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I
DE LA PRETENSIÓN DEL SOLICITANTE
Tal solicitud ante esta Sala, fue fundamentada en los siguientes términos:
1. Que la sentencia cuya revisión fue solicitada “…dejó firme una decisión
desproporcionada de ‘inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por un período
de cinco (5) años’, todo lo cual menoscaba [su] derecho político y constitucional a
postular[se] como candidato a cualquier cargo de elección popular”. Asimismo, que “…
incurrió en uno de los supuestos de revisión de sentencias que ha señalado el artículo 25
numeral 11 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, referido al caso de
sentencias definitivamente firmes dictadas por otras Salas del Tribunal Supremo de
Justicia que violen derechos constitucionales”.
2. Que el “…26 de octubre de 2004, la Dirección de Determinación de
Responsabilidades de la Dirección General de Procedimientos Especiales de la
Contraloría General de la República, declaró la responsabilidad administrativa, en mi
actuación como Concejal de la Cámara Municipal del Municipio Baruta del Estado
Miranda, durante el ejercicio fiscal 2002, ‘…Por haber aprobado el pago de 116 órdenes
de pago (…) para la cancelación de sueldos al personal municipal, sin que las mismas
hubiesen sido cometidas al correspondiente control previo al pago que correspondía
ejercer a la Contraloría Municipal, bajo un supuesto de emergencia para solventar el
atraso del pago de los sueldos de los trabajadores del Municipio Baruta…’ y ‘…Por haber
aprobado la orden de pago especial N° 0115 S/F, por un monto de VEINTIÚN MILLONES
CUATROSCIENTOS (sic) CIENCUENTA MIL SIN CÉNTIMOS (Bs. 21.450.000,00), por
concepto de pago de dietas a concejales pertenecientes al Concejo Municipal de Baruta
desde el 01 de enero de 2002 hasta el 31 del mismo mes y año, calculadas en un monto
quincenal de NOVECIENTOS SETENTA Y CINCO MIL BOLÍVARES SIN CÉNTIMOS (Bs.
975.000,00), en contravención a las normas del Régimen Transitorio aplicables (sic),
donde se especificaba que dichos pagos debieron ascender a un monto mensual máximo de
CUATROCIENTOS TRES MIL DOSCIENTOS BOLÍVARES SIN CÉNTIMOS (Bs.
403.200,00)’”.
3. Que “[l]o anterior motivó que el 30 de marzo de 2005, el Contralor
General de la República dictara la Resolución N° 01-00-096, mediante la cual
se [le] impuso la sanción de inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por un
período de cinco años, en virtud de haber sido declarado responsable administrativamente,
y con base en el dispositivo contenido en el artículo 105 de la Ley Orgánica de la
Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal”.
4. Que “…[c]ontra la referida decisión dictada por el Contralor General de
la República se ejerció un recurso de reconsideración que fue declarado sin lugar
mediante la Resolución N° 01-00-000190 del 03 de agosto de 2005, que finalmente
confirmó [su] inhabilitación”.
5. Que “[m]ediante escrito presentado en fecha 01 de noviembre de 2005
ante la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo De Justicia, se presentó un
Recurso Contencioso Administrativo de Nulidad contra la Resolución N° 01-00-000190, de
fecha 03 de agosto de 2005, dictada por el Contralor General de la República, que declaró
sin lugar el recurso de reconsideración ejercido contra la Resolución N° 01-00-096, de
fecha 30 de marzo de 2005, mediante la cual se [le] impuso la sanción de inhabilitación
para el ejercicio de funciones públicas por un período de cinco (5) años”.
6. Que el “…12 de agosto de 2008, al acudir a la Junta Municipal Electoral
del Municipio Baruta del Estado Miranda, a los fines de formalizar [su] postulación para
el cargo de Alcalde del Municipio Baruta para las elecciones municipales que se
celebrarían el 23 de noviembre de 2008, [se vio] imposibilitado de
inscribir [su] candidatura, ya que el sistema automatizado de postulaciones del Consejo
Nacional Electoral (CNE), luego de ingresar los datos requeridos para [la] inscripción,
arrojó el siguiente resultado: ‘UZCÁTEGUI DAVID RICARDO. Esta persona se encuentra
inhabilitada para la función pública por la Contraloría General de la República’. En
virtud de esto el CNE [le] impidió postular[se] para el cargo de Alcalde del Municipio
Baruta para las elecciones municipales que se celebraron el 23 de noviembre de 2008”.
7. Que “…[m]ediante sentencia de fecha 19 de mayo de 2009, la Sala
Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia declaró SIN LUGAR el recurso
contencioso administrativo de nulidad interpuesto contra la Resolución N° 01-00-096, de
fecha 30 de marzo de 2005, mediante la cual se [le] impuso…” la aludida sanción de
inhabilitación. “Contra esta decisión se podría ejercer un
Recurso (sic) Extraordinario(sic) de Revisión ante la Sala Constitucional del TSJ (sic), el
cual no se había ejercido hasta ahora”.
8. Que “…en modo alguno y en ninguna instancia nacional o
internacional, [ha] puesto en duda la facultad y potestad constitucional que tiene la
Contraloría General de la República para imponer sanciones administrativas de
inhabilitación a funcionarios públicos…”.
9. Sobre la negación de que su actuación hubiera causado daño patrimonial
alguno sostuvo que “…[u]na de las causas que dieron origen al acto administrativo de
fecha 26 de octubre de 2004 dictado por la Dirección de Determinación de
Responsabilidades de la Dirección General de Procedimientos Especiales de la
Contraloría General de la República, fue la declaratoria de [su] responsabilidad
administrativa ‘…por haber aprobado el pago de 116 órdenes de pago (…) para la
cancelación de sueldos al personal municipal, sin que las mismas hubiesen sido sometidas
al correspondiente control previo al pago que correspondía ejercer a la Contraloría
Municipal, bajo un supuesto de emergencia para solventar el atraso del pago de los
sueldos de los trabajadores del Municipio Baruta…’, todo lo cual no causó daño alguno al
patrimonio público del Municipio Baruta según los antecedentes administrativos del caso.
En todo caso, la erogación tuvo como objeto el pago de los sueldos del funcionariado
municipal que prestó sus servicios y era el legítimo destinatario de esos recursos como
contraprestación por sus servicios”.
9.1. Que “…no hubo ni se causó daño alguno al patrimonio público, como
lo reconoció la propia Contraloría General de la República en el expediente
administrativo del caso, que estuvo durante el proceso correspondiente, en la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia”.
9.2. Que “[e]n los autos de dicho expediente administrativo se puede
observar claramente que en el Auto Decisorio de fecha 26 de octubre de 2004
que [lo] declaró responsable administrativamente, la Dirección de Determinación de
Responsabilidades de la Dirección General de Procedimientos Especiales de la
Contraloría General de la República, señaló, con relación a las órdenes de pagos (sic) que
aprobamos en el Concejo Municipal para el caso de los trabajadores del municipio,
expresamente que: a) ‘cabe destacar que en ningún momento ni estado de la causa se ha
puesto en entredicho o se ha refutado en alguna forma, que tales pagos corresponden a
compromisos ciertos y debidamente causados, por el contrario, se ha dejado claro, que
tratándose éstos (sic) pagos, de los sueldos y salarios de los trabajadores del Municipio,
son egresos de carácter ordinario, concurrentes y por ende previsibles, y en consecuencia,
de obligatoria cancelación una vez que son causados cada semana en el caso de los
obreros y cada quincena en el caso del resto de los trabajadores del municipio. Es por ello,
que no se pone en duda que, de no cancelarse oportunamente los mismos, tal falta podría
generar intereses moratorios en contra del municipio por incumplimiento del contrato
colectivo que amparaba dicho (sic) trabajadores’. b) ‘…en ninguna de las actas que
conforman el (…) expediente, se evidencia algún tipo de anormalidades en el manejo del
presupuesto del Municipio Baruta del estado Miranda, respecto de la partida 4.01
correspondiente a gastos de personal’. C) ‘…los hechos imputados, subsisten no obstante
la intencionalidad que pudo mediar en ambas situaciones, y a pesar de la ausencia de
daño patrimonial’”.
9.3. Que “la Resolución 01-00-096 de fecha 30 de marzo de 2005 notificada
el 9 de mayo de 2005, dictada por el Contralor General de la República, [le] impuso la
sanción de inhabilitación (…) utilizando como uno de los principales argumentos, motivos
o causa de dicho acto administrativo: ‘la gravedad de la falta cometida así como el daño
causado al patrimonio público para la fecha de la ocurrencia de los hechos sancionados
en el referido Auto Decisorio de fecha 26 de octubre de 2004’”.
9.4. Que “…el acto administrativo mediante el cual se declaró mi
inhabilitación sostiene lo contrario sin aportar ningún tipo de pruebas o elementos y ello
devela que para el Despacho del Contralor General de la República, el supuesto daño al
patrimonio público, era la principal razón para la imposición de la sanción de
inhabilitación”.
9.5. Que “…una muestra contundente de lo antes expuesto está contenida en
la decisión posterior dictada por el propio Contralor General de la República, al declarar
improcedente el recurso de reconsideración contra el primer acto de ese Despacho
que [le] impuso la sanción…”
9.6. Que “[e]n ese acto del Contralor se reconoce expresamente que dicha
sanción se aplicó a pesar de que los hechos que se [le] imputaron no son hechos que hayan
afectado el patrimonio público. Entre otros pasajes de esa decisión que demuestran esta
afirmación, está la siguiente: ‘Así, pues, el extremo atinente a la ausencia de daño
patrimonial, no podía formar, ni formó parte del análisis efectuado por quien suscribe, a
fines de ponderar la sanción impuesta, con lo que ha de entenderse que no afectó el tipo de
sanción aplicada, ni el lapso estipulado en relación con la vigencia de la sanción de
inhabilitación…’…”.
9.7. Que “[t]odo lo anterior lamentablemente no fue tomado en cuenta por
la Sala Político Administrativa en su decisión objeto del presente
Recurso (sic) Extraordinario (sic) de Revisión, a pesar de que se alegó reiteradamente ante
esa instancia demostrándose que la sanción de inhabilitación, en [su] caso concreto era
absolutamente desproporcionada e improcedente”.
10. Sobre la negación de que se hubiera omitido el control fiscal previo,
añadió que el 8 de junio de 2005 “…entró en vigencia la Ley Orgánica del Poder Público
Municipal en la cual se eliminó, como requisito legal, el llamado control previo por el cual
se [le] impuso la sanción de inhabilitación (…). [L]a consecuencia de la entrada en
vigencia [de esa Ley] implicó que el supuesto de hecho (omisión de control previo) que
estaba sancionado por el artículo 94 numeral 9 de la Ley Orgánica de la Contraloría
General de la República, ya no pueda ni deba ser considerado como un supuesto de
responsabilidad administrativa y, mucho menos, como un supuesto para declarar la
inhabilitación de un funcionario público, al haberse omitido el control previo que
establecía la legislación derogada en la materia”.
10.1 Como consecuencia de la entrada en vigencia de esa Ley, arguye
que “la nueva situación legal surgida a partir de la eliminación del control previo de la
legislación municipal venezolana, debe ser aplicable a las personas que hayan sido objeto
de alguna sanción por haber omitido el control previo ahora derogado, porque esa es la
obligación constitucional que se deriva necesariamente de lo establecido en el artículo 24
de la Constitución, que obliga a aplicar en forma retroactiva la situación legal más
favorable a la persona sancionada (…), lo cual lleva a que se deba considerar sin efecto
aquellas sanciones basadas en las omisiones al control previo, que se hayan dictado antes
de la eliminación legislativa de ese control, es decir, en casos como el [suyo]. No obstante
todo lo anterior, mediante la Resolución de fecha 3 de agosto de 2005 dictada por el
Contralor General de la República (posterior a la eliminación legal del control previo), se
confirmó la sanción de inhabilitación y se fundamentó esa decisión, entre otras
argumentos, en el incumplimiento de la formalidad del control previo (que, deb[e] resaltar,
se realizó bajo declaratoria de emergencia), control previo que en todo caso, ya para esa
fecha (3 de agosto de 2005), había sido suprimido por la Ley Orgánica del Poder Público
Municipal”.
10.2 Que “…lo anterior lamentablemente tampoco fue tomado en cuenta
por la Sala Político Administrativa en su decisión objeto del presente
Recurso (sic) Extraordinario (sic) de Revisión, a pesar de que se alegó reiteradamente ante
esa instancia demostrándose que la sanción de inhabilitación, en [su] caso concreto era
absolutamente desproporcionada e improcedente, teniendo en cuenta, entre otros
argumentos, la eliminación del control previo cuya omisión dio lugar a la responsabilidad
administrativa que se declaró…”.
11. Respecto de las dietas que dieron origen a la declaratoria de
responsabilidad administrativa y la inhabilitación consecuencial, expuso que mediante
oficio del Director de Tesorería y Finanzas de la Alcaldía del Municipio Baruta del Estado
Miranda, se certificó que reintegró al tesoro municipal, las dietas que “fueron pagadas en
exceso desde el 01 de enero de 2002 hasta el 31 del mismo mes y año, las cuales habían
sido determinadas en el acto administrativo decisorio de fecha 26 de octubre de 2004,
emitido por el Director (E) de la Dirección de Determinación de Responsabilidades de la
Dirección General de Procedimientos Especiales de la Contraloría General de la
República, que fue elemento determinante en las sanciones impuestas por este Ente
Contralor a [su] persona, incluyendo la sanción de inhabilitación…”.
11.1. Que “el referido reintegro realizado y todos los antecedentes
administrativos del caso, llevan a la conclusión de que las causales que habían producido
las responsabilidades administrativas y sanciones de que [fue] objeto, no eran procedentes
por cuanto no se produjo daño al patrimonio público. De esta manera se cumplió la
finalidad última del Sistema Nacional de Control Fiscal, la cual es, mantener la integridad
del Patrimonio Público que deben administrar los funcionarios públicos en el ejercicio de
sus funciones”.
11.2. Que “…el haber aprobado órdenes de pago como lo señaló ese órgano
contralor (sic), no debe representar una infracción de tal entidad como para que –
además (sic) de la multa que se [le] impuso, se [le] haya impuesto, adicionalmente, la
sanción administrativa de inhabilitación del cargo (…)toda vez que, la aprobación de tales
órdenes de pago no pueden calificarse como faltas que tengan la ‘gravedad’ a que se
refiere el artículo 105 de la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República (…).
Lo proporcional, desde el punto de vista del Derecho Administrativo Sancionador de
acuerdo a las circunstancias del caso era la sola imposición de una sanción de
multa”. Para complementar este argumento, invoca en el escrito el artículo 12 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos “referido a la ‘Proporcionalidad’ que deben
guardar las medidas, providencias, decisiones y sanciones administrativas”.
12. Alegando un menoscabo en sus derechos políticos, por parte de la
sentencia de la Sala Político Administrativa cuya revisión solicita, esgrime que la
Contraloría General de la República, “…además de confirmar la multa, también lo hizo
con [su] inhabilitación para postular[se] a cargos de elección popular por cinco años con
lo que atenta contra [sus] garantías ciudadanas establecidas en los artículos 40, 41 y 42 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como [sus] derechos
políticos según se estatuyen en los artículos 62 y siguientes ejusdem (sic)”.
13. Que “…debe ser un deber del juzgador el aplicar (sic) sus facultades
discrecionales para, sin renunciar a la aplicación de la norma y sus consecuencias, saber
también ponderar la proporcionalidad de las sanción tanto con la gravedad de los hechos
como con la reparación de los mismos. Esto último no se llevó a cabo en el acto
administrativo sancionatorio, como tampoco se hizo en la sentencia objeto del presente
recurso (sic) extraordinario (sic) de revisión, por lo que ésta conculca [sus] derechos
constitucionales…”.
14. Finalmente, invocando el mérito de lo expuesto en su escrito, el
requirente de la revisión solicitó a esta Sala Constitucional lo siguiente:
14.1. Que “[r]evise y anule la sentencia dictada por la Sala Político
Administrativa de [este] Tribunal Supremo de Justicia en fecha 20 de mayo de 2009,
registrada bajo el No. 000642 (…), todo ello a los fines de que se restablezcan
plenamente [sus] derechos políticos y se [le] permita postular[se] como candidato a
cualquier cargo de elección popular, toda vez que en [su] caso: (i) no hubo daño al
patrimonio municipal; (ii) el control previo que motivó [su] inhabilitación fue eliminado de
la legislación venezolanas (sic); (iii) [reintegró] en su oportunidad los montos
correspondientes al aumento de dieta que fueron aprobados y que fueron una causa de la
sanción administrativa; (iv) la inhabilitación no es proporcional y adecuada a las
circunstancias del caso concreto de acuerdo con lo establecido en el artículo 12 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos; (v) la inhabilitación, en los ´términos que
se [le] impuso y, en [su] caso concreto, atenta contra [sus] derechos políticos consagrados
en los artículos 40, 41 y 42 así como en los artículos 62 y siguientes de nuestra
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
14.2 Que “…declare la nulidad de la Resolución N° 01-00-096 de fecha 30
de marzo de 2005, dictada por el Contralor General de la República, mediante la cual
se [le] impuso la sanción de inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por un
período de cinco años con base en el dispositivo contenido en el artículo 105 de la Ley
Orgánica de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control
Fiscal, así como la Resolución N° 01-00-000190 del 03 de agosto de 2005, que finalmente
confirmó mi inhabilitación al declarar sin lugar el Recurso de Reconsideración interpuesto
contra la Resolución N° 01-00-096 de fecha 20 de marzo de 2005; por cuanto
en [su] caso: (i) no hubo daño al patrimonio municipal; (ii) el control previo que
motivó [su] inhabilitación fue eliminado de la legislación venezolanas (sic);
(iii) [reintegró] en su oportunidad los montos correspondientes al aumento de dieta que
fueron aprobados y que fueron una causa de la sanción administrativa; (iv) la
inhabilitación no es proporcional y adecuada a las circunstancias del caso concreto de
acuerdo con lo establecido en el artículo 12 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos; (v) la inhabilitación, en los términos que se [le] impuso y, en [su] caso
concreto, atenta contra [sus]derechos políticos consagrados en los artículos 40, 41 y 42 así
como en los artículos 62 y siguientes de nuestra Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela.
14.3 Que “…[c]omo consecuencia de lo anterior, se oficie a la Contraloría
General de la República con el objeto de que suprima o elimine de sus bases de datos,
listados públicos y/o administrativos, incluyendo de su página web, cualquier registro o
información en la que se [le] incluya como inhabilitado. En especial solicit[a] que se
elimine [su] nombre y datos de la lista ‘Sanciones accesorias a la declaratoria de
responsabilidad administrativa – Artículo 105 LOCGRSNCF’ que aparece en la página
web oficial de la Contraloría General de la República…”.
14.4 Que “[s]e notifique al Consejo Nacional Electoral de la decisión
definitiva y firme que se dicte en este caso con motivo del
recurso (sic) extraordinario (sic) de revisión aquí ejercido, todo ello a los fines legales
correspondientes y de que se [le] permita postular[se] a cargos públicos de elección
popular…”.
II
DEL FALLO OBJETO DE REVISIÓN
III
DE LA COMPETENCIA
IV
MOTIVACIONES PARA DECIDIR
En tal sentido, debe esta Sala Constitucional advertir que, según pacífica y
reiterada jurisprudencia al respecto, se ha estatuido que la potestad de revisión es ejercida
por esta Sala de manera extraordinaria, excepcional, restringida y discrecional, si ello
contribuye a la uniformidad en la interpretación de principios y normas constitucionales,
puesto que tal solicitud no implica una instancia adicional de conocimiento de la causa
(Vid. Sentencia de esta Sala N° 44 del 2 de marzo de 2000, caso: “Francia Josefina
Rondón Astor”).
Por otra parte, también se ha sostenido que “…la revisión no constituye una
tercera instancia, ni un instrumento ordinario que opere como un medio de defensa ante la
configuración de pretendidas violaciones, sino una potestad extraordinaria y excepcional
de esta Sala Constitucional cuya finalidad no es la resolución de un caso concreto o la
enmendatura de ‘injusticias’, sino el mantenimiento de la uniformidad de los criterios
constitucionales en resguardo de la garantía de la supremacía y efectividad de las normas
y principios constitucionales, lo cual reafirma la seguridad jurídica…” (Vid. Sentencia de
esta Sala Nº 2.943/2004, caso: “Construcciones Pentaco JR, C.A.”).
En el caso sub júdice, la parte solicitante persigue la revisión del fallo a que
se ha hecho amplia referencia, argumentando principalmente que el mismo ignoró en el
análisis dos circunstancias presentadas en el caso, a saber: i) la relativa al cambio en la
normativa sobre el ejercicio del control previo por parte de la Contraloría Municipal y ii) la
referente a la no afectación al patrimonio municipal por el reintegro efectuado del dinero
cancelado a concejales por concepto de dietas, excediendo el límite máximo vigente para
aquel entonces.
Este cambio era cónsono con lo que disponía la referida Ley Orgánica de la
Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal, la cual
implantó notables cambios en cuanto al ejercicio del control fiscal previo y externo. Del
mismo modo, esta modificación respondió a la tendencia que venía presentando la gama
normativa de control fiscal y auditoría del Estado, aplicable según lo que determinara la
Ley a los Estados y Municipios. De ello da cuenta el dictamen contenido en el
memorándum Nº 04-00-170 del 21 de abril de 2006 (Compilación “Dictámenes de la
Dirección General de los Servicios Jurídicos de la Contraloría General de la República”,
años 2005-2006. N° XIX), cuando señala que “La Contraloría General de la
República, cesó en el ejercicio de las funciones de control previo sobre las operaciones
realizadas por los órganos y entidades de la Administración Pública Nacional Central y
demás organismos cuyos titulares son ordenadores de compromisos y pagos, según la
Resolución N° 01-00-00-030 del 29 de agosto de 1996, publicada en la Gaceta Oficial N°
36.036 del 4 de septiembre de 1996, y de la entrada en vigencia de la Ley Orgánica de la
Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal, el 1° de
enero de 2002”. (Resaltado de esta Sala). Del mismo modo, continúa este dictamen
afirmando que “…el ejercicio del control previo sobre las operaciones que proyecte
realizar cualesquiera de los órganos y entidades sujetos al control de este Organismo
corresponde, salvo lo dispuesto en el artículo 124 de la citada Ley [Orgánica de la
Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal]; a los
responsables dentro del propio órgano o entidad…”. Este dictamen del Máximo Órgano
Contralor, revela el criterio sostenido sobre el ejercicio del control previo externo,
imperante desde la entrada en vigencia de la mencionada Ley Orgánica de la Contraloría
General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal.
En sentido similar las sentencias de esta Sala nros. 1744 del 09.08.2007
(Caso: “Germán José Mundaraín Hernández”) y 1266 del 06.08.2008 (Caso: “Nidia
Gutiérrez de Atencio, Eva Ramos, Thibaldo Bojas y otros”) han sostenido lo siguiente:
En consecuencia, esta Sala anula el fallo n°. 00642 del 20 de mayo de 2009,
dictado por la Sala Político Administrativa y, en consecuencia, se le ordena, una vez
constituida una Sala Accidental, dictar una nueva decisión con sujeción a las orientaciones
señaladas en el presente fallo. Así se decide.
Por otra parte, de los razonamientos antes expuestos en cuanto a la afectación de los
derechos políticos del ciudadano solicitante de revisión y considerando sus alegaciones
sobre la consecuente imposibilidad de postularse como candidato a cualquier cargo de
elección popular, ello derivado de la sanción de inhabilitación contenida en la Resolución
N° 01-00-096 de fecha 30 de marzo de 2005, dictada por el Contralor General de la
República; así como considerando las características propias e individualizadas atinentes al
caso, puede advertirse la existencia de una potencial lesión que sería irreparable ante la
circunstancia de que se presentara el llamamiento por parte de las autoridades electorales
para la celebración de un proceso de elección popular, en el que tuviera interés de participar
el solicitante de revisión, y aún no se hubiera concluido el curso del proceso que ordena
esta Sala en la presente decisión y aquel que pueda instar la Sala Político Administrativa en
el plano administrativo en sede de la Contraloría General de la República.
“En cualquier estado y grado del proceso las partes podrán solicitar, y la
Sala Constitucional podrá acordar, aun de oficio, las medidas cautelares
que estime pertinentes. La Sala Constitucional contará con los más amplios
poderes cautelares como garantía de la tutela judicial efectiva, para cuyo
ejercicio tendrá en cuenta las circunstancias del caso y los intereses
públicos en conflicto”.
El artículo transcrito reafirma la doctrina pacífica y reiterada de esta Sala
(Vid. Sentencia SC N° 269 del 25.4.2000, caso: “Edgar Rosa Luzardo Núñez y otros”),
según la cual, la tutela cautelar constituye un elemento esencial del derecho a la tutela
judicial efectiva y, por tanto, un supuesto fundamental del proceso que tiene por objeto,
garantizar las resultas de un juicio o, en otras palabras, salvaguardar la situación jurídica de
los justiciables, a los fines de impedir que sufran una lesión irreparable o de difícil
reparación mientras se tramita la causa (Vid. Sentencia N° 2370 del 1.8.2005, caso: “Línea
Santa Teresa C.A.”).
Tal como lo indicó esta Sala en la sentencia n° 651 del 23 de mayo de 2012,
en términos estrictamente adjetivos, son providencias que persiguen un fin preventivo de
modo explícito y directo (La Roche. H, 1983. Medidas Cautelares. Maracaibo, Venezuela.
Colegio de Abogados del Estado Zulia), lo cual, las erige en garantías contra la
materialización de una lesión a la situación jurídica ventilada en juicio.
VI
DECISIÓN
Por las razones que anteceden, esta Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela por autoridad de la ley, declara:
…presidente,
FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ
Los Magistrados,
El Secretario,
GMGA
Expediente n.° 13-0402