Crucero: Fondear con seguridad

Una técnica en tres

dimensiones
Fondear implica más consideraciones que soltar el ancla y hacer firme la
línea al barco. Hay infinidad de técnicas, usos y costumbres, diversidad de
materiales y mediciones previas a tener en cuenta relacionadas con esta
maniobra.

L
as técnicas y los elementos que inter-
vienen en el fondeo existen desde que
hay barcos en el agua. La historia y
evolución de las anclas es también muy inte-
resante y desde las piedras atadas a un cabo
que utilizaban nuestros antepasados, hemos
llegado a las modernas anclas de tipo arado,
a las fuertes cadenas de acero galvanizado,
con resistentes y elásticos cabos sintéticos.
Un problema que siempre se plantea al ha-
blar sobre anclas y fondeos es que la tradi-
ción pesa mucho, dejando un angosto cami-
no para que la modernidad se abra camino.
Parece que todo esté escrito y sellado hace
tiempo. Contradiciendo esta teoría, técnicas
y conceptos que eran dogma de fe hace ape-
nas unas décadas, en tiempos de las anclas
planas, las cadenas de hierro y los cabos de
fibras naturales, se han ido poco a poco ar-
rinconando a la vista de las prestaciones de
los nuevos materiales. En todo caso, y com-
plementando todas las posibles teorías y tra-
diciones, nada sustituye a la práctica para ir
mejorando las técnicas de fondeo.
Empecemos recordando los tres factores del
fondeo que escapan al control del patrón y que
siempre tienden a crear cierta intranquilidad

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La separación lateral es incluso más importante que la longitudinal
tanto a neófitos como a expertos. El primero
es la evolución meteorológica. Los modernos
partes son especialmente precisos, pero si-
empre hay un margen para las sorpresas de
última hora. Para lo bueno y para lo malo.
El segundo factor de intranquilidad son los
otros barcos. Cuando uno llega a un fondeo
desconoce lo que sus vecinos esconden bajo el
agua. ¿Qué ancla usan?, ¿Cuántos metros y qué
tipo de fondeo han soltado?, ¿Dónde está su an-
cla (si no hay orinque)?. Todo son suposiciones.
Y el tercer factor sorpresa es la calidad del
suelo. Llegando de día, con poco viento y fon-
deando en una playa de blanca arena el pro-
blema se diluye, pero llegando al anochecer
de un día ventoso o fondeando en zonas con
clapas de alga muerta, posible fango, tierra
dura o rocas sueltas siempre queda la incer-
tidumbre sobre el buen agarre del ancla.
El ancla y la meteo
Cuando uno fondea para quedarse más ti-
empo que el necesario para comer y darse
Un cabo desde la popa al fondeo permite encarar el barco a las olas cuando no coinciden con el viento
Los barcos –bien- fondeados guardan una respetuosa equidistancia entre ellos
unos chapuzones, es bueno tener en mente
cómo está previsto que el viento evolucione
en las siguientes horas, tanto en intensidad
como en dirección. Esta previsión toma car-
ta de valor fondeando para pasar la noche.
Si el parte anuncia un viento arreciando es
evidente que se habrá de posicionar el bar-
co y dimensionar el fondeo en consecuen-
cia. Pero aunque se espere un suave terral
nocturno, siempre hay que visualizar dónde
quedará el barco por la noche respecto a los
vecinos de fondeo y si las eventuales olas
dominantes vendrán de proa o, por el con-
trario, mecerán el barco molestamente de
costado. En este caso será bueno considerar
la posibilidad de llevar un cabo a las rocas,
largar una segunda ancla ligera por popa o
preparar un cabo que modifique el ángulo de
incidencia del fondeo (ver dibujo).
Fondeando en compañía
Cuando uno es el –afortunado- y único barco
llegando a una cala para fondear, solamen-
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te hay dos cuestiones a considerar: Elegir el
lugar más apetecible y largar el fondeo apro-
piado a la situación prevista. El problema en
plena temporada es que rara vez se produce
esta situación idílica. Lo normal en verano es
tener que compartir los fondeos con otros –
muchos?- barcos que llegarán antes o des-
pués que el nuestro. En estos casos hay que
fondear con precisión y hacerlo en el (los) lu-
gar(es) donde sea posible.
Una vez escogido este lugar donde fonde-
ar libre 360° de los barcos vecinos, el resto
es más simple: solo hay que dar una palada
avante hacia el viento navegando los metros
que se van a soltar de fondeo, parar el barco y
largar ancla y cadena al tiempo que se inicia
la marcha atrás.
Para una máxima precisión, la ortodoxia re-
comienda navegar unos metros más a barlo-
vento de lo estrictamente previsto (3 a 10 m.
aprox.), que es la distancia que necesitará el
ancla para clavarse en el fondo. Hay trucos
para calcular cuanta distancia se navega ha-
cia barlovento; uno de ellos es tomar como
referencia los remolinos causados por nues-
tra hélice en la arrancada, que permanecen
visibles cierto rato. Otra ayuda a la precisión
es no simultanear el comienzo de dar marcha
atrás con el de largar el fondeo. Mejor espe-
rar unos segundos antes de engranar, hasta
que el ancla llegue al fondo.
Las teorías funcionan en la mayoría de casos,
pero hay factores que pueden distorsionarlas.
El primero es el desconocimiento de los me-
tros de fondeo que han largado los vecinos. Si
el viento rola y/o arrecia, el posicionamiento
de los barcos puede variar sustancialmente.
Fondeando en calas concurridas, sobre todo
con vientos flojos, tampoco sabemos donde
están las anclas de los demás barcos. A no
ser que lleven orinque, las anclas y cadenas
de los vecinos pueden estar hechas una coca
bajo su proa, completamente estiradas o en
 Fondear con seguridad

forma de gran “U” por el fondo debido a una

reciente rolada. No lo sabremos hasta que
lo preguntemos, hasta que el viento suba o
hasta que bajemos con las gafas para verlo
en directo.
Otro factor que afecta la buena vecindad en
los fondeos concurridos es el tipo de barco y
la composición de su línea de fondeo. Hay tres
conceptos a retener: el primero es que las
motoras, sin quilla y con mayor obra muerta,
anticipan su borneo por el viento respecto a
los veleros. En fondeos sujetos a corrientes
es al revés, y la mayor obra viva de los veleros
anticipa su reacción a las corrientes respecto
a las motoras.
El segundo concepto es que, a medida que
sube la eslora de cualquier barco, su borneo
se hace más lento. Y la tercera observación
es que los fondeos mixtos cadena/cabo son
más sensibles a los roles del viento que los
‘todo cadena’. Lass modernas anclas de arado tiene un excelente agarre, sobre todo en arena
Más que elucubrar sobre las posibles va-
riables que estos tres conceptos ponen en cadena en tensión transmiten los esfuerzos sería una cadena tan larga como dos veces la
juego, un consejo genérico llegando a un del viento y de las olas de forma brutal tanto eslora del barco unida a un cabo de un mínimo
fondeo concurrido es intentar echar el an- al barco como al ancla. de tres veces la eslora del barco. Esta com-
cla buscando la vecindad de barcos simi- Estos bruscos tirones, apenas aliviados por binación minimiza el peso del fondeo en el
lares al propio, tanto en eslora y como en el gancho con un corto cabo cogido a la ca- pozo de anclas y en los días de calma permite
tipo de barco. dena cerca de la proa, aumentan los riesgos largar prácticamente ‘todo cadena’. Cuando
Y al terminar la maniobra de fondeo, si uno de garreo y de roturas en el barco. Con viento el viento sube obligando a soltar algo más
ve que el barco no ha quedado cómo estaba fuerte, las líneas de fondeo mixtas mantie- de línea, la propia tensión mantendrá el cabo
previsto, lo mejor es recoger el ancla y nen una elasticidad que redunda en un mejor textil a resguardo del rozamiento con el fondo.
empezar de nuevo. Al contrario de lo que agarre del ancla, mayor comodidad a bordo y Las fibras naturales desaparecieron hace
algunos neófitos parecen pensar, rehacer el una máxima prevención de roturas. años de los pozos de anclas, sustituidas a
fondeo no es señal de ineptitud, sino de pru- La combinación de cadena y cabo para la línea plena satisfacción por las artificiales. Entre
dencia y buen sentido marinero. de fondeo está genéricamente aceptada por ellas, las más utilizadas en líneas de fondeo
las autoridades marítimas y por los fabrican- son las poliamidas (Nilón, Perlón, Enkalón,
Fondeo mixto o ‘todo cadena’ tes de anclas de arado. Una medida estándar . . ) y algunos cabos de poliéster trenzado y
“La principal y única ventaja de un fondeo
‘todo cadena’ es que evita los daños por roza-
miento del cabo en fondos agresivos. Excep-
tuando esta consideración, el fondeo ‘todo
cadena’ tiene todas las desventajas posibles”.
Esta afirmación tan categórica está escrita de
forma destacada en le página web del reputa-
do fabricante de anclas Spade y coincide con
la de muchos expertos navegantes.
Estibada en el cofre de anclas en proa, la ca-
dena del ancla añade un enorme peso en el
peor lugar del barco donde es recomendable
tenerlo. El funcionamiento del fondeo ‘todo
cadena’ es correcto con vientos flojos y me-
dios, pues el peso de la catenaria mantiene el
tiro del ancla en la horizontal. En estas situa-
ciones el fondeo mixto tampoco tiene proble-
ma alguno de agarre.
Pero cuando el viento sube (a partir de 25/30
nudos aprox.) el tiro de un fondeo ‘todo cade-
na’ tensa la catenaria y el ángulo de tiro sobre
el ancla es el mismo que con la línea mixta.
En estos casos, la rigidez de tantos metros de La comunicación entre el ‘molinete’ y el patrón es fundamental para acertar con el lugar preciso de fondeo

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El borneo con la Rosa de los Vientos
Representar unos cuantos barcos fondea-
dos sobre un corcho, con una chincheta a
modo de ancla, es una manualidad senci-
lla e ilustrativa. Hemos modelado barcos
a escala de distintas esloras buscando un
repertorio estándar en una cala veraniega
(Barco 1: 20 m., barco 2: 15 m., barcos 3 y
4: 12 m., barcos 5 y 6: 10 m.). A todos los
barcos se les ha asignado la misma longi-
tud de fondeo, que sería el equivalente a
unos 22 metros.
En la Foto 1 se aparenta un fondeo apa-
cible, pero mirando con detalle ya vemos 1 2
que los barcos 1 y 2 no respetan la separa-
ción lateral mínima de una eslora que re-
comendamos más arriba en el texto con el
dibujo del ‘rombo prohibido’, al tiempo que
los barcos 4 y 5 están dentro del ‘rombo’
de los barcos 1 y 2. Va a haber problemas
en su borneo. Los barcos 3 y 6 no entran
en el terreno de nadie y esto los va a salva-
guardar de encontronazos en toda la rosa
de los vientos.
En la Foto 2 seguimos sin aparente proble-
ma, todo y que los barcos 1 y 2 se acercan
entre sí más de lo recomendable. En la
Foto 3, la escasa separación lateral que ya
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advertimos en la foto 1 se convierte en un
más que posible ‘toque’ entre los barcos
1 y 2.
En la Foto 4 los barcos siguen demasiado
juntos. Hay menos de media eslora entre
los barcos 1, 2 y 5, una situación que si-
empre crea inquietud en los fondeos. La
Foto 5 es la opuesta 180° al viento de la
Foto 1 y los problemas son los mismos;
los barcos 1 y 2 demasiado juntos late-
ralmente, con los barcos 4 y 5 fondeados
dentro de su ‘rombo’. En la Foto 6 parece
que los barcos recobran su máxima se-
paración, pero en la Foto 7, los barcos 1
y 2 vuelven a estar peligrosamente cerca, 5 6
para separarse ligeramente de nuevo en
le Foto 8.
Esta secuencia de fotos podría ser la
de una jornada cualquiera de verano en
una pequeña cala mediteránea, con el
viento rolando a lo largo del día los 360°
de la rosa.
Afortunadamente, con las calmas habitu-
ales en verano, los barcos bornean apenas
girando alrededor de su proa, con su cade-
na colgando a pico hasta el fondo. Muchos
de los errores de cálculo al posicionar y/o
largar el ancla pasan de esta manera des-
apercibidos hasta que el viento arrecia y
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los fondeos se tensan.

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 Fondear con seguridad

elástico especiales para amarras y fondeos.
Las cargas de trabajo y de rotura que pueden
resistir los cabos de fondeo son incluso supe-
riores a las de la propia cadena que comple-
mentan. Una cadena D10 ronda los 5.000 kg..
de resistencia de trabajo en tracción continu-
ada, cifra inferior a los 6.000/8.000 kg. que
aguanta el cabo de poliamida trenzada de 18
mm. que le corresponde.
Tengamos presente que el eslabón más dé-
bil en un fondeo es –casi- siempre el agarre
de la propia ancla, que en esta línea de fon-
deo imaginaria tendría unos 20 kg de peso
y aguantaría hasta unos 3.000 kg., que es
aproximadamente lo que tira un barco de
15 m. bajo un vendaval de 60 nudos. Con 40
nudos, el esfuerzo de este mismo fondeo
baja a los 1.400 kg.
Valgan estas cifras para recordar también
que aumentar innecesariamente el grosor
del cabo por seguridad es contraproducente
pues se pierde elasticidad, que es precisa-
mente la cualidad más buscada en la línea de
fondeo mixto.
Cuanta línea de fondeo soltar
Hay decenas de teorías sobre la cantidad de
línea a largar para fondear con seguridad y
todas tienen su dosis de sensatez. Una de las
más plebiscitadas dice que una línea de fon-
deo de 4 veces la altura desde la roldana del
ancla al fondo (sonda + francobordo en proa)
ha de asegurar el barco en prácticamente cu-
alquier condición. Si este ratio de 4:1 se hace
insuficiente y el barco garrea de manera re-
petida, la mejor recomendación es revisar el
modelo o el tamaño del ancla. Algo falla. Y lo
normal es que haya suficiente con soltar fon-
deo con un ratio de 3:1
Con un fondeo largado en proporción 4:1,
la cadena del ancla queda a 14,5° sobre
la horizontal del fondo cuando está tensa.
Esta angulación tira de la caña del ancla
de forma suficientemente plana como para
que la cuña y pala del ancla se mantengan
clavadas en el fondo.
Con este ratio de longitud, la efectividad del
fondeo llega al 60/70% de su cifra máxima,
aguantando vientos hasta unos 40 nudos. Lle-
gando a ratios de 5:1 ó 6:1 se sube la efectivi-
dades del ancla hasta el 80% o el 90%. Alcan-
zar el 100% de la efectividad teórica del ancla
supondría llevar la longitud del fondeo a una
cifra prácticamente infinita. Un ratio de 10:1

Donde fondear
El rombo prohibido
El dibujo del ‘rombo prohibido’ alrededor del barco que acompaña el texto de
este cuadro es una imagen que me transmitió hace años mi instructor en un
curso náutico. Siempre me ha parecido útil y aun la suelo emplear mentalmen-
te cuando llego a un fondeo lleno de barcos.
El objetivo del dibujo, aplicado a la realidad, es intentar siempre fondear evi-
tando que ninguna parte del propio barco, cadena o ancla quede dentro del
‘rombo’ de otro barco. Y este rombo nos lo dibujaremos mentalmente de to-
dos los barcos implicados en nuestro radio de borneo con el ancla. La figura
del rombo sirve como precaución al llegar, y también de alerta propia si un
barco fondea con posterioridad cerca del nuestro.
Hay que precisar algunas cosas de esta imagen. La primera es la eslora al
través dibujada como ‘área restringida’ no es siempre la del barco fondeado,
sino la del barco de mayor eslora implicado en el compromiso. Si yendo con
un barco de 12 m. fondeamos junto a una lancha de 6 m., hemos de respetar
nuestros 12 m. como separación lateral. También se ha de decir que esta
separación lateral es la estricta y mínima indispensable por seguridad. En
fondeos nocturnos y/o con previsión de vientos fuertes hay que aspirar a 1,5
ó 2 esloras de separación lateral.
Al margen de las consideraciones de seguridad, las normas de discreción tam-
bién invitan a fondear a la mayor distancia posible de los demás. Nuestros ve-

cinos no están obligados a respirar el humo de nuestros

cigarros, a escuchar nuestra música preferida, ni mucho
menos compartir en primera línea la algarabía de nues-
tros pequeños. Una eslora (la mayor entre los dos bar-
cos implicados) es la mínima separación de cortesía que
se ha de intentar mantener con los demás barcos en los
360° de un eventual borneo.
Terminar recordando que, llegando a un fondeo, la longi-
tud de la cadena que vemos en el dibujo del ‘rombo’ si-
empre será imaginaria, pues desconocemos si han soltado
20 ó 50 metros de cadena. En la práctica, imaginar que el
ancla del vecino reposa dos esloras largas a proa de su
barco suele ser una medida genéricamente correcta. Pero
las teorías a veces fallan.

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 Fondeando para pasar la noche, se ha de prever que la brisa rolará a tierra hasta la mañana siguiente

es lo máximo normalmente manejable en si- las sondas más reducidas. Fondeando, por dio de borneo, especialmente en los fondea-
tuaciones muy extremas en barcos de recreo. ejemplo, en 2 metros de sonda con la roldana deros más llenos y en días de bonanza. Tanto
Con las modernas anclas de arado, largar del barco a 1 metro de francobordo, el ratio da que uno llegue el primero o el último a una
mucho más fondeo tampoco mejora el agarre, 4:1 supone apenas 12 metros de línea de fon- cala; es de muy mala educación soltar fondeo
o lo hace de manera imperceptible. Dicho de deo, lo que será insuficiente en la mayoría de en proporción 7:1 ó 8:1 y acaparar para un
otra manera; con las antiguas anclas planas casos. Como decimos al principio, todas las solo barco un espacio donde podrían fondear
o las primeras de arado como la CQR, el peso teorías de fondeo son buenas, pero todas tie- tranquilamente muchos más barcos. Es una
del conjunto ancla y cadena era primordial nen también su lado oscuro. costumbre que demuestra la escasa cortesía
para su buen agarre al fondeo. La longitud del Último, pero no menos importante, es tener y sentido marinero de quienes la practican. n
fondeo, implicando más peso de la cadena, siempre en mente la norma de buena convi-
incidía mucho en su efectividad. Con las mo- vencia que invita a limitar en lo posible el ra- por: Toni Vernic
dernas anclas de arado, cuando su punta se
entierra, el ancla sube rápidamente a cotas
muy altas de efectividad, haciendo superfluo
añadir mucho más peso a la línea.
Con las anclas de arado, largar más fondeo lo
que sí suele hacer –dependiendo del modelo
de ancla- es acelerar su clavado en el fondo.
En estos casos, es práctico aprovechar esta
característica soltando fondeo inicialmente
hasta una proporción 6:1 o 7:1, dar luego atrás
para clavar rápidamente el ancla y finalmente
recuperar línea hasta el 4:1, o unos más razo-
nables y también efectivos 3:1 si la meteo es
clemente y el fondeo está muy abarrotado.
Si se sospecha que el ancla puede ir a parar
a una zona de algas, mejor no dar marcha
atrás para clavar el ancla mientras el tiempo
sea clemente. En estos casos, al recuperar
el fondeo también se ayudará al máximo con
el motor para posicionar el barco encima del
ancla al subirla.
Decir también que la teoría del ratio propor- Se ha de intentar respetar un círculo mínimo de distancia de una eslora con los barcos vecinos, incluso en los
cional al fondo es de discutible aplicación en fondeos más concurridos.

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