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Una de los puntos más importantes de la gestión de la empresa es el que se centra en las
auditorías, ya que estas ayudar a llevar un control de la empresa que nos ayuda a detectar
fallos, promover mejoras para el desarrollo de la empresa y saber cuál es el estado real de
la organización en general.
Sin embargo, ahora son muchos los aspectos que se pueden auditar en una empresa sin
necesidad de realizar un examen general de la empresa. Es decir, que se pueden
realizar controles de algún sector de la empresa concreto, o de algún ámbito
organizacional del que se quiera obtener una fotografía que represente el momento actual,
para saber si se están haciendo bien las cosas o si se puede mejorar algún aspecto.
También cabe destacar que las auditorías pueden ser externas o internas, que sean hechas
por un auditor independiente o que forme parte de la empresa. Dependiendo de cada uno
de estos aspectos, se auditarán unas cosas u otras.
Es por esto, que podemos considerar la auditoría como el proceso de inspección o control
de cualquier punto clave de la empresa para verificar su correcto funcionamiento. De ahí a
que existen muchos tipos de auditoría según el objetivo que se quiera examinar.
Objetivos de la auditoría
Igual que existen diferentes tipos de auditorías, también existen diferentes objetivos para
cada una de ellas. Pero como comentábamos antes, se realizan para controlar los
diferentes procesos de la empresa y ver cómo se están desarrollando. Por ello, entre los
objetivos de las auditorías podemos encontrar:
La importancia de la auditoría
Técnicas de auditoría
Existen diferentes técnicas de auditoría que te permiten analizar de diversas maneras algún
proceso o elemento de la empresa. Se basa en métodos a través de los cuáles el auditor
obtiene las pruebas para realizar el informe de auditoría, donde plasmará el resultado de la
auditoría.
Estudio general: con esta técnica se observan las características más generales y
destacables de la empresa que luego se profundizarán en el estudio.
Análisis: la técnica de análisis se basa en la agrupación de diferentes elementos sobre
una misma cuenta. Existen dos tipos:
Análisis de movimientos
Análisis de saldo
Investigación: consiste en recabar información necesaria a través de entrevistas con
los empleados de la empresa.
Certificación: se basa en plasmar las declaraciones obtenidas a través de la
investigación.
Comprobación: consiste en las constatación de los hechos de la empresa a través de
la documentación de la empresa.
Hechos Posteriores: son aquellos exámenes que se realizan después de que se haya
realizado el balance pero antes de enviar los estados financieros para que ver que todo
está correctamente
Inspección: esta técnica se basa en corroborar físicamente la existencia de algunos
productos, bienes materiales, documentos, operaciones realizadas.
Confirmación: se ratifica que son correctos los datos encontrados en los registros
contables y que coinciden con los hechos que ha observado el auditor.
Observación: consiste en ver físicamente diferentes situaciones y hechos para ver si
se están cumpliendo los patrones de comportamiento establecidos. Se utiliza para ver
cómo funcionan los procesos productivos.
Cálculo: se basa en el repaso de las operaciones aritméticas de las cuentas y de
determinadas operaciones para verificar si los resultados que se obtienen del cálculo
son razonables.
Revisar las cuentas con el objetivo de ver si la empresa ha utilizado sus recursos de
forma eficiente y eficaz.
Revisar y verificar los distintos informes ofrecidos por la empresa sobre su actividad
económica y comprobar que sea una imagen fiel de la misma.
La auditoría y, por tanto, el auditor tiene que ser totalmente independiente. Eso es
básico para legitimar el proceso y reflejar la realidad.
Permitir conocer los problemas que la empresa está teniendo en el momento.
La principal utilidad de una auditoría (sea del tipo que sea) es que la empresa adquiere
una perspectiva objetiva sobre su propia composición. En este caso, el dictamen del
equipo auditor ofrecerá a la sociedad un examen realista del estado de sus procesos.
Gracias a este dictamen, la organización podrá optimizar su operativa, de tal modo
que consiga:
Mayor control sobre sus procesos.
Cadena de mando.
Reparto de responsabilidades.
Costes de producción.
Retorno de inversión.
Una auditoría financiera es aquella que analiza la salud económica de una empresa .
Suele ser previa a la solicitud de actos de confianza por parte de los agentes externos.
Por ejemplo, ocurre cuando se buscan inversores o se solicita una línea de crédito.
Los auditores evaluarán el estado financiero de la empresa, generando un informe que
incluya:
Lo recomendable es realizar una auditoria cada 6 meses o una vez al año. Sin embargo,
cuando existan evidencias de malos manejos contables, rotación o despido masivo del
personal de la empresa, quejas de clientes y objetivos no alcanzados, allí también es un
buen momento para contratar una empresa especializada en auditoría.
Siguiendo las recomendaciones, se logrará que la empresa se esté gestionando de la mejor
manera, pues así conseguirá alcanzar los objetivos a mediano – largo plazo; y la
sostenibilidad empresarial está asegurada.
Conclusión