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1.1. Introducción.
En los mercados financieros los tipos de interés son variados y diversos, pudiendo en
la practica observarse diferentes valores según los distintos instrumentos financieros
existentes. Estamos, pues, ante una complejidad aparente de datos y valores
numéricos que convendrá a sistematizar de algún modo.
Pero, además, incluso para un determinado activo financiero los tipos de iteres
evolucionan con el tiempo, lo cual añade más complicaciones al análisis. Así, por
ejemplo, el Tesoro emite letras con diferentes rentabilidades según el desarrollo de las
subastas publicas y, para un inversor, puede no ser lo mismo adquirir estos activos a
primeros o a finales de año.
Tenemos, pues, solapadas dos posibles explicaciones anta la diversidad observable
de los tipos de interés. Una de ellas hace referencia a las características de los activos
financieros existentes en el mercado. Así, por ejemplo, puede que deba existir un tipo
de interés distinto para los certificados de depósitos que para las importaciones a
plazo fijo por las diferencias de liquidez entre ambos instrumentos.
La otra explicación a la que ya aludimos, se basa en la evolución temporal de los
mercados financieros. Estos distan de ser instituciones estáticas, antes, al contrario,
están dotados de una gran dinamicidad, que se traduce, hoy en día, en una gran
volatilidad de los tipos de interés.
Si todas las diferencias señaladas, en cuanto a rendimiento de los activos logran
explicarse de una forma sistemática, estaremos ante una estructura o teoría de los
tipos de interés.
Normalmente dicha estructura podrá abonarse desde las dos perspectivas ya
esbozadas:
- Las características intrínsecas de los activos financieros.
- La evolución temporal de los mercados financieros.
Las características intrínsecas de los activos financieros.
Generalmente, las variables explicativas mas explicativas mas aceptadas para tratar
de comprender la estructura de los tipos de interés, son las siguientes.
• Liquidez.
Es está otra de las variables utilizadas a la hora de explicar el nivel de los tipos de
interés en los instrumentos financieros. Cuanto mas liquido sea un activo, menor
deberá ser, en condiciones ceteris paribus, el rendimiento exigible al mismo.
De este modo, unas obligaciones o bonos cotizables en Bolsa podrán emitirse en
mejores condiciones de tipos de interés para el emisor que si no fuesen a cotizar en un
mercado organizado. Cualquier inversor medianamente informado se mostrara
dispuesto a percibir alguna fracción de punto de interés menos con tal de que le
garanticen la facilidad de liquidación de su cartera en un momento dado.
• Tratamiento fiscal.
Los títulos con desgravaciones o ventajas fiscales suelen ofrecer una rentabilidad mas
baja que otros similares que no posean un trato benévolo por parte de la Hacienda
Pública.
• Otros factores.
Cualquier otra característica que suponga ventajas (o desventajas) para el inversor de
unos títulos deberá traducirse en menores (o mayores) tipos de interés ofrecidos con
respecto a activos analógicos.
Las cláusulas de amortización anticipada, a elección del emisor, suelen suponer una
desventaja para los inversores potenciales, ya que el deudor tratará de adelantar el
vencimiento de los activos cuando las condiciones del mercado le sean favorables.
Para el inversor, la anticipación en la amortización supone, en el caso anterior, una
desinversión que libera una liquidez que, posiblemente, no pueda reinvertir al tipo de
interés anterior, sino a otro inferior.
La convertibilidad de los títulos en determinadas fechas de su vida útil suele suponer
ventas para los tenedores de los mismos. Dichas ventajas tenderán a ser
compensadas con un menor tipo de interés o cupón periódico al cobrar.
El caso mas popular es el de las obligaciones o bonos convertibles que pueden
canjearse, en ciertos momentos, por acciones de la sociedad emisora. Como la
conversión es una opción (derecho) que ejerce el inversor solo cuando ve ventajas
económicas en ello, dicha posibilidad permite al emisor rebajar sus tipos de interés,
siquiera sea algunos puntos básicos, con respecto a títulos no convertibles.
Alternativamente, los tipos de interés (i) son una función de las variables:
𝑖 = 𝑓(𝑟𝑖𝑒𝑠𝑔𝑜, 𝑙𝑖𝑞𝑢𝑖𝑑𝑒𝑧, 𝑡𝑟𝑎𝑡𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑓𝑖𝑠𝑐𝑎𝑙, 𝑎𝑚𝑜𝑟𝑡𝑖𝑧𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑎𝑛𝑡𝑐𝑖𝑝𝑎𝑑𝑎, 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑒𝑟𝑡𝑖𝑏𝑖𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑)
Convertibilidad 𝛿𝑖 Decreciente
<0
𝛿𝑐𝑜𝑛𝑣𝑒𝑟𝑡𝑖𝑏𝑖𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑
• La cartera réplica.
• El enfoque de valoración relativa.
El precio actual del bono debe ser igual al precio (o coste) de la cartera replica de
dicho bono construida con bonos básicos.
Tipos de interés a plazo implícitos o forward.
Un tipo de interés a plazo implícito o forward siempre se deduce de la combinación de
dos tipos al contado a distintos horizontes temporales. Así, si consideramos dos tipos
de contado Rt1 y Rt2, con t2<t1, podría calcularse el tipo de forward que denotaremos
por rt1,t2.
Dicho tipo de forward representa, bajo ciertas condiciones el tipo de interés al contado
previsto en la fcha t1 para el lazo t2 – t1. El argumento de cálculo habría que buscarlo e
que, a priori, prestar un horizonte t2 debe reportar los mismos beneficios (en términos
de tipos esperados) que la estrategia de prestar a un plazo t1 volviendo a presentar en
t1 a un horizonte t2 como se muestra en la siguiente figura.
Tipos de interés a plazo o forward (contrato a plazo).
t0: fecha de contratación.
t1: fecha de liquidación o entrega.
t2: fecha de vencimiento o amortización.
[t0,t1]: periodo de espera.
[t1,t2]: periodo de garantía.
[t0,t2]: periodo total.
Analíticamente:
5º. (1+Rt2)t2 = (1+Rt1)t1 x (1+rt1,t2)t2-t1
(1+Rt2)t2 es el capital inicial de la segunda inversión.
(1+Rt1)t1 es el capital inicial de la primera inversión.
De donde se deduce el tipo forward correspondiente al plazo (t1,t2).
6º. rt1,t2 =( (1+Rt2)t2/(1+Rt1)t1)1/(t2-t1)-1
O también, tomando los precios de los bonos básicos:
6´º. rt1,t2 = (bt1/bt2)1/(t2-t1)-1
Multiplicando dichos resultandos por cien para pasarlo a porcentaje.
Obsérvese cómo, en un mundo con total certidumbre respecto a los tipos de interés
futuros y exento de costes de transacción, el tipo de interés forward correspondiente a
un plazo (t1,t2) debería coincidir con el futuro tipo de interés al contado vigente en t1
para un periodo t2 – t1.
Tasa interna de rentabilidad (TIR) o rentabilidad al vencimiento.
La tasa interna de rendimiento (TIR) [o rentabilidad al vencimiento como también se la
conoce] de un titulo con vencimiento en n años, es el tanto efectivo, en computo anual,
que iguala el valor descontando al momento actual, de los flujos que genra e titulo con
su precio.
De esta forma para un bono con cupón (activo de renta fija con pago periódicos de
interés o cupones) amortizable en n periodos, similar al representado en la segunda
gráfica del punto de intereses al contado o spot, la equivalencia financiera que permite
determinar el tanto interno de rendimientos de la inversión (TIR) aparece recogida en
la siguiente ecuación:
7º. P0 = 𝛴nt=1 C/(1+TIR)t + Pn/(1+TIR)n
Donde, de nuevo, P0 denota el precio del título, C el cupón pagado por periodo, Pn el
valor de rembolso y n el número de periodos hasta la amortización. La expresión 7º es
similar a la anunciada en 4º, pero ahora P0 es un dato conocido.
Es fácil comprobar cómo, para un bono cupón cero emitido al descuento, su TIR
coincide con el tipo de interés al contado, Rt. en este caso cuando analizamos bonos
cupón cero, resulta indiferente hablar de tipo de interés al contado a un plazo
determinado y de rentabilidad al vencimiento o TIR.
Sin embargo, en el caso de bonos con cupón no se da dicha coincidencia.
En definitiva, la tasa de retorno de los bonos con cupón no es la medida mas
apropiada para decidir sobre la compra o la venta de bonos (enfoque de valoración
relativa).
De forma similar a lo comentado para los tipos de interés al contado, es posible
establecer una relación entre los valores de las TIR para títulos emitidos por entidades
de igual calificación crediticia con diferentes plazos hasta la amortización. Esta
relación entre plazo y TIR se conoce como curva de rentabilidad o curva de
rendimientos o Yield cuerve.
Existe un sesgo en la curva de rentabilidad respecto a la curva ETTI, que hará que la
primera se situé por encima en el caso de una evolución descendente de los tipos, y
por debajo en el caso de un perfil creciente de los mismos.
Finalmente, en el caso de que la ETTI sea horizontal, la TIR de los títulos coincidiría
con el tipo de interés al contado, resultado obvio si se tiene en cuenta a definición de
TIR.
Finalmente, la propia existencia de la curva cupón cero nos debe llevar a buscar algún
tipo de relación entre los tipos de interés a corto plazo y largo plazo.
Supongamos los dos títulos siguientes, cupón cero, de diferente vencimiento:
Vencimiento (años) Rendimiento (% anual)
Título a corto plazo 1 R1
Título a largo plazo 2 R2
Siendo C= Capital inicial; C´= Capital final. Deberá cumplirse la siguiente relación:
8º. C´= C x (1+R2)2 = C x (1+R1) x (1+r1,2)
Donde se supone la reinversión de los intereses conseguidos en el primer año y la
existencia de un tipo r a plazo implícito o forward a corto plazo (un año), para el
segundo año (tipo de interés que se prevé regirá en el periodo t1=1, t2=2), dada la
curva de tipos (R1, R2).
En otras palabras, para que sea indiferente invertir a corto o largo plazo, el tipo r
forward a corto plazo para el segundo año debe satisfacer la expresión 8º, lo que
implica:
9º. 1+R2 = ((1+R1) x (1+r1,2))1/2 media geométrica de los tipos de interés.
Expresado en palabras, el rendimiento de los títulos a dos años es la medida
aritmética del rendimiento de los títulos a un año. Es de media geométrica entre los
tipos señalados si a estos se les suma la unidad.
Los casos expuestos podrían extenderse a un mayor numero de periodos. En este
caso, generalizando para un plazo t=n años:
10º. (1+Rn)n = (1+R1) x (1+r1,2) x … x (1 + rn-1,n)
Rn = ((1+R1) x (1+r1,2) x … x (1 + rn-1,n))1/n - 1
Esto es, los tipos de intereses al contado a largo plazo pueden concebirse como una
media geométrica de los tipos de interés a corto plazo previstos en el futuro.