes, en un escenario así ya no podía seguir trabajando. A mí nadie me sacó de
la escuela, simplemente decidí dejar ese espacio a cambio de tranquilidad emocional y salud; a
cambio de estar más tiempo con mi compañera de vida y mi querida hija, que este año se gradúa
de 4to año. Ahora me encuentro en un espacio académico- Escuela Superior Miguel Meléndez
Muñoz de Cayey- donde diferir no es delito y donde se me respeta lo que hago. Aquí hay una
facultad que me acogió y sabe de mi compromiso por la buena educación. En Comerío fueron
27 años tratando de educar a un sector de nuestro pueblo usando la herramienta de la historia
crítica, sujeta a la pregunta y debate más contundente. Es una carga de experiencia inolvidable
la que me traje en la maleta, fundamental para mi vida. Las experiencias que adquirí son infinitas.
Siempre traté de combinar la palabra con la acción y eso tiene sus costos. Lamentablemente, en
nuestra sociedad es más fácil vivir sujetos a la hipocresía que ser honestos. Para algunos(as) la
dignidad es un simple decir, pero para otros(as) es regla de vida. Yo no podría vivir sin dignidad
porque ella oxigena mi vida..
No saben lo mucho que aprendí junto a todos(as) ustedes en aquel espacio donde Ignacio
Ramonet nos advertía, desde una pared, que “existe otro mundo posible” , el Che nos convocaba
al sacrificio, el “prohibido olvidar” de bienvenida y salida en la puerta, además del “vemos y
comprendemos desde nuestra memoria”, siempre latente… Extraño la pregunta contundente y
mordaz; la pregunta elevada y necesaria que muchas veces golpeaba duro. Sin duda los extraño
a todos(as), sus miradas curiosas y sus sonrisas de par en par, su sabiduría, su amistad.
A todos(as) le deseo lo mejor. Son el grano más puro y saludable de la futura cosecha. En ustedes
descansa un pueblo y un país. No lo digo por alagar pues es lo que siento. Nunca se olviden de
Comerío. Tomen la educación en sus manos y no permitan que nadie le arranque su capacidad
de condenar la injusticia y ejercer la crítica más profunda en su desempeño académico y en el
ambiente social donde se desenvuelvan. Que nadie le arranque el deseo de soñar y levantar
utopías. La patria es una sola y en ella estamos todos(as). Sé que en algún espacio de ella, algún
día, nos encontraremos. Ese día hablaremos, estoy seguro, de otro Puerto Rico posible…
Un abrazo,
wilson

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