Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
E S T U D I A N T E R O B E RT O C A R L O S R O B O LT R I O S
P A N A M Á , 20 03
INDICE
INTRODUCCIÓN................................................................................................1
I. L a C iuda d- Es ta do.... ...... ...... ...... ...... ...... ...... ...... ...... ...... ...2
A. Clases Sociales...................................................................................2
B. Instituciones Políticas..........................................................................3
CONCLUSIÓN....................................................................................
.....16
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................
....17
1
INTRODUCCIÓN
Sin más damos inicio al trabajo esperando que el mismo sea de su total y
completo agrado.
2
I. L A C I U D A D - E S TA D O .
A. Clases Sociales.
Comparada con los Estados Modernos, la antigua ciudad-estado era
extremadamente pequeña, tanto en área como en población. Los datos numéricos
son inseguros en grado sumo, pero podemos tomar como aproximadamente
1
correcta una cifra algo superior a los trescientos mil habitantes.
1
Enciclopedia Autodidáctica Quillet, Editorial Aristides Quillet S.A., tomo I, México, Tercera Edición, 1964.
3
Esta población estaba dividida en tres clases principales, que eran política y
jurídicamente distintas. En el grado más bajo de la escala social se encontraban
los esclavos, los cuales eran una institución universal en el mundo antiguo. Esta
era tan característica de la economía de la ciudad-estado como el asalariado lo es
del Estado moderno, destacando así mismo que éstos dentro de la ciudad no
contaban políticamente, como una de sus características más sobresalientes.
B. Instituciones Políticas.
Las instituciones mediante las cuales intentaba resolver sus asuntos
políticos este cuerpo de ciudadanos-miembros ya mencionados en nuestro punto
antepuesto, puede verse desarrollado en Atenas el cual representa el tipo mejor
conocido de constitución democrática. Todo el cuerpo de ciudadanos varones,
formaba el asamblea o “ecclesia”, reunión que toco ciudadano con veinte años de
4
edad podía asistir. La Asamblea se reunía regularmente diez veces al año y había
2
además períodos extraordinarios de sesiones si la convocaba en Consejo.
Todas las formas de gobierno con excepción la dictadura, tanto aristocrática
como democrática, comprendían algún tipo de asamblea del pueblo aunque su
participación en el gobierno fuese en realidad pequeña.
Los dos cuerpos que formaban la clave del control popular en Atenas eran el
Consejo de los Quinientos y los Tribunales con sus grandes jurados populares. Los
atenienses, para fines del gobierno se dividían en unos cien demos o podríamos
decir barrios, parroquias o distritos. Estos demos eran las unidades del gobierno
local. Los demos eran una localidad, tenían cierto grado de autonomía local y
ciertas obligaciones de policía, presentaban candidatos para los diversos cuerpos
en los que así se desarrollaría el gobierno central. El sistema era una combinación
de elección y sorteo, los demos elegían candidatos en número aproximadamente
proporcionado a su tamaño y la suerte designaba quienes de los incluidos en esta
lista habían de desempeñar los cargos. Frente a los ojos y la sociedad griega, este
modo de nombrar para los cargos públicos por sorteo era la forma de gobierno
característicamente democrática, ya que igualaba las posibilidades que todos
tenían de desempeñarlos.
2
Enciclopedia Autodidáctica Quillet, p.384.
3
Quillet, p.385.
5
El Consejo de los Quinientos, era un comité ejecutivo y directivo de la
Asamblea. La tarea efectiva del gobierno se centraba en realidad en este comité.
Esto funcionaba a través de un artificio favorito de rotación en los cargos ya que
quinientas personas era un número plural de ciudadanos notables que por
unanimidad eran reducidos a un tamaño más apropiado tofo en base a la función
del cargo que tuvieran por compromiso social desempeñar.
Cada una de las diez tribus en las que estaban divididos los atenienses,
daba cincuenta de los miembros del Consejo y los cincuenta miembros de cada
tribu actuaban durante la décima parte del plazo anual del ejercicio del cargo. Ese
comité de cincuenta, junto con un consejero por cada una de las nueve tribus a las
que no tocaba en aquel momento pertenecer a él, tenía el control real y tramitaba
los asuntos en nombre de todo el Consejo.
6
nombrados por los demos, designándose una lista de seis mil ciudadanos cada
4
año, a los que se destinaba por sorteo a los distintos tribunales y casos.
El tribunal era muy numeroso, pues pocas veces contaba con menos de 201
miembros, por lo general tenía 501 y a veces era mucho mayor. Estos ciudadanos,
eran jueces y jurados, porque el tribunal ateniense carecía del aparato que
acompañaba a un sistema jurídico técnicamente desarrollado. Las partes litigantes
estaban obligadas a defender personalmente sus posiciones; sus fallos o
decisiones tenían valor de cosa juzgada porque no había sistema de apelación.
4
Nueva Enciclopedia Temática, Tomo 8, s.f., s.p.i., 1966.
7
II. E L P E N S A M I E NT O P O LÍ T I C O DE P L AT Ó N .
El ateniense del siglo V no era muy dado a escribir leer ni escribir libros y
además aunque se hubieran escrito tratados políticos antes de la época de Platón,
no se ha conservado mucho de lo producido en ese tiempo. Sin embargo, hubo
durante ese siglo un pensamiento y una discusión muy activa respecto a los
problemas políticos, así como concepciones que encontramos más tarde en los
5
escritos de Platón y Aristóteles.
Apenas es necesario decir que los atenienses del siglo V estaban inmersos
en la discusión de las teorías políticas. Los intereses públicos y la dirección de los
negocios públicos eran sus grandes temas de interés, vivían cotidianamente en
una atmósfera de discusión oral y expresiva.
Esto era así, los griegos estaban casi obligados a pensar en lo que en los
países anglosajones se denomina hoy gobierno comparado. Había un contraste
acerca del cual todo ateniense tenía que haber oído hablar desde el momento en
que fuera capaz de seguir una conversación política básica de sus días: el
contraste entre Atenas y Esparta (siglo XII a. d. C.), entre los tipos de Estados
progresista y conservador o entre el estado democrático y el aristocrático.
Además, por el oriente se proyectaba siempre la sombra terrible de “Persia” (hoy
Irán) que nunca podía estar alejada por mucho tiempo de la conciencia de ningún
griego.
5
Nueva Enciclopedia Temática, Tomo 8, s.f., s.p.i., 1966.
8
B. El Orden de la Naturaleza y la Sociedad.
6
Diccionario Enciclopédico Norma Color, , Editorial Norma, Colombia, 2000.
9
Así pues, desde el comienzo se aplicó la idea fundamental de armonía o
proporcionalidad indiferente como principio físico o ético concibiéndola, como
propiedad de la naturaleza en general o como propiedad razonable de la
naturaleza humana, produciendo en la filosofía natural una reacción posterior a
aquel pensamiento ético y político que emergía como nueva fuente ya más fuerte
y causal dentro de una sociedad cada vez más organizada política y jurídicamente.
7
7
Temática, p. 219.
10
III. P L AT Ó N : L A R E P Ú B LI C A .
8
Temática, p.221.
11
aristotélicos (323 a.C), el esquema general de conocimiento como la filosofía, las
ciencias naturales, las ciencias de la conducta humana, el arte, etc. Quedó fijado
que sus líneas generales se pueden reconocer en cualquier época posterior del
pensamiento europeo.
Platón nació hacia el año 427 a. C., en el seno de una familia prominente.
Muchos estudiosos y prácticos han atribuido su actitud crítica respecto a la
democracia que imperaba al momento de su nacimiento y hasta también es
argumentable, la participación de algunos de sus familiares en la revuelta
oligárquica del año 404. Pero bajo otro sentido e influencia, podríamos decir, que
su desconfianza respecto a la democracia no era mayor que la de Aristóteles,
9
quien era noble por nacimiento y ni siquiera era ateniense.
9
Temática, p. 223.
12
importancia en las que le cupiera la posibilidad de desempeñar algún papel. Pero
la experiencia de la oligarquía hizo pronto que la democracia pareciera una edad
de oro, aunque la democracia restaurada demostró inmediatamente su ineptitud
con la ejecución de Sócrates.
Sería muy irresponsable y exagerado decir que Platón intentaba crear una
institución para el estudio científico de la Política y la educación de los estadistas.
La especialización no había alcanzado aún este punto y es difícil que Platón
concibiera la necesidad del filósofo en política como necesidad de hombres
preparados ad hoc para las profesiones administrativas y legislativas. Más bien, la
concebía como una necesidad de hombres en quienes una adecuada preparación
intelectual hubiera agudizado la percepción de lo que era la vida buena y que
estuvieran, por ende, preparados para discriminar entre lo verdadero y lo falso, y
entre los medios adecuados e inadecuados, de alcanzar el verdadero bien.
B. La Justicia.
10
Cabanellas de Torres, Guillermo: Diccionario Jurídico Elemental, Editorial Heliasta, Argentina, 1999.
11
Temática, p.224
13
La definición anterior, es la exposición platónica de la definición de la
justicia la cual consistente en “dar a cada uno lo suyo”, porque lo suyo de cada
uno consiste en que se le trate como lo que es, según su capacidad y preparación,
en tanto que lo que él debe a la sociedad es la realización honesta de las tareas
requeridas por el puesto que en ella se le ha atribuido.
14
IV. Platón: El Político y las leyes.
Las leyes fue, sin duda, una obra de la senectud del filósofo y todos los
críticos están de acuerdo en encontrar en ella pruebas de una decadencia de sus
facultades, aunque con frecuencia se ha exagerado mucho esa decadencia. Por lo
que hace a la calidad literaria, no hay comparación entre la República y Las Leyes.
El primero de esos libros es, literariamente, una de las más grandes obras
maestras de toda la historia de la filosofía. Por el contrario, Las leyes constituye
una obra de lectura difícil. Aun tornando en cuenta todas las libertades permitidas
por el diálogo, resulta desordenada; es verbosa y llena de repeticiones. Es
bastante verosímil la tradición de que el autor no pudo llevar a cabo la revisión
final. Contiene pasajes bellos pasajes que eruditos competentes consideran tan
bellos como cualesquiera otros que puedan encontrarse en las obras de Platón,
pero el filósofo había perdido la capacidad de lograr un efecto literario sostenido, o
el interés por conseguirlo.
Debido a sus defectos de estilo, Las leyes han sido muy poco leídas en com -
paración con la República, y acaso ha habido una tendencia a confundir la deca-
dencia de calidad literaria con la de vigor intelectual. Ello es ciertamente equivoco.
La filosofía política de Las leyes carece del impulso audaz de construcción
especulativa que se encuentra en la República, pero por otra parte, en la última
forra de su teoría, Platón trató de enfrentarse a las realidades políticas de un modo
12
que nunca intentó en su obra más antigua.
12
Enciclopedia Autodidáctica Quillet, Editorial Aristides Quillet S.A., tomo I, México, Tercera Edición, 1964.
15
tuvo una mayor influencia en el desarrollo de la filosofía política hecho por sus
sucesores en el mundo antiguo. Ello es evidente por lo que se refiere a Aristóteles,
ya que el punto de partida de La política está constituido por el Político y Las leyes
y no por la República.
El desarrollo de este tipo de reflexión dio por resultado la total exclusión del
derecho del estado ideal y la concepción del estado como institución únicamente
educativa en la cual la mayoría de los ciudadanos se encuentra en una situación
de tutela permanente ejercida por el filósofo-rey. Esto era absolutamente
contrarlo a las convicciones más profundas de los griegos respecto al valor natural
o moral de la libertad bajo el derecho y al de la participación de los ciudadanos en
la tarea del gobierno propio.
13
Quillet, tomo 4, p.4.
16
CONCLUSIÓN
17
BIBLIOGRAFÍA
6. Enciclopedia Británica Barsa, Editorial Benton, tomo VII y XIII, México, 1971.
18
19