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Escritor Fernando Aparicio

Los hondureños si tenemos identidad nacional, aunque con frecuencia se nos diga que somos
un pueblo sin identidad tenemos que regresar obligatoriamente al gobierno liberal de Marco
Aurelio Soto, o Ramón Rosa porque en el proyecto del país de ellos una de sus preocupaciones
de identidad nacional entonces se inventan hacer las 6 figuras, el padre reyes, Morazán,
cabañas, Dionisio de Herrera, una figura política interesante en Centroamérica y desde
entonces se ha venido construyendo la identidad como una mezcla de cosas. Hay elementos
comunes de la identidad que nos une , evidentemente uno de ellos es el lenguaje, nos une
precisamente la literatura y es que el tema de la literatura y la identidad nacional, los
escritores Hondureños si estamos identificados, y como vuelvo a decir tenemos que regresar al
pasado escritores, como Froylan Turcios, Argentina Díaz Lozano y el mismo Juan Ramón Molina
de la nueva generación escritores de la talla de Julio Escoto Juan Ramón Zaravia y por supuesto
Fernando Aparicio . En nuestro producto literario por llamarlo de alguna manera contribuimos
al imaginario de la identidad nacional con nuestras historias, por ejemplo la mejor novela de
Julio Escoto que es “Madrugada” es un poco la historia del periodo negro del país en el período
de los 80’s en manos de los cachurecos y los liberales y de los militares esa novela desnudo el
país, desnudo un montón de cosas y nos hace vivir la historia de Honduras en la época negra
cuando leemos nubes mayas Copán encontramos en la novela de Julio Escoto también Esa
visión de la organización política maya otro elemento de identidad nacional, Cuando leemos
toda la obra de Ramón Amaya Amador encontramos elementos de identidad nacional,
entonces yo creo que si hay un elemento que sí mantiene la constancia y la constancia de la
identidad nacional y somos los escritores. Mis cuatro novelas hasta este momento escritas son
un campo a la identidad nacional, porque corren dentro de la corriente del realismo social, en
ellas narro lo que estamos viviendo en este momento. Estoy creando una novela que se llama
al son de mi tierra dedicada precisamente a la identidad nacional, como un recorrido cultural
por la identidad nacional, por ejemplo el sueño del Forastero que retrata a Honduras, la
migración del hondureño, las razones porque las del hondureño se va del país y es muy realista
además disfrutar de esos municipios lindas del país como el lago de Yojoa o Puerto Cortés,
omoa, narra un poco cruzar por Choloma llegar a San Pedro, el viaje de Tegucigalpa que son
cosas o paisajes comunes en la mente del hondureño y en todas mis novelas te vas a encontrar
con esas constantes de identidad nacional, comidas, gusto, costumbres, palabras. Mis novelas
están escritas en español, a lo catracho pero español porque pretendo llegar a ese segmento
de la población de tercer grado en adelante, Aunque mis novelas se leen en todas las
categorías incluyendo maestría en literatura hondureña, pero la intención de mis novelas es
contar una historia en un lenguaje que todo mundo puede entender.

La globalización es un fenómeno que afecta no sólo a Honduras y nueva todos los países,
internet ha permitido que el mundo llegue hasta la aldea más remota donde haya un celular
inteligente y un acceso a internet, de tal manera que nuestros muchachos tarareen música en
inglés sin saber que están cantando, no es raro verles ponerse camisas holgadas cuando no es
nuestro estilo, no es raro verles ponerse pantalones cortos cuando no es nuestra característica
de vestir, producto de esa influencia y cuando ven esos patrones la gente sin saber dice
estamos perdiendo identidad, yo creo que la identidad la construimos cada día y hay más
cosas positivas que negativas, la globalización destruye la cultura de todos los países no sólo
de La nuestra, Pero de igual manera yo creo que existen esfuerzos más personales más
individuales en preservar esta identidad que nos motivan a amar esta patria sentirnos
orgullosos de lo que somos, de lo que hacemos, de lo que pensamos, y que reflejamos esas
maneras de pensamientos nuestras obras escritas; en el caso de mi poesía, es pura identidad
nacional en la parte de Honduras.

Mis tres libros tienen casi la misma tendencia a Resaltar los valores del país, las comidas del
país, las costumbres del país Pero quizá en el “Sueño del Forastero” encuentres bastante
tendencia a Resaltar los valores del país y en “Memorias de Recluta” también, porque en
“Memorias de un recluta hay un personaje bastante interesante que es una muchacha del
interior del país que te habla de las diferentes tradiciones que tienen en el interior del país.
Cuando yo doy conferencias fuera del país siempre digo que yo soy un sipote grande del país
porque la palabra cipotes es una palabra que nos identifica como hondureños en cualquier
parte del mundo, igual que chamaco en México porque cipotes es una palabra nuestra.

“El gran elector, la conspiración vaticana” es una novela de código europeo aunque los
personajes son hondureños, un cardenal hondureño y Su secretaria, la novela en sí corre en
Europa y hago referencia al país, a la corrupción del país, a los delincuentes que gobiernan este
país pero como puntos de referencia no como tema central de la novela porque realmente la
novela corre dentro del Vaticano; es controversial y no encaja en el concepto de internacional
porque no era esa la intención al momento de escribir la novela.

Tiene una enorme riqueza que nos identifica y eso lo sentimos y lo vivimos los hondureños
cuando salimos del país por ejemplo, vas a Miami y te encontrás puestos de baleadas y los
encontrás llenos de hondureños que disfrutan comerse una baleada, va a parecer
contradictorio porque la cerveza no es una tradición nuestra es una tradición alemana, sin
embargo los hondureños pagan el doble por tomarse una cerveza salvavida porque eso los
hace sentirse hondureños, cuando uno va a Estados Unidos. Por ejemplo mi hermana cuando
voy me dice que le lleve queso porque no hay otro queso como el de Honduras pues, y no es
cierto porque hay quesos mejores todavía, Pero ella se siente identificados por el nuestro Así
que te digo No es cierto que no tengamos identidad, si tenemos una identidad, no es una
identidad pura como no la es en ningún país del mundo.

Si hay cosas que yo creo que son importantes y se están perdiendo, el amor a los elementos
patrios del país por ejemplo, el respeto al himno, el respeto a la bandera me he encontrado
vergonzosamente con docentes en eventos públicos con alumnos que mientras está cantando
el himno nacional están platicando, el himno es una de las cosas de nuestra identidad
obligatoria ya sea porque no se la impusieron, porque figura en estructura, por la razón que
sea, pero un himno es parte de tu identidad y si hay que reconocer que el país ha perdido
cosas, yo me crié en una formación académica en la que los sábados era sabados cívicos y
entonces en esos sábados cívicos cantábamos el himno, leíamos el juramento a la bandera,
escuchábamos poemas hondureños, escuchar la mus literatura hondureña, conocíamos los
personajes de Honduras y esa formación cultural quedó grabada en mi mente para toda mi
vida, por lo tanto si hemos perdido y eso es producto a que estamos siendo gobernados por
delincuentes, porque al delincuente no le interesa a la creación del Estado nacional a los
delincuentes que gobiernan les interesa que el pueblo sigan siendo analfabeta, montuno,
incapaz, iletrado, Porque mientras más iletrado sea más manipulable se vuelve por lo tanto
entiendo que la educación del país se haya vuelto mediocre y que el estado obliga a pasar a los
muchachos de un curso a otro porque eso es lo que quiere realmente, Yo vengo de una
generación que donde los examinadores llegaban de otros centros hacerte los exámenes asi
que el mismo profesor no sé engañaba, llegaba más profesores, y ahora que lo recuerdo esas
cosas de la identidad nacional las recuerdo con nostalgia.
Los niños negros por ejemplo ya no quieren hablar garifuna, no quieren comer sus comidas,
Estamos perdiendo, pero yo creo que aún estamos a tiempo de rescatar los valores de la
identidad nacional Y todavía se puede hacer mucho porque hay mucha cultura nacional
todavía que no se ha perdido.

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