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Enajenación o patología del espíritu

Este constructo de tintes políticos surge a partir de la teoría Marxista, cobrando


fuerza entonces por la creciente cosificación de los hombres, es decir, una
administración de hombres para el hombre. Ya que el ser humano es el único ser
vivo capaz de usar como recurso a sus semejantes, desdibujándose la frontera entre
individuo, sociedad, cultura y política, ejerciendo un control coercitivo que diezmaba
la capacidad intelectual, reflexiva, emotiva y de auto actualización (Termino que
acuña viktor Frankl.). Entonces cuando hablamos de enajenación se podría definir
desde Fernandez Paniagua, J. M. (2009) como “un proceso de “cosificación”, en el
que la persona no se relaciona productivamente consigo misma ni con el mundo
exterior.”
István Mészaros, ofrece cuatro características principales del concepto de
enajenación que menciona Marx:
I. El hombre es enajenado de la naturaleza
II. Es enajenado de sí mismo (de su actividad)
III. Es enajenado de su especie (de su pertenencia a la especie humana)
IV. Es enajenado de los hombres (de su prójimo). (Kärner, H. ,1983).

Este proceso presenta un detraimiento en su autoconocimiento imposibilitándolo


para que este se desenvuelva con libertad, espontaneidad y autenticidad. Lo cual lo
transforma parcialmente en un sujeto pasivo, “lactante”, frustrado, exógeno de sí
mismo y lo sume en una conciencia pobre de su ecología. Erich Fromm acuña un
término que nos permitirá entender el alcance de este proceso , habla del “carácter
social “ , el cual define como “ núcleo de la estructura de carácter compartida por la
mayoría de los individuos, claramente diferenciado del carácter individual, del cual
es necesario hacerse una idea para juzgar la salud mental y equilibrio del hombre.
“ ( Fromm citado por Fernandez Paniagua , J.M. , 2009). Este concepto señala que
entonces la enajenación se entiende como un proceso social o colectivo, lo cual
podría considerarse como una verdad parcial, por otro lado no se puede establecer
de forma concisa que sea de ese modo. Ya que la enajenación en efecto se ve
influida por ciertos fenómenos sociales externos como por ejemplo el “sentido
común “y “opinión pública “, mencionados por Fromm, los cuales dictan una forma
establecida de actuar, pensar, sentir y existir para considerarse parte de un sistema
social. Estos parámetros, abogan por un retraimiento del self , afectando la totalidad
del ser y coartan sus posibilidades , reduciendo su percepción de la realidad , auto
concepto , relaciones vinculares , creatividad , motivación etc. Haciendo del
individuo un ser aislado, apático y alienado. Sometido ante los dictámenes de una
sociedad contemporánea cambiante, caótica y compleja.
La lejanía y el abandono de sí mismo, es desde luego un fenómeno alarmante. Ya
que en una sociedad disociativa , alienante y limítrofe se presenta no solamente
del sometimiento del Yo como tópica de Freud, sino a la construcción de un
Pseudoyo, guiado y motivado por fuerzas extrínsecas, que escapan del
entendimiento. Convirtiéndose en una crisis de identidad, un acercamiento pobre a
la realidad y un locus de control coartado.
El individuo tras la alienación pierde toda la posibilidad del ser, de la trascendencia
y de su búsqueda incansable del sentido. Es importante entender que abogar por la
evitación de este enajenación es luchar por la conservación del espíritu humano, de
la libertad, la espontaneidad, el sentido de vida, la individualidad y el intercambio
cultural. Si lo contemplamos desde un punto humanista que nos plantea Mihailo
Markovic (1998) dice: “Es, por lo tanto, la supresión de la enajenación, la universal
emancipación de todas las formas de esclavitud y miseria: política y económica,
material y espiritual, externa e interna.” (Mihailo Markovic cita por Kärner, H. ,1983).
Desde esta óptica se retorna una tópica, aquella que nos dice que la existencia del
hombre es más imperante que cualquier discurso o control, que por medio de la
expresión del sí mismo, del arte, podremos dilucidar una realidad alternativa más
plausible.

Sentido de vida o “segundo nacimiento”


La búsqueda de sentido es una experiencia inherente del ser humano, encontrar
aquella razón de ser, de estar y de existir. Cuestionarse su propia existencia es
parte de una experiencia cumbre de autodescubrimiento. Faltaría definir desde la
logoterapia que es el sentido:
“Es lo que se oculta en una situación concreta afrontada por una persona concreta.
El sentido, por lo tanto, es siempre un sentido potencial, es decir, que necesita ser
actualizado por la persona en cuestión, la cual se siente invitada a escuchar la
"llamada" de la situación que afronta. El sentido es así el valor encarnado, siendo
de esta forma concreto, único y singular en cada situación, alcanzándose a través
de un proceso de búsqueda.” ( Viktor Frankl citado por Guberman Marta y Pérez
Soto Eugenio,2005).
Por otro lado Heráclito, dice que es “El principio de todas las cosas, la ley que
gobierna el andar del mundo.” Como el Arche del hombre, la sustancia que impele
su existencia, que le da una dirección entre la escala vivencial del cosmos. Heráclito
afirma: “Hay un logos del alma que crece en sí mismo” (Tobías Imbernón, C., &
García-Valdecasas Campelo, J. ,2009).
Esta fuerza totalizada que puede producir, gobernar, que es razón seminal, origen
de todo. El principio del ser, todo se dirige hacia el fin que le fue asignado o
descubierto. La libertad del sabio consiste en el querer lo que el Logos quiere.
(Tobías Imbernón, C., & García-Valdecasas Campelo, J. ,2009). Se habla entonces
que este sentido y esa búsqueda son personales, cada hombre debe por elección
cuestionar su razón de ser. Frankl indica que es la vida misma la que ofrece un
sentido al hombre, al que éste debe responder. Esta petición vital debe ser
respondida desde la experiencia del ser, desde la libertad, la autenticidad y la
experiencia vivida. Este sentido debe estar orientado a la escala de valores, no solo
a un impulso latente, sino a una búsqueda de auto trascendencia, donde el sentido
es personal, dinámico, flexible y creativo. Vivir la plenitud es estar sintonía con el
logos.
Retomando la auto trascendencia que permea la voluntad del sentido, es referida
como “que el hombre no sólo no se preocupa en primer término por la reducción de
tensiones, sino que incluso las necesita; 2) por lo tanto, busca tensiones; 3) sin
embargo, en la actualidad no halla tensión suficiente; 4) y por ello crea, a veces,
tensiones.” (Rosso, M. A., & Lebl, B. ,2006). Estas tensiones no son las pulsiones
de Freud, por otro lado son motivaciones intrínsecas, las cuales impulsan al sujeto
a encontrar ese sentido de vida. Una forma de encontrar esas tensiones es a través
de cuestionamientos: Si no lo hago yo, ¿quién lo hará?"; "Si no lo hago ahora,
¿cuándo lo haré?"; "Si lo hago sólo para mí, ¿quién soy yo?". Podría decirse que
esto surge a partir de un autoanálisis existencial, donde el hombre se observa a sí
mismo, en un acto de fe. Llegando al auto comprensión y orientado a la
autoconfiguración renunciando a la configuración externa para ser libre en el modo
de ser y libre para ser de otro modo, evitando esa enajenación.
En esa aspiración a ampliar la dimensión espiritual, se busca frenar o prevenir esa
frustración existencial donde se gesta el sin sentido, y el ser contempla esa imagen
de sí. Esta frustración puede traducirse de las siguientes maneras:
I. Adicción a las drogas, al alcohol, a la comida, al juego, a los entretenimientos,
y otras: represión de la voluntad de sentido cuando es reemplazada por la
voluntad de placer, en un afán puramente hedonista y de aturdimiento.
II. Adicción al trabajo: es abogar por la búsqueda material, tratar de concebir un
sentido de vida a través de la acumulación de trabajo, objetos o dinero.
III. Neurosis colectivas.
IV. Neurosis de desocupación: apatía de quien está desempleado, que concibe
que la actividad laborar es lo único que puede otorgar sentido a su vida.
V. Neurosis del domingo: depresión que sufre aquél que se da cuenta del vacío
de su vida cuando hace un alto en su trabajo cotidiano.
VI. Neurosis noógena: Se entiende como una neurosis de conciencia y de una
crisis de valores.
VII. Suicidio: autoagresión de quien considera carente de significado el seguir
viviendo.( Rosso, M. A., & Lebl, B. ,2006).

Quien busca ese sentido, se alza en aras de encontrar el “supra sentido” que
trasciende la capacidad intelectual, y se traduce en un acto de fe. Tomando como
base las 10 tesis que menciona viktor Frank, las cuales son: singularidad individual,
su totalidad, su irrepetibilidad u originalidad, su relacionalidad , finitud y la auto
trascendencia. Estas tesis que conforman la tridimensionalidad del ser humano,
visión holística e integrada desde lo psicosomático, psíquico- social y espiritualidad.
Visión antropológica

La libertad de la La voluntad
voluntad del sentido

Significado
de la obra

Estas tres dimensionas buscan hacerle frente a las preocupaciones existenciales


fundamentales del ser humano; libertad, aislamiento, muerte y el sin sentido. Esa
libertad entendida como la soltura de las estructuras externas, no aislándose, sino
siendo autentico, por otro lado ese asilamiento/soledad, se trata de alejarse de los
otros y del mundo; El fin , la muerte , es una de las preocupaciones fundamentales
humana , que no se trata solamente del cese de la vida , sino del alejamiento del
ser y de la posibilidad que se vuelve finita. Por último, y aquí nos salva esa búsqueda
de sentido, evitando entrar en el sinsentido, en el absurdo de vivir. El ser apoyado
de esas fortalezas psíquicas, busca reducir la ansiedad existencial que puede
padecer el ser humano a lo largo de su ciclo vital, evitando a toda costa “el olvido
del ser “que menciona Heidegger, donde el ser humano vive en el mundo de las
cosas, dirigiéndose en las diversiones cotidianas de la vida. Olvidándose del su
propia conciencia del ser, y cayendo inevitablemente en la “Enajenación”.
Logoterapia
Por definición, se puede considerar a la logoterapia como:
“El término logoterapia, como nos cuenta el propio Frankl (1993), proviene de la
palabra «logos» (sentido, significado, propósito) por eso habla de la voluntad de
sentido en vez del principio del placer del psicoanálisis y en contraste con la
voluntad de poder adleriana. La logoterapia, por lo tanto, permite hacer frente a la
neurosis noógena, es decir, aquella neurosis que no nace de los conflictos entre
impulsos e instintos, sino más bien de los conflictos morales. Espirituales o
existenciales” (Rozo, J. A. ,1998).
El mismo creador, victor Frank la define como: “Psicoterapia orientada a la
búsqueda del sentido que se focaliza en lo espiritual; apela a la facultad de oposición
del espíritu. Como psicoterapia, tiene una aplicación específica y una aplicación no
específica.”
La logoterapia busca que la persona logre encontrar el sentido de su vida, a través
del ejercicio de la reflexión profunda, la acción, el amor y la aceptación del
sufrimiento. Encontrando ese “Legos” oculto de la existencia, es un proceso
analítico y de armonía, donde el ser por si solo debe cuestionar a la vida por ese
sentido.
Los tres pilares de la Logoterapia son: libertad de la voluntad (como libre albedrío),
voluntad de sentido (como voluntad deliberada) y sentido de la vida (como bien-fin).
La libertad de voluntad se refiere a que el ser tiene la elección de dirigirse sobre su
propia facticidad, se trata de ser libre frente a los instintos, la herencia y al medio
ambiente. La voluntad del sentido, es una motivación básica del ser humano
consiste en la búsqueda de la felicidad, pero no en sí mismo, sino en sus actos y
por último, el tema central es el sentido de vida , donde el ser cumple el sentida y
realiza los valores , encuentra su razón de ser y se realiza a sí mismo.
Este enfoque también se basa en una visión humanista-existencialista del hombre
donde retoma cuatro pilares para considerar su existencia; Autonomía e
independencia, autorrealización, orientación por meta y sentido, y por último la
totalidad del ser. (Rosso, M. A., & Lebl, B. ,2006). Donde se considera a la persona
como centro de la terapia, se basa en la experiencia, relativiza el conocimiento y
vence la postura mecanicista.

Sustentos filosóficos de la logoterapia


Existencialismo
Esta postura filosófica enfatiza el interés hacia la experiencia de la persona, donde
este se encuentra solo con el mundo y se enfrenta a la ansiedad que le confiere su
aislamiento. Busca entender las experiencias humanas con su valor universal. Uno
de sus principales representantes es Rollo May , quien la difundió desde Europa
hasta EUA. ( Rozo, J. A. ,1998)
Fenomenología
“Frankl adhiere a la Fenomenología desde su propia pluma: La fenomenología tal
como yo la entiendo, habla más bien del lenguaje de la autocomprensión humana
pre-reflexiva que no interpreta un determinado fenómeno según pautas
preconcebidas”. ( Rozo, J. A. ,1998)
Trata los fenómenos de la conciencia en su relación con los objetos. Desde la
experiencia, toma la conciencia pura y no la social, considerando entonces las cosas
por su valor ideal no por su valor real.
Personalismo
Es una corriente de pensamiento que considera a la persona como centro esencial
de análisis. Considerándolo como un ser subsistente y autónomo, pero dotado de
una orientación social y comunitaria, un ser libre sin caer en el aislamiento ,
trascendente y con un valor por sí mismo lo cual le impide enajenarse . Un ser moral,
capaz de amar, de moverse en función de una actualización de sus potencias y
finalmente de definirse a sí mismo, sin negar la naturaleza que lo determina. ( Rozo,
J. A. ,1998).
Estas tres corrientes filosóficas concretan el pensamiento , la orientación y la
concepción del hombre que tiene como sin la logoterapia.
«A cada hombre se le pregunta por la vida y únicamente puede responder a la
vida respondiendo por su propia vida; sólo siendo responsable puede contestar a
la vida. De modo que la logoterapia considera que la esencia íntima de la
existencia humana está en su capacidad de ser responsable» (Frankl, 1993, p.
108 citado por Rozo, J. A. ,1998 ).
Arteterapia
El arte arteterapia es un medio efectivo para intervenir de manera menos
confrontativa y conflictiva con adolescentes, dada la etapa del ciclo vital que
atraviesan y la forma en la que interpretan el mundo de manera egocéntrica, según
Aberastus. A y Knobel. M (2004) buscan establecer su propia identidad, acogiendo
las figuras paternas como referencia y al mismo tiempo de manera contradictoria
exigiendo su independencia. También suele ser muy fuerte el deseo de pertenencia
a grupos de semejantes con quien tienden a compartir gustos, formas de hablar y
de vestir, dejando de lado su propio ser, con tal de pertenecer y buscar en sus
semejantes alivio, pues es frecuente la experimentación de angustias y duelos por
la pérdida del cuerpo y rol infantil.
La adolescencia Feldman. R, Old. S, Papalia. E, (2009a) es “la transición del
desarrollo entre la niñez y la adultez que implica importantes cambios físico,
cognoscitivos y psicosociales” (p. 354). En la adolescencia se pasa por cambios
físicos importantes propios de la pubertad, misma que se define como un proceso
de maduración sexual, la cual estima los mismos autores que puede empezar un
poco antes de los 10 años y concluir a los 17 a diferencia de la adolescencia que
comienza a los 11 años y termina a los 20 aunque en algunas personas se puede
extender hasta los 25 años.
La aversión que puede existir con las figuras paternas o de autoridades a pesar de
la alta dependencia que aún tienen con estos puede dificultar la interacción con los
mismo, por lo que es viable trabajar desde un método que no los obligue de manera
directa a lidiar con los posibles problemas existenciales, pues pudieran representar
una amenaza, dando como resultado la evasión a dichos temas sobre su propio
lugar en el mundo y el sentido de vida, cuando aún están en proceso de
autoconocimiento y aprendiendo a empatizar y pensar en el otro.
Se considera importante retomar la resolución de la identidad, por ser esta
fundamental en la toma de decisiones que dirigirán su vida, si esta no se resuelve
adecuadamente puede provocar un poco sentido de pertenencia, y llevar una vida
sin dirección, y dificultades futuras en la toma de decisiones y proyectos de vida.
Según Erikson (1968) citado por Felman.R. S et al. (2019b, p. 390) la identidad es:
“una concepción coherente del yo, constituida por metas, valores y creencias con
las cuales la persona tiene un compromiso sólido.” Para este autor el adolescente
quiere y necesita dar sentido al yo, fruto de esta necesidad experimenta crisis de
identidad, y si estas son resulta adecuadamente desarrollan la virtud de fidelidad a
sus propias creencias misma que considera como una extensión de la confianza.
Por lo que se considera elementar entender cómo se construye el yo que aporta
para llegar a darle sentido a la propia existencia, y se abordará más adelante.
Otro aspecto a valorar es la forma en que suelen tomar decisiones desde la
perspectiva emocional, haciendo énfasis en que desarrollar un buen conocimiento
y manejo de las mismas como una vía al autoconocimiento. El adolescente de 11
a 13 años puede ser impulsivo y no pensar adecuadamente sobre las
consecuencias de sus acciones, aunque ya se encuentra en la etapa de
operaciones formales, y es capaza de manejar pensamientos abstractos según las
teorías de Piaget (1920) expuestas por Felman.R. S et al. (2009c, p. 30), para
Goleman (2003a) esto se explica a que la utilización de la amígdala es más
frecuente en esta etapa. La amígdala es una estructura ubicada en el cerebro que
influye en las emociones y conductas significativamente. A esta misma estructura
llega primero la información recogida por los sentidos como el ojo el oído o la vista,
de manera que se apresura a generar una respuesta rápida y menos racional, hasta
que dicha información producida por el exterior es asimilada y clasificada de forma
eficaz por la neocorteza de procesamiento sensorial.
Aunque la adolescencia sea una etapa que se denomina como difícil y confusa, no
necesariamente los adolescentes tienen porque significar una fase de dolencias,
más bien el desarrollo de está depende de la situación personal y socio-cultural en
el que se encuentre inmersa la persona, para Offer y Shonert-Reich (1992) citado
por Olds. S et al. (2009d, p. 405), uno de cada cinco adolescentes encaja con este
estereotipo Por otro lado, se explora en otros estudios que la forma en que llevan
esta transición está más asociada con las diferencias de cultura y los conflictos
familiares.
Atendiendo esto se intenta que por medio de las técnicas arteterapéuticas llegar al
reconocimiento de su propio ser, fortalecimiento del yo verdadero o del self,
provocando un efecto a largo plazo para que sea un medio con el cual puedan
pensar más libremente, tomando responsabilidad de su vida y encuentre un sentido
a ella, atiende las necesidades de construir su propia identidad y adaptación
adecuada, por lo que se espera que el adolescente pueda encontrar un medio para
liberar la ansiedad, estrés, confusión por los cambios físicos y sociales. Esta
intervención puede ser Benfica en especial para aquellos que presentan dificultades
marcadas en este ciclo de su vida más que otros.

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