Está en la página 1de 4791

VÍCTOR HUGO ALVAREZ CHAVEZ

NUEVO
PROCEDIMIENTO
LABORAL
VÍCTOR HUGO ALVAREZ CHÁVEZ
Abogado especializado en Derecho del Trabajo y la Seguridad Social
Profesor Universitario

NUEVO
PROCEDIMIENTO
LABORAL
LEY N° 29.497

EDICIONES JURÍDICAS
LIMA - PERÚ
PELIGRO!
La fotocopia mata el libro
«ANTES QUE EL LIBRO CIENTÍFICO MUERA

«El libro científico es un organismo que se basa en un delicado equilibrio. Los elevados
costos iniciales (las horas de trabajo que requiere el autor, los redactores, los correctores, los
ilustradores) sólo se recuperan si las ventas alcanzan determinado número de ejemplares.
«La fotocopia, en un primer momento, reduce las ventas y por este motivo contribuye al
aumento del precio. En un segundo momento, elimina de raíz la posibilidad económica de
producir nuevos libros, sobre todo científicos.
"(....) la fotocopia de un» libro (o de parte de éste) protegido por
derecho de autor (copyright) es ilícita. Por consiguiente, toda fotocopia que burle la compra de
un libro, es delito.
"La fotocopia no sólo es ilícita, sino que amenaza la supervivencia de un modo de
transmitida ciencia.
"Quien fotocopia un libro, quien pone a disposición los medios para fotocopiar, quien de
cualquier modo fomenta esta práctica, no sólo se alza contra la ley, sino que particularmente se
encuentra en la situación de quien recoge una flor de una especie protegida, y tal vez se dispone a
coger la última flor de esa especie".

[Crítica de la fotocopia ilícita que Editorial Temis S.A. incluye


v en sus obras de divulgación científica]

@ COPYRIGHT - 2010
EDICIONES JURÍDICAS
vmDiavRXRjsi

A nú sobrina Lidia Loayza Áívarez,


porque supo con tezón y afúnco conquistar parte de sus sueños.
augurándole el cumplimiento total
de sus ideales.

lector Jugo JÜvarui Cfatotz, Lima, tfenmo 2010


CENTRO DE INVESTIGACIONES
SOCIO JURÍDICAS IBEROAMERICANO

PRESENTACIÓN

Presentamos a la comunidad jurídica Peruana y de Lati-


noamérica la labor que viene realizando el Centro de Inves-
tigaciones Sociojurídicas Iberoamericano.
Uno de los objetivos básicos del Instituto de Investigaciones
Sociojurídicas Iberoamericano, es el desarrollo completo del plan
de Estudio (sillabus) de las carreras de: Derecho, Contabilidad,
Administración y Educación. Para ello contamos con el apoyo de
los más prestigiosos profesores e investigadores especializados en
cada área de su competencia.
Esta ardua tarea es comandada por el Presidente del Instituto
de Investigaciones, Dr. Jorge Herrero Pons, eximio catedrático
universitario y publicista - con más de veinte obras en su haber en
Perú y Argentina- secundado por el Vicepresidente del Instituto
profesor e investigador Dr. Víctor Hugo Álvarez Chávez, autor de
mas de treinta obras: materia jurídica y afines.
Tal tarea investigativa ha sido desarrollada,
fundamentalmente en la República Argentina y en el Perú, durante
más de veinte años, cuyos textos son publicados por Ediciones
Jurídicas.
He allí la seriedad y profundidad de las obras que venimos
afianzando a todos sus legítimos destinatarios.
Esperemos que con el apoyo de los profesores y alumnos,
quienes avalaron nuestra obras, poder cumplir ampliamente con
el objetivo planteado !Alea Jacta Est!
En esta oportunidad presentamos la obra: Ley N° 29.497.
Nueva Ley Procesal del Trabajo

ARGENTINA

PRESIDENTE
Dr. JORGE HERRERO PONS
VICEPRESIDENTE
Dr. VÍCTOR HUGO ALVAREZ CHAVEZ
Somellera 495, Alt. Brown,
Prov. de Buenos Aires
Código Postal (1846)
Teléfonos: 011-4214-2688
42140224

herreropons@hotmail.com
escribanía publica.argentina.com
cisjiaargentina. com
Buenos Aires - Argentina

PERÚ
PRESIDENTE
MANUEL JESÚS MIRANDA CANALES Prof.
Universitario
FERNANDO ANGELES GONZALES
Prof. Universitario
RICARDO VELASQUEZ RAMÍREZ
Prof. Universitario
Av. Colmena 938 Of. 301 "C" (Plaza San Martín)
E-mail: edicionesj@hotmail. com Telf.
427-9834 Cel: 9739-7048
índice 9
General

ÍNDICE GENERAL

Introducción. 1. Generalidades. 2. Reposición provisional. 3.


Ventajas de la nueva ley......................................................................
...................................................................................................15

LEY N° 29.497

TITULO

PRELIMINAR

Artículo I. Principios del proceso laboral..........................................


...................................................................................................17
Artículo II. Ámbito de la Justicia Laboral..........................................
....................................................................................................49
Artículo III. Fundamentos del proceso laboral...................................
....................................................................................................o<r
Artículo IV. Interpretación y aplicación de las normas en la
resolución de los conflictos de la Justicia Laboral
.................................................................................................
TITULO I
DISPOSICIONES
GENERALES

CAPIT
ULO I
COMPET
ENCIA

Artículo Io. Competencia por materia de los juzgados de paz


letrados laborales.................................................................................
144
Artículo 2o. Competencia por materia de los juzgados especia
lizados de trabajo................................................................................
178
Artículo 3o. Competencia por materia de las Salas Laborales
1
80
superiores......................................................
, ......................... i on
Articulo 4o. Competencia por función.................................................
10 índice General

Artículo 5°. Determinación de la cuantía......................................


......................................................................................... 181
Artículo 6". Competencia por territorio......................................
......................................................................................... 181
Artículo 7°. Rotulación en caso de incompetencia.......................
......................................................................................... 182

CAPITULO II
COMPARECENCIA

Artículo 8". Reglas especiales de comparecencia........................


......................................................................................... 182
Artículo 9". Legitimación especial............................................... 218
Artículo 10". Defensa pública a cargo del Ministerio de Justicia.. 218

CAPITULO III
SUB-CAPITULOI
Reglas de Conducta y oralidad

Artículo 11°. Reglas de conducta en las audiencias..................... 219


Artículo 12°. Prevalencia de la oralidad en los procesos por
audiencias................................................................................... 219

SUB-CAPITULO II

Artículo 13". Notificaciones en los procesos laborales.................. 222

SUB-CAPITULO III

Artículo 14°. Costas y costos...................................................... 226

SUB-CAPITULO IV
Multas

Artículo 15". Multas.................................................................... 227

SUB-CAPITULO V
Admisión y Procedencia

Articulólo". Requisitos de la demanda....................................... 228


índice 11
General

Artículo 17°. Admisión de la demanda........................................


........................................................................................240
Artículo 18". Demanda de la liquidicación de Derechos indivi
duales
...................................................................................................
284
Artículo 19°. Requisitos de la contestación.................................
........................................................................................286
Artículo 20". Caso especial de procedencia.................................
........................................................................................286

SUB
CAPITULO VI
Actividad
probatoria

Artículo 21°. Oportunidad..........................................................


........................................................................................301
Artículo 22°. Prueba de oficio...................................................
........................................................................................306
Artículo 23". Carga de la prueba...............................................
........................................................................................306
Artículo 24". Forma de los interrogatorios.................................
........................................................................................318
Artículo 25°. Declaración de parte..............................................
........................................................................................318
Artículo 26". Declaración de testigos..........................................
........................................................................................322
Artículo 27°. Exhibición de planillas............................................
........................................................................................323
Artículo 28". Pericia...................................................................
........................................................................................325
Artículo 29". Presunciones legales derivadas de la conducta de
la partes......................................................................................
........................................................................................328
SUB CAPITULO VII
Formas especiales de conclusión del
proceso

Artículo 30". Formas especiales de conclusión del proceso.......... 330

SUB
CAPITUL
O VIII
Sentencia

Artículo 31°. Contenido de la sentencia..................................... 331


Artículo 32". Apelación de la sentencia en los procesos ordina
rios, abreviado y de impugnación de laudos arbitrales económi
cos..............................................................................................
339
Artículo 33". Trámite en segunda instancia y audiencia
de vista
de la causa en los procesos ordinario, abreviado y de
impugna
ción de laudos arbitrales económicos............................
339
Artículo 34". Causales del recurso de casación........................... 340
Artículo 35". Requisitos de admisibilidad del recurso de casación 341
12 índice General

Artículo 36°. Requisitos de procedencia del recurso de casa


ción............................................................................................ 342
Artículo 37°. Trámite del recurso de casación............................. 342
Artículo 38°. Efecto del recurso de casación................................. 343
Artículo 39°. Consecuencias del recurso de casación declarado
fundado...................................................................................... 344 •
Artículo 40°. Precedente vinculante de la Corte Suprema de
Justicia de la República............................................................... 344
Artículo 41 ".Publicación de sentencias........................................ 345

TITULO II
PROCESOS LABORALES

CAPITULO I PROCESO
ORDINARIO LABORAL

Artículo 42°. Traslado y citación a audiencia de conciliación.

368
Artículo 43°. Audiencia de conciliación....................................
........................................................................................410
Artículo 44°. Audiencia de juzgamiento................................... 411
Artículo 45°. Etapa de confrontación de posiciones.....................
........................................................................................412
Artículo 46°. Etapa de actuación probatoria...............................
........................................................................................412
Artículo 47°. Alegatos y sentencias............................................
........................................................................................413

CAPITULO II PROCESO
ABREVIADO LABORAL

Artículo 48°. Traslado y citación a audiencia única......................


........................................................................................414
Artículo 49°. Audiencia única......................................................
........................................................................................414

CAPITULO III
PROCESO IMPUGNATIVO DE LAUDOS
ARBITRALES
ECONÓMICOS
Artículo 50°. Admisión de la demanda........................................ 415
Artículo 51°. Traslado y contestación..........................................
........................................................................................415
Artículo 52°. Trámite y sentencia de primera instancia................
........................................................................................416
Artículo 53°. Improcedencia del recurso de casación.................
........................................................................................416
índice 13
General

CAPITULO IV
PROCESO CAUTELAR

Artículo 54°. Aspectos generales....................................................


............................................................................................ 416
Artículo 55°. Medida especial de revocación.................................
............................................................................................ 417
Artículo 56°. Asignación provisional............................................
............................................................................................ 419

CAPITULO V
PROCESO DE
EJECUCIÓN

Artículo 57". Títulos ejecutivos......................................................


............................................................................................ 419
Artículo 58". Competencia para la ejecución de resoluciones
judiciales firmes y actas de conciliación judicial.............................
............................................................................................ 440
Artículo 59". Ejecución de laudos arbitrales, firmes que resulten un
conflicto jurídico............................................................................ 441
Artículo 60". Suspensión extraordinaria de la ejecución................
............................................................................................ 518
Artículo 61°. Multa por contradicción temeraria...........................
............................................................................................ 518
Artículo 62". Incumplimiento injustificado al mandato de ejecución....

518
Artículo 63°. Cálculo de derechos accesorios...............................
............................................................................................519

CAPITULO VI
PROCESOS NO
CONTENCIOSOS

Artículo 64". Consignación...........................................................


............................................................................................ 519
Artículo 65". Contratación.............................................................
............................................................................................520
Artículo 66". Retiro de consignación.............................................
............................................................................................520
Artículo 67°. Autorización judicial para ingreso al centro laboral........
............................................................................................ 520
Artículo 68°. Entrega de documentos............................................
............................................................................................ 520

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS.................................... 521


DISPOSICIONES TRANSITORIAS........................................... 523
DISPOSICIONES MODIFICATORIAS.........................................
............................................................................................524
DISPOSICIONES DEROGATORIAS...........................................
............................................................................................ 528

ANEXO 5
LEGISLATIVO. 3
CURRICULUM 1
VITAE.. 6
30
I
N
T
R
O
D
U
C
C
I
Ó
ASP
E
C
T
O
S
G
E
N
E
1
.
G
e
n
e
r
a
l
i
L
a
L
e
y
P
r
o
c
E
s
t
a
n
o
r
m
a
E
n
e
s
e
s
e
n
t
A
s
i
m
i
s
m
o
,
j
L
a
n
o
r
m
a
t
a
De
igual
mane
ra,
en el
texto
se les
reco
noce
a los
s
i
n
d
i
c
a
t
o
s
2
.
R
e
p
o
s
i
c
i
E
n
l
a
n
o
r
m
a
T
a
m
b
i
é
n
p
r
o
3
.
V
e
n
t
a
j
a
s
O
t
r
a
d
e
l
a
s
P
a
r
a
e
l
l
o
,
E
n
s
u
c
o
n
t
e
A
s
i
m
i
s
m
o
,
p
L
E
Y
N
°
2
9
.
4
(
1
5
/
1
/
2
0
1
0
)
E
L
P
R
E
S
I
D
E
N
P
O
R
C
U
A
N
T
O
:
E
l
C
o
n
g
r
e
s
o
H
a
d
a
d
o
l
a
E
L
C
O
N
G
R
E
S
O
H
a
d
a
d
o
l
a
LEY
PROC
ESAL
DEL
TRAB
AJO
TÍTU
LO
PRELI
MINA
R
Artí
culo
I.-
Prin
cipio
s del
proc
eso
labo
ral
E
l
p
r
o
c
e
s
o
1
.
G
e
n
e
r
a
l
i
L
a
h
i
s
t
o
r
i
a
L
a
a
d
m
i
n
i
s
t
P
e
r
o
e
l
f
u
n
E
s
e
r
e
t
r
a
s
o
*
C
f
r
.
G
U
I
B
c
o
n
v
e
n
i
e
n
c
i
A
u
n
q
u
e
y
a
h
M
i
e
n
t
r
a
s
t
a
P
o
c
o
a
p
o
c
o
S
e
h
a
b
í
a
e
s
L
a
a
p
l
i
c
a
c
i
2
.
E
l
p
r
o
c
e
E
l
t
e
m
a
a
t
S
i
e
s
t
o
e
s
1
.
I
n
t
e
r
e
s
a
3
.
U
b
i
c
a
c
i
ó
S
e
h
a
a
s
e
v
e
E
n
c
u
a
n
t
o
a
A
s
i
m
i
s
m
o
,
C
a)
Proc
eso
indiv
idual
b)
Proc
eso
inter
sindi
cal
c)
Proc
eso
colec
tivo
D
e
e
s
t
a
m
a
n
4
.
E
t
a
p
a
s
d
E
n
t
r
e
l
a
s
e
A)
Etap
a
pre-
proc
esal
del
dere
cho
del
trab
E
n
A
l
e
m
a
n
i
a
C
O
U
T
U
R
E
,
r
e
E
n
e
s
t
a
e
t
a
E
n
s
u
m
a
,
e
l
B)
Etap
a del
dere
cho
proc
esal
del
trab
ajo
E
n
e
s
t
a
e
t
a
p
a
í
s
e
l
d
e
r
E
s
t
a
t
e
n
d
e
n
C)
Etap
a de
la
"terc
era
corri
ente"
E
l
p
r
o
c
e
s
o
D)
Etap
a de
la
cuart
a
corri
ente
E
n
e
s
t
a
e
t
a
E
n
s
u
m
a
,
e
s
P
a
r
a
P
O
D
E
T
T
e
n
c
o
n
t
r
a
m
o
s
£)
Esta
do
actu
al
L
a
d
o
c
t
r
i
n
a
E
n
s
u
e
l
a
b
o
H
o
y
l
a
f
u
n
c
5
.
E
l
p
r
o
c
e
E
l
p
r
o
c
e
s
o
P
o
r
e
l
l
o
l
a
y
a
m
p
a
r
a
a
q
L
a
i
g
u
a
l
d
a
d
S
e
ñ
a
l
a
B
O
B
B
L
a
i
g
u
a
l
d
a
d
2.
LORC
A
NAVA
RRET
E, Ob.
cit., p.
48.
t
u
r
b
a
d
o
)
,
p
¿
Q
u
é
s
e
q
u
i
Q
u
e
t
r
a
t
á
n
d
3
.
B
O
B
B
I
O
,
P
e
r
o
b
a
s
t
a
D
e
t
a
l
m
o
d
o
¿
C
ó
m
o
s
e
a
c
D
e
s
d
e
u
n
p
l
4.
BOB
BIO,
NOR
BERT
O,
Igual
dad y
libert
ad,
cit,
s
u
j
e
t
a
s
a
u
E
l
r
é
g
i
m
e
n
I
d
e
a
r
e
c
t
o
r
A
c
e
n
t
u
a
c
i
ó
n
P
o
r
e
s
o
,
e
n
j
u
r
i
s
d
i
c
c
i
ó
O
b
v
i
a
m
e
n
t
e
D
e
m
a
n
e
r
a
q
¿
N
o
e
s
t
á
v
e
L
a
i
g
u
a
l
(
a
T
a
m
b
i
é
n
p
a
r
5.
MOR
ELLO
, El
proces
o
justo,
Editori
al
Platen
se
E
s
t
a
n
c
l
a
r
L
a
i
m
p
r
e
s
i
ó
E
l
s
i
s
t
e
m
a
6.
MOR
ELLO
, ob.
cit., p.
451.
I
g
u
a
l
d
a
d
d
e
P
o
r
o
t
r
a
p
a
L
a
C
o
r
t
e
b
u
L
a
C
o
r
t
e
,
s
T
a
n
t
o
a
c
t
u
a
Y
p
o
n
e
r
l
e
c
7
C
A
R
R
I
O
,
G
E
8.
Citado
en
MOR
ELLO
, ob.
cit., p.
452.
E
n
e
l
d
e
r
e
c
C
o
n
r
e
l
a
c
i
ó
L
a
i
g
u
a
l
d
a
d
T
I
T
U
L
O
P
R
E
L
E
l
o
r
d
e
n
j
u
r
9
.
N
E
R
Y
(
J
Ú
N
q
u
e
l
e
s
s
e
a
N
o
c
o
n
c
e
b
i
m
A
l
m
a
r
g
e
n
d
10.
GUAS
P
JAIME
,
Derech
o
Proces
al
Civil,
3o ed.,
s
e
c
o
n
s
i
d
e
r
A
l
E
s
t
a
d
o
l
L
a
"
t
u
t
e
l
a
L
a
n
o
r
m
a
q
u
L
a
n
o
r
m
a
q
u
L
a
t
u
t
e
l
a
j
P
o
r
"
p
r
o
c
e
s
1
1
.
M
I
C
H
E
L
Í
El
proce
so
jurisd
iccio
nal
debe
ser
bilate
ral,
con
g
a
r
a
n
t
í
a
s
d
p
o
s
i
b
i
l
i
d
a
d
L
a
i
d
e
a
d
e
E
l
p
r
o
c
e
s
o
L
a
g
a
r
a
n
t
í
a
S
e
h
a
r
e
s
u
e
1
2
.
S
A
N
T
I
R
p
r
i
m
e
r
a
e
t
a
L
a
f
u
n
c
i
ó
n
U
n
a
d
e
l
a
s
S
e
d
e
n
o
m
i
n
a
E
n
e
l
l
é
x
i
c
E
l
i
m
p
u
l
s
o
L
a
s
p
a
r
t
e
s
p
r
o
p
i
a
d
e
c
i
L
a
i
d
e
a
d
e
El
proce
so
por el
proce
so no
existe
.
E
l
f
i
n
d
e
l
E
s
e
f
i
n
e
s
E
l
p
r
o
c
e
s
o
E
l
p
r
o
c
e
s
o
A
s
í
h
a
o
c
u
r
E
n
l
o
s
ú
l
t
i
E
n
u
m
e
r
e
m
o
s
a
)
F
o
r
m
a
d
e
b
U
n
i
f
i
c
a
c
i
ó
c
L
i
m
i
t
a
c
i
ó
n
d
C
o
n
v
a
l
i
d
a
c
e
C
o
n
d
e
n
a
s
p
1
3
.
C
O
U
T
U
R
E
1
4
.
F
A
I
R
E
N
p
a
r
t
e
d
e
l
o
A
C
T
U
A
C
I
Ó
N
D
L
a
a
c
t
u
a
c
i
ó
L
a
f
u
e
r
z
a
q
E
l
p
r
i
n
c
i
p
i
l
a
l
i
t
i
s
e
l
P
r
e
c
i
s
a
m
e
n
t
H
a
s
t
a
d
ó
n
d
e
E
l
e
x
a
m
e
n
d
15.
CHIO
VEND
A,
Institu
ciones
, p.
178,

258.
c
o
n
f
o
r
m
i
d
a
d
C
o
n
s
i
d
e
r
a
n
d
E
l
p
r
o
c
e
s
o
,
P
o
r
a
p
l
i
c
a
c
Son
aplic
ables
de
este
princi
pio
las
sigui
entes
^
a
S
i
m
p
l
i
f
i
c
a
b
L
i
m
i
t
a
c
i
ó
n
c
R
e
d
u
c
c
i
ó
n
d
E
c
o
n
o
m
í
a
p
n
u
m
e
r
o
s
a
s
c
e
)
T
r
i
b
u
n
a
l
E
l
p
r
i
n
c
i
p
i
P
R
I
N
C
I
P
I
O
S
L
a
l
e
t
r
a
d
e
"
E
l
p
r
o
c
e
s
o
16.
COUT
URE,
Funda
mentos
, p.
189, n°
118.
C
o
n
m
a
y
o
r
t
L
o
s
p
r
i
n
c
i
p
E
l
p
r
i
n
c
i
p
i
P
o
r
e
l
p
r
i
n
P
o
r
e
l
p
r
i
n
E
l
J
u
e
z
d
i
r
17.
POSE,
Ob. cit,
p. 12.
S
e
d
e
n
o
m
i
n
a
E
l
n
o
m
b
r
e
d
1
.
A
p
l
i
c
a
c
i
L
a
n
o
r
m
a
e
x
U
n
a
a
p
l
i
c
a
c
A
s
í
,
t
a
m
b
i
é
2
.
P
r
i
n
c
i
p
i
E
n
l
o
s
c
a
s
o
Esta
concr
eta
mani
festa
ción
del
siste
ma
de
garan
p
r
o
c
e
s
a
l
e
s
A
s
í
,
l
a
s
l
l
P
o
r
t
a
n
t
o
,
D
e
e
s
t
e
m
o
d
P
e
r
o
c
o
n
j
u
n
C
U
A
D
R
O
S
S
I
N
Pa
no
ra
m
a
del
act
ua
l
pr
oc
.
Duraci
ón:
cuatro
o cinco
años.
.
Comun
icación
mínim
a con
el Juez.
.
Proces
o
eminen
tement
e
escrito.
.
Prome
dio de
carga
proces
al
(Lima)
: 1,700
proces
os por
cada
juzgad
o. Lo
ideal
es que
sean
600
por
juzgad
o. .
Formal
cuestion
es de
forma.
¿
Q
U
E
B
U
S
C
A
N
°
2
9
.
4
9
7
?
PROCESO
LABORA
L
UIERE
PARA
QUE
LA
LEY
FUNC
IONE
?
Artí
culo
II.
Ámb
ito
de la
Justi
cia
Lab
oral
C
o
r
r
e
s
p
o
n
d
a
T
U
T
E
L
A
D
E
L
Al
marg
en de
estas
posi
bilid
ades
de
com
posic
ión
p
r
i
v
a
d
a
d
e
U
n
a
t
e
o
r
í
a
A
s
í
e
n
t
e
n
d
i
18.CO
UTUR
E,
EDUA
RDO
J.,Fund
amento
s del
derech
o
procesa
7
1
.
19.
GUASP
,
Derech
o
proces
al, 1, p.
217.
S
e
t
r
a
t
a
e
n
L
a
p
r
e
t
e
n
s
i
E
n
e
s
t
e
o
r
d
E
n
s
e
ñ
a
G
U
A
S
20.
COU
TUR
E,
Fund
amen
tos,
p. 72.
21.
GUA
SP,
Dere
cho
proce
sal,?.
225.
22.
PAL
ACIO
...
Dere
cho
proce
sal, 1,
P-
384.
Ley N° 29.497

para ello, mediante un acto específico- demanda el


correspondiente proceso, el cual tendrá como objeto aquella
pretensión.23
Tomando los elementos inherentes a la forma, contenido y
función de acto jurisdiccional, sería posible. definir la jurisdicción
en los siguientes términos- función pública, realizada por órganos
competentes del Estado, con las formas requeridas por la ley, en
virtud de la cual, por acto de juicio, se determina el derecho de las
partes, con el objeto de dirimir sus conflictos y controversias de
relevancia jurídica, mediante decisiones con autoridad de cosa
juzgada, eventualmente factibles de ejecución.
La jurisdicción, ante todo, es una función. Las
definiciones que la conciben como una potestad, sólo señalan
uno de los aspectos de la jurisdicción. No se trata solamente de
un conjunto de poderes o facultades sino también de un conjunto
de deberes de los órganos de poder público.
Esa función se realiza mediante órganos competentes. El
orden jurídico que regula la organización estatal, crea los
órganos adecuados para el ejercicio de cada una de las funciones
públicas.
Normalmente los órganos de la jurisdicción son los del
Poder Judicial; pero esta circunstancia no excluye que funciones
jurisdiccionales puedan ser asignadas a otros órganos. 24

23. GUASP, Derecho procesal, I, p. 216.


24. ROCCO, Función jurisdiccional de la autoridad administrativa en
materia de trabajo, La Plata, 1952.
Ley N° 53
29.497
La función se realiza, en el Estado democrático, por
institución del orden jurídico. La justicia no se emite en
nombre del rey, ni del Presidente de la República, ni del
pueblo. Se emite en nombre de la Nación organizada como
tal.
La definición de jurisdicción ha creado serios
problemas a los procesalistas. En derecho procesal, la
palabra "jurisdicción" implica la facultad conferida a ciertos
órganos del Estado (Función Jurisdiccional) para
administrar justicia.
Esto no obstante, la Función Ejecutiva, a través de sus
distintos órganos, y también la Función Legislativa, como
en el caso del Juicio Político, ejercen jurisdicción.
De ahí que algunos autores hablan de jurisdicción
judicial, para denotar la que ejercen los órganos de la
Función Judicial y diferenciarla de la jurisdicción
administrativa y política, que es la que ejercen las funciones
ejecutiva y legislativa, respectivamente.
ALSINA dice que la jurisdicción es la potestad
conferida por el Estado a determinados órganos para
resolver, mediante la sentencia, las cuestiones litigiosas que
les sean sometidas y hacer cumplir sus propias resoluciones.
Necesario es señalar que el acto jurisdiccional tiene el
carácter de cosa juzgada y el acto administrativo es, por su
propia naturaleza, revocable.
El ejercicio de la jurisdicción surge como
manifestación del interés público y general, dirigido a la
satisfacción de los intereses individuales y colectivos
tutelados por el derecho.
Los elementos de la jurisdicción son los siguientes-
NOTIO, que significa el derecho a conocer de un
54 Ley N° 29.497
asunto en concreto; VOCATIO, que implica la facultad de obligar
a las partes a comparecer a juicio; COERTIO, que implica la
posibilidad de usar la fuerza para el cumplimiento de las órdenes
dictadas dentro del proceso; fuerza que se puede aplicar respecto
de las cosas o de las personas;
IUDICIUM, que es la facultad de dictar la sentencia que
pone fin al litigio; y,
EXECUTIO, es decir el imperio o la fuerza de que se pueda
hacer uso para el cumplimiento o ejecución de las resoluciones
judiciales.
Para Rocco, los caracteres formales de la jurisdicción son^
Un órgano, que generalmente se denomina juez y forma parte de
la organización judicial del estado. Es decir, un órgano
jurisdiccional.
Un procedimiento, ésto es el desarrollo de la actividad
jurisdiccional según un orden establecido previamente por las
normas que regulan el orden cronológico de los actos y la forma
y contenido de ellos: normas del derecho Procesal Civil.
En algunas leyes se utiliza la palabra "jurisdicción" para
referirse a determinados órganos públicos, particularmente a los
de la Función Judicial. En estos casos, "jurisdicción" destaca la
jerarquía, más no la función. La noción de jurisdicción va más
allá del poder, porque es un poder deber y de ahí que muchos
autores prefieren tratar el concepto como "función" y no como
"poder".
COUTURE trae la siguiente definición de jurisdicción:
"Función Pública, realizada por órganos competentes del Estado,
con las formas requeridas por la Ley, en
Ley N° 55
29.497

virtud de la cual, por acto de juicio, se determina el derecho


de las partes, con el objeto de dirimir sus conflictos y
controversias de relevancia jurídica, mediante decisiones
con autoridad de cosa juzgada, eventualmente factibles de
ejecución.
Jurisdicción es el poder de administrar justicia y
Competencia es la esfera dentro de la cual el órgano
investido de jurisdicción puede ejercerla en determinado
proceso25 o, dicho en otros términos, la jurisdicción es la
función de administrar justicia y la competencia es la
aptitud para cumplir esa función en cada caso determinado.
Desde el punto de vista procesal sostiene CLARIÁ
OLMEDO que la jurisdicción "se muestra como la actividad
legalmente regulada, de los tribunales judiciales para actuar
el derecho positivo en los casos concretos que se les
presenten"26
DÍAZ la define así: La función jurisdiccional es el
poder deber del Estado pacífico moderno, emanado de su
soberanía, para dirimir mediante organismos adecuados, los
conflictos de intereses que se susciten entre los particulares
y entre éstos y el Estado, con la finalidad de proteger el
orden jurídico.27
Falta añadir que el órgano jurisdiccional no interviene
sino en los conflictos que se le cometen, ya que carece de
iniciativa y no puede pronunciarse en abstracto-

25. ALSINA, Tratado, I, p. 540-541.


26. CLARA OLMEDO, JORGE A, Jurisdicción,]. A. Doctrina, 1975-314.
27. DÍAZ, Instituciones, II, p. 561.
56 Ley N° 29.497

"No pueden, pues, los jueces de la Corte y demás inferiores


hacer declaraciones generales ni contestar consultas sobre el
sentido y validez de las leyes; su facultad para explicarlas o
interpretarlas se ejerce sólo aplicándolas a las cuestiones que se
suscitan o se traen ante ellos por las partes para asegurar el
ejercicio de los derechos o el cumplimiento de las obligaciones" }
*
La jurisdicción es la función de asegurar la justicia, confiada
a un poder del Estado, tutelando los derechos subjetivos,
dirimiendo los conflictos y controversias de contenido jurídico,
mediante el debido proceso, con decisiones a las que se les
reconoce autoridad de cosa juzgada, eventualmente factibles de
ejecución.
La jurisdicción es declarativa y constitutiva a mismo
tiempo. Declara el derecho preexistente y crea nuevos estados
jurídicos de certidumbre y de coerción inexistentes antes de la
cosa juzgada.
El cometido inmediato de la jurisdicción es decidir
conflictos y controversias de relevancia jurídica. Por conflicto se
entiende toda pretensión resistida a toda pretensión insatisfecha.
Por controversias se entiende todas aquellas cuestiones de hecho
o de derecho que, no pudiendo resolverse mediante los
procedimientos de auto tutela o autocomposición, reclaman un
pronunciamiento de los órganos del Estado.
No toda la función jurisdiccional supone la existencia de un
conflicto. Hay intervenciones jurisdiccionales necesarias. Puede
no existir, por ejemplo pretensión resistida o insatisfecha en
materia de divorcio. Pero el

28. PALACIO, Derecho procesal, I. p. 332.


Ley N° 57
29.497

divorcio no puede lograrse por autotutela ni auto-


composición. La jurisdicción penal no siempre es
jurisdicción de pretensiones resistidas o insatisfechas. Es
jurisdicción tuitiva, necesaria, determinada por la ley.
El objeto propio de la jurisdicción es la cosa juzgada.
Este contenido no pertenece ni a la función legislativa ni a la
función administrativa. Los actos administrativos irrevisibles
para la administración pueden ser siempre revisados en la
verificación jurisdiccional de los actos de ella.
La cosa juzgada es, en este orden de elementos, la
piedra de toque del acto jurisdiccional. Donde hay cosa
juzgada hay jurisdicción y donde no hay cosa juzgada no
existe función jurisdiccional.
La noción de jurisdicción constituye, por tanto, un
presupuesto necesario para el estudio del proceso
jurisdiccional en general y del proceso civil en particular. Tal
noción, por otra parte, debe ponerse en relación con la de
tutela jurisdicciona/ (art. 1 del titulo preliminar). El órgano
estatal interviene en el momento de la aplicación de la
norma, puesta por el Estado legislador mediante la
producción de un efecto jurídico, vinculado por la ley a un
acto del órgano-juez; efecto que crea una situación por la
cual se tiene la reafirmación de la norma, o mejor del
contenido del mandato, por parte del juez, en el caso singular.
Por consiguiente, el juez prosigue la obra del legislador,
ejercitando otro de los poderes fundamentales del Estado que
es el jurisdiccional; poder que es tradicionalmente referido a
una función del Estado mismo, distinta, por un lado, de la
legislativa; por otro lado, de la ejecutiva o administrativa, y
es precisamente
58 Ley N° 29.497

la función jurisdiccional. La función jurisdiccional en su eficacia


es, pues un medio de asegurar la necesaria continuidad del
derecho y el derecho a su vez, es un medio de acceso a los
valores que son, eso si, los que merecen la tutela del Estado.
Las normas establecidas en las leyes de fondo carecerían de
eficacia si al sancionarlas el Estado no crease los órganos
necesarios para hacerlas efectivas cuando en los casos concretos
se requiriese su intervención, ya que, por su propia naturaleza, no
puede actuar por sí mismo, y necesita delegar esas funciones en
personas físicas. Este primer aspecto de la función jurisdiccional
comprende la determinación y número de los jueces, condiciones
exigidas para desempeñar el cargo, forma de designación, número
de instancias, nombramiento de los auxiliares del tribunal, etc.,
todo lo cual constituye, en conjunto, lo que se designa con el
nombre de administración de justicia, o sea el poder judicial.
No basta, sin embargo, crear el órgano, sino que es
necesario también fijar sus atribuciones y deberes, estableciendo
los límites de su acción, porque si se les otorgase amplia libertad,
los jueces acordarían o negarían su intervención, según los
dictados de sus sentimientos, y en esa forma no sólo se frustraría
el propósito se tuvo en cuenta a instituirlos, sino que la
arbitrariedad sería la regla. La función jurisdiccional comprende
también la regulación de la competencia de los jueces, mediante
la cual es posible saber, en presencia de un caso concreto, a qué
tribunal corresponde el conocimiento de la litis.
El Estado cumple su función jurisdiccional de tres maneras-
Io) organizando la administración de justicia
Ley N° 59
29.497

2o) determinando la competencia de los tribunales que la


integran; 3o) estableciendo las reglas de procedimiento a
que deben sujetarse los jueces y litigantes en la
substanciación de los procesos.

Importancia de la función jurisdiccional


La función jurisdiccional es la que mejor define el
carácter jurídico del Estado.
Algunos pretenden que ella puede asimilarse a la
legislativa en cuanto en ausencia de una norma legal el juez
crea el derecho, o a la administrativa en cuanto aplica la
ley! pero con sólo enunciar sus caracteres diferenciales se
pone en evidencia que se trata de una función específica.
Mediante su actividad legislativa, el Estado provee a la
tutela de los intereses individuales y colectivos,
estableciendo reglas generales de conducta para los
individuos y la suya propia; pero las normas de derecho no
son creaciones arbitrarias del legislador, sino el producto de
una evolución entra en la conciencia de los pueblos, de tal
manera que preexisten a la ley, la cual no hace sino
otorgarles el carácter de obligatoriedad de que antes
carecían; el legislador no las crea, sino que las consagra 29.
El derecho es un estado de hecho que, en un momento
determinado, se considera justo, pero que, a través del
tiempo, puede llegar a ser injusto, en cuyo caso el legislador
modifica la norma. En cambio, en la función jurisdiccional,
el Estado obra con personalidad propia, porque la actividad
que en ella desarrolla es una

29. STAMMLER, Tratado, p.131.


60 Ley N° 29.497

emanación directa de su soberanía. La aplicación de la norma


abstracta al caso concreto supone un juicio lógico mediante un
silogismo- la premisa mayor está dada por la norma, la menor es
la relación de hecho de que se trata, la conclusión es la aplicación
de la norma al caso concreto, es decir, que constituye una
actividad pura. Sin embargo, desde un punto de vista integral del
derecho, esa actividad es complementaria con relación a la
legislativa, dado que, por su intervención, se hace efectiva la
voluntad de legislador contenida en la norma.
La actuación de la voluntad del legislador expresada en la
ley, mediante la intervención de los órganos jurisdiccionales del
Estado, no es una actividad complementaria, sino una forma
extrema de solución del conflicto. Únicamente en defecto de
medios pacíficos, y tratándose de litigios en que su intervención
inmediata no se justifica por la naturaleza del interés lesionado, el
Estado toma a su cargo la protección del Estado, pero sólo a
requerimiento de parte. Es así que, el proceso civil no se inicia de
oficio, y que aun en su tramitación prima el principio dispositivo
según el cual a las partes corresponde el impulso del
procedimiento.

ACCIÓN

1. Concepto de acción
Abolida la autodefensa, corresponde al Estado resolver los
conflictos que surgen entre los hombres, mediante el ejercicio de
la función jurisdiccional que consiste en la decisión de los litigios
aplicando el derecho objetivo a los casos particulares.
Ley N° 61
29.497

Entre la autodefensa unilateral (defensa del derecho


por sí mismo) o consensual (liquidación de un diferendo
mediante un compromiso o juicio arbitral), y el proceso,
existen diferencias. Mientras en la autodefensa no
interviene autoridad alguna y en el arbitraje las partes
designan a quienes deben resolver el conflicto, cuando sé
demanda la tutela del Estado, la composición se realiza por
medio de los representantes de éste.
La ley y el juez no actúan por sí solos. Para que la
norma de derecho objetivo sea aplicada, mediante una
sentencia a la solución de un litigio, los órganos
jurisdiccionales del Estado deben ser puestos en
movimiento por iniciativa privada. Este impulso que los
pone en marcha es la acción.
En derecho la palabra acción tiene varias acepciones-a)
defensa del derecho mediante la litis! b) complejo de actos
constitutivos del juicio! c) jus quiod sibi debetur judicio
persaquendi; d) anspruch (pretensión) término empleado por
el art. 196 del Código Civil alemán, para expresar el derecho
de exigir de otro que practique o deje de practicar un acto; e)
demanda o petitumi f) pretensión producida en juicio.30
Se toma también la palabra acción en el sentido del
bien patrimonial. Los códigos procesales la consideran
como sinónimo de demanda, litigio, proceso y causa.
Sin embargo, en su acepción procesal, la acción no es
otra cosa que el derecho que tiene toda persona para
demandar una protección judicial del Estado.

30. CHIOVENDA, Instituciones, p. 178, n° 258.


62 Ley N° 29.497

2. La acción como derecho de materia protegida


¿Cuál es la naturaleza de la acción procesal?
La teoría tradicional identifica la acción procesal con el
derecho material protegido o la consideración como medio para
hacerlo valer (Concepto de la acción «o de la acción-medio).
Los tratadistas de Derecho Civil entienden que la acción es
el propio derecho subjetivo amenazado o violado, en actitud de
defensa o la forma de hacer valer tal derecho.
Esta concepción se inspira en la definición del jurisconsulto
romano Celso y de las Instituías de Gayo que consideraban la
acción como el jus persequendi quod sibi debetur, y en la tesis de
Heinnecius que se ve en ella "el medio legítimo para reclamar en
juicio los derechos que nos pertenecen31".
BLONDEAU, célebre jurista del siglo XIX, situada al lado de
los derechos originarios los derechos sancionadores, cuyo fin era
conseguir la efectividad de aquellos. La acción era vista como
derecho sancionador.
SAVIGNY considera a la acción como un derecho que nace
de la violación de un derecho material subjetivo y que persigue
que el adversario haga cesar esa violación. "Cuando se examina
el derecho, bajo la reacción especial de su violación, escribe, nos
aparece un nuevo estado, el estado de defensa; y así la violación,
de igual manera que

31. GABRIEL JOSÉ RODRÍGUEZ, Curso de Direitio Processual Civil,


Saravia, Sao Paolo, 1948, tomo I, pág. 139.
Ley N° 63
29.497

las instituciones establecidas para combatirla, reobran sobre


el contenido y la esencia del derecho mismo. Ahora bien, al
conjunto de modificaciones operadas en el derecho por
aquella causa, lo designo con el nombre de derecho de
acciones"32.
Los elementos de la acción son, según SAVIGNY, dos: el
derecho protegido y su violación. Si no hay derecho no cabe
violación y sin ésta el derecho no puede tomar la forma de
acción.
La violación del derecho crea una relación jurídica
entre el titular y el causante de la lesión, que origina una
situación similar a la que existe entre el acreedor y el deudor.
El contenido de tal relaciónjurídica está constituido por la
separación de la violación. La relación que la violación
resulta, es decir, el derecho conferido a la parte lesionada, se
llama, según Savigny, derecho de acción o acción.
La acción es el poder jurídico que tiene todo sujeto de
derecho de acudir a los órganos jurisdiccionales para
reclamarles la satisfacción de una pretensión, en otros
términos un derecho a la jurisdicción.
Constituye un derecho cívico inherente a todo sujeto de
derecho.
La acción es el derecho público subjetivo que
corresponde a cualquier persona, y que tiene por objeto
obtener del Estado la prestación de su actividad
jurisdiccional mediante una sentencia.

32. SAVIGNY. Sistema de Derecho Romano Actual. F. Jimena,


Madrid, 1879. Tomo IV, pág. 8.
64 Ley N° 29.497

Para ser comparada la acción debe cumplir ciertas


condiciones.

3. Condiciones de acción
La acción es el derecho público subjetivo que' corresponde
a cualquier persona, y que tiene por objeto obtener del Estado la
prestación de su actividad jurisdiccional mediante una sentencia.
Para ser amparada la acción debe cumplir ciertas
condiciones.
No deben ser confundidas tales condiciones con los
presupuestos procesales, pues mientras las primeras son
requisitos para la actuación de la voluntad concreta de la ley con
el fin de obtener una sentencia favorable, los últimos, según
Chiovenda, son elementos necesarios para que pueda ser
expedida cualquier sentencia, favorable o desfavorable.
Señalamos como presupuestos procesales^ la existencia de
un órgano estatal investido de jurisdicción! que este órgano sea
objetivamente competente en la causa, y subjetivamente capaz de
juzgarla, y que ambas partes gocen de capacidad procesal.
Según la doctrina, son tres las condiciones para que sea
admitida la acción- a) la existencia de la voluntad de la ley que
asegura al actor algún bien y obligue al demandado a una
prestación; b) el interés de conseguir el bien; y c) calidad, es
decir, identidad del actor con la persona favorecida por la ley y
de el demandado con la persona obligada.33

33. ALSINA. Ob. cit., tomo I, pág. 221.


Ley N° 65
29.497

La primera condición para su ejercicio es que la


pretensión del actor no esté prohibida por la ley. Así, por
ejemplo, no puede accionarse con el objeto de hacer efectiva
una deuda de juego porque el juez no tiene posibilidad de
pronunciar la decisión pretendida por el actor.
La segunda condición de la acción es el interés para
ejercitarla que ha sido definido como la necesidad en que se
encuentra un individuo para defender su derecho amenazado
o violado por otro.
Este interés, de naturaleza procesal, es de segundo
grado, como lo denomina la doctrina de la acción como
derecho abstracto, diferente de interés de primer grado que
constituye un elemento del derecho protegido.
Existe interés para actuar cuando hay una situación de
hecho (violación, inseguridad, amenaza) que perjudique al
actor; segundo, si el actor no cuenta con otro camino más
económico o más viable para hacer terminar tal situación.
No se trata, pues, de un interés patrimonial o moral.
Tales calidades corresponden al interés protegido por el
derecho material. Se trata simplemente de la necesidad de la
intervención judicial con el objeto de evitar un perjuicio del
actor. Cuando no existe tal necesidad no existe tampoco
interés alguno para actuar.
El interés para obrar debe ser actual y directo. Debe ser
actual porque debe basarse en la existencia de una situación
producida por un hecho contrario al derecho. En las acciones
declarativas, es condición de éstas, la necesidad de
esclarecer la existencia o inexistencia de una relación o la
autenticidad o falsedad de un documento.
66 Ley N° 29.497

También el interés debe ser directo, es decir, propio del


actor o de su representado.
La tercera condición de la acción es la calidad para orar
(legitimatio ad causan).
Esta condición exige que el autor posea un título que
habilite para seguir el proceso y que el demandado sea la persona
obligada, o para que decir con palabras de Chiovenda, que el
actor sea la persona a quien la ley favorece y el demando la
persona a quien es contraria a la voluntad de la ley.
La calidad para obrar debe distinguirse de la capacidad
procesal (Legitimatio ad procesum). Un menor puede ser titular
de un derecho pero en cambio carece de capacidad procesal.
El ejercicio del derecho de acción debe ser regular y sin
arbitrariedades, de lo contrario el afectado con dicho ejercicio
puede demandar el resarcimiento por los daños y perjuicios que
haya sufrido; además exigir el pago por el litigante malicioso de
las costas, costos y multas del proceso, sancionándose así a la
mala fe en el proceso.
La acción es, el poder jurídico que tiene todo sujeto de
derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales para
reclamarles la satisfacción de una pretensión.
Este poder jurídico compete al individuo en cuanto tal,
como un atributo de su personalidad. Tiene en este aspecto un
carácter rigurosamente privado. Pero al mismo tiempo, en la
efectividad de ese ejercicio está interesada a comunidad, o que le
asigna carácter público. Mediante la acción se cumple la
jurisdicción, vale decir, se realiza efectivamente el derecho,
ya que, por
Ley N° 67
29.497
tradicional principio que rige en materia civil, la
jurisdicción no actúa sin a iniciativa individual: nemo judex
sirte adore.34
El proceso se puede iniciar, como regla general, sólo
por quien pide al juez la tutela de un derecho propio, la
iniciativa de dicho proceso corresponde, por eso, al sujeto
que pide la intervención de juez para obtener la tutela a la
que aspira. De ordinario, este sujeto es aquel que afirma ser
titular de una situación jurídicamente relevante que afirma
estar necesitada de tutela; en algunos casos, expresamente
previstos por la ley, este poder de iniciativa corresponde a
otros sujetos que se encuentran en relación particular con la
situación misma; en otras hipótesis todavía dicho poder de
iniciativa es reconocido, siempre por la ley, a un órgano
portador de un interés público, el Ministerio Público.
De acción en sentido procesal se puede hablar, cuando
menos, en tres acepciones distintas'
a) Como sinónimo de derechos; es el sentido que
tiene el vocablo cuando se dice "el actor carece de acción",
o se hace valer la "exceptio sine actione agit", lo que
significa que el acto carece de un derecho efectivo que el
juicio deba tutelar.
b) Como sinónimo de pretensión; es éste el sentido
más usual del vocablo, en doctrina y en legislación; se halla
recogido con frecuencia en los textos legislativos del siglo
XIX que mantienen su vigencia aun en nuestros

34. COUTURE, Fundamentos del derecho procesal civil, 3a ed.,


(postuma) 1993.
68 Ley N° 29.497
días! se habla, entonces, de "acción real y acción personal", de
"acción civil y acción penal", de "acción triunfante y acción
desechada"35 En estos vocablos, la acción es la pretensión de que
se tiene un derecho válido y en nombre del cual promueve a
demarida respectiva. En cierto modo, esta acepción de la acción,
como pretensión, se proyecta sobre la de demanda en sentido
sustancial y se podría utilizar indistintamente diciendo "demanda
fundada e infundada" "demanda (de tutela) de un derecho real o
personal", etc. Es, decir, el lenguaje habitual del foro y de la
escuela en muchos países.
c) Como sinónimo de facultad de provocar la actividad de
la jurisdicción," se habla, entonces, de un poder jurídico que
tiene todo individuo como tal, y en nombre del cual le es posible
acudir ante los jueces en demanda de amparo a su pretensión. El
hecho de que esta pretensión sea fundada o infundada no afecta
la naturaleza del poder jurídico de accionar! pueden promover
sus acciones en justicia aun aquellos que erróneamente se
consideran asistidos de razón.36
Se entiende, por acción no al derecho material del actor ni
su pretensión a que ese derecho sea tuteado por la jurisdicción,
sino su poder jurídico de acudir ante los órganos jurisdiccionales.
La acción, como poder jurídico de acudir a la jurisdicción,
existe siempre: con derecho (material) o sin él; con pretensión o
sin ella, pues todo individuo tiene ese poder jurídico, aun antes
de que nazca su pretensión

35. LOIS ESTÉVEZ, Proceso y forma, Santiago de Compostela, 1947, p.


109.
36. PRIETO CASTRO, La acción en el derecho español, 1949, p. 79.
Ley N° 69
29.497

concreta. El poder de accionar es un poder jurídico de todo


individuo en cuanto tal; existe aun cuando no se ejerza
efectivamente.
De la misma manera que todo individuo, en cuanto
tal, tiene el derecho de recibir asistencia del Estado en, caso
de necesidad, tiene también derecho de acudir a los órganos
de la jurisdicción, para pedirles su ingerencia cuando la
considera procedente. Esa facultad es independiente de su
ejercicio; hasta puede ejercerse sin razón, como cuando la
invoca y pretende ser amparado por el Estado, aquel que no
se halla efectivamente en estado de necesidad o aquel cuyo
crédito ya se ha extinguido porque el pago hecho al
mandatario era válido.
Es frecuente el equívoco de la acción con el llamado
derecho a demandar.
La doctrina que configura la acción como un derecho
genérico de obrar, confunda aquélla, la acción, con el
derecho de demandar, que es un derecho diferente.
Conviene no dejar en pie este argumento. Si la acción
y el derecho a demandar son dos poderes jurídicos
diferentes, entonces tendríamos tres órbitas del derecho^ lo
que llamamos derecho material (p. ej., la propiedad), la
acción (p. ej., la reivindicación) y el derecho a demandar
enjuicio (p. ej., la facultad de interponer la demanda
reivindicatoría).37
El derecho a demandar (rectius: el derecho a
promover y llevar adelante el proceso) es, justamente, la

37. COUTURE, Ob. cit., p. 73.


70 Ley N° 29.497

acción. Todo sujeto de derecho tiene, como tal, junto con sus
derechos que llamamos, por comodidad de expresión, materiales
o sustanciales (en el ejemplo, la propiedad), su poder jurídico de
acudir a la jurisdicción. Denominamos acción a este poder
jurídico, y el derecho de demandar no es sino el ejercicio
concreto del derecho de acudir a la jurisdicción, ya que el
proceso civil se halla regido por la máxima nemo judex sine
adore. La acción civil se hace efectiva mediante una demanda en
sentido formal, y ésta no es sino el ejercicio de aquélla. 38
En la sociedad humana se producen con frecuencia
conflictos de intereses que el derecho está llamado a componer o
arreglar a fin de restablecer la paz por medio de la justicia.
En tanto que las necesidades del hombre son limitadas y los
bienes aptos para satisfacerlas, sobre los que recaen los intereses,
son limitados, "como relativa a la noción de interés y de bien,
expresa Carnelutti, aparece la de conflicto de intereses" Z9
Este conflicto calificado por la pretensión de uno de los
interesados y por la resistencia del otro se denomina litigio. La
institución jurídica que tiene como finalidad componer o arreglar
y prevenir los litigios y resolver cualquier incertidumbre que
pueda causarlos, es el proceso, aunque se dan procesos sin litigio
(jurisdicción voluntaria) y litigio sin proceso (arreglo o
transacción).

38.COUTURE, Ob. cit., p. 74.


38. FRANCESCO CARNELUTTI, Sistema de Derecho Procesal., traducción
española de NICETO ALCALÁ - ZAMORA CASTILLO y SANTIAGO
SENTÍS MELENDO. Argentina, Buenos Aires, p. 16.
Ley N° 71
29.497

Algunos tratadistas consideran dos posturas


conceptuales básicas en torno a la noción de proceso- una de
orientación material y otra de orientación formal. Mientras la
primera parte de la vida socio-humana, en la que se originan
roces y colisiones, que deben normarse por el derecho en
defensa de la paz, que sufriría si no se diera regulación al
conflicto y de la justicia que asimismo sufriría si se le diera
una regulación arbitraria40la segunda considera el proceso
como un medio que tiene por objeto la puesta en práctica del
derecho. No se justifica considerar separadamente tales
posiciones. El proceso reconoce una base social constituida
por conflictos humanos inter-subjetivos que exigen solución
mediante la actuación del derecho.
La acción es, el poder jurídico que tiene todo sujeto de
derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales para
reclamarles la satisfacción de una pretensión.
Este poder jurídico compete al individuo en cuanto tal,
como un atributo de su personalidad. Tiene en este aspecto un
carácter rigurosamente privado. Pero al mismo tiempo, en la
efectividad de ese ejercicio está interesada a comunidad, o
que le asigna carácter público. Mediante la acción se cumple
la jurisdicción, vale decir, se realiza efectivamente el
derecho, ya que, por el tradicional principio que rige en
materia civil, la jurisdicción no actúa sin la iniciativa
individuad nemo judex sine actor e.*x

40. JAIME GUASP. Derecho Procesal Civil. Instituto de Estudios


Políticos, Madrid, 1962, pág. 13.
41 .COUTURE, Fundamentos del derecho procesal civil, 3aed.,
(postuma) 1993.
72 Ley N° 29.497

El proceso se puede iniciar, como regla general, sólo por


quien pide al juez la tutela de un derecho propio, la iniciativa de
dicho proceso corresponde, por eso, al sujeto que pide la
intervención de juez para obtener la tutela a la que aspira. De
ordinario, este sujeto es aquel que afirma ser titular de una
situación jurídicamente relevante que afirma estar necesitada de
tutela; en algunos casos, expresamente previstos por la ley, este
poder de iniciativa corresponde a otros sujetos que se encuentran
en relación particular con la situación misma; en otras hipótesis
todavía dicho poder de iniciativa es reconocido, siempre por la
ley, a un órgano portador de un interés público, el Ministerio
Público.
De acción en sentido procesal se puede hablar, cuando
menos, en tres acepciones distintas:
a) Como sinónimo de derechos; es el sentido que tiene el
vocablo cuando se dice "el actor carece de acción". o se hace
valer la "exceptio sine actione agit", lo que significa que el acto
carece de un derecho efectivo que el juicio deba tutelar.
b) Como sinónimo de pretensión; es éste el sentido más
usual del vocablo, en doctrina y en legislación; se halla recogido
con frecuencia en los textos legislativos del siglo XIX que
mantienen su vigencia aun en nuestros días; se habla, entonces,
de "acción real y acción personal", de "acción civil y acción
penal", de "acción triunfante y acción desechada". 42En estos
vocablos, la acción es la pretensión de que se tiene un derecho
válido y en nombre del cual promueve a demanda respectiva. En
cierto modo, esta

42. LOIS ESTÉ VEZ, Proceso y forma, Santiago de Compostela, 1947, p. 109
Ley N° 73
29.497

acepción de la acción, como pretensión, se proyecta sobre


la de demanda en sentido sustancial y se podría utilizar
indistintamente diciendo "demanda fundada e infundada",
"demanda (de tutela) de un derecho real o personal", etc.
Es, decir, el lenguaje habitual del foro y de la escuela en
muchos países.
c) Como sinónimo de facultad de provocar la
actividad de la jurisdicción; se habla, entonces, de un poder
jurídico que tiene todo individuo como tal, y en nombre del
cual le es posible acudir ante los jueces en demanda de
amparo a su pretensión. El hecho de que esta pretensión sea
fundada o infundada no afecta la naturaleza del poder
jurídico de accionar; pueden promover sus acciones en
justicia aun aquellos que erróneamente se consideran
asistidos de razón.43
Se entiende, por acción no al derecho material del
actor ni su pretensión a que ese derecho sea tuteado por la
jurisdicción, sino su poder jurídico de acudir ante los
órganos jurisdiccionales.
La acción, como poder jurídico de acudir a la
jurisdicción, existe siempre- con derecho (material) o sin él;
con pretensión o sin ella, pues todo individuo tiene ese
poder jurídico, aun antes de que nazca su pretensión
concreta. El poder de accionar es un poder jurídico de todo
individuo en cuanto tal; existe aun cuando no se ejerza
efectivamente.
De la misma manera que todo individuo, en cuanto
tal, tiene el derecho de recibir asistencia del Estado en caso
de necesidad, tiene también derecho de acudir a los

43. PRIETO CASTRO, La acción en el derecho español, 1949, p. 79.


74 Ley N° 29.497

órganos de la jurisdicción, para pedirles su ingerencia cuando la


considera procedente. Esa facultad es independiente de su
ejercicio! hasta puede ejercerse sin razón, como cuando la invoca
y pretende ser amparado por el Estado, aquel que no se halla
efectivamente en estado de necesidad o aquel cuyo crédito ya se
ha extinguido porque el pago hecho al mandatario era válido.
Es frecuente el equívoco de la acción con el llamado
derecho a demandar.
La doctrina que configura la acción como un derecho
genérico de obrar, confunda aquélla, la acción, con el derecho de
demandar, que es un derecho diferente.
Conviene no dejar en pie este argumento. Si la acción y el
derecho a demandar son dos poderes jurídicos diferentes,
entonces tendríamos tres órbitas del derecho-lo que llamamos
derecho material (p. ej., la propiedad), la acción (p. ej., la
reivindicación) y el derecho a demandar enjuicio (p. ej., la
facultad de interponer la demanda reivindicatoría). 44
El derecho a demandar (rectius: el derecho a promover y
llevar adelante el proceso) es, justamente, la acción. Todo sujeto
de derecho tiene, como tal, junto con sus derechos que llamamos,
por comodidad de expresión, materiales o sustanciales (en el
ejemplo, la propiedad), su poder jurídico de acudir a la
jurisdicción. Denominamos acción a este poder jurídico, y el
derecho de demandar no es sino el ejercicio concreto del derecho
de acudir a la jurisdicción, ya que el proceso civil se halla

44. COUTURE, Ob. cit, p. 73.


Ley N° 75
29.497

regido por la máxima nemo judex sine actore. La acción


civil se hace efectiva mediante una demanda en sentido
formal, y ésta no es sino el ejercicio de aquélla. 45
El poder de acción, nada tiene que hacer con el
concepto de pretensión, construida como un en tertium.
entre el derecho sustancial, hecho valer en juicio, y el
proceso civil. La afirmación enjuicio de una determinada
situación de hecho a la cual la norma vincularía
determinadas consecuencias, el pretender como actividad
asertoria en el proceso, no adquiere autonomía jurídica, si
no se vincula precisamente el ejercicio de un poder
procesal, la acción, de la cual constituye el elemento. La
capacidad genérica de valerse del servicio público de la
justicia se especifica, en un poder (de acción) dirigido a
hacer valer en juicio un derecho; poder que se ejercita, ante
todo, con la presentación de la demanda, en la cual se
perfila una valoración acerca de la existencia o el modo de
ser de un derecho, puesta como base "de una pretensión " y
por consiguiente, de la petición de tutela jurisdiccional que
el sujeto formula al juez.
Los presupuestos del poder de acción. La acción,
como poder procesal, cuyo ejercicio es idóneo para dar
inicio a un proceso, capaz de conducir a una providencia de
mérito (sobre la tutela requerida) está subordinada a la
existencia de determinados requisitos. En efecto, el juez
puede (juzgar, esto es, decidir en cuanto al fondo de la
demanda sólo si existen algunos presupuestos que se
refieren respectivamente: a) a la regular institución del
proceso concreto, y b) a la existencia de los elementos

45. COUTURE, ob. cit., p. 74.


76 Ley N° 29.497

constitutivos del poder de acción. Lógicamente, el juez debe


comprobar ante todo los primeros, indicados comúnmente como
presupuestos procesales, en sentido estricto, y después pasar a
examinar si existen los segundos que podrían ser definidos
(usando una vieja locución, asumida aquí en un significado
diferente) comb "condiciones" de la acción. La existencia de
ambas categorías de requisitos para que tenga un poder de
acción, idóneo para hacer concreto el deber del juez de
pronunciarse en cuanto al fondo de la demanda, se diferencia,
por consiguiente, de aquel requisito de la existencia del derecho
hecho valer que es requerido por quien contempla en la acción un
poder, o un derecho, también procesal, pero cuya existencia está
subordinada precisamente a la constatación, por parte del juez,
del derecho afirmado.
A) Son presupuestos procesales.A entes a la regular
constitución del proceso, de carácter general (otros; en efecto,
pueden ser requeridos por la ley respecto a determinados
procesos particulares y serán examinados en relación a cada uno
de ellos)'
a) La constitución regular del contradictorio. En el proceso
civil es imprescindible exigencia de justicia que la demanda sea
llevada a conocimiento del adversario para asegurar la igualdad
potencial de las partes ante el juezí
b) La capacidad de obrar enjuicio. El juez no puede
descender al fondo de la demanda si ésta es presentada por quien
ó bien contra quien no es capaz de obrar en el proceso.
La providencia, a falta de tal presupuesto, sería inutili ter
datum. El juez tiene, sin embargo, por un criterio
Ley N° 77
29.497

de economía procesal, el poder de llamar a las partes para


hacerles corregir los eventuales defectos, atinentes a la
capacidad;
c) realizabilidad de la tutela jurídica requerida y que
la demanda tenga por objeto una forma de tutela prevista
en nuestro ordenamiento respecto de la pretensión
afirmada.
B) Son condiciones de la acción los siguientes
presupuestos, cuya comprobación positiva es necesaria
para que el juez entre al fondo de la demanda, cuando el
proceso haya sido válidamente instaurado:
a) legitimación para obrar y para contradecir (la
denominada legitimatio ad causam). La demanda será
presentada al juez por quien se encuentra, respecto de
efecto jurídico requerido, en una cierta posición
(legítimamente activa) y contra quien, siempre en relación
al efecto mismo, debe ser llamado enjuicio (legítimamente
pasiva). En el proceso deben, por tanto, estar presentes o,
en general, puestos en situación de serlo, todos los sujetos,
respecto de los cuales la providencia jurisdiccional está
destinada a producir los propios efectos. De ordinario, la
legitimación corresponde a quien afirma ser titular del
derecho subjetivo y, respectivamente, sujeto de la situación
sustancial pasiva. La legitimación, en efecto, debe referirse
a la actividad asertoria de quien pide en el proceso y de
quien resiste a la petición ajena. El requisito de la
legitimación establece, por consiguiente, la titularidad del
poder de acción. Legitimación que si corresponde, por
regla general, en relación a la pretensión hecha valer, a los
sujetos activos y pasivos- de la situación material objeto de
la tutela pedida al juez, puede extenderse por la ley a
78 Ley N° 29.497

otros.46 sujetos, titulares de intereses diversamente vinculados


con el interés principal, al objeto de integrar o bien de sustituir la
iniciativa de titular de este último. Esta ampliación de la esfera
de los legitimados puede ocurrir, bien entendido en las hipótesis
previstas por la ley, ya sea a favor de los sujetos privados o bien
del Ministerio Público, en tutela de intereses públicos o privados
de los que no son portadores solamente los titulares de las
situaciones jurídicas que se afirman necesitadas de tutela. En
otros casos todavía el juez no puede válidamente pronunciar en
cuanto al fondo de una determinada demanda, sino respecto de
varios sujetos (el denominado litis consorcio necesario, y en
otros casos finalmente el juez tiene el poder que le ha conferido
por la ley de hacer necesaria la participación en el proceso de
otros sujetos.47
De todo lo que precede resulta que la legitimación para
obrar y para contradecir no debe confundirse con la titularidad
del derecho o la referibilidad de la situación pasiva a un sujeto;
éstas serán el contenido del pronunciamiento de fondo. La
función de la legitimación, en cambio, es exclusivamente
procesal- el proceso debe desarrollarse respecto de sujetos los
cuales, en relación a la providencia pedida, puedan ser útilmente
los destinatarios de los efectos del proceso, y por consiguiente de
la tutela jurisdiccional. Pero el determinar quién es titular del
derecho y quien está obligado constituye contenido de la
providencia de fondo y objeto, por

46. CARNELUTTI, Ob. cit, p. 23.


47. CARNELUTTI, Ob. cit, p. 24.
Ley N° 79
29.497

consiguiente, de la tutela realizada a través del proceso,"


b) competencia del juez. El poder jurisdiccional
correspondiente a los jueces se reparte, según criterios
que serán examinados en su lugar, entre jueces ordinarios
pertenecientes al orden judicial.
c) interés en obrar. Es un requisito "para proponer
una demanda o para oponerse a la misma" establece la
existencia en la parte de un "interés", definido como
"interés en accionar", interés que es distinto del interés
que constituye el contenido del derecho subjetivo o, en
general, el objeto de la situación tutelada por la
provindencia del juez en la actuación del derecho objetivo.
Como condición de la acción, el interés en obrar (o
accionar) (si no se quiere hacer de él la quinta rueda del
carro, como agudamente se ha definido) debe referirse a
la actividad asertoria de quien pide al juez una forma de
tutela jurídica, precisando el contenido de la pretensión
formulada, con la afirmación (unilateral) de una situación
de hecho; subsumible bajo una norma jurídica y con la
petición de un remedio, a la concesión del cual está
dirigida la providencia del juez. También si quien pide al
juez una providencia, demanda un tipo de remedio
jurisdiccional en abstracto admitido por nuestro
ordenamiento, es necesario, pues, que tal petición lo sea
en relación a una demanda en base de la cual se perfila
una pretensión; esto es, es planteada (unilateralmente)
una situación de hecho que -siempre en abstracto y, por
tanto, para la hipótesis de que siga la demostración al
juez del fundamento de dicha demanda- podrá ser referida
a la norma de la cual deriva la concesión de la tutela
invocada.
Con estas premisas se puede acoger la definición
80 Ley N° 29.497

tradicional del interés en accionar, entendido como aquella


situación de insatisfacción en que un sujeto puede llegar a
encontrarse si no recurre al juez, en cuanto sólo la obra de este
último puede satisfacer dicho interés, esto es, hacer desaparecer
la insatisfacción misma. Pero es de advertir que la situación
psicológica en que el sujeto puede encontrarse adquiere relieve y
significado jurídico solamente en cuanto él plantea, pidiendo un
cierto tipo de tutela, una situación de hecho idónea en abstracto,
según las normas objetivas para hacerla reconocer. He aquí por
qué el interés en accionar parece adquiera un particular
significado en aquellos casos en los que se identifican con mayor
dificultad los elementos constitutivos de la situación legitimante
de la concesión de ciertos tipos de tutela jurisdiccional. El interés
de adversario, de quienes llamado enjuicio por otro, para obtener
el rechazamiento de la demanda, no puede ser construido
simétricamente al interés en accionar, en efecto, aquel interés
surge por el solo hecho de haber sido llamado a juicio y deberse
defender. Y la defensa es, de todas maneras, necesaria por el solo
hecho de la proposición de la demanda.

Garantía de la Defensa
Intimamente vinculada a la garantía del debido proceso está
la garantía de la defensa enjuicio. La defensa en juicio debe
ajustarse a las leyes procesales que pueden establecer el número
de las instancias, la oportunidad en que se deben formular las
pretensiones o hacer valer las defensas o excepciones, momento
y condiciones en que deben rendirse las pruebas, establecer las
formas de las notificaciones, el patrocinio letrado obligatorio,
etcétera.
Ley N° 81
29.497

Por ser titular del derecho a la tutela jurisdiccional


efectiva, el emplazado en un proceso civil tiene derecho de
contradicción.
El principio de contradicción, inspirado en la
inviolabilidad de la defensa enjuicio de la persona y de. los
derechos, es el que exige la oportunidad de que ambas
partes sean oídas y tengan ocasión de agotar la defensa de
sus pretensiones.48
Principio de igualdad
El principio de igualdad domina el proceso. Ese
principio es, a su vez, una manifestación particular del
principio de igualdad de los individuos ante la ley. Su
fórmula se resume en el precepto ya mencionado audiatur
altera pars (óigase a la otra parte).
Oír a la otra parte es la expresión de lo que se
denomina bilateralidad de la audiencia. MILLAR,
Principios, cap. II. La doctrina italiana la llama principio de
igualdad49, o de contradicción50, o, con una ampliación de
su contenido, "nivelación social del proceso"51 en las
doctrinas alemana y angloamericana.
Este principio consiste en que, salvo situaciones
excepcionales establecidas en la ley, toda petición o
pretensión formulada por una de las partes en el proceso,
debe ser comunicada a la parte contraria para que pueda

48. PALACIO, Derecho Procesal 1, p. 269, n° 31.


49. A. ROCCO, L'interpretazione delle leggi processuali, cit., p. 46.
50. CARNELUTTI, Sistema, t. 2, p. 61.
51. CALAMANDREI, Instituciones, t. 1, p. 42.
82 Ley N° 29.497

ésta prestar a ella su consentimiento o formular su oposición.


Conforme a este principio, eljuez no procede de plano sino en
aquellas situaciones en que la ley la autoriza expresamente.
El juez romano, en el proceso del primer período, carecía
en absoluto de autoridad para condenar a una ausente! fueron
soluciones posteriores que le dieron esa autoridad.
Las aplicaciones más importantes de este principio son las
siguientes^
i) La demanda debe ser necesariamente comunicada al
demandado!
ii) La comunicación debe hacerse con las formas requeridas
en la ley bajo pena de nulidad; todo quebrantamiento en las
formas del emplazamiento entraña el riesgo de que el
demandado no haya sido efectivamente enterado de la demanda;
iii) Comunicada la demanda se otorga a demandado un
plazo razonable para comparecer y defenderse; la doctrina
denomina a esta circunstancia, la garantía de "su día ante el
tribunal";
iv) Las pruebas deben ser comunicadas al adversario para
que tenga conocimiento de ellas antes de su producción;
v) Toda prueba puede ser fiscalizada por el adversario
durante la producción e impugnada después de su producción;
vi) toda petición incidental que se formule, ya sea durante
el debate, ya sea durante la prueba, debe sustanciarse con
audiencia de adversario, salvo disposición en contrario;
Ley N° 83
29.497

vii) Ambas partes tienen iguales posibilidades de


presentar sus exposiciones de conclusión o alegatos y de
impugnar mediante recursos las resoluciones que les sean
adversas.
Como se advierte por esta enumeración, el principio'
de igualdad surge de una repetición obstinada y constante,
advertida a lo largo de todo el proceso de las soluciones de
equiparación.
Las excepciones a este principio, vale decir, las
situaciones que se deciden sin ingerencia previa de la parte
contraria, son muy limitadas en comparación con la
magnitud del principio. Así, por ejemplo-
a) Las providencias cautelares o de garantía, se
dictan sin comunicación previa a la parte contra la cual se
dictan, salvo impugnación posterior;
b) Los recursos de menor importancia (reposición,
apelación en asuntos inferiores a determinada suma) se
conceden o niegan sin sustanciación alguna; etc.
Cabe aclarar que el quebrantamiento de este principio
no pro-viene de que se dicten resoluciones sin oír a la parte
contraria, sino de que se conceda a un litigante lo que se
niega a otro. Una resolución declarada inapelable para las
dos partes o una prueba denegada a ambas partes, no
constituyen violaciones legales del principio constitucional
de igualdad ante la ley. El quebrantamiento existiría cuando
al actor se le permitiera alegar, probar o impugnar o que
estuviera prohibido al demandado, o viceversa.
84 Ley N° 29.497

LA JURISDICCIÓN

1. La conceptualización
Se define la jurisdicción como potestad, el ejercicio de éste
se concreta funcionalmente, a través de la actividad de juzgar y
hacer ejecutar lo juzgado por medio de jueces y tribunales
juridisccionales especiales.
En consecuencia, el Derecho Procesal aparece regulando
jurídicamente el ejercicio de la función jurisdiccional y desde esa
perspectiva se sitúa no tan sólo como un mero instrumento
jurisdiccional atemporal, sino ante todo como un sistema de
garantía, en orden a lograr la tutela Judicial efectiva y
básicamente ordenado a alcanzar un enjuiciamiento en justicia a
través del debido proceso, Por tanto, cuando el Derecho Procesal
regula el ejercicio de la función jurisdiccional consistente en
juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, se está primando el sistema de
garantías que contiene, no siendo afortunado señalar que el
Derecho Procesal contempla, fundamentalmente, la aplicación -a
través de su normativa específica y procesal del ordenamiento
jurídico, ya sea civil o laboral o en fin del contencioso-
adminsitrativo. Si así se contemplara el Derecho Procesal se
antepondría en su estudio su finalidad práctica, esto es, la
actuación del ordenamiento jurídico, pasando a un lugar
secundario su más importante y primario contenido sustantivo
como ordenamiento jurídico, consistente en hacer posible la
función jurisdiccional a través de un sistema de garantías
procesales que con independencia de la finalidad que se persiga
con el mismo, haga posible, en todo momento o hipótesis, la
tutela judicial efectiva a través del derecho al debido proceso de
la función
Ley N° 85
29.497

jurisdiccional. Por ello no cabe duda que ante todo el


Derecho Procesal implica básicamente un sistema de
garantías Constitucionales que se proyecta a través del
llamado proceso jurisdiccional también en el ámbito
laboral, al que impropiamente se le ha denominado
"históricamente" como Procedimiento desconociéndose que
el ejercicio de juzgar y ejecutar lo juzgado implica una
consideración sustantiva de la jurisdicción laboral que sólo
puede proyectarse a través del proceso y precisamente el
jurisdiccional y no mediante el procedimiento de
contenido, en cambio, estrictamente formal, adjetivo y
atemporal y por ello alejado del tipo de garantismo que
postulo. Este garantismo procesal implica, por lo demás, la
conceptuación del proceso en general y del laboral en
particular, como una realidad de carácter eminentemente
sustantivo y por ello no exclusivamente instrumental y
atemporal, que supone la puesta en practica de las garantías
se establecen, así como las que poseen proyección
constitucional a través de una postura garantista
plenamente comprometida con la realidad constitucional de
aquí y ahora.52
El proceso jurisdiccional hace posible la actuación de
la función jurisdiccional que implica el estudio del
Derecho Procesal, a través de una serie de actos
continuados en el tiempo que, a su vez, se hallan
comprendidos en determinadas fases o períodos tipos a los
diversos procesos jurisdiccionales. Tales fases o períodos,
en la medida en que compartimentan el proceso, originan
un modelo de procedimiento sumamente

52. LORCA NAVARRETE, ANTONIO Ma, y otros, Comentarios a la


Ley de procedimientos laboral, Madrid, Edit. Dykinson, 1993, 40.
86 Ley N° 29.497

irracional, como sucede aún con el proceso civil en el que


pueden hallarse las siguientes fases-
- Fase de alegaciones iniciales.
- Fase de prueba.
- Fase de alegaciones finales.
- Fase de sentencia.
Pero, en cambio, no siempre la Ley procesal sigue ese
modelo estancado (compartimentos estancos) con basé
fundamentalmente en la escritura, sino que en otras ocasiones
apuesta por la oralidad con el fin, en todo caso -sea o no acertado
el modelo jurisdiccional-, de lograr un sistema de garantías para
los sujetos que intervienen en el mismo, posibilitando la tutela
judicial efectiva, en orden a juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en
el marco de un enjuiciamiento en justicia. En base a este
planteamiento, no cabe duda que el ámbito jurisdiccional laboral,
quizá sea en la actualidad el más acorde con el sistema de
garantías que establece la Constitución y desde esa perspectiva se
encuentra básicamente despojado de un procedimentalismo inútil
y reiterativo, que postula, a sensu contrario, un proceso
jurisdiccional laboral más atento al respeto de las garantías
procesales de una de sus partes, fundamentalmente el
trabajador.53
En una futura reforma procesal laboral debieran tenerse
muy en cuenta las garantías de celeridad y economía procesal,
que oferta el proceso laboral en orden a su posible aplicación al
proceso civil en la actualidad tan lento y costoso, ya que a través
de la asunción de la oralidad como pauta de procedimiento es

53. LORCA NAVARRETE, Ob. cit., p.41.


88 Ley N° 29.497

principios son- la "independencia" de los Jueces y Magistrados,


el "Juez legal o natural" y el "Juez técnico de carrera, integrantes
del Poder Judicial.

La independencia predicada de los integrantes del


Poder Judicial
Como garantía que la hace posible, aparece el principio de
legalidad, en sentido de que la propia independencia del órgano
jurisdiccional es preciso ir a buscarla en su único sometimiento
al imperio de la Ley (principio de legalidad). Resulta así que los
Jueces y Tribunales para ser independientes se encontraran
sometidos a la Ley y deberán aplicar ésta con arreglo a los
principios y preceptos constitucionales .
Por tanto, es evidente que el Juez o Magistrado debe
encontrarse sometido a la Ley, base última de su propia
independencia, que a su vez se encuentra garantizada por la
propia Constitución. Esta, como valedora del ordenamiento
jurídico en su conjunto, obliga al órgano jurisdiccional en su
sometimiento a la Ley a examinar la constitudonalidad misma de
la norma y a plantear la cuestión de inconstitucionalidad. En
definitiva, pues, que el órgano jurisdiccional primará su
independencia mediante el sometimiento en primer lugar a la Ley
de leyes: la Constitución. Después y como una expresión más de
su independencia mediante su igual sometimiento a la Ley, los
Jueces y Magistrados no aplicarán los reglamentos contrarios a la
Ley o al principio de jerarquía normativa, pues en último término
lo impide el respeto y el único sometimiento a la Ley misma.
Pero a los Tribunales les está vedado modificar las leyes por
tratarse de una competencia constitucionalmente reservada al
Poder Legislativo.
Ley N° 29.497

posible acceder a garantías básicas para el justicial» como


son la concentración, inmediación y pubS ad de las
actuaciones judiciales. No obstante, elLconSento
Ísfo masartíaS "° d6SCarta k ^Portante Wtónt las lormas pero
siempre que se trate de alcanzar mediante ellas una finahdad
puramente instrumental abocada ál ogro del garantismo
sustantivo a aue t¿Z jurisdiccional sirve y esta
afírmadónes^n ma SsT en el ámbito jurisdiccional laboral ya
que eTla^í Í

pTpuVna'r3 "tela ^ ^ * »" ^TbeS

2. Principios que informan la jurisdicción


Los principios que informan a la jurisdicción ™*o

•■ LORCA NAVARRETE, Ob. cit., p.42.


Ley N° 29.497

89

Pero no sólo el principio de legalidad va a informar la


organización judicial laboral. Muy por el contrario, la
independencia del órgano jurisdiccional fecundamente
garantizada mediante su único sometimiento a la Ley, hará
posible que los Jueces y Magistrados sean "inamovibles". 55
En fin y en el ejercicio de la potestad jurisdiccional
constitucional, los Jueces y Magistrados son independientes
respecto de todos los órganos judiciales y de gobierno del Poder
Judicial y no podrán los Jueces y Tribunales corregir la
aplicación o interpretación del ordenamiento jurídico hecha por
sus inferiores en el orden jerárquico judicial, sino cuando
administren justicia en virtud de los recursos que las leyes
establezcan.
Luego ya y en última conexión que la independencia, se
encuentra la "responsabilidad" de Jueces y Magistrados, porque
independencia y responsabilidad son dos cualidades el, que
deben concebirse como formando una inescindible- "el Juez es
independiente porque asume la responsabilidad de sus actos y es
responsable por ser independiente y para que su independencia
no degenere en arbitrariedad".56

Juez legal o natural


El segundo principio es el del juez legal o natural, según el
mismo todos tienen derecho al juez ordinario predeterminado por
la Ley.

55. LORCA NAVARRETE, Ob. cit., p. 56 y 57.


56. LORCA NAVARRETE, Ob. cit., p. 58.
90 Ley N° 29.497

El Juez legal o natural es, pues, el Juez Ordinario


determinado ley y que, por consiguiente, ejerce la jurisdicción
ordinaria. En este punto el Derecho Procesal Orgánico es
especialmente celoso con esta institución, pues ella misma
constituye la base de la actual organización judicial laboral
formada por Jueces naturales u ordinarios predeterminados por
la Ley que ejercen la jurisdicción ordinaria. El origen de este
principio debemos buscado en el artículo 4 de la Constitución
francesa de 3 de septiembre de 1791, según la cual ningún
ciudadano podía ser sustraído de los Jueces designados por la
Ley para ser sometido a una comisión o a otros organismos de
atribuciones distintas a las determinadas por la Ley".

Juez Técnico
El tercer principio es del juez técnico, es asimismo,
cosustancial para comprender la función jurisdiccional y dar
contenido al derecho procesal orgánico.
El órgano invertido de jurisdicción es un técnico que basa
su actividad en el conocimiento del derecho (iura novit curia).
El Juez debe conocer el Derecho, teniendo los Jueces y
Tribunales el deber inexcusable de resolver en todo caso los
asuntos de que conozcan y no sólo el órgano jurisdiccional es un
técnico en Derecho, sino que además conforma propiamente la
Carrera Judicial. Por tal razón es un Juez de Carrera, de la
Carrera Judicial o perteneciente a ella.

Conclusión
Como el primero de los presupuestos procesales, la
Jurisdicción es exigencia requerida para que el órgano -
Ley N° 91
29.497
por estar investido de una jurisdicción constitucional-pueda
administrar justicia. "Si la persona o el órgano están
desprovistos de jurisdicción, los actos que realicen dentro de
aquella esfera de atribuciones y, por tanto, la resolución que
dicten, están desprovistos de validez. No es que el acto sea
anulable, sino radicalmente nulo." Puede constituir, además,
un delito."Pues bien, como -actividad jurisdiccional- único
cauce legal para la actuación de la jurisdicción, existe el
proceso que es básicamente de la función jurisdiccional
porque la jurisdicción es el primero y principal requisito
para que aquél pueda iniciarse y desenvolverse de manera
regular y pacífica hasta el cumplimiento de sus fines.
Jurisdicción y proceso son conceptos tan íntimamente
ligados que la genuina y verdadera manifestación de la
actividad jurisdiccional es la que se realiza mediante el
proceso, que por tal razón es un "proceso jurisdiccional".
Por tanto, no es baldío centrar la atención en el proceso de la
función jurisdiccional -no otro tipo de proceso- y su estudio.
Indicar, en fin, un dato más- la potestad de aplicar las
leyes juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado corresponde
exclusivamente a los Jueces y Tribunales-establecidos por la
Ley y en los Tratados internacionales. Tales Jueces-
(órganos unipersonales) y Tribunales (órganos pluri-
personales) son los establecidos de ordinario por la Ley y a
ellos les corresponde el ejercicio de la potestad
jurisdiccional constitucional. Son, pues, los órganos
investidos de jurisdicción que de ordinario se encuentran
establecidos por la Ley ordinaria y por tal razón son los
órganos depositarios de la "Jurisdicción ordinaria o natural".
Esta jurisdicción es de consumo la que ordina-
92 Ley N° 29.497

riamente ejercen Jueces y Tribunales, también de ordinario


establecidos por la Ley. Estos Jueces representan, por lo tanto, lo
que se conoce como "Juez legal o natural", pues cada justiciable
sabe que el Juez que ha de juzgar su caso es el que le
corresponde naturalmente con arreglo a normas objetivas y no el
designado para el caso concreto por un poder extraño al
judicial.57

£1 proceso jurisdiccional como sistema de garantías


El proceso jurisdiccional como sistema de garantías se
manifiesta también en el ámbito jurisdiccional laboral, en el que
al igual que el resto de ámbitos jurisdiccionales existentes en la
actualidad, su ordenación ha sido el resultado de una
determinada trayectoria histórica y de investigación doctrinal, de
modo que el ámbito de garantías con que contaban quienes a
través de él actuaban, no han sido siempre históricamente las
mismas. Lo cierto es que los diversos sujetos que acudían al
proceso, para lograr mediante el mismo un enjuiciamiento en
justicia, no siempre se situaron ante unas estructuras procesales
uniformes y razonablemente justas! De ahí que, frente a la
interrogante actual relativa a la posición del sujeto ante el
proceso jurisdiccional como sistema de garantías, se opone la
respuesta pasada de la ubicación de ese mismo sujeto frente a su
deseo de lograr un auténtico enjuiciamiento en justicia, lo que
justifica que la necesidad de ofertar esa respuesta para conocer
aún mejor nuestro actual proceso jurisdiccional obligue, sin

57. LORCA NAVARRETE, Ob. cit., p. 59.


Ley N° 93
29.497

duda, a acudir a la historia. Históricamente una primera


concepción que posibilitó un sistema de garantías
mínimamente aceptables para los sujetos que intervenían en
el proceso, se sustentó en la convicción de que entre las
partes intervinientes en el proceso existían derechos y
obligaciones, cuya fuente sería un contrato existente entre
ellas. Según esa orientación, el enjuiciamiento de los
derechos privados en conflicto, implicaba una auténtica
base contractual entre los litigantes, que se comprometían a
aceptar la decisión judicial. En tal sentido, la necesidad de
sujetar a los litigantes a una decisión privada de tutela, en
los tiempos del proceso formulario romano, fue la base del
contrato procesal de la litis contestatio. Esta se concertaba
por las partes y se refrendaba por el Magistrado, si se
llegaba a su conclusión por ser procedente, el cual, con el
daré actionem concedía la garantía de la jurisdicción.
Por la litis contestatio el litigio, pues, pasaba al
dominio judicial (res in judicio deducía).
Y así se producía un efecto consuntivo consistente y
en la imposibilidad de promover una nueva demanda sobre
el mismo derecho (bis de eadem re ne sit actio, Quintiliano,
VII, 6 y 4).
La litis contestatio, pues, consumía la acción (in
legitimo judicio ipso iure actia consumitur, Gayo, 180).
Esta concepción particular de las garantías que
ofrecía el proceso que tuvo su origen en el Derecho
romano, fue elaborada en la Edad Media y dominó el
panorama doctrinal hasta mediados del siglo XIX. Pero su
error radicó en considerar que en el proceso existe un
verdadero acuerdo de voluntades que servían de base a las
garantías que ofertaba ese mismo proceso. Pero no es
94 Ley N° 29.497

así, ya que el demandado normalmente no acude


voluntariamente al proceso.58
Dentro del Estado de Derecho compete a un Poder del
Estado -el Poder Judicial- resolver los conflictos, que se susciten
entre los particulares, o entre éstos y el Estado, mediante el
ejercicio de la potestad jurisdiccional, es decir la facultad de
declarar el derecho aplicable en el caso concreto sometido a
controversia con fuerza de verdad legal e imperativa.
A tal fin, la doctrina define la jurisdicción como la función
pública realizada por órganos competentes del Estado, con las
formas requeridas por la ley, en virtud de la cual, por acto de
juicio, se determina el derecho de las partes, con el objeto de
dirimir sus conflictos y controversias de relevancia jurídica,
mediante decisiones con autoridad de cosa juzgada,
eventualmente, factibles de ejecución59

ÁMBITO DE LA JUSTICIA LABORAL EN LA LEY N°


29.497
Compete a la justicia laboral la resolución de los conflictos
jurídicos emergentes de las prestaciones de servicios de carácter
personal, de naturaleza laboral, formativa, cooperativista o
administrativa.
La norma excluye bajo su órbita los servicios de carácter
civil, en tanto éstas no encumbran relaciones laborales.

58 .POSE, Ob. cit, p. 10.


59. COUTURE, Fundamentos", pág. 40.
Ley N° 95
29.497

Artículo III.- Fundamentos del proceso laboral


En todo proceso laboral los jueces deben evitar que
la desigualdad entre las partes afecte el desarrollo o
resultado del proceso, para cuyo efecto procuran alcanzar la
igualdad real de las partes, privilegian el fondo sobre la
forma, interpretan los requisitos y presupuestos procesales
en sentido favorable a la continuidad del proceso, observan
el debido proceso, la tutela jurisdiccional y el principio de
razonabilidad. En particular, acentúan estos deberes frente
a la madre gestaste, el menor de edad y la persona con
discapacidad.
Los jueces laborales tienen un rol protagónico en el
desarrollo e impulso del proceso. Impiden y sancionan la
inconducta contraria a los deberes de veracidad, probidad,
lealtad y buena fe de las partes, sus representantes, sus
abogados y terceros.
El proceso laboral es gratuito para el prestador de
servicios, en todas las instancias, cuando el monto total de
las pretensiones reclamadas no supere las setenta (70)
Unidades de Referencia Procesal (URP).

1. Noción de proceso
En la vida cotidiana el proceso presenta dos formas
que se intercambian insensiblemente en el lenguaje
corriente, y aun en el estudiantil y profesional.
Es proceso la actuación de cierto número de perso-
nas en los tribunales; partes, abogados, procuradores y
jueces, así como otros oficiales y particulares, se reúnen
en lugares precisos, las sedes de los tribunales; ya para
actuar ante los jueces, para afirmar y tratar de obtener la
satisfacción de los derechos; ya como jueces, para ordenar
esa actividad y otorgar la satisfacción requerida.
96 Ley N° 29.497

La noción emergente del análisis de esta actividad que


se ejerce de viva voz o por escrito, mediante expedientes es
bien simple- se trata de un momento de la vida, para la
afirmación del derecho, ante y por los tribunales.
Esta noción surge límpidamente cuando observamos
un proceso oral; pero ya es más difícil de obtener del
proceso escrito, ante el poco vital espectáculo de un
expediente, un conjunto de hojas de papel cosidas en
determinada forma tradicional al que nuestra ley también
llama proceso. La obvia reflexión de que esas hojas no son
más que la representación o el registro de momentos de la
vida de hombres que atacan, se defienden, prueban y
deciden escribiendo, nos reafirma en la noción primera.
El segundo modo de llegar a la noción de proceso es
menos burdo; y resulta característico de las vivencias
estudiantiles poco familiarizadas con la práctica de los
tribunales pero cercanos a los textos doctrinales, que les
proporcionan una noción más formal del proceso.
A esta noción no se llega por contemplación directa o
experiencia de la vida, sino por abstracción o por
comunicación de abstracciones. Ocurre cuando leemos un
código, por ejemplo. Este nos representa conductas de
partes y de jueces; actos que se encadenan unos con otros y
que se orientan hacia una definición^ normalmente, hacia
una sentencia o un acto de ejecución, un remate de bienes o
un desalojo de arrendatarios, por ejemplo.
Liberada la visión de las personas físicas y concretas,
con nombre y apellido, así como del contorno material (el
edificio del tribunal y su equipamiento técnico y humano),
tenderemos a percibir en esa masa de descripciones de
actitudes asignadas a personajes vacíos de
Ley N° 97
29.497

humanidad (actor, reo, peticionante, testigo, juez, actuario)


un cierto orden, una cierta finalidad. Y a ver como cosas o
entidades ideales a los actos que el orden comprende y la
finalidad orienta.
Surgirá, así, la noción de proceso como programa".
como coordinación de actos con la finalidad común de que
se administre justicia.
Entre el proceso-vida y el proceso-programa existe
una ineludible relación- el segundo es el esquema de cómo
debe ocurrir el primero.
Este depende de aquél, porque uno es normativo y el
otro es conducta normada. Pero, en la perspectiva más
amplia, el proceso-programa va a ser determinado por el
proceso-vida- las imperfecciones propias de éste deter-
minarán la reforma de aquél.
Ambas nociones, aunque complementarias, generan
una distinta actitud ante el proceso; la tendencia
sociológica tratará de hallar las claves del fenómeno en la
experiencia y en la práctica; la actitud filosófica, en las
esencias conceptuales y ontológicas que parece describir el
esquema mental del proceso.

2. Terminología legal y doctrinal del proceso


A la comprensión del fenómeno que se denomina
"proceso" -la expresión fenómeno es utilizada aquí como
sinónima de entidad total, esencia y existencia cooperan
las dos nociones antes referidas; y, en alguna medida, se
opone la variedad terminológica -que en ocasiones en-
vuelve una discrepancia conceptual- aplicada por los textos
legales y la doctrina.
Los códigos modernos tratan de eliminar esta difi-
¡r

98 Ley N° 29.497

cuitad; pero ella no deja de pesar en las legislaciones envejecidas. No menos de cuarenta
vocablos distintos expresan, en el derecho procesal peruano, la idea de proceso, de parte de
proceso, de modos o aspectos del proceso.
Describirlos detalladamente sería emular, de alguna lejana e impertinente manera, un
"catálogo de las naves". Pero no es posible prescindir de una aproximación somera; porque ese
elenco expresivo nos muestra la dificultad del hombre para comunicar sus ideas respecto del
proceso.
Resulta ser un documento histórico lleno de primitivismo y de ingenuidad semántica, que
es preciso aquilatar.
Comencemos por señalar que no todos estos vocablos son unívocos; algunos presentan
diversas acepciones jurídicas, perfectamente determinables; otros quedan en la nebulosa de la
duda interpretativa.
Por ejemplo, quizá la palabra "disputa" parezca significar, incluida en su verbo "disputar",
algo semejante a contienda o litigio; pero no es posible establecer, a ciencia cierta, si la ley alude
a una diferencia extrajudicial, que se propone por demanda, o al proceso en que ésta se sustancia.
Otras expresiones vagas, como "lo contencioso", nos dejarán en la duda acerca de si
apuntan al proceso o a su objeto. Pero, en general, podremos abordar ese acervo expresivo con
seguridad.
En primer término, corresponde despejar las dudas posibles respecto de diversas
expresiones que no refieren procedimientos, aunque lo parezca, sino manifesta-
Ley N° 29.497 99

ciones físicas de éstos- colecciones de documentos o instrumentos- "actuación",


"diligencia", "expediente", "autos", "piezas", y uno de los sentidos especiales de "proceso".
En segundo lugar, giros como "oposición" no significan un conjunto o serie de actos
procesales sino, generalmente, actos singulares.
En tercer término, cabe destacar aquellas expresiones que no ponen de relieve
procesos sino caracteres del proceso! como su "forma" oral o escrita, no obstante
aludírselas como "métodos". (Couture consideraba al proceso un método dialéctico).
También aquí vale mencionar a la "pendencia", que es el estado accidental de un proceso de
conocimiento, antes de su resolución.
Seguiremos con la referencia a tramos de proceso o series parciales, que resultan muy
numerosas. Su nota común consiste en excluir el momento de la decisión, por lo menos, en
la mayoría de los casos.
Aquí ingresan a la consideración trechos procesales que pueden ser muy breves,
apenas algo más, o tan sólo, que la deducción de un acto y su secuela inmediata: como los
denominados "contestación", "contradicción" y "disidencia", pero también datos más
extensos, como los aludidos por "diligenciamiento", "tramitación", "trámite", "secuela",
"obrar", "sustanciación".
Seguramente, en las expresiones más ricas de contenido, las de múltiple significación,
será donde encontremos a las estrellas del grupo; las que han dado pábulo a la
preocupación y al vuelo imaginativo de la doctrina. Muchas veces sacándolas de su cuño
natural y obvio para proyectarlas a mejores fines, no siempre con éxito. Tales los intentos
de desvirtuar la secular idea de "litigio" -pura y simple oposición de las partes mediante los
actos
100 Ley N° 29.497

del proceso en algo sociológicamente trascendente e inexacto (Carnelutti)', o en reducir el


"procedimiento" a mera forma desnuda, quitándole sus contenidos naturales (Sauer).
El lector de uno de nuestros vetustos códigos tendrán muchas dudas frente a vocablos tales
como "causa", o "negocio", que son objeto de elaboración teórica en la casi totalidad de las
disciplinas jurídicas, y particularmente en la teoría general del derecho.
Quizá la primera tarea sea la de liberar a los vocablos controversia y discusión de mayores
compromisos; a pesar de su parentesco con contienda y litigio, presentan dos significaciones
simples: ya una discrepancia sobre un objeto, ya un proceso, o tramo procesal. Pero esta última
aceptación es dudosa respecto del primer vocablo y muy limitada en el segundo.
Una segunda tarea esclarecedora, frente a las expresiones múltiples, es la de marcar cuándo
ellas no designan procedimientos sino objetos del proceso.
Es el caso de artículo, asunto, causa, cuestión y negocio. Como ya hemos señalado, causa
no es sólo proceso sino una variada gama de objetos o matices del objeto. En tanto que negocio
comprende objetos contensiosos y voluntarios, observación que tendrá importancia más
adelante.-.
En este sentido, estos vocablos se identifican o asemejan con los sentidos de diferencia, lo
principal e incidente, términos que sugieren procedimiento pero que aluden, efectivamente, a
objetos del proceso.
Finalmente, podemos fijar el sentido de procedimiento que denotan, junto a sus demás
acepciones, las
Ley N° 29.497 101

palabras legales siguientes: artículo, asunto, cuestión, forma, negocio y proceso y así unirla
con las locuciones modo de proceder, lo actuado y lo obrado, junto a los vocablos unívocos
que trasuntan la idea de proceso-procedimiento, juicio, litigio, vía.
A todas estas expresiones deberíamos agregar, aún, la muy romana res! no porque se
encuentre explícita en el léxico legal, sino porque sus huellas han quedado en la calificación
del demandado COmO "reo". La acepción actual es una segunda etapa del momento en que tanto
actor como demandado eran "reos", precisamente porque participaban de la "res", o sea, el
litigio (el Rechtsstreit, el lawsuit).
Cabe ahora considerar a los parónimos proceso y procedimiento, una diferencia entre
estos últimos fue el siglo del paso de la empirie a la ciencia en determinado momento de la
historia doctrinal del proceso. A primera vista, parece una disputa pueril, una mera expresión
de la elegantia juris; un juego caprichoso donde el gusto del autor conduce a uno u otro
bautismo. Pero no es así, en verdad; al lector que ha podido sostener el paso en esta fatigosa
andanza entre nombres que cubren todo un código, para decir, prácticamente, casi lo mismo,
lo invitamos a otro esfuerzo, en menos espacio y en mayor profundidad. A hurgar con
nosotros en las sutilezas a que han recurrido los mayores pensadores de nuestra disciplina
para calificar adecuadamente la realidad.
Los alemanes, quizá desde principios del siglo XIX, pero seguramente a partir de su
mitad, usan el vocablo "proceso", antes que el de "procedimiento". Wetzell, en 1865, expone
un sistema de proceso, al que ya atribuye -aun dentro de la teoría de la litis contestarlo- una
naturaleza "análoga a la de la obligación". Con von
102 Ley N° 29.497

Bülow, tres años después, el proceso es una relación jurídica. Esta consideración del
proceso, no sólo como una combinación de actos (procedimiento) sino como tal relación,
es su característica diferencial; y, simultáneamente, el origen de su ciencia.
— Mortara y Mattirolo se refieren al procedimiento;
es Chiovenda el que introduce en Italia el "nuevo" con
cepto de proceso, que postula aquella doctrina, y le fija la
mayor parte de sus caracteres.
El proceso resulta ser un complejo de actos; una sucesión de actos
interdependientes, ligados a un efecto común; pero, además, una relación jurídica.
El procedimiento es, prácticamente, lo mismo, si la despojamos de la consideración
de la relación jurídica.
Camelutti encuentra esta doctrina fijada y le aporta su propio giro; para distinguir el
procedimiento del proceso, descorporiza a este último. Sólo el procedimiento es la
coordinación, el orden y la sucesión de los actos; pues el proceso se reduce a la mera
suma de éstos.
Desde otro punto de vista, el proceso es el continente, el procedimiento el
contenido60 en términos de lógica matemática, diríamos que el proceso es el conjunto
referencial y el procedimiento los subconjuntos que integran a aquél-" tal la sugerencia
de los grados o instancias -procedimiento- componentes del proceso, o suma de
procedimientos.
— Un paso más en la comprensión del tema nos lo
proporcionará Couture, en quien se produce una síntesis

60. CARNELUTTI, Sistema de derecho procesal civil, IV, Bs. Aires, 1944, p.2.
Ley N° 29.497 103

del pensamiento de Chiovenda, Carnelutti y Guasp, sin


descontar el propio aporte.
Aunque no es explícito al respecto, sus conceptos indican que no acepta la
desmaterialización llevada a cabo por Carnelutti: la sucesión de actos es el proceso (y. no
procedimiento, como en la opinión de aquél). Pero adopta las ideas carneluttianas de totalidad
y conjunto (atribuidas al proceso); junto con la de institución (Guasp); a las que agrega una
distinción original- proceso serviría para designar la estadística del fenómeno; procedimiento,
"esa misma sucesión en su sentido dinámico de movimientos".
— Couture no llegó a utilizar las ideas de Sauer; sí lo
hizo, entre nosotros, Moretti —quien, acorde con algunas
instituciones geniales de Goldschmidt, lleva a cabo una de
las últimas etapas de la evolución—.
Al proceso le asigna, la "configuración" del derecho deducido; constituiría la estructura
sociológica y ético-social, en tanto que el procedimiento sería la estructura técnica,
formaHógica, del proceso.61
En términos llanos, aunque menos exactos, quiere significar que el procedimiento
constituye la forma del fenómeno total, en tanto que el proceso consiste en su contenido y su
finalidad.
— Al término de la excursión conceptual, puede
verse que desde el primitivismo de la concepción de
procedimiento como totalidad vacía (la llamada etapa
del procedimentalismo) a la del proceso como confígura-

61. SAUER, Allgemeine Prozessrechtslehre, Detmold, 1951, p. 6.


104 Ley N° 29.497

ción jurídica, existe continuidad. Saucer viene a llenar un vacío de las tesis anteriores, que si bien
señalan la función trasformadora del proceso, no la incorporan a éste. También con los demás
autores, el proceso se propondría una declaración, la creación de una nueva situación y el cambio
son parte constitutiva -y gradual, continuativa- del proceso mismo.
En eso lo acompañamos, pero caben algunas rectificaciones.
Una, para desplazar también al proceso a la estructura lógico-formal de éste; sin esa
estructura, el proceso sería un contenido amorfo. Otra, para darle al procedimiento algo más que
una forma material e ideal, que lo reduce a fantasma del proceso- él es también contenido, como
afirmación, oposición, decisión. ¿Es posible afirmar, sin contradicción, que al mismo tiempo el
procedimiento debe ser más o menos de lo que Sauer le atribuye?. Pensamos que sí, toda vez que
no se mantenga la idea de un adosamiento de realidades (la del procedimiento, junto a la del
proceso, que ha sido bastante usual) y se la sustituya por la del concepto lógico de inclusión-
procedimiento y proceso son conceptos que cubren algunas realidades comunes; sin perjuicio de
que éste comprenda la totalidad del fenómeno considerado.
En conclusión, y en la perspectiva tanto fenomenológica como histórica, procedimiento es
nombre que designa a la realidad vital del conjunto de actos jurisdiccionales; proceso, el que
denomina a esas mismas realidades, pero no en superficie sino como fenómeno profundo y total:
cuando se capta que esos actos son la expresión y el nexo de un conjunto de relaciones, que
realizan funciones, que son canalizados por estructuras, que transforman su objeto común.
Ley N° 29.497 105

3. Concepto de proceso
Antes de fijar el concepto, convendrá delimitar su alcance, frente al que puede haberle
correspondido a la noción! puesto que noción y concepto son magnitudes confundibles.
Noción es entendimiento primario; impreciso pero suficiente para distinguir su objeto de
otro objeto, toda vez que no se someta a un análisis riguroso.
Concepto, al contrario, es un pensamiento que describe de modo inequívoco un objeto;
se diferencia de la definición en que ésta explicita enteramente los contenidos de un
concepto.
Dicho de otro modo, el concepto puede escindirse en, por lo menos, dos especies:
definiciones (conceptos que explicitan otro concepto) y menos conceptos (que sirven para
identificar rigurosamente un objeto sin explicitar otro concepto).
El concepto de proceso, es un concepto compuesto por el concepto del género proceso
y la especificación correspondiente al proceso jurisdiccional.
Es corriente señalar que existen procesos de todo tipo dentro del campo del derecho y
fuera de él. Que hay procesos físicos (el desplazamiento del agua de un río), químicos (la
combustión), biológicos (el crecimiento animal o vegetal), psíquicos (la ideación, la pasión),
económicos (la inflación, la producción, la distribución de bienes), religiosos (la conversión,
la apostasía), políticos (la elección, la revolución), históricos (el imperio napoleónico, la
supresión de la esclavitud), sociales (la movilidad), etc.
Todos estos procesos pueden ser conceptuados como coordinaciones de causas
determinan un efecto común.
106 Ley N° 29.497

Esas causas pueden ser de diversas especies, pero en la mayor parte de los procesos que
acaecen dentro del campo de la cultura, causa es intercambiable por acto.
Ello es particularmente visible en los procesos jurídicos '• ya de derecho privado, como la
formación y la ejecución de un contrato, o el otorgamiento de un testamento! ya de derecho
público, como la sanción de una ley, la realización de un proceso administrativo, o la de un juicio
por cobro de soles.
Si atendemos que la noción de efecto puede ser sustituida con ventaja -por más exacta-
dentro de los procesos jurídicos, por la finalidad (que identifica al efecto propuesto o perseguido
concientemente, o al efecto dispuesto por el legislador como deseable término del proceso), no
será difícil conformar un concepto genérico adecuado a ellos. Proceso será, pues, la coordinación
de actos jurídicos con un fin común.
Si se reflexiona brevemente sobre el concepto obtenido veremos que sus elementos son
actos, que sus notas son la pluralidad, la coordinación y la finalidad común. Y si advertimos que
el efecto no puede producirse sino por la necesaria presencia de ciertos actos, sin cuya correla-
ción a copresencia todos los demás pierden sentido, porque el efecto no se produce, o la finalidad
no se alcanza, logramos el dato de la interdependencia. Todavía, si comprendemos que no
importa, en todo caso, cuáles sean las simultaneidades requeridas, siempre será necesaria una
sucesión (a partir de la mínima dada entre causa y efecto), podemos completar este concepto,
perfeccionado o especificado, de "proceso jurídico": sucesión de actos interdependientes
coordinados para la obtención de un fin común.

"i
Ley N° 29.497 107

Si volvemos a contemplar el nuevo concepto, veremos que presenta dos notas comunes
con el concepto primario y genérico de proceso- una estructura y una finalidad propias. Los
elementos se estructuran en la interdependencia, la sucesión y la coordinación, en fun-. ción
de un fin. Curiosamente, los criterios que CARNELUTTI utiliza como clave sistemática del
proceso (entendido como proceso judicial, o jurisdiccional, o procesal, según los autores) no
son característica exclusiva de éste. Dicho de otro modo, no son condición necesaria y sufi-
ciente para los propósitos del autor referido. 62
Antes de ahora nos hemos conformado con el concepto jurídico general; pero frente a
la evidencia de su incapacidad para determinar al proceso jurisdiccional a fondo (sirve
indistintamente para los procesos legislativos, administrativos y de derecho privado), hemos
debido preocuparnos por encontrar nuevos puntos de referencia, a fin de distinguir
claramente el objeto conceptuado de los demás.
El camino de solución es bastante simple; la lógica indica que cuando queremos
reducir la extensión (el concepto cubre demasiado campo, excede su propósito) tenemos que
aumentar la compresión (los elementos determinantes del concepto).
Tal regla permite obtener la formulación siguiente^ proceso es la sucesión de actos
interdependientes coordinados a la obtención de la satisfacción jurídico mediante el
ejercicio de la jurisdicción.

62. ALSINA, Ob. cit, p. 724.

i
108 Ley N° 29.497

4. Diferencia entre Proceso y procedimiento


Desde el momento en que el Estado toma a su cargo la realización coactiva del Derecho,
sustituyendo la actividad privada, aparece el proceso jurisdiccional como respuesta adecuada para
lograr la satisfacción de los intereses.
En otras palabras, el proceso es el instrumento técnico, construido por normas procesales,
para lograr la realización del derecho sustancial.
Podemos expresar, siguiendo el concepto de Vélez Mariconde, que el proceso es "una serie
gradual, progresiva y concatenada de actos procesales, cumplidos por órganos públicos
predispuestos y particulares interesados cuyo fin inmediato es el restablecimiento del orden
jurídico alterado, y su fin mediato, la fijación de los hechos y actuación del derecho". Esta
caracterización comprende tres elementos- el objetivo, el subjetivo y el teleológico.
El "proceso" como institución es una estructura técnica, un ente abstracto de unidad
conceptual que se manifiesta en la realidad a través de los procedimientos.
Por ellos cuando hablamos de procedimiento, nos estamos refiriendo al "rito del proceso"
que visto en su faz dinámica, es el curso o movimiento que la ley establece en la regulación de su
marcha dirigida a obtener un resultado. En otras palabras, es el camino que los sujetos procesales
deben recorrer para culminar en la sentencia.
Por lo tanto, los procedimientos son el conjunto de formalidades a que deben sujetarse las
partes y el Juez, en la tramitación del proceso.
Ley N° 29.497 109

Las leyes procesales ofrecen diversidad de proceso, cada uno con perfiles que les son
propios, no obstante mantener el concepto unitario de proceso.
Desde el punto de visa práctico, el proceso no es otra cosa que un medio técnico que
permite un sujeto -dotado de potestad jurisdiccional efectuar repartos de potencia o
impotencia entre los particulares resolviendo los conflictos jurídicos de acuerdo al
ordenamiento vigente.
En virtud de lo anterior, las denominadas normas procesales adjetivas o instrumentales
resultan el lógico complemento de la legislación sustantiva, y en la práctica, el dominio tanto
de unas como de otras constituyen una preocupación constante de los estudiosos del derecho
(jueces, doctrinarios, abogados, procuradores, etc).

5. Clasificación de los procesos


5.1.Criterios de clasificación de los procesos
La clasificación de los procesos, ya sea doctrinaria o legislativamente, surge ante la
necesidad ineludible de contemplar nuevas situaciones a las que un sistema único no puede
brindar soluciones.
En el derecho primitivo existía un solo tipo de proceso y no se conocía la diversificación
de ellos. Planteado un conflicto cualquiera fuera su contenido, su fin, su valor o su carácter,
era decidido por un solo proceso.
Sin embargo, el transcurso del tiempo, la evolución de la historia, la aparición de nuevas
formas de vida, con profundas transformaciones socios-económicas, hacen sentir la necesidad
de crear nuevas formas procesales.
Surgen entonces procedimientos con particularida-
no Ley N° 29.497

des propias, que pueden clasificarse en la legislación positiva vigente.


Así, existen diferentes criterios para clasificarlos, a saber-*
• I.- Por la naturaleza del órgano
II." Por la existencia de conflicto
III.- Por el fin perseguido
IV.- Por la estructura ^.
V.- Por la naturaleza de la pretensión.

5.2. Por la naturaleza del órgano


Esta clasificación se efectúa teniendo en cuenta al Juez, es decir al sujeto que va a dirimir
el conflicto. Desde este punto de vista encontramos el proceso judicial propiamente dicho y el
proceso arbitral.
a) Proceso Judicial: Se hace referencia al que se
desarrolla ante el órgano jurisdiccional (tribunales ordi
narios) y que constituyen el proceso por antonomasia.
En consecuencia, es aquel que se realiza ante el juez investido por el Estado de la potestad
de administrar justicia, con todas las facultades que le son inherentes' notio, vocatio, coertio,
judicio y executio.
b) Proceso Arbitral: Se hace referencia al proceso que
se desarrolla ante un juez denominado "arbitro", que
recibe mandato de las partes o de la ley, a fin de dirimir
la contienda, con garantías de imparciabilidad y ecuani
midad.
En otras palabras, las partes pueden en ciertos casos, sustituir al órgano jurisdiccional del
Estado al que le hubiera correspondido entender, para someter la
Ley N° 29.497 111

decisión de sus controversias a jueces de su elección, llamados "arbitros".


El arbitraje puede ser forzoso (impuesto por la ley) o voluntario que proviene de la
decisión de las partes.
El procedimiento a que debe ajustarse los arbitros. constituye el llamado proceso
arbitral regulado en la Ley de Arbitraje. (D.L. 25.935).
Este procedimiento, tiene caracteres especiales. Así, los arbitros resolverán los
conflictos pudiendo flexibilizar las normas procesales, dentro de los límites establecidos en
el compromiso arbitral.
Estos arbitros vienen a "sustituir", en los casos que la ley permite, la actuación del
órgano jurisdiccional, sin perjuicio que sea éste el que intervenga cuando la elección haya
recaído sobre él.
Debe aclararse que esta sustitución no es total, por cuanto en numerosos supuestos, se
debe acudir el juez de la jurisdicción, ya que el juez arbitro carece de "imperium" (carece de
coertio y executio).
Así si las partes solicitan medidas cautelares, por ejemplo un embargo, deberán
requerirlo ante un juez ordinario. Además dictado el laudo arbitral (sentencia) el mismo
deberá ser protocolizado ante el Tribunal ordinario que debiera haber conocido del asunto.
La ejecución del laudo, se efectuará a pedido de parte y será ordenada por el Tribunal.
5.3. Por la naturaleza He la pretensión
Este criterio de clasificación está determinado por el tipo de pretensión y los divide en-
universales y singulares.
112 Ley N° 29.497

a) Procesos Universales: Son aquellos que tienden a la distribución del patrimonio de un


persona por causa de muerte o de falencia.
b) Procesos Singulares: Son los caracterizados por oposición a los universales y su rango
principal es la existencia de partes individuales en situación de conflicto. Se trata del interés de
una o más personas con relación a una o más pretensiones determinadas.
Existe pues, una relación jurídica procesal única.
Estos procesos singulares se clasifican teniendo en cuenta la existencia o no de conflictos
en- "procesos no contenciosos".
5.4. Por la existencia o no de conflictos
Según exista o no controversia, se clasifican en-
a) Contenciosos
Son aquellos que tienden a la obtención de un pronunciamiento que dirima un conflicto u
oposición de intereses suscitados entre dos o más personas, que revisten la calidad de "partes". 63
Cabe señalar que esta situación de controversia existe aún en el caso de rebeldía del
demandado, porque, lo que caracteriza a estos procedimientos es que la contienda exista al menos
en situación potencial.
b) No contencioso
Son llamados también actos de jurisdicción voluntaria y tienen por finalidad integrar,
constituir o dar

63. PALACIOS, LINO, Ob. cit., p. 478.


Ley N° 29.497 113

eficacia a ciertos estados o relaciones jurídicas privadas frente a la sociedad. Esto es, no se
trata de un conflicto entre partes porque el demandado no se encuentra individualizado. La
resolución que pone fin a estos procedimientos se dicta en favor del que lo promueve (petiv
cionario) pero no en contra de un demandado.
Para hacer gráfica esta característica daremos un ejemplo: si en la partida de
nacimiento de un personarse ha consignado erróneamente el nombre apellido de la misma o
fecha de nacimiento, podrá el interesado solicitar la rectificación de tal documento, mediante
el proceso no contencioso.
Quien inicia el trámite, es denominado "peticionario" y su solicitud no va dirigida
contra una persona determinada sino frente a la sociedad.
Por ello, el objeto puede consistir en una o más peticiones y los sujetos privados que
intervienen como dijimos se llaman "peticionarios".
En estos actos de jurisdicción voluntaria, como dijimos en principio, no hay conflicto
aunque pueden tornarse contenciosos.
En ellos participa el Ministerio Público asegurando el contradictorio y en defensa del
interés social o público comprometido (Ej.: autorización para contraer matrimonio,
declaración de incapacidad.
El pronunciamiento que los resuelve produce el efecto de cosa juzgada formal.

5.5. Atendiendo el fin perseguido


Asimismo, los procesos contenciosos atendiendo al fin perseguido se clasifican en: a)
declarativos! b) ejecu-
114 Ley N° 29.497

tivos y c) cautelares. Esto es, según se pretenda la declaración de un derecho, la ejecución de


mismo o el aseguramiento de lo resuelto.
a) Declarativos
El proceso declaratorio, llamado también "de conocimiento o de cognición" es aquel que
tiene como objeto una pretensión inicialmente incierta, tendiente a lograr que el Tribunal que
conoce el problema, reciba la prueba y dicte la sentencia decidiendo sobre el fondo de la
cuestión. Es decir, siguiendo el concepto de Palacios, es el procedimiento que tiene por fin que el
juez dilucide o declare el derecho mediante la aplicación de las normas pertinentes. A través del
desarrollo y culminación del mismo, se obtendrá una sentencia que contenga una declaración de
certeza sobre la existencia o inexistencia del derecho pretendido por el actor dando por termina-
da la situación dudosa.
b) Ejecutivos
El proceso de ejecución es aquel en el cual preexistiendo un derecho cierto o
presumiblemente cierto, se procura su efectivización para satisfacer el interés del titular.
En los procesos de ejecución se pretende solucionar un conflicto, pero sobre la base de un
título ejecutivo, al cual la ley otorga una presunción de autenticidad. Por ello el conocimiento es
limitado, las defensas son taxativamente enumeradas por la ley y los plazos breves y perentorios.
La sentencia que en él se dicte produce efecto de cosa juzgada formal.
c) Cautelares
Su objeto es asegurar el resultado de un proceso
Ley N° 29.497 115

declarativo o ejecutivo a fin de que el mismo no se torne ilusorio durante el tiempo que
transcurre entre demanda y sentencia.
Se salvaguarda así los intereses privados y públicos en juego en un proceso.
La protección se logra a través de un conjunto heterogéneo de medidas que pueden
clasificarse según PODETTI en^ a) Medidas para asegurar bienes (por ejemplo, entre otros-'
embargo, secuestro ', b) medidas para asegurar elementos probatorios (por ejemplo, entre
otras, recepción de prueba anticipada, y c) medidas para asegurar personas.
En estos procedimientos el trámite varía, según fuera la naturaleza del bien que se
pretende asegurar. Las medidas pueden ser solicitadas por las partes y por el Tribunal en
otros procesos.
Además son modificables o provisorias. Esto significa que siempre es posible cambiar
lo resuelto. Así, si se tratara de un embargo, el mismo puede ser sustituido, ampliado,
moderado o hasta cancelado según las circunstancias. Por último cabe señalar que estos
procedimientos carecen de autonomía. Ello porque las medidas cautelares se dictan para
asegurar intereses discutidos en otro procedimiento declarativo o ejecutivo. De alguna
manera son accesorios de éstos y por ello siguen la suerte del principal.

5.6. Por la estructura


Los juicios contenciosos, declarativos y ejecutivos, se subclasifican, por su estructura,
esto es por la forma asignada para su procedimiento en generales y especiales
respectivamente.
116 Ley N° 29.497

Juicios declarativos generales y especiales


Son generales o especiales según constituyan una forma general para la declaración o
ejecución de los derechos o simplemente una forma especial para casos determinados.
A su vez, atendiendo al valor del bien o cantidad que se reclame, se subdividen los
declarativos generales en-a) proceso de conocimiento; b) proceso abreviado! y c) proceso
sumarísimo.

Juicios declarativos generales


El proceso de conocimiento es aquel en el cual pueden plantearse y decirse en forma
definitiva la totalidad de las cuestiones jurídicas derivadas de un conflicto entre partes. Es la
forma más común de tramitación de la litis. Como ya dijimos son declarativos generales los
llamados en el Código de Procedimientos Civiles juicios ordinarios de mayor o menor cuantía y
especiales. En el Código Procesal Civil tenemos- proceso de conocimiento, abreviado,
sumarísimo, cautelar, procesos de ejecución y los procesos no contenciosos.
Estos juicios declarativos constan de cuatro etapas esenciales, a saber- la introductiva de las
cuestiones, etapa probatoria, etapa discusoria y la etapa decisoria. Sin embargo existen otras
etapas que podríamos llamar eventuales, es decir que pueden o no existir y que son las llamadas
medidas preparatorias, la etapa de ejecución de sentencia y la etapa impugnativa o de recursos.
Ley N° 29.497 117

6. Prueba anticipada
La ley autoriza practicar pruebas cuando quien pretende demandar carece del
conocimiento de algún hecho que le es imprescindible para entablar correctamente su
demanda. Entonces como su nombre lo indica, se promueve con vista a un proceso posterior.
Debe destacarse que no solamente estas pruebas pueden ser solicitadas por el actor
sino que también podrá requerirlas el demandado, cuando se trate de anticipo de prueba.
Por tanto, los procesos, pueden comenzar con las pruebas anticipadas, que provocan la
apertura del proceso, e implican ejercicio de la acción. Si bien no se concreta
definitivamente la pretensión, se la hace valer en forma parcial en alguno de sus
componentes. Se introducen parte de las cuestiones que serán complementadas para su
integra.64
Estas medidas cautelares son limitadas, taxativas y de valor provisorio.

7. Del proceso contencioso


7.1. Función represiva del proceso
La finalidad del proceso contencioso es típicamente represiva' hacer que cese la
contienda, lo cual no quiere decir hacer que cese el conflicto, que es inmanente, sino
componerlo mediante el derecho, bien con la formación de un mandato, bien con su
integración, bien con su actuación.

64. CLARIA OLMEDO, Ob. cit, p. 321.


118 Ley N° 29.497
La naturaleza contenciosa del proceso, se debe, por tanto, al conflicto de intereses cuanto a
su actualidad, que reclama la función represiva del derecho. El estudio del proceso contencioso
desde el punto de vista funcional compromete, pues, la investigación acerca de lo que es, no el
conflicto de intereses, sino su actualidad.

8. Litis
El conflicto actual de intereses se denomina litis. La terminología a este respecto no está
consolidada todavía; ciertamente, antes de que se propusiese su empleo, con un significado
científico preciso, la palabra se utilizaba en más de un significado, tanto para denotar el conflicto
de intereses para cuya composición opera el proceso, como para denotar el proceso mismo.
La pretensión es exigencia de subordinación de un interés ajeno al interés propio.
La resistencia es la no adaptación a la subordinación de un interés propio al interés ajeno, y
se distingue en contestación (no tengo que subordinar mi interés al ajeno) y lesión (no lo
subordino) de la pretensión.
La litis, por tanto, puede definirse como un conflicto (intersubjetivo) de intereses calificado
por un pretensión resistida (discutida). El conflicto de intereses es su elemento material, la
pretensión y la resistencia son su elemento formal.
Aunque la noción de la litis pertenezca a la teoría general del derecho, su máxima
importancia para la teoría del derecho procesal aconseja que hagamos de ella aquí un breve
análisis.
Ley N° 29.497 119

9. Sujeto de la litis
Una litis, puesto que es un conflicto Ínter subjetivo de intereses, tiene necesariamente
dos sujetos. Cada uno de ellos toma el nombre de parte; con lo cual se indica más bien su
posición que su individualidad, esto es, que. uno de los sujetos del conflicto y, por tanto,
forma parte de él. La noción de parte, precisamente porque es propia del conflicto
jurídicamente relevante en general, no de la litis en particular y, por tanto, es común al
derecho procesal y al derecho material, debe buscársela también en la teoría general del
derecho. Puesto que, como veremos, toman el nombre de partes también algunos de los
sujetos del proceso, para denotar a los sujetos de la litis no se dice solamente partes, sino
partes en sentido material.
Ciertamente, el nombre de parte se emplea en el Código promiscuamente, tanto en
sentido material como en sentido procesad cuando, por ejemplo, se habla de las partes como
destinatarias de los efectos del proceso, son ellas los sujetos de la litis (ejemplo^ en cambio,
cuando se habla de ellas como de titulares de derechos o de cargas procesales, se designa con
ese nombre a los sujetos del proceso.
Si una litis fuese simplemente un conflicto intersubjetivo de intereses, los sujetos de
ella serían siempre y simplemente los dos hombres o dos grupos a los cuales pertenecen los
dos intereses en conflicto; pero la cosa se complica si se reflexiona que para constituir la litis
tiene que agregarse a cada interés la pretensión o la resistencia, que son, como veremos,
actos jurídicos. Se presenta así también respecto de la litis un posible desdoblamiento del
sujeto, en el sentido de que una
120 Ley N° 29.497
puede ser la persona a la cual corresponda el interés y otra la persona a la cual remonte la
pretensión o la resistencia, por ejemplo el progenitor pretende el pago de un crédito de su hijo» el
acreedor pretende del tercero la restitución de un bien perteneciente a su deudor; el ministerio, al
pedir que se declare la certeza de la nulidad de un matrimonio, propone la pretensión al estado
libre de cada uno de los cónyuges. La dificultad opuesta por tales fenómenos a la construcción
del concepto de sujeto de la litis se supera del mismo modo como se construye el concepto de
sujeto de la relación jurídica, componiendo con la persona a quien pertenece el interés y con la
otra persona a quien remonta la voluntad, un grupo al cual la teoría general le da el nombre de
persona compleja. También el sujeto de la litis puede ser, por tanto, una persona simple o una
persona compleja al igual que el sujeto de la relación jurídica.
Como los intereses en litigio no pueden ser más de dos, tampoco son más de dos los sujetos
de la litis. Puede ocurrir que un interés de Ticio esté paralelamente en conflicto, no sólo con un
interés de Cayo, sino también con otro interés de Sempronioi por lo demás en tales casos, no se
da una sola litis con más de dos sujetos, sino dos litis, cada una de ellas con dos sujetos;
sumando las dos litis los sujetos parecen tres, pero es porque Ticio es sujeto de ambas. 65

65. ALSINA, Ob. cit,. p. 368.


Ley N° 29.497 121

10. Objeto de la litis


— Objeto del interés es un bien. Tal es necesariamente también el objeto del
conflicto de intereses y, por tanto, de la relación jurídica y de la litis.
También el concepto del objeto de la litis, como el de' los sujetos de ella, está elaborado
por la teoría general del derecho. A ella, en particular, es necesario recurrir para conocer las
distinciones que para la teoría procesal tiene notable importancia, entre objetos simples y
complejos, muebles e inmuebles, materiales e inmateriales.
La pretensión, es un acto no un poder; algo que alguien hace, no que alguien tiene; una
manifestación, no una superioridad de la voluntad. No sólo la pretensión es un acto y, por
tanto, una manifestación de voluntad, sino uno de aquellos actos que se denominan
declaraciones de voluntad; también ésta es otra de las nociones que el alumno debe tomar de
la teoría general.
Dicho acto, no sólo no es, sino que ni siquiera supone el derecho (subjetivo); la
pretensión puede ser propuesta tanto por quien tiene como por quien no tiene el derecho y,
por tanto, puede ser fundada o infundada.
Tampoco el derecho reclama necesariamente la pretensión; como puede haber
pretensión; al lado de la pretensión infundada tenemos, como fenómeno inverso, el derecho
inerte.66
66. FADDA Y BENSA, Note al Diritto delle Pandette del Windscheid, I, parte primera, Torino, Utet, 1902, p.
679; CARNELUTTI, Teorie genérale, p. 20; CARNELUTTI, Sistema I, p. 345; BETTI, Diritto Processuale, p.
63.
122 Ley N° 29.497

11. Resistencia a la pretensión


La resistencia a la pretensión puede consistir en que, aun sin lesionar el interés, el
adversario conteste a la pretensión o, por el contrario, en que, sin contestar a la pretensión,
lesione el interés! puede ocurrir también que la resistencia se la despliegue sobre la una y sobre
la otra línea a la vez. Tanto la contestación como la lesión de la pretensión, del mismo modo que
la pretensión, son dos actos jurídicos, pero de diversa especie* la contestación, como la
pretensión, una declaración; la lesión es, por el contrario, una operación jurídica. 67
Se distinguen así, en razón de la cualidad de la resistencia, la litis de pretensión contestada
y la litis de pretensión insatisfecha. A la primera se le puede dar también el nombre de
controversia.

12. Razón de la pretensión


La exigencia de la subordinación a un interés propio de un interés ajeno puede estar por sí,
independientemente de su conformidad con el orden jurídico. La pretensión sin fundamento es
siempre una pretensión! por lo demás, si en el campo de la fuerza puede tener fortuna, en el del
derecho es una pretensión inerte e inútil. El arma con que la pretensión opera en el campo del
derecho, es la razón.
Razón de la pretensión es su fundamento según el derecho; en otras palabras, la
coincidencia entre la

67. CARNELUTTI, Teoría genérale, pág. 20,279: BETTI, Ragione e azione, en Riv. di dir, proc. civ., 1932,1, pág.
205; CARNELUTTI, Lezioni sul processo pénale, I, pág. 169.
Ley N° 29.497 123

pretensión y una relación jurídica activa. En tanto una pretensión tiene razón en cuanto una
norma o un precepto jurídico establece la prevalencia del interés que es el contenido de la
pretensión. Así se distingue, no sólo la razón de la pretensión respecto de la afirmación y
también de la opinión de la tutela concedida por el derecho a la pretensión^ una pretensión
puede tener razón sin que quien la propone lo diga o aun lo sepa; por el contrario, puede no
tenerla por más de quien la propone afirme o aun considere su conformidad con el derecho.
Puesto que según el habla común las relaciones jurídicas activas se identifican con el derecho
subjetivo, se comprende que quien propone una pretensión, afirmando la razón de ella, hace
valer un derecho.
Si se toma en cuenta la relación que de ese modo la razón establece entre derecho y
pretensión, se comprende que las pretensiones puedan ser clasificadas a la manera de los
derechos, o mejor, de las relaciones jurídicas, en orden precisamente a la relación a que se
refieren; esta posibilidad de distinción se da respecto de las pretensiones razonadas, no de las
pretensiones consideradas independientemente de la razón. No, pues, las acciones, sino las
pretensiones, son las que se distinguen en reales o personales, mobiliarias o inmobiliarias,
materiales o procesales.
A propósito de las razones, y correlativamente de las pretensiones procesales, hay que
recordar que si el proceso obra para la composición de litis, se sigue de ello necesariamente
la tutela del interés de una de las partes; por lo cual se comprende que la pretensión pueda
fundarse no sólo en una relación jurídica material, sino también en una relación procesal; así,
también debe ocurrir cuando la pretensión, en vez de estar puesta
124 Ley N° 29.497

extrajudicialmente, sea deducida en el proceso; si Ticio hace valer contra Cayo en juicio un
derecho, fundamento de su pretensión es no sólo la tutela otorgada por dere cho a su interés, sino
también que tal tutela debe serle reconocida mediante el proceso; de este modo, no sólo el
derecho subjetivo material, sino también la acción, funcionan como razón de la pretensión.
Puesto que la tutela jurídica se resuelve en la atribución a determinados hechos de
determinados efectos, la razón a su vez se resuelve en la existencia de un efecto en que la tutela
consiste, y de un hecho, del cual proviene la tutela. De ahí la distinción de la razón en dos
elementos, motivos y conclusiones^ los primeros se refieren a los hechos jurídicos que sostienen
la pretensión; las segundas, a los efectos correspondientes a ellos.
Por último, puesto que la existencia de una relación jurídica activa se resuelve en la
existencia de un precepto jurídico y en la existencia del hecho, del cual aquélla derivar la
relación, se entiende que las razones se distingan en razones de hecho y razones de derecho, o
más exactamente, que se resuelvan en elementos de hecho y elementos de derecho. 68

13. Razón de la contestación


Como la razón se distingue de la pretensión, así también hay que distinguirla de la
contestación; y no hay nada nuevo que agregar. La razón de la contestación es la inexistencia de
una relación jurídica que suministre razón a la pretensión.

68. CARNELUTTI, Sistema, I, p. 351; REDENTI, Profili, p. 107.


Ley N° 29.497

Esta inexistencia, habida cuenta del mecanismo jurídico,


puede resolverse en las siguientes hipótesis:
a) inexistencia de la razón de derecho de la pretensión o
mejor, inexistencia del elemento de derecho de su razón!
b) o bien, inexistencia del elemento de hecho de la razón
de la pretensión;
c) o bien, existencia de un hecho que, según un diverso
precepto jurídico, tenga efecto extintivo o invalidativo de la
relación jurídica que constituye el fundamento de la pretensión. 69
Cuando está sostenida por una razón del tipo a) o b), la
contestación se denomina defensa,' según las dos hipótesis
defensa de hecho o defensa de derecho; defensa es, por tanto, la
contestación de la pretensión fundada en la negación del
elemento de hecho o de derecho de la razón de la pretensión.
Cuando está sostenida por una razón del tipo c), la
contestación se denomina excepción; este nombre, que toma su
origen del proceso formulario romano, sirve para denotar la
contestación (de la pretensión) fundada en un hecho que tenga
eficacia extintiva o invalidativa del efecto jurídico afirmado
como razón de la pretensión. Puesto que se funda en elementos
de derecho y de hecho distintos de los que constituyen la razón
de la pretensión, la excepción amplía el campo contencioso, o en
otras palabras, el área de la litis; la excepción, como la

69. BETTI, Diritto, processuale, pág. 90; CHIOVENDA, Institución, 1, p.


304; CALAMANDRE, Instituzione, I, p. 105.
126 Ley N° 29.497

defensa, puede ser material o procesal, según que afecte a la


razón material o a la procesal de la pretensión. Cuando la
contestación concierne sólo a la razón procesal de la pretensión,
hay un tipo de litis que puede ser calificada de secundaria, con
respecto a la litis principal, o también de litis de orden en
comparación con la litis de fondo.

14. Contrapretensión
Puede ocurrir que frente a la pretensión, la otra parte, en vez
de contestarla o además de contestarla, presente a su vez,
respecto del mismo conflicto de intereses, una pretensión; ésa es
la contrapretensión.
El carácter particular de la contrapretensión está en que una
pretensión se refiere al mismo conflicto de intereses acerca del
cual se eleva una pretensión opuesta! hay, pues, dos pretensiones
en una misma litis. Bajo este aspecto, se puede hablar de litis
unilateral o litis bilateral.
También la contrapretensión se distingue de su razón.

15. Cuestión
En cuanto la razón, ya sea de la pretensión o de la
contestación, sea dudosa, surge una cuestión, la cual, por tanto, es
la duda acerca de una razón. Puesto que la decisión de la litis se
obtiene resolviendo las cuestiones, las cuestiones resueltas son
luego razones de la decisión^ las razones (de la pretensión o de la
contestación) pasan a ser cuestiones (del proceso), y éstas se
resuelven en razones (de la decisión).
Ley N° 127
29.497

La cuestión no es la litis; en efecto, ésta consiste, ante


todo, en un conflicto de intereses, que es extraño a la
cuestión; la cuestión, por el contrario, consiste en una duda,
que puede ser extraña a la litis. Puede haber, por consiguiente,
como cuestión sin litis (duda teórica o académica), también
litis sin cuestiones (cuando la pretensión es contestada sin
afirmación de razones, o sin ser contestada, queda
insatisfecha). Cuando la litis presenta una o más cuestiones,
se acostumbra a hablar de controversia, la cual es, pues,
palabra que debe emplearse más propiamente para denotar
esa especie de litis.70
A menudo se confunde la cuestión con el acto que la
propone (demanda), o también con la razón a que se refiere
(en particular, excepción).
Como las razones, también las cuestiones se distinguen
según el tipo de las relaciones jurídicas a que se refiere; en
particular se distinguen las cuestiones materiales y las
cuestiones procesales. A las cuestiones materiales tanto la
práctica como la ley suelen darles el nombre de cuestiones de
fondo; fondo de la litis, por tanto, significa el conjunto de las
cuestiones materiales que presenta la litis; en la práctica las
cuestiones procesales suelen llamarse cuestiones de orden, o
también de rito.
Puede ocurrir de una litis presente sólo cuestiones
materiales; puede acaecer, en cambio, que sólo deban
resolverse cuestiones procesales; por ejemplo, Cayo no
discute su deuda frente a Ticio, sino la embargabilidad

70. CHIO VENDA, Istituzioni, I, págs. 351 y sigs; CARNELUTTI,


Lezioní sul procceso pénale, I, p. 145.
128 Ley N° 29.497

de un bien que Ticio quiere expropiar; en tal caso la litis era sólo
la lesión, no de contestación de la pretensión, pero lo que ha
encendido la litis de la segunda especie ha sido precisamente el
proceso; la litis de contestación procesal, que subsigue, se
asemeja a las enfermedades, secundarias, determinadas por el uso
de ciertas medicinas.
Habida cuenta del orden en que deben ser decididas, toda
vez que una cuestión debe ser resuelta antes que otra, a aquélla
se la llama preliminar.
En general, son preliminares, respecto de las cuestiones de
fondo, las cuestiones atinentes al proceso; pero como un orden
lógico, o aun solamente práctico, con frecuencia se impone
también respecto de varias cuestiones de fondo, puede ser
preliminar también una cuestión de fondo respecto de otra de la
misma categoría. Si la cuestión de orden se refiere, no tanto al
quomodo cuando al an del proceso, en forma que deba ser
resuelta para saber si se puede hacer el proceso, se la denomina
prejudicial.
La distinción entre cuestión y litis debe ser considerada en
el sentido de que, no sólo una litis puede implicar varias
cuestiones, sino también en el de que una cuestión puede
interesar a varias litis. Para comprender este último principio,
piénsese que hay hechos jurídicos de efecto complejo, y no
simple en el sentido de que él derivan, no una, sino varias
relaciones jurídicas; un ejemplar de tales hechos es el
matrimonio; por tanto , la cuestión acerca de cada una de las
relaciones jurídicas que de él se siguen.
Cuando una litis presenta una cuestión que pueda
extenderse a otras litis, esa cuestión se denomina tam-
Ley N° 129
29.497

bien perjudicial, pero en sentido distinto del recientemente


considerado- en sentido estricto, es cuestión prejudicial la
cuestión cuya resolución constituye una premisa también
para la decisión de otras litis.71

16. Identidad de la litis


La identidad de la litis resulta naturalmente de la
identidad de sus elementos- sujetos, objeto y pretensión.
En cuanto a los sujetos y al objeto, póngase cuidado en
no confundir la identidad física con la identidad jurídica;
todos saben, por ejemplo, que la identidad de una persona no
queda prejuzgada por el hecho de que un capaz venga a ser
incapaz, y así a la persona singular se sustituya una compleja;
y que, igualmente, una sociedad anónima o un rebaño
continúen siendo siempre los mismos a persar de la mutación
de los accionistas que constituyen la primera o de los
animales que integran el segundo. Los principios relativos a
la identidad jurídica de los entes, sujetos u objetos, se infieren
de la función del derecho, que es la de regular mediante la
composición de los conflictos de intereses la economía. 72
Por tanto, mientras respecto de las personas el cambio
en la composición física acaece en orden a la mejor tutela del
interés de un mismo hombre o grupo, ese cambio es
indiferente para la identidad jurídica; en términos técnicos,
no perjudica a la identidad del sujeto

71. ZANZUCCHI, II nuovo dir. proc. civl, I, p. 201.


72. CHIOVENDA, Istituzioni, I, págs. 323; CARNELUTTI, Sistema
I, p. 288, CALAMANDREI, Istituzioni, I, p. 141; JAEGER, Diritto proc.
civ.
130 Ley N° 29.497

de un interés el cambio de los hombres a quienes está


encomendada su administración! así, si una persona física capaz
pasa a ser incapaz, o viceversa (mutación de estado), o si en una
persona compleja se cambia el administrador, el sujeto conserva
su identidad. Asimis-. mo, si el interés pertenece a un grupo, no
queda excluida la identidad por el cambio de las personas que lo
integran, dentro de los límites en que la finalidad del grupo admita
la fungibilidad de ellas: así, una sociedad comercial, de personas o
de capitales no cambia porque cambien los socios. Por otra parte,
respecto de las cosas, se infiere asimismo de su función
económica en qué límites el cambio de su composición física es
compatible con la persistencia de su identidad jurídica.
En cuanto a la identidad causal de la litis, nótese que es
relevante, no sólo la naturaleza del interés que se hace valer, sino
también la medida en que se lo haga valeri por ejemplo, la
pretensión al goce perpetuo o al goce temporal de la misma cosa,
son diversas, al igual que la pretensión al goce exclusivo o al
goce en común. Esto explica que la razón entre a constituir un
elemento de identificación de la pretensión; así ocurre cuando
ella determina o concurre a determinar la medida en que la
exigencia de la prevalencia del interés se manifiesta, lo cual se
verifica si y porque la enunciación de la razón implica esa
determinación; en los dos ejemplos, recién propuestos, se hace
valer el derecho de propiedad o de usufructo, el de propiedad
exclusiva o el de copropiedad. Más allá de estos límites, la razón
es irrelevante en orden a la identidad de la pretensión- cuando se
pretende la propiedad, la pretensión es siempre la misma, ya que
la propiedad se haga derivar de la herencia, ya de la donación, ya
de la venta.
Ley N° 131
29.497

17. Conexión entre la litis


Si uno de los elementos es idéntico y no lo es otro, en
vez de identidad, hay conexión entre la litis. Según la calidad
del elemento común, se habla de conexión personal o
subjetiva, real u objetiva y causal.
Cuando en vez de ser uno son dos elementos en común,
se puede hablar de conexión duple o bilateral.73
La conexión entre dos o más litis tiene relevancia
jurídica, por cuanto, en razón de ella, es posible y hasta
oportuno que las litis conexas se compongan mediante el
mismo proceso y, por tanto, por el mismo juez; pero a este
fin, la conexión, tal como recientemente la hemos definido, es
un requisito necesario, pero no suficiente; hace falta además
que tengan en común los instrumentos de su composición,
esto es, las razones, si se trata de litis de pretensión discutida
o los bienes, si se trata en cambio de litis de pretensión
insatisfecha; en tal caso se habla eficazmente de conexión
instrumental74. Para que dos o más litis sean
instrumentalmente conexas, debe existir entre ellas conexión
subjetiva, objetiva o causal; en tanto una mismas razones o
unos mismos bienes pueden servir a su composición, en
cuanto tengan ellas por lo menos un elemento en común; ésta,
por lo demás, es a su vez una condición necesaria, pero no
suficiente, a dicho fin, por lo cual puede darse conexión
subjetiva u objetiva o causal, que no sea instrumental, por
ejemplo, la litis de

73. CHIOVENDA, Istituzioni, II, págs. 185 y sigs; CARNELUTTI,


Sistema, I, p. 357.
73. CALAMANDREI, Istituzioni, I, p. 143.
132 Ley N° 29.497

Ticio, contra Cayo, para la entrega de un fondo es


subjetivamente, pero no instrumentalmente, conexa con la litis
de Ticio contra Sempronio, o aun contra el mismo Cayo, para el
pago de un crédito.75
Para que exista conexión instrumental entre varias • litis de
pretensión discutida, es necesaria la identidad de hecho jurídico o
del efecto jurídico en que se resuelve la razón^ en el primer caso
se habla de conexión por razón del título, locución en la cual título
no significa, impropiamente, más que hecho jurídico (título de la
demanda); en el segundo se habla de conexión por razón del
objeto, y aquí objeto se refiere a la demanda e indica precisamente
el efecto jurídico cuya declaración de certeza o cuya constitución
se pide.
Cuando la conexión instrumental se agrega a la conexión
subjetiva, objetiva o causal, y adquiere, por tanto, relevancia en
orden al proceso, se la llama con más propiedad
interdependencia.
Cuando el hecho o el efecto jurídico en que se resuelve la
razón de la pretensión de varias litis distintas no sea idéntico,
sino similar (lo cual puede ocurrir si las litis no son conexas por
identidad de algunos de sus elementos), puede haber únicamente
conexión impro-pia^ tal es la relación entre varias litis en que los
hechos o los efectos constitutivos de las razones sean distintos,
pero pertenezcan al mismo género (por ejemplo, Ticio contiende
con Cayo y Sempronio con Mevio acerca de la

75. CARNELUTTI, Ob. cit, p. 362.


Ley N° 133
29.497

nulidad de dos testamentos a propósitos de las cuales se


presenta la misma cuestión.76

18. Litis colectiva


Según el concepto hasta aquí expuesto, la preten : sión y
la resistencia, que constituyen el elemento formal de la litis,
se refieren a un conflicto de intereses singular o determinado.
Pero puede ocurrir que la pretensión o la resistencia se
refieran, no a un solo conflicto de intereses, sino a una serie
indeterminada de conflictos similares; en tal caso se habla de
litis colectiva o litis de categoría. El quid novi de la litis
colectiva, consiste, por tanto, en la vinculación de la
pretensión o de la resistencia, no con un conflicto singular,
sino con una categoría de conflictos.
Conflictos de categoría han existido siempre. Pero para
que tales conflictos de potenciales pasen a ser actuales y
adquiran, por tanto, aspecto de litis, es necesario que la
categoría presente una cierta organización, de modo que una
o más personas administren sus intereses (o como se suele
decir, asuman su representación) y, por tanto, promuevan
para la tutela de ellos la pretensión o le opongan la
resistencia. Por tanto, la litis colectiva es un fenómeno que se
ha delineado y desarrollado, cuando, ante todo en el campo
de las relaciones de intercambio de trabajo, al desplazarse los
conflictos de los individuos a las categorías, se inició el
movimiento de

76. CARNELUTTI, Teoría del regularaento collecttivo dei rapporti di


lavora, Padova, Cedam, 1928
134 Ley N° 29.497

organización de éstas y se fueron realizando actos de pretensión o


de resistencia dirigidos a la tutela de una categoría entera de
intereses.
Esta evolución de la litis del conflicto colectivo, o en otras
palabras esta transformación de la litis, del plano individual al
plano colectivo ha tenido manifestaciones dramáticas en los
llamados conflictos colectivos del trabajo, o mejor, en las formas
que los tales asumieron mediante la huelga y mediante el cierre. 77

19. Proceso contencioso


El proceso contencioso, es, por tanto, un proceso
caracterizado por el fin, que no es otro que la composición de la
litis! quien hace consistir su fin en la declaración de certeza o en
la actuación del derecho, confunde el fin con el medio, que
veremos, precisamente consiste en esa declaración de certeza o en
esa actuación- a lo más, la declaración de certeza o la actuación
del derecho podría ser el fin próximo, pero no el fin último del
proceso, la composición debe hacerse según el derecho o según la
equidad, y la conformidad con el derecho o con la equidad se
expresa mediante el concepto de justicia, la fórmula puede ser
integrada hablando de justa composición de la litis. Apenas hay
necesidad de advertir que si la justicia de la composición
constituye el fin, puede no corresponder a ella el resultado del
proceso; la inevitable eliminación de ésta, frente a aquél, es el
signo de su humanidad.78

77. CARNELUTTI, Studi, IV, 1939, p. 273; CARNELUTTI, Sciopero e


giuidiziio, en Rivista di dir. proc. 1949,1, p. 1.
77. CARNELUTTI, ob. cit, p. 36.

*9
CUADROS SIPNOTICOS ¿COMO SERÁ
EL NUEVO PROCESO LABORAL?
JUEZ PRECISA
PRETENSIONES
NO
ESCRITO DE
ACUERDO
CONTESTACIÓN
O
^ PUNTOS______} FIJA FECHA
SIN AUDIENCIA DE
CONCILIAR JUZGAMIENTO
3) ALEGATOS
4) SENTENCIA (60 MIN/
CASOS EXCEP. 5D
HÁBILES)___________

2) 20 A 30
ACTUACIÓN DÍAS
PROBATORIA HÁBILES
5 DÍAS
HÁBILES

NOTIFICACIÓN DE
SENTENCIA
VENTAJAS : MEDIDAS DE FAVORECIMIENTO
. Protección a la madre gestante, el menor de edad y la persona con discapacidad: derecho a la
defensa pública.

. Gratuidad del proceso cuando el monto total pretendido no supera las 70 URP (S/. 25,200.00).

. Exoneración del pago de tasas judiciales para el prestador de servicios cuando las pretensiones
son inapreciables en dinero.

. Comparecencia al proceso sin abogado: para los prestadores de servicios, siempre que lo
reclamado no supere las 10 URP (S/.3,600.00). En caso de montos mayores y hasta las 70 URP
será facultad del juez aceptar ello en atención a las circunstancias del caso. Formatos de demanda
aprobados por el Poder Judicial.
PRESUNCIÓN DE
LABORALIDAD
La acreditación de la existencia de un servicio pue
personal hará presumir la existencia de una da
relación laboral a plazo indeterminado, salvo que pro
barse en contrario.

PRESTACIONES PERSONALES DE SERVICIOS EN


EL ÁMBITO PÚBLICO

En el caso de prestaciones personales de servicios,


de naturaleza laboral o administrativa no es
necesario agotar la vía administrativa, salvo que
se haya establecido un procedimiento previo.
138 Ley N° 29.497

Artículo IV. Interpretación y aplicación de las normas en la resolución de los


conflictos de la justicia laboral
Los jueces laborales, bajo responsabilidad, imparten justicia con arreglo a la
Constitución Política del Perú, los tratados internacionales de derechos humanos y la ley.
Interpretan y aplican toda norma jurídica, incluyendo los convenios colectivos, según los
principios y preceptos constitucionales, así como los precedentes vinculantes del
Tribunal Constitucional y de la Corte Suprema de Justicia de la República.

El proceso judicial puede interpretarse como un ingenioso mecanismo capaz de


absorber cualquier conflicto que la sociedad le plantee, depurarlo mediante ciertas
prácticas, pasarlo por el tamiz de la ley, elaborado según la prudencia de los jueces y
devolverlo bajo la forma de una decisión que, si no termina con todas las aristas del
litigio, al menos lo presenta domesticado en sus aspectos más inmediatos y peligrosos.
Es vital para el funcionamiento de ese mecanismo que la base de admisión de los
conflictos a elaborar sea prác-ticamente ilimitada, pero también que, una vez admitido, el
conflicto quede rápidamente sujeto a crecientes constricciones que lo conduzcan hacia
un resultado admisible. En este sentido, la actuación de los diversos sujetos del proceso
se asemeja al de las paredes de un embudo en sus dos segmentos: uno más amplio, que
recibe el material, y otro más estrecho que lo dirige a su destino.
El segmento más amplio del embudo representa a los abogados. Cualquier
ciudadano que -con acierto o sin él- se considere con derecho a exigir la protección de la
ley debe ante todo dirigirse a un profesional del derecho habilitado para aconsejarlo y
defenderlo. En esta etapa
Ley N° 29.497 139

el letrado escucha a su cliente, extrae del relato las características que sean jurídica-
mente relevantes y elabora para el conflicto un modelo descriptivo que -en su
versión más favorable a los intereses del cliente-permita compararlo
razonablemente con las pautas legales en vigor. Expone su conclusión al inte-
resado, que resuelve desistir de su pretensión, si con ayuda del letrado descubre que
ella no tiene asidero jurídico o implica demasiado riesgo, o bien aceptar el plan de
su abogado si lo juzga al menos parcialmente satisfactorio.
Una vez que el letrado encuadra los intereses de su cliente y de los ele-mentos
aparentemente disponibles para sostenerlos dentro de los límites legales
razonablemente entendidos a su favor, la iniciación del proceso da lugar a la etapa
que puede representarse como el cono más estrecho del embudo, donde el letrado
asume la posición convenida con su cliente y la dirección del procedimiento
corresponde al juez. Es deseable y aun exigible que el magistrado reúna diversas
condiciones morales, intelectuales y técni-cas, pero de todas ellas la imparcialidad
es la más definitoria de la función. Si el abogado, obligado a defender a su cliente,
encauza las pretensiones que se le someten y —en caso necesario— las limita y
reordena, lo hace teniendo en vista que tales pretensiones han de someterse luego a
un individuo o a un grupo de individuos que no tienen obligación ni preferencia
alguna por cualquiera de las partes en relación con el litigio que haya de entablarse.
El centro de la función del juez consiste en resolver el litigio sin considerar a las
partes mismas, sino apreciando la posición de cada una a partir de los criterios
legales, interpretados y complementados por los criterios morales que el magistrado
esté dispuesto a aplicar de buena fe.
140 Ley N° 29.497

Que lo haga bien o mal es tema sumamente relevante (que, de paso, requiere a cada
observador decidir qué ha de entender por «bien» o «mal»); pero la principal garantía
que el juez debe proporcional a los litigantes consiste, antes que nada, en su neutralidad
frente al caso. Esta actitud le permite encauzar las posiciones incompati-bles de las
distintas partes, conducirlas en el desarrollo de sus planteos a lo largo del proceso y
adoptar, al final, una decisión que las contemple proyectadas sobre el trasfondo de la
ley79.
De las normas del procedimiento laboral referidas a la actuación del juez, cabe
destacar tres características que derivan del principio protector y del habitual carácter

79.La importancia de la neutralidad judicial se a puesto a veces en duda en materia de derecho de trabajo,
rama jurídica cuyo objetivo fundamental es proteger a una de las partes frente a la otra para compensar la
desigualdad de su poder de negociación. De aquí que durante muchos años se ha hablado de jueces obreristas y
de jueces patronales, que los magistrados son a menudo elogiados o criticados desde perspectivas políticas y que, en
épocas de gran confrontación política, se acuñaron desempolvaron expresiones como "la industriadel juicio".
Cabe aqui señalar que la ley laboral es una ley protectora y que esa finalidad, no solo visible en el contenido de
sus normas sino también en las tendencias ideológicas dotadas de consenso (principios) que se emplean para
interpretarlas y aplicarlas, ha de ser escrupulosamente respetada por cada magistrado, ya que todo ese
complejo representa el punto de equilibrio (llámese paz social o justicia social) que la comunidad ha
dispuesto para mantener cierta forma de convivencia; pero esa consideración, de orden general, no implica que
el juez deba tratar al trabajador con una preferencia procesal que exceda lo estableido no torcer en su favor el
sentido de las leyes, haciendo una especie de justicia social paternalista para el caso aislado. En este sentido
puede afirmarse que una ley protectora, imparcialmente aplicada, arroja un resultado previsiblemente protector,
en tanto cualquier ley, aplicada sin imparcialidad, ahonda los conflictos, mina de credibilidad del sistema
judicial y tienen a eliminar las ventajas colectivas del estado de derecho (Ver: Guisboug y otros, Procedimiento
Laboral, p. 72).
Ley N° 29.497 141
alimentario de las prestaciones reclamadas. Una con-siste en el impulso procesal de
oficio, que impide la caducidad de la instancia y traduce la naturaleza tuitiva del
derecho del trabajo en el ámbito procesal; otra es una restricción respecto de los
plazos fijados para las sentencias interlocutorias y definitivas. La tercera, la facultad
de fallar ultra petita.
Es preciso que, durante el proceso, los distintos sujetos dispongan de
comunicación expedita, confiable y fehaciente. En nuestro tiempo existen medios de
comunicación nuevos, con base electrónica y notables ventajas en cuanto se refiere a
aquellos requisitos; pero la ley procesal está concebida a partir del supuesto de que
la comunicación ideal-excluida la telefónica por su naturaleza volátil- dependen del
papel firmado, traído y llevado. Las peticiones y manifestaciones dirigidas al
tribunal se presentan por escrito en su sede, donde se les pone cargo, pero las
comunicaciones dirigidas a las partes y letrados requieren el conocimiento del lugar
donde ellos se encuentren o, al menos de un lugar donde a ellos competa la
responsabilidad de recibir lo que se les envíe. De ahí la importancia del domicilio
constituido-todo el que se presenta en juicio está obligado a decir dónde han de
dirigírsele las notificaciones y, mientras no lo cambie, queda obligado a recibirlas,
de tal suerte que ha de considerárselo notificado en el momento en el que la
comunicación llegue a ese domicilio, con independencia de que llegue o no llegue
físicamente a manos del interesado. Otra ficción igualmente útil pero más leve es el
domicilio real, en el que ha de citarse a las personas que aún no se han presentado a
juicio: la notificación se considera perfeccionada cuando llega al domicilio
denunciado, pero el interesado puede todavía
142 Ley N° 29.497

invocar y probar que no vivía en él, por lo que no debía hacerse responsable de recibir
las comunicaciones que allí llegasen.
Otra institución sobre la que vale la pena ejercer alguna reflexión tiene relación con
el costo del proceso. Sea cual fuere su resultado, el proceso judicial es una actividad que
irroga gastos- el pago de los servicios de quienes en él actúan (letrado, jueces,
funcionarios, peritos, martilieros), así como el valor de los elementos empleados
(edificios, mantenimiento, insumos) y de prestaciones de terceros (análisis clínicos,
viáticos, publicación de edictos). El Estado se hace cargo de los gastos de la organización
judicial y de sus propios agentes, para lo que recauda la tasa de justicia y dispone de
otros fondos públicos; pero los demás costos deben ser solventados por las partes. Esta
última modalidad impone distinguir dos etapas- la inicial, en la que cada uno ha de pagar
los servicios que contrate o solicite, y la final, en la que los costos se redisíribuyen y
compensan de acuerdo con el resultado del proceso. Esa etapa es conocida con el nombre
de costas y comprende a su vez dos regulaciones'• la distribución, en la que se decide en
qué medida (total o parcial) ellas han de quedar a cargo de cada una de las partes, y la
regulación, que establece la cuantía que cada profesional puede exigir al responsable
como secuela del proceso. Esto implica que, cualquiera sea el monto que un letrado haya
convenido con su cliente, sólo puede reclamar al tercero condenado en costas hasta la
concurrencia de la regulación; en esta última situación se hallan los peritos y otros
auxiliares, que no pueden convenir el monto de sus honorarios y han de atenerse a lo que
se les regule.
Ley N° 29.497 143

DIRECTIVAS PARA LA INTERPRETACIÓN DE LAS NORMAS EN LA


RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS LABORALES
La justicia laboral en su resoluciones no deberá apartarse jamás de los
postulados de la Constitución Política del Perú. Además, las sentencias laborales
-cuando así lo exigiera- respestará las mandas de los tratados internacionales de
derechos humanos y la ley.
Rescatamos que la norma en su afán de lograr la tan ansiada seguridad jurídica,
ordena al interpretar y aplicación de toda norma jurídica tener en cuenta los fallos
vinculantes del Tribunal Constitucional (TC) y de la Corte Suprema de Justicia de la
República.
144 Ley N° 29.497

TÍTULO I DISPOSICIONES GENERALES

CAPÍTULO I COMPETENCIA

Artículo 1 ".-Competencia por materia de los juzgados de paz letrados


laborales
Los juzgados de paz letrados laborales conocen de los siguientes procesos:
1. En proceso abreviado laboral, las pretensiones referidas al cumplimiento de
obligaciones de dar no superiores a cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP)
originadas con ocasión de la prestación personal de servicios de naturaleza laboral,
formativa o cooperativista, referidas a aspectos sustanciales o conexos, incluso previos o
posteriores a la prestación efectiva de los servicios.
2. Los procesos con título ejecutivo cuando la cuantía no supere las cincuenta (50)
Unidades de Referencia Procesal (URP); salvo tratándose de la cobranza de aportes
previsionales del Sistema Privado de Pensiones retenidos por el empleador, en cuyo caso
son competentes con prescindencia de la cuantía.
3. Los asuntos no contenciosos, sin importar la cuantía.

Concepto de competencia
La competencia es la asignación a un órgano jurisdiccional, de cierto tipo y grado,
de determinadas pretensiones procesales, con preferencia a los demás órganos de la
Jurisdicción en su manifestación laboral. De este modo podemos entender por
competencia la
Ley N° 29.497 145

regla o conjunto de reglas que deciden sobre dicha asignación.


Por competencia se entiende la disputa o la contienda. También puede
significarse la idoneidad o actitud y este último es el concepto que para los efectos
procesales nos interesa.
La competencia es pues la medida en que un órgano jurisdiccional participa
dentro de las funciones del Estado.
PEÑA HERRERA dice que la competencia es la facultad que tiene el Juez para
administrar justicia dentro de los límites de su jurisdicción.
Por su parte, ALSINA señala que es la actitud del Juez para ejercer su
jurisdicción en un caso determinado. Hay algunos principios que informan o relativo
a la competencia, a saber-
1.- Las normas de la competencia son de orden público; por tanto prevalecen
sobre la voluntad de las partes y deben interpretarse restrictivamente.
2.- Las normas de la competencia constituyen solemnidades sustanciales a
todos los procesos e instancias, y su violación u omisión producen la nulidad del
proceso y de la sentencia ejecutoriada.
3.- La competencia es prorrogable en los casos permitidos por la Ley.
La competencia, tiene su origen y fundamento en la necesidad de distribuir el
trabajo entre los numerosos órganos que componen el Poder Judicial.
Además de los principios de la competencia existen reglas específicas que
conviene consignar suscintamente^
146 Ley N° 29.497

1.- La primera regla que tiene que ver con el principio de legalidad, es de que la
competencia sólo puede ser establecida por la ley.
2.- La segunda regla, también de fijeza, establece que una vez fijada la competencia
no se altera por causas sobrevinientes, salvo ciertos casos señalados por ley o convenios
internacionales respectivos.

1. Modificación de la competencia
Los casos en que la competencia puede modificarse pueden ser-
- Aplicarse inmediatamente a las causas pendientes, siempre que no signifique
privar la validez a los actos procesales cumplidos, y salvo que contengan disposiciones
de las que resulte un criterio distinto.
- Constituye la excepción al principio precedente la circunstancia de que la causa se
encuentre ya radicada ante un tribunal determinado.
En materia civil corresponde admitir que existe radicación de la causa cuando se ha
trabado la litis por demanda y contestación o por vía de decisión de incidente sobre el
punto. Si hay varios demandados, debe tenerse en consideración la traba de la litis con el
último de ellos.
En la ejecución, cualquiera sea su especie, y por ende en la ejecución fiscal, la
oposición de excepciones equivale -a los efectos de la radicación de la causa-, a la
contestación de la demanda en los procesos de conocimiento. Por lo tanto, los autos que
se encuentren en la alzada, deben permanecer en la jurisdicción donde están radicados.
Ley N° 29.497 147

Dictada una ley que modifica la competencia, atribuyéndose a otro fuero, los
procesos en trámite deben ser remitidos a este último, siempre que en la ley no se
establezca lo contrario.
Los expedientes acumulados a otro que ya tiene radicación en un fuero, no son
alcanzados por las nuevas leyes de competencia, aun cuando en aquéllos no haya
mediado radicación.

2. Delegación y prorrogabilidad de la competencia


La competencia no es delegable, es la ley quien le otorga esa capacidad al
órgano jurisdiccional y consecuente sólo ella puede desplazarla hacia otro Juez o
Tribunal; garantizan esa indelegabilidad todas las leyes procesales del país. No debe
confundirse la delegación de la competencia con las funciones de mera comisión
que los órganos aptos confieren a otros auxiliares, ya que el juez o tribunal
comisionado no obra en ese caso por imperio propio, sino por orden de su superior. 1

3. Competencia propia y delegada


Tienen competencia propia los jueces que conocen de las causas en ejercicio
de las facultades que les confieren las leyes. Es delegada, en cambio, cuando
conocen por encargo de otros jueces. La primera, también llamada originaria o
retenida, es amplia, en tanto que la

1. BAÑOS HEBERTO A; "Funciones de mera comisión de los jueces de Paz de la Provincia de


Buenos Aires", nota en la Ley, t. 27, p. 161.
148 Ley N° 29.497
segunda tiene solamente la extensión que el delegante hubiese fijado. 2
Sin embargo, el juez requerido no actúa como delegado del oficiante, sino en
ejercicio de su propia competencia, limitada al cumplimiento de la diligencia •
comisionada.3

4. Comisiones de diligencias
En el curso del proceso muchas diligencias deben sustanciarse fuera del territorio
donde el juez tiene competencia.
En numerosos supuestos la diligencia podrá cumplirse directamente, mediante la
presentación del oficio, cédula, mandamiento, etc., ante la oficina respectiva. Pero en
otros casos, el juez la comisiona a otro juez, al que tiene competencia en el lugar donde
debe ser cumplida.
El medio de comunicación entre jueces de igual jerarquía y distinta circunscripción
territorial se denominaba exhorto. Cuando se dirigen a un tribunal superior se los llama
suplicatorias y si son enviadas a uno de jerarquía inferior se los designa órdenes o
comisiones.
5. Determinación de la competencia. Fundamento
La determinación de la competencia del órgano jurisdiccional debe hacerse de
conformidad con las

2. D 'ALESSIO YAÑEZ ALVAREZ, Código de procedimientos I. p. 25.


3. PALACIO, Derecho Procesal, I, p. 203.
Ley N° 29.497 149

normas legales atributivas de ella que se encuentren vigentes en el momento en que


se promueve la demanda o cuando queda trabada la litis. Sigúese de allí que la
acción debe ejercitarse ante el juez que corresponda en el momento de promoverla,
porque las leyes de competencia tienen efecto retro- activo con relación al momento
en que el vínculo sustancial ha nacido.4
Para decidir cuál es el juez competente no cabe atenerse a la ley que pueda
resultar en definitiva realmente aplicable, sino a la que se invoca como fundamento
de la acción entablada.
La primera pauta de que dispone el magistrado respecto de la naturaleza de la
cuestión surge de los términos de la demanda. Es que la determinación de la
competencia reconoce su sustento en fa naturaleza de la pretensión incoada y no en
el contenido contradictorio de la postura del demandado, lo cual no obsta a la
oportuna ponderación de las defensas articuladas para arribar a la decisión final del
asunto litigioso.
La competencia tiene su origen y fundamento en la necesidad de distribuir el
trabajo entre los numerosos órganos que componen el Poder Judicial.

6. Leyes que fijan la competencia


La competencia se determina con arreglo a las normas vigentes en la
oportunidad de la iniciación del proceso, atendiendo al estado de cosas existente en
dicha oportunidad, por lo que debe prescindirse de los

4. D'ALESSIO - YAÑEZ ALVAREZ, Ob. cit., p. 35.


150 Ley N° 29.497
hechos sobrevinientes a su iniciación. Contrariamente, las leyes modificatorias de la
competencia se aplican inmediatamente a las causas pendientes, aun en caso de silencio
de las mismas, y siempre que ello no importe privar de validez los actos procesales
cumplidos o que no contengan disposiciones de las cuales resulte un criterio distinto.
No existe causa pendiente si ha recaído sentencia firme que resuelve la litis.

7. Competencia por razón de territorio


Respecto al territorio es juez competente del lugar donde se encuentra el centro de
trabajo y el domicilio principal del empleador. En este caso será determinante la elección
del demandante.

8. Reglas de competencia territorial


Corresponde analizar las reglas de competencia territorial, que regula el art. 14
del C.P.C., expresando esta competencia es en principio prorrogable.
Es que la determinación de la competencia según un criterio territorial viene
impuesta con el fin de allanar a las partes los inconvenientes derivados de a distancia y a
obtener un mayor rendimiento de la justicia, que deriva de la aproximación entre la sede
del órgano judicial y el lugar de la producción de la prueba.
La razón determinante de la competencia territorial es la vecindad de la sede a las
personas o cosas que sirven al juez para la función jurisdiccional, vecindad con la cual
crece el rendimiento y decrece el costo del proceso. La determinación de tal competencia
implica entonces la
Ley N° 29.497 151

aplicación para el caso concreto de los principios procesales de economía, agilidad


e inmediación.
En el artículo se establecen reglas generales para fijar la competencia
territorial, en las diversas situaciones que se pueden presentar, así tenemos:
a) Persona natural, si se demanda a una persona
natural es competente el juez del lugar de su domicilio,
salvo disposición legal en contrario.
1.- Cuando el demandado carece de domicilio. Puede ser demandado en
cualquiera de ellos.
2.- Cuando el demandado carece de domicilio o este es desconocido. Es
competente el Juez del lugar donde se encuentre o el del domicilio del demandante,
a elección de éste último.
3.- Cuando el demandado domicilia en el extranjero.
Es competente el Juez del lugar del último domicilio que tuvo en el país.
b) Naturaleza de la pretensión u otra causa análoga.
Si por la naturaleza de la pretensión u otra causa análoga
no pudiera determinarse la competencia por razón de
grado, es competente el Juez Civil.

9. Competencia por razón de la materia


Este tipo de competencia se determinará por la naturaleza de la pretensión y
por las disposiciones que le regulan.
9.1. Régimen derogado
Siguiendo al art. 4, Ley N° 26.636 este tipo de competencia se ajustará a los
siguientes preceptos:
152 Ley N° 29.497
1. Las Salas Laborales de la Corte Superior conocen de
las pretensiones en materia de:
a. Acción popular en materia laboral.
b. Impugnación de laudos arbitrales emanados de
una negociación colectiva.
c. Acción contencioso administrativa en materia
laboral y seguridad social.
d. Conflictos de competencia promovidos entre
Juzgados de Trabajo y entre éstos y otros Juzgados de
distinta especialidad del mismo distrito judicial.
e. Conflictos de autoridad entre los Juzgados de
Trabajo y autoridades administrativas en los casos
previstos por la Ley.
f. Las quejas de derecho por denegatoria de recurso
de apelación^
g. La homologación de conciliaciones privadas.
h. Las demás que señala la Ley.
2. Los Juzgados de Trabajo conocen de las pretensiones
individuales o colectivas por conflictos jurídicos sobre:
a. Impugnación del despido.
b. Cese de actos de hostilidad del empleador,
incluidos los actos,de hostigamiento sexual, conforme a
la ley sobre la materia. (Inciso modificado por la 5ta.D.F. y C de la
Ley N° 27942 (27.02.2003)
c. Incumplimiento de disposiciones y normas
laborales cualquiera fuera su naturaleza.
d. Pago de remuneraciones y beneficios económicos,
siempre que excedan de diez (10) URP.
Lev N° 29.497 153

e. Ejecución de resoluciones administrativas,


sentencias emitidas por las Salas Laborales, laudos
arbitrales firmes que ponen fin a conflictos jurídicos o
títulos de otra índole que la Ley señale.
f. Actuación de prueba anticipada sobre derechos de •
carácter laboral.
g. Impugnación de actas de conciliación celebradas
ante las autoridades administrativas de trabajo,
reglamentos internos de trabajo, estatutos sindicales.
h. Entrega, cancelación o redención de certificados, pólizas, acciones y demás
documentos que contengan derechos o beneficios laborales.
i. Conflictos intra e intersindicales.
j. Indemnización por daños y perjuicios derivados de la comisión de falta grave
que cause perjuicio económico al empleador, incumplimiento del contrato y normas
laborales cualquiera fuera su naturaleza por parte de los trabajadores.
k. Los demás que no sean de competencia de los Juzgados de Paz Letrados y
los que la Ley señale.
3. Los Juzgados de paz Letrados conocen las pretensiones individuales,
sobre:
a. Pago de remuneraciones, compensaciones y
derechos similares que sean de obligación del empleador
y tengan expresión monetaria líquida hasta un máximo
de diez (10) URP.
b. Impugnación de las sanciones disciplinarias
impuestas por el, empleador durante la vigencia de la
relación laboral.
c. Reconocimiento de los derechos comprendidos en
154 Ley N° 29.497

el régimen de trabajo del hogar, cualquiera que fuere su cuantía.


d. Materia relativa al Sistema Privado de Pensiones,
incluida la cobranza de aportes previsionales retenidos
por el empleador.
e. Las demás que la Ley señale.(Articulo modificado por
Art. 2 de la Ley N° 27242, (24/12/99).
Debe tenerse presente que la competencia debe analizarse según la pretensión
principal deducida, sin detenerse en as posibilidades de viabilidad de las otras cuestiones
eventuales.
La aplicación del criterio objetivo orienta la distribución entre jueces de distinta
especialidad, considerando aspectos cualitativos -competencia ratione materiae- o
aspectos cuantitativos.5
La competencia por materia se determina por la naturaleza intrínseca del acto o
hecho con relevancia jurídica que se encuentra en la base del proceso.
En el artículo que se establece que la competencia por razón de la materia se
determina por la naturaleza de la pretensión y por las disposiciones legales que la
regulan.

10. La competencia funcional


La competencia funcional corresponde a los organismos judiciales de diversos
grados.
En forma indirecta, esta competencia constituye un aspecto de la objetiva, que
determina la formación de

5. DÍAZ, Instituciones, II, p. 534 .


Ley N° 29.497 155
diferentes tipos de tribunales pero se basa principalmente "en la distribución de las
instancias entre varios tribunales a cada uno de los cuales corresponde una función".
A cada grado pertenece una actividad, y los. interesados pueden renovar
mediante recursos, ante los grados de orden superior, sus demandas. Cada grado se halla,
pues, legalmente facultado para conocer de una clase de recursos.
En otros casos, los grados superiores tienen una competencia originaria o
propia, sobre cuestiones que no han conocido los inferiores.
La organización de los grados en la forma citada, nace de la posibilidad
humana de incurrir en error y de la necesidad social de enmendarlo. Los tribunales
de segunda instancia, están llamados a estudiar con mayor serenidad y más alto
criterio, los asuntos que conocen, y deben corregir, en lo posible, las causas del error
o de la arbitrariedad.
La jerarquización de los jueces no significa necesariamente jerarquización de la
administración de justicia. Muchos procesos terminan en primera instancia y la
intervención de los tribunales superiores, en los casos en que son requeridos, no tiene
por objeto dar mayor validez a lo resuelto por otros jueces, sino cumplir ciertas
garantías del proceso. Se trata, en una palabra, de una distinta competencia por razón
de actividad que ejercen los jueces, y no de una graduación de éstos por su
importancia. Por eso dentro de su esfera, en el ejercicio de la competencia diremos,
tanta categoría tiene un Juez de primera instancia como el de apelación.
156 Ley N° 29.497

11. Competencia por razón de cuantía


Según la Ley 26.636 la competencia por razón de cuantía se determina siguiendo
estas reglas
El valor económico de la pretensión es el que resulta de la suma de todos extremos
que contenga la demanda, en la forma en que se hayan sido liquidados por el
demandante.
El valor comprende sólo la deuda principal de cada extremo, no así los intereses,
costas, costos ni conceptos que se devengen en el futuro. (Art. 6).
La nueva ley 29.497, regula la determinación de la cuantía en su art. 5 o.
El valor económico del pleito determina en muchas legislaciones la competencia, el
procedimiento para el trámite del juicio y el régimen de las apelaciones. La base única
para establecer ese valor es la demanda, por ser el acto que da origen a la relación
jurídica procesal. En el curso del proceso puede variar el valor de la cosa demandada, sin
que se altere la competencia, ni el procedimiento, ni la apelabilidad, aun cuando en la
sentencia definitiva se tenga en cuenta esa mutación.
Las reglas en diversos casos que han de tenerse en cuenta para efectuar el cálculo
de la cuantía, éstas son:
a) Demanda con una pretensión, para calcular la cuantía se suma el valor del
objeto principal, los frutos, intereses y gastos, daños y perjuicios y otros conceptos
devengados al tiempo de la interposición de la demanda, pero no lo futuros.
b) Demanda con varias pretensiones, la cuantía se determina por la suma del valor
de todas.
Ley N° 29.497 157

c) Demanda con pretensiones subordinadas o alternativas, la cuantía se calcula


en base a la pretensión de mayor valor.
d) Varios demandados, la cuantía se determina por e valor total de lo
demandado.
La regla que se establece para determinar la cuantía en las pretensiones sobre
inmueble es: tener en cuenta el valor del inmueble vigente a la fecha de interposición
de la demanda.
Sin embargo, el juez determinará la cuantía de lo que aparece en la demanda y
su eventual anexo.
En caso de que la demanda y su eventual anexo no ofrezcan los elementos
suficientes para la estimación de la cuantía se tendrá en cuenta la competencia por
territorio, siendo por competente el Juez Civil. Cuando se calcule en exceso la
cuantía y como consecuencia de ello se declara fundado un cuestionamiento de la
competencia, el juez sancionará al demandante con el pago de una multa no menor de
una ni mayor de cinco Unidades de Referencia Procesal, más el pago de las costas
que le correspondiere.

12. Competencia por razón de función


En el anterior régimen (ley 26.636) eran competentes para conocer por razón de
la Función^
1. La Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema^
a. Del recurso de casación en materia laboral.
b. Del recurso de apelación de las resoluciones
pronunciadas por las Salas laborales en primera
instancia.
158 Ley N° 29.497

c. De los conflictos de competencia entre Juzgados Laborales de distinto Distrito


Judicial.
2. Las Salas Laborales o Mixtas de las Cortes Superiores, del recurso de apelación
contra las resoluciones expedidas por los Juzgados de Trabajo.
3. Los Juzgados Especializados de Trabajo, del recurso de apelación contra las
resoluciones expedidas por los Juzgados de Paz letrados en materia laboral.
El nuevo régimen (ley 29.497) trata este tipo de competencia en su art. 4 o.

CUESTIÓN AMIENTO DE LA COMPETENCIA

1. Elementos que determina la competencia


El territorio. La razón práctica de que los jueces deben estar en las diversas
circunscripciones del territorio de un Estado, determina que se fije su competencia
dentro de específicos linderos.
Estos constituyen los distritos judiciales que no necesariamente coinciden con la
demarcación política. En caso de duda debe consultarse la ley de creación del juzgado
para conocer exactamente los límites territoriales de su competencia.
Existen los distritos menores y mayores constituidos por la circunscripción
territorial dentro de la cual ejercenjurisdicción exclusivamente los jueces de la Instancia
y las Cortes Superiores, respectivamente. La Corte Suprema tiene competencia dentro de
los límites del territorio de la República.
Ley N° 29.497 159

La naturaleza del asunto. Fundado en el principio la especialización por regla


general, pero entre nosotros el principio de la división del trabajo.
El monto de la causa. Aunque todos los derechos requieren de las mismas
garantías, es claro que los. jueces económicamente menos importantes, no requieren
jueces con mucha experiencia ni deben imponer grandes gastos, pues generalmente
por lo menos, no son muy complicados, y así de ellos pueden ocuparse jueces con
menos requisitos y con determinadas y suscintas reglas de procedimiento.
La incompetencia puede darse por razón de:
a) la materia
b) la cuantía y
c) el territorio, esta siempre y cuando la competencia es improrrogabe. Tiene la
particularidad que puede promoverse de oficio, y por tal razón, puede pantearse en
cualquier estado y grado del proceso, sin perjuicio de que pueda ser invocada como
excepción.
En el Código de Procedimientos Civiles las cuestiones de competencia no
podían promoverse de oficio sino a instancia de la parte interesada.
Efecto de la incompetencia. Todo lo actuado será declarado o nulo y el proceso
concluirá.

2. Elementos renunciables
Pero estos elementos unos son renunciables por las partes y otros no. Los
elementos de naturaleza, grado, monto de la causa y turno, están establecidos de
conformidad con la organización del Poder Judicial y por
160 Ley N° 29.497
lo mismo constituyen leyes de orden público que no son renunciables (competencia
absoluta) y contra los cuales no vale la voluntad de las partes.
En cambio, la territorialidad, o sea la división de la competencia por razón de
territorio, se ha establecido por una razón práctica, en beneficio de los propios litigantes,
y por eso éstos pueden renunciar a este beneficio; esto es lo que constituye la prórroga de
la competencia (competencia relativa). La competencia se decide por el actor al
interponer la demanda! por el demandado al contestarla sin declinar jurisdicción; y por el
juez en dos ocasiones^ al admitir la demanda y al resolver la excepción de
incompetencia.

3. Medios para hacer efectivas las reglas que determinan la competencia


Nuestra ley franquea dos medios para dar eficacia a las normas sobre competencia^
la excepción que llamo impropiamente declinatoria de jurisdicción en vez de decir de
incompetencia, y la contienda de competencia en el C. de P. C.
La primera se plantea por la persona indebidamente emplazada por un juez, ante
este mismo juez que considera incompetente, para que decline seguir interviniendo en la
causa y así es esencialmente declinatoria.
Esta excepción es por naturaleza una excepción dilatoria, o sea que debe
interponerse antes de contestar la demanda, aunque procede también como perentoria,
planteándose al momento de absolver ese trámite.
Su estudio corresponde a la parte relativa a las excepciones.
Ley N° 29.497 161

La segunda es una acción inhibitoria porque por medio de ella la persona


indebidamente demandada ante un juez al que estima no le corresponde el
conocimiento de la causa, se presenta al juez que considera competente para que se
decida por un tercero, aun contra la voluntad del juez que lo ha emplazado y de
quien corresponde el conocimiento del asunto planteado.
Ambos medios se excluyen, esto es que el que emplea uno de ellos no puede
usar el otro simultánea ni sucesivamente.6

4. Conflictos de competencia
El conflicto de com petencia es la disputa de dos jueces respecto del
conocimiento de un mismo asunto. El conflicto es positivo, cuando ambos jueces se
disputan el conocimiento; y negativo, cuando ambos se niegan a conocer del mismo
asunto.

5. Contienda positiva y contienda negativa. Declinatoria e


inhibitoria
Ocurre la primera cuando más de un juez pretende ser competente, y la
negativa cuando todos los llamados a intervenir en el proceso niegan su
competencia.7 El conocimiento simultáneo desemboca, necesariamente, en una
contienda positiva.

6. PERLA VELAOCHAGA, Ob. cit., p. 114.


7. COLOMBO, C. Código procesal, I, p. 72.
162 Ley N° 29.497

La contienda afirmativa puede proponerse por declinatoria o por inhibitoria. Se


sigue la vía de la declinatoria cuando el demandado se presenta ante el juez que
interviene en el proceso y le pide que declare su incompetencia. Se promueve la
inhibitoria cuando el demandado se presenta ante el juez que cree competente, pidiendo
que declare tal competencia y remita oficio y exhorto inhibitorio al juez que está
conociendo en la causa a fin de que se abstenga de continuar interviniendo en su
sustanciación.

6. Requisitos de admisibilidad
Para que se suscite una cuestión de competencia, deben concurrir los siguientes
requisitos:
a) Proceso en trámite. Es decir, que no haya concluido
por sentencia, o por alguno de los modos anómalos de
terminación del proceso, v. gr., caducidad de la instancia,
desistimiento, etcétera.
En tal sentido, se ha entendido que es extemporáneo el planteo de la cuestión de
competencia por inhibitoria realizado cuando el juez exhortado recién tomó
conocimiento una vez que se había dictado sentencia.
b) Competencia excluyente. La petición de
competencia de un juez debe excluir la competencia de
otro.
c) No encontrarse preclusa. La cuestión no debe haber precluido para las partes.
d) Vías incompatibles. Elegida una vía, inhibitoria o declinatoria, no podrá en lo
sucesivo usarse de la otra.
e) Restricción de las vías admisibles. El Código
Ley N° 29.497 163

limita la vía de la inhibitoria solamente respecto de las cuestiones de competencia.


f) Fundamentación. El ordenado planteamiento de una contienda de
competencia requiere una suficiente determinación de los hechos sobre los que
versa la cuestión y la calificación legal que, en principio, pueda atribuírseles.

7. Las cuestiones de competencia y su razonabilidad


Las normas que rigen las cuestiones de competencia tienden a tutelar la
garantía de juez natural, de modo tal que no pueden considerarse violatorios de ella
a aquellos actos procesales razonables y oportunos, en la medida en que no estén
desviados de su objeto propio, sino inspirados en una eficaz administración de
justicia. Por eso, frente a una cuestión de competencia, debe adoptarse un criterio
que compatibilice la necesidad de su distribución de acuerdo con las normas que la
regulan y la necesidad de efectuar una efectiva prestación de justicia.
El alargamiento innecesario de las cuestiones de competencia puede significar
una efectiva denegación de justicia, que va en detrimento de la constitucional de la
defensa en juicio8.

8.Distintas vias para plantear la cuestión de competencia. Declinatoria.


Inhibitoria
La norma en examen establece dos vías para plantear la cuestión de
competencia- la declinatoria y la inhibitoria.

8. PALACIO, Derecho Procesal, II, p. 574.


164 Ley N° 29.497
Declinatoria. Debe articularse como excepción de incompetencia y en la
oportunidad establecida para oponer la excepción según el tipo de proceso
El justiciable pide se declare la incompetencia del juez, para lo cual debe
correlativamente afirmar la competencia de otro magistrado. Ello no obsta a que el juez
deba de oficio declinar su propia competencia, cuando se trata de incompetencia
absoluta. Una vez firme la resolución que declare procedente la declinatoria "se remitirá
la causa al juez tenido por competente".

9. Inhibitoria
A diferencia de la declinatoria (o excepción de incompetencia), tratándose de la
inhibitoria, se la deduce ante un juez que se considere competente. Requiere petición de
parte siendo ajena su aplicación oficiosa, porque su propia naturaleza no lo permite.
Esta institución -maguer las críticas que se le han efectuado por prestigiosos
procesalistas9- tiende a evitar que alguien sea demandado injustificadamente ante un
magistrado distante de su domicilio con los consiguientes inconvenientes para una
adecuada defensa en juicio de los derechos. 10
No se puede plantear ninguna cuestión de competencia una vez que se ha
consentido la intervención del magistrado actuante.
9. LASCANO, Jurisdicción y competencia, p. 23.
10. PODETTI, Tratado de la competencia, p. 308.
Ley N° 29.497 165

El trámite a seguir en caso que se admita la inhibitoria es el


Juez que se considera competente debe oficiar al Juez que conoce
el proceso, solicitándole que se inhiba y le remita el expediente.

10. Anexos y copias


El Juez que se considera competente al oficiar debe enviar
además del oficio, copia certificada del escrito de inhibitoria, de
sus anexos de la resolución que expida y de cualquier otra
actuación producida.

11. Notificación adicional


El Juez que se considera competente, además de oficiar
podrá dar aviso inmediato al otro Juez por facsímil oficial, telex
u otro medio.
Comunicación al demandante, cuando el Juez que conoce
el proceso recibe el oficio debe comunicar al demandante de la
inhibitoria.
Efecto de la interposición de la inhibitioria. Interpuesta la
inhibitoria el proceso debe suspenderse. La suspensión debe ser
ordenada por el Juez que conoce el proceso.
Contradicción de la inhibitoria. El demandante puede
contradecir la inhibitoria y ofrecer medios probatorios dentro del
tercer día de notificado.
Posiciones que puede adoptar el Juez que conoce el proceso
ante la interposición de la inhibitoria. Estas pueden ser:
1.- Se inhibe, y remite el proceso al Juez solicitante para
que se asuma el conocimiento del mismo.
166 Ley N° 29.497
2.- Se considera competente y remite todo lo actuado, al
Superior que deba dirimir la competencia! debe remitir también
el principal y comunicar al Juez solicitante.

12. Plazo para resolver los conflictos negativos y positivos de


competencia
El Superior debe resolver el conflicto de competencia sin
trámite alguno dentro de los cinco días de recibido. Al dirimir el
conflicto debe ordenar la remisión del expediente al Juez que
considere competente: con oficio al otro Juez.
Improcedencias. Es improcedente el pedido de informe oral.
Estado de juicio durante la sustanciación de la
competencia."Durante la sustanciación de la competencia, uno y
otro juez se abstendrá de todo procedimiento sobre lo principal;
pero si es urgente practicar alguna diligencia cuya omisión
causaría a la parte que la solicita perjuicio irreparable, la ordenará
cualquiera de los dos haciendo constar la urgencia".
La contienda de competencia constituye una cuestión
prejudicial, que exige por lo tanto ser resuelta antes de entrar a
resolver el fondo del pleito. En caso contrario se estaría
permitiendo a intervención de juez incompetente o de uno cuya
competencia está en tela de juicio y por decidirse. Por esto es que
durante la tramitación de la competencia, uno y otro juez deben
abstenerse de todo procedimiento sobre lo principal. Pero la regla
admite excepciones. Según la segunda parte de citado precepto
legal cualquiera de los dos jueces puede practicar las
diligencias con estas
Ley N° 167
29.497

condiciones- l) que sean urgentes! 2) que su omisión cause a


la parte que la solicita perjuicio irreparable! 3) con
constancia de la urgencia.
Sin duda que entre estas condiciones faltaría una cuarta
que puede impedir la posibilidad de resoluciones
contradictorias, cual es la de avisar al otro juez la medida
decretada.
Si se trata de competencia entre jueces de un mismo
distritojudicialy entre jueces de Primera Instancia, comunes o
privativos, es la Corte Superior del Distrito Judicial al que
pertenecen los jueces en conflicto según el art. 43.
Se entiende por distrito judicial, la circunscripción
territorial dentro de la cual una Corte Superior ejerce
jurisdicción.
Si se trata de jueces de distinto distrito judicial, es la
Corte Suprema la que debe dirimir. El conflicto de
competencia positivo el demandado ante un Juez
incompetente recurre ante su Juez propio, a fin de que
promueva contienda al que lo ha emplazado, para que se
establezca a quién le corresponde el conocimiento del caso,
entre órganos jurisdiccionales de diferente nivel jerárquico es
inadmisible.
Presentado el conflicto será el órgano superior quien
fije su propia competencia, esto lo hará ya sea de oficio, o a
solicitud del inferior o a pedido de parte.
Los conflictos de competencia se producen cuando
jueces de igual grado tratan de conocer o están conociendo de
un mismo asunto o ambos pretenden ser incompetentes para
conocer de él.
El nuevo Código Procesal Civil comprende los
168 Ley N° 29.497

conflictos de com petencia en el capítulo segundo del título


segundo bajo el epígrafe "cuestionamiento de la competencia",
éste epígrafe es el apropiado, ya que el código de procedimientos
civil tenía el epígrafe inapropiado de sustanciación de la
competencia.
La contienda de competencia reviste dos formas* positiva
cuando dos jueces pretenden asumir el conocimiento del mismo
litigio; y negativa, si ambos jueces pretenden ser incompetentes
en igual caso.
El conflicto de competencia positivo consiste en el recurso
de quien habiendo sido demandado ante un juez incompetente
recurre ante su juez propio. Se interpone pues, por e demandado,
ante su juez propio, entendiéndose por éste eljuez a quien estima
corresponde el conocimiento del caso.
El conflicto de competencia positivo puede darse'
a) entre jueces de un mismo distrito judicial y entre
jueces de primera instancia.
Se entiende por distrito judicial la circunstancia territorial
dentro de la cual una Corte Superior ejerce jurisdicción.
b) entre jueces de distinto distrito judicial. En el
primer caso, dirime la Corte Superior del Distrito
Judicial, y en el segundo, la Corte Suprema.
No se admite el conflicto de competencia positivo de
diferente nivel jerárquico.
En materia civil, la contienda no puede versar sobre la
competencia funcional, ya que los grados inferiores no pueden
conocer de los recursos que corresponden a los superiores ni éstos
de la demanda que se interponen ante aquéllos. Dentro de esta
estricta lógica procesal
Ley N° 169
29.497

tampoco es posible contienda de competencia por razón de la


cuantía porque esta se fija y señala previamente.
Las cuestiones ya mencionadas solo se dan en razón de
la materia y sobre todo, del territorio.
Para el pago de las costas y costos en una inhibitoria se
realizará teniendo en cuenta la resolución que la resuelve, así
tenemos que el pago debe efectuarlo, y
A) el demandante, si se resuelve en favor del Juez
requiriente.
B) el demandado que la promovió, si se resuelve en
favor del Juez requerido.
Se sanciona con una multa a la parte que al promover la
inhibitoria actúa con malicia, artificio o engaño. La multa es
impuesta por el órgano jurisdiccional dirimente y ésta oscila
de tres y cinco Unidades de Referencia Procesal.

COMPETENCIA INTERNACIONAL

El Juez peruano es competente para conocer los


procesos en los siguientes casos-*
1. De las acciones contra personas domiciliadas en
el territorio nacional, (art. 2057).
Competencia sobre personas domiciliadas en el caso de
acciones patrimoniales.
2. De los juicios originados por el ejercicio de acciones
de contenido patrimonial aun contra personas
domiciliadas en país extranjero, en los casos siguientes'
170 Ley N° 29.497

a) Cuando se ventilen acciones relativas a derechos


sobre bienes situados en la República. Tratándose de
predios dicha competencia exclusiva.
b) Cuando se ventilen acciones relativas a
obligaciones que deban efectuarse en el territorio de la
República o que deriven de contratos celebrados o de
hechos realizados en dicho territorio.
Tratándose de acciones civiles derivadas de delitos o faltas
perpetrados o cuyos resultados se hayan producido en la
República, dicha competencia es exclusiva.
c) Cuando las partes se sometan expresa o
tácitamente a su jurisdicción. Salvo convención en
contrario, contemporáneo o anterior a la sumisión, la
elección de tribunal es exclusiva, (art. 2058).
3. De los juicios originados por el ejercicio de
acciones relativas a universalidades de bienes contra
personas domiciliadas en país extranjero, cuando el
derecho peruano sea el aplicable para regir el asunto, de
acuerdo a sus normas de Derecho Internacional Privado.
Sin embargo, se respeta la competencia peruana para
conocer de las acciones relativas al patrimonio del declarado en
quiebra, respecto a los bienes situados en el Perú, y sin perjuicio
de lo dispuesto en el Título IV de este Libro, (art. 2061).
4. De los juicios originados por el ejercicio de
acciones relativas al estado y la capacidad de las personas
naturales, o a las relaciones familiares, aun contra
personas domiciliadas en el país extranjero, en los casos
siguientes:
a)Cuando el derecho peruano es el aplicable, de

3
Ley N° 171
29.497

acuerdo con sus normas de Derecho Internacional Privado,


para regir el asunto.
b) Cuando las partes se sometan expresa o tácitamente a
su jurisdicción, siempre que la causa tenga una efectiva
vinculación con el territorio de la República. (art. 2062).
5. Dictar medidas provisionales de protección de las
personas naturales que se encuentren en el territorio de la
República aun contra personas domiciliadas en país
extranjero, aunque carezcan de jurisdicción para conocer del
fondo del asunto, (art. 2063).
Cuando por la nacionalidad o el domicilio de las partes,
la ubicación de los bienes o el lugar de la realización de los
hechos o actos, o el señalado para el cumplimiento de las
obligaciones, surgen conflictos de leyes nacionales, se aplican
las normas de Derecho Procesal Internacional.

Artículo 2°.-Competencia por materia de los


juzgados especializados de trabajo
Losjuzgados especializados de trabajo conocen de los
siguientes procesos:
1. En proceso ordinario laboral, todas las pretensiones
relativas a la protección de derechos individuales, plurales o
colectivos. originadas con ocasión de la prestación personal
de servicios de naturaleza laboral, formativa o cooperativista,
referidas a aspectos sustanciales o conexas, incluso previos o
posteriores a la prestación efectiva de los servicios.
Se consideran incluidas en dicha competencia, sin ser
exclusivas, las pretensiones relacionadas a los siguientes:
a) El nacimiento, desarrollo y extinción de la prestación
personal de servicios; así como a los correspondientes actos
jurídicos.
172 Ley N° 29.497

b) La responsabilidad por daño patrimonial o extrapatrimonial,


incurrida por cualquiera de las partes involucradas en la prestación
personal de servicios, o terceros en cuyo favor se presta o prestó el
servicio.
c) Los actos de discriminación en el acceso, ejecución y
extinción de la relación laboral.
d) El cese de los actos de hostilidad del empleador, incluidos los
actos de acoso moral y hostigamiento sexual, conforme a la ley de
la materia.
e) Las enfermedades profesionales y los accidentes de trabajo.
f) La impugnación de los reglamentos internos de trabajo.
g) Los conflictos vinculados a una organización sindical y entre
organizaciones sindicales, incluida su disolución.
h) El cumplimiento de obligaciones generadas o contraídas con
ocasión de la prestación personal de servicios exigibles a institutos,
fondos, cajas u otros.
i) El cumplimiento de las prestaciones de salud y pensiones de
invalidez, a favor de los asegurados o los beneficiarios, exigibles ai
empleador, a las entidades prestadoras de salud o a las aseguradoras.
j) El Sistema Privado de Pensiones.
k) La nulidad de cosa juzgada fraudulenta laboral; y
1) aquellas materias que, a criterio del juez, en función, de su
especial naturaleza, deban ser ventiladas en el proceso ordinario
laboral. Conoce las pretensiones referidas al cumplimiento de
obligaciones de dar superiores a cincuenta (50) Unidades de
Referencia Procesal (URP).
2. En proceso abreviado laboral, de la reposición cuando ésta
se plantea como pretensión principal única.
3. En proceso abreviado laboral, las pretensiones relativas a
la vulneración de la libertad sindical.
Ley N° 173
29.497

4. En proceso contencioso administrativo conforme a la


ley de la materia, las pretensiones originadas en las
prestaciones de servicios de carácter personal, de naturaleza
laboral, administrativa o de seguridad social, dé derecho público;
así como las impugnaciones contra actuaciones de la autoridad
administrativa de trabajo.
5. Los procesos con título ejecutivo cuando la cuantía
supere las cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal
(URP).

En general, se llama competencia a la circunstancia en


la que se encuentra un funcionario o un organismo tal que el
ejercicio por él de cierta conducta más o menos formal
resulte en la creación de una norma11. Pero en el lenguaje del
procedimiento judicial la palabra adquiere un significado
más especifico^ suele llamarse jurisdicción la facultad que
los jueces tienen para resolver las causas sometidas a su
decisión, en tanto se reserva el nombre de competencia para
el ámbito, más o menos delimitado, en el que cada juez está
autorizado a ejercer su jurisdicción.
En este sentido, hay una competencia por razón del
territorio (los lugares a los que alcanza el poder del juez),
una competencia por razón de la materia (la naturaleza de los
conflictos que él está llamado a decidir) y una competencia
por razón de las personas (el conjunto de las

1 l.En este sentido, la competencia es parienta cercana de la


capacidad y también de la 'mputabilidad, que puede concebirse como la
forma penal de la capacidad. También se halla vinculada a ciertas
manifestaciones más específicas, como la personería o la personalidad
jurídica (individualidad dotada de cierta capacidad) y la legitimación activa y
pasiva, que son formas de la capacidad procesal dependientes del contenido
del litigio. Acerca de esta concepción general, conf. GUIBOURG,
RICARDO A., "Competencia", en Provocaciones en torno del derecho,
Buenos Aires, Eudeba, 2002, p. 53, y "Formalización de la competencia", en
pensar en las normas, Buenos Aires, Eudeba, 1999, p. 127.
174 Ley N° 29.497
personas, físicas o jurídicas, a quienes sus decisiones pueden
afectar). También puede hablarse de una competencia por razón
del tiempo (que abarca el lapso durante el cual el magistrado
ejerce su cargo, pero puede verse suspendida durante las ferias o
por motivos atinentes a la persona del juez), por razón de grado,
que permite distinguir entre jueces de diversas instancias, y por
razón del turno (que restringe la jurisdicción de un magistrado a
los litigios que, por vía de turno, de sorteo u otro procedimiento
legalmente establecido, le sean asignados para su conocimiento).
Todas estas razones son otros tantos límites que, en diversos
ámbitos, afectan la jurisdicción.12

Artículo 3°.- Competencia por materia de las salas


laborales superiores
Las salas laborales de las cortes superiores tienen competencia,
en primera instancia, en las materias siguientes:
1. Proceso de acción popular en materia laboral, a ser tramitado
conforme a la ley que regula los procesos constitucionales.
2. Anulación de laudo arbitral que resuelve un conflicto jurídico
de naturaleza laboral, a ser tramitada conforme a la ley de arbitraje.
3. Impugnación de laudos arbitrales derivados de una
negociación colectiva, a ser tramitada confonne al procedimiento
establecido en la presente Ley.
4. Contienda de competencia promovida entre juzgados de
trabajo y entre éstos y otros juzgados de distinta especialidad del
mismo distritojudicial.

12. Gurbourg y otros, Procedimiento Laboral, p. 52.


Ley N° 175
29.497

5. Conflictos de autoridad entre los juzgados de trabajo y


autoridades administrativas en los casos previstos por la ley.
6. Las demás que señale la ley.

Artículo 4o.- Competencia por función


4.1 La Sala de Derecho Constitucional y Social de la
Corte
Suprema de Justicia de la República es competente para conocer
de
los siguientes recursos:
a) Del recurso de casación;
b) del recurso de apelación de las resoluciones
pronunciadas por las salas laborales en primera instancia; y
c) del recurso de queja por denegatoria del recurso de
apelación o por haber sido concedido en efecto distinto al
establecido en la ley.
4.2 Las salas laborales de las cortes superiores son
competentes
para conocer de los siguientes recursos:
a) Del recurso de apelación contra las resoluciones
expedidas
por los juzgados laborales; y
b) del recurso de queja por denegatoria del recurso de
apelación o por haber sido concedido en efecto distinto al
establecido
en la ley.
4.3 Los juzgados especializados de trabajo son
competentes
para conocer de los siguientes recursos:
a) Del recurso de apelación contra las resoluciones
expedidas
por los juzgados de paz letrados en materia laboral; y
b) del recurso de queja por denegatoria dei recurso de
apelación o por haber sido concedido en efecto distinto al
establecido
en la ley.
176 Ley N° 29.497

Artículo 5°.- Determinación de la cuantía


La cuantía está determinada por la suma de todos los extremos
contenidos en la demanda, tal como hayan sido liquidados por el
demandante. Los intereses, las costas, los costos y los conceptos que
se devenguen con posterioridad a la fecha de interposición de la-
demanda no se consideran en la determinación de la cuantía.

Artículo 6°.- Competencia por territorio


A elección del demandante es competente el juez del lugar del
domicilio principal del demandado o el del último lugar donde se
prestaron los servicios.
Si la demanda está dirigida contra quien prestó los servicios,
sólo es competente juez del domicilio de éste.
En la impugnación de laudos arbitrales derivados de una
negociación colectiva es competente la sala laboral del lugar donde
se expidió el laudo.
La competenciapor razón de territorio sólo puede ser prorrogada
cuando resulta a favor del prestador de servicios.

Artículo 7o.- Regulación en caso de incompetencia


7.1 El demandado puede cuestionar la competencia del juez
por razón de la materia, cuantía, grado y territorio mediante excepción.
Sin perjuicio de ello el juez, en cualquier estado y grado del proceso,
declara, de oficio, la nulidad de lo actuado y la remisión al órgano
jurisdiccional competente si determina su incompetencia por razón
de materia, cuantía, grado, función o territorio no prorrogado.
7.2 Tratándose del cuestionamiento de la competencia del juez
por razón de territorio, el demandado puede optar, excluyentemente,
por oponer la incompetencia como excepción o como contienda.
Ley N° 177
29.497

La competencia de los jueces de paz letrados sólo se


cuestiona mediante excepción.
7.3 La contienda de competencia entre jueces de trabajo
y entre éstos y otros juzgados de distinta especialidad del
mismo distrito judicial la dirime la sala laboral de la corte
superior. correspondiente. Tratándose de juzgados de-
diferentes distritos judiciales, la dirime la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la
República.

NUEVO RÉGIMEN DE LA COMPETENCIA. LEY N°


29.497

El nuevo régimen de la competencia está regulado en los


arts. Io al 7o que por razones didácticas seguidamente
reproducimos

TITULO I
DISPOSICIONES GENERALES

CAPITULO I
COMPETEN
CIA

Artículo lVCompetencia por materia de los juzgados


de paz letrados laborales
Los juzgados de paz letrados laborales conocen de los
siguientes procesos:
1. En proceso abreviado laboral, las pretensiones
referidas al cumplimiento de obligaciones de dar no superiores a
cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP)
originadas con ocasión de la prestación personal de servicios de
naturaleza laboral, normativa o cooperativista, referidas a
aspectos sustanciales o conexos, incluso previos o posteriores a
la prestación efectiva de los servicios.
178 Ley N° 29.497

2. Los procesos con titulo ejecutivo cuando la cuantía no


supere las cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP);
salvo tratándose de la cobranza de aportes previsionales del Sistema
Privado de Pensiones retenidos por el empleador, en cuyo caso son
competentes con prescindencia de la cuantía.
2. Los asuntos no contenciosos, sin importar la cuantía.
Artículo 2°.-Competencia por materia de los juzgados
especializados de trabajo
Losjuzgados especializados de trabajo conocen de los siguientes
procesos:
1. En proceso ordinario laboral, todas las pretensiones relativas
a la protección de derechos individuales, plurales o colectivos,
originadas con ocasión de la prestación personal de servicios de
naturaleza laboral, formativa o cooperativista, referidas a aspectos
sustanciales o conexos, incluso previos o posteriores a la prestación
efectiva de los servicios.
Se consideran incluidas en dicha competencia, sin ser exclusivas,
las pretensiones relacionadas a los siguientes:
a) El nacimiento, desarrollo y extinción de la prestación
personal de servicios; así como a los correspondientes actos jurídicos.
b) La responsabilidad por daño patrimonial o extrapatrimonial,
incurrida por cualquiera de las partes involucradas en la prestación
personal de servicios, o terceros en cuyo favor se presta o prestó el
servicio.
c) Los actos de discriminación en el acceso, ejecución y
extinción de la relación laboral.
d) El cese de los actos de hostilidad del empleador, incluidos los
actos de acoso moral y hostigamiento sexual, conforme a la ley de
la materia.
Ley N° 179
29.497

e) Las enfermedades profesionales y los accidentes de trabajo.


f) La impugnación de los reglamentos internos de trabajo.
e) Los conflictos vinculados a una organización sindical y
entre organizaciones sindicales, incluida su disolución.
h) El cumplimiento de obligaciones generadas o contraidas
con ocasión de la prestación personal de servicios exigibles a
institutos, fondos, cajas u otros.
í) El cumplimiento de las prestaciones de salud y
pensiones de invalidez, a favor de los asegurados o los
beneficiarios, exigibles al empleador, a las entidades
prestadoras de salud o a las aseguradoras.
j) El Sistema Privado de Pensiones.
k) La nulidad de cosa juzgada fraudulenta laboral; y
1) aquellas materias que, a criterio del juez, en función
de su especial naturaleza, deban ser ventiladas en el proceso
ordinario laboral. Conoce las pretensiones referidas al
cumplimiento de obligaciones de dar superiores a cincuenta
(50) Unidades de Referencia Procesal (URP).
2. En proceso abreviado laboral, de la reposición cuando
ésta se plantea como pretensión principal única.
3. En proceso abreviado laboral, las pretensiones relativas
a la vulneración de la libertad sindical.
4. En proceso contencioso administrativo conforme a la
ley de la materia, las pretensiones originadas en las
prestaciones de servicios de carácter personal, de naturaleza
laboral, administrativa o de seguridad social, de derecho público;
así como las impugnaciones contra actuaciones de la autoridad
administrativa de trabajo.
5. Los procesos con titulo ejecutivo cuando la cuantía
supere las cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal
(URP).
180 Ley N° 29.497

Artículo 3°.- Competencia por materia de las salas


laborales superiores
Las salas laborales de las cortes superiores tienen
competencia, en primera instancia, en las materias siguientes:
1. Proceso de acción popular en materia laboral, a ser tramitado'
conforme a la ley que regula los procesos constitucionales.
2. Anulación de laudo arbitral que resuelve un conflicto jurídico
de naturaleza laboral, a ser tramitada conforme a la ley de arbitraje.
3. Impugnación de laudos arbitrales derivados de una
negociación colectiva, a ser tramitada conforme al procedimiento
establecido en la presente Ley.
4. Contienda de competencia promovida entre juzgados de
trabajo y entre éstos y otros juzgados de distinta especialidad del
mismo distritojudicial.
5. Conflictos .de autoridad entre los juzgados de trabajo y
autoridades administrativas en ros- casos previstos por la ley.
6. Las demás que señale la ley.
Artículo 4o.- Competencia por función
4.1. La Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República es competente para conocer de
los siguientes recursos:
a) Del recurso de casación;
a) Del recurso de apelación de las resoluciones pronunciadas
por las salas laborales en primera instancia; y
c) Del recurso de queja por denegatoria del recurso de
apelación o por haber sido concedido en efecto distinto al establecido
en la ley.
4.2 Las salas laborales de las cortes superiores son competentes
para conocer de los siguientes recursos:
Ley N° 181
29.497

a) Del recurso de apelación contra las resoluciones


expedidas
por los juzgados laborales; y
b) del recurso de queja por denegatoria del recurso de
apelación o por haber sido concedido en efecto distinto al
establecido
en la ley.
4.3. Los juzgados especializados de trabajo son
competentes para conocer de los siguientes recursos:
a) Del recurso de apelación contra las resoluciones
expedidas
por los juzgados de paz letrados en materia laboral; y
b) Del recurso de queja por denegatoria del recurso de
apelación o por haber sido concedido en efecto distinto al
establecido
en la ley.
Artículo 5°.- Determinación de la cuantía
La cuantía está determinada por la suma de todos los
extremos contenidos en la demanda, tal como hayan sido
liquidados por el demandante. Los intereses, las costas, los
costos y los conceptos que se devenguen con posterioridad a la
fecha de interposición de la demanda no se consideran en la
determinación de la cuantía. 'v
o
Artículo 6 .- Competencia por territorio
A elección del demandante es competente el juez del
lugar del domicilio principal del demandado o el del último
lugar donde se prestaron los servicios.
Si la demanda está dirigida contra quien prestó los
servicios, sólo es competente el juez del domicilio de éste.
En la impugnación de laudos arbitrales derivados de
una negociación colectiva es competente la sala laboral del
lugar donde se expidió el laudo.
La competencia por razón de territorio se lo puede ser
prorrogada cuando resulta a favor del prestador de servicios.
182 Ley N° 29.497

Artículo 7°.-Regulación en caso de incompetencia


7.1. El demandado puede cuestionar la competencia del juez
por razón de la materia, cuantia, grado y territorio mediante
excepción. Sin perjuicio de ello el juez, en cualquier estado y grado
del proceso, declara, de oficio, la nulidad de lo actuado y la remisión.
al órgano jurisdiccional competente si determina su incompetencia
por razón de materia, cuantía, grado, función o territorio no
prorrogado.
7.2. Tratándose del cuestionamiento de la competencia del
juez por razón de territorio, el demandado puede optar,
excluyentemente, por oponer la incompetencia como excepción o
como contienda. La competencia de los jueces de paz letrados sólo
se cuestiona mediante excepción.
7.3. La contienda de competencia entre jueces de trabajo y
entre éstos y otros juzgados de distinta especialidad del mismo
distrito judicial la dirime la sala laboral de la corte superior
correspondiente. Tratándose de juzgados de diferentes distritos
judiciales, la dirime la Sala de Derecho Constitucional y Social de la
Corte Suprema de Justicia de la República.

CAPÍTULO II
COMPARECENCIA

Artículo 8o.- Reglas especiales de comparecencia


8.1 Los menores de edad pueden comparecer sin necesidad de
representante legal. En el caso de que un menor de catorce (14) años
comparezca al proceso sin representante legal, el juez pone la
demanda en conocimiento del Ministerio Público para que actúe
según sus atribuciones. La falta de comparecencia del Ministerio
Público no interfiere en el avance del proceso.
8.2 Los sindicatos pueden comparecer al proceso laboral en
Ley N° 183
29.497

causa propia, en defensa de los derechos colectivos y en


defensa de sus dirigentes y afiliados.
8.3 Los sindicatos actúan en defensa de sus dirigentes y
afiliados sin necesidad de poder especial de representación;
sin embargo, en la demanda o contestación debe identificarse
individualmente a cada uno de los afiliados con sus
respectivas pretensiones. En este caso, el empleador debe poner
en conocimiento de los trabajadores la demanda interpuesta.
La inobservancia de este deber no afecta la prosecución del
proceso.
La representación del sindicato no habilita al cobro de
los derechos económicos que pudiese reconocerse a favor de
los afiliados.

SUJETOS DEL PROCESO


1. Generalidades
Para que haya juicio se requieren tres presupuestos-
1.- Una demanda
2.- Un órgano jurisdiccional; y
3.- Los litigantes o partes
De las personas que intervienen en los procesos, unas
son esenciales y otras son auxiliares. Entre las primeras se
encuentran el juez, el actuario, las partes y sus abogados, y el
representante del Ministerio Público cuando deba intervenir
como parte. Entra las segundas, ésto es las personas
auxiliares, se encuentran los peritos, los intérpretes, los
testigos, y depositarios judiciales, y más empleados
judiciales.
Otro criterio para clasificar a las personas auxiliares
que intervienen en los juicios es el de la parcialidad, pues
184 Ley N° 29.497

unas necesariamente son imparciales, como en el caso del juez!


mientras que otras son esencialmente parciales, como en el caso
de las partes y sus abogados.
Se dice también que unos son empleados públicos, como el
juez, el secretario y más empleados; y otros, como las partes y
sus abogados, no lo son.
Parte, es la persona interesada en un proceso y puede
sostener en él sus pretensiones compareciendo por sí misma o por
medio de representante, que puede ser legal o convencional.
Las partes son esencialmente dos' Actor y demandado. Pero
frente a las "partes" que intervienen en el proceso, tenemos los
"terceros" que eventualmente pueden intervenir en el proceso e
inclusive llegar a ser considerados partes, sin ser necesariamente
actor ni demandado. Tal es el caso del tercero perjudicado que
puede intervenir en el proceso en base por el cual se le reconoce
tercero a ser oído en cualquier proceso, cuando las providencias
judiciales le causen perjuicio directo. Esta intervención del
tercero es independiente de las tercerías.

COMPARECENCIA AL PROCESO

Parte es quien pretende y frente a quien pretende; o quien


reclama y frente a quien se pretende; o quien reclama y frente a
quien se reclama la satisfacción de una pretensión. 13 Es así que la
idea de parte se relaciona Con la pluralidad de sujetos que se
enfrentan en un litigio, en

13. GUASP, Derecho procesal III, p. 8.


Ley N° 185
29.497

cuanto el uno invoca una relación jurídica que obliga al otro.


En estos casos los sujetos jurídicos son dos y cada uno de
ellos es elemento de una pareja 14. De ahí la denominación de
Parte. Uno, primus, que demanda y otro, dos, secundus, que
es demandado, con lo que queda la denominación de tercero,
tertius, para todos los sujetos extraños al litigio.15
Cabe señalar que entre el concepto de sujeto procesal y
de parte existe una relación de género a especie. En el proceso
civil existen tres sujetos: demandante, demandado y juez; pero
sólo dos partes^ demandante y demandado. De ahí que si bien
la parte es sujeto del proceso, no todo sujeto es parte: tal el
caso del juez.16
Parte representa una calidad, no una persona y puede
estar integrada por varias personas. Es decir, puede haber más
de un sujeto que pretende y más de un sujeto contra el cual se
pretende. Lo primero da lugar a la legitimación plural activa y
lo segundo a la legitimación plural pasiva.17

1. Las partes. Concepto de parte


En términos generales, y sin perjuicio de las precisiones
que se formulan más adelante, cabe decir que es parte toda
persona (física o de existencia ideal) que reclama en nombre
propio, o en cuyo nombre se reclama la satisfacción de una
pretensión, y aquélla frente a la cual se reclama dicha
satisfacción.

14. CARNELUTTI, Sistema, 1, p. 33, N" 12


15. PODETTI, J. RAMIRO, Tratado de la tercería, p. 452.
16. FENOCHIETTO-ARAZI, Código procesal, 1, p. 170, 1.
17. MICHELI, Curso de Derecho procesal, 1. p. 198.
186 Ley N° 29.497

El concepto precedente, con el que básicamente coincide la


mayor parte de la doctrina contemporánea, exhibe las siguientes
notas fundamentales'
1.- Configura una noción que, por hallarse circunscripta al
ámbito del proceso, desestima la. diferencia formulada entre
partes en sentido material y en sentido formal. Son partes, en
efecto, quienes de hecho intervienen o figuran en aquél como
sujetos activos o pasivos de una determinada pretensión, con
prescindencia de que revistan o no el carácter de sujetos
legitimados para obrar o para contradecir en el concreto proceso
de que se trate, o sea independientemente de la titularidad de la
reacción sustancial controvertida. De manera que la ausencia de
legitimación puede determinar el rechazo de la pretensión en
virtud de no concurrir, respecto de ésta uno de los requisitos que
condicionan su admisibilidad; pero no afecta la calidad de parte
de quien ha deducido o frente a quien se ha deducida esa
pretensión;
2.- Sólo es parte quien actúa en nombre propio, o en
nombre de quien se actúa. Por consiguiente aquella calidad no
puede atribuirse a quien, como el representante, sea voluntario o
necesario, interviene en el proceso en nombre y en defensa de
un interés ajeno.
3.- En la medida en que la noción de parte implica un
enfrentamiento que se suscita, por lo menos, entre dos sujetos,
aquélla sólo es aplicable a los procesos contenciosos. Es en
cambio ajena al ámbito de los denominados procesos no
contenciosos, en los que cuadra reemplazar el concepto de parte
por el de peticionario aunque con la salvedad de que, frente a la
oposición de un tercero o del Ministerio Público con respecto al
pronunciamiento requerido, aquél adquiera el carácter
Ley N° 187
29.497

de sujeto pasivo de la correspondencia pretensión y, por lo


tanto, se convierte en parte.
Cabe añadir que en el proceso de conocimiento los
sujetos activo y pasivo de la pretensión procesal reciben,
respectivamente, la denominación de demandante y
demandado o de actor y demandado. Tales denominaciones,
que revisten carácter genérico, son utilizadas conjuntamente
con otras que se hallan vinculadas a ciertos tipos de procesos
o a la etapa procesal en que las partes intervienen. Así, v. gr.,
en los procesos de ejecución aquellos sujetos son también
denominados ejecutante y ejecutado o acreedor y deudor en
los procedimientos de impugnación de la sentencia las partes
son indicadas con los nombres de apelante y apelado o de
recurrente o recurrido, sin que ello altere la posición
originaria, activa o pasiva, que aquéllas han asumido en el
proceso.
El ordenamiento jurídico autoriza interposición de
pretensiones procesales por obra de determinados órganos
estatales que no cumplen esos actos en nombre propio sino
en defensa de intereses que afectan al orden público o social.
Es el caso de los representantes del Ministerio Público, entre
los cuales cabe a su vez distinguir los que integra el
ministerio de menores y las defensorías de pobres y
ausentes. La naturaleza de la actuación que incumbe a los
funcionarios que componen el primero de los mencionados
grupos no ofrece, en el caso, ninguna dificultad: se trata de
representantes de determinadas personas (incapaces, pobres
y ausentes), o bien integran una representación legal y no
corresponde, por lo tanto, adjudicarles el carácter de partes.
El concepto de parte comprende en su generalidad a
todo el que se presente ante un juez para formular una
188 Ley N° 29.497

pretensión jurídica ejercitable en justicia. Es parte el que inicia


una demanda contenciosa, el que pide una medida cautelar, el
que inicia una sucesión invocando su calidad de heredero o su
carácter de sucesor universal.
El término parte, violentando su sentido, alcanza también al
heredero único presentado en un proceso sucesorio. Quienes
mantienen la pureza de la denominación, reservan para aquellos
que no dirigen su pretensión contra alguien la denominación de
peticionario.18

2. Quienes pueden ser partes


Pueden asumir la calidad de partes los individuos físicos,
inclusive las personas por nacer, y todos aquellos que tienen
existencia jurídica, aun las simples asociaciones.
Cuando el sustituto procesal o el tercero ingresa al proceso,
se convierte en parte.

3. Principios inherentes a la calidad de parte


Los conceptos formulados, permiten la enunciación de tres
principios fundamentales que se vinculan íntimamente con la
calidad jurídica que caracteriza a las partes. Son ellos los de
dualidad, igualdad y contradicción, que serán examinados
seguidamente.

18. PALACIO, Derecho Procesal, III, p. 19.


Ley N° 189
29.497

4. Dualidad de las partes procesales


No cabe concebir la existencia de un proceso
contencioso con una sola parte ni con más de dos (principio
de dualidad de las partes). El hecho de que el proceso pueda
desarrollarse, total o parcialmente, mediante la participación
de varios actores o demandados, como ocurre en las hipótesis
de litisconsorcio e intervención adhesiva, no obsta a esa
necesaria dualidad, ya que ésta no se halla referida al número
de personas que intervienen o figuran en el proceso como
partes, sino a la posición (actora o demandada) que asumen
en él.
Tampoco enerva la vigencia de este principio la
circunstancia de que en el proceso como partes, sino a la
posición (actora o demandada) que asumen en él.
Tampoco enerva la vigencia de este principio la
circunstancia de que en el proceso intervenga, de hecho, una
sola parte, según sucede en el caso de la rebeldía, toda vez
que en derecho siempre son dos.

5. Igualdad de las partes procesales


Para la ley procesal, las partes tienen y deben tener
siempre igual tratamiento. Y a este principio no puede
escapar el Estado.

6. Contradicción de las partes procesales


Este principio requiere, fundamentalmente, que cada
una de las partes cuente, durante el desarrollo del proceso,
con razonables oportunidades de audiencia y de prueba. Por
lo tanto, así como al sujeto frente al cual se interpone la
pretensión debe acordársele la facultad de
190 Ley N° 29.497

hacer valer las alegaciones y los medios de prueba tendientes a


obtener el rechazo de aquélla, la misma facultad incumbe al
sujeto activo de la pretensión siempre que deba dictarse alguna
decisión susceptibles de afectar su situación jurídica.
La vigencia del principio analizado se satisface mediante el
otorgamiento de posibilidades de defensa y no exige, por lo
tanto, a diferencia de lo que ocurre en el proceso penal, la
efectividad del ejercicio de las referidas facultades, de manera
que no resulta desconocido cuando la parte interesada no hizo
valer, por omisión o negligencia, los medios de defensa, las
pruebas o los recursos que pudo utilizar en la correspondiente
oportunidad procesal.

7. Clases de partes procesales. Criterios clasificatorios


Si bien el concepto de parte es único, admite ciertas
variantes que permiten distinguir entre distinta clases de partes.
Las circunstancias que, fundamentalmente, pueden ser útilmente
adoptadas como criterios clasificatorios residen en la oportunidad
de la comparecencia de las partes, en su composición, en su
recíproca situación procesal, en su grado de vinculación con el
objeto del proceso y en carácter imperativo o facultativo de su
citación o participación en éste. Sobre esa base cabe hablar,
respectivamente, de partes originarias y sucesivas, simples y
complejas, principales y accesorias, permanentes y transitorias y
necesarias y voluntarias.
Ley N° 191
29.497

8. Partes procesales originarias y sucesivas


Son partes originarias aquellas que deducen o se
oponen a la pretensión contenida en la demanda o,
eventualmente, en la contestación a ésta, o sean el actor,
comparecen espontáneamente o son citadas al proceso a raíz
de la petición formulada por alguna de las partes originarias.

9. Partes procesales simples y complejas


Las partes son simples o complejas (o múltiples) según
que, respectivamente, estén constituidas por un solo sujeto o
por dos o más. Este último supuesto se configura en los casos
de litisconsorcio y de intervención adhesiva (litisconsorcial y
simple).

10. Partes procesales principales y accesorias


Son partes principales aquellas que hacen valer, como
fundamento de su pretensión u oposición, un derecho propio,
en tanto que cabe denominar partes accesorias a las que sólo
están habilitadas para invocar un interés coincidente con el
derecho aducido por las partes principales. La importancia
práctica de esta distinción radica en que mientras las partes
principales, (demandante y demandado, intervinientes
litiscosorciales, etc.) gozan de autonomía en la gestión
procesal, la actuación de las partes accesorias se halla
subordinada a la de aquéllas. Tal lo que ocurre con el caso del
interviniente adhesivo simple.

11. Partes procesales permanentes y transitorias


Correspondencia la denominación de partes perma-
192 Ley N° 29.497

nentes a los sujetos activos o pasivos de la pretensión que motiva


el proceso, sea que actúen desde el comienzo de éste (actor y
demandado) o que se incorporen con posterioridad como
intervinientes principales o accesorios, cualquiera sea la forma en
que se haya verificado esa intervención (espontánea o coactiva).
Son en cambio partes transitorias o incidentales aquellas que,
durante el transcurso del proceso, hacen valer un derecho propio
e independiente del invocado por las partes permanentes,
limitando su actuación a una determinado etapa o trámite de
aquél. En esta categoría de partes cabe incluir al perito, en el
incidente promovido con motivo de recusación.

12. Partes procesales necesarias y voluntaria


Son partes necesarias aquellas cuya citación al proceso
resulta indispensable para integrar el litigio como actoras o
demandadas y partes voluntarias las que se incorporan a aquél
sin llamamiento forzoso previo, como ocurre en el caso de
acumulación subjetiva de pretensiones y en las hipótesis de
intervención excluyente y adhesiva.
13. Capacidad jurídica para ser parte procesal
Este tipo de capacidad se refiere a la posibilidad jurídica de
figurar como parte en un proceso y constituye una proyección en
el ámbito procesal de la capacidad de derecho genéricamente
considerada, de manera que cabe definirla como la idoneidad
reconocida por el ordenamiento jurídico para ser titular de
derechos y deberes procesales.
Ley N° 193
29.497

Del principio genera en cuya virtud es persona todo


ente susceptible de adquirir derechos contraer obligaciones se
infiere que toda persona, por el sólo hecho de serlo, goza de
capacidad para ser parte. En consecuencia, la adquisición y
pérdida de esta clase de capacidad ha de coincidir
necesariamente con la adquisición y pérdida de la
personalidad.
Por aplicación de las reglas generales, las personas
naturales o de existencia visible adquieren capacidad para ser
partes desde la concepción en el seno materno y la pierden
con la muerte, sea que este hecho resulte acreditado mediante
el hallazgo o identificación del cadáver o que el jaez lo tenga
por comprobado en el supuesto de que la desaparición de la
persona se haya producido en circunstancias tales que la
muerte deba ser tenida como cierta.
Tienen también capacidad para ser partes las personas
jurídicas, sean de derecho público o de derecho privado, así
como los Estados extranjeros, los órganos derivados de su
división territorial y las entidades públicas o privadas
existentes en ellos.
La regla general es de la capacidad y toda persona tiene
capacidad de derecho, pero en algunos casos no pueden
ejercerse esos derechos, o no se tiene la capacidad de
ejercicio. De ahí que se distingue la capacidad para ser parte,
de la capacidad procesal. La regla de la capacidad, como
norma de carácter general la establece el art. 42 del Código
Civil. La incapacidad absoluta es la excepción y obedece a
razones físicas, como el caso de los dementes, los impúberes,
y los sordomudos que no pueden dar a entender por escrito,
(art. 43 y 44 del C.C.).
194 Ley N° 29.497

14. Capacidad procesal para ser parte procesal


No todas las personas que, como tales, tienen capacidad
jurídica para ser partes se hallan dotadas de capacidad procesal,
o sea de la aptitud necesaria para realizar, por sí mismas, actos
procesales válidos.
Este tipo de capacidad supone, por lo tanto, la aptitud legal
de ejercer los derechos y de cumplir los deberes y cargas
inherentes a la calidad de parte, de manera que vienen a reeditar,
en el marco del proceso, los principios que el derecho privado
consagra en materia de capacidad de obrar o de hecho.
Las personas que carecen de toda aptitud para actuar por sí
mismas y válidamente en un proceso deben hacerla en su lugar
los representantes.
En el proceso intervienen además del Estado, sujeto pasivo
de la relación procesal, representado por el juez otros sujetos -
personas naturales o jurídicas-titulares de los derechos de acción
y de contradicción, denominados partes. En el proceso
intervienen el Juez como representante del Estado con el objeto
de realizar actos de dirección, de gobierno y de decisión y, por
otro lado, las partes que no pueden crear vinculados y relaciones
distintas de aquellas de derecho material basadas en los intereses
cuya realización persiguen.
El Estado interviene también en el proceso como parte, al
igual que sus dependencias, o las empresas públicas privadas
con participación económica, todos ellos se someterán al Poder
Judicial sin más privilegios que los expresamente señalados en
este código, como por ejemplo la exención y exoneración de
costas y costos.
Configura un ejemplo de legitimación procesal anómala o
extraordinaria pues a través de la sustitución
Ley N° 195
29.497

procesal se opera una disociación entre el sujeto legitimado


para obrar en el proceso y el sujeto titular de la relación
jurídica sustancial en que se funda la pretensión.
Cuadra añadir que esa circunstancia gravita sobre la
carga de la prueba, por cuanto el sustituto no sólo debe
acreditar la existencia de la relación jurídica constituida
entre el sustituido y el tercero sino también, como
fundamento de su legitimación, la de la relación jurídica
que lo vincula con el sustituido.

15. Sustitución y representación procesal


A fin de diferenciar debidamente a sustitución de la
representación es pertinente puntualizar las siguientes
circunstancias-*
1) Mientras el sustituto reclama la protección
judicial en nombre e interés propios -aunque en virtud
de un derecho u obligación conectados a una relación
jurídica ajena-, el representante actúa en nombre de un
tercero -el representado- y carece de todo interés
personal en relación con el objeto del proceso!
2) La existencia de representación torna inadmisible
la actuación procesal simultánea del representante y del
representado, de manera que el representado puede, en
cualquier momento del proceso, desplazar la actuación
del representante y obrar a título personal.
Por el contrario ningún impedimento legal se opone a
la actuación procesal conjunta del sustituto y de sustituido,
careciendo el primero de facultades para oponerse a la
intervención del segundo!
3) La representación puede originarse tanto en la
196 Ley N° 29.497

voluntad del representado (representación voluntaria) cuando en


la ley (representación necesaria), en tanto que la sustitución sólo
puede derivar de una disposición legal que habilite al sustituto
para interponer la pretensión o para oponerse a ella;
4) Mientras en la hipótesis de sustitución la cosa juzgada e
gen e la sentencia afecta al sustituto y sustituto en la
representación aquélla solo alcanza al representado.

REPRESENTACIÓN PROCESAL

1. Representación en juicio
Todo litigante tiene el derecho de comparecer
personalmente ante cualquier juez para la defensa de sus
derechos, pero en algunos casos es la parte misma quien delega
esa intervención en un tercero que actúa en nombre suyo,
mientras que en otros, por tratarse de incapaces de hecho, la ley
impone la intervención de la persona que integra su capacidad.
En el primer supuesto existe representación convencional, y en el
segundo representación legal.

2. Representación procesal. Concepto


Constituye un presupuesto procesal que las partes que
actúen en el proceso tengan capacidad civil para obrar enjuicio.
En caso de que lo hagan a través de un representante, que éste sea
un poder válido y suficiente. La ausencia o insuficiencia de este
presupuesto debe ser controlado de oficio por el juez (inc. 2 del
art. 425, inc. 1 de art. 426 del C.P.C.), sin perjuicio de que la
contraparte
Ley N° 197
29.497

pueda deducir la excepción incapacidad de demandante o de


su representante, (art. 446 inc. 2).
Las partes pueden actuar en el proceso personalmente o
por medio de un representante.
En este segundo caso, generalmente motivado por
razones de seguridad, economía o comodidad,
despreocupándose así de tener que intervenir y vigilar la
marcha del proceso.
El representante está facultado para la tramitación de
pleito en todas las instancias, interponer recursos, intervenir
en los incidentes, etc., salvo para aquellos actos que deba
cumplir perso-nalmente la parte.

3. Clases: voluntaria y necesaria


La representación, a su vez, puede ser- voluntaria o
necesaria. La primera se denomina así por ser facultativo de
la parte hacerlo, instituyendo un apoderado para que la
represente en proceso, ya que en el orden nacional no se
exige acto personalmente.
En cambio, es obligatorio el patrocinio letrado.
La segunda se llama necesaria por cuanto se basa en
imperativos legales, debido a la calidad de las personas. Si
son físicas, por tratarse de incapaces de hecho; las ideas, por
requerir obviamente el concurso de individuos que actúen en
su nombre.

4. Demostración de la personería
Quien se presenta en proceso por un derecho ajeno,
vale decir, invocando la representación convencional o legal
de un tercero, debe acreditarlo con la presentación
198 Ley N° 29.497

de los pertinentes documentos. Su agregación debe ser hecha, en


principio, en el momento de comparecer por primera vez en el
proceso, más que con el "primer escrito". La falta de
presentación de los documentos que justifiquen la personería no
queda suplida con la aceptación de la parte contraria, ya que ello
podría dar lugar absurdo de sustanciar todo un proceso sin real
intervención de una de ellas.

5. Quienes la pueden ejercer


Sólo podrá ser ejercitada-
1) Por los abogados
2) Por los procuradores
3) Por los que ejerzan una representación legal. Hay dos
clases de capacidad: de goce y de ejercicio.
La capacidad de goce es la aptitud para ser titular de un derecho,
la capacidad de ejercicio es la que permite a las personas
ejercitar por sí misma los derechos de los que son titulares.
Todas las personas por el simple hecho de nacer con vida,
tienen capacidad de goce o de derecho; la capacidad de ejercicio
sólo se adquiere mediante ciertas condiciones de idoneidad que
la ley. Para comparecer ante el juez se requiere la capacidad de
ejercicio, que siempre supone la de goce. Desde el punto de vista
procesal esta capacidad constituye la legitimación procesal.
Se distingue también las personas que pueden comparecer.
El ejercicio irregular del derecho nació como una
Ley N° 199
29.497

institución jurídica correspondiente al reconocimiento


extensivo de la libertad, y que permite al juez calificar de no
lícitas las conductas que al no estar expresamente impedidas,
no son ilícitas pero tampoco se conforman la adecuada
marcha de la sociedad, de ahí que el Código Procesal Civil se
da la posibilidad al demanda dé demandar al resarcimiento
por los daños y perjuicios que haya sufrido por el ejercicio
irregular del derecho de acción civil, además de abogado por
el litigante malicioso de las costas costos y multas
establecidas en el proceso terminado. Para hacer valer este
derecho el proceso deberá haber concluido por resolución que
desestima la demanda.
Las personas jurídicas necesitan valerse de personas
físicas para disfrutar de su capacidad de ejercicio. Estas
personas son designadas libremente y son obligatoriamente
las personas que desempeñan ciertos cargos dentro de
entidades; por razón de su cargo son los representantes de
ellas. Conforme al art. 16 de la L. G. S. la sociedad será
representada por una o más personas, según lo establece el
contrato social. La representación debe ser inscrita en el
Registro.
Conforme a artículo bajo comentario existe
patrimonio autónomo cuando dos o más personas tienen un
derecho o interés común con respecto a un bien, sin constituir
una persona jurídica.
Para la representación de éste se debe tener en cuenta su
posición en el roe o demandado, sí tenernos1
a) Si son demadantes, al igual la sociedad conyugal,
serán representados por sus partícipes.
b) Si son demandados, la representación la ejercen la
totalidad de personas que la conforman, teniéndose en
200 Ley N° 29.497

cuenta que- cuando la decisión a recaer en el proceso afecta


de manera uniforme a todos, sólo será expedida válidamente
si todos son emplazados, salvo disposición legal en
contrario, (art. 93 C.P.C.).
Si se desconociera a uno o más de los integrantes del
patrimonio autónomo se nombrará un curador procesal para
que lo represente.
Sanción a imponerse para el que comparece como
demandado y oculta que el derecho discutido pertenece a un
patrimonio o autónomo del que forma parte. Se le impone
una multa no menor de diez ni mayor de cincuenta
Unidades de Referencia Procesal, sin perjuicio del pago por
haber actuado con malicia.
Tienen capacidad procesal determinadas entidades, que
no constituyan personas jurídicas, pero que sí pueden ser
parte en el juicio en sentido formal. Tales entidades se
denominan patrimonios autónomos.
La capacidad procesal es la actitud para iniciar y seguir
un proceso en nombre propio, como representante de otro, o
para conferir representación procesal.
Derivan de la capacidad procesal los siguientes
derechos- a) comparecer ante el Juez directamente; b)
comparecer en nombre de otro; y el hacerse representar
voluntariamente.
Derivan de la capacidad procesal, los siguientes
derechos- a) comparecer ante el juez directamente; b)
comparecer en nombre de otro; y c) hacerse representar
voluntariamente.
Las indicadas facultades corresponden a quienes
"ejercen por sí sus derechos civiles" y faltan en los que
dependen de otras personas en el ejercicio de tales derechos.
Ley N° 201
29.497

Gozan de capacidad procesal, según nuestro


ordenamiento legal, quienes ejercen por sí sus derechos
civiles, esto es, los mayores de 18 años que tienen plena
capacidad negocial o de ejercicio, y pueden obligarse por sí
mismos.
La incapacidad procesal es la negación de la negocial o
de ejercicio no es susceptible de modificaciones. Constituye
una restricción completa.
Tendrán capacidad para estar enjuicio, prescribe ese
dispositivo, las personas que tengan el libre ejercicio de los
derechos que en él se hagan valer. Las personas que no
tengan el libre ejercicio de sus derechos, agrega, no podrán
estar enjuicio sino representadas, asistidas o autorizadas
según las normas que regulen su capacidad.
La capacidad procesal constituye un presupuesto
procesal (Prozessvoraussetznugen), esto es, requisito previo
para que el juicio pueda prosperpar, y el órgano
jurisdiccional pueda conocer del fondo mismo del asunto.
Algunas legislaciones facultan al tribunal para rechazar
de oficio las demandas que carezcan de presupuesto
procesales o "requisitos previos". Otras, atribuyen la
vigilancia de los presupuestos a las partes, confiriéndoles la
potestad de interponer excepción dilatoria.
Los actos realizados por incapaces dentro del proceso,
carecen de validez legal.
Como la capacidad procesal constituye un presupuesto
o requisito previo, en caso de representación legal, ésta debe
ser comprobada en el escrito de demanda para evitar que se
objete la falta de tal presupuesto que, en los sistemas que
reconocen al tribunal la facultad de
202 Ley N° 29.497

examinarlo de oficio, daría lugar a que su presentación fuera


rechazada.

APODERADO JUDICIAL

1. Comparecencia por medio de otra persona


Nótese que se trata de una facultad de las personas capaces
para poder litigar o no por medio de otra, pero hay casos en que
por excepción o por la naturaleza de la persona (persona jurídica)
se les impone esta manera de litigar.
Consiste en la designación que hace un litigante para que
otra persona ejercite su representación en juicio. Se trata de una
forma de contrato de mandato civil por el cual una persona
llamada mandante, encarga a otra que se denomina mandatario o
apoderado que ejercite por ella las facultades y asuma las
obligaciones que las leyes procesales establecen. 19 Se rige, por
tanto, por las reglas generales del contrato mencionado.

2. Apoderados
Son los representantes de las personas físicas capaces.
Esta justificado que una persona capaz litigue por medio
de apoderado sin ninguna restricción y sin que pueda negársele
tal forma de litigar, ya lo haga por razón

19. PERLA VELAOCHAGA, ERNESTO, Juicio Ordinario, p. 31.

I
Ley N° 203
29.497

de ausencia del lugar donde se tramita el proceso, carencia


de tiempo o de ánimo para atenderlo o por otros motivos. Ni
siquiera es necesario que exista causa alguna, pues basta la
voluntad de la persona para que emplee esta forma de litigar,
sin que proceda restricción alguna que le impida hacerlo.
Esta facultad se ejercita sin perjuicio de su personal
como perecencia en diligencias de carácter personal. Se
puede exigir la comparecencia personal al juzgado, del
litigante que actúa por medio de apoderado, cuando se trata
de actuaciones que para que llenen sus objetivos, por tratarse
de esclarecimiento de hechos personales, deben pronunciar
sobre ellos las mismas personas que los practicaron o a
quienes se les atribuyen! así para la declaración de parte
reconocimiento de documentos, juramento decisorio, puede
exigir una parte que la otra acuda personalmente, aunque
tenga apoderado constituido con facultad para practicar estas
diligencias.
Por otra parte el mandante tiene la facultad irrestricta
de salir a juicio en cualquier momento, revocando o no el
poder que tenga constituido, y también la de sustituirlo en
las circunstancias y persona que más le conviniere.
El representado y sólo él, puede decidir que tales
diligencias personales se entiendan con su apoderado; el
contrario, puede aceptar esta decisión, o exigir la
intervención personal del mandante.
La representación de las personas físicas capaces
puede ser voluntaria, y excepcionalmente obligatoria.
El Estado, las entidades de derecho público y los
órganos constitucionales autónomos, también pueden
hacerse representar por apoderados judiciales
204 Ley N° 29.497

especiales, y los harán siempre que lo estimen conveniente en los


siguientes casos:
a) por razón de la especialidad.
b) por importancia del asunto discutido.
c) por la distancia; o circunstancias.

3. Aptitud para ser apoderado


La regla general es que pueden ser apoderados las personas
que gozan del ejercicio de sus derechos civiles. Debe no darse
que hay personas que pueden comparecer ante el juez y que sin
embargo no gozan de sus derechos civiles, que tienen una
legitimación procesal restringida; éstas no pueden ser
apoderados, tales los casos de la madre menor de edad, de los
menores de 14 años, etc. Se requiere, pues, la capacidad plena por
haber alcanzado los 18 años de edad.
El poder no requiere de una aceptación expresa; el simple
apersonarse en su ejercicio es una aceptación tácita y suficiente.
Pero como toda regla tiene una excepción en este caso está dada
cuando se trata de un poder otorgado en el extranjero, en este
caso, la presunción no procede, por lo tanto el poder debe ser
aceptado expresamente por el apoderado. La aceptación deberá
constar en el escrito en que se apersona como apoderado.
Teniendo en cuenta la forma de otorgar el poder este puede
ser otorgado:
a) Por escritura pública; o
b) Por acta ante el juez del proceso.
Ley N° 205
29.497

4. Eficacia
Para que el poder tenga eficacia procesal debe haber
sido otorgado cumpliendo con todos los requisitos;
capacidad del apoderado y forma pertinente no se requiere
formalidad de la inscripción en los Registros Públicos para
reconocerle eficacia.

5. Poderes
Deben ser hecho en escritura pública los poderes
generales o especiales que deban presentarse en el proceso.
Existen dos especies de poderes- a) generales para los
asuntos judiciales, que lo autorizan a representar al m
andante en todos los procesos civiles, yb) especiales, para
determinados asuntos. Sólo puede intervenir en los asuntos
para los cuales fue conferido el poder.
Quien ha recibido mandato general de administración
puede representar en juicio a sus mandantes, pero sólo
respecto de tales actos. A tal efecto, se considera acto de
administración el que hace desempeñar al patrimonio o a los
bienes que lo componen individualmente, su función
económica.
Más allá de esos casos, sólo se lo autoriza para cumplir
los actos procesales de carácter urgente.

6. Representante de sociedades
Debe acompañar los instrumentos que acrediten no
solamente el acta de la designación sino también las
disposiciones del estatuto y su inscripción, que fijen la
legitimidad de la designación.
Por la representación se confieren facultades generales
y especiales al representante. Las facultades
206 Ley íY°29.497

generales lo constituyen las atribuciones y potestades generales


que corresponde al representado y que son necesarias para
intervenir en la tramitación del proceso. Únicamente son
conferidas para la intervención en el proceso; incluyendo la
ejecución de la sentencia y el cobro de costos y costas. El
representante podrá realizar todos los actos procesales, salvo
aquellos para las que la ley exige tener facultades especiales.
El representado otorga facultades especiales al
representante cuando este deba realizar-
1.- Actos de disposición de derechos sustantivos;
2.- Demandar, reconvenir, contestar demandas y
reconvenciones;
3.- Desistirse del proceso y de la pretensión;
4.- Allanarse a la pretensión;
5.- Conciliar, transigir, someter a arbitraje las pretensiones
controvertidas en el proceso;
6.- Sustituir o delegar la representación procesal, y
7.- Para los demás actos que exprese la ley.
Estas facultades por importar actos de disposición o por lo
menos de transcendencia que sobrepasan las actuaciones
simplemente procesales, deben ser expresamente concedidas por
el representado.
Pueden ser concedidas todas o sólo alguna o algunas de las
facultades nombradas, pero no puede jamás suponerse que el
otorgamiento de una facultad de mayor trascendencia permite
practicar un acto de menor importancia. Si son dos o más los
demandantes o demandados, nombrarán un apoderado común si
quisieran el juez le exigirá la actuación común o el
nombramiento de apoderado común en el plazo de diez
Ley N° 207
29.497

días, bajo apercibimiento de designarlo por ellos. La razón


de esta regla es evitar los trámites y gastos innecesarios que
suponen las actuaciones para varias personas que en vigor
constituyen una sola parte y conforman la figura procesal de
litis consorcio.

7. Cesación del mandato


El cese de la representación importa la terminación de
la personería en el proceso del apoderado, para ella no es
automática ni total.20
No es automática, pues no se extingue mientras no se
exteriorice y justifique la conclusión del mandato en el
expediente.
No es total, dado que la renuncia del apoderado no
implica eximirlo de ciertas responsabilidades- continuar las
gestiones hasta que venza el plazo señalado para el
comparendo del poderdante; ni negarle el derecho a cobrar
honorarios y gastos por su labor.21
8. Revocación
La revocación debe ser expuesta o sea que no puede
inferirse de hechos o escritos del mandante que no tengan
por objeto revocar el mandato.
En cuanto al otorgamiento de un nuevo poder a otra
persona, tampoco configura el supuesto de revocación
expresa; además, ello puede haber sido hecho para

20. PODETTI, Tratado de los actos procesales, p. 67.


21. FENOCHIETTO - ARAZI, Código Procesal, I, p. 214,1.
208 Ley N° 29.497

facilitar la tarea de ambos apoderados; si la intención es revocar


el anterior mandato, basta agregar esta manifestación de
voluntad en la escritura que luego se presentará al expediente o
ajustándose a la letra del artículo, mediante un escrito
directamente presentado en aquél.

9. Renuncia del apoderado


Se dispone que el mandatario sigue obligado a su
cumplimiento, hasta que venza el plazo otorgado al mandante
para que comparezca al proceso, por sí o por nuevo
representante, el que corre desde la notificación por cédula en el
domicilio real de la parte representada por el renunciante. Su
renuncia no produce pues la paralización del proceso. Pero ello
no impide que la renuncia produzca los efectos propios de ella
desde su presentación, pues no requiere aceptación previa. En
consecuencia, es legalmente inadmisible que el mandatario
reasuma el mandato y pida lo tenga nuevamente por parte, pues
el mandato había concluido y no puede renacer por su sola
voluntad.
Cuando el apoderado que actúa en el proceso renuncia al
mandato debe notificarse la renuncia y emplazarse directamente
al m andante, aunque exista un coapoderado, si éste no
compareció a la instancia.

lO.Subsistencia del mandato


El mandato subsiste hasta la presentación de la parte o del
nuevo mandatario, o hasta el vencimiento de plazo fijado al
mandante para comparecer o reemplazar al mandatario.
Ley N° 209
29.497

Los efectos del cese de la representación se dan


teniendo en cuenta su origen, así tenemos, que el cese se
puede dar por^
1. Decisión del representado o apoderado; o
2. Algún hecho o circunstancia sobrevenida.
1. En el primer caso se debe distinguir si se trata de a
representación convencional de la representación judicial-
a. Representación convencional
Esta representación cualquiera que fuera la causal de
cese éste surtirá efectos desde que la parte comparece al
proceso por sí o por medio de nuevo apoderado, sin tener en
cuenta la fecha o forma en que el cese le haya sido
comunicado al anterior apoderado.
b. Representación judicial
En este caso, cualquiera que fuera la razón del cese,
este surte efecto cinco días después de notificado
personalmente el representado u otro cualquiera de sus
apoderados, bajo apercibimiento de continuar el proceso en
rebeldía.
En el segundo caso la representación cesa por causas
involuntarias como muerte p declaración de ausencia o
declaración de ausencia, incapacidad sobrevenida de
representante o del apoderado, remoción o cese del
nombramiento del representante legal de un incapaz y
circunstancias análogas; en estos casos el efecto del cese es
suspender el proceso por un plazo máximo de treinta días,
mientras se designa representante o curador procesal.
210 Ley N° 29.497

REPRESENTACIÓN JUDICIAL PORABOGADO

La promoción y sustanciación del proceso requieren por


parte de quien las ejercite, ciertas calidades y disposiciones que
no todos están en condiciones de poseer. Ello significa que no
podrá actuar eficazmente quien no esté dotado de una cierta
cultura, principalmente jurídica. Además, es difícil en el propio
litigante la moderación de conducta que la contienda judicial
exige, así como la ponderación de proceso. Esos inconvenientes
se evitan mediante el patrocinio letrado, que asesora a la parte
una persona distinta, dotada de la moralidad, cultura y equilibrio
necesarios para el provechoso desenvolvimiento de la
pretensión.22
El patrocinio letrado obligatorio que impone la norma en
estudio tiende al adecuado asesoramiento jurídico del cliente por
parte del abogado ya asegurar el buen orden de la sustanciación
de los procesos mediante la intervención del profesional-
técnico).23
Dados los diversos fines enunciados, la exigencia del
patrocinio letrado no hace distinción de si la parte actúa por
derecho propio o por apoderado.
1. Función del abogado
Es primordialmente un defensor del litigante que
desempeña la función de auxiliar del juez, con quien

22. CARNELUTTI, Sistema, II p. 145, N° 178.


23. COLOMBO, C. J., Código Procesal I, p. 150.
Ley N° 211
29.497

colabora a fin de facilitarle la recta administración de


justicia, permitiéndole un conocimiento acabado del tema en
litigio. Esto debe entenderse, según nuestro criterio,
mediante el acopio por cada letrado de parte de los mejores
argumentos y más eficaces probanzas para que el juez
disponga con amplitud de cuanto favorezca los dos puntos
de vista en litigio.24
Se ha entendido que el ejercicio de la profesión de
abogado que, con título habilitante, ofrece sus servicios para
acceder a los estrados judiciales, supone la preparación
adecuada para hacerse cargo del problema jurídico que se le
plantea. La misión del letrado no sólo consiste en preparar
los escritos que necesariamente deben contar con su
patrocinio desentendiéndose de todo lo demás, sino en el
ejercicio penal de la dirección del juicio y en el cabal
cumplimiento as obligaciones que ello comporta. En otro
aspecto, no debe limitarse a consignar en los escritos
judiciales los hechos que le indican sus clientes, sino que es
su obligación examinar su verosimilitud, como asimismo
apreciar la viabilidad de un incidente antes de articularlo.

2. Naturaleza jurídica
La relación jurídica entre profesional y cliente es de
naturaleza contractual. Está superada la doctrina según la
cual configura locación de servicios25 pero aún se

24. D'ALESSIO - YÁÑEZ ALVAREZ, Código de Procedimientos,


1., p. 117.
25. SALVAT, RAYMUNDO M . Tratado de derecho civil
argentino. Fuentes de las obligaciones. Contratos, III n° 1769; Bielsa, La
abogacía, JA., 46-2, secc. Doctrina.
212 Ley N° 29.497

siguen dos corrientes diversas en la doctrina. Para una de ellas


constituye un contrato atípico al cual no se le pueden aplicar
automáticamente ninguna de las figuras clásicas (mandato,
locación de servicios, o de obra) lo que permite prever
soluciones ajustadas a cada caso, aun cuando sea útil la
aplicación analógica de las reglas del mandato y de la locación de
obra26. Para la otra, da lugar, según los casos, a un contrato de
locación de servicios, de locación de obra, de mandato o aun de
trabajo27 O bien constituye un contrato atípico por contener
elementos impropios de los contratos típicos o nominados.
Pero también, en general, se considera que tanto respecto
de los trabajos judiciales como extrajudiciales, es útil la
aplicación analógica de las reglas del mandato y la locación de
obra.
Se ha considerado que la vinculación entre abogado y
cliente es una relación de confianza y no puede exigirse a éste
que continúe bajo el patrocinio de una persona en quien ya no
confía.

3. Responsabilidad del abogado


Para ello debe tenerse en cuenta si además ejercita la
representación de su cliente. En ese caso, le es aplicable todo lo
expuesto respecto de la responsabilidad de los apoderados o
procuradores28.

26. DEVEALI, Naturaleza de las relaciones entre los profesionales y sus


clientes, II, 35-713.
27. REZZÓNICO, LUIS M., Estudio de los contratos en nuestro derecho
civil, 3o ed., II, p. 630-365.
28. ACUÑA ANZORENA, Responsabilidad de procurador y el abogado, en
"Estudios", p. 216.
Ley N° 213
29.497

Pero aun cuando actúe como letrado patrocinante,


igualmente es responsable por el acierto en la exposición de
los hechos y del derecho, si al respecto incurre en errores
inexcusables29. O por la caducidad de la instancia, pues tiene
la dirección profesional de todas las situaciones y «no puede
admitirse en ningún caso, que el abogado a cargo de un
asunto lo olvide, omitiendo recabar informes sobre su marcha
que le permitan subsanar o evitar errores u omisiones! como
tampoco que con intervalos regulares no tome conocimiento
directo del proceso30, salvo que la parte interesada corriese
con la tarea de vigilar la marcha del expediente y presentar
los escritos.
En general, se ha dicho que al servicio de su eminente
función, el abogado debe poner de su parte toda su ciencia y
experiencia, de manera que si infringe los deberes que el
ejercicio profesional le impone ya causa de ello ocasiona un
daño a su cliente, debe indemnizarlo.
Especialmente infringe esos deberes cuando no cumple
los actos procesales apropiados como, por ejemplo, si deja de
comparecer a una audiencia o deja vencer un término; si
actúa negligentemente, sin estudio de la causa, articulando
defensas impropias y aun violando la ética profesional; o si
incurre en cualquier clase de culpa, como en los supuestos de
impericia o negligencia, olvido de las precauciones que la
prudencia ordinaria prescribe o de las reglas admitidas por
todos como ciertas. La culpa consiste en haber ocasionado
daños a su cliente por su

29. PALACIO, Derecho Procesal, III, p. 170; Colombo, JA., Culpa


Aquiliana, I. p. 326.
30. PODETTI, Tratado de los actos procesales, p. 90.
214 Ley N° 29.497

actuación, su dirección o sus consejos, en virtud de no haber


sabido lo que un profesional de su categoría ha debido o podido
saber.
Ahora bien, la admisión de la demanda de responsabilidad
por la actuación del abogado requiere prueba de la existencia del
daño invocado, el cual puede consistir en la pérdida de la chance
de obtener una sentencia favorable; pero no hay lugar a
indemnización si a probabilidad de lograrla era remota.
Fuera de la responsabilidad contractual respecto del cliente,
el abogado puede incurrir también en responsabilidad
extracontractual por los daños que su actuación ocasione a
terceros, como si traba un embargo sobre un bien que no
pertenece a la persona contra la cual se ha decretado la medida.
También es responsable por a falsedad de la firma de su
patrocinado, ya que tiene la obligación de investigar si ella le
pertenece antes de suscribir y presentar el escrito ante el tribunal.
La materialidad de la falsificación de la firma del cliente en
un escrito presentado en proceso resulta desdorosa para quien la
practica, por más que el fin perseguido haya sido noble. La ética
debe ser resguardada no sólo en el ámbito de la relación
abogado-cliente sino respecto de la otra parte en juicio y del
tribunal.
Como forma de hacer efectivo uno de los aspectos de su
responsabilidad civil, el abogado puede ser condenado a pagar al
patrocinado las costas causadas por su culpa o negligencia,
cuando éstas fueren declaradas judicialmente.
Ley N° 215
29.497

4. Asistencia jurídica de las partes


Tanto el apasionamiento u otras reacciones
psicológicas que frecuentemente general las controversias
judiciales en el ánimo de sus protagonistas directos, cuando
el incesante incremento de leyes escritas, destinadas a
afrontar la regulación de situaciones jurídicas cada vez más
complejas, configuran suficiente justificación de las normas
vigentes en cuya virtud las partes deben ser auxiliadas en el
cumplimiento de los actos procesales dotados de mayor
significación desde el punto de vista de la defensa de los
derecho controvertidos por quienes, en razón de poseer una
especial capacitación profesional, se hallan en condiciones
de exponer las razones o argumentos de aquéllas al margen
de perturbaciones subjetivas y conforme a los dictados de la
ciencia y de la experiencia del derecho.
Dicha función recibe en nuestro derecho la
designación de patrocinio, y sólo puede ser ejercida por
aquellas personas que cuentan con título de abogado y han
cumplido los requisitos que las leyes exigen para el
desempeño de la profesión.
Abogado es el perito en derecho que se dedica a
defender enjuicio, por escrito o de palabra, los derechos e
intereses de los litigantes y también a dar dictamen sobre
las cuestiones o puntos legales que se le consulten.

5. Alcance del patrocinio letrado


Dentro del concepto de patrocinio letrado se
encuentran comprendidas, conforme al criterio adoptado
por la legislación vigente, dos actividades procesales
básicas.

í
216 Ley N° 29.497

Una que consiste en la facultad de asesorar a las partes o a


sus representantes en el planteamiento de las cuestiones de hecho
o de derecho involucradas en sus pretensiones o defensas, y se
exterioriza mediante la suscripción, por el abogado, de todos
aquellos escritos que las leyes mencionan atendiendo á la
trascendencia jurídica de las alegaciones y peticiones que
contienen, requisito que supone obviamente la redacción de esos
escritos por el profesional.
La otra actividad involucrada en el patrocinio se traduce en
la facultad de asistir a las partes en la ejecución de los actos
procesales que requieran el uso de la expresión verbal como
medio de comunicación con el juez o tribunal (audiencias y
juicios verbales). En este tipo de actos la práctica consiste en que
el abogado formule directamente (aunque en presencia de la parte
o de su representante) las peticiones o planteamientos que
correspondan (v. gr., repreguntas o ampliación de preguntas a los
testigos, ampliación del pliego de posiciones, oposición a
preguntas o posiciones consideradas inadmisibles o
impertinentes, etc.).
La figura de la procuración oficiosa consiste en representar
a una persona sin tener su representación judicial.
La procuración oficiosa se da:
1.- Cuando existan razones como por ejemplo a) la persona
esté impedida de comparecer por sí misma, b) estuviera ausente
de país; c) tenga razones de fundado temor o amenaza; d) se trate
de una situación de emergencia o de inminente peligro o
cualquier otra causa análoga; y e) desconociera la existencia de
representante con poder suficiente.
Ley N° 217
29.497

2.- A pedido de parte, para que proceda en este caso, el


procurador debe prestar garantía suficiente a criterio del juez
de que su gestión será ratificada por el procurado en el plazo
de dos meses siguientes de haber comparecido.
Esta sanción se aplicará cuando el, juez considera que
la procuración ha sido manifiestamente justificada y
temeraria.

6. Interés difuso. Definición


Nuestra ley procesal define al interés difuso como aquel
cuya titularidad corresponde a un conjunto indeterminado de
personas, respecto de bienes de inestimable valor
patrimonial, tales como la defensa del medio ambiente, de
bienes o valores culturales o históricos o del consumidor.
Sujeto activo^ En los casos de interés difuso pueden ser
sujetos activos o intervenir en el proceso^
a) El ministerio Público! y
b) Las asociaciones o instituciones sin fines de lucro
que según ley o criterio del juez estén legitimados para ella.
Trámite: Es característica de estos procesos publicar
una síntesis de la demanda en el diario oficial "El Peruano" y
en otro de mayor circulación del distrito judicial
correspondiente.
Regulación- Son aplicables a este proceso las normas
sobre acumulación subjetiva de pretensiones en lo que se
pertinente.
Consulta- Cuando la sentencia no sea recurrida será
elevada en consulta a la Corte Superior.
218 Ley N° 29.497

Cumplimiento de la sentencia^ La sentencia será obligatoria


además para quienes no hayan participado del proceso.

Artículo 9o.- Legitimación especial


9.1 Las pretensiones derivadas de la afectación al derecho a
la no discriminación en el acceso al empleo o del quebrantamiento
de las prohibiciones de trabajo forzoso e infantil pueden ser formuladas
por los afectados directos, una organización sindical, una asociación
o institución sin fines de lucro dedicada a la protección de derechos
fundamentales con solvencia para afrontar la defensa a criterio dei
juez, la Defensoría del Pueblo o el Ministerio Público.
9.2 Cuando se afecten los derechos de libertad sindical,
negociación colectiva, huelga, a! a seguridad y salud en el trabajo y,
en general, cuando se afecte un derecho que corresponda a un grupo
o categoría de prestadores de servicios, pueden ser demandantes el
sindicato, los representantes de los trabajadores, o cualquier trabajador
o prestador de servicios del ámbito.

Artículo 10°.- Defensa pública a cargo del Ministerio de


Justicia
La madre gestante, el menor de edad y la persona con
discapacidad que trabajan tienen derecho a la defensa pública,
regulada por la ley de la materia.

CAPÍTULO III
ACTUACIONES PROCESALES

SUB-CAPÍTULO I
Reglas de conducta y oralidad
Ley N° 219
29.497

Artículo 11°.- Reglas de conducta en las audiencias


En las audiencias el juez cuida especialmente que se
observen las siguientes reglas de conducta:
a) Respeto hacia el órgano jurisdiccional y hacia toda
persona presente en la audiencia. Está prohibido agraviar,
interrumpir mientras se hace uso de la palabra, usar teléfonos
celulares u otros análogos sin autorización del juez, abandonar
injustificadamente la sala de audiencia, así como cualquier
expresión de aprobación o censura.
b) Colaboración en la labor de impartición de justicia.
Merece sanción alegar hechos falsos, ofrecer medios probatorios
inexistentes, obstruir la actuación de las pruebas, generar
dilaciones que provoquen injustificadamente la suspensión de la
audiencia, o desobedecer las órdenes dispuestas por el juez.

Artículo 12°.- Prevalencia de la oralidad en los


procesos por audiencias
12.1 En los procesos laborales por audiencias las
exposiciones orales de las partes y sus abogados prevalecen
sobre las escritas sobre la base de las cuales el juez dirige las
actuaciones procesales y pronuncia sentencia. Las audiencias
son sustancialmcnte un debate oral de posiciones presididas
por el juez, quien puede inteiTogar a las partes, sus abogados
y terceros participantes en cualquier momento. Las
actuaciones realizadas en audiencia, salvo la etapa de
conciliación, son registradas en audio y vídeo utilizando
cualquier medio apto que permita garantizar fidelidad,
conservación y reproducción de su contenido. Las partes
tienen derecho a la obtención de las respectivas copias en
soporte electrónico, a su costo.
12.2 La grabación se incorpora al expediente.
Adicionalmente, el juez deja constancia en acta únicamente
de lo siguiente: identificación de todas las personas que
participan en la audiencia,
220 Ley N° 29.497

de los medios probatorios que se hubiesen admitido y actuado, la


resolución que suspende la audiencia, los incidentes extraordinarios
y el fallo de la sentencia o la decisión de diferir su expedición.
Si no se dispusiese de medios de grabación electrónicos, el
registro de las exposiciones orales se efectúa haciendo constar, en
acta, las ideas centrales expuestas.
PREVALENCIA DE LA ORALIDAD: 3
NUEVO ROL DE LOS ABOGADOS

Exposiciones orales de las partes y de sus las


abogados prevalecen sobre las escritas. par
tes,
. Audiencias: Serán en sustancia un debate oral de ab
posiciones presididas por el juez, quien interroga a og
ados y terceros.

Actuaciones en audiencias, salvo la de


conciliación, serán registradas en audio y video
bajo cualquier medio que permita garantizar la
fidelidad, conservación y reproducción de su
contenido.

Mejor
apreciación de
la prueba
y Mayor contacto entre el

Reconstru
cción de
hechos

juez

Mayor
certeza del
Juez
2
22 Ley N° 29.497

SUB -CAPITULO II
NOTIFICACIONES

Artículo 13°.- Notificaciones en los procesos laborales


Las notificaciones de las resoluciones que se dicten en el
proceso se efectúan mediante sistemas de comunicación electrónicos
u otro medio idóneo que permita confirmar fehacientemente su
recepción, salvo cuando se trata de las resoluciones que contengan
el traslado de la demanda, la admisión de un tercero con interés, une
medida cautelar, la sentencia en los procesos diferentes al ordinario,
abreviado y de impugnación de laudos arbitrales económicos. Las
resoluciones mencionadas se notifican mediante cédula.
Para efectos de la notificación electrónica, las partes deben
consignar en la demanda o en su contestación una dirección
electrónica, bajo apercibimiento de declararse la inadmisibilidad de
hiles actos postulatorios.
La notificación electrónica surte efectos desde el día siguiente
que llega a la dirección electrónica.
En las zonas de pobreza decretadas por los órganos de
gobierno El Poder Judicial, así como en los procesos cuya cuantía no
supere las setenta (70) Utilidades de Referencia Procesal (URP) las
resoluciones son notificadas por cédula, salvo que se solicite la
notificación electrónica. Las notificaciones por cédula fuera del
distrito judicial son realizadas directamente a la sede judicial de
distinto.
Las resoluciones dictadas en audiencia se entienden notificadas
a las partes, en el acto.

Notificar es, en términos generales, dar noticia de una cosa


con propósito cierto o, en término más
Ley N° 223
29.497

específicos, «hacer saber una resolución de la autoridad con


las formalidades preceptuadas para el caso» 31. La razón por
la cual notificar una resolución requiere ciertas formalidades
es que ella no busca sólo dar noticia o información sino
generar, al hacerlo, dos circunstancias-que el receptor
adquiera la seguridad de que el dato proviene de un emisor
responsable y que, a su vez, el emisor reciba la seguridad de
que el receptor ha tomado (o ha estado en condiciones de
tomar) conocimiento de la información comunicada. El
conjunto de estas condiciones, que permiten calificar el acto
como fehaciente*2, genera dos responsabilidades: la del
emisor, porque si el contenido de lo que se comunica no
responde a la verdad el acto carecerá de los efectos jurídicos
que él pretende al realizarlo y, según el caso, podría
generarle además consecuencias civiles o penales; la del
receptor, porque a partir de ese momento puede quedar
emplazado a responder la comunicación o a impugnar su
contenido, so pena de verse obligado a conformarse a ella.
Cuando quiera que un interesado tome conocimiento
de un acto procesal con pleno cumplimiento de las garantías
antes mencionadas, la notificación se juzga perfeccionada-
por ejemplo, así sucede cuando el interesado declara por
escrito hallarse en tal conocimiento (art. 143 CPCCN), o
cuando, por haber retirado el expediente para su examen, ha
tenido en sus manos la oportunidad de enterarse de su
contenido (art. 134). Pero, dado que el acto de la
notificación genera para el interesado plazos y
responsabilidades que él podría

31. Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, 21 edición.


32. Que hace fe. fidedigno (ibídem).
224 Ley N° 29.497

preferir no asumir, es vital para la marcha del proceso el uso de


medios de notificación cuya eficacia el destinatario no se halle en
condiciones de impedir. De allí que se hayan desarrollado
diversos medios que oscilan entre el hecho concreto y la ficción
legal; el telegrama colacionado, la cédula, la notificación por el
Ministerio de la ley y los edictos.33
33. GUIBOURG, y otros , Procedimiento Laboral, p. 150.
NOVEDAD EN LA NOTIFICACIÓN:
COMUNICACIONES ELECTRÓNICAS
- Notificació a
n de
resoluciones
se realizará
mediante
sistemas de
comunicació
n
electrónicos
u otro medio
que permita
confirmar
fehacienteme
nte la
recepción.

- No aplicará
en los casos
de traslado de
demanda,
admisión de
tercero con
interés,
medida
cautelar,
sentencia en
procesos
diferentes al
ordinario,
abreviado y de
impugnación
de laudos
^1

No No
226 Ley N° 29.497

SUB-CAPITULO III
Costas y costos

Artículo 14°.- Costas y costos


La condena en costas y costos se regula conforme a la norma
procesal civil. El juez exonera al prestador de servicios de costas y
costos si las pretensiones reclamadas no superan las setenta (70)
Unidades de Referencia Procesal (URP), salvo que la parte hubiese
obrado con temeridad o mala fe. También hay exoneración si, en
cualquier tipo de pretensión, el juez determina que hubo motivos
razonables para demandar.

1.Concepto de costas
Las costas judiciales son los gastos que las partes están
obligadas a efectuar como consecuencia directa de la
sustanciación del proceso y en principio, dentro de dicha
conceptualización figuran la tasa de justicia , los honorarios de
los letrados, procuradores y peritos y las erogaciones derivadas
de la realización de medidas probatorias. 34
En suma las costas están constituidas por las tasas y/o
aranceles judiciales y los demás gastos judiciales dentro del
proceso! y los costos, están representados por los honorarios del
abogado de la parte vencedora, al que debe agregarse un cinco
por ciento que es destinado al Colegio de Abogados del Distrito
Judicial respectivo
34. Conf. PALACIO, «Derecho», t.III, pág. 363; FENOCHIETTO y
ARAZI, «Código», t.I, pág. 257.
Ley N° 227
29.497

para su Fondo Mutual y para cubrir los honorarios de los


abogados en los casos de Auxilio Judicial.
Los costos y costas, deben ser pagados por la parte vencida,
salvo que expresamente se le exonere y deben ser pagadas tan
pronto quede ejecutoria da la resolución . que lo aprueba y se
exige ante el Juez de la demanda. En caso de mora, devengar
intereses legales.

2. Excención
La norma es taxativa al afirmar que los trabajadores
están exentos de la condena en costos y costas.

SUB-
CAPÍTULO IV
Multas

Artículo 15°.- Multas


En los casos de temeridad o mala fe procesal el juez
tiene el deber de imponer a las partes, sus representantes y los
abogados una multa no menor de media (112) ni mayor de
cincuenta (5 0) Unidades de Referencia Procesal (URP).
La multa por temeridad o mala fe es independiente de
aquella otra que se pueda imponer por infracción a las reglas
de conducta a ser observadas en las audiencias.
La multa por infracción a las reglas de conducta en las
audiencias es no menor de media (1/2) ni mayor de cinco (5)
Unidades de Referencia Procesal (URP).
Adicionalmente a las multas impuestas, el juez debe
remitir copias de las actuaciones respectivas a la presidencia
de la corte superior, al Ministerio Público y al Colegio de
Abogados correspondiente, para las sanciones a que pudiera
haber lugar.
228 Ley N° 29.497

Existe responsabilidad solidaria entre las partes, sus


representantes y sus abogados por las multas impuestas a
cualquiera de ellos. No se extiende la responsabilidad solidaria al
prestador de servicios.
El juez sólo puede exonerar de la multa por temeridad o mala.
fe si el proceso concluye por conciliación judicial antes de la
sentencia de segunda instancia, en resolución motivada.
El juez puede imponer multa a los testigos o peritos, no
menor de media (1/2) ni mayor de cinco (5) Unidades de
Referencia Procesal (URP) cuando éstos, habiendo sido
notificados excepcionalmente por el juzgado, inasisten sin
justificación a la audiencia ordenada de oficio por el juez.

SUB-CAPÍTULO
Admisión y
procedencia

Artículo 16°.- Requisitos de la demanda


La demanda se presenta por escrito y debe contener los
requisitos y anexos establecidos en la norma procesal civil, con las
siguientes precisiones:
a) Debe incluirse, cuando corresponda, la indicación del
monto total del petitorio, así como el monto de cada uno de los
extremos que integren la demanda; y
b) no debe incluirse ningún pliego dirigido a la contraparte, los
testigos o los peritos; sin embargo, debe indicarse la finalidad de cada
medio de prueba.
El demandante puede incluir de modo expreso su pretensión de
reconocimiento de los honorarios que se pagan con ocasión del
proceso.
Cuando el proceso es iniciado por más de un demandante debe
Ley N° 229
29.497

designarse a uno de ellos para que los represente y señalarse


un domicilio procesal único.
Los prestadores de servicios pueden comparecer al
proceso sin necesidad de abogado cuando el total reclamado
no supere las diez (10) Unidades de Referencia Procesal
(URP). Cuando supere. este límite y hasta las setenta (70)
Unidades de Referencia Procesal (URP) es facultad del juez,
atendiendo a las circunstancias del caso, exigir o no la
comparecencia con abogado. En los casos en que se
comparezca sin abogado debe emplearse el formato de
demanda aprobado por el Poder Judicial.

DEMANDA

1. Concepto
La demanda es el acto por el cual se exige del órgano
judicial la tutela de un derecho, ejercitando la pertinente
acción. La denominación no corresponde exclusivamente al
escrito con que se inicia una demanda ordinaria, sino a toda
petición para que se disponga la iniciación y el ulterior
trámite de toda especie de proceso.35
En un régimen dispositivo, la promoción de la
demanda es condición necesaria para la actuación de la ley
y fija el ámbito de la intervención judicial. Responde a los
siguientes interrogantes- a) Quién pide; b) Contra quien se
pide; c) En qué título o derecho se funda el pedido; d) Qué
se pide, y el ante quien. De este modo se asegura el debido
proceso, a la vez que la satisfacción de

35. PALACIO, I, p. 371, n° 162.


230 Ley N° 29.497

estos interrogantes garantiza, básicamente, el derecho de defensa


del demandado. Es una forma de ejercicio del derecho de acción.
Quien demanda asume la carga de afirmar un hecho concreto
que reputa cierto, el cual sustenta la pretensión. No está sujeta a
fórmulas sacramentales: basta que se cumpla con las exigencias
de la ley.

2. Formalidades
Extrínsecas. Son las comunes a todos los escritos
judiciales1 a) Tinta negra; b) A la cabeza, la suma del pedido; c)
Nombre y domicilio constituido del presentante; si actúa por
representación, el del representante y el del representado; d)
Individualización de la carátula; e) tomo y folio del letrado.
Intrínsecas. Son las que legisla el dispositivo, cuya
observancia es de rigor, porque sin estar sujetas a fórmulas
rituales inexcusables, atañen a las bases sustanciales del proceso
y también previenen el derecho de defensa del demandado. Son
concurrentes, respecto de los mencionados requisitos, otras
disposiciones del Código, como la constitución de domicilio
procesal (inc. 2), la justificación de la personería, la presentación
de poderes (Art. 425 inc. 2), el patrimonio obligatorio (inc. ll) y
la presentación de copias (Art. 425 inc. l).
Control. Puede ser ejercido directamente por el Juez o por
el demandado. En el primer caso, procede el rechazo in limine
cuando la demanda no reúne las condiciones mínimas de
admisibilidad. El auto debe ser fundado. Se ha decidido que la
demanda tiene que ser idónea de modo que el demandado pueda
ejercer ab initio, en plenitud, su derecho de defensa.
Ley N° 231
29.497

Importancia. La demanda es una carga procesal de


importancia extrema36. Fija las partes que según la
pretensión del actor quedarán vinculadas por la relación
procesal, en tanto y en cuanto no se modifique de acuerdo
con la contestación y la intervención de terceros? fija,
además, la acción articulada, la cosa demandada y los
hechos en que se funde. Todo esto, como se verá en otros
lugares, es de influencia decisiva sobre la potestad judicial
de entender en el juicio, y sobre la autoridad de la cosa
juzgada.
Idioma. La demanda debe redactarse en idioma
nacional. Cualquier transcripción en idioma extranjero o
documento adjuntado a la misma, formando parte de ella,
debe ser traducido al idioma nacional.

3.Contenido
3.1. Nombre del demandante
Deben enunciarse el nombre y apellido del deman-
dante cuando se trate de una persona individual y el nombre
completo de la sociedad o persona jurídica en los demás
casos, de manera que no queda ninguna duda sobre quién es
la persona que ejercita la acción y habrá de quedar
vinculada por la sentencia. Si el demandado no observa la
enunciación respectiva, contenida en la demanda, y la
contesta derechamente, se entiende que aquélla era
suficiente.
Nombre y domicilio real del demandante. El
demandado debe saber, sin lugar a dudas, quién lo demanda.
Esto es extensivo a la personalidad del representante, legal o

36. CARNELUTTI, Sistema II, n° 161 , p. 185.


232 Ley N° 29.497

convencional, quien acompaña copia de los documentos que


acreditan su representación.
3.2.Nombre y apellido del demandado
También deben enunciarse con la mayor precisión el
nombre y domicilio del demandado y, respecto de este' último, no
sólo el lugar, la calle y el número del edificio, sino, además, el
piso, departamento, local o escritorio.
Nombre y domicilio real del demandado. Es esencial
para la correcta integración de la litis. El traslado de la demanda
es notificado en el domicilio real; de ahí que su identificación
sea carga del demandante, y no parte de la actividad del Juez.
Cuando se desconoce la identidad del demandado cabe el uso de
la medida de inc. 4 del Art. 424 CPC.
Si es incierta esa personalidad, procede la notificación por
edictos, y ante la no comparecencia se designa al curador
procesal.
3.3. Domicilio. Concepto y clases
Domicilio es el lugar que la ley fija como asiento o sede de
la persona para la producción de determinados efectos jurídicos.
Debe distinguirse, en primer lugar, el domicilio político,
que la ley exige para el ejercicio de los derechos derivados de la
ciudadanía —como el domicilio electoral del domicilio civil, que
tiene efectos en el ámbito del Derecho Privado. A su vez, el
domicilio civil puede ser domicilio general o domicilio especial.
El domicilio general puede ser domicilio real, lugar donde las
personas tienen establecido el asiento principal de su residencia
y de sus negocios (Art. 33, Cód. Civil), y domicilio legal, lugar
donde la ley presume, sin admitir prueba en con-
Ley N° 233
29.497

trario, que una persona reside de una manera permanente


para el ejercicio de sus derechos y cumplimientos de sus
obligaciones. En ambos casos el domicilio general tiene
relevancia para la generalidad de los actos jurídicos que la
persona celebra o que la afecten.
El domicilio especial, en cambio, es el que tiene la
persona únicamente para determinados efectos jurídicos. En
el ámbito civil, el único domicilio especial es el domicilio
contractual, que puede ser elegido en los contratos para la
ejecución de las obligaciones derivadas de ellos.
El domicilio civil tiene importantes efectos en derecho
procesal. El domicilio real o el legal determinan la
competencia territorial (Art. 14 C. P. C.) y la elección de
domicilio contractual implica la prórroga de la competencia.
En esos domicilios debe notificarse la citación para
comparecer en proceso, así como también otros actos
procesales cuya índole los excluyen de la regla general de
que las notificaciones deben ser practicadas en el domicilio
procesal, como la citación de absolver posiciones (inc. 2 .
Art. 425 C. P. C.) para quien actúa por representante.
Pero, además, en el ámbito procesal existe un tipo
particular de domicilio, el domicilio ad litem o domicilio
procesal (frecuentemente mal denominado "domicilio
legal", pues si bien la ley obliga a constituirlo, nada tiene
que ver con el domicilio legal a que se refiere el Art. 34,
Cód. Civil), el cual, desde el punto de vista el derecho civil,
sería un domicilio especial.
El domicilio procesal es el que las partes o sus
representantes deben elegir, dentro de determinado radio, a
fin de que en él se practiquen todas las notifica-
234 Ley N° 29.497

ciones personales o por cédula que no deban serlo en el


domicilio real. Se trata de una institución típica del derecho
procesal, ajena al derecho civil. Por tanto, solo en una
clasificación de los distintos tipos de domicilio que abarcase al
Derecho Civil y al Derecho Procesal podría afirmarse la
existencia de dos clases de domicilio especial 1 el contractual y el
procesal.37

3.3.1. Forma de la constitución


Por su naturaleza, la constitución de domicilio ad litem
requiere una expresión clara que denote voluntad de fijarlo en
lugar cierto y a efecto determinado. De donde el domicilio
constituido por el demandado, en calidad de depositario de los
objetos allí embargados, carece de eficacia como domicilio
constituido a todos los efectos del proceso.38
Es válida la constitución del domicilio en un edificio que
consta de varias unidades, con la sola indicación de la
numeración de la puerta de calle y sin indicar el piso,
departamento u oficina.
3.3.2. Unidad del domicilio procesal
La unidad del proceso debe ir acompañada de la unidad del
domicilio constituido a los fines del dicho proceso. Ese principio
deriva implícitamente del Art 14 del C. P. C, en cuanto se refiere
a la subsistencia de los domicilios, ya que tiende a evitar la
coexistencia de una

37. BORDA, GUILLERMO, A. Tratado de Derecho Civil. Parte General,


6o ed. l,N°350yss.
38. LLAMBIAS, JORGE, S. Tratado de Derecho Civil, Parte General, T
ed. I, n° 850 y ss.
Ley N° 235
29.497

pluralidad de domicilios de una misma parte dentro de un


solo proceso, comprendidos los incidentes.
3.3.3. Eficacia procesal del domicilio contractual
El domicilio especial puede ser libremente elegido por
las partes para la ejecución de sus obligaciones.
Lo convenido al respecto, así como las demás con-
venciones hechas en los contratos, tiene fuerza de ley para
todos los contratantes, y uno de los efectos propios del
domicilio convencional o de elección, es la determinación del
lugar donde deben realizarse las notificaciones y
emplazamientos motivados por el contrato.
Esa constitución de domicilio, aun cuando pueda
importar una ficción respecto del domicilio real, no la supone
en orden a los fines propios del domicilio de elección, donde
el interesado, por acto libre de su voluntad, ha querido que se
lo tuviese como presente! la constitución de domicilio
especial no afecta, pues, de manera alguna, la garantía de la
defensa en juicio.
Es que la elección de un domicilio especial en los
contratos obedece, entre otras razones —aparte del factor
competencia— a la finalidad de facilitar al acreedor los
requerimientos y notificaciones, estableciendo con certeza el
lugar en que han de practicarse; y, con relación al deudor,
para facilitarle y asegurarle su recepción.
Por tanto, es plenamente válida la citación para
comparecer al proceso practicada en el domicilio constituido
en un contrato otorgado en escritura pública, o en documento
privado que luego resulta reconocido expresa o tácitamente,
como cuando se elude ostensiblemente pronunciarse sobre su
autenticidad no obstante el deber de proceder con lealtad,
probidad y buena fe.
236 Ley N° 29.497

Sin embargo, mientras no sea reconocida la firma del


instrumento privado en el cual se constituyó el domicilio, la
citación debe ser practicada en el domicilio real.
3.3.4. Domicilio del demandante
Debe indicar su domicilio lo más completamente posible,
con indicación en su caso del lugar, la calle, el número del
edificio, el piso, departamento, local o escritorio.
Cambio del domicilio real. Cuando se cambia el domicilio
real en el curso del proceso debe hacérselo saber a la contraparte
como un deber de lealtad procesal.

4. Cosa demandada
Es el objeto mediato de la pretensión deducida en la
demanda. Sea la restitución de una suma de dinero, el pago de
una indemnización, la escrituración de un bien, el desalojo de un
inmueble, la entrega del bien que se reivindica, etcétera.

5. Enunciación de los hechos


La cosa se demanda en razón de la concurrencia de hechos
que dan derecho a ella. La restitución de una suma de dinero, que
obedece a un préstamo del actor al demandado; la reparación del
daño, porque el vehículo del actor fue embestido por el vehículo
del demandado; la escrituración de un bien, porque el demandado
se lo prometió en venta al actor; el desalojo de un inmueble, en
razón de que hubo contrato de locación y éste ha vencido, etc. Se
exige una enunciación clara y suficiente.
Es de fundamental importancia la claridad en la
Ley N° 237
29.497

exposición de los hechos, pues se ha destacado: I o) Al


demandado incumbe la carga de reconocerlos o negarlos
categóricamente y, por lo tanto, aquella exigencia es
decisiva a los efectos de valorar su silencio o sus respuestas
evasivas; 2o) Los hechos articulados en la demanda (y en la
contestación) determinan la 'pertinencia' de la prueba a
producirse en el proceso; 3a) La sentencia debe considerar
solamente los hechos alegados por las partes.39
Las deficiencias del escrito de demanda en la enun-
ciación de los hechos, que en alguna medida justifican la
conducta procesal de los demandados, pueden determinar
que las costas procesales de ambas instancias se impongan
en el orden causado y las comunes por mitades.
Este requisito es consecuencia del pedido de
sustanciación. Los hechos deben ser presentados de manera
clara y circunstanciada, de forma que permitan el responde,
su aceptación o rechazo. El escrito tiene que ser inteligible,
tanto para el demandado, que debe contestarlo, como para el
Juez, que debe juzgar la pretensión que se sustenta en él.
"Causa Pretendí". De la enunciación de los hechos, de
la petición, de la cosa demandada, todo ello reforzado por el
derecho invocado, debe resultar la causa pretendí. Es por
ella y no por ninguna otra que puede prosperar la demanda.
"La causa pretendí es una causa jurídicamente relevante, es
decir, no es un hecho natural puro y simple, sino un hecho o
un conjunto de hechos, aptos para poner

39.CHIOVENDA, Principii, pág. 1 073; pero nos apartamos de sus


conclusiones.
238 Ley N° 29.497

en movimiento una norma de ley con idoneidad para producir


efectos jurídicos".40

6. Petitorio
Debe hacérselo con toda exactitud, en términos claros y
positivos. Ello precisa la pretensión y determina el contenido de
la sentencia, pues el Juez falla con arreglo a la causa pretendí —
principio de congruencia— . Hay que incluir los intereses. La
insuficiencia en la descripción de la cosa demandada faculta al
Juez para rechazar in limine la demanda. Cuando la designación
es imposible por falta de medios para hacerlo o porque se trata
de una universalidad, hay que aportar los datos determinantes
para la individualización del bien.
El monto de la petición. La plus petitio y la extra petitio
son barreras infranqueables para la libertad del Juez, que no
puede evadirse de los términos con que se plantea la petición.
Monto. Su denuncie, tiene carácter imperativo, pues la
omisión de hacerlo implica un menoscabo para el derecho de
defensa del demandado. Se ha decidido que no interesa que el
monto sea aproximado, lo que importa es la pauta, que ahuyenta
la hipótesis de una condena menor para no incurrir en plus
petitio.

7. Exposición sucinta del derecho


En cuanto a la obligatoriedad de este presupuesto,
prevalece al principio "Iura novit curia ". El Juez se pronuncia
sobre el derecho, aunque éste no haya sido

40. ALSINA, Ob. cit, p. 478.


Ley N° 239
29.497

invocado o se lo haya invocado mal, porque la indepen-


dencia jurídica con que se mueve lo libera del planteo
jurídico debido a la pretensión o a la defensa. De ahí que en
la demanda no sea necesario designar la pretensión por su
nombre técnico. Cuando la errónea cita del derecho induce
negativamente a la defensa del demandado, es posible que
éste funde en ella la excepción de oscuridad o ambigüedad
en el modo de proponer la demanda. La cita del derecho
sirve a los efectos de establecer la incompatibilidad de
pretensiones. Puede ser completamentada con la doctrina y
la jurisprudencia interpretativas.41

8. Contradicción entre los hechos y el derecho invocados


La naturaleza de la acción se determina por los hechos
en que se funda y no en las citas legales que el actor invoca
en apoyo de sus pretensiones, de las que el Juez puede
apartarse en virtud del prmCipiO iura novit curia. Por lo tanto,
cuando haya contradicción entre los hechos y el derecho, la
causa pretendí quedará determinada por los hechos.

ANEXOS DE LA DEMANDA

1. Casos de excepción
1.- La prueba no se halla en poder de la parte y está
sabe su contenido y su ubicación^ debe denunciar ésta y
reproducir aquel.

41. ALSINA, Ob. cit, p. 602.


240 Ley N° 29.497

2.- No es posible ubicar la prueba; hay que denunciarla, y


en la medida de los posible, individualizarla.
3.- La prueba se halla en poder de la contraparte; el Juez
intima a ésta para que la represente.
4.- La prueba se halla en poder de un tercero; también cabe
la intimación, pero el intimado puede pedir la devolución u
oponerse a su agresión, fundado su oposición.
5.- La prueba se halla en poder de quien va a ser parte; ello
es motivo de una medida preparatoria y puede serlo en una
medida conservatoria de prueba, si hay peligro de perdida;
prueba anticipada.
6.- La prueba corresponde a entidades privadas; la requiere
directamente, el letrado de oficio, y sin previa orden judicial, y
debe haber sido ofrecida como prueba documental.
7.- La prueba no es relativa a nuevos hechos no
considerados en la demanda y contrademanda.
La modificatoria del artículo en comentario agrega un
requisito más que debe anexarse a la demanda, y este es la copia
certificada del acta de conciliación extrajudicial, que se otorga
después de concluido el procedimiento señalado en la Ley de
Conciliación N° 26872.
Este es un requisito que se está exigiendo ya en los distritos
judiciales a nivel nacional.

Artículo 17°.- Admisión de la demanda


El juez verifica el cumplimiento de los requisitos de la demanda
dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes de recibida. Si observa
el incumplimiento de alguno de los requisitos, concede al demandante
Ley N° 241
29.497

cinco (5) días hábiles para que subsane la omisión o defecto,


bajo apercibimiento de declararse la conclusión del proceso y
el archivo del expediente. La resolución que disponga la
conclusión del proceso es apelable en el plazo de cinco (5)
días hábiles.
Excepcionalmente, en el caso de que la improcedencia de
la. demanda sea notoria, el juez la rechaza de plano en resolución
fundamentada. La resolución es apelable en el plazo de cinco (5) días
hábiles siguientes.

1.Generalidades
La demanda es el acto que abre la jurisdicción y tiene
por objeto reclamar y obtener una reparación! es de especial
relevancia, ya que fija el contenido de la acción y limita,
salvo caso de reconvención, los términos de la pretensión,
los hechos sujetos a prueba y las cuestiones sobre las que el
juez puede expedirse. Generalmente constituye el primer
acto procesal, salvo los supuestos ya mencionados de
medidas preliminares o cautelares.
La facultad saneadora conferida al juez en este artículo
debe ser ejercida con prudencia, para no obstaculizar el
acceso a la jurisdicción. Al recibir la demanda el juez debe,
en primer lugar, analizar su competencia. Se discute si, en
ausencia de elementos que permitan establecer con claridad
la competencia, el juez puede intimar en los términos de esta
norma. Dado que la competencia se determina a partir del
relato de los hechos y de las propias pretensiones
introducidas en la demanda, parece razonable intimar para
que se completen o se aclaren los datos respectivos, decisión
compatible, además, con la regla del CPCCN transcripta. 42

42.GUIBOURG y otros, Procedimiento laboral, p. 241-242


242 Ley N° 29.497

INADMDISIBILIDAD DE LA DEMANDA

1. Demanda inadmisible
Esta frase alude a los requisitos del Art. 426, cuyo
incumplimiento revele, en el demandante, un descuido total en el
modo de proponer la demanda.

2. Finalidad
Esta norma suple el despacho saneador, pues impide la
prosecución de un juicio viciado. Constituye una expresión de
las facultades ordenatorias del Juez, que dirige el proceso y vela
por el buen orden de sus secuelas. El Juez examina de oficio la
demanda y resuelve sobre su procedibilidad, previniendo, de este
modo, la oposición de una excepción.

3. Improponibilidad objetiva
El ámbito del dispositivo, referido a defecciones puramente
formales, resulta, en principio, incompatible con la observancia
de la improponibilidad objetiva de la pretensión, en la cual el
Juez se pronuncia sobre la sustancia de ella.

IMPROCEDENCIA DE LA DEMANDA

El Juez no está obligado a recibir y darle curso a cualquier


escrito que pretenda ser una demanda. En la aplicación de las
leyes de fondo que rigen la relación jurídica, el Juez debe obrar
con prescindencia de la actitud de los litigantes, y así, una
demanda infundada o
Ley N° 243
29.497

indebidamente trabada le impone la obligación de rechazarla


de oficio.
Extremando el argumento, la demanda debe fundarse en
una pretensión jurídica. Si, por ejemplo, se demandara a una
persona para que cumpla con un deber . de cortesía, sin darle
soporte a un deber jurídico, la demanda deberá ser rechazada de
oficio.
Además debe proponerse la solución de un litigio, y
será improcedente desde su iniciación, si en caso de ser
acogida la demanda el actor quedara en la misma situación
que si no la hubiera formulado.

1. Integración de la litis
Si de la demanda resulta que la litis no se integra con
todos los que debe comprender la existencia de un litis
consorcio necesario, puede no darle curso mientras ella no se
integre.

2. Aclaración sobre la competencia


Sin perjuicio de resolver sobre la competencia, el Juez
puede exigir aclaraciones si la demanda la torna dudosa.

3. Efectos
Lo que se rechaza es la demanda, pero el actor
conserva la acción que puede ejercitar mediante una nueva
demanda si se funda en vicios subsanables.
244 Ley N° 29.497

MODIFICACIÓN Y AMPLIACIÓN DE LA
DEMANDA

El demandante puede modificar la demanda antes de que


ésta sea notificada, y ampliar la cuantía del reclamo hasta el
llamamiento de autos para sentencia.

1. Modificación de la demanda
Importa la facultad otorgada al demandante para revisar su
propia demanda, lo cual sólo es posible antes de que ésta sea
notificada. La notificación personal del traslado de la demanda,
si bien poco común, es legalmen-te posible. Se corre traslado de
la demanda y su ampliación, porque ambas constituyen una
unidad.

2. Alcances
La determinación de los extremos de la pretensión es
privativa del demandante. De ahí la liberalidad con que se debe
interpretar la facultad que le confiere este dispositivo. Puede
recaer sobre el objeto de la pretensión, el título en que se funda,
los sujetos del juicio, e incluso la composición de la parte actora,
a la cual puede incorporarse un litisconsorte.

3. Ampliación
Está referida exclusivamente a la cuantía del reclamo, que
por esta vía puede ser aumentada, pero no disminuida, porque la
razón del aumento es el vencimiento de nuevos plazos o cuotas.
De lo dicho se desprende que hay una causa o relación jurídica
común a las
Ley N° 245
29.497

ampliaciones, cuyo examen debe ser restrictivo, porque está


justificando el ejercicio de una facultad excepcional. Su
fundamento es el principio de economía procesal, pues evita
la dispersión de juicios en los cuales se persiga el cobro de
cuotas sucesivas.

4. Trámite
Se considera comunes a las ampliaciones los trámites
ya cumplidos. Lo que se debe hacer es notificar cada
ampliación, ya que la providencia que tiene por ampliada la
demanda no puede ser dictada si no es escuchada la
contraparte.

5. Caso de agregación excepcional


Se legisla un caso de agregación de prueba documental
con posterioridad a la demanda, referida a los nuevos
hechos que invoca el demandado en el responde, los cuales
no fueron considerados en la demanda. El plazo para
agregarla es de cinco días, que son contados desde la
notificación por ministerio de la ley de la providencia que
tiene por contestada la demanda o la reconvención.
Obviamente, el ejercicio de este derecho es propio del
demandante o del reconviniente.

6. Nuevos hechos
Son aquellos en que sustenta la defensa del deman-
dado o reconvenido, que no fueron tenidos en cuenta por la
demanda o por la reconvención. Constituyen una novedad
en el ámbito de la relación procesal. Esta posibilidad
restablece el equilibrio roto por la inserción de hechos no
considerados en la demanda o en la reconvención. A tal
efecto, la ley permite únicamente acompañar
246 Ley N° 29.497

prueba documental que los desvirtúe, y no admite que los


replique.

7. Traslado
Es por cinco días, y le crea una doble carga al demandado o
reconvenido- a) Cuestionar la novedad de los hechos, y b)
Respecto de la prueba documental, aceptarla o impugnarla.

8. Notificación
Se la efectúa por cédula. Por ello, los nuevos documentos
deben ir acompañados de tantas copias cuantos sujetos del
traslado haya.

9. Procedencia
Procede únicamente cuando tales documentos son de fecha
posterior a la demanda, o bien anteriores pero afirmados o
denunciados por el actor bajo juramento de no haber tenido
conocimiento de ellos antes de la demanda.
Después de trabada la relación procesal, puede ocurrir o
llegar a conocimiento de las partes algún hecho cuya
consideración sea de importancia para la sentencia, por lo cual la
ley permite alegarlo, aunque con explicables restricciones para
evitar que se retrotraiga el procedimiento.
Ley N° 247
29.497

EMPLAZAMIENTO
1. Domicilio real
La voluntad del legislador es que la demanda sea
notificada en el domicilio real del demandado, en vista" de la
trascendencia que tiene el acto de notificación de la demanda.
En efecto: está en juego la garantía constitucional de la
defensa en juicio, ya que el demandado podrá ejercer o no su
derecho de defensa según que el emplazamiento haya sido
bien o mal realizado.
El domicilio real prevalece sobre el especial constituido
en un instrumento público a los efectos de determinado
contrato, cuando el juicio versa precisamente sobre ese
contrato, ya que en caso contrario carecerían de sentido los
recaudos que toma la norma, que procuran la entrega directa
y personal de la cédula al interesado. Sin embargo, se admite
también tiene decidido que la notificación del traslado de la
demanda en un domicilio convencional es válida cuando el
instrumento ha sido reconocido, o cuando el Juez lo tuvo por
reconocido.

2. Notificación por cédula


El traslado de la demanda es efectuado siempre por
cédula (Art. 157 inc. l), salvo cuando se trata de una persona
incierta o cuyo domicilio o residencia no son conocidos, en
cuyo caso se llama al ausente por edictos (Art. 435).
En cuanto al diligenciamiento, debemos distinguir
según que se lo haya practicado o no directamente con el
interesado. En el primer caso se le entrega copia de la cédula,
de la demanda, y de la documentación acompañada. Cuando
no se halla al interesado, tratándose del
248 Ley N° 29.497

traslado de la demanda, el oficial notificador no agota su


actividad el primer día, ya que si no encuentra a la persona
interesada debe dejar su aviso para que lo espere al día siguiente.
Este aviso cumple la función de recado, a manera de advertencia,
haciéndole saber a quien va a ser notificado que espere al
notificador al día siguiente, oportunidad en la cual, si tampoco lo
halla, se efectuará la notificación conforme a lo dispuesto en el
Art. 161. Sólo ante el fracaso de esta segunda oportunidad de
entenderse directamente con el interesado, el oficial entregará la
cédula a otra persona de la casa o al encargado, y si ello no es
posible, fijará las copias en la puerta de acceso (Art. 141). Se
entiende que si no encuentra a la persona interesada, primero
debe tratar de entregar la cédula a alguna persona de la casal si
ello no es posible, se la dará al encargado, y en última instancia
dejará las copias debajo de la puerta de acceso.

3. Notificación bajo responsabilidad


Es ésta la notificación que se realiza en contra de la
afirmación d quien recibe la cédula en el sentido de que la
persona a la cual se procura notificar no vive allí. Tiene su razón
de ser en la posibilidad de una maniobra del demandado
tendiente a sustraerse de las cargas que imponen las
notificaciones por cédula.
Esto presupone que el actor ha logrado establecer que el
demandado vive allí, en el lugar que se le atribuye, ya que si bien
no se exige la demostración previa de las diligencias realizadas,
es obvio que el actor es el primer interesado en extremar las
precauciones a fin de evitar una eventual nulidad y el pago de las
costas para el caso de que el demandado no viva en ese
domicilio.
Ley N° 249
29.497

EMPLAZAMIENTO DEL DEMANDADO


DOMICILIADO FUERA DE LA COMPETENCIA
TERRITORIAL DEL
JUZGADO

La norma es congruente con lo dispuesto en el Art.


162, conforme al cual los Jueces pueden encomendar a las
autoridades judiciales de otras localidades la realización de
determinadas diligencias. Ahora, esto no pasa de ser un
simple enunciado, en vista de que la notificación se le cursa
directamente al demandado, según lo establecido en el Art.
157 inc. 1, la cual preceptúa que la notificación debe ser
practicada por cédula directamente en el domicilio real del
demandado.
Cabe destacar que cuando el demandado se domicilia
fuera de la jurisdicción del Juzgado, el plazo para contestar
la demanda es ampliado con arreglo al cuadro de distancia
que al efecto elabora el Consejo Ejecutivo del Poder
Judicial.

EMPLAZAMIENTO FUERADEL PAÍS

El presente dispositivo analiza dos casos- a) El


previsto en el Art. 432, o sea, el del demandado domiciliado
o residente fuera de la jurisdicción —comentado al analizar
el mencionado artículo—, b) El del demandado que reside
fuera de la República. En este caso, de la redacción de la
norma se desprende que no es necesario que el demandado
haya cambiado su domicilio! basta que tenga su residencia
en el exterior. En la notificación de
250 Ley N° 29.497

la demanda en el extranjero, la ampliación del plazo es


convencional, porque el Juez la regula según la distancia o la
mayor o menor facilidad de las comunicaciones. Al Juez le cabe
señalar el plazo del traslado! si no lo señala, el plazo es el de ley,
aunque corresponda uno mayor.

EMPLAZAMIENTO DE DEMANDADOS CON


DOMICILIOS DISTINTOS

Cuando concurre esta circunstancia el criterio no varía si


todos los demandados tuvieron el mismo término, en cuyo caso
el cómputo debe efectuarse desde la última notificación.
Cuando todos los demandados tienen su domicilio en la
misma jurisdicción, si han sido notificados en distinta fecha, los
términos vencen independientemente para cada uno de ellos, y
no se computan desde la última notificación practicada.

1. Persona incierta o domicilio ignorado


Para la citación por edictos la persona debe ser incierta, o
el domicilio o residencia ignorados. Son dos supuestos distintos.
Aun cuando el texto autorizaría a primera vista a suponer que se
trata de personas desconocidas y de aquellas cuyo domicilio o
residencia se ignorasen, siendo imposible adquirir certeza en un
caso y dar con el paradero en otro, corresponde interpretar que
en realidad se trata de supuestos de ignorancia invencible, sobre
la verdadera residencia del demandado, o de una inseguridad
imposible de disipar por medios razonables respecto de su real
identidad.
Ley N° 251
29.497

2. Cuando procede el nombramiento del curador procesal.


Efectos
Una vez terminada la publicación de los edictos. Si
hasta ese momento el citado no ha comparecido no procede
su rebeldía, sino el nombramiento del curador-procesal a
quien se le conferirá traslado para que conteste la demanda.

3. Nombramiento y funciones del curador procesal


La designación del curador procesal procede en todos
los casos en que se demande a personas inciertas o con
domicilio o residencia ignorados, previa información sumaria
y citación por edictos. Su intervención tiende al
cumplimiento de la garantía constitucional de la defensa y,
por tanto, no debe limitarse a la simple vigilancia del
procedimiento. Al asumir la representación del ausente su
actuación se extiende a todas las cuestiones que se planteen
en el juicio con las salvedades derivadas de la naturaleza de
sus funciones. Es así que carece de facultades para realizar
actos de disposición, pero no reviste tal carácter la defensa de
su representada que ejerce en el proceso, aunque en el mismo
escrito reclame autorización judicial para formalizar un acto
de aquella naturaleza.

4. Obligación facultativa de apelar


. No obstante los términos de la norma, entendemos que el
defensor no está obligado a apelar.
252 Ley N° 29.497

5. Ámbito de aplicación
Se notifica por edicto a las personas inciertas y a las
personas ciertas con domicilio desconocido. Las primeras son
aquellas que el demandante no puede individualizar —Ejm. los
herederos del causante si no se ha hecho la sucesión—. En el
segundo supuesto, o sea, personas ciertas con domicilio o
residencia desconocidos, haber realizado, sin éxito, las gestiones
tendientes a localizarlas. No es necesario probar dichas gestiones;
basta el juramento. Cuando se afirme y si la afirmación resulta
falsa, se la sanciona con multa, y procesalmente, con la nulidad
de toda la actuación consecuente a la falsedad; además, se le
impone las costas al falsario.
El curador procesal actúa en pro de personas ausentes en
juicio a fin de asegurar el debido proceso y proteger el principio
constitucional de la defensa en juicio.

EMPLAZAMIENTO DEFECTUOSO

1. Copias incompletas
La omisión de acompañar todas o parte de las copias
pertinentes con la cédula mediante la cual se notifica el traslado
de la demanda no autoriza a articular la nulidad de la diligencia,
sino solamente a pedir la suspensión del plazo para contestarla
hasta tanto se subsane la omisión y ese pedido puede formularse
mientras dicho plazo no hubiere vendido.
Ley N° 253
29.497

EFECTOS DEL EMPLAZAMIENTO

En el Derecho Procesal actual en los Códigos de


raigambre hispano-romana, resiste el embate de las reformas
y de las ideas de simplicidad y celeridad en el proceso, el
instituto de emplazamiento. Como se observará, por la
noticia histórica que consignamos y por su utilización
procesal, esta específica forma de citación con plazo
determinado y preclusivo, se ubica principalmente al
principio de todo juicio como acto que formaliza el litigio.
Asimismo, es un acto complejo de notificación, de
comunicación, de plazo, bajo apercibimiento conminatorio,
de tal manera que pone al emplazado (demandado,
procesado, tercero necesario, funcionarios inferiores) en la
situación jurídica de comparecer o dejar de comparecer, con
consecuencias procesales a cargo del rebelde.

1. Idea general
Actualmente significa la fijación de un "termino al
encuadre en el tiempo, para que la persona emplazada,
cumpla una actividad o manifieste su voluntad ante el
Órgano Jurisdiccional que resuelve el acto de emplaza-
miento.
En el ordenamiento actual, el emplazado tiene la carga
de comparecer, al ser citado en un término fijo y bajo
apercibimiento de las consecuencias procesales, en perjuicio
de su derecho o de su interés de actuar. En el proceso penal
lo mismo que en el civil, el instituto que contempla la
situación de incomparecencia, es la rebeldía del emplazado
(demandado o procesado), con la diferencia que en sede
penal, por razones que fincan en
254 Ley N° 29.497

los fines que persigue el Estado, el procesado, además de cargar


con las consecuencia de su no presentación, respecto a su
derecho de defensa, es posible de otra sanción a los fines
penalísticos.44 El principio procesal se percibe en la situación del
emplazado que puede sufrir la consecuencia de su inercia o de su
negligencia. El concepto de cargar sustituye así al de obligación,
lo que está señalando la evolución de las ideas sobre este
instituto y sus géneros en el Derecho Procesal, cuando se trata de
las partes. "Las cargas más importantes que pueden recordarse
son, la que pesa sobre el demandado de comparecer y personarse
en el proceso (carga genérica que condiciona las distintas cargas
particulares)...", dice al respecto Reimundín, haciendo resaltar el
concepto de carga, y la situación procesal de las partes cuando
"están a derecho" por el acto de comparecer. 45
No fue así en el Derecho histórico. En la legislación
española antigua, se concebía la obligación, o el deber de
comparecer. Ello se explica por la concepción romanista del
proceso, donde era necesaria la presencia de las partes litigantes
ante el Juez o por cualquier medio (voluntariamente o por
coacción jurídica del actor contra el demandado), para lograr la
pacificación social46. De manera que la gradación de las ideas al
respecto pueden señalarse esquemáticamente así: obligación-
deber-carga.

44. Enciclopedia, J. Omeba, TX, p. 31.


45. REIMUNDÍN, R., Derecho procesal Civil, T. I, p. 132, Bs. Aires, 1957.
46. CHIOVENDA, Principios, t. 2, p. 197.
Ley N° 255
29.497

En la legislación hispana, Las partidas consagran ese


deber procesal al definir el emplazamiento- "Como
llamamiento que facen a alguno que venga a facer Derecho o
a cumplir su mandamiento" (Parí. 3a, tit VII, ley 19).
Preceptúase además: "...los rebeldes non deben fincar sin
pena, porque desprecian el mandamiento de aquellos a
quienes deben obedecer" (Parí. 3a, tit. VII, ley 8). "Rebeldía
es como sobervia o desdén o demandamiento en non querer
venir ante el juzgador a quien deben obedecer como
mayoral" (Part.3a, tit. XIII, ley 9).
El emplazamiento presenta las siguientes caracte-
rísticas:
a) El sujeto que resuelve y hace ejecutar el acto de
citación conminativa, es el Órgano Jurisdiccional. Puede
considerarse el sujeto activo emisor al Juez o Tribunal y
sujeto activo ejecutor al oficial público. 47
b) Cuando se trata de emplazamiento del demandado o
del procesado, las fallas formales de la notificación o de la
ausencia del acto de comunicación, producen la nulidad de
todo lo actuado desde el momento mismo en que debió
hacerse.
c) El efecto procesal del emplazamiento también
caracteriza el acto complejo de que se trata. En el proceso
civil, es un carga procesal para el demandado y de acuerdo a
la concepción actual del proceso, los fines esenciales no se
perturban por la no presentación o falta de actividad ante el
Órgano Jurisdiccional. La consecuencia es la pérdida de una
oportunidad procesal y la

47. V. FENECH, M. Derecho procesal, penal, Volumen 2, caps. 28 y


29, Barcelona, 1952.
256 Ley N° 29.497

preclusión de la etapa del procedimiento sin la posibilidad de


retrogradarlo.
En el proceso penal, el emplazamiento puede llegar a traer
como consecuencia la declaración de rebeldía, pero a los fines
penales, la presencia del imputado es indispensable, y por esa
razón deriva al efecto coactivo si no se presenta el llamado
judicial.

2. Concepto legal
En los Códigos de fuente hispana, se legisla este instituto
teniendo como sujeto destinatario (sujeto pasivo de
emplazamiento) especial, al demandado y general, a las partes en
el juicio. En esto se diferencia de la citación, que se dirige a toda
persona necesaria para un acto de diligencia.
Por eso se ha considerado al emplazamiento como acto
inicial de la litis-contestación, y se le ubica y legisla en esa etapa
del proceso.

3. Referencias históricas
a) En el Derecho Romano Antiguo. Con el procedimiento
de las legis actiones y el procedimiento formulario, la
introducción a la instancia se hace por actividad exclusiva del
demandante. La citación al demandado en forma privada se hace
por el acto de la in ius voctio, de una simplicidad primitiva- el
primero encuentra al segundo y le dice : in ius sequere o in ius te
voco.
El demandado está obligado, debido a la estructura privada
del proceso, donde es necesaria la presencia de las partes ante el
Magistrado para trabar la litiscontestatio.
Ley N° 257
29.497

En la época de la ley de las Doce Tablas (Tabla I, 1 y


2), la in ius vocatio se aplicaba exclusivamente a la actio
sacramenti in personam, donde el acto afirma y el de-
mandado niega. Las partes no se presentan ante el
Magistrado de común acuerdo.
Lo cierto es que esta forma de citación del demandado
o la otra con el vadimonium, que era el medio para aplazar
los juicios ya comenzados, como la presentación de fiadores
(vindex), que garantizaban la comparecencia legal le
siguieron utilizando durante el desarrollo del proceso por
fórmulas, hasta fines de la República.
En estos casos, si el citado en día fijo o en plazo
determinado no se presentaba, tenía lugar el procedimiento
ejecutivo, y esto significaba la violación de una obligación
procesal- la promesa de asistir hecho por intermedio del
vadimonium.
El carácter de obligación de presentarse a juicio es
patente en todo el Derecho antiguo y subsiste en la
legislación posterior para derivar en deber y luego en carga
procesal.
En el proceso antiguo se explica por la concepción
monárquica y autoritaria de la administración de justicia.
En algunos asuntos extraordinarios en la época del
emperador Marco Aurelio, "se permitió al demandante
dirigir primero a su adversario la denuntatio litis, es decir,
una notificación escrita del objeto de su demanda y del día
fijado para comparecer.48

48. PETIT, E. Tratado elemental de Derecho Romano, p. 841.


258 Ley N° 29.497

La citación y el emplazamiento del demandado se


distiguían, porque la primera era el llamamiento que el Juez
hacía a las partes o a los testigos, durante el término de pruebas.
El emplazamiento resultaba del llamado hecho del
demandado para que acuda al tribunal en el plazo señalado.
Influía indudablemente, en esta distinción de los actos de
citación ante el Magistrado o el iudex, el hecho de la división del
juicio en dos etapas' el procedimiento in iure ante el magistrado
y el procedimiento apud indicem, ante el iudex. En esta última
fase se apreciaban los hechos.
El carácter privado del proceso antiguo se pone de
manifiesto en estas formas introductivas de la instancia por
actividad exclusiva de las partes- por ejemplo, la in ius vocatio,
llamamiento del demandado ante el magistrado; la editio actionis
o enunciación de la acción intentada; el vadimonium, o la
promesa garantía de comparecer en el proceso.
Este sistema antiguo se prolongó hasta el siglo III de la era
cristiana y comprende todo el período de la legis actiones desde
los primeros tiempos de Roma hasta el siglo II a de J.C. y el
período del procedimiento formulario, que se extiende desde esa
fecha hasta el siglo III indicado.
Los dos sistemas que sustituyeron estas formas de citación
y emplazamiento, fueron una consecuencia de haberse adoptado
el procedimiento extraordinario (cognitio extraordinem), en la
época imperial.49

49. ARANGIO, RUIZ, en Instituciones, p. 168.


Ley N° 29.497 259

Como vimos, primero se utilizó el sistema de la


notificación de la demanda (litis denuntatio), en la época de
Marco Aurelio (161 a 180 de. J.C), pero fue durante el reinado de
Constantino (306 a 337 d. de J.C), que se dictó una Constitución
para regular estos aspectos del proceso, con el fin de abolir la
privata testatio, es decir, la invitación directa y personal del actor
al demandado sin intervención de la autoridad.50
El actor pide al Magistrado que se notifique al demandado
su pretensión (evocatio), mediante una orden de aquél (edicatio),
mediante una orden de aquél (edictis), formulada por escrito
(litteris). La fórmula de tal evocatio es triple —dice ARANGIO
RUIZ—: "...edicti-litteris-denuntiationibus; y de éstas sólo la
primera, que es la menos usada, puede ser considerada como un
simple acto de autoridad. Es decir, que es la actividad del actor
ante el magistrado lo que prevalece para poner al demandado en
situación de comparecer". Este desenvolvimiento del proceso se
ve mejor en las provincias que en la metrópoli. Allí, la
jurisdicción unificada en el Magistrado romano, da origen a una
orientación nueva del juicio, y en este aspecto, el actor se vale del
juicio, y en este aspecto, el actos se vale del funcionario judicial
para intimar al accionado, la presencia en la plaza principal del
distrito, en los días en que el prefecto administrará justicia
(conventos). El funcionario la trasmite por intermedio de una
dependiente. Al principio fue la litis denutiatio una declaración
redactada con la cooperación de tales funcionarios autorizados
para recibirlas. Más tarde, dicho funcionar se identifica con el
Juez. Desde la

50. ARANGIO RUIZ, Las acciones en el Derecho Privado romano, p. 142.


260 Ley N° 29.497
denuncia transcurre un término de cuatro meses, a cuyo
vencimiento las partes tienen la obligación de comparecer en
juicio, bajo pena de la pérdida de la litis (si falta el acto) o del
proceso en contumacia (si quien falta es el demandado) 51
Se observa así que se evita la posibilidad de un proceso sin
contradicción y por eso antes de declarar la contumacia se
requería que el demandado o el emplazado fuera citado por tres
veces.
En el segundo sistema seguido desde la época de Justiniano
(527 a 565 d. de J.C.), la marcha del proceso se inicia también por
la iniciativa del actor, pero éste debe pedir autorización al
Magistrado. Se denomina a esta etapa, procedimiento per libellus,
debido a los documentos en que actor y demandado inician la
instancia. El actor introduce la acción por un libelluis
conventionis, redactado por él o persona asesora. Allí también
solicita al Juez la autorización para citar a juicio al demandado,
quien provee sumariamente y ordena la notificación de la actio, lo
que se hace por intermedio de un oficial público (executor
negotii). El libelo es de emplazamiento mediante el oficial a quien
el demandado deberá entregar a su vez libellus contradictionis.
Como se observará, tanto la enunciación de la pretensión
(demanda), como el plazo para que se conteste y se comparezca
ante el tribunal se hace en este período, en un solo acto a los
efectos de constituir normalmente la litis contestatio, o
anormalmente la contumacia del demandado o del actor.

51. ARANGIO, RUIZ, Instituciones, p. 169.


Ley N° 261
29.497

Para evitar en lo posible la rebeldía y la falta de


contestación del emplazado, se permitió, en la época de
Justiniano, que el demandado fuese llevado, manu militan,
ante el Tribunal, o mantenido en arresto. Respecto del actor
se crearon medios procesales para obligarlo a comparecer!
verbigracia, la fianza y el compromiso de proseguir el
juicio52.
En el derecho intermedio. La influencia del Derecho
Romano postclásico, se refleja en el Derecho de la Edad
Media, sobre todo en Francia e Italia. Es fácil ver en el
procedimiento que los actos iniciales de la instancia se
introducen por libelos y con autorización judicial 53. An-
teriormente existían ciertas costumbres judiciales que
permitían la intimación para comparecer ante el Juez
(ajournemet), la cual se hacía verbalmente o de viva voz en
presencia de dos testigos que acompañaban al sujeto.
En Italia, durante los siglos VII y XII, el procedimiento
fue similar. En materia de notificaciones de la demanda
existía la costumbre que hacía que el actor informase
previamente al Juez, a quien le corresponde precisar los
términos de la acción. Luego se notificaba por intermedio del
oficial inventio, en forma verbal, o escrita. Se distinguió en
esta época la citación al demandado y la notificación de la
demanda.
En el Derecho Canónico, según CHIOVENDA se conser-
varon los principios del Corpus Iuris justinianeobA. En las
prácticas de la Rota Romana y en las Decretales, se tuvo en
cuenta la situación de no comparecencia del deman-

52. V. NOVELAS, 108, cap. 2, y consí. 95, cap. 1.


53. GLASSON Y TISSIER, Traite théorique et persiqu
d'organization juridiciare,de comp, et de civile, t. 2, p. 457, París, 1926.
54. CHIOVENDA, Instituciones, t. 2, p. 298, secc. 1, num. 2546.
262 Ley N° 29.497

dado. Aunque no existen disposiciones especiales al respecto, la


doctrina de los canonistas elaboró toda una teoría de las
citaciones especiales y generales 55. La citación general tenía por
finalidad causar la rebeldía y contumacia del demandado. En el
fuero secular bastaba una sola citación y rebeldía para causar la
contumacia, ya que era perentoria, mientras en el fuero
eclesiástico la citación era trinca.56

4. El emplazamiento y los principios procesales


De acuerdo al panorama histórico y el encuadre
institucional señalado, el emplazamiento, tiene como acto de
citación apercibimiento de una consecuencia perjudicial para el
empleado, la finalidad primordial de trabar una relación procesal
de las partes entre sí, ante el órgano de la justicia; además de
servir de acto previo a todo impulso procesal de parte o de oficio.
Es decir, se activaron de la relación procesal en cualquier etapa
del proceso, cuando exista necesidad de un plazo perentorio y de
carácter preclusivo para la marcha normal del proceso.
En segundo lugar, siempre que se trata de los casos
excepcionales de personas distintas de los litigantes, la finalidad
es la impulsión necesaria de los autos del proceso.
Respecto de los litigantes, la finalidad esencial es que todo
momento tenga la posibilidad de "estar a derecho".57
5 5. LORETO, L. Monografía citada en Revista de Derecho Procesal, año 7,
1949, 1 parte, nota 6.
56.BOLAÑOS, H. Curia filípica, T. I, p. 68, Madrid, 1825.
57. LUIS, LORETO, Revista de Derecho Procesal, año 7,1949,1 parte, pags.
59 y sigs.
Ley N° 29.497

Esta consideración nos lleva a relacionar el instituto con los


principios generales del proceso tal como se los acepta
actualmente.
a) El principio de su impulsión de oficio, que actualmente
se acepta en forma conjunto con la iniciativa de las partes, se
pone de manifiesto porque una vez iniciado el juicio con la
demanda del actor, el Juez debe citar y emplazar al demandado.
Asimismo, en las etapas posteriores del proceso, el
emplazamiento siempre se utiliza por el Órgano Jurisdiccional
para impulsar una actividad o dar fin a una etapa principal. En los
Códigos, leyes y proyectos modernos, como es notorio, se pone
de manifiesto este principio sostenido por la doctrina al lado del
tradicional principio dispositivo.58
b) El principio constitucional de igualdad ante la ley,
traducido en el ámbito procesal, significa que "las partes, en
cuanto piden justicia, deben ser puestas en el proceso en absoluta
paridad de condiciones"59. El emplazamiento tiene por objeto,
sobre todo, al inicio de la causa, situar en un pie de igualdad
jurídica a los litigantes para que estén a derecho.
c) En realidad estrecha con ese principio constitucional y
como un desarrollo procesal del mismo, se concreta al principio
de la bilateralidad de la audiencia, señalando que los litigantes
han de ser oídos y deben proveerse inexcusablemente este
objetivo, poniéndolos en situación de paridad. Para que las partes
puedan ser

58. V. REIMUNDIN, R. Op. cit, 1.1, pag.s 125, PODETTI, Teoría y técnica
del proceso, p. 76.
59. CHIOVENDA, Instituciones, t. I, p. 109.
264 Ley N° 29.497
oidas en sus respectivas pretensiones, defensa y excepciones, está
establecido y generalmente adaptado al sistema de la
notificación, citación o emplazamiento, traslado y vista mediante
los cuales el que acciona y que cree que su derecho ha sido
violado o contestado, invita al adversario a comparecer ante el
Órgano Jurisdiccional competente para obtener la actuación de la
ley y la protección de la situación jurídica material. "La notifica-
ción, citación, o emplazamiento, y los traslados y vistas
constituyen, por lo tanto, los actos importántisimos el
procedimiento, que tiende a colocar al demandado o al actor, en
actitud de poder valorarlos"17. Este postulado lo expresaban los
romanos- audiatur et altera pars, para poner de manifiesto la
posibilidad del contradictorio ante la justicia.
En el Derecho Hispanoamericano se relaciona también con
la garantía constitucional de la defensa en juicio, de modo que el
acto de comparecencia de las partes debe cumplirse en juicio para
darles la oportunidad de ser oidas, ya que nadie puede ser
condenado sin haber tenido oportunidad procesal de alegar. En el
Derecho Anglosajón se consagra este principio en la fundamenta
expresado gráficamente en la fórmula- his day in Court (su día en
el Tribunal). Esa garantía constitucional se cumple por
intermedio de un acto de notificación con emplazamiento (notice)
para brindar a la parte citada la ocasión de ser oída (hearing).
d) El emplazamiento pone de manifiesto el principio de la
preclusión, ya que el Órgano Jurisdiccional utiliza este medio
para formalizar el tránsito de una fase del proceso a otra.
Si la parte emplazada no concurre a concretar la actividad
necesaria y ordenada en una etapa del proceso,
Ley N° 265
29.497

pierde la oportunidad para hacerlo, porque caduca por


clausura dicha etapa.
5. Efecto
De los efectos procesales ya se han indicado los
principales aspectos. La situación típica que puede hacerse
extensiva todas las citaciones con plazo fijo, es el
emplazamiento del demandado. Puede darse las siguientes
situaciones: Io Demandado (emplazado), que comparece. En
este caso queda definitivamente trabada la relación procesal
ante el órgano jurisdiccional, porque el citado "está a
derecho" para toda eventualidad procesal. La carga de
comparecer ha sido cumplida. La evolución histórica del
instituto (la comparecencia o la personación del demandado
en juicio), nos muestra como esté pudo configurar ya una
verdadera obligación con su correspondiente vía compulsiva,
ya un verdadero deber procesal con sus correspondientes
sanciones y finalmente, constituir una carga procesal, dice
REIMUNDÍN, sintetizando la evolución de este aspecto del
emplazamiento.60
Puede asimismo comparecer y permanecer inactivo
respecto a los actos posteriores del juicio (v. gr., no contestar
la demanda, no presentarse a la audiencia, no exhibiendo
documentos). En estos casos, se decretan rebeldías parciales
y carga con la consecuencias de su inactividad de domicilio
desconocido. En este supuestos, la imcomparecencia no
autoriza el juicio en rebeldía. Debe designársele curador
procesal de ausente a quien se corre el traslado de la
demanda.61

60. REIMUNDÍN, R, op. cit., 1.1, p. 161.18. REIMUNDÍN, R., Ob.


cit,. t. 2, p. 38
61. ALSINA, H. Ob. cit., t. 2, p. 81.
266 Ley N° 29.497

INEFICACIA DE LA INTERRUPCIÓN

1. Prescripción
En Derecho Civil, Comercial y administrativo, medio de
adquirir un derecho o liberarse de una obligación por el
transcurso del tiempo que la ley determina! y que es variable
seún se trate de bienes muebles o inmuebles, y según también
que se posean o no de buena fe y con justo titulo. La
prescripción llámase adquisitiva cuando sirve para adquirir un
derecho. Y es liberatoria cuando impide el ejercicio de la acción
para exigir el cumplimiento de una obligación. Estos plazos
liberatorios son muy variables, conforme a la acción que se trate
de ejercitar.
El diccionario de la Academia define con acierto esta
institución cuando dice que es la acción y efecto de prescripción
o de adquirir una cosa o un derecho por la virtud jurídica de su
posisión continuada durante el tiempo que la ley señala, o
caducar und erecho de lapso señalado también a este efecto para
los diversos casos.

2. Clases
2.1. Prescripción adquisitiva
Derecho por el cual el poseedor de una cosa adquiere la
propiedad de ella por la continuación de la posesión durante el
tiempo fijado por la ley.
Generalmente los plazos prescriptivos son menores o
mayores según que la posesión se haya o no ejercido con buena
fe y justo título, y que se trate de bienes muebles o inmuebles.
Ley N° 267
29.497

2.2. Prescripción civil


Nombre unificado de la adquisitiva y de la extintiva de
derechos y bienes en la esfera civil, para diferenciarla de la
prescripción.
En la modalidad que constituye adquisición o ' jurídica,
que se denomina igualmente caducidad, posee elasticidad
cronológica desde 24 horas (denuncia de ciertos daños
asegurados) hasta un lapso treintañal en el dominio.
2.3. Prescripción criminal
Denominación técnica que pretende no sólo
diferenciarse de la prescripción civil, sino agrupar las dos
especies penales^ la prescripción de la pena y la del delito.
2.4. Prescripción de acciones
Caducidad de los derechos en su eficacia procesal, por
haber transcurrido los plazos legales para su posible
ejercicio.
El concepto viene a sumarse al de prescripción
extintiva.
2.5. Prescripción liberatoria o extintiva
Excepción para repeler una acción por el solo hecho de
que el que la entabla ha dejado durante un lapso de in
tentarla, o de ejercer el derecho al cual ella se refiere. De ese
modo, el silencio o inacción del acreedor durante el tiempo
designado por la ley, deja al deudor libre de toda obligación,
sin que para ello se necesite ni buena fe ni justo título.
Interrupción de la prescripción. Detención del curso
de la prescripción. Cuando esa detención se produce, no
268 Ley N° 29.497

corre el tiempo anterior a la fecha del hecho interruptivo.


Terminado el plazo interrumpivo, la prescripción se tiene que
empezar a contar de nuevo. Son hechos interruptivos- la
privación del goce de la cosa durante el poseedor o deudor, aun
interpuesta ante juez incompetente o condefectos formales, salvo
que el demandante desista de la demanda o se declare la
deserción de la instancia! el reconocimiento que el deudor o el
poseedor hace del derecho de aquel contra quien prescribía.
3. Caso de agregación excepcional
Se legisla un caso de agregación de prueba documental con
posterioridad a la demanda, referida a los nuevos hechos que
invoca el demandado en el responde, los cuales no fueron
considerados en la demanda. El plazo para agregarla es de diez
días, que son contados desde la notificación por ministerio de ley
de la providencia que tiene por contestada la demanda o la
reconvención. Obviamente, el ejercicio de este derecho es propio
del demandante o del reconviniente.

4. Nuevos hechos
Son aquellos en que se sustenta la defensa del demandado o
reconvenido, que no fueron tenidos en cuenta por la demanda o
por la reconvención. Constituyen una novedad en el ámbito de la
relación procesal. Esta posibilidad restablece el equilibrio roto
por la inserción de hechos no considerados en la demanda o en la
reconvención. A tal efecto, la ley permite únicamente acompañar
prueba documental que los desvirtúe, y no admite que se los
replique.
Ley N° 269
29.497

5. Traslado
Es por diez días, y la crea una doble carga al
demandado o reconvenido- a) cuestionar la novedad de los
hechos, y b) respecto de la prueba documental, aceptarla o
impugnarla.

6. Notificación
Se la efectúa por cédula. Por ello, los nuevos
documentos deben ir acompañados de tantas copias cuantos
sujetos del traslado haya.
7. Acepciones
La voz juramento, tiene distintos sentidos que gravitan
en diferentes significados, por lo que se hace necesario
distinguirlos para su exacta ubicación.
El Diccionario de PIERRE LAROUSSE, expreso: "que
juramento puede designar, la acción (el acto) de tomar a
Dios o a un ser sagrado cualquiera, como testigo de la
verdad, de las palabras que se pronuncian o de una
obligación que se contrata; pero también puede referirse a
algo más solemne, que se realiza en circunstancias más
graves y ordinariamente frente a personas constituidas en
dignidad (cargo honorífico y de autoridad), mientras que el
primero se hace ante un pequeño número de personas en el
curso ordinario de la conversación o negocios. El voto o
reniego, otro de los sentidos, no es sino una especie de
exclamación forzada por palabras que invocan siempre
alguna idea sagrada, para combinar con pensamientos
profanos y a menudo hasta ciminales62.
62.PIERRE LAROUSE, Grand dictionaire universel du siécle XIX,
T. 9, p. 111, París, s/n)
270 Ley N° 29.497

Se designa con las voces jurement, serment y juren, las


acepciones explicadas respectivamente.
La blasfemia o reniego queda descartada de nuestro interés
en razón de su sentido diamentralmente distinto y opuesto (es
eljuren de los franceses).
El juramento corriente desprovisto de solemnidad,
únicamente interesaría cuando es elemento de un negocio
jurídico, pero como este es accidental, valdrá como tal, en el
caso particular; de donde concluímos que es de relevancia
jurídica, el prestado en ciertas y determinadas circunstancias,
cumpliendo exigencias previas, y calificados como necesarios e
impostergables para oportunidades señaladas. Se identifica con
el serment anteriormente citado.

8. Expresión jurídica
Juramento, en el cramentum, tomado en su acepción
militar, "es promesa solemne tomando de testigo a Dios o
aquello que se considere sagrado" ("Sermenf, op. cit., t. 14, núm.
i; S. T.). Constituye la voz específicamente jurídica en la lengua
francesa. En cambio, para la castellana, proviene del latín
iuramentun, que es "afirmación o negación de una cosa,
poniendo por testigo a Dios, en sí mismo o en sus criaturas"
(Diccionario de la Real Academia Española, voz "Juramento").
Extensivamente, por lo tanto, en Derecho, corresponderá
asignarle al juramento el significado deserment, aunque como
dijéramos, etimológicamente tiene otras raíces.

9. Evolución histórica
El juramento en sus orígenes tuvo carácter
Ley N° 271
29.497

exclusivamente religioso. Varias son las razones- La que


pudiera contribuir la sinceridad de una fe profundamente
sentida, o la falta del concepto político de la libertad
religiosa. Si éste ha sido el carácter del juramento en la
antigüedad, podemos decir que en las épocas primitivas
tuvo carácter más que religioso, supersticioso
El primitivismo de la sociedad humana en sus orígenes
descansaba en el ministerio de lo desconocido, representado
en las fuerzas "tabú". Impregnado de lo mágico e
inexplicable, es muy probable que el juramento, dentro de la
conducta social, haya sido el recurso común de todos los
negocios o relaciones elementales, por supuesto con las
características de imperfección que es dable suponer. Para lo
temible o extrañablemente poderoso estaban el
cumplimiento, rugidos o gritos intencionados, que pudieran
significar los rudimentos del origen del juramento.
Sin embargo existen opiniones que hacen derivar el
origen en el nacimiento de la idea religiosa. Después de las
ordalías (la del ataúd, la del agua hirviente, la del hierro
candente, del pan bendito), un paso adelante, aún dentro de
la barbarie de la época, fueron las pruebas del juramento y
del duelo. Todos ellos conjunto de procedimientos, de base
religiosa, usados durante la edad media, para establecer la
inocencia o la culpabilidad de los procesados por ciertos
delitos; se llamaban "hijos de Dios".
Se observa que al interponerse una persona autorizada
entre otras que a viva fuerza ventilan sus cuestiones, los
contendientes, desistiendo de la brutalidad, invocan ambos
el testimonio de la divinidad, alegando que la razón se
encuentra de su parte. Este es
272 Ley N° 29.497

el proceso posterior, que en la época primitiva se resume por


completo en la inprecación, es decir en los males que el que jura
llama sobre su cabeza en caso de perjurio. Primeramente se
invocan estos males para que surtan efecto durante la vida del
perjuro. Más adelante la imprecaución se refiere a la vida de
ultratumba. Ya Aristófanes dio la mejor explicación de este
cambio en el famoso diálogo de las nubes ... Esta evolución fué
el efecto de una experiencia largamente practicada. La
confrontación incesante de las creencias con los hechos, debió
convencer a la larga a los espíritus observadores que no podía un
hombre jurar en falso o morir sin sufrir el castigo. En síntesis la
relación entre la imprecación y el hecho era puramente ideal.
En épocas más próximas a nosotros, la invocación a la
divinidad deja de hacerse con la imprecación. Se emplea la
suplicación. La penalidad que el que presta juramento invoca, no
es ya positiva, sino negativa. En caso de perjurio, se somete a
perder el favor de la divinidad. De aquí que todavía en la
actualidad se preste juramento en Inglaterra con la fórmula de
"así Dios me ayude" (Omeba, T. XVII, p. 497).
Desde el origen de las sociedades, el hombre tuvo necesidad
de buscar fuera de él un testigo de su conciencia. Para afirmar
con más autoridad, para creer con más confianza, buscó el
juramento. MASSIEU dice: "que los juramentos nacieron al mismo
tiempo que los hombres se engañaron" (Enciclopedia Universal
Ilustrada Espasa-Calpe, voz "Juramento").
Los primitivos invocan los elementos de la naturaleza, los
salvajes sus ídolos, los paganos sus dioses, el cristianismo su
Dios y en la actualidad una mezcla de
Ley N° 273
29.497

metafísica religiosa y laica es su invocación. Se desprende


que el juramento interviene a cada instante en las relaciones
intesociales de los hombres, tras costumbres antiguas lo han
consagrado y la legislación moderna lo ha conservado.
En las diversas épocas ha ido tomando un carácter
peculiar propio de la concepción filosófica de la sociedad.
Así en la sociedad teocrática, el juramento es una cosa
temible; en la civilización helénica y romana, tuvo su
significación propia e integral, pero la multiplicación de los
Dioses, reducidos a imágenes, tornáronle fácil e ilusorio,
perdiendo su majestad.
El pueblo romano tubo para el juramento un verdadero
culto, y no se consideraba formalmente obligado más que
cuando lo había formulado en nombre de Júpiter, Diana,
Juno, Neptuno, etc. es decir en nombre de sus dioses
principales.
Con el cristianismo vuelve a adquirir toda su severidad
y eficacia. En la Edad Media, el falso juramento era penado
con severidad ejemplarizadoral pero al mismo tiempo que
decae el poder de la Iglesia y las creencias se debilitan, el
juramento pierde fuerza.
Se ha dado un gran paso de avance por la laicidad del
juramento al sustituirlo por la promesa que tiene por base la
fe cívica y el honor, alejando la posibilidad de imponer en
dogma frente a la conciencia individual.
Las sanciones civiles y penales como políticas que
llevan involucrados hacen de su observancia, una invariable
conducta de cumplimiento, bajo las responsabilidades que se
contraen con su no ejecución.
En apoyo a sus relevantes condiciones, el juramento
4

274 Ley N° 29.497

así presentado, ofrece la certidumbre de una verdadera


institución jurídica, independizada de espúreos rastos y
totalmente diferenciada. Característica de las instituciones de
derecho, consagratorias de una verdadera ciencia, como es la
jurídica.63
A pesar de que el juramento laico sería el desiderátum en
derecho, en la mayoría de las legislaciones no se lo consagra
totalmente. O es facultativo de quien lo presta de hacerlo por sus
creencias religiosas! o el ritual es tan solemne que solamente se
justifica por la raíz teológica. En una palabra es como lo expresa
muy bien el doctor Orgaz que- "un resto del vínculo entre la
religión y el Derecho se halle en el juramento judicial de
nuestros días en que se conmina al absolvente o al testigo a que
diga la verdad bajo la amenaza de que Dios y la Patria se lo
demanden".

10. Definiciones
La ley 1 del título XI, partida III, definía el juramento
diciendo que es- "Averiguamiento que se hace, nombrando a
Dios o alguna cosa santa sobre lo que algunos afirman o niegan
que es así". Se dice también que es "la invocación tácita o
expresa del nombre de Dios, poniéndolo como testigo de la
certeza de lo que se declara" (Op. cit., núm, 3).
Para ARTURO ORGAZ, es un medio de prueba por el que se
vincula la fe religiosa y Cívica al deber de producirse con verdad
y sin malicia en una declaración judicial o de actuar sin torcer la
justicia y el Derecho al desempeñar

63. CARNELUTTI, F., Sistema de Derecho procesal civil, t. 3, p. 342.


Ley N° 275
29.497
una comisión o profesión. Sin embargo esta definición revela
solamente un aspecto del juramento, y realmente es una
posición escéptical el autor lo despoja de toda la solemnidad
confirmando su apreciación al afirmar con Reynal que
"cuando la buena fe reina, la palabra basta; y cuando no
existe, el juramento es inútil".
"Invocación que se hace poniendo como testigo de la
verdad de un hecho o de una promesa, a Dios, a su fe u otra
institución que resulte sagrada para el que lo presta". 64
Es el acto en que invoca por un signo externo al
Supremo Hacedor como testigo de la verdad de lo que se
asevera o se promete65 En esta definición notamos un
elemento nuevo, "el signo externo", pero aunque agrega algo
no completa su contenido.
Esta y otras definiciones similares, son incompleta,
porque toman el juramento en uno o varios sentidos, pero no
integralmente en todos. Para comprenderlo es preciso tener
en cuenta el juramento judicial, extrajudicial, político,
religioso, probatorio, etc.
Seria por lo tanto, la invocación solemne de un ser
superior, algo sagrado, o de respeto, en garantía de su deber
de lealtad, prometiendo acatar o cumplir la circunstancia
objeto del mismo, cargando con las sanciones morales o
legales del perjurio; la posible definición del juramento
(Omeba, T; XVII, p. 499).

64. Diccionario jurídico, voz Forum, t. 2, pág. 549.


65. Escribe, J., Diccionario de Legislación y jurisprudencia, pág. 1103.
276 Ley N° 29.497

11. Conceptuación
El juramento tiene carácter religioso, en cuanto es
invocación de una divinidad a la que se pone por testigo de decir
verdades; tiene carácter civil y político al ser invocado en actos
de ambas naturalezas, sustituyéndose por la promesa, o
aceptándose indistintamente el juramento o la promesa en la
fórmula usual de jura o promete decir la verdad en lo que sepa y
fuere interrogado (CABANELLAS. G., Diccionario de Derecho
Usual). Por tal razón estaría integrado por varias partes.
En todo juramento debe distinguir la invocación solemne
del testigo ante el cual es hecho o se requiere la aserción de la
promesa, del contenido de este último. La invocación es solemne
y no varía, en cambio pueden ser muy variados los contenidos.
Para que se den estas premisas es preciso que el mismo se
realice bajo ciertas y determinadas condiciones, las cuales en
cuanto se refieren a la invocación deben estar pre-establecidas y
constituir las formas a que debe ajustarse. Pueden ser de índole
constitucional y legal y dentro de éstas, procesales o de fondo.
Equiparable también los usos consagrados por la costumbre.
El juramento no es ni la declaración, ni la promesa, ni la
palabra dada, ni siquiera un compromiso. Es sí, todas estas cosas,
pero al mismo tiempo algo más. Este algo más es precisamente
lo que se especifica y le hace ser lo que es. En el juramento
existe una garantía más alta y un vínculo más obligatorio e
íntimo que el que existe en el verdadero compromiso: garantía y
vínculo que se sobreentienden aún cuando no se enuncien
expresamente. Cuando pronuncio la palabra "juro", no sólo
empeño mi fe, sino que invoco como testigo fiador de
Ley N° 277
29.497

mi compromiso a lo que haya en mi mejor, de más íntimo y


querido como la conciencia, el honor, mi propia persona o la
persona de mis padres e hijos.66
Las sanciones determinadas para su incumplimiento
deben intervenir en su integración, a pesar de que para
algunos tipos de juramento resulta indirectamente del
conjunto del ordenamiento legal; pero como no se concibe
prestarlo sin la garantía de cumplirlo, aunque no esté
expresamente establecido es la consecuencia de su espíritu.

12. Naturaleza jurídica


Carnelutti opina que el juramento es un acto solemne
que la ley prescribe a fin de añadir, o al menos, de reforzar,
para mayor garantía del cumplimiento de la obligación
judicial, la sanción ética y la sanción religiosa. Por eso si
verdaderamente no puede ser considerado como una fuente
de la obligación, asume el carácter de una confirmación por
parte del obligado, de su voluntad de cumplirla.
No se lo puede equiparar a un hecho o actor jurídico,
debido a que no produce los efectos de éstos, aunque si bien
en algunos casos perfecciona o consolida las
transformaciones tan propias de esos actos. Por sí solo no
alcanza a producir la adquisición, transformación, o pérdida
de los derechos, pero ante una situación conformada, el
juramento completa el cuadro de algunas de las instancias
productoras y alcanza o termina el paso de una evolución.

66.0meba, Op. cit., p. 499.


278 Ley N° 29.497

Por otro lado es también un medio de prueba, y por tal se lo


califica como juramento probatorio, en circunstancias de no
existir otros medios de lo controvertir el hecho.
También se dice que el "juramento puede ser considerado
dentro del régimen jurídico como requisito para la validez de
ciertas pruebas, o como un requisito formal que regula la
consecuencia de diversas instituciones de derecho. Bajo el primer
aspecto, tiende a dar el juzgador los elementos necesarios para
emitir su fallo; bajo el segundo aspecto, sujeta al que lo prestó a
las consecuencias que pueden derivarse por el incumplimiento de
las obligaciones impuestas al cargo que aceptó por juramento".
Estamos en condiciones de añadir que si tampoco, se lo
puede situar dentro de los contratos, con el mandato, a pesar de
su similitud, porque el compararlo resalta la actitud pasiva y
general de la norma que lo dispone- y del de adhesión, porque la
regla que lo establece no puede interpretarse como reglamentaria
de una situación; convenimos en afirmar que constituye una
declaración voluntaria de índole unilateral, solemne, de
características peculiares, facultativa u obligatoria, establecida en
la norma, y con función asegurativa apoya en la cultura ética de
una sociedad dada, cumplidamente respetada67.

13. Caracteres condicionantes


Son tales- voluntariedad, autenticidad, licitud,

67. Omeba, Ob. cit., p. 500.


Ley N° 279
29.497

justicia e irrevocabilidad. Un juramento tiránico e injusto, no


liga^ una palabra dada libremente liga siempre (Luiguet). La
sola palabra de un hombre honesto debe tener toda la
autoridad del juramento (Mme. Necker). Todo hombre que
respeta la estima pública debe permanecer fiel a sus
juramentos (Chateaubriand). Es un segundo crimen prestar
un juramento criminal (Rousseau).
El juramento tiene alguna cosa sacramental que le
distingue esencialmente de toda otra promesa (Pnulhomne).
El mentiroso es siempre pródigo en juramentos (Corneille).
En personas de honor promesa vale juramento (Voltaire).

14. Formalidades
Dentro de la clásica división de los actos en expresos y
tácitos, el juramento se ubica derechamente en el primero de
los tipos y no admite por su carácter el segundo. Es un acto
categórico, sin ambigüedades manifestado de una manera
precisa y de acuerdo a las reglas establecidas, debiendo
ajustarse estrictamente a ellas.
Es verbal, porque es expresado de viva voz por el
propio jurador de acuerdo a las frases de estilo, es decir
repitiendo palabra por palabra las indicadas .para el acto. No
obstante ser de exigencia en forma verbal, este puede ser
volcada a la escritura levantándose en ese caso, el acta
respectiva. Se convierte así en verbal y actuado.
Las distintas fórmulas que se han utilizado en el
juramento a través de la historia, así como la gran variedad
en las distintas legislaciones, de la pauta del
280 Ley N° 29.497

verdadero interés por condensar en las mismas, el propósito


solemne y severo que intentaba infundir al juramentado.
Siempre que se trate del testimonio del tercero y del de la
parte, cuando lo ordena el juez, la declaración del testigo ha de ir
precedida por el juramento, forma una religiosa de aseveración
que la ley prescribe para la mayor garantía de la veracidad de su
contenido.68
Según se trate del testimonio de las partes o el tercero, varía
su forma. En el primer caso, como el testimonio se presta
mediante la lectura o repetición de la fórmula está, ha de ir
precedida de las palabras "juro que", para significar que la
fórmula se pronuncia con la garantía del juramento. En cuanto al
testimonio de las partes, el juramento se separa de su contenido y
consiste en el pronunciamiento de una fórmula introductiva, cuyo
contenido precisa la ley con referencia a las dos especies de
falsedad testimonial, es "decir toda la verdad y nada más que la
verdad".
El ritual cuidadosamente establecido y practicado, es de
significación histórica, por que lo que transmite al acto, la debida
solemnidad. Como todo esto va dirigido al jurador, es imperioso
que sea personal la realización del mismo; que sea el indicado
para el acto el que lo ejecute. "El juramento de que el actor no ha
conocido al demandar, los documentos que pretende presentar
después de haber promovido la demanda, es un juramento que
debe prestarlo personalmente, no mediante el mandatario sin

68. Omeba, Ob. cit, p. 501.


Ley N° 281
29.497
dificultad especial para ello". "El juramento judicial es una
facultad indelegable, por ser personalísima. No puede el
apoderado recibir el juramento de su m andante con cargo de
transmitirlo a los jueces".

15. Elementos
Serían las partes, la fórmulas y el objeto. Las partes son
dos* el jurante y el que recibe el juramento. Las fórmulas
son distintas, y varían según se trate detestimonio, posesión
en el cargo, estimatorio, peritos, etc.
El objeto se identifica con el contenido, y mientras las
partes y las fórmulas puedan ser iguales, el contenido varia
constantemente. No está tomado el objeto en cuanto
finalidad, sino en cuanto materia motivo del juramento. Por
lo dicho, solamente, el contenido tiene razón de ser, para
indicar la materia que va a ser objeto del juramento.

16. Partes constitutivas


Por lo dicho hasta ahora, el juramento estaría integrado
por la invocación y el contenido. Su estructura estaría
determinada de esta manera por dos partes, de las cuales la
primera, es la exigida por la ley. Es además solemne, y el
carácter personalísimo del juramento, se debe únicamente, a
la trascendencia de la parte que nos estamos refiriendo o sea
a la invocación.

17.Finalidad
La función del juramento esencialmente consiste en
reclamar las sanciones penales contra la falsedad, y por ello,
en mostrar que la declaración se produce con la
282 Ley N° 29.497

plena conciencia de la obligación de decir verdad; al propio fin


cooperaba la admonición que el juez ha de hacer a quien jura, y
en la que se le impondrán las pertinentes sanciones. Lo
expresado en sentido específico, como institución jurídica.
También tiene relevancia fuera del campo del Derecho pero
que gravita indirectamente en la conducta del jurante. Este caso
sería cuando se reclama sanciones morales o divinas contra la
falsedad.
Procesalmente, cumple una función probatoria, y al
respecto tiene gravitación como medio de prueba dentro de los
distintos ordenamientos que así lo dispone.
Por otra parte, la prestación del juramento no constituye
solamente el objeto de una obligación, sino una carga del oficial
o funcionario en el sentido de que se considera por la ley como
una condición de que depende la eficacia del nombramiento; más
exactamente, su falta es un acto impeditivo de tal eficacia.

18. Efectos
Esta en relación directa con la función que desempeña en
los distintos ordenamientos a que están aplicados. Muchas veces,
constituye un requisito esencial que debe ser cumplido para
condicionar los actos posteriores a un régimen efectivo de
validez. Este sería el juramento político, requisito que deben
llenar los funcionarios públicos y magistrados.
Los oficiales investidos de funciones judiciales, deben
prestar el juramento judicial; por lo que estando el juramento
considerado como una formalidad necesaria para la asunción del
ejercicio de las funciones, su falta
Ley N° 283
29.497

equivale a oposición a la asunción y por eso significa la


renuncia del empleo.69
Se cuestiona que el juramento no es prenda de
fidelidad y por tal razón se dice que al hombre de juzgárselo
por su conducta, por su vocación definida; y que para evitar
el perjuicio no castigado es un ejemplo deletéreo en la moral
del pueblo. Sin embargo, sancionado o no el perjurio, el
juramento es siempre un deber de fidelidad, que sin perjuicio
de las sanciones que establece la ley con respecto a las
responsabilidades que se contraen en razón de la misma, este
compromiso contraido trae aparejadas sanciones éticas y
defectos formales de repercusión indirecta. También se
argumenta a favor, diciendo^ "que el juramento es el más
fuerte vínculo con que puede ligarse al hombre a decir
verdad o a cumplir su palabra, porque quien la quebranta, no
solamente falta a la persona a quien se obligó sino también
al mismo Dios, a quien invocó por testigo de la sinceridad de
su promesa o aserto".70

19. Clases
El juramento toma, por así decirlo, las características o
fisonomía de la función que desempeña dentro de la órbita
de su efectividad, por tal razón son muchos los tipos de
juramento que se ejercitan en Derecho. Pese a ello, podemos
abarcarlos en dos clases o grupos: Juramento judicial o
extrajudicial, uno; y Juramento legal o extralegal, el otro.
Juramento judicial es el prestado en justicia. Extrajudicial:
"Aquel que es prestado en virtud

69. CARNELUTTI, F., Sistema de Derecho procesal civil, t. 2, pág. 410.


70. Op. cit, núm.ll
284 Ley N° 29.497

de una convención por la cual dos personas se remiten el


juramento de una de ellas para probar la liberación u obligación
alegada". El juramento es judicial o extrajudicial, según se preste
en justicia o fuera de ella. Aquel que debe prestar los funcionarios
y magistrados judiciales, pertenece al primer orden. "El que se
ajusta a una promesa para asegurar el cumplimiento, aquel del
que se hace depender el resultado de un diferendo, en mérito de
una convención, constituye el juramento extrajudicial". Al
juramento judicial corresponden las siguientes sub clases :
probatorio, de decir verdad, de buen desempeño, y dentro del
probatorio- el afirmativo, asertorio, confirmatorio, estimatorio,
decisorio, indecisorio, deferido e indeferido- que son sus
modalidades.
Artículo 18°.- Demanda de liquidación de derechos
individuales
Cuando en una sentencia se declare la existencia de afectación
de un derecho que corresponda a un grupo o categoría de prestadores
de servicios, con contenido patrimonial, los miembros del grupo o
categoría o quienes individualmente hubiesen sido afectados pueden
iniciar, sobre la base de dicha sentencia, procesos individuales de
liquidación del derecho reconocido, siempre y cuando la sentencia
declarativa haya sido dictada por el Tribunal Constitucional o la
Corte Suprema de Justicia de la República, y haya pasado en
autoridad de cosa juzgada.
En el proceso individual de liquidación del derecho reconocido
es improcedente negar el hecho declarado lesivo en la sentencia del
Tribunal Constitucional o de la Corte Suprema de Justicia de la
República. El demandado puede, en todo caso, demostrar que el
demandante no se encuentra en el ámbito fáctico recogido en la
sentencia.
QUIENES PUEDEN 3
INTERPONER UNA
DEMANDA?

Defe
nsa
por
parte
Derechos
de
Sindi colectivos.
cato
s Defensa de
dirigentes y
afiliados (no
necesidad de
poder
especial).

No infantil
discriminación
en el acceso al
empleo o
prohibiciones
de trabajo
forzoso e
- Afectados fines de lucro dedicada a
directos proteger derechos
- Sindicato fundamentales
- Asociación sin - Defensoría del o
Ministerio Público

Libertad sindical, - Sindicato


negociación - Representantes de los
colectiva, huelga, trabajadores.
seguridad y salud
- Cualquier trabajador o
en el trabajo u
otros derechos de prestador de servicios
un grupo o del ámbito.
categoría
o,
286 Ley N° 29.497

Artículo 19°.- Requisitos de la contestación


La contestación de la demanda se presenta por escrito y debe
contener los requisitos y anexos establecidos en la norma procesal
civil, sin incluir ningún pliego dirigido a la contraparte, los testigos o
los peritos; sin embargo, debe indicarse la finalidad de cada medio
de prueba.
La contestación contiene todas las defensas procesales y de
fondo que el demandado estime convenientes. Si el demandado no
niega expresamente los hechos expuestos en la demanda, estos son
considerados admitidos.
La reconvención es improcedente.

CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

1. Contestación
Es el acto que completa la relación procesal, y en el cual el
demandado formula todas las defensas que quiera hacer valer,
salvo que las tuviere y utilizarse como de previo y especial
pronunciamiento.71
Determina los hechos sobre los cuales habrá de versar la
prueba y que han de ser materia de la sentencia, y extingue la
oportunidad de recusar si es la primera presentación del
demandado y puede determinar la prórroga de la competencia
por razón del territorio y de las personas.72

71. AYARRAGARAY, LL, 136, p. 1370.


72. SAGGESE Y PÉREZ, CORTES, La excepción previa del defecto legal,
LL, 15.454, JA, 1968-V, p. 660.
Ley N° 287
29.497

Ha sido judicialmente acogida la doctrina que considera


a la contestación de la demanda como el ejercicio de una
acción en cuanto se tiende a procurar la tutela del órgano
jurisdiccional y con ella se integra la relación procesal y se
determinan las cuestiones a decidir en la. sentencia de cuyos
términos está no puede apartarse bajo pena de nulidad.

2. Naturaleza del acto


En un sentido lato, comprendiendo los diversos
sistemas procesales, la contestación a la demanda es el acto
por el cual el demandado responde a las razones de hecho y
de derecho que hace el actor en su demanda, con el fin de
aclarar su situación jurídica discutida.
Como es notorio, puede ser este acto de un contenido
muy variado. El acto de la contestación es la consecuencia
directa de la citación o el emplazamiento que hace el órgano
respectivo, después de haber dado curso a la demanda.
No se excluye por eso la presentación espontánea del
demandado ante del acto del emplazamiento, pero siempre
desde el punto de vista institucional, la contestación resulta
de la intervención del Órgano Jurisdiccional, ante quien se
ha presentado la demanda, el cual requiere la presencia y
respuesta del demandado, para actuar el principio
fundamental de la contradicción y de la bilateralidad del
proceso, ya que el juzgador no puede resolver
definitivamente una litis sin la previa audiencia de las partes
en el juicio (audiatur ex altera pars).
Salvo las diferencias de detalles, en el ordenamiento
positivo nacional y la contestación a la demanda constituye
una pieza esencial dentro del proceso conten-
288 Ley N° 29.497

cioso, ya que traba la litis e integra la relación jurídica procesal,


iniciada por la demanda y la actividad consecuente del órgano
jurisdiccional73. La contestación de la demanda es
indudablemente el acto que necesariamente debe constar en el
juicio para que el juzgador decida en el momento oportuno sobre
las razones aportadas por las partes. Si concretamente no se
produce, el mismo silencio o inactividad de demandado debe
tenerse como una contestación ficta, en el sentido de dar fuerza
de verdad a las afirmaciones del demandante, siempre que no
haya prueba en contrario. Como se ha dicho, dentro de nuestro
sistema legal, es esta faz institucional la que da la ubicación
exacta del acto de la contestación y aclara su naturaleza procesal
y sus efectos.La relación procesal, según lo afirma la moderna
teoría del proceso no se constituye en el instante del acto de la
contestación, como se interpretaba anteriormente, por una
extensión excesiva del instituto de la litis-constestatio.
Con el acto de la contestación queda trabada la litis, pero,
como se ha sostenido, no se trata de la litis-contestatio clásica, ya
que en la actualidad no se produce la extinción del derecho del
actor ni la novación de los derechos discutidos, como en aquel
instituto. Se trata nada más que de esa relación necesaria que se
integra en sentido institucional, en un acto complejo de iniciativa
de las partes y de actividad necesaria del Órgano Jurisdiccional
(actividad de los sujetos de la litis), es decir, de las partes y el
juzgador, para que pueda desarrollarse normalmente en el ámbito
legal el litigio judicial. Se comprenden, así, los actos a la
demanda, la citación, el
73. OMEBA, T. IV, p. 81.
Ley N° 289
29.497

emplazamiento por intermedio del órgano jurisdiccional.74


La relación jurídica establecida normalmente resulta
una fuente de obligaciones y de cargas procesales, con
amparo constitucional. La sede institucional del acto de la
contestación se debe buscar, por lo tanto, en el
desenvolvimiento de la relación jurídica procesal, y en
relación a ella estudiarse integralmente para la comprensión
total de sus efectos jurídicos.
De todos modos basta para este tema aislado, la
referencia al encuadre institucional del acto de la con-
testación. Por lo tanto, el acto de la citación y del traslado de
la demanda, lo cual importa también un emplazamiento (para
estar a derecho o para contestar la demanda), constituyen
actos de publicidad de la demanda, de modo que se tenga la
certeza de que el demandado conozca las pretensiones del
actor y se prepare para rebatirlas o aceptarlas. Por lo demás,
el significado institucional, dentro del proceso, es el
siguiente: en lo sucesivo el demandado que conoce las
pretensiones del actor queda sujeto a la carga procesal de
producir ante el órgano jurisdiccional una manifestación de
voluntad, expresa o tácita, con el riesgo de la sanción
correspondiente, según fuera su actitud; si no comparece ni
contesta la demanda se le tiene, por rebelde; si comparece y
no contesta, pierde el derecho de rebatir en su oportunidad las
razones del actor. El acto de la incontestación a la demanda
importa una manifestación tácita de voluntad

74. DE LA COLINA, S. Derecho y Legislación procesal, T. 2, 1916,


y Rodríguez, Comentarios, volumen, 1, 1941.
290 Ley N° 29.497

para el caso de que se le haya dado al demandado la oportunidad


procesal de hacerlo y se tiene por reconocidos en principios los
hechos y el derecho alegado por el actor, salvo prueba en
contrario (como se observa, se debe distinguir, por otra parte, el
problema de la contumacia o rebeldía ante el Tribunal y el de la
incontestación a la demanda del actor).

3. Efectos
Los efectos de la contestación a la demanda, no deben
confundirse con los efectos de la constitución de la relación
procesal antes de producirse aquélla. Aunque los efectos de la
contestación integren, corroborren y ratifiquen los efectos
procesales, producidos por la demanda, y la actividad del Órgano
Jurisdiccional provocado, se señalan como esenciales los
siguientes- La relación procesal ya desenvuelta por la demanda,
el traslado, y el emplazamiento, queda integrada por el acto de la
contestación; esto tiene el significado procesal de determinar las
parte intervinientes y la condición jurídica de ellas. Se traba la
litis. Se dice en uno de ellos- "...la contestación a la demanda
tiene para el demandado la misma importancia que la demanda
para el actor, porque fija el alcance de sus pretensiones e importa
el ejercicio de una acción, ya que busca, como la demanda, la
tutela del Órgano Jurisdiccional.
El primer efecto puede desdoblarse en estos dos aspectos"-
a) Quedan determinados los sujetos de la relación procesa, y b)
Quedan fijadas las cuestiones litigiosas ante el Juez 75.

75. ALSINA, Ob. cit, t. 2, cap. 4.


Ley N° 291
29.497

Se sistematizan los efectos con relación a los sujetos, al


objeto, la causa y al Órgano Jurisdiccional. En este sentido,
éstos son los principios obtenidos-
3.1. Efectos con respecto a los sujetos de la litis
Si la demanda es contestada por tercero, sin obser-.
vación posterior del actor, la litis queda trabada con él.
3.2. Efectos en cuanto al objeto
La contestación a la demanda impide al actor retirarla
para su modificación o ampliación. Asimismo: si en la
contestación a la demanda el demandado no objeta el monto
de lo reclamado, la posterior absolución de posiciones es en
absoluto ineficaz para modificar la relación procesal trabada
en la demanda y en la contestación.
Los hechos reconocidos en la contestación no pueden
rectificarse por la misma parte a través de la prueba
testimonial.
3.3. Efectos con respecto a la causa
Si se traba la litis, no puede el demandado variar sus
defensas y, en consecuencia, no puede posteriormente legar
fuerza mayor, caso fortuito, simulación, la nulidad de un auto
jurídico, o cualquier defensa no opuesta en la oportunidad
procesal correspondiente.
3.4. Efectos concernientes a la actuación de juzgador
El Juez no puede ocuparse en la sentencia de puntos o
cuestiones que no hayan sido comprendidas en la litis.

4. La contestación y la conducta del demandado


De hecho, la conducta del demandado, ante el acto de la
notificación de la demanda (con emplazamiento, etc), puede
tener tres características esenciales.
292 Ley N° 29.497

En primer lugar, puede contestar la demanda oponiendo sus


defensas. Es la situación más común y la que prevé la ley
procesal en las disposiciones referentes a la traba de la litis.
Sin embargo, el demandado puede adoptar dos actitudes
extremas que se tipifican procesalmente como el allanamiento y
la rebeldía. Es decir, asiente a la pretensión del actor y no lucha
en el posible procesado o no escucha el llamamiento judicial y
mucho menos se toma el trabajo de contestar la demanda (no
comparece a estar a derecho ni hace manifestación alguna).
En el proceso privado moderno, el demandado tiene la
facultad de contestar o no la demanda, o de contestarla en forma
evasiva, sin que, ello implique una sanción penal y sólo importa
el riesgo de una carga procesal.
En el primer supuesto de la situación en que puede colocar
el demandado, deben distinguirse perfectamente a los efectos
jurídicos pertinentes, los hechos siguientes- a) Puede contestar la
demanda y negar categóricamente el hecho constitutivo alegado
por el acto (en la terminología de Carnelutti, aceptada por
muchos procesalistas españoles modernos, ello sería el supuesto
de la "inexistencia del elemento de hecho del fundamento de la
pretensión"). O puede desconocer el fundamento jurídico, aun
reconociendo el hecho constitutivo (es decir, la inexistencia del
fundamento de derecho de la pretensión; b) Reconocer asimismo
el hecho, pero atribuirle distinta significación jurídica que el
actor; c) Por último, puede reconocer el hecho alegado por el
actor, pero le opone asimismo una defensa fundada en un hecho
modificativo, extintivo o impeditivo, que obsta a la pretensión del
primero y la enerva jurídicamente.
Ley N° 293
29.497

Todo ello tiene un gran interés procesal, porque la


materia de la prueba debe tener en cuenta estas circunstancias
para atribuir o sujetar a la carga correspondiente, según
sucedan uno u otro de los supuestos, indicados. Además, sirve
de orientación a la lógica del proceso mental del juzgador,
para la concepción de la sentencia. Respecto de la rebeldía,
asumir su responsabilidad, sin sujeción a una pena, como ya
apuntó, porque ello sólo tiene relación directa con la carga
procesal que importa la contestación y los actos ajenos, y con
el beneficio último o el perjuicio definitivo que puede
experimentar su interés en el juicio. Se aclara que en nuestro
Derecho, dice ALSINA, el demandado puede no comparecer, y
esa incomparecencia le acarreará la rebeldía en el proceso
respectivo. Pero, asimismo, puede comparecer y no contestar
la demanda, y en este caso interesa el tema para los efectos de
esa incontestación, que son diferente de los del primer
supuesto.Para la primera hipótesis, existen sistemas de
sanción a la falta de comparecencia ante el Tribunal y que
debe ser tratado en la materia de la rebeldía. Aclarada la
situación procesal de la segunda situación señalada, es decir
de la incontestación a la demanda, corresponde analizar la
situación en que el demandado acude al llamamiento judicial
y contesta la demanda.
Aquí se presenta la materia técnica del contenido de la
contestación, y en ese sentido, siguiendo a Alsina, señalamos
que puede ser de tres clases1 simple, reconvencional y
compensatoria.
"En el primer caso, la litis se reduce a las cuestiones
planteadas por el actor en su demanda y respecto de las
cuales el demandado formula o no oposición. En el segundo,
el demandado plantea una nueva litis, que
294 Ley N° 29.497

puede ser o no independiente, con relación a la que propone la


demanda, y que puede, en consecuencia, ser motivo de un
pronunciamiento autónomo. En el tercero, sea por vía de
excepción, sea por vía de reconvención, el demandado plantea
una nueva litis, pero vinculada a la primera, de modo que no
pueden ser objeto sino de un solo pronunciamiento". 76

5. £1 contenido de la contestación
Si el demandado oye el llamamiento judicial y contesta la
demanda, ésta puede tener el siguiente contenido:
a) Expresión de voluntad de allanarse a la demanda.
b) Puede reconocer el hecho afirmado por el actor, pero
atribuyéndole otra significación jurídica y no dándole ninguna
significación.
c) Desconociendo el hecho y, por lo tanto, el fundamento
del derecho y de la pretensión.
d) Puede reconocer el hecho, pero al mismo tiempo oponer
circunstancias modificantes, extintivas o impeditivas de su valor
de fundamento.
e) Puede, asimismo, contrademandar o reconvenir,
intentando una acción propia, conexa o distinta de la inentada
por el actor.
f) En algunas hipótesis, puede adoptar una actitud de
expectativa y así expresarlo, sin contestar el fondo de la
demanda, por no conocer personalmente los hechos

76. ALSINA, H. Ob. 1.1, p. 139.


Ley N° 295
29.497

invocados en la misma (situación que pueden encontrarse los


herederos y el defensor de ausente).77
En el supuesto de que el demandado reconozca el hecho
constitutivo que alega el actor, pero al mismo tiempo
desconozca el derecho invocado, verbigracia, cuando se
reconoce la existencia de un hecho constitutivo, sea un
contrato, una obligación civil o extracontrac-tual, etcétera, y
se niega la aplicación de la obligación, por no existir en la
época de la demanda o por no estar a cargo del demandado, la
cuestión puede ser declarada de puro derecho por el Juez y
resolverse en consecuencias.
Cuando se desconoce el hecho y se niega el derecho
invocado por el actor, debe hacerse en una forma expresa y
clara, para evitar cualquier mal entendido que puede
perjudicar la propia acción del demandado en cuanto ésta
pueda desarrollarse en la instancia.

6. Formalismo
Es indudable la correlación que existe entre los
preceptos que indican las formalidades que debe contener la
demanda para que sea válidamente acogida por el Juez y los
que se refieren a las formalidades con igual fin para la
contestación.
Las formas no son sacramentales, pero deben reunir los
requisitos legales mínimos para hacer admisible el escrito o la
manifestación correspondiente, lenguaje jurídico, sellado de
actuación, constitución de domicilio, indicación correcta de
las partes y de sus apoderados, así como el objeto, la causa y
el valor del litigio.

77. Omeba. Ob. cit., p.84.

t
296 Ley N° 29.497

7. Reconocimiento o negación de los hechos


Ha sido impuesta imperativamente. Debe ser cir-
cunstanciada. La negativa general formulada en el responde está
desprovista, en principio, de significación.
Este rigorismo puede atenuarse según los términos en que
ha quedado trabada la litis, y las pruebas que se traigan al
proceso.
Así, la falta de una negativa detallada y categórica se
conjura con la negativa implícita que resulta de la afirmación de
hechos incompatibles con los que no se han negado
circunstanciadamente.
No es lo mismo negar hechos propios, o del conocimiento
del demandado, que la negativa de hechos que éste
presumiblemente no conozca.
Especialmente se ha destacado que la carga de negar o
reconocer categóricamente cada uno de los hechos expuestos en
la demanda, se refiere a los hechos personales del demandado,
pues con respecto a los hechos de terceros, aquél puede
manifestar ignorancia sin que por ello se haga pasible de ninguna
consecuencia jurídica perjudicial.78
Cabe sostener que para el mundo del proceso no hay otra
verdad jurídica que la formalmente admitida por el propio
interesado, cualquier pueda ser la verdad real, razón por la cual
basta tener por reconocidos los hechos, la manifestación "no es
cierto pero lo reconozco como cierto".
78. CARNELUTTI, Sistema, II, n° 161, p. 86.
Ley N° 297
29.497

Los enunciados de la contestación servirán luego para


imponer o eximir a su contrario de la carga de la prueba. Si
los demandados no hicieron cuestión alguna sobre la
identidad entre la cosa que se pretende reinvindicar y la
poseída por los reinvindicados, tal actitud ha eximido al
actor de la carga de demostrar la identidad.
Si en la contestación de la demanda no se menciona un
documento que el actor acompaña y sobre el cual realiza
una afirmación, al no negarse esta última, corresponde
aplicar el apercibimiento de tener por cierto lo afirmado por
el actor.79
Si la cosa demandada es imprecisa, no puede tenerse
por confeso al demandado y la acción no puede prosperar
sin una prueba suficiente de lo realmente pedido. La
negativa que no es categoría, o la contestación evasiva,
puede ser consideradas como un reconocimiento de la
verdad de los hechos claramente afirmado en la demanda.
Así, por ejemplo, frente a la afirmación de que el cónyuge
del propietario que demanda por desalojo carece de bien
disponible, no es suficiente la manifestación del demandado
"no me consta". Sin embargo, no habiendo prueba
corroborante de la verdad de aquella afirmación que se debe
tener por reconocida, es razonable dictar una medida para
mejor proveer, a fin de que el Registro de la Propiedad
informe sobre la existencia de propiedades a nombre del
referido cónyuge.

79. MASNATTA, JA, 1967-V., p. 790.


298 Ley N° 29.497
8. Manifestación sobre documentos acompañados a la
demanda
La ley exige que se reconozca o niegue la autenticidad de
los documentos acompañados a la demanda.
Por sus características las fotocopias no pueden ser objeto
de reconocimiento o de manifestación alguna acerca de su
autenticidad con respecto al documento original.

9. Oposición a la prueba instrumental improcedente


Si se agrega una prueba instrumental improcedente, como
cartas misivas confidenciales dirigidas a terceros, el demandado
no debe concretarse a desconocerlas, sino que puede, además,
oponerse a su agregación y pedir su inmediato desglose, pues ésa
es la única forma de resguardar el principio de la inviolabilidad
de la correspondencia epistolar, y de dar cumplimiento.

10. Exposición del derecho


No es necesario exponer el derecho, ni refutar la
argumentación jurídica del actor.
Debe buscarse el acierto en la calificación jurídica de las
defensas, aunque ello no impide al juzgador entender en la causa
sobre la base de los hechos alegados, aplicando el derecho que
corresponda.

11. La petición
También el demandado debe formular en términos claros.
Sea el rechazo total, sea el rechazo parcial de la demanda.
Completa, con los hechos y el derecho, el
Ley N° 299
29.497

cuadro de la materia de la litis. Establece la naturaleza de las


excepciones opuestas, sea la falta de acción, sea la nulidad
del acto, sea el pago, etc.
Este dispositivo impone la carga de contestar la
demanda dentro del plazo de treinta días, que puede ser
ampliado cuando el demandado tiene su domicilio fuera de
la jurisdicción del Juzgado, ya sea dentro o fuera de la
República. En el proceso abreviado el plazo de la contes-
tación se reduce a diez días (Art. 491) y en el sumarísimo, a
cinco (Art. 554).

12. Carga y no obligación procesal


Lo imperativo de esta disposición está relacionado con
el carácter perentorio de los plazos procesales,, cuyo
transcurso produce la pérdida del derecho. Esto no implica
una sanción para quien no contesta, porque la contestación
de la demanda no constituye una obligación, sino una carga
procesal.
La perentoriedad de los plazos hace que una demanda
contestada fuera de término produzca el mismo efecto que
su no contestación.

13. Plazo para contestar la demanda


Corre desde el día siguiente a la notificación personal
o por cédula. Pero debe considerarse que también corre
desde que el demandado ha tomado conocimiento, por su
intervención en el expediente, de que el término ha
comenzado a correr por la finalización de las articulaciones
que lo interrumpieron. En este caso, en el proceso de
conocimiento el plazo para contestar la demanda es de
treinta días a contar desde dicha finalización.
300 Ley N° 29.497

14. Formalidades
14.1. Extrínsecas
Son las comunes a todos los escritos judiciales-
a) Tinta negra;
b) A la cabeza, la suma del pedido;
c) Nombre y domicilio constituido del presentante; si actúa
por representación, el del representante y el del representado;
d) Individualización de la carátula;
e) Tomo y folio del letrado.
14.2. Intrínsecas
Son las que legisla el dispositivo, cuya observancia es de
rigor, porque sin estar sujetas a fórmulas rituales inexcusables,
atañen a las bases sustanciales del proceso y también previenen el
derecho de defensa del demandado. Son concurrentes, respecto
de los mencionados requisitos, otras disposiciones del Código,
como la constitución de domicilio procesal, la justificación de la
personería, la presentación de poderes, el patrocinio obligatorio y
la presentación de copias
Control. Puede ser ejercido directamente por el Juez o por
el demandado. En el primer caso procede el rechazo in limine
cuando la contestación no reúne las condiciones mínimas de
admisibilidad.

Artículo 20°.- Caso especial de procedencia


En el caso de pretensiones referidas a la prestación personal
de servicios, de naturaleza laboral o administrativa de derecho
público, no es exigible el agotamiento de la vía administrativa
Ley N° 301
29.497

establecida según la legislación general del procedimiento


administrativo, salvo que en el correspondiente régimen se
haya establecido un procedimiento previo ante un órgano o
tribunal específico, en cuyo caso debe recurrirse ante ellos
antes de acudir al proceso contencioso administrativo.

SUB-
CAPÍTULO VI
Actividad
probatoria

Artículo 21°.- Oportunidad


Los medios probatorios deben ser ofrecidos por las
partes únicamente en la demanda y en la contestación.
Extraordinariamente, pueden ser ofrecidos hasta el momento
previo a la actuación probatoria, siempre y cuando estén
referidos a hechos nuevos o hubiesen sido conocidos u
obtenidos con posterioridad.
Las partes concurren a la audiencia en la que se actúan
las pruebas con todos sus testigos, peritos y documentos que,
en dicho momento, corresponda ofrecer, exhibir o se pretenda
hacer valer con relación a las cuestiones probatorias. Esta
actividad de las partes se desarrolla bajo su responsabilidad y
costo, sin necesidad de citación del juzgado y sin perjuicio de
que el juez los admita o rechace en el momento. La inasistencia
de los testigos o peritos, así como la falta de presentación de
documentos, no impide al juez pronunciar sentencia si, sobre
la base de la prueba actuada, los hechos necesitados de
prueba quedan acreditados.
En ningún caso, fuera de las oportunidades señaladas, la
presentación extemporánea de medios probatorios acarrea la
nulidad de la sentencia apelada. Estos medios probatorios no
pueden servir de fundamento de la sentencia.
302 Ley N° 29.497

1. Generalidades
Como se señalara al introducir la cuestión del inicio del
proceso, la institución de los derechos individuales consiste en
poner el poder estatal a dis-posición de los particulares para
asegurar, a pedido de cada interesado, las ventajas que la ley
haya concedido. Naturalmente, no basta con formular un reclamo
y confrontarlo con la defensa del reclamado para delimitar los
puntos del conflicto: es preciso, además, que el demandante
acredite los hechos en los que pretende fundar su petición. Esta
exigencia entraña dos dificultades genéricas.
La primera, de orden institucional, consiste en que ella
implica renunciar de antemano a cualquier protección cuyos
fundamentos fácticos no se prueben^ en otras palabras,
descarnadas pero veraces, que los resultados de la acción judicial
no han de depender de la verdad, definida ésta como la des-
cripción fiel de la realidad, sino del buen éxito del esfuerzo
probatorio; que lo que ha de prevalecer en el mundo del derecho
es lo que se pruebe (o, para ser más precisos, lo que el tribunal
declare haberse probado) y no lo que en verdad haya sucedido 80.
Es cierto que los medios de prueba están diseñados para facilitar
que la declaración de los hechos coincida con los hechos reales!
pero también está previsto que el interesado no disponga, en el
mo-mentó preciso, de los medios para acreditar lo que ha
invocado. En este caso, el pretensor quedará desprotegido y
acaso deberá pagar las costas de su contraparte mientras esta
última

80. Esta diferencia ha dado lugar a que se acuñase la expresión verdad formal,
o verdad del expediente, por oposición a la verdad material que es lo que, fuera de
los ámbitos tribunalicios, suele llamarse lisa y llanamente verdad.
Ley N° 303
29.497

disfruta de la injusticia cometida. Tal perspectiva, amparada


por lo que la tradición ha llamado onus probandi, o carga de
la prueba, está lejos de ser satisfactoria; pero hay que
reconocer que nada mejor se ha inventado hasta ahora para
garantizar los derechos de las personas. Conviene tener en
cuenta, en este aspecto, que en tiempos antiguos cada cual
debía velar por su propia protección en todos los aspectos y
que, aunque hubiese algunas normas destinadas a definir sus
derechos, ninguno de éstos era eficaz si el interesado no
usaba sus propios medios (o los de algún protector privado)
para poner tales derechos en práctica. La administración
estatal de justicia procura monopolizar tales medios al
servicio de todos, pero la imparcialidad impuesta por ese
mismo monopolio impide usar la fuerza (o adoptar las
decisiones que puedan desembocar en su empleo) si el
interesado no demuestra las bases de su pretensión. Es más-
si por vía de hipótesis se instaurara un sistema inquisitivo, en
el que la administración judicial actuara de oficio para
obtener las pruebas ante la sola denuncia del perjudicado, la
situación no sería muy distinta, porque de todos modos sería
preciso hallar esas pruebas antes de decidir y el esfuerzo
(aunque en manos diferentes) podría ser también infructuoso
y derivar en la desprotección del interesado. De otro modo, la
desprotección quedaría distribuida entre todos los
ciudadanos, desprovistos de la garantía de defensa que el
actual sistema les ofrece.
La segunda dificultad, de tipo instrumental, consiste en
que los medios de prueba son siempre falibles. Los hechos
debatidos en un proceso no están a la vista de todos los
participantes: sólo se hallan, eventualmente, en la memoria
de los interesados, donde pueden verse
304 Ley N° 29.497

enturbiados por la emoción y el acceso, además, está claramente


condicionado por el interés. Es preciso acudir, pues, a vestigios
objetivos (es decir ajenos al interés o a la voluntad de las partes)
que permitan reconstruir los hechos de una manera parcialmente
conjetural pero razonablemente convincente.
Esos vestigios pueden inducir en error si son
defectuosamente interpretados, lo que —aun con todas las
salvaguardas diseñadas por la ley— constituye un riesgo
calculado del sistema. Pero, lo que es aún peor, algunos de ellos
podrían ser interesadamente adulterados para producir aquel
efecto. Estos casos son otras tantas oportunidades para que la
verdad del expediente, que es la que importa en el dere-cho, sea
sencillamente falsa.
Sería una equivocación, sin embargo, ceder al desánimo
frente a aquellos peligros. El mundo no es perfecto y el más
perfecto de los procedimientos tampoco podría eliminar todos los
riesgos. Pero muchos siglos de experien-cia han arrojado
enseñanzas acerca de cómo prevenirlos hasta donde sea posible y,
así, el procedimiento individualiza los medios de prueba y sujeta
cada uno de ellos a ciertas precauciones.
La prueba instrumental tiene, ante todo, la ventaja de la
escritura, medio de comunicación que —salvo accidentes
.fácilmente identificables— asegura la identidad del mensaje
entre el emisor y el receptor, sean cuales fueren las etapas
intermedias de la comunicación. Las condiciones del valor
probatorio de este medio son ante todo extrínsecas: la
autenticidad de la autoría, que puede provenir de su condición de
instrumento público o del reconocimiento de su firma, si se trata
de un
Ley N° 305
29.497

instrumento privado, y la garantía de su integridad, que


puede verificarse, en caso de controversia, mediante
exámenes periciales apropiados.82

1. Conceptualización de prueba judicial


La prueba judicial es la versión de cada parte con los
medios producidos para abonarla83.

2. Los hechos y la prueba. Las fuentes, los medios y la


apreciación
Cualquiera que sea el concepto que tengamos sobre los
hechos, podemos entenderlos corno acontecimientos que
irrumpen en la existencia. De cada uno de ellos también
podemos decir que es el menor suceso que sirve de
fundamento a la pretensión, o el menor acontecimiento que
puede ser lógicamente objeto de una interrogación. Estos
hechos recalan de alguna manera en los objetos del inundo
sensible, que se constituyen en sus depositarios. Y el hombre
también resulta receptor de hechos, los que registra por su
mente. La fijación de estos hechos en los objetos o en la
mente forman las fuentes de prueba. De esas fuentes debe
extraerse simbólicamente el suceso para llevado al proceso y
adjudicarle, si correspondiere, una consecuencia jurídica. La
«extracción» se produce por los medios probatorios. Por
último, el conjunto de los medios debe articularse de un
modo comprensible que

82. GUBOURG, Procedimiento laboral, p. 262-263.


83. Cfr. ALSINA, Tratado, t. III, p. 224.
306 Ley N° 29.497

reproduzca de una manera más o menos fiel los hechos acaecidos


. Aquí entra a jugar la valoración o apreciación de la prueba.
De estos tres momentos básicos, que muestran la prueba
como un transcurrir, optamos por el último para definida; y así
decimos que la prueba es la demostración, en juicio, de la
ocurrencia de un suceso.84

Artículo 22°.- Prueba de oficio


Excepcionalmente, el j uez puede ordenar la práctica de alguna
prueba adicional, en cuyo caso dispone lo conveniente para su
realización, procediendo a suspender la audiencia en la que se actúan
las pruebas por un lapso adecuado no mayor a treinta (30) días
hábiles, y a citar, en el mismo acto, fecha y hora para su continuación.
Esta decisión es inimpugnable.
Esta facultad no puede ser invocada encontrándose el proceso
en casación. La omisión de esta facultad no acarrea la nulidad de la
sentencia.

Artículo 23°.- Carga de la prueba


23.1 La carga de la prueba corresponde a quien afirma hechos
que configuran su pretensión, o a quien los contradice alegando
nuevos hechos, sujetos a las siguientes reglas especiales de distribución
de la carga probatoria, sinperjuicio de que por ley se dispongan otras
adicionales.
23.2 Acreditada la prestación personal de servicios, se presume
la existencia de vínculo laboral a plazo indeterminado, salvo prueba
en contrario.

84. FALCON, Derecho procesal, p. 316.


Ley N° 307
29.497

23.3 Cuando corresponda, si el demandante invoca la


calidad
de trabajador o ex trabajador, tiene la carga de la prueba de:
a)La existencia de la fuente normativa de los derechos
alegados de origen distinto al constitucional o legal.
b)El motivo de nulidad invocado y el acto de hostilidad padecido.
c)La existencia del daño alegado.
23.4 De modo paralelo, cuando corresponda, incumbe al
demandado que sea señalado como empleador la carga de la
prueba
de:
a)El pago, el cumplimiento de las normas legales, el
cumplimiento de sus obligaciones contractuales, su extinción o
inexigibilidad.
b)La existencia de un motivo razonable distinto al hecho
lesivo alegado.
c)El estado del vínculo laboral y la causa del despido.
23.5 En aquellos casos en que de la demanda y de la
prueba
actuada aparezcan indicios que permitan presumir la existencia
del
hecho lesivo alegado, el juez debe darlo por cierto, salvo que
el
demandado haya aportado elementos suficientes para
demostrar
que existe justificación obj etiva y razonable de las medidas
adoptadas
y de su proporcionalidad.
Los indicios pueden ser, entre otros, las circunstancias en
las que sucedieron los hechos materia de la controversia y los
antecedentes de la conducta de ambas partes.

1. Carga de la prueba
Corresponde a las partes probar sus afirmaciones y
esencialmente-
1. Al trabajador probar la existencia del vínculo laboral.
308 Ley N° 29.497
2. Al empleador demandado probar el cumplimiento de las
obligaciones contenidas en las normas legales, los convenios
colectivos, la costumbre, el reglamento interno y el contrato
individual de trabajo.
3. Al empleador la causa del despido; al trabajador probar
la existencia del despido, su nulidad cuando la invoque y la
hostilidad de la que fuera objeto.
En la práctica procesal, adquiere relevancia el sistema de
presunciones laborales que emerge de la ley sustantiva y que, en
muchas ocasiones, producen una inversión del sistema de carga
probatoria.
Estas presunciones juegan en beneficio del trabajador a fin
de compensar la desigualdad económica y jurídica que existe
entre las partes de la relación de trabajo y no son aplicables en
beneficio del empleador.
La doctrina de las cargas probatorias dinámicas, se sustenta
en considerar que- l) corresponde imponer mayores cargas
probatorias a quien está en mejor situación para acreditar los
hechos y 2) cabe establecer que, en principio, el sujeto que
sostenga que ha sucedido todo lo contrario al orden normal de las
cosas, corre con la carga de la prueba de acreditado
fehacientemente, resulta aplicable en el seno de la disciplina
laboral jugando, en lo sustancial, en perjuicio del empleador que
se encuentra en mejores condiciones para acreditar e, incluso,
documentar todo hecho insólito acaecido en el establecimiento
bajo su égida (conf. Falcan, "Procedimiento", pág. 283).
Existe una pregunta coetánea a la de qué se debe probar y
es quién es el que "debe" probar, lo que se relaciona también, de
manera inmediata, con la pregunta-¿cuáles son las consecuencias
de la falta de prueba para
Ley N° 309
29.497

aquel que debía probar?. Este tema está relacionado con la


carga de la prueba.
Del tradicional concepto de Goldschmidt obtenemos
que las cargas son "situaciones de necesidad de realizar
determinado acto para evitar que sobrevenga un perjuicio
procesal"85. Pero en la prueba, ¿cuál es la carga?. Para poder
responder en algo a la pregunta debemos recordar la
evolución histórica del instituto. En un primer momento se
fijaron reglas que se condensaron en aforismos como "quien
alega un hecho debe probarlo", "al actor le corresponde la
carga de la prueba, no al demandado", etcétera. Recién
CHIOVENDA trató de elaborar un criterio más adecuado al
distinguir hechos constitutivos (que dan vida a la voluntad
concreta de la ley), hechos extintivos (los que hacen cesar la
voluntad de la ley) y hechos impeditivos (los que obstruyen
la voluntad de la ley por falta de elementos para su
concreción). Consideró así que el actor debía probar los
hechos constitutivos y el demandado los impeditivos y
extintivos86.
Posteriormente, ROSENBERG retornó los planteos y no
habló de sujetos (actor-demandado), sino de normas del
ordenamiento jurídico, advirtiendo que frente a las que
constituían derechos, aparecían otras que, "en contra",
alteraban o modificaban el funcionamiento y la aplicación de
las primeras, sea impidiendo que se produzca o que nazca el
efecto previsto por la norma constitutiva87.

85. GOLDSCHMIT, Principios generales del proceso, t.1, p. 58 y 59.


86. CHIOVENDA, Instituciones, t. III, p. 101 y siguientes.
87. ROSENBERG, La carga de la prueba, p. 1 y siguientes.
310 Ley N° 29.497

Aun muy complicada, esta teoría fue mejorada por


MICHELI, quien relativizó definitivamente el concepto de actor y
demandado, y estableció que la carga corresponde a una u otra
de las partes, según sea su posición respecto del efecto jurídico
perseguido. Pero la regla fundamental es que el juez está
colocado en una situación de dictar sentencia aunque no esté en
situación de formarse su propia convicción acerca de los hechos
relevantes88.
Es así que la carga de la prueba le marca al juez qué
criterios debe tomar ante la falta o insuficiencia de prueba. Pero
volviendo a los sujetos, que son los que más atraen en la
situación práctica, la jurisprudencia ha dicho que el interés (y la
carga) de la prueba en el demandado nace únicamente cuando el
no afirmar y el probar le causarían daño, y esto sucede cuando el
actor ya ha probado hechos idóneos para constituir un derecho a
su favor -de manera que el juez debería estimar su demanda si la
otra parte no afirmase y probase hechos que se opongan a ellos 89.

4. Objeto de prueba y concepto


De lo expresado, surge claramente que los hechos son el
objeto principal de la prueba, mientras que el derecho queda
reservado a la actividad del juez y estos hechos, como menciona
PALACIO, pueden ser del mundo exterior (provengan de la
naturaleza o de la acción del hombre) cuanto de estados de la
vida anímica humana;

88. MICHELI, La carga de la prueba, p. 59 y ss. y Derecho Procesal Civil,


T. II, p. 200 y 201; seguido por LIEBMAN, Manual, p. 294.
89. Cfr. FALCON, Ob. cit, p. 324 y 325.
Ley N° 311
29.497

pueden probarse hechos pasados, presentes y futuros (p.ej.,


los ingresos que podría percibir una persona durante el resto
probable de su vida), los hechos hipotéticos, la inexistencia
de un hecho90. En puridad, los hechos futuros no existen,
dado que todo hecho es pasado o, eventualmente, presente.
Los llamados hechos' futuros constituyen estimaciones
probabilísticas sobre la eventualidad de los acontecimientos
aún no ocurridos.
Para EISNER, la palabra "prueba" tanto indica el
medio por el cual se intenta demostrar, como el
procedimiento, como el resultado 91. 0, como recuerda
FENOCHIETTO, hay un sentido teleológico (que tiene en
cuenta el resultado de la actividad probatoria -CHIOVENDA),
un sentido instrumental (que es el medio por el cual se
acredita la existencia de un hecho y también el
procedimiento para obtener su verificación -MATTIROLO,
CARNELUTTI, COUTURE-), un sentido funcional (sin
descuidar otros elementos se afirma sobre la actividad de las
partes y del juez -SCHONKE, ROSENBERG-) y un sentido
normativo (como conjunto de reglas que regulan la
admisión, producción, asunción y valoración de los diversos
medios que pueden emplearse para llevar al juez la
convicción sobre los hechos que interesan al proceso -DEVIS
ECHANDÍA)92.
Sin embargo, en materia de prueba tenemos dos
concepciones^ la que dice que los hechos son el objeto de

90. PALACIO, Derecho procesal civil, t. IV, p. 343.


91. EISNER, ¿aprueba en el proceso civil, p. 32; CHIOVENDA,
distingue motivos de prueba, medios de prueba y procedimiento
probatorio (Instituciones, t. II, p. 208).
92. FENOCHIETTO, La prueba como actividad procesal de
certeza
jurídica, LL, 1982-D-1083.
312
Ley N° 29.497

la prueba93, y la que expresa que lo que es objeto de la


prueba no son en sí los hechos, sino las afirmaciones sobre
ellos.94
En el nivel del proceso, esta última concepción es la
receptada por la ley, pues se abre a prueba por hechos
"alegados" o articulados. Esta posición llevaría a confusión
cuando hablemos de carga de la prueba. De modo que cabe
aclarar que en realidad la prueba recae sobre la ocurrencia o
inocurrencia de un hecho que se "afirma" que ha sucedido, o
se "afirma" que no ha sucedido, de acuerdo con las reglas de
la carga de la prueba lo que no excluye la realidad, ya que
la prueba se confronta con ella. No obstante, hablaremos en
general de "hechos" en la prueba, por razón de comodidad,
aunque las "afirmaciones" no correspondan a ellos (dado
que podrían ser falsas)95.

5. Clasificación de las pruebas


Hemos hecho notar el objeto de las clasificaciones,
como medio de ordenación y no de conocimiento. El
sistema de clasificación de pruebas es bastante
heterogéneo, en especial para los distintos ángulos desde
los cuales puede ser observada.
Si tomamos el criterio de clasificación de las fuentes

93. CHIOVENDA, Instituciones, t. II, p. 208; entre nosotros, Alsina,


Tratado, t. III, p. 239.
94. CARNELUTTI, Sistema, 1.1, p. 50; ver, también, SENTÍS MELENDO,
La prueba, p. 403 y siguientes.
95.FALCON, Ob. cit, p.317.
Ley N° 29.497 313

donde los hechos se fijan, hallaremos pruebas personales -cuando


el registro es la mente de una persona- y reales -cuando los
hechos se fijan en un objeto-. Desde el punto de vista de la
recepción directa o indirecta por el juez, se clasifican todos los
medios en oposición al reconocimiento judicial practicado por el
mismo magistrado, pues se ha dicho que "la prueba es tanto más
segura cuanto más próximo al sentido del juez se halle el hecho a
probar" (CARNELUTTI).
Atendiendo al aspecto psicológico de la prueba, se
distinguen las que son por percepción (contacto inme lato del
Juez ), por representación (por medios probatorios
representativos' testigos, documentos) o por deducción
(extrayendo de los elementos los hechos mediante esa operación
lógica: presunciones, peritos según COUTURE).
También pueden encontrarse clasificaciones que atiende al
medio probatorio-' preconstituidas (si el medio ha sido el orado
con miras a un juicio o a la posibilidad de un juicio), y
circunstanciales (aquellas que surgen como consecuencia no
prevista de los acontecimientos), tales resultan respectivamente,
como ejemplos, los documentos y los testigos.
No existe un modo único de clasificar, y tal vez dependa
todo del objetivo que se persiga con la prueba.
BENTHAM, Tratado de las pruebas judiciales, t. I, p. 29 y
siguientes.
1) Según el origen, o sea, si se toman las personas o las
cosas! prueba personal y prueba real.
2) En prueba directa, como la del testigo presencial, y en
prueba indirecta o circunstancial, como los instrumentos o
materias que sirven para fabricar moneda en caso de su
falsificación.
314 Ley N° 29.497
3) Según el estado de la voluntad del declarante, la
declaración es voluntaria cuando se la suministra a la simple
invitación del juez, o sin ella, sin que preceda ninguna amenaza
ni otro medio coercitivo; e involuntaria, la que se consigue
contra la voluntad del declarante.
4) Por declaración o por documento.
5) Por escrituras causales, o sea, no hechas con intención
directa de su autor para que sirviesen como prueba; y por
escrituras preconstituidas, consistentes en un escrito auténtico
hecho con sujeción a ciertas formas legales, para ser empleado
eventualmente como prueba.
6) Independiente de cualquier otra causa o
prestadas.
7)Testimonio original, o sea, del testigo que estuvo
presente en el tiempo y lugar de que se trata y recibió por sus
sentidos las percepciones de que hace manifestación; e
inoriginales, si el testigo es sólo de referencia.
8) Testimonio perfecto, si proviene de testigo idóneo y se
ha practicado en forma legal; e imperfecto si no reúne estos
requisitos.
9) Regulares e irregulares o inferiores, según que tengan
suficiente valor legal o no.
En resumen, no hay más que dos clases de prueba-unas
directas y otras indirectas.
La primera clase comprende el testimonio oral de un
testigo presencial y las pruebas preconstituidas; la segunda
abarca las pruebas reales y circunstanciales y las inoriginales.
CARNELUTTI, La prueba civil, p. 53 y siguientes.
Ley N° 315
29.497

Distingue en pruebas directas e indirectas, según el


juez perciba o no la realidad personalmente.
La prueba es tanto más segura cuanto más próximo al
sentido del juez se halle el hecho a probar.
PRIETO CASTRO, Manual de derecho procesal civil, t.
• I, p. 285 y siguientes.
De la variada clasificación que hace hemos tomado la
siguiente parte ( 266).
"Prueba lógica y procesal. Hay que considerar en
primer lugar la división de la prueba en lógica, que es
aquella que aporta una convicción real, basada en la lógica
(aunque por ello no exenta de error), como la fundada en el
contenido de un documento; y la prueba procesal, o sea, la
basada en razones de utilidad y conveniencia, en atención a
las cuales, o la necesidad de terminar del modo más fácil y
expedito los litigios, da a una actividad pasiva de la parte la
consideración (confesión ficta) de prueba, o la facultad de
disposición de las partes lleva al resultado de estimar como
cierto lo confesado por ellas".
COUTURE, Fundamentos, p. 167 y siguientes.
Distingue las pruebas en aquellas directas por
percepción, por el contacto inmediato del juez, por
representación presente de un hecho ausente, la
representación mediante cosas se realiza por la prueba
instrumental, o mediante relatos (confesión, testimonio),
finalmente por deducción (presunciones, peritos).
GUASP, Derecho procesal civil, p. 346 y siguientes.
Muchas clasificaciones pueden hacerse de la prueba,
según el punto de vista que se elija como criterio ordenado.
De todos los criterios apuntados el más idóneo, sin
316 Ley N° 29.497

duda, para una clasificación trascendente de las pruebas es el que


se fija en el medio que se utiliza para lograr la convicción
judicial. Como este medio puede consistir en una persona, en una
cosa o en una actividad, de aquí que puede hablarse de prueba
personal, a la que pertenecen la confesión, el testimonio y la
pericia; de prueba real, a la que pertenecen la documental y la
monumental, o de reconocimiento judicial, y de prueba actual, o
por acaecimientos, en lo que se alojan como especie única las
presunciones judiciales.
DOHRING, La prueba, su práctica y su apreciación, p. 19 y
siguientes.
Prueba personal y prueba real. Puede ganarse cierta visión
de conjunto sobre todos estos medios probatorios, agrupando a
los testigos, a los peritos y a los litigantes (respectivamente, sus
manifestaciones) bajo el concepto de "prueba personal", y
contraponiéndose los demás expedientes probatorios, agrupados
bajo la denominación de "pruebas reales". Por cierto que con esa
clasificación no se logra una división nítida. Antes bien, entre
prueba personal y prueba real hay varias formas de transición que
dificultan el deslinde. Sin embargo, la diferenciación como tal
posee cierto valor cognoscitivo. Es muy difícil hallar en este
campo clasificaciones enteramente satisfactorias, inobjetables.
Por eso, es un adelanto significativo haber logrado, para los casos
principales, una clasificación en cierto modo convincente. 96

96. Cfr. FALON, ob. cit., p. 322 y 323.


Ley N° 317
29.497

6. Medios de prueba. Clasificación


Los medios de prueba, es decir, los elementos que nos
permiten extraer de las fuentes el conocimiento de los
hechos, deben tener, necesariamente, una clasificación
distinta de las fuentes.
a. PRUEBAS POR DOCUMENTACIÓN. EXTENSIÓN
DEL
VOCABLO "DOCUMENTO".- Las pruebas por
documentación
se asientan, naturalmente, sobre el "documento".
Desde un punto de vista general, podemos decir que
los documentos son los objetos susceptibles de representar
una manifestación del pensamiento (escrituras, planos,
mojones, etc.), designándose también documentos a los
objetos que tienen una representación con un fin jurídico,
con independencia de la intervención del hombre.
b.PRUEBAS PORDECLARACIÓN.- Son aquellas en las
que
la parte o un tercero extraño al proceso hacen saber al
juez cuestiones sobre las que ellos tienen conocimiento
(por haber caído los hechos bajo el dominio de sus
sentidos) y participan por medio verbal o escrito, según
las circunstancias.
Como lo son el testimonio de la parte o de terceros
(testigos y confesión).
c. PRUEBAS DE INFORMACIÓN.- Son pruebas en las
que
el juez toma conocimiento de elementos ofrecidos por las
partes que no obran en su poder (prueba de informes), o
cuando se trae al proceso un conocimiento industrial,
técnico, científico o artístico, etc. (prueba de peritos), o
cuando el mismo juez toma información directamente
(reconocimiento judicial).
OTROS DE TIPOS DE PRUEBA. - Básicamente los
tipos de prueba enumerados engloban las expectativas
procesales
318 Ley N° 29.497

y muchos piensan que otros medios caerían indefectiblemente


dentro de los mencionados.

Artículo 24.- Forma de los interrogatorios


El interrogatorio a las partes, testigos, peritos y otros es
realizado por el juez de manera libre, concreta y clara, sin seguir
ningún ritualismo o fórmula preconstituida. Para su actuación no se
requiere de la presentación de pliegos de preguntas. No se permite
leer las respuestas, pero sí consultar documentos de apoyo. Los
abogados de las partes también pueden preguntar o solicitar
aclaraciones, bajo las mismas reglas de apertura y libertad. El juez
guía la actuación probatoria con vista a los principios de oralidad,
inmediación, concentración, celeridad y economía procesal, impide
que esta se desnaturalice sancionando las conductas temerarias,
dilatorias, obstructivas o contrarias al deber de veracidad.

Artículo 25°.- Declaración de parte


La parte debe declarar personalmente. Las personas jurídicas
prestan su declaración a través de cualquiera de sus representantes,
quienes tienen el deber de acudir informados sobre los hechos que
motivan el proceso.

1. Generalidades
La confesión es la declaración que hace una parte respecto
de la verdad de hechos pasados, relativos a su actuación,
desfavorables para ella y favorables para la otra .
La prueba confesional consiste en un tipo determinado de
confesión. Regla lo atinente a la confesión judicial, en tanto se
presta en juicio y con arreglo a las
Ley N° 29.49
7 319

formalidades establecidas, y provocada, va que tiene lugar a


partir del requerimiento judicial. Puede ser expresa, cuando
se realiza un reconocimiento expreso de los hechos, tácita,
cuando se infiere de otras actitudes u omisiones, como la
negativa a contestar o las respuestas evasivas, o ficta,
cuando media la incomparecencia injustificada del
absolvente 97.
La ley procesal laboral admite la prueba confesional a
pesar de que las diferencias que generalmente se observan
entre los sujetos de la relación (trabajador y empleador)
pueden ofrecer reparos frente a un medio probatorio que se
basa en la actuación personal de las partes y en cuyo trámite
la asistencia letrada es limitada-no resulta admisible que el
letrado apoderado o patrocinante indique al absolvente la
respuesta que debe brindar y sólo puede opo-nerse a la
posición si la estima impertinente. Tal vez por esta
consideración se observa a veces en la práctica tribunalicia
una actitud restrictiva respecto de esta prueba. 98

Prueba de confesión
Constituye confesión la declaración emitida por
cualquiera de las partes respecto de la verdad de los hechos
pasados, relativos a su actuación personal, desfavorables
para ella! y favorables para la otra parte."
En virtud de lo anterior la confesión debe emanar, en
principio de quien reviste la calidad de parte (pe rsona

97. PALACIO, L, op. cit, p. 450.


98.GUIBOURG, Procedimiento laboral, p.
284. 99. PALACIO, «Derecho», t. IV, pág.
491.
320 Ley N° 29.497

física o representante legal de la persona jurídica), debe versar


sobre hechos (no resulta admisible que la confesión efectuada
tenga valor para atribuir calificación jurídica a las cuestiones
debatidas en litigio), recaer sobre hechos pasados y personales y
ser lo admitido desfavorable al declarante y favorable al
ponente.100
La prueba de confesión se encuentra oscurecida por
elementos que la han ido formando a lo largo del tiempo y que en
la actualidad conspiran contra su conceptualización correcta.
Históricamente ha recibido y aún conserva lainfluencia del
proceso como contrato; la de su necesidad esencial para el
proceso (llamada la «reina de las pruebas» y por la cual se
consideraba válido, en algunos casos, obtenerla bajo tortura); la
del perjuicio para el confesante, etcétera.
En este orden de ideas se definió la confesión, y aun
actualmente se lo hace en doctrina y jurisprudencia, siguiendo
más o menos los lineamientos de LESSONA101 donde es la
declaración judicial o extrajudicial (espontánea o provocada por
«interrogatorio» de la parte contraria o por el juez directamente),
mediante la cual una parte, capaz de obligarse y con ánimo de
suministrar una prueba al contrario en perjuicio propio, reconoce
de modo total o parcial la verdad de un hecho que se refiere a ella
y es susceptible de efectos jurídicos. Por supuesto que lo
anteriormente definido es una confesión, pero comprende sólo
una especie de ella, por cierto, demasiado

100.POSE, Ob. cit., p. 218 y 219.


101. LESSONA, Confesión e interrogatorio, p. 475. Agrega, en la definición,
el reconocimiento de la obligación sobre hechos.
Ley N° 321
29.497
limitada. El avance de la ciencia contradice conceptos tan
estrechos. Así, Gorphe nos aclara que la confesión consiste
en «el reconocimiento de la exactitud de un hecho por parte
de aquel contra quien se alega. Pero también debe tenerse en
cuenta la inversa- si él niega la exactitud del hecho, afirma
que se produjo de otro modo,' esta declaración puede tener
valor aunque no contenga una confesión, y constituye un
elemento que ha de ser considerado aun cuando no encierre
un cargo contra su autor102. En el curso del proceso, por
medio de los escritos, las audiencias y otros actos, las partes
formulan declaraciones. Cuando esas declaraciones son
afirmativas, constituyen, en sentido amplio, una confesión
civil. Pero en el sentido estricto del proceso, es necesario,
para considerar confesado un hecho, la declaración en contra
de la persona que la emite, pues la afirmación positiva
eventualmente debe ser probada. Así, la confesión se puede
producir no sólo en la audiencia de absolución de posiciones,
sino también al contestar la demanda, o en cualquier otra
circunstancia. Ahora la declaración perjudicial para la parte
significa confesión. Esta afirmación perjudicial no requiere
nada para ser considerada confesión expresa. Pero en el
sistema del proceso existe la confesión provocada, que se da
por afirmaciones de una de las partes y por la concurrencia
dé afirmaciones de la contraria. En ambos casos, los hechos
confesados excluyen la necesidad de que deban ser probados.
De modo que; en sentido técnico estricto, la confesión no es
un medio de prueba, sino lo es la absolución de posiciones. 103

102. GORPHE, Apreciación judicial de las pruebas, p. 219.


103. FALCON, Ob. cit, p. 392 y 393.
322 Ley N° 29.497

Artículo 26°.- Declaración de testigos


Los testigos no presencian el desarrollo de la audiencia y solo
ingresan a ella en el momento que les corresponda.
El secretario del juzgado expide al testigo una constancia
de asistencia a fin de acreditar el cumplimiento de su deber
ciudadano. Tratándose de un trabajador, dicha constancia sirve
para sustentar ante su empleador la inasistencia y el pago de la
remuneración por el tiempo de ausencia.

1. Declaración de testigos
a. Definición de testigo
El testigo es la persona física, hábil, extraña al litigio, que
viene a poner en conocimiento del tribunal y por citación de la
jurisdicción, un hecho o una serie de hechos o acontecimientos
que han caído bajo el dominio de sus sentidos y que tienen
importancia para esclarecer la cuestión litigiosa. 104

b. Declaración de testigos
En el proceso laboral también pueden prestar declaración
como testigos los trabajadores que tengan relación laboral con el
empleador que es parte en el proceso.
El testigo comparece al proceso para declarar sobre hechos
a los que ha accedido a través de sus sentidos. Este
conocimiento debe ser personal y, en principio,

104. POSE, Ob. cit, p. 230.


Ley N° 323
29.497

directo el testigo indirecto que no puede afirmar más que un


vago rumor o una frágil opinión no puede ser
conceptualizado como declarante en sentido técnico del
término.
El testigo no es un experto como lo es el perito, por lo
que no es posible pedirle opinión científicamente fundada
sobre las cuestiones objetivas. Lo que relata ha llegado a su
conocimiento mediante su capacidad sensorial y, por lo
general, no importa la racionalización del fenómeno que ha
realizado. No obstante, un testigo puede ser cualificado por
sus conocimientos tal como sucede, en oportunidades, con los
médicos que declaran como testigos en un litigio laboral en el
que se debate la existencia de un siniestro del trabajo.
La prueba testimonial ha sufrido un fuerte demérito (ver
De Diego, "La remuneración", pág. 392) y a perdido
credibilidad como elemento de convicción, lo que obliga al
magistrado actuante a extremar sus preocupaciones en la
materia.
En mayor o menor grado quienes declaran en sede
laboral tienen algún interés indirecto en el pleito pues, o son
dependientes de la empresa, o amigos del actor y/ o ex-
compañeros de trabajo, todo lo cual obliga a analizar lo
dichos con estrictez, pero no puede este hecho, por sí solo,
desnaturalizar el valor convictivo de tal medio de prueba que,
en ocasiones, constituye el único elemento de convicción del
cual el magistrado depende para esclarecer la cuestión en
debate.

Artículo 27°.- Exhibición de planillas


La exhibición de las planillas manuales se tiene por cumplida
324 Ley N° 29.497

con la presentación de las copias legalizadas correspondientes a


los períodos necesitados de prueba.
La exhibición de las planillas electrónicas es ordenada por
el juez al funcionario del Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo responsable de brindar tal información. Es improcedente la
tacha de la información de las planillas electrónicas remitida por
dicho funcionario, sin perjuicio de la responsabilidad penal o
funcional que las partes puedan hacer valer en la vía
correspondiente.
Las partes pueden presentar copias certificadas expedidas
por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo de la
información contenida en las planillas electrónicas, en lugar de
la exhibición electrónica.

Enseña Falcón citando a Palacio que documento, en


sentido lato, es todo objeto susceptible de representar una
manifestación del pensamiento, con prescindencia de la forma
en que esa representación se exterioriza. En ese orden de ideas
no sólo son documentos los que llevan signos de escritura, sino
también todos aquellos objetos que como los hitos, planos,
marcas, contraseñas, mapas, fotografías, películas
cinematográficas u otros soportes que tengan la misma aptitud
representativa. A partir de esta idea, considera que los
instrumentos son una especie dentro del género de los
documentos, una especie constituida por los documentos
escritos, por la materialización del pensamiento mediante signos
exteriores o convenidos.
El procedimiento laboral no distingue entre los distintos
tipos de documentos y se refiere a todos ellos con la expresión
genérica de «prueba instrumental». En consecuencia esos otros
documentos, distintos de los instrumentos escritos (como las
fotografías, las
Ley N° 325
29.497

grabaciones fonográficas o los vídeos), deben ser


considerados como prueba documental.

Artículo 28°.- Pericia


Los peritos no presencian el desarrollo de la audiencia y
solo ingresan a ella en el momento que corresponda efectuar su
exposición.
Los informes contables practicados por los peritos
adscritos a los juzgados de trabajo y juzgados de paz letrados
tienen la finalidad de facilitar al órgano jurisdiccional la
información necesaria para calcular, en la sentencia, los
montos de los derechos que ampara, por lo que esta pericia no
se ofrece ni se actúa como medio probatorio.

1. Introducción
En los procesos en los que existe controversia sobre los
hechos, es posible que se presenten casos cuya naturaleza
exige conocimientos ajenos al saber propio de los
magistrados. En esta situación, de acuerdo con la norma en
análisis, se puede proponer la prueba de peritos- un examen
a cargo de personas que tienen conocimientos especiales en
alguna ciencia, arte, industria o actividad. Según la norma,
en la oportunidad de proponer tales auxiliares se deben
indicar los puntos sobre los cuales ellos habrán de expedirse.
Sin embargo, más allá de que sea éste el proceder habitual,
no parece existir obstáculo legal para presentar al tribunal
tales puntos en escrito autónomo y posterior, siempre que se
lo haga dentro del plazo para ofrecer prueba.
Si una de las partes observa alguno de los puntos
propuestos por improcedente, ya sea porque no se refiere a
un hecho discutido en la causa o porque no constituye objeto
propio de la prueba pericia] (172), por aplicación
326 Ley N° 29.497

del principio de la bilateralidad debe conferirse traslado antes de


resolver la oposición.
2. Prueba pericial
A. CONCEPTUALIZACION
La prueba pericial presupone la existencia de hechos
controvertidos de alta complejidad a cuyo conocimiento sólo
puede llegar el juez del trabajo mediante el auxilio de terceros,
dotados de una especial versación en materias ajenas al hombre
de derecho.
Sobre tal base, la ley ritual autoriza la designación de
peritos y/o expertos en determinada ciencia, arte, industria o
actividad técnica especializada a fin de que puedan asesorar al
magistrado en el ejercicio de su labor jurisdiccional y forjar las
bases fácticas para la correcta dilucidación de la litis.
Los peritos, quienes deben prestar juramento, están
sometidos a las facultades instructivas del juez del trabajo y
tiene derecho al cobro de una retribución -honorarios-por la
realización de su cometido, son típicos auxiliares de justicia que
deben cumplir su cometido emitiendo dictamen técnicamente
fundado que permita un esclarecimiento de la controversia por lo
que la condición básica para su designación es la de idoneidad
del experto y ello a tenor de la fuerza vinculan te que pueden
tener sus informes, lo que explica que tales auxiliares puedan ser
objeto de recusación.
Desde el punto de vista práctico interesa destacar*
a) Si bien los informes pericia les carecen de valor
vinculatorio para el órgano judicial, el apartamiento de sus
conclusiones debe encontrar apoyo en razones serias,
Ley N° 327
29.497

es decir en fundamentos objetivamente demostrativos de que


la opinión de los expertos se encuentra reñida con principios
lógicos, con las máximas de la experiencia o con otros
elementos probatorios.
b) Los peritos no tienen competencia ni son llamados. para
esclarecer cuestiones de derecho como ser la naturaleza del
vínculo que existió entre los litigantes.
c) El informe pericial contable no puede suplir la falta
de exhibición de los recibos de pago, único medio probatorio
admitido por ley para acreditar la cancelación de los créditos
laboral, salvo confesión.105

B. OBJETO
La prueba pericial es aquella que producen los peritos.
Es una prueba ilustrativa sobre alguna materia técnica, que
escapa del conocimiento del magistrado. Por perito debe
entenderse el tercero, técnicamente idóneo, llamado a dar
opinión fundada en un proceso, acerca de la comprobación de
hechos cuyo esclarecimiento requiere conocimientos
especiales sobre determinada actividad 106. El perito viene así
a complementar el conocimiento del juez en materias que
escapan a su información. Sin embargo, hay que tener
presente que, cualesquiera sean los conocimientos que pueda
tener el juez, no puede actuar como perito.
En cuanto a su naturaleza, el dictamen pericial
producido es una prueba que tiene características propias.

105. Cfr. POSE, Ob. cit., p. 238.


106. COLOMBO, Código, p. 408 y 409.
328 Ley N° 29.497

Los peritos pueden ser designados tanto para ilustrar sobre


hechos pasados (la letra de una persona fallecida, su salud física
o mental al momento de la muerte, etc.), presentes (posibilidad
técnica, la existencia o cumplimiento de un hecho) o futuros
(pronóstico de una enfermedad, o consecuencias previsibles de
un accidente, o eventual consistencia de un edificio en
determinada cantidad de años).

C. LA PERICIA LABORAL
La pericia en materia laboral es esencialmente contable y es
practicada por peritos e inspectores judiciales dependientes de
los Juzgados de Trabajo.
Su finalidad es presentar al órgano jurisdiccional la
información obtenida de los libros y documentación contable que
sirvan para calcular los montos de los beneficios en litigio.
Si se requiere de otros conocimientos de naturaleza
científica, tecnológica, artística o análoga, puede actuarse la
prueba pericial correspondiente, solicitando la intervención de
entidades oficiales o designando a peritos en la forma prevista
por la ley.
El Juez debe señalar en forma precisa los puntos que serán
objeto de pericia.
En ningún caso los peritos emiten opinión legal sobre la
materia que se les somete a informe.

Artículo 29°.- Presunciones legales derivadas de la conducta


de las partes
El juez puede extraer conclusiones en contra de los intereses
Ley N° 329
29.497

de las partes atendiendo a su conducta asumida en el proceso.


Esto es particularmente relevante cuando la actividad
probatoria es obstaculizada por una de las partes.
Entre otras circunstancias, se entiende que se
obstaculiza la actuación probatoria cuando no se cumple
con las exhibiciones ordenadas, se niega la existencia de
documentación propia de su actividad jurídica o económica,
se impide o niega el acceso al juez, los peritos o los
comisionados judiciales al material probatorio o a los lugares
donde se encuentre, se niega a declarar, o responde
evasivamente.

Conclusión de la etapa probatoria


Cuando las partes han identificado y delimitado los
reclamos objeto del litigio y los hechos en los que cada una
funda su propia posición respecto de ellos! cuando, además,
las pruebas de las que los litigantes han intentado valerse
han sido producidas o han tenido oportunidad de
producirse, la etapa instructoria del proceso ha terminado y
sólo queda concluir el proceso de conocimiento con la
sentencia del juez.
Sin embargo, antes que el magistrado examine la
causa, se permite a las partes ofrecerle una guía. Claro que
esta guía no será imparcial, pues cada una resaltará lo que
estime conveniente a su propia posición; pero la visión que
ella propone, con la prueba ya rendida, es sin embargo muy
diferente a la inicial, en la que cada uno gozó de entera
libertad para invocar hechos, ofre-cer pruebas y hasta
predecir resultados. El momento de los alegatos no es
propicio para desplegar nuevos argumentos-la realidad ha
quedado ya representada tan solo por los vestigios que
sirven para indicar retroactivamen-te su contenido y los
litigantes, como arqueólogos interesados
330 Ley N° 29.497

y rivales, no pueden hacer otra cosa que disponer idealmente


esos vestigios en modelos descriptivos que puedan proponerse al
magistrado como versiones alternativas de lo que sucedió.

SUB-CAPÍTULO VII Formas


especiales de conclusión del proceso

Artículo 30°.- Formas especiales de conclusión del


proceso
El proceso laboral puede concluir, de forma especial, por
conciliación, allanamiento, reconocimiento de la demanda,
transacción, desistimiento o abandono. También concluye cuando
ambas partes inasistenpor segunda vez a cualquiera de las audiencias
programadas en primera instancia.
La conciliación y la transacción pueden ocurrir dentro del
proceso, cualquiera sea el estado en que se encuentre, hasta antes
de la notificación de la sentencia con calidad de cosa juzgada. El juez
puede en cualquier momento invitar a las partes a llegar a un acuerdo
conciliatorio, sin que su participación implique prejuzgamiento y sin
que lo manifestado por las partes se considere declaración. Si ambas
partes concurren al juzgado llevando un acuerdo para poner fin al
proceso, el juez le da trámite preferente en el día.
Para que un acuerdo conciliatorio o transaccionai ponga fin al
proceso debe superar el test de disponibilidad de derechos, para lo
cual se toman los siguientes criterios:
a) El acuerdo debe versar sobre derechos nacidos de una
norma dispositiva, debiendo el juez verificar que no afecte derechos
indisponibles;
b) debe ser adoptado por el titular del derecho; y
Ley N° 29.497

331

c) debe haber participado el abogado del prestador de servicios


demandante.
Los acuerdos conciliatorios y transaccionales también pueden
darse independientemente de que exista un proceso en trámite, en
cuyo caso no requieren ser homologados para su cumplimiento o
ejecución. La .demanda de nulidad del acuerdo es improcedente si
el demandante lo ejecutó en la vía del proceso ejecutivo habiendo
adquirido, de ese modo, la calidad de cosa juzgada.
El abandono del proceso se produce transcurridos cuatro (4)
meses sin que se realice acto que lo impulse. El juez declara el
abandono a pedido de parte o de tercero legitimado, en la segunda
oportunidad que se solicite, salvo que en la primera vez el demandante
no se haya opuesto al abandono o no haya absuelto el traslado
conferido.

SUB-CAPÍTULO VIII
Sentencia

Artículo 31°.- Contenido de la sentencia


El juez recoge los fundamentos de hecho y de derecho
esenciales para motivar su decisión. La existencia de hechos
admitidos no enerva la necesidad de fundamentar la sentencia en
derecho.
La sentencia se pronuncia sobre todas las articulaciones o
medios de defensa propuestos por las partes y sobre la demanda, en
caso de que la declare fundada total o parcialmente, indicando los
derechos reconocidos, así como las prestaciones que debe cumplir
el demandado. Si la prestación ordenada es de dar una suma de
dinero, la misma debe estar indicada en monto líquido. El juez puede
disponer el pago de sumas mayores a las demandadas si apareciere
332 Ley N° 29.497

error en el cálculo de los derechos demandados o error en la


invocación de las normas aplicables.
Tratándose de pretensiones con pluralidad de demandantes o
demandados, el juez debe pronunciarse expresamente por los
derechos y obligaciones concretos que corresponda a cada uno de
ellos.
El pago de los intereses legales y la condena en costos y costas
no requieren ser demandados. Su cuantía o modo de liquidación es
de expreso pronunciamiento en la sentencia.

1. Contenido de la sentencia
La sentencia debe contener:
1. La exposición resumida de los argumentos
expresados por las partes.
2. Las consideraciones, debidamente numeradas, a las que
llega el Juez sobre los hechos probados en el proceso y las
normas que le sirven de fundamento.
3. El pronunciamiento sobre la demanda, señalando, en
caso la declare fundada total o parcialmente, los derechos
reconocidos así como las obligaciones que debe cumplir el
demandado, estableciendo el monto líquido o su forma de
cálculo si son de pago o el pago de sumas mayores a las
reclamadas, si de lo actuado apareciere error en los cálculos de
las liquidaciones demandadas y el mandato específico si son de
hacer o de no hacer.
4. La condena o exoneración de costas y costos, así como
la imposición de multa si la demanda ha sido declarada fundada
en su integridad acreditándose incumplimiento laboral o el
emplazado hubiese procedido de mala fe o atentado contra
deberes de lealtad.

e
Ley N° 333
29.497

2. Concepto
La expresión "sentencia" tiene por lo menos tres
significados. En uno, muy amplio, indica la resolución del
juez, cualquier tipo de resolución. En otro más restringido,
se llama "sentencia" a la decisión del juez en las
resoluciones que ponen fin a un proceso. En un sentido aun
más reducido se llama "sentencias" a las decisiones que se
dictan en procesos de conocimiento ordinario o sumarísimo.
Estas últimas sentencias se denominan técnicamente
"sentencias definitivas" y como las sentencias tienen tres
partes básicas se llama por extensión sentencia a la parte
dispositiva de estas resoluciones107.

3. Definiciones de sentencia
"La sentencia como hecho de la experiencia jurídica
es la conducta del juez, interfiriendo con la de las partes en
el sentido axiológico conceptualmente mentado en las
normas procesales"108.
"La relación entre el hecho ilícito y la sanción no es
establecida por la ley, sino de una manera abstracta y
general. Para individualizarla y concretarla es preciso un
acto jurisdiccional que establezca una norma jurídica
individual y constituya una nueva etapa en el proceso de
creación del derecho"109-

107. FALCON, Ob. cit, p. 467.


108. COSSIO, El derecho en el derecho judicial, p. 112.
109. KELSEN, Teoría pura del derecho, p. 152.
334 Ley N° 29.497
"La administración del derecho no se reduce a una mera
actividad intelectual. Está arraigada en la personalidad total del
juez, tanto en su conciencia jurídica formal y material como en
sus opiniones y puntos de vista racionales. Se trata de una
interpretación constructiva, que es a la vez conocimiento y
valoración, pasividad y actividad"110.
"La decisión jurisdiccional implica la valoración de
circunstancias de una o varias situaciones jurídicas subsumidas
en normas jurídicas, de las cuales una de ellas puede tener valor
jurídico. Esta declaración como acto de autoridad es común a
cualquier poder, pero en la jurisdicción se manifiesta como un
juicio"111.
"La palabra sentencia proviene de la voz latina sentiendo,
que equivale en castellano a sintiendo; es decir, juzgando,
porque el juez declara u opina con arreglo a los autos" 112.
"Es el acto del juzgador que en los procesos de
conocimiento exhaustivo decide la contienda judicial y crea el
título ejecutorio; en los procesos de ejecución, decide sobre la
procedencia o improcedencia de las pretensiones con el alcance
que corresponde a cada tipo de proceso"113
"Constituye una síntesis, el acto jurídico procesal por
excelencia en que el juez, luego del examen crítico de los hechos
y las consecuencias jurídicas previstas por la

110. ROSS, Sobre el derecho y la justicia, p. 135.


111. DÍAZ, Instituciones, t. II-A, p. 42.
112. ALSINA, Tratado, t. IV, p. 55.
113. COLOMBO, Código, p. 9.
Ley N° 335
29.497

ley, pronuncia la decisión sobre el mérito, ya es


estimatoria, ya desestimatoria"114.
"La sentencia es una operación de carácter crítico. El
juez elige entre la tesis del actor y la del demandado (o
eventualmente una tercera) la solución que le parece
ajustada a derecho y a la justicia. Esa labor se desenvuelve
a través de un proceso intelectual cuyas etapas pueden irse
aislando separadamente y al que la doctrina llama
formación o génesis lógica de la sentencia"115
"La sentencia, es pues, aquel acto del órgano del
órgano jurisdiccional en que éste se emite un juicio sobre la
conformidad o disconformidad de la pretensión de la parte
con el derecho objetivo y, en consecuencia, actúa o se niega
a actuar la pretensión, satisfaciéndola en todo caso. 116
"Se dictará la sentencia mediante la aplicación del
derecho objetivo a las circunstancias de hecho existentes,
mediante el examen de si el caso sometido a resolución está
comprendido en una norma jurídica y es, o no regulada por
ella. Está es la tarea del magistrado. Su actividad es
triple.117
"La sentencia de mérito es la providencia del juez que
acoge o rechaza la demanda del actor dirigida a obtener la
certeza de la existencia de una voluntad de la ley que le
garantiza un bien, o de la existencia de la voluntad de la ley
que le garantiza lo convenido".118

114. AREAL - FENOCHIETTO, Manual, t. II, p. 473.


115. COUTURE, Fundamentos, p. 183.
116. GUASP, Derecho Procesal Civil, p. 549.
117. ROSENBERG, Tratado, T. III, p. 329.
118. CHIOVENDA, Principii, p. 134.
336 Ley N° 29.497

"Decisión para denotar la última fase del procedimiento


jurisdiccional, es verdaderamente una palabra justa, sin
comparación, más justa que sentencia, la cual, no significando, en
el fondo, otra cosa que juicio, denota solamente la primera parte,
del iter, en el que se resuelve la última fase; en suma, no se puede
decidir sin juzgar, mientras que se puede juzgar sin decidir" 119
"La sentencia no es, por consiguiente, el producto
sistemático de la aplicación de las leyes a los hechos, sino la
resultante psicológica de tres fuerzas en juego (actor-demando-
juez), dos de las cuales, al tratar de arrastrar cada una en su
propia dirección a la tercera, despliegan entre sí una competición
reñida que no es sólo de buenas razones sino también de
habilidad técnica para hacerla valer". 120

119. CARNELUTTI, Derecho Procesal Civil y Penal, T. II, p. 237.


120. CALAMANDREI, Derecho Procesal civil, T. III, p. 262.
Ley N° 337
29.497

idioma nacional.
Escritura Tinta negra.
Copias

Lugar y Fecha

Y visto:
1) Nombre y apellido de las
partes. Exposición de la
Resultados cuestión planteada
2) Relación sucitan de las
cuestiones que constituyen
el objeto del pleito_________
O Considerandos Y
considerando
1) La consideración por
separado de las cuestiones que
constituyen el objeto del pleito Valoración de lo
2) Fundamentos y aplicación de la peticionado y
ley. contradicho a la luz
3) Presunciones de las pruebas
4) Conducta observada por las (fijación de los
partes hechos) y su
subsunción en la
Parte dispositiva norma jurídica.
Resuelvo
1) Decisión expresa positiva
y precisa, declarando el
derecho de los litigantes y
condenando o absolviendo .^Fallo, decisión o
en todo o en parte sentencia. Debe
2) Accesorios: plazo de tener en cuenta
cumplimiento, costas, hono los hechos impe-
rarios, temeridad y malicia, ditivos, modi-
intereses. ficatorios y ex-
tintivos
Firma del Juez
Esquema de la sentencia defínitíva
338 Ley N° 29.497

4. La setencia laboral
Se dice que un proceso laboral se encuentra expedito para
sentencias cuando*
1. Ha concluido la actuación de todos los medios
probatorios admitidos y actos de investigación ordenados por el
Juez.
2. La cuestión debatida sea de puro derecho o, siendo de
hecho, no haya necesidad de actuar medio probatorio alguno en
la audiencia respectiva.
3. Saneado el proceso, la rebeldía del demandado
produzca convicción al Juez respecto de los hechos y
pretensiones contenidos en la demanda.
4. Se haya producido allanamiento o reconocimiento,
admitidos por el Juez.
5. Contenido de la sentencia
La sentencia debe contener'
1. La exposición resumida de los argumentos
expresados por las partes.
2. Las consideraciones, debidamente numeradas, a las que
llega el Juez sobre los hechos probados en el proceso y las
normas que le sirven de fundamento.
3. El pronunciamiento sobre la demanda, señalando, en
caso la declare fundada total o parcialmente, los derechos
reconocidos así como las obligaciones que debe cumplir el
demandado, estableciendo el monto líquido o su forma de
cálculo si son de pago o el pago de sumas mayores a las
reclamadas, si de lo actuado apareciere error en los cálculos de
las liquidaciones demandadas y el mandato específico si son de
hacer o de no hacer.
Ley N° 339
29.497

4. La condena o exoneración de costas y costos, así


como la imposición de multa si la demanda ha sido
declarada fundada en su integridad acreditándose
incumplimiento laboral o el emplazado hubiese procedido de
mala fe o atentado contra deberes de lealtad (Art. 48. Ley
26.636).

SUB-
CAPÍTULO X
Medios
impúgnatenos

Artículo 32°.- Apelación de la sentencia en los


procesos ordinario, abreviado y de impugnación de
laudos arbitrales económicos
El plazo de apelación de la sentencia es de cinco (5) días
hábiles y empieza a correr desde el día hábil siguiente de la
audiencia o de citadas las partes para su notificación.

Artículo 33°.- Trámite en segunda instancia y


audiencia de vista de la causa en los procesos ordinario,
abreviado y de impugnación de laudos arbitrales
económicos
Interpuesta la apelación, el juez remite el expediente a
segunda instancia dentro de los cinco (5) días hábiles
siguientes,
El órgano jurisdiccional de segunda instancia realiza
las siguientes actividades:
a) Dentro de los cinco (5) días hábiles de recibido el
expediente fija día y hora para la celebración de la audiencia de
vista de la causa. La audiencia de vista de la causa debe fijarse
entre los veinte (20) y treinta (30) días hábiles siguientes de
recibido el expediente.
b) El día de la audiencia de vista, concede el uso de la
palabra al abogado de la parte apelante a fin de que exponga
sintéticamente
340 Ley N° 29.497

los extremos apelados y los fundamentos en que se sustentan; a


continuación, cede el uso de la palabra al abogado de la parte
contraria. Puede formular preguntas a las partes y sus abogados a
lo largo de las exposiciones orales.
c) Concluida la exposición oral, dicta sentencia inmediatamente
o luego de sesenta (60) minutos, expresando el fallo y las razones que
lo sustentan, de modo lacónico. Excepcionalmente, puede diferir su
sentencia dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes. En ambos
casos, al finalizar la audiencia señala día y hora para que las partes
comparezcan ante el despacho para la notificación de la sentencia,
bajo responsabilidad. La citación debe realizarse dentro de los cinco
(5) días hábiles siguientes de celebrada la audiencia de vista.
d) Si las partes no concurren a la audiencia de vista, la sala, sin
necesidad de citación, notifica la sentencia al quinto día hábil
siguiente, en su despacho.
Artículo 34°.- Causales del recurso de casación
El recurso de casación se sustenta en la infracción normativa
que incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento de los precedentes vinculantes
dictados por el Tribunal Constitucional o la Corte Suprema de
Justicia de la República.

Una concepción algo simplista estima que el juez,


cualquiera sea el grado de su sapiencia jurídica o de su aptitud
para ponderar los hechos de los que debe conocer, siempre puede
equivocarse porque, al fin val cabo, es humano. Por eso es bueno
que un tribunal superior, sujeto a mayores exigencias de
perfección y por las dudas colegiado, esté capacitado para
corregir los errores de la primera instancia. Semejante visión es
harto ingenua.
Ley N° 341
29.497

En primer lugar, los criterios que un juez puede emplear


para adoptar su decisión, tanto en la apreciación de la
prueba como en la interpretación de la ley, se inscriben en
un continuo en el que el acierto y el error no se distinguen
con claridad- entre los dos extremos hay un amplio margen
de mayor o menor aceptabilidad intersubjetiva e incluso es
difícil predecir que lo que hoy juzgamos acertado o erróneo
no haya de trocarse en su opuesto merced a un cambio en
los fundamentos ideológicos de los criterios a comparar o a
una excepción fundada en la especial sensibilidad del
observador frente a un caso determinado.121

Artículo 35°.- Requisitos de admisibilidad del


recurso de casación
El recurso de casación se interpone:
1. Contra las sentencias y autos expedidos por las
salas superiores que, como órganos de segundo grado,
ponen fin al proceso. En el caso de sentencias el monto total
reconocido en ella debe superar las cien (100) Unidades de
Referencia Procesal (URP). No procede el recurso contra las
resoluciones que ordenan a la instancia inferior emitir un
nuevo pronunciamiento.
2. Ante el órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada. La sala superior debe remitir el
expediente a la Sala Suprema, sin más trámite, dentro del
plazo de tres (3) días hábiles.
3. Dentro del plazo de diez (10) días hábiles
siguientes de notificada la resolución que se impugna.

121. GUIBOURG y otros, Procedimiento laboral, p. 373.


342 Ley N° 29.497

4. Adjuntando el recibo de la tasa respectiva. Si el recurso no


cumple con este requisito, la Sala Suprema concede al impugnante
un plazo de tres (3) días hábiles para subsanarlo. Vencido el plazo
sin que se produzca la subsanación, se rechaza el recurso.

Artículo 36°.- Requisitos de procedencia del recurso de


casación
1. Que el recurrente no hubiera consentido previamente la
resolución adversa de primera instancia, cuando este fuere confirmada
por la resolución objeto del recurso.
2. Describir con claridad y precisión la infracción normativa o
el apartamiento de los precedentes vinculantes.
3. Demostrar la incidencia indirecta de la infracción normativa
sobre la decisión impugnada
4. Indicar el periodo casatorio es anulatorio o revocatorio. Si
fuese anulatorio, se precisa si es total o parcial, y si es este último,
se indica hasta donde debe alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio,
se precisa en qué debe consistir la actuación de la sala. Si el recurso
contuviera ambos pedidos, debe entenderse el anulatorio como
principal y el revocatorio como subordinado.
Artículo 37°.- Trámite del recurso de casación
Recibido el recurso de casación, la Sala Suprema procede a
examinar el cumplimiento de los requisitos previstos en los artículos
35° y 36° y resuelve declarando inadmisible, procedente o
improcedente el recurso, según sea el caso.
Declarado procedente el recurso, la Sala Suprema fija fecha
para la vista de la causa.
Ley N° 343
29.497

Las partes pueden solicitar informe oral dentro de los tres


(3) días hábiles siguientes a la notificación de la resolución que
fija fecha para vista de la causa.
Concluida la exposición oral, la Sala Suprema resuelve
el recurso inmediatamente o luego de sesenta (60) minutos,
expresando el fallo. Excepcionalmente, se resuelve dentro de
los cinco (5) días hábiles siguientes. En ambos casos, al
finalizar la vista de la causa se señala día y hora para que las
partes comparezcan ante el despacho para la notificación de la
resolución, bajo responsabilidad. La citación debe realizarse
dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes de celebrada la
vista de la causa.
Si no se hubiese solicitado informe oral o habiéndolo
hecho no se concurre a la vista de la causa, la Sala Suprema, sin
necesidad de citación, notifica la sentencia al quinto día hábil
siguiente en su despacho.

Artículo 38°.- Efecto del recurso de casación


La interposición del recurso de casación no suspende la
ejecución de las sentencias. Excepcionalmente, solo cuando se
trate de obligaciones de dar suma de dinero, a pedido de parte
y previo depósito a nombre del juzgado de origen o carta fianza
renovable por el importe total reconocido, el juez de la
demanda suspende la ejecución en resolución fundamentada e
inimpugnable.
El importe total reconocido incluye el capital, los intereses
del capital a la fecha de interposición del recurso, los costos y
costas, así como los intereses estimados que, por dichos
conceptos, se devenguen hasta dentro de un (1) año de
interpuesto el recurso. La liquidación del importe total
reconocido es efectuada por un perito contable.
En caso de que el demandante tuviese trabada a su favor
una medida cautelar, debe notificársele a fin de que, en el plazo
de cinco (5) días hábiles, elija entre conservar la medida
cautelar trabada o
344 Ley N° 29.497

sustituirla por el depósito o la carta fianza ofrecidos. Si el demandante


no señala su elección en el plazo concedido, se entiende que sustituye
la medida cautelar por el depósito o la carta fianza. En cualquiera áe
estos casos, el juez de la demanda dispone la suspensión de la
ejecución.
Artículo 39°.- Consecuencias del recurso de casación
declarado fundado
Si el recurso de casación es declarado fundado, la Sala
Suprema casa la resolución recurrida y resuelve el conflicto sin
devolver el proceso a la instancia inferior. El pronunciamiento se
limita al ámbito del derecho conculcado y no abarca, si los hubiere,
los aspectos de cuantía económica, los cuales deben ser liquidados
por el j uzgado de origen.
En caso de que la infracción normativa estuviera referida a
algún elemento de la tutela jurisdiccional o el debido proceso, la Sala
Suprema dispone la nulidad de la misma y, en ese caso, ordena que
la sala laboral emita un nuevo fallo, de acuerdo a los criterios
previstos en la resolución casatoria; o declara nulo todo lo actuado
hasta la etapa en que la infracción se cometió.

Artículo 40°.- Precedente vinculante de la Corte Suprema


de Justicia de la República
La Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia
de la República que conozca del recurso de casación puede
convocar al pleno de los jueces supremos que conformen otras salas
en materia constitucional y social, si las hubiere, a efectos de emitir
sentencia que constituya o varíe un precedente judicial.
La decisión que se tome en mayoría absoluta de los asistentes
al pleno casatorio constituye precedente judicial y vincula a los
órganos jurisdiccionales la República, hasta que sea modificada por
otro precedente.
Ley N° 345
29.497

Los abogados pueden informar oralmente en la vista de la


causa, ante el pleno casatorío.

Artículo 41°.- Publicación de sentencias


El texto íntegro de todas las sentencias casatorias las '
resoluciones que declaran improcedente el recurso de casación
se publican obligatoriamente en el diario oficial El Peruano, aunque
no establezcan precedente. La publicación se hace dentro de los
sesenta (60) días de expedidas, bajo responsabilidad.

EL RECURSO DE CASACIÓN SEGÚN EL


CÓDIGO PROCESAL CIVIL*

1. Definición
Es un medio impugnatorio extraordinario, tiene por ello
un contenido formal, en donde se exigen requisitos de forma
y fondo debiendo contener una fundamentación precisa y
concreta.
En la práctica, el recurso de casación en muchas
ocasiones es utilizado como un mecanismo dilatorio de
justicia, aprovechándose del efecto suspensivo del que goza
(de allí los innumerables casos de improcedencias del
recurso). Por ello, existen propuestas de modificación
legislativa al respecto.
* Cfr. MIRANDA CANALES, MANUEL JESÚS. La Casación
Civil, Lima, Ediciones Jurídicas, 2010, págs. 81 a 88.
346 Ley N° 29.497

2. Funciones
2 funciones esenciales (dentro de la teoría clásica)-
a) Función nomofíláctica
Se busca la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo
La Corte de Casación, siendo un órgano supremo del
ordenamiento judicial al que se atribuye el conocimiento del
recurso de casación, ejerce una función de control jerárquico y
jurídico sobre la actividad de los jueces inferiores, desde que le
está atribuido el examen de las sentencias que se reputen
contrarias al Derecho, vienen a estar en la posibilidad de
censurarlas. Su control no se refiere, entonces a la persona de los
jueces, sino a los actos jurisdiccionales por ellos producidos.
Los jueces deben ajustar su actividad a las normas jurídicas
pues ellos tienen la potestad de juzgar, dentro de la Ley. Tanto en
ocasión de los actos exteriores in procedendo, como en ocasión
de las actividades in iudicando, nacen de las leyes, respecto del
juez, concretos preceptos jurídicos que se dirigen a disciplinar su
conducta, no sólo en las contingencias materiales del
procedimiento, sino incluso en la estructura y en la sucesión de
los razonamientos a través de los cuales realiza el juicio 122.
b) Función unificadora
Se busca la unificación de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema de la República.

122. MÁRCHESE QUINTANA, Bruno. La Casación Civil. Revista Peruana


de Derecho Procesal. I, Estudio MONROY Abogados. Lima, 1997, p. 23.
Ley N° 347
29.497

Actualmente, también se habla de una tercera función*


La dikelógica, a fin de buscar justicia para el caso concreto
(por esta función se busca romper con el formalismo del
recurso).
El recurso de casación, con su particular . característica
de limitar el examen a las solas cuestiones de derecho, brinda
la posibilidad de favorecer, mediante una regulación precisa
que tienda a la centralización, la unificación del Derecho y de
la interpretación jurisprudencial.
La pluralidad de los jueces es una necesidad inevitable,
y de esta pluralidad deriva, desde luego, la diversidad de
interpretaciones, que lleva a que puedan aplicarse a casos
similares criterios jurídicos distintos, con el grado de
injusticia que ello implica.
La imposibilidad de establecer un tribunal único, por la
multiplicidad de asuntos, hace que el legislador concrete a
un punto trascendente de las discrepancias, la cuestión
jurídica, para atenuar el riesgo de criterios divergentes. Esto
se logra en la medida que se unifique y centralice el órgano
supremo al cual se confía el conocimiento del Recurso de
Casación.

3. Causales
Atendiendo a sus fines, sólo se podía interponer bajo
las siguientes causales'
Causales de fondo
1. Causales de aplicación indebida o interpretación
errónea"
a) Aplicación indebida de una norma de derecho
material.
348 Ley N° 29.497

b) Interpretación errónea de una norma de derecho material.


c) Aplicación indebida de la doctrina jurisprudencial
d) Interpretación errónea de la doctrina juris
prudencial.
Causales de inaplicación
a) Inaplicación de una norma de derecho material.
b) Inaplicación de la doctrina jurisprudencial.

Causales de forma
3. Causales de contravención e infracción
a) Contravención de las normas que garantizan el derecho a
un debido proceso.
b) Infracción de las formas esenciales para la eficacia y
validez de los actos procesales.
Como vemos la norma, también, hace referencia a la
doctrina jurisprudencial (que es el acuerdo de la Sala Plena
Casatoria, en caso de que una norma puede llegar a ser aplicada
indebidamente, interpretada erróneamente o inaplicada); sin
embargo, hasta la fecha sólo se cuenta con dos acuerdos,
conforme a los alcances dados por el art. 400° del Código
Procesal Civil, (uno con resolución y otro sin resolución) por lo
que prácticamente no existe esta causal.
En la práctica, los litigantes suelen confundir doctrina
jurisprudencial con pronunciamientos o precedentes judiciales de
la Sala Civil Suprema, lo cual resulta erróneo, deviniendo en la
improcedencia del recurso.
Ley N° 349
29.497

4. Conceptualización de cada una de las causales


a) Aplicación indebida
Es cuando el juez, escoge una norma sustantiva para
el caso concreto; pero, no es la pertinente para resolverlo.
Es decir, en el proceso, han quedado fijados los hechos, y
al momento de sentenciar se aplica una norma
impertinente.
Aplicación indebida, se entiende, en general, a
aquellos errores de derecho provenientes del error en la
calificación jurídica de los hechos correctamente
comprobados y al error sobre la elección de la norma a
ellos aplicable.
b) Interpretación errónea
Es cuando el juez, escoge la norma correcta para
resolver el caso concreto! sin embargo, analiza los hechos
acreditados en el proceso y al momento de subsumirlos en
la norma seleccionada, le da a ésta un sentido
(interpretación) errado al que le corresponde.
c) Inaplicación
Es cuando el juez, luego de haber identificado los
hechos del caso, al momento de buscar la subsunción, no
logra identificar la norma pertinente, por lo que no la
aplica. Esta causal suele ir acompañada de la causal de
aplicación indebida, ya que al dejar de aplicar la norma
pertinente, aplica otra que resulta siendo impertinente.
d) Contravención e infracción
Está ligada a las normas procesales, a las garantías
en ellas previstas, al tema de las nulidades procesales y a
las formalidades de los actos procesales.
No cualquier vicio procesal llevará a la declarar
fundado un recurso de casación, sino sólo aquellos que
350 Ley N° 29.497

resulten transcendentales para el proceso y que sean capaces de


modificar el sentido de la decisión final.
Entre los vicios que suelen ser frecuentes, se pueden
encontrar-
- Falta de motivación de la resolución recurrida.
- Falta de congruencia de la decisión (bajo sus diversas
modalidades)
Resulta relevante indicar que, el vicio procesal debe ser
denunciado expresamente, de lo contrario no podrá ser materia
de análisis, aunque resulte evidente.

5. Resoluciones judiciales contra las cuales es susceptible el


recurso de casación
Sólo es procedente contra-
1) Sentencias expedidas en revisión por las Cortes
Superiores.
2) Autos expedidos en revisión por las Cortes Superiores,
pero, que ponen fin al proceso.
1) Otras resoluciones que pueda señalar la ley.

6. Requisitos que debe cumplir el recurso:


6.1. Requisitos de forma
Debe ser interpuesto
a) Contra las resoluciones susceptibles de ser
recurridas a través de este recurso extraordinario.
b) Debe ser dentro del plazo de 10 días, acompañando
el recibo de pago de la tasa judicial respectiva.
Ley N° 351
29.497

c) Debe ser presentado ante el mismo órgano


jurisdiccional que expidió la resolución impugnada.

6.2. Requisitos de fondo


a) El recurrente no debe haber consentido con la
decisión adversa de Primera Instancia, cuando ésta es
confirmada por la resolución que es objeto del recurso.
b) Debe estar sustentada en forma clara y precisa,
indicando la causal y la fundamentación que le corresponde
a esa causal.
En ese sentido la fundamentación clara y precisa
atendiendo a la causal, significa^
Causal Debe fundamentar
Aplicación indebida. ---------> Por qué es impertinente tal norma
Interpretación errónea_________> Cuál debe ser la interpretación
correcta

Inaplicación --------> Cuál debe ser la norma material aplicable al


caso
Contravención ------> En qué ha consistido la afectación al debido
proceso
Infracción... ---------> Cuál ha sido formalidad procesal incumplida
incumplida

7. Calificación del recurso


a) El órgano ante el cual se interpone, deberá verificar
el cumplimiento de los requisitos de forma, concediendo o
declarando la inadmisibilidad del recurso.
352 Ley N° 29.497

De concederse, el recurso sube a la Corte Suprema.


b) La Corte Suprema volverá a evaluar los requisitos de
forma, de advertir una deficiencia en su concesorio, deberá
declarar su nulidad y devolverlo a la instancia inferior y sólo en
el caso de la tasa judicial diminuta, le concederá un plazo para
que el recurrente subsane la deficiencia.
c) Verificados los requisitos de forma, procederá a verificar
los requisitos de fondo, los que de cumplirse dejará la causa
expedita para que se le asigne fecha de vista, para el análisis de
lo que es materia de casación, calificándolo como procedente o
improcedente.

8. Efectos de la sentencia fundada


a) Si la causal se refiere a norma material, casa la sentencia
y resuelve sobre el fondo del asunto, sin devolverlo al inferior
jerárquico.
b) Si la causal es de orden procesal, dejará sin efecto el
proceso hasta el momento en que ocurrió el vicio, devolviendo la
causa al inferior jerárquico.

9. Efectos del rechazo del recurso al momento de su calificación


o al declararse infundado el recurso
Sin duda, la interposición del recurso de casación origina
una movilización del aparato judicial y una suspensión de los
efectos de la decisión contra la cual se está recurriendo, por ello,
la norma ha previsto determinados efectos-
a) De por medio se le aplicará una multa, sin perjuicio de la
condena en costos y costas.
Ley N° 29.497

353

b) Si es declarada inadmisible o improcedente la multa era


de 3 a 10 URP.
c) Si no es casada, la multa es de 1 URP, y si la sentencia
era confirmatoria la multa era de 2 URP.
354 Ley N° 29.497

ANEXO NORMATIVO SOBRE EL


RECURSO DE CASACIÓN*

TEXTO NORMATIVO SOBRE LA


CORTE SUPREMA Y LA
CASACIÓN EN LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE 1993

Artículo 139°.- Principios y Derechos de la Acción


Jurisdiccional
Son principios y derechos de la función jurisdiccional.
Inc. 3
La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
Ninguna persona puede ser desviada de la jurisdicción prede-
terminada por la ley, ni sometida a procedimiento distinto de los
previamente establecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales de
excepción, ni por comisiones especiales creadas al efecto cualquie-
ra de su denominación.
Inc. 5
La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas
las instancias, excepo los decretos de mero trámite, con mención
expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que
sustentan.
Inc. 6
La pluralidad de la Instancia.

* MÁRCHESE QUINTANA, Bruno. La Casación Civil. Revista Peruana


de Derecho Procesal. I, Estudio MONROY Abogados. Lima, 1997, p. 17 a 31.
Ley N° 355
29.497

Artículo 141°.- Casación


Corresponde a la Corte Suprema fallar en casación, o
en última instancia, cuando la acción se inicia en una Corte
Superior o ante la propia Corte Suprema conforme a Ley.
Asimismo, conoce en casación las resoluciones del Fuero
Militar, con las limitaciones que establece el art. 43.
Artículo 143°.- Entes jurisdiccionales
El Poder Judicial esta integrado por órganos
jurisdiccionales que administran justicia en nombre de la
Nación, y por órganos que ejercen su gobierno y
administración.
Los órganos jurisdiccionales son: la Corte Suprema de
Justicia y las demás Cortes y juzgados que determine su ley
orgánica.
Artículo 144°.- Órgano máximo del Poder Judicial
El Presidente de la Corte Suprema lo es también del
Poder Judicial. La Sala Plena de la Corte Suprema es el
órgano máximo de deliberación del Poder Judicial.
356 Ley N° 29.497

TEXTO NORMATIVO SOBRE LA CORTE


SUPREMA EN LA LEY ORGÁNICA DEL PODER
JUDICIAL

Artículo 28°.- Competencia de la Corte Suprema


La competencia de la Corte Suprema se extiende a todo el
territorio de la República. Su sede es la Capital de la misma.
Artículo 29°.- Composición
La Corte Suprema está integrada por 18 Vocales Supremos,
distribuidos de la siguiente forma:
1. El Presidente de la Corte Suprema;
2. El Vocal Jefe de la Oficina de Control de la Magistratura;
3. Un Vocal integrante del Consejo Ejecutivo del Poder
Judicial;
4. Los demás Vocales integrantes de las Salas Jurisdiccionales*
* Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley N° 26898,
publicada el 15-12-97, cuyo texto es el siguiente:
"Artículo 29°.- La Corte Suprema de Justicia de la
República está integrada por Vocales Supremos Titulares y por
Vocales Supremos Provisionales que ocupen cargos en casos de
vacancia, licencia e impedimento de sus titulares o por la
creación de Salas Especializadas Transitorias y actuarán
distribuidos de la siguiente forma:
1. El Presidente de la Corte Suprema
2. El VocalJefe de la Oficina de Control de la Magistratura
3. Los Vocales de las Salas Especializadas Permanentes y
los de las Salas Especializadas Transitorias. **
** De conformidad con el Artículo 2 de la Ley N° 27362,
Ley N° 29.49
7 357

publicada el 31-10-2000, se reestablece la vigencia del texto


original del Artículo 29 Texto Único Ordenado (TUO) de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, aprobado por Decreto
Supremo N° 017-93-JUS, cuyo texto es el siguiente:
"Artículo 29°.- La Corte Suprema está integrada por
18-Vocales Supremos, distribuidos de la siguiente forma:
1. El Presidente de la Corte Suprema;
2. El VocalJefe de la Oficina de Control de la Magistratura;
3. Un Vocal integrante del Consejo Ejecutivo del
Poder Judicial;
4. Los demás Vocales integrantes de las Salas
Jurisdiccionales ".
Artículo 30°.- Salas Especializadas
"El trabajo jurisdiccional de la Corte Suprema se
distribuye en Salas Especializadas Permanentes y Transitorias
de cinco Vocales cada una, presidida por los que designe el
Presidente de la Corte Suprema en materia Civil, Penal y de
Derecho Constitucional y Social."*
*Artículo vigente, conforme a la modificatoria del
Artículo
2 de la Ley N° 26695, publicada el 03.12.96.
Artículo 31°.- Instancia de fallo. Derogado
La Corte Suprema conoce como órgano de instancia de
fallo los siguientes procesos:
a) Los iniciados en las Cortes Superiores;
b) Los de materia constitucional;
c) Los originados en la propia Corte Suprema; y,
d) Los demás que señala la ley.*

* Artículo derogado por la Tercera Disposición Derogatoria de la


Ley N°
29364.
358 Ley N° 29.497
Artículo 32°.-Casación
La Corte Suprema conoce de los procesos en vía de
casación con arreglo a lo establecido en la ley procesal
respectiva.
"Conoce igualmente en vía de casación, las sentencias
expedidas por las Salas de Familia en cualquier materia de su
competencia e independientemente de la Ley que norme el
proceso respectivo.
En cualquier caso, el recurso debe reunir los requisitos de
forma y fondo establecidos por el Código Procesal Civil."*
* Párrafo agregado por el Artículo 2 de la Ley N° 27155,
publicada el 11-07-99.
Artículo modificado por la Ley N° 29364 con el siguiente
texto:
Art. 32°.- Competencia
La Corte Suprema conoce:
a) De los recursos de casación con arreglo a la ley
procesal respectiva;
b) de las contiendas de competencia entre jueces de
distritos judiciales distintos:
c) de las consultas cuando un órgano jurisdiccional re-
suelve ejerciendo el control difuso.
d) de las apelaciones prescritas en el segundo párrafo del
artículo 292 cuando la sanción es impuesta por una sala
superior; y,
e) de la apelación y la consulta prevista en los artículos
93° y 95° del Código Procesal Constitucional, respectivamente.
*
Artículo 33o- Competencia de las Salas Civiles
Las Salas Civiles conocen:
1. De los recursos de apelación y de casación de su competencia;
2. De las contiendas de competencia y de los conflictos de
autoridad, conforme al Código Procesal Civil; modifícado por
la
Ley N° 359
29.497
Ley N° 29364, con el siguiente texto:
De las contiendas de competencia conforme al
Código Procesal Civil.
3. De los procesos de responsabilidad civil contra los
Vocales
de la propia Corte Suprema y de las Cortes Superiores y
contra
miembros del Consej o Supremo de Justicia Militar y otros
funcionarios,
conforme a la Constitución y las leyes, en primera
instancia;*
Derogado
4. En primera instancia de las acciones contencioso-
administrativas, en los casos que la ley así lo establece.*
Derogado
5. De los demás procesos que señala la ley.* Derogado
Artículo 34°.- Competencia de las Salas Penales
Las Salas Penales conocen:
1. El recurso de apelación en procesos sentenciados por
las Cortes Superiores en materia penal, que sean de su
competencia:
2. De los recursos de casación conforme a ley:
3. De las contiendas y transferencias de competencia,
conforme a ley;
4. De la investigación y juzgamiento de los delitos que
se imputan contra los funcionarios comprendidos en el Art.
122° de la Constitución, Fiscales y Vocales Superiores,
Vocales Supremos de la Sala Suprema Penal Militar, Policial,
Fiscales Supremos Penales y Militares y Policiales, Penales,
Militares, Policiales y contra los demás funcionarios que
señala la ley, conforme a las disposiciones legales
pertinentes;*
5. De las extradiciones activas y pasivas;
6. De los demás procesos previstos en la ley.

* Artículo modificado por la Segunda Disposición Modificatoria de la


Ley N° 29364.
* Inciso derogado por la Tercera Disposición Derogatoria de la Ley N° 29364.
360 Ley N° 29.497

Artículo 35°.- Sala de Derecho Constitucional y Social.


Competencia
La Sala de Derecho Constitucional y Social conoce:
1. En última instancia de las acciones de Hábeas Corpus y
Amparo;* Derogado por la tercera Disposición Derogatoria de
la Ley n° 29364
2. Del recurso de apelación de las resoluciones dictadas por
las Salas Civiles Supremas y Superiores, en las acciones contencioso-
administrativas que ellas conocen en primera instancia; Derogado
3. De las contiendas de competencia y de los conflictos de
autoridad que le son propios; modificado por la Ley N° 29364, en el
siguiente texto:
De las consultas conforme al Código Procesal
Constitucional;
4. De los recursos de casación en materia de Derecho Laboral
y Agrario cuando la ley expresamente lo señala;
5. En última instancia de los procesos promovidos por acción
popular conforme al Art. 295 de la Constitución, y por responsabilidad
civil en los casos señalados en el inciso 3) del artículo 33 de esta Ley;
Modificado por la Ley 29364 con el siguiente texto: De la
apelación prevista en el artículo 93° del Código Procesal
Constitucional
6. Del recurso de casación en las acciones de expropiación,
conforme a ley;
7. En Segunda Instancia de los procesos de responsabilidad
civil resueltos por la Sala Civil Suprema; * Derogado; y
8. De los demás asuntos que establece la ley.
* Inciso derogado por la Tercera Disposición Derogatoria de la Ley N°
29364.
Ley N° 361
29.497
TEXTO NORMATIVO SOBRE LA
CASACIÓN EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL

CAPÍTUL
O IV
CASACIÓ
N

Artículo 384°.- Fines de la casación


El recurso de casación tiene por fines esenciales la
correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia. (Modificado por la Ley N° 29364)
Artículo 385°.- Resoluciones contra las que procede
el recurso. Derogado por la Ley N° 29364
Sólo procede el recurso de casación contra:
1. Las sentencias expedidas en revisión por las Cortes
Superiores;
2. Los autos expedidos por las Cortes Superiores que,
en revisión, ponen fin al proceso; y
3. Las resoluciones que la ley
señale.
Artículo 386°.- Causales
Son causales para interponer recurso de casación:
1. La aplicación indebida o la interpretación errónea de
una norma de derecho material, así como de la doctrina
jurisprudencial;
2. La inaplicación de una norma de derecho material o
de la doctrinajurisprudencial; o
3. La contravención de las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso, o la infracción de las formas
esenciales para la eficacia y validez de los actos procesales.
362 Ley N° 29.497

Está incluida en el inciso 1 la causal de aplicación indebida del


Artículo 236 de la Constitución. (Modificadopor la Ley N°29364)
Artículo 387°.- Requisitos de forma
El recurso de casación se interpone:
1. Contra las resoluciones enumeradas en el Artículo 385;
1. Dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente
de notificada la resolución que se impugna, acompañando el recibo
de pago de la tasa respectiva; y
2. Ante el órgano jurisdiccional que expidió la resolución
impugnada. (Modificado por la Ley N° 29364).
Artículo 388°.- Requisitos de fondo
Son requisitos de fondo del recurso de casación:
1. Que el recurrente no hubiera consentido previamente la
resolución adversa de primera instancia, cuando ésta fuere confirmada
por la resolución objeto del recurso;
2. Que se fundamente con claridad y precisión, expresando en
cuál de las causales descritas en el Artículo 3 86 se sustenta y, según
sea el caso:
2.1. Cómo debe ser la debida aplicación o cuál la interpretación
correcta de la norma de derecho material;
2.2. Cuál debe ser la norma de derecho material aplicable al
caso; o
2.3. En que ha consistido la afectación del derecho al debido
proceso o cuál ha sido la formalidad procesal incumplida.
(Modificado por la Ley N° 29364).
Artículo 389°.- Casación por salto. Derogado por la Ley
N° 29364
Procede el recurso de casación contra las sentencias de
primera instancia, cuando las partes expresan su acuerdo de
Ley N° 29.49
7 363

prescindir del recurso de apelación, en escrito con firmas


legalizadas ante el Secretario de Juzgado.
Este acuerdo sólo es procedente en los procesos civiles
en los que no se contiendan derechos irrenunciables. En este
caso el recurso sólo podrá sustentarse en los incisos 1 y 2 del
Artículo 386. y deberá interponerse dentro del plazo que la ley
concede para apelar de la sentencia.
Artículo 390°.- Inadmisibilidad del recurso.
Derogado por la Ley N° 29364
El órgano jurisdiccional ante el cual se interpone el
recurso, apreciará la observancia de los requisitos establecidos
en el Artículo 3 87°. El incumplimiento de alguno de ellos dará
lugar a la declaración de inadmisibilidad del recurso.
Artículo 391°.- Nulidad de la resolución que admite
el recurso
Antes de la vista de la causa, la Sala de Casación
respectiva anulará la resolución que admite el recurso, si
considera que no se ha cumplido con alguno de los requisitos
de forma.
"Para los fines a que se refiere el Artículo 390° y el
párrafo anterior del presente artículo, se ordenará que el
recurrente subsane en un plazo no mayor de cinco días, la
omisión o defecto que se pudiera advertir en el recibo de
pago de la tasa respectiva, en las cédulas de notificación, en
la autorización del recurso por Letrado Colegiado o en la
firma del recurrente. Si el recurrente no cumpliera con lo
ordenado, se rechazará el recurso y, en su caso, anulará la
resolución que admita el recurso." *,**
* Párrafo agregado por el Artículo 1 de la Ley N°
27663 publicada el 08-02-2002.
** Artículo modificado por el Artículo 2 de la Ley N°
27703, publicado el 20-04-2002, cuyo texto es el siguiente:
364 Ley N° 29.497
"Artículo 391°.- Nulidad de la RESOLUCIÓN que admite
el recurso
Antes de la vista de la causa, la Sala de Casación
respectiva anulará la resolución que admite el recurso, si
considera que no se ha cumplido con alguno de los requisitos de
forma.
Para los fines a que se refiere el Artículo 390°y el párrafo
anterior del presente artículo, si el recurrente tuviere domicilio
en la sede de la Sala de Casación, se ordenará que subsane en
un plazo no mayor de cinco días, la omisión o defecto que se
pudiera advertir en el recibo de pago de la tasa respectiva, en
las cédulas de notificación, en la autorización del recurso por
Letrado Colegiado o en la firma del recurrente. Si el recurrente
no cumpliera con lo ordenado, se rechazará el recurso y, en su
caso, se anulará la resolución que admita el recurso.
Si el recurrente no tuviera fijado domicilio procesal en la
sede de la Sala de Casación, ésta tramitará la causa de manera
regular y la Sala o el Juez correspondiente ordenará la
subsanación respectiva." (Modificado por la Ley N° 29364).
Artículo 392°.- Improcedencia del recurso
Igualmente, antes de la vista de la causa, la Sala aprecia el
cumplimiento de los requisitos establecidos en el Artículo 388°. El
incumplimiento de alguno de ellos da lugar a la declaración de
improcedencia debidamente fundamentada. (Modificado por la
Ley N° 29364).
Artículo 393°.- Tramitación del recurso
La interposición del recurso suspende la ejecución de la
sentencia. Declarado admisible el recurso, la Sala tiene veinte días
para apreciar y decidir su procedibilidad. La resolución que declara
procedente el recurso, fija el día y la hora para la vista del caso.
La fecha fijada no será antes de los quince días de notificada la
Ley N° 365
29.497

resolución con que se informa a los interesados. (Modificado


por la Ley N° 29364).
Artículo 394°.- Actividad procesal de las partes
Durante la tramitación del recurso, la actividad procesal de
las partes se limita a la facultad de presentar informes escritos y
un sólo' informe oral durante la vista de la causa. El único
medio de prueba procedente es el de documentos que
acrediten la existencia de doctrina jurisprudencial; o de la ley
extranjera y su sentido, en los procesos sobre derecho
internacional privado.
Si se nombra o cambia representante procesal, debe
acreditarse tal situación. (Modificado por la Ley N° 29364).
Artículo 395°.- Plazo para sentenciar
La Sala expedirá sentencia dentro de cincuenta días
contados desde la vista de la causa.
Artículo 396°.- Sentencia fundada y efectos del recurso
Si la sentencia declara fundado el recurso, además de
declararse la nulidad de la sentencia impugnada, la Sala debe
completar la decisión de la siguiente manera:
1. Si se trata de las causales precisadas en los puntos 1 y
2 del Artículo 386, resuelve además según corresponda a la
naturaleza del conflicto de intereses, sin devolver el proceso a la
instancia inferior.
2. Si se trata de la causal precisada en el inciso 3 del
Artículo 386°, según sea el caso:
2.1. Ordena que el órgano jurisdiccional inferior expida
un nuevo fallo.
2.2. Declara insubsistente lo actuado hasta el folio en
que se cometió el vicio que determinó la sentencia casatoria.
2.3. Declara insubsistente la sentencia apelada y que el
Juez que la expidió lo haga nuevamente.
366 Ley N° 29.497

2.4. Declara insubsistente la sentencia apelada y nulo lo


actuado hasta el folio en que se cometió el vicio que determinó la
sentencia casatoria.
2.5. Declara insubsistente la sentencia apelada, nulo lo actuado
e inadmisible o improcedente la demanda.
En cualquiera de estos casos, la sentencia casatoria tendrá
fuerza obligatoria para el órgano jurisdiccional inferior. (Modificado
por la Ley N° 29364).
Artículo 397°.- Sentencia infundada
La sentencia debe motivar los fundamentos por los que declara
infundado el recurso cuando no se hayan presentado ninguna de las
causales previstas en el Artículo 386.
La Sala no casará la sentencia por el sólo hecho de estar
erróneamente motivada, si su parte resolutiva se ajusta a derecho.
Sin embargo, debe hacer la correspondiente rectificación.
Artículo 398°.- Multa por recurso inadmisible.
Improcedente o infundado. Derogado por la Ley N° 29364
Si el recurso fuese denegado por razones de inadmisibilidad o
improcedencia, la Sala que lo denegó condenará a quien lo interpuso
al pago de una multa no menor de tres ni mayor de diez Unidades de
Referencia Procesal.
Si concedido el recurso la sentencia no fue casada, el recurrente
pagará una multa de una Unidad de Referencia Procesal.
La referida multa se duplicará si el recurso fue interpuesto
contra una resolución que confirmaba la apelada.
El pago de la multa será exigido por el Juez de la demanda.
Artículo 399°.- Costas y costos por recurso inadmisible,
improcedente o infundado. Derogado por la Ley N° 29364
Si el recurso fuese declarado inadmisible, improcedente o
Ley N° 367
29.497
infundado, quien lo interpuso sufrirá la condena de costas y
costos originados en la tramitación del recurso.
Las costas y costos serán fijados y exigidos por el Juez
de la demanda.
Artículo 400°.- Doctrina jurisprudencial
Cuando una de las Salas lo solicite, en atención a la
naturaleza de la decisión a tomar en un caso concreto, se
reunirán los vocales en Sala Plena para discutirlo y
resolverlo.
La decisión que se tome en mayoría absoluta de los
asistentes al Pleno constituye doctrina jurisprudencial y
vincula a los órganos jurisdiccionales del Estado, hasta que
sea modificada por otro pleno casatorio.
Si los Abogados hubieran informado oralmente a la vista
de la causa, serán citados para el pleno casatorio.
El pleno casatorio será obligatorio cuando se conozca
que otra Sala está interpretando o aplicando una norma en
un sentido determinado.
El texto íntegro de todas las sentencias casatorias y las
resoluciones que declaran improcedente el recurso, se
publican obligatoriamente en el diario oficial, aunque no
establezcan doctrina jurisprudencial. La publicación se hace
dentro de los sesenta días de expedidas, bajo responsabilidad.
(Modificadopor la Ley N°29364).
368
Ley N° 29.497

TÍTULO II PROCESOS
LABORALES

CAPÍTULO I PROCESO
ORDINARIO LABORAL

Artículo 42°.- Traslado y citación a audiencia de


conciliación
Verificados los requisitos de la demanda, el juez emite resolución
disponiendo:
a) La admisión de la demanda;
b) La citación a las partes a audiencia de conciliación, la cual
debe ser fijada en día y hora entre los veinte (20) y treinta (30) días
hábiles siguientes a la fecha de calificación de la demanda; y
c) el emplazamiento al demandado para que concurra a la
audiencia de conciliación con el escrito de contestación y sus
anexos.

Introducción
La conciliación es el acuerdo a que llegan las partes sobre
sus derechos mediante la intervención de un tercero, que puede
ser un juez, un funcionario administrativo o un tercero 1. Y lo que
caracteriza a la disciplina laboral es la búsqueda consciente de
resoluciones transaccionales para evitar que la controversia entre
trabajadores y empresarios degenere en enfrentamiento abierto y
en caos social.
1. Conf. Ruprecht, "Los principios", pág. 54.
Ley N° 369
29.497

No obstante toda transacción para ser válida requiere


en principio, de homologación por parte de la autoridad
judicial o, en su caso, administrativa en el período
conciliatorio previo a la etapa de litis.
Desde el punto de vista práctico, la conciliación se *
nos presenta como un acto procesal complejo en el que,
normalmente, se conjugan las figuras del desistimiento, el
allanamiento y la transacción, bajo el control directo del
Tribunal que da validez al acuerdo mediante auto
homologatorio2.

1. Homologación
La homologación consiste en la confirmación o aval
que el juez da a ciertos actos y convenios de las partes para
hacerlos más solemnes y eficaces 3.Y dentro de la disciplina
laboral, la importancia de tal acto es que reviste a la
transacción con los efectos legales de la cosa juzgada.
La ley laboral impone, en consecuencia, al órgano
homologante un examen de mérito del acuerdo el que sólo
es pasible de aval cuando se advierta que, mediante el
avenimiento, se ha alcanzado una justa composición de los
derechos e intereses de las partes.
En principio, los magistrados laborales y el organismo
ministerial no están autorizados a emitir auto homologatorio
cuando adviertan: a) la posibilidad de afectar derechos
irrenunciablesi b) carezcan de base
2. POSE, Ob. cit., p. 170
3. POSE, "Conciliación", p. 101.
3 70 Ley N° 29.497

para dictar resolución fundada y c) crean factible una situación


de colusión o fraude que afecte el patrimonio público y/o el
orden social.
Cabe aclarar que la figura ha merecido severas críticas que
perturban su eficacia axiológica, tales como: a) el interés
empresario por dilatar los pagos lo más posible, acudiendo al
avenimiento sólo cuando se halla convencido de que la sentencia
es inminente y ha de serie desfavorable; b) el accionar de los
letrados que, frecuentemente, exageran las pretensiones de los
trabajadores con la finalidad de transigir por porciones
cabalísticas; c) la existencia de desigualdad económica entre los
litigantes que agobia a la parte más débil y d) la morosidad
judicial.4
LA CONCILIACIÓN

1. Concepto
La conciliación extrajudicial es un mecanismo alternativo
de solución de conflictos, por el cual las partes involucradas en
un conflicto de intereses acuden a un centro de conciliación para
que con la presencia y ayuda de un tercer llamado conciliador
arriben a un acuerdo que ponga fin al conflicto presente.
Debe quedar en claro que el conciliador sólo facilitará el
arribo de soluciones propuestas por las partes, no hará el papel de
un juez, es decir no decidirá sobre el conflicto.
4. POSE,Ob. cit, p. 171.
Ley N° 371
29.497

Sólo en casos de imposibilidad de las partes,


propondrá a las partes fórmulas no obligatorias.
2. Nociones generales
¿Qué es la conciliación?
La conciliación es un método alternativo de resolución
de conflictos mediante el cual una tercera persona neutral e
imparcial el conciliador ayuda a las partes en conflicto a
encontrar una solución consensual y satisfactoria para
ambas, proponiéndoles, si fuera necesario, fórmulas de
arreglo que éstas pueden rechazar o aceptar.
¿A qué se denomina métodos alternativos de
resolución de conflictos?
Son métodos que permiten evitar los procesos
judiciales y otros adversariales en los cuales las partes se
enfrentan en su afán de terminar el conflicto. Dentro de
estos métodos alternativos se encuentran, entre otros, la
negociación, el arbitraje, la mediación, la conciliación, el
minijuicio, la evaluación neutral, la evaluación de un
experto o el alquiler de un juez. De todos éstos, los más
conocidos son la negociación, el arbitraje, la mediación y la
conciliación,
Hay algunas diferencias conceptuales y procesales
entre los últimos tres método Podemos definir las más
importantes de la siguiente manera" En la conciliación, las
partes intentan llegar a un acuerdo con ayuda de un
conciliador, pero si esto no fuera posible, el conciliador
propondrá fórmulas que las partes pueden aceptar o
rechazar.
372 Ley N° 29.497

En la mediación, el mediador ayuda a las partes a encontrar


sus propias soluciones. El mediador dirige el proceso, pero no
sugiere fórmulas de solución. Las partes deciden por sí mismas
el contenido del acuerdo. De esta forma se optimiza la
"propiedad" del mismo, asegurando un alto grado de ejecución y
cumplimiento.
En el arbitraje, el arbitro impone una resolución -el laudo-
que satisface a una de las partes, pero muy rara vez a ambas. El
sentido de propiedad del laudo arbitral es mínimo y su
cumplimiento podría ser problemático, al igual que las sentencias
judiciales. En varios países se han llevado a cabo diversos
estudios e investigaciones sobre la eficacia de estos tres métodos
según el grado de cumplimiento y/o ejecución del acuerdo. Éstos
han llegado a la conclusión de que el más recomendable es la
mediación.
Nosotros proponemos que la mejor conciliación es una
mediación. Es decir, que el conciliador aspire a no proponer
fórmulas conciliatorias. Sin embargo, debemos aceptar que
algunos casos requieren de la intervención de fórmulas
conciliatorias u opciones de solución.
Para cumplir eficientemente su tarea, el conciliador debe
aplicar ciertas técnicas que pueden variar ligeramente según el
país y los estilos desarrollados a través de la práctica, pero
debemos decir que son sustancialmente las mismas. Estas
técnicas se aplican a lo largo de todo el proceso de conciliación,
e inclusive algunas de ellas desde la recepción de la solicitud
para conciliar.
3. Etapas del proceso de conciliación
El proceso de conciliación tienen once etapas, nueve
Ley N° 373
29.497

de las cuales se desarrollan en presencia de las partes y las


dos restantes están dedicadas exclusivamente a la
preparación del conciliador para la sesión y a su análisis
crítico o debriefing, luego de finalizada la conciliación.
Cada etapa tiene un objetivo, un procedimiento y las
"herramientas" o técnicas que debe usar el conciliador.
Lógicamente hay algunas técnicas que se repiten a lo largo
del todo el proceso y otras que son específicas para cada
etapa. Con el desarrollo práctico de conciliaciones cada
individuo adopta ciertos estilos y desarrolla nuevas técnicas.
Las once etapas del proceso son-
. Preparación.
. Presentaciones.
. Relato de las partes o narración de los hechos.
. Resúmenes.
. Elaboración de la agenda.
. Exploración de los temas.
. Sesiones privadas. Negociación.
. Acuerdo.
. Cierre de la conciliación.
. Análisis crítico.

4. Preparación
En esta etapa el conciliador se prepara para la sesión.
Debe tener a su disposición los documentos relacionados
con el conflicto y decidir si los va a utilizar en la sesión de
conciliación. También debe evaluar las características
sociales y personales de las partes involucradas y las
implicancias de escoger uno u otro
374 Ley N° 29.497

método de comunicación. El conciliador debe conocer en líneas


generales el grado de educación, idioma y religión (si es posible)
de los participantes, con el objeto de prepararse adecuadamente.
Si se trata de personas con educación primaria, secundaria o
superior, el lenguaje del conciliador deberá responder a estas
características.
Del mismo modo, si una de las partes no habla castellano
tendrá que conseguir un traductor.
El conciliador evalúa las limitaciones e importancia del
proceso de conciliación en la solución del conflicto v la
necesidad de una sesión de preconciliación (especialmente en los
casos de violencia familiar, cuando concurren representantes de
las partes para verificar el grado de "poder de decisión" en el
conflicto, o cuando se trata de conciliaciones con varias partes y
no queda muy claro el papel de cada participante).
Debe prepararse la oficina y los recursos logísticos. El
conciliador tiene como objetivo general crear un ambiente
propicio para la resolución del conflicto.
Por tanto, debe estar atento a los mínimos detalles (proveer
sillas iguales para ambas partes, vasos y lapiceros idénticos,
etcétera) y, en general, analizar y tomar en cuenta las necesidades
personales de las partes y adecuar la oficina de acuerdo a éstas.
Asimismo debe organizar equipos, herramientas y otros
recursos que pueda utilizar durante la conciliación. Por ejemplo,
calculadoras cuando se va a tratar asuntos financieros, planos,
dibujos y reglamentos de construcción cuando va a tratar
reclamos de edificación.
Ley N° 375
29.497
5. Objetivos
. Entender, en lo posible, el contexto del conflicto, y
planificar técnicas adecuadas para su resolución.
. Preparar a las partes para una efectiva participación
. Cubrir las necesidades específicas de las partes. Para
cumplir este objetivo el conciliador selecciona y utiliza un
lenguaje apropiado para cada una de las partes y, en caso
necesario, emplea la ayuda de intérpretes con el fin de
promover el entendimiento entre todas las partes y el
conciliador o conciliadores.
. Confirmar que la presencia de supervisores y terceras
personas será aceptada sólo previo consentimiento de las
partes (el conciliador debe solicitar este consentimiento
cuando las partes están en la sala de recibo o, en casos
especiales, en la sesión de preconciliación).
. Planear y utilizar estrategias para salvaguardar la
seguridad de las partes y la del conciliador (especialmente en
los casos de familias donde ha existido previamente
violencia física o psicológica).

6. Procedimiento
. Llegar a la sala dé sesiones con la debida anticipación
(como mínimo quince minutos antes)
. Revisar que todos los documentos para la conciliación
estén disponibles y/o en la sala de sesiones.
. Preparar el ambiente de la sala de sesiones
(mobiliario, agua, vasos, lapiceros, papel, pañuelos de papel,
etc.).
376 Ley N° 29.497
• Cerciorarse de que cuando lleguen las partes sean
ubicadas en diferentes salas de espera.
. Decidir la necesidad o no de una sesión de
preconciliación y revisar si las partes han asistido solas o
acompañadas (en este último caso, verificar con la otra
parte si la presencia de otras personas es aceptable).
7. Recomendaciones
. Arreglar la sala de conciliación de la forma más
cómoda y simple, sin cuadros o adornos que distraigan la
atención de los participantes.
. Proveer en lo posible una mesa redonda con sillas
cómodas e idénticas para los participantes.
. No olvidar los papeles, lapiceros, jarra con agua,
vasos y pañuelos de papel en caso de llantos de telenovela.
Regla de oro: Tenga confianza en su capacidad de conciliación y relájese
(recuerde que usted no decidirá el contenido del acuerdo).

8. Presentaciones
En la segunda etapa, el conciliador recibe y saluda a
las partes. En esta fase se inicia la sesión de conciliación
propiamente dicha.

9. Objetivos
. Establecer las reglas de comportamiento o conducta
que deberán observar las partes en la sesión.
. Establecer la autoridad que las partes confieren al
conciliador.
. Crear una atmósfera propicia para la conciliación.
Ley N° 377
29.497
Es decir, el conciliador, con la autoridad delegada
tácitamente por las partes al aceptar la sesión de
conciliación, establece las reglas de conducta, que deben ser
acordadas con éstas. Básicamente les explica que no está
permitido el uso de lenguaje soez, no se debe insultar, gritar
ni interrumpir, y otras recomendaciones que crea pertinente
según la clase de conflicto.
Para crear una atmósfera propicia, el conciliador debe
demostrar en todo momento su neutralidad e imparcialidad,
advertir las necesidades físicas y de comunicación de las
partes y tomar las decisiones necesarias para satisfacerlas
(por ejemplo, que estén cómodos, que no tengan frío o calor,
que puedan expresarse claramente, etcétera).
Con el fin de conseguir estos objetivos, el conciliador
usa una serie de estrategias para crear "afinidad" entre él y
las partes (por ejemplo, contacto visual, lenguaje corporal,
afabilidad) y mantiene una comunicación fluida, en la
medida de lo posible.
Es imprescindible explicar con claridad el rol del
conciliador, del centro y de las partes, asegurándose que las
expectativas y objetivos de la conciliación estén claros y
sean aceptados por las partes involucradas.
Asimismo, debe esclarecerse a las partes cuáles son los
límites de confidencialidad y privacidad (por ejemplo, el
conciliador tiene la obligación de reportar delitos), así como
el carácter de "título de ejecución" del acta de conciliación.
El conciliador debe explicar con claridad la secuencia de la
sesión de conciliación y verificar que las partes hayan
encendido y aceptado el proceso. Es importante que todo
conciliador verifique que las partes lo aceptan como
facilitador neutral e imparcial.
378 Ley N° 29.497

10. Procedimiento
. Saludar a las partes con respeto y de acuerdo a sus
costumbres. Estas deben sentirse cómodas con las palabras y
hospitalidad del conciliador.
. Dar la bienvenida "formal" a las partes y agradecer su
participación en la sesión. Invitar a las partes a que se presenten y
establecer las formas apropiadas de llamadas (no se debe forzar a
las partes a usar apelativos que no les resultan agradables o
cómodos, cada uno debe ser llamada de la forma como lo
solicita. En este caso, el conciliador no debe de tratar de
"homogeneizar" a las partes" si uno quiere ser llamado señor
Jaime y el otro sólo Nico está bien; el hecho de tratar de
convencer a uno u otro puede dañar significativamente la imagen
de imparcialidad del conciliador).
. Desmitificar el proceso y establecer las reglas. Explicar
con claridad el proceso (Primero voy a explicarles los objetivos
de esta sesión, y sus características- voluntario, confidencial,
neutral, imparcial, etcétera).
. Asegurar a las partes sobre la confidencialidad de la sesión
(tanto ética como legal) y explicar que el conciliador no podrá
ser llamado como testigo en un proceso judicial ni se podrá
presentar como prueba lo que se manifieste en la conciliación.
. Explicar el proceso de una manera sencilla y
resumida (sólo las etapas) con un lenguaje informal y
simple. \
. Establecer una atmósfera de participación para que las
partes se animen a iniciar y entablar un diálogo.
. Preguntar si las partes tienen alguna duda o
Ley N° 29.4
97 379

necesitan una mayor explicación sobre algunos puntos. Es


importante aclarar a los participantes la calidad de las actas
de conciliación, es decir, su mérito ejecutivo. En esta etapa,
el conciliador debe tomarse el tiempo necesario para
resolver las preguntas de los participantes.
. Preguntar a los participantes cuáles son sus
limitaciones de tiempo y resolver de acuerdo a estas
necesidades.

11. Recomendaciones
. Ensayar con anticipación el discurso de apertura (no
mas de cinco minutos).
. En la medida de lo posible, mostrar amabilidad.
. Hablar clara y pausadamente.
. Mencionar la experiencia adquirida en conciliación,
si se tiene. En caso contrario, no diga que es su primera
conciliación. Nunca diga algo así porque lo único que
logrará es dañar el proceso.
Regla de oro: Sea amable y utilice un lenguaje sencillo y claro.

12. Relatos de las partes o narración de los hechos


En la tercera etapa se solicita a cada una de las partes
que explique brevemente el problema o la razón por la que
está en la sesión; es decir, que diga los motivos que la traen
al centro de conciliación o a la mesa de negociación.
Es preciso que en esta etapa -y a lo largo de toda la
sesión- el conciliador evite el uso de palabras técnico-
legales como, por ejemplo. Díganos cuáles son sus
fundamentos de hecho, o cuál es su demanda o pretensión,
380 Ley N° 29.497

o cuál es su versión o posición. No se trata de lucirse sino de ser


útil.
En esta etapa el conciliador se dedica a recabar
efectivamente la información, permitiendo a las partes expresar
adecuadamente los hechos y sus sentimientos. Igualmente,
brinda a las partes una oportunidad para expresar libremente sus
necesidades, preocupaciones y expectativas mutuas. En todo
momento debe alentar a las partes para que se escuchen con
respeto y sin interrupciones.
Debe asegurarse de que exista suficiente tiempo para
identificar todos los problemas o asuntos relacionados con el
conflicto. En muchos casos, habrá terceras personas relacionadas
con el conflicto que están ausentes. En ese caso el conciliador
debe brindar oportunidad a las partes para reconocer la
existencia de éstas, su relación con el conflicto y el hecho de que
estén ausentes.
13. Objetivos
. Brindar a las partes una oportunidad para explicar el
conflicto (desde su propio punto de vista) en presencia del
conciliador y de la otra parte.
. Obtener un conocimiento y entendimiento cabal de los
asuntos en conflicto.
.Establecer un "fondo de conocimiento común" que forme
las bases para la conversación y elaboración de la agenda.

14. Procedimiento
. Invitar a la parte A a exponer brevemente sus
Ley N° 29.49
7 381

preocupaciones o las razones por las que acude a la sesión.


. Explicar por qué la parte A empieza primero (por
ejemplo, porque solicitó la conciliación) y en todo caso la ir
relevancia del orden porque todos tendrán la oportunidad de
exponer sus ideas y sentimientos.
. Reiterar las reglas de comportamiento (por ejemplo,
no interrumpir, no gritar, no insultar).
. Pedir a la parte B que tome nota si lo cree necesario.
. Explicar a las partes que en esta etapa se habla
directamente con el conciliador.
. Tomar notas de la exposición.
Estas notas deben ser literales y no resúmenes y deben
reflejar tanto los hechos como los sentimientos con los
cuales fueron dichos. No los sentimientos o apreciaciones
del conciliador, sino de la, parte que expone.
. Interrumpir sólo para pedir una aclaración, o si se
necesita que las partes hablen más despacio para tomar notas
en forma eficiente.
Una vez que A termina su exposición, agradecer a B
por no interrumpir y/o por su paciencia y solicitarle que
haga su exposición.
. Reiterar las reglas de comportamiento.
. Tomar notas de la exposición de B.
Una vez terminada la exposición de B, agradecer a A
por su cooperación (si es que no ha interrumpido) y en todo
caso por su paciencia (si ha interrumpido) y explicar a
ambas partes cuál es la siguiente etapa.
. Durante esta etapa es importante que el conciliador
382 Ley N° 29.497

controle efectivamente las interrupciones. Si éstas son muy


frecuentes, tendrá que reiterar a las partes el motivo de su
presencia en la reunión y las reglas de comportamiento aceptadas
por ambas, y decides que, de continuar las interrupciones, se verá
obligado a suspender la sesión. Si las interrupciones no son
significativas o frecuentes el conciliador debe pasadas por alto y,
en todo caso, emplear el lenguaje corporal para controladas (por
ejemplo, hacer un ademán con las manos para pedir calma).

15. Recomendaciones
. No olvidar tomar notas (muchos conciliadores se distraen
tanto con los relatos que lo olvidan).
. Escribir de manera legible.
. Hacer preguntas de aclaración sólo si es preciso.
. Utilizar técnicas integrativas.
Regla de oro: Escuche atentamente y escriba con claridad

16. Técnicas para tomar notas


Escribir exactamente lo que las partes relatan es imposible,
a no ser que se tengan conocimientos de taquigrafía. Sin
embargo, la precisión de lo manifestado por las partes juega un
papel fundamental en el desarrollo de la conciliación. Sin
embargo, no es necesario ir corriendo a matricularse en un curso
completo de taquigrafía.
Puede preguntar- ¿Se puede utilizar grabadoras?. Si la
respuesta es no, en efecto, puede ser contraproducente.
Ley N° 383
29.497

Existen algunas técnicas que nos ayudan a reflejar con


precisión los hechos y sentimientos que relatan las partes
sin necesidad de una grabadora. Primero divida la página
en dos partes con un trazo vertical:

Federico Manuel

Luego, utilice símbolos (?), abreviaturas (inv., fta.,


pm), taquigrafía, frases claves (ruborizado, nervioso... ).

17. Resúmenes
En la etapa anterior el conciliador ha tomado notas
"textuales" de la narración que han hecho ambas partes,
incluyendo hechos y sentimientos. Ahora el conciliador
leerá estas notas, teniendo cuidado de no convertir en
propias las afirmaciones de las partes (para lo cual debe
usarse el "lenguaje de reportaje").

18.0bjetivos
. Demostrar a las partes que han sido escuchadas
activamente, sin prejuicios.
. Aclarar algunos detalles del conflicto.
. Reconocer la importancia de los hechos, así como de
los sentimientos.
. Demostrar a través del "Lenguaje, de reportaje" que
la propiedad del conflicto y de su resolución permanece
con las partes.
384 Ley N° 29.497

19. Procedimiento
. Leer un resumen de la exposición que hizo la parte A,
siempre utilizando el "lenguaje dé reportaje" (Usted dijo, Usted
explicó, etcétera), que incluye canto hechos como sentimientos.
. Preguntar si es un resumen exacto, corregir si es
necesario, pero no aumentar datos adicionales (a no ser que sean
de extrema importancia para la aclaración de un tema crucial
para la solución del conflicto).
. Leer el resumen del informe de B, incluyendo hechos y
sentimientos y siempre empleando el "lenguaje de reportaje".
. Preguntar si es un resumen exacto, usando el "lenguaje de
reportaje" para reafirmar que el conflicto sigue perteneciendo a
las partes y que el conciliador no se ha parcializado.
. El conciliador debe incluir tanto los hechos como los
sentimientos con los cuales las partes hicieron su exposición.
Esto con la finalidad de demostrar que el conciliador no
sólo ha escuchado atentamente y entendido la exposición, sino
que ha notado las emociones con las que las partes han hecho su
relato.
. Mientras el conciliador lee los resúmenes, va subrayando
las "palabras claves" o asuntos comunes que pueden
considerarse dentro de la agenda.
. El conciliador debe evitar que se añadan excesivamente
relatos o que se reiteren los ya hechos.
En lo posible, debe intentar un equilibrio en la lectura de
los resúmenes! es decir, si una de las partes
Ley N° 29.4
97 385

habló demasiado y repitió los mismos asuntos, tratar de


resumidos.
. Si una de las partes insiste en añadir otros asuntos, el
conciliador debe otorgar la misma oportunidad a la otra
parte.

20. Recomendaciones
. No interpretar los relatos, leidos tal y como lo
manifestaron las partes.
. Utilizar el "lenguaje de reportaje".
. No preguntar a la parte A si está de acuerdo con lo
manifestado por B y viceversa (con esta pregunta se
posiciona y antagoniza más a las partes).
. Leer los resúmenes después de que ambas partes
hayan culminado sus relatos.
Regla de oro: Utilice, el lenguaje de reportaje y no
interprete los relatos.
Aquí ofrecemos algunos ejemplos de lenguaje de
reportaje^

Usted dijo Usted dice


Usted dijo que usted
piensa Usted afirmó
Luego explicó Usted
mencionó Dijo que
sentía Posteriormente
agregó Usted también
mencionó
Ley N° 29.497

Prosiguió diciendo
Usted manifestó

21. Elaboración de la agenda


Una de las etapas más importantes en todo proceso de
conciliación es la elaboración de la agenda. Conciliadores y
mediadores le tienen especial aversión o rechazo.
En esta etapa el conciliador debe integrar en la agenda
las prioridades y preocupaciones de ambas partes, sin
parcializarse. De esta forma las partes la aceptarán y
entenderán su importancia.
El conciliador debe procurar incluir en la agenda los
temas comunes; es decir, aquellos temas importantes para
las partes que han sido mencionados por ambas. En casos
extremos cuando las partes no hayan mencionado asuntos
comunes- el conciliador escribirá en la agenda un número
igual de temas por cada parte.
El conciliador debe ser muy claro en explicar que el
contenido de la agenda no es definitivo y que puede
cambiarse y revisarse, si fuera necesario.

22. Concepto legal de conciliación


La ley en el artículo 5o nos señala que, la Conciliación
Extrajudicial es una institución que se constituye como un
mecanismo alternativo para la solución de conflictos, por el
cual las partes acuden ante un Centro de Conciliación o al
Juzgado de Paz Letrado a fin que se les asista en la
búsqueda de una solución consensúal al conflicto.
Ley N° 387
29.497
23. Clases de conciliación en el Perú
a) Conciliación Judicial.- Es la que se realiza como
una de las etapas obligatorias del proceso judicial, en todos
los procesos de conocimiento quiérase decir
(SUMARÍSIMO, ABREVIADO Y DE CONOCIMIENTO),
ésta, dependiendo del tipo de proceso puede darse
conjuntamente con otras diligencias procesales como
saneamiento, pruebas e inclusive sentencia, en una sola
sesión.
b) Conciliación Administrativa.- Es la conciliación
que se realiza ante las diversas entidades de la
administración pública, así tenemos la que se realiza ante el
Ministerio de Trabajo, -con la particularidad de que la-
inasistencia del invitado (empresa-principal-empleador) es
sancionada; las que se realizan ante INDECOPL etc.
c) Conciliación Extrajudicial.- Es la que se realiza
fuera de proceso judicial, fuera de los órganos
jurisdiccionales, antes de- iniciarse un proceso judicial,
constituyendo un requisito de admisibilidad de cualquier
proceso judicial, en nuestro país se iba a aplicar
obligatoriamente en toda la república a partir del 14 de
Enero del año 2001, aunque como proyectos pilotos solo
empezó a aplicarse desde el mes de noviembre del año
2001, entre otros en el Cono Norte de Lima, Arequipa y
desde el 01 de Marzo del 2001, en Lima de manera
obligatoria.

24. Características de la conciliación


Entre las características principales tenemos
(Ormachea, 1999):
388 Ley N° 29.497

a) Vinculación consensual.- La conciliación es un


proceso consensual por el cual las partes adoptan
libremente un acuerdo (compromiso) determinado. El
acuerdo es vinculante - obligatorio- sólo si las partes lo
han aceptado libremente.
b) Voluntariedad.- La conciliación es un mecanismo
voluntario por el cual las partes libremente participan de un
proceso de conciliación y exploran diversas alternativas de
solución de conflictos. La voluntariedad sufre variaciones
dependiendo del tipo de modelo conciliatorio por el que haya
optado el legislador. El código Procesal Civil ha legislado a
favor de la realización de la Audiencia de Conciliación como
fase obligatoria del proceso. La Ley de Conciliación
Extrajudicial 26872 ha establecido que la conciliación
extrajudicial debería agotarse necesariamente • porqué será
requisito de, procedibilidad desde el 14 de enero del 2000.
c) Terceros.- El tercero confiliador es elegido libremente
por aquellos que necesitan la intervención del mismo, salvo, en
caso de la conciliación procesal donde las partes no eligen a los
magistrados del proceso encargados de cumplir funciones
conciliatorias.
d) Conocimiento del Fenómeno conflictivo por parte del
tercero.- A nivel institucionalizado el conciliador es una persona
especializada en técnicas de conciliación y resolución de
conflictos. Esta característica no- está presente necesariamente
cuando se asigna esta función a personas que forman parte de
una categoría profesional.. Por ejemplo^ abogados, asistentes
sociales, fiscales, jueces, psicólogos, etc
e) Informalidad.- La conciliación es un procedimiento
informal y práctico que no requiere de mayor formalidad
Ley N° 389
29.497

para el logro de un acuerdo. La conciliación quiere


justamente evitar que el procedimiento sea alambicado y
lento.
f) Naturaleza de procedimiento.- El procedimiento
conciliatorio es muy libre en cuanto a la presentación de
pruebas, argumentos e intereses. No hay fases ni momentos
definidos que impidan usar cualquier tipo de información. En
algunos casos las pruebas no son necesarias. A nivel procesal
la audiencia de conciliación se realiza antes de la actuación
de pruebas.
g) Resultado.- Las partes con la gestión del tercero
conciliador busca un acuerdo mutuamente satisfactorio.
h) Privado.- La conciliación es un acto esencialmente
privado donde se encuentran los directamente implicados en
el conflicto. La privacidad promueve que las partes se
expresen solamente entre aquellos directamente aludidos por
la situación conflictiva. A su vez, la privacidad se encuentra
complementada por el principio de confidencialidad que es
requisito vital para promover el intercambio abierto y franco
de información entre las partes. Por la privacidad y
confidencialidad, todos los partícipes de la audiencia
conciliatoria están obligados a no compartir la información
producida durante el acto conciliatorio (atr. 2 a y 8a de la Ley
26872).
A nivel procesal este principio colisiona con la
publicidad de las audiencia procesales (arts. 472 a y 206 CPC
y art. 10a LOPJ)
i) Control del proceso.- El proceso queda a cargo del
conciliador quien fomenta una relación cooperativa y
horizontal entre las partes. Las partes, por otro lado, son las
únicas que tiene el poder de solucionar definitivamente el
conflicto a través de un acuerdo. Por lo tanto, las
i

390 Ley N° 29.497

partes y el conciliador comparten el control de la conciliación.

25. La conciliación extrajudicial como etapa previa al proceso


judicial
El carácter obligatorio que se le da al procedimiento de
conciliación extrajudicial, ha sido objeto de debate. No sólo en
nuestro país sino también en otras legislaciones como en
Argentina y Colombia. En estos países, como en el nuestro en
que no existe una cultura de la negociación y que sin embrago
está muy arraigado al criterio del litigio, es necesaria esta
obligatoriedad a fin de que el sistema inicialmente funcione.
Debemos tener en cuenta que la obligación es de acudir,
antes del poder judicial, a un centro de conciliación a procurar
una solución consensual al problema que afrontan las partes. No
es obligatoria la conciliación, sino seguir el procedimiento,
intentar conciliar. Lo contrario sería quitar el carácter consensual
de la institución.
Aun cuando no se llegue a conciliar en dicho
procedimiento, al menos se logrará un acercamiento de las
partes, lo que hará más fácil la labor del magistrado en la
eventualidad que se inicie un proceso judicial.
La obligatoriedad a la que alude la Ley se refiere a la
obligación de la concurrencia previa al proceso y está dirigida a
crear la oportunidad para conciliar sin "obligar" a que se llegue al
acuerdo conciliatorio mismo. La conciliación no es juicio, no es
un proceso, es simplemente un acto y su resultado puede ser
positivo o negativo.
La ley no propicia, por tanto, "la obligación de
Ley N° 391
29.497
conciliar" sino como -lo señala la ley argentina- lo que hace
es promover "la comunicación directa entre las partes para la
solución extrajudicial de la controversia".
Adicionalmente, es importante destacar que la
obligatoriedad de la conciliación es la única manera de lograr
que la ley no se convierta en una declaración lírica con
ninguna o escasa utilización en la realidad. La obligatoriedad
en esta etapa preproceso permitirá demostrar que la
conciliación funciona de manera mas efectiva, evitando
largos y costosos procesos judiciales y haciendo posible un
cambio en la mentalidad de las personas que lleve a
institucionalización de la conciliación. Su objetivo es, por
consiguiente, hacer posible la solución de conflictos de
manera masiva (Martinez Coco).
La obligatoriedad de la conciliación en nuestra ley se
refiere en estricto, a la obligatoriedad que tenemos los
justiciables de adjuntar con la demanda el acta de
conciliación sin acuerdo, como requisito de admisibilidad,
que da muestra de nuestro intento conciliatorio.
Actualmente la obligatoriedad esta vigente en-
1. Lima
2. Arequipa
3. Trujillo
4. Cono Norte de Lima
En los demás lugares la conciliación es facultativa no
obligatoria.

26. Principios generales de la conciliación extrajudicial


Se pueden definir los principios como las directivas
392 Ley N° 29.497
a las líneas métricas de las cuales se han desarrollado las
instituciones; podemos decir que es un fenómeno social, que se
organiza con una finalidad pública (la justicia con base de la paz
entre los individuos), pero se disciplina en miras del interés
individual.
La justicia es la base de paz entre los individuos y por ende
el Estado mismo como superestructura de la sociedad civil,
como entendemos-en términos generales por cultura de paz
aquella forma de vida de un pueblo o conjunto de personas que
conviven organizadamente fuera del clima de violencia.
Dentro de nuestro ordenamiento de la ley 26872, se
consagran varios principios rectores de corte ético que aseguren
el adecuado desarrollo de la conciliación como una institución
que propicie una cultura de paz en el país.
La finalidad de conciliación es propiciar una cultura de paz,
para promover una sociedad más justa, democrática y tolerante
basada en el consenso, fomentar acuerdos justos y equitativos
para las partes y la sociedad en general, defender el interés
público, de terceros y aquellas personas no representadas en la
conciliación con el fin de resolver un conflicto; mejorar el nivel
de justicia y brindar a los ciudadanos la posibilidad de ser
protagonistas en la resolución de sus propios conflictos.
Promover un proceso de resolución de conflictos participativo y
pedagógico a través del cual el conciliador considera que tal
educación y participación son importantes no sólo para resolver
el conflicto específico, sino para preparar a las partes a manejar
futuros conflictos en una forma mas productora y creativa.
Ofrecer un medio adicional para mejorar el acceso a
Ley N° 393
29.497

la justicia de un mayor número de ciudadanos. Para efectos


de la aplicación del art. 2a de la Ley, debe tenerse en cuenta
de manera preferencial, el seguimiento contenido de los
principios enunciados-
(art. 2a Regí.)
a) EQUIDAD
Debe ser concebida como el sentido de la justicia
aplicada a cada caso particular, materia de conciliación.
b) LA VERACIDAD
Está dirigida a la búsqueda de lo querido realmente por
las partes y se refleja en el acuerdo conciliatorio al que
llegarán de manera libre, como la mejor solución para
ambas.
c) LA BUENA FE
Se entiende como la necesidad de que las partes
procedan de manera honesta y leal, confiando en que será la
conducta en el procedimiento de conciliación.
d) LA CONFIDENCIALIDAD
Supone que, tanto el conciliador como las partes, deben
guardar absoluta reserva de todo lo sostenido o propuesto.
e) LA IMPARCIALIDAD Y LA NEUTRALIDAD
Son garantías de seguridad y justicia. La intervención
del conciliador durante el procedimiento de conciliación será
sin identificación alguna con los intereses de las partes.
f) LA LEGALIDAD
Expresa la conformidad del acuerdo conciliatorio al
que arriben las partes, con el ordenamiento jurídico.
394 Ley N° 29.497

g) LA CELERIDAD
Es consustancial al procedimiento de conciliación,
permitiendo la solución pronta y rápida del conflicto .
h) LA ECONOMÍA
Está dirigida a que las partes eliminen el tiempo, que les
demandaría estar involucradas en un proceso judicial, ahorrando
los costos de dicho proceso.

1. Antecedentes
La Ley N° 26872, Ley de Conciliación se promulgo con
fecha 12 de noviembre del año 1997, declarando de interés
nacional la institucionalización y desarrollo de la Conciliación
como mecanismo alternativo de solución de conflictos, como
medio de propiciar una cultura de paz, siguiendo los principios
éticos de equidad, veracidad, buena fe, confidencialidad,
imparcialidad, neutralidad, legalidad, celeridad y economía,
enmarcada dentro la "Autonomía de la Voluntad", como
institución consensual que promueve llegar a acuerdos adoptados
que obedezcan única y exclusivamente a la voluntad de las partes
y en tanto la Conciliación no constituye acto jurisdiccional.

2. La conciliación
La Conciliación Extrajudicial es definida por la norma
como una institución que se constituye como un mecanismo
alternativo para la solución de conflictos, por el cual las partes
acuden ante un Centro de Conciliación o al Juzgado de Paz
Letrado a fin que se les asista en la búsqueda de una solución
consensual al conflicto.
La Ley establece que el procedimiento conciliatorio
Ley N° 395
29.497
es un requisito de admisibilidad para los procesos que
comprenden pretensiones determinadas o determinables
que versen sobre derechos disponibles de las partes
también lo son las que versen sobre alimentos, régimen de
visitas, tenencia, liquidación de sociedad de gananciales y
otras que se deriven de la relación familiar.
No procede la conciliación extrajudicial cuando la
parte emplazada domicilia en el extranjero! en los procesos
contencioso administrativos! en los procesos cautelares! de
ejecución! de garantías constitucionales! Tercerías, ni
tampoco en los casos de violencia familiar, ni cuando se
trate de derechos y bienes de incapaces a que se refieren
los Artículos 43 y 44 del Código Civil.
Sin embargo, no obstante la obligatoriedad de la
conciliación, ésta es facultativa en aquellos asuntos en los
que el Estado sea parte y se encuentran excluidas
temporalmente de la obligatoriedad las materias sobre
derechos de familia y laboral.
Uno de los elementos mas relevantes de la Ley de
Conciliación es la confidencialidad, es decir que los que
participan en la Conciliación deben mantener reserva de lo
actuado y, por consecuencia, nada de lo que se, diga o
proponga tendrá valor probatorio.
El procedimiento de Conciliación a que se contrae la
Ley se realiza de modo independiente de aquel que regula
el Código Procesal Civil.

3. Las materias conciliables


La Ley establece como materia de Conciliación a las
pretensiones determinadas o determinables que versen
sobre derechos disponibles de las partes, así como las que
versen sobre alimentos, régimen de visitas, tenencia,
396 Ley N°
29.497
liquidación de sociedad de gananciales y otras que se
deriven de la relación familiar, debiendo el conciliador
tener en cuenta el interés superior del niño, en estos casos.
La conciliación en materia laboral se lleva a cabo
respetando la irrenunciabilidad de los derechos del
trabajador reconocidos por la Constitución y la ley y' no se
someten a conciliación las controversias sobre hechos que
se refieran a la comisión de delitos o faltas, con excepción
a las controversias relativas a la cuantía de la reparación
civil derivada de la comisión de delitos o faltas, la misma
que será facultativa en cuanto ella no hubiera sido fijada
por resolución judicial firme.
4. El procedimiento
La Audiencia, de Conciliación es una y se realiza en
una AUDIENCIA ÚNICA, la misma que comprende la
sesión o sesiones necesarias para el cumplimiento de los
fines previstos en la ley. El plazo de la Audiencia de
Conciliación es de treinta (30) días calendario contados a
partir de la última citación a las partes y puede ser
prorrogado por acuerdo de las partes.
Recibida la solicitud el Centro de Conciliación
designa al conciliador y este a su vez invita a las partes
dentro de los cinco días hábiles siguientes; debiendo
llevarse a cabo la Audiencia dentro de los diez días hábiles
contados a partir de la entrega de la última invitación a las
partes. Las partes pueden también solicitar la Conciliación
Extrajudicial en forma conjunta o individual, con arreglo a
las reglas generales de competencia establecidas en el
Artículo 14 del Código Procesal Civil.
La concurrencia a la Audiencia de Conciliación es
Ley N° 397
29.497
personal; salvo las personas que conforme a ley deban
actuar a través de representantes legales! y en el caso de
personas domiciliadas en el extranjero solo se admite el
apersonamiento a la Audiencia de Conciliación a través
de apoderado o tratándose de personas jurídicas, de sus
representantes legales en el país.
La Conciliación, finalmente, se da por concluida
cuando hay acuerdo total de las partes! acuerdo parcial!
falta de acuerdo! inasistencia de una parte a dos
sesiones o inasistencia de las partes a una sesión. A
concluir el acto conciliatorio, el Conciliador extiende un
Acta que se constituye en el documento que expresa la
manifestación de voluntad de las partes en la
Conciliación Extrajudicial y su validez está
condicionada a la observancia de las formalidades
establecidas en la ley, bajo sanción de nulidad. Por
consiguiente, el Acta de Conciliación debe contener el
lugar y fecha en la que se suscribe! nombres,
identificación y domicilio de las partes! Nombre e
identificación — del conciliador! o- descripción de las
controversias! el Acuerdo Conciliatorio, sea total o
parcial, estableciendo o de manera precisa los derechos!
o deberes u obligaciones ciertas, expresas y exigibles,
en su caso la falta de acuerdo o la inasistencia de las
partes a la 24 audiencias! firma y huella digital del
conciliador, de las partes o de sus representantes
legales, cuando asistan a la audiencia! e en el caso de
las personas que no saben firmar bastará la huella
digital. Igualmente, el Acta deberá llevar el nombre y
firma del abogado del Centro, de Conciliación, quien
verificará la legalidad de los acuerdos adoptados..
El acta en ningún caso debe contener las
propuestas o la posición de una de las partes respecto
de éstas.
398 Ley N° 29.497
El acta con acuerdo conciliatorio constituye título de
ejecución y los derechos, deberes u obligaciones ciertas,
expresas y exigibles que consten en dicha acta son exigibles a
través del proceso de ejecución de resoluciones judiciales. En los
casos en los que la conciliación concluye con acuerdo parcial,
sólo puede solicitarse tutela jurisdiccional efectiva por las
diferencias no resueltas.
En los casos de Prescripción y Caducidad, los plazos de
prescripción y caducidad establecidos en el Código Civil se
suspenden a partir de la fecha de presentación de la solicitud de
Conciliación Extrajudicial.
5. El conciliador, el Centro de capacitación, los
capacitadores y los Centros de formación
El conciliador es la persona capacitada y acreditada que
cumple labores en un Centro de Conciliación, propicia el
proceso de comunicación entre las partes y eventualmente
propone fórmulas conciliatorias no obligatorias; conduciendo la
Audiencia con libertad de acción conforme a los principios
establecidos en la ley.
Para ser conciliador se requiere estar capacitado en técnicas
de negociación y en medios alternativos de solución de
conflictos y su acreditación se efectúa ante el Ministerio de
Justicia, debiendo estar adscrito a un Centro de Conciliación
autorizado. Son aplicables a los conciliadores las causales de
impedimento, recusación y abstención establecidas en el Código
Procesal Civil.

DE LOS CENTROS DE CONCILIACIÓN, CAPA-


CITADORES Y CENTROS DE FORMACIÓN Y CAPACITACIÓN
DE CONCILIADORES
Los Centros de Conciliación son entidades que tienen por
objeto ejercer función conciliadora de conformidad
Ley N° 399
29.497
con la Ley de Conciliación y pueden se constituidos por las
personas jurídicas de derecho público o privado sin fines de
lucro, que tengan entre sus finalidades el ejercicio de la
función conciliadora y si los servicios del Centro son
onerosos, la retribución debe ser pagada por quien solicita
la conciliación, salvo pacto en contrario, que, en su caso,
deberá constar en el acta correspondiente.
La formación y capacitación de conciliadores está a
cargo de la Escuela Nacional de Conciliación Extrajudicial
del Ministerio de Justicia y de los Centros de Formación y
Capacitación de Conciliadores debidamente autorizados por
el Ministerio de Justicia, el mismo que tiene a su cargo la
autorización, registro y supervisión de los capacitadores y
con facultad de aplicar las sanciones correspondientes,
cuando no se cumpla con lo previsto en la Ley o incurran en
falta.
Igualmente, el Ministerio de Justicia tiene a su cargo
la autorización de funcionamiento, registro y supervisión de
los Centros de Conciliación y Centros de Formación y
Capacitación de Conciliadores, pudiendo suspenderlos o
privarlos de sus respectivas facultades, cuando éstos no
cumplan con lo previsto en la Ley o incurran en faltas
éticas.
Las instituciones que soliciten la aprobación de
centros deben adjuntar a su solicitud debidamente suscrita
por su representante legal, los documentos que acrediten la
existencia de la institución y su representación; el
Reglamento del Centro y la relación de conciliadores.
Cada Centro de Conciliación debe llevar un Registro
de Actas, del cual se podrán • expedir copias certificadas a
pedido de parte, y en caso de destrucción, deterioro,
400 Ley N° 29.497

pérdida o sustracción parcial o total del Acta de


Conciliación y previa comunicación inmediata al Misterio
de Justicia este procederá a adoptar las medidas de sanción
que establece la ley, sin perjuicio de las acciones civiles o
penales que correspondan.
Para la legalidad de los Acuerdos, el Centro de
Conciliación debe contar por lo menos con un abogado que
supervise los acuerdos conciliatorios.
Finalmente, corresponde a los Centros de Conciliación
elaborar semestralmente sus resultados estadísticos, los
mismos que deben ser remitidos al Ministerio de Justicia,
exhibidos y difundidos para conocimiento del público.
6. La Junta Nacional de Centros de Conciliación
La Ley establece que la Junta Nacional de Centros de
Conciliación se constituye como una persona jurídica de
derecho privado que integra a los Centros de Conciliación,
la misma que será convocada por el Ministro de justicia y
tiene como funciones coordinar sus acciones a nivel
nacional; promover la eficiencia de los centros; difundir la
institución de la conciliación como mecanismo alternativo
de solución de conflictos; y coordinar con el Ministerio de
Justicia los asuntos derivados de la aplicación de la ley.
7. La conciliación ante de jueces de paz
No obstante la Ley establece vías alternativas, en la
Conciliación Extrajudicial, permitiendo a las' partes optar
de manera excluyente por los Centros de Conciliación o
recurrir ante los Jueces de Paz Letrados, la Tercera
Disposición Transitoria y Final de la Ley N° 27398, ha
dispuesto que dicho derecho de opción ha
Ley N° 401
29.497

quedado en suspenso de manera tal que el proceso de


conciliación ante los Jueces de • Paz Letrado y de Paz aún
no entra vigencia.
En todo caso, es preciso señalar que la Conciliación se
puede llevar a cabo ante el Juez de Paz Letrado y a falta de
éstos ante el Juez de Paz, actuando los jueces como
conciliadores, sujetos a las responsabilidades disciplinarias
establecidas en la Ley Orgánica del Poder Judicial.
El mérito .y el proceso de ejecución del acta con
acuerdo conciliatorio adoptado ante los jueces, es el mismo
establecido para los casos de los Centros de Conciliación y
los Juzgados de Paz estarán obligados a contar con un Libro
de Registros de Actas de Conciliación, de donde se
expedirán las copias certificadas que soliciten las partes.
8. Ejercicio de autoaprendizaje
Entra a la página web del Ministerio de Justicia del
Perú y revisa los proyectos de ley que modifican algunos
artículos de la Ley 26872.

PROCEDIMIENTO CONCILIATORIO

La ley N° 26872 establece el procedimiento de la


conciliación extrajudicial de la siguiente forma-

1. Competencia
La competencia se rige según lo dispuesto por el art.
14a del Código Procesal Civil -regla general de competencia
es decir, en función del domicilio; en
402 Ley N° 29.497

consecuencia la solicitud para audiencia conciliatoria


deberá ser presentada ante el congreso de Conciliación o
Juzgado de Paz Letrado del lugar donde se encuentre o del
domicilio del solicitante, a elección de éste.
Actualmente, el reglamento ha establecido los
denominados Distritos Conciliatorios, determinando de esta
manera la competencia en función al territorio,
asimilándolos a los Distritos Judiciales.
Asimismo, el artículo 18a del reglamento señala que
tratándose de la conciliación ante un Centro, para todos los
efectos, debe entenderse que Lima y Callao son un solo
distrito conciliatorio. En el resto del país se considerará a
cada provincia como un distrito conciliatorio.
Las demás disposiciones sobre competencia territorial,
contenidas en el código procesal civil, se aplican
supletoriamente para la conciliación ante el Juez de Paz
Letrado y ante los centros de conciliación, en lo que fueren
pertinentes.
En el tercer párrafo de este artículo - se establece una
excepción a la regla de competencia, cuyo tenor es el
siguiente- Ninguna de las reglas anteriores rige cuando la
presentación de la solicitud es conjunta-. En este caso, las
partes pueden elegir, con libertad, el Centro de Conciliación
ante el cual plantearán su solicitud.

2. Solicitud de conciliación
La solicitud de conciliación puede formularse por
escrito o en forma verbal. Los Centros de Conciliación
elaborarán formatos de la solicitud de conciliación. El
Ley N° 403
29.497

artículo 12 del reglamento establece que tanto los formatos


de ,solicitud de conciliación como las solicitudes por
escrito que presenten los solicitantes deberán contener los
siguientes requisitos-
1. El nombre, denominación o razón social, datos de
identidad, domicilio del o de los solicitantes. En el caso
que desee, ser invitado en una dirección diferente, deberá
señalarlo en la solicitud.
2. El nombre y domicilio del representante del
solicitante o solicitantes, de ser el caso.
3. El nombre, denominación o razón social y
domicilio o la del centro de trabajo de la persona o de las
personas Con las que se desea conciliar.
4. Los hechos que dieron lugar al conflicto, expuestos
en forma precisa.
5. La pretensión, indicada con orden y claridad.
6. La firma del solicitante; o su huella digital, si es
analfabeto.
Asimismo, el art. 13a del reglamento señala que a las
solicitudes de conciliación se deberá acompañar los
siguientes documentos-
1. Copia simple del documento de identidad del
solicitante y, en su caso, del representante.
2. El documento que acredita la representación.
3. Copias simples del documento o documentos
relacionados con el conflicto.
4. Tantas copias simples de 'la solicitud, y sus anexos
como invitados a conciliar.
Tratándose de temas de familia y de aquellos asuntos
cuya cuantía no exceda de 10 URP, los centros de
404 Ley N° 29.497

conciliación y los Jueces de Paz Letrados darán fe de la


autenticidad de los documentos originales, sin necesidad de
dejar copia.
Con respecto a los costos del servicio conciliatorio de ser
onerosos serán sufragados por el solicitante salvo que exista
pacto expreso en contrario que conste en el acta de
conciliación.
Una vez recibida la solicitud, el centro de conciliación
deberá designar en el día al conciliador y éste deberá invitar a
las partes, para la audiencia, dentro de los cinco días útiles
siguientes.
Las invitaciones deberán redactarse en forma clara, sin
emplear abreviaturas, y contendrán*
El nombre, denominación o razón social de la persona a
invitar y el domicilio.
1. La denominación o razón social y dirección del Centro
de Conciliación o del Juzgado de Paz Letrado.
2. El nombre, denominación o razón social del solicitante
de la conciliación .
3. El asunto sobre el cual se pretende conciliar.
4. Copia simple de la solicitud de conciliación.
5. Información relacionada con la conciliación en general
y sus ventajas en particular.
6. Día y hora para la audiencia de conciliación.
7. Fecha de la invitación.
8. Firma del conciliador.
La invitación podrá efectuarla el juzgado de Paz Letrado,
un empleado del centro de conciliación o una empresa
especializada contratada por éste, y deberá
Ley N° 405
29.497

entregarse en el domicilio señalado por el solicitante. El


responsable de cursar la invitación dejará constancia escrita
del nombre, firma e identificación del receptor. En caso de
negativa a recibir la invitación por no domiciliar o no
laborar el destinatario en el lugar, el responsable dejará
constancia escrita de este hecho,

3. La audiencia de conciliación
La conciliación se lleva a cabo en audiencia única, sin
embrago ésta podrá comprender una o varias sesiones.
El plazo de la audiencia de conciliación es de 30 días
calendarios contados a partir de la última citación de las
partes. El plazo puede ser prorrogado por acuerdo de las
partes.
Para la realización de la audiencia de conciliación
deberá observarse las siguientes reglas-
l.Las partes pueden estar asesoradas por personas de
su confianza, sean letrados o no.
2. Si la audiencia se lleva acabo en más de una
sesión, deberá dejarse expresar constancia de la
interrupción en el Acta respectiva, señalándose en ese
momento el día y hora en que continuara la Audiencia. La
sola firma de las partes en el Acta significa que han sido
debidamente invitadas para la siguiente sesión.
3. Si ninguna de las partes acude a la primera sesión,
no debe convocarse a más sesiones! dándose por concluido
el procedimiento de conciliación.
4. Cuando las partes asisten a la primera sesión, el
conciliador debe promover el diálogo y eventualmente
proponerles fórmulas conciliatorias no obligatorias. Si al
final de dicha sesión, las partes manifiestan su deseo
406 Ley N° 29.497

de no conciliar, la Audiencia y el procedimiento de


conciliación deben darse por concluidos.
5. Cuando sólo una de las partes acude a la primera
sesión, deberá convocarse a una segunda. Si la situación
persiste en la segunda sesión, deberá darse por concluida
la audiencia y el procedimiento de conciliación.
6. Cuando cualquiera de las partes deja de asistir a
dos sesiones alternadas o consecutivas, el conciliador
debe dar por concluida la audiencia y el procedimiento
de conciliación.
Concluido la audiencia de conciliación, el centro de
conciliación queda obligado a otorgar inmediatamente, a
cada una de las partes, copia certificada del Acta.

4. Concurrencia personal a la audiencia


La concurrencia a la audiencia de conciliación es
personal; salvo las personas que conforme a la ley deban
actuar a través de representantes legales
Por su parte el reglamento señala que el acto
conciliatorio es eminentemente personal. Excep-
cionalmente, y en aplicación del artículo 14a de la ley, se
admite la representación para los casos, allí señalados.
La representación en el procedimiento de conciliación
supone la declaración dé voluntad del representante que
interviene a nombre, por cuenta y en interés del
representado, surtiendo su declaración efectos directos
respecto del representado.
Cuando se requiera, el poder debe estar debidamente
traducido, no siendo necesaria, su aceptación.
La personas domiciliada en el extranjero puede
Ley N° 407
29.497
facultar a un representante para conciliar, de acuerdo con el
segundo párrafo del art. 14 de la ley.
Tanto para las personas naturales, como para las
jurídicas, debe entenderse que los poderes en los que se
hubiera otorgado facultades especiales de representación
procesal extrajudicialmente, salvo, que se exprese lo
contrario. Lo mismo se aplica a los contratos de mandato
con representación.
El gerente general o los administradores de las
sociedades reguladas en la Ley General de Sociedades, así
como el administrador, representante legal o presidente del
Consejo Directivo de las personas jurídicas reguladas en el
Código Civil, tienen, por el sólo mérito de su
nombramiento, la facultad de conciliar extrajudicialmente.
La representación se acredita con la copia notarialmente
certificada del documento donde conste, debidamente
inscrito.

5. Conclusión del procedimiento conciliatorio


El procedimiento conciliatorio se da por concluido
por-
1. Acuerdo total de las partes.
2. Acuerdo Parcial de las partes.
3. Falta de acuerdo entre las partes.
4. Inasistencia de una parte a dos sesiones.
5. Inasistencia de las partes a una sesión
6. Por desconocimiento del domicilio del invitado
7. Por decisión motivada del conciliador. Concluido
el procedimiento, el centro queda
408 Ley N° 29.497

obligado a otorgar inmediatamente, a cada una de las partes,


copia certificada del Acta.

6. Mérito y ejecución del acta de conciliación

6.1. Definición de Acta


La ley define al Acta como el documento que expresa la
manifestación de voluntad de las partes en la Conciliación
Extrajudicial. Su validez está condicionada a la observancia de
las formalidades establecidas en la presente ley, bajo sanción de
nulidad.
6.2. Requisitos que debe contener el Acta
La ley señala que el Acta de conciliación debe tener los
siguientes requisitos;
1. Lugar y fecha en la que se suscribe el acta.
2. Nombres, identificación y domicilio de las partes.
3. Nombre e identificación del conciliador.
4. Descripción de las controversias.
5. El acuerdo conciliatorio, sea total o parcial,
estableciendo de manera precisa los derechos, deberes
u obligaciones ciertas, expresas y exigiblesí o en su caso,
la falta de acuerdo o la inasistencia de las partes a la
audiencia.
6. Firma y huella digital del conciliador, de las
partes o de sus representantes legales, cuando asistan a
la audiencia. En caso de las personas que no saben
firmar bastará la huella digital.
7. Nombre y firma del abogado del centro de
conciliación, quien verificará la legalidad de los acuerdos
adoptados.
Ley N° 409
29.497

El Acta en ningún caso podrá contener las propuestas o


la posición de una de las partes respecto a éstas.

6.3 Título de Ejecución del Acta


La ley establece que el acta con acuerdo conciliatorio
constituye título de ejecución.
Los derechos, deberes u obligaciones ciertas, expresas y
exigibles que consten en dicha acta son exigibles a través del
proceso de ejecución, de resoluciones judiciales (art. 18a)
Por su parte, el código procesal civil, en su art. 713 a,
enumera los títulos de ejecución^
Art. 713a. Son títulos de ejecución-Las
resoluciones judiciales firmes. Los
laudos arbitrales firmes. Los que señale
la ley.
En virtud del inciso tercero del art. 713a, el legislador ha
decidido otorgarle al acta de conciliación el mismo valor ,
que una sentencia judicial y que un laudo arbitral firme. Las
implicancias de esta decisión legislativa son de gran
importancia para la conciliación. El mérito de título de
ejecución otorgada al acta el máximo grado de ejecutabilidad
al acuerdo conciliatorio. En caso, que el acta se incumpla se
podrá exigir al Juez y bajo pedido de parte la ejecución
forzosa de la misma. La razón fundamental por la cual se
concede el mérito de título de ejecución al acta es facilitar la
ejecución de los acuerdos conciliatorios en caso de
incumplimiento sin mayor trámite judicial alguno. De esta
forma también se quiere evitar procesalizar la conciliación ya
que si no se diera
■%

410 Ley N° 29.497

tal mérito, el incumplimiento del acta se canalizaría a través de un


proceso sobre de obligaciones contractuales.

Artículo 43°.- Audiencia de conciliación


La audiencia de conciliación se lleva a cabo del siguiente modo:
1 . La audiencia, inicia con la acreditación de las partes o
apoderados y sus abogados. Si el demandante no asiste, el demandado
puede contestar la demanda, continuando la audiencia. Si el
demandado no asiste incurre automáticamente en rebeldía, sin
necesidad de declaración expresa, aun cuando la pretensión se
sustente en un derecho indisponible. También incurre en rebeldía
automática si, asistiendo a la audiencia, no contesta la demanda o el
representante o apoderado no tiene poderes suficientes para conciliar.
El rebelde se int: :brpora al proceso en el estado en que se encuentre,
sin posibilidad de renovar los actos previos.
Si ambas partes inasisten, el juez declara la conclusión del
proceso si, dentro de los treinta (30) días naturales siguientes,
ninguna de las partes hubiese solicitado fecha para nueva audiencia.
2. El juez invita a las partes a conciliar sus posiciones y participa
activamente a fin de que solucionen sus diferencias total o
parcialmente. Por decisión de las partes la conciliación puede
prolongarse lo necesario hasta que se dé por agotada, pudiendo
incluso continuar los días hábiles siguientes, cuantas veces sea
necesario, en un lapso no mayor de un (1) mes. Si las partes acuerdan
la solución parcial o total de su conflicto el juez, en el acto, aprueba
lo acordado con efecto de cosa juzgada; asimismo, ordena el
cumplimiento de las prestaciones acordadas en el plazo establecido
por las partes o, en su defecto, en el plazo de cinco (5) dias hábiles
siguientes. Del mismo modo, si algún extremo no es controvertido,
el juez emite resolución con calidad de cosa juzgada ordenando su
pago en igual plazo.
Ley N° 411
29.497

3. En caso de haberse solucionado parcialmente el


conflicto, o no haberse solucionado, el juez precisa las
pretensiones que son materia de juicio; requiere al
demandado para que presente, en el acto, el escrito de
contestación y sus anexos; entrega una copia al demandante;
y fija día y hora para la audiencia de juzgamiento, la cual-
debe programarse dentro de los treinta (30) días hábiles
siguientes, quedando las partes notificadas en el acto.
Si el juez advierte, haya habido o no contestación, que
la cuestión debatida es solo de derecho, o que siendo también de
hecho no hay necesidad de actuar medio probatorio alguno,
solicita a los abogados presentes exponer sus alegatos, a cuyo
término, o en un lapso no mayor de sesenta (60) minutos, dicta
el fallo de su sentencia. La notificación de la sentencia se realiza
de igual modo a lo regulado para el caso de la sentencia dictada
en la audiencia de juzgamiento.

1.Audiencia de Conciliación
Desde el principio se entendió que el ejercicio de la
jurisdicción laboral debía fomentar la conciliación entre los
derechos y los intereses de las partes! ante todo con la
esperanza de mantener la relación de trabajo (resultado rara
vez alcanzado en la práctica) pero también para proveer a los
interesados una solución rápida y autogestionada de sus
conflictos, en el marco de la ley y bajo el control
jurisdiccional. 5

Artículo 44°.-Audiencia de juzgamiento


La audiencia de juzgamiento se realiza en acto único y
concentra las etapas de confrontadón de posiciones,
actuación probatoria, alegatos y sentencia.

5. Cfr. GUIBOUNG y otros., Procedimiento Laboral, p. 4.


412 Ley N° 29.497

La audiencia de juzgamiento se inicia con la acreditación de


las partes o apoderados y sus abogados. Si ambas partes inasisten,
el juez declara la conclusión del proceso si, dentro de los treinta (30)
días naturales siguientes, ninguna de las partes hubiese solicitado
fecha para nueva audiencia.

Artículo 45°.- Etapa - de confrontación de posiciones


La etapa de confrontación de posiciones se inicia con : una
breve exposición oral de las pretensiones demandadas y de los
fundamentos de hecho que las sustentan.
Luego, el demandado hace una breve exposición oral de los
hechos que, por razones procesales o de fondo, contradicen la
demanda.

Artículo 46°.- Etapa de actuación probatoria


La etapa de actuación probatoria se lleva a cabo del iguient
,modo:
1. El juez enuncia los hechos que no necesitan de actuación
probatoria por tratarse de hechos admitidos, presumidos por ley,
recogidos en resolución judicial con calidad de cosa juzgada o
notorios; así como ios medios probatorios dejados de lado por estar
dirigidos a la acreditación de hechos impertinentes o irrelevantes
para la causa.
2. Eljuez enuncia las pruebas admitidas respecto de los hechos
necesitados de actuación probatoria.
3. Inmediatamente después, las partes pueden proponer
cuestiones probatorias solo respecto de las pruebas admitidas. El
juez dispone la admisión de las cuestiones probatorias únicamente
si- las pruebas que las sustentan pueden ser actuadas en esta etapa.
Ley N° 413
29.497

4. El juez toma juramento conjunto a todos los que


vayan a participar en esta etapa.
5. Se actúan todos los medios probatorios admitidos,
incluidos los vinculados a las cuestiones probatorias,
empezando por los ofrecidos por el demandante, en el orden
siguiente: declaración de parte, testigos, pericia, reconocimiento
y exhibición de documentos. Si agotada la actuación de estos
medios probatorios fuese imprescindible la inspección judicial,
el juez suspende la audiencia y señala día, hora y lugar para su
realización citando, en el momento, a las partes, testigos o
peritos que corresponda. La inspección judicial puede ser
grabada en audio y video o recogida en acta con anotación de
las observaciones constatadas; al concluirse, señala dia y hora,
dentro de los cinco (5) dias hábiles siguientes para los
alegatos y sentencia.
6. La actuación probatoria debe concluir en el dia
programado; sin embargo, si la actuación no se hubiese
agotado, la audiencia continúa dentro de los cinco (5) dias
hábiles siguientes.

Artículo 47°.-Alegatos y sentencia


Finalizada la actuación probatoria, los abogados
presentan oralmente sus alegatos. Concluidos los alegatos, el
juez, en forma inmediata o en un lapso no mayor de sesenta
{50: minutos, hace conocer a las partes el fallo de su
sentencia. Asu vez, señala día y hora, dentro de los cinco (5) días
hábiles siguientes, para la notificación de la sentencia.
Excepcionalmente, por la complejidad del caso, puede diferir
el fallo de su sentencia dentro de los cinco (5) días hábiles
posteriores, lo cual informa en el acto citando a las partes
para que comparezcan al juzgado para la notificación de la
sentencia.
La notificación de la sentencia debe producirse en el día>>
hora indicados, bajo responsabilidad.
414 Ley N° 29.497

CAPÍTULO II PROCESO
ABREVIADO LABORAL

Artículo 48°.-Traslado y citación a audiencia única


Verificados los requisitos de la demanda, el juez emite resolución
disponiendo:
a) La admisión de la demanda;
b) el emplazamiento al demandado para que conteste la
demanda en el plazo de diez (10) días hábiles; y
c) la citación a las partes a audiencia única, la cual debe ser
fijada entre los veinte (20) y treinta (30) días hábiles siguientes a la
fecha de calificación de la demanda.

Artículo 49°.- Audiencia única


La audiencia única se estructura a partir de las audiencias de
conciliación y juzga miento del proceso ordinario laboral. Comprende
y concentra las etapas de conciliación, confrontación de posiciones,
actuación. probatoria, alegatos y sentencia, las cuales se realizan,
en dicho orden, una seguida de la otra, con las siguientes precisiones:
1. La etapa de conciliación se desarrolla de igual forma que la
audiencia de conciliación del proceso ordinario laboral, con la
diferencia de que la contestación de la demanda no se realiza en este
acto, sino dentro del plazo concedido, correspondiendo al juez hacer
entrega al demandante de la copia de la contestación y sus anexos,
otorgándole un tiempo prudencial para la revisión de los medios
probatorios ofrecidos.
2. Ante la proposición de cuestiones probatorias del demandante
el.juezpuede, excepcionalmente, fijar fecha para la continuación de
la audiencia dentro de los treinta (30) días hábiles siguientes si, para
Ley N° 415
29.497

la actuación de aquella se requiriese de la evacuación de un


informe pericial, siendo carga del demandante la gestión
correspondiente.

CAPÍTULO III
PROCESO IMPUGNATIVO
DE LAUDOS ARBITRALES ECONÓMICOS

Artículo 50°.-Admisión de la demanda


Además de los requisitos de la demanda, la sala laboral
verifica si esta se ha interpuesto dentro de los diez (10) dias
hábiles siguientes de haberse notificado el laudo arbitral que
haciendo las veces de convenio colectivo resuelve el conflicto
económico o de creación de derechos, o su aclaración; en caso
contrario, declara la improcedencia de la demanda y la
conclusión del proceso.
Esta resolución es apelable en el plazo de cinco (5) días hábiles.
Los únicos medios probatorios admisibles en este
proceso son los documentos, los cuales deben ser
acompañados necesariamente con los escritos de demanda y
contestación.

Artículo 51°.-Traslado y contestación


Verificados los requisitos de la demanda, la sala laboral
emite resolución disponiendo:
a) La admisión de la demanda;
b) el emplazamiento al demandado para que conteste
la
demanda en el plazo de diez (10) días hábiles; y
c) la notificación a los arbitros para que, de estimarlo
conveniente
y dentro del mismo plazo, expongan sobre lo que
consideren
conveniente.
416 Ley N° 29.497

Artículo 52°.- Trámite y sentencia de primera Instancia


La sala laboral, dentro de los diez (10) días hábiles
siguientes de contestada la demanda, dicta sentencia por el solo
mérito de los escritos de demanda, contestación y los documentos
acompañados. Para tal efecto señala día y hora, dentro del plazo
indicado, citando a las partes para alegatos y sentencia, lo cual se
lleva a cabo de igual modo a lo regulado en el proceso ordinario
laboral.

Artículo 53°.- Improcedencia del recurso de casación


Contra la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la
República no procede el recurso de casación.

CAPITULO IV
PROCESO
CAUTELAR

Artículo 54°.- Aspectos generales


A pedido de parate,todo juez puede dictar medida cautelar,
antes de iniciado un proceso o dentro de este, destinada a
garantizar la eficacia de la pretensión principal. Las medidas
cautelares se dictan sin conocimiento de la contraparte.
Cumplido los requisitos, el juez puede dicta cualquier tipo
de medida cautelar, cuidando que sea la mas adecuada para
garantizar la eficacia de la pretensión principal.
En consecuencia son procedente además de las medidas
cautelares reguladas en este capitulo cualquier otra contemplada
en la norma procesal civil u otro dispositivo legal, sea esta para
futura ejecución forzada, temporal sobre el fondo, de innovar o
de no innovar, e incluso una genérica no prevista en las normas
procesales.
Ley N° 417
29.497

Artículo 55o." Medida especial* de reposición provisional


El juez puede dictar, entre otras medidas cautelares,
fuera o dentro del proceso, una medida de reposición
provisional, cumplidos los requisitos ordinarios. Sin embargo,
también puede dictarta si el demandante cumple los siguientes
requisitos:
a) Haber sido al momento del despido dirigente sindical,
menor de edad, madre gestante o persona con discapacidad;
b)estar gestionando la conformación de una
organización sindical; y
c) el fundamento de la demanda es verosímil.
Si la sentencia firme declara fundada la demanda, se
conservan los efectos de la medida de reposición,
considerándose ejecutada la sentencia.
MEDIDAS CAUTELARES: REPOSICIONES PREVENTIVAS

Reposición provisional cumplidos los requisitos ordinarios y también en caso:


(i) despido de dirigente sindical, menor de edad, madre gestante o persona
discapacitada;
(ii) Estar gestionando la conformación de un sindicato;
(iii) Fundamento de la demanda es verosímil.
En los procesos en los cuales se pretende la reposición, Juez puede disponer
entrega de asignación provisional mensual. El monto es fijado por éste y no
podrá exceder de la última remuneración ordinaria mensual del trabajador, con
cargo a la CTS.

ARBITRAJE EN CONFLCITOS LABORALES

Controversias laborales puede ser sometidas a arbitraje, siempre que:

(i) el convenio arbitral se inserte a la conclusión de la relación laboral y,


(ii) la remuneración mensual percibida sea o haya sido superior a las
70 URP (S/. 25,200.00).
Ley N° 29.497 419

Artículo 56°.- Asignación provisional


De modo especial, en los procesos en los que se pretende la
reposición, el juez puede disponer la entrega de una asignación provisional
mensual cuyo monto es fijado por el juez y el cual no puede exceder de la
última remuneración ordinaria mensual peribidapor el trabajador, con cargo
a la Compensación pro Tiempo de Servicios (CTS). Si la sentencia firme
ordena la reposición, el empleador restituye el depósito más sus intereses y
en caso de ordenarse el pago de las remuneraciones devengadas , se
deduce la asignación percibida.

CAPITULO V PROCESO DE
EJECUCIÓN

Artículo 57°.- Títulos ejecutivos


Se tramitan en proceso de ejecución los siguientes títulos ejecutivos:
a) Las resoluciones judiciales firmes;
b) Las actas de conciliación judicial;
a) los laudos arbitrales firmes que, haciendo las veces de sentencia,
resuelven un conflicto jurídico de naturaleza laboral;
b) las resoluciones de la autoridad administrativa de trabajo firmes
que reconocen obligaciones;
c) el documento privado que contenga una transacción extrajudicial;
f) el acta de conciliación extrajudicial, privada o administrativa;
y
g) la liquidación para cobranza de aportes previsionales del
Sistema Privado de Pensiones.
420 Ley N° 29.497

PROCESO DE EJECUCIÓN DE RESOLUCIONES


JUDICIALES

En el proceso de ejecución de resoluciones judiciales son títulos de


ejecución y no títulos ejecutivos-
I.- las resoluciones judiciales firmes;
2.- los laudos arbitrales firmes; y
3.- los que la ley señale.
Estos títulos de ejecución se ejecutarán a pedido de parte.

1. Condiciones de la ejecución
Los requisitos para que proceda la ejecución son- I o) que la sentencia
haya sido consentida o esté ejecutoriada; 2 o) que si tiene plazo para su
cumplimiento, éste se encuentre vencido; 3 o) que se proceda a pedido de parte
interesada.
Se dice que la sentencia dictada por el juez de primera instancia ha
quedado consentida, cuando las partes, después de notificadas, han dejado
transcurrir los plazos legales sin interponer recursos para ante el superior;
cuando habiéndose concedido el recurso interpuesto éste ha sido declarado
desierto por no haberse expresado agravios, quedando en consecuencia firme
la sentencia de primera instancia; o cuando se ha producido la perención de la
instancia por haber transcurrido los plazos legales sin elevarse los autos al
superior. En tales casos la ejecución de la sentencia es procedente porque ha
pasado en autoridad de cosa juzgada. Por el contrario, pendiente el recurso de
apelación, la ejecu-
Ley N° 29.497 421

ción no procede, salvo los casos en que por disposición de la ley el recurso
se concediere al solo efecto devolutivo, porque entonces puede ejecutarse
provisionalmente, la sentencia en el proceso de alimentos y litisexpensas.
La sentencia queda ejecutoriada, cuando fuese confirmada por el
tribunal de apelación si la de primera instancia era condenatoria, o aquél la
hubiese revocado si era absolutoria. En tales casos la sentencia de segunda
instancia se substituye a la del inferior y puede ser ejecutada, porque
contra ella no cabe ningún recurso, salvo el de casación.
Como consecuencia del principio dispositivo que inspira nuestras
instituciones procesales, el juez no puede proceder a la ejecución de la
sentencia sino a pedido de la parte interesada. Se trata, en efecto, del
ejercicio de una acción ejecutiva que tiene como fundamento la sentencia,
y que sólo puede ser ejercida por aquel a quien se reconoce titular del
derecho contra el que se declara sujeto pasivo de éste.
2. Juez competente
Los títulos de ejecución judicial se ejecutan ante el juez de la
demanda.

3. Facultades del juez de la ejecución


Los poderes del juez de la ejecución están delimitados por los
términos de la sentencia, de los que no puede apartarse en virtud de la cosa
juzgada. En ella están consignados los sujetos activo y pasivo de la
ejecución, y la obligación cuyo cumplimiento se exige.
Pero el juez de la ejecución, por ser un órgano
422 Ley N° 29.497

jurisdiccional, tiene la facultad de interpretar la sentencia, puede


examinar los motivos de ella para fijar el alcance de la parte dispositiva,
y aun para rectificar el error material cuando ello no se altere la
substancia de la decisión.

4. Sentencia que condena al pago de cantidad líquida


4.1. Cuándo hay cantidad líquida
Se entenderá que hay condenación al pago de cantidad líquida,
siempre que de la sentencia misma se infiera el monto de la liquidación,
aun cuando éste no estuviera expresado numéricamente.
Se entiende que hay cantidad líquida, cuando la sentencia condena
a pagar una suma determinada. Pero, de acuerdo con la disposición
citada, se considera que también hay cantidad líquida cuando su
determinación es posible mediante una operación numérica en base a las
constancias de la sentencia. A este efecto se preparará la ejecución
presentándose por el interesado una liquidación en la que se incluirán
las costas, comprendidos los honorarios regulados y los intereses, en la
forma establecida en la sentencia.
Agrega el art. 697 del Código Procesal Civil que^ Si la sentencia
condenase a una misma parte al pago de una cantidad líquida y de otra
ilíquida, podrá procederse a hacer efectiva la primera, sin esperar que se
liquide la segunda. Una sentencia puede condenar al mismo tiempo al
pago dé una cantidad líquida y otra ilíquida, o a hacer o a entregar
alguna cosa. En tales supuestos puede ejecutarse la cantidad líquida,
formándose incidente por separado respecto de las demás
condenaciones, si no fuese posible ejecutarlas simultáneamente. Por
ejemplo,
Ley N° 29.497 423

si una sentencia condena al pago de una cantidad líquida y a la entrega de


un bien nada impide que se substancie en los mismos autos.
El derecho de ejecutar condenaciones de importe líquido en parte e
ilíquido en el resto, sólo se refiere a condenaciones dictadas contra una
misma parte; pero no al caso en que se condene al demandado a una suma
líquida o fácilmente liquidable, y, a la vez, al actor a rendir cuentas a aquél
y de cuyo resultado ha de surgir eventualmente un crédito en favor de una
u otra parte, pues se colocaría al demandado en una condición de
desigualdad al no poder hacer valer la compensación del crédito que
resulte en su favor una vez aprobada la rendición de cuentas.

5. Sentencia que condena a hacer o no hacer


5.1. Obligaciones de hacer
En caso que la sentencia contuviese condena de hacer alguna cosa, si
el condenado no cumpliese con lo que se le ordene para la ejecución de la
sentencia dentro del plazo que el juez señale, se hará a su costa, o se le
obligará a resarcir los daños y perjuicios provenientes de la inejecución, a
elección del acreedor. Para hacer efectiva la indemnización, se aplicarán
las reglas establecidas, según que la sentencia haya fijado o no la
importancia de los perjuicios para el caso de inejecución.
La sentencia debe contener el plazo dentro del cual el deudor debe
ejecutar el hecho, y, en su defecto, el acreedor puede pedir que el juez lo
fije teniendo en cuenta las circunstancias particulares del caso.
El deudor debe ejecutar el hecho dentro de ese plazo y de acuerdo
con los términos de la sentencia, porque si
424 Ley N° 29.497

lo hiciere de otra manera lo ejecutado se tendrá por no hecho o podrá


destruirse lo que fuese mal hecho.
Si el deudor se abstuviese de ejecutar el hecho, o se tuviese lo ejecutado
por no hecho, el acreedor puede elegir entre pedir autorización para mandarlo
hacer por un tercero a costa del deudor o exigir a éste el pago de los daños y
perjuicios.
La sentencia debe contener apercibimiento expreso de que se otorgará la
escritura por el juez, porque si se condenara a escriturar bajo apercibimiento
de resolverse la obligación en el pago de daños y perjuicios, no podrán
modificarse después los términos de la sentencia.
5.2. Obligaciones de no hacer
Si la sentencia condenase a no hacer alguna cosa, y el obligado la
quebrantase, el acreedor tendrá opción a pedir que se reponga las cosas al
estado en que se hallaban, si fuese posible, y a costa del deudor, o que se
indemnicen los daños y perjuicios.
De acuerdo con las disposiciones del código civil, si la obligación fuese
de no hacer y la omisión del hecho resultare imposible sin culpa del deudor, o
si éste hubiese sido obligado a ejecutarlo, la obligación se extingue.
Si el hecho fuese ejecutado por culpa del deudor, el acreedor tendrá
derecho a exigir que se destruya lo que se hubiese hecho o que se le autorice
para destruirlo a costa del deudor. Si no fuese posible destruir lo que se
hubiese hecho, el acreedor tendrá derecho a pedir los perjuicios e intereses que
le trajere la ejecución del hecho.
Ley N° 29.497 425

5.3. Sentencia que condena a dar


Cuando la condena sea de entregar alguna cosa, se librará el
correspondiente mandamiento para desapoderar de ella al obligado! y caso
que esto no pudiese verificarse, se le obligará a la entrega del precio,
previa la evaluación necesaria, con los daños y perjuicios a que hubiere
lugar.

6. Pago del precio y daños y perjuicios


Si el desapoderamiento se hiciese imposible por cualquier
circunstancia, aun con el auxilio de la fuerza pública, por ejemplo-
haberse enajenado el bien litigioso a un tercero de buena fe, el ejecutante
podrá pedir el pago del precio con los daños y perjuicios.
El precio se determinará por peritos, si no estuviese fijado en los
autos.

7. Títulos judiciales y procesos de ejecución de sentencia


La sentencia determina un proceso de ejecución regulado por el
código procesal civil en forma independiente. Esta es la primera división
de los procesos en su faz ejecutiva.
8. La sentencia como título ejecutorio
8.1. Concepto de sentencia firme
Para que una sentencia pueda ejecutarse tiene que encontrarse firme.
Para que ello ocurra resulta necesario que^
I.- La sentencia esté consentida
426 Ley N° 29.497

Contra las decisiones que causan gravamen las partes tienen medios de
impugnación, es decir, recursos. Si, notificada una sentencia, las partes dejan
transcurrir los términos procesales —sin interponer los recursos— es porque
han consentido el pronunciamiento.
II.- La sentencia esté ejecutoriada
Cuando las partes han interpuesto los recursos, los que han importado
adquisición de competencia por un tribunal ad quo, y luego el tribunal superior
—contra el que no cabe recurso— dicta resolución conformando o revocando
el fallo, se dice que la sentencia se encuentra ejecutoriada.
8.2. Sentencia no firme
Se ha discutido largamente, en doctrina, la naturaleza jurídica de la
sentencia sujeta a recurso.
— Acto sujeto a condición suspensiva Se ha entendido que la sentencia
pendiente de recurso es un acto bajo condición suspensiva.
Como todo acto sujeto a una condición de tal tipo, no produce efectos
jurídicos hasta que se cumpla la condición! en este caso, que la sentencia pase
en autoridad de cosa juzgada.
Con acierto se ha dicho que se ha resuelto la cuestión en el sentido de que
la sentencia de primer grado, frente a la de segundo grado, es un acto jurídico
sujeto a condición suspensiva, cuyos efectos, por tanto, están en suspenso hasta
la verificación de un determinado hecho (falta de interposición de la
apelación).6

6. UGO, ROCCO, Tratado.... cit, 1.1, p. 389.


Ley N° 29.497 427

Se ha criticado esta teoría en razón de que^


a) Hay sentencia cuya ejecución no se suspende, a pesar de estar
pendientes de recurso. Tal lo que sucede en las ejecuciones bajo fianza y en
el proceso especial de alimentos.
b) El simple acto del magistrado, que importa una sentencia no
ejecutoriada, es más bien un elemento — que necesita de otros— para la
formulación definitiva de la norma individual.7

9. Acto sujeto a condición resolutoria


Para Mortara, toda sentencia posee su propia y natural autoridad
legítima, puesto que desde el primer momento tiene todas las cualidades
necesarias para vivir establemente y llegar a ser inrrevocable, si la obra
fiscalizadora y correctora de otro órgano superior no la modifica. En esta
posibilidad estaría la condición resolutoria.8
Esta tesis merece serias objeciones, a saber:
a) El hecho normal de que la sentencia recurrida esté suspendida en
sus efectos importa que no pueda ser asimilada a una condición resolutoria.
Se supedita a un hecho incierto y futuro la resolución de un derecho
adquirido.
b) No estamos ante un acto jurídico con efectos inmediatos, en
oposición a lo que importa el acto sujeto a condición resolutoria.
7. JOSÉ CHIOVENDA, Principios de derecho.....cit, t. 2, p. 516.
8. MORTARA, Ob. cit, p. 389.
428 Ley N° 29.497

c) La sentencia sujeta a recurso es un simple ele


mento
CHIOVENDA ha sostenido que la sentencia sujeta a gravamen es más bien
un elemento que con el concurso de otro elemento (el término) llegará a ser la
declaración del derecho; mediante la sentencia sujeta a tales gravámenes
tenemos simplemente una situación jurídica.9
d) Tesis de Ugo Rocco. Acto perfecto.
Ugo Rocco sostiene que la sentencia sujeta a gravamen es un acto
jurídico perfecto, con propia fuerza obligatoria! pero, en virtud de la
posibilidad de dos grados de jurisdicción, tiene efectos limitados y parciales
mientras sea posible otro acto distinto de declaración del derecho (sentencia de
segundo grado). La sentencia sujeta a recurso es, por consiguiente, una
sentencia sujeta a revocación.
Ha dicho Calamandrei que los antiguos doctores enseñaban que la
interposición de la appellatio bastaba para reducir a la nada la sentencia de
primer grado y para llevar de nuevo la causa ad términos litis contestatae. 10
En realidad, la sentencia sujeta a recurso no es un acto perfecto. Se
asemeja más a un acto bajo condición suspensiva, que a un acto complejo y
con efectos plenos.
El hecho de que la sentencia apelada pueda ejecutarse, no quita que
pueda ser modificada. No creemos

9. CHIOVENDA, Op. cit, p. 516.


10. CALAMANDREI, Vicios de la sentencia y medios de gravamen, en
Estudios.... cit, p. 443.
Ley N° 29.497 429

que pueda ser superada la teoría que asimila la sentencia a un acto sujeto a
condición suspensiva.
a) No puede negarse que una sentencia ha sido dictada.
b) No puede ignorarse que, pendiente la apelación, no tiene efectos
jurídicos.
c) La ejecución provisional no modifica estas conclusiones.
d) Cumplida la condición —falta de interposición de los recursos,
confirmación—, la sentencia produce sus efectos jurídicos totales que se
retrotraen a la fecha de su pronunciamiento, y aun más lejos, según lo que
disponga el pronunciamiento.

10. Títulos de ejecución


Los títulos de ejecución se relacionan específica e históricamente
con las "sentencias de condena" y con el consiguiente proceso de
ejecución de las mismas. Las "sentencias de condena" o "sentencias
exigibles" imponen al vencido el peso de una obligación que le es
necesario cumplir para que quede satisfecho el interés legitimo del
vencedor. Si no lo hace en forma voluntaria, el segundo puede recurrir a
la justicia para que lo ayude a lograr su pleno resarcimiento mediante la
ejecución plena de la sentencia.
Las sentencias firmas son ejecutivas, así como las transacciones
hechas entre las partes de un litigio, después que hayan sido debidamente
homologadas, las multas procesales y el cobro de honorarios en concepto
de costos.
430 Ley N° 29.497

11. Ámbito
Esta norma se refiere a sentencias judiciales y laudos arbitrales; por
consiguiente, consagra positivamente el laudo arbitral como título ejecutorio.
Para que haya título ejecutivo es necesario que la sentencia judicial o el
laudo arbitral estén consentidos o ejecutoriados. Cabe destacar que las
sentencias ejecutables son las de condena; las declarativas y las constitutivas
no lo son, porque no requieren un proceso ulterior de ejecución.

12. Poderes del juez


Los términos de la sentencia son los que establecen los límites de la
ejecución. Como órgano jurisdiccional, el juez está investido de la facultad de
interpretar la sentencia y examinar sus motivos para fijar el alcance de su parte
dispositiva.

13. Sentencias de ejecución bilateral


Son aquellas en que tanto el vencedor como el vencido deben llevar a
cabo actos para que la ejecución queda cumplida. Por ejemplo, cuando se
condena el pago del saldo de precio de una compraventa, en la ejecución de
sentencia se puede disponer las medidas necesarias para que el vendedor
escriture, habida cuenta de que su acción importa, implícitamente, el
ofrecimiento de cumplir la obligación que le incumbre al demandante.

14. Condena sin plazo de cumplimiento


La sentencia debe fijar un plazo. Si no lo establece,
Ley N° 29.497

se presume que aquélla es de cumplimiento inmediato. No


es necesario que se fije un plazo para su exigibilidad, y se la
ejecuta desde que queda consentida o ejecutoriada.

15. Ejecución parcial


Algunas veces se apela sólo respecto de una parte de la
condena, o se recurre parcialmente mediante el recurso
extraordinario. Esta actitud implica que queda firme la parte
de la condena no recurrida. La condena parcialmente firme
puede ser ejecutada; y esa parte de ella constituye un título
de ejecución, representado por un testimonio que expide el
secretario, en el cual debe constar que ha recaído sentencia
firma respecto del rubro que se pretende ejecutar por haber
sido consentido.

16. Competencia
La competencia es la atribución legítima a un juez u
otra autoridad para el conocimiento o resolución de un
asunto. Couture la define como medida de jurisdicción
asignada a un órgano de Poder Judicial, a efectos de la
determinación genérica de los asuntos en que es llamado a
conocer por razón de la materia, de la cantidad y del lugar.
Para la ejecución de las resoluciones judiciales firmes,
de los laudos arbitrales firmes y los que la ley señale es
competente el juez de la demanda.

17. Juez que dictó la sentencia


En principio, es el juez competente de la ejecución.
Constituye una consecuencia de su conocimiento en el
proceso cuyo fallo es efectivizado por la ejecución.
.1
432 Ley N° 29.497
18. Juez del principal
Es el juez del proceso que se inició primero con relación a
otros, conexos, iniciados con posterioridad. Para decidir sobre la
competencia no interesa, entonces, la fecha de las respectivas
sentencias, cuyos correspondientes procedimientos de ejecución
son comunes a todas, por su conexidad y recíproca influencia.

19. Ejecución forzada


El transcurso del plazo constituye una condición de la
ejecución, cuando el tiempo se agota sin que el condenado haya
cumplido la prestación a la cual se lo condenó. Este plazo es
judicial. No se lo considera encuadrado entre los plazos
procesales legislados, porque la litis contestatio no produce
novación y, por tanto, el plazo que fija el juez debe ser
computado como si se tratase del correspondiente a una
obligación.

20. Contenido del Mandato de Ejecución


El mandato de ejecución deberá contener:
1.- la exigencia al ejecutado para que cumpla con su
obligación.
2.- el apercibimiento de iniciarse la ejecución forzada,
siempre y cuando el mandato de ejecución contuviera exigencia
patrimonial, de lo contrario, el Juez debe adecuar el
apercibimiento a los fines específicos del cumplimiento de lo
resuelto.

21. Ejecución de suma líquida


En el artículo 716 del Código Procesal Civil se
Ley N° 433
29.497

establece que si el título de ejecución condena al pago de


cantidad líquida o hubiese liquidación aprobada, se procederá
con arreglo a lo establecido sobre medidas cautelares para
futura ejecución forzada. Si ya hubiese bien cautelado,
judicial o extrajudicialmente, se procederá con arreglo a lo
dispuesto para la ejecución forzada.

22. La liquidación. Concepto


Procesalmente la liquidación no es más que el acto por
el cual el tribunal establece el monto aritmético de la
condena contenida en la sentencia, sin perjuicio del reajuste
que corresponda hasta su efectivo cumplimiento.
Entiende que la liquidación determina, de acuerdo a las
pautas de la sentencia, la suma que debe abonar el vencido.
La dos concepciones se complementan porque-*
1.- La liquidación determina cualitativa y cuantita-
tivamente la deuda;
2.- Torna cierto el monto incierto de la sentencia;
3.- Convierte aritméticamente el derecho cierto;
4.- El contenido de la liquidación está limitado por la
sentencia;
5.- Es provisional aunque sea definitiva;
6.- Es procesal, pues la liquidación importa un acto
procesal;
7.- Es del tribunal aunque la practiquen las partes;
8.- La liquidación implica un proyecto de distribución
para asignar o atribuir una suma de dinero al o los
ejecutantes.
434 Ley N° 29.497

Podemos establecer un concepto aproximativo, por el que


consideramos que la liquidación es el acto procesal en virtud del
cual y de acuerdo a las pautas de la sentencia se determina
aritméticamente la suma que debe oblar el vencido, tornando
cierto el monto de lo que debe percibir o asignarse al vencedor y
sin perjuicio de eventuales modificaciones.

23. Naturaleza de la liquidación


Una liquidación, aunque sea definitiva, no causa estado.
Siempre se practica "en cuanto ha lugar por derecho", no siendo
inmutable ni teniendo los efectos de la cosa juzgada ni la
preclusión. Los errores aritméticos pueden corregirse en todo
tiempo.
Se ha indicado —en este sentido— que es factible rectificar
una liquidación aprobada antes de verificarse el pago, si se
hubiere incurrido en error al practicarla. La liquidación no tiene la
jerarquía de fallo con autoridad de cosa juzgada, pues no a toda
resolución puede reconocérsele fuerza de inmutabilidad.
Pues como ni el derecho ni la moral permiten
enriquecimientos sin causa, debe rectificarse una liquidación
aprobada "en cuanto hubiere lugar" cuando su monto total por
error de su autor, lo forman partidas inaceptables.
Es así que, a pesar de no haber impugnación a una planilla,
el magistrado puede y debe juzgar la conveniencia de ésta, su
adecuación y ajuste a la sentencia que se ejecuta, y de allí
concluir su decisión.
En contra de esta tesitura, sin mayor fundamento, se ha
indicado que una vez firme y aprobada la liquida-
Ley N° 29.497

ción, hay al respecto cosa juzgada, impidiendo la preclusión


procesal volver a lo resuelto definitivamente y, en consecuencia,
resulta extemporánea la objeción sobre la tasa de intereses
cuando es intimado de pago.
Palacio puntualiza, en igual sentido, que la resolución
aprobatoria de la liquidación no adquiere eficacia de cosa
juzgada, razón por la cual es admisible su ulterior rectificación,
aun de oficio, siempre que ello no importe, desde luego,
modificar las bases establecidas en la sentencia para practicarla.

24. Parte que practica la liquidación


24.1 El ejecutante vencedor
En principio, la liquidación la practica el vencedor. El
ejecutante puede practicar liquidación, para fijar la suma de la
ejecución, no resultando necesario que existan fondos
depositados. Es que, cuando se trata de suma ilíquida, la
liquidación es una acto procesal de importancia y necesario en el
trámite para establecer el monto del embargo ejecutorio.
24.2. Forma, pautas y modelo de liquidación
Ya sea que la liquidación la practique el ejecutante o el
ejecutado, la misma debe sujetarse a bases que están señaladas
por el título ejecutorio, sea sentencia u homologación.
24.3. Rubros que normalmente aparecen en una
liquidación y sucinta explicación de los mismos
a) El capital
El capital es el monto por el cual prospera la demanda, que
usualmente está expresado en números. La parte
436 Ley N° 29.497
dispositiva de una sentencia dice: Hacer lugar a la demanda... y
condenar a ...a pagar al primero la suma de nuevos soles... en
concepto de ...
Este capital aparece como determinado (líquido); sin
embargo, en la actualidad sólo refleja un valor nominal al tiempo
de interposición de la demanda o de los hechos que la
determinaron.
b) La depreciación monetaria (el capital actualizado)
Como un fenómeno de la época, que de hecho accidental ha
llegado a ser un hecho notorio, la inflación convive con el
individuo y reduce progresivamente su capital.
Como bien se ha sostenido, la doctrina y la jurisprudencia,
en forma casi unánimee, han considerado el carácter de hecho
notorio que asume la pérdida del poder adquisitivo de la moneda.
Se ha admitido la depreciación en cualquier etapa del
proceso, aun después de la sentencia. Es que corresponde acordar
el reajuste de la indemnización de daños —o de otro crédito—
que resulte de una sentencia, no obstante que el mismo se haya
solicitado en el trámite de ejecución del fallo, pues ello no
implica desconocer los efectos de la cosa juzgada desde que ésta
tiende a amparar más que el texto formal del fallo, la solución
real prevista por el juez, que persigue el resarcimiento integral
del crédito mediando incumplimiento de las obligaciones del
deudor.
Si la depreciación se ha solicitado durante el proceso, la
sentencia debe contener dos aspectos importantísimos: a) La
determinación del índice a apli-
Ley N° 437
29.497

car para la corrección, y b) El período que debe cubrir la


indexación.
25. Resoluciones judiciales extranjeras
En el artículo 719 del Código Procesal Civil se
dispone que las resoluciones judiciales extranjeras reco-
nocidas por tribunales nacionales se ejecutarán siguiendo el
procedimiento establecido para ello en el Código Procesal.

26. Contradicción
Puede formularse contradicción al mandato de eje-
cución dentro de tres días de notificado, sólo si se alega el
cumplimiento de lo ordenado o la extinción de la obligación.
26.1. Escrito de contradicción
Al escrito de contradicción se anexara el documento
que acredite el cumplimiento o extinción alegados. De lo
contrario ésta se declarará inadmisible.
26.2. Trámite de la contradicción
De la contradicción se confiere por tres días y, con
contestación o sin ella, se resolverá mandando seguir
adelante la ejecución o declarando fundada la contradicción.
La resolución que la declara fundada la contradicción. La
resolución que la declara fundada es apelable con efecto
suspensivo.

27. Ejecución de sentencias extranjeras. Concepto


La jurisdicción emana de la soberanía, y como ésta
438 Ley N° 29.497

tiene por límites los del territorio en el cual se ejerce, la


sentencia sólo produce efectos jurídicos dentro de ese territorio!
y, recíprocamente no se admite en él los efectos de la sentencia
pronunciada por un juez extranjero.
Pero dentro de la comunidad jurídica en que viven los
pueblos modernos, no es posible desconocer, que así como las
leyes traspasan las fronteras y los jueces se ven a menudo
precisados a aplicar las de otros países, de no acordarse a la
sentencia efectos extraterritoriales desaparecería la seguridad de
los derechos, pues bastaría para eludirlos substraerse a la
jurisdicción del juez que la pronunció.
Por razones, pues, de seguridad jurídica y de conveniencia
recíproca, casi todos los Estados reconocen validez a las
sentencias pronunciadas en el extranjero y permiten su ejecución
como si hubiesen sido dictadas por sus propios jueces, si bien
difieren en cuanto a los requisitos que exigen para ello.

28. Legislación comparada


El examen de su evolución histórica demuestra que esta
institución se ha formado a través de distintas etapas, de las que
aun existen rastros en el derecho positivo, y que comienza por el
desconocimiento absoluto de la sentencia extranjera y termina
con la admisión plena de su eficacia.
Es así como puede señalarse un primer período de franca
hostilidad, en el que no se permite la ejecución de la sentencia
dictada por el juez de otro país, cualquiera que sea su naturaleza;
posteriormente, la celebración de tratados favoreció su
reconocimiento, porque con ello no
Ley N° 439
29.497

se vulnera la soberanía, desde que el tratado forma parte de


la legislación nacional; más tarde surgió el principio de la
reciprocidad legislativa, según la cual, la ejecución es
permitida siempre que el país donde la sentencia se hubiese
pronunciado lo autorice en las mismas condiciones; por
último, el llamado estado de comunidad, en el que la
ejecución es admitida con sólo el cumplimiento de
requisitos formales.
En algunos países, las sentencias de los tribunales
extranjeros no tienen ningún valor, y es necesario, en
consecuencia, promover un nuevo proceso de acuerdo con
la legislación nacional. Tal ocurre en Suecia, Noruega y
Portugal, aunque la jurisprudencia tiende a inclinarse en el
sentido de la reciprocidad.

29. Necesidad del exequátur


Casi todas las legislaciones imponen determinados
requisitos para admitir la eficacia de la sentencia extranjera,
lo que se explica desde que no es posible que un Estado
permita la ejecución en su territorio de la sentencia dictada
por un juez de otro Estado sin verificar si se han respetado
las garantías mínimas establecidas por sus propias leyes
para la defensa de los derechos ante la justicia.
Por consiguiente, antes de proceder a la ejecución de
la sentencia, el tribunal debe constatar el cumplimiento de
los requisitos exigidos, y, en caso afirmativo, autorizará la
ejecución, es decir, le concederá el exequátur.
Pero es necesario hacer un distingo, porque el exe-
quátur es indispensable cuando se trata de cumplir una
sentencia como acción (actio iudicati), pero no cuando se
440 Ley N° 29.497

la opone como excepción (cosa juzgada). En el primer caso se


requiere un acto de compulsión contra la parte, en tanto que en
el segundo nada se exige, como no sea el respeto al
pronunciamiento del juez extranjero, a menos que la sentencia
no produzca efecto sin el cumplimiento de un formalidad previa,
como ocurriría tratándose de las cuestiones relativas al estado de
las personas. Tampoco cuando se la agrega al proceso como
medio de prueba de un hecho, pero, en este último caso, es
evidente que el juez goza de entera libertad para apreciar su
eficacia.

Artículo 58'.- Competencia para la ejecución de


resoluciones judiciales firmes y actas de conciliación judicial
Las resoluciones judiciales firmes y actas de conciliación
judicial se ejecutan exclusivamente ante el juez que conoció la
demanda y dentro del mismo expediente. Si la demanda se hubiese
iniciado ante una sala laboral, es competente el juez especializado de
trabajo de turno.

Un antiguo epigrama italiana sintetizaba de esta manera el


proceso judicial desde el punto de vista del sufrido litigante.
"Para iniciar un litigio hace falta bolsa de banquero, piernas de
febrel, paciencia de peregrino) tener razón, saber exponerla,
encontrar quien la entienda y la quiere dar... y deudor que pueda
pagar".Las primeras condiciones hablan del proeso de
conocimiento de las penurias que él exige al ciudadano! las
penúltimas, de la jurisdicción y de las condiciones del juzgador
hasta obtgener la sentencia; pero la ultima indica, con elocuente
síntesis, que todo lo anterior es prácticamente inútil si la decisión
no se lleva a la práctica; si no se la cumple o, en
Ley N° 441
29.497

su defecto, se la ejecuta con buen éxito. La ejecución de una


sentencia se prepara con la liquidación que traduce en
números concretos lo que el condenado adeude por capital,
intereses y costas. Al recibir la correspondiente notificación,
el deudor respetuoso de la ley y poseedor de los medios para
obedecerla deposita, a nombre del juzgado y en la cuenta del
proceso, el dinero que fuera requerido. Cuando esta
obligación deja de cumplirse, en el todo o en parte,
corresponde al acreedor pedir, controlar y en ocasiones
ejercer las medidas conducentes al cobro de su crédito-
verificar e inmovilizar bienes de su deudor hasta la
concurrencia de lo adecuado (traba de embargo), desposeer
al deudor de tales bienes (depósito de fondos, secuestro de
cosas muebles), convertir lo embargado en dinero líquido
(subasta) y obtener finalmente el valor adeudado (cobro de
giro judicial).

Artículo 59°.- Ejecución de laudos arbitrales firmes


que resuelven un conflicto jurídico
Los laudos arbitrales firmes que hayan resuelto un
conflicto jurídico de naturaleza laboral se ejecutan conforme
a la norma general de arbitraje.

1. Concepto de arbitraje
1.1. Ubicación inicial
El arbitraje es -en una primera aproximación- un
método, un sistema de resolución de conflictos. Es un
mecanismo mediante el cual se resuelven los conflictos por
particulares que no revisten la calidad de jueces estatales.
Producido un diferendo, una contienda de intereses entre dos
o más partes, se plantean en términos
442 Ley N° 29.497

generales dos modos de resolverlo- uno mediante un


acuerdo de voluntades entre las mismas partes en conflicto,
y otro a través de un tercero que provea la solución.
En el primer caso estamos en presencia de un método
denominado de autocomposición. Va de suyo que nos
estamos refiriendo a un sistema en el cual las partes
requieren un auxilio externo para compatibilizar sus
posiciones; pues de lo contrario, si no fuera necesario ese
auxilio externo, si las mismas partes pudieran convenir
entre sí -y por si- la solución, no existiría conflicto.
En la segunda hipótesis nos hallamos ante métodos
adversariales o heterocompositivos, en los cuales existe una
decisión de un tercero que zanja la disputa. No son ya las
mismas partes que a través de un acuerdo hacen
desaparecer el diferendo, sino que aparece la figura de un
tercero que desde una posición de neutralidad determina en
qué medida corresponden a cada parte los derechos en
disputa.
No siendo viable la autocomposición, ante la
necesidad de tener que recurrir a un tercero que resuelva, se
abren a los litigantes, al menos dos opciones: escoger la vía
de la actuación jurisdiccional pública, ejercida por el Estado
a través de los órganos del Poder Judicial; o someterse a la
jurisdicción arbitral, en cualquiera de sus variantes.
Por lo que llevamos dicho, el arbitraje aparece así
como un sistema alternativo, a través del cual pueden ser
resueltos determinados conflictos de intereses, con
exclusión -total o parcial- de los órganos judiciales.
Si bien la Constitución Nacional prevé la organización
de los tribunales estatales como medio
Ley N° 443
29.497

natural de administrar soluciones a los litigios entre


particulares o bien entre particulares y el Estado, las
garantías y principios que emanan de los arts. 17 y 19
permiten que en ciertos casos pueda dejarse de lado ese
medio, recurriéndose a otros que los excluyan.
El Estado no sólo permite la asunción de facultades
jurisdiccionales por los particulares a través del arbitraje,
sino que le brinda además un reconocimiento explícito al
otorgar a sus decisiones la fuerza de cosa juzgada y poner a
su disposición la fuerza coercitiva estatal, equiparando el
trámite de ejecución de los laudos con el dispuesto para las
sentencias judiciales.
1.2. Definiciones
En la doctrina nacional y extranjera se pueden
consultar diversas definiciones de arbitraje, que ponen el
acento -en mayor o menor medida- en algunas de sus
características más salientes. Destacamos también que
existen otros autores -como Ottolenghique señalan la
inutilidad de formular definiciones previas, en • tendiendo
que el arbitraje no es una institución a cuyo estudio se
pueda entrar utilizando, como base firme, el apoyo de una
definición.
ALVARADO VELLOSO lo conceptúa como un modo de
hetero-composición de conflictos que opera como
resultado respecto de ellos, y al que se llega
exclusivamente si media, al menos, un principio de
autocomposición de los propios interesados, mediante el
cual aceptan plantear su litigio al arbitro y, eventualmente,
acatar su decisión.
En un reciente fallo se ha definido el arbitraje como
un sustituto de la jurisdicción, en cuya virtud los arbitros
tienen la atribución de sustanciar y decidir contiendas
444 Ley N° 29.497

no exclusivamente reservadas al Poder Judicial, por un


procedimiento en el que prevalece la libertad de las formas y que
reviste carácter obligatorio cuando las partes lo han convenido
por medio de una cláusula compromisoria.
Para el autor francés Jean Robert, es la constitución de una
justicia privada por la cual los litigios son sustraídos de la
jurisdicción común, para ser resueltos por individuos revestidos,
por las circunstancias, de la misión de juzgar.
PATRICIO AYLWIN AZOCAR lo define como el juicio al que
las partes concurren de común acuerdo o por voluntad del
legislador, y que se verifica ante tribunales especiales, distintos
de los establecidos permanentemente por el Estado, elegidos por
los propios interesados o por la autoridad judicial en subsidio, o
por un tercero en determinadas ocasiones.
Según BERNARDO M. CREMADES, por medio del arbitraje
una o más personas dan solución a un conflicto planteado por
otras que se comprometen previamente a aceptar su decisión.
Para GUASP es la resolución de un conflicto que se lleva a
cabo por un tercero a cuya decisión las partes se someten
voluntariamente.
La ley española de arbitraje de 1953 establecía en su art. 2,
"a los efectos de la presente ley, se entiende por arbitraje la
institución por la que una o más personas dan solución a un
conflicto planteado por otras que se comprometen previamente a
aceptar su decisión".
Y para despejar dudas, añadía que no se considerará
arbitraje la intervención del tercero que no se haga para
Ley N° 29.497

445

resolver el conflicto pendiente sino para completar o integrar una


relación jurídica aún no definida totalmente.
La nueva ley española (de 1988) en su art. Io dispone que
"mediante el arbitraje, las personas naturales o jurídicas pueden
someter, previo convenio, a la decisión de uno o varios arbitros
las cuestiones litigiosas, surgidas o que puedan surgir, en
materias de libre disposición conforme a derecho".
La American Arbitration Association lo define como la
remisión de una disputa a una o más personas imparciales para
una determinación final y obligatoria.
Intentando hallar una frase que reúna en un breve concepto
lo que debe entenderse por arbitraje, podemos decir que
constituye una jurisdicción privada, instituida por la voluntad de
las partes o por decisión del legislador, por la que se desplaza la
potestad de juzgar hacia órganos diferentes de los tribunales
estatales, a quienes se inviste para ello de facultades
jurisdiccionales semejantes a las de aquellos en orden a la
resolución de un caso concreto. A pesar de ser un método de
heterocomposición del litigio, es necesario -al menos en el
arbitraje voluntario-que exista un mínimo principio
autocompositivo, al ponerse de acuerdo las partes en someterse a
arbitraje, comprometiéndose a acatar la decisión del arbitro.
Esta situación ha sido definida con elegante tecnicismo en
la Exposición de Motivos de la ley española de arbitraje del 22
de diciembre de 1953, al señalar que cuando ya no es posible un
arreglo directo de una eventual contienda, pero quedan zonas de
armonía accesibles a terceros, sin necesidad de acudir a la fuerza
del Estado, que había de obtenerse ex officio judiéis, una
experiencia secular ha consagrado la eficacia de dar entrada en el
446 Ley N° 29.497
cuadro de figuras jurídicas conocidas, a esta obra pacificadora de
terceros que, gozando de la confianza de los contendientes,
pueden recibir de éstos la autoridad necesaria para imponerles
una solución satisfactoria. De este modo, no se desconoce ni se
menosprecia la labor augusta del juez, como órgano de la
soberanía del Estado, sino que precisamente, por esta excelsitud
de su carácter, se la reserva para aquellos casos en que,
desgraciadamente, un tratamiento amistoso no es posible ni
siquiera por esta vía indirecta y se hace necesaria la intervención
del imperio estatal.
En razón de la diversidad de circunstancias en que el
arbitraje puede funcionar, surgen figuras que no son más que
variantes de un mismo sistema, en orden a determimadas
características.
1.3. Arbitros libres o arbitraje institucional
Atendiendo primordialmente al modo de elección de los
arbitros que actuarán concretamente en un caso, tenemos dos
categorías de arbitraje perfectamente diferenciadas- arbitraje libre
o ad hoc, y arbitraje institucional.
La determinación del carácter del arbitraje en este aspecto,
dependerá de la decisión de las partes, quienes-al acordar la
resolución de sus disputas por arbitros -o en un momento
posterior- deberán escoger entre dos tipos de sistemas.
1.4. Arbitraje institucional
En el arbitraje institucional, a diferencia del ad hoc, existe
-intermediando entre los arbitros y las partes-una entidad
especializada que administra y organiza el trámite, y presta una
serie de servicios sumamente útiles para que la contienda pueda
ser resuelta con
Ley N° 447
29.497

mayor eficacia. En general, la cuestión litigios específica es


resuelta por arbitros escogidos por las partes, sin la
participación directa de la entidad, que se limita a dar apoyo
a las partes y a los arbitros. Estos son quienes tienen
personalmente la tarea de sustanciar y decidir el caso, sin que
la entidad como tal tenga ingerencia en ello.
Un caso particular en ese sentido lo constituye la
Cámara de Comercio Internacional, que prevé un sistema de
control más estricto. Los arbitros deciden el pleito conforme
su propio criterio y redactan el laudoi pero antes de ser
notificado a las partes, se remite a la institución, en la que
profesionales especializados en la materia verifican que se
hayan cumplido los pasos y formas legales evitando futuras
impugnaciones o nulidades. Si la decisión de fondo es
considerada equivocada o injusta la entidad no tiene
atribuciones para modificarla, pero habitualmente hace
conocer sus objeciones al arbitro, quien podrá tomarlas en
cuenta o insistir en su punto de vista. Las entidades dedicadas
al arbitraje, habitualmente tienen un reglamento al cual los
litigantes se someten y que prevé la mayor parte de las
contingencias que pueden ocasionarse en el curso de un
procedimiento arbitral. Por otra parte, suele tratarse de
instituciones de reconocida versasión y prestigio, que a lo
largo del tiempo han ido perfeccionando y adaptando las
reglas a las necesidades que se plantean en materia de
solución de disputas.
De ordinario proveen formas standard para pactar el
arbitraje, a través de modelos de cláusula compromisoria y
de compromiso arbitral que son el fruto de la experiencia.
Proveen asimismo todos los servicios de rutina sin los cuales
se vería dificultado el comienzo de un arbitraje- recibir y
notificar la demanda, fijar
448 Ley N° 29.497

honorarios, elegir a los arbitros y resolver las recusaciones que


puedan plantearse, reemplazar arbitros cuando sea necesario por
renuncia o vacancia, fijar la sede del arbitraje, el idioma en que
tramitará y, en general, asegurar el cumplimiento del debido
proceso.
Para cumplir con su cometido principal -que no es otro que
facilitar el arbitraje que las partes han elegido como método para
la resolución de sus litigios- tienen listas de arbitros, de entre los
cuales las partes podrán escoger aquellos que les merezcan mayor
confianza, encargándose la entidad de elegir el arbitro tercero. Es
frecuente también que sus reglamentos contengan previsiones
respecto de la remuneración de los arbitros, evitando a las partes
la embarazosa situación de tener que tratar directamente, con
quienes habrán de resolver el conflicto, su propia retribución.

Arbitraje ad hoc
1.5. Arbitraje ad hoc
En el arbitraje denominado libre o ad hoc no existe ninguna
institución que administre el sistema, ni está sometido a ningún
mecanismo predeterminado, de manera que son las propias partes
quienes deberán ponerse de acuerdo en las reglas sobre las cuales
desarrollará el arbitraje.
Al carecer de una administración formal prestada por un
tercero, las partes tendrán que darse a sí mismas -y darles a los
arbitros- las normas sobre las que éstos actuarán, proveyendo
todo lo necesario para que el arbitraje pueda comenzar.
Deberán prever -por ejemplo- los mecanismos de elección
de los arbitros, el lugar donde se llevará a cabo
Ley N° 449
29.497

y en su caso el idioma, los procedimientos aplicables,


métodos de coerción para el caso de reticencia de alguna de
ellas a cooperar o de falta de cumplimiento de las
resoluciones de los arbitros, fijar a los arbitros el plazo para
anular, eventualmente establecer los recursos que cabrán
contra el laudo, etcétera.
Todos estos aspectos pueden ser convenidos de
antemano, al decidir que los eventuales conflictos sean
resueltos por arbitraje; o bien con posterioridad, cuando la
disputa se haya producido, a través de lo que se denomina
"compromiso arbitral". Sobre este ultimo punto volveremos
más adelante.

1.6. Cómo escoger uno u otro


Ventajas y desventajas de ambos sistemas
La elección de uno de estos sistemas requerirá de las
partes un conocimiento de las ventajas y desventajas
inherentes a cada uno, con el fin de adoptar la forma que más
convenga a la naturaleza del asunto, así como el grado de
entendimiento que pudiera existir o que puedan presumir que
existirá- entre ellas una vez que el conflicto se haya
producido.
En ese sentido, el arbitraje ad hoc brinda a las partes
mayor flexibilidad y libertad en cuanto a la elección de los
arbitros y a las reglas que éstos seguirán. Pero como
contrapartida, es menester una cooperación casi total entre
ellas, no sólo al inicio, sino también durante todo el juicio. Al
decir de Jorge E. O'Farrell, si esta rara avis se lograse, la
diferencia en lo que hace a los procedimientos sería la misma
que podría haber entre un traje hecho a medida y uno pret a
portero
De lo contrario, la falta de acuerdo respecto de
cuestiones formales -pero esenciales para poner en
450 Ley N° 29.497

marcha el sistema-, puede echar por tierra sus bondades, llevando


a las partes a una sensación de frustración! cuando el fracaso en
tal supuesto quizás no sería atribuible al arbitraje como método
de solución de controversias, sino a una inadecuada elección del
modo de organizarlo.
El arbitraje ad hoc es normalmente menos oneroso, al no
tener que abonarse los derechos que perciben las entidades que lo
administran. Pero -insistimos- en caso de dificultades surgidas
durante el proceso, en este sistema, no cabe otra manera de
solucionarlas que recurriendo a un juez que resuelva las
incidencias. Si esto se produjera, los costos en tiempo y recursos
materiales serían, seguramente, superiores al ahorro pretendido.
Con la salvedad expuesta, el juicio arbitral ad hoc puede
también ser más rápido que el institucionalizado, en la medida
que permite a las partes armar un procedimiento pensado
específicamente para ese litigio, buscando los mecanismos más
idóneos o que mejor se adapten a las particularidades del caso.
Se ha dicho que el arbitraje ad hoc acarrea dificultades en
cuanto exige un minucioso acuerdo arbitral! y en casos de
contratos cuya ejecución se prolongue en el tiempo, se corre el
riesgo de que los arbitros escogidos se enfermen, mueran o
puedan entrar en conflicto de intereses con alguna de las partes.
En ese aspecto, con la participación de una entidad que
administre el sistema, se simplifica y agiliza la celebración del
acuerdo arbitral, al remitirse las partes a reglamentos ya
elaborados; al mismo tiempo que previene la posibilidad de
contingencias que puedan impedir la actuación de los arbitros
elegidos.
Ley N° 451
29.497

De manera, pues, que no es posible determinar a priori


y en abstracto, la conveniencia de un sistema respecto del
otro. Ello dependerá de cada caso concreto, y de la prudente
ponderación que las partes hagan de las circunstancias
apuntadas.
2. Amigables componedores o arbitros iuris
Estas categorías o formas de arbitraje apuntan a
definir el modo de actuación de los arbitros, y la naturate-
de la decisión.

2.1. Arbitraje de derecho


En un caso _el de los arbitros iuris- actuarán con
sujeción a formas legales y decidirán las cuestiones
litigiosas según el derecho positivo; mientras que los
arbitradores o amigables componedores pueden prescindir
de normas jurídicas, tanto en la tramitación del proceso
como en la fundamentación del laudo. En efecto- los
arbitros de derecho -que deben ser letrados resuelven el caso
del mismo modo que lo haría un magistrado de la justicia
ordinaria, poseyendo un carácter jurídico que los obliga a
regir el trámite por las normas procesales vigentes y a
sustentar el decisorio en el derecho positivo de fondo.
Existe, como se ve, una similitud entre la forma de
actuar y resolver del arbitro iuris y el juez, pero que no es,
sin embargo absoluta. Las partes pueden señalar al arbitro
las normas que debe aplicar, pueden imponerle las normas
por las que juzgará el caso, circunscribiendo su ámbito de
libertad. Pero al juez, en cambio, se le invocarán las normas
que se estimen pertinentes, mas en definitiva aplicará las
que según su criterio corresponda;
452 Ley N° 29.497

y aun cuando no le sean invocadas, podrá suplidas de oficio por


el principio iuria novit curia.

3. Arbitraje voluntario o forzoso


3.1. Origen del arbitraje
Según que la fuente de la que proviene sea un acuerdo de
voluntades o una disposición de la ley, tendremos el arbitraje
voluntario o el forzoso.
Por cierto que el voluntario -aquel en el cual son las propias
partes quienes deciden adoptar el modelo- es el caso típico y más
frecuente de arbitraje. La voluntad de los litigantes es el elemento
predominante y característico del arbitraje mismo.
Así ha sido puesto de manifiesto por ARAMBURU
MENCHACA, al señalar que entre las razones que llevan a las
personas a buscar en el arbitraje la solución a sus conflictos,
indudablemente la expresión de confianza es la más importante,
por cuanto significa un reconocimiento de la pericia, de la
capacidad intelectual del arbitro, del sentido de equidad que
pondrá en la resolución del pleito; pero ante todo, un
reconocimiento a su probidad.
Enseñaba el jurista peruano que la Magistratura es la más
respetada, la más delicada de las funciones públicas, en cuanto
encarna la confianza que la sociedad dispensa a quienes pone en
el cargo de jueces para el deber de administrar justicia, que tiene
tanto de excelsitud como de dureza. En el caso de los arbitros ello
se acentúa, desde que dicha manifestación de confianza se lleva a
cabo de manera individualizada y concreta. Y citando a Platón
podemos resumir: "Que los primeros jueces sean aquellos que el
demandante y el demandado
Ley N° 453
29.497

hayan elegido, a quienes el nombre de arbitros conviene


mejor que el de jueces; que el más sagrado de los tribunales
sea aquel que las partes mismas hayan creado y elegido de
común consentimiento".
3.2. El arbitraje forzoso. Justificación. Efectos
El arbitraje es forzoso cuando ha sido impuesto por el
legislador, quien dispone quitar determinados litigios del
ámbito de competencia de los jueces estatales,
atribuyéndosela a los arbitros con carácter excluyente.
N o existe en estos casos un acuerdo de voluntades que
dé origen al sistema, sino la decisión del legislador que deja
de lado el principio general del sometimiento a los jueces
oficiales, y otorga legitimación al arbitro, atendiendo a la
naturaleza y características de ciertos asuntos.
Si bien se admite -en general- que el carácter forzoso o
legal del arbitraje implica una contradicción en términos, por
la naturaleza esencialmente voluntaria que caracteriza el
sistema, se ha justificado la existencia de este tipo de
arbitraje en la necesidad de sustraer del ámbito judicial y
evitar a los jueces la resolución de determinados temas
-normalmente cuestiones de hecho-que exigirían procesos
judiciales extensos en función de su tecnicismo, complejidad
o incidencias.
La determinación de la ley de remitir asuntos a arbitraje
se traduce en la incompetencia absoluta de los tribunales
ordinarios para resolver la causa, y en la necesidad de que
las partes -o en su defecto el juez-provean lo necesario para
constituir el tribunal, designar los arbitros, precisar los
puntos comprometidos, etcétera.
En estos casos, la norma que impone el arbitraje
454 Ley N° 29.497

hace las veces de cláusula compromisoria, cumpliendo el mismo


cometido: excluir la jurisdicción judicial para dársela a los
arbitros. Pero si no prevé todas las circunstancias requeridas para
dar andamiento al arbitraje, son las partes quienes deberán
acordarlas a través del como promiso arbitral. Y si alguna de ellas
fuera renuente a hacerlo, o no pudieren ponerse de acuerdo en
algunos puntos, deberá ejercerse la acción judicial que le permita
suplir la falta de colaboración o de consentimiento mutuo,
mediante la decisión del magistrado.
3.3. Importancia del arbitraje en el comercio internacional
Señala JUAN M. FARIÑA que la inexistencia de un tribunal
internacional que brinde la posibilidad de someter a su
jurisdicción los conflictos derivados del tráfico mercantil
internacional, es una de las principales causas por las que quienes
comercian más allá de sus fronteras hayan optado desde antiguo
por la utilización del sistema arbitral para dirimir sus litigios.
Parece obvio^ las partes tienen una natural desconfianza a
someterse a los tribunales estatales del país al que pertenece una
de ellas. Nadie quiere litigar ante los jueces nacionales de su
contraria. Citando a YVES DERAINS, explica que la aceptación
generalizada del arbitraje en las relaciones nacidas del comercio
internacional, se debe a la ausencia de una jurisdicción
interestadual de derecho privado.
Si, como expresa GÓMEZ MINUJÍN, cualquier controversia
que nazca entre partes ligadas por una relación contractual trae
aparejado un inconveniente, la dificultad se acrecienta cuando
esas partes tienen distinta nacionalidad, distintas costumbres e
idiomas, y se hallan
Ley N° 455
29.497

separadas por una distancia física que torna engorrosa


cualquier negociación posterior al conflicto. En previsión de
ello, las partes querrán convenir de antemano cuál será la
jurisdicción sobre la que re caerá la decisión del caso, y
lógico es suponer que cada uno intentará llevarlo a los
tribunales de su país, en los que se sentirá más cómodo para
litigar, conociendo el idioma, las leyes de forma y de fondo y
la idiosincracia de los jueces. Es lógico suponer también que
la contraria resistirá esa pretensión, máxime cuando podrían
existir inclusive sistemas jurídicos diferentes que acentúen la
resistencia.
Pero aun cuando pudieran ponerse de acuerdo en ello y
convenir someter sus asuntos a una determinada jurisdicción
estatal, subsistirán otras dificultades -que aparecerían recién
con posterioridad al nacimiento del conflicto- provocadas por
la diversidad de reglas que en cada Estado rigen para
determinar el derecho interno aplicable para resolver el caso.
Podría darse el supuesto de que la legislación del Estado
elegido rechace el caso por considerado ajeno a su
jurisdicción, o -al contrarkr que las normas del país de quien
ha sometido sus asuntos a la jurisdicción de otro no permitan
esta prórroga de jurisdicción y la reclamen para sí.
Tanto en una hipótesis como en la otra, trátese de una
contienda negativa o concurrente de jurisdicción, se habrá
producido una interferencia de dificultosa solución.
Ello sin contar con los obstáculos provenientes de la
ejecución de una sentencia de un tribunal estatal en otro, que
puede rechazarla por falta de jurisdicción del tribunal
extranjero, la no aplicación de las normas del debido proceso
o la vulneración por la sentencia de normas consideradas de
orden público por el derecho interno del país donde deba
ejecutarse.
456 Ley N° 29.497

No habiendo otros tribunales que los públicos de cada país,


y siendo éstos -como hemos visto- notoriamente inadecuados
para la resolución de las disputas nacidas de las transacciones
comerciales internacionales, el arbitraje ha sido el medio más
idóneo para ello, ya que además ofrece algunas otras ventajas en
orden a celeridad, confidencialidad y economía de costos.
Esto ha llevado a sostener que el arbitraje es absolutamente
necesario en el tráfico internacional, que resultaría difícil
concebir un comercio dinámico sin esta fórmula alternativa para
la solución de las disputas.
Con elocuencia lo expresó JAIME MALAMUD en el discurso
de apertura de la VII Conferencia Interamericana de Arbitraje
Comercial (Buenos Aires, octubre de 1979): El arbitraje es una de
las respuestas más adecuadas a las complicaciones e
imprevisibles derivaciones que surgen de cualquier negociación
por simple que sea. Su importancia aumenta cuando se deben
resolver conflictos entre empresarios de distintos países, regidos
por leyes y sistemas jurídicos y procesales diferentes, que
provocan en el litigante una natural preocupación cuando debe
someterse a tribunales extraños. La creciente competencia en los
mercados mundiales y la intervención cada vez más activa de los
gobiernos en las transacciones mercantiles internacionales exigen
intensificar el uso de esta forma de entendimiento, capaz de
ventilar, cordialmente, los agravios que se producen en la vida de
los negocios. El arbitraje es un medio que acerca a los
empresarios de distintos orígenes, lenguas, costumbres y recursos.
El es, en sí mismo, un símbolo de la buena voluntad que debe
reinar entre contratantes.
Ley N° 457
29.497

1. Planteo del tema. Las principales teorías


Sin perjuicio de admitir como principio general la poca
utilidad práctica de debatir en torno a la naturaleza jurídica de
las instituciones, nos parece conveniente esbozar algunas
líneas sobre el particular, en el entendimiento de que ese
discurrir -en apariencia ocioso-constituye una forma más de
contribuir al conocimiento del arbitraje. En la medida que
para llegar a su naturaleza es necesario transitar por algunos
postulados que conviene tener presentes a los fines de nuestro
estudio, y teniendo en cuenta que ello forma parte de la
difusión que se proclama, estará justificado el tratamiento del
tema.
Hemos dicho al comienzo que en las organizaciones
sociales modernas, el Estado ha provisto los órganos
encargados de resolver los conflictos. La función
jurisdiccional, pues, ha sido considerada como propia de la
esencia de la autoridad y el poder estatal, como una de las
manifestaciones de la soberanía.
No obstante ello, siempre fue aceptado que al lado de los
jueces estatales, los particulares pudieran ejercer funciones
similares imponiendo pautas de resolución de conflictos, que,
bajo ciertas y determinadas condiciones, gozan en general de
la misma protección jurídica que las sentencias de los
magistrados.
Esta coexistencia de tribunales estatales y arbitrales ha
motivado la necesidad de dar respuesta a ciertos
interrogantes- ¿Ejercen los arbitros jurisdicción? ¿Son
órganos jurisdiccionales? ¿Pertenece el arbitraje al campo del
Derecho Procesal (público) o Civil (privado)?.
La doctrina no ha coincidido en punto a la naturaleza
jurídica del arbitraje, debatiéndose entre dos tesis
458 Ley N° 29.497

principales-' La contractualista, que lo considera desde el


voluntario sometimiento de las partes, deduciendo de ello que la
naturaleza contractual de su origen se proyecta a la institución
toda, incluyendo o que no reviste las calidades de una verdadera
sentencia, y en tal virtud niega el carácter jurisdiccional a la
actuación de los arbitros.
En el otro extremo se ubican quienes participan de la idea
que a pesar de las diferencias existentes con la labor de los
magistrados, corresponde atribuirle una natural eminentemente
Jurisdiccional; que el instituto - si bien nacido
convencionalmente- se desprende luego de ese origen,
adquiriendo el laudo de los caracteres propios de una sentencia
dictada por un magistrado del Poder Judicial.
Existen, asimismo, otras dos teorías que señalan la
imposibilidad de encasillar la naturaleza del arbitraje dentro de
alguna de las expuestas. La teoría mixta, que rescatando lo que
considera aspectos positivos de ambas, distingue entre la materia
inherente al acuerdo arbitral -de indudable carácter contractual y
privado y la eficacia legal del laudo, de naturaleza pública en
tanto constituye la expresión de la jurisdicción y por ello
reservado a lo que dispongan las leyes. Una cuarta teoría,
denominada autónoma, observa el arbitraje desde una óptica
diferente, admitiendo que ninguna de las tres anteriores brinda
una explicación satisfactoria al problema, capaz de aprehenderlo
con carácter universal; sostiene que, en definitiva, la naturaleza
depende en gran medida del sistema legal bajo el que se analiza la
cuestión.
Ley N° 459
29.497

2. Repaso de la noción de jurisdicción


2.1. Conceptos generales
Para poder aprehender en su real dimensión los
términos del debate, creemos necesario introducir
-brevemente- algunas recordaciones respecto del concepto
de "jurisdicción", con la advertencia de que habremos de
circunscribirnos, por obvias razones de tiempo y espacio, a
la jurisdicción civil. Aclaramos también que nos referiremos
a la jurisdicción concebida en su faz objetiva, como la
atribución del ejercicio de la función de juzgar, o la facultad
de actuar de los órganos encargados de administrar justicia
La jurisdicción, en sentido estricto, consiste en el
ejercicio de una función, cuyo objetivo es solucionar
pacíficamente los conflictos sometidos a la decisión de un
órgano que tenga competencia para resolverlos. Ese órgano
sigue un procedimiento que culmina con la emisión de la
sentencia que pone fin al diferendo, determinando el derecho
que corresponde a cada una de las partes conforme las
pretensiones articuladas en el juicio.
Una de las primeras cuestiones que surge de ello es que
la potestad jurisdiccional se encuentra acotada por los
hechos invocados y la sustancia pedida. Debe limitarse a
resolver estrictamente los aspectos del litigio que las partes
le sometieron, surgiendo el thema decidendum de las
peticiones que se formulan y de los hechos controvertidos.
En ese sentido, los principios del Derecho Procesal recogen
dos máximas romanas que dan cuenta de la necesidad de un
interés particular" nemo iude sine actore y nemo procedat
iudex ex officio.
Es decir que en el origen del ejercicio de la
jurisdicción civil hallamos un particular que -como titular
460 Ley N° 29.497

de un interés amparado y tutelado por el ordenamiento jurídico-


provoca la actuación de un órgano imparcial a fin de que le
brinde efectiva protección ante la violación de ese interés. La
jurisdicción tiene por objeto, pues, la actuación de la norma en el
caso concreto. Ante la inobservancia voluntaria por parte de
quien ha afectado con su conducta los intereses legítimos de otro,
se torna necesaria la colaboración de un tercero imparcial que
imponga la conducta a seguir, restableciendo el equilibrio inicial.
Por cierto que además del particular afectado, el Estado
tiene también un interés en asegurar la actuación de la ley para
mantener el orden jurídico que él mismo ha creado. Incumbe al
Estado garantizar a los ciudadanos un ámbito de razonable
seguridad y estabilidad en los derechos particulares, y para eso,
uno de los instrumentos de que se vale son las normas.
Pero si una vez dictadas se desentendiera de su aplicación
concreta, no habrá cumplido cabalmente su objetivo. Es
necesario que instaure métodos pacíficos para la asignación
particular de los derechos contenidos en las normas, evitando que
la fuerza o la violencia se conviertan en el sistema normal para la
resolución de controversias. Por eso las normas deben ser
preservadas como presupuesto básico de la necesidad de asegurar
la convivencia de la sociedad. La diferente postura que se asuma
frente al tema de la naturaleza jurídica del arbitraje dependerá de
interpretar si ese interés del Estado acarrea la necesidad de que
intervengan sus propios órganos, o si se satisface con la
resolución de los conflictos por métodos pacíficos, no siendo
necesaria su participación directa.
Ley N° 29.497

461

Aun quienes participan de la tesis de que la jurisdicción no


puede ser ejercida sino por el Estado, admiten que ese ejercicio
se halla, no obstante, condicionado a que uno de los interesados
lo requiera.
2.2. Los órganos de la jurisdicción
El Poder, en tanto constituye una noción inherente al
Estado, una de sus características distintivas, no puede ser
parcelado o subdividido. El Poder es uno solo, que por razones
funcionales es encarnado por distintos órganos. Quiere decir que
el Estado se vale para su ejercicio de diferentes órganos, a través
de los cuales manifiesta su voluntad y patentiza su actuación.
Debe tenerse presente que no siempre se encuentran
perfectamente delimitadas las funciones asignadas a cada uno de
los órganos, siendo éste uno de los temas que más ha preocupado
a la ciencia política. De ello se sigue que no existe una identidad
absoluta entre la función y el órgano que la ejerce.
En la materia que nos atañe para este trabajo, el Estado,
como es obvio, ejerce la función jurisdiccional a través del Poder
Judicial en su acepción amplia, comprensiva de los tribunales
federales y provinciales. La Constitución Nacional organiza la
Justicia Nacional (arts. 94 a 103), e impone a las provincias la
necesidad de que organicen la propia (arts. 5 y 106).
Establece asimismo que en ningún caso el Presidente de la
Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el
conocimiento de causas pendientes, o restablecer las fenecidas
(art. 95). Si bien esta disposición puede entenderse como una
prohibición de que el Poder Ejecutivo detente facultades
jurisdiccionales, se ha interpretado que el poder administrador
ejerce una
462 Ley N° 29.497
cierta jurisdicción -entendida en un sentido amplio- a través del
denominado "contencioso-administrativo", como un complemento
natural de la función de administrar que le corresponde. No
obstante, subsisten dudas entre quienes se han ocupado del tema,
respecto de calificar como de estricta naturaleza jurisdiccional a
esta actividad.
Los tribunales judiciales son así el órgano público natural
-independizado de los otros Poderes del Estado-que brinda a la
sociedad el servicio jurisdiccional. Queda por definir aún si ese
servicio es de aquellos que corresponde al Estado en forma
exclusiva, o si puede ser encarnado por personas que no
pertenezcan orgánicamente a él, pues de allí parten esencialmente
las diferentes teorías que tratan de explicar la naturaleza jurídica
del arbitraje.

3. La tesis contractualista
Las teorías que tratan de explicar la naturaleza del arbitraje
desde una óptica contractualista ponen el acento en el carácter
privado del instituto, tanto en lo que se refiere a su origen cuanto
respecto de la calidad de los arbitros. Se señala que éstos no son
jueces, sino particulares que no revisten, por lo tanto, la calidad de
funcionarios públicos, y que no administran justicia en nombre
del Estado, sino por voluntad de las partes.
Su existencia y su actividad se justifican por cuanto, siendo
las cuestiones que se someten a arbitraje originadas en derechos
disponibles para las partes, el Estado no puede privarlos de la
facultad de escoger el método para resolverlas. Pero la efectividad
de la decisión arbitral proviene del compromiso que ambas partes
asumieron
Ley N° 29.497

463

de acatarla, no teniendo por ello las características propias


de una sentencia judicial.
Los arbitros obtienen sus facultades de la voluntad de
las partes, y no de la ley, ya que siendo la función
jurisdiccional una de las formas en que se exterioriza la
soberanía del Estado, y siendo esa soberanía un atributo
indelegable, el legislador no podría concederle esa función
a un particular. Si la facultad de juzgar es exclusiva del
Estado, no podrá existir una delegación de ella en favor de
un particular que no tiene las características propias de un
funcionario público.
En el cumplimiento de una sentencia judicial, tiene
tanto interés el particular favorecido por ella como el
Estado mismo, por cuanto emana de uno de los órganos que
éste tiene establecidos para llevar la función pacificadora de
restablecer el orden jurídico vulnerado por la conducta
antijurídica. Es por esa razón que las normas le otorgan la
posibilidad de obtener su ejecución forzada, como forma de
hacer efectiva esa reparación. Mientras que el laudo arbitral
obliga a las partes en la misma forma que lo haría un
contrato, gozando de la protección jurídica inherente a estos
últimos.
El vínculo que se crea entre el arbitro y las partes es
eminentemente contractual, posible en virtud de la zona de
autonomía de la voluntad de que gozan los particulares, y
por ello limitada solamente a cuestiones en las que no esté
interesado el orden público.
Esta tesis encuentra un importante argumento en la
falta de imperium del arbitro. La imposibilidad de ejercer
coerción en los particulares para obtener el cumplimiento
forzado de una determinada conducta, robustece la
concepción de que el arbitro no ejerce una
464 Ley N° 29.497

verdadera jurisdicción, por cuanto ésta lleva implícita la fuerza


coercitiva emanada del poder del Estado.
Si se parte de la concepción según la cual la noción de
jurisdicción comprende la doble función de juzgar e imponer
conductas -la cognición y la ejecución-, al faltar a los arbitros la
segunda de éstas resulta coherente deducir de ello que su función
nunca podrá revestir naturaleza jurisdiccional por carecer de uno
de los elementos constitutivos.
Se ha sostenido que el arbitro es un agente de las partes, a
quien éstas autorizaron a emitir un pronunciamiento que
solucione la disputa pendiente. Se ha querido, inclusive, asimilar
su actuación a la de un mandatario.
Sobre la base de los argumentos que sintéticamente hemos
expuesto, quienes se enrolan en esta teoría concluyen en negar al
arbitraje naturaleza jurisdiccional.

4. La tesis jurisdiccional
Quienes propician la tesis opuesta -que los arbitros ejercen
una verdadera función jurisdiccional- se apoyan en el carácter
público de la administración de justicia, en tanto es uno de los
servicios que el Estado mismo debe garantizar. Si el propio
Estado, a través de sus leyes, reconoce la posibilidad de los
particulares de ejercer tales funciones mediante el mecanismo del
arbitraje, la naturaleza de la actividad de los arbitros no puede ser
otra que la de la función que están llamados a desempeñar.
Los arbitros son jueces, pero no solamente porque las partes
los hayan nombrado como tales, sino porque el Estado ha
consentido en asignarles ese carácter. No es
Ley N° 29.49
7 465

sólo la voluntad de las partes la que atribuye jurisdicción a


los arbitros; es también el Estado, como titular de esa
jurisdicción, quien lo posibilita a través del 'ordenamiento
jurídico, bajo ciertas condiciones. El acuerdo arbitral opera
así como el elemento a través del cual se actúa la disposición
legal que permite en forma general desplazar esa potestad,
asignándola en forma especifica a determinadas personas.
La cuestión en la que se basa la tesis contractualista
pasa fundamentalmente por pretender que los órganos del
Estado son los únicos que pueden ejercer la jurisdicción. Pero
olvidan que lo que califica a los jueces del Poder Judicial
como órganos estatales no es solamente el ejercicio de la
jurisdicción, sino su pertenencia estructural a uno de los
Poderes del Estado. Por esa razón, no existiría impedimento
alguno para que esas mismas funciones hayan sido delegadas
por él -Estado a favor de particulares, como cuando permite
-y hasta fomenta- el uso del arbitraje.
Sin dejar de reconocer que el origen próximo de las
facultades concedidas a los arbitros es el consentimiento de
las partes apoyado por el principio de la autonomía de la
voluntad, en un sentido lato, tienen verdaderas potestades
jurisdiccionales, similares a las de un juez estatal. Sus laudos
están revestidos de la misma e idéntica fuerza que las
sentencias de los magistrados del Poder Judicial. Hacen cosa
juzgada respecto de las cuestiones resueltas por los arbitros, y
se les concede el carácter de título ejecutorio. La vía judicial
para procurar su cumplimiento forzado es la correspondiente
a la ejecución de sentencias judiciales.
Para desestimar la asimilación jurídica entre el arbitraje
y el mandato, basta con señalar que los arbitros,
466 Ley N° 29.497
lejos de ser los mandatarios de las partes, son sus verdaderos
jueces. No representan a los litigantes ni responden a ellos i
representan al valor justicia, objetivo al que prioritariamente
deben responder. La mejor prueba de esto es que cuando se
cataloga al arbitraje como "mandato" generalmente se añade la
calificación de mandato sui generis con el claro significado de
que carece de algunos de sus elementos tipificantes.

5. Nuestra opinión
5.1. La jurisdicción que ejercen los arbitros
Personalmente participamos -con alguna salvedad-de la
posición expuesta en último término- los arbitros ejercen
jurisdicción y por lo tanto de allí se deriva el status jurídico de su
función. Ello sin desconocer que su origen es generalmente
contractual. Sería así una función jurisdiccional cuya raíz gen
ética es contractual; o dicho de otro modo, tendría una raíz
contractual y un desarrollo jurisdiccional. Se trata, en suma, de
una jurisdicción instituida por medio de un negocio particular.
En defensa de esta postura, debe mencionarse en primer
término la existencia -como se ha visto- de arbitrajes "forzosos",
legalmente impuestos, en los que ni siquiera podrá hablarse de
origen convencional. La tesis contractualista deberá admitir que
los casos de arbitraje legal forzoso constituyen una excepción a la
regla general, porque en ellos no encontraremos un acuerdo de
voluntades entre las partes, sino un acto propio del imperio del
legislador, que determina la exclusión de los órganos
jurisdiccionales del Estado para resolver ciertas contiendas
de intereses,
Ley N° 29.497

467

sometiéndolas a juicio de arbitros.

5.2. Diferencias con la jurisdicción judicial


A pesar de haber asumido como cuestión de principio que
los arbitros ejercen una función eminentemente jurisdiccional
asimilable a los jueces, es necesario, sin embargo, formular
algunas precisiones que permitan visualizar las diferencias que
existen entre ambas. Partiendo de que el origen inmediato de la
jurisdicción arbitral es el acuerdo entre las partes, no pueden
obviarse las consecuencias que se derivan lógicamente de ese
hecho. Por cierto que nos referiremos exclusivamente al arbitraje
voluntario, desde que en el forzoso, su origen está dado por la ley
que impone la vía arbitral para la resolución de ciertos conflictos.
Los jueces estatales obtienen sus atribuciones del conjunto
de nomas jurídicas de las que se vale el Estado para organizar sus
diferentes funciones. Hemos visto cómo la Constitución Nacional
procura la satisfacción del servicio de justicia, garantizándolo
como una de las funciones esenciales a través de distintos
postulados y principios generales, disponiendo para ello la
organización de un Poder independiente que es el encargado
natural de cumplirla.
La legitimación les viene dada por las leyes dictadas en
consecuencia de la Constitución, y en tanto se verifiquen los
requisitos que la norma fundamental impone, como medio
instrumental para alcanzar el objetivo fundacional de la
pacificación. Si bien en forma mediata es la ley que permite la
delegación de la función de juzgar en particulares, ■ en el caso
de los arbitros, la fuente inmediata de su jurisdicción es un
acuerdo celebrado entre las partes, quienes en la zona de
468 Ley N° 29.497
autonomía de sus voluntades, los invisten de facultades
suficientes para resolver ciertos litigios. Y allí advertimos otra
diferencia importante- la jurisdicción de los jueces del Estado es
permanente, no teniendo más limitaciones que las que imponen
las normas que atribuyen su competencia funcional y territorial.
Inclusive gozan de la garantía constitucional de la inamovilidad
en sus cargos, de manera que una vez designados como tales,
sólo pueden ser removidos por las causales y en la forma que la
misma Constitución determina.
Los arbitros, por el contrario, adquieren una jurisdicción
limitada, no sólo en la materia, sino también en el tiempo. En el
primer aspecto, sus facultades alcanzan exclusivamente a
aquellos asuntos para los cuales fueron nombrados, y en el
segundo aspecto, se les concede un plazo para laudar, cuyo
vencimiento trae aparejado la extinción de la jurisdicción.
Sus atribuciones comienzan en el momento de la
aceptación del cargo y finalizan con el dictado del laudo o con el
vencimiento del plazo, circunstancias que al agotar el cometido
que las partes le encomendaran o al excederse en el término
concedido, producen la extinción de su jurisdicción.
Otro aspecto en el que se distinguen de manera sustancial
es también el referido a la forma de ejercer la jurisdicción- ante
el juez las partes se encuentran constreñidas a la mera invocación
del derecho; el magistrado aplica, para la resolución del caso, las
normas que entienda pertinentes. Al arbitro, las partes pueden
imponerle las normas sobre las que ha de apoyar la decisión, y en
tal caso no puede apartarse de ellas.
Es decir que, a pesar de que los arbitros ejercen
Ley N° 469
29.497

jurisdicción, existen diferencias con la jurisdicción propia de


los jueces; amén de las que hemos señalado en capítulos
precedentes respecto de las distinciones en la manera de
llevar el procedimiento y en el espíritu que rige la totalidad
del trámite.

5.3. £1 ámbito para el estudio del arbitraje


La conclusión a la que hemos arribado no se ve
obstaculizada, como se ha demostrado, por el innegable
origen consensual que habitualmente tiene el arbitraje, ya que
dentro de la libertad creadora que campea el ámbito
contractualista, se permite inclusive generar,
convencionalmente, un sistema de resolución de litigios en el
que se otorga a los juzgadores naturaleza jurisdiccional. El
arbitraje aparece así como resultante de un contrato; pero se
trata de un contrato con algunas características particulares, es
un contrato del que resulta como efecto primordial la
atribución de jurisdicción a un tercero imparcial para que
dirima una controversia.
Por ello, a pesar de haberle atribuido carácter
jurisdiccional, entendemos que el ámbito natural para el
estudio del arbitraje no puede ser exclusivamente el Derecho
Procesal. La concepción procesalista del arbitraje ha sido uno
de los factores que incidió en su falta de difusión, por
presentar un enfoque basado únicamente en el juicio arbitral,
relegando lo referido a la formación del sistema. El trámite, el
procedimiento, es una parte importante del arbitraje, pero no
la única. El arbitraje es mucho más que un procedimiento
especial* compone un verdadero sistema de resolución de
disputas.
Creemos por eso, que el derecho privado puede realizar
importantes aportes al progreso del arbitraje.
470 Ley N° 29.497

El Derecho Civil, por la necesaria correlación que tiene el


nacimiento de la jurisdicción arbitral con la teoría general de los
contratos. Todas las normas y principios referidos a los contratos,
son aplicables al acuerdo que da origen al arbitraje, razón por la
cual es necesario ahondar en ellos para poder aprehender en su
totalidad las cuestiones que surgen del proceso de formación del
sistema arbitral.
El Derecho Comercial debe prestar atención al arbitraje, por
constituir éste uno de los métodos usuales para dirimir los litigios
nacidos del tráfico mercantil. Siendo la materia comercial una de
las fuentes más fecundas de las que se nutre el arbitraje, la rama
del Derecho que se ocupa de brindar un marco de celeridad y
seguridad en las transacciones no puede desentenderse de la
forma en que se resuelven los diferendos que de ellas se derivan.
Y al ser el arbitraje un sistema a través del cual pueden lograrse
eficazmente esos postulados, no cabe duda que su contribución
podrá reportar grandes beneficios a la institución.
También el Derecho Internacional Privado tiene algo que
decir al respecto, por la incidencia que tienen sus postulados en
materia de arbitraje internacional.
En la medida que se siga viendo al arbitraje como un mero
procedimiento, se persistirá en el error de estudiarlo sólo en uno
de sus aspectos. Será necesario cambiar el enfoque, para poder
aprehender sus elementos en forma global, como un todo. Por ser
una institución compleja -nacida de un acuerdo privado, pero con
el fin de ejercer una función esencialmente pública como lo es la
jurisdiccional, no puede fragmentarse en parcelas ni dar
preeminencia a algunos de sus factores en detrimento
Ley N° 471
29.497

de los otros. Sólo podrá alcanzarse el objetivo de conocer en


profundidad el arbitraje, si se lo toma desde una perspectiva
diferente, que abarque su aspecto procesal, pero sin
descuidar su génesis convencional. Por ello no parece
conveniente encasillarlo metodológicamente en el campo
del derecho material o de forma. Aun cuando nuestra
posición parezca poco ortodoxa, pensamos que pertenece al
género de esas materias que deben ser estudiadas desde
diferentes disciplinas sin que pueda predeterminarse cuál de
ellas tendrá mayor preeminencia.

6. Cuestiones generales
6.1. Modos del acuerdo arbitral
Clausula compromisoria y compromiso arbitral
Hemos visto que el arbitraje, sin perjuicio de su
mediato origen en la disposición de la ley que lo permite,
nace a partir de la voluntad de las partes que deciden excluir
la jurisdicción judicial, remitiendo determinadas cuestiones
litigiosas a la decisión de particulares. Ese acuerdo de
voluntades -que genéricamente denominaremos "acuerdo
arbitral" o "pacto de arbitraje" - puede hallarse representado
en un solo acto, o bien dividirse en dos actos sucesivos. En
esta última hipótesis tendremos una "cláusula
compromisoria" y un posterior "compromiso arbitral".
Existen derechos positivos que exigen un
"compromiso" conteniendo una serie de requisitos formales
para habilitar la instancia arbitral, como ser la
determinación concreta de los nombres de -los arbitros y de
las cuestiones que se someten a su resolución, con
expresión de sus circunstancias.

«
472 Ley N° 29.497

Como es obvio, las partes no podrán -hasta que la


contienda se produzca conocer con certeza cuáles serán
puntualmente los aspectos concretos que deberán resolver los
arbitros. La cuestión se centra, pues, en determinar si ello
implica necesariamente que el sometimiento de las mismas a
arbitraje sólo pueda ser convenido frente a un conflicto ya
entablado.
La respuesta negativa se impone. No obstante que tales
datos son necesarios para que el arbitraje comience a funcionar,
nada impide a las partes convenir antes que el conflicto se
produzca que si éste efectivamente se materializara, deberá ser
resuelto por arbitros.
Esa es precisamente la función de la "cláusula
compromisoria": supliendo la imposibilidad de celebrar el
compromiso arbitral hasta que se puedan determinar las
cuestiones litigiosas concretas, los particulares pueden no
obstante establecer una estipulación que le sirva de antecedente.
Todas las cuestiones litigiosas -por entonces hipotéticas-
que surjan como consecuencia de la relación jurídica establecida,
deberán ser sometidas a arbitraje, dejándose para un momento
posterior -si el conflicto efectivamente se produce- la
determinación concreta de los puntos sobre los que deberán
pronunciarse los arbitros. Veremos más adelante, sin embargo,
hasta qué punto se justifica que para su determinación concreta
las partes deban celebrar un nuevo acuerdo. Tenemos así dos
pactos -cláusula compromisoria y compromiso arbitral-, que si
bien son conceptualmente diferentes, apuntan en definitiva a un
mismo objetivo final, cual es la efectiva remisión de las
cuestiones litigiosas a decisión de los arbitros. La cláusula
compromisoria, por la que se
Ley N° 473
29.497

someten a arbitraje -en términos más o menos genéricos-


todas las cuestiones que eventualmente pudieran surgir de
una relación jurídica de base que une a las partes; y el
compromiso arbitral, cronológicamente posterior a aquélla,
cuyo propósito es concretar en forma completa los aspectos
operativos del arbitraje, con referencia a un litigio que ya se
ha presentado.
Esta distinción, no obstante, parte de una práctica
arbitral tradicional, conforme la cual, el pacto de
sometimiento a arbitraje se estructuraba en dos acuerdos
diferentes. Pero esto en modo alguno responde a una
necesidad jurídica: nada impide que ese acuerdo sea
celebrado en un solo acto.
Esto último es lo que marcan los más modernos
ordenamientos de arbitraje. La ley española de 1988 señala
en la Exposición de Motivos que se elimina la distinción
entre el contrato preliminar de arbitraje y el compromiso que
efectuaba la ley de 1953. El convenio arbitral, instrumento
en el que se plasma el derecho de las personas a solucionar
las cuestiones litigios as de su libre disposición que reconoce
el art. 1, puede tener por objeto cuestiones presentes o
futuras. Se trata, con ello, de superar la relativa ineficacia de
la cláusula compromisoria o contrato preliminar de arbitraje,
que solía estipularse antes del nacimiento real dé la
controversia entre las partes.
También la ley modelo de arbitraje de las Naciones
Unidas de 1985 regula el "acuerdo de arbitraje" en forma
genérica, careciendo de relevancia el momento en que el
mismo se concierta.
474 Ley N° 29.497

6.2. Requisitos del acuerdo arbitral


6.2.1. Generalidades
No obstante que en parágrafos subsiguientes analizaremos
con mayor detenimiento cuál es la naturaleza de los acuerdos
arbitrales, podemos anticipar con cierto grado de generalización,
que se trata de un contrato, o al menos una convención, género al
que pertenece el contrato. Como sabemos, el objeto de los
contratos es el de crear derechos u obligaciones personales, que se
traducen en prestaciones a cargo de las partes que pueden
consistir en una conducta exigible al obligado, de dar, hacer o no
hacer. Dejaremos a un lado la cuestión de si los pactos cuyo
objeto no sea crear, sino modificar o extinguir obligaciones,
pueden ser también considerados contratos; o si sólo reservamos
esa denominación para los que tienen el objeto de crearlas.
Pero, con la salvedad de que su objeto no es crear derechos
u obligaciones personales, sino asignar jurisdicción a quienes
intervendrán como arbitros, no encontraremos diferencias de
fondo entre los contratos comunes y el acuerdo arbitral.
Por esa razón, en tanto acuerdo de voluntades o convención
-veremos más adelante si es un contrato definitivo o meramente
preparatorio- el pacto arbitral debe cumplir los requisitos de
existencia y validez establecidos con carácter general para los
contratos. Tiene que partir de un consentimiento que no se
encuentre intrínsecamente viciado, y que haya sido expresado
válidamente; ese consentimiento tiene que ser prestado por
personas que tengan capacidad legal para obligarse; ha de versar
sobre un objeto lícito y posible tanto física corno jurídicamente, y
debe hallarse
Ley N° 475
29.497

revestido de la forma legalmente prescripta. A fin de


facilitar la lectura, haremos un breve recordatorio de los
postulados elementales referidos al nacimiento de los
contratos, analizando sumariamente cómo se aplican esos
principios generales al acuerdo arbitral. Huelga aclarar que
ello de manera alguna pretende agotar el tratamiento del
tema, para cuya profundización remitimos a la bibliografía
existente sobre la materia.
6.2.2. Consentimiento
El consentimiento -concordancia de dos o más
voluntades que se manifiesta por oferta y aceptación-tiene
como presupuesto que la voluntad esté revestida de
componentes internos (discernimiento, intención y libertad)
y externos (su manifestación).
La falta de alguno de los requisitos internos vicia la
voluntad, tomando inválido el acto. Error, dolo, fraude,
violencia, intimidación o simulación ilicita, son los
clásicamente denominados "vicios de la voluntad".
La voluntad, para tener relevancia jurídica, debe salir
de la esfera interna del sujeto emisor, de manera de ser
aprehendida por los demás; debe existir un hecho exterior
por el que se manifieste. De lo contrario, no podrá ser
considerada como tal. No obstante, esa manifestación
puede ser expresa, tácita o inducida por presunción de la
ley. Será expresa cuando se formule por escrito,
verbalmente o por signos inequívocos; tácita cuando resulte
de actos que lo presupongan, por los que pueda conocerse
la existencia de la voluntad. En determinados supuestos, la
propia ley autoriza a tenerla por presumida.
En materia de acuerdo arbitral, la manifestación tácita
de la voluntad de someterse a arbitraje, ha sufrido
476 Ley N° 29.497

una gran limitación por parte de la jurisprudencia. Basados en el


principio de que la jurisdicción arbitral es de excepción, y que la
renuncia a ser juzgados por los órganos estatales debe ser
interpretada con carácter restrictivo, los jueces han denegado la
formación de tribunales arbitrales en aquellos casos en que no
surja expresa e indubitablemente la voluntad de alguna de las
partes de consentir la actuación de los arbitros. La ley modelo de
arbitraje de las Naciones Unidas, por el contrario, admite que el
acuerdo arbitral pueda surgir de un intercambio de escritos de
demanda y contestación en los que la existencia de un acuerdo
sea afirmada por una parte sin ser negada por la otra (art. 7°, inc.
2°).

6.2.3. Capacidad
Es preciso señalar que comprometer una cuestión en arbitros
es un ,hecho de relevancia, que exige estar rodeado de ciertas
garantías. Pero no porque implique un acto de disposición de los
bienes que están en Juego en el litigio, ya que por someterlo a
juicio de arbitros no se están enajenando los derechos litigiosos
sino porque con ello se está disponiendo del derecho de demandar
justicia en los tribunales ordinarios. Además de aquellos que
gozan de una incapacidad general para contratar, específicamente,
no pueden celebrar acuerdos arbitrales los representantes de los
ministerios públicos nacionales, provinciales o municipales, o de
las rentas públicas; los representantes de personas jurídicas si no
tienen autorización, y los menores emancipados. Los albaceas no
pueden comprometer en arbitros respecto de los derechos de la
testamentaría; ni los tutores o curadores respecto de los bienes de
sus pupilos, sin autorización judicial (art. 841).
Ley N° 477
29.497

6.2.4. Objeto (remisión)


Como en todo acto jurídico, el objeto del acuerdo
arbitral debe ser lícito, conforme a la moral y a las buenas
costumbres, posible, que no se oponga a la libertad de las
acciones o de conciencia, y que no esté prohibido.
En especial para el pacto arbitral, debemos anotar que
debe versar sobre una controversia suceptible de transacción,
sobre derechos disponibles

6.2.5. Forma
El principio general que rige en materia de contratos es
el de la libertad de formas : cuando en el Código Civil o en las
leyes especiales no se designe alguna para el acto, las partes
podrán utilizar las formas que juzgaren convenientes.

6.3. Comparación con la transacción


De lo dicho anteriormente sobre la remisión que las
normas hacen a la figura legal de la transacción, surge la
necesidad de esbozar algunas aclaraciones acerca de las
analogías y diferencias que presenta el pacto arbitral con
aquélla. La asimilación que se hace entre ambas, al mandar la
ley que se apliquen a uno las normas estatuidas para la otra,
no debe hacer perder de vista que, aun con similitudes, son
conceptualmente diferentes.
En ambos casos, como es evidente, estamos en
presencia de un acuerdo de voluntades, en los que predomina
una similar finalidad de las partes contratantes- la intención
común de poner fin a una controversia surgida como
consecuencia de una relación jurídica. Es presupuesto en los
dos casos, la existencia de una incertidumbre jurídica basada
en diferentes pretensiones respecto de un determinado
derecho. La
478 Ley N° 29.497

función y la sustancia que le sirve de antecedente -compartidas


por ambos institutos- es, a nuestro modo de ver, una de las
razones por las que las legislaciones tienden a uniformar las
reglas, existiendo casos en los que se considera al acuerdo
arbitral como una variedad de la transacción.
Mediante la transacción las partes extinguen obligaciones
litigiosas o dudosas (art. 832, Cód. Civil), y por ello se trunca el
pleito, se impide que surja; mientras en el acuerdo arbitral el
litigio no se evita, sino que, por el contrario, la existencia de
derechos controvertidos es uno de sus presupuestos, recayendo el
acuerdo de voluntades en que, para resolverlo, se sustituye la
jurisdicción judicial por otra.
En la transacción son los propios interesados quienes -de
común acuerdo- se otorgan recíprocas concesiones sobre los
derechos que cada uno crea tener; el medio utilizado para
finiquitar la disputa es la reciprocidad en el sacrificio. En el
arbitraje no existen concesiones de las partes qué faciliten el
acuerdo, sino la intención común de designar a un tercero
-distinto de un magistrado judicial- a quien se le confia la
determinación de los derechos de cada parte.
Si bien coinciden el presupuesto -un conflicto de intereses
actual o potencial- y la finalidad -resolverlo sin llegar a una
instancia judicial-, es diferente el medio a través del cual se logra
el objetivo. En el arbitraje no son las partes quienes dirimen el
conflicto, sino un tercero designado de común acuerdo; no se
reparten los derechos, sino que se conviene aceptar la asignación
que el arbitro haga de ellos en el laudo.
La diferencia principal radica entonces, en que la
Ley N° 479
29.497

transacción es el fruto de la autocomposición de una


controversia, donde los contratantes proveen la solución por
sí mismos mediante renuncias parciales y recíprocas a sus
derechos. El acuerdo arbitral, en cambio, origina un método
heterocompositivo, en el que la solución es impuesta por un
tercero, que puede atribuir a alguna de las partes la totalidad
de su derecho. En un caso, las partes eliminan el conflicto;
en el otro, lo someten a decisión de una persona neutral que
si bien no integra los cuadros del Poder Judicial del Estado,
ejerce una función de naturaleza jurisdiccional.

7. La cláusula compromisoria
7.1. Concepto. Efectos
La cláusula compromisoria es el convenio por el cual
las partes deciden someter algunos asuntos a arbitraje,
sustrayéndolos al conocimiento de los jueces ordinarios. Las
partes renuncian a que sean decididos por los tribunales de
justicia, asignándoselos a particulares revestidos como
consecuencia de ello de funciones y facultades
jurisdiccionales. Pero las divergencias a las que se refiere
son todavía, al momento de suscribir la cláusula, meramente
eventuales, sin que siquiera se sepa si llegarán a producirse.
Tiene un doble carácter- de convención civil, en su
condición de acuerdo de voluntades; y de pacto procesal, en
tanto su objeto es producir efectos netamente procesales
como la derogación de la jurisdicción estatal y la sumisión a
un tipo particular de resolución de disputas.
La decisión de suscribir dicha cláusula acarrea dos
efectos, uno positivo y uno negativo
480 Ley N° 29.497

Positivo, desde que implica atribuir jurisdicción a los


arbitros, quienes obtienen de ella las facultades necesarias para
intervenir en el litigio! y es por ello que la cláusula
compromisoria determina la medida de las facultades de los
arbitros. Negativo, ya que trae consigo la incompetencia de los
jueces estatales para intervenir en la resolución de aquellos
conflictos que hayan sido sometidos a arbitraje. En suma: la
cláusula compromisoria produce el efecto de sustraer cierta
categoría de litigios de la jurisdicción de los jueces ordinarios,
otorgándosela en su reemplazo a particulares que
-temporalmente- se hallan investidos de similares funciones. Por
imperio de la voluntad de ambas partes se sustituye la
jurisdicción estatal por una privada.
Producido un diferendo respecto de alguno de los asuntos
que se consideren incluidos en la cláusula, ya no existe para las
partes la libertad de optar por accionar en la justicia ordinaria.
Quedan obligados a solucionado por la vía arbitral.
Pero si fuera necesario compelementar las previsiones de la
cláusula, las partes deberán, corno paso previo al inicio de juicio
arbitral, celebrar el compromiso. Este es un deber que surge
como uno de los efectos de la cláusula, que sirve de antecedente
para obligarlas a realizar todos los actos necesarios para poder
acceder efectivamente a la instancia arbitral.
Esa obligatoriedad se traduce en acciones y excepciones
tendientes a hacer efectivo el pacto arbitral. Por un lado, si
alguna de las partes se niega a celebrar el compromiso, la
contraria tiene una acción judicial para compelerlo 'a fin de
determinar las cuestiones concretas sobre las que versará el
arbitraje y todos los elementos
Ley N° 481
29.497

necesarios para que quede habilitada la instancia. Por el


otro, si se inicia la demanda en sede judicial, el accionado
podrá oponer la excepción de incompetencia, debiendo el
juez ineludiblemente declinarla en favor de los arbitros.

7.2. Requisitos
En tanto acuerdo de voluntades -convención en
sentido amplio- la cláusula compromisoria debe contener los
requisitos que hemos señalado para los contratos y en
particular para el "acuerdo arbitral". Por ser una de las
formas que puede revestir ese acuerdo arbitral, le son
aplicables en general los conceptos expuestos; tendrá que
partir de un consentimiento válido, manifestado por personas
con capacidad para obligarse, versando sobre un objeto lícito
y plasmado en la forma prevista por la ley.
Pero la cláusula compromisoria tiene además de ello
-corno requisito intrínseco específico-la necesidad de que
exista entre las partes un vínculo jurídico más amplio, del
cual puedan surgir controversias que son así la materia sobre
la que recaerá el arbitraje. Las cuestiones litigiosas deben
surgir de una relación jurídica de fondo que une a las partes,
que habitualmente será de naturaleza convencional.
Resulta ocioso aclarar que las cuestiones a las que se
refiere la cláusula compromisoria no pueden ser
perfectamente determinadas "con expresión de sus
circunstancias" en virtud de que -al momento en que ella se
suscribe- no existe aún controversia ni conflicto. No
obstante será necesario que, al menos, puedan ser
determinadas con posterioridad en función de originarse en
una relación jurídica cierta. No estarán entonces
determinadas en la cláusula, pero serán susceptibles de
determinación posterior.
482 Ley N° 29.497

Esta determinación -con el carácter de precisión que exige


nuestra legislación procesal- sólo será posible una vez que el
potencial conflicto se actualice, y hará necesario -en principio- un
nuevo acuerdo entre las partes, que es el "compromiso arbitral".
Una cláusula compromisoria concebida en términos tan
ambiguos o genéricos que no permitan limitar su alcance a las que
provengan de alguna relación jurídica determinada, podría ser
cuestionable. Una cláusula por la que las partes sometieran a
arbitraje "cualquier cuestión litigiosa que surja entre ellas"
resultaría controvertible, por implicar una renuncia general e
indiscriminada a la jurisdicción estatal. El sometimiento a arbitros
-por importar la renuncia a los jueces- debe estar referido a
diferencias que puedan surgir de una relación jurídica cierta que
ya exista o que en ese acto se establezca entre las partes.

7.3. Naturaleza jurídica


7.3.1. El debate
Los autores discrepan al momento de precisar la naturaleza
jurídica de la cláusula compromisoria. Algunos poniendo el
acento en el hecho de que para surtir efecto requiere la posterior
celebración del compromiso- le adjudican la naturaleza de una
promesa de comprometer, Y siguen de ello que solamente
revestiría el carácter de un contrato preparatorio, antecontrato, o
precontrato, equivalente a los pactum de contrahendo del Derecho
romano.
Conviene recordar que esta clase de pactos han sido
definidos como aquellas convenciones por las que dos a más
personas se comprometen a realizar en un tiempo
Ley N° 483
29.497

futuro un determinado contrato definitivo, que a ese


momento no quieren o no pueden estipular, y que una de sus
características típicas y esenciales es que su contenido se
expresa en la obligación asumida por las partes de dar
nacimiento a un negocio definitivo. Estos pactos carecen,
por lo tanto, de función autónoma y sólo sirven para
preparar la formación de verdaderos contratos! su objeto no
recae sobre las prestaciones que realmente interesan a las
partes, sino sobre la concreción del contrato en el cual esas
prestaciones se incorporan. La ley española de arbitraje de
1953, por caso, se refiere a la cláusula compromisoria con la
denominación de "contrato preliminar de arbitraje". Esta
expresión, sin embargo, ha desaparecido en la nueva ley (del
5 de diciembre de 1988) que hace una genérica referencia al
"convenio arbitral", que podrá extenderse a la designación
de los arbitros y a la determinación de las reglas de
procedimiento, y si las partes no hubiesen previsto esos
extremos, podrán completarlo en cualquier momento a
través' de acuerdos complementarios (art. 9°).
Otro sector de la doctrina entiende, en cambio, que es
un contrato definitivo, en atención a que parte de sus efectos
propios los produce por si misma. También se la catalogó
como un contrato base en el cual las partes prometen su
actividad, enderezada al descubrimiento necesario para su
conclusión definitiva. Lo que resta luego de la cláusula
compromisoria no es celebrar un nuevo contrato sino
desarrollar el contenido de aquella.

8. El compromiso
arbitral 8.1.
Concepto. Efectos
El compromiso arbitral es -al igual que la cláusula
484 Ley N° 29.497

compromisoria- un acuerdo de voluntades. Ambos son, como se


ha dicho, distintas modalidades que expresan la finalidad de
llevar ciertas cuestiones a arbitraje. A pesar de esta similitud entre
ambas, varía sin embargo su objeto específico, porque a través
del compromiso, las partes luego de verificado el conflicto de
intereses, convienen los aspectos concretos de funcionamiento
del arbitraje. Su misión es complementar la disposición más
genérica contenida en la cláusula compromisoria de remitir a
arbitros las eventuales disputas, al concretarlas en determinados
puntos específicos. Versa, por lo tanto, sobre controversias ya
existentes y no meramente eventuales, como las que eran materia
de la cláusula compromisoria; siendo el acto jurídico a través del
cual las partes definen -entre otras cosas- los puntos litigiosos que
los arbitros habrán de resolver.
La diferencia que anotamos no le quita, sin embargo, su
naturaleza esencial de acto jurídico convencional, por lo que con
relación a sus requisitos generales, son enteramente aplicables los
conceptos que hemos desarrollado respecto del acuerdo arbitral y
de la cláusula compromisoria.
El efecto que produce su celebración es que -al completarse
el acuerdo arbitral- adquiere plena vigencia la exclusión de la
jurisdicción judicial y el sometimiento de las cuestiones a juicio
de arbitros. Hace perfecto el acuerdo de sujeción a la jurisdicción
arbitral, permitiendo que produzca todos sus efectos.
La celebración del compromiso no importa, sin embargo, la
iniciación del juicio arbitral. Este se inicia -como todo juicio- por
la presentación de la demanda, y por lo tanto será necesario estar
a lo que en cada
Ley N° 29.497

485

reglamentación se prevea respecto de los requisitos de la


demanda.

- Planteo del tema


Hemos ya expresado nuestra opinión acerca de la naturaleza
contractual de la cláusula compromisoria, habiendo asimismo
acotado que no puede considerársela aislada de un contrato
principal del que forma parte, desde que requiere la
determinabilidad de las posibles cuestiones litigiosas a través de
su referencia a ese contrato. No obstante esta posición de
principio general, hemos de referenciar la cuestión más específica
que ha sido denominada como la autonomía del acuerdo arbitral.
El tema en análisis, como señalan CHILLÓN MEDINA Y MERINO
MERCHÁN, se plantea en los siguientes términos, Dentro de los
postulados clásicos, de las concepciones tradicionales, la cláusula
compromisoria aparece ligada, en cuanto pacto accesorio, a la
existencia y eficacia de la convención principal; de tal forma, que
la inexistencia o la ineficacia de esta última traerá aparejada la del
acuerdo arbitral. La razón fundamental que apoya esta conclusión
es el principio de la unidad del contrato.
No obstante, el mayor desarrollo que ha alcanzado el
arbitraje fue determinando una evolución en el pensamiento
doctrinario, recogida por la jurisprudencia y las convenciones
internacionales. De resultas de esa evolución, se fue moldeando
una nueva manera de enfocar la cuestión, concluyendo en aceptar
un relativo grado de autonomía del pacto de arbitraje con relación
al contrato base.
La doctrina en general coincide actualmente en que el
acuerdo arbitral goza de cierta autonomía respecto del
486 Ley N° 29.497
contrato principal en el que se inserta, no sufriendo las vicisitudes
propias de aquél, de manera que la eficacia del arbitraje no se
vería afectada por aquellas causales por las cuales pueda
controvertirse la validez del contrato. Se ha dicho así que la
cláusula compromisoria no es una mera cláusula accesoria de
aquél, sino que se comporta como un verdadero contrato dentro de
otro contrato más amplio.
El problema se centra en los siguientes interrogantes-
cuando alguna de las partes controvierta la validez misma del
contrato en su totalidad, ¿subsistirá el efecto atributivo de
competencia a los arbitros? El cuestionamiento de la validez del
contrato, ¿afecta necesariamente la competencia arbitral?;¿arrastra
consigo la invalidez misma del pacto arbitral?.
Esto trae usualmente aparejada otra cuestión, íntimamente
relacionada con aquélla, cual es la de la "competencia de la
competencia"; esto es, la competencia de los arbitros para decidir
acerca de su propia competencia, cuando lo que se discute es
-precisamente-la validez del contrato del que surge la atribución
de jurisdicción arbitral. Ello nos lleva a examinar si los arbitros
tienen facultades para considerar y resolver el cuestionamiento de
una de las partes sobre la misma competencia arbitral.
Si bien ambas cuestiones son ontológicamente diversas,
habitualmente se presentan en forma conjunta, en aquellos casos
en que la incompetencia del tribunal arbitral está sustentada en la
invalidez de la cláusula compromisoria, producto de la invalidez
del contrato en el que se halla incorporada.
En los párrafos subsiguientes intentaremos brindar

**
Ley N° 487
29.497
un panorama de cuál ha sido el tratamiento que ha merecido
la cuestión en nuestro derecho positivo interno, el modo en
que ha sido interpretado a través de los pronunciamientos de
los tribunales y cómo se ha recogido el principio en los
diferentes ordenamientos del derecho convencional
internacional o del derecho comparado.

- Generalidades
Aspectos a tener en cuenta al pactar el arbitraje
Se ha dicho ya que el arbitro -la persona escogida para
resolver la contienda- es la parte esencial del arbitraje
mismo. Todo el sistema gira en torno de él, desde que en su
integridad moral y buen criterio descansa la confiabilidad y
la eficacia del arbitraje como método de resolución de
conflictos.
Cuando las partes -antes de producida la divergencia
entre ellas, al momento de establecer la relación jurídica-
toman la decisión de someter las eventuales cuestiones a
juicio de arbitros, habrán hecho normalmente una evaluación
previa no sólo de las consecuencias generales de desplazar la
competencia judicial hacia el arbitraje, sino también de las
específicas del tipo de arbitraje al que habrán de someterse.
La elección de las personas- en las que finalmente re caerá la
responsabilidad de establecer la razón que a cada parte cabe
en el diferendo, generalmente es diferida para un momento
posterior.
En la mayoría de los casos, las partes definen -ex ante-
a qué sistema arbitral remitirán sus disputas, delimitando si
se trata de un arbitraje institucional o ad hoc. En el primer
supuesto, generalmente ya se conviene cuál será la
institución que administrará el pleito, y se remitirán a las
reglas que éste tenga establecidas. Cuando
488 Ley N° 29.497
el arbitraje elegido es ad hoc, deberán determinar al menos si
actuarán conforme a derecho o como amigables componedores,
cuántos arbitros intervendrán, y la forma de designar el arbitro
tercero.
Queda para un momento posterior la elección de las
personas que actuarán como arbitros- en el institucional,
generalmente limitada a alguno de los que figure en la lista
proporcionada por la entidad; en el ad hoc con mayor libertad, en
la medida que no existan restricciones convencionalmente
estipuladas. Pero en uno o en otro caso, la selección de los
arbitros es quizás el acto más relevante que toca a las partes
decidir, porque se juega en él la suerte del arbitraje. Por más que
intervenga una institución, el éxito o el fracaso del arbitraje
dependerá en gran medida de la capacidad de los arbitros para
resolver la disputa con equidad y solvencia.
Sin desdeñar otros aspectos igualmente relevantes y
delicados, como la redacción del acuerdo arbitral, la
determinación del procedimiento por el que tramitará la
contienda, o en el arbitraje internacional la elección del derecho
de fondo aplicable, creemos que el factor decisivo sigue siendo el
arbitro.
Por cierto que una buena elección de los aspectos
mencionados reviste particular importancia. Pero aun cuando se
lo dote de buenas reglas procedimentales, un mal arbitro
probablemente no pueda llevar con éxito el caso; mientras que
una persona con idoneidad y experiencia podrá, con su criterio
personal, suplir las deficiencias de las reglas.
En los casos en que las partes se remiten a las disposiciones
de una institución arbitral, la mayoría de esos factores de riesgo
se verán minimizados- existen
Ley N° 489
29.497

modelos de cláusula compromisoria y normas de


procedimiento elaboradas por expertos en base a la
experiencia de una actividad constante en la materia, y por
ello suficientemente probados.
Pero es en la selección de los arbitros donde el arbitraje
institucional presta la colaboración más importante. Al contar
con una lista, las partes tienen un marco de referencia desde el
que nombrar a los arbitros, evitando la dificultad que puede
generarse a partir del desconocimiento de las partes acerca de
una persona idónea para asumir tal función.

Reglas básicas del ejercicio de la función de arbitrar


Los arbitros, en tanto ejercen una verdadera jurisdicción
con la misma fuerza que los jueces ordinarios, deben reunir
similares cualidades en orden a la imparcialidad e
independencia de criterio frente a las partes. Los principios
sobre los que deben actuar no surgen muchas veces de
preceptos escritos, sino más bien constituyen un conjunto de
reglas implícitas o sobreentendidas.
Algunas instituciones arbitrales han elaborado, sobre la
base de la experiencia, algunos standards aceptables de
conducta moral para los arbitros, como una especie de guía
para el mejor cumplimiento de sus obligaciones, con la
pretensión de abarcar aquellos aspectos del comportamiento
de los arbitros que no es reglada por el acuerdo entre las
partes o las disposiciones legales. Su objetivo es, finalmente,
apuntalar la confiabilidad y eficacia del sistema arbitral,
garantizando ciertos principios elementales, inherentes a toda
actividad jurisdiccional.
490 Ley N° 29.497

Haremos mención de algunas de esas reglas básicas-


a) Las personas a quienes se propone ser arbitro aceptarán la
designación sólo si ellos consideran que pueden conducir el
arbitraje con celeridad y justicia.
b) Antes de aceptar una designación como arbitro, deberán
verificar si existe alguna relación de la que pueda surgir un interés
directo o indirecto en el resultado del pleito, o alguna circunstancia
que pueda poner en duda su imparcialidad, y en su caso, hacerla
conocer a las partes.
c) Mientras están actuando como arbitros, deberán evitar
cualquier situación que pueda afectar su objetividad, que haga
dudar de su neutralidad, o que sea susceptible de crear la
apariencia de parcialidad o predilección hacia alguna de las partes.
No es necesario que el hecho haya generado efectivamente esa
parcialidad. Basta, con que sea potencialmente capaz de
producirla, o que el arbitro crea que las partes pueden haber
dudado de ella.

Generalidades. Naturaleza
El laudo es la decisión emanada de los arbitros que pone fin
al litigio, resolviendo definitivamente el diferendo que las partes
les habían sometido. Constituye la expresión más acabada de la
jurisdicción que ejercen los arbitros, al imponer a las partes una
solución para las diferencias que los separaban, y es el acto que
finalmente tuvieron en mira las partes al pactar el arbitraje como
medio de resolución de sus conflictos.
El dictado del laudo es, así, la forma en que los arbitros dan
cumplimiento a su cometido principal. El
Ley N° 491
29.497

procedimiento seguido y las resoluciones intermedias que


van impulsándolo, no son sino actos a través de los cuales se
va preparando el acto decisorio, objetivo final del arbitraje.
Cuando se conviene someter ciertas disputas a arbitraje, lo
que se pretende es que los arbitros las resuelvan
definitivamente, resultando lo demás sólo el camino que
lógicamente debe recorrerse para arribar a esa decisión.
El laudo es -desde otro ángulo- también el acto con el
que concluye la intervención de los arbitros. Su emisión
implica dejar agotado su cometido y su jurisdicción, lo que
determina otra diferencia importante entre las atribuciones
de arbitros y jueces.
Los jueces estatales están revestidos de una jurisdicción
que por provenir de la organización misma del Estado, tiene
carácter permanente y genérica -si bien acotada por las
limitaciones derivadas de su competencia territorial y
funcional- y no se agota con el dictado de la sentencia
definitiva. El juez conserva su potestad para ejecutarla, y aun
para ejercer facultades ordenatorias y correctivas, con el
límite que impone, por razones de seguridad jurídica, el
principio de la cosa juzgada.
Los arbitros, por el contrario, tienen una jurisdicción
nacida de fuente convencional y, por lo tanto, limitada al
caso. Son las mismas partes -en virtud de que el Estado lo
admite con carácter general quienes crean la instancia y
otorgan a los arbitros el carácter de jueces y al hacerlo,
tienen un objetivo primordial- encomendarles la resolución
de un caso concreto. Se deriva de ello que una vez producido
el resultado previsto, desaparecen sus facultades.
492 Ley N° 29.497

Con las aclaraciones precedentes, el laudo es el equivalente


a la sentencia judicial, considerándose una auténtica resolución
que los arbitros expiden como consecuencia del ejercicio de la
autoridad o poder de juzgar que las partes le dieron. Esta
asimilación es la resultante de atribuir naturaleza jurisdiccional al
arbitraje.
Desde otra concepción del arbitraje -aquella que le reconoce
una naturaleza puramente convencional- se ha conceptualizado el
laudo como un acto convencional, un acuerdo de voluntades que
las partes concluyen por medio de los arbitros. Expresan de esta
forma la teoría según la cual la resolución del litigio es el
resultado de un verdadero acuerdo entre los litigantes, logrado
mediante la actuación de los arbitros, de manera que éstos no
serían sino el instrumento a través del cual aquéllos convienen la
solución.
Nos parece que esta postura desconoce la elemental
distinción entre los métodos autocompositivos de litigios y los
hetero-compositivos. En los primeros, las partes proveen por sí la
solución del caso.
Aun cuando supongan la ayuda externa de un tercero ajeno a
ellas que colabora en la búsqueda o en la implementación de
fórmulas transaccionales, la fuente inmediata de resolución del
diferendo es directamente su eliminación- a partir del momento en
que las partes se ponen de acuerdo, deja de haber materia litigiosa
por haber dejado de existir el diferendo. Si asumimos que éste se
produce por tener ambas partes pretensiones contradictorias
respecto de un mismo derecho, al coincidir sus voluntades en las
recíprocas pretensiones, el diferendo desaparece.
Ley N° 493
29.497

En los métodos heterocompositivos -de los cuales el


arbitraje es una especie- no son las partes quienes proveen la
solución, sino que ésta les viene impuesta por un tercero. Las
partes no participan en la determinación de los derechos que
a cada quien se atribuyen en el laudo, ni tienen ingerencia en
la forma en que los arbitros resuelven las cuestiones. La
voluntad de aquéllas sólo tiene relevancia en tanto enmarca
el ámbito de resolución de los arbitros, quienes pueden
pronunciarse solamente sobre aquellas cuestiones que les
fueron sometidas. Ya hemos señalado que emitir
pronunciamiento acerca de puntos no comprometidos u
otorgar a alguna de las partes más de lo que peticiona,
constituyen causales que invalidan el laudo.
Pero la voluntad de las partes no tiene relevancia
jurídica más allá de lo mencionado; sólo a esos efectos deben
tenerse en cuenta las pretensiones de las partes. Conviene
recordar que el procedimiento arbitral es un verdadero juicio,
que participa de la misma naturaleza que los tramitados ante
los estrados judiciales: implica un proceso destinado a
conocer y resolver un conflicto; ese proceso se plantea y se
sustancia ante un tercero neutral; el planteo básico consiste
en que las partes tienen pretensiones contradictorias sobre un
mismo derecho; finaliza con el dictado de una sentencia que
pone fin al conflicto; éste no es eliminado, sino resuelto
atribuyendo el derecho controvertible alguna de las partes,
total o parcialmente.

Forma y plazos para su dictado


Nuestros Códigos, en general, no prevén forma alguna
en particular para la emisión del laudo. Ha de
494 Ley N° 29.49?

entenderse no obstante, que deberá ser hecho por escrito, y


contener mínimamente ciertos requisitos de forma que permitan
asegurar su autenticidad. Por lo pronto, deberá consignar lugar y
fecha de emisión, los datos que permitan identificar a las partes
litigantes, una relación de los hechos, la decisión concreta y los
fundamentos que la sostienen -sobre esto último volveremos más
adelante-, el plazo para su cumplimiento, y ser firmada por los
arbitros.
Es recomendable, para mayor claridad de la decisión, que la
exposición de los hechos sea suficientemente explicativa y exacta,
que exprese las alegaciones y hechos invocados por las partes en
sus respectivas presentaciones, que la resolución aparezca como
una derivación razonada de las constancias de la causa y de las
normas vigentes -en el caso de los arbitros de derecho-, que se
haga mérito de todas las circunstancias relevantes, y que exprese
con precisión lo que decide.

La fundamentación
Generalidades
Hemos visto que uno de los requisitos que debe contener el
laudo arbitral es la fundamentación de la decisión, de manera que
ésta pueda ser hilvanada como una lógica derivación de las
motivaciones que determinaron la solución aplicada al litigio. Es
preciso que los arbitros expongan claramente cuáles son las
razones que los impulsaron a dietario, con el objeto de convencer
a las partes de la justicia del laudo.
Al decir de Alvarado Velloso, si bien referido a la actividad
de los jueces pero de entera aplicación al caso de los arbitros, la
fundamentación de sentencia consiste
Ley N° 495
29.497

en la construcción de un razonamiento suficiente para que -de


los hechos que el juez percibe- un hombre sensato pueda
sacar la última conclusión contenida en la parte dispositiva.
Por encima de todas las demás características que
puedan pregonarse respecto de las decisiones jurisdiccionales,
parece que la que mejor contempla la expectativa de los
justiciables es la de hallarse revestida de lógica. La decisión
basada en el derecho positivo, y cuanto más la que se emite
"al leal saber y entender" del juzgador, no puede prescindir de
la elemental correspondencia entre las cuestiones planteadas y
la decisión misma. Debe ser concebida de tal forma que aun el
ciudadano común, aquel que desconoce las disposiciones
jurídicas, pueda comprenderla y compartirla.
OLIVER W. HOLMES -citado por Le Pera- ha dicho que el
lenguaje de las sentencias es, sobre todo, el lenguaje de la
lógica, porque la forma y el método de la lógica satisfacen esa
ansia de certidumbre y de reposo que alberga toda mente
humana. Pero aclara a continuación que generalmente la
certidumbre no es más que una ilusión y el reposo no es el
destino del Hombre. Detrás de la lógica yace un juicio acerca
del valor y del peso relativo de fundamentos legislativos en
conflicto, un juicio que permanece generalmente inarticulado
e inconsciente, pero que no por eso deja de ser raíz y nervio
de todo el proceso.
En nuestro sistema judicial se ha venido verificando una
paulatina degradación del valor de la fundamentación en
materia de sentencias. Se advierte una tendencia creciente a
minimizar este aspecto del decisorio,
t

496 Ley N° 29.497

priorizando la parte dispositiva. Pareciera que en el fondo no


importa tanto el "por qué" de una sentencia, como la decisión
misma.
CHIAPPINI Y PEYRANO han podido decir que vivimos hoy
una época de crisis de fundamentación de las resoluciones
judiciales, resultando preocupante la pobreza en algunas
decisiones que emanan de los estrados judiciales. Rescatan -en
pensamiento que compartimos en plenitud-el valor de la
sustentación sin mezquindad de argumentos, lo que se ha dado en
llamar la fundamentación "a cabalidad".
Pero ese compromiso de cumplimiento voluntario no será
mantenido de manera incondicional. Es necesario que a través
del laudo, los arbitros revaliden la confianza que las partes han
depositado en ellos, debiendo tender al objetivo final de
convencer a las partes de que la solución adoptada es la que
mejor se compadece con las exigencias de equidad. En este
sentido, cobra mayor importancia la contundencia con que los
arbitros puedan expresar los fundamentos en que se apoya la
decisión, al estar dirigidos a convencer a las partes de su justicia
intrínseca. En la medida que ese objetivo se logre -y para ello es
menester que no se ahorren esfuerzos para explicar el laudo- se
incrementará notablemente la cantidad de los que se cumplen
espontáneamente, reduciéndose proporcionalmente los recursos
intentados contra ellos.
Entendemos, así, que la fundamentación de los laudos
constituye uno de los mejores elementos para juzgar la idoneidad
y seriedad de los arbitros. En el fondo, lo que las partes esperan
de éstos es una decisión justa, porque al creerse con derecho
presumen les será favorable! pero si resulta adversa, al menos
pretenderán
Ley N° 29.497 497

recibir una explicación satisfactoria de las razones por las que no


se les atribuyó el derecho que creían tener al litigar.
498 Ley N° 29.497

PROCESO DE EJECUCIÓN DE
RESOLUCIONESJUDICIALES
En el proceso de ejecución de resoluciones judiciales son
títulos de ejecución y no títulos ejecutivos:
1.- las resoluciones judiciales firmes;
2.- los laudos arbitrales firmes; y
3.- los que la ley señale.
Estos títulos de ejecución se ejecutarán a pedido de parte.

1. Condiciones de la ejecución
Los requisitos para que proceda la ejecución son: I o) que
la sentencia haya sido consentida o esté ejecutoriada; 2 o) que si
tiene plazo para su cumplimiento, éste se encuentre vencido;
3o) que se proceda a pedido de parte interesada.
Se dice que la sentencia dictada por el juez de primera
instancia ha quedado consentida, cuando las partes, después de
notificadas, han dejado transcurrir los plazos legales sin
interponer recursos para ante el superior; cuando habiéndose
concedido el recurso interpuesto éste ha sido declarado desierto
por no haberse expresado agravios, quedando en consecuencia
firme la sentencia de primera instancia; o cuando se ha produci-
do la perención de la instancia por haber transcurrido los plazos
legales sin elevarse los autos al superior. En tales casos la
ejecución de la sentencia es procedente porque ha pasado en
autoridad de cosa juzgada. Por el contrario, pendiente el recurso
de apelación, la ejecu-
Ley N° 499
29.497

ción no procede, salvo los casos en que por disposición de


la ley el recurso se concediere al solo efecto devolutivo,
porque entonces puede ejecutarse provisionalmente, la
sentencia en el proceso de alimentos y litisexpensas.
La sentencia queda ejecutoriada, cuando fuese con-
firmada por el tribunal de apelación si la de primera
instancia era condenatoria, o aquél la hubiese revocado si
era absolutoria. En tales casos la sentencia de segunda
instancia se substituye a la del inferior y puede ser
ejecutada, porque contra ella no cabe ningún recurso, salvo
el de casación.
Como consecuencia del principio dispositivo que
inspira nuestras instituciones procesales, el juez no puede
proceder a la ejecución de la sentencia sino a pedido de la
parte interesada. Se trata, en efecto, del ejercicio de una
acción ejecutiva que tiene como fundamento la sentencia, y
que sólo puede ser ejercida por aquel a quien se reconoce
titular del derecho contra el que se declara sujeto pasivo de
éste.

2. Juez competente
Los títulos de ejecución judicial se ejecutan ante el
juez de la demanda.

3. Facultades del juez de la ejecución


Los poderes del juez de la ejecución están delimitados
por los términos de la sentencia, de los que no puede
apartarse en virtud de la cosa juzgada. En ella están
consignados los sujetos activo y pasivo de la ejecución, y la
obligación cuyo cumplimiento se exige.
Pero el juez de la ejecución, por ser un órgano
500 Ley N° 29.497

jurisdiccional, tiene la facultad de interpretar la sentencia, puede


examinar los motivos de ella para fijar el alcance de la parte
dispositiva, y aun para rectificar el error material cuando ello no
se altere la substancia de la decisión.

4. Sentencia que condena al pago de cantidad líquida


4.1. Cuándo hay cantidad liquida
Se entenderá que hay condenación al pago de cantidad
líquida, siempre que de la sentencia misma se infiera el monto
de la liquidación, aun cuando éste no estuviera expresado
numéricamente.
Se entiende que hay cantidad líquida, cuando la sentencia
condena a pagar una suma determinada. Pero, de acuerdo con la
disposición citada, se considera que también hay cantidad
líquida cuando su determinación es posible mediante una
operación numérica en base a las constancias de la sentencia. A
este efecto se preparará la ejecución presentándose por el
interesado una liquidación en la que se incluirán las costas,
comprendidos los honorarios regulados y los intereses, en la
forma establecida en la sentencia.
Agrega el art. 697 del Código Procesal Civil que- "Si la
sentencia condenase a una misma parte al pago de una cantidad
líquida y de otra ilíquida, podrá procederse a hacer efectiva la
primera, sin esperar que se liquide la segunda. Una sentencia
puede condenar al mismo tiempo al pago de una cantidad
líquida y otra ilíquida, o a hacer o a entregar alguna cosa. En
tales supuestos puede ejecutarse la cantidad líquida, formándose
incidente por separado respecto de las demás condenaciones, si
no fuese posible ejecutarlas simultáneamente. Por ejemplo,
Ley N° 501
29.497
si una sentencia condena al pago de una cantidad líquida y
a la entrega de un bien nada impide que se substancie en
los mismos autos.
El derecho de ejecutar condenaciones de importe
líquido en parte e ilíquido en el resto, sólo se refiere a
condenaciones dictadas contra una misma parte; pero no al
caso en que se condene al demandado a una suma líquida o
fácilmente liquidable, y, a la vez, al actor a rendir cuentas a
aquél y de cuyo resultado ha de surgir eventualmente un
crédito en favor de una u otra parte, pues se colocaría al
demandado en una condición de desigualdad al no poder
hacer valer la compensación del crédito que resulte en su
favor una vez aprobada la rendición de cuentas.

5. Sentencia que condena a hacer o no hacer


5.1. Obligaciones de hacer
En caso que la sentencia contuviese condena de hacer
alguna cosa, si el condenado no cumpliese con lo que se le
ordene para la ejecución de la sentencia dentro del plazo
que el juez señale, se hará a su costa, o se le obligará a
resarcir los daños y perjuicios provenientes de la
inejecución, a elección del acreedor. Para hacer efectiva la
indemnización, se aplicarán las reglas establecidas, según
que la sentencia haya fijado o no la importancia de los
perjuicios para el caso de inejecución.
La sentencia debe contener el plazo dentro del cual el
deudor debe ejecutar el hecho, y, en su defecto, el acreedor
puede pedir que el juez lo fije teniendo en cuenta las
circunstancias particulares del caso.
El deudor debe ejecutar el hecho dentro de ese plazo
502 Ley N° 29.497

y de acuerdo con los términos de la sentencia, porque si lo


hiciere de otra manera lo ejecutado se tendrá por no hecho o
podrá destruirse lo que fuese mal hecho.
Si el deudor se abstuviese de ejecutar el hecho, o se tuviese
lo ejecutado por no hecho, el acreedor puede elegir entre pedir
autorización para mandarlo hacer por un tercero a costa del
deudor o exigir a éste el pago de los daños y perjuicios.
La sentencia debe contener apercibimiento expreso de que
se otorgará la escritura por el juez, porque si se condenara a
escriturar bajo apercibimiento de resolverse la obligación en el
pago de daños y perjuicios, no podrán modificarse después los
términos de la sentencia.
5.2. Obligaciones de no hacer
Si la sentencia condenase a no hacer alguna cosa, y el
obligado la quebrantase, el acreedor tendrá opción a pedir que se
reponga las cosas al estado en que se hallaban, si fuese posible,
y a costa del deudor, o que se indemnicen los daños y perjuicios.
De acuerdo con las disposiciones del código civil, si la
obligación fuese de no hacer y la omisión del hecho resultare
imposible sin culpa del deudor, o si éste hubiese sido obligado a
ejecutarlo, la obligación se extingue.
Si el hecho fuese ejecutado por culpa del deudor, el
acreedor tendrá derecho a exigir que se destruya lo que se
hubiese hecho o que se le autorice para destruirlo a costa del
deudor. Si no fuese posible destruir lo que se hubiese hecho, el
acreedor tendrá derecho a pedir los perjuicios e intereses que le
trajere la ejecución del hecho.
Ley N° 29.4
97 503

5.3. Sentencia que condena a dar


Cuando la condena sea de entregar alguna cosa, se
librará el correspondiente mandamiento para desapoderar
de ella al obligado; y caso que esto no pudiese verificarse,
se le obligará a la entrega del precio, previa la evaluación
necesaria, con los daños y perjuicios a que hubiere lugar.
6. Pago del precio y daños y perjuicios
Si el desapoderamiento se hiciese imposible por
cualquier circunstancia, aun con el auxilio de la fuerza
pública, por ejemplo- haberse enajenado el bien litigioso a
un tercero de buena fe, el ejecutante podrá pedir el pago del
precio con los daños y perjuicios.
El precio se determinará por peritos, si no estuviese
fijado en los autos.
7. Títulos judiciales y procesos de ejecución de sentencia
La sentencia determina un proceso de ejecución
regulado por el código procesal civil en forma indepen-
diente. Esta es la primera división de los procesos en su faz
ejecutiva.
8. La sentencia como título ejecutorio
8.1. Concepto de sentencia firme
Para que una sentencia pueda ejecutarse tiene que
encontrarse firme. Para que ello ocurra resulta necesario
que:
I.- La sentencia esté consentida
504 Ley N° 29.497

Contra las decisiones que causan gravamen las partes


tienen medios de impugnación, es decir, recursos. Si, notificada
una sentencia, las partes dejan transcurrir los términos
procesales —sin interponer los recursos— es porque han
consentido el pronunciamiento.
II.- La sentencia esté ejecutoriada
Cuando las partes han interpuesto los recursos, los que han
importado adquisición de competencia por un tribunal ad quo, y
luego el tribunal superior —contra el que no cabe recurso—
dicta resolución conformando o revocando el fallo, se dice que
la sentencia se encuentra ejecutoriada.
8.2. Sentencia no firme
Se ha discutido largamente, en doctrina, la naturaleza
jurídica de la sentencia sujeta a recurso.
— Acto sujeto a condición suspensiva
Se ha entendido que la sentencia pendiente de recurso es
un acto bajo condición suspensiva.
Como todo acto sujeto a una condición de tal tipo, no
produce efectos jurídicos hasta que se cumpla la condición! en
este caso, que la sentencia pase en autoridad de cosa juzgada.
Con acierto se ha dicho que se ha resuelto la cuestión en el
sentido de que la sentencia de primer grado, frente a la de
segundo grado, es un acto jurídico sujeto a condición
suspensiva, cuyos efectos, por tanto, están en suspenso hasta la
verificación de un determinado hecho (falta de interposición de
la apelación).11

11. UGO, ROCCO, Tratado.... cit, 1.1, p. 389.


Ley N° 505
29.497
Se ha criticado esta teoría en razón de que-
a) Hay sentencia cuya ejecución no se suspende, a
pesar de estar pendientes de recurso. Tal lo que sucede en
las ejecuciones bajo fianza y en el proceso especial de
alimentos.
b) El simple acto del magistrado, que importa una
sentencia no ejecutoriada, es más bien un elemento — que
necesita de otros— para la formulación definitiva de la
norma individual.12
9. Acto sujeto a condición resolutoria
Para Mortara, toda sentencia posee su propia y natural
autoridad legítima, puesto que desde el primer momento
tiene todas las cualidades necesarias para vivir establemente
y llegar a ser inrrevocable, si la obra fiscalizadora y
correctora de otro órgano superior no la modifica. En esta
posibilidad estaría la condición resolutoria.13
Esta tesis merece serias objeciones, a saber-
a) El hecho normal de que la sentencia recurrida esté
suspendida en sus efectos importa que no pueda ser
asimilada a una condición resolutoria. Se supedita a un
hecho incierto y futuro la resolución de un derecho
adquirido.
b) No estamos ante un acto jurídico con efectos
inmediatos, en oposición a lo que importa el acto sujeto a
condición resolutoria.

12. JOSÉ CHIOVENDA, Principios de derecho.....cit, t. 2, p. 516.


13. MORTARA, Ob. cit, p. 389.
506 Ley N° 29.497

c) La sentencia sujeta a recurso es un simple ele


mento
CHIOVENDA ha sostenido que la sentencia sujeta a
gravamen es más bien un elemento que con el concurso de otro
elemento (el término) llegará a ser la declaración del derecho!
mediante la sentencia sujeta a tales gravámenes tenemos
simplemente una situación jurídica.14
d) Tesis de Ugo Rocco. Acto perfecto.
Ugo Rocco sostiene que la sentencia sujeta a gravamen es
un acto jurídico perfecto, con propia fuerza obligatoria; pero, en
virtud de la posibilidad de dos grados de jurisdicción, tiene
efectos limitados y parciales mientras sea posible otro acto
distinto de declaración del derecho (sentencia de segundo
grado). La sentencia sujeta a recurso es, por consiguiente, una
sentencia sujeta a revocación.
Ha dicho Calamandrei que los antiguos doctores
enseñaban que la interposición de la appellatio bastaba para
reducir a la nada la sentencia de primer grado y para llevar de
nuevo la causa ad términos litis contestatae. 15
En realidad, la sentencia sujeta a recurso no es un acto
perfecto. Se asemeja más a un acto bajo condición suspensiva,
que a un acto complejo y con efectos plenos.
El hecho de que la sentencia apelada pueda ejecutarse, no
quita que pueda ser modificada. No creemos

14. CHIOVENDA, Op. cit., p. 516.


14. CALAMANDREI, Vicios de la sentencia y medios de gravamen,
en Estudios.... cit, p. 443.
Ley N° 507
29.497
que pueda ser superada la teoría que asimila la sentencia a
un acto sujeto a condición suspensiva.
a) No puede negarse que una sentencia ha sido dictada.
b) No puede ignorarse que, pendiente la apelación, no
tiene efectos jurídicos.
c) La ejecución provisional no modifica estas conclu-
siones.
d) Cumplida la condición —falta de interposición de
los recursos, confirmación—, la sentencia produce sus
efectos jurídicos totales que se retrotraen a la fecha de su
pronunciamiento, y aun más lejos, según lo que disponga el
pronunciamiento.

10. Títulos de ejecución


Los títulos de ejecución se relacionan específica e
históricamente con las "sentencias de condena" y con el
consiguiente proceso de ejecución de las mismas. Las
"sentencias de condena" o "sentencias exigibles" imponen al
vencido el peso de una obligación que le es necesario
cumplir para que quede satisfecho el interés legitimo del
vencedor.
Si no lo hace en forma voluntaria, el segundo puede
recurrir a la justicia para que lo ayude a lograr su pleno
resarcimiento mediante la ejecución plena de la sentencia.
Las sentencias firmas son ejecutivas, así como las
transacciones hechas entre las partes de un litigio, después
que hayan sido debidamente homologadas, las multas
procesales y el cobro de honorarios en concepto de costos.
508 Ley N° 29.497
11. Ámbito
Esta norma se refiere a sentencias judiciales y laudos
arbitrales; por consiguiente, consagra positivamente el laudo
arbitral como título ejecutorio.
Para que haya título ejecutivo es necesario que la sentencia
judicial o el laudo arbitral estén consentidos o ejecutoriados.
Cabe destacar que las sentencias ejecutables son las de condena!
las declarativas y las constitutivas no lo son, porque no
requieren un proceso ulterior de ejecución.
12. Poderes del juez
Los términos de la sentencia son los que establecen los
límites de la ejecución. Como órgano jurisdiccional, el juez está
investido de la facultad de interpretar la sentencia y examinar
sus motivos para fijar el alcance de su parte dispositiva.
13. Sentencias de ejecución bilateral
Son aquellas en que tanto el vencedor como el vencido
deben llevar a cabo actos para que la ejecución queda cumplida.
Por ejemplo, cuando se condena el pago del saldo de precio de
una compraventa, en la ejecución de sentencia se puede disponer
las medidas necesarias para que el vendedor escriture, habida
cuenta de que su acción importa, implícitamente, el ofrecimiento
de cumplir la obligación que le incumbre al demandante.

14. Condena sin plazo de cumplimiento


La sentencia debe fijar un plazo. Si no lo establece,
Ley N° 29.497

509

se presume que aquélla es de cumplimiento inmediato. No es


necesario que se fije un plazo para su exigibilidad, y se la ejecuta
desde que queda consentida o ejecutoriada.

15. Ejecución parcial


Algunas veces se apela sólo respecto de una parte de la
condena, o se recurre parcialmente mediante el recurso
extraordinario. Esta actitud implica que queda firme la parte de la
condena no recurrida. La condena parcialmente firme puede ser
ejecutada; y esa parte de ella constituye un título de ejecución,
representado por un testimonio que expide el secretario, en el
cual debe constar que ha recaído sentencia firma respecto del
rubro que se pretende ejecutar por haber sido consentido.

16. Competencia
La competencia es la atribución legítima a un juez u otra
autoridad para el conocimiento o resolución de un asunto.
Couture la define como medida de jurisdicción asignada a un
órgano de Poder Judicial, a efectos de la determinación genérica
de los asuntos en que es llamado a conocer por razón de la
materia, de la cantidad y del lugar.
Para la ejecución de las resoluciones judiciales firmes, de
los laudos arbitrales firmes y los que la ley señale es competente
el juez de la demanda.

17. Juez que dictó la sentencia


En principio, es el juez competente de la ejecución.
Constituye una consecuencia de su conocimiento en el proceso
cuyo fallo es efectivizado por la ejecución.
510 Ley N° 29.497
18. Juez del principal
Es el juez del proceso que se inició primero con relación a
otros, conexos, iniciados con posterioridad. Para decidir sobre la
competencia no interesa, entonces, la fecha de las respectivas
sentencias, cuyos correspondientes procedimientos de ejecución
son comunes a todas, por su conexidad y recíproca influencia.

19. Ejecución forzada


El transcurso del plazo constituye una condición de la
ejecución, cuando el tiempo se agota sin que el condenado haya
cumplido la prestación a la cual se lo condenó. Este plazo es
judicial. No se lo considera encuadrado entre los plazos
procesales legislados, porque la litis contestatio no produce
novación y, por tanto, el plazo que fija el juez debe ser
computado como si se tratase del correspondiente a una
obligación.

20. Contenido del Mandato de Ejecución


El mandato de ejecución deberá contener-
1.- la exigencia al ejecutado para que cumpla con su
obligación.
2.- el apercibimiento de iniciarse la ejecución forzada,
siempre y cuando el mandato de ejecución contuviera exigencia
patrimonial, de lo contrario, el Juez debe adecuar el
apercibimiento a los fines específicos del cumplimiento de lo
resuelto.

21. Ejecución de suma líquida


En el artículo 716 del Código Procesal Civil se
Ley N° 29.497

511

establece que si el título de ejecución condena al pago de


cantidad líquida o hubiese liquidación aprobada, se procederá
con arreglo a lo establecido sobre medidas cautelares para futura
ejecución forzada. Si ya hubiese bien cautelado, judicial o
extrajudicialmente, se procederá con arreglo a lo dispuesto para
la ejecución forzada.

22. La liquidación. Concepto


Procesalmente la liquidación no es más que el acto por el
cual el tribunal establece el monto aritmético de la condena
contenida en la sentencia, sin perjuicio del reajuste que
corresponda hasta su efectivo cumplimiento.
Entiende que la liquidación determina, de acuerdo a las
pautas de la sentencia, la suma que debe abonar el vencido.
La dos concepciones se complementan porque"
1.- La liquidación determina cualitativa y cuantitativamente
la deuda!
2.- Torna cierto el monto incierto de la sentencia;
3.- Convierte aritméticamente el derecho cierto;
4.- El contenido de la liquidación está limitado por la
sentencia;
5.- Es provisional aunque sea definitiva;
6.- Es procesal, pues la liquidación importa un acto
procesal;
7.- Es del tribunal aunque la practiquen las partes;
8.- La liquidación implica un proyecto de distribución para
asignar o atribuir una suma de dinero al o los
512 Ley N° 29.497

ejecutantes. Podemos establecer un concepto aproxima-tivo, por


el que consideramos que la liquidación es el acto procesal en
virtud del cual y de acuerdo a las pautas de la sentencia se
determina aritméticamente la suma que debe oblar el vencido,
tornando cierto el monto de lo que debe percibir o asignarse al
vencedor y sin perjuicio de eventuales modificaciones.

23. Naturaleza de la liquidación


Una liquidación, aunque sea definitiva, no causa estado.
Siempre se practica "en cuanto ha lugar por derecho", no siendo
inmutable ni teniendo los efectos de la cosa juzgada ni la
preclusión. Los errores aritméticos pueden corregirse en todo
tiempo.
Se ha indicado —en este sentido— que es factible rectificar
una liquidación aprobada antes de verificarse el pago, si se
hubiere incurrido en error al practicarla. La liquidación no tiene
la jerarquía de fallo con autoridad de cosa juzgada, pues no a
toda resolución puede reconocérsele fuerza de inmutabilidad.
Pues como ni el derecho ni la moral permiten
enriquecimientos sin causa, debe rectificarse una liquidación
aprobada "en cuanto hubiere lugar" cuando su monto total por
error de su autor, lo forman partidas inaceptables.
Es así que, a pesar de no haber impugnación a una planilla,
el magistrado puede y debe juzgar la conveniencia de ésta, su
adecuación y ajuste a la sentencia que se ejecuta, y de allí
concluir su decisión.
En contra de esta tesitura, sin mayor fundamento, se ha
indicado que una vez firme y aprobada la liquida-
Ley N° 513
29.497
ción, hay al respecto cosa juzgada, impidiendo la preclusión
procesal volver a lo resuelto definitivamente y, en
consecuencia, resulta extemporánea la objeción sobre la tasa
de intereses cuando es intimado de pago.
Palacio puntualiza, en igual sentido, que la resolución
aprobatoria de la liquidación no adquiere eficacia de cosa
juzgada, razón por la cual es admisible su ulterior
rectificación, aun de oficio, siempre que ello no importe,
desde luego, modificar las bases establecidas en la sentencia
para practicarla.

24. Parte que practica la liquidación


24.1 El ejecutante vencedor
En principio, la liquidación la practica el vencedor. El
ejecutante puede practicar liquidación, para fijar la suma de
la ejecución, no resultando necesario que existan fondos
depositados. Es que, cuando se trata de suma ilíquida, la
liquidación es una acto procesal de importancia y necesario
en el trámite para establecer el monto del embargo
ejecutorio.
24.2. Forma, pautas y modelo de liquidación
Ya sea que la liquidación la practique el ejecutante o el
ejecutado, la misma debe sujetarse a bases que están
señaladas por el título ejecutorio, sea sentencia u homo-
logación.
24.3. Rubros que normalmente aparecen en una
liquidación y sucinta explicación de los mismos
a) El capital
El capital es el monto por el cual prospera la demanda,
que usualmente está expresado en números. La parte
514 Ley N° 29.497
dispositiva de una sentencia dice^ Hacer lugar a la demanda... y
condenar a ...a pagar al primero la suma de nuevos soles... en
concepto de ...
Este capital aparece como determinado (líquido); sin
embargo, en la actualidad sólo refleja un valor nominal al tiempo
de interposición de la demanda o de los hechos que la
determinaron.
b) La depreciación monetaria (el capital actualizado)
Como un fenómeno de la época, que de hecho accidental ha
llegado a ser un hecho notorio, la inflación convive con el
individuo y reduce progresivamente su capital.
Como bien se ha sostenido, la doctrina y la jurisprudencia,
en forma casi unánimee, han considerado el carácter de hecho
notorio que asume la pérdida del poder adquisitivo de la moneda.
Se ha admitido la depreciación en cualquier etapa del
proceso, aun después de la sentencia. Es que corresponde acordar
el reajuste de la indemnización de daños —o de otro crédito—
que resulte de una sentencia, no obstante que el mismo se haya
solicitado en el trámite de ejecución del fallo, pues ello no implica
desconocer los efectos de la cosa juzgada desde que ésta tiende a
amparar más que el texto formal del fallo, la solución real prevista
por el juez, que persigue el resarcimiento integral del crédito
mediando incumplimiento de las obligaciones del deudor.
Si la depreciación se ha solicitado durante el proceso, la
sentencia debe contener dos aspectos importantísimos- a) La
determinación del índice a apli-
Ley N° 515
29.497

car para la corrección, y b) El período que debe cubrir la


indexación.

25. Resoluciones judiciales extranjeras


En el artículo 719 del Código Procesal Civil se dispone
que las resoluciones judiciales extranjeras reconocidas por
tribunales nacionales se ejecutarán siguiendo el
procedimiento establecido para ello en el Código Procesal.

26. Contradicción
Puede formularse contradicción al mandato de eje-
cución dentro de tres días de notificado, sólo si se alega el
cumplimiento de lo ordenado o la extinción de la obligación.
26.1. Escrito de contradicción
Al escrito de contradicción se anexara el documento
que acredite el cumplimiento o extinción alegados. De lo
contrario ésta se declarará inadmisible.
26.2. Trámite de la contradicción
De la contradicción se confiere por tres días y, con
contestación o sin ella, se resolverá mandando seguir
adelante la ejecución o declarando fundada la contradicción.
La resolución que la declara fundada la contradicción. La
resolución que la declara fundada es apelable con efecto
suspensivo.

27. Ejecución de sentencias extranjeras. Concepto


La jurisdicción emana de la soberanía, y como ésta
516 Ley N° 29.497

tiene por límites los del territorio en el cual se ejerce, la sentencia


sólo produce efectos jurídicos dentro de ese territorio; y,
recíprocamente no se admite en él los efectos de la sentencia
pronunciada por un juez extranjero.
Pero dentro de la comunidad jurídica en que viven los
pueblos modernos, no es posible desconocer, que así como las
leyes traspasan las fronteras y los jueces se ven a menudo
precisados a aplicar las de otros países, de no acordarse a la
sentencia efectos extraterritoriales desaparecería la seguridad de
los derechos, pues bastaría para eludirlos substraerse a la
jurisdicción del juez que la pronunció.
Por razones, pues, de seguridad jurídica y de conveniencia
recíproca, casi todos los Estados reconocen validez a las
sentencias pronunciadas en el extranjero y permiten su ejecución
como si hubiesen sido dictadas por sus propios jueces, si bien
difieren en cuanto a los requisitos que exigen para ello.

28. Legislación comparada


El examen de su evolución histórica demuestra que esta
institución se ha formado a través de distintas etapas, de las que
aun existen rastros en el derecho positivo, y que comienza por el
desconocimiento absoluto de la sentencia extranjera y termina
con la admisión plena de su eficacia.
Es así como puede señalarse un primer período de franca
hostilidad, en el que no se permite la ejecución de la sentencia
dictada por el juez de otro país, cualquiera que sea su
naturaleza»* posteriormente, la celebración de
Ley N° 517
29.497

tratados favoreció su reconocimiento, porque con ello no se


vulnera la soberanía, desde que el tratado forma parte de la
legislación nacional; más tarde surgió el principio de la
reciprocidad legislativa, según la cual, la ejecución es
permitida siempre que el país donde la sentencia se hubiese
pronunciado lo autorice en las mismas condiciones! por
último, el llamado estado de comunidad, en el que la
ejecución es admitida con sólo el cumplimiento de requisitos
formales.
En algunos países, las sentencias de los tribunales
extranjeros no tienen ningún valor, y es necesario, en
consecuencia, promover un nuevo proceso de acuerdo con la
legislación nacional. Tal ocurre en Suecia, Noruega y
Portugal, aunque la jurisprudencia tiende a inclinarse en el
sentido de la reciprocidad.

29. Necesidad del exequátur


Casi todas las legislaciones imponen determinados
requisitos para admitir la eficacia de la sentencia extranjera,
lo que se explica desde que no es posible que un Estado
permita la ejecución en su territorio de la sentencia dictada
por un juez de otro Estado sin verificar si se han respetado
las garantías mínimas establecidas por sus propias leyes para
la defensa de los derechos ante la justicia.
Por consiguiente, antes de proceder a la ejecución de la
sentencia, el tribunal debe constatar el cumplimiento de los
requisitos exigidos, y, en caso afirmativo, autorizará la
ejecución, es decir, le concederá el exequátur.
Pero es necesario hacer un distingo, porque el exe-
quátur es indispensable cuando se trata de cumplir una
518 Ley N° 29.497

sentencia como acción (actio iudicati), pero no cuando se la


opone como excepción (cosa juzgada). En el primer caso se
requiere un acto de compulsión contra la parte, en tanto que en el
segundo nada se exige, como no sea el respeto al
pronunciamiento del juez extranjero, a menos que la sentencia no
produzca efecto sin el cumplimiento de un formalidad previa,
como ocurriría tratándose de las cuestiones relativas al estado de
las personas. Tampoco cuando se la agrega al proceso como
medio de prueba de un hecho, pero, en este último caso, es
evidente que el juez goza de entera libertad para apreciar su
eficacia.

Artículo 60°.- Suspensión extraordinaria de la ejecución


Tratándose de la ejecución de intereses o de monto liquidado
en ejecución de sentencia, a solicitud de parte y previo depósito o
carta fianza por el total ordenado, el juez puede suspender la
ejecución en resolución fundamentada.

Artículo 61°.- Multa por contradicción temeraria


Si la contradicción no se sustenta en alguna de las causales
señaladas en la norma procesal civil, se impone ai ejecutado una
multa no menor de media (112) ni mayor de cincuenta (50) Unidades
de Referencia Procesal (URP).
Esta multa es independiente a otras que se pudiesen haber
impuesto en otros momentos procesales.

Artículo 62°.- Incumplimiento injustificado al mandato


de ejecución
Tratándose de las obligaciones de hacer o no hacer si,
habiéndose resuelto seguir adelante con la ejecución, el obligado no
Ley N° 519
29.497

cumple, sin que se haya ordenado la suspensión extraordinaria


de la ejecución, el juez impone multas sucesivas, acumulativas y
crecientes en treinta por ciento (3 0%) hasta que el obligado
cumpla el mandato; y, si persistiera el incumplimiento, procede a
denunciarlo penalmente por el delito de desobediencia o
resistencia a la autoridad.

Artículo 63°.-Cálculo de derechos accesorios


Los derechos accesorios a los que se ejecutan, como
las remuneraciones devengadas y los intereses, se liquidan por
la parte vencedora, la cual puede solicitar el auxilio del
perito contable adscrito al juzgado o recurrir a los programas
informáticos de cálculo de intereses implementados por el
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.
La liquidación presentada es puesta en conocimiento
del obligado por el término de cinco (5) días hábiles si
uientes a su notificación. En caso de que la observación
verse sobre aspectos metodológicos de cálculo, el obligado
debe necesariamente presentar una liquidación alternativa.
Vencido el plazo el juez, con vista a las liquidaciones
que se hubiesen presentado, resuelve acerca del monto
fundamentándolo.
Si hubiese acuerdo parcial, el juez ordena su pago
inmediatamente, reservando la discusión sólo respecto del
diferencial.

CAPÍTULO VI
PROCESOS NO CONTENCIOSOS

Artículo 64°.- Consignación


La consignación de una obligación exigible no requiere
que el deudor efectúe previamente su ofrecimiento de pago, ni
que solicite autorización del juez para hacerlo.
520 Ley N° 29.497

Artículo 65°.- Contradicción


El acreedor puede contradecir el efecto cancelatorio de la
consignación en el plazo de cinco (5) días hábiles de notificado.
Conferido el traslado y absuelto el mismo, el juez resuelve lo que
corresponda o manda reservar el pronunciamiento para que se
decida sobre su efecto cancelatorio en el proceso respectivo.

Artículo 66°.- Retiro de la consignación


El retiro de la consignación se hace a la sola petición del
acreedor, sin trámite alguno, incluso si hubiese formulado
contradicción.
El retiro de la consignación surte los efectos del pago, salvo que
el acreedor hubiese formulado contradicción.

Artículo 67°.- Autorización judicial para ingreso a centro


laboral
En los casos en que las normas de inspección del trabajo exigen
autorización judicial previa para ingresar a un centro de trabaj o, esta
es tramitada por el inspector de trabajo o funcionario que haga sus
veces. Para tal efecto debe presentar, ante el juzgado de paz letrado
de su ámbito territorial de actuación, la respectiva solicitud. Esta
debe resolverse, bajo responsabilidad, en el término de veinticuatro
(24) horas, sin correr traslado.

Artículo 68°.- Entrega de documentos


La mera solicitud de entrega de documentos se sigue como
proceso no contencioso siempre que ésta se tramite como .pretensión
única. Cuando se presente acumuladamente. se siguen las reglas
establecidas para las otras pretensiones.
Ley N° 521
29.497

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS

PRIMERA.- En lo no previsto por esta Ley son de


aplicación supletoria las normas del Código Procesal Civil.
SEGUNDA.- Cuando la presente Ley hace referencia a
los juzgados especializados de trabajo y a las salas laborales,
entiéndese que también se alude a los juzgados y salas mixtos.
TERCERA.- Los procesos iniciados antes de la vigencia
de esta Ley continúan su trámite según las normas procesales
con las cuales se iniciaron.
CUARTA.- Las tercerías de propiedad o de derecho
referente de pago, así como la pretensión de cobro de
honorarios de los abogados, se interponen ante el juez de a
causa principal y se tramitan conforme a las normas del
proceso abreviado laboral.
QUINTA.- La conciliación administrativa es facultativa
para el trabajador y obligatoria para el empleador. Se encuentra
a cargo del Ministerio de Trabaj o y Promoción del Empleo, el cual
proporciona los medios técnicos y profesionales para hacerla
factible.
El Estado, por intermedio de los Ministerios de Justicia y
de Trabajo y Promoción del Empleo, fomenta el uso de
mecanismos alternativos de solución de conflictos. Para tal fin,
implementa lo necesario para la promoción de la conciliación
extrajudicial administrativa y el arbitraje.
SEXTA.- Las controversias jurídicas en materia laboral
pueden ser sometidas a arbitraje, siempre y cuando el convenio
arbitral se inserte a la conclusión de la relación laboral y,
adicionalmente, la remuneración mensual percibida sea, o
haya sido, superior a las setenta (70) Unidades de Referencia
Procesal (URP).
SÉTIMA.- En los procesos laborales el Estado puede
ser condenado al pago de costos.
522 Ley N° 29.497

OCTAVA.- Los expedientes que por cualquier razón reingresen a


los órganos jurisdiccionales tienen preferencia en su tramitación.
NOVENA.- La presente Ley entra en vigencia a los seis (6)
meses de publicada en el Diario Oficial El Peruano, a excepción de
lo dispuesto en las Disposiciones Transitorias, que entran en vigencia
al día siguiente de su publicación.
La aplicación de la presente Ley se hará de forma progresiva
en la oportunidad y en los distritos judiciales que disponga el Consejo
Ejecutivo del Poder Judicial. En los distritos judiciales, en tanto no se
disponga la aplicación de la presente Ley, sigue rigiendo la Ley núm.
26636, Ley Procesal del Trabajo, y sus modificatorias.
DÉCIMA.- Conforme a lo establecido en la cuarta disposición
final y transitoria de la Constitución Política del Perú, los derechos
laborales, individuales o colectivos se interpretan de conformidad
con la Declaración Universal de Derechos Humanos y con los
tratados y acuerdos internacionales sobre la materia ratificados por
el Perú, sin perjuicio de consultar los pronunciamientos de los
órganos de control de la Organización Internacional del Trabajo
(01T) y los criterios o decisiones adoptados por los tribunales
internacionales constituidos según tratados de los que el Perú es
parte.
UNDÉCIMA.- Precísase que hay exoneración del pago de
tasas judiciales para el prestador personal de servicios cuando la
cuantía demandada no supere las setenta (70) Unidades de
Referencia Procesal (URP), así corno cuando las pretensiones son
inapreciables en dinero.
DUODÉCIMA.- Autorízase al Poder Judicial la creación de
un fondo de formación de magistrados y de fortalecimiento de la
justicia laboral. El fondo tendrá por objeto la implementacion de
medidas de formación específicamente dirigidas a los magistrados
laborales, así como el otorgamiento de incentivos que les permitan
desarrollar de manera óptima la función judicial.
Ley N° 523
29.497
DISPOSICIONES TRANSITORIAS

PRIMERA.- El Poder Judicial implementa una red


electrónica que permita la notificación de las resoluciones
mediante correo electrónico y publicación simultánea en la
página web del Poder Judicial. Los interesados solicitan al
Poder Judicial la asignación de un domicilio electrónico, el
cual opera como un buzón electrónico ubicado en el servidor.
El acceso al buzón es mediante el uso de una contraseña
localizada en la página web del Poder Judicial. De igual
modo, implementa un soporte informático para el manejo de
los expedientes electrónicos.
SEGUNDA.- El Ministerio de Trabajo y Promoción
del Empleo, con la colaboración del Poder Judicial y del
Tribunal Constitucional, implementa una base de datos
pública, actualizada permanentemente, que permita a los
jueces y usuarios el acceso a la jurisprudencia y los
precedentes vinculantes y que ofrezca información
estadística sobre los procesos laborales en curso.
TERCERA.- El Ministerio de Trabajo y Promoción
del Empleo, con la colaboración del PoderJudicial,
implementa un sistema informático, de acceso público, que
permita el cálculo de los derechos o beneficios sociales.
CUARTA.- El Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo implementa un sistema de remisión electrónica de
información de las planillas electrónicas. El requerimiento de
información es enviado por el juzgado al correo electrónico
habilitado para tal fin por el Ministerio de Trabajo y
Promoción del Empleo. El funcionario responsable da
respuesta, también por correo electrónico, dentro de los cinco
(5) días hábiles siguientes. Dicha respuesta debe contener la
información solicitada presentada en cuadros tabulados,
agregándose las explicaciones que fuesen necesarias.
QUINTA.- El Poder Judicial dispone la creación e instalación
524 Ley N° 29.497

progresiva de juzgados y salas laborales en los distritos judiciales de


la República que lo requieran, para fortalecer la especialidad laboral
a efectos de brindar un servicio de justicia más eficiente.
SEXTA.- El Poder Judicial dispone el desdoblamiento de las
salas laborales en tribunales unipersonales que resuelvan en segunda
y última instancia las causas cuya cuantía de la sentencia recurrida
no supere las setenta (70) Unidades de Referencia Procesal (URP).
SÉTIMA.- El Poder Judicial aprueba los formatos de demanda
para los casos de obligaciones de dar sumas de dinero cuyo monto
no supere las setenta (70) Unidades de Referencia Procesal (URP).
OCTAVA.- Las acciones necesarias para la aplicación de la
presente norma se ejecutan con cargo a los presupuestos
institucionales aprobados a los pliegos presupuestarios involucrados,
sin demandar recursos adicionales al Tesoro Público.

Entrada en vigencia de la Ley 29.497


La nueva Ley procesal del trabajo estará en vigencia recien
a partir del 15 de Julio de 2010 y no será aplicable
inmediatamente sino que será el Consejo Ejecutivo del Poder
Judicial el que proyectará su aplicación progresiva en los
diversos distritos judiciales.
Las disposiciones transitorias si están en vigencia desde el
16 de enero de 2010.

DISPOSICIONES MODIFICATORIAS

PRIMERA.- Modifícanse los artículos 42°, 51° y la parte


referida a la competencia de los juzgados de paz letrados en materia
laboral del artículo 57° del Texto Único Ordenado de la Ley
Ley N° 525
29.497

Orgánica del Poder Judicial, aprobado por Decreto Supremo


núm. 017-93-JUS, en los siguientes términos:
«Artículo 42°.- Competencia de las salas laborales Las
salas laborales de las cortes superiores tienen competencia,
en primera instancia, en las materias siguientes: a. Proceso
de acción popular en materia laboral.
b. Anulación de laudo arbitral que resuelve un conflicto
jurídico
de naturaleza laboral.
c. Impugnación de laudos arbitrales derivados de una
negociación colectiva.
d. Conflictos de competencia promovidos entré
juzgados de
trabajo y entre éstos y otros juzgados de distinta especialidad
del
mismo distrito judicial.
Conflictos de autoridad entre los juzgados de trabajo y
autoridades administrativas en los casos previstos por la ley.
f. Las demás que señale la ley.
Conocen, en grado de apelación, de lo resuelto por los
juzgados especializados de trabajo.
Artículo 51°.- Competencia de los juzgados
especializados de trabajo
Los juzgados especializados de trabajo conocen de
todas las pretensiones relativas a la protección de derechos
individuales, plurales o colectivas originadas con ocasión de
las prestaciones de 'servicios de carácter personal, de
naturaleza laboral, formativa, cooperativista o administrativa,
sea de derecho público o privado, referidas a aspectos
sustanciales o conexos, incluso previos o posteriores a la
prestación efectiva de los servicios.
Se consideran incluidas en dicha competencia las
pretensiones relacionadas a:
a) El nacimiento, desarrollo y extinción de la prestación
»

526 Ley N° 29.497

personal de servicios; así como a los correspondientes actos jurídicos.


b) La responsabilidad por daño emergente, lucro cesante o
daño moral incurrida por cualquiera de las partes involucradas en la
prestación personal de servicios, o terceros en cuyo favor se presta
o prestó el servicio.
c) Los actos de discriminación en el acceso, ejecución y
extinción de la relación laboral.
d) El cese de los actos de hostilidad del empleador, incluidos los
actos de acoso moral y hostigamiento sexual, conforme a la ley de
la materia.
d)Las enfermedades profesionales y los accidentes de trabajo.
e) La impugnación de los reglamentos internos de trabajo.
e) Los conflictos vinculados a un sindicato y entre sindicatos,
incluida su disolución.
h)El cumplimiento de obligaciones generadas o contraídas con
ocasión de la prestación personal de servicios exigibles a institutos,
fondos, cajas u otros.
1) El cumplimiento de las prestaciones de salud y pensiones de
invalidez, a favor de los asegurados o los beneficiarios exigibles al
empleador, a las entidades prestadoras de salud o a las aseguradoras.
j) El Sistema Privado de Pensiones.
k) La nulidad de cosa juzgada fraudulenta laboral.
1) Las pretensiones originadas en las prestaciones de servicios
de carácter personal, de naturaleza laboral, administrativa o de
seguridad social, de derecho público.
m) Las impugnaciones contra actuaciones de la Autoridad
Administrativa de Trabajo.
n) Los títulos ej ecutivos cuando la cuantía supere las cincuenta
(50) Unidades de Referencia Procesal (URP).
Ley N° 29.497

o) Otros asuntos señalados por ley.


Artículo 57°.- Competencia de los Juzgados de Paz
Letrados
Los Juzgados de Paz Letrados conocen:
(...)
En materia laboral:
a) De las pretensiones atribuidas originalmente a los juzgados
especializados de trabajo, siempre que estén referidas al cumplimiento
de obligaciones de dar no superiores a cincuenta (50) Unidades de
Referencia Procesal (URP).
b) De los títulos ejecutivos cuando la cuantía no supere las
cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP);
c) De las liquidaciones para cobranza de aportes previsionales
del Sistema Privado de Pensiones retenidos por el empleador.
a) De los asuntos no contenciosos, sin importar la cuantía.»
SEGUNDA.- Modifícase el artículo 38° del Texto Único
Ordenado de la Ley del Sistema Privado deAdministración de
Fondos de Pensiones, aprobado por Decreto Supremo núm. 054-97-
EF, en los siguientes términos:
«Artículo 38°.- Proceso de ejecución
La ejecución de los adeudos contenidos en la liquidación para
cobranza se efectúa de acuerdo al Capítulo V del Título 11 de la Ley
Procesal del Trabajo. Para efectos de dicha ejecución, se establecen
las siguientes reglas especiales:
(...)
528 Ley N° 29.497

DISPOSICIONES DEROGATORIAS

PRIMERA.- Quedan derogadas las siguientes disposiciones:


a) La Ley núm. 26636, Ley Procesal del Trabajo, y sus
modificatorias, la Ley núm. 27021, la Ley núm. 27242 y la quinta
disposición final y complementaria de la Ley núm. 27942.
b) La Ley núm. 8683 y el Decreto Ley núm. 14404, sobre pago
de salarios, reintegro de remuneraciones y beneficios sociales a los
apoderados de los trabajadores.
c) La Ley núm. 8930 que otorga autoridad de cosa juzgada y
mérito de ejecución á las resoluciones de los tribunales arbitrales.
d) El Decreto Ley núm. 19334, sobre trámite de las
reclamaciones de los trabajadores que laboran en órganos del
Estado que no sean empresas públicas.
e) El Título III del Texto Único Ordenado del Decreto
Legislativo núm. 728, Ley de Formación y Promoción Laboral,
aprobado por Decreto Supremo núm. 002-97-TR, sobre competencia
en los conflictos entre cooperativas de trabajo y sus socios-
trabajadores.
SEGUNDA.- Déjase sin efecto las siguientes disposiciones:
a) El artículo 8o del Decreto Supremo núm. 002- 98-TR, sobre
competencia en las acciones indemnizatorias por discriminación.
b) El artículo 52° del Decreto Supremo núm. 001- 96-TR que
prohibe la acumulación de la acción indemnizatoria con la de nulidad
de despido.
TERCERA.- Deróganse todas las demás normas legales que
se opongan a la presente Ley.
Comunicase al señor Presidente de la República para su
promulgación.
Ley N° 29.497 529

En Lima, a los treinta días del mes de diciembre de dos mil nueve.
LUIS AL VA CASTRO
Presidente del Congreso de la República
MICHAELURTECHOMEDINA
Segundo Vicepresidente del Congreso de la República

AL SEÑOR PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA


REPÚBLICA
POR TANTO:
Mando se publique y cumpla.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los trece días del mes de
enero del año dos mil diez.
ALAN GARCIAPÉREZ
Presidente Constitucional de la República
JAVffiRVELASQUEZQUESQUÉN
Presidente del Consejo de Ministros
ANEXO
LEGISLATIVO
LEY
P
R
O
C
E
S
A
L
D
E
E
L
P
R
E
S
I
D
E
N
T
E
L
C
O
N
G
R
E
S
O
D
LEY
PROC
ESAL
DEL
TRAB
AJO
TITUL
O
PRELI
MINA
R
A
r
t
í
c
u
l
o
I
.
L
a
s
a
u
d
i
e
n
c
E
l
p
r
o
c
e
s
o
E
l
J
u
e
z
d
i
r
A
r
t
í
c
u
l
o
I
I
*
L
a
n
u
e
v
a
A
r
t
í
c
u
l
o
I
I
SEC
CIÓN
PRIMERA
JURISDICCI
ÓN Y
COMPETEN
CIA
TITULO I
JURISDICCIÓN
A
r
t
í
c
u
l
o
1
°
TITULO II
COMPETENCIA
CAPITULO I
Disposiciones
generales
A
r
t
í
c
u
l
o
2
°
Artíc
ulo
3o.-
COM
PET
ENCI
A
POR
RAZ
ON
DE
P
o
r
r
a
z
ó
n
d
1.
El
centro
de
trabaj
o en el
que se
haya
desarr
ollado
la
2.
El
domic
ilio
princi
pal
del
emple
ador.
Artíc
ulo4°.
-
COM
PET
ENCI
APO
R
RAZ
ÓN
DE
L
a
c
o
m
p
e
t
e
n
1
.
L
a
s
S
a
l
a
a.
Acció
n
popul
ar en
materi
a
labora
l.
b
.
I
m
p
u
g
n
a
c
c
.
A
c
c
i
ó
n
c
d
.
C
o
n
f
l
i
c
t
e
.
C
o
n
f
l
i
c
t
o
f.
Las
quejas
de
derech
o por
deneg
atoria
de
recurs
o de
g.
La
homol
ogació
n de
concil
iacion
es
privad
as.
h. Las
2
.
L
o
s
J
u
z
g
a.
Impug
nación
del
despid
o.
b.
Cese
de
actos
de
hostili
dad
del
emple
ador.
c
.
I
n
c
u
m
p
l
i
d
.
P
a
g
o
d
e
e
.
E
j
e
c
u
c
i
ó
f.
Actua
ción
de
prueba
anticip
ada
sobre
derech
os de
caráct
g
.
I
m
p
u
g
n
a
c
i
h
.
E
n
t
r
e
g
a
,
i.
Confl
ictos
intra
e
inters
indica
les.
j
.
I
n
d
e
m
n
i
z
k.
Mater
ia
relati
va al
siste
ma
priva
do de
pensi
ones.
1
.
L
a
s
d
e
m
á
3
.
L
o
s
J
u
z
g
a
.
P
a
g
o
d
e
b
.
I
m
p
u
g
n
a
c
c
.
R
e
c
o
n
o
c
i
d.
Las
demá
s que
la
Ley
señal
e.
Artíc
ulo
Artíc
ulo
5°.-
COM
PETE
NCI
APO
RRA
ZON
DEF
UNC
c
o
m
p
e
t
e
n
t
e
s
1.
La
Sala
de
Derec
ho
Const
itucio
nal y
Social
de la
a.
Del
recurs
o de
casaci
ón en
mater
ia
labora
l.
b
.
D
e
l
r
e
c
u
c
.
D
e
l
o
s
c
2
L
a
s
S
a
l
a
s
3.
Los
Juzga
dos
especi
alizad
os de
trabaj
o, del
recurs
o de
c
o
n
t
r
a
l
a
s
Artíc
ulo6°.
-
COM
PETE
NCIA
POR
RAZ
OND
ELA
CUA
c
o
m
p
e
t
e
n
c
i
a
1
E
l
v
a
l
o
r
e
2
E
l
v
a
l
o
r
c
CAP
ITULO II
Cuestionamient
o de la
Competencia
Artíc
ulo
7VC
UES
TION
AMI
ENT
ODE
LA
COM
PETE
i
n
c
o
m
p
e
t
e
n
c
S
E
C
CI
Ó
N
S
E
G
U
N
T
I
T
U
L
O
I
CAPITULO I
Comparecencia al
proceso
A
r
t
í
c
u
l
o
8
°
A
r
t
í
c
u
l
o
9
°
A
r
t
í
c
u
l
o
1
0
L
o
s
t
r
a
b
a
j
a
L
o
s
t
r
a
b
a
j
a
L
a
c
o
m
p
a
r
e
c
A
r
t
í
c
u
l
o
1
1
CAPITULO II
Acumulación
A
r
t
í
c
u
l
o
1
2
A
r
t
í
c
u
l
o
1
3
Es
requisi
to de
admisi
bilidad
de la
deman
da que
se
design
e entre
d
e
m
a
n
d
a
n
t
e
s
A
r
t
í
c
u
l
o
1
4
SECCIÓ
N TERCERA
POSTULACIÓ
N DEL
PROCESO
T
I
T
U
L
O
I
C
A
P
I
T
U
L
O
I
D
e
m
a
n
d
a
y
E
A
r
t
í
c
u
l
o
1
5
1.
La
desig
nació
n del
Juez
ante
quien
se
interp
one.
2
E
l
n
o
m
b
r
e
3
.
E
l
n
o
m
b
r
4
L
a
s
i
t
u
a
c
i
5
L
a
d
e
t
e
r
m
i
6
L
a
e
n
u
m
e
r
a
<*
7.
Los
medio
s
probat
orios.
8
L
a
f
i
r
m
a
d
A
r
t
í
c
u
l
o
1
6
1
C
o
p
i
a
l
e
g
i
2
C
o
p
i
a
d
e
l
3
C
o
p
i
a
d
e
l
4
T
o
d
o
s
l
o
s
A
r
t
í
c
u
l
o
1
7
A
r
t
í
c
u
l
o
1
8
A
r
t
í
c
u
l
o
1
9
Artícul
o 20°.-
EMPL
AZA
MIEN
TODE
LDEM
AND
ADO.-
Elempl
a-
z
a
m
i
e
n
t
o
d
e
C
APIT
ULO
II
Conte
stació
n de
la
Dema
nda,
Excep
A
r
t
í
c
u
l
o
2
1
1
O
b
s
e
r
v
a
r
l
2
E
x
p
o
n
e
r
l
o
3
P
r
o
p
o
n
e
r
l
1.
Ofrec
er los
medi
os
proba
torios
.
4
P
r
o
p
o
n
e
r
o
5
I
n
c
l
u
i
i
s
u
6
E
n
e
l
c
a
s
o
Artíc
uIo22
°.-
ANE
XOS
DEL
ACO
NTE
STA
CION
.-
s
e
a
c
o
m
p
a
ñ
a
A
r
t
í
c
u
l
o
2
3
d
e
r
e
c
h
o
s
y
A
r
t
í
c
u
l
o
2
4
TITULO II
ACTIVIDAD
PROCESAL
CAPITULO I Medios
Probatorios
SUB - CAPITULO I
Disposiciones
Generales
A
r
t
í
c
u
l
o
2
5
E
s
a
d
m
i
s
i
b
l
A
r
t
í
c
u
l
o
2
6
A
r
t
í
c
u
l
o
2
7
1.
Al
trabaja
dor
probar
la
existe
ncia
del
víncul
o
2
A
l
e
m
p
l
e
a
d
o
3
A
l
e
m
p
l
e
a
d
o
A
r
t
í
c
u
l
o
2
8
A
r
t
í
c
u
l
o
2
9
A
r
t
í
c
u
l
o
3
0
Artíc
ulo31
°.-
IMP
ERTI
NEN
CIA,
IMP
ROC
EDE
NCIA
P
R
U
E
B
A
S
Y
P
R
U
SUB-CAPITULO II
Declaraciones
Artíc
ulo32
°.-
DEC
LAR
ACI
OND
EPAR
TE.-
Lade
clarac
s
e
l
l
e
v
a
a
A
r
t
í
c
u
l
o
3
3
I

544 Anexo Legislativo

SUB- CAPITULO III


Documentos

Artículo 34°.- PRESENTACIÓN DE BOLETAS DE PAGO.- El


demandante deberá presentar con la demanda las boletas de pago que tenga
en su poder necesarias para sustentar su pretensión.
Artículo35°.-EXHIBICIONDEPLANILLAS.-Ante requerimiento
judicial la exhibición y revisión de las planillas o de sus copias legalizadas
se practica en el local del juzgado, en cuyo caso el Juez verificará los datos
y procederá a dejar constancia en acta de la información necesaria.
Cuando se trate de empresas con más de 50 trabajadores o la
complejidad y magnitud de la información así lo ameriten, la revisión de las
planillas puede llevarse a cabo en el centro de trabajo. Para la actuación de
esta prueba no se requiere la entrega del expediente principal al revisor de
planillas, bastando que el juzgado establezca de manera clara y precisa los
puntos a ser constatados, pudiendo adjuntarse copia de las piezas
pertinentes.
El informe revisorio de planillas contendrá la transcripción de los
asientos o los datos contenidos en los libros o documentación
correspondiente, referidos a la materia señalada por el Juez y será puesto
en conocimiento de las partes, las que podrán observarlo por escrito
fundamentado dentro de los tres días de notificados. Sólo si hubiera error
o deficiencia en el acopio de datos, el Juez ordena una nueva revisión para
completar o subsanar el informe.
El plazo máximo de emisión del informe del revisor de planillas es de
veinte (20) días, bajo responsabilidad.

SUB-CAPITULO IV
Pericia

Artículo 36°.- PERICIA EN MATERIA LABORAL.- Lapericia en


materia laboral es esencialmente contable y es practicada por peritos e
inspectores judiciales dependientes de los Juzgados de Trabajo.
Anexo Legislativo 545

Su finalidad es presentar al órgano jurisdiccional la información obtenida


de los libros y documentación contable que sirvan para calcular los montos de
los beneficios en litigio.
Si se requiere de otros conocimientos de naturaleza científica,
tecnológica, artística o análoga, puede actuarse la prueba pericial
correspondiente, solicitando la intervención de entidades oficiales o designando
a peritos en la forma prevista por la ley.
El Juez debe señalar en forma precisa los puntos que serán objeto de pericia.
En ningún caso los peritos emiten opinión legal sobre la materia que se les
somete a informe.
Artículo 37°.- PLAZO DEL INFORME PERICIAL.- El informe pericial
debe ser emitido en un plazo no mayor de treinta (30) días. Es puesto en
conocimiento de las partes, las que pueden formular sus observaciones en el
término de cinco (5) días, acompañando de ser pertinente, pericias de parte. Las
observaciones deben ser resueltas por el Juez y sólo en el caso de ser declaradas
fundadas total o parcialmente se ordenará que se emita un nuevo informe sobre
las modificaciones o aclaraciones que precise.

SUB- CAPITULO V
Inspección Judicial

Artículo 38°.- INSPECCIÓN JUDICIAL.- La inspección judicial


procede cuando subsistan las circunstancias materiales que debían constatarse.
En casos excepcionales y en resolución fundamentada, el Juez puede encargar a la
Autoridad Administrativa de Trabajo la realización de una inspección de carácter
especial, señalando con precisión los aspectos a ser constatados.

SUB- CAPITULO VI Prueba


Anticipada

Artículo 39°.- PRUEBA ANTICIPADA.- La prueba anticipada se


546 Anexo Legislativo

admite sólo en los casos en que exista un riesgo inminente de desaparición o


adulteración de los hechos que deban ser constatados.
No son materia de esta actuación la pericia laboral y la exhibición de planillas de
remuneraciones.

SUB- CAPITULO VII Sucedáneos de los medios


probatorios

Artículo 40°.- PRESUNCIONES LEGALES RELATIVAS.- Se


presumen ciertos los datos remunerativos y de tiempo de servicios que contenga la
demanda, cuando el demandado:
1. No acompañe a su contestación los documentos exigidos en el artículo 35°.
2. No cumpla con exhibir sus planillas y boletas de pago en caso le hayan sido
solicitadas.
3. No haya registrado en planillas ni otorgado boletas de pago al trabajador
que acredita su relación laboral.
Artículo 41°.- INDICIOS.- Los actos, circunstancias o signos suficientemente
acreditados a través de los medios probatorios, adquieren significación en su conjunto
cuando conducen al Juez a la certeza o convicción en torno a un hecho relacionado
con la controversia. En el proceso laboral, los indicios pueden ser, entre otros, las
circunstancias en las que sucedieron los hechos materia de la controversia y los
antecedentes de la conducta de ambas partes.

SUB - CAPITULO VIII Cuestiones


Probatorias

Artículo 42°.- TACHA.- Se puede interponer tacha contra los testigos y


documentos. La oportunidad para formular la tacha o absolverla se rige por lo
dispuesto en la presente Ley, debiendo indicarse con claridad los fundamentos que la
sustentan, ofreciéndose o acompañándose la prueba
Anexo Legislativo 547

respectiva, según el caso. El Juez deberá correr traslado a la otra parte para que
absuelva.
La absolución debe cumplir con los mismos requisitos de la formulación de la
tacha.
La tacha o absolución que no cumpla con todos estos requisitos deberá
ser declarada inadmisible de plano por el Juez en decisión inimpugnable.
La actuación de los medios probatorios de la tacha o de la absolución se
realizará en la audiencia única, en la que el Juez podrá declarar fundada o no la
tacha, salvo decisión debidamente motivada e inimpugnable.
Artículo 43°.- OPOSICIÓN.- Puede formularse oposición a la actuación
de una declaración de parte, exhibición o cotejo de documentos, pericia o
inspección judicial, señalando con claridad los fundamentos que la sustentan,
ofreciéndose o acompañándose la prueba respectiva, según el caso.
El Juez correrá traslado a la otra parte la cual deberá absolverla
cumpliendo los mismos requisitos de la oposición. La oposición o absolución que no
cumpla con todos estos requisitos deberá ser declarada inadmisible de plano por el
Juez en decisión inimpugnable.
La actuación de los medios probatorios de la oposición o de la absolución
se realizará en la audiencia única, en la que el Juez declarará fundada o no la
oposición, salvo decisión debidamente fundamentada e inimpugnable.
Artículo44°.-CONOCIMIENTOSOBREVINIENTE.-Cuandopor
excepción, se tiene conocimiento de la causal de tacha u oposición con
posterioridad a la oportunidad para su interposición, se informará al Juez
acompañando el documento que lo sustente. El Juez, sin mas trámite que el
conocimiento a la otra parte, apreciará el hecho al momento de sentenciar.
548 Anexo Legislativo

SECCIÓN CUARTA CONCLUSIÓN DEL


PROCESO

TITULO I CONCLUSIÓN ANTICIPADA


DEL PROCESO

Artículo 45°.- CONCILIACIÓN.- La conciliación puede ser promovida o


propuesta después de la audiencia única, en cualquier estado del proceso, antes de la
sentencia. La conciliación se formaliza mediante acta suscrita ante el órgano
jurisdiccional respectivo al final de la audiencia conciliatoria que se fije para el efecto.
Aprobada por el Juez, adquiere el valor de cosa juzgada.
Artículo 46°.-DESISTIMIENTO.- El desistimiento de lapretensión, del proceso
o de algún acto procesal, se formula antes de que surtan sus efectos. Cuando el
demandante lo proponga debe motivar su pedido para obtener la aprobación del Juez,
quien cuida que no se vulnere el principio de irrenunciabilidad respecto de los
derechos que tengan ese carácter.
TITULO II LA SENTENCIA

Artículo 47°.- SENTENCIA.- El proceso se encuentra expedito para sentencia


cuando:
1. Ha concluido la actuación de todos los medios probatorios
admitidos y actos de investigación ordenados por el Juez.
2. La cuestión debatida sea de puro derecho o, siendo de hecho, no haya
necesidad de actuar medio probatorio alguno en la audiencia respectiva.
3. Saneado el proceso, la rebeldía del demandado produzca convicción al Juez
respecto de los hechos y pretensiones contenidos en la demanda.
4. Se haya producido allanamiento o reconocimiento, admitidos por elJuez.
Artículo 48°.- CONTENIDO DE LA SENTENCIA.- La sentencia debe
contener:
Anexo Legislativo 549

1. La exposición resumida de los argumentos expresados por las partes.


2. Las consideraciones, debidamente numeradas, a las que llega el Juez
sobre los hechos probados en el proceso y las normas que le sirven de
fundamento.
3. El pronunciamiento sobre la demanda, señalando, en caso la declare fundada
total o parcialmente, los derechos reconocidos así como las obligaciones que
debe cumplir el demandado, estableciendo el monto líquido o su forma de
cálculo si son de pago o el pago de sumas mayores a las reclamadas, si de lo
actuado apareciere error en los cálculos de las liquidaciones demandadas y el
mandato específico si son de hacer o de no hacer.
4. La condena o exoneración de costas y costos, así como la
imposición de multa si la demanda ha sido declarada fundada en su
integridad acreditándose incumplimiento laboral o el emplazado hubiese
procedido de mala fe o atentado contra deberes de lealtad procesal.

TITULO III
COSTAS PERSONALES Y
COSTOS PROCESALES

Artículo 49°.- COSTAS PERSONALES Y COSTOS PROCESALES.-


Los trabajadores están exentos de la condena en costos y costas.
SECCIÓN QUINTA MEDIOS
IMPUGNATORIOS

TITULO I MEDIOS
IMPUGNATORIOS

Artículo 50°.- MEDIOS IMPUGNATORIOS.- Los medios


impugnatorios son el recurso de reposición, apelación, casación y queja.
550 Anexo Legislativo

CAPITULO I Reposición

Artículo 51°.- REPOSICIÓN.- El recurso de reposición procede contra los


decretos en el plazo de dos (2) días, ante el mismo órgano que los expide. El auto que lo
resuelve es inapelable.

CAPITULO II Apelación

Artículo 52°.- APELACIÓN.- Constituye requisito de procedencia del recurso


su debida fundamentación, la cual debe precisar el error de hecho o de derecho
presente en la resolución y el sustento de la pretensión impugnativa. Únicamente se
presentarán documentos en el recurso de apelación o en su absolución, cuando hayan
sido expedidos con posterioridad al inicio del proceso.
El recurso de apelación se interpone en el plazo de cinco (5) días desde la
notificación de la resolución que se impugna, a excepción del proceso sumarísimo,
que se rige por sus propias normas.
Artículo 53°.- PROCEDENCIA DE LA APELACIÓN.- Procede la apelación
contra:
1. Las sentencias de primera instancia.
2. Los autos que pongan fin a la instancia.
3. Los autos que se expidan en el curso del proceso antes de la sentencia, en
cuyo caso se concede con la calidad de diferida.
4. Los autos que se expidan después de dictada la sentencia, en cuyo caso se
concede sin efecto suspensivo, salvo que el Juez decida concederla con efecto
suspensivo en resolución debidamente fundamentada.
El plazo para la apelación de autos es de tres (3) días.
Anexo Legislativo 551

CAPITULO III Casación

Artículo 54°.- FINALIDAD.- El recurso de casación en materia laboral tiene


por fines esenciales obtener la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo y unificar la jurisprudencia nacional. Por tanto, tiene por objeto anular las
resoluciones de las Salas Laborales o Mixtas de las Cortes Superiores únicamente
por las causales siguientes:
1. Por evidente violación, interpretación errónea o incorrecta aplicación de la
ley.
2. Por estar en contradicción con otros pronunciamientos emitidos por la
misma Sala, por otra Sala Laboral o Mixta de la República o por la Corte Suprema de
Justicia, en casos objetivamente similares.
Artículo 55°.- CASOS EN QUE PROCEDE.- Sólo procede el recurso de
casación en materia laboral contra las siguientes resoluciones de segunda
instancia expedidas por las Salas Laborales o Mixtas de las Cortes Superiores:
1. Sentencias expedidas en revisión, en los procesos de cuantía superior a
50 Unidades de Referencia Procesal o indeterminable o que traten sobre
obligaciones con prestaciones de hacer o de no hacer.
2. Autos expedidos en revisión, que ponen fin al proceso.
3. Autos expedidos en revisión, que contengan mandatos de pago superior
a 50 URP u obligaciones de hacer o de no hacer.
Artículo 56°.- REQUISITOS FORMALES.- El recurso se interpone dentro
del plazo de diez (10) días de notificada la resolución que se impugna, ante la Sala
que la expidió, señalando con claridad y precisión la fuente de contradicción
jurisprudencial, acompañando el documento que acredite su existencia y
fundamentando expresamente los motivos de la disconformidad. Si la Sala admite el
recurso, el expediente es elevado a la Corte Suprema.
Artículo 57°.- REQUISITOS DE FONDO.- Son requisitos de fondo del
recurso de casación:
552 Anexo Legislativo

1. Que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución adversa de


primera instancia, cuando ésta fuere confirmada por la resolución objeto del recurso.
2. Que se fundamente con claridad y precisión, expresando en cuál de las
causales descritas en el artículo 54° de esta Ley se sustenta y, según sea el caso:
a. Cómo debe ser la debida aplicación o cual la interpretación corree
ta de la norma de derecho material.
b. Cuál debe ser la norma de derecho material aplicable al caso.
La Sala de la Corte Superior que conozca el proceso podrá denegar el recurso
cuando obre en el expediente prueba de la existencia de pronunciamientos anteriores
de la Corte Suprema en casos equivalentes en el fondo al que se discuta y en el que
haya intervenido por lo menos una de las partes en litigio.
Artículo58°.-SENTENCIAFUNDADA.-Silasentenciaes fundada, la Sala
declara la nulidad de la resolución impugnada y resuelve en forma definitiva el fondo
del asunto, sin devolver el proceso a la instancia inferior.
Articulo 59°.- TASAS Y MULTAS.- El recurso de casación en materia laboral es
gratuito cuando es interpuesto por la parte trabajadora. Cuando es interpuesto por la
parte empleadora es aplicable la tasa determinada para los procesos civiles.
La multa al trabajador sólo es aplicable en caso de notoria mala fe en la
interposición del recurso.

CAPITULO IV Queja

Artículo 60.- TRAMITACIÓN.- El recurso de queja procede contra la


denegatoria de apelación o de casación. Se interpone en el plazo de tres (3) días de
notificada la resolución denegatoria, ante el órgano superior que debe conocer del
recurso denegado. No procede por razón del efecto en que se concede la apelación. El
recurso de queja por denegatoria del recurso de casación en materia laboral está sujeto
al pago de la tasa determinada para procesos civiles cualquiera que sea la parte que lo
interponga.
Anexo Legislativo 553

SECCIÓN SEXTA PROCESO


ORDINARIO LABORAL

TITULO I DISPOSICIONES
GENERALES

Artículo 61°.- TRAMITACIÓN.- Se tramitan en proceso ordinario laboral


todos los asuntos contenciosos y no contenciosos que son de competencia de los
juzgados especializados de trabajo, salvo disposición legal distinta.
Artículo 62°.- PLAZOS PARA LA CONTESTACIÓN A LA
DEMANDA Y PARA EMITIR SENTENCIA.- El plazo para contestar la demanda
es de 10 días.
El plazo para emitir sentencia es de 15 días luego de la audiencia única o de
concluida la actuación de pruebas.

TITULO II AUDIENCIA
ÚNICA

CAPITULO I Citación y efectos de la


inasistencia

Artículo 63VSEÑALAMIENTODEFECHAPARAAUDIENCIA.-
Contestada la demanda, el Juez notifica la misma al demandante concediéndole un plazo
de 3 días para la absolución escrita de las excepciones y cuestiones
probatorias.propuestas por el demandado, quien absolverá las cuestiones
probatorias propuestas contra sus pruebas en la audiencia única. En la misma
resolución señala día y hora para dicha diligencia, la que debe realizarse dentro
de un plazo máximo de quince (15) días.
Artículo 64°.- INASISTENCIAS.- Si a la audiencia concurriera una de las
partes, ésta se realizará sólo con ella. La inconcurrencia de ambas partes
determinará el archivamiento del proceso si transcurridos 30 días naturales desde
la fecha de la audiencia, el proceso no ha sido activado por ninguna de ellas.
554 Anexo Legislativo

CAPITULO II Saneamiento
Procesal

Artículo65°.-SANEAMIENTOPROCESAL.-Iniciadalaaudiencia el Juez actúa


las pruebas referidas a las excepciones que hubieran sido propuestas; luego, de
oficio, y aún cuando el emplazado hubiese sido declarado rebelde, emitirá en el
mismo acto resolución declarando:
1. La validez de la relación jurídico procesal.
2. La nulidad y consiguiente conclusión del proceso por invalidez insubsanable
de la relación, precisando sus defectos.
3. La suspensión de la audiencia, concediendo un plazo de cinco días para la
subsanación de los defectos si estos lo permitieran.
Subsanados los defectos, el Juez señalará fecha para la audiencia; en caso
contrario, declarará concluido el proceso.

CAPITULO III Conciliación

Artículo 66°.- CONCILIACIÓN.- Saneado el proceso, en la misma audiencia, el


Juez invita a las partes a conciliar el conflicto.
Se puede conciliar en forma total o parcial el petitorio contenido en la demanda.
El Juez dejará constancia en el acta de la invitación a conciliar y de la falta de
acuerdo si fuere el caso.
Al aprobar la fórmula conciliatoria, el Juez deberá observar el principio de
irrenunciabilidad respecto de los derechos que tengan ese carácter.
Artículo67°.-FIJACIONDEPUNTOSCONTROVERTIDOS.-De
no haber conciliación, con lo expuesto por las partes, el Juez procederá a enumerar los
puntos controvertidos y, en especial, los que serán materia de prueba, resolviendo para
tal efecto las cuestiones probatorias. A continuación, ordenará la actuación de los
medios probatorios ofrecidos relativos a las cuestiones controvertidas en la misma
audiencia.
Anexo Legislativo 555

CAPITULO IV Actuación de
Pruebas

Artículo68°.-ACTUACIONDEPRUEBAS.-Laactuacióndepruebas
es dirigida personalmente por el Juez. Cuando corresponda, el Juez toma a cada uno de
los convocados juramento o promesa de decir la verdad.
Artículo 69°.- ALEGATOS.- Dentro de un plazo de cinco (5) días de
concluida la actuación de pruebas las partes pueden presentar alegatos. En este
alegato las partes pueden proponer un proyecto de sentencia, que puede ser o no
considerado por el Juez.

SECCIÓN SÉPTIMA PROCESOS


ESPECIALES

TITULO I PROCESO SUMARISIMO


Artículo 70°.- TRAMITACIÓN.- Se tramitan en proceso sumarísimo
conforme a las normas del Código Procesal Civil, los asuntos contenciosos que son
de competencia de los Juzgados de Paz Letrados de acuerdo al artículo 4 o
numeral 3 de esta Ley.
Artículo 71°.- NORMAS APLICABLES.- Son de aplicación en este proceso
las normas sobre postulación, comparecencia, medios probatorios y sentencia
contenidas en esta Ley. Para la conciliación rigen las reglas del proceso ordinario
laboral.

TITULO II PROCESO DE
EJECUCIÓN

Artículo 72°.- TÍTULOS EJECUTIVOS.- Son títulos ejecutivos: 1. El acta


suscrita entre trabajador y empleador ante la Autoridad
Administrativa de Trabajo, que contenga el reconocimiento de obligación
exigible en vía laboral.
556 Anexo Legislativo

2. El acta de conciliación extrajudicial debidamente homologada.


Artículo 73°.-OBLIGACIONES QUE SE PUEDEN DEMANDAR
EJECUnVAMENTE-
1. Dar sumas de dinero.
2. Dar bienes determinados.
3. Hacer.
4. No hacer.
Artículo 74°.-PROCESODEEJECUCIONDEOBLIGACIONDE
DARSUMACIERTADEDINERO.-Laapelacióndelmandatoejecutivose concederá sin
efecto suspensivo. La apelación de la sentencia que declara fundada esta demanda,
sólo se concederá al demandado si es que previamente ha cumplido con consignar
judicialmente el monto demandado o con ofrecer una carta fianza.
Artículo 75°.- PROCESO DE EJECUCIÓN DE OBLIGACIONES DE HACER
Y NO HACER- La apelación del mandato ejecutivo se concederá sin efecto suspensivo. Si el
demandado se resiste a cumplir las obligaciones de hacer o de no hacer, el Juez
adoptará las siguientes medidas:
1. Impondrá multas sucesivas, acumuladas y crecientes hasta que el
demandado cumpla con el mandato judicial. El monto de las multas será de
la20URP.
2. Si persistiera en el incumplimiento, denunciar penalmente al
demandado por el delito contra la libertad de trabajo o resistencia a la
autoridad.
Artículo 76°.- TÍTULOS DE EJECUCIÓN.- Son títulos de ejecución:
1. Las resoluciones judiciales firmes.
2. Las actas de conciliación judicial o extrajudicial.
3. Las resoluciones administrativas firmes.
4. Los laudos arbitrales firmes que resuelven conflictos jurídicos.
Artículo 77°.- EJECUCIÓN DE RESOLUCIONES, ACTAS Y LAUDOS.-
El Juez inicia la ej ecución requiriendo al ejecutado a cumplir con la obligación
establecida, bajo apercibimiento de afectar los bienes en la forma que señale el
demandante, si es una obligación de dar suma líquida,
Anexo Legislativo 557

o de aplicar lo dispuesto en el artículo 75°, si es una obligación de hacer o de no


hacer.
Es competente el mismo Juez que conoció la demanda, salvo que ésta se haya
iniciado en una Sala Laboral, en cuyo caso lo será el Juez de Trabajo de Turno.
El demandado sólo puede oponerse si acredita con prueba documental el
cumplimiento de la obligación.
Artículo 78°.- CALCULO DE LOS DERECHOS ACCESORIOS.-
Los derechos accesorios a los que se ejecutan, como las remuneraciones
devengadas, los intereses y otros similares, se liquidan por la parte vencedora
con el auxilio pericial respectivo de ser necesario. La otra parte puede observar
dicha liquidación sólo si sustenta su observación en una liquidación de similar
naturaleza. El Juez decide cual es la liquidación correcta, recurriendo sólo si
fuera indispensable a los peritos contables con los que cuenta el juzgado o los
que designe.

TITULO III PROCESO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO

Artículo 79°.- REGULACIÓN Y OBJETO.- El proceso contencioso-


administrativo en materia laboral se regula por las normas previstas para el
proceso ordinario laboral y por las contempladas por este Capítulo y tiene por
objeto la declaración de nulidad del acto o resolución administrativa que se
impugna.
Artículo 80°.- PROCEDENCIA.- Procede la impugnación de acto o
resolución de la Autoridad Administrativa de Trabajo o de la Administración en
general, que haya causado estado, se refieran a derechos del régimen laboral de
la actividad privada o del régimen público cuando en este último caso, se haya
agotado y seguido la vía administrativa correspondiente.
Artículo 81 °.- PLAZO.- El plazo para interponer la demanda es de tres (3)
meses de notificada la resolución impugnada o de producida resolución ficta por
silencio administrativo.
Artículo 82°.- EMPLAZAMIENTO.- La demanda se dirige contra la
Autoridad que realizó el acto o dictó la resolución materia de impugnación,
558 Anexo Legislativo

emplazando, si fuera el caso, al Procurador General de la República. Se cita también con


ella al tercero que tenga legítimo interés en el acto o resolución.
Artículo 83°.- ANEXO ESPECIAL DE LA DEMANDA.- El
demandante debe acompañar a su demanda copia autenticada de las resoluciones que
impugna, con la respectiva constancia de notificación a fin de acreditar el fin de la
instancia administrativa.
Artículo84VREMISIONDEACTUADOSADMIMSTRATIVOS.-
Al admitir a trámite la demanda se ordena que la Autoridad emplazada remita el
expediente, los informes y documentos relativos a la resolución o acto impugnado.
ArtícuIo85°.-SANEAMIENTOPROCESAL.-Contestadalademanda o las
excepciones, si éstas se hubieran deducido, o vencido el plazo para hacerlo, se dicta el
correspondiente auto de saneamiento procesal, en el que además se convoca o prescinde
de la audiencia de actuación de pruebas.
Artículo86VDICTAMENDELMINISTERIOPUBLICO.-Emitido
el auto de saneamiento o culminada la audiencia única, el Juez remite el proceso al
Ministerio Público para su dictamen el que deberá ser evacuado en un plazo máximo de
15 días.
Artículo 87°.- PLAZO Y EFECTOS DE LA SENTENCIA.- La
sentencia se expedirá en el plazo de 15 días de concluida la actuación de pruebas o de
evacuado el dictamen del Ministerio Público de ser el caso. La sentencia que declare
la nulidad o anulación total o parcial del acto o resolución, manda que la Autoridad
emplazada expida nueva resolución subsanando los defectos que contiene. La que
revoque su contenido expresa los términos en los que se reforma dicho acto o
resolución.

TITULO IV
PROCESO DE IMPUGNACIÓN DE LAUDOS
ARBITRALES

Artículo 88°.- IMPUGNACIÓN DE LAUDOS ARBITRALES.-


Cualquiera de las partes que haya intervenido en un procedimiento arbitral derivado de
la negociación colectiva, puede impugnar el laudo recaído en aquél, ante la Sala
Laboral o Mixta de la jurisdicción correspondiente.
Anexo Legislativo

559

Artículo 89°.- PLAZO.- El plazo para la impugnación es de cinco (5)


días de notificado el laudo o aclaración si fuera el caso.
ArtícuIo90o.-REMISIONDEEXPEDIENTEADMINISTRATrVO.-
Admitida la demanda, se oficia a la Autoridad Administrativa de Trabajo que
ha intervenido en la negociación colectiva, para que remita el expediente
respectivo, corriendo traslado a la otra parte del procedimiento arbitral, para
que la conteste en el plazo de tres (3) días, con conocimiento del arbitro o
tribunal que haya expedido el laudo, para que coadyuven en su defensa, si
lo consideran conveniente.
Artículo91°.-TRAMITEYPLAZODESENTENCIA.-Elprocesoes
de puro derecho. La Sala se pronuncia por el mérito de los alegatos de las
partes y del expediente remitido, en el término de diez (10) días de la última
actuación ocurrida.
Artículo92°.-PRONUNCIAMIENTODELACORTESUPREMA.-
La Corte Suprema de Justicia se pronuncia por el sólo mérito del expediente
en el plazo de quince (15) días de ingresado éste.

TITULO V PROCESOS NO
CONTENCIOSOS

Artículo 93°.- CONSIGNACIÓN.- La consignación de una obligación


exigible no requiere que el deudor efectúe previamente su ofrecimiento de
pago, ni que solicite autorización del Juez para hacerlo.
Artículo 94°.- CONTRADICCIÓN.- El acreedor puede contradecir
el efecto cancelatorio de la consignación en el plazo de tres días de
notificada. Conferido el traslado y absuelto el mismo, el Juez atendiendo a
su naturaleza, resuelve lo que corresponda o manda reservarla para que se
decida sobre su efecto cancelatorio en el proceso respectivo.
Artículo 95°.- RETIRO DE LA CONSIGNACIÓN.-El retiro de la
consignación se hace a la sola petición del acreedor, sin trámite alguno, aún
cuando se haya formulado contradicción.
560 Anexo Legislativo

TITULO VI MEDIDA
CAUTELAR

Artículo 96°.- OPORTUNIDAD Y FINALIDAD.- Todo Juezpuede,


a pedido de parte, dictar medida cautelar dentro de un proceso, destinada
a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva. Son procedentes en el
proceso laboral las medidas cautelares que contempla esta ley.
Artículo 97°.- REQUISITOS DE LA SOLICITUD.- El que pide la
medida debe:
1. Exponer los fundamentos y modalidad de la pretensión cautelar.
2. Indicar, si fuere el caso, los bienes sobre los que debe recaer la
medida y el monto de su afectación.
3. Ofrecer contracautela. El Juez, tomando en consideración la
condición económica del solicitante, puede considerar suficiente la caución
juratoria.
4. Designar el órgano de auxilio judicial correspondiente.
Artículo 98°.- ACREDITACIÓN DEL FUNDAMENTO DE LA
PRETENSIÓN CAUTELAR.- Se acredita lapretensión cautelar y sepresume
el peligro en la demora en los siguientes casos:
1. Cuando un acta de inspección elaborada por la Autoridad
Administrativa de Trabajo constata el cierre no autorizado del centro de
trabajo.
2. Cuando el empleador ha sido declarado insolvente por la autoridad
administrativa o judicial competente.
3. Cuando el empleador ha sido denunciado penalmente por el
Ministerio Público por delito contra la libertad de trabajo en los supuestos
de simulación de causales para el cierre del centro de trabajo y de abandono
de éste para extinguir las relaciones laborales.
Artículo99°.-CASOESPECIALDEPROCEDENCIA.-Procedela
medida cautelar cuando la sentencia de primera instancia ha sido favorable
al demandante, aunque la misma fuera impugnada.
Artículo 100°.- MEDIDAS PARA FUTURA EJECUCIÓN
Anexo Legislativo 561

FORZADA.- Cuando la pretensión principal es apreciable en dinero,


se puede solicitar embargo bajo la modalidad de inscripción o
administración.
Artículo 101°.-MEDIDAS TEMPORALES SOBRE EL FONDO.-El
Juez puede disponer el pago de una asignación provisional y fíj ar su
monto, que no podrá exceder la remuneración ordinaria del demandante y
con cargo a su compensación por tiempo de servicios, en los procesos de
impugnación del despido y de pago de beneficios sociales.

SECCIÓN OCTAVA SOLUCIÓN


EXTRAJUDICIAL DE LAS CONTROVERSIAS
JURÍDICAS

CAPITULO I
De la
conciliación

Articulo 102°.-PROMOCIONDELACONCILIACION.-ElEstado
promueve la conciliación, sea privada o administrativa, como un mecanismo
de solución de los conflictos jurídicos a que se refiere esta Ley.
Articulo 103°.- CLASES.- La conciliación privada es
voluntaria y puede realizarse ante una entidad o ante un conciliador
individual, debiendo, para su validez, ser homologada por una Sala
Laboral ante solicitud de cualquiera de las partes, caso en el cual
adquiere autoridad de cosa juzgada.
La conciliación administrativa es facultativa para el trabajador
y obligatoria para el empleador. Se encuentra a cargo del Ministerio
de Trabajo y Promoción Social, el cual proporciona los medios
técnicos y profesionales para hacerla factible.

CAPITULO
II Del
arbitraje

Articulo 104°.- SOMETIMIENTO AL ARBITRAJE.- Las


controversias jurídicas en materia laboral pueden ser sometidas a arbitraje,
562 Anexo Legislativo

pudiendo las partes acogerse a lo dispuesto en la Ley General de Arbitraje


en lo aplicable u optar por otro procedimiento arbitral.

DISPOSICIONES TRANSITORIAS

PRIMERA.- Los procesos iniciados antes de la vigencia de esta Ley


continuarán su trámite según las normas procesales con las cuales se
iniciaron, salvo en lo relativo al recurso de casación, aplicable a todo
proceso no sentenciado en segunda instancia. Los que se inician a partir
de su vigencia, se tramitan conforme a sus disposiciones.
SEGUNDA.- La presente Ley entra en vigencia a los noventa (90) días
de su publicación.

DISPOSiaONESDEROGATORIAS,SUSTrnJTORIAYFINALES
PRIMERA.- Déjase sin efecto los Decretos Supremos 03 -80-TR, 037-
90-TR y todas las normas que se opongan a la presente Ley.
SEGUNDA.- Sustituyanse los artículos 42°, 5 Io y la parte pertinente
del artículo 57° de la Ley Orgánica del Poder Judicial por los numerales 1,
2 y 3 del artículo 4o de la presente Ley.
TERCERA.- En lo no previsto por esta Ley son de aplicación
supletoria las normas del Código Procesal Civil.
CUARTA.- Interprétase que los servidores y funcionarios públicos a
que se refiere el inciso b) del artículo 21 ° del Decreto Legislativo N° 817,
son aquellos comprendidos en el régimen laboral del Decreto Legislativo
N°276.
Comuniqúese al Señor Presidente de la República para su
promulgación.
En Lima, a los catorce días del mes de junio de mil novecientos
noventa y seis.
M ARTH A CHAVEZ COSSIO DE OC AMPO
Presidenta del Congreso de la República
Anexo Legislativo 563

VICTORJOYWAYROJAS
Primer Vicepresidente del Congreso de la República

ALSEÑORPRESIDENTECONSTITUCIONALDELAREPUBLICA
PORTANTO:
Mando se publique y cumpla.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los veintiún días del mes de
junio de mil novecientos noventa y seis.
ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI
Presidente Constitucional de la
República
CARLOSHERMOZAMOY
A Ministro de Justicia
JORGEGONZALES IZQUIERDO
Ministro de Trabajo y Promoción Social
564 Anexo Legislativo
LEYDE CONCILIACIÓN
LEY N° 26.872

CONCORDANCIAS:D.S.N°001-98-JUS(REGLAMENTO VIGENTE)
D.S. N° 004-2005- JUS (Nuevo Reglamento publicado el 27 Febrero 2005,
que entrará en vigencia a los 120 días siguientes de su publicación)
D.Leg.N°910
R.M. N° 117-2001 -JUS (Directiva Tabla de Tarifas)
R.M. N° 245-2001 -JUS (Reglamento de Sanciones)
R.M. N° 045-2002-JUS (Directiva Requisitos para ser capacitador)
Res.N0 077-2005-CONSUCODE-PRE (Directiva: aplicación en el tiempo de
normas procesales sobre conciliación y arbitraje)
R. N° 128-2005-CONSUCODE-PRE (Aprueban laDirectiva "Requisitos y
Procedimientos para la Incorporación de Arbitros y Conciliadores en el
Registro de Neutrales del Consucode")
R.N° 113 3-2005-MP-FN (Facultad conciliadora de los Fiscales en asuntos
de familia)
ELPRESIDENTEDELAREPUBLICA
PORCUANTO:
El Congreso de la República ha dado la Ley siguiente.
ELCONGRESODELAREPUBLICA;
Ha dado la ley siguiente:

LEY DE CONCILIACIÓN

CAPITULO I PRINCIPIOS
GENERALES
Artículo 1.- Interés Nacional.- Declárese de interés nacional la
institucionalización y desarrollo de la Conciliación como mecanismo
alternativo de solución de conflictos.
Anexo Legislativo 565
Artículo 2.- Principios.- La Conciliación propicia una cultura de
paz y se realiza siguiendo los principios éticos de equidad, veracidad,
buena fe, confidencialidad, imparcialidad, neutralidad, legalidad,
celeridady economía.
CONCORDANCIA: D.S. N° 004-2005-JUS, Art. 2
Artículo 3.- Autonomía de la Voluntad.- La Conciliación es
una institución consensual, en tal sentido los acuerdos adoptados
obedecen única y exclusivamente a la voluntad de las partes.
CONCORDANCIA: D.S. N° 004-2005-JUS, Art. 5

CAPITULO II DE
LA CONCILIACIÓN

Artículo 5.- Definición.- La Conciliación Extrajudicial es


una institución que se constituye como un mecanismo alternativo
para la solución de conflictos, por el cual las partes acuden ante un
Centro de Conciliación o al Juzgado de Paz Letrado a fin que se les
asista en la búsqueda de una solución consensual al conflicto.
Artículo 6.- Carácter obligatorio.- La Conciliación es un
requisito de procedibilidad necesariamente previo a los procesos a
que se refiere el Artículo 9.
La Conciliación Extrajudicial no es obligatoria cuando la
parte emplazada domicilia en el extranjero y en los procesos
cautelares, de ejecución y de garantías constitucionales. (*) (**)

(*) De conformidad con el Artículo Único de la Ley N° 27218,


publicada el 12-12-99, prorrógase el carácter obligatorio de la conciliación
extrajudicial a que se refiere este Artículo, hasta el 14 de enero del año 2001.
El Poder Ejecutivo, por Decreto Supremo, podrá disponer la conciliación
extrajudicial obligatoria antes del 14 de enero del año 2001, en determinados
distritos judiciales.
(**) Artículo modificado por el Artículo Único de la Ley N°
27363, publicada el 01-11-2000, cuyo texto es el siguiente:
Artículo 6.- Carácter obligatorio
La conciliación es un requisito de procedibilidad necesariamente previo
a los procesos a los que se refiere el Artículo 9.
566 Anexo Legislativo

Artículo 7.- Vías Alternativas.- En la Conciliación Extrajudicial las


partes pueden optar de manera excluyente por los Centros de Conciliación o
recurrir ante los Jueces de Paz Letrados. (*)
Artículo 8.- Confidencialidad.- Los que participan en la Conciliación
deben mantener reserva de lo actuado. Nada de lo que se diga o proponga tendrá
valor probatorio. CONCORDANCIA: D.S. N° 004-2005-JUS, Art. 8

La conciliación extrajudicial no es obligatoria cuando la parte emplazada


domicilia en el extranjero, así como en los procesos contencioso-administrativos, en
los procesos cautelares, de ejecución y de garantías constitucionales. (*)
(*) Artículo modificado por el Artículo 2 de la Ley N° 27398, publicada el
13-01-2001, cuyo texto es el siguiente:
Artículo 6.- Carácter obligatorio.- El procedimiento conciliatorio es un
requisito de admisibilidad para los procesos a que se refiere el Artículo 9.
No procede la conciliación extrajudicial cuando:
a)La parte emplazada domicilia en el extranjero;
b)En los procesos contencioso administrativos;
c)En los procesos cautelares;
d)De ejecución;
e)De garantías constitucionales;
f) Tercerías;
g)En los casos de violencia familiar; y,
h) Cuando se trate de derechos y bienes de incapaces a que se refieren los
Artículos 43 y 44 del Código Civil.
La conciliación será facultativa en aquellos asuntos en los que el Estado sea
parte.
(*) De conformidad con el Artículo 1 de la Ley N° 27398, publicada el 13-
01 -2001, se implementa la obligatoriedad de la Conciliación en el distrito conciliatorio
de Lima y Callao, a partir del 01-03-2001. Quedan excluidas temporalmente de la
obligatoriedad las materias sobre derechos de familia y laboral.
(*) De conformidad con la Tercera Disposición Transitoria y Final de la Ley
N° 27398 publicada el 13-01-2001 el derecho de opción queda en suspenso, en
consecuencia el proceso de conciliación ante los Jueces de Paz Letrado y de Paz
entrará en vigencia una vez que se implemente los medios necesarios
(*) Artículo modificado por el Artículo 2 de la Ley N° 27398 publicada el 13-
01-2001, cuyo texto es el siguiente:
Anexo Legislativo 567

Artículo 9.- Materias conciliables.- Son materia de Conciliación


las pretensiones determinadas o determinables que versen sobre
derechos disponibles de las partes.
En asuntos relacionados al derecho de familia se someten al
procedimiento establecido en la presente ley las pretensiones que
versen sobre alimentos, régimen de visitas y violencia familiar.
No se someten a Conciliación Extrajudicial las controversias
sobre hechos que se refieran a la comisión de delitos o faltas, con
excepción de las controversias relativas a la cuantía de la reparación
civil derivada de la comisión de delitos, en cuanto ella no hubiera
sido fijada por resolución judicial firme. (*)
Artículo 10.-Audiencia única.-La Audiencia de Conciliación es
una y comprende la sesión o sesiones necesarias para el
cumplimiento de los fines previstos en la presente ley.
Artículo 11.- Plazo.- El plazo de la Audiencia de Conciliación es
de treinta (30) días calendario contados a partir de la primera
citación a las partes. El plazo previsto puede ser prorrogado por
acuerdo de las partes.
Artículo 12.- Fecha de Audiencia.- Recibida la solicitud el
Centro de Conciliación designa al conciliador y éste a su vez notifica a
las partes dentro

ARTÍCULO 9.- Materias conciliables.- Son materia de conciliación


las pretensiones determinadas o determinables que versen sobre derechos
disponibles de las partes. También lo son las que versen sobre alimentos,
régimen de visitas, tenencia, liquidación de sociedad de gananciales y otras que
se deriven de la relación familiar. El conciliador tendrá en cuenta el interés
superior del niño.
La conciliación en materia laboral se lleva a cabo respetando la
irrenunciabilidad de los derechos del trabajador reconocidos por la
Constitución y la ley.
No se someten a conciliación las controversias sobre hechos que se
refieran a la comisión de delitos o faltas. En las controversias relativas a la
cuantía de la reparación civil derivada de la comisión de delitos o faltas, será
facultativa en cuanto ella no hubiera sido fijada por resolución judicial
firme.
CONCORDANCIA: D.S. N° 004-2005-JUS, Arte. 7 y 9
CONCORDANCIA: R. N° 1133-2005-MP-FN (Facultad
conciliadora de los Fiscales en asuntos de familia).
568 Anexo Legislativo

de los cinco (5) días útiles siguientes. La Audiencia de Conciliación se


realiza dentro de los diez (10) días útiles contados a partir de la primera
notificación.(*)
Artículo 13.- Petición.- Las partes pueden solicitar la Conciliación
Extrajudicial en forma conjunta o individual, con arreglo a las reglas
generales de competencia establecidas en el Artículo 14 del Código
Procesal Civil. CONCORDANCIA: D.S. N° 004-2005-JUS, Art. 13
Artículo 14.- Concurrencia.- La concurrencia a la Audiencia de
Conciliación es personal; salvo las personas que conforme a ley deban
actuar a través de representantes legales.
En el caso de personas domiciliadas en el extranjero se admitirá el
apersonamiento a la Audiencia de Conciliación a través de apoderado o
tratándose de personas jurídicas, sus representantes legales en el país.
Artículo 15.- Conclusión de la conciliación.- Se da por concluida la
Conciliación por
1. Acuerdo total de las partes.
2. Acuerdo parcial de las partes.
3. Falta de acuerdo entre las partes.
4. Inasistencia de una parte a dos (2) sesiones.
5. Inasistencia de las partes a una (1) sesión.
Artículo 16.- Acta.- El Acta es el documento que expresa la
manifestación de voluntad de las partes en la Conciliación Extrajudicial.

(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley N° 28163, publicada el


10-01-2004, cuyo texto es el siguiente:
Artículo 12.- Fecha de audiencia
Recibida la solicitud, el Centro de Conciliación designa al conciliador, el cual
invita a las partes dentro de los cinco días hábiles siguientes. La Audiencia de
Conciliación se realiza dentro de los diez días hábiles contados a partir de la entrega
de la última invitación a las partes.
Anexo Legislativo 569

Su validez está condicionada a la observancia de las


formalidades establecidas en la presente ley, bajo sanción de
nulidad.
El Acta de Conciliación debe contener lo siguiente:
1. Lugar y fecha en la que se suscribe el acta.
2. Nombres, identificación y domicilio de las partes. "
3. Nombre e identificación del conciliador.
4. Descripción de las controversias.
5. El Acuerdo Conciliatorio, sea total o parcial, estableciendo
de manera precisa los derechos, deberes u obligaciones ciertas,
expresas y exigibles; o en su caso la falta de acuerdo o la inasistencia
de las partes a la audiencia.
CONCORDANCIA: D.S. N° 004-2005-JUS, Arts. 4, 22 y 66
6. Firma y huella digital del conciliador, de las partes o de sus
representantes legales, cuando asistan a la audiencia.
En caso de las personas que no saben firmar bastará la huella digital.
7. Nombre y firma del abogado del Centro de Conciliación,
quien
verificará la legalidad de los acuerdos adoptados.
El acta en ningún caso debe contener las propuestas o la posición
de una de las partes respecto de éstas.
CONCORDANCIA: D.S. N° 004-2005-JUS, Art. 4, 21 y 25
Artículo 17.- Conciliación Parcial.- Si la Conciliación concluye
con acuerdo parcial, sólo puede solicitarse tutela jurisdiccional efectiva
por las diferencias no resueltas.
Artículo 18.- Mérito y ejecución del acta de conciliación.- El acta
con acuerdo conciliatorio constituye título de ejecución.
Los derechos, deberes u obligaciones ciertas, expresas y
exigibles que consten en dicha acta son exigibles a través del proceso
de ejecución de resoluciones judiciales.
CONCORDANCIAS: RAdm. N° 164-2001-P-CSJL-PJ
D.S. N° 004-2005-JUS, Art. 23
Artículo 19.- Prescripción y caducidad- Los plazos de
prescripción y caducidad establecidos en el Código Civil se suspenden a
partir de la fecha de presentación de la solicitud de Conciliación
Extrajudicial.
570 Anexo Legislativo

CONCORDANCIA: D.S. N° 004-2005-JUS, Art. 27

CAPITULO III DEL


CONCILIADOR

Artículo 20.- Funciones.- El conciliador es la persona capacitada y


acreditada que cumple labores en un Centro de Conciliación, propicia el
proceso de comunicación entre las partes y eventualmente propone fórmulas
conciliatorias no obligatorias.
Artículo 21.- Libertad de Acción.- El conciliador conduce la Audiencia
de Conciliación con libertad de acción, siguiendo los principios establecidos
en la presente ley.
CONCORDANCIA: D.S. N° 004-2005-JUS, Art. 7, último párrafo; 16 y
33
Artículo 22.- Requisitos de los Conciliadores.- Para ser conciliador
se requiere estar acreditado en un Centro de Conciliación y capacitado en
técnicas de negociación y en medios alternativos de solución de
conflictos.(*)
Artículo 23.- Impedimento, Recusación y Abstención de
Conciliadores.- Son aplicables a los conciliadores las causales de
impedimento, recusación y abstención establecidas en el Código Procesal
Civil.

CAPITULO IV DE LOS
CENTROS DE CONCILIACIÓN (*)

(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la LeyN° 28163, publicada el


10-01-2004, cuyo texto es el siguiente:
"Artículo 22.- Requisitos de los conciliadores
Para ser conciliador se requiere estar capacitado en técnicas de negociación
y en medios alternativos de solución de conflictos. Su acreditación se efectuará ante
el Ministerio de Justicia y estará adscrito a un Centro de Conciliación autorizado."
CONCORDANCIA: D.S. N° 004-2005-JUS, Art. 31
(*) Denominación modificada por el Artículo 2 de la Ley N° 28163,
publicada el 10-01-2004, cuyo texto es el siguiente:
Anexo 571
Legislativo

Artículo 24.- De los Centros de Conciliación.- Los


Centros de Conciliación son entidades que tienen por objeto ejercer
función conciliadora de conformidad con la presente ley.
Pueden constituir Centros de Conciliación las personas
jurídicas de derecho público o privado sin fines de lucro, que
tengan entre sus finalidades el ejercicio de la función
conciliadora.
En caso que los servicios del Centro de Conciliación sean
onerosos, la retribución será pagada por quien solicita la conciliación,
salvo pacto en contrario, que deberá constar en el acta
correspondiente.
Artículo 25.- Capacitación de los Conciliadores.- Los
Centros de Conciliación son responsables por la capacitación de los
conciliadores y de que éstos cumplan con los principios establecidos
en el Artículo 2 de la presente ley.(*)

(*) Denominación modificada por el Artículo 2 de la LeyN 0 28163,


publicada el 10-01-2004, cuyo texto es el siguiente:
"De los Centros de Conciliación, Capacitadores y Centros de
Formación y Capacitación de Conciliadores"
(*) Artículo modificado por el Artículo 2 de la Ley N° 27398,
publicada el 13-01-2001, cuyo texto es el siguiente:
Artículo 25.- Formación y capacitación de conciliadores.- La
formación y capacitación de conciliadores está a cargo de la Escuela
Nacional de Conciliación del Ministerio de Justicia y de los Centros de
Formación y Capacitación de Conciliadores debidamente autorizados
por el Ministerio de Justicia.
El Ministerio de Justicia tiene a su cargo la autorización, registro
y supervisión de los cursos de formación y capacitación de conciliadores,
pudiendo privar o suspender de las facultades conferidas a los centros,
cuando éstos no cumplan con los objetivos y condiciones previstas por la
ley y su reglamento." (*)
(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley N° 28163,
publicada el 10-01-2004, cuyo texto es el siguiente:
"Artículo 25.- Formación y capacitación de conciliadores
La formación y capacitación de conciliadores está a cargo de la
Escuela Nacional de Conciliación Extrajudicial del Ministerio de Justicia y
de los Centros de Formación y Capacitación de Conciliadores
debidamente autorizados por el Ministerio de Justicia.
572 Anexo Legislativo

Artículo 26.- Autorización y Supervisión.- El Ministerio de Justicia


tiene a su cargo la autorización de funcionamiento, registro y supervisión
de los Centros de Conciliación, pudiendo suspender o privar de su facultad
conciliadora, a cuando éstos no cumplan con los principios u objetivos
legales previstos en la presente ley, o incurran en faltas éticas. (*)
Artículo 27.- Requisitos.- Las instituciones que soliciten la aprobación
de centros deben adjuntar a su solicitud debidamente suscrita por su
representante legal, lo siguiente:
1.- Documentos que acrediten la existencia de la institución.
2.- Documentos que acrediten la representación.
3.- Reglamento del Centro.
4.- Relación de conciliadores.
Artículo 28.- Del Registro de Actas de Conciliación.- Cada Centro
de Conciliación llevará un Registro de Actas, del cual se expedirán copias
certificadas a pedido de parte.
En caso de destrucción, deterioro, pérdida o sustracción parcial o
total del Acta de Conciliación, debe comunicarse inmediatamente al
Ministerio de Justicia quien procederá conforme a lo dispuesto en el
Artículo 26, de la presente ley, sin perjuicio de las acciones civiles o penales
que correspondan.

El Ministerio de Justicia tiene a su cargo la autorización, registro y


supervisión de los capacitadores, pudiendo aplicarles las sanciones correspondientes,
cuando éstos no cumplan con lo previsto en la presente Ley o incurran en falta."
(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley N° 28163, publicada el
10-01-2004, cuyo texto es el siguiente:
"Artículo 26.- Autorización y supervisión
El Ministerio de Justicia tiene a su cargo la autorización de funcionamiento,
registro y supervisión de los Centros de Conciliación y Centros de Formación y
Capacitación de Conciliadores, pudiendo suspenderlos o privarlos de sus respectivas
facultades, cuando éstos no cumplan con lo previsto en la presente Ley o incurran
en faltas éticas."
(*) De conformidad con la Segunda Disposición Transitoria y Final de la Ley
N° 27398 publicada el 13-01-2001, la Junta Nacional de Centros de Conciliación
será convocada por el Ministro de Justicia.
Anexo Legislativo 573

Artículo 29.- Legalidad de los Acuerdos.- El Centro de


Conciliación contará por lo menos con un abogado quien supervisará
la legalidad de los acuerdos conciliatorios.
Artículo 30.- Información Estadística.- Los Centros de
Conciliación deben elaborar semestralmente los resultados estadísticos
de su institución, los mismos que deben ser remitidos al Ministerio de
Justicia, exhibidos y difundidos para conocimiento del público.
CONCORDANCIA: D.S. N° 004-2005-JUS, Art. 60

CAPITULO V
DE LA JUNTA NACIONAL DE CENTROS DE
CONCILIACIÓN

Artículo 31.- Junta Nacional de Conciliación.- La Junta


Nacional de Centros de Conciliación se constituye como una
persona jurídica de derecho privado que integra a los Centros de
Conciliación.
La Asamblea elige a su primera directiva y aprueba sus estatutos. (*)
Artículo 32.- Funciones.- Son funciones de la Junta
Nacional de Centros de Conciliación las siguientes:
1.Coordinar sus acciones a nivel nacional;
2.Promover la eficiencia de los centros;
3. Difundir la institución de la conciliación como mecanismo
alternativo de solución de conflictos; y,
4. Coordinar con el Ministerio de Justicia los asuntos
derivados de la aplicación de la presente ley.

CAPITULO VI DE LA
CONCILIACIÓN ANTE DE JUECES DE PAZ

Artículo 33.- Jueces de Paz.- La Conciliación se lleva a cabo


ante el Juez de Paz Letrado y a falta de éstos ante el Juez de Paz.
574 Anexo Legislativo

Artículo 34.- Procedimiento.- El procedimiento de Conciliación que


se sigue ante los Juzgados de Paz es el que establece la presente ley.
Artículo 35.- Responsabilidad Disciplinaria.- Los Jueces que actúan
como conciliadores se sujetan a las responsabilidades disciplinarias
establecidas en la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Artículo 36.- Tasa por Servicios Administrativos.- Los gastos
administrativos derivados de la Conciliación ante los Juzgados generan el
pago de una tasa por servicios administrativos.
Artículo 37.- Mérito y Ej ecución del Acta.- El mérito y el proceso de
ejecución del acta con acuerdo conciliatorio adoptado ante los jueces, es
el mismo establecido en el Artículo 18 de la presente ley.
Artículo 38.- Registro de Actas de Conciliación.- Los Juzgados de
Paz crearán el Libro de Registros de Actas de Conciliación, de donde se
expedirán las copias certificadas que soliciten las partes.

DISPOSICIONESCOMPLEMENTARIAS,TRANSITORIASY
FINALES

Primera.- Vigencia.- La presente ley entra en vigencia a partir de los


sesenta días siguientes a su publicación.
Segunda.- Reglamentación.- La presente ley será reglamentada en el
plazo establecido en la disposición anterior.
Tercera.- Suspensión de la Obligatoriedad.- La obligatoriedad a que
se refiere el Artículo 6 rige a partir de los veinticuatro (24) meses siguientes
a la entrada en vigencia de la presente Ley. Durante el período intermedio
el procedimiento de Conciliación regulado en la presente ley será facultativo.
Cuarta.- Centros Preexistentes.- Las entidades que hayan realizado
conciliaciones antes de la vigencia de la presente ley pueden adecuarse a
ésta dentro de los doce (12) meses contados a partir de su vigencia.
Las entidades que dentro del plazo establecido en el párrafo precedente
no se hayan adecuado a la presente ley, continuarán funcionando de
Anexo Legislativo

conformidad con las normas legales e institucionales que las regulan. Las
actas derivadas de las conciliaciones que realicen no tienen mérito de título
de ejecución.
Quinta.- Requisito de Admisibilidad.- Incorpórase el inciso 7) al
Artículo 425 del Código Procesal Civil;
"7. Copia certificada del Acta de Conciliación Extrajudicial, en los
procesos judiciales cuya materia se encuentre sujeta a dicho procedimiento
previo."
Sexta.- Vigencia del Requisito de Admisibilidad.- El requisito
establecido en la disposición precedente será exigible una vez se encuentre
en vigencia la obligatoriedad a que se refiere el Artículo 6 de la presente ley.
Sétima.- Conciliación Extraj udicial.- El procedimiento de Conciliación
creado en la presente Ley se realiza de modo independiente de aquel que
regula el Código Procesal Civil. Comuniqúese al señor Presidente de la
República para su promulgación.
En Lima, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos
noventa y siete.
CARLOS TORRES Y TORRES LARA
Presidente del Congreso de la República
EDITHMELLADO CÉSPEDES
Primera Vicepresidenta del Congreso de la República
ALSEÑORPRESIDENTECONSTITUCIONALDELAREPUBLICA
PORTANTO:
Mando se publique y cumpla.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los doce días del mes de
noviembre de mil novecientos noventa y siete.
ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI
Presidente Constitucional de la República
ALBERTOPANDOLFIARBULU
Presidente del Consejo'de Ministros
ALFREDO QUISPE CORREA
Ministro de Justicia
576 Anexo Legislativo

LEY GENERAL DE ARBITRAJE LEY N°


26.572

ELPRESIDENTEDELAREPUBLICA
PORCUANTO:
El congreso de la República ha dado la Ley siguiente:
ELCONGRESODELAREPUBLICA
Ha dado la ley siguiente:

LEY GENERAL DE ARBITRAJE

SECCIÓN PRIMERA
ARBITRAJE NACIONAL

CAPITULO PRIMERO

TITULO ÚNICO
Disposiciones Generales

Artículo l°.-Disposición general.- Pueden someterse a arbitraje las


controversias determinadas o determinables sobre las cuales las partes
tienen facultad de libre disposición, así como aquellas relativas a materia
ambiental, pudiendo extinguirse respecto de ellas el proceso judicial
existente o evitando el que podría promoverse; excepto:
1. Las que versan sobre el estado o la capacidad civil de las personas,
ni las relativas a bienes o derechos de incapaces sin la previa autorización
judicial.
2. Aquellas sobre las que ha recaído resolución judicial firme, salvo
Anexo Legislativo 577

las consecuencias patrimoniales que surjan de su ejecución, en


cuanto conciernan exclusivamente a las partes del proceso.
3. Las que interesan al orden público o que versan sobre
delitos o faltas. Sin embargo, sí podrá arbitrarse sobre la cuantía de la
responsabilidad civil, en cuanto ella no hubiera sido fijada por
resolución judicial firme.
4.Las directamente concernientes a las atribuciones o
funciones de imperio del Estado, o de personas o entidades de
derecho público.
Artículo 2°.- Arbitraje del Estado.- Pueden ser sometidas a
arbitraje nacional, sin necesidad de autorización previa, las
controversias derivadas de los contratos que el Estado Peruano y las
personas jurídicas de derecho público celebren con nacionales o
extranjeros domiciliados, así como las que se refieren a sus bienes,
así como aquellas controversias derivadas de contratos celebrados
entre personas jurídicas de derecho publico, entre si..[*]
"Pueden ser sometidos a arbitraje nacional, sin necesidad de
autorización previa, las controversias derivadas de los contratos
que celebren el Estado Peruano y las personas jurídicas de derecho
público con nacionales o extranjeros domiciliados en el país, inclusive
las que se refieran a sus bienes, así como aquellas controversias
derivadas de contratos celebrados entre personas jurídicas de
derecho público, entre sí".
Para los efectos de este artículo, el Estado comprende el
Gobierno Central, los Gobiernos Regionales y Locales y sus
respectivas dependencias.
Las empresas estatales de derecho privado o de economía
mixta pueden acordar libremente y sin requisito de previa
autorización que las controversias derivadas de los contratos que
celebren con nacionales o extranjeros domiciliados o que se
refieran a sus bienes, sean sometidos a arbitraje nacional.
Artículo 3°.- Arbitraje de derecho o de conciencia.- El
arbitrajepuede ser de derecho o de conciencia.
[*] Párrafo modificado por el Artículo Único de la Ley N° 26742,
publicada el 11-01-97
578 Anexo Legislativo

Es de derecho cuando los arbitros resuelven la cuestión controvertida


con arreglo al derecho aplicable. Es de conciencia cuando resuelven
conforme a sus conocimientos y leal saber y entender.
Salvo que las partes hayan pactado expresamente que el arbitraje será
de derecho, el arbitraje se entenderá de conciencia.
Los arbitros tendrán en cuenta, de tratarse de asuntos de carácter
comercial, los usos mercantiles aplicables al caso.
Artículo4°.- Intervención delPoderJudiciaL-Salvopactoencontrario,
las partes podrán someterse de modo exclusivo y excluyente a laj urisdicción
arbitral.
Artículo 5°.- Intervención de terceros.- Las partes podrán acordar la
intervención de un tercero, incluida una institución arbitral, para decidir
libremente sobre una cuestión que ellas mismas pueden resolver
directamente.
Artículo 6°.- Instituciones arbitrales.- La organización y desarrollo
del arbitraje pueden ser encomendadas a una Institución Arbitral, la cual
necesariamente deberá constituirse como Persona Jurídica. En tal caso, la
institución arbitral estará facultada para nombrar a los arbitros, así como
para establecer el procedimiento y las demás reglas a las que se someterá
el arbitraje, de conformidad con su reglamento arbitral.
Artículo 7°.- Plazos.- Salvo acuerdo en contrario de las partes, los
plazos se computan por días hábiles, salvo que expresamente se señale que
son días calendario. Son inhábiles los días domingo, sábado y feriados no
laborables, así como los días de duelo nacional no laborable declarados por
el Poder Ejecutivo. Excepcionalmente, los arbitros podrán habilitar, previa
notificación a las partes, días inhábiles para la actuación de determinadas
actuaciones.
Artículo 8o.-Recepción de comunicaciones escritas.-Salvo acuerdo
en contrario de las partes, se considerará recibida toda comunicación que
haya sido entregada al destinatario o que lo haya sido en el domicilio
señalado en el contrato. De no haberse señalado uno, la entrega podrá
hacerse en su domicilio real o residencia habitual. En el supuesto de que no
pudiera determinarse ninguno de esos lugares, tras una indagación razonable,
se considerará recibida toda notificación que haya sido enviada al último
Anexo Legislativo 579

domicilio real o residencia habitual conocido del destinatario por


carta certificada o cualquier otro medio que deje constancia
fehaciente de la entrega.
Serán válidas las notificaciones por cable, télex, facsímil o
medios similares que inequívocamente dejen constancia de la
comunicación, salvo que lo contrario estuviera previsto en el convenio
arbitral o en el reglamento de la institución arbitral.
Toda comunicación se considerará recibida el día en que se
haya realizado su entrega.

CAPITULO SEGUNDO TITULO


ÚNICO : EL CONVENIO ARBITRAL

Artículo 9o.-Definición de convenio arbitral.- El convenio


arbitral es el acuerdo por el que las partes deciden someter a arbitraje las
controversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto de
una determinada relación jurídica contractual o no contractual, sean
o no materia de un procesojudicial.
El convenio arbitral obliga a las partes y a sus sucesores a la
realización de cuantos actos sean necesarios para que el arbitraje se
desarrolle, pueda tener plenitud de efectos y sea cumplido el laudo
arbitral.
El convenio arbitral puede estipular sanciones para la parte
que incumpla cualquier acto indispensable para la eficacia del mismo,
establecer garantías para asegurar el cumplimiento del laudo arbitral, así
como otorgar facultades especiales alos arbitros para la ejecución del
laudo en rebeldía de la parte obligada. -
Independientemente de lo dispuesto en el párrafo anterior, los
arbitros se encuentran facultados para imponer multas hasta por un
máximo de dos (2) Unidades Impositivas Tributarias a la parte que
no cumpla sus mandatos.
Estas multas que serán en favor de la otra parte, constarán en el
laudo arbitral y se ejecutarán conjuntamente con este último.
Artículo 100.- Forma del convenio arbitral.- El convenio arbitral se
580 Anexo Legislativo

celebra por escrito, bajo sanción de nulidad. Podrá adoptar la forma de una
cláusula incluida en un contrato o la forma de un acuerdo independiente.
Se entiende que el convenio arbitral se ha formalizado por escrito no
solamente cuando está contenido en documento único suscrito por las
partes, sino también cuando resulta del intercambio de cartas o de cualquier
otro medio de comunicación o correspondencia que inequívocamente deje
constancia documental de la voluntad de las partes de someterse a arbitraje.
Se entiende además que el convenio arbitral se ha formalizado por
escrito cuando a pesar de no existir acuerdo previo, por iniciativa de una de
las partes involucradas se somete una controversia a la decisión de uno o
más arbitros que aceptan resolver el conflicto, mediando asentimiento
posterior de la otra u otras partes a dicho sometimiento.
Se entenderá que hay asentimiento cuando, notificada la parte
contraria de la iniciativa de quien promovió la intervención de el o los
arbitros, se apersona al procedimiento arbitral sin objetar dicha intervención.
Artículo 11°.- Convenios arbitrales y relaciones jurídicas
estándares.-Sinperjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, los convenios
arbitrales referidos a relaciones jurídicas contenidas en Cláusulas Generales
de Contratación o Contratos por Adhesión, serán exigibles entre las partes
en tanto dichos convenios hayan sido conocidos o hayan sido conocibles
por la contraparte usando la diligencia ordinaria.
Se presumirá, sin admitir prueba en contrario, que el convenio arbitral
era conocible si se cumple con alguno de los siguientes supuestos:
1. Fue puesto a conocimiento del público mediante adecuada
publicidad.
2. Si las condiciones generales que incluyen el convenio arbitral se
hallan insertas en el cuerpo del contrato principal y este último es por escrito
y está firmado por ambas partes.
3. Si las condiciones generales, a pesar de no estar reproducidas en
el cuerpo del contrato principal, están reproducidas en el reverso del
documento y se hace referencia al arbitraje en el cuerpo del contrato
principal y éste es por escrito y firmado por la otra parte.
4. Si el convenio arbitral se encuentra incluido en condiciones
estándares separadas del documento principal, pero se hace referencia en
Anexo Legislativo 581

el cuerpo del contrato principal a la existencia del arbitraje y este


es por escrito y firmado por la otra parte.
Si se estableciera que el convenio arbitral no fue conocido o
conocible por la contraparte al momento de la celebración del contrato,
el estipulante del convenio arbitral no podrá exigir su aplicación, salvo
que posteriormente su contraparte lo acepte expresamente y por
escrito. Empero, la contraparte sí podrá exigir la aplicación de dicho
convenio arbitral, así éste no hubiera sido inicialmente conocido o
conocible.
Artículo 12°.- Arbitraje Estatutario.-Constituyen convenio
arbitral válido las estipulaciones contenidas en los estatutos o normas
equivalentes de sociedades civiles o mercantiles, asociaciones civiles
y demás personas jurídicas, que establecen arbitraje obligatorio para
las controversias que pudieran tener con sus miembros, socios o
asociados; las que surjan entre éstos respecto de sus derechos; las
relativas a cumplimiento de los estatutos o validez de acuerdos, y
para las demás que versen sobre materia relacionada con las
correspondientes actividades, fin u objeto social.
Artículo 13°.-Arbitraje Testamentario.- Surte efecto como
convenio arbitral la estipulación testamentaria que dispone arbitraje
para solucionar las diferencias que puedan surgir entre herederos no
forzosos o legatarios, o para la porción de la herencia no sujeta a
legítima, o para las controversias que surjan relativas a la valoración,
administración o partición de la herencia, o para las controversias
que se presenten en todos estos casos con los albaceas.
Artículo 14o- Separabilidad del convenio arbitral.- La
inexistencia, rescisión, resolución, nulidad o anulabilidad total o
parcial de un contrato u otro acto jurídico que contenga un convenio
arbitral, no implica necesariamente la inexistencia, ineficacia o invalidez
de éste. En consecuencia, los arbitros podrán decidir libremente sobre
la controversia sometida a su pronunciamiento, la que podrá versar,
inclusive, sobre la inexistencia, ineficacia o invalidez del contrato o
acto jurídico que contenga el convenio arbitral.
Es nula la estipulación contenida en un convenio arbitral que
coloca a una de las partes en situación de privilegio respecto de la otra
en relación con la designación de los arbitros, la determinación del
número de éstos, de la materia controvertida o de las reglas de
procedimiento.
582 Anexo Legislativo

Artículo 15.- Renuncia al arbitraje.- Las partes pueden renunciar al


arbitraje mediante convenio expreso.
Se entiende que existe renuncia tácita cuando se hubiera interpuesto
demanda por una de las partes y el demandado no invoca la excepción
arbitral dentro de los plazos previstos para cada proceso.
Artículo 16°.-Excepción de convenio arbitral.-Si se promoviera una
acción judicial relativa a una materia que estuviera reservada a decisión de
los arbitros de acuerdo con el convenio arbitral o cuyo conocimiento ya
estuviera sometido por las partes a esa decisión, tal circunstancia podrá
invocarse como excepción de convenio arbitral dentro del plazo previsto en
cada proceso. Vencido el plazo correspondiente se entiende renunciado el
derecho a invocarla y sin efecto alguno el convenio arbitral.
Si la materia ya estuviera sometida al conocimiento de los arbitros, el
juez deberá amparar la excepción de convenio arbitral. Si la materia todavía
no está sometida al conocimiento de los arbitros, el juez también deberá
amparar la excepción de convenio arbitral, salvo que la materia sea
manifiestamente no arbitrable de conformidad con el artículo I o.
Encontrándose en trámite la excepción de convenio arbitral, las actuaciones
arbitrales podrán iniciarse o proseguirse e inclusive dictarse el laudo.
Artículo 17°.- Celebración de convenio arbitral durante un proceso
j udicial.- S i durante un proceso judicial, las partes formalizan voluntariamente
un convenio arbitral sobre todas o parte de las pretensiones controvertidas
en aquél, deben presentar al Juez un escrito conjunto con firmas legalizadas
por el Auxiliar Jurisdiccional, adjuntando copia del convenio arbitral. A la
vista de tal documentación, el Juez dispondrá el archivamiento del proceso,
o la continuación del mismo respecto de las materias que las partes declaren
no haber sometido a arbitraje.
El Juez no puede objetar el convenio arbitral, salvo que la materia sea
manifiestamente no arbitrable de conformidad con el Artículo I o. Puede
también requerir a las partes para que precisen su contenido, o para que
aclaren los puntos que considera oscuros.
Los medios probatorios actuados en el proceso judicial surten
eficacia en el arbitral con el valor que los arbitros les asignen, salvo pacto
expreso en contrario contenido en el convenio arbitral
Anexo Legislativo 583

CAPITULO TERCERO
TITULO ÚNICO : LOS ARBITROS

Artículo 18°.-Disposición general.- Los arbitros no representan


los intereses de ninguna de las partes y ejercen el cargo con estricta
imparcialidad y absoluta discreción. En el desempeño de sus
funciones tienen plena independencia y no están sometidos a orden,
disposición o autoridad que menoscabe sus atribuciones, gozando
además del secreto profesional.
La aceptación del cargo por los arbitros, o por la institución
arbitral, otorga derechos a las partes para compelerles a que
cumplan el encargo dentro del plazo establecido, bajo pena de
responder por los daños y perjuicios que ocasionen por demora o
por incumplir las obligaciones respectivas.
Artículo 19°.- Remuneraciones.- Los arbitros serán
remunerados, salvo pacto expreso en contrario.
La aceptación del cargo confiere a los arbitros, así como a las
instituciones arbitrales, el derecho de exigir a las partes un anticipo de
los fondos que estimen necesarios para atender las retribuciones
respectivas y los gastos del arbitraje.
Artículo 20°.- Nombramiento.- Los arbitros serán designados por
las partes o por un tercero, quien puede ser persona natural o jurídica,
incluida una institución arbitral. La designación deberá ser
comunicada a la parte o partes, según el caso, * inmediatamente
después de efectuada. Podrán designarse igualmente uno o más
arbitros suplentes.
Artículo 21°.- Libertad de procedimiento de nombramiento.- Las
partes podrán determinar libremente el procedimiento para el
nombramiento de el o los arbitros. A falta de acuerdo entre las partes, en
los arbitrajes con tres arbitros, cada una nombrará a un arbitro y los
dos arbitros así designados nombrarán al tercero quien presidirá el
tribunal arbitral.
Si una de las partes no nombra al arbitro que le corresponde
dentro del plazo de diez (10) días de haberse requerido su
nombramiento, la designación será hechapor el juez. Por su parte, si
los arbitros no consiguen ponerse de acuerdo sobre la designación del
tercer arbitro dentro del mismo
584 Anexo Legislativo

plazo, el nombramiento lo efectuará el juez. En el arbitraje con arbitro único,


o cuando las partes hayan acordado que el nombramiento de los arbitros
se efectuará de común acuerdo, si las partes no consiguen ponerse de
acuerdo sobre su designación, transcurrido diez (10) días de la primera
propuesta, el nombramiento lo efectuará el juez.
En todo supuesto de falta de designación del Presidente del Tribunal
Arbitral, asumirá tal condición el arbitro designado por los miembros del
tribunal arbitral.
Artículo 22°.- Incumplimiento del encargo- Si el tercero a que se
refiere el Artículo 20°, encargado de efectuar la designación de el o los
arbitros, no lo hiciera dentro del plazo determinado por las partes o del
establecido en el reglamento de la institución arbitral o, a falta de ellos,
dentro del plazo de diez (10) días de solicitada su intervención, se considerará
que rechaza el encargo. En tal caso, las partes podrán designar a un nuevo
tercero con ese propósito. A falta de acuerdo entre las partes sobre la
designación del tercero dentro del mismo plazo, el juez procederá a la
designación de el o los arbitros.
Artículo 23°.- Nombramiento por el Juez.- Es competente para la
designación del o de los arbitros en los casos a que se refieren los Artículos
21° y 22°, el Juez Especializado en lo Civil al que las partes se hubiesen
sometido expresamente. En defecto de sumisión expresa, el del lugar donde
debe realizarse el arbitraje si se hubiera previsto; a falta de ello y a elección
del interesado, el del lugar de celebración del convenio arbitral o el del
domicilio del emplazado, o el de cualquiera de ellos, si son varios.
El Juez procederá a la designación de acuerdo al siguiente trámite:
1. El interesado acompañará a su solicitud el o los documentos que
contienen el convenio arbitral y propondrá los nombres de los arbitros en
un número no inferior a siete (7).
2. El Juez citará a las partes a una audiencia única la cual deberá
desarrollarse dentro de los diez (10) días hábiles siguientes.
3. Si el emplazado no concurre a la audiencia, en el acto de la misma,
el Juez resuelve designando al o a los arbitros, así como a uno o más
suplentes, entre la lista de arbitros indicada en el inciso 1) de este artículo.
Sin embargo, el Juez si lo considera pertinente, podrá encargar a una
institución arbitral debidamente constituida en el lugar de la sede de su
Anexo Legislativo 585

competencia, para que realice libremente la designación dentro del


plazo que determine, el cual no podrá exceder los diez (10) días
hábiles. Vencido dicho plazo sin que la institución arbitral haya
procedido con la designación, a pedido de parte, el Juez procederá
dentro de tercero (3) día hábil a dictar resolución designando al o a
los arbitros.
4. Si el emplazado concurre a la audiencia, en el acto de la
misma, el
Juez invitará a la parte emplazada para que proceda a designar al
arbitro o
arbitros que le corresponda. En caso el emplazado no designe al
arbitro o
a los arbitros que le corresponda, el Juez designará al arbitro o a los
arbitros
que correspondan de la lista de arbitros indicada en el inciso 1) de
este
artículo, nombrando al mismo tiempo uno o más suplentes; o
procederá a
encargar tal designación a la institución arbitral de conformidad con
el
inciso 3) de este artículo.
En caso se hubiere pactado el nombramiento conjunto de el o
los arbitros o su designación por un tercero que no cumplió con el
encargo, el Juez invitará a las partes a ponerse de acuerdo en la
designación. Caso contrario, el Juez invitará a la parte emplazada
para que proponga los nombres de los arbitros en un número no
inferior a siete (7), entre quienes conjuntamente con la lista de arbitros
indicada en el inciso 1) de este artículo procederá a la designación,
debiendo ésta recaer principalmente en aquellos arbitros cuyos
nombres estén presentes en ambas listas. En caso la parte emplazada
se niegue a proponer la lista de arbitros, el Juez designará al arbitro
o a los arbitros que correspondan, como a uno o más arbitros
suplentes de la lista de arbitros indicada en el inciso 1) de este
artículo; o procederá a encargar tal designación a la institución arbitral
de conformidad con el inciso 3) de este artículo.
5. El Juez únicamente podrá rechazar la solicitud de
designación de arbitros cuando considere por los documentos
aportados que no consta manifiestamente la voluntad de las partes
de acudir al arbitraje.
6. Para el nombramiento del o los arbitros, según corresponda, el
Juez tomará en cuenta lo previsto en el convenio arbitral sobre las
condiciones que deben reunir los arbitros.
7. Contra las decisiones del Juez no procede recurso
impugnatorio alguno, sin perjuicio de lo indicado en el inciso
siguiente.
8. La resolución que pone fin al proceso es apelable con efecto
586 Anexo Legislativo

suspensivo, sólo cuando se haya desestimado la solicitud de designación


de arbitros. Contra lo resuelto por el superior no procede impugnación
alguna.
Artículo 24°.- Número de arbitros.- Los arbitros son designados en
número impar. Si son tres o más forman tribunal arbitral. A falta de acuerdo o
en caso de duda, los arbitros serán tres.
Si las partes han acordado un número par de arbitros, los arbitros
designados procederán al nombramiento de un arbitro adicional, que
actuará como Presidente del Tribunal Arbitral.
Artículo 25°.- Calificaciones legales de los arbitros.- Pueden ser
designados arbitros las personas naturales, mayores de edad, que no tienen
incompatibilidad para actuar como arbitros y que se encuentran en pleno
ejercicio de sus derechos civiles.
El nombramiento de arbitros de derecho debe recaer en abogados.
El nombramiento de arbitros de derecho o equidad podrá recaer en
personas nacionales o extranjeras.
Cuando se designe a una persona jurídica como arbitro, se entenderá
que tal designación está referida a su actuación como entidad nominadora,
de conformidad con el Artículo 20°.
Artículo 26°.- Personas impedidas de actuar como arbitros.- Tienen
incompatibilidad para actuar como arbitros, bajo sanción de nulidad del
nombramiento y del laudo:
1. Los Magistrados, con excepción de los Jueces de Paz, los Fiscales,
los Procuradores Públicos y los Ejecutores Coactivos.
2. El Presidente de la República y los Vicepresidentes; los
Parlamentarios y los miembros del Tribunal Constitucional.
3. Los oficiales generales y superiores de las Fuerzas Armadas y
Policía Nacional, salvo los profesionales asimilados.
4. Los ex Magistrados en las causas que han conocido.
5. El Contralor General de la República en los procesos arbitrales en
los que participen las entidades que se encuentran bajo el control de la
Contraloría General de la República.
Anexo Legislativo 587

Artículo 27°.- Renuncia de los arbitros.- El cargo de arbitros


sólo puede renunciarse:
1. Por incompatibilidad sobrevenida conforme al Artículo 26°;
2. Por causales pactadas al aceptarlo;
3. Por enfermedad comprobada que impida desempeñarlo;
4. Por causa de recusación reconocida por las partes y no
dispersadas por ellas;
5. Por tener que ausentarse por tiempo indeterminado o por
más de treinta días, si las partes no excusan la inasistencia, y el
plazo para laudar lo permite; o
6. Cuando las partes hayan suspendido el proceso arbitral por
más de dos (2) meses.
Artículo 28.- Causales de recusación.- Los arbitros podrán
ser recusados sólo por las causas siguientes:
1. Cuando no reúnan las condiciones previstas en el Articulo 25
o en el convenio arbitral o estén incursos en algún supuesto de
incompatibilidad conforme al Artículo 26°.
2. Cuando estén incursos en alguna causal de recusación
prevista en el reglamento arbitral al que se hayan sometido las
partes.
3. Cuando existan circunstancias que den lugar a dudas
justificadas respecto de su imparcialidad o independencia.
Artículo 29°.- Obligación de informar y dispensa.- La
persona a quien se comunique su posible nombramiento como
arbitro deberá revelar todas las circunstancias que pueden dar lugar a
una posible recusación, y el arbitro, desde el momento de su
nombramiento y durante todos las actuaciones arbitrales, revelará
sin demora tales circunstancias a las partes, a menos que ya les haya
informado de ellas, bajo pena de responder por los daños y perjuicios
que ocasionen por su omisión.
Las parte pueden dispersar las causas de recusación que
conocieran y, en tal caso, no procederá recusación o impugnación
del laudo por tales motivos.
Artículo 30°.- Recusación de arbitro designados por los partes.- Los
588 Anexo Legislativo

arbitros son recusables por la parte que los designó, sólo por causas que
hayan sobrevenido a su nombramiento, o por causas no conocidas al
momento de la designación.
Los arbitros nombrados por la otra parte o por un tercero pueden ser
recusados también por causa anterior al nombramiento.
Artículo 31°.- Procedimiento de recusación.- Iniciado el proceso
arbitral, la parte que formula recusación de hacerlo inmediatamente después
de conocida la causa que la motiva, justificando debidamente las razones
en que se basa y siempre que no haya vencido el plazo probatorio. Si el
recusado niega la razón y el arbitraje fuera unipersonal, el Juez conforme al
trámite indicado en el Artículo 232, en lo que fuera pertinente, o la institución
organizadora del arbitraje, conforme a su reglamento, resolverán sobre la
procedencia o no de la recusación, después de oídas las partes y el arbitro.
Si el arbitraje fuera colegiado, la institución organizadora del arbitraje,
cuando correspondiera, o el tribunal arbitral, resolverá la recusación por
mayoría absoluta sin el voto del recusado.
En caso de empate resuelve el presidente, salvo que él sea el recusado,
en cuyo caso resuelve el de mayor edad.
Contra la resolución que el Juez, la Institución organizadora o el
tribunal pronuncien, no procede ningún medio impugnatorio.
El trámite de recusación no interrumpe la prosecución del proceso
arbitral..
Artículo32°.- Designación de arbitro sustituto.- Cuando por cualquier
razón haya que designar un arbitro sustituto y no existieran arbitros
suplentes, a falta de acuerdo entre las partes se sigue el mismo procedimiento
mediante el cual fue designado el sustituido.

CAPITULO CUARTO DEL


PROCESO ARBITRAL
TITULO PRIMERO
Disposiciones Generales
Anexo Legislativo 589

Artículo 33°.- libertad de regulación de proceso.- Las partes pueden


pactar el lugar y las reglas a las que se sujeta el proceso correspondiente.
Pueden también disponer la aplicación del reglamento que tenga establecido
la institución arbitral a quien encomiendan su organización.
A falta de acuerdo, dentro de los diez (10) días siguientes a la
aceptación del arbitro único o del último de los arbitros, éstos deciden el
lugar y las reglas del proceso del modo que consideren más apropiado,
atendiendo la conveniencia de las partes. La decisión será notificada a las
partes.
Durante el proceso arbitral deberá tratarse a las partes con igualdad
y darle a cada una de ella plena oportunidad de hacer valer sus derechos.
Artículo 34°.- Procedimiento supletorio.- Salvo disposición distinta
de las partes o de los arbitros, el procedimiento arbitral se sujetará a las
siguientes reglas.
1. La parte que formula su pretensión ante los arbitros deberá hacerlo
dentro de los ocho (8) días de notificada de la instalación del tribunal arbitral,
debiendo ofrecer al mismo tiempo las pruebas que la sustenten.
Luego de recibida la pretensión, se citará al demandado para que en
el plazo de ocho (8) días manifieste lo que convenga a su derecho y ofrezca
las pruebas correspondientes. Si se formula reconvención, los arbitros
correrán traslado a la otra parte por igual plazo.
2. Si la parte no cumple con formular su pretensión con arreglo al
primer párrafo del inciso anterior, los arbitros procederán a notificar a la otra
parte para que dentro de igual plazo proceda a formular su pretensión con
arreglo al párrafo anterior.
Vencido el plazo sin que la otra parte formule su pretensión, los
arbitros dieran por terminadas las actuaciones arbitrales.
En caso la otra parte formule su pretensión a que se hace referencia
en el párrafo anterior, será de aplicación en segundo párrafo del inciso
anterior, no siendo procedente en este caso la reconvención.
3. Si alguna de las partes no cumpliera con absolver los trámites que
le corresponder dentro de los plazos previstos en los incisos 1 y 2, los
arbitros continuarán las actuaciones, sin que dicha omisión se considere
como una aceptación de las alegaciones de la otra parte.
590 Anexo Legislativo

4. Vencidos los plazos indicados en los párrafos anteriores, los


arbitros citarán a las partes a una audiencia de conciliación dentro de los
diez (10) días siguientes. Una audiencia tendrá por finalidad propiciar un
arreglo entre las partes o esclarecer entre otros aspectos, las pretensiones
de las partes, la existencia de hechos controvertidos y toda otra cuestión
que sea necesario precisar para un mejor desarrollo del arbitraje. En defecto
de lo anterior, corresponderá resolver la oposición a que se refiere el
Artículo 392, si los arbitros lo consideran pertinente. Lo actuado constará
en un acta.
5. Los medios probatorios se actúan en una o más audiencias dentro
de un plazo que no podrá exceder de quince (15) días.
6. Actuados los medios probatorios, los arbitros pueden solicitar a
las partes un resumen escrito de sus alegaciones.
7. Como directores del proceso los arbitros deben velar para que el
mismo se desarrolle bajo lo principios de celeridad, inmediación, privacidad,
concentración y economía procesal, posibilitando la adecuada defensa de
las partes.
Artículo 35°.- Presentación de escritos.- Todos los escritos deben
estar firmados por la parte que los presenta. No se requerirá firma de
abogado. Si hubiera abogado designado, éste podrá presentar directamente
los escritos de mero trámite.
Todo documento que se adjunta debe estar debidamente rubricado.
Artículo 36°.- Copia de los escritos.- De todas las declaraciones,
escritos, documentos, o demás información que una de las partes suministre
a los arbitros se dará traslado a la otra parte. Así mismo deberá ponerse a
disposición de ambas partes los peritajes o los documentos probatorios en
los que los arbitros puedan basarse al adoptar su decisión.
Artículo 37°.- Facultad de los arbitros en cuanto a las pruebas.- Los
arbitros tienen la facultad para determinar, de manera exclusiva, la
admisibilidad, pertinencia y valor de las pruebas.
En cualquier etapa del proceso los arbitros pueden solicitar a las
partes aclaraciones o informaciones. Pueden también ordenar de oficio la
actuación de los medios probatorios que estimen necesarios.
Anexo Legislativo 591
Tratándose de prueba pericial, pueden ordenar que se explique
o amplíe el dictamen.
Los arbitros pueden dar por vencidos los plazos de etapas ya
cumplidas por las partes. La inactividad de las partes no impiden la
prosecución del proceso ni que se dicte el laudo en base a lo ya
actuado.
Los arbitros pueden prescindir motivadamente de las pruebas
no actuadas, si se consideran adecuadamente informados.
Artículo 38°.- Delegación de facultades.- El tribunal puede
delegar facultades en uno o más de sus miembros para la realización de
determinados actos del proceso.
Artículo 39°.- Facultad de los arbitros para decidir acerca de
su competencia.- Los arbitros están facultados para decidir acerca de su
propia competencia, incluso sobre oposiciones relativas a la existencia,
eficacia o a la validez del convenio arbitral.
La oposición total o parcial al arbitraje por inexistencia,
ineficacia o invalidez del convenio arbitral o por no estar pactado el
arbitraje para resolver la materia controvertida, deberá formularse al
presentar las partes sus pretensiones iniciales. Los arbitros sin
embargo podrán considerar estos temas de oficio.
Los arbitros decidirán estos temas como cuestión previa. Sin
embargo, el tribunal arbitral podrá seguir adelante en las actuaciones y
decidir acerca de tales objeciones en el laudo. Contra la decisión de
los arbitros no cabe impugnación alguna, sin perjuicio del recurso de
anulación, si la oposición hubiera sido desestimada.
Artículo 40°.- Auxilio jurisdiccional para la actuación de pruebas.-
El tribunal arbitral, o cualquiera de las partes con la aprobación del
tribunal arbitral, podrá pedir Auxilio Judicial para la actuación de
pruebas. Es competente el Juez de Paz Letrado o el Juez
Especializado en lo Civil del Lugar del arbitraje o donde sea necesario
ejecutar la resolución, a elección del interesado. El juez dará
cumplimiento a la solicitud en un plazo que no excederá de cinco (5)
días, bajo responsabilidad, de conformidad con las normas que le
sean aplicables sobre medios de prueba.
592 Anexo Legislativo
TITULO SEGUNDO
CONCILIACIÓN, TRANSACCIÓN, SUSPENSIÓN Y
DESISTIMIENTO DEL PROCESO

Artículo 41°.- Conciliación o transacción.- Los arbitros son


competentes para promover conciliación en todo momento.
Si antes de la expedición del laudo las partes concilian o transigen sus
pretensiones, los arbitros dictarán una orden de conclusión del
procedimiento, adquiriendo lo acordado la autoridad de cosa juzgada.
Si lo piden ambas partes y los arbitros lo aceptan, la conciliación o
transacción se registrará en forma de laudo arbitral en los términos convenidos
por las partes, en cuyo caso se ejecutará de la misma manera que un laudo
arbitral. Este laudo no requiere ser motivado.
Cuando la conciliación o transacción fueran parciales, continúa el
proceso respecto de los demás puntos controvertidos.
Artículo 42°.- Suspensión durante designación de arbitro sustituto.-
Durante la tramitación de la designación del arbitro sustituto, se suspende
el proceso.
En este caso, salvo que se trate de la sustitución del arbitro único, o
que las partes o el tribunal lo decidan y el plazo para laudar lo permita, no
será necesario repetir las actuaciones anteriores.
Artículo 43°.- Desistimiento y suspensión voluntaria.- En cualquier
momento antes de la notificación del laudo , de común acuerdo y
comunicándolo a los arbitros, las partes pueden desistirse del arbitraje.
Pueden también suspender el proceso por el plazo que de común acuerdo
establezcan. En caso de desistimiento, todos los gastos del arbitraje y las
retribuciones de los arbitros son asumidos por las partes en iguales
proporciones, salvo pacto en contrario.
Anexo Legislativo 593

TITULO TERCERO COMPETENCIA


DE LOS ARBITROS Y MAYORÍAS
Artículo 44°.- Competencia.- Los arbitros son competentes
para conocer y resolver todas las cuestiones subsidiarias,
accesorias o incidentales que se promuevan durante el proceso,
inclusive las relativas a la validez o eficacia del convenio, como
aquéllas cuya sustanciación en sede arbitral hayan sido consentidas
por las partes en el proceso.
Artículo 45°.- Mayoría de concurrencia.- El tribunal funciona
con la concurrencia de la mayoría de los arbitros, salvo que las reglas
establecidas conforme al Artículo 33 dispongan expresamente la
concurrencia de la totalidad. Las deliberaciones del tribunal son
secretas.
Artículo 46°.- Mayoría para resolver.- Salvo que las reglas
particulares establecidas por las partes o por el reglamento arbitral al
que se hubiesen sometido dispongan otra cosa, las resoluciones se
dictan por mayoría de los arbitros. Los arbitros están prohibidos de
abstenerse en las votaciones. En caso lo hicieran, se considerará que
se adhieren a lo decidido por la mayoría o por el presidente, en su
caso.
Contra las resoluciones de los arbitros no procede recurso
alguno, salvo que así esté expresamente previsto en la presente ley.
Artículo 47°.- Decisión del Presidente del Tribunal
Arbitral y designación del dirimente.- Salvo que las reglas
particulares establecidas por las partes o por el reglamento arbitral
al que se hubiesen sometido dispongan otra cosa, en los casos d~
empate di rime el voto del presidente del tribunal. Si no hubiere
acuerdo mayoritario, decide el presidente.
En todos los casos en que sea necesario designar a un arbitro
dirimente, se seguirá el mismo procedimiento utilizado para la
designación del tercer arbitro, salvo que las reglas particulares
establecidas por las partes o por el reglamento arbitral al que se
hubiesen sometido establezcan un procedimiento distinto. El arbitro
dirimente deberá expedir su resolución dentro del plazo de veinte (20)
días, gozando de las facultades reconocidas al arbitro presidente en el
párrafo anterior.
594 Anexo Legislativo
TITULO CUARTO DEL
LAUDO ARBITRAL

Artículo 48°.- Plazo para laudar.- Salvo que otra cosa se hubiera
dispuesto en el convenio, en la reglas del proceso, o que las partes autoricen
una extensión, el laudo se debe pronunciar dentro del plazo de veinte (20)
días de vencida la etapa de prueba, o de cumplido el trámite a que se refiere
el inciso 1) del Artículo 34, si no hubiera hechos por probar, salvo que los
arbitros consideren necesario contar con un plazo adicional, que en ningún
caso podrá exceder de quince (15) días.
Artículo 49°.- Requisitos del laudo.-El laudo debe constar por escrito
con los votos particulares de los arbitros, si los hubiera. Tratándose de
arbitraje colegiado basta que sea firmado por la mayoría requerida para
formar decisión. Se entiende que el arbitro que no firma ni emite voto
particular, adhiere al de la mayoría.
Artículo 50°.- Contenido del laudo de derecho.- El laudo de derecho
debe contener:
1. Lugar y fecha de expedición;
2. Nombre de las partes y de los arbitros;
3. La cuestión sometida a arbitraje y una sumaria referencia de las
alegaciones y conclusiones de las partes;
4. Valoración de las pruebas en que se sustente la decisión;
5. Fundamentos de hecho y de derecho para admitir o rechazar las
respectivas pretensiones y defensas; y
6. La decisión.
Articulo 51°.- Contenido del laudo de conciencia.- El laudo de
conciencia necesariamente debe cumplir con lo dispuesto en los incisos 1),
2),3) y 6) del Artículo 50. Requiere además de una motivación razonada.
Artículo 52°.- Costos de Arbitraje.- Los arbitros se pronunciarán en
el laudo sobre los gastos del arbitraje, teniendo presente, de ser el caso, lo
pactado en el convenio. Los gastos incluyen, pero ni se limitan, a las
retribuciones de los arbitros y de los abogados de las partes; las retribuciones
del secretario que se hubiera nombrado, si éste no fuese arbitro, los gastos
Anexo Legislativo 595
de protocolización del laudo, cuando se hubiera pactado; y, en su
caso, la retribución a la institución arbitral. Adicionalmente,
arbitros deberán determinar el monto de la multa a que se refiere el
último párrafo del Artículo 9, cuando ello corresponda.
Si el convenio no contiene pacto alguno sobre gastos, los
arbitros se pronunciarán en el laudo sobre su condena o
exoneración, teniendo en consideración el resultado o sentido del
mismo.
Si no hubiera condena, cada parte cubrirá sus gastos y los que
sean comunes en iguales proporciones, entendiéndose como comunes
las de los arbitros, la del secretario, si éste no fuera arbitro, y la de la
institución arbitral.
Artículo 53°.-Notificación del laudo.- El laudo se notificará
a las partes dentro de los cinco (5) días de emitido.
Artículo 54°.- Corrección e integración del laudo.- A
solicitud de parte, formulada dentro de los cinco (5) días posteriores
a la notificación, o por propia iniciativa de los arbitros dentro del
mismo plazo, éstos pueden corregir errores materiales, numéricos, de
cálculo, tipográfico y de naturaleza similar. Dentro del plazo indicado
en el párrafo anterior, los arbitros pueden también integrar el laudo si se
hubiese omitido resolver alguno de los puntos materia de
controversia.
La corrección, y en su caso la integración se hará por escrito
dentro de los cinco (5) días siguientes a la recepción de la solicitud.
Artículo 55°.- Aclaración del laudo.- Dentro del mismo plazo
señalado en el artículo anterior, cualquiera de las partes pueden
solicitar de los arbitros con notificación a la otra parte, una
aclaración del laudo.
La aclaración se efectuará por escrito dentro de los cinco (5)
días siguientes a la recepción de la solicitud, prorrogables por
acuerdo de las partes. La aclaración forma parte del laudo.
Artículo 56°.- Prórroga de plazos.- En cualquiera de los
supuestos contenidos en los Artículos 54 y 55 y siempre y cuando
exista solicitud de parte para corregir, integrar o aclarar un laudo, los
arbitros podrán prorrogar el plazo para resolver por un término no
mayor de diez (10) días.
Artículo 57°.- Protocolización y conservación de las actuaciones.-
El laudo, sus correcciones, integración y aclaraciones, puede ser
596 Anexo Legislativo

protocolizado notarialmente, a solicitud de cualquiera de las partes y a su


costo.
A tal fin, basta la intervención del arbitro o de cualquiera de los
arbitros que designe el tribunal.
El expediente del proceso arbitral se conserva en los archivos del
Notario que lo protocolice. Los Notarios sólo pueden expedir testimonio o
copias simples de la escritura de protocolización, o copias certificadas del
expediente, a solicitud de los otorgantes del convenio arbitral, o por
mandatojudicial.
Salvo lo dispuesto en el párrafo anterior, el expediente del proceso
arbitral es conservado por la institución arbitral, o, en su caso, por el
presidente del tribunal o por el arbitro único.

TITULO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 58°.- Recursos contra resoluciones.- Contra las resoluciones


distintas del laudo sólo procede recurso de reposición ante los propios
arbitros, dentro de tres (3) días siguientes de notificada la resolución.
Artículo 59°.-Recursos contra los laudos.- Los laudos arbitrales son
definitivo contra ellos no procede recurso alguno, salvo los previstos en
los Artículos 60 y 61.
El laudo tiene valor de cosa juzgada y se ejecutará con arreglo a las
normas contenidas en el Capítulo Sexto de esta Sección.
Artículo 60°.- Recurso de Apelación.- Procede la interposición del
recurso apelación ante el Poder Judicial o ante una segunda instancia
arbitral, cuando hubiere pactado su admisibilidad en el convenio arbitral o
si está previsto en el segmento arbitral de la institución arbitral a la que las
partes hubieran sometido su controversia. A falta de acuerdo expreso o en
caso de duda, se entiende que las partes han pactado el recurso de apelación
ante una segunda instancia arbitral.
El recurso de apelación tiene por obj eto la revisión del laudo respecto
de la apreciación de los fundamentos de las partes, de la prueba y, en su caso,
Anexo Legislativo 597

aplicación interpretación del derecho, y se resuelve confirmando o


revocando total o parcialmente el laudo.
Contra los laudos de conciencia no procede recurso de apelación.
Artículo 61°.- Recurso de anulación.- Contra los laudos
arbitrales dictados en una sola instancia o contra los laudos
arbitrales de segunda instancia, procede sólo la interposición del
recurso de anulación ante el Poder Judicial por las causales
taxativamente establecidas en el Artículo 73. El recurso tiene por
objeto la revisión de su validez, sin entrar al fondo de la controversia,
y se resuelve declarando su validez o su nulidad.
Está prohibido, bajo responsabilidad, la revisión del fondo de
la controversia.

TITULO SEGUNDO
RECURSO DE APELACIÓN ANTE SEGUNDA
INSTANCIA ARBITRAL

Artículo 62°.- Disposiciones aplicables.- Salvo disposición


distinta de las partes o del reglamento arbitral, son de aplicación al
recurso de apelación ante un segunda instancia arbitral, las
siguientes reglas.
1. El recurso de apelación contra el laudo de derecho deberá
interponerse ante los arbitros, dentro de los diez (10) días siguientes
de
notificado el laudo arbitral. Es aplicable lo dispuesto en el Articulo
65.
2. El tribunal arbitral de segunda instancia estará conformado por
tres (3) miembros, elegidos de la misma forma como fueron
designados los arbitros de primera instancia o, en su defecto, de
conformidad con las disposiciones supletorias dispuestas en la ley.
3. Constituido el tribunal arbitral de segunda instancia, su
presidente oficiará al arbitro o al presidente del tribunal arbitral de
primera instancia, para la remisión del expediente dentro del plazo
de cinco (5) días de la notificación.
4. Recibido el expediente, se correrá traslado a las partes por
cinco (5) días para que expongan lo conveniente a su derecho.
598 Anexo Legislativo

5. Vencido el plazo a que se refiere el inciso precedente, el tribunal


arbitral de segunda instancia deberá expedir el laudo definitivo dentro de
los quince (15) días siguientes, teniendo presente lo dispuesto en el
Artículo 50. Son además aplicables en lo que corresponda, los Artículos 53,
54,55 y 56.
El tribunal arbitral de segunda instancia resuelve por el solo mérito
de los autos y sin admitir medio probatorio alguno.
6. El tribunal arbitral de segunda instancia determinará los costos del
arbitraje de conformidad con el Artículo 52, en lo que resulte aplicable.

TITULO TERCERO
RECURSOS DE APELACIÓN Y DE ANULACIÓN ANTE EL
PODER JUDICIAL

Artículo 63.- Apelación: Órgano competente.- Es competente para


conocer de la apelación del laudo de derecho la Sala Civil de la Corte Superior
del lugar de la sede del arbitraje competente al momento de presentar la
apelación.
Artículo 64.- Plazo de interposición.- El recurso de apelación se
i nterpone directamente ante la Sala respectiva, dentro del plazo de diez (10)
días contados desde la notificación del laudo o de notificadas las correcciones,
integración o aclaraciones del mismo.
Artículo 65.- Requisitos de admisibilidad.- Son requisitos de
admisibilidad del recurso de apelación.
1 Los fundamentos en que se sustenta; con indicación especifica del
punto u objeto materia de impugnación, del agravio sufrido y, en su caso
de los errores de derecho en el laudo recurrido.
2. La presentación de copia simple del laudo arbitral y de las
resoluciones que lo corrijan, integren o aclaren, en su caso.
3. La presentación de la notificación del laudo arbitral y, en su caso,
de sus correcciones, integración o aclaraciones.
4. En su caso, el recibo de pago o comprobante de depósito en
Anexo Legislativo 599

cualquier entidad bancaria, o fianza solidaria por la cantidad en favor


de la parte vencedora, si se hubiera pactado en el convenio o
dispuesto en el reglamento de la institución arbitral a la que las
partes hubieran sometido la controversia, como requisito para la
interposición del recurso.
Artículo 66°.- Trámite.- Recibido el recurso de apelación, la
Sala oficiara al arbitro o al presidente del tribunal arbitral, para la
remisión del expediente dentro del plazo de cinco (5) días de la
notificación, bajo apercibimiento de multa del cincuenta por ciento
(50%) de una (1) Unidad Impositiva Tributaria. Recibido el
expediente, dentro de tercer día la Sala resolverá de plano
concediendo o denegando la adimisión a trámite del recurso de
apelación.
Artículo 67°.- Traslado.- Concedida la apelación se correrá
traslado a la otra u otras partes por cinco (5) días para que expongan
lo conveniente a su derecho.
Artículo 68°.- Resolución.- Vencido el plazo a que se refiere el
artículo precedente, la Sala señalará fecha para la vista de la causa
dentro de los diez (10) días siguientes.
La Sala resuelve por el solo mérito de los autos y sin admitir
medio probatorio alguno, dentro de los diez (10) días de vista la
causa.
Artículo 69°.- Recursos.- Contra lo resuelto por la Corte
Superior no cabe la interposición de recurso alguno.
Artículo 70°.- Incompatibilidad.- Los recursos de apelación
y de anulación ante el Poder Judicial son incompatibles entre si y
no pueden acumularse ni formularse alternativamente, subsidiaria o
sucesivamente. Invocado uno de ellos, es improcedente el otro.
Artículo 71°.- Plazo para la interposición del recurso de
anulación y órgano competente.- El recurso de anulación del laudo
arbitral deberá interponerse dentro de los diez (10) días siguientes de
notificado el laudo arbitral de primera instancia o en su caso el
laudo arbitral de segunda instancia, directamente ante la Sala Civil
de la Corte Superior del lugar de la sede del arbitraje competente al
momento de presentar la anulación.
Cuando se hubiera solicitado la corrección, integración o
aclaración del laudo, el recurso de anulación deberá interponerse dentro
de los diez (10) días de notificada la resolución correspondiente.
600 Anexo Legislativo

Artículo 72°.- Requisitos de admisibilidad.- Son requisitos de


admisibilidad del recurso de anulación:

1. La indicación precisa de las causales de anulación, debidamente


fundamentadas.
2. La presentación de copia simple del laudo arbitral y de las
resoluciones que lo corrijan, integren o aclaren.
3. La presentación de la notificación del laudo arbitral de instancia
única o del laudo arbitral de segunda instancia, cuando ello proceda y, en
su caso, de sus correcciones, integración o aclaraciones.
4. En su caso, el recibo de pago o comprobante de depósito en
cualquier entidad bancaria, fianza solidaria por la cantidad en favor de la
parte vencedora, si se hubiera pactado en el convenio o dispuesto en el
reglamento de la institución arbitral a la que las partes hubieran sometido
la controversia, como requisito para la interposición del recurso.
En este mismo escrito se ofrecerán los medios probatorios pertinentes.
Artículo 73°.- Causales de anulación de los laudos arbitrales.- El
laudo arbitral sólo podrá ser anulado por las causales siguientes, siempre
y cuando la parte que alegue pruebe:
1. La nulidad del convenio arbitral, siempre que quien lo pida lo
hubiese reclamado conforme al Artículo 39.
2. Que no ha sido debidamente notificada de la designación de un
arbitro o de las actuaciones arbitrales o no ha podido, por cualquier otra
razón, hacer valer sus derechos, siempre y cuando se haya perjudicado de
manera manifiesta el derecho de defensa, habiendo sido el incumplimiento
u omisión objeto de reclamo expreso en su momento por la parte que se
considera afectada, sin ser subsanado oportunamente.
3. Que la composición del tribunal arbitral no se ha ajustado al
convenio de las partes, salvo que dicho convenio estuviera en conflicto con
una disposición legal de la que las partes no pudieran apartarse o, a falta
de convenio, que no se han ajustado a dicha disposición, siempre que la
omisión haya sido objeto de reclamo expreso en su momento por la parte
que se considere afectada, sin ser subsanado oportunamente.
4. Que se ha laudado sin las mayorías requeridas.
Anexo Legislativo 601

5. Que se ha expedido el laudo fuera del plazo, siempre que la


parte
que invoque esta causal lo hubiera manifestado por escrito a los
arbitros
antes de ser notificada con el laudo.
6. Que se ha laudado sobre materia no sometida expresa o
implícitamente a la decisión de los arbitros.
En estos casos, la anulación afectará sólo a los puntos no
sometido a decisión o no susceptibles de ser arbitrados, siempre
que los mismos tengan sustantividad propia y no aparezcan
inseparablemente unidos a la cuestión principal;
7. No obstante lo establecido en los incisos anteriores, el juez
que
conoce del recurso de anulación podrá anular de oficio el laudo,
total o
parcialmente, si resultara que la materia sometida a la decisión de los
arbitros
no pudiera ser, manifiestamente, objeto de arbitraje de conformidad
con lo
dispuesto en el Articulo 1.
La anulación parcial procederá sólo en el caso de que la parte
anulada sea separable del conjunto del laudo.
Artículo 74°.- Trámite.- Recibido el recurso de anulación, la
Sala oficiará al arbitro o al presidente del tribunal arbitral, para la
remisión del expediente dentro del plazo de cinco (5) días de la
notificación, bajo apercibimiento de multa del cincuenta por ciento
(50%) de una (1) Unidad Impositiva Tributaria.
Recibido el expediente, dentro de tercer di a la Sala resolverá de
plano concediendo o denegando la admisión a trámite del recurso de
anulación.
Artículo 75°.- Traslado.- Admitido a trámite el recurso de
anulación, la Sala correrá traslado del mismo a la otra parte por cinco
(5) días para que exponga lo conveniente a su derecho y ofrezca las
pruebas que desea actuar.
Con la contestación o sin ella, los medios probatorios
admitidos se actuarán en el plazo máximo de diez (10) días.
Artículo 76°.- Resolución.- Vencido el plazo a que se refiere el
artículo precedente, la Sala señalará fecha par la vista de la causa
dentro de los diez (10) días siguientes.
La Sala resuelve dentro de los diez (10) días de vista la causa
602 Anexo Legislativo

Artículo 77°.- Recurso de Casación.- Contra lo resuelto por la Corte


Superior sólo procede recurso de casación cuando el laudo hubiera sido
anulado total o parcialmente.
Artículo 78°.- Consecuencias de la anulación.- Anulado el laudo
arbitral, se procederá de la siguiente manera:
1. Si el laudo arbitral ha sido anulado por la causal establecida en el
inciso 1) del Artículo 73, la competencia del Poder Judicial quedará
restablecida, salvo acuerdo distinto de las partes.
2. Si el laudo arbitral ha sido anulado por la caudal establecida en el
inciso 2) del Artículo 73, el Poder Judicial remitirá la causa a los arbitros para
que éstos reinicien el arbitraje en el estado en que se cometió la violación.
3. Si el laudo arbitral ha sido anulado por la causal establecida en el
inciso 3) del Artículo 73 queda expedito el derecho de las partes para
proceder a una nueva designación de los arbitros.
4. Si el laudo arbitral ha sido anulado por la causal establecida en el
inciso 4) del Artículo 73, el Poder Judicial remitirá la causa a los arbitros para
que se pronuncien con las mayorías requeridas.
5. Si el laudo arbitral ha sido anulado por la causal establecida en el
inciso 5) del Artículo 73 la competencia del Poder Judicial quedará
restablecida, salvo acuerdo distinto de las partes.
6. Si el laudo arbitral ha sido anulado por la causal establecida en el
inciso 6) del Artículo 732, la competencia del Poder Judicial quedará
restablecida, salvo acuerdo distinto de las partes.
7. Si el laudo arbitral ha sido anulado por la causal establecida en el
inciso 7) del Artículo 73° la competencia del Poder Judicial quedará
restablecida.

CAPITULO SEXTO
TITULO ÚNICO

MEDIDASCAIJTELARESYEJECUCIÓNDELLAUDO Artículo

79.- Medida cautelar en sede j udicial.- Las medidas cautelares


Anexo Legislativo 603

solicitadas a una autoridad judicial antes de la iniciación del arbitraje


no son incompatibles con el arbitraje ni consideradas como una
renuncia a él.
A estos afectos, serán de aplicación las disposiciones sobre
Proceso Cautelar contenidas en el Código Procesal Civil, con la
salvedad de que ejecutada la medida antes de iniciado el proceso
arbitral, el beneficiario deberá requerir a la otra parte el nombramiento
de él o los arbitros o gestionar la iniciación del arbitraje de conformidad
con el reglamento de la institución arbitral encargada de la
administración del arbitraje, dentro de los diez (10) días posteriores a
dicho acto.
Si el beneficiario no cumple con lo indicado en el párrafo
anterior o cumplida la exigencia el proceso arbitral no se inicia
dentro de los cuatro meses de ejecutada la medida, esta caduca de
pleno derecho.
Artículo 80o- Secuestro.- Cuando las partes celebren
contrato de secuestro respecto de los bienes que constituyen el
objeto de litigio, se entenderaque las referencias al Juez en los
Artículos 1861,1862,1864 y 1865 del Código Civil lo son al arbitro o
tribunal arbitral.
Artículo 81°.-Medida cuatelar en sede arbitral.- En cualquier
estado del proceso, a petición de cualquiera de las partes y por
cuenta, costo y riesgo del solicitante, los arbitros podrán adoptar las
medidas cuatelares que consideren necesarias para asegurar los
bienes materia del proceso o para garantizar el resultado de éste. Los
arbitros pueden exigir contracautela a quien solicita la medida, con el
propósito de cubrir el pago del costo de tal medida y de la
indemnización por daños y perjuicios a la parte contraria, si su
pretensión fuera declarada infundada en el laudo.
Contra lo resuelto por los arbitros no procede recurso alguno.
Para la ejecución de las medidas, los arbitros pueden solicitar el
auxilio del Juez Especializado en lo Civil del lugar del arbitraje o donde
sea necesario adoptar las medidas.
El Juez por el solo mérito de la copia del convenio arbitral y
de la resolución de los arbitros, sin más trámite procederá a ejecutar la
medida sin admitir recursos ni oposición alguna.
Artículo 82°.- Medida cautelar estando pendiente el
recurso de anulación o el recurso de apelación.- Sin perjuicio de la
interposición del recurso de anulación o del recurso de apelación
ante el Poder Judicial, la
604 Anexo Legislativo

parte interesada podrá solicitar al Juez Especializado en lo Civil del lugar del
arbitraje, o donde sea necesario adoptar las medidas, que dicte las medidas
conducentes a asegurar la plena efectividad del laudo. La petición de
medida cautelar se formulará por escrito, acompañando copia del convenio
arbitral, del laudo y su notificación.
El Juez resolverá en el plazo de tres (3) días. El auto que dicte es
apelable sin efecto suspensivo dentro de los tres (3) días siguientes de
notificado. La instancia superior resolverá dentro de los cinco (5) días de
elevados los actuados.
Artículo 83°.- Ejecución del laudo.- El laudo arbitral consentido o
ejecutoriado tiene valor equivalente al de una sentencia y es eficaz y de
obligatorio cumplimiento desde su notificación a las partes.
Si lo ordenado en el laudo no se cumple por la parte o partes a quienes
corresponda hacerlo, el interesado podrá solicitar su ejecución forzosa ante
el Juez Especializado en lo Civil del lugar de la sede del arbitraje que
corresponda en la fecha de la solicitud, cuando no hubiera podido ser
ejecutado por los propios arbitros o por la institución organizadora en
rebeldía del obligado, con las facultades que aquéllos o a ésta se les
hubiesen otorgado en el convenio.
Artículo 84°.- Proceso de ejecución.- El laudo se ejecutará como una
sentencia, sin admitir otra oposición que la que se fundamenta acreditando
documentalmente la interposición y pendencia de la apelación ante una
segunda instancia arbitral o de la apelación o anulación ante el Poder
Judicial, en cuyo caso el Juez suspenderá la ejecución. El Juez, bajo
responsabilidad, sin trámite alguno, declarará improcedente de plano
cualquier otra oposición, basada en razones distintas al cumplimiento.
Artículo 85°.- Anexos al pedido de ej ecución.- Al escrito solicitado
la ejecución judicial del laudo se acompañarán, necesariamente, copia del
convenio arbitral, del laudo en primera instancia arbitral, del lado en
segunda instancia arbitral o de la sentenciajudicial que resuelva la apelación
o de la sentenciajudicial que resuelva la anulación, en su caso.
Artículo 86°.- Inimpugnabilidad.- Los autos en la etapa de ejecución
no son susceptibles de medio impugnatorio alguno. Está prohibido al Juez
ejecutor, bajo responsabilidad, admitir apelaciones o articulaciones que
entorpezcan la ejecución del laudo, siendo nula la resolución respectiva.
Anexo Legislativo 605

Artículo 87°.- Plublicación laudo.- El juez ordenará, a instancia


de la parte que solicite la ejecución, la publicación en los diarios y/o
revistas que se señale, de un aviso en donde se haga mención de
haberse tenido que recurrir a la instancia judicial para obtener la
ejecución del laudo. Los costos de las publicaciones serán de cuenta
de la parte solicitante.

SECCIÓN SEGUNDA EL
ARBITRAJE INTERNACIONAL
CAPITULO PRIMERO
TITULO ÚNICO
DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 88.- Aplicación de Tratados.- Las disposiciones de


la presente Sección se aplicarán al arbitraje internacional, sin
perjuicio de cualquier tratado multilateral o bilateral vigente en la
República.
Artículo 89 .-Ámbito de aplicación de normas doméstica s.- Son de
aplicación supletoria a esta Sección lo Artículos 7,19,32,35,42,47,
segundo párrafo, 52,62,79,80,81,82,83 y 862 de la Sección Primera.
Artículo 90.- Territorialidad.- Las disposiciones de la
presente Sección, con excepción de los Artículos
92,127,128,129,130 y 131, se aplicarán únicamente si el lugar del
arbitraje se encuentra en el territorio de la República.
Artículo 91.- Ámbito de aplicación.- Un arbitraje es internacional si:
1. Las partes de un convenio arbitral tienen, al momento de
la celebración del convenio, sus domicilios en Estados diferentes;
o,
2. Uno de los lugares siguientes está situado fuera del Estado
en el que las partes tienen sus domicilios:
a) El lugar del arbitraje, si éste se ha determinado en el
convenio arbitral o con arreglo al convenio arbitral;
t

Anexo Legislativo

b) El lugar del cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones


de la relación jurídica o el lugar con el cual el objeto del litigio tenga una
relación más estrecha.
A los efectos de este artículo si alguna de las partes tiene más de un
domicilio, el domicilio será el que guarde una relación más estrecha con el
convenio arbitral; si una parte no tiene ningún domicilio, se tomará en
cuenta su residencia habitual.
Artículo 92.- Arbitraje del Estado.- Pueden ser sometidas a arbitraje
internacional dentro o fuera del país, libremente y sin requisito de previa
autorización, las controversias derivadas de los contratos que el Estado
Peruano y las personas de derecho público celebren con nacionales o
extranjeros no domiciliados, así como las que refieren a sus bienes.
Tratándose de actividades financieras, el arbitraje internacional
podrá desarrollarse dentro y fuera del país, inclusive con extranjeros
domiciliados.
Para los efectos de este artículo, el Estado Peruano comprende el
Gobierno Central, los Gobiernos Regionales y Locales y sus respectivas
dependencias. Las empresas estatales de derecho privado o de economía
mixta pueden acordar libremente y sin requisito de previa autorización que
las controversias derivadas de los contratos que celebren con nacionales
o extranjeros no domiciliados o que se refieran a sus bienes, sean sometidos
a arbitraje internacional dentro o fuera del país.
En todos estos supuestos, el arbitraje deberá realizarse arte una
Institución Arbitral de reconocido prestigio o ante arbitrios designados en
procedimientos contemplados en tratados, que formen parte del derecho
nacional.(*)
(*) Párrafo Modificado según el Artículo Único de la Ley N° 26698
-Pub. 03.12.96
Artículo 93.-Definiciones y reglas de interpretación.-A los efectos
de la presente Sección.
1. Arbitraje significa cualquier arbitraje con independencia de que
esté o no a cargo de una institución arbitral.
2. Tribunal Arbitral significa tanto un sólo arbitro como una pluralidad
de arbitros.
Anexo Legislativo 607

3. Cuando una disposición de la presente Sección, excepto


los Artículos 117 y 126, deje a las partes la facultad de decidir
libremente sobre un asunto, esa facultad entraña la de autorizar a un
tercero, incluida una institución, a que adopte esa decisión.
4. Cuando una disposición de la presente Sección, se refiera a
un convenio que las partes hayan celebrado o que puedan celebrar o
cuando. en cualquier otra forma, se refiera a un convenio entre las
partes, se entenderán comprendidas en ese convenio todas las
disposiciones del reglamento de arbitraje en él mencionado.
5. Cuando una disposición de la presente Sección, excepto el
inciso 1) del Articulo 114 y el inciso 1) del Artículo 121 se refiera a una
demanda, se aplicará también a una reconvención y cuando se refiera a
una contestación, se aplicará así mismo a la contestación de esa
reconvención.
Artículo 94.- Recepción de comunicaciones escritas.- Salvo
pacto en contrario de las partes:
1. Se considerará recibida toda comunicación escrita que haya
sido
entregada personalmente al destinatario o que haya sido entregada
en su
domicilio, residencia habitual o domicilio postal.
En el supuesto de que no se determine después de una
indagación razonable ninguno de esos lugares, se considerará
recibida toda comunicación escrita que haya sido enviada al último
domicilio, residencia habitual o domicilio postal conocido del
destinatario mediante carta certificada o cualquier otro medio que
deje constancia del intento de entrega.
Serán válidas las notificaciones por cable, telex, facsímil o
medios similares que inequívocamente dejen constancia de la
comunicación, salvo que lo contrario estuviera previsto en el convenio
arbitral o en el reglamento de la institución arbitral.
2. La comunicación se considerará recibida el día en que se
haya
realizado su entrega.
Artículo 95.- Renuncia al derecho o objetar.- Se considerará
que renuncia a su derecho a objetar el arbitraje la parte que lo prosiga
conociendo que no se han cumplido alguna disposición de la presente
Sección de la que las partes puedan apartarse, o algún requisito del
convenio arbitral, y no
608 Anexo Legislativo

exprese su objeción a tal incumplimiento sin demora injustificada o dentro


de un plazo pactado.
Artículo 96.- Formalidad de los documentos ante el Poder Judicial.-
Todo escrito o petición dirigido a una autoridad judicial de la República,
deberá ser redactado en idioma castellano.
Todo documento otorgado fuera del país que sea presentado ante
una autoridad judicial de la República, deberá ser legalizado con arreglo a
las leyes del país de donde el documento procede y autenticado por un
agente diplomático o consular peruano, o quien haga sus veces, del lugar
del otorgamiento.
Si el documento no estuviera redactado en castellano, deberá ser
traducido a dicho idioma por un agente diplomático o consular peruano o
quien haga sus veces, del lugar del otorgamiento, o por un traductor oficial.
Artículo 97.- Alcance de la intervención del Poder Judicial.- En los
asuntos que se rijan por la presente Sección, no intervendrá ninguna
autoridad o instancia del Poder Judicial salvo en los casos que expresamente
así se disponga.

CAPITULO SEGUNDO

TITULO ÚNICO
CONVENIO ARBITRAL

Artículo 98.- Definición y forma del convenio arbitral.- El convenio


arbitral es un acuerdo por el que las partes deciden someter a arbitraje todas
las controversias o ciertas controversias que hayan surgido o puedan
surgir entre ellas respecto de una determinada relación jurídica contractual
o no contractual. El convenio arbitral podrá adoptar la forma de una cláusula
incluida en un contrato o la forma de un acuerdo independiente.
El convenio arbitral deberá constar por escrito. Se entenderá que el
convenio arbitral es escrito cuando esté consignado en un único documento
firmado por las partes o en un intercambio de cartas, cables, telexes, que
dejen constancia documental del acuerdo o en un intercambio de escritos
Anexo 609
Legislativo

de demanda y contestación en los que la existencia de un convenio


arbitral sea afirmada por una parte sin ser negada por la otra. La
referencia hecha en un contrato a un documento que contiene una
cláusula arbitral constituye convenio arbitral siempre que el contrato
conste por escrito y la referencia implique que esa cláusula forma
parte del contrato.
Artículo 99°.- Convenio Arbitral y demanda en cuanto al
fondo ante el Poder Judicial.- Si se promoviera una demanda
judicial relativa a un asunto materia de un convenio arbitral, tal
circunstancia podrá invocarse como excepción de convenio
arbitral dentro del plazo previsto en cada proceso, debiendo el
Juez remitir a las partes arbitraje, a menos que se compruebe que
dicho convenio es manifiestamente nulo, de acuerdo con la ley
pactada por las partes, o en defecto de acuerdo con la ley del lugar
de la celebración del contrato, o que la materia sea de competencia
exclusiva de los tribunales de la República o viole el orden público
internacional.
No obstante, si el convenio arbitral cumple con las
formalidades y requisitos dispuestos en esta Sección, no podrá
denegarse la excepción por dicha causal.
Si la materia ya estuviera sometida al conocimiento de los
arbitros, el juez deberá amparar la excepción de convenio arbitral, a
menos que la materia sea de competencia exclusiva de los tribunales
de la República o viole el orden público internacional.
Si se ha entablado la demanda a que se refiere el párrafo
anterior, se podrá, no obstante, iniciar o proseguir las actuaciones
arbitrales y dictar un laudo mientras la Cuestión esté pendiente
ante el Poder Judicial.
Si las partes dentro de un proceso judicial formalizan
voluntariamente un convenio arbitral, será de aplicación el Artículo
17, no pudiendo el juez objetar el convenio, salvo que la materia sea
de competencia exclusiva de los tribunales de la República o viole
el orden público internacional.
Artículo 100.-Convenio Arbitral y adopción de medidas
cautelares por el Poder Judicial.- No será incompatible con un
convenio arbitral que una parte, ya sea con anterioridad a las
actuaciones arbitrales o durante su transcurso, solicite de un
tribunal la adopción de medidas cautelares provisionales ni que el
tribunal conceda esas medidas.
610 Anexo Legislativo

CAPITULO TERCERO
TITULO ÚNICO COMPOSICIÓN
DEL TRIBUNAL ARBITRAL

Artículo 101.- Número y nombramiento de los arbitros.- Las partes


podrán determinar libremente el número de arbitros. A falta de tal acuerdo,
los arbitros serán tres. Las partes igualmente podrán designar uno o más
arbitros suplentes. Salvo pacto en contrario de las partes, la nacionalidad
de una persona no será obstáculo para que esa persona actúe como arbitro.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente, las partes podrán
acordar libremente el procedimiento para el nombramiento del arbitro o los
arbitros.
Artículo 102.-Normas supletoria de nombramiento de arbitros.- A
falta de acuerdo acerca del procedimiento de designación de arbitros, en el
arbitraje con tres arbitros, cada parte nombrara un arbitro y los arbitros así
designados nombrarán al tercero quien presidirá el tribunal arbitral. Si una
parte no nombra al arbitro dentro de los diez (10) días de recibido un
requerimiento de la otra parte para que lo haga, o si los dos arbitros no
consiguen ponerse de acuerdo sobre el tercer arbitro dentro de los diez (10)
días contados desde su nombramiento, la designación será hecha por la
institución arbitral que la parte interesada señale. La institución arbitral será
cualquiera de las ubicadas en el lugar donde debe realizarse el arbitraje, si
se hubiere previsto, o cualquiera de las instituciones arbitrajes ubicadas en
Lima, a elección del interesado.
En el arbitraje con arbitro único, o cuando las partes hayan acordado
que el nombramiento de los arbitros se efectuará de común acuerdo, si las
partes no consiguen ponerse de acuerdo sobre su designación, transcurrido
diez (10) días de la primera propuesta, el mismo se hará por la institución
arbitral que señale cualquiera de las partes, de conformidad con lo dispuesto
en el párrafo anterior.
A falta de designación del Presidente del Tribunal Arbitral, asumirá
tal condición el arbitro designado por los miembros del tribunal arbitral.
Anexo Legislativo 611

Artículo 103.- Designación de arbitros por el Juez.- Cuando en un


procedimiento de nombramiento convenido por las partes, una parte no
actúe conforme a lo estipulado en dicho procedimiento, o las partes o los
arbitros no pueden llegar a una acuerdo conforme al mencionado
procedimiento, o un tercero, incluida una institución arbitral, no cumplan
una función que se les confiera en dicho procedimiento, cualquiera de las
partes podrá solicitar a la institución arbitral que ella señale de conformidad
con el primer párrafo del Artículo 102, que adopte la medida necesaria, a
menos que en el convenio sobre el procedimiento de nombramiento se
prevean otros medios para conseguirlo.
En todos los supuestos indicados en el Artículo 102 y primer párrafo
de este artículo, si las partes lo han pactado expresamente, el nombramiento
se hará a instancias del Juez Especializado en lo Civil al que las partes se
hubiesen sometido expresamente. En defecto de sumisión expresa, al del
lugar donde debe realizarse el arbitraje, si se hubiera previsto. A falta de ello,
el Juez Especializado en lo Civil del distrito judicial de Lima. En todos estos
supuestos es de aplicación el Artículo 23°.
Al nombrar un arbitro, se deberá tener debidamente en cuenta las
condiciones requeridas para el arbitro en el convenio arbitral y se tomarán
las medidas necesarias para garantizar el nombramiento de un arbitro
independiente e imparcial. En caso de arbitro único o del tercer arbitro, se
tendrá en cuenta así mismo la conveniencia de nombrar un arbitro, de
nacionalidad distinta a las de las partes.
Artículo 104.- Motivos de recusación.- La persona a quien se
comunique su posible nombramiento como arbitro deberá revelar todas las
circunstancias que puedan dar lugar a dudas justificadas respecto de su
imparcialidad o independencia. El arbitro, desde el momento de su
nombramiento y durante todas las actuaciones arbitrales, revelará sin
demora tales circunstancias a las partes, a menos que y a les haya informado
de ellas.
Un arbitro sólo podrá ser recusado si existen circunstancias que den
lugar a dudas justificadas respecto de su imparcialidad e independencia, o
si no posee las calificaciones convenidas por las partes. Una parte solo
podrá recusar al arbitro nombrado por ella, o en cuyo nombramiento haya
participado, por causas de las que haya tenido conocimiento después de
efectuada la designación.
•.. ir

Anexo Legislativo

Artículo 105°.- Procedimiento de recusación.- Las partes podrán


acordar libremente el procedimiento de recusación de los arbitros. A falta
de acuerdo, es de aplicación el Artículo 31, siendo competente el Juez
Especializado en lo Civil del lugar del arbitraje, cuando ello corresponda.

CAPITULO CUARTO

TITULO ÚNICO COMPETENCIA


DEL TRIBUNAL ARBITRAL

Artículo 106.-Facultad del tribunal arbitral para decidir acerca de


su competencia.- El tribunal arbitral está facultado para decidir acerca de su
propia competencia, incluso sobre oposiciones relativas a la existencia o a
la validez del convenio arbitral. A ese efecto, un convenio que forma parte
de un contrato se considerará independiente de las demás estipulaciones
del contrato. La decisión del tribunal arbitral de que el contrato es nulo no
determina la nulidad del convenio arbitral.
La oposición indicada en el párrafo anterior deberá formularse a más
tardar en el momento de presentar la contestación. Las partes no se verán
impedidas de formular la oposición por el hecho de que hayan designado
a un arbitro o participado en su designación. La oposición basada en que
el tribunal arbitral ha excedido su mandato deberá de oponerse de inmediato.
El tribunal arbitral podrá, en cualquiera de los casos, estimar una
oposición presentada más tarde, si considera justificada la demora.
El tribunal arbitral podrá decidir las oposiciones a que hace referencia
este articulo como cuestión previa o en un laudo sobre el fondo. Contra la
decisión del tribunal arbitral no cabe impugnación alguna, sin perjuicio del
recurso de anulación, si la oposición hubiera sido desestimada, cuando ello
corresponda.
Anexo Legislativo 613

CAPITULO QUINTO

TITULO ÚNICO
SUSTANCIACIÓN DE LAS ACTUACIONES
ARBITRALES

Artículo 107.- Trato equitativo de las partes.- Deberá tratarse


a las partes con igualdad y darle a cada una de ellas plena oportunidad
de hacer valer sus derechos.
Artículo 108.-Determinación del procedimiento.-
Consujeciónalas disposiciones de la presente Sección, las partes
tendrán libertad para convenir el procedimiento a que se haya de
ajustar el tribunal arbitral en sus actuaciones a falta de acuerdo, el
tribunal arbitral podrá, con sujeción a lo dispuesto en la presente
Sección, dirigir el arbitraje del modo que considere apropiado. Esta
facultad conferida al tribunal arbitral incluye la de determinar la
admisibilidad, la pertinencia y el valor de las pruebas.
Las partes tiene el derecho de ser asistidas por abogado en
todo momento el abogado podrá ser nacional o extranjero.
Artículo 109.- Lugar del arbitraje.- Las partes podrán
determinar libremente el lugar del arbitraje. En caso de no haber
acuerdo al respecto, el tribunal arbitral determinará el lugar del
arbitraje atendiendo a las circunstancias del caso, inclusive las
conveniencias de las partes.
Sin perjuicio de los dispuesto en el párrafo precedente, el
tribunal arbitral podrá, salvo acuerdo en contrario de las partes,
reunierse en cualquier lugar que estime apropiado para celebrar
deliberaciones entre sus miembros, para oír a los testigos, a los peritos o
a las partes, o para examinar mercancías u otros bienes o
documentos.
Articulo 110.- Iniciación de las actuaciones arbitrales.- Salvo
que las partes hayan convenido otra cosa, las actuaciones arbitrales
respecto de una determinada controversia se iniciarán en la fecha en que
el demandado haya recibido el requerimiento de someter esa
controversia a arbitraje.
Artículo 111.- Idioma. -Las partes podrán acordar
libremente el idioma o los idiomas que hayan de utilizarse en las
actuaciones arbitrales.
614 Anexo Legislativo

A falta de tal acuerdo, el tribunal arbitral determinará el idioma o los idiomas


que hayan de emplearse en las actuaciones.
Éste acuerdo o esta determinación será aplicable, salvo que en ellos
mismos se haya especificado otra cosa, a todos los escritos de las partes,
a todas las audiencias, ya cualquier laudo, decisión o comunicación de otra
índole que emita el tribunal arbitral.
El tribunal arbitral podrá ordenar que cualquier documento esté
acompañado de una traducción al idioma o los idiomas convenidos por las
partes o determinados por el tribunal arbitral.
Artículo 112.- Demanda y contestación.- Dentro del plazo convenido
por las partes o determinado por el tribunal arbitral, el demandante deberá
alegar los hechos en que se funda la demanda, los puntos controvertidos
y el objeto de la demanda, y el demandado deberá responder los extremos
alegados en la demanda, a menos que las parte hayan acordado otra cosa
respecto de los elementos que la demanda y la contestación deban
necesariamente contener. Las partes podrán aportar, al formular sus
alegaciones, todos los documentos que consideren pertinentes o hacer
referencia a los documentos u otras pruebas que vayan a presentar.
Salvo pacto en contrario de las partes, en el curso de las actuaciones
cualquiera de las partes podrá modificar o ampliar su demanda o contestación,
a menos que el tribunal arbitral considere improcedente esa alteración en
razón con la demora en que se ha hecho.
Artículo 113.- Audiencia y actuaciones por escrito.- Salvo pacto en
contrario de las partes, el tribunal arbitral decidirá si han de celebrarse
audiencias para la presentación de pruebas o para alegatos orales, o si las
actuaciones se substanciarán sobre la base de escritos y demás pruebas.
No obstante, a menos que las partes hubiesen convenido que no se
celebrarían audiencias, el tribunal arbitral celebrará dichas audiencias en la
fase apropiada de las actuaciones a petición de una de las partes.
Deberá notificarse a las partes con suficiente antelación la celebración
de las audiencias y las reuniones del tribunal arbitral.
De todas las declaraciones, escritos, documentos, o demás información
que una de las partes suministrase al tribunal arbitral se dará traslado a la
otra parte. Así mismo deberá ponerse a disposición de ambas partes los
Anexo 615
Legislativo

peritajes o los documentos probatorios en los que el tribunal arbitral


pueda basarse al adoptar su decisión.
Artículo 114.- Rebeldía de una de las partes.- Salvo pacto
en contrario de las partes, cuando sin invocar causa suficiente.
1. El demandante no presenta su demanda con arreglo al
primer párrafo del Artículo 112, el tribunal dará por terminadas las
actuaciones.
2. El demandado no presente su contestación con arreglo al
primer párrafo del Artículo 112, el tribunal arbitral continuará las
actuaciones, sin que esa omisión se considere por sí misma como
una aceptación de las alegaciones del demandante.
3. Una de la partes no comparece a una audiencia o no
presente pruebas documentales, el tribunal arbitral podrá continuar
las actuaciones y dictar el laudo basándose en las pruebas de que
disponga.
Artículo 115.- Nombramiento de peritos por el tribunal arbitral.-
Sal vo pacto en contrario de las partes, el tribunal arbitral podrá
nombrar uno o más peritos para que le informen sobre materias
concretas y podrá solicitar a cualquiera de las partes que suministre
al perito toda la información pertinente, o que le presente para su
inspección todos lo documentos, mercancías u otros bienes
pertinentes, o le proporcione acceso a ellos.
Salvo pacto en contrario de las partes, cuando una de ellas lo
solicite o cuando el tribunal arbitral lo considere pertinente, el perito
después de la presentación de su dictamen escrito u oral, deberá
participar en una audiencia en la que las partes tendrán oportunidad
de hacerle preguntas y de presentar peritos para que informen
sobre los puntos controvertidos.
Artículo 116.- Asistencia del Poder Judicial para la
práctica de pruebas.- El tribunal arbitral, o cualquiera de las partes
con la aprobación del tribunal arbitral, podrá pedir Auxilio Judicial
para la actuación de pruebas. Es competente el Juez Especializado
en lo Civil al que las partes se hubiesen sometido expresamente. En
defecto de sumisión expresa, el del lugar del arbitraje.
El Juez dará cumplimiento a la solicitud en un plazo que no
excederá de cinco (5) días, bajo responsabilidad, dentro del ámbito de
su competencia y de conformidad con las normas que le sean
aplicables sobre medios de prueba.
616 Anexo Legislativo

CAPITULO SEXTO

TITULO ÚNICO
PRONUNCIAMIENTO DEL LAUDO Y TERMINACIÓN DE LAS
ACTUACIONES

Artículo 117.- Normas aplicables al fondo del litigio.- El tribunal


arbitral decidirá el litigio de conformidad con las normas de derecho elegidas
por las partes como aplicables al fondo del litigio. Se entenderá que toda
indicación del derecho u ordenamiento jurídico de un Estado determinado,
se refiere, a menos que se exprese lo contrario, al derecho sustantivo de ese
Estado y no a sus normas de conflicto de leyes.
Si las partes no indican la ley aplicable, el tribunal arbitral aplicará la
ley que estime conveniente. El tribunal arbitral decidirá en conciencia y
equidad sólo si las partes le han autorizado expresamente a hacerlo así.
En todos los casos, el tribunal arbitral decidirá con arreglo a las
estipulaciones del contrato y tendrá en cuenta, de tratarse de un asunto de
carácter comercial, los usos mercantiles aplicables al caso.
Artículo 118.- Transacción.- Si durante las actuaciones arbitral es las
partes llegan a una transacción que resuelva la controversia el tribunal
arbitral dará por terminadas las actuaciones y, si lo piden ambas partes y el
tribunal arbitral no se opone, hará constatar la transacción en forma de laudo
arbitral, en los términos convenidos por las partes.
Este laudo tiene la misma naturaleza y efecto que cualquier otro laudo
dictado sobre el fondo del litigio.
Artículo 119.- Adopción de decisiones cuando hay más de un
arbitro.- El tribunal funciona con la concurrencia de la mayoría de los
arbitros salvo acuerdo en contrario de las partes que disponga expresamente
la concurrencia de la totalidad.
Las deliberaciones del tribunal son secretas.
Salvo que las reglas particulares del proceso dispongan otra cosa, las
resoluciones se dictan por mayoría de los arbitros nombrados. Los arbitros
están prohibidos de abstenerse en las votaciones. En caso lo hicieran, se
Anexo 617
Legislativo

considerará que se adhieren a lo decidido por la mayoría o por el


presidente, en su caso.
Contra las resoluciones de los arbitros no procede recurso
alguno, salvo que así esté expresamente previsto en la presente ley
o en el pacto de las partes.
Salvo que las reglas particulares dispongan otra cosa, en los
casos de empate dirime el voto del presidente del tribunal. Si no
hubiere acuerdo mayoritario, decide el presidente.
Artículo 120.- Forma y contenido del laudo.- El laudo deberá
constar por escrito con el voto particular de los arbitros, si lo
hubiera. Tratándose de arbitraje colegiado, bastará que sea firmado
por la mayoría requerida para formar decisión. Se entiende que el
arbitro que no firma ni emite voto particular, se adhiere a lo
decidido por la mayoría o por el presidente, en su caso.
El laudo deberá ser motivado, amenos que las partes hayan
convenido en otra cosa o que se trate de un laudo pronunciado en
los términos convenidos por las partes conforme al Artículo 118.
Constarán en el laudo la fecha en que a sido dictado y el lugar del
arbitraje determinado de conformidad con el primer párrafo del
Artículo 109. El laudo se considera dictado en ese lugar. Después
de dictado el laudo, el tribunal lo notificará a cada una de las
partes.
Artículo 121.- Terminación de las actuaciones.- Las
actuaciones arbitrales terminarán con el laudo definitivo, o por
una resolución del tribunal arbitral dictada de conformidad con el
párrafo siguiente. El tribunal arbitral también ordenara la
terminación de las actuaciones arbitrales cuando:
1. El demandante retire su demanda, a menos que el
demandado se oponga a ella y el tribunal arbitral reconozca un
legitimo interés de su parte en obtener una solución definitiva del
litigio.
2. Las partes acuerdan dar por terminadas las actuaciones.
3. El tribunal arbitral compruebe que la prosecución de las
actuaciones resultaría innecesaria o imposible. El tribunal arbitral
cesará en sus funciones al terminar las actuaciones arbitrales, salvo
que se solicite corrección,
618 Anexo Legislativo

integración o aclaración o que se trate de lo dispuesto en el Artículo 124


cuarto párrafo.
Artículo 122.- Corrección, integración y aclaración del laudo.- Son
de aplicación a esta Sección los Artículos 54, 55 Y 56, referidos a la
corrección, integración o aclaración de una laudo arbitral, con las siguientes
precisiones:
1. El plazo para solicitar la corrección, interpretación o aclaración o
para que los arbitros actúen de oficio, será de veinte (20) días.
2. El plazo para que los arbitros corrijan, integren o aclaren un laudo
será de veinte (20) días.
3. El plazo establecido en el Artículo 5 6, primer párrafo, será de veinte
(20) días.

CAPITULO SÉTIMO

TITULO ÚNICO
IMPUGNACIÓN DEL LAUDO

Artículo 123.- Condiciones para la procedencia de la anulación del


laudo arbitral.- Contra lo resuelto en un laudo arbitral internacional dictado
dentro del territorio de la República sólo procede interponer recurso de
anulación ante la Corte Superior del lugar de la sede del arbitraj e competente
al momento de presentar el recurso, cuando laparte que interpone lapetición
pruebe:
1. Que una de las partes en el convenio arbitral estaba afectada por
alguna incapacidad, o que dicho convenio no es válido en virtud de la ley
a que las partes lo han sometido o si nada se hubiera indicado a este
respecto, en virtud de las leyes de la República; o
2. Que no ha sido debidamente notificado de la designación de un
arbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido, por cualquier otra
razón, hacer valer sus derechos; o
3. Que el laudo se refiere a una controversia no prevista en el convenio
arbitral o contiene decisiones que exceden los términos del convenio
Anexo 619
Legislativo

arbitral. No obstante, si las disposiciones del laudo que se refieren


a las cuestiones sometidas al arbitraje pueden separarse de las que
no lo están, sólo se podrá anular estas últimas; o
4. Que la composición del tribunal arbitral o del procedimiento
arbitral no se han ajustado al convenio entre las partes, salvo que
dicho convenio estuviera en conflicto con una disposición legal de
que las partes no pudieran apartarse o, a falta de convenio, que no
se han ajustado a dicha disposición;
5. Que la autoridad judicial compruebe:
i) Que, según leyes de la República, el objeto de la
controversia no es susceptible de arbitraje; o
ii) Que el laudo es contrario al orden público internacional.
Artículo 124.- Plazos, requisitos y formalidades.- El
recurso de anulación sólo podrá formularse dentro de los quince
(15) días contados desde la fecha de la recepción del laudo o, si la
petición se ha hecho con arreglo al Artículo 122, desde la fecha en
que esa petición haya sido resuelta por el tribunal arbitral.
Son de aplicación los requisitos de admisibilidad establecidos
en el Artículo 72. Si los documentos exigidos no estuvieran
redactados en castellano, la parte deberá presentar una traducción a
ese idioma de dichos documentos, siendo de aplicación lo
dispuesto en el Artículo 96.
El trámite del recurso de anulación será el dispuesto en los Artículos
74,75,76 y 77.
La autoridad judicial, cuando se le solicite la anulación de un
laudo, podrá suspender las actuaciones cuando corresponda y
cuando así lo solicite una de las partes, por un plazo que determine,
el cual no podrá ser mayor a treinta (30) días, a fin de dar al tribunal
arbitral la oportunidad de reanudar las actuaciones arbitrales o de
adoptar cualquier otra medida que ajuicio del tribunal arbitral elimine
los motivos para la petición de anulación.
Artículo 125.- Ejecución del laudo internacional.- El laudo
arbitral internacional se ejecutará de conformidad con lo dispuesto
en el Artículo 131, debiéndose adjuntar al escrito solicitando la
ejecución judicial los documentos a que se refiere el segundo
párrafo del Articulo 127, así como copia de la resolución judicial
que resuelva la anulación, en su caso.
620 Anexo Legislativo

Artículo 126.- Renuncia al recurso de anulación.- Cuando ninguna


de las partes en el arbitraje sea de nacionalidad peruana o tenga su domicilio
o residencial habitual en el Perú, se podrá acordar expresamente en el
convenio arbitral o en un documento escrito posterior, la renuncia a
interponer recurso de anulación o la limitación de dicho recurso a uno o más
de los causales dispuestas en el Artículo 123.
Cuando las partes hayan hecho renuncia al recurso de anulación y
el laudo se pretenda ejecutar en el Perú, será de aplicación analógica lo
dispuesto en el Capítulo Octavo de esta Sección, referido al Reconocimiento
y Ejecución de Laudos Arbitrales Extranjeros.

CAPITULO OCTAVO

TITULO ÚNICO
Reconocimiento y ejecución de los laudos

Articulo 127.- Reconocimiento y ejecución.- Un laudo arbitral


cualquiera sea el país en que se haya dictado, será reconocido como
vinculante y, tras la presentación de una petición por escrito .ante la Sala
de la Corte Superior competente a la fecha de presentación de la petición
del domicilio del demandado, o, si el demandado no domicilia dentro del
territorio de la República, la del lugar donde éste tenga sus bienes, y será
ejecutado en conformidad con las disposiciones de esta Sección.
La parte que pida el reconocimiento de un laudo deberá presentar el
original del laudo o copia del mismo, y el original del convenio arbitral o copia
del mismo. Si el laudo o el convenio arbitral no estuvieran redactados en
castellano, la parte deberá presentar una traducción a ese idioma de dichos
documentos. En ambos casos es de aplicación lo dispuesto en el Artículo
96.
Artículo 128.- Aplicación Tratados.- Será de aplicación al
reconocimiento y ejecución de los laudos arbitrales dictados fuera de
territorio nacional cualquiera haya sido la fecha de su emisión, pero
teniendo presente los plazos prescriptorios previstos en la ley peruana y
siempre que se reúnan los requisitos para su aplicación, la Convención
Anexo Legislativo 621

Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacional del 30 de


enero de 1975 o la Convención sobre Reconocimiento y Ejecución de
las Sentencias Arbitrales Extranjeras del 10 de junio de 1958, o
cualquier otro tratado sobre reconocimiento y ejecución de laudos
arbitral es del cual el Perú sea parte.
El tratado a se aplicado, salvo que las partes hayan
acordado otra cosa, será el más favorable a la parte que pida el
reconocimiento y ejecución del laudo arbitral, sin perjuicio de lo
indicado en el Articulo 129.
Articulo 129.- Aplicación a falta de Tratado o cuando la
norma existente sea más favorable.- El presente artículo será de
aplicación a falta de tratado o, aún existiendo éste, si sus normas son
más favorables a la parte que pida el reconocimiento y ejecución del
laudo arbitral, teniendo presente los plazos prescriptorios, previstos
en la ley peruana.
Sólo se podrá denegar a pedido de parte el reconocimiento
o la ejecución de un laudo arbitral cualquiera que sea el país en
que se haya dictado cuando se pruebe:
1. Que una de las partes en el convenio arbitral estaba
afectada por alguna incapacidad, o que dicho convenio no es válido
en virtud de la ley, a que las partes lo han sometido o, si nada se
hubiera indicado a este respecto, en virtud de la ley del país en que
se haya dictado el laudo; o
2. Que la parte contra la cual se invoca el laudo no ha sido
debidamente notificada de la designación de un arbitro o de las
actuaciones arbitrales o no ha podido, por cualquier otra razón,
hacer valer sus derechos; o
3. Que el laudo se refiere a una controversia no prevista en el
convenio arbitral o contiene decisiones qué exceden los términos
del convenio arbitral.
No obstante, si las disposiciones del laudo que se refieren a
las cuestiones sometidas al arbitraje puedan separarse de la que no
lo están, se podrá dar reconocimiento y ejecución a las primeras; o
4. Que la composición del tribunal arbitral o el procedimiento
arbitral no se han ajustado al convenio celebrado entre las partes o,
en defecto de tal convenio, que no se han ajustado a la ley del país
donde se efectuó el arbitraje; o
5. Que el laudo no es aún obligatorio para las partes o ha sido anulado
622 Anexo Legislativo

o suspendido por un tribunal del país en que, o conforme a cuyo derecho


ha sido dictado ese laudo.
La Corte Superior también podrá denegar el reconocimiento o la
ejecución cuando compruebe que según las leyes de la República, el objeto
de la controversia no es susceptible de arbitraje o el laudo es contrario al
orden público internacional.
Artículo 130.- Procedimiento reconocimiento.- El procedimiento de
reconocimiento de un laudo arbitral extranjero se tramita como proceso no
contencioso, siendo de aplicación los Artículo 749 al 762 del Código
Procesal Civil, con las siguientes precisiones:
1. El emplazado deberá plantear las causales de no reconocimiento de
un laudo extranjero dentro del plazo establecido por el Artículo 753 del
Código Procesal Civil.
2. En este proceso no interviene el Ministerio Público ni emite
dictamen.
3. Sólo procede recurso de casación cuando no se hubiera reconocido
en todo o en parte el laudo arbitral extranjero.
Artículo 131.- Ejecución de laudo.- Reconocido total o parcialmente
el laudo, conocerá de su ejecución el Juez Especializado en lo Civil del
domicilio del demandado competente en la fecha de presentación de la
solicitud o, si el demandado no domicilia dentro del territorio de la República,
el competente del lugar donde éste tenga sus bienes, de conformidad con
los Artículos 713 al 719 del Código Procesal Civil, debiéndose adjuntar al
escrito solicitando la ejecución judicial los documentos a que se contrae el
segundo párrafo del Artículo 127, así como copia de la resolución judicial
que amparó la petición de reconocimiento del laudo arbitral.
Anexo Legislativo 623

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS Y
TRANSITORIAS

Primera.- Referencia a convenio arbitral.- Toda referencia


legal o contractual a cláusula compromisoria o compromiso arbitral
se entiende hecha a convenio arbitral.
Segunda.- Adecuación reglamentos arbitrales.- Dentro de los
sesenta (60) días de la entrada en vigencia de la presente ley, las
instituciones organizadoras del arbitraje adecuarán sus
reglamentos, incluso aquellos aprobados por norma legal, a lo
dispuesto en la presente ley, en cuanto fuera necesario.
Tercera.- Constitución de Instituciones Arbitrales.- Las
instituciones arbítrales deberán constituirse en la forma de Persona
Jurídicas.
Para la inscripción en los Registros Públicos de la
constitución y estatuto de las instituciones arbitrales, bastará la
presentación de los formularios que el Poder Ejecutivo aprobará
mediante Decreto Supremo, no requiriéndose autorización de
abogado. En estos casos, las instituciones arbitrales se constituirán
bajo la forma de asociaciones.
Los formularios a que se refiere el párrafo anterior,
debidamente completados y con las firmas legalizadas por notario
público o por los fedatarios designados por los Registros Públicos,
constituyen título suficiente para la inscripción en los Registros
Públicos de los actos que ellos contienen Dicha inscripción surte todos
los efectos previstos en la legislación vigente.
Para la inscripción de los acuerdos que importen
modificaciones al estatuto o al contrato social y, en general, de
todos los actos inscribibles de la vista social de las instituciones
arbitral es, bastará la copia de la parte pertinente del acta en el que
conste el, respectivo acuerdo, certificada o autenticada por notario
público o por lo fedatarios a que se refiere el párrafo anterior.
Los formularios se expenderán por los Registros Públicos a un
precio que no exceda su costo de producción. También podrá
utilizarse copia fotostática de dichos formularios sin obligación de
pagar reintegro alguno.
Anexo Legislativo

La inscripción, según lo establecido en la presente Disposición


Complementaria, no exonera del pago a que' hubiera lugar por los derechos
regístrales.
Cuarta.- Instituciones arbitrales como entidades nominadoras de
arbitros. Las Instituciones Arbitrales deberán incorporar dentro de sus
Reglamentos Arbitrales, disposiciones referidas a su actuación como
entidades nominadoras de arbitros.
Para tales efectos, las instituciones mencionadas aprobarán las
disposiciones reglamentarias que fueran necesarias dentro de los sesenta
(60) días de la entrada en vigencia de la presente ley, a las que darán debida
publicidad por los medios de difusión que consideren apropiados.
Quinta.- Aplicación de la ley a procesos arbitrales en trámite. Los
procedimientos arbitrales iniciados antes de la vigencia de la presente ley
se regirán por lo dispuesto en el Decreto Ley N °25935 y, supletoriamente,
por esta ley.
Sexta.- Aplicación de la ley a procesos de reconocimiento y ejecución
de laudos en trámite.- El reconocimiento y ejecución de laudos arbitrales
extranjeros iniciados antes de la vigencia de la presente ley se regirán por
ésta ley.
Sétima.- Interrupción de laPrescripción.- Para los efectos del Arbitraje,
rigen en materia de prescripción, las siguiente reglas:
1. Se interrumpe el plazo de prescripción respecto a las pretensiones
materia de decisión arbitral, desde que;
a. Se produce el asentimiento a que se refiere el Artículo 11
b. Se formula la pretensión ante el o los arbitros designados en el
convenio arbitral o, se requiere a la otra parte el nombramiento de el o los
arbitros o se notifica a la otra parte la iniciación del arbitraj e de conformidad
con el Reglamento de la Institución Arbitral encargada de la Administración
del Arbitraje, siempre que posteriormente se corra traslado a la otra parte
de la solicitud de quien ha promovido el arbitraje.
2. Queda sin efecto la interrupción cuando se declara haber lugar a
la anulación del laudo arbitral.
3. La prescripción comienza a correr nuevamente desde la fecha en
que lo resuelto en el laudo es exigible.
Anexo 625
Legislativo

4. Cuando las reglas de arbitraje aceptadas por las partes o el


convenio arbitral dispongan la realización previa al arbitraj e de un
proceso conciliatorio, la iniciación de tal proceso interrumpirá el plazo
de prescripción, siempre y cuando se concilie o, en su defecto, se
inicie posteriormente el arbitraje.
5. Es nulo todo pacto contenido en el convenio arbitral
destinado a impedir los efectos de la prescripción.
Octava.- Creación de Salas Especializadas.- El Poder Judicial, a
través de su órgano competente, ha de designar en el Distrito
Judicial de Lima y en aquéllos Distritos Judiciales con más de una
Sala Civil, a una de éstas para el conocimiento de las causas en
materia arbitral que sean de su competencia, como son:
1. Resolver en grado las resoluciones expedidas en primera
instancia referidas a la excepción de convenio arbitral.
2. Resolver en grado las resoluciones expedidas en primera
instancia desestimatorias de la solicitud de designación de
arbitros.
3. Resolver en grado las resoluciones expedidas en primera
instancia a que se refiere el Artículo 82 de la presente ley.
4. Conocer y resolver los recursos de anulación contra los
laudos arbitrales domésticos e internacionales, de conformidad con
los Artículos 71 y 123 de la presente ley.
5. Conocer y resolver el pedido de reconocimiento y
ejecución de laudos arbitrales extranjeros;, a que se refiere el Artículo
1272 de la presente ley.
6. Las demás que en aplicación de la presente ley le
corresponda directamente o en grado.
Novena.- Creación de Juzgados Especializados.- El Poder
Judicial, a través de su órgano competente, ha de designar en el
Distrito Judicial de Lima y en aquéllos Distritos Judiciales con
más de tres (3) jueces especializados en lo civil, a uno de éstos
para;
1. Conocer y resolver la solicitud de designación de arbitros a
que se refieren los Artículos 23 y 103 de la presente ley, cuando ello
corresponda.
2. Conocer y resolver la solicitud de designación de arbitros
sustitutos a que se refiere el Artículo 32° de la presente ley, cuando
ello corresponda.
626 Anexo Legislativo

3. Conocer y resolver la recusación de arbitros a que se refieren los


Artículos 31 y 105 de la presente ley, cuando ello corresponda.
4. Proceder al auxilio jurisdiccional para la actuación de pruebas, de
conformidad con lo dispuesto en los Artículos 40 y 116 de la presente ley,
cuando ello corresponda.
5. Proceder al auxilio jurisdiccional para la ejecución de medidas
cautelares, de conformidad con el Artículo 81 de la presente ley.
6. Conocer y resolver la solicitud de adopción de medidas cautelares
a que se refiere el Artículo 82 de la presente ley.
7. Proceder a la ej ecución de los laudos arbitrales, de conformidad con
los Artículos 83,125 y 131 de la presente ley.
8. Las demás que en aplicación de la presente ley le corresponda
conocer y resolver.
Décima.- Proceso Pericial.- Cuando las partes hayan pactado la
designación de terceras personas para que resuelvan exclusivamente
cuestiones de hecho, será de aplicación la Sección Primera de la presente
Ley en lo que corresponda, con las siguiente particularidades:
1. A falta de acuerdo entre las partes, el peritaje será unipersonal.
2. A falta de acuerdo entre las partes, el perito determinará las reglas
del proceso, teniendo presente lo dispuesto en el Artículo 342, en lo que
corresponda.
3. Si no se ha fijado plazo para resolver, será de aplicación el Articulo
48.
4. La decisión judicial o arbitral que en su caso deban pronunciarse
relacionados con las cuestiones de hecho resueltas por el perito, se
ajustarán a lo establecido en el fallo pericial.
Undécima.- El Consejo Nacional del Ambiente es la institución
organizadora del arbitraje ambiental, debiendo cumplir con los artículos y
disposiciones contenidos en la presente Ley, en los términos previstos.
Anexo Legislativo 627

DISPOSICIONES MODIFICATORIAS

Primera.- Modificación artículos del Código Procesal Civil.-


Los artículos del Código Procesal Civil aprobado por Decreto
Legislativo N 768, que a continuación se indican, quedan
modificados de siguiente manera;
"Artículo 719.- RESOLUCIONES JUDICIALES Y
ARBITRALES EXTRANJERAS.- Las resoluciones judiciales y
arbitrales extranjeras, reconocidas por los tribunales nacionales se
ejecutarán siguiendo el procedimiento establecido en este Capítulo, sin
perjuicio de las disposiciones especiales contenidas en la Ley General
de Arbitraje.
Artículo 837.- COMPETENCIA.- El proceso que se refiere el
Titulo IV del Libro X del Código Civil, se interpone ante la Sala Civil
de turno de la Corte Superior en cuya competencia territorial tiene su
domicilio la persona contra quien se pretende hacer valer.
Se aplican al proceso de reconocimiento de laudos arbitrales
extranjeros las Disposiciones Generales de esta Sección, en todo lo
que no se oponga a la Ley General de Arbitraje.
Segunda.- Modificación artículos del Código Civil.- Los
artículos del Código Civil, aprobado por Decreto Legislativo N° 295,
que a continuación se indican, que dan modificados de la siguiente
manera:
"Artículo 2064.- El tribunal peruano declinará su competencia
si las partes hubiesen convenido someter a arbitraje un asunto de
jurisdicción peruana facultativa, a menos que el convenio arbitral
haya previsto la eventual sumisión al fuero peruano.
Artículo 2111.- Lo dispuesto en este título rige, en cuanto sea
aplicable, también para resoluciones extranjeras que ponen término
al proceso y, especialmente, para las sentencias penales en lo
referente a la reparación civil.
Tratándose de laudos arbitrales, serán de aplicación exclusiva
las disposiciones de la Ley General del Arbitraje.
Tercera.- Modificación artículos del Código Penal.- Los
artículos del Código Penal, aprobado por Decreto Legislativo N° 635,
que a continuación se indican, quedan modificados de la siguiente
manera:
628 Anexo Legislativo

"Artí
culo 386.-
Las
disposicion
es de los
artículos
384 y 385
son
aplicables a
los peritos
y
contadores
particulares
, respecto
de los
bienes en
cuya tasación, adquisición o partición intervienen, respecto de los
*
pertenecientes a sus pupilos o testamentarias.
Artíc
ulo 395.- El
Juez Fiscal,
Miembro
de Tribunal
Administrat
ivo, Perito
o cualquier
otro
análogo
que solicite
y/o acepte
donativo,
promesa u
otra ventaja,
a sabiendas
que se los
hacen con el
fin de influir
en la
decisión de
un asunto
que esté
sometido a
su
conocimient
o, será
reprimido
con pena
privativa de
libertad no
menor de
seis ni,
mayor de
quince años
e
inhabilitació
n conforme
a los incisos
1), 2) y 4)
del Artículo
36 del
Código
Penal y con
ciento
ochenta a
trescientos
sesenta y
cinco días
de multa.
La inhabilitación que
como accesoria a la pena
privativa de libertad
se imponga al agente del
delito será puesta en
conocimiento del Colegio de
,
Abogados
del lugar en
donde se
encuentre
inscrito
para que la
Junta
Directiva,
bajo
responsabil
idad,
proceda en
el plazo de
cinco (5)
días a
suspender
la
colegiación
respectiva.
Articulo 398.- El que
hace donativos, promesas o
cualquier otra
ventaj a a un Juez, Fiscal o
miembro de tribunal
administrativo o de cualquier
otro análogo, con el objeto
de influir en la decisión de
un proceso pendiente
de fallo, será reprimido con
pena privativa de libertad no
menor de tres ni
mayor de ocho años.
Cuando el donativo, la
promesa o cualquier otra
>
ventaja se hace a un testigo,
perito, traductor o
intérprete, la pena será no
menor de dos ni mayor de
cuatro años.
,
Artículo 3982 A (Art.
22 D.L. 25489).- Si en el caso
del Artículo 398, el
agente del delito de
corrupción es un Juez,
Fiscal, Miembro de
Tribunal
Administrativo, Auxiliar de
Justicia o de cualquier otro
análogo, es abogado,
'
la pena será
privativa de
libertad no
menor de
cinco ni
mayor de
diez años e
inhabilitació
n conforme
a los incisos
4) a 8) del
Artículo 36
del Código
Penal y con
ciento
ochenta a
trescientos
sesenta y
cinco días
multa.
Cuan
do el
donativo, la
promesa o
cualquier
otra ventaja
la hace el
abogado a
un testigo,
perito,
traductor o

intérprete,
la pena será
no menor
de cuatro ni
mayor de
ocho años e
inhabilitaci
ón
conforme al
inciso 4)
del Artículo
36 y con
noventa a
ciento
veinte días
multa.

A
Anexo Legislativo 629

DISPOSICIONES FINALES

Primera.-Derogación Ley .-Derógaseel Decreto Ley N°25935.


Comuniqúese al señor Presidente de la República para su
promulgación.
En Lima a los veinte días del mes del diciembre de mil
novecientos noventa y cinco.
MARTHACHAVEZCOSSIODEOCAMP
O Presidenta del Congreso de la
República
VICTORJOYWAYROJAS.
Primer Vicepresidente del Congreso de la República

ALSEÑORPRESIDENTECONSTITUCIONALDELAREPUBL1CA
PORTANTO:
Mando se publique y cumpla
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los tres días del mes de
enero de mil novecientos noventa y seis.
ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI
Presidente Constitucional de la
República
FERNANDO VEGA SANTA
GADEA Ministro de Justicia.
630 Curriculum Vitae

CURRICULUM VITAE DOCTOR

VÍCTORHUGOÁLVAREZCHÁVEZ

EDUCACIÓN:
1981-1982: Especialización en Derecho del Trabajo. Universidad
de Buenos Aires (UBA).
1974-1980: Abogado. Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Lima, Perú. Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Jurídicas.
Actualmente participa como miembro activo en numerosos congresos
-nacionales e internacionales- referidos al Derecho del Trabajo y de
la Seguridad Social.
EXPERIENCIA LABORAL:

1988-1990: Estudio Jurídico Rey y Asociados. Abogado consultor


Júnior temática laboral.

1985-1988: Logar S.A. Departamento de Legales.Tareas de


evacuación de consultas en materia de Contratos de Seguros por
Accidentes de Trabajo.

1984-1985: Editorial Astrea. Asesor editorial en materia de Derecho


del Trabajo y de la Seguridad Social. Evacuación de consultas sobre
contenido de las obras a publicar. Seguimiento de la publicación de
las obras contratadas. Corrección.

1982-1981: Estudio Frank, Robilotte y Álvarez Chávez: Socio


fundador de la firma. Redacción de telegramas, demandas,
contestaciones,asistencia a audiencias de conciliación y otras labores
Curriculum 631
Vitae

relacionadas con el seguimiento de juicios ante los Tribunales del


Trabajo. Redacción de contratos civiles y comerciales.

OTRAS ACTIVIDADES:
Tareas de docencia en la Asociación de Abogados de Buenos
Aires, Centro Cultural SanMartín y otras instituciones privadas.
Miembro Activo de la Asociación Argentina del Derecho del
Trabajo y de la Seguridad Social.
Miembro Activo de la Sociedad de Medicina del Trabajo de la
Provincia de Buenos Aires.
Durante los años 1191a 1996 fue Director del Centro de Estudios
de Capacitación Profesional, donde dictó cursos de Posgrado.

OBRAS PUBLICADAS:
Autoría Propia
* Práctica previsional en la provincia de Buenos Aires,
García Alonso, 2010.
* Juicio por reajuste de haberes jubilatorios, García Alonso, 2010.
* Mobbing, Estrés y acoso en el ámbito del trabajo, García
Alonso, 2009.
* Sistema Integrado Previsional Argentino y Movilidad
Jubilatoria, García Alonso, 2008
* Ley de Riesgos de Trabajo, García Alonso, 2008.
*Cómo redactar telegramas y notificaciones laborales, García
Alonso, 2007
* Práctica Laboral, Buenos Aires, Ediciones Jurídicas, 2005,
Segunda
Edición 2006.
* Nuevas Indemnizaciones Laborales, Buenos Aires, Ediciones
Jurídicas, 2005.
Este libro se termino de imprimir
en el mes de Febrero del 2010 en los Talleres gráficos de
Ediciones Jurídicas

También podría gustarte