Está en la página 1de 1

El inconsciente es el lugar psíquico que comprende recuerdos, pensamientos y deseos, que no están

directamente en la consciencia. Tiene un efecto apreciable en nuestra vida, a estos efectos apreciables se
les llama “Formaciones de lo inconsciente”.
Tanto los síntomas neuróticos, como los síntomas histéricos derivan de la historia individual del paciente.
Estos síntomas llegan a simbolizar sucesos que le han ocurrido a la persona, sean reales o fantasmáticos.
La causa de los fenómenos patológicos que puede enfrentar una persona, se encuentra en la infancia. Esta
relación entre un proceso motivador y un fenómeno patológico es simbólica.
Como los síntomas histéricos se manifiestan sobre el cuerpo, Freud recurre al término Conversión para dar
cuenta de la relación simbólica existente. La conversión, es la transformación de la energía psíquica o afecto
que inviste o acuerpa una representación, en una inervación somática. Es decir, en un síntoma físico.
Freud abandona la hipnosis porque encubre la interacción de fuerzas psíquicas que resulta en la formación
del síntoma. Es decir, que encubre lo que Freud llamó resistencia: La resistencia, es la negativa de la
operación inconsciente de dar cuenta del origen de los síntomas del paciente, el paciente no sabe de donde
provienen estos síntomas y por tanto hay una resistencia que esta dominada por la represión.
La represión es un proceso psíquico inconsciente cuyo fin es evitar mantener dentro de la consciencia una
imagen, representación, pensamiento o deseo que puede significar una amenaza a la integridad de un
individuo, es decir, que le puede causar angustia.
Lo reprimido constituye el inconsciente de cada individuo.
El verdadero motivo de la represión, es el que se da cuando dos fuerzas internas son contradictorias. Puede
ser manifiesto o latente.
El síntoma se forma cuando se da una represión, ya que el deseo inconsciente conserva su fuerza y quiere
expresarse, pero debido a que no encuentra la forma de hacerlo entonces se torna en algo patológico. Lo
reprimido no deja de tener una incidencia en la vida psíquica. Lo reprimido, encuentra un camino de
expresión mediante un sustituto de lo reprimido, es decir, que de una manera simbólica lo reprimido se abre
paso a la consciencia. Esto hace que el yo no sienta angustia y hasta esté satisfecho. Freud dice que el
síntoma sustituye un deseo inconsciente no realizado.
El psicoanálisis tiene el objetivo de reemplazar los síntomas por palabras, de hacer consciente lo
inconsciente. Poner en palabras los recuerdos o representaciones llenas de energía psíquica que habían
constituido un síntoma.
Es importante escuchar al otro.
El habla también puede contener un carácter sintomático, pero cuando es así, se ve caracterizado por una
repetición.

También podría gustarte