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1.- INTRODUCCIÓN.

“¿Cuáles son las características de un buen maestro? ¿Qué nos dice esta frase:
‘Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto’? ¿Cuál es el reto más
grande de los padres en la educación sexual de sus hijos?”

Actualmente somos conscientes de la gran crisis por la que atraviesan nuestros


pueblos latinoamericanos, especialmente Venezuela en cuanto a la educación y otros
aspectos. Constantemente somos testigos del deterioro social y educativo que se vive día
a día en nuestras escuelas, donde no faltan esos maestros que llevan a medias su labor
como educadores. Dicha situación nos hace preguntarnos: ¿Saben los docentes hoy en día
lo que están sembrando en sus estudiantes? ¿Están claros de cómo serán recordados?
Esta experiencia nos permite caer en la cuenta de cuánto hace falta que hoy en día se
rescate la esencia de educar desde el amor, de formar a niños, adolescentes y jóvenes
llamados a construir una sociedad donde el amor sea la columna vertebral.

El amor es el principio pedagógico esencial. De muy poco va a servir que un


docente se haya graduado con excelentes calificaciones en las universidades más
prestigiosas, si carece de este principio. En educación es imposible ser efectivo sin ser
afectivo. No es posible calidad sin calidez. Ningún método, ninguna técnica, ningún
currículo por abultado que sea, puede reemplazar al afecto en educación.

Este contexto en el que nos vemos envueltos, es lo que da origen a lo que hoy
llamamos “Pedagogía del amor”.

2.- PEDAGOGÍA DEL AMOR.


La pedagogía del amor tiene como principio instalar en el estudiante la valoración
de las experiencias que conforman la vida, y la aceptación del entorno y de sí mismo, para
facilitar la adaptación al mundo. La clave de esta pedagogía es obviamente el amor, y a su
vez:
 Los sentimientos y la ternura como forma de expresión y actuación.
 La alegría y la felicidad como estado habitual.
 El respeto, comprensión y tolerancia hacia los demás.
 La responsabilidad del docente y del estudiante.
 El acompañamiento adecuado, individualizado y empático.
 La calidez, amabilidad y afectividad al comunicarse.

Algunos, en vez de hablar de la pedagogía del amor, prefieren hablar de la


pedagogía de la ternura para enfatizar ese arte de educar con cariño, con sensibilidad,
para alimentar la autoestima, sanar las heridas y superar los complejos de inferioridad o
incapacidad. Es una pedagogía que evita herir, comparar, discriminar por motivos
religiosos, raciales, físicos, sociales o culturales. La pedagogía de la ternura se opone a la
pedagogía de la violencia y la presión.

3.- CARACTERÍSTICAS DE LA PEDAGOGÍA DEL AMOR.


Esta pedagogía basada en el amor, la comprensión y la empatía del educador, se
caracteriza por permitir:
 Ser consciente de que la educación tiene como objetivo fundamental el desarrollo
integral de la personalidad del educando.
 Buscar la verdad y la autenticidad.
 No tener inconveniente en reconocer sus errores y admitir sus equivocaciones.
 Ser serena a la hora de tomar decisiones o de establecer compromisos, pero no
vacila a la hora de cumplirlos.
 Facilitar al educando la interiorización de los valores necesarios para afrontar la
vida conforme a su dignidad de persona.
 Asumir el sentido de la responsabilidad inherente al educador y establecer
mecanismos de colaboración entre padres y profesores para que la acción
educadora alcance sus objetivos.
 Reconocer la suma importancia de la educación en valores para el crecimiento
armónico de la personalidad del educando y su incorporación a la vida social
colectiva.
 Tener conciencia de que la efectividad del proceso educativo depende en gran
medida, del grado de confianza del educando y de la credibilidad que le merezca al
educador.
 Ser sumamente comprensivo, ya que reconoce las necesidades e intereses del
educando, atiende su problemática, sabe que la efectividad ocupa un lugar
relevante en la psicología.
 Rehusar toda actitud autoritaria o hiperintervencionista, que se jacta de imponer
siempre su voluntad y hacerse obedecer sumisamente o de proteger
exacerbadamente al educando.
 Es consciente de la complejidad del proceso educativo y de la conflictividad que
implica la convivencia, especialmente en el periodo de formación del educando.
 Se apresura a resolver los conflictos y lo hace del modo más eficaz posible, es
decir, de manera serena y reflexiva, utilizando siempre el diálogo e intentando
convencer mediante argumentos racionales.

4.- VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE ESTA PEDAGOGÍA:


La pedagogía del amor es consciente de que la educación tiene como objetivo
fundamental el desarrollo integral de la personalidad del educando y, por ello, no reviste
un carácter reduccionista, limitándose a ser una nueva transmisora de conocimientos,
sino que, además de esa dimensión informativa e instructiva, procura atender a la
dimensión formativa, facilitando al educando la interiorización de los valores necesarios
para afrontar la vida conforme a su dignidad de persona.

Hemos de tomar conciencia de que necesitamos sentirnos útiles, valorados,


amados y aceptados por las personas significativas de nuestra vida. Necesitamos ser
vistos, apreciados y reconocidos. Y los continuos avances en el estudio de las emociones
han confirmado que no hay aprendizaje sin emoción. Las emociones negativas producidas
por el miedo, la inseguridad, sentirse rechazado, y no tener un rol positivo en el aula,
cierran y bloquean la inteligencia. Y un clima emocional positivo, de bienestar, seguridad,
aceptación, abre la inteligencia y facilita los aprendizajes. La educación tiene que ir dando
importancia al desarrollo de la capacidad de afecto y vinculación emocional con los otros,
a una sintonización positiva desde nuestras necesidades, emociones y valores, para hacer
posible la aceptación y consideración mutuas. Si la calidad de las relaciones es la clave que
potencia los aprendizajes, debemos plantearnos la importancia de cuidar el clima afectivo
y relacional de la Escuela y el Aula para conseguir un adecuado aprendizaje y el desarrollo
integral del alumnado.

Esta pedagogía requiere de cambiar métodos y estructuras, de evolucionar en


nuestra manera de pensar, de innovar y crear, pero sobretodo de comprender que el ser
humano necesita paciencia en la adquisición de nuevos procesos. Por tal motivo la
pedagogía del amor conlleva un conjunto de ventajas y desventajas.

Ventajas:
 Los valores desarrollan y mejoran la personalidad.
 El trabajo colectivo-afectivo aleja el instinto egoísta y de rivalidad.
 Mejora los resultados de aprendizaje.
 Genera seres sensibles, reflexivos, analíticos y creadores.
 El estudiante trabaja con entusiasmo.
 Se desarrollan habilidades para escuchar y expresar.

Desventajas:
 Las contradicciones en el trato en la familia y en la escuela puede causar un choque
en el estudiante.
 Que los problemas personales que afecten al docente los lleve a presentar cambio
de ánimo.
 Que la familia no entienda o rechace esta metodología.
 Que el docente pierda el control del grupo por aplicar erróneamente la libertad.
(dejando a un lado la disciplina.

5.- UNA PEDAGOGÍA QUE ENSEÑA DESDE EL EJEMPLO, LA CURIOSIDAD Y LOS VALORES.
La pedagogía del amor o la ternura implica que el educador, además de amar a
todos y cada uno de sus alumnos, se ama y ama lo que hace; ama su profesión y ama la
materia que enseña. Si el educador ama la materia que enseña, será capaz de transmitir
ese amor a sus alumnos, les comunicará su propia pasión. Estará siempre buscando,
aprendiendo, formándose, y de este modo provocará en los alumnos su hambre de
aprender. Esta pedagogía es una invitación a todos los educadores a crear el ambiente
necesario para que los estudiantes puedan aprender desde el ejemplo, la curiosidad y la
vivencia de los valores.

APRENDER DESDE EL EJEMPLO: Los estudiantes no solo necesitan que se les pida
mantener actitudes y comportamientos a favor del buen trato, así como el compañerismo
y el cuido de los espacios físicos; nuestros estudiantes necesitan del buen ejemplo. Las
familias desean que maestros y demás trabajadores de una institución educativa sean
testimonio de vida para sus hijos y que sus orientaciones se acompañen con los discursos
de manera coherente.

APRENDER DESDE LA CURIOSIDAD: Debemos ayudar a formar a niños, adolescentes y


jóvenes con la capacidad de alcanzar un pensamiento crítico, abierto, perspicaz, capaz de
resolver problemas en la vida. Una pedagogía de la pregunta podría ayudar a incentivar la
inteligencia y a despertar la curiosidad por aprender, siempre y cuando se vincule con
situaciones propias del contexto y escuchando las interrogantes e intereses que llevan las
y los estudiantes a clase.
APRENDER DESDE LA FORMACIÓN EN VALORES: Somos los encargados de que nuestras
escuelas transmitan y practiquen los valores, que todos los que laboran en la institución
educativa asuman esta profesión como un estilo de vida, cuya práctica en sí misma sea el
reflejo de la autoridad moral y de solvencia ética y, también, que se exprese en la
capacidad para promover la convivencia, el compromiso por la igualdad de género, el
respeto por los estudiantes con discapacidad y el buen trato con los familiares.

APRENDER DESDE EL AMOR: Como educadores, no debemos perder el interés por la


enseñanza, y no dejar que las situaciones adversas por las que pasamos a diario sean un
estímulo negativo que nos lleve a una actitud irritante, con poca paciencia, y
desarrollemos clases poco preparadas y desprovistas de creatividad, lo cual se ve reflejado
en la forma como se relacionan con el estudiantado. No debemos permitir que los
espacios afectivos se pierdan. Nuestros estudiantes aspiran que los docentes sean
personas amorosas y comprometidas, cercanas a la comunidad, con conocimientos
suficientes, habilidades y destrezas pedagógicas, creativas y contextualizadas. Exigen que
se les trate de manera igualitaria y sin discriminación. Los más pequeños anhelan que los
docentes sean buenos y no sean regañones, que canten y lean cuentos, que enseñen
fuera del salón de clase, que jueguen, bailen y se diviertan.

6.- LA PEDAGOGÍA DEL AMOR DESDE LA FAMILIA.


Esta pedagogía no debe ser solo una iniciativa de las instituciones educativas y de
todos los que se dedican a la labor de formar a niños, adolescentes y jóvenes. La familia es
la primera educadora, y debe ser también un espacio donde se ayude a aprender y a
crecer desde el ejemplo, la ternura y los valores, especialmente desde el amor. ¿Cómo
pueden los padres y la familia entera influir positivamente en la educación sexual de los
hijos? ¿Qué roles deben cumplir en la formación de niños y jóvenes en este aspecto tan
importante de la vida?
El sexo y la sexualidad son aspectos complejos de la vida de todo adolescente para
la construcción de su ser; es una dimensión esencial de la persona y está presente desde
el momento de la concepción. Hoy en día, los adolescentes tienen información variable,
deformada e insuficiente sobre el sexo proveniente de diversas fuentes, y si no se toman
las medidas necesarias, las tasas de embarazos en adolescentes, las infecciones de
transmisión sexual, y el aborto de riesgo seguirán siendo frecuentes en el sector juvenil.

La familia es la principal institución en la formación de sus hijos y son responsables


de que los hijos e hijas se formen exitosamente como seres afectivos, sociales,
productivos, intelectuales y sexuales. La educación sexual constituye un aspecto dentro de
la educación integral del ser humano, del cual los padres no se pueden desentender ya
que es con ellos con los cuales el ser humano establece lazos estrechos de dependencia y
relación, porque son sus primeros maestros. Muchos padres piensan que, si el hijo asiste a
la escuela, ellos se pueden desentender de su responsabilidad en la educación sexual;
pero es necesario para el niño y el adolescente contar con el apoyo, la confianza y la
comprensión a sus dudas y conflictos, que solo un canal de comunicación afectiva y
efectiva entre padres e hijos puede lograr.

7.- CIERRE:
A la luz de todo lo que hemos ido reflexionando juntos, compartamos brevemente
estas preguntas que suponen en nosotros un compromiso: ¿Qué comportamientos y
actitudes debemos evitar para favorecer la pedagogía del amor? ¿Cómo educadores, de
qué manera podemos ayudar a que las familias influyan positivamente en la educación
integral de la sexualidad de sus hijos? ¿Qué nuevos retos tienen los educadores y los
padres en la educación sexual de los niños, adolescentes y jóvenes?

La familia debería ser la primera responsable al momento de educar y formar a sus


hijos en todos los aspectos de su vida, incluyendo la sexualidad. Pero en la práctica esto
no está sucediendo, debido a la ausencia de los padres en el hogar, principalmente por
motivos laborales. Los niños y adolescentes están actualmente más en contacto con los
actores del sistema educacional que con sus propias familias, por lo que se hace
fundamental diseñar políticas de enseñanza acerca de estas temáticas que complementen
su formación integral tendientes al fortalecimiento de la familia, al ejercicio de una
sexualidad responsable y la importancia del amor y la afectividad en la pareja.

El desafío de la educación sexual en la educación formal, implica fortalecer y


actualizar el conocimiento de estos temas primeramente en los profesores, para que su
ayuda sea eficaz. Actualmente la educación sexual es una urgencia en nuestra sociedad, y
no cabe duda que es necesario que no perdamos de vista que el amor es el auténtico
camino para lograr este crecimiento en nuestros estudiantes, en nuestros hijos.

MENSAJE A LOS MAESTROS:


Amor se escribe con “a” de ayuda, apoyo, ánimo, aliento, asombro,
acompañamiento, amistad. El educador es un amigo que ayuda a cada alumno,
especialmente a los más carentes y necesitados, a superarse, a crecer, a ser mejores.
Amar significa aceptar al alumno como es, siempre original y distinto a mí y a los demás
alumnos, afirmar su valía y dignidad, más allá de si me cae bien o mal, de si lo encuentro
simpático o antipático, de si es inteligente o lento en su aprendizaje, de si se muestra
interesado o desinteresado. El amor genera confianza y seguridad. Es muy importante
que el niño se sienta en la escuela, desde el primer día, aceptado, valorado y seguro. Sólo
en una atmósfera de seguridad, alegría y confianza podrá florecer la sensibilidad, el
respeto mutuo y la motivación, tan esenciales para un aprendizaje autónomo.

Amar no es consentir, sobreproteger, regalar notas, dejar hacer. El amor no se fija


en las carencias del alumno sino más bien, en sus talentos y potencialidades. El amor no
crea dependencia, sino que da alas a la libertad e impulsa a ser mejor. Busca el bien-ser y
no sólo el bienestar de los demás. Ama el maestro que cree en cada alumno y lo acepta y
valora como es, con su cultura, su familia, sus carencias, sus talentos, sus heridas, sus
problemas, su lenguaje, sus sueños, miedos e ilusiones; celebra y se alegra de los éxitos de
cada uno, aunque sean parciales; y siempre está dispuesto a ayudarle para que llegue tan
lejos como le sea posible en su crecimiento y desarrollo integral. Por ello, se esfuerza por
conocer la realidad familiar y social de cada alumno para, a partir de ella, y a poder ser con
la alianza de la familia, poder brindarle un mejor servicio educativo.

Sigamos adelante maestros y educadores, la clave de toda pedagogía es el amor.

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