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“Breve Historia de la Psiquiatría” o “El Origen de un Despropósito”

ARTÍCULOS / 25 ABRIL, 2014

La Psiquiatría, como disciplina con entidad propia, tiene un origen legal. Hasta principio del siglo
XX fue una rama de la Medicina Legal, que tenía por finalidad principal dirimir si el enfermo mental
era responsable o no de sus actos.

En los últimos 60 años la Psiquiatría ha hecho esfuerzos importantes para acercarse a las ciencias
médica, habiéndose realizado innumerables estudios genéticos de las enfermedades mentales,
exploraciones de neuroimagen, investigaciones sobre la neurotransmisión cerebral,
etc. Ahora bien, los resultados de todos este esfuerzo científico son pobrísimos y, a día de hoy,
seguimos sin saber prácticamente nada de cuáles son las bases anatomopatológicas general las
enfermedades mentales, ni tampoco de sus causas. Sólo ha habido algún discreto avance en el
conocimiento del papel que pueden desempeñar los distintos neurotranmisores cerebrales, lo que
ha permitido mejorar un poco los medicamentos que se usan para la ansiedad, la depresión y la
psicosis productiva.

Su naturaleza legal sigue siendo la fuente de todos males de la Psiquiatría, pues posibilita los
ingresos y/o tratamientos en contra de la voluntad del paciente. En el ingreso involuntario el
sujeto está convencido de que la han encerrado injustamente en un centro que considera peor
que una cárcel. Para tratar adecuadamente con una persona en ese estado se requieren una
sensibilidad y un tacto fuera de lo común y que muy pocas personas poseen. Por desgracia, el
maltrato que sufren los pacientes psiquiátricos involuntarios sigue siendo la norma: se les desnuda
ante varias personas, se les ata a la cama (sujeción mecánica), la mayoría de las veces sin que
nadie les explique la razón… Las pocas veces que he visto a una enfermera ir explicando al
paciente los motivos de la sujeción mecánica, el paciente se apaciguaba y la aceptaba a medida
que se la iba poniendo.

Los enfermos psiquiátricos, con la misma frecuencia que el resto de la población, cometen
delitos. Y es precisamente en este punto, el enfoque y manejo que hay que dar a las conductas
delictivas de los llamados enfermos psiquiátricos, donde siguen radicando todos los problemas
del actual modelo psiquiátrico. Con la legislación actualmente vigente en la mayoría de los países
del mundo, si el sujeto que ha cometido un crimen tiene antecedentes diagnósticos psiquiátricos,
tales como esquizofrenia, trastorno bipolar psicosis aguda, delirio crónicos, etc., su abogado
defensor puede aducir ese antecedente psiquiátrico como prueba legal para conseguir una
atenuante o eximente de las conductas delictivas realizadas por su cliente.

Esta es la verdadera razón por la que la actual Psiquiatría es ineludiblemente generadora de


enorme frustración. El problema no radica, como reiteradamente defiende la antipsiquiatría, en
que la Psiquiatría sea una disciplina médica, ni en el consiguiente uso de medicamentos o no. El
quid de todos los problemas radica la naturaleza primordialmente legal que sigue teniendo la
Psiquiatría.

La Psiquiatría, como disciplina derivada de la Medicina Legal, tenía por finalidad esencial
determinar si un acto delictivo ha sido cometido por una persona cuerda o insana. “Insania”
es todavía el término empleado en el argot jurídico para decir que la persona acusada de un delito
padece locura o enfermedad mental.

Así pues, en los inicios de la Psiquiatría como disciplina con entidad propia lo importante era que
los peritajes médicos (a comienzos del XIX no eran médicos psiquiatras, sino médicos legales o
forenses) permitiesen a los jueces a determinar si esas personas padecían “insania” (“locura”) o no
y, en consecuencia si eran imputables o no del delito del que se les acusaba.

Ahora bien, ¿qué hacer con una persona declarada no imputable por “insania” tras haber
cometido, por ejemplo, un homicidio? No podía ser condenada y enviada a la cárcel ya que no era
imputable…. ¡pero tampoco parecía prudente dejarla así, sin más ni más, en la calle.

Se imponía establecer las debidas medidas para que ese “insano” no cometiese nuevos crímenes.
Solución: el “asylum” o “manicomio”, establecimiento donde los “insanos” o “locos” eran
recluidos. Así nacen en Europa y Estados Unidos los manicomios a comienzos del siglo XIX.

Ahí sigue radicando el origen de todos los males del actual modelo psiquiátrico: su naturaleza
legal y la consiguiente posibilidad de realizar ingresos hospitalarios y demás tratamientos
psiquiátricos de manera forzosa. En efecto, con este planteamiento queda abierta la posibilidad
de declarar locos a un gran número de personas, pues todos los profesionales relacionados con la
enfermedad mental (psiquiatras, forenses, jueces, etc.), ante la menor duda de que un paciente
psiquiátrico pueda cometer un delito, determinan su ingreso y tratamiento psiquiátrico
involuntario.

Esta es la explicación de que a mediados del siglo XX hubiese varios millones de personas en
manicomios, la inmensa mayoría de ellos metidos allí en contra de su voluntad.

¿Y qué a hacer ahora con toda esta pobre gente encerrada, casi siempre de por vida, en
manicomios?

Surge así, de forma secundaria, la necesidad de ofrecer algún tipo de ayuda o tratamiento a las
personas recluidas en estos establecimientos: primero se les encierra por “locos potencialmente
criminales” y luego se plantea el hecho de reeducarles. Durante todo el siglo XIX la terapia
empleada fue el “tratamiento moral”, preconizado por Pinel, que era un rudimento de las
actuales terapias psicoeducativas. A mediados del siglo XX los laboratorios farmacéuticos
sintetizan el diazepam, la imipramina y el haloperidol, útiles para aliviar los síntomas de la
ansiedad, de la depresión y de las psicosis. Comienza, así, una desenfrenada carrera investigadora
que ha puesto en el mercado centenas y centenas de psicofármacos, con los que,
¡sorprendentemente!, no se ha logrado mejorar la eficacia de los tres primeros, aunque sí han
disminuido algo los incómodos efectos secundarios.
Se llega, de ese modo, a la situación actual: aquella rama de la Medicina Legal, se ha convertido en
una disciplina médica, la Psiquiatría, que no parece tener límites y que crece de forma desmedida
y que afecta ya a casi el 50% población de los países desarrollados. Lo que en principio nace como
un problema legal para situaciones concretas se ha convertido en una especialidad médica que
crece sin límites y que parece dispuesta a devorarlo todo. Nadie, salvo quizá la industria
farmacéutica, entiende cómo puede ser que la mitad de la población de USA esté tomando
algún psicofármaco.

¿Hay alguna manera de solucionar este despropósito?

Los antipsiquiatras han propuesto una y otra vez la suya: acabar con la Psiquiatría por ser una
actividad fundamentalmente perniciosa. Tal solución parece inadecuada. En efecto, ¿qué hacer
con todas las personas que desean que un psiquiatra les ayude, con medicamentos o con otro tipo
tratamiento, a superar una depresión o un ansiedad generalizada e incapacitante? La propuesta
antipisquiátrica debe ser rechaza por no resolutiva.

Frente a la drástica, pero infructuosa, medida de los antipsiquiatras Nuevapsiquiatría propone una
solución completa y eficaz: acabar con las connotaciones legales que actualmente conlleva la
enfermedad mental. Es decir, un trastorno psiquiátrico no puede ser utilizado en forma alguna
como argumento para obtener la no imputabilidad de un crimen. Sea cual sea el diagnóstico de
esa persona, a su abogado defensor le queda totalmente prohibido recurrir al historial psiquiátrico
de su defendido como razonamiento para conseguir la no imputabilidad del crimen cometido por
esa persona.

La única causa que puede alegar el abogado defensor es la existencia de una clara alteración de
la conciencia en el momento en el que su defendido cometió el crimen. Y los trastornos de la
conciencia son trastornos neurológicos y no psiquiátricos.

Con esta sencilla medida se habría puesto fin, de inmediato, al 100% de los ingresos y/o
tratamientos psiquiátricos forzosos, que son la causa de todos los males de la actual Psiquiatría.
Con esa simple normativa al psiquiatra irían ya solamente las personas que voluntariamente pidan
su ayuda. Se acabaron, por tanto, los tratamientos con psicofármacos en contra de la voluntad del
paciente, así como los internamientos forzosos.

La Psiquiatría habrá dejado de ser entonces una disciplina legal al servicio de la Sociedad, para
convertirse en una disciplina médica al servicio de los individuos.

Para quienes piensen que esta solución propuesta por Nuevapsiquiatría es demasiado atrevida y/o
novedosa, les recordamos que la defensa por enfermedad mental está ya abolida en algunos
Estados Occidentales, como por ejemplo Kansas, Montana, Idaho y Utah.

Historia de la psiquiatría
1. Seminario: concepto y campo de la psiquiatría

2. Resumen historia de la psiquiatría

3. Psiquiatría en la edad antigua

4. Psiquiatría medieval y renacentista

5. Psiquiatría ilustrada

6. Psiquiatría romántica

7. Psiquiatría positivista

8. Psiquiatría actual

SEMINARIO: CONCEPTO Y CAMPO DE LA PSIQUIATRÍA

Comenzaré por el término fundante: Psiquiatría. Éste ha sufrido avatares terminológicos, políticos
y científicos a lo largo del tiempo. Nació como alienismo en medio de la Revolución Francesa, se
transformó en medicina mental con el crecimiento del campo anatomoclínico y luego pasó
francamente a ser psiquiatría con Kraepelin y Magnan.

Vemos que la psiquiatría (de: psyche = alma, iatréia = curación, iatros = médico), es una práctica
teórica altamente tecnificada. Actualmente se le considera la rama antropológica o humanista de
la Medicina. Según el diccionario de Littré, la psiquiatría es la parte de la medicina que trata de
las enfermedades mentales, mientras que la neurología trata a las del sistema nervioso. Según
Jorge Saurí, la denominación nace en centroeuropa a mediados del siglo XIX, psicosis, psicopatía,
psicopatología, psiquiatría crecen desde un centro creencial común, basado en la idea del
progreso ilimitado y en el avance extraordinario de la ciencia experimental. Para algunos, el
término es utilizado por primera vez por Johann Cristian Reil en 1803. Aquí, y ya en su origen, la
psiquiatría toma como emblemática a la psicoterapia (terapias psíquicas, tratamiento moral,
etcétera).

La psiquiatría se ha definido como: Rama de la medicina, que se ocupa del estudio, prevención,
tratamiento y rehabilitación de los trastornos psíquicos, entendiendo como tales tanto las
enfermedades propiamente psiquiátricas como patologías psíquicas, entre las que se incluyen los
trastornos de lapersonalidad.

Para la mayoría de los autores, la psiquiatría es una rama de las ciencias médicas,
cuyo carácter científico se alcanza a través de la psicopatología. Según Jaspers por ejemplo, es una
"práctica teórica", altamente sofisticada que en su esencia técnica es heteróclita, es decir, se vale
de distintos procederes. Desde el punto de vista teórico y más aún epistemológico, la psiquiatría
es heterológica (Castilla del Pino). Se debe a que siendo una rama de la patología médica, su
"corpus" doctrinario es la psicopatología (y su aplicación práctica, la semiología propedeútica)
siendo su objeto el ser humano en cuanto a la historia de su devenir, siempre sujeto social, ser
social por antonomasia.

Dentro de lo dicho anteriormente se desprende que la psiquiatría entonces se maneja dentro de


un amplio campo, en estrecha relación con: 1) la patología médica general, 2) la neurología, con la
que comparte una base neurofisiológica cada vez más amplia 3) la psicología, principalmente en el
área de Psicología médica y Psicopatología Clínica; y 4) la sociología, en la búsqueda de elementos
psicopatógenos ambientales y sociales. Todas ellas se diferencian claramente de la psiquiatría,
pero todas a su vez, mantienen importantes conexiones con el cuerpo doctrinario de la misma.

RESUMEN HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA

Para simplificar su estudio, la historia de la Psiquiatría según Lían Entralgo se divide en dos grandes
etapas, como se demuestra en la siguiente gráfica:

Concepción mágico-animista

Era Pretécnica Papiros Egipcios

Edad Grecorromana

Psiquiatría Precientífica Edad Medieval

Renacimiento (1453-1600)

Barroco (1600-1740)

Era Técnica

Ilustración (1740-1800)

Romanticismo (1800-1848)

Positivismo naturalista (1814-1914)

Psiquiatría Científica Actual (1914-.....)

PSIQUIATRÍA EN LA EDAD ANTIGUA

Las antiguas civilizaciones tenían una concepción mágico-animista o demonológica de gran parte
de las enfermedades, en especial de los trastornos psíquicos. Es así como en Mesopotamia los
primeros médicos babilonios fueron los sacerdotes de Assipu, que se ocupaban de las
enfermedades internas y, especialmente, de las afecciones mentales, que eran consideradas como
posesiones demoníacas y tratadas con métodos mágico-religiosos. Más adelante aparecieron los
médicos "no sacerdotes", que se ocupaban de las manifestaciones patológicas externas, como
curar heridas, utilizando formas más naturales de tratamiento.

Los egipcios, mucho antes que los griegos, establecieron en sus templos un tipo de medio
ambiente en el cual se estimulaba a los pacientes a entretenerse con actividades recreativas,
como excursiones, conciertos, danzas, pintura y dibujo. Los dos papiros egipcios más importantes
referentes a medicina datan de 1550 a.C. y son el papiro de Ebers y el de Edward Smith; en este
último se reconoce, por primera vez en la historia, al cerebro como "localización de
las funciones mentales". Los egipcios describieron el trastorno emocional denominado luego como
"histeria" por los griegos, atribuyéndolo a una malposición del útero, por lo cual fumigaban la
vagina como tratamiento, con la intención de devolverlo a su posición original.

PSIQUIATRÍA GRECORROMANA

Los griegos fueron los primeros en estudiar las enfermedades mentales desde el punto de vista
científico, separando el estudio de la mente de la religión, es decir, atribuyeron las enfermedades
psíquicas a un origen natural, lo cual subsistió hasta fines del siglo XVIII. La medicina griega
buscó leyes universales que pudieran constituir la base de una ciencia real de la enfermedad,
investigando a fondo las leyes que gobiernan las enfermedades y buscando la conexión entre cada
parte y el todo, la causa y el efecto. Además de los tratamientos somáticos de
la escuela hipocrática, los griegos emplearon tres tratamientos psicológicos: inducción del
sueño, interpretación de los sueños (a cargo de sacerdotes) y el diálogo con el paciente.

Hipócrates (460-370 a.C.) sostuvo que las enfermedades se producían por un desajuste de los
cuatro humores esenciales: Flema, bilis amarilla, bilis negra y sangre. Así, el exceso de bilis negra
causaba demencia; el de bilis amarilla, ira maníaca, y el de bilis negra, melancolía. Pequeños
excesos de estos tres humores y de sangre daban lugar a personalidades flemáticas, coléricas y
sanguíneas. Hipócrates ubicó en el cerebro la capacidad para pensar, sentir o soñar. También fue
pionero en describir y clasificar racionalmente enfermedades como epilepsia, manía, paranoia,
delirio tóxico, psicosis puerperal, fobias e histeria.

Más tarde Aristóteles (384-322 a. De C.) continuó con las concepciones hipocráticas acerca de las
perturbaciones de la bilis, mientras que su maestroPlatón (427-347 a.C.) consideró que los
trastornos mentales eran en parte orgánicos, en parte éticos y en parte divinos, clasificando la
locura en cuatro tipos: profética, ritual, poética y erótica.

Los romanos siguieron directrices similares a las griegas y postularon que las pasiones y deseos
insatisfechos actúaban sobre el alma produciendo enfermedades mentales. Entre sus máximos
exponentes en ésta área se encuentra Celso (25 a.C. - 50 d.C.), conocido como "Hipócrates latino",
quien dividió las enfermedades en locales y generales; dentro de estas últimas incluyó las
enfermedades mentales, que a su vez las dividió en febriles (delirios) y no febriles
(locura). Areteo (50-130 d.C.), que hizo descripciones clínicas de diversas enfermedades y se
preocupó por el bienestar de los pacientes, encontró que la manía y la melancolía podían
presentarse como parte de una misma enfermedad. Fue el primero en hablar de personalidades
pre-psicopáticas; así, concluyó que las personas propensas a la manía eran irritables y violentas, en
tanto que las propensas a la melancolía eran de carácter depresivo. Adelantándose a Kraepelin,
sostuvo que el pronóstico es determinante en la naturaleza de la enfermedad.

El médico romano Galeno (130-200) hizo una síntesis de los conocimientos existentes hasta ese
entonces, convirtiéndose en un sumario, o más bien un epílogo del período grecorromano, pues a
su muerte comenzó la era del oscurantismo.

PSIQUIATRÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA

EDAD MEDIA

Con la caída del Imperio Romano, las prometedoras ideas de las culturas griega y latina sufren una
involución. La Iglesia excluyó a la psiquiatría de la medicina, pero no pudo abolirla, pues
reapareció bajo el nombre de demonología. Así pues, las enfermedades mentales fueron
consideradas como posesiones demoníacas, y la demonología debía estudiar los signos o estigmas
de posesión diabólica. La actitud hacia los enfermos variaba entre el rechazo y la tolerancia,
renació el primitivismo y la brujería, con lo que reapareció el modelo extranatural de la
enfermedad mental. En este tiempo se destacaron algunos médicos árabes como Razés (865-925),
conocido como el "Galeno persa", quién se opuso a las explicaciones demonológicas de las
enfermedades.

EL RENACIMIENTO

El Renacimiento, que se originó tras la toma de Constantinopla por los turcos, ofreció la promesa
de un nuevo espíritu de humanismo y conocimiento, pero terminó por convertirse en uno de los
capítulos más nefastos en la historia de la psiquiatría. En 1486, los teólogos alemanes Heinrich
Kramer y Johann Sprenger, con el apoyo del papa, publicaron el Malleus maleficarum (El martillo
de las brujas), referente a una conspiración contra el cristianismo, dando lugar a una cacería de
brujas que condujo a la muerte a miles de personas, la gran mayoría mujeres, atribuyendo a la vez
la causa de todas las enfermedades mentales al demonio. El "tratamiento" prescrito para la
enfermedad mental fue entonces la tortura, aún si se llegaba a la muerte, y la cremación como un
acto de piedad, para "liberar el alma" del "desdichado".

En este periodo acontecen también algunos hechos muy positivos, es así como ocurre la Primera
Revolución Psiquiátrica, consistente en la fundación del primer hospital psiquiátrico del mundo,
en Valencia en 1409, por el sacerdote Fray Juan Gilbert Jofré. Luego desde 1412 a 1489 se
fundaron en España cinco centros similares y en 1567 se formó el primer centro mental en el
Nuevo Mundo (México).

Paracelso (1493-1541) se opuso duramente a las creencias médicas de su época. Rechazó la


demonología, así también lo hizo Vives (1492-1540), considerado como el padre de la psiquiatría
moderna y primer psiquiatra.

PSIQUIATRÍA BARROCA
Ocurren en este período grandes avances en múltiples áreas de la medicina
(Histología, fisiología, anatomía, etc), pero la psiquiatría no presentó grandes cambios. Los
pacientes psicóticos permanecían recluidos en asilos, pues se les consideraba una especie de
"alienados". Surgen aquí dos médicos ingleses, Sydenham (1624-1689) y Willis (1621-1675),
quienes plantean que la histeria no sería una enfermedad del útero, sino del cerebro, y que existe
también la histeria masculina.

Como puente a la Ilustración puede considerarse la concepción animista o vitalista


del profesor alemán Stahl (1660-1734).

PSIQUIATRÍA ILUSTRADA

Aunque los enfermos mentales ya no eran quemados en la hoguera, su suerte era aún lamentable
durante la Ilustración. Si no eran internados en los hospitales, vagaban solitarios, siendo objeto de
desprecios, burlas y maltratos. En 1656, un edicto en Francia estableció asilos para insanos, cuyos
directores estaban autorizados para detener personas indefinidamente, y en los cuales se llegó a
encerrar enfermos mentales junto con indigentes, huérfanos, prostitutas, homosexuales, ancianos
y enfermos crónicos, a lo que se sumaba que debían soportar los inhumanos tratamientos:
eméticos, purgantes, sangrías y torturas.

Alrededor de 1800 comienza en Francia la Psiquiatría Científica, con la obra del médico y
reformador francés Philippe Pinel (1745-1826), quien plantea que no deben construirse
nuevas hipótesis sino limitarse a la observación y descripción de hechos. La contribución
fundamental de Pinel fue cambiar la actitud de la sociedad hacia los enfermos mentales para que
sean considerados como seres humanos merecedores de un tratamiento médico. A cargo de la
Bicêtre, liberó a los pacientes de sus cadenas en 1793; dos años después hizo lo mismo en la
Salpêtrière. Pinel llamó a su labor "tratamiento moral", y muchos de sus principios conservan
su valor hasta hoy. En su obra Tratado de la Insanía (1801), clasificó las enfermedades mentales en
cuatro tipos: manía, melancolía, idiocia y demencia, explicando su origen por la herencia y las
influencias ambientales. Con la obra de Pinel y sus seguidores, como Esquirol, la psiquiatría se
libera de las interpretaciones demonológicas y se sustituye la especulación por la observación
empírica, originándose así la Segunda Revolución Psiquiátrica.

PSIQUIATRÍA ROMÁNTICA

Esquirol (1782-1840), discípulo de Pinel, fue el psiquiatra más influyente de esta época.
Continuador de la terapia moral, consideraba al asilo como el arma más poderosa contra la
enfermedad mental, siendo autor de una ley, en 1838, que estableció la construcción de un asilo
en cada departamento de Francia. En su libro Enfermedades mentales: un tratado de insanía
(1838), acuñó el término "alucinación", que diferenció de la ilusión. Además, clasificó las insanías
en "monomanía" (insanías parciales, como la paranoia) y "manía general" (similar al delirium); a la
monomanía asociada con depresión la llamó "lipemanía". Inauguró el primer curso de psiquiatría.
Entre sus principales seguidores tenemos a Jean Pierre Falret (1794-1870) y Jules Baillarger (1809-
1890), que describieron la "insanía circular", y Jacques Joseph Moreau de Tours (1804-1884), que
fue el primero en describir un cuadro psicótico inducido por una droga (el hashish).

El cirujano inglés James Braid (1795-1860) descubrió que los estados de trance, como los
inducidos por Mesmer, no son por magia ni magnetismo, sino por exceso de fatiga muscular
debida a prolongados periodos de concentración, acuñando el término "hipnosis".
Este procedimiento lo utilizó en cirugía para disminuir el dolor.

El neurólogo francés Jean Martin Charcot (1825-1893). diferenció entre las pacientes con lesiones
orgánicas y aquéllas cuyos síntomas eran de origen psicológico o "histérico". Fue también el
primero en estudiar la función del trauma psicológico en el origen de la histeria, suponiendo que
los recuerdos traumáticos se almacenan en el inconsciente, separados de la conciencia, y dan
lugar a los síntomas físicos.

Otros autores importantes de esta época fueron: Johann Reil (1759-1813), alemán, creador de la
psicoterapia racional y fundador de la primera revista psiquiátrica, fue también el primero en
utilizar la palabra "psiquiatría"; Benjamin Rush (1745-1813), reconocido como el "padre de la
psiquiatría norteamericana"; Joseph Adams (1756-1818), inglés, sostuvo que se hereda la
susceptibilidad a la enfermedad y no la enfermedad en sí, con lo cual permitió pensar en
prevención y curación; Johann Christian Heinroth (1773-1843), alemán, el primero en utilizar el
término "psicosomático"; James Cowles Pritchard (1786-1848), inglés, dijo que la actitud antisocial
es una forma de enfermedad mental, describiendo lo que luego se denominó psicopatía; Wilhem
Griesinger (1817-1868), alemán, proclamó que las enfermedades mentales son patologías
cerebrales; Carl Wernicke (1848-1905), alemán, seguidor de Griesinger, intentó localizar
fenómenos psiquiátricos en estructuras cerebrales; Walter Cooper Dendy (1794-1871), inglés,
introdujo el término "psicoterapia", al que definió como prevención y remedio mediante
influencia psíquica; John Conolly (1794-1866), inglés, en su obra Tratamiento de la insanía sin
restricciones mecánicas (1856) insistió en la eliminación de los tratamientos coercitivos; Daniel
Hack Tuke (1827-1895), bisnieto de William Tuke, autor, junto con John Charles Bucknill (1817-
1895), del primer texto completo de psiquiatría.

PSIQUIATRÍA POSITIVISTA

En esta época es donde comienza la decadencia de la psiquiatría francesa con la "teoría de la


degeneración" de Morel (1809-1873), quién en su Tratado de enfermedades mentales (1860)
postuló que algunas enfermedades mentales podían heredarse de padres con afecciones similares
y que la predisposición podía sufrir una activación lenta hasta convertirse en una enfermedad
debido a transmisión vertical repetida o bien a una activación repentina por eventos externos
como traumas sociales, alcoholismo o infecciones. Introdujo la denominación de "demencia
precoz" para referirse a la actual esquizofrenia.

Otros exponentes de esta teoría fueron: Valentin Magnan (1835-1916), francés, uno de sus
iniciadores; Richard von Krafft-Ebing (1840-1902), alemán, en su obra Psicopatía sexual (1886)
describió varios casos de perversiones sexuales y los atribuyó a degeneración, siendo considerado
como el fundador de la sexología; Cesare Lombroso (1836-1909), italiano, autor de El
hombre delincuente (1876) y La mujer delincuente (1893), donde sostuvo que la criminalidad
representa un fenómeno biológico producto de la degeneración, identificable a partir de la
fisonomía, induciendo la creación de una escuela de antropología criminal, de donde se desarrolló
la criminología.

A mediados del siglo XIX ocurre la Tercera Revolución Psiquiátrica, con las concepciones
de Kraepelin (1856-1926): Hay que acercarse al lecho del enfermo y observarlo, y de Freud (1856-
1939) : Hay que escuchar al enfermo y comprenderlo. Así Kraepelin valoró especialmente la
investigaciónclínica, por sobre la especulación teórica y la anatomía patológica, dando especial
valor al estudio del curso completo de la enfermedad. Y Freud, por su parte, descubre que el ser
humano tiene algo más que la mente conciente, creando en 1896 el "psicoanálisis" para referirse a
su técnica de asociaciones libres e interpretación de sueños con el propósito de traer a la
conciencia los recuerdos traumáticos del pasado almacenados en el inconsciente. Fue el creador
también de la teoría de la personalidad y describió los mecanismos mentales de defensa del yo.

PSIQUIATRÍA ACTUAL

La psiquiatría alcanzó su máximo desarrollo durante el siglo XX, con las clasificaciones
internacionales, las diferentes psicoterapias y con la aparición de la psicofarmacología.

El suizo Eugen Bleuler, en su libro Demencia precoz o el grupo de las esquizofrenias (1911), afirmó
que, como no todos los casos de demencia precoz evolucionan hacia la demencia, era más
apropiado usar el término "esquizofrenia". Mencionó cuatro síntomas fundamentales en esta
enfermedad: autismo, ambivalencia y alteraciones en la asociación y afectividad.

El alemán Karl Jaspers (1883-1969) realizó un estudio fenomenológico exhaustivo de la mente


humana. Influyó notablemente en la psicopatología y en la psicoterapia en general.

El alemán Ernst Kretschmer (1888-1964) describió dos tipos corporales: leptosómico y pícnico, los
cuales vinculó con la esquizofrenia y la psicosis maniaco-depresiva, respectivamente.

La figura dominante de la psiquiatría norteamericana, Adolf Meyer (1866-1950), desarrolló un


concepto psicobiológico de la psiquiatría, que integraba aspectos biológicos y psicológicos en la
génesis y tratamiento de los trastornos mentales. Autor de Psicobiología: una ciencia
del hombre (1957).

El alemán Kurt Schneider (1887-1967), autor de Psicopatología clínica (1959), implementó los
enfoques descriptivo y fenomenológico de Kraepelin y Jaspers, respectivamente. Dividió los
síntomas de la esquizofrenia en primarios (conocidos ahora como schneiderianos) y secundarios.

Alfred Adler (1870-1937) fue el primer psicoanalista en diferenciarse de las ideas de Freud,
fundando la escuela de psicología individual. Acuñó las expresiones "estilo de vida" y "complejo de
inferioridad".
Posteriormente el psicoanálisis comienza a degranarse en múltiples escuelas, siendo los primeros
en deslligarse de Freud: Ana Freud, Carl Jung, y Melanie Klein.

En plena expansión del psicoanálisis el ruso Pavlov (1849-1936) en


sus experimentos sobre conducta aprendida y no aprendida da origen al Conductismo o Psicología
del Comportamiento, tras él destacan en ésta área Watson (1878-1958) y Skinner (1904-1990).

Se desarrollan también otro tipo de psicoterapias, como es la psicoterapia centrada en


el cliente de Carl Rogers (1902-1987), donde responsabiliza al paciente por sus sentimientos
y evolución de su terapia; la terapia gestáltica de Fritz Perl (1893-1970) busca el alivio terapéutico
de una experiencia dolorosa para el tratamiento de la neurosis; el análisis transaccional de Eric
Berne (1910-1970), que postula que los padres crean un libreto de vida en la primera infancia que
conforma e inhibe la vida del sujeto, por lo que la terapia busca descifrar ese guión.

En la década de los 60, surge en Inglaterra la llamada antipsiquiatría como movimiento social,
teniendo como iniciadores a Ronald D. Laing (1927-1989), con su obra El yo dividido (1960),
y David G. Cooper (1931), autor de Psiquiatría y antipsiquiatría (1967) y La muerte de la
familia (1971). Este movimiento cuestionó a la familia y al estado, convirtiendo a la enfermedad
mental en un mito, un rótulo arbitrario utilizado para descalificar a ciertas personas, siendo los
psiquiatras instrumentos del poder opresivo. Con estas ideas, los antipsiquiatras fundaron la
institución Kingsley Hall (1965-1970), en donde los supuestos enfermos podían realizar libremente
sus "viajes" regresivos. En Italia, Franco Basaglia (1924) influyó en la promulgación de la ley 180,
que cerró los hospitales psiquiátricos. Como todo movimiento de contracultura, la antipsiquiatría
tuvo una existencia efímera.

Otros tratamientos utilizados a lo largo del siglo XX han sido: la inducción de malaria en pacientes
con paresias generales, el coma insulínico, el electrochoque, y la psicocirugía.

En el ámbito de la Psicofarmacología, en 1952 los psiquiatras franceses Jean Delay (1907-1987)


y Pierre Deniker (1917-1998) demostraron las propiedades antipsicóticas de la clorpromazina, que
significó el primer tratamiento realmente efectivo contra la esquizofrenia, por lo que se considera
el año en que se produce la Cuarta Revolución Psiquiátrica. En los siguientes años aparecieron
nuevos antipsicóticos fenotiazínicos y de otros grupos. En 1960 se sintetizó la clozapina, el primero
de los denominados antipsicóticos atípicos. En 1957 el psiquiatra suizo Roland Kuhn (1912) y el
psiquiatra norteamericano Nathanial Kline (1916-1983), demostraron respectivamente los efectos
antidepresivos de la imipramina (del grupo de los tricíclicos) y de la fenelzina (del grupo de los
inhibidores de la monoaminooxidasa). En 1987 se introdujo la fluoxetina, el primer inhibidor
selectivo de la recaptación de la serotonina. La aparición de los psicofármacos ha significado la
mayor revolución en el campo de la psiquiatría, llegando a convertirse en parte imprescindible del
tratamiento de muchas enfermedades psiquiátricas, como la esquizofrenia, los trastornos
afectivos mayores, el trastorno obsesivo-compulsivo y otros trastornos de ansiedad. Actualmente
existe una gran variedad de psicofármacos, buscándose cada vez mayor eficacia y selectividad
de acción, con menos efectos colaterales.
Al comenzar el siglo XX, sólo se conocían cinco fármacos con propiedades sedantes: bromuro
(introducido en 1853), hidrato de cloral, paraldehído, uretano y sulfonal. La aparición del
fenobarbital en 1912, dio lugar a la síntesis de 2500 barbitúricos, de los cuales 50 se utilizaron
comercialmente. En 1957 se sintetizó el clordiazepóxido. Durante la década de los '60, los
barbitúricos fueron desplazados por las benzodiacepinas.

Fue en 1949 que el psiquiatra australiano John Cade (1912-1980) describió los efectos del litio
para el tratamiento de pacientes maniacos, Sin embargo, debido a los temores que despertaba
este elemento por su toxicidad, recién en 1970 la FDA aprobó su uso en los Estados Unidos.

COMENTARIO

La peculiaridad histórica más importante de la Psiquiatría es el de ser la más joven de las ramas de
la Medicina, ya que ha sido la última de las especialidades médicas en ser aceptada como tal. A lo
largo de la historia las enfermedades mentales, al igual que el resto de las enfermedades, pero en
mayor medida que éstas, han sido terreno de la magia y la religión, cuestionándose
continuamente su condición misma de enfermedades, ya sea atribuyéndoles un origen diabólico,
en los tiempos antiguos, o un origen netamente social en la mucho más reciente antipsiquiatría.
Pero se ha avanzado bastante desde entonces, tanto en el estudio de la parte biológica, genética,
neurofisiológica, y epidemiológica de la psiquiatría, como en la uniformización de criterios
diagnósticos y de lenguaje en psiquiatría, considerándose una nueva revolución actualmente
en proceso.

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