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Seminario de ética
Catalina Vásquez B
El controvertido bueno en sí
Conceptos y categorías:
Ley moral: Para Kant, la ley moral es el principio fundamental que gobierna todas las
acciones morales. Esta ley moral es incondicional e universal, y se expresa en los imperativos
categóricos.
Imperativos categóricos: Los imperativos categóricos son mandatos morales que se aplican a
todas las personas, independientemente de su situación o deseos individuales. Estos
imperativos son universales e incondicionales, y son la expresión de la ley moral.
La Argumentación:
¿Cómo algo puede ser objetivamente bueno en sí? Yo diría que lo bueno se deriva de la idea
del deber ser que a consideración general es un postulado totalmente subjetivo. No obstante,
Kant responde que la buena voluntad es buena en sí debido a que el deber no es del todo
subjetivo porque parte de la idea de lo universal y lo humano que explicaremos
posteriormente.
Para llegar a la idea de lo universal y lo humano como las cualidades que hacen del deber lo
bueno en sí debemos tener en cuenta las diferentes clases de actos. Hay unos actos hechos en
contra del deber, lo cual para Kant es totalmente inmoral. Actos conforme al deber que
suponen una inclinación egoísta ya que la máxima de estos no es moral. Por último, actos por
deber, los cuales son genuinamente morales.
Actuar por deber es actuar por reverencia a la ley moral ¿qué se entiende por ley moral?
Según Kant todo dentro del ámbito natural está regido y actúa por leyes necesarias, las cuales
son conocidas por medio de la sensibilidad y el entendimiento, los humanos tenemos la
facultad de actuar por representación de las leyes, en otras palabras, actuamos por principios
o mandatos. Existen tres clases de imperativos o mandatos, los técnicos, que son reglas que se
siguen para adquirir una habilidad, los pragmáticos, los cuales nos dan consejos o pautas para
ser feliz y los categóricos, los cuales representan una acción objetivamente buena por sí
misma, además que son incondicionados y absolutos ya que ordenan acciones porque son
necesariamente buenas. En esta última se expresa la ley moral.
La fórmula del imperativo categórico es: “obra sólo, según una máxima tal que puedas querer
al mismo tiempo que se convierta en ley universal” (Kant, 2007). Aquí se introduce la
primera condición necesaria para que el deber sea objetivo y es la idea de lo universal. Para
entenderlo expondremos el siguiente ejemplo: Alguien necesitado quiere pedir dinero a un
amigo y promete devolverlo cuando sabe que no podrá, es decir que hace una falsa promesa.
¿Una falsa promesa puede llegar a ser una ley universal? Si decimos que sí, estaríamos
afirmando que es lícito hacer falsas promesas, lo cual es una contradicción lógica porque
nadie creería en las promesas de los otros si este fuese el caso. Es así “como la razón bajo la
fórmula universal sabría distinguir muy bien cuanto es bueno, malo conforme o contrario al
deber” (Kant, 2007).
De este modo, el imperativo categórico tiene un valor de base que en palabras simples es: , el
hombre debe ser siempre un fin y nunca un medio. En palabras de Kant “obra de tal modo
que uses a la humanidad en tanto en tu persona como en los otros siempre como un fin y
nunca solamente como un medio” (Kant, 2007). Aquí surge la segunda condición necesaria
para que el deber sea objetivo y es que la ley moral tiene un sentido de humanidad.
Volviendo al ejemplo anterior, se diría que hacer una falsa promesa a alguien para conseguir
algo es igual a usar a la persona como un medio y no como un fin.
En conclusión, la buena voluntad es lo único bueno en sí mismo porque es lo que permite que
la ley moral esté acorde al deber entendiendo que la libertad es guiada por esa buena
voluntad. Si le quitamos a los postulados Kantianos de la moral la buena voluntad, la libertad
haría lo que quisiera con la ley moral. El carácter de la buena voluntad permite que se tomen
decisiones de acuerdo con el deber. Respondiendo a la pregunta de la introducción, se diría
que entendemos lo bueno como lo que permite que se lleve a cabo la ley moral, lo bueno no
se reduce a las características ni a cualidades del carácter sino que lo bueno en sí un principio
que hace posible el imperativo categórico.
Referencias: