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C.I: 28.652.044
EL BULLYING O ACOSO ESCOLAR
INTRODUCCIÓN
El Bullying, con este nombre se conoce al proceso a través del cual un estudiante se ve
expuesto de manera sostenida a acciones negativas, como la intimidación o el maltrato físico y
psicológico, por uno o más de sus compañeros. Muchas escuelas minimizan o ignoran los casos
de bullying, pero se sabe que el acoso puede acarrear severas consecuencias como la
deserción escolar, el déficit en las habilidades sociales, ansiedad, depresión, trauma psicológico
y físico o el suicidio.
Este trabajo es una revisión que incluye desde las primeras investigaciones realizadas hasta los
estudios más recientes del bullying, tanto a nivel nacional como internacional; la finalidad es
establecer las diferencias que diversos autores han ido señalando del bullying o violencia
escolar.
I FASE:
Según cifras oficiales emitidas por el Primer Estudio Internacional de Acoso Escolar o Bullying,
llevado adelante por la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras en 18 países del Continente,
siete de cada 10 niños en América Latina son víctimas de este asedio que comienza a veces con
un simple abucheo y termina en no pocas ocasiones con un desenlace fatal.
En América Latina “el 70 por ciento de los niños son directa o indirectamente afectados por el
acoso en la escuela, niños que han sido acosados o han sido testigos del acoso", dijo el Dr.
Javier Miglino, experto en Asuntos de Derechos Humanos y Protección de la Niñez y Fundador
de Bullying Sin Fronteras.
De acuerdo con varios estudios, entre las naciones más sacudidas por este flagelo los 10
primeros lugares en cantidad de casos lo ocupan: México, Costa Rica, Chile, Brasil, Paraguay,
Argentina, Perú, Honduras, Guatemala y República Dominicana.
Los expertos del Equipo Multidisciplinario Internacional de Bullying Sin Fronteras consideran
que el bullying, un fenómeno que también se siente con fuerza en Estados Unidos y del que
muchos latinos han sido víctimas, tiene su raíz en múltiples razones y por eso resulta tan difícil
combatirlo.
En Perú el caso de Clinton Maylle, de 14 años, quien sufría ataques y burlas por ser provinciano
y por su gusto a los estudios, hasta que un día tres compañeros le propinaron una golpiza tan
brutal que quedó paralítico de por vida.
En Argentina el terrible caso del suicidio de Lara Tolosa, perseguida en las redes sociales de
Twitter, Facebook e Instagram hasta la desesperación, aún resuena en los oídos de todos.
El término bullying fue acuñado por el psicólogo y especialista escandinavo Dan Olweus, y
significa “intimidación”. A principio de los años 70, Olweus comenzó a estudiar profundamente
las crecientes situaciones de acoso y violencia escolar en los países nórdicos, que si bien es un
fenómeno muy antiguo, comenzó a generar en el psicólogo una gran preocupación al ver la
desproporción entre el sadismo de determinados acosos y la falta de atención o el desinterés
de los docentes y las familias al respecto.
Otro de los especialistas que se interesó por esta problemática fue el noruego Dan Olsen, quien
definió el bullying como “una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un
alumno contra otro, al que escoge como víctima de repetidos ataques. Esta acción negativa e
intencionada sitúa a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir por sus
propios medios. La continuidad de estas relaciones provoca en las víctimas efectos claramente
negativos, como descenso de la autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos,
lo que dificulta su integración en el medio escolar y el desarrollo normal de su aprendizaje.
A finales de los 80, el acoso escolar comenzó a generar preocupación también en países como
Japón, Gran Bretaña, Holanda, Canadá, Estados Unidos y España. Actualmente y por su alta
incidencia, el bullying es un tema que se ha profundizado y que a nivel mundial es motivo de
debates, congresos y campañas de prevención debido a los altísimos niveles de violencia en
juego y a la gran cantidad de niños y jóvenes que se han quitado la vida por no poder hacer
frente a las situaciones de hostigamiento reiterado.
Entre las víctimas del acoso escolar los niños con discapacidad que asisten a las escuelas
integradoras representan un gran porcentaje de los estudiantes hostigados.
El bullying en Venezuela es un tema que dejó de ser tabú. Luego del polémico caso de violencia
escolar en el liceo Los Robles en Maracaibo que consternó a la población venezolana, ha salido
a la palestra el tema del Bullying o acoso escolar en Venezuela. Esto no es nada nuevo en
nuestro país, ya que lleva décadas suscitándose en los planteles educativos, pero desde los
años 90 hasta hoy en día se ha acentuado aún más con la agresión física y verbal de los más
fuertes hacia los más débiles, y sin mencionar los ataques a la reputación de estos últimos por
las redes sociales.
El escenario del acoso escolar es simple: víctima y victimarios. La intimidación siempre es una
herramienta para agredir a la víctima, con agresiones físicas, gritos y asfixias (tal como se vio en
el video por YouTube), patadas, e incluso las más graves como palizas, puñaladas, que pueden
ocasionar la muerte. Para las chicas a veces las agresiones son sólo psicológicas y verbales
como la constante burla de su vestimenta o físico; sin embargo en Venezuela ya no existen
diferencias de sexo en cuanto al tipo de agresión, puesto que la violencia de género también
explota dentro y fuera de los salones de clases, caracterizada por golpizas de varones hacia
hembras.
Recoda realizó en el año 2008 un análisis cualitativo con 300 estudiantes de los últimos niveles
de educación básica y diversificada de la ciudad de Caracas, en el que se constató que un 40
por ciento de los encuestados tenía conocimiento de este tipo de maltratos en sus salones de
clase.
En un estudio al respecto que hizo el Centro Gumillas se pudo conocer que 1 de cada 3 niños
encuestado ha sido víctima de discriminación o violencia en su entorno escolar. Asimismo, 88%
de los alumnos entrevistados ha presenciado agresiones verbales y 79% ha presenciado
agresiones físicas.
Una maestra narró que muchos estudiantes abandonan la educación porque no se sienten
seguros asistiendo a clases: “Hay niños que en el recorrido desde sus casas los amenazan, los
roban, les dicen cosas y esos niños temen volver al colegio”, dijo. Sin embargo, los alumnos no
son los únicos expuestos a esta situación, también los maestros son amedrentados y
amenazados por algunos estudiantes.
Según información del portal de Últimas Noticias, los índices de violencia escolar en Venezuela
son:
•88% personal de los planteles y estudiantes entre 7° y 9° grado (Catia y Petare) reportaron
haber sufrido agresión verbal, según Cecodap.
•24% de los estudiantes consultados pide más vigilancia como solución al problema (Cecodap).
•70 agresiones al mes en las escuelas (Fiscalía 18 con competencia en responsabilidad penal
del adolescente).
Para apoyar la actual investigación se estudiaron otros trabajos de investigación publicados con
anterioridad vinculados principalmente a la violencia escolar en Venezuela, cuyos aportes se
consideran significativos para esta investigación, dado que enfatizan la importancia de prevenir
el bullying o acoso escolar en las aulas del país para evitar que se incremente y siga afectando o
poniendo en riesgo no solo el rendimiento académico, sino la salud y la vida de los estudiantes.
Entre estos estudios se pueden destacar los siguientes: Pífano y Tomedes (2009) elaboraron la
investigación Educar En Valores Y Cultura De Paz: Camino en Contra De La Violencia Escolar.
Roman y Sosa (2012) realizaron un estudio titulado Relación entre los agentes involucrados en
el bullying (víctimas y agresores) y los niveles de depresión e ideación suicida en adolescentes
del Edo Lara.
En virtud de lo que se presume que ocurrió el 13 de enero pasado en Maracaibo, con Abraham
Velazco, de 16 años, quien falleció luego de, aparentemente, ser lanzado del cuarto piso del
conjunto residencial Las Pirámides por defender a una niña del bullying de cinco jóvenes, se
encendieron las alarmas frente a este problema en la región.
El educador, filósofo y escritor, Antonio Pérez Esclarín, considera que el bullying “es un tipo de
violencia que pocas veces se condena por parecer menos peligrosa, pero que con frecuencia
lleva a otros tipos de violencia más evidentes y sangrientos”.
Al respecto, la consejera segunda del Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente del
Municipio Maracaibo, Orfa Fuenmayor, declaró a este diario que “en relación con el 2015, en
2016 no disminuyeron los casos de acoso escolar en los planteles públicos y privados de
Maracaibo”, y, aunque no ofreció las cifras oficiales, dijo que no son pocos.
Como ejemplo, recordó que a finales del año pasado un menor recibió una paliza de sus
compañeros y, en consecuencia, tuvo una fractura en la pierna; por lo que tuvo que someterse
a una operación.
Otro caso resaltante es el de un menor de primer grado que, en 2016, “molestaba” a una niña
en la escuela Barrio El Progreso, de la capital zuliana, y al ser regañado por las docentes, su
respuesta fue: “Páguenme 100 bolívares y le dejo de hacer burla”.
La violencia que se registra en las escuelas es un fenómeno que implica realizar un análisis
detallado de las acciones, un registro cuidadoso de las interacciones y de los constantes
intercambios entre los estudiantes.
Es así que la violencia dentro de las escuelas es un problema que afecta a toda la sociedad
educativa, refiriéndonos a maestros, padres de familia y alumnado en general, está siendo una
problemática grave, ya que dentro de las escuelas existen diferentes tipos de violencia y esta
afecta al alumno en su aprendizaje y en su ambiente social.
PROPÓSITOS:
1.- Indagar como afecta el Acoso Escolar o Bullying en el proceso enseñanza-aprendizaje de los
niños, niñas y adolescentes dentro de la Unidad Educativa Cristóbal Colón.
2.- Detectar las causas de violencia que se pueden presentar en el entorno escolar de la Unidad
Educativa Cristóbal Colón.
3.- Prevenir el acoso escolar o bullying de los estudiantes a través de charlas de concientización
con la intención de llevarlos a la reflexión.