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Los diferentes

modos de
existencia
Lic. Carina Mengo
Universidad Nacional de Rosario (UNR)

LOS DIFERENTES MODOS DE EXISTENCIA


Autor: Étienne Souriau
Buenos Aires: Cactus, 2017
251 páginas.
FECHA DE RECEPCIÓN: 06/11/2017. FECHA DE ACEPTACIÓN: 16/11/2017.
Cómo citar: Mengo, C. “Los diferentes modos de existencia”. Revista Crítica Año II N.º III: 63 – 64.

En este libro, el despliegue de diferentes modos de existencia se presenta como


recorrido central y al mismo tiempo como lenguaje común a una serie de pensadores
(Souriau, Stengers, Latour) que permiten revitalizar la ontología, la estética y la epis-
temología, a partir de establecer la acción humana y sus relaciones con los objetos
creados, como sede del devenir. Sabemos que el S. XX es heredero virtuoso de las
grandes críticas decimonónicas respecto de los parámetros básicos de la Modernidad.
Desde esta perspectiva, el hombre, las cosas y las producciones culturales, científicas y
artísticas comparten una situación relacional que permite ser explorada desde vastas
configuraciones disímiles. En las páginas que componen las tres piezas de esta obra,
un ballet de nociones conectadas se disemina en la búsqueda de los claroscuros de la
existencia.
Étienne Souriau (1892- 1979) presenta al existir como movimiento en el cual
nada está completamente acabado. Para este filósofo francés (cuya obra es retomada
por Simondon, Deleuze y Latour, entre otros), debemos asumir el inacabamiento exis-
tencial de todas las cosas. Como enuncia en el epígrafe elegido por los editores para
encabezar la selección de textos: “Puedo degustar diversos tipos de existencia; cons-
tituir eso que sueño, primero en el orden del sueño, luego en el de la existencia física
y concreta… Tállate en la estofa de existencia que quieras, pero hace falta tallar, y así
haber elegido ser de seda o de sayal”. Un estilo atrapante, desarrollos que se bifurcan
y enriquecen con el análisis erudito de la existencia como problema, se entrelazan con
la postulación de la responsabilidad singular de cada hombre y mujer ante las existen-
cias a medio camino que nos invitan a responder. Es así que, los movimientos perpe-
tuos entre trayectos o senderos de los modos de existencia, la errabilidad (inherente
al peligro que ronda las obras y las cosas) y la instauración (experiencia del sujeto en
el transcurso del hacer) marcan el pulso de la escritura de Souriau en un vaivén per-
manente que nos precipita desde el sujeto realizador hacia las realizaciones posibles.
El libro que recientemente ha sido editado por Cactus, se compone de dos escri-
tos y una delicada presentación a cuatro manos. Los diferentes modos de existencia
(1943) y Del modo de existencia de la obra por hacer (1956) componen un conjun-
to muy vivaz que permite adentrarnos en la riqueza de este festejante del pluralismo
existencial y ontológico. Ambas obras son precedidas por una bella introducción de

Revista Crítica [Año II N.º III, Noviembre 2017, Rosario] ISSN: 2525-0752, pp. 63 – 64.
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Isabelle Stengers y Bruno Latour que invita a reco- El Capítulo III (desde &37 hasta &89) des-
rrer caminos reflexivos en la búsqueda de nociones, envuelve los modos específicos de existencia en un
contactos y despliegues de este filósofo olvidado. abanico de posibilidades que parte de los fenóme-
En Del modo de existencia de la obra por ha- nos para multiplicarse en los reicos, los solicitudi-
cer (1956), Souriau trabaja la relación entre el exis- narios, los virtuales y los sinápticos. Los seres y los
tir y sus diversas intensidades respecto de la acción saberes se expanden, se diversifican, y el filósofo se
necesaria para llegar a la realización. Podríamos esfuerza en demostrar que los fenómenos no son la
arriesgar que en este escrito, el filósofo condensa única fuente legítima para acceder al conocimiento.
aspectos centrales de sus preocupaciones ontológi- Finalmente, el Capítulo IV (desde &90 hasta
cas. Quizás podamos emprender la lectura en esta &111) desarrolla los caracteres de la sobreexistencia
instancia que alude a una experiencia, la experien- como acción instaurativa o como acto de tomar nota
cia de las sombras: “todo está en penumbras”. Para de sí en medio de la creación. A modo de susurro, el
Souriau, la existencia no es algo que se posea de un filósofo testimonia: “Es bueno que algunas cosas no
modo contundente, ya que todo existir implica un existan, para que tengamos que hacerlas; para que
hacer, una acción instauradora. De este modo lo no necesiten de nosotros con el fin de existir”… Y sus
hecho requiere, demanda, exige, desde una urgen- palabras nos orientan, invocando a la multiplicidad
cia existencial. Ante esa urgencia puede aparecer un de existencias divergentes, cuya realización puede
sujeto creador que se entregue al peligro, la erra- situarnos como radicalmente humanos.
bilidad y las preguntas que manifiesta la cosa. En
el escrito, Souriau desenvuelve un drama con tres
personajes que son: la obra por hacer, la obra en
el modo de la presencia concreta y el sujeto crea-
dor que tiene la responsabilidad de entregarse to-
talmente a ese proceso de instauración. Del hacer
del hombre emergen esos algo que parecen venir
de otros mundos a capturar nuestra fascinación:
poemas, esculturas, frescos, miniaturas, sinfonías,
teorías científicas y filosóficas. Por ello, el filósofo
afirma que la consumación auténtica requiere de la
entrega total del sujeto a las exigencias de los algo o
a las situaciones interrogantes que despliegan.
Por su parte, en el escrito titulado Los diferen-
tes modos de existencia (1943), se abren, de manera
muy singular, interrogantes clásicos que han atra-
vesado a la filosofía a lo largo de toda su historia.
El primer Capítulo (desde &1 hasta &16) plantea la
investigación a realizar, estableciendo la importan-
cia de la pregunta por los diferentes modos de exis-
tencia y la cuestión del acto de instauración o de los
procesos que orientan las metamorfosis necesarias
para culminar en una consumación.
El Capítulo II (desde &17 hasta &36) exhibe
los modos intensivos de existencia como propios
del sujeto que, con fuerza o debilidad, hará factible
el encuentro con las interrogaciones de las cosas.
Souriau acude al fantasma, al náufrago y al hombre
de vocación religiosa como muestra de personajes
que se aprestan a cavilar sobre la responsabilidad
existencial. ¿Qué soy? ¿Qué soy en el instante en
que el mundo ya no responde por mí? Estos perso-
najes nos indican los laberintos de la instauración.
Los laberintos de la subjetividad que, sometiéndose
a la obra por hacer, se pregunta si su vida tiene rea-
lidad o no.

64 Revista Crítica [Año II N.º III, Noviembre 2017, Rosario] ISSN: 2525-0752, pp. 63 – 64.

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