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Falencias de la Ley de Simplificación Tributaria 10/10/2019

El decreto 7-2019, Ley de Simplificación, Actualización e Incorporación Tributaria, que a la


fecha de elaboración de esta columna no había sido publicada, contiene contradicciones,
ambigüedades, exclusión de la utilidad para practicar retención, carencia de plazo de
pago, inexistencia de base imponible, deficiencia para determinar utilidad, entre otras
más, las cuales harían inoperante parte del régimen especial agropecuario.

El artículo 3 que adiciona el 54 “A” a la Ley del Impuesto al Valor Agregado (IVA)
contempla la incorporación de personas individuales al Régimen Especial de Contribuyentes
Agropecuarios que desarrollen actividades de producción y comercialización en el sector
agropecuario.
El problema de este artículo es que no establece base imponible para la actividad agrícola,
debido a que se decreta que el 5 por ciento se pagará solo sobre las ventas brutas (base
imponible) para criadores de ganado vacuno, equino, porcino y caprino.
No obstante que el régimen también es para actividades agrícolas, no se incluyó como base
imponible las ventas de estas labores, y si estos contribuyentes se llegaran a inscribir no
podrían determinar el impuesto porque la ley no contempla esa base imponible.

El otro inconveniente es que para los compradores, vendedores y engordadores, la ley no


especifica a qué ganado se refiere. Además de lo indicado, también se tendrá otro conflicto,
y es que al dejar establecido que la base imponible para calcular el cinco por ciento será sobre
la utilidad, no se especificó a qué utilidad se refiere, si será sobre la utilidad bruta, operativa
o neta. Pero independientemente de la clase de utilidad, lo más grave del caso es que tal modo
de pago no quedó establecido en la ley, ya que en el artículo 54 “B” que se está adicionando
a la Ley del IVA se decreta que será mediante retención y la misma se calculará aplicando al
total de ingresos consignados en la factura la tarifa del cinco por ciento y el monto retenido
se entera a las cajas fiscales dentro del plazo de diez días hábiles del mes inmediato siguiente
a aquel en que se efectúa el pago o acreditamiento.
Al decretarse que la retención se calcula sobre el total de ingresos consignados en la factura,
dejó fuera a los que están gravados con el cinco por ciento sobre las utilidades, y al quedar
excluidos no les es aplicable el plazo de pagar el impuesto dentro del mes inmediato
siguiente, ya que ese plazo es exigible para los que están sujetos a la retención del impuesto
cuando no les efectúen la misma, pero en el caso de compradores, vendedores y engordadores
no quedaron incluidos dentro de las rentas sujetas a retención, porque la base imponible para
ellos es la utilidad y no los ingresos brutos. Otro problema más es el hecho de que a los
contribuyentes que se inscriban en el régimen especial agropecuario, la Ley los obliga
únicamente a llevar libro de compras y ventas, libro de bancos e inventarios, y con estos
registros no se puede determinar adecuadamente la utilidad, porque desde el punto de
vista técnico, contable y financiero se determina en forma anual y no en cada factura.
Hacerlo así sería distorsionar por completo la determinación de la misma.

En otras palabras, la ley dejó ese vacío y los compradores, vendedores y engordadores que
se inscriban no tienen forma definida ni plazo para pagar el impuesto. Si la ley es sancionada
por el Ejecutivo, definitivamente tendría que sufrir una modificación de manera inmediata
por parte del Congreso, ya que esos y otros errores harían ineficaz la misma.
¿Quiénes pagarán menos (y cuánto se ahorrará) con el nuevo régimen tributario para
agroproductores?
Las nuevas disposiciones con los que se creó el Régimen especial de contribuyentes
agropecuarios establecen diferentes formas de aplicar el impuesto entre quienes se
desempeñan en actividades relacionadas con la cadena de producción ganadería, según las
enmiendas aprobadas por el Congreso como parte del decreto 7-2019.

La Ley sobre Simplificación, Actualización e Incorporación Tributaria, contenida en ese


decreto, establece que personas individuales que desarrollen actividades de producción y
comercialización agropecuaria pueden inscribirse en ese nuevo régimen cuya venta anual no
exceda de Q3 millones en un año fiscal y pagarán 5% mensual sobre ventas brutas. Aquí se
incluye tanto actividades de agricultura como pecuarias o ganadería refiere el auditor Óscar
Chile Monroy, al comentar la nueva ley.

egún una parte del artículo 3 del decreto en mención, pueden aplicar el 5% sobre ventas
brutas quienes produzcan y comercialicen productos de agricultura como granos básicos,
legumbres, vegetales y otros.

En otra parte de ese mismo artículo, incluido mediante una enmienda en el Congreso detalla
ese deberán pagar el 5% de impuesto al valor agregado (IVA) sobre ventas brutas los
criadores de ganado vacuno, equino, porcino y caprino. Con esa misma enmienda se
estableció una diferencia ya que a los compradores, vendedores y engordadores de ganado
(que puede ser vacuno, equino, porcino y caprino) pero pagarán el 5% pero sobre las
utilidades.

Según comentó Chile Monroy a este último segmento se le están dando más beneficios que
al resto de productores o comercializadores de la cadena agrícola y pecuaria, ya que el
aplicarla sobre utilidades se debe deducir los costos y gastos del giro de negocio en cada
caso.

A diferencia de los primeros casos mencionados que sea aplicaría el 5% pero sin hacerles
descuentos o deducciones.

En el nuevo régimen no se incluye a quienes presten servicios agropecuarios o de cualquier


otra índole, por ejemplo alquiler de maquinaria, comentó el auditor.

Cambios repentinos generan dudas


El Ministro de Finanzas, Víctor Martínez, dijo que tenía entendido que el fin de la ley era
que, mediante el artículo 3 que establece los sectores y las tasas de impuesto, se aplique de
forma general ese nuevo régimen para toda la actividad agropecuaria que sus ingresos no
sobrepasen los límites de establecidos.

Sin embargo, explicó que con la enmienda incorporada por el Congreso parece que la están
delimitando solo para aplicarla a la actividad pecuaria. Es decir, a quienes se dedican a las
diferentes actividades de las cadenas de cría de ganado y comercialización.

Según el funcionario habrá que esperar la versión final que presente el Congreso del decreto
para ver su alcance ya que adherir algún párrafo, coma o punto puede cambiar el significado.

Estimaciones preliminares
Mientras tanto ya se hacen estimaciones de los cambios en los pagos.

Con esa simplificación se incluirá a muchos negocios que no formaban parte de la base de
contribuyentes y empezarán a pagar mientras que otros empezarán a reportar operaciones
que antes no reportaban al fisco, opinó Chile Monroy. Sin embargo, dijo que hay casos en
los que las personas que ya estaban tributando pasarán a pagar menos.
El auditor detalló el ejemplo de quienes están actualmente en el Régimen Opcional
Simplificado sobre Ingresos de las Actividades Lucrativas del impuesto sobre la renta (ISR).
Estos contribuyentes pagan el 5% por hasta Q30 mil y 7% por el excedente de eso sobre
rentas imponible, es decir un contribuyente que luego de sus ventas tenga una renta imponible
de hasta Q3 millones al año paga Q202 mil 800 al año.

Al pasarse al nuevo régimen especial pagaría alrededor de Q150 mil al año (con
declaraciones mensuales), es decir bajará el pago al fisco en Q52 mil 800 al año, comenta el
auditor para ejemplificar las diferencias de cómo aplicar los impuestos.

La diferencia es mayor en el caso de los compradores, vendedores y engordadores de ganado


ya que según se desprende preliminarmente de la enmienda aprobada por el Congreso, ya
que el 5% de impuesto se cobrará sobre las utilidades, luego de descontarle costos y gastos.

Es decir, si estos contribuyentes tienen Q100 mil de utilidades al año, con el nuevo régimen
especial establecido en la Ley del impuesto al valor agregado (IVA) pagan en un año Q5 mil.

Mientras que en el régimen actual del ISR sobre utilidades se paga una tasa de 25% de
impuesto es decir Q25 mil al año. El cambio significaría una rebaja de 20 puntos
porcentuales, que significarían Q20 mil en un año según el ejemplo mencionado por Chile
Monroy.

Otros beneficios
Otros beneficios para el nuevo régimen especial es que no tendrán que llevar contabilidad
completa, solo libros de compras y ventas, bancos e inventarios.

Además, al no pagar ISR, ya no estarían afectos al 1% del impuesto sobre solidaridad (ISO)
que en la actualidad se paga, pero se acredita a cuenta del ISR, y no deberán presentar
declaraciones mensuales, trimestrales o anuales del ISR.

Reducen impuesto para quienes se pasen a regímenes electrónicos


Con dos artículos establecidos en la nueva ley se trata de impulsar la factura electrónica y
bancarización se crean los regímenes electrónicos para Pequeños Contribuyentes en general
(no solo agropecuarios) y un Régimen Electrónico de Contribuyentes Agropecuarios.
Quienes se trasladan a estos regímenes serán beneficiados con una rebaja del 1% en la tasa,
es decir en lugar de pagar el 5%, pagarán 4%.

El decreto fue aprobado el 24 de septiembre por el Congreso, contempla que debe entrar en
vigencia al día siguiente de su publicación y se fijó a la Superintendencia de Administración
Tributaria (SAT) para poner a disposición de los contribuyentes los sistemas para operar los
nuevos regímenes.

Regularización y amnistía es general y le faltan controles


Tanto los artículos de amnistía y regularización son de aplicación generalizada y no solo para
los contribuyentes de actividades agropecuarias, explica el auditor.

Se podrá hacer la regularización sin que la SAT llega a establecer un monto específico, sino
que se dejan abiertas las cifras al mencionar casos en que se hayan omitido declaraciones de
ingresos y no poseen los documentos pueden establecer su monto no declarado.

Con esa medida estarían pagando solo el 7% de ISR y 6% de IVA, “es decir con pagar 13%
se estarían regularizando”, dice Chile Monroy.

Por aparte la regularización a cuenta de terceros, es la otra parte de la amnistía y está dirigida
para quienes tienen procesos judiciales abiertos, por períodos contables antes del 1 de enero
del 2013, explicó el experto.

Muchos de estos casos fueron denunciados por la SAT, principalmente por inconsistencias
en los documentos de soporte para el reclamo de la devolución del crédito fiscal del IVA de
exportación de períodos anteriores al mencionado. Los empresarios han explicado que se
trata de inconsistencias de sus proveedores.
Ministro de Finanzas: No se consultó a SAT por nuevas enmiendas
El ministro de Finanzas Víctor Martínez, quien también preside el directorio de la SAT,
respondió a Prensa Libre que el Congreso no les consultó acerca de los nuevos cambios y
enmiendas integrados a la iniciativa de ley de simplificación tributaria para el sector
agropecuario y aprobados esta semana.

“Lo que se tiene es lo que se evaluó en el 2017 por la SAT pero ya no se requirió una
actualización del criterio sobre las enmiendas que se presentaron”.

“Estuvimos pendientes y preocupados porque una modificación de la parte del sistema


tributario genera muchas implicaciones e incorporar cambios sin lograr dimensionar el
impacto puede poner en riesgo el sistema tributario” agregó el funcionario.

Explicó que fueron invitados el lunes 22 de septiembre por la tarde a la Comisión de Finanzas
del Congreso donde les pidieron una opinión, pero que la iniciativa de ley fue incluida a los
dos días en la agenda.

Se les respondió que “para poder hacer evaluación del impacto de la ley tendría que mandarse
otra vez a la SAT para poder actualizar la opinión, lo que se tenía dimensionado era lo que
la SAT (en el 2017).

En el dictamen del 2017 la SAT, trasladada mediante una carta firmada por el
Superintendente de ese entonces hizo al menos cuatro sugerencias al Congreso.

Entre estas pidió un respecto a los artículos de la creación del régimen y de la tasa del 5% de
impuesto, además al crear los regímenes electrónicos tanto para los contribuyentes como para
agropecuarios, y el que se refería a omisos o rectificaciones debe incorporarse un fundamente
técnico más explícito mediante el cual se pueda sustentar un régimen de condiciones distintas
al de Pequeño Contribuyente ya existente, ya que puede generar condiciones desiguales que
puedan atentar contra los principios constitucionales tributarios, se detalla en el documento
brindado por el ministro.

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