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DE NULIDAD LABORAL
ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS
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La colección Derecho y Proceso tiene por misión la publicación de trabajos cientí¿cos, tanto de
autores nacionales como extranjeros, de referencia en el ámbito de la dogmática procesal (civil,
penal, constitucional e internacional). Efectivamente, la citada colección pretende ser un aporte a
la comunidad cientí¿ca para la discusión de las nuevas instituciones y problemas que afectan a los
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La colección Derecho y Proceso publica aquellos trabajos que han superado una evaluación anónima
realizada por especialistas en las materias, con arreglo a los estándares usuales en la comunidad
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Los datos personales del autor deben ser aportados en documento aparte y el manuscrito no debe
contener ninguna referencia directa o indirecta que permita identi¿car al autor.
A mis padres, porque es mucho lo que les debo.
Especialmente a mi madre, porque su recuerdo se ha
impregnado en estas páginas.
“…existen condiciones de trabajo
que entrañan tal grado de injusticia, miseria y privaciones
para gran número de seres humanos, que el descontento causado
constituye una amenaza para la paz y armonía universales…”
(PREÁMBULO CONSTITUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO)
ÍNDICE
PRÓLOGO.............................................................................................. XI
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
1. EL PANORAMA ACTUAL .................................................................. 1
2. EL ALCANCE Y FINALIDAD DE ESTE TRABAJO ................................... 7
CAPÍTULO II
CIERTAS APROXIMACIONES PRELIMINARES
1. SOBRE LA NATURALEZA DEL RECURSO DE NULIDAD LABORAL ............ 11
2. SOBRE LOS FINES U OBJETIVOS DEL RECURSO DE NULIDAD LA-
BORAL.......................................................................................... 13
2.1. Fines inmediatos ................................................................. 13
2.2. Fines mediatos .................................................................... 15
3. CARACTERÍSTICAS DEL RECURSO DE NULIDAD LABORAL .................... 15
3.1. ¿Es un recurso extraordinario? ........................................... 15
3.2. Es un recurso de derecho estricto, pero ¿qué significa
eso? ................................................................................... 17
4. EL RECURSO DE NULIDAD Y SU RELACIÓN CON OTROS RECURSOS ......... 21
4.1. El recurso de nulidad y el recurso de casación (en
el fondo)............................................................................ 21
4.1.1. Referencias históricas ............................................. 21
4.1.2. La casación en nuestro derecho .............................. 25
4.1.3. El kayros de la casación, su tiempo justo ............... 27
4.1.4. Conclusiones........................................................... 30
II ÍNDICE
Página
CAPÍTULO III
LAS CAUSALES DEL RECURSO DE NULIDAD
INTRODUCCIÓN ...................................................................................... 43
A. LA CAUSAL GENÉRICA SOBRE VULNERACIÓN DE DERECHOS Y
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES ..................................................... 45
1. GENERALIDADES ........................................................................... 45
2. DERECHOS PROTEGIDOS ................................................................ 50
3. FASES O ETAPAS DE EVENTUAL VULNERACIÓN .................................. 51
3.1. Infracciones durante la tramitación del procedi-
miento ............................................................................... 51
3.2. Infracciones en la sentencia definitiva .............................. 53
4. EXIGENCIAS DE CONFIGURACIÓN..................................................... 55
4.1. La relevancia ..................................................................... 55
4.2. La ilegalidad...................................................................... 61
B. LA CAUSAL GENÉRICA SOBRE INFRACCIÓN DE LEY ........................... 63
1. SENTIDO Y FINALIDAD DE ESTA CAUSAL .......................................... 63
2. “LA LEY” COMO NOCIÓN INTEGRADORA DE LA CAUSAL .................... 65
2.1. Extremos pacíficos o evidentes ......................................... 66
2.2. Extremos discutidos/discutibles ........................................ 66
a) La ley del contrato ...................................................... 66
b) Los principios de derecho ........................................... 67
3. EL ERROR DE DERECHO Y SUS FORMAS DE COMISIÓN ........................ 69
3.1. Contravención formal ....................................................... 70
3.2. Falta de aplicación ............................................................ 70
3.3. Aplicación indebida .......................................................... 71
3.4. Interpretación y aplicación errónea ................................... 71
a) El control de la interpretación .................................... 71
b) Reglas generales de interpretación ............................. 72
c) Reglas especiales de interpretación ............................ 72
ÍNDICE III
Página
CAPÍTULO IV
CAUSALES ESPECÍFICAS DEL RECURSO DE NULIDAD
INTRODUCCIÓN ...................................................................................... 80
A. LA INCOMPETENCIA COMO MOTIVO DE NULIDAD............................... 81
1. PREÁMBULO ................................................................................. 81
2. GENERALIDADES SOBRE LA (IN) COMPETENCIA JURISDICCIONAL ......... 81
2.1. Factores de competencia en materia laboral ..................... 82
2.1.1. Competencia absoluta ............................................ 83
2.1.2. Competencia relativa ............................................. 86
3. LA INCOMPETENCIA PERSONAL O SUBJETIVA..................................... 88
3.1. Consideraciones generales ................................................ 88
3.2. Mecanismos de inhabilitación........................................... 91
a) Declaración de o¿cio .................................................. 91
b) Recusación amistosa .................................................. 92
c) Incidente de inhabilidad ............................................. 92
3.3. Configuración de la causal de nulidad .............................. 93
B. LA INFRACCIÓN DE LAS REGLAS DE LA SANA CRÍTICA COMO MO-
TIVO DE NULIDAD .......................................................................... 94
1. GENERALIDADES SOBRE LA VALORACIÓN PROBATORIA EN SANA
CRÍTICA ........................................................................................ 94
1.1. Las reglas de la lógica ....................................................... 98
1.2. Las máximas o reglas de experiencia................................ 104
1.3. Los conocimientos científicos........................................... 112
2. CRITERIOS DE SANA CRÍTICA PARA LA DECISIÓN PROBATORIA
FINAL ........................................................................................... 113
3. CONFIGURACIÓN DE LA CAUSAL Y EL ROL DEL TRIBUNAL DE NU-
LIDAD .......................................................................................... 120
3.1. La infracción de las reglas de la sana crítica..................... 121
IV ÍNDICE
Página
Página
Página
CAPÍTULO V
ALGUNOS ASPECTOS ATINENTES A LA TRAMITACIÓN DEL RECURSO
A. LA ADMISIBILIDAD DEL RECURSO DE NULIDAD ................................. 193
1. GENERALIDADES ........................................................................... 193
2. LA LEGITIMACIÓN PARA RECURRIR .................................................. 196
3. LA FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO DE NULIDAD LABORAL .............. 197
3.1. Exigencia común............................................................... 197
3.1.1. El señalamiento de la causal .................................. 199
3.1.2. Los fundamentos de hecho .................................... 199
3.1.3. Los fundamentos de derecho ................................. 200
3.2. Exigencia específica.......................................................... 201
3.3. Otras menciones recomendables ....................................... 201
4. LAS PETICIONES CONCRETAS........................................................... 202
5. LA PREPARACIÓN DEL RECURSO DE NULIDAD LABORAL ..................... 202
5.1. Generalidades.................................................................... 202
5.2. Modo de preparación ........................................................ 203
5.3. Casos liberados de preparación ......................................... 204
5.4. Ámbito de exigibilidad de la preparación ......................... 204
6. CRITERIOS FRECUENTES DE INADMISIBILIDAD ................................... 205
6.1. Inadmisibilidad por falta de fundamentos......................... 206
6.2. Inadmisibilidad por falta de peticiones concretas ............. 207
6.3. Inadmisibilidad por falta de preparación .......................... 208
B. LA PROPOSICIÓN MÚLTIPLE DE CAUSALES ........................................ 208
1. GENERALIDADES ........................................................................... 208
2. LA PROPOSICIÓN CONJUNTA DE CAUSALES ....................................... 209
2.1. Proposición conjunta propiamente tal............................... 209
2.2. Proposición simplemente simultánea................................ 210
3. LA PROPOSICIÓN SUBSIDIARIA DE CAUSALES .................................... 211
4. LA FORMA DE ESGRIMIR CAUSALES SUBSIDIARIAS Y EL ORDEN DE
PROPOSICIÓN ................................................................................. 213
5. SITUACIONES ESPECIALES DE CAUSALES MÚLTIPLES Y CONJUNTAS ........ 216
5.1. Pluralidad de capítulos de impugnación ........................... 216
5.2. Infracción de ley con infracción de sana crítica................ 217
ÍNDICE VII
Página
5.3. Causal del artículo 478 letra e) con la del artículo 478,
letra b) ............................................................................... 219
5.4. Omisión de análisis probatorio y aviso de despido........... 221
6. FALTA DE EXPLICITACIÓN DEL MODO DE ESGRIMIR CAUSALES ............ 223
6.1. Planteamientos incompatibles........................................... 223
6.2. Planteamientos compatibles .............................................. 224
C. LA PRUEBA DE LA CAUSAL ............................................................. 225
1. GENERALIDADES ........................................................................... 225
2. FINALIDAD DE LA PRUEBA.............................................................. 225
3. CAUSALES SUSCEPTIBLES DE PRUEBA .............................................. 227
4. PRUEBA SUSCEPTIBLE DE RENDIR .................................................... 228
5. SOLICITUD Y OFRECIMIENTO DE PRUEBA .......................................... 229
6. PRODUCCIÓN DE LA PRUEBA DE LA CAUSAL ..................................... 230
CAPÍTULO VI
EL FALLO DEL RECURSO DE NULIDAD
A. EL TRIBUNAL DECIDE EL RECHAZO DEL RECURSO DE NULIDAD ............. 233
1. GENERALIDADES ........................................................................... 233
2. RECHAZO POR INTERPOSICIÓN DEFECTUOSA ..................................... 234
2.1. Por el modo de proposición de las causales ...................... 234
2.2. Por contrariarse los hechos fijados en el fallo .................. 234
2.3. Por fundamentación defectuosa o insuficiente ................. 235
3. RECHAZO POR RAZONES “DE FONDO” .............................................. 236
3.1. Por inexistencia del vicio o del error ................................ 236
3.2. Por falta de relevancia ....................................................... 236
a) En causal de vulneración de garantías ........................ 237
b) En causal de error de derecho .................................... 238
c) En causales especí¿cas .............................................. 238
B. EL TRIBUNAL DECIDE ACOGER EL RECURSO DE NULIDAD ................... 239
1. GENERALIDADES ........................................................................... 239
2. SE ANULA EL PROCEDIMIENTO Y LA SENTENCIA ................................ 240
2.1. En causal del artículo 477, primera parte.......................... 241
VIII ÍNDICE
Página
CAPÍTULO VII
SOBRE CIERTAS SITUACIONES EN PARTICULAR
A. ANULACIÓN DE OFICIO POR LA CORTE............................................ 253
1. CONSIDERACIONES GENERALES ...................................................... 253
2. REQUISITOS DE LA ACTUACIÓN OFICIOSA ......................................... 254
2.1. Existencia de recurso admitido ......................................... 254
2.2. Por un motivo distinto del recurso .................................... 254
2.3. Por causales del artículo 478............................................. 255
2.4. Actuación a favor del recurrente ....................................... 256
3. ACTUACIÓN ENTERAMENTE OFICIOSA .............................................. 256
B. LA NULIDAD PARCIAL .................................................................... 258
1. PREÁMBULO ................................................................................. 258
2. CONSIDERACIONES PRELIMINARES ................................................... 259
2.1. En cuanto al carácter de los recursos ................................ 259
2.2. En cuanto a las limitaciones del tribunal de nulidad......... 260
2.3. En cuanto a los efectos de la nulidad en general .............. 260
3. SOLUCIONES POSIBLES ................................................................... 261
3.1. Errores de decisión o de fondo.......................................... 261
3.2. Errores de actividad .......................................................... 261
3.3. Situaciones especiales ....................................................... 262
3.4. La forma del fallo en caso de nulidad parcial ................... 263
C. CORRECCIÓN DE OFICIO DE LA SENTENCIA, QUE NO IMPORTA
NULIDAD ...................................................................................... 264
ÍNDICE IX
Página
CAPÍTULO VIII
EL CONTROL DE LOS HECHOS A TRAVÉS DEL RECURSO DE NULIDAD
1. INTRODUCCIÓN ............................................................................. 269
2. FASE PRELIMINAR DE ESTUDIO ........................................................ 269
3. SEPARACIÓN DE LOS HECHOS DEL DERECHO ..................................... 270
3.1. Generalidades.................................................................... 270
3.2. Identificación de los hechos .............................................. 272
4. ANÁLISIS CRÍTICO DEL FALLO ......................................................... 274
5. FORMAS DE IMPUGNACIÓN DE LOS HECHOS ...................................... 276
5.1. Impugnación indirecta (artículo 478 letra e) del Có-
digo del Trabajo)............................................................... 276
5.2. Impugnación directa (artículo 478 letra b) del Código
del Trabajo) ....................................................................... 279
5.2.1. Modo de proposición de la causal del artículo
478, letra b) ............................................................ 282
CAPÍTULO IX
PALABRAS FINALES.................................. 285
CAPÍTULO X
ANEXOS
ANEXO Nº 1
RESULTADO RECURSOS DE NULIDAD ADMITIDOS A TRAMITACIÓN
(ENERO DE 2011 A MAYO DE 2012) ........................................................ 291
ANEXO Nº 2
RECURSOS NULIDAD LABORAL FALLADOS. IC SANTIAGO 2011. DES-
GLOSADOS POR CAUSAL .......................................................................... 292
X ÍNDICE
Página
ANEXO Nº 3
TÉRMINO DE RECURSOS NULIDAD LABORAL. ICS 2011 ............................. 293
ANEXO Nº 4
RECURSOS DE UNIFICACIÓN DE JURISPRUDENCIA (ENERO 2011 A JUNIO
2012) ................................................................................................... 294
CAPÍTULO XI
BIBLIOGRAFÍA
PUBLICACIONES .................................................................................... 302
OTRAS FUENTES .................................................................................... 304
PRÓLOGO
Prologar esta obra es, por un lado, un honor y, por el otro, un desafío.
Lo primero, ya que esta es una obra fruto de la experiencia y del estudio de
años. Su autor día a día trabaja con el recurso de nulidad en materia laboral
y le corresponde enfrentar las distintas realidades en torno a éste, su objeto
de estudio. Es un juez de la República, ministro de la Corte de Apelaciones
de Santiago, el autor de estas líneas que aspiro prologar con altura de miras.
Lo segundo, ya que este producto generado por un operador cali¿cado del
sistema de justicia, como lo es el amigo y respetado autor don Omar As-
tudillo Contreras, debiera, en tanto palabras que preceden a la obra, poder
dialogar con ella y no simplemente describirla.
Creo, sin temor a equivocarme, que nos encontramos con uno de los
principales, sino el más importante, aporte, para el estudio del recurso de
nulidad en la justicia del trabajo. En efecto, el autor no asume sus carac-
terísticas vía abstracción de la realidad en la que podría pecar un simple
académico. Tampoco se cobija en los laberintos epistolares de la llamada
práctica forense, para evadir interrogantes. La obra es efectivamente un
tratamiento desde lo académico con el importante agregado de las preocupa-
ciones prácticas cuya fuente es el contacto con el objeto estudiado. A nadie
podría serle indiferente que el recurso de nulidad se ha convertido en un
verdadero punto de inÀexión frente al cual algunos vaticinan la violación
al debido proceso en tanto eliminación del derecho al recurso, otros reco-
miendan reincorporar la apelación por la arbitrariedad en la admisibilidad
y fundabilidad de un recurso de este tipo. También están los defensores del
recurso por el avance signi¿cativo en la posibilidad del control, incluso de
respeto a garantías y derechos fundamentales constitucionales y los conteni-
XII OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
1. EL PANORAMA ACTUAL
ticamente el 80% de los recursos de nulidad fueron rechazados y/o declarados inadmisibles.
Siempre a nivel nacional, entre los meses de enero y noviembre del mismo año 2011, sólo un
12,3% de esos recursos fueron acogidos (Fuente Administración IC Santiago). Durante el año
2011, en la Corte de Apelaciones de Santiago el nivel de aceptación de recursos alcanzó un
9,3% (Fuente: Registro de sentencias de recursos de nulidad, año 2011, Corte de Apelaciones
de Santiago, Secretaría Especial). En cifras nacionales, entre enero de 2011 y mayo de 2012,
de un total de 4.430 recursos de nulidad admitidos a tramitación y “terminados”, un 64% de
esa cifra fueron rechazados (2.836), un 14% resultaron acogidos (587), pero el 22% restante
(911) corresponde a recursos abandonados (737), desistidos (119) y transigidos (55). Fuente:
Corporación Administrativa del Poder Judicial. Ver Anexos 1, 2 y 3.
2 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
con el recurso de apelación, citándose como ejemplo el régimen de recursos que impera en
los procedimientos de familia (Ver Moción Parlamentaria, Boletín Nº 6.970-13, de 2 de junio
de 2010, disponible en www.bcn.cl). No, eso no. Quienes tenemos que lidiar “en terreno” con
ese modelo somos testigos privilegiados de las dificultades y precariedades que significa. El
procedimiento de familia fue concebido a partir de un juicio oral y con apreciación de la prue-
ba conforme a las reglas de la sana crítica. Empero, en materia de recursos, prácticamente se
retornó al mismo sistema que consulta nuestro todavía vigente Código de Procedimiento Civil,
a pesar que éste se encuentra estructurado en torno a un procedimiento escrito y con prueba
legalmente tasada. Una antinomia esencial.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 3
3 Así lo ha declarado el Tribunal Constitucional en sus sentencias. V. gr., Roles Nºs. 986,
7 En el caso “Herrera Ulloa con Costa Rica” (2 de julio de 2004), la Corte Interamericana
de Derechos Humanos declaró que “Independientemente de la denominación que se le dé
al recurso existente para recurrir un fallo, lo importante es que dicho recurso garantice un
examen integral de la decisión recurrida”, en el sentido que es menester que se trate de un
recurso amplio de manera tal que permita que el tribunal superior realice un análisis o examen
comprensivo e integral de todas las cuestiones debatidas y analizadas en el tribunal inferior.
Esto ha sido leído por algunos como una alusión directa al recurso de apelación. Empero, el
Comité de Derechos Humanos de la ONU –cuya opinión es citada en ese mismo fallo– ya
había dado a entender con anterioridad y en comunicaciones posteriores que el propio recurso
de casación puede satisfacer tales imperativos, dependiendo del alcance y extensión que se le
asigne y en la medida que no quede restringido por formalismos excesivos o circunscrito a la
revisión de aspectos puramente legales o formales. Ver fallo disponible en www.corteidh.or.cr.
Otras precisiones en las palabras finales de este trabajo.
6 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
8 Caso “Tribunal Constitucional vs. Perú”, sentencia de 31 de enero de 2011, párrafo 70. La
misma doctrina ya había sido sustentada por esa Corte en la sentencia de 2 de febrero de 2001
del caso “Baena Ricardo y otros con Panamá”, párrafo 125 y en el caso “Paniagua Morales
y otros”, sentencia de 8 de marzo de 1998, Serie C, Nº 37, párrafo 149. Todas disponibles en
www.corteidh.or.cr.
9 FERRAJOLI, Luigi, “Los Valores de la Doble Instancia y de la Nomo¿laquia”, en Revista
Nueva Doctrina Penal, Ediciones del Puerto, Buenos Aires, 1996, p. 448.
10 TARUFFO, Michele, La Prueba, Artículos y Conferencias, Editorial Metropolitana, San-
13 DAMASKA, Mirjan, Las Caras de la Justicia y el Poder del Estado, Editorial Jurídica de
Ahora bien, entre las de¿ciencias en que puede incurrirse con motivo
de la sustanciación de un juicio –que pueden dar lugar a ese efecto de anu-
lación–, la doctrina tradicional acostumbra a distinguir entre los vicios de
procedimiento (“errores in procedendo”), esto es, aquellos atingentes a la
forma y requisitos de los actos procesales, también conocidos como errores
de actividad, porque constituyen una desviación o apartamiento del derro-
tero señalado al juez para la dirección del proceso y para el ejercicio de la
jurisdicción, y los errores derivados de la aplicación del derecho material o
de fondo, vale decir, las reglas de derecho que permiten decidir en su mérito
las pretensiones de los litigantes (“errores in iudicando”). CARNELUTTI en-
seña que se les llama “errores” porque corresponden a un contraste entre lo
14 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
que el juez ha hecho y lo que hubiere debido hacer y que existe entre ellos
una relación de medio a ¿n. Explica que unos conciernen a una desviación
del procedimiento que está ordenado de modo previo para garantizar la
justicia de la decisión, de manera que la incorrección formal constituye un
síntoma de injusticia (“errores in procedendo”), y que los otros se re¿eren
a la solución de la cuestión de fondo, que comportan una equivocación en
el juicio de derecho que, como tal, arroja un resultado injusto, de manera
que este tipo error no es síntoma, sino causa de injusticia (“errores in
iudicando”)14. Dentro de los errores en el juicio de derecho, la evolución
de la ciencia jurídica ha ido incorporando como tales la infracción de ciertas
generalizaciones empíricas, comúnmente aceptadas, esto es, las reglas de
experiencia y los conocimientos técnico-cientí¿cos, que están llamadas a
operar como mecanismos de validación de las conclusiones fácticas alcanza-
das en una sentencia. Para algunos, habría que incluir también dentro de ellos
los principios de la lógica, en cuanto tendrían como propósito asegurarse de
la corrección no sólo formal sino que, además, del contenido sustancial del
razonamiento. Asimismo, entre nosotros, se ha añadido ahora de un modo
explícito la vulneración de determinados derechos de carácter fundamental,
cobijados en lo que se ha venido en denominar como la “constitucionali-
zación del derecho”15, esto es, en una primera etapa, la incorporación de
normas de contenido general y laboral a los textos constitucionales y, en
una fase más actual, la idea de la eventual aplicación directa, el imperio de
los derechos fundamentales en el ámbito de la relación laboral.
14
CARNELUTTI, Francesco, Instituciones del Proceso Civil, traducción de Santiago Sentís
Melendo, Librería El Foro, Buenos Aires, 1997, vol. II, pp. 249 a 251 y 258.
15
Re¿riendo los diversos sentidos de la noción, Guastini explica que con ella se designa
hoy en día al proceso de transformación de un ordenamiento jurídico, al término del cual “el
ordenamiento en cuestión resulta totalmente ‘impregnado’ de las normas constitucionales. Un
ordenamiento jurídico constitucionalizado está caracterizado por una Constitución extrema-
damente invasiva y desbordante”. GUASTINI, Riccardo, Interpretación, Estado y Constitución,
ARA Editores, Lima, 2010, p. 155.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 15
De otra parte, aunque no por ello menos relacionado con lo que se intenta
explicar, no resulta ocioso poner de relieve que ese carácter extraordina-
rio que se asigna a los recursos, rememora casi de modo automático a la
casación. Pues bien, entre otras implicaciones, esa cualidad extraordinaria
podía atribuírsele porque original y generalmente el tribunal de casación se
limitaba a anular el fallo defectuoso, reenviando el asunto al tribunal inferior
que debía resolver sobre el fondo. Acontece que, tratándose del recurso de
alturas habría que cuestionarse también si el recurso de apelación sigue siendo un recurso “ordi-
nario”, en la medida que han sido notoriamente limitadas sus posibilidades de interposición.
18 COUTURE, Eduardo, Fundamentos del Derecho Procesal Civil, Editorial B de F, Buenos
22 PALOMO VELEZ, Diego, “Apelación, doble instancia y proceso civil oral. A propósito de
la Reforma en Trámite”, Revista de Estudios Constitucionales, año 8, Nº 2, 2010, p. 495, y
“Declaraciones de Inadmisibilidad del Recurso de Nulidad Laboral como Restricción Inde-
bida al Derecho al Recurso: Jurisprudencia Correctiva de la Excma. Corte Suprema”, Revista
de Derecho, Universidad Católica del Norte, Sección Comentarios de Jurisprudencia, año
18-Nº 2-2011, p. 414.
20 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
en obstáculo para la revisión de los fallos, que dejó insinuada la Corte In-
teramericana de Derechos Humanos en la citada sentencia sobre el “Caso
Herrera Ulloa con Costa Rica”, al manifestar lo que se transcribe enseguida,
en su párrafos pertinentes:
“164. La posibilidad de ‘recurrir del fallo’ debe ser accesible, sin requerir
mayores complejidades que tornen ilusorio este derecho…”23.
Entonces, que sea de derecho estricto “sólo” importa que las posibilida-
des de impugnación del recurrente se encuentran supeditadas a la invocación
de alguna de las causales establecidas en la ley y que las posibilidades de
actuación del tribunal de nulidad están condicionadas a su vez a la con¿gu-
ración de alguna de esas causales. Únicamente eso, nada más que eso.
23 Fuente: www.corteidh.or.cr.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 21
Casación Civil, traducción de Santiago Sentís Melendo, Librería El Foro, Buenos Aires, Tomo
II, Título V; NIEVA FENOLL, Jordi, El Hecho y el Derecho en la Casación Penal, JM Bosch Editor,
Barcelona, 2000, pp. 23 y ss.; DE LA RÚA, Fernando, La Casación Penal en el Nuevo Código
Procesal Penal de la Nación, Editorial LexisNexis, 2ª edición, Buenos Aires, 2006, pp. 4-18;
GUASCH FERNÁNDEZ, Sergi, El Hecho y el Derecho en la Casación Civil, José María Bosch Editor,
Barcelona, 1998, pp. 32 a 39, y, en alguna medida, MORELLO, Augusto M., La Casación. Un
modelo intermedio Eficiente, Librería Editora Platense, Buenos Aires, pp. 5-14.
22 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
25En una referencia limitadísima, cabe mencionar que en la compleja organización juris-
diccional de la monarquía francesa (“imbroglio judiciare”), el monarca concentraba todo el
poder. Empero, en lo que atañe a la función jurisdiccional, al cabo del tiempo se llegaron a
estructurar formas de justicia delegada y retenida. Los parlamentos se insertaban en la moda-
lidad de justicia delegada ordinaria. Originariamente, existía sólo el Parlamento de París, pero
a medida que el reino iba anexando territorios, como una manera de mantener el equilibrio y a
modo de prerrogativas, se creaban parlamentos provinciales, sin perjuicio de corresponder el de
París al de mayor jerarquía. En lenguaje actual, sus integrantes fueron inamovibles y los cargos
tuvieron un carácter patrimonial y transmisible. Los Parlamentos no sólo ejecutaban funciones
de orden judicial sino que –por la fuerza de los hechos, por una deformación del diseño original
o por espacios que fueron conquistando–, llegaron a desarrollar funciones de índole política,
de reglamentación e inclusive de administración del reino. En particular, los Parlamentos se
atribuyeron en la práctica facultades de índole legislativa, expresadas en su eventual negativa al
registro de algunas disposiciones reales (“Enregistrement”) y de formular una especie de veto
o censura a los edictos reales, con lo que se entrababa su cumplimiento, cuando juzgaban que
ellos no se ajustaban a las leyes del reino. En la época se consideraba que el registro era nece-
sario para que la respectiva disposición entrara en vigencia y fuese considerada vinculante, no
obstante lo cual –en general– el rey conservaba la posibilidad de “insistir”, para lo cual –como
última medida– debía constituirse en el Parlamento, porque de esa manera cesaba la delegación
y prevalecía su voluntad (“lit de justice”). PARDO LÓPEZ, Magnolia, Magistratura Profesional,
Editorial Tirant Lo Blanch, Valencia, 2009, Capítulos Segundo a Cuarto, y comentarios inéditos
del profesor Eduardo ALDUNATE, sobre Independencia Judicial.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 23
son más ni menos que la boca que pronuncia las palabras de la ley, seres
inanimados que no pueden mitigar la fuerza y el rigor de la ley misma”28.
En la expresión más pura y primitiva del recurso, importaban poco o nada
los fundamentos del fallo. Lo relevante era que lo dispuesto en la sentencia
no vulnerara el mandato legal, haciéndose patente la magni¿cencia que se
atribuía a la ley en esos tiempos. De hecho, llegó a estar proscrita cualquier
actividad de interpretación, en la idea que “interpretar signi¿ca sustituir
a quien ha escrito la ley, indagar qué hubiese dicho el legislador acerca
de un supuesto sobre el que la ley no se pronuncia claramente. Interpretar
signi¿ca hacer decir al legislador más de lo que ha dicho, y, ese más, es la
medida de la facultad legislativa que se atribuye el juez”29. Hay razones
para pensar que tales concepciones armonizan con la preocupación social
permanente de limitar el poder de los jueces, impidiendo la interpretación
judicial, en la pretensión “ingenua” de imponer la aplicación mecánica del
texto legal, manifestaciones que no son necesariamente una cosa del pasado,
dado que continúan expresándose hasta nuestros días en la modalidad de
métodos de enseñanza del derecho y de selección profesional, basados en
la “memorización y recitado de normas”30.
28
MONTESQUIEU, Del Espíritu de las Leyes, Editorial Eliasta, Buenos Aires, 1984, Libro
XI, cap. VI, p. 194.
29
P. VERRI, citado por PIETRO SANCHÍS, Luis, La ¿losofía penal de la Ilustración, Palestra
Editores, Lima, 2007, p. 64.
30 IBÁÑEZ, Perfecto Andrés, En torno a la Jurisdicción, Editores del Puerto, Buenos Aires,
como un instrumento que excluía cualquier tipo de interpretación judicial o de función “creadora”
de derecho. Inclusive se consultaba el “référé”, esto es, que en caso de duda o di¿cultad para la
interpretación y aplicación de la ley, el Tribunal de Casación debía remitir el asunto al Poder
Legislativo a objeto que éste dictara la ley interpretativa que solucionara el caso. En una fase
posterior se asumió como posible que una ley podía ser interpretada de formas diversas y que
con ello era también factible que un mismo asunto pudiera ser resuelto de maneras diversas, de
lo que surgió la necesidad de asignar a la casación una ¿nalidad uni¿cadora o uniformadora del
Derecho, lo que se reÀejó en la creación de la Corte de Casación, con funciones propiamente
jurisdiccionales y como un ente separado del Poder Legislativo.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 25
36V. gr., en una doctrina que se ha mantenido en términos más o menos similares, la Corte
Suprema ha expresado en sus fallos que el recurso de casación en el fondo se instituyó con fines
de interés público, consistentes en velar por la correcta aplicación de la ley y lograr la unidad
de la jurisprudencia, señalando frecuentemente que no constituye una tercera instancia.
37 La reseñada es doctrina reiterada y sostenida en el tiempo, de la Excma. Corte Suprema.
38 V. gr., artículos 1700 y 1713 del Código Civil, “versus” artículos 384 regla tercera, 425
y 428, todos del Código de Procedimiento Civil.
39 Corte Suprema de Justicia de la Nación, 20 de septiembre de 2005, recurso de Hecho,
C 1757 XL, que incide en causa 1681, “Casal, Matías Eugenio y otro”, robo simple en grado
de tentativa. Disponible en www.csjn.gov.ar. Un comentario ilustrativo de esa sentencia, en
LEDESMA, Ángela, “El derecho al recurso y la casación penal”, en La Casación Civil, Penal
y Laboral en la Nación y en la Provincia de Buenos Aires, Editorial Ad Hoc, Buenos Aires,
2008, pp. 64-84.
28 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
42 GUASP, Jaime y ARAGONESE, Pedro, Derecho Procesal Civil, Thomson Civitas, 7ª edición,
4.1.4. Conclusiones
44
DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Estudios de Derecho Procesal, Editorial Zavalia, Buenos
Aires, 1984, pp. 87-104.
45
En sentido similar, “Los Regímenes recursivos en los Sistemas Procesales Penales
Acusatorios en las Américas”, Informe CEJAS para la Comisión Interamericana de Dere-
chos Humanos, versión ¿nal, 31 de agosto de 2009, disponible en www.cejaamericas.org
(Biblioteca Virtual, documentos, informes comparativos), y RIETOURD ALVARADO, Andrés, El
Recurso de Nulidad en el Nuevo Proceso Penal, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2007,
pp. 13 y 14.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 31
los meses de enero de 2011 a junio de 2012, el total de recursos de unificación de jurisprudencia
alcanzó a 726 ingresos, esto es, un promedio de 40 recursos por mes. En el lapso comprendido
entre enero de 2011 y mayo de 2012, los ingresos de recursos de nulidad, en las 17 Cortes
de Apelaciones del país, alcanzaron a 5.476. Fuente: Corporación Administrativa del Poder
Judicial. Ver anexos 1 y 4.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 33
extremos del juicio– sino que en la idea de posibilitar el control de los hechos
y de promover una nueva decisión por parte del tribunal de nulidad, lo que
se mani¿esta en la amplitud de hipótesis para dictar sentencia de reemplazo
o, que es lo mismo, en la restricción y virtual supresión de las posibilidades
de reenvío. En suma, se trata de un recurso distinto. No es casación. A lo
más, podría concederse que se trataría de una casación ampliada, renovada,
mejorada y diversi¿cada. Despojada de todo el lastre formalista con el que
debió cargar la casación y, por lo mismo, diferente de ella47.
Con lo que va dicho hasta aquí parece válido cuestionarse entonces acerca
de qué distinguiría al recurso de nulidad del recurso de apelación, si es que
fuera cierto que ambos permiten la impugnación de los hechos que se ha
tenido por probados. Es mani¿esto que existen diferencias entre uno y otro
recurso. Tomando palabras de FERRAJIOLI, la apelación signi¿ca un reexamen
de la materia del juicio, lo que puede traer consigo la renovación integral
de ese juicio ante un juez distinto, con posibilidades de evaluar en forma
diferente la prueba ejecutada en primera instancia, e incluso, considerando
la eventualidad de valorar prueba distinta de la que fuera producida ante el
juez a quo48, lo cual no resulta exactamente realizable en un recurso de nu-
lidad. Con todo, cabe referir que, contrariamente a lo que pudiera pensarse,
las diferencias entre uno y otro recurso no son tan radicales. La apelación
está indisolublemente asociada a la idea de instancia. Ha de reiterarse que,
en su concepción primitiva, la apelación permitía el paso de un grado a otro
en el desarrollo del proceso, de modo que abría la ruta a la realización de un
nuevo juicio en el grado posterior. Empero, en la actualidad se ha llegado
a una concepción más restringida. COUTURE lo expresa con la claridad de
los sabios: “La primera instancia debe ser siempre destinada a recoger
52 Porque con relación a la prueba documental existe una “par conditio” entre el tribunal del
juicio y el de nulidad. Sin embargo, ha de apuntarse que se han postulado ideas que relativizan
dicha aserción, señalándose que el régimen de sana crítica exige una valoración individual
y conjunta de los medios de prueba, de modo que la inmediación que se tiene con la prueba
personal puede terminar incidiendo en la apreciación que se tenga de los documentos.
53 FERRER BELTRÁN, Jordi, La Valoración Racional de la Prueba, Marcial Pons, Madrid,
Continuación nota 61
en el Razonamiento Probatorio, el Alcance del Control Sobre la valoración de la Prueba en
el Recurso de Nulidad Penal”, Revista de Derecho de la Ponti¿cia Universidad Católica de
Valparaíso, XXXII, pp. 347-362. En sentido semejante, HERRERA ABIÁN, R., La inmediación
como garantía procesal (en el proceso civil y penal), Editorial Comares, Granada, 2006, citado
por PALOMO VELEZ, Diego, ob. cit., p. 474.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 41
INTRODUCCIÓN
Planteado grosso modo, la causal genérica del artículo 477 inciso primero
del Código del Trabajo, sobre vulneración sustancial de garantías constitu-
cionales en la tramitación del procedimiento (debido proceso), tendría su
correlato en las causales especí¿cas del artículo 478 letras a), d), e) y f) del
mismo Código; la causal genérica del mismo artículo 477, relativa a la in-
fracción de ley, podría tener su correspondencia con la causal del artículo 478
letra b) del Código del Trabajo (si se acepta que puede asociarse a un error
in iudicando) y, evidentemente, con la causal del artículo 478, letra c).
1. GENERALIDADES
62 Sobre una descripción y visión crítica, ver COMANDUCCI, Paolo, “Formas de (Neo) Cons-
Continuación nota 62
Coloquio Europeo, Madrid, 2009, pp. 85-121; PRIETO SANCHÍS, Luis, “Neconstitucionalismo y
ponderación judicial”, en Neconstitucionalismo(s), ob. cit., pp. 123-158; ALDUNATE, Eduardo,
“Aproximación Conceptual y Crítica al Neoconstitucionalismo”, Revista de Derecho, Vol.
XXIII, Nº 1, julio 2010, pp. 86-95.
63 En tal sentido, Comanducci expresa que para el neoconstitucionalismo metodológico los
principios constitucionales operan como un puente entre el derecho y la moral, añadiendo que
“La tesis neoconstitucionalista es que cualquier decisión jurídica, y en particular la decisión ju-
dicial, está justi¿cada si deriva, en última instancia de una norma moral…”, COMADUCCI, Paolo,
“Formas de (Neo) Constitucionalismo: Un Análisis Metateórico”, en Neconstitucionalismo(s),
ob. cit., pp. 93-94. Josep Aguiló explica que, en esta nueva mirada (que designa como post-
positivismo) no hay una separación tajante entre el razonamiento político o moral y el razona-
miento jurídico. Agrega que el razonamiento político del legislador se juridi¿ca porque la ley
no es creación ex novo, sino desarrollo o concreción de principios constitucionales, en tanto
que el razonamiento jurídico se moraliza, puesto que incorpora un compromiso con los valores
y ¿nes constitucionales, con los principios y/o derechos constitucionales. AGUILÓ, Josep, Sobre
derecho y argumentación, Lleonard Muntaner Editor, Mallorca, 2008, p. 21. De otra parte, se
ha precisado que “El argumento de los principios es el núcleo de lo que podría denominarse
un ‘no positivismo principialista’, cuya tesis básica, consecuentemente, podría formularse
así: si existen principios en el Derecho, entonces existe una relación conceptual necesaria
entre Derecho y moral…”, GARCÍA FIGUEROA, Alfonso, “La Teoría del Derecho en los tiempos
del Constitucionalismo”, en Neoconstitucionalismo(s), ob. cit. p. 179, y que “En un Estado
constitucional, cuya Constitución presenta ciertos ideales y cuya sociedad es pluralista, la
única forma de que ese orden normativo sea operativo, consiste en que cuente con al menos
dos rasgos interdependientes, uno de carácter sustantivo y otro de carácter estructural. El
sustantivo consiste en que el orden normativo cuente con una intensa base moral. Es decir,
es necesario que el Derecho cuente con una axiología. A su vez, esa axiología debe ser capaz
no sólo de preservar los derechos individuales importantes, sino que también debe aspirar a
mejorar nuestras sociedades y todo ello sin perder de vista el pluralismo. La axiología cons-
tructivista y aspiracional debe contar así con una deontología que le permita desplegar con
naturalidad su carga deontológica. Esa deontología consiste en la con¿guración de las normas
jusfundamentales (e infracontitucionales, por irradiación) como condiciones derrotables. La
derrotabilidad de las normas de un ordenamiento constitucionalizado deja de ser así el sín-
toma de un problema del que debemos guarecernos (la incertidumbre), para convertirse en el
instrumento estructural y funcional de que se sirve el Derecho para ser operativo a la hora de
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 47
Continuación nota 63
resolver conÀictos…”, GARCÍA FIGUEROA, Alfonso, Criaturas de la Moralidad, Editorial Trotta,
Madrid, 2009, p. 262. A partir de esa conexión necesaria entre el derecho y la moral que se
atribuye al neoconstitucionalismo, algunos autores ven en esta tendencia una expresión renovada
del iusnaturalismo: Citando a Ferrajoli, Luis Prieto Sanchís, indica que “el constitucionalismo
moderno ‘ha incorporado gran parte de los contenidos o valores de justicia elaborados por el
iusnaturalismo ilustrado y racionalista’, añadiendo por su parte que “El papel que desempeñaba
antes el Derecho Natural respecto del soberano, lo desempeña ahora la Constitución respecto
del legislador”. PRIETO SANCHÍS, Luis, “Ley, principios y derechos”, Cuadernos Bartolomé de
las Casas Nº 7, Ediciones Dykinson, Madrid, 1998, p. 37.
64 GUASTINI, describe que la “constitucionalización” se reÀeja en múltiples manifestaciones.
Entre ellas menciona: a) la fuerza vinculante de la Constitución, esto es, la idea de que cada
norma constitucional– independientemente de su estructura o contenido normativo –es una
genuina norma jurídica, vinculante y capaz de producir efectos jurídicos; b) la “sobreinterpre-
tación” de la Constitución, en el sentido de obtener del texto fundamental las normas idóneas
para disciplinar cualquier aspecto de la vida social y política, de modo que no existen “lagunas”
normativas ni tampoco “vacíos” por donde pueda escurrirse la discrecionalidad legislativa;
c) la aplicación directa de las normas constitucionales, según la cual tales preceptos –especial-
mente todos los principios generales y las “normas programáticas”– pueden producir efectos
directos y pueden ser directamente aplicados por cualquier juez, en cualquier controversia; y
d) la interpretación “conforme” de las leyes, esto es, asumiendo que las reglas legales tienen
más de un signi¿cado, el juez siempre debe optar por la norma (signi¿cado) que evite toda
contradicción con la Constitución. GUASTINI, Riccardo, ob. cit., pp. 160-165.
65 FERNÁNDEZ, Miguel Ángel, “Constitución y Casación. ¿De la Falta de Aplicación al
José Luis UGARTE que “En este nuevo paradigma, la clave será considerar
que las normas constitucionales tienen todas – sin distinción – plena e¿cacia
vinculante, incluidas, especialmente, las que estipulan derechos fundamen-
tales de las personas (e¿cacia directa de la Constitución) y que, por tanto,
son susceptibles de producir efectos jurídicos inmediatos, sin necesidad de
mediación legal de ningún tipo”, agregando más adelante –en su estilo agudo
y punzante– “No hay en el Derecho del Trabajo, como en rigor tampoco en
el ámbito constitucional, espacio para el so¿sticado debate alemán entre
e¿cacia directa o indirecta de los derechos fundamentales. Lo interesante
de esto es que en nuestro orden jurídico laboral, los derechos fundamenta-
les del trabajador no caen por la estrecha gotera de la e¿cacia indirecta o
mediata, y sus ¿ntas procesales, que a ¿n de cuentas dejan todo en manos
del legislador o del juez, sino que se cuelan a raudales inmediatamente en
las relaciones laborales, recon¿gurando las relaciones laborales a partir de
la supremacía jurídica de los derechos fundamentales66. En una muestra del
avance incontenible de tendencias semejantes, se ha pasado de los conceptos
tradicionales –que suponían exigibles esos derechos del individuo frente al
Estado– a una noción complementaria, de reconocerlos como imperantes en
las vinculaciones entre particulares (e¿cacia horizontal), ante la constatación
de la existencia de centros de poder en esas relaciones privadas, capaces de
repercutir en las libertades de las personas. Se a¿rma –inclusive– que si bien
en nuestra Carta Fundamental no se aprecia un reconocimiento expreso para
esa e¿cacia horizontal, tampoco se la excluye y que habría sustento normativo
su¿ciente para proclamar su vigencia inmediata67. En lo que interesa para
estos ¿nes, se postula que las normas constitucionales deben tener inciden-
cia en la regulación y desarrollo de las relaciones laborales, especialmente
aquellas que con¿guran derechos subjetivos fundamentales, cuya titularidad
recae en el trabajador, es decir, la e¿cacia horizontal de tales preceptos, en
oposición al concepto tradicional que tiene a la autoridad pública como único
destinatario de esos derechos fundamentales. Dentro de esos derechos se
comprenden los asociados a la libertad sindical, los vinculados al conÀicto
colectivo y los propiamente laborales (derechos especí¿cos) y, además, los
66
UGARTE CATALDO, José Luis, Tutela de Derechos Fundamentales del trabajador, Legal-
Publishing, Santiago, 2009, pp. 9 y 23.
67 MELIS VALENCIA, Christian, “Derechos Fundamentales y Empresa: Apuntes para una
relacionados con la persona del trabajador, que forman parte de los derechos
constitucionales de carácter general (derechos inespecí¿cos, integradores de
la ciudadanía en la empresa). Se ha escrito también que la reforma procesal
laboral corresponde al primer paso del orden jurídico laboral para “tomarse
en serio” esa clase de derechos, comenzando a desmontarse poco a poco
el modelo cerrado de empresa, inicialmente circunscrito al imperativo de
condiciones laborales mínimas, para la instalación de un espacio jurídico
público en esa organización, expuesto al efecto expansivo de los derechos
fundamentales68. Por su lado, Eduardo ALDUNATE plantea opiniones o sal-
vedades que buscan situar la e¿cacia horizontal en el contexto morigerado
que señala, esto es, que no estaría dotado de toda la amplitud que parte de
los autores nacionales le han asignado con entusiasmo, sustentándose para
ello en una doctrina que ni siquiera estaría totalmente a¿anzada en su país
de origen, Alemania. Explica –sin embargo– que en nuestro ordenamiento
jurídico ese efecto horizontal podría desplegarse claramente al menos en dos
ámbitos, uno de los cuales es precisamente el Código del Trabajo, a partir de
la incorporación del actual inciso primero de su artículo 5º (“El ejercicio de
las facultades que la ley reconoce al empleador tiene como límite el respeto
a las garantías constitucionales de los trabajadores, en especial cuando pu-
dieran afectar la intimidad, la vida privada o la honra de éstos”). Concluye
que con ello se ha asumido como posible la lesión directa del derecho funda-
mental de un particular respecto de otro. Empero, advierte que es discutible la
posibilidad de derivar directamente, a partir de los derechos fundamentales,
deberes de actuación o de abstención para otros particulares, es decir, una
e¿cacia horizontal inmediata, porque la idea de la vinculación directa de los
particulares, a los derechos fundamentales, puede conducir a resultados tan
absurdos como el abandono de la ley como reguladora de la libertad de uno
en relación a la libertad del otro y dejar entregada al juez esa delimitación,
sin parámetros normativos generales69. En una línea que parece ser una pro-
68 UGARTE CATALDO, José Luis, Derechos, Trabajo y Privacidad, Abeledo Perrot, Santiago,
2011, Capítulo II. Del mismo autor, “Los Derechos Fundamentales del Trabajador: El nuevo
procedimiento de tutela laboral”, Revista Ensayos Jurídicos, Universidad Alberto Hurtado,
Nº 2-2006, p. 9, y El Nuevo Derecho del Trabajo, LexisNexis, Santiago, 2007, pp. 115-131. En
sentido similar, GAMONAL CONTRERAS, Sergio, Fundamentos de derecho Laboral, LexisNexis,
2011, pp. 36-55, y El Procedimiento de Tutela de Derechos Laborales, LexisNexis, Santiago,
2008, pp. 3-10 y 61-82.
69 ALDUNATE LIZANA, Eduardo, Derechos Fundamentales, LegalPublishing, Santiago, 2008,
2. DERECHOS PROTEGIDOS
70 HUEPE ARTIGAS, Fabián, “La aplicación Directa de la Constitución por parte del juez ordina-
Continuación nota 72
Ver sentencia Corte de Apelaciones de Santiago, 22 de junio de 2012, ingreso Rol Nº 1.842-11,
disponible en www.poderjudicial.cl.
73 La rebeldía correspondería a un mecanismo sustitutivo para evitar el estancamiento del
proceso ante actitudes de falta de cooperación, de manera que quien no colabora (el “rebelde”)
se coloca en la imposibilidad de obtener la tutela jurisdiccional debida. Empero, existen grados
en ese comportamiento que pueden ir desde una colaboración imperfecta a una falta absoluta
de cooperación. Por lo mismo, sus consecuencias di¿eren en intensidad, dependiendo de ese
grado y de los actos procesales comprendidos en ello. Así, no es lo mismo no comparecer nunca
que dejar de participar en actos determinados, de manera que las soluciones legislativas son
diversas y, dentro de ellas, está la posibilidad de considerar como verdaderas las alegaciones de
hecho efectuadas por la contraria, en la medida que se trate de derechos disponibles (a lo que
podríamos agregar que tendría que tratarse de hechos susceptibles de admitir o cuyo conoci-
miento sea posible de atribuir a quien se tiene “por confeso”). Exceptuando el añadido, las ideas
restantes vertidas por ORELLANA TORRES, Fernando y PÉREZ RAGONE, Álvaro, en “Radiografía
de la Rebeldía en el Proceso Civil: Tópicos hacia una adecuada regulación en la nueva justicia
civil”. Revista Ius et Praxis, año 13, Nº 2, pp. 13-44.
74 Se emplea la expresión “esencialmente” porque podría darse el caso que la vulneración
del debido proceso se produzca exclusivamente “en la sentencia” (y no durante la tramitación
del procedimiento), para cuyo efecto la ley no consulte una causal especí¿ca. Así acontecería,
por ejemplo, tratándose de una sentencia recaída en un procedimiento monitorio, que omita
dar razones para sustentar la decisión adoptada. Como se sabe, el artículo 501 del Código del
Trabajo libera a ese tipo de fallos de la exigencia prevista en su artículo 459 Nº 4, lo que hace
improcedente la causal del artículo 478 letra e) por una falencia de ese tipo. Sin embargo, ha-
bría algún margen para sostener que ello no excluiría, a priori, la causal genérica del artículo
477, en su primera parte, referida a la vulneración de derechos o garantías constitucionales,
en relación a lo que prescribe el artículo 456 del Código del Trabajo. En una línea semejante,
aunque no idéntica, ver prevención contenida en sentencia del Tribunal Constitucional, sobre
requerimiento de inaplicabilidad, de fecha 12/10/2010, Rol Nº 1.514-09, disponible en www.
tribunalconstitucional.cl.
54 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
75 Ejemplo extraído de AGUSTINA SANLLEHÍ, José Ramón, Privacidad del Trabajador versus
tutela, por despido con vulneración de su derecho a la privacidad y libertad de expresión, al ser
separado de su cargo por la causal del artículo 160 Nº 1 letra d) del Código del Trabajo (injurias
al empleador), puesto que en su cuenta de twitter había escrito las expresiones siguientes:”un
nuevo día en el único circo donde las perras y los caballos hablan”; “Comenzando un nuevo
día en el único circo donde las perras y los ponys hablan”; “Comenzando un día más en el
circo chamorro”; “Un día más de reclusión pagada”; “Un nuevo día ¿rmando en la cárcel”.
La demanda de tutela fue desestimada por el carácter público de la red social y porque no hubo
un ejercicio legítimo de la libertad de expresión. No obstante, se acogió la demanda subsidiaria
de despido injusti¿cado.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 55
4. EXIGENCIA DE CONFIGURACIÓN
4.1. La relevancia
77 Considerando 21, sentencia del Tribunal Constitucional, 16 de enero de 1987, Rol Nº 43-
En relación a la causal del artículo 373 letra a) del Código Procesal Pe-
nal –cuya formulación legal es muy semejante a la del recurso de nulidad
laboral– la jurisprudencia de la Excma. Corte Suprema ha asociado la “sus-
tancialidad” al principio de la trascendencia, común a toda invalidación.
De acuerdo con esa línea jurisprudencial, la sola vulneración del derecho o
garantía no es su¿ciente sino que resulta necesario que sea de cierta entidad,
grave, de mucha importancia, que haga ine¿caz la garantía y que ello se
reÀeje en algún perjuicio para el litigante. Así, en sentencia de 2 de mayo
de 2011 se señaló que: “…tal como lo ha expresado esta Corte en otras
ocasiones, ‘El referido medio de impugnación debe entenderse regido por
constitucional.es.
79 ALEXY, Robert, Teoría de los Derechos Fundamentales, traducción de Carlos Bernal
82 PRIETO SANCHÍS, Luis, Ley, principios…, ob. cit., pp. 39, 40 y 61.
83 Sobre el particular, ver ALEXY, Robert, Teoría de los Derechos Fundamentales, traducción
de Carlos Bernal Pulido, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid 2012, pp. 79-95, y UGARTE,
José Luis, “Los derechos en su nueva hora: La Teoría Externa de los Derechos Fundamentales”,
Revista de Derecho Universidad Católica del Norte, año 18, Nº 2, 2011, pp. 361-373.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 61
4.2. La ilegalidad
Resta dejar solamente enunciada una faceta que puede estar relaciona-
da con la con¿guración de la causal, particularmente, en su expresión del
84 La cita transcrita, de FERRADA, Juan Carlos y DÍAZ, Rodolfo, “La Tutela Laboral de
derechos Fundamentales en el Código del Trabajo o la aplicación del derecho como ‘arte de
magia’”, Revista de Derecho, Universidad de Concepción, Nºs. 227-228, año LXXVIII (enero-
diciembre 2010), p. 217.
62 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
tica, quien la concibe como la necesidad política de defender la ley contra eventuales transgre-
siones de los jueces. Tanto es así, que define la casación como “un instituto judicial consistente
en un órgano único en el Estado (Corte de Casación) que, a fin de mantener la exactitud y la
uniformidad de la interpretación jurisprudencial dada por los tribunales al derecho objetivo,
examina, sólo en cuanto a la decisión de las cuestiones de derecho, las sentencias de los jueces
inferiores cuando las mismas son impugnadas por los interesados mediante un remedio judicial
(recurso de casación) utilizable solamente contra las sentencias que contengan un error de
derecho en la resolución del mérito”. (Tomo II, p. 376) CALAMANDREI, Piero, ob. cit., pp. 85,
228, 231, 236, 192, 302, 306 y 370.
87 De hecho, la formulación de esta causal conserva la misma nomenclatura de la que todavía
88
TARUFFO, Michele, El Vértice Ambiguo…, ob. cit., p. 11, 62 y 80; del mismo autor “La
Prueba, Artículos y Conferencias”, ob. cit., pp. 205-226; ROXIN, Claus, Derecho Procesal Penal,
Ediciones del Puerto, Buenos Aires, 2000, pp. 483 y 484; NIEVA FENOLL, Jordi, El Hecho y el
Derecho…, ob. cit., pp. 51-71.
89 TARUFFO, Michele, El Vértice Ambiguo…, ob. cit., p. 15.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 65
El artículo 477 del Código del Trabajo hace anulable un fallo cuando
“se hubiere dictado con infracción de ley”. En lo inmediato, surge como
necesario destacar que en este caso se acudió a la fórmula concebida en el
artículo 767 del Código de Procedimiento Civil y no a la modalidad em-
pleada en su símil, el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, que
a) La ley de contrato
95 PLÁ RODRÍGUEZ, Américo, Los Principios del Derecho del Trabajo, Ediciones Depalma,
La causal del artículo 477 del Código del Trabajo, sobre infracción de ley,
concierne entera y exclusivamente a la revisión del “juzgamiento jurídico”
del caso o, que es lo mismo, al “juicio de derecho” contenido en la sentencia.
Oportunamente se consignó las clases de errores de posible producción en
la resolución de un asunto, capaces de generar la invalidación de un fallo.
97 GAMONAL, Sergio, Fundamentos de Derecho Laboral, ob. cit., pp. 108 y 109.
98 QUINTANA BRAVO, Fernando, Interpretación y Argumentación Jurídica, Editorial Jurídica
3.2. Falta de aplicación. Ocurre cuando se deja de aplicar una ley no obs-
tante que es la llamada a resolver el asunto. Podría decirse que corresponde
a una hipótesis de desconocimiento o ignorancia de la regla legal que, en
los tiempos que corren, de inusitada fertilidad de los cuerpos colegisladores,
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 71
la ley no es susceptible de ser revisada por vía del recurso de nulidad, los
jueces han contradicho de manera evidente el sentido del artículo 477 del
Código del Trabajo, pues el recurso de nulidad por infracción de ley que
inÀuye sustancialmente en lo dispositivo del fallo exige claramente de¿nir
cuál de las posibles interpretaciones de una determinada norma legal es
la que corresponde asumir, en el caso concreto”99;
regla del “in dubio pro operario” conforme a la cual, en casos dudosos o
difíciles, que no son posibles de dilucidar con los métodos tradicionales o
que conduzcan a resultados injustos, ha de optarse por la interpretación que
más favorezca al trabajador; la regla de la “norma más favorable”, esto es,
que ante la existencia de más de una norma aplicable a un caso concreto,
que no admiten aplicación conjunta, debe prevalecer aquella que resulte
más bene¿ciosa para el trabajador, sea que se trate de normas de diferente
jerarquía o de normas legales o contractuales (el contrato individual puede
prevalecer sobre el contrato colectivo o viceversa), y la regla de la “con-
dición más bene¿ciosa”, que dictamina que una nueva norma laboral no
debiera servir para disminuir las condiciones preexistentes que sean más
favorables para el trabajador, pero que, indudablemente, plantea conÀictos
entre derechos adquiridos y la posibilidad de que existan reformas legales
o convenios colectivos “in peius”100.
De otra parte, conviene en todo caso recalcar que las cuatro modalidades
de error de derecho que se ha indicado anteriormente tienen únicamente una
vocación explicativa, porque no se trata que actúen como una especie de
presupuesto de procedencia de la causal, ya que para la con¿guración del
motivo de nulidad sólo es menester que exista una “infracción de ley que
inÀuya sustancialmente en lo dispositivo del fallo”, esto es, que la sentencia
contenga la vulneración de alguna regla legal, de carácter relevante, sin que
ello quede condicionado a alguna forma especí¿ca de infracción, como se
exige en otras legislaciones. De esta manera, la formulación de un recurso de
nulidad al amparo de esta causal no debiera ser algo tan complejo. No se trata
que el recurrente desarrolle un tratado de derecho para plantear el error que
reclama ni es preciso que especi¿que si postula una contravención formal,
falta de aplicación, aplicación indebida o interpretación errónea. Al fallar un
asunto los jueces no hacemos ni lo uno ni lo otro. De lo que se trata es que
sea capaz de identi¿car el error, de darlo a entender y de persuadir que existe
la equivocación que postula101. Así, por ejemplo, para la determinación de la
100 Abundan en ello, con las debidas precisiones, requisitos y excepciones: PLÁ RODRÍGUEZ,
Américo, ob. cit., pp. 84, 99 y 108; ACKERMAN, Mario y TOSCA, Diego, Tratado de Derecho del
Trabajo, Rubinzal-Culzoni Editores, Buenos Aires, Tomo I, pp. 327-351, y GAMONAL, Sergio,
Fundamentos…, ob. cit., pp. 106-112.
101 Se hace esta prevención para mantener distancia de la “cirugía semántica” a que alude
Jordi Nieva en referencia a doctrinas del Tribunal Supremo en la materia, resumiéndola, con
sorna, en estas palabras: “si una norma hubiere sido ‘violada’, había que entender que se ponía
74 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
4. EXIGENCIA DE CONFIGURACIÓN
Todo esto tiene que ver con el sentido práctico del recurso, con la ne-
cesidad y e¿ciencia de la invalidación, que lo alejan de las declaraciones
meramente abstractas o teóricas, porque las que se haga deben ser funcio-
nales a la pretensión ¿nal del recurrente, vale decir, modi¿car la decisión
contenida en el fallo impugnado, sea en sentido positivo, de acoger su
petición, o negativo, de rechazar la solicitud de la contraria.
102 Aun cuando no sea una norma directamente aplicable a la especie, no deja de ser cierto
que el artículo 785 del Código de Procedimiento Civil imparte un criterio orientador en la ma-
teria, al señalar que –de acogerse un recurso de casación en el fondo– debe dictarse “sobre la
materia del juicio que haya sido objeto del recurso, la sentencia que crea conforme a la ley y
al mérito de los hechos tales como se han dado por establecidos en el fallo recurrido...”.
76 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
de forma (in procedendo). Algunos piensan que el derecho es uno solo, que
no caben ese tipo de divisiones y que sea cuestión de forma o cuestión de
fondo, donde quiera que se ubique el vicio, al ¿nal del día se traduce en una
sola cosa: en infracción de ley. Existen casos en que esa distinción resulta
útil desde un punto de vista académico y también práctico, pero –como suele
ocurrir en estas disciplinas– hay también situaciones en que la jurisprudencia
es vacilante para asignarles su ubicación, como acontece con la cosa juzgada,
cuya de¿nición pasaría por determinar –entre otras consideraciones– si se
la estima una regla de procedimiento o de enjuiciamiento.
104 La experiencia enseña que en esos casos el recurrente tendría que haber intentado, pre-
viamente, causales diversas, como puede serlo la del artículo 478 letra e) por la falta de análisis
de las pruebas que conducirían a los hechos faltantes o a la causal del artículo 478 letra b), para
destruir los hechos que estuvieran erróneamente asentados.
78 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
INTRODUCCIÓN
inciso tercero del artículo 478 del Código del Ramo, conforme al cual “no
producirán la nulidad aquellos defectos que no inÀuyan en lo dispositivo
del fallo”, idea que es remarcada en el inciso tercero de su artículo 482,
cuando se establece que si los errores no inÀuyeren en la parte dispositiva
de la sentencia, “la Corte podrá corregir los que advirtiere durante el co-
nocimiento del recurso”, norma cuyos alcances procurará dilucidarse en
un capítulo especial de este documento.
En los párrafos que siguen se intentará explicar las diversas causales espe-
cí¿cas de nulidad, consultadas en el artículo 478 del Código del Trabajo.
1. PREÁMBULO
El artículo 478 del Código del Trabajo establece a este respecto la si-
guiente causal:
…e) Cuando la sentencia haya sido pronunciada por juez incompetente, le-
galmente implicado, o cuya recusación se encuentre pendiente o haya sido
declarada por tribunal competente…”.
105 COLOMBO CAMPBELL, Juan, La Competencia, Editorial Jurídica de Chile, 2ª edición Ac-
106 El artículo 496 del Código del Trabajo dispone, en lo pertinente, que: “Respecto de las
contiendas cuya cuantía sea igual o inferior a diez ingresos mínimos mensuales… se aplicará
el procedimiento que a continuación se señala”.
84 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
por accidentes del trabajo ejercidas por herederos del trabajador, reclamando
daño propio; las pretensiones de contenido laboral o de tutela de derechos
fundamentales, a favor de personas que se desempeñan en el sector públi-
co107; acciones del empleador para impugnar la validez de la constitución
de organizaciones sindicales; acciones de un ex empleador, para hacer efec-
tivas cláusulas de exclusividad o de limitación a la libertad de contratación,
respecto de su ex trabajador, sustentado en razones de competencia desleal
o en la vulneración de secretos industriales; demandas reconvencionales o
excepciones de compensación del empleador, fundamentadas en la existencia
de préstamos de dinero que ha efectuado al trabajador durante la vigencia
de la relación laboral108, entre otras hipótesis.
En el contexto que interesa a los ¿nes de este trabajo, debe hacerse hin-
capié que el vicio que se examina consiste en que el tribunal se atribuye
competencia respecto de un asunto o materia que, de acuerdo con la ley,
corresponde a un tribunal de otra clase o naturaleza. Las reglas de compe-
tencia absoluta son de orden público, esto es, su establecimiento atiende
a consideraciones de interés general e inclusive superior al de los propios
litigantes. Corresponden a reglas de Derecho Público y, como tales, no son
disponibles109. La doctrina asigna a la competencia absoluta el carácter de
un presupuesto o de condición de validez indispensable para el ejercicio
de la función jurisdiccional. Por lo tanto, su falta comporta un vicio que
afecta e invalida el procedimiento, cuestión que hace patente el motivo de
nulidad que se examina.
107 En casos como el aludido, la Corte Suprema ha acogido recursos de unificación de ju-
risprudencia, adscribiendo a la teoría de que el procedimiento de tutela sólo sería aplicable en
el contexto de una relación laboral y no en aquellas de carácter estatutario, regidas por normas
especiales. (Sentencia de 5 de octubre de 2011, Rol Nº 1.972-2011). Asimismo, por sentencias
de 3 de junio de 2011 y de 10 de junio de 2011, la Corte de Apelaciones de Santiago (Rol
Nº 296-2011 y Rol Nº 1.752-2010), acogió recursos de nulidad deducidos por el Consejo de
Defensa del Estado, por la causal del artículo 378 letra a) del Código del Trabajo. Todos los
fallos, disponibles en www.poderjudicial.cl.
108 A través de sentencia de 6 de julio de 2011, en causa Rol Nº 1.782-2010, por la vía de
rechazar un recurso de nulidad deducido por la empleadora, la Corte de Apelaciones de San-
tiago validó la sentencia del a quo que se estimó incompetente para conocer y resolver sobre
una demanda reconvencional en que se pretendía el pago de préstamos otorgados al trabajador.
Disponible en www.poderjudicial.cl.
109 COLOMBO CAMPBELL, Juan, La Competencia, ob. cit., p. 174.
86 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
El inciso segundo del artículo 423 Código del Trabajo prohíbe la prórroga
expresa de la competencia territorial. Como la ley sólo proscribe la prórroga
expresa, podría sostenerse que no existe obstáculo para la prórroga tácita.
Sucede, sin embargo, que el artículo 447 ordena al juez declarar de o¿cio
su incompetencia, añadiendo que en tal caso debe señalar el tribunal com-
petente, a quien ha de remitir los antecedentes. Esta última norma alude a
la incompetencia, a secas, sin ningún distingo, lo que llevaría a pensar que
esa declaración o¿ciosa pudiera comprender la incompetencia relativa, lo
que se rea¿rmaría con el mandato de remitir los antecedentes al tribunal
que se estima competente, puesto que ello es más propio de ese tipo de
incompetencia. Si ello fuera así, se haría impracticable la prórroga tácita.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 87
2009, p. 53.
113 BINDER, Alberto M., Introducción al Derecho Procesal Penal, Editorial Ad-Hoc, Buenos
Aires, 2009, p. 153; IBÁÑEZ, Perfecto Andrés, En torno a la Jurisdicción, ob. cit., p. 50.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 89
que las reglas legales datan del siglo XIX y que no siempre responden a
los requerimientos del contexto en que actualmente se desarrolla la función
jurisdiccional, para llegar a un ámbito de integración constitucional que
asigne cabal contenido al debido proceso, en la necesidad de contar con un
juez que otorgue garantías a los litigantes114.
mayo de 2008, Rol Nº 7.326-2007, redactada por la Ministra de ese tribunal, Adelita Ravanales
Arriagada, disponible en www.poderjudicial.cl.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 91
121 MOSQUERA RUIZ, Mario y MATURANA MIQUEL, Cristián, ob. cit., p. 250. Así se infiere
también de la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, recaída en recurso de nulidad
Rol Nº 396-2011, disponible en www.poderjudicial.cl. (En causa sustanciada en procedimiento
monitorio se estimó configurada una causal de implicancia, por el hecho que el juez tanto en la
conciliación como en el curso de la audiencia habría anticipado su opinión sobre el fondo del
asunto; primero, porque reiterada e insistentemente instó a la actora a desistirse de su acción,
luego porque manifestó que en casos similares ya había fallado en diversas ocasiones que era
improcedente un reclamo como el planteado por la trabajadora y hasta habría manifestado que
“no le temblará la mano para condenar en costas a la demandante”). Con todo, una visión
crítica de la misma sentencia de nulidad, en Diego PALOMO VÉLEZ y Pedro MATAMALA SOUPER,
“Los Problemas de los poderes ex of¿cio del juez laboral. Ahora a propósito de la potestad
conciliatoria”, Revista Ius et Praxis, año 18, Nº 1, pp. 453-455.
94 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
122 DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría General de la Prueba Judicial, Editorial Temis S.A.,
123 GASCÓN ABELLÁN, Marina, Los Hechos en el Derecho. Bases Argumentales de la Prueba,
127
Prevención suscrita por el Ministro de la Excma. Corte Suprema, don Sergio Muñoz
Gajardo, en sentencia de 11 de agosto de 2011, recaída en recurso de casación Rol Nº 249-2010.
Disponible en www.poderjudicial.cl.
128 COUTURE, Eduardo, Estudios de Derecho Procesal Civil, Editorial Thomson Reuters
¿Cuáles son esos criterios? La doctrina coincide en que están dados por las
reglas de experiencia, por los conocimientos cientí¿cos y por la lógica.
Se nos ha dicho que las leyes de la lógica son leyes universales, a priori,
que se presentan como necesarias al raciocinio exteriorizado, para asegurarse
de su corrección y que están constituidas por las leyes fundamentales de la
coherencia y de la derivación. La coherencia es entendida como la concor-
dancia que ha de existir entre los elementos del pensamiento, de la que se
deducen sus principios formales, o sea: i. el de identidad, conforme al cual
una cosa sólo puede y debe ser igual a sí misma, lo que signi¿ca que si se
atribuye a un elemento un contenido determinado, debe mantenerse en todo el
curso racional; ii. el de la no contradicción, que nos indica que si dos juicios
se contraponen, implica que ambos no pueden ser verdaderos, porque una
misma cosa no puede ser dos cosas a la vez o algo que es, no puede no ser
al mismo tiempo, e iii. el del tercero excluido, que dictamina que si una cosa
sólo puede explicarse dentro de una de dos proposiciones contrapuestas, una
debe ser falsa y la otra verdadera, pero no puede haber una tercera posible.
A su vez, la derivación es concebida como una regla que expresa que cada
pensamiento debe provenir de otro con el cual está relacionado, ley de la que
se extrae el principio de la razón su¿ciente132 según el cual, para ser verda-
dero, todo juicio necesita de una razón su¿ciente. En términos más comunes
nada es “porque sí”, sino que debe estar su¿cientemente fundado.
130 FERRAJOLI, Luigi, Los Valores…, ob. cit., pp. 446 y 447.
131 Con mayores y mejores precisiones, COPI, Irving M., Introducción a la Lógica, Editorial
Eudeba, Buenos Aires, 1995, pp. 321 a 323; RIVANO, Juan, Lógica Elemental, Editorial Univer-
sitaria, Santiago, 1996, pp. 17-21; DE LA RÚA, Fernando, ob. cit., p. 145-162; COUTURE, Eduar-
do, Estudios de Derecho Procesal Civil, ob. cit., pp. 144 y 145; CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo,
Valoración de la Prueba. Sana Crítica, Editorial Librotecnia, Santiago, 2008, pp. 42-51.
132 Debe indicarse que los estudiosos de la lógica no mencionan a la razón su¿ciente como
133 ATIENZA, Manuel, Las Razones del Derecho. Teoría de la argumentación jurídica, Uni-
versidad Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, 2007, pp. 8-9
y 13-14.
100 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
134
MANS PUIGARNAU, Jaime M., Lógica para Juristas, Editorial Bosch, Barcelona, 1978,
pp. 86-87.
135 ATIENZA, Manuel, El Derecho como argumentación, Ariel Derecho, Madrid, 2010, p. 92.
136 COUTURE, Eduardo, Estudios…, ob. cit., pp. 145 y 146.
137
GARCÍA AMADO, Juan Antonio, Del Método Jurídico a las Teorías de la Argumentación,
Anuario de Filosofía del Derecho, vol. III, pp. 168 y 169.
138 TARUFFO, Michele, Páginas sobre la Justicia Civil, traducción de Maximiliano Aramburo
Pues bien, ocurre que, como actividad racional que es, el proceso que
conduce a la apreciación o valoración de la prueba corresponde a un juicio
fáctico, cuya premisa mayor debiera estar constituida por la regla de expe-
riencia o por el conocimiento que guía al juez a la obtención de la inferencia.
Ello se reÀeja o tendría que reÀejarse en el fallo, básicamente, en la forma
de un silogismo, de manera que su estructura debiera presentarse como
139 NIEVA FENOLL, Jordi, El Hecho y el Derecho en la Casación Penal, ob. cit., p. 153.
102 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
140 DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría General…, ob. cit., Tomo Primero, pp. 278-281.
141 ITURRALDE-SESMA, Victoria, Aplicación del Derecho y Justi¿cación de la Decisión Judi-
142 Entre otros, HORVITZ LENNON, María Inés y LÓPEZ MASLE, Julián, Derecho Procesal
Penal Chileno, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2008, Tomo II, pp. 421 y 422; PRAMBS
JULIÁN, Claudio, El Control del Establecimiento de los Hechos en las Sentencias Penales,
Editorial Metropolitana, Santiago, 2005, pp. 372, 375, 387 y 388; CORTÉS M., Gonzalo, ob.
cit., pp. 224-226.
143 LATTANZI, G., “La Corte di Cazzazione tras vecchio e nuovo proceso penale”, citado por
A partir de las lecciones del profesor alemán puede ensayarse que las
máximas de la experiencia corresponden al conocimiento que se tiene de
lo usual, de lo acostumbrado, que provienen de lo que suele acontecer en
la realidad. Actúan como tesis hipotéticas en el sentido que, frente a de-
terminados supuestos o condiciones que se repiten, es dable esperar que
se produzca el mismo fenómeno. STEIN explica que cuando el juez recibe
el material probatorio simplemente está al inicio de su actividad. No tiene
más que materia prima en espera de la sentencia de¿nitiva, porque le resta
todavía la apreciación de esas pruebas, el enlace de los hechos probados
con los supuestos de hecho, la comparación del hecho que ha obtenido con
el supuesto de hecho contemplado en la ley. Agrega que el veredicto del
juez es indefectiblemente una conclusión que se obtiene a partir de un juicio
fáctico sustentado en una premisa mayor. Destaca que esa premisa mayor
es raramente expresada de un modo explícito y que eso habría sido causa
que la teoría de la prueba no se hubiere ocupado de ella. Ejempli¿ca que
la frase “este testigo no es digno de crédito debido a su parentesco con la
parte” corresponde a una conclusión de una premisa mayor: los parien-
tes no suelen ser muy ¿ables, sino que declaran a favor de los parientes.
COUTURE, transitando por la senda que trazara Stein, de¿ne las llamadas
máximas de experiencia como “normas de valor general, independientes
del caso especí¿co, pero que, extraídas de cuanto ocurre generalmente en
múltiples casos, son susceptibles de aplicación en todos los otros casos de
146 STEIN, Friedrich, El conocimiento Privado del Juez, Editorial Temis S.A. Colombia.
149
DÖHRING, Erich, La Prueba. Su práctica y apreciación. Traducción de Tomás Banzhaf,
Ediciones Jurídicas Europa América, Buenos Aires, 1986, p. 324.
150 COUTURE, Eduardo, Estudios…, ob. cit., vol. 2, p. 147.
151
BENTHAM, Jeremías, Tratado de las Pruebas Judiciales, Obra Compilada de los Manus-
critos del autor por E. Dumont, Traducción de Santiago Sentís Melendo, Ediciones Jurídica
Europa-América, 1971, volumen I, pp. 38 y 43.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 107
mismos, y van a tener validez para otros nuevos. 4º Son razones inductivas
acreditadas en la regularidad o normalidad de la vida (Carnelli), y, por lo
mismo, implican una regla, susceptible de ser utilizada por el juez para un
hecho similar. 5º Las máximas carecen de universalidad. Están restringidas
al medio físico en que actúa el juez, puesto que ellas nacen de las relacio-
nes de la vida y comprenden todo lo que el juez tenga como experiencia
propia”152.
“…7.1. …En igual sentido (esta Corte) dijo: Recuérdese que la regla de la
experiencia es una forma específica de conocimiento que se origina por la
recepción inmediata de una impresión. Es experiencia todo lo que se llega o se
percibe a través de los sentidos, lo cual supone que lo experimentado no sea un
fenómeno transitorio, sino un hecho que amplía y enriquece el pensamiento de
manera estable. (…) Atrás se dijo que la experiencia forma conocimiento y que
los enunciados basados en ésta generalización, los cuales deben ser expresados
en términos racionales para fijar reglas con pretensión de universalidad, por
cuanto, se agrega, comunican determinado grado de validez y factibilidad, en
154 NIEVA FENOLL, Jordi, La Valoración de la Prueba, Marcial Pons, Madrid, 2010, pp. 222-
226.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 109
un contexto socio histórico específico. En ese sentido, para que ofrezca credi-
bilidad una premisa elaborada a partir de un dato o regla de la experiencia
ha de ser expuesta a modo de operador lógico, así: siempre o casi siempre se
da A, entonces sucede B…”.
“…En dicha proyección, las máximas de experiencia pueden ser tenidas como
el resultado de prácticas colectivas sociales que por lo consuetudinarias se
repiten dadas las mismas causas y condiciones y producen con regularidad los
mismos efectos y resultados, al punto que comienzan a tener visos de validez
para otros, y a partir de ellas se pueden explicar de una manera lógica y causal
acontecimientos o formas de actuar que en principio tengan la apariencia de
extrañas o delictuosas...”.
Para hacer más patente lo que se quiere signi¿car, un ejemplo real, ex-
traído de la práctica laboral, puede ser útil para explicar lo que no se logra
con las abstracciones:
julio de 2009, radicación Nº 31338, Magistrado Yesid Ramírez Bastías. Disponible en www.
cortesuprema.gov.co.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 111
Criterios similares hacen, v. gr., que en materia laboral esté dentro del
ámbito de las posibilidades del juzgador hacer que prevalezcan los dichos
de los testigos por sobre los instrumentos, porque los registros escritos no
siempre reÀejan la realidad en cuanto a las fechas de ingreso de un trabajador,
del monto verdadero de sus remuneraciones, de los días y horas trabajadas;
o que en la valoración de la prueba testimonial pueda imponerse un rigor
mayor en el análisis de los testimonios de quienes deponen a favor de la
demandada, cuando son dependientes de ella, porque puede ser esperable
que procuren no perjudicar con sus dichos a la empleadora, en aras de con-
servar su fuente laboral, entre muchas alternativas.
156
ITURRALDE-SESMA, Victoria, ob. cit., p. 348; TARUFFO, Michele, Páginas…, ob. cit.,
pp. 455-480; GASCÓN ABELLÁN, Marina, “Sobre la Posibilidad de Formular Estándares de Prue-
ba Objetivos”, en Proceso, Prueba y Estándar, Nº 2, ARA Editores, Lima, 2009, pp. 33-50;
TARUFFO, Michele, La Prueba, traducción de Laura Manríquez y Jordi Ferrer Beltrán, Marcial
Pons, Madrid, 2008, pp. 97-100.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 113
158 GASCÓN ABELLÁN, Marina, Los Hechos en el Derecho…, ob. cit., pp. 155-167.
159 Para una extensa explicación y visión crítica del modelo de Toulmin, ver ATIENZA, Ma-
necesita fundamentar (los hechos a probar o hipótesis) debe ser apoyado por
razones, por hechos que den cuenta de la corrección de lo fundamentado
(hechos o medios probatorios) e inclusive a veces es necesario explicitar
por qué esas razones pueden servir de apoyo a la conclusión, lo que se
logra a través de una garantía que corresponde siempre a una regla, norma
o enunciado general (máxima de experiencia) que, a su vez, puede ser sus-
tentada por un respaldo que procura mostrar la vigencia de esa regularidad
(información que sustenta la máxima de experiencia). Conforme a ello
distingue entre los hechos probatorios (las razones de la inferencia), la
garantía o conexión (la máxima de la experiencia) y los hechos a probar
(la hipótesis). A partir de esas nociones –injustamente resumidas en este
trabajo– plantea criterios para de¿nir la validez de la inferencia probatoria.
Así, respecto de los hechos probatorios sugiere criterios de ¿abilidad o
precisión (según su carácter directo o inferencial), de su¿ciencia (pluralidad
de hechos probatorios que apunten a la misma hipótesis), de variedad (de
medios de prueba), de pertinencia (según la relación que tengan con el hecho
a probar). Respecto de la garantía o conexión, mani¿esta que debe consi-
derarse su grado de fundamento cognoscitivo (por ejemplo, que responda
a reglas cientí¿cas o conocimientos cientí¿cos socializados y ampliamente
con¿rmados y no a generalizaciones apresuradas o prejuicios) y su grado
de probabilidad causal (la posibilidad de que a un fenómeno le siga efec-
tivamente el otro). Y, respecto de la hipótesis, que no haya sido refutada,
que no estén con¿rmadas las hipótesis derivadas, que hayan sido elimina-
das las hipótesis alternativas y, como criterios de elección entre hipótesis
con grados de con¿rmación semejante, los de coherencia narrativa y de
simpleza160.
do163. Conforme a ello, el estándar puede ser más o menos exigente, más
o menos Àexible. LAUDAN a¿rma que los estándares de prueba son locales
y dependen del contexto especí¿co, porque no tienen que ver con la credi-
bilidad general (universal), sino con el grado de fuerza probatoria que se
demanda en una situación concreta. Tienen que responder a una pregunta
“¿Qué debería aceptar como probado?”164. El Derecho laboral es marcada-
mente casuístico y difícilmente podría erigirse un modelo único para alcanzar
el convencimiento necesario. Enseguida, su razón de ser esencial se identi-
¿ca con la protección de los derechos de los trabajadores y su justi¿cación
primordial está en la falta de paridad en la relación laboral individual. Desde
esa perspectiva, habría que entender que los criterios de mayor Àexibilidad
pudieran imperar en “situaciones límite”, por ejemplo, ante la necesidad del
trabajador de probar el hecho del despido cuando la exoneración es negada
por el empleador, por las di¿cultades probatorias evidentes que ello implica
(acceso a la prueba, “clandestinidad” o “informalidad” de la exoneración,
etcétera); o tratándose de la vulneración de derechos fundamentales, porque
normalmente los actos que los generan no son necesariamente visibles, tie-
nen un carácter “mani¿estamente hundido”165 o se encubren de modo que
no es simple la tarea de elucidar, v. gr., si la decisión empresarial obedece
efectivamente a una legítima gestión de su actividad o si, de modo diferente,
se trata de meras apariencias bajo las cuales se agazapa la lesión del derecho
fundamental. Son los casos “dudosos”. “No se trata de cualquier hipótesis
de duda, ni tampoco de la simple duda, sin más ni más. Sobre el hecho,
procesado, no se ha traído prueba directa, asertiva, concluyente. Existen
indicios y presunciones. La valoración armónica de tales datos sirve para
inclinar al juez a favor de una de las soluciones posibles, en cuanto a la
existencia del hecho”166. En tales hipótesis un criterio orientador para esos
casos es precisamente el que proporciona el artículo 493 del Código del
Trabajo, al señalar que para la comprobación del hecho basta la existencia
163 GASCÓN ABELLÁN, Marina, “Sobre la Posibilidad de Formular Estándares…”, ob. cit.,
pp. 20 y 21.
164
LAUDAN, Larry, El estándar de prueba y las garantías en el proceso penal, Editorial
Hammurabi, Buenos Aires, 2011, p. 110.
165 UGARTE CATALDO, José Luis, “Tutela Laboral de derechos fundamentales y carga de la
167
El artículo 493 del Código del Trabajo dispone que “Cuando de los antecedentes apor-
tados por la parte denunciante resulten indicios suficientes de que se ha producido la vulne-
ración de derechos fundamentales, corresponderá al denunciado explicar los fundamentos de
las medidas adoptadas y de su proporcionalidad”.
168 MONTERO AROCA, Juan, La Prueba en el Proceso Civil, ob. cit., p. 121.
169 MICHELLI, Gian Antonio, La Carga de la Prueba, traducida por Santiago Sentís Melendo,
deben ser “graves, precisas y concordantes”, en tanto que el actual artículo 426 del Código
de Procedimiento Civil señala que una sola presunción judicial puede constituir plena prueba,
cuando a juicio del tribunal tenga caracteres de “gravedad y precisión” su¿cientes para formar
su convencimiento.
120 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
3. EXIGENCIA DE CONFIGURACIÓN DE LA
CAUSAL Y EL ROL DEL TRIBUNAL DE NULIDAD
La causal del artículo 478, letra b) del Código del Trabajo ha sido con-
cebida en los términos siguientes:
…b) Cuando haya sido pronunciada (la sentencia) con infracción manifiesta
de las normas de apreciación de la prueba conforme a las reglas de la sana
crítica;”.
173 RIOSECO ENRÍQUEZ, Emilio, La Prueba ante la Jurisprudencia, Editorial Jurídica de Chile,
De las posibilidades enunciadas habría que enfatizar los casos en que las
conclusiones probatorias derechamente contrarían un conocimiento cien-
tí¿co validado y debieran añadirse los defectos de “logicidad” inferencial,
a los que se ha hecho referencia, en el entendido que no comportan una
de¿ciencia pura o estrictamente formal, identi¿cable con el cumplimiento
del requisito previsto en el artículo 459 Nº 4 del Código del Trabajo, esto
es, básicamente, cuando el defecto consiste en que el examen de las prue-
bas o antecedentes del proceso no conduce lógicamente a la conclusión
que convence al sentenciador. En suma, cuando el error se produce en la
derivación.
181 Corte de Suprema de Justicia Colombia, Sala de Casación Civil, sentencia de 13 de mayo
182 MORELLO, Augusto M., ob. cit., pp. 347, 352, 361 y 362.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 127
c) que las bolsas portaban objetos livianos, pues se aprecia que el traba-
jador las tomó con facilidad y ágilmente, amén que la empresa no evidenció
daños con el terremoto, lo que hace poco creíble su hipótesis alternativa,
de haber estado sacando escombros del lugar;
1. GENERALIDADES
184 Disponible en el sitio web del Centro de Estudios de Justicia de las Américas, www.
185 Corte Suprema, sentencia de 19 de abril de 2006, recaída en ingreso Rol Nº 5.192-2005. En
188 MACCORMICK, Neil, “La argumentación silogística: una defensa matizada”, en www.
cervantesvirtual.com.
189TARUFFO, Michele, El Vértice Ambiguo…, ob. cit., p. 169, y del mismo autor, La Moti-
vación de la Sentencia Civil, Editorial Trotta, Madrid, 2011, pp. 227-241.
190 BACIGALUPO, Enrique, ob. cit., pp. 92-97.
191 ALESSANDRI R., Arturo, SOMARRIVA U., Manuel y VODANOVIC, Antonio, Tratado de De-
recho Civil: Partes Preliminar y General, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2005, Tomo
II, p. 517.
134 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
192 PAILLÁS, Enrique, El recurso de Casación, Editorial ConoSur, Santiago, 1999, p. 144.
193
DUCCI CLARO, Carlos, Interpretación Jurídica: En general y en la dogmática chilena,
Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1997, pp. 39, 60, 75 y 77.
194 FUEYO LANERI, Fernando, Interpretación y Juez, Universidad de Chile y Centro de Es-
Hermenéutica del Derecho, Editorial Dikinson, Madrid, 2007, pp. 259 y 260.
136 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
196 TARUFFO, Michele, “Jueces y Política”, Isonomía Nº 22, abril de 2005, p. 14, www.
cervantesvirtual.com.
197 ATIENZA, Manuel y RUIZ MANERO, Juan, “Sobre Principios y Reglas”, DOXA Nº 10,
la causa que hace valer (del artículo 477 del Código del Trabajo, sobre
infracción de ley). Como es sabido, los yerros de cali¿cación conforman
la letra c) del artículo 478, que no ha sido esgrimida...”198.
De esta manera, según cual fuere la posición que se adopte –que no es una
simple de¿nición199–, se tendrá que los hechos acreditados pueden tener o no
tener correspondencia con la regla legal aplicable al caso. En la doctrina se
enseña que ese tipo de nociones no admiten cuanti¿cación ni medida exacta,
no son sensoriales (nadie ha “visto” la gravedad), pero que son susceptibles
de precisar de algún modo al momento de decidir la aplicación de la ley, a
través de la cali¿cación de las circunstancias del caso concreto y que, para
esos ¿nes, dentro del marco normativo, el juez debe acudir a las máximas
de experiencia, es decir, a los juicios generales fundados en la observación
de la realidad que pueden hacerse por cualquier persona común y/o a las
normas ético-sociales o de contenido cultural/extrajurídico, dicen otros y
hay quienes agregan que también debe tomarse en cuenta el conjunto del
ordenamiento jurídico pertinente. Como quiera que sea, en cuanto involucran
una opción por un criterio determinado, exigen una justi¿cación particular-
mente intensa de parte del juez. Desde luego, la circunstancia que deba ser
el sentenciador quien complete o asigne contenido a dichos conceptos no
quiere decir que quede facultado para verter su opinión personal, sus pro-
pias impresiones. Antes bien, está constreñido a buscar el criterio que mejor
se adecue al núcleo del concepto y a la norma del que éste forma parte200.
En efecto, la circunstancia de que el juez se vea en la necesidad de emitir
un juicio de valor no signi¿ca que deba emitir un reproche propio de des-
aprobación o su parecer singular de aprobación, sino que debe interpretar
y recoger lo que el medio o el grupo social registre a ese respecto.
3. ÁMBITO DE LA CAUSAL
Nº 1 letra c) del Código del Trabajo (vías de hecho). Cuando se hace valer
el motivo de infracción de ley del artículo 477 no se cuestiona la efectividad
de los hechos establecidos en la sentencia, en lo que es coincidente con
la invalidación por error en la cali¿cación jurídica; tampoco se ponen en
duda los supuestos considerados en la ley para regir el caso y, en especial,
que la conducta prevista en la regla legal deba ser grave. Al esgrimirse la
causal de infracción de ley el cuestionamiento concierne básicamente a la
inteligencia o entendimiento que se ha hecho de la norma legal aludida,
a la subsunción y al modo en que ella fuera aplicada al caso concreto.
V. gr., sería propio de la causal de infracción de ley determinar si el golpe
de puño que un trabajador propina al empleador en un restaurante, con
motivo de una celebración de aniversario de la empresa y fuera del horario
de trabajo, con¿gura o no la causal del artículo 160 Nº 1 letra c). Supon-
gamos ahora que el acometimiento consiste en que, tras una discusión por
aumento de sueldo, en las o¿cinas de la empresa, el trabajador lanza unos
papeles a su jefe directo. Cabe entonces la posibilidad que se postule que los
hechos no estarían comprendidos en la descripción legal, pero por la falta
de gravedad que pueda asignarse al hecho asentado. Entonces signi¿caría
que el asunto se relaciona con una de¿nición previa. Expresado en otros
términos, no se trata de una actividad de puro o exclusivo encuadre de los
hechos en la tipología legal sino que comporta la impugnación de aspectos
valorativos, propios de la cali¿cación jurídica. Ése tendría que ser el margen
dentro del cual pudiera tener especialmente cabida la con¿guración de la
causal del artículo 478, letra c) del Código del Trabajo.
1. PREÁMBULO
201 CHIOVENDA, Giusseppe, ob. cit., volumen III, p. 177 y volumen I, pp. 60 y 149.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 141
202 CAPPELLETTI, Mauro, El testimonio de la parte…, ob. cit., pp. 123-126 y 135-140.
142 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
abrogar el rol de las partes, desde que son ellas las que están principalmente
llamadas a aportar los elementos de convicción.
Como quiera que sea, dejando a salvo las sanciones previstas en los
artículos 427, 429 y 460, y en el entendido que ellas no han operado en su
oportunidad, resta decir que la infracción del artículo 454 del Código del
Trabajo, que reglamenta la audiencia de juicio, por la falta de inmediación,
puede con¿gurar la causal del recurso de nulidad del artículo 478 letra d)
del citado cuerpo legal.
alguna disposición legal que establezca algún requisito para un acto o ac-
tuación determinada, y b) que ese requisito se haya declarado esencial por
la ley o cuya inobservancia esté expresamente sancionada con nulidad.
204 JUICA ARANCIBIA, Milton, “Los Recursos Procesales en el Nuevo Proceso Laboral”,
Charla dictada el 31 de marzo de 2009, edición del Colegio de Abogados de Chile A.G., Los
martes al colegio, p. 19.
146 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
1. PREÁMBULO
De acuerdo con la regla legal citada, es razón su¿ciente para invalidar una
sentencia de¿nitiva si ella se ha dictado, entre otras hipótesis, con omisión de
cualquiera de los requisitos previstos en el artículo 459 del mismo Código.
Según lo prescribe el numeral 4 del artículo 459 del Código del Trabajo,
las sentencias de¿nitivas deben contener el “análisis de toda la prueba
rendida, los hechos que (se) estime probados y el razonamiento que con-
duce a esta estimación”. Este requisito debe entenderse desarrollado o,
más exactamente, complementado con lo que ordena el artículo 456 del
mismo Código, pero sólo en aquella parte que manda efectuar el análisis
probatorio, expresando “las razones jurídicas y las simplemente lógicas,
cientí¿cas, técnicas o de experiencia”, en cuya virtud el juez asigna valor
o desestima el valor probatorio de las probanzas producidas. En efecto,
conforme habrá oportunidad de indicarlo más adelante, el artículo 456 del
Código del Trabajo contiene prescripciones de naturaleza diversa. En lo
que resulta aplicable a la motivación fáctica, en el inciso segundo de esa
regla se contiene el mandato de expresar, de fundamentar en el fallo la
valoración probatoria efectuada, indicándose al juez el tipo de razones que
debe manifestar para esos ¿nes.
207 Jordi Nieva llega manifestar, de un modo un tanto extremo, que si el sistema de prueba
legal ayuda al juez a juzgar, aunque sea mal, el sistema de valoración libre no le ayuda en ab-
soluto, quedando todo en manos de que el juez sea honesto, imparcial y tenga un buen criterio
personal. NIEVA FENOLL, Jordi, La Valoración…, ob. cit., p. 97.
208 COLOMER, Ignacio, La Motivación de las sentencias: sus exigencias constitucionales y
(implicancia) y recusación, Josep Aguiló indica que en todas ellas su denominador común es
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 151
ello en el artículo 297 del Código Procesal Penal, cuando proclama que
“Esta fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento
utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia”. Nótese
que se alude a la sentencia y no al sentenciador). Entendemos que, desde
una perspectiva funcional y práctica, ese contexto de justi¿cación no puede
versar sobre la descripción de un fenómeno que es indescriptible. En la
mente Àuyen ideas, prejuicios, cavilaciones, presentimientos, corazonadas,
un ir y venir, que hasta puede ser incoherente o contradictorio. La justi¿-
cación que se precisa, se traduce en el deber que tiene el juez de buscar y
entregar razones que otorguen soporte a sus conclusiones probatorias, de un
modo racional y ordenado. Cómo y por qué otorgó mayor e¿cacia a unos
testigos en desmedro de otros, cómo y por qué extrae de las declaraciones
de la parte las consecuencias o hechos que asienta, cómo y por qué asigna
a los documentos el valor que les atribuye. A la postre, lo que posibilita el
convencimiento de las partes, el ejercicio de los recursos y el debido con-
trol a través de ellos, es el vigor o la endeblez de las razones que esgrime
un juez. “Importa un bledo que esas razones hayan sido pensadas antes,
durante o después de tomada la decisión. Por ello, hay que salir al paso de
la temerosa sospecha de que, a veces, los jueces justi¿can sus decisiones
ex post, como si esto fuera un componente tramposo”214. En la sentencia
deben darse razones, pero aquellas que sean susceptibles de aceptar por
los demás, de modo que en la fundamentación no pueden tener cabida las
meras impresiones o apreciaciones subjetivas –las intuiciones, los impul-
sos– ya que no son evaluables por un lector externo. Desde esa mirada, es
dable concluir, también, que el primer destinatario de la fundamentación
–por proximidad, que no por prioridad– es el propio juez. En consecuencia,
si en la elaboración de su sentencia se da cuenta que no existen razones
215 Calamandrei escribió: “La motivación es una comprobación lógica para controlar a
218 GASCÓN ABELLÁN, Marina, Los Hechos en el Derecho…, ob. cit., pp. 178 y 179.
154 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
sos en los cuales puede ocurrir que el juez no realice el respectivo análisis
probatorio, extremos que serán abordados más adelante.
c) Fundamentación defectuosa
Prueba Judicial, Fundación Coloquio Jurídico Europeo, Madrid, 2009, pp. 94 y 95.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 157
de igual manera con los indicios que con los testimonios, con los documentos
que con las pericias, etc., precisando que en la práctica las pruebas no se
presentan separadas sino como elementos mezclados, de modo que deben
ser examinadas en su propia conformación y en sus relaciones. Remarca
sus ideas expresando que en determinadas condiciones “cada uno de los
elementos de prueba sería, por sí solo, bastante frágil; pero su encadena-
miento puede resultar probatorio, si el valor respectivo y el de su conexión
queda reconocido como consecuencia de un serio examen crítico221. El
mismo autor, citado por GUASCH, a¿rmaba que el tribunal puede fundarse
en un determinado medio de prueba, pero en ningún caso puede prescindir
de los demás, pues examinándolos aisladamente y comparándolos luego,
es posible llegar a la exclusión progresiva de unos y a la síntesis ¿nal afor-
tunada222. A partir de nuestra regulación positiva en materias procesales
penales –que en su esencia es asimilable a los asuntos laborales– Daniela
ACCATINO destaca que se ha diseñado un modelo atomista de motivación,
en contraposición al estilo holista o narrativo (como contar una historia
en términos globales, optando por la narración que sea más coherente y
omnicomprensiva), en el sentido que se demanda del juez un análisis in-
dividualizado y consistente de las pruebas y de las inferencias probatorias
que las conectan con los enunciados de hecho que se tenga por probados;
pero, además, se exige que ese análisis sea completo, que comprenda todas
las pruebas, inclusive aquellas que prima facie puedan favorecer hipótesis
distintas de las que se ha considerado probadas. En suma, un modelo ana-
lítico integral que comprenda las pruebas y contrapruebas que surgen de
un proceso contradictorio223.
221 GORPHE, François, Apreciación Judicial de las Pruebas: ensayo de un método técnico,
porque sólo ese derrotero hace posible la relación de unos medios con otros,
de modo que puedan con¿rmar la conclusión o de manera que entren en
contraposición con ella. GUASCH explica que la apreciación conjunta es la
apreciación de cada prueba en función de las demás, porque aisladamente
consideradas pueden ser débiles, pero si se complementan con las restantes
serían capaces de formar el convencimiento o, en la pugna, tornan nece-
sario justi¿car por qué se pre¿ere a unas en desmedro de otras. Añade que
en la interrelación de los medios de prueba pueden surgir los fenómenos
que la doctrina denomina como concurrencia (coincidencia), incidencia
y contradicción (discrepancia). La idea de la concurrencia concierne a la
posibilidad que los distintos elementos de prueba, debidamente asociados,
conduzcan la convicción del juez hacia un mismo destino, en una suerte
de suma de sus valores probatorios; la incidencia, cuando determinados
medios de prueba eliminan la e¿cacia de otros, como ocurre al demostrarse
la falsedad de un documento, y la contradicción, cuando los elementos de
convicción se contraponen en su contenido, esto es, “dicen” cosas que se
oponen de modo que tienden a suprimirse recíprocamente, caso en que el
juez debe optar, otorgando valor a unos y negándoselo a otros, pero siempre
que sean todos apreciados y no simplemente excluidos224.
225 El carácter relevante va a estar determinado por los supuestos fácticos contenidos en
el enunciado de la regla legal respectiva, esto es, aquella involucrada en el asunto debatido o
que permite resolverlo.
226 “El juicio de ¿abilidad probatoria tiene por objeto que el juzgador compruebe y ve-
ri¿que que la prueba practicada reúne todos los requisitos formales y materiales que le son
exigibles para ser un mecanismo válido de transmisión y acreditación de un concreto hecho”,
COLOMER, Ignacio, ob. cit., p. 213.
160 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
En resumen, los elementos signados con las letras d), e) y f) deben reÀejar
la expresión y aplicación de “las razones jurídicas y las simplemente lógicas,
cientí¿cas, técnicas o de experiencia” y los criterios de con¿rmación de la
hipótesis, a que se re¿ere la ley en el artículo 456 del Código del Trabajo;
Ahora bien, ello signi¿ca, entonces, que quien pretenda impugnar una
sentencia por de¿ciencias relacionadas con el establecimiento de los hechos,
deberá discernir previamente si el defecto tiene que ver con la omisión del
requisito formal o si, de modo diferente, con¿gura una infracción de las re-
glas de la sana crítica, que rigen la valoración de la prueba. De esta manera,
cuando el juez juzga la credibilidad de las declaraciones de los testigos puede
limitarse a expresar simplemente que cree más a los testigos de la deman-
dante, pero esa no es una razón, se trata de una simple a¿rmación que, a lo
más, sería una pura aseveración de autoridad. De ser así, implicaría que en
el fallo se incumple la exigencia de la fundamentación y que, por ende, se
trata de un problema de carácter formal (causal del artículo 478 letra e). En
una situación semejante, ante testigos igualmente informados y legitimados,
el juez podría indicar que otorga mayor peso probatorio a los testigos de
la actora porque son mayores en número (tres frente a uno solo) o porque,
en su concepto, el testigo de la demandada no es creíble ya que ocupa un
cargo directivo en la empresa demandada y asume que en su testimonio ha
tendido a favorecerla. En estas últimas ejempli¿caciones, existen razones.
Difícilmente podría reprocharse la omisión del condicionamiento respectivo.
Por lo tanto, la eventual impugnación debería sustentarse en la causal del
artículo 478 letra b) del Código del Trabajo, puesto que el tema involucrado
atañe a de¿nir si las razones invocadas en el fallo pueden identi¿carse con
alguna regla de experiencia, utilizable en la valoración probatoria y, de ser
así, si ella ha sido adecuadamente aplicada.
227 STEIN observaba que las premisas mayores del juicio fáctico (máximas o reglas de ex-
periencia), son raramente expresadas en forma explícita. STEIN, Friedrich, ob. cit., p. 16. Por lo
tanto, lo más frecuente es que estén implícitas en la conclusión respectiva, de modo que muchas
veces el lector se verá en la necesidad de “extraer” la máxima tenida en cuenta por el juez.
162 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
Sin embargo, olvidando (o quizá sin advertirlo) que para ello precisan
del hecho omitido, es bastante frecuente que en sus recursos los litigantes
acudan directamente a la causal del artículo 477, por infracción de ley, con
lo que terminan contrariando impropiamente el marco fáctico que –bien
o mal– ha quedado asentado en el fallo. En rigor, como se insistirá en un
capítulo posterior, antes del acometimiento del fallo, un recurrente debiera
examinar con acuciosidad la ley sustantiva que rige el asunto, particular-
mente los presupuestos fácticos en torno a los cuales ella opera, y, luego,
cotejarla con el escenario de hechos descrito en la sentencia. Ese derrotero
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 163
tendría que permitirle detectar si ese fallo contiene o no contiene todos los
hechos que necesita para conducir con éxito su impugnación sustancial.
230
RAMÍREZ POVEDA, Samuel José, Los Errores de Hecho en la Casación Penal, Ediciones
Jurídicas Gustavo Ibáñez, Bogotá, 2002, pp. 209-216.
231
Artículo 81 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social de Colombia,
disponible en www.secretariasenado.gov.co.
232
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencia de 27 de mayo de 2009,
Radicación Nº 35435, Magistrado Isaura Vargas Díaz, disponible en www.cortesuprema.gov.co.
233 Otros autores, como J. NIEVA, consideran que no cabría distinguir entre errores de inter-
pretación y de valoración, “puesto que el juez valorará lo que cree haber oído. Y su valoración
será tan errónea como si hubiera estimado que el testigo es o no creíble”. NIEVA FENOLL, Jordi,
La Valoración…, ob. cit., p. 30.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 165
234 GUASH FERNÁNDEZ, Sergi, ob. cit., pp. 455-458; TARUFFO, Michele, El Vértice Ambiguo...,
No está demás reiterar que, para los ¿nes del recurso de nulidad o para
la con¿guración de la causal en comento, en cualquiera de sus modalidades,
sea por falta de motivación o por defectos en su elaboración, el vicio debe
ser de una entidad tal que prive de sustento a la decisión, que no resulte
idónea para justi¿carla o legitimarla debidamente. En suma, que tenga la
necesaria inÀuencia en lo dispositivo. Una ejempli¿cación por vía negativa
puede resultar útil. Supongamos que en una sentencia, tras enumerarse y
resumirse todos los medios de prueba rendidos por las partes, se pase a
indicar de inmediato –sin reÀexión previa– los hechos que se tiene por
probados, de modo que no es posible encontrar en ella “el razonamiento
que conduce” al sentenciador a estimar como acreditados ciertos hechos,
el señalamiento de las pruebas con las cuales los considera demostrados
y el modo en que se logra el convencimiento. Un fallo extendido en esas
condiciones adolece de una de¿ciencia. Incumple un imperativo legal o
un requisito de forma. Con todo, puede acontecer también que, a pesar de
ese vicio, en el fallo se establezcan y determinen, precisamente, los hechos
que el recurrente reclama como supuestamente omitidos o los que pretende
incorporar no logran variar lo decidido. Así las cosas, no obstante existir el
vicio, difícilmente podría hablarse de algún defecto revestido de la necesaria
inÀuencia, puesto que tal falencia no trasciende a la decisión probatoria ni
afecta a ese hipotético recurrente.
2.1. Generalidades
De acuerdo con lo que manda el artículo 459 Nº 5 del Código del Trabajo,
las sentencias de¿nitivas deben contener “Los preceptos constitucionales,
legales o los contenidos en tratados internacionales rati¿cados por Chile
y que se encuentren vigentes, las consideraciones jurídicas y los principios
de derecho o de equidad en que el fallo se funda”.
235 Criticado y atacado, pero subsistente. Desde luego, se lo alude en cuanto esquema
lógico para presentar la idea y no como una suerte de fórmula mecánica que colocaría al juez
en una posición de mero espectador del proceso y de su resultado. Calamandrei, que en su
juventud fue un franco partidario de la forma silogística (como queda en evidencia en sus
estudios sobre la casación civil), en su etapa más madura hacía notar que reducir la función
del juez a una simple actividad de silogismos es empobrecerla. Remarcando sus ideas, acudió
a una figura casi literaria: En la plaza está un ahorcado, condenado a muerte por un juez,
pero el ahorcado era inocente. ¿Quién debe responder? ¿El legislador que ha establecido la
pena de muerte en abstracto o el juez que la ha aplicado al caso concreto? El legislador dirá
que puede dormir tranquilo porque se limitó a construir la premisa mayor y que ha sido el
juez quien extrajo de la premisa inofensiva la conclusión mortífera. El juez dirá, por su lado,
que puede dormir tranquilo porque no ha hecho otra cosa que extraer la conclusión de la
premisa que le ha sido impuesta por el legislador. Ambos pueden dormir tranquilos, “mien-
tras el inocente se mece en la horca”. CALMANDREI, Piero, Proceso y Democracia, ob. cit.,
pp. 80-82.
236 QUINTANA BRAVO, Fernando, ob. cit., pp. 265 y 284.
170 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
hace muy difícil sostener que la interpretación de la ley sea una activi-
dad puramente lógica, puesto que a menudo el Derecho deja espacios de
discrecionalidad que realzan la labor del intérprete y que pueden tornar
como meramente ideal la pretendida “neutralidad” que busca asignársele.
El propio BOBBIO señalaba que “la teoría mecanicista de la interpretación
está abandonada casi completamente…Con esto no se quiere condenar al
ostracismo a la concepción mecanicista de la interpretación; pero se le da
el puesto que se merece, que no es ya el de ser el ¿el reÀejo de aquello que
sucede de hecho en los sistemas de predominio legislativo, sino una de las
posibles actitudes que el juez puede asumir frente a las reglas que debe
aplicar.”, concluyendo que “…desde la época del fetichismo legislativo,
ha pasado mucha agua bajo los puentes y ya nadie cree seriamente que
el juez sea un autómata”237. Por consiguiente, en esta fase de la sentencia
se espera que el juez deje en evidencia las múltiples decisiones u opcio-
nes que adopta en el camino que le lleva a la resolución del caso. En lo
inmediato, debe discernir y luego explicitar cuál es la norma aplicable
al caso concreto, de¿niendo si ella es la adecuada, para cuyo efecto ha
de considerar todos los datos que caracterizan la situación establecida.
Enseguida, como se ha escrito por algunos autores, el juez debe tener en
cuenta que su decisión es una decisión doblemente limitada. De un lado,
por el principio de legalidad que implica que el juez tiene que tomar su
decisión aplicando el ordenamiento jurídico, o sea, que su resolución debe
corresponder a una decisión “legal”. Sin embargo, como el ordenamiento
jurídico no determina totalmente la solución a los casos individuales,
existe un segundo límite que tiene que ver con la correcta justi¿cación
de la decisión, que supone expresar las razones a favor de las diferentes
opciones que le son planteadas al juez en el proceso de aplicación238. De
ahí que lo decisivo en la aplicación judicial del derecho no sería sólo la
aplicación propiamente dicha de los enunciados jurídicos, sino que, espe-
cialmente, las razones que se vierten para privilegiar unos frente a otros
que pudieran ser pertinentes, los motivos que se expresen para asignar
a las normas un signi¿cado especí¿co en desmedro de otros posibles, la
237 BOBBIO, Norberto, El Problema del Positivismo Jurídico, Editorial Fontamara, México,
239 BACIGALUPO, Enrique, ob. cit., pp. 75-101; TARUFFO, Michele, El Vértice Ambiguo…,
ob. cit., pp. 168 y 169.
240 Taruffo reniega de esa expresión, indicando que en el acto de interpretar en verdad el
juez “adscribe” un signi¿cado al enunciado normativo, porque en la interpretación judicial
se decide escoger uno de los signi¿cados posibles. TARUFFO, Michele, El Vértice Ambiguo…,
ob. cit., pp. 125 y 126.
241 VIOLA, Francesco y ZACCARIA Guiseppe, ob. cit., pp. 220 y 225.
172 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
Lo que se busca, al ¿nal del día, es que –a partir del núcleo esencial
de la regla– pueda atribuírsele el mejor signi¿cado posible en función del
caso a resolver y de acuerdo a su coherencia con el resto del ordenamiento
jurídico.
Con todo, debe reiterarse una vez más que la secuencia precedentemente
descrita sólo pretende ordenar su presentación, porque –como cualquier
proceso de elaboración mental– el de aplicación de la ley es complejo y,
en realidad, no se evidencia necesariamente de ese modo sino que esas
distintas etapas pueden entrecruzarse unas con otras, hasta fusionarse y
confundirse. Se trata de una operación de múltiples dimensiones y para
llegar a ella puede resultar necesario un ejercicio intelectual previo, que
corresponde a la “cali¿cación jurídica” de los hechos, aspecto que ya fue
tratado a propósito de la causal respectiva, a cuyo análisis cabe remitirse
para evitar repeticiones innecesarias.
Con todo, para discernir la vía idónea que permita contradecir la fase
propiamente jurídica de la sentencia, sea por forma (de¿ciencias en la funda-
mentación), pero especialmente por cuestiones de fondo (en términos genéri-
cos, por infracción de ley) el litigante tendría que efectuar un estudio crítico
del fallo que –como habrá ocasión de insistir a propósito del acometimiento
fáctico, en la parte ¿nal de estos apuntes– no se agota en la simple lectura
de la sentencia, sino que exige un análisis exhaustivo de la misma. Como
método para esa tarea, debiera llevarse a cabo la disección que se sugiere:
a) efectuar una síntesis o resumen de la sentencia para comprender qué se
dice en ella; b) detectar cuáles son los hechos ¿jados en el fallo, tanto por
su falta de controversia como aquellos que, habiendo sido objeto de debate,
174 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
244 Corte Suprema, sentencia de 4 de abril de 2011, fundamentos quinto y sexto, recurso de
245 ESPINOZA CASARES, Ignacio, Técnica del Recurso de Suplicación, Editorial Aranzadi,
Las ideas precedentemente indicadas –que forman parte del acervo deri-
vado de la casación en la forma– son recogidas por la norma legal respectiva
bajo el enunciado siguiente:
246
Esto, bajo el predicamento que los considerandos y la parte dispositiva forman una
unidad (la sentencia), de modo que para fijar el alcance y sentido de las disposiciones puede
resultar necesario acudir a la fundamentación.
247 En la nueva regulación procesal laboral casos asimilables a la reserva legal aludida, sobre
actuación o¿ciosa, pudieran corresponder a los expresados en el artículo 447, aun cuando sería
dable sostener que en tales situaciones no existe propiamente un “fallo” del asunto, por la etapa
preliminar en que se provocan esos pronunciamientos.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 179
248 Sin perjuicio de lo indicado, existe jurisprudencia que considera configurado el vicio
cuando el actor limita su pretensión (feriado proporcional, por ejemplo), a una cantidad deter-
minada de dinero, como fue resuelto en causa Rol Nº 1623-2010, de la Corte de Apelaciones
de Santiago, por sentencia de 11 de abril de 2011, disponible en www.poderjudicial.cl.
249 En este caso se han asimilado las dos modalidades, aun cuando existe doctrina y ju-
risprudencia que hacen distingos entre una y otra. Se dice que la infra petita es un defecto
cuantitativo, cuando se decide sobre una pretensión en menor medida que lo solicitado, sea
que se conceda o se niegue, en el entendido que se ha requerido una cantidad determinada y no
otra, produciéndose también cuando se otorga inclusive menos de lo reconocido por el propio
180 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
la exigencia a cumplir para que un título tenga mérito o fuerza ejecutiva. V. gr., Excma. Corte
Suprema, Rol Nº 1.916-2010, de 1 de septiembre de 2011, disponible en www.poderjudicial.cl.
182 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
Otro aspecto que impresiona como relacionado con el vicio signado como
“infra petita” –aunque no siempre con¿gure necesariamente la causal exa-
minada– es uno que puede producirse en la realidad jurisdiccional. Atañe al
caso en que se ha opuesto en el juicio una excepción de carácter perentorio,
prescripción extintiva o cosa juzgada, por ejemplo, cuya resolución se deja
para de¿nitiva. En eventualidades como ésa es posible advertir que en sus
sentencias los tribunales se limitan a acoger la excepción, omitiendo todo
tipo de pronunciamiento sobre el fondo del asunto. En particular, nada se
expresa sobre la prueba producida respecto de la pretensión que promo-
viera el actor. Asumamos que esa decisión es impugnada por el trabajador
demandante y que el tribunal de nulidad concuerda con el recurrente en
que se ha infringido la ley, al declararse prescrita una acción que está vi-
gente o al estimarse que no cabía la realización del proceso por impedirlo
la cosa juzgada, en circunstancias que no había tal (causal del artículo 477,
segunda parte, del Código del Trabajo, por infracción de las normas legales
comprometidas).
ii. Que la Corte disponga el reenvío al juez del juicio para que emita
pronunciamiento sobre el fondo. Respecto de la causal del artículo 477, sobre
infracción de ley, el Código del Trabajo no precisa si debe dictarse sentencia
de reemplazo o si debe procederse al reenvío, de manera que cualquiera de
esas posibilidades está disponible, dependiendo de la razón o causa que ha
dado lugar a la invalidación. Como en el caso que se analiza el juez no ha
251 Sin embargo, esta no es una aseveración necesariamente compartida. En la causa Rol
Nº 1.304-2010, por sentencia de 28.01.2011, la Corte de Apelaciones de Santiago acogió un
recurso de nulidad respecto de un fallo que erróneamente hizo lugar a una excepción de cosa
juzgada. La invalidación se sustentó en la causal del artículo 477 del Código del Trabajo, por
infracción del artículo 177 del Código de Procedimiento Civil. En su sentencia de reemplazo
la Corte debió fallar el fondo del asunto, examinando toda la prueba rendida, aspecto que no
había sido abordado en la resolución de instancia. Disponible en www.poderjudicial.cl.
184 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
iii. Que el juez del juicio analice las pruebas, sin perjuicio de acoger las
excepciones perentorias. En un escenario como el descrito precedentemen-
te, habría espacio para postular que la verdadera o mejor solución –aunque
pueda ser la menos practicable– sería que el juez del juicio, no obstante
haber tomado la decisión de aceptar la excepción perentoria, realice en su
fallo el respectivo análisis probatorio para los efectos pertinentes, esto es,
para el caso que, siendo impugnada su decisión, el tribunal de nulidad la
estime desacertada y deba dejarla sin efecto. Es efectivo que el artículo
458 del Código del Trabajo libera al juez de su deber de pronunciarse sobre
las acciones (e inclusive respecto de las excepciones), pero únicamente
cuando existen incidentes promovidos que están pendientes de resolución
y sólo cuando ellos sean previos e incompatibles con las acciones y excep-
ciones aludidas. Expresado en otras palabras, regula una situación distinta
de la que se ha tratado de explicar. En una dirección parecida de la que
se promueve, el artículo 170 Nº 6 del Código de Procedimiento Civil, de
aplicación supletoria en la especie, permite omitir la “resolución” de las
acciones o excepciones que sean incompatibles con las aceptadas. De ahí
que sería dable postular que el sentido ¿nal de tales liberaciones es respetar
la coherencia, evitar la contradicción. Pues bien, ello puede observarse
igualmente si el juez –sin que llegue a manifestar si acoge o desestima la
pretensión del actor–, lleva a cabo el análisis de la prueba, esto es, si da
cumplimiento al requisito del artículo 459 Nº 4 del Código del Trabajo,
252
Una solución muy semejante es la que adopta la legislación procesal española, cuando
se acoge un recurso extraordinario por infracción procesal y el motivo de esa invalidación es
la errónea aceptación de una excepción de incompetencia, siempre que ello hubiere acontecido
después de contestarse la demanda y después de haberse practicado las pruebas. Artículo 476.2
de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Su texto puede consultarse en www.boe.es.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 185
consignando en su sentencia que ejecuta esa actividad para los ¿nes con-
siguientes, vale decir, para la sola eventualidad que sea dejada sin efecto
su decisión de hacer lugar a la excepción respectiva. A nuestro entender,
al proceder de esa manera no estaría “resolviendo” la acción253, pero sí
estaría cautelando las posibilidades de defensa, que corresponde a un deber
suyo. Lo que se quiere signi¿car es que una de¿ciencia u omisión de esa
clase adquiere particular relevancia si se considera que podría generar un
estado de indefensión para el recurrente, que vería objetivamente mermadas
sus posibilidades de revisión e, hipotéticamente, un riesgo evitable para la
inmediación. El juez debe responder a la posición de privilegio que tiene
al tomar contacto directo con las pruebas, analizándolas, aun en eventua-
lidades como la indicada.
1. GENERALIDADES
253 En apoyo de ese planteamiento, puede citarse lo expresado por PEÑAILILLO ARÉVALO,
Daniel, La Prueba en Materia Sustantiva Civil. Parte General, Editorial Jurídica de Chile.
1989, pp. 96 y 97.
254 LARA PEINADO, Federico, Código de Hammurabi, Editora Nacional, Madrid, 1982,
…f) Cuando la sentencia haya sido dictada contra otra pasada en autoridad
de cosa juzgada y hubiere sido ello alegado oportunamente en el juicio…”.
255 Únicamente a modo de referencia, COUTURE, Eduardo, Fundamentos…, ob. cit., p. 330 a
334; PEREIRA ANABALÓN, Hugo, La Cosa Juzgada en el Proceso Civil, Editorial Jurídica ConoSur
Ltda., Santiago, 1997, pp. 35-53; ROMERO SEGUEL, Alejandro, La Cosa Juzgada en el Proceso
Civil Chileno, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2002, pp. 11-18; CARNELUTTI, Francesco,
Instituciones…, ob. cit., pp. 136-146; CHIOVENDA, Giusseppe, ob. cit., pp. 432-448.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 187
256 PEREIRA ANABALÓN, Hugo, ob. cit. y, como ejemplos de lo sostenido por la jurispru-
dencia, Excma. Corte Suprema, Roles Nºs. 4.416-2004, de 13 de septiembre de 2006; 3.862-
2006, de 11 de septiembre de 2007; 4.529-2008, de 11 de diciembre de 2008, 3.673-2010, de
9 de septiembre de 2010, y 4.543-2010, de 12 de septiembre de 2011, todas disponibles en
www.poderjudicial.cl.
257 PEREIRA ANABALÓN, Hugo, ob. cit., p. 59.
188 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
258 NIEVA FENOLL, Jordi, La Cosa Juzgada. El fin de un mito, Abeledo Perrot, 2010, pp. 11-14.
259 Sin embargo, para los efectos de la con¿guración de la respectiva causal del llamado
recurso de “apelación”, el artículo 381, letra b), del mismo proyecto exige que la cosa juzgada
se haya alegado oportunamente.
190 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
261 Sentencia del tribunal Constitucional, Rol Nº 815, de 19 de agosto de 2008, considerando
noveno y en sentido similar, Rol Nº 1.535 de 28 de enero de 2010, considerando 18º, entre
otros, ambos disponibles en www.tribunalconstitucional.cl.
CAPÍTULO V
ALGUNOS ASPECTOS ATINENTES A LA TRAMITACIÓN DEL RECURSO
1. GENERALIDADES
admisibilidad del recurso de nulidad –ni siquiera todas ellas– y otras que
se relacionan con la proposición múltiple de causales y con la prueba de la
causal. Aunque están igualmente relacionadas con la tramitación de la nuli-
dad, se ha estimado aconsejable dedicar capítulos separados para el fallo del
recurso nulidad y, vinculado con esto último, el tratamiento de situaciones
especí¿cas que pueden producirse en el devenir de este recurso, a saber, las
relacionadas con la anulación de o¿cio, la nulidad parcial y la corrección
de errores que no importan la anulación del fallo impugnado.
La materia está reglada en el artículo 477 del Código del Trabajo (en
cuanto dispone que sólo son recurribles de nulidad las sentencias de¿ni-
tivas), en su artículo 478 inciso penúltimo (en cuanto exige al recurrente
preparar su recurso), en su artículo 479 (en cuanto regula el plazo, forma y
la fundamentación del recurso) y en su artículo 480 inciso ¿nal (en cuanto
impone la necesidad de que el recurso cuente con fundamentos de hecho
y de derecho y que cumpla el requisito de plantear peticiones concretas).
A partir de lo que indica la práctica y la experiencia hasta ahora conocida,
revestiría especial interés el análisis de los extremos referidos a la legiti-
midad, la fundamentación, el planteamiento de peticiones concretas y la
preparación del recurso.
el derecho al recurso como integrante del debido proceso y procediendo de oficio a propósito
de recursos de queja interpuestos contra resoluciones que declararon la inadmisibilidad de
recursos de nulidad. (Por ejemplo, Roles Nºs. 873-2010 y 2.141-2010, disponibles en www.
poderjudicial.cl.
196 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
Todo recurso de nulidad, como cualquier acto procesal que pueda tenerse
por e¿caz y e¿ciente, debe desarrollar los fundamentos de hecho y de dere-
cho en los que se sustenta. Así ocurre con la demanda, con la contestación
y con la propia sentencia. Indudablemente en esta parte ha de contenerse la
esencia del recurso. La argumentación del litigante no puede circunscribirse
a consideraciones generales ni agotarse en el mero reclamo o protesta de lo
desfavorable o “injusto” que le resulta el fallo. A estos efectos, el litigante
debe adoptar una postura crítica respecto de la sentencia y no de mero di-
senso. Tiene que realizar un ejercicio de refutación, de contra argumento,
acerca de los fundamentos del fallo, para demostrar y convencer que existe
un vicio, un defecto o un error y no limitarse a la simple exposición de su
desacuerdo con lo razonado y resuelto. Debe llevar a cabo un “diálogo” con
la sentencia y/o con el proceso, porque lo que está haciendo es impugnarlos
y no ejercer una acción o plantear una pretensión, como lo hiciera al inter-
198 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
poner la demanda. Sus esfuerzos tienen que desplegarse para persuadir que
concurre alguna de las causales que prevén los artículos 477 ó 478 del Código
del Trabajo y que los hechos (fundamentos) que se aduce, encuadran en
alguna de ellas. Ya se dijo, el recurso de nulidad es uno de derecho estricto,
en términos que su condición ineludible es la invocación y con¿guración
de un motivo que posibilite la invalidación pretendida. Para ese efecto,
entonces, la fundamentación del recurso ha de orientarse dependiendo del
motivo de nulidad que se invoque, según se trate de causales atingentes a
las formas procesales o a las normas de derecho con arreglo a las cuales
debe resolverse el fondo del asunto.
Entendemos que nada obsta para que el recurrente haga una referencia
contextual acerca de los hechos de la causa, porque el recurso no es un ejer-
cicio de abstracción sino que tiene relación directa con una situación o caso
concreto266. A pesar de ello, lo verdaderamente relevante es poner el acento
en los hechos especí¿cos que revisten incidencia para con¿gurar la causal o
las causales que se esgrime, puesto que son ellos los llamados a constituir
265 Lo expresado supone asumir el criterio más riguroso en la materia (no necesariamente
compartido por todos), porque, prescindiendo de ese rigor formal, pudiera bastar que del
libelo respectivo fluya en forma inequívoca o fácilmente deducible el motivo invocado en el
recurso.
266 Dicho sea de paso, eso debe reÀejarse también en los alegatos de la vista de la causa,
puesto que –al no existir intervención de relator– el recurrente debe asumir la carga de propor-
cionar la información pertinente al tribunal, de un modo objetivo, sin cali¿caciones ni juicios
de valor. Debe tratarse de una exposición introductoria y breve (materia del juicio, una síntesis
de lo debatido y de lo resuelto, entre las más indispensables).
200 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
Tratándose de las causales del artículo 477 del Código del Trabajo, la
disposición legal pertinente (artículo 479) manda “expresar… la infracción
de garantías constitucionales o de ley de que adolece…” el procedimiento
y/ o la sentencia. En consecuencia, lo deseable es singularizar, respecti-
vamente, el derecho fundamental o la garantía constitucional conculcada
y la norma o normas legales infringidas, lo que debe ir acompañado de la
argumentación que persuada y convenza sobre la manera en que esos errores
se han producido en el caso.
5.1. GENERALIDADES
267 Ver Historia de la Ley Nº 20.260, Segundo Informe de la Comisión de Trabajo y Previsión
268 En los casos b) y c) antes referidos, resulta altamente discutible que puedan ser conside-
269 En tal sentido, Corte de Apelaciones de Santiago, sentencia de 9 de junio de 2011, Rol
Nº 1.728-2010, disponible en www.poderjudicial.cl. Sin perjuicio de lo indicado, debe mencio-
narse que –en términos generales– es la ley (artículos 477 y 478 del Código del Trabajo) la que
regula el efecto de la invalidación que sigue a las respectivas causales (anular el procedimiento
y la sentencia o sólo la sentencia), de modo que una imprecisión o incorrección en tal sentido
no tendría que determinar necesariamente la inadmisibilidad o el rechazo del recurso.
270 Como ejemplo de lo que se indica, Corte de Apelaciones de Santiago, sentencia de
Conforme lo dispone el artículo 480 inciso ¿nal del Código del Trabajo,
la falta de preparación es un motivo de inadmisibilidad. Sobre el particular
y a objeto de evitar reiteraciones innecesarias, nos remitimos a lo expresado
precedentemente sobre la preparación del recurso.
1. GENERALIDADES
El inciso ¿nal del artículo 478 del Código del Trabajo consulta la siguiente
regla relacionada con el tema de la referencia:
Esta modalidad para esgrimir las causales no tiene tanto que ver con el
modo de proposición asignado por el recurrente sino que –primordialmente–
con la circunstancia de que la situación postulada, de suyo, así lo impone. Se
dice esto último porque se ha advertido que en muchos recursos se esgrimen
conjuntamente las causales sobre infracción de ley y sobre infracción de las
reglas de la sana crítica, pero tras el estudio de la impugnación es posible
concluir que –en verdad– el recurrente no está pretendiendo la modi¿ca-
ción de los hechos ni necesita hacerlo, puesto que lo único que plantea a
la postre es una revisión del derecho aplicado, alrededor de los hechos que
ha sido precisamente ¿jados en el fallo. En tal caso, no hay realmente una
proposición conjunta. No pasa de ser un planteamiento inadecuado y pres-
cindible. De consiguiente, el hecho que esté innecesariamente esgrimida
la causal del artículo 478 letra b), no liberaría al tribunal de su deber de
hacerse cargo del capítulo relativo a la infracción de ley, en el entendido
que –en ese contexto– la otra causal (del artículo 477) es autosu¿ciente, se
basta a sí misma.
Por lo tanto, sólo cuando las causales tienen efectivamente esa cualidad de
interrelación esencial y se las hace valer en forma conjunta, la consecuencia
210 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
Este caso implica que las varias causales se plantean de un modo su-
cesivo, esto es, una por vía principal y la otra o las otras sólo para el caso
que sea desestimada la que respectivamente le preceda. El sentido esencial
de esta exigencia sería observar el principio de la no contradicción o de
la coherencia. Como se supone que los fundamentos y propósitos de las
distintas causales no concilian entre sí, ya que se sostienen en razones que
si bien corren por carriles diferentes, se contraponen e inclusive pueden
apuntar a resultados disímiles (v. gr., unas a invalidar el proceso y obtener
su reanudación y otras a lograr el cambio de la decisión), signi¿ca que de-
ben postularse necesariamente de ese modo alternativo. Esto es de alguna
manera asimilable a la idea que inspira o que subyace en el inciso segundo
del artículo 17 del actualmente vigente Código de Procedimiento Civil, en
cuanto permite plantear acciones incompatibles en una misma demanda, con
tal que se lo haga para que deban ser resueltas “una como subsidiaria de la
otra”. Ahora bien, el planteamiento subsidiario trae consigo que recae en
el recurrente la decisión de asignar a las distintas causales (subsidiarias) la
212 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
Entre las tantas situaciones que pueden producirse, surgen algunas que
impresionan como pertinentes de abordar en forma especial. Entre ellas
cabe referir las siguientes:
Planteado grosso modo, la causal del artículo 477 del Código del Traba-
jo, sobre infracción de ley, supone circunscribir la impugnación al aspecto
puramente jurídico del asunto, buscando exclusivamente la recta aplicación
del derecho, de manera que opera en el entendido que los hechos ¿jados
en la causa son aceptados por el recurrente. A su turno, la del artículo 478,
letra b) tiene como objeto preciso alterar los hechos que se ha tenido por
probados en la sentencia, cuando se desatienden las reglas de la sana crítica.
Desde esa perspectiva, como sus ¿nalidades evidenciarían una contraposi-
ción esencial, no sería aceptable que se las haga valer en forma conjunta.
O el error está en el establecimiento de los hechos, o el error se ubica en la
aplicación del derecho. Esa sería la disyuntiva.
del Código del Trabajo, por infracción ley, y la de la letra b) del artículo
478). Si es efectivo que en el ejercicio de la jurisdicción los casos son
solucionados conforme a la ley que rige un caso concreto, modi¿cado
que sea el escenario fáctico, el error de derecho caería “por su propio
peso”. Retomemos el mismo ejemplo anterior. En ese caso la aplicación
del artículo 160 Nº 3 del Código del Trabajo opera bajo el supuesto que
el trabajador tampoco asistió a sus labores el día 8 de noviembre de 2011,
de modo que la sola circunstancia que esa inconcurrencia deje de ser un
hecho de la causa, hace que –per se– resulte mal aplicada la norma legal
aludida. Contribuye a sustentar este argumento considerar que el Código
del Trabajo con¿ere un carácter autosu¿ciente a la causal del artículo 478
letra b), en la medida que el inciso segundo de dicho artículo dispone que
la aceptación de un recurso por ese motivo, debe traer consigo el pronun-
ciamiento de la sentencia de reemplazo. Con todo, las posiciones y algunos
fallos –particularmente en materia de casación, cuando se trataba de las
leyes reguladoras de la prueba– no son necesariamente uniformes en este
aspecto y existe alguna tendencia proclive a entender que sería necesario
esgrimir las dos causales. En abono de esta última manera de ver el tema
involucrado, se sostiene que la modi¿cación de los hechos no es un ¿n
en sí mismo sino que únicamente el medio para insertar el error de dere-
cho o la infracción de ley que se propugna, de modo que el recurrente no
debiera contentarse con refutar los hechos sino que tendría que conducir
esa recti¿cación fáctica a una argumentación jurídica capaz de sustituir
la decisión cuestionada. En otras palabras, si no demuestra –además– la
consecuencia jurídica que deriva de ese nuevo contexto de hechos, su re-
curso quedaría desprovisto de objeto ¿nal272. Por lo tanto, al margen de las
disquisiciones efectuadas, pareciera que lo aconsejable sería postular ambas
causales.
Trabajo y, por lo mismo, atañen a una cuestión más sustantiva (el respeto
de las reglas de la sana crítica).
5.4. El caso del aviso de despido cuestionado por no consignar los hechos
en que se funda y la subsecuente omisión del análisis de la prueba producida
sobre la justi¿cación del despido. Se ha observado en algunos casos que en
222 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
273 Con todo, existen opiniones en sentido inverso, conforme a las cuales decidir si un aviso
274 Este parecer podría inferirse de la resolución pronunciada por la Excma. Corte Suprema
al acoger un recurso de queja (Rol CS 3.237-2011, de fecha 8 de agosto de 2011) contra una
sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago (Rol Nº 74-2011, de 14 de abril de 2011), que
había desestimado un recurso de nulidad penal sustentado en 4 causales, deducidas en forma
conjunta, por considerar que al haber incompatibilidad entre dos de ellas no cabía pronuncia-
miento sobre las restantes. Ambos fallos disponibles en www.poderjudicial.cl.
275
De ese modo procedió la Corte de Apelaciones de Valparaíso en sentencia de 4 de junio
de 2012 (fundamento segundo), recaída en ingreso Rol Nº 149-2012. En un mismo recurso se
esgrimió la causal del artículo 478 letra b) del Código del Trabajo, para impugnar la declaración
de injusti¿cado del despido y la causal del artículo 478 letra e), “extra petita”, para cuestionar
que se hubiera condenado al pago de feriado anual no pedido en la demanda. El recurrente
no precisó el modo de interposición de las causales, pero la Corte estimó que el recurso era
“inteligible” y permitía comprender que se las hacía valer de un modo conjunto o simultáneo.
Sentencia disponible en www.poderjudicial.cl.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 225
C. LA PRUEBA DE LA CAUSAL
1. GENERALIDADES
La regla legal respectiva, el inciso tercero del artículo 481 del Código del
Trabajo, dispone en lo pertinente que: “…No será admisible prueba alguna,
salvo las necesarias para probar la causal de nulidad alegada…”.
276 De hecho el proyecto de la ley Nº 20.087 contemplaba una disposición que, aunque
2.1. Si se hace valer la causal del artículo 478 letra a) del Código del
Trabajo, por haberse dictado la sentencia por un juez inhabilitado por recu-
sación, entonces el recurrente debería ofrecer y, en su momento acompañar,
los documentos que den cuenta de ello, que debieran estar constituidos, v.
gr., por la copia del escrito en que se formulara la recusación y la respectiva
resolución de la Corte de Apelaciones que declara esa inhabilidad o que ha
estimado bastante la causal, o
2.2. Si se aduce la causal del artículo 478 letra e), en relación a su artículo
459 Nº 4, por falta de análisis de toda la prueba rendida, habría que ofrecer
y luego rendir como medio de acreditación la pista del registro audio en que
conste la probanza silenciada, asumiendo que el audio es constitutivo de
medio de prueba para estos ¿nes278. Su confrontación con el fallo tendría
que dejar en evidencia el vicio que se reclama o, en ¿n;
2.3. Si se interpone el recurso por la misma causal del artículo 478 letra
e), en relación a su artículo 459 Nº 4, en los casos de percepción errónea de
277
De momento que el Código del Trabajo no contempla un período de observaciones al
recurso –tal como acontece en el artículo 382 del Código Procesal Penal– una alternativa posible
para disipar si existe controversia sería conferir traslado de la petición de prueba de la causal o
que en la audiencia de vista del recurso se oiga sobre el particular a la parte “recurrida”.
278 De acuerdo con lo que se explica más adelante, existen criterios según los cuales el
registro de audio no es prueba que deba ofrecerse y rendirse, porque formaría parte de los
“antecedentes del recurso”.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 227
280 CHIOVENDA, Giusseppe, ob. cit., volumen II, pp. 114 y 115.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 229
templan los artículos 477 y 478 del Código del Trabajo, en sus extremos
correspondientes.
281 En la posición de estimar procedente el registro de audio como prueba de la causal, Corte
de Apelaciones de Santiago, sentencia redactada por la Ministra de ese tribunal, Jéssica González
Troncoso, de 2 de mayo de 2011, motivos sexto a octavo, Rol Nº 1.687-2010. Disponible en
www.poderjudicial.cl. Además, en la sustanciación de los recursos de nulidad penal, la Excma.
Corte Suprema ha procedido en el entendido que el registro de audio constituye un medio de
prueba de la causal, que debe ser ofrecida y que, por ende, puede ser rendida para acreditarla.
230 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
282 En el Código Procesal Penal, artículo 359, sobre prueba en los recursos, se indica expre-
samente que la prueba debe ser ofrecida “en el escrito de interposición del recurso”.
283 En la práctica, los litigantes plantean la solicitud en su recurso, a lo que el juzgado del
trabajo respectivo suele proveer “ocúrrase ante quien corresponda” o con otra fórmula seme-
jante que importa diferir el asunto y, sin embargo, los recurrentes no reiteran la solicitud en el
tribunal de nulidad.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 231
es, al inicio de ella, antes de entrar a conocer las alegaciones sobre el re-
curso mismo y, por cierto, en presencia de quienes se personen a esa vista.
Esto que se dice parece propio a la bilateralidad en la audiencia, en cuanto
componente del debido proceso y como principio formativo legalmente
recogido en el artículo 425 del Código del Trabajo. Así, por ejemplo, la
circunstancia de que los registros de audio formen parte de la causa no
tendría que signi¿car que el tribunal de nulidad pueda examinarlos por sí
y ante sí284. En el contexto de un recurso de nulidad, en que el debate de
las partes se circunscribe a la con¿guración de una causal determinada y,
en lo especí¿co, a la concurrencia de los presupuestos fácticos capaces de
constituirla, sería factible concluir que los litigantes están naturalmente
llamados a intervenir en un acto tan fundamental como el de producción de
ese tipo de prueba. En otros términos, tienen derecho a ser oídos.
284 Lo que también lleva a cuestionarse acerca de cuál podría ser la ocasión y forma alter-
nativa de hacerlo. Resulta cuando menos discutible que dicho examen pueda hacerse después
de oídas las alegaciones y más todavía que, en los hechos, pueda llevarse a cabo por uno solo
de los integrantes del tribunal de nulidad.
CAPÍTULO VI
EL FALLO DEL RECURSO DE NULIDAD
1. GENERALIDADES
Unas son de índole más bien formal, desde que conciernen al modo de
proposición contenido en el recurso. Las rotularemos como de “interposi-
ción o formalización defectuosa”. En cuanto tales, ocupan un área difusa,
susceptible de confundir con los criterios de inadmisibilidad, dependiendo
de los límites que se asigne a ese tipo de examen. Si las exigencias de ad-
misibilidad se asumen como meras condiciones de existencia, entonces las
234 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
285 En general, no puede pretenderse que a través de esta causal el tribunal de nulidad lleve a
cabo la revisión de cada uno de los hechos debatidos y de todos los medios producidos, porque,
de aceptarse ello, significaría propiciar un reexamen del asunto, más propio de un recurso de
apelación o de la doble instancia.
236 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
286 Nuevamente es preciso advertir que una decisión de esta clase suele estar determinada por
el rigor formal que se asigne al recurso, porque podría ser bastante que el recurrente denuncie
y demuestre el error de derecho, de manera que sea fácilmente identificable la regla específica
que entiende vulnerada y la incidencia que ello tiene en la decisión.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 237
a este factor de entidad, como condición necesaria para el éxito del recurso.
Importa tanto un límite para las pretensiones del recurrente como para una
eventual actuación, inclusive de o¿cio, por parte del tribunal de nulidad.
En consecuencia, hipotéticamente es factible que se haya veri¿cado un
vicio o que en la sentencia se exprese algún tipo de error jurídico y que, a
pesar de ello, deba desestimarse la impugnación del litigante. Analizaremos
este condicionamiento, en función de las distintas categorías de causales
de nulidad:
287 DUCE, Mauricio, MARÍN, Felipe y RIEGO, Cristián, “Reformas a los Procesos Orales:
1. GENERALIDADES
288 En relación a este tema, ver la opinión de Daniela Accatino. Explica que en sentencias
de recursos de nulidad en materia penal, las Cortes observarían una concepción vacilante sobre
el alcance del control de la justificación, puesto que –en general– la jurisprudencia se limitaría
a efectuar una revisión puramente formal del razonamiento probatorio, excluyendo el control
sustancial de la valoración de la prueba (un juicio sobre su suficiencia). Empero, existen otros
fallos que para estimar configurado el vicio –asilándose en el artículo 375 del Código Procesal
Penal (“…no causan nulidad los errores de la sentencia recurrida que no influyeren en su
parte dispositiva…”)– exigen que la omisión o defecto en la valoración de la prueba tenga el
efecto de disminuir o aumentar la suficiencia probatoria, de modo que permita tener o no tener
por acreditado un hecho, según se trate de una sentencia absolutoria o condenatoria. Remarca
que esa clase de juicios hipotéticos no son otra cosa que valorar la suficiencia o insuficiencia
del material probatorio restante. ACCATINO, Daniela, “Forma y Sustancia…”, ob. cit., pp. 353
y 354, 360 y 361.
240 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
Realizado ese preámbulo, lo que interesa destacar son los efectos que
se siguen cuando el recurso es acogido. Como consecuencia de ello pue-
den producirse dos situaciones diversas, dependiendo de la causal que se
ha estimado con¿gurada, es decir, la anulación del procedimiento y de la
sentencia o únicamente la anulación de la sentencia de¿nitiva. En las líneas
que siguen nos referiremos brevemente a ello.
291 Expresión que empleamos por el peso de la tradición y para diferenciarla de la sentencia
de reemplazo. En verdad no existe “reenvío” en términos exactos, porque con ello se signifi-
caba la remisión de los autos al tribunal de instancia para que tomara de nuevo la decisión y
acá existe nulidad y la reposición de la causa a una posición determinada, con el objeto que se
continúe con la sustanciación en el punto que corresponda.
242 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
292 Podría darse el caso que la incompetencia no se refiera a la materia u objeto del juicio
tribunal de nulidad emita una decisión sobre el fondo del asunto tienen un
carácter marcadamente excepcional, quedando reducidas a los casos en que
se veri¿ca un error estrictamente jurídico –que no alcanza a las formalida-
des del juicio ni a los hechos que se dieran por probados– y siempre que
la actuación subsecuente importe favorecer al imputado294. En cambio, en
materia laboral se tiene que no sólo defectos de inequívoco alcance sustancial
sino que también otros de orden formal, como son los comprendidos en el
artículo 478 letra e) del Código del Trabajo, pueden dar lugar a la sentencia
de reemplazo. Inclusive, cuando menos nominalmente, son más las hipótesis
de sentencia de reemplazo, que aquellas en que lo procedente es ordenar
la realización de un nuevo juicio o la reanudación del procedimiento. El
camino escogido en materias laborales tiene un derrotero muy diferente y
hasta podría decirse que acá la regla general es el pronunciamiento de una
sentencia de reemplazo y que el reenvío constituye la excepción. Todavía
más, si se aguza un poco la mirada, podría advertirse que los casos de reenvío
(artículo 477, por vulneración de derechos y garantías en la tramitación del
proceso, y artículo 478 letras a) y d) del Código del Trabajo), en verdad no
son tales, toda vez que el asunto no es redirigido directamente al tribunal
del juicio para que tome una nueva decisión sobre el caso, sino que se trata
de hipótesis de invalidación o de nulidad del proceso propiamente dicha,
porque lo que se hace es dejar sin efecto lo actuado para que se continúe
con la tramitación de la causa, por quien corresponda y en el estado que
corresponda. La amplitud del reemplazo de la decisión es una opción de
política legislativa, que podrá ser discutible, que podrá reprobarse por
comportar una especie de riesgo exagerado para la oralidad –particular-
294 El exceso de celo en materia procesal penal, para preservar la inmediación, ha generado
mente, tratándose la causal prevista en el artículo 478, letra e), por omisión
de requisitos del fallo– pero que muy probablemente está inspirada en la
necesidad altruista de otorgar la debida celeridad en la sustanciación de los
asuntos y en la necesidad, quizá “profana”, de ahorrar recursos económicos,
siempre escasos en países emergentes. En cualquier caso, el reenvío –en su
forma de repetición del juicio– tampoco representa necesariamente un valor
en sí mismo. La práctica en materias procesales penales ha dado cuenta de
un efecto de “simulación” que tiene el primer juicio, en el sentido que se
provoca una suerte de “mejoramiento arti¿cial” de la calidad de la prueba.
Las partes, los testigos y los peritos ya saben lo que tienen que decir y cómo
decirlo en el segundo juicio, porque adquieren una especie de destreza tras
la veri¿cación del juicio que resultara anulado.
el caso de las causales previstas en el artículo 478 del Código del Trabajo
se precisó debidamente cuándo debe dictarse esa sentencia y cuándo ha de
disponerse la reanudación del procedimiento. Con todo, por las razones
que fueron antes esbozadas (en el capítulo de las generalidades), aparen-
temente lo correcto sería emitir la correspondiente sentencia de reemplazo
en los aludidos casos del artículo 477. Primero, porque en ninguna de esas
situaciones se hace lugar a la nulidad por de¿ciencias atingentes a las for-
malidades del procedimiento; enseguida, porque tampoco se compromete
la inmediación, en la medida que los cuestionamientos atañen a la solución
estrictamente jurídica del asunto, es decir, los hechos se mantienen inal-
terados, y, en ¿n, porque la celeridad, la economía procesal y la necesaria
coherencia determinan que deba ser el tribunal de nulidad quien decida el
caso, ya que ha sido éste quien estableció el error que propiciara la nulidad,
en términos que un proceder diferente haría que carezca de mayor sentido
reenviar el asunto al tribunal de base para el solo efecto que dicte un fallo
que debiera ser concordante con una invalidación que no dispuso y con la
que, inclusive, pudiera no estar de acuerdo.
Como cuestión relevante, cabe insistir en que en este tipo de causales está
únicamente comprometido el enjuiciamiento jurídico del asunto, de manera
que la misma restricción a la que debe sujetarse el recurrente –cuando pro-
pone su recurso– es la que debe observar el tribunal de nulidad al pronunciar
la sentencia de reemplazo, vale decir, los hechos no se tocan. La sentencia
de reemplazo debe emitirse a partir de esos hechos y con estricta sujeción
a ellos. Esto que se dice lo expresa (o expresaba) con meridiana claridad
el artículo 785 del Código de Procedimiento Civil, al disponer que debe
dictarse “sobre la materia del juicio que haya sido objeto del recurso, la
sentencia que crea conforme a la ley y al mérito de los hechos tales como
se han dado por establecidos en el fallo recurrido...”, lineamiento que es
perfectamente atingente en la materia.
formas, la Corte está igualmente vinculada por las cuestiones fácticas, tal
como se han establecido en el fallo recurrido, porque para la sentencia de
reemplazo las partes no tienen la posibilidad de hacer nuevas alegaciones
(se pronuncia separadamente, sin nueva vista); porque de un modo diferente
el tribunal de nulidad se transformaría derechamente en uno de instancia;
porque no se ha demostrado la existencia de un error en la determinación
de los hechos ni ha sido ésa la razón de la invalidación, y porque sólo de
ese modo puede quedar delimitada de una mejor manera su competencia.
Ejempli¿ca que si el motivo del exceso es la concesión de intereses, pues
entonces basta con “recortar” la decisión dada de más. No entenderlo así,
remarca, daría a entender que el vicio que posibilita la invalidación no es
más que una excusa para abocarse al conocimiento (íntegro) del caso. El
mismo autor advierte, en lo que se coincide igualmente, que una de las
zonas más grises en esta materia corresponde al caso en que la anulación
se produce por la omisión de requisitos de la sentencia295, particularmente
cuando ello roza o alcanza la valoración de la prueba. En diversas partes
de este trabajo se ha insistido en forma persistente acerca de la importan-
cia capital de la motivación fáctica y en las de¿ciencias relacionadas con
ella que pueden dar lugar a la invalidación. También se adelantó que una
de las eventualidades más problemáticas podía ser el caso en que el juez
deja de analizar determinados medios de prueba o en que sólo los examina
parcialmente. En principio, ello pudiera justi¿car la anulación. Puede haber
casos “sencillos” para el fallo de reemplazo, determinados por la falta de
complejidad del debate (controversia reducida a aspectos mínimos, v. gr.,
el pago de una cotización previsional) o por la naturaleza de la prueba in-
volucrada (estrictamente documental, por ejemplo) y por la poca densidad
de los restantes elementos probatorios, si los hubiere. Sin embargo, podrá
haber casos complejos (con profusión de prueba y debates centrales, v. gr., la
existencia de hechos que puedan con¿gurar la relación laboral), situaciones
en que, aun prescindiendo de la naturaleza del medio probatorio silenciado,
discernir sobre la entidad del vicio y su inÀuencia en la decisión no es un
tema menor, porque hacerlo implica un ejercicio de proyección o de prog-
nosis sobre la incidencia que tendría el medio omitido, en circunstancias
que valorar en sana crítica supone la apreciación no sólo individual sino
conjunta de los medios de prueba, en su relación –de corroboración o de
contraposición– de unos frente a otros, con lo que se involucrarían otros
medios que sí fueron apreciados por el juez y que no fueron percibidos por
el tribunal de nulidad. La solución de¿nitivamente no es fácil y hasta puede
decirse que su búsqueda no ha terminado. Las experiencias que podrían
recogerse de la casación no son necesariamente trasladables al recurso de
nulidad, por la simple (más bien compleja) razón que los sistemas procesales
y probatorios, las reglas de valoración, no resultan asimilables. Escrituración
versus oralidad, mediación versus inmediación, prueba legalmente tasada
versus sana crítica. Con todo, podría sostenerse, como un mero criterio
orientador, que la percepción de las pruebas y los hechos asentados por el
juez del juicio, deben prevalecer hasta cuanto sea posible, de forma que la
intervención del tribunal de nulidad se circunscriba estrictamente a los már-
genes acotados del vicio que pueda dar lugar a la invalidación. En la Ley de
Jurisdiccional Social de España se consultan reglas que, con matices, van en
esa línea. Así, el artículo 202.2, relativo al recurso de suplicación (“casación
chica”, como la designan los españoles), prevé que cuando el fallo recurrido
incurre en el vicio de incumplir las reglas reguladoras para su elaboración,
puede dictarse sentencia de reemplazo siempre que sea su¿ciente el relato
de hechos de la resolución recurrida y en la medida que pueda completarse
por el cauce procesal correspondiente. Reglas similares se contemplan en
el artículo 202.3, relativo a ese mismo recurso, y en el artículo 215 letras b)
y c), referidas al fallo de reemplazo cuando se estima (acoge) un recurso de
casación296. De otro lado, si el defecto se re¿ere a un aspecto o parcela del
asunto, sólo esa porción puede ser tocada. Todo esto que se insinúa tiene
mucho que ver con la coherencia que ha de existir entre el motivo de la
invalidación y el contenido de la sentencia de reemplazo. Creemos evidente
que esta última nunca tendría que rebasar los límites que hayan quedado
¿jados en la sentencia de nulidad. No hay un “borrón y cuenta nueva”. Es
verdad que la Corte de Apelaciones actúa en esto en una doble función.
Primero, como tribunal de nulidad, para juzgar la concurrencia de un vicio
que autorice disponer la invalidación del fallo; enseguida, sólo después que
ha de¿nido el defecto, precisándolo, delimitándolo, es decir, una vez que ha
justi¿cado su resolución de acoger el recurso, sólo entonces puede actuar
como si fuera un tribunal de instancia –sin serlo en el sentido clásico de la
expresión– modi¿cando la decisión que esté afectada por el vicio que ha
de¿nido, pero únicamente en aquella parte que se encuentre exactamente
afectada con la de¿ciencia. Que el tribunal de nulidad, del modo indicado,
pueda llegar a ocupar la posición del tribunal del juicio, no signi¿ca que pase
a serlo, no quiere decir que lo reemplace. Se trata más bien de una ¿cción,
cuya ¿nalidad es posibilitar la sustitución de la decisión viciada.
Ahora bien, hemos dicho con anterioridad que esta causal supone la
revisión o control de los criterios de validación probatoria, el respeto de las
reglas de la sana crítica, y que esa actividad se ejecuta a partir de la motiva-
ción de la sentencia, a través de la fundamentación fáctica contenida en el
fallo. Por lo tanto, para que opere esta causal es menester que en la senten-
cia impugnada quede expresado todo el proceso intelectual de valoración
probatoria efectuada por el juez de base. Deben contemplarse, por ende,
la reseña del contenido de los medios de prueba, la interpretación que de
ellos ha hecho el sentenciador, las razones de exclusión o de depreciación
de las probanzas, su análisis individual y comparativo, las inferencias que
va obteniendo a partir de ellos, con indicación de las reglas de experiencia,
técnicas, cientí¿cas o jurídicas de las que se ha servido para esos ¿nes y, ge-
néricamente señalada para estos efectos, la conclusión o decisión probatoria
a la que accede. De observarse ese derrotero, cuando el tribunal de nulidad
examina la motivación está premunido de todos los datos que le permitan
de¿nir lo acertado o desacertado del juicio fáctico. No valora de nuevo las
pruebas. Lo que lleva a cabo es un análisis del empleo de las reglas de la sana
252 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
crítica. Por lo tanto, aun cuando sea posible modi¿car los hechos, no debiera
comprometerse la inmediación, puesto que lo que tendría que hacerse es
demostrar el uso incorrecto de tales parámetros, identi¿cando las inferencias
erradas y haciendo patente que se han obtenido incorrectamente. En suma,
se examina una actividad intelectual y no sensorial. Por lo mismo, lo que
reemplaza el tribunal de nulidad son las conclusiones fácticas, el resultado
de la valoración. Y esto, como dice Juan IGARTÚA, lo puede hacer cualquier
observador racional aunque “se halle en ultramar”297.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
De acuerdo con la norma legal citada “…la Corte, de o¿cio, podrá acoger
el recurso deducido por un motivo distinto del invocado por el recurrente,
cuando corresponda a alguno de los señalados en el artículo 478”.
299 No obstaría a lo expresado la situación regulada en el artículo 480 inciso cuarto del Código
del Trabajo, en el entendido que la consultada en esa norma no sería una actuación de oficio
sino que la irradiación de los efectos de un recurso de nulidad acogido. La regla equivalente en
el Código Procesal Penal (artículo 360) reafirma esta aseveración, desde que dicha norma está
referida a las “Decisiones sobre los recursos”. Además, como el artículo 480 del Código del
Trabajo no hace distingo alguno, significaría que en dicha regla estarían incluidas las causales
del artículo 477 que, como es sabido, no permiten una actuación de oficio.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 255
300 Con todo, la jurisprudencia ha hecho notar que, sin embargo, la propia ley que instituye
tales motivos relativiza su carácter absoluto (como indicativo de anulación ineludible) al dispo-
ner una regla que señala que los defectos que carecen de influencia en lo dispositivo no causan
nulidad, como acontece con el artículo 375 del Código Procesal Penal y con el penúltimo inciso
del artículo 478 y con el inciso 3º del artículo 482, ambos del Código del Trabajo.
256 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
301
Desde luego, lo que se afirma deja a salvo la situación prevista en el inciso cuarto del
artículo 480 del Código del Trabajo, aunque en sentido estricto esa no es una actuación de
oficio, porque allí no se trata del ejercicio de una facultad sino que del cumplimiento de un
mandato legal, imperativo.
302 En esencia, el profesor alemán pone el acento en la naturaleza pública del Derecho pro-
cesal. En lugar de lo que hasta entonces (1868) se asumía como una serie de actos del juez y de
las partes, el autor citado considera que el proceso es una relación jurídica de derecho público
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 257
tos…, ob. cit., pp. 84 y ss.; ROMERO SEGUEL, Alejandro, “El Control de O¿cio de los Presupuestos
Procesales y la Cosa Juzgada Aparente. La Capacidad Procesal”, Revista Chilena de Derecho
Nº 4, volumen 28, PUC, Santiago 2001, pp. 781-789; GANDULFO R., Eduardo, “Presupuestos
Procesales y su Decaimiento en los Juicios Personalísimos: La Capacidad Procesal en el caso
Quezada Arias con Farías Luri”, Revista de derecho Universidad del Norte, año 18, Nº 1, año
2011, pp. 281-299, disponible en www.scielo.cl.
258 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
Procedimiento Civil sólo puede ser decretada por el tribunal ante el cual
está radicada la causa, porque la atribución correlativa para el tribunal
superior estaría dada por la casación de o¿cio304. Sin embargo, aunque
escasas o excepcionales, existen situaciones en que tanto las Cortes de
Apelaciones como la propia Corte Suprema han ejercido dichas atribucio-
nes correctoras, al amparo del artículo 84 del Código de Procedimiento
Civil, cuando el vicio o defecto no es susceptible reconducir a alguna
hipótesis de casación o cuando ese vicio es anterior o previo al examen
de los recursos que pueda haberse deducido, porque un pronunciamiento
sobre ellos supone o exige la concurrencia de esos presupuestos procesa-
les, en la medida que su ausencia deslegitima cualquier decisión, la torna
inviable305.
B. LA NULIDAD PARCIAL
1. PREÁMBULO
304
COLOMBO CAMPBELL, Juan, Los Actos Procesales, Editorial Jurídica de Chile, Santiago,
1997, Tomo II, p. 507.
305 V. gr., Corte Suprema, Rol Nº 716-2011, sentencia de 31 de marzo de 2011; Rol Nº 5.288-
2. CONSIDERACIONES PRELIMINARES
3. SOLUCIONES POSIBLES
3.4. La forma del fallo en caso de nulidad parcial: Para el caso que sea
procedente la invalidación parcial y la subsecuente sentencia de reemplazo,
tomando como criterios orientadores los vertidos en los artículos 785 del
Código de Procedimiento Civil y 385 del Código Procesal Penal, un posible
esquema de las sentencias sería el siguiente:
C. LA CORRECCIÓN DE OFICIO
DE LA SENTENCIA, QUE NO IMPORTA NULIDAD
1. PREÁMBULO
Las reglas que contemplan esta posibilidad están contenidas en los ar-
tículos 478 y 482 del Código del Trabajo cuyo tenor, en lo pertinente, es el
que se pasa a referir:
Cabe hacer hincapié en algunas cuestiones más bien evidentes que sur-
gen del texto de las normas. En lo inmediato, que se trata de una atribución
conferida al tribunal de nulidad, de modo que su ejercicio queda entregado
a la discrecionalidad de la Corte, y, enseguida, que atañe a una situación
radicalmente distinta de la que consulta el inciso ¿nal artículo 479 del Có-
digo del Trabajo, sobre anulación de o¿cio, porque en la hipótesis que se
examina no se dispone la nulidad del fallo, sólo su mera recti¿cación, desde
que aun cuando se está en presencia de defectos o de errores, los mismos
carecen de inÀuencia sustancial en la parte dispositiva, esto es, no tienen
toda la entidad o relevancia que permita su anulación.
2. RECTIFICACIÓN DE ERRORES
O DEFECTOS EN LA PARTE EXPOSITIVA DEL FALLO
El artículo 478 letra e) del Código del Trabajo dispone que habrá lugar
a la nulidad cuando la sentencia se dicta con omisión de “cualquiera de
los requisitos” establecidos en sus artículos 459, 495 ó 501, inciso ¿nal.
El enunciado legal tiene una formulación que parece hacer irrestricta la
invalidación, sugiriéndose que siempre y en todo caso debiera anularse la
sentencia, sin importar el tipo o entidad de la condición faltante. Ocurre que,
entre los requisitos de posible omisión o incorrección están algunos cuya
ausencia o enunciación defectuosa puede resultar inocua en determinadas
circunstancias, tales como el lugar y fecha de expedición de la sentencia,
la individualización de los litigantes o la síntesis de los hechos y alega-
ciones de las partes, por ejemplo. Así las cosas, esa proclamación inicial
absoluta (“cualquiera de los requisitos”) se ve morigerada en el mismo
artículo 478, atenuación que luego corrobora el artículo 482, normas que,
de acuerdo con lo que se ha visto, disponen que no producen nulidad los
defectos o errores que no inÀuyan en lo dispositivo del fallo, sin perjuicio
de la posibilidad de corregirlos de o¿cio. Por lo tanto, sería dable concluir
que de¿ciencias de esa índole son susceptibles de remediar a propósito
del recurso de nulidad, sin que para ello deba invalidarse la sentencia.
V. gr., si en el fallo hay una equivocada referencia a la identi¿cación de
quienes litigaron o si derechamente no se consigna su identidad. No es un
error que pueda cali¿carse de baladí porque, como se sabe, es capaz de
tener incidencia en el efecto de cosa juzgada. Por ende, una de¿ciencia
de ese tipo pudiera justi¿car una intervención en la sentencia impugnada,
sin que importe su anulación. Sólo completarla o enmendarla, según fuere
conveniente.
266 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
3. RECTIFICACIÓN DE ERRORES O
DEFECTOS EN LA PARTE CONSIDERATIVA DEL FALLO
Cabe recordar que dentro de las funciones esenciales que es dable atribuir
al recurso de nulidad está la de servir como instrumento para el control de
la legalidad de las sentencias jurisdiccionales, por la vía de reparar (anular)
la inobservancia o equivocada aplicación de la ley sustantiva. Se dejó igual-
mente consignado que una condición indispensable, para que se provoque
ese efecto inmediato de invalidación, es que la ilegalidad detectada alcance a
la decisión, en una relación de causa a efecto. Consiguientemente, se indicó
también, pueden existir errores o infracciones de ley que, siendo tales, no
autorizan para anular el fallo, precisamente, porque carecen de inÀuencia
en su parte dispositiva.
la expresión latina “obiter dictum” (“dicho al pasar”), esto es, razones que no determinan la
decisión y que frecuentemente se anuncian en la sentencia como fundamentos dados “a mayor
abundamiento”.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 267
cias de rechazo de los recursos de casación en el fondo, por falta de inÀuencia de la infracción
de ley acusada, la Excma. Corte Suprema ha señalado lo correspondiente en el sentido que se
re¿ere. V. gr., fundamento séptimo de la sentencia de 3 de mayo de 2010, Rol Nº 1.286-2010,
disponible en www.poderjudicial.cl.
268 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
1. INTRODUCCIÓN
Ahora bien, sin perjuicio de las particularidades del examen que cada
quien estime pertinente efectuar, pareciera que ese estudio tendría que
enfocarse –cuando menos– en los aspectos que se pasa a reseñar en los
párrafos siguientes.
3.1. Generalidades
310 CHIOVENDA, Giusseppe, ob. cit., volumen III, pp. 468 y 477.
311
Con todo, Roxin también re¿ere posiciones doctrinarias en sentido contrario y la
que denomina como jurisprudencia de “cambiante intensidad” que, a través de la casación,
llega al examen de las comprobaciones fácticas del juez de mérito. ROXIN, Claus, ob. cit.,
pp. 470-474.
312 NIEVA FENOLL, Jordi, El Hecho y el Derecho…, ob. cit., p. 95.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 271
Con todo, para los ¿nes que se indaga, como punto de partida, debiera
asumirse que dicha distinción es exigida por la ley, particularmente tratán-
dose de aquellas causales destinadas a velar por la correcta aplicación del
derecho. En efecto, soslayando la frondosa discusión dogmática313, nuestro
ordenamiento procesal laboral contiene múltiples manifestaciones de la
necesidad de esa disgregación. El artículo 446 Nº 4 del Código del Trabajo
requiere de la demanda una exposición clara y circunstanciada de los he-
chos y, de otro lado, las consideraciones de derecho en que se fundamenta;
el artículo 452 impone la exigencia equivalente para la contestación, con
el añadido inequívoco de tener que pronunciarse en ella sobre los hechos
contenidos en la demanda, aceptándolos o negándolos; el artículo 453, regla
1), prevé la posibilidad de estimar como admitidos los hechos no negados
en la contestación y ordena al juez establecer los hechos sobre los que existe
conformidad, cuando ha mediado allanamiento y le manda ¿jar los hechos
a probar; el artículo 459 en sus numerales 4 y 5 obliga al juez a reseñar los
hechos del juicio y a determinar aquellos que ha estimado probados, entre
otras muchas disposiciones.
Han pasado ya más de dos siglos desde que se dijo que para “asegurarse
de que actúa conforme a la ley, el juez, en todas las ocasiones, tiene que
considerar dos puntos: el uno es la cuestión de hecho; el otro es la cuestión
de derecho. El primero consiste en cerciorarse de que tal hecho ha existi-
do en un determinado lugar y en un tiempo cierto. El segundo consiste en
asegurarse que la ley contiene una disposición de esta o de aquella natu-
raleza, aplicable a ese hecho individual”314. ROSENBERG, citado por DEVIS
ECHANDÍA, de¿ne los hechos, en cuanto objeto de prueba, como “todo lo
que pertenece a la tipicidad de los preceptos jurídicos aplicables y forma
de proposición menor del silogismo judicial”, es decir, “todo lo que el
derecho objetivo ha convertido en presupuesto de un efecto jurídico”315.
Se tendría, entonces, que la norma expresa una regulación referida a con-
313 Sobre esa discusión, consultar reseña de GUASCH FERNÁNDEZ, Sergi, ob. cit., pp. 177-203.
314 BENTHAM, Jeremías, ob. cit., p. 25.
315 Por su parte, Devis Echandía particulariza la noción, señalando que comprende las
conductas humanas, los hechos de la naturaleza, las cosas u objetos materiales y los aspec-
tos de la realidad material, la persona humana y, en ¿n, los estados o hechos psíquicos o
internos del hombre. DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría General…, ob. cit., Tomo Primero,
pp. 150-157.
272 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
316 La importancia del suceso va a estar determinada por los presupuestos fácticos que exija
Esos son los hechos. Sucesos históricos, asépticos, neutrales, sin juicios
de valor ni opiniones.
i) Si existen razones;
Sin perjuicio de lo indicado, cabe añadir que, como toda obra escrita,
destinada a la justi¿cación y persuasión, la sentencia debiera seguir una
estructura determinable. El desafío del recurrente –y del tribunal de nulidad
en su caso– está en elucidar ese esquema. Por lo tanto, en el estudio de la
motivación fáctica del fallo habrá que de¿nir –como se hace al examinar
un recurso– el tipo de argumentación empleada por el sentenciador, esto es,
si existe un solo argumento que sustenta la decisión probatoria, si existen
varias razones dotadas de autonomía, de modo que cada una de ellas es capaz
de servir de soporte a la resolución; o si hay varios motivos encadenados
que se sostienen recíprocamente, de manera que la posibilidad de refutar
uno hace que los demás no puedan sostenerse; o que sea uno solo el que
sostiene a los restantes.
319 Recordando que, por la razón que fuere, lo más frecuente es que esas reglas formen parte
preceden, por la causal del artículo 478 letra e), en relación al 459 Nº 4,
ambos del Código del Trabajo, entre otras posibilidades.
Sin perjuicio del mecanismo antes referido, esto es, bajo el predicamento
que la sentencia satisface los condicionamientos formales para su extensión
y que el procedimiento se ha conducido por sus cauces debidos, resta todavía
la alternativa de cuestionar las decisiones probatorias en razón de eventuales
yerros cometidos en la determinación de los hechos, como consecuencia de
haberse dejado de aplicar o de haberse aplicado indebidamente las reglas del
conocimiento común, empírico y cientí¿co que, aunque de un modo inde-
terminado, la ley ha considerado como derroteros a seguir para asegurarse
que las decisiones probatorias conducirán a la correcta solución del asunto.
En efecto, una cosa es que la ley no predetermine el resultado probatorio
y otra, muy distinta, es que entregue parámetros al juez, destinados a guiar
su actividad de valorar las probanzas. De no observarse esos lineamientos,
se franquea al litigante la causal del artículo 478 letra b), en relación a su
artículo 456, ambos del Código del Trabajo.
por GUASCH FERNÁNDEZ, Sergi, ob. cit., p. 505; de un modo semejante (no exactamente idéntico),
FERRAJIOLI, Luigi, Los Valores de la Doble Instancia…, ob. cit., p. 451.
322 PRAMBS JULIÁN, Claudio, ob. cit., p. 392.
323 NÚÑEZ OJEDA, Raúl, ob. cit., pp. 199-223.
324 NIEVA FENOLL, Jordi, El Hecho y el Derecho…, ob. cit., pp. 170 y 171.
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 281
Como señal de partida, habría que reiterar que la causal del artículo 478
letra b) del Código del Trabajo tiene como objetivo o ¿nalidad propiciar la
modi¿cación de los hechos asentados en el fallo, desde que lo impugnado
es el resultado de la valoración probatoria efectuada en la sentencia, a lo
que debe agregarse que ello sólo puede tener lugar cuando se produzca una
infracción mani¿esta de las reglas de la sana crítica. Por lo tanto, brevemente
expuesto, debiera entenderse que una ¿nalidad como ésa exige del recurren-
te, a lo menos, el señalamiento de las reglas supuestamente vulneradas, la
demostración del modo en que ellas habrían sido contrariadas, los medios
probatorios comprendidos en ese error y, especialmente, la identi¿cación
de los hechos que cuestiona. De esta manera, sería posible postular que, al
asilarse en este motivo de invalidación, el litigante tendría que desarrollar
los fundamentos de su recurso de acuerdo con el esquema siguiente328:
que tiene el carácter de tal dado que así lo hemos aprendido de la experiencia y no porque sea
“ilógico”, como suele entenderse. V. gr., si en un accidente del trabajo, en labores realizadas
en altura, en un segundo piso, se concluyera que el trabajador trastabilló, perdió el equilibrio
y cayó en el tercer piso, es un hecho que no puede aceptarse, porque sabemos que la fuerza de
gravedad de la tierra hace que los cuerpos “caigan” y no que se “eleven”.
284 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
Es también ineludible enfatizar otra vez que, por expresa precisión legal,
para que haya lugar a una eventual modi¿cación de los hechos es preciso
que la vulneración acusada sea mani¿esta, vale decir, que tenga notas de
algo evidente, inocultable y, además, que esté dotada de una entidad tal que
alcance a inÀuir en la parte dispositiva del fallo, que sea capaz de variar
la resolución del caso. En de¿nitiva, se trata de situaciones muy particu-
lares, cuestiones que ya fueron expuestas en el capítulo respectivo de este
trabajo.
CAPÍTULO IX
PALABRAS FINALES
330 Ver Anexo Nº 3. Fuente: Registro de sentencias de recursos de nulidad, año 2011, Corte
331 Mensaje Presidencial que inicia un proyecto de ley que establece un nuevo Código
Procesal Civil, Capítulo IV, “Ejes Centrales y Principios que inspiran el nuevo Código”, punto
5, p. 23, Boletín Nº 8.197-07, consultable en www.bcn.cl.
288 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
de Justicia, puesto que fueron los mismos jueces los que fallaron ambos
recursos de casación). En lo que atañe al recurso, la Corte Interamericana,
en lo pertinente, expresó que:
COPIAPÓ 0 10 7 2 1 7 0 11 22 0 0 60
COYHAIQUE 0 0 0 0 1 0 0 9 26 0 0 36
PUNTA ARENAS 0 0 3 0 1 0 0 17 33 5 0 59
TOTAL 9 1024 737 119 55 43 22 587 2.836 39 5 5.476
Recursos Terminados: 4.430 (100%) Rechazados : 2.836 (64%) Desistidos : 119 (3%)
Acogidos : 587 (14%) Transigidos : 55 (2%)
Abandonados : 737 (17%)
292 OMAR ASTUDILLO CONTRERAS
ANEXO Nº 2
IC SANTIAGO 2011
CAUSALES ESGRIMIDAS
EL RECURSO DE NULIDAD LABORAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES TÉCNICAS 293
ANEXO Nº 3
IC SANTIAGO
2011
RESULTADO DEL RECURSO RECURSOS PORCENTAJE
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