TALLER: No.

30 DOGMA

DOGMA: Es una verdad revelada y definida por la Iglesia. El campo de dogma

abarca una doble relación, con la revelación divina y con la enseñanza autorizada
de la Iglesia.

Clases de verdades reveladas:

Verdades reveladas formal y explícitamente
Verdades reveladas formal pero solo implícitamente
Verdades reveladas solo virtualmente

DIVISIONES los dogmas pueden ser:

Generales o Especiales
Materiales o Formales
Puros o Mixtos
Simbólicos o no Simbólicos
Según sus diversos grados de necesidad
Los dogmas generales revelación destinada a toda la humanidad y trasmitida por
los apóstoles.
Los dogmas especiales son revelados de forma privada (no constituyen verdaderos
dogmas)
Los materiales sin tener en cuenta si son o no dogmas definidos por la iglesia, se
aceptan como revelados (no pueden ser llamados dogmas como tal)
Dogma formal es aquel que es reconocido como revelado y definido.
Dogma puro es el que únicamente es conocido a través de la revelación Divina: La
Santísima Trinidad, la Encarnación, la Resurrección etc.
Dogma Mixto se conoce por revelación, por razonamiento filosófico como la
existencia y atributos de Dios, ambos se consideran como revelados y definidos.
Los dogmas contenidos en los símbolos de la Iglesia son llamados Simbólicos, los
demás son no simbólicos.

CARÁCTER OBJETIVO DE LA VERDAD DOGMATICA ACEPTACIÓN

INTELECTUAL DE DOGMA

El dogma verdad revelada, su realidad objetiva depende del carácter intelectual y la

realidad objetiva de la revelación Divina. Los racionalistas niegan la existencia de la
revelación divina y sobrenatural y los dogmas religiosos. Algunos modernistas,
dicen que Dios no ha revelado nada a la mente humana, opinan que la revelación
comenzó siendo una forma de conciencia del bien y el mal. Los dogmas de fe para
ellos, no tienen ningún significado para la razón, que pueden ser rechazados, y
utilizados como guía para nuestra conducta.
En contra de esta doctrina, la Iglesia enseña que Dios ha hecho revelaciones a la
mente humana. Los dogmas de la iglesia como la existencia de Dios, la Trinidad, la
Encarnación y la Resurrección, los Sacramentos, el Juicio futuro… tienen una
realidad objetiva y son hechos reales.
EL DOGMA Y LA IGLESIA
Las verdades reveladas adquieren su carácter formal de dogma hasta que son
definidas o propuestas por la Iglesia. Se deben tener en cuenta algunos puntos:
Lo razonable de la definición de dogma.
La inmutabilidad del dogma.
La necesidad de la fe en el dogma para salvaguardar la unidad de la Iglesia.
Las inconsistencias que se le adjudican a la definición de dogma.

La Iglesia y el sumo Pontífice han sido revestidos por Dios con el privilegio de la
infabilidad para poder llevar a cabo su función como maestros universales en las
esferas de la fe y de lo moral. Los dogmas definidos y enseñados por la Iglesia son
las verdades contenidas en la revelación divina y son inmutables.

DOGMA Y RELIGION
La Iglesia católica ha sido acusada de que a través de los dogmas la vida religiosa
se degenera en meras formalidades exteriores; no ven o no quieren ver que la vida
cívica de los católicos su caridad, escuelas, hospitales, orfanatos etc.
Si los católicos servimos a Dios, honramos a la Santísima Trinidad, amamos a
Cristo, obedecemos a la Iglesia, frecuentamos los sacramentos, participamos en la
misa y cumplimos los mandamientos, es porque lo creemos racionalmente.

DOGMA Y CIENCIA
Los católicos reconocen en el dogma una influencia que va mas allá de la
investigación científica y de la libertad de pensamiento.
En la comunidad científica encontramos una corriente atea, proponiendo que el
universo puede ser explicado totalmente con argumentos científicos y que la idea
de Dios es superflua e innecesaria; dicen que la religión es obstáculo para el
desarrollo de las ciencias, y en último grado reconocen la imposibilidad de
demostrar la inexistencia de Dios.

Un pueblo que abandona su sentimiento religioso cae preso en la inmoralidad, en

una vida desesperanzada, sin propósito ni trascendencia y se ve abocado a su
destrucción. El dogma católico y la autoridad eclesiástica limitan la actividad
intelectual solo en la medida que se considera proteger las verdades de la
revelación.