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G ódel

Latógicade losescépticos

C uan d oe n e [ a ñ o d o s mj Lta re vi stafíme etigióa los cie- , Vl


ners n n a i pms á sr i esta ca d odse tsi o {oK
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rna[ e r n á t r cdoe l a [i sta . C o n ta tsu d a es contar el s:ui,.'
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L¿ matemática en sus Personajes
Colección dirigicla por Antonio PétezSanz

GüdET
La tóg{eade los escépticos
: I .:..:

4 ,.
tn o r ce

I7 Pr ó1 ogo

15 De los her oes a 1a 1ógi ca

29 lln i rrc s o de eqnc i os

53 Un n'iño inquisit ivo ( 1906- 1924)

€'l Años de apr endizaje ( 1924- 1929)

33 La suf icienci a de 1a 1ógica


( 1929- 1930)

97 Los t eor em as de incom plet it ud

( 1930- 1931)

127 Tiem pos de cr i si s ( 1932- 1939)


14 5 E1 p ro b l e m a d e 1 c ont' i nuo (1-939-1940)

16 3 E n P ri n c e to n : fÍs ' i ca Y fi l osofía

(1 9 4 1 - 1 9 5 6 )

E l o c a s o d e u n a mente (L967-1' 978)


1e1 . 'j -' "-¡.:r l- -
*. - -'

203 Ep í l o g o

Ami podre,
209 C ro n o l o g i a
que me enseñó a contar

2t7 B i b f i o g ra fí a

221 N o ta b i b l i o g rá fi c a

*
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Pró1 ogo

Es pronto todavíá,para.intuir qué quedará del siglo veinte, pero no


parece aventurado suponer que las generaciones venideras tardarán
en explicarse, si es que lo consiguen, por qué el siglo de la ciencia
alumbró también dos guerras mundiales y otros muchos conflictos
sanguinarios. Contar la üda de Gódel es contar el siglo veinte, con
sus momentos estelares y sus desventuras, que son también las
de este hombre extraordinario. Nació en el imperio austro-húngaro
poco después de que Einstein revolucionara la física moderna y
murió setenta y dos años más tarde en un exilio que siempre le
fue grato. Para seguir su peripecia ütal hay que entender primero
el desarrollo de la lógica, y hasta qué punto el nazismo frenó un
futuro mejor. Por eso, éste es sólo un acercarniento parcial a su figura.

No me ha moüdo tanto el afán por dar a conocer detalles ínti-


mos del personaje como el poner su obra en relación con el desa-
rrollo intelectual que la hizo posible. Quien quiera abrir el libro con
lo que Salinger llamó con gracia "todo ese rollo Daüd Copperfield"
-es decir, dónde nació Gódel y qué hacían sus padres antes de
tenerlo- tal vez se ciespiste al encontrar casi treinta páginas en las
que sus apariciones son sólo fugaces. Me he tomado mi tiempo pa-
ra contar por qué nace la lógicamoderna y cómo se desarrolló -en
un fascinante juego de espejos en los que se reflejan Frege y Hil-
bert, Russell y Cantor- un optimismo desmedido que Gódel situó de
nuevo en su lugar. De haberme sometido siempre a la rigidez del
hilo cronológico, el aluvión de fechas haría menos nítido el retra-
-.
o
to: he preferido, en varias ocasiones, organizar la üda de Gódel en
bloques temáticos que iluminan mejor una faceta del personaje.
Para cubrir estas lagunas temporales, el lector interesado tiene a su
disposición una Iínea cronológica al final del libro.
1t
Al presentar los contenidos matemáticos he intentado seguir tructores a media jcrnada. Pablo Martín me ha demostrado que el
o
U sueño del hombre del Renacimiento es aún posible: sin sus eruditas
una vía intermedia entre los textos de dilulgación que, aunque tra-
+J
o_ tan con loable claridad los teoremas de incompletitud, rara vez son observaciones el libro perdería muchos de sus hipotéticos aciertos.
'q.)
U
fieles a los artículos de Gódel, y las exposiciones de cualquier texto A veces una referencia bibliográfica es más valiosa que mil pala_
CJ
de lógica avanzada, que estarían fuera de lugar. Así, he procurado bras de ánimo; por eso, quiero agradecer Ia ayuda de Alfonso García
o respetar en ia medida de lo posible la obra de nuestro protagonista, Suárez, que conoce la vida secreta de los genios, y de Jesús Arana,
pero haciéndola más accesible o, cuando los tecnicismos resultan mi bibliotecario. Iñaki fubeloa, tan generoso con su tiempo, se de_
OJ
E
irremediables, yendo al corazón de las ideas. Los dos textos de [uvo en estas págirras camino de Bombay; por compañeros de viaje
fl5
consulta básica que he manejado son Logical Dilemmos. The life como él tienen sentido los desvelos.
ho and uork of Kurt Gódel [Wellesley: A K Peters, 1996), la monumen-
tal biografía de John Dawson, y las Obras completas de Gódel en
Javier Fresán
I es pa ñ o l (Ma d ri d :Al i a n z a E d i to ri a l , [1981],2006), a cargo de Jesús
Mosterín, que se adelantó varios años a Ia edición canónica ingle- Madrid, enero de 2007
E sa. De allí proceden la mayoría de los textos citados a lo largo del
volumen.

'l Gódel no fue un escéptico en el sentido usual de la palabra:


creia que el mundo estaba racionalrrrente organizado y que las
verdades matemáticas existen más allá de nuestras descripciones.
Pero sometía todas sus ideas al examen implacable de la duda, y
1
eso ie permitió obtener resultados espectaculares. En la sentencia
;
indecidible con la que prueba su primer teorema de incompletitud,
I muchos han üsto el cogito del siglo veinte, y otros comparan su
t
I
t
obra con la de Kafka, que "nada conocía mejor que la indecisión".
Su vida nos enseña como pocas la importancia que tiene para el
t
método científico no dejarse guiar por la inercia de nuestro tiempo.
i Es una lección muy necesaria, pero difícil de aprender: sin ir más
,: lejos, temo haberme dejado seducir en estas páginas por el friso de
una época y algunos personajes secundarios.

Escribir un primer libro supone contraer más deudas de las que


o- .
uno está en condiciones de pagar. No podría olüdarme de las clases
de lógica de Mariano Martínez, que leyó con atención el manuscrito oq

$ de esta obra. Tampoco del r,rrelo de la inteligencia de José Antonio


Pascual y de Rosa Navarro Durán, mis policías del verbo, decons-
13
De 1os héroes a 1a 1ógica

La historia de la humanidad es la historia de una búsqueda: la


de esas verdades que logran tl.aspasarIos siglos. No es otra la razón
de que, desde tiempos inmemoriales, el hombre haya intentado
anticiparse a su destino escrutando las estrellas o la dirección del
humo; tampoco Ce que inventara las religiones para dar respuesta a
preguntas alejadas de la certidumbre, como si hay un más allá o cuál
F
es el sentido último de la existencia. Nos asusta lo desconocido, todo +
aquello que somos incapaces de someter a nuestro cálculo, pero 3
estamos hechos de la misma materia que los sueños, las dudas y el
e
futuro. Ya los primeros filósofos presocráticos trataron de distinguir ¡
entre esencia y apariencia en un mundo en el que todo fluye como Ias 3
aguas del río heraclitano. De otro ío, ei Leteo, bebían los rnuertos or
antes de partir al Hades para olüdar el camino de la üda, para que il
les quedara oculto por las nieblas de la desmemona; por eso, los =,
griegos llamaron olethéio a la verdad desvelada. No era el mundo de T.
los mitos, sin embargo, terreno propicio para dicha búsqueda; pronto !
se hizo necesario trascender los relatos sobrenaturales y dirigirse al
logos,al lenguaje del razonamiento universal: la ciencia.
15
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s
F
$
(n ga a los dados". En la actualidad, fisicos y matemáticos intentan
Tampoco son las ciencias naturales fuente del conocimiento
il IJ
Ei duraderoque buscamos.La palabrainglesaóreohthrough,sin equi- conciliar la relatiüdad con la mecánica cuántica en una teoía unifi-
g P
g, valente exacto en español,alude a un descubrimiento que rompe cada de cuya existencia nadie está seguro. Podría ser una colección
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(.,, nuestraüsión del mundo y nos sitúa ante una realidad desconoci- de enunciados que se solapan, en lugar de un'único paradigma a
nt LN
(u
1 da, uno de los que sólo se producen cada cien o doscientosaños. la manera de los anteriores; o quizá estemos condenados a apro-
:¡ ú)
Al hacer recuento de los más importantesde la historia, cualquier ximaciones sucesivas, nunca exactas, como Aquiles detrás de la

a) científico destacaríael enunciado newtoniano de las leyes de Ia tortuga.


mecánica.AlexanderPopelo celebró con estosversos:"La natura-
6
U lezay susleyesdormíanen la oscuridad/Diosdijo: 'HágaseNewton' También se equivocó John Trowbridge, decano de la Facultad
ho
'o
-Y todo fue claridad"; y es conocido un pensamiento de Lagrange de Ciencias de Harr¿arda finales del ciiecinueve, que solía recibir
que identifica a Newton como el hombre más inteligentede todos a los neófitos asegurando que "en ffsica ya está todo descubierto:
i: los tiempos,pero también el más afortunado "porque sólo una vez sólo queda corregir algunas meoidas y añadir decimales". y el gran
t puede establécerseel sistemadel mundo". Lagrangese equivoca- lord Kelün, para el que no cabía duda de que "nada más pesa-
I 0.J
ba: con sus artículosde 1905y el desarrolloposteriorde la teoríade do que el aire puede volar". Y un médico anónimo del Siglo de
L' la relatiüdad, Einsteindemostró que no existe un tiempo absoluto Oro: "el abdomen, el pecho y la mente estarán siempre cerrados a
como el que imaginaba Newton. Viümos en un Universo defor- la intervención del sabio cirujano humano". Llegados a las arenas
mable de cuatro dimensiones(espacio-tiempo),donde fenómenos movedizas de la informática, los ejemplos aumentan vertiginosa-
apalentementesimultáneosa dos obselvadoresno lo son si uno se mente: en 1943,el presidente de la IBM creía que "no hay,mercado
desplazarespectodel otro. Una de las consecuenciasde este nue- en el mundo para rnás de cinco ordenadores", y cuarenta años más
d

vo paradigma-la luz no viaja en línea recta en las proximidades de tarde, el mismísimo Bill Gates declaraba que 640 Kb debeúan bastar
grandesmasas- quedó ratificadaen 1919cuando una expedición a todo el mundo.

'd inglesa en África observó durante un eclipse cómo se curvaba la


luz a su paso por el Sol. He procurado limpiar de profecias este libro. Toda verdad física
I
I

sólo es probable. Frente a los sueños ilustrados, cuya sublimación


i
o
Pesea ello, ia relatiüdaclsigue siendo una teoría parcial: fun- casi caricaturesca es el positivismo de Comte, Karl Popper ha apor- \n
ciona muy bien a escalasplanetarias,pero, üajando a los confines tado lúcidas reflexiones a la filosofíade la ciencia. Desde los inicios f
.D'

t de la materia, choca con la mecánica cuántica. Para esta rama, del método hipotético-deductivo, inducir una teoría del análisis de
-
¡l que se desarrolló a partir de la segunda década del siglo vein- cierto número de experimentos que la corroboran se ha convertido fi

te, las partículassubatómicasno tienen posiciones y velocidades en pieza imprescindible de la práctica científica. Sin embargo, ante OJ

definidas de forma independiente,sino una combinación proba- un horizonte de infinitos casos posibles, el principio de verificación
bilísticade ambas dentro de los límites que estableceel principio pierde su base epistemológica: basta un solo contraejemplo para
o'
de incertidumbre. El propio Einstein tuvo un papel destacado en "falsar" una hipótesis, pero cien pruebas a favor no la hacen del to-
su aparición, aunque nunca llegaría a aceptarlo: pensaba que la do verdadera. Cada nuevo experimento es un lance a üda o muerte, n
o.J
t
t mecánica cuántica "nos aporta muchas cosas, pero apenas nos y el quehacer de los científicos, una "búsqueda sin término", como
acerca al secreto del Viejo. Yo estoy convencido de que Él no iue- tituló Popper su autobiografía.
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Por eso dice Borges que las matemáticas, como la música, pueden
o
U prescindir del Universo.
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U Los diccionarios definen demostración como "prueba de una
a) cosa, partiendo de verdades universales y evidentes", pero para
LN
o los matemáticos cada una de ellas encierra muchos más secretos.
Guillermo Martínez ha hablado de la "Dequeña calma piadosa, ese
o)
singular bálsamo intelectual, el simulacro de orden en el caos que
r5
se obtiene al seguir los pasos de un teorema". Ante una proposi-
D etal l e de l as escal eras
b! de una obra de ción cuyo valor de verdad se desconoce. la primera reacción es
l '1 C E scher semejante a la de los escritores frente al papel en blancr,: un miedo
: casi paralizante, o el impulso de llenarlo todo con operaciones que
raravez conducen a algún sitio. Pero, más adelante, las pupiias se
CJ acostumbran a la oscuridad y exploran pequeñas variaciones de lo
E
:o conocido, o deciden abrir caminos nuevos; cuando la imaginación
IJ
lo ilumina todo es hora de poner en orden los argumentos. para
un mismo enunciado matemático caben muv distintos métodos de
prueba. Voy a detenerme en algunos de los principales.

Prescindir del Universo


La cleducción es el que más presencia tiene en campos apa-

Una misma lengua puede hablar de muchas cosas: en español rentemente tan ajenos a las maternáticas como la psicología o la

están escritas las frases: "Trae leche del supermercacio'?y "La belle- investigación de un crimen. Consiste en aplicar las armas del razo-

za será convulsiva o no será". Centrarse en las matemáticas como namiento lógico ordenado (reglas de transformación, identidades) O
a
refugio de la seguridad desterrada de otras ciencias fue un cambio a una serie de premisas hasta obtener el resultado que se busca.

de registro. Irrraginen una conversación en la que sólo se permi- Para probar la afirmación "Sócrates es mortal", podemos recurrir a

ten términos abstractos, en'uueltos en una sintaxis suficiente y de- al silogismo "Si todo A es B, y C es A, entonces C es B". Así, si
rD.
mocrática. Aunque las reglas del juego son precisas, las primeras todos los hombres son mortales, y Sócrates es hombre, entonces o
-
rD
palabras de los participantes serán igual de torpes que las jugadas Sócrates es mortal. Al menos dos precauciones requiere el uso de la

de un ajedrecista que acaba de aprender el movimiento de las pie- deducción lógica: en primer lugar, es necesario asegurarse de que OJ

zas. Saben que cualquier referencia al exterior está prohibida, pero las proposiciones de las que nos servimos ya han sido demostradas OJ

les cuesta desprenderse de los ejemplos que han ido acumulando y antes de otra forma; si no, terminaríamos dibujando círculos ücio-
o.
sos o escribiendo artículos supeditados a la verdad o falsedad de oc
dar a sus ideas la consistencia de lo permanente. Nada ha cambia-
una conjetura. En ocasiones, para simplificar problemas difíciles, ñ
do en el teorema de Pitágoras en más de dos milenios, y tampoco OJ

cambiaría si Ios triángulos rectángulos fueran entelequias tan impo- conüene imaginarse qué ocurriría si algún otro enunciado fuese

sibles de construir como las escaleras del mundo onírico de Escher. cierto, pero la prueba no podrá darse por concluida hasta que se
IÓ 19
II

;
II
I
(^ demuestretambién el segundo.Por otra parte, partiendo de premi- un cubo de un metro de arista. Desdenuestra perspectivaactual,
II
sasfalsaspuede probarsecualquier cosa. Podríaafirmar que usted I resulta tan sencillo como construirun nuevo cubo de medida muy
{J I
.cJ ha escrito estaspáginas;veamos si le convenzo:supongamosque próxima a VZ -iqué bien funcionaríael mundo si ejerciciostan le-

(u
1+ 1 = 3, entonces,al restaruna unidad a ambos términos,se obtie- i ves de aritmética sustituyesena las intervencionesmilitares!-,pero
ne 1 = 2, que tambiénpuedeescribirse2 = l. Lectory autorson dos para un griego era difícil comprender que entre los números, en
personasen principio distintas-la literaturasería,en otro caso, una los que estaba cifrada la armonía del Universo,hay algunos cuya
CJ
tautología-,pero, como 2 = l, lector y autor son la misma persona; I
expresióndecimal no termina nunca de escribirse.Porreducción al
c
es ustedquien ha escrito,aunquerrolo recuerde,el texto que tiene absurdose demuestraque V2 es irracionaly que, dado un número
rs
LJ entre sus manos. primo, siempre existe otro mayor. Sigamosel bello argumento de
ho Euclides:
.o
Otras veces para demostrar un teorema conüene recorrerlo
ñ
J mlrcha atrás, iajar a sus orígenes.Es conocido entre los aficio- "Supongamosque hubiera una cantidad finita de números pri-
nados a los problemas de ingenio un juego en el que interüenen mos, digamosn, y llanrémoslos pt,pz,...,pn.Multiplicandotodos
c
Q-,
nueve bolas (cuatro blancasy cinco negras) dispuestasaleatoria- y añadiendo una unidad al resultado,podemos obtener el entero
:o
I mente sobre una circunferencia.A cada movimiento, entre dos Z = pt.pz'... pn+ l. Ahora,el teoremafundamental de laaritnética
bolas se coloca una blanca si los colores son distintos,y una negra aseguraque, dado un número, es primo o se descompone como
en casode que coincidan.Luego se retiran las iniciales.Zllegará tn producto de primos. Es claro que la divisiónde Z por cualquierade
punto de la partida en el que todas las bolas sobre la circunfe- los p¡ arroja un resto distintode cero; por tanto, la única posibilidad
rencia sean blancas?La respuestaes no. En efecto, imaginert una es queZ seaprimo. Perohemos supuestoque sólo habían números
circurrferenciacubierta por bolas blancas: Zcuálsería la situación primos, y con Z tendíamos n + 7".
inmediatamenteanterior?Los colores deberían alternarse:negra,
blanca, negra,blanca, negra,blanca, negra,blanca, negra, blanca; También la inducción cumple aquí un papel fundamental.I{e-
pero así nos salendiez bolas.Tambiénlos conseguimoscon ocho mos hablado de los problemas que la inhabilitan como base de c,
o doce,y en general,sólo con númerospares.Luego... certidumbre en las ciencias naturales,pero la que se usa en ma-
temáticas es total, perfecta, porque asimila en su procedimiento
Quizála forma más refinada de marcha otrás seala reducción mismo el patrón de infinitud de los objetosde los que se ocupa, y f

al absurdo,que consisteen suponer falsala tesis que se desea pro- esto permite examinar todos los casos.En su versión más sencilla, -
o
a
bar y llegar a partir de ella, por medio de pasos ded.uctivos,a un se emplea para probar teoremassobrelos números naturales.Para
absurdo: la negación de las hipótesis en las que nos apoyamos. Cemostrarpor inducción que una cierta propiedad P(n) es cierta O)

Como todos los pasosintermediosson correctos,el único error po- si n es un número natural, debemos probar primero que P(1) es OJ

sible ha sido considerarfalsala proposición:ila hemos demostrado verdadera.Suponemosahora que, para cualquier m rratural,P(m)
o'
asíl En medio de la mayor epidemia de peste de Atenas, una de- se verifica,y nos queda por demostrarque, en ese caso,P(rn + 1),
legaciónllegó hasta Delfospara obtener del oráculo instrucciones Ia misma propiedad enunciada para el número siguiente,también a
OJ

precisaspara detenerla.Trasretirarsealgunosminutos, Ia sacerdo- seríacierta.Así,la afirmación es ciertapara I y, por verificarseP(1),


tisa volüó diciendo que era necesario duplicar el altar de Apolo, también es cierta para 2; ahora para 3, para 4, y de ahí al infinito.
20 27
ú) Algunos autores han comparado la inducción con la caída de una 'A la edad de once años empecéa estudiargeometría,teniendo
\., hilera sin fin de fichas de dominó. por preceptora mi hermano.Fueuno de los grandesacontecimien-
P
o
.0J
tos de mi üda, tan deslumbrantecomo el primer amor.Jamáshabía
imaginado que pudiera haber a.lgotan deliciosoen el mundo [...]
CJ
Un modelo axiomático Desde aquel momento hasia que Whitehead y yo concluimos los
tn
o Principia Mothematica, cuando yo tenía treinta y ocho años, las ma-
Pese a la analogía de Borges con la música, ningún teorema temáticasaeapararonmi principál interésy constituyeronmi prin-
CJ
debe entenderse como una pieza aislada: en matemáticas las pro- cipal fuente de felicidad.Como toda felicidad,sin embargo,no era
(E
posiciones no nacen del vacío ni conducen a la nada; son, más cornpleta Se me había dicho que Euclidesdemostrabalas cosas,y
bien, moümientos de una misma sinfonía. Cada resultado se expli- me sentÍ profundamentedecepcionadoal ver que empezabacon
.o
ca únicamente atendiendo al contexto en el que surge (al marco axiomas.Al principio me negué a admitirlos,a menos que mi her-
rg mano me ofrecieraalgúnrazonamiento paraque lo hiciera.[...] La
J de definiciones y teoremas previos) y puede extenderse si se ge-
duda que me asaltóen aquel momento respectoa las premisasde
neralizan las hipótesis. Me gusta la imagen, aunque imprecisa, de
las matemáticasno me abandonó.v determinóel cursode mi labor
(J
E
una ciencia de estratos donde las nuevas aportaciones sedimentan
subsiguiente".
(, sobre lo ya construido. Por su apariencia externa, los Elementos de
Euclides no son distintos de otras sumas antiguas: en una cultura
donde la oralidad cobraba una presencia mucho mayor que ahora, Con su inteligencia incisiva, Russell pone el dedo en la llaga:
representan la voluntad de sistematizar todo el conocimiento ma- si algo distingue a los Elemenfos de otras obras científicas anti-
temático de la época, de darle un hilo riguroso sin la inmediatez de guas es su estructura novedosa; cómo, partiendo de un número
la palabra dicha. No es posible obviar su afán didáctico: todavía a reducidísimo de principios que se aceptan sin demostración, se
principios del siglo veinte seguía siendo manual de referencia para consiguen deducir todos los enunciados de la geometría clásica. El
el aprendizaje de la geometría en muchos centros de enseñanza, y libro se abre con veintitrés definiciones de conceptos (ángulo, rec-
algunos profesores defendían encendidamente el poder de la obra ta, superficie, etc.) que aparecerán constantemente. Quienes han ü
de formar hábitos de disciplina intelectual y conducir a los estu- intervenido en la redacción de un diccionario saben que a veces las
diantes porun "camino de perfección" paralelo al de la matemática palabras de uso cotidiano son más difíciles de definir que otras de o

gnega. sonoridad aristocráticay ámbito de empleo restringido:así,Euclides J


rD.
llama punto a "lo que no tiene partes", y línea, a "una longitud sin
o
En estas circunstancias leyó los Elenentos el joven Einsteirr, al anchura"; pero, para especificar cuáles son rectas, tiene que buscar fi

que continuaría asombrando durante el resto de su vida que "un "aquellas que, entre todas las líneas, están situadas de modo igual o,)
hombre sea capaz de alcanzar tal grado de certeza y pureza hacien- con relación a todos sus puntos", que es menos intuitivo. qJ
do uso exclusivo de su pensamiento". Y también quedó atrapado
por su hechizo Bertrand Russell, que tuvo una adolescencia infeliz, Después de las definiciones üenen cinco postulados, que las
pero no sucumbió a las tentaciones del suicidio para llegar a saber ünculan entre sí y establecen a priori la posibilidad de construir
-
OJ
más matemáticas: ciertos esquemas:

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23
5

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T
*
d
*
:j un sistema incoherente, porque del primer principio se sigue que
o
*: I i, 'Pó.stú!"s.iéltr.ru.,rn. líneá reqta desde ün punto cualquiera
, , nunca tomaría alucinógenos, pero del segundo podemos concluir
a, P
o_ hastaun punto cualquiera. que cambiaría el misterio de un crimen por los paraísos artificiales
^1 .0J
t U. V ót proténgar continuamente unarecta finita en línea récta. del opio y Ia cocaína. Los matemáticos antiguos no se planteaban
a) III. Y él describirun círctrlocon cualquiei céntro y distancia. estos interrogantes: creían que no pueden ser ciertas afirmaciorres
{ Lt)
IV. Y él ser todoSlos ángulosrectos iguaiesentre sí. incompatibles desde un punto de vista lógico y que, si era verdadero
V Y que si una recla al incidir snbre dos rectas hace los ángult-'s el conjunto de axiornhs euclídeos, era automáticamente consisten-
OJ
iniernos del mismó lado menores que <1osrectos, las dos te. No era necesaria ninguna prueba adicional.
rectaS prolongadas indefinidamente 5e encontra-rán en el
;
b¡ lado en el que están los ángulos mcnores que dos rectos. Euclides nunca llegó a saber hasta qué punto daba a las ma-
.o
temáticas un horizonte estético que pronto las separaría del resto
fs
de ias ciencias. sus enemigos arguyen en su contra la dificultad de
Ninguno de ellos tan famoso como el quinto, equivalente a seguir paso a paso cadenas de razonamientos que se apoyan en
u que "por un punto exterior a una recta dada cabe trazar una y sólo "figuras con líneas por todas partes" y lo comparan con un médi_
E
(, una paralela": por su historia cruzan visionarios que idearon nuevas co que conoce los tratamientos, pero no por qué funcionan. En
geometrías y pusieron en cuestión que estos presupuestos fueran las primeras páginas del Mundo como uoluntad y representación,
preferibles a otros.'[ras los postulados, Euclides coloca las nociones Schopenhauer da un paso adelante y llama ,,brillantespruebas de
cornunes: 1'cosasque son iguaies a la misma cosa son iguales entre perversidad" a algunas de las demostraciones. Sin ernbargo, es in_
sí", "las mitades del mismo son iguales entre sí", o "ei todo es mayor negable que los Elementos marcan una mutación en la historia de
que la pane". la cultrrra occidental: desde Euclides, cualquier ¡'ama del conoci-
miento que se presente como saber deductivo debe volver la üsra
Los griegos entendían que los a-xiomas son verdades tan fuera atrás. Es el caso de Spinoza, cuyo tratado de ética lleva el subtítulo
de tocia duda, que cualquieta podría descubrirlas por sí mismo in- de Demostrada según el orden geométrico; o de Descartes, que, =
r}
cluso aislado en mitad del océano: principios como que "el ser es sentado frente a la estufa de un cuartel alemán, sin cuidados ni pa-
siones que Io turbaran, se lanzó a la búsqueda de principios ,,claros c
y no puede no ser" no requieren más apoyo que su propia autoeü- U]

dencia. Eliminaban de esta forma uno de los peligros que amenaza y distintos" sobre los que volver a construir la filosofía entera. :T
ID\

a los modelos axiomáticos: la inconsistencia.Diremos que un sisie- --¡


U

ma es consistente cuando de sus axionras no es posible deducir al \t

r!
ii
mismo tiempo una sentencia y su negación. Pensar en las novelas El sueño de una lengua universal qJ

como estructuras donde los datos que nos proporciona el narrador o.i
,. sobre sus personajes sirven de resortes para echar a volar nues- Otra consecuencia importantísima de la obra de Euclides es la
tra imaginación lógica quizá ilustre el problema. Si admitiéramos aparición del sueño de una lengua universal con la que los hom_
i '1_

l::. - entre los axiomas de Sherlock Holmes, por ejemplo, "Valoraba su bres fueran capaces de nuevo de entenderse. Todo se remonta al (t

ÉJ.
salud por encima de todas las cosas" y "Sin casos que resolver, Génesis, cuando Dios decidió castigar la soberbia humana transfor-
{ mando la lengua de Adán en un sinfín de idiomas distintos; es el
tr, alimentaba su curiosidad de otra manera", estaríamos formando
ri 24 -)f,

fi 'i

üil
FJ !

K ,€
x
t/)
mito de la torre de Babel, que, por su fuerza iconográfica, ha ins- montándose a la formación y a la construcción
de las palabras. Esta
pirado miles de representaciones a lo largo de la historia. Muchos ventaja admirabirísima hasta ahora sóro proporcionan
la ros signos
o intentos ha habido desde entonces para frenar esta conlusio lin- empleados por los aritméticos y los algebústas,
.(J para quienes todo
LJ guarum: Dante trató de componer un vulgar ilustre, que sirüera lo razonamiento consiste en el uso de caracteres,
tn y todo error men_
a)
mismo como lengua cie sabiduría que para los asuntos cotidianos; tal equivale a un error de cálculo. Meditando prorúndamente
r¡ sobre
y, por las mismas fechas, Ramon Llull estudiaba en su Ars magna este tema, de pronto vi claro que todos los pensamientos
huma-
las combinaciones posibles de los símbolos de un alfabeto formado nos podían resumirse'completamenteen unos pocos
a) pensamienios
por nueve letras y cuatro figuras. Ya en el siglo diecisiete, Descar- que deben considerarsecomo primitivos.
Si luego se les asignan los
fu
U tes había distinguido entre una lengua que "los espíritus r,^.rlgares" caracteres a estos últimos, a partir de aquí
se pueden formar los
caracteres de las nociones derivadas, de
serían capaces de aprender en unas cuantas horas y una lengua donde siempre es posible
extraer sus requisitos y las rrociones primitivas
f;losófica, donde todos los significadosdudosos se suprimirían y los que las componen,
es deci¡ las definiciones y los valores y, por
-: conceptos quedarían representados clara y distintamente. El sueño lo tanto, también sus
modificaciones que se pueden derivar de
de esta lengua filosófica a priori se irá desvaneciendo poco a po- las definiciones. Una vez
a) hecho esto, quien se si^,a cle los caracteres
co, mientras surgen otras formulaciones, de tipo empírico, que no así descritos a la hora
c
de razonar y de escribir,o no cometerá nunca
L' tratan de crear una lengua de la nada, sino sólo de simplificar la errores,o bien los re_
conocerá siempre por sí mismo, ya sean suyos
gramática y el vocaLrulario de las existentes. Así nacieron el latino o de otros, metliante
comprobaciones muy simples,,.
sine flexione de Peano, el bqsic English, con sólo ochocientas cin-
cuenta palabras, o el esperanto, sin ducia la versión más conocida.
Tendremos ocasión de hablar con más
detalle de las aporta_
Pero ninguno de los proyectos anteriores tiene la ambición de ciones del filósofo alemán en un par de capítulos,
pues su lectura
lalingua generalis imaginada por Leibniz en varios manuscritos que sugirió a Gódel ra intrcducción de una técnica
que daría resulta-
no se descubrieron hasta dos siglos después de su muerte: dos espectaculares. Entre 1930y lg40 nuestro protagonista
revolu-
cionó la lógica moderna, hasta er momento ra
única disciprinadon-
de la búsqueda de esa lengua universal ha r-D
"Todo razonamiento humano se realiza por medio de ciertos dado frutos brilrantes.
signos o caracteres [...] Si cada vez que el geómetra nombra la u
hipérbola o la espiral en el curso de una demostración se viera obli- f
rD.
gado a representarse exactamente sus definlciones o generaciones,
-
y luego nuevamente las definiciones de los términos que entran en ñ
las primeras, tardaía muchísimo en llegar a sus descubrimientos. qJ

Por esto se ha llegado a asignar nombres a los convenios, a las fi-


OJ
guras y a las distintas especies de cosas, signos a los números de la
aritmética y a las magnitudes del álgebra [...] Las Ienguas comunes,
aunque sirven para el razonamiento, no obstante están sometidas a
r]
innumerables equívocos, y no pueden ser utilizadas por el cálculo, OJ

de manera que se puedan descubrir los errores de razonamiento re-


26
)-7

;!
I
I
I Un j uego de espej os
i
I
iI
Los primeros estudios sistemáticosde las formas de razona-
i miento válido son obra de Aristóteles,que clasificó los silogismos
despuésde postularque el resto de demostracionespodríareducir-
se a ellos. Un silogismoconsta de tres afirmaciones,de las cuales
las dos primeras, unidas por un término medio, son las premisas,
y la última, la conclusión,donde no apareceya el enlace entre las
anteriores.Las sentenciasno pueden serarbitrarias,sino afirmacio-
nes universales("TodoA es B"), negacionesgenerales("Ningún,4
c
esB"), afirmacionesparticulares(" Existeun A que es.8"),o bienne- =
gacionesconcretas("Existeun A que no es ^8").Combinandoestas C.
.D
cuatro formas, pueden obtenersesesentay cuatro silogismos,de gq

F.r.
iI'
los cuafessólo catorceson correctos.Sobrela base delosAnalíticos

,s
1t primeros y segundos, continuaron trabaiando los escolásticosdu-
rante la Edad Media,con el propósitode demostrar racionalmente
a
ñ
p
la existencia de Dios. Entre todas estas tentativas,tal vez la más o

famosa sea el argumento ontológico de san Anselmo, que Gódel


estudió con profundidaden sus últimos años. El filósofode Canter-
bury considerabaque el ser humano lleva dentro de sí la idea de un
29
pueda ser pensado' geometría hiperbólica: la suma de los ángulos de un triángulo ya no
ser superior, tal que ningún otro más perfecto
lienzo que el era de 180', sino siempre menot y resultaba imposible dibujar una
LJ
Como un cuadro pintado es siempre mejor que un
si Dios figura semejante a otra si las dimensiones no coincidían. por su par-
pintor imaginó, pero que nunca llegó a terminar -razonaba-'
.0J
en un ser superior a te, Bolyai impuso que no pueden trazarse paralelas y llegó así a otros
LN
existiese sólo en la inteligencia, cabría pensar
u resultados, incompatibles al mismo tiempo con los de Euclides y
él; luego existe.
rn Lobachevski. Mientras las nuevas geometría_sparecían reproducirse
o
relevantes como un virus, se abrió un intenso debate entre los defensoresde
CJ
Sin embargo, las aportaciones medievales no son
ñ Estagirita y desa- su utilidad y quienes las consideraban entelequias engendradaspor
para nuestra historia, pues la lógica que fundó el
ro por las variables mentes ocio-sas.Entre estos últimos se encontraba Gottlob Frege,
U rrollaron sus seguidores no era aún simbólica: salvo
palabras' Fue que en un escrito póstumo, "Sobre geometría euclídea", argumenta
A yB, Ios silogismos se exponían completamente con
de la analogía con vehemencia que sólo una geometría es posible:
George Boole quien se dio cuenta por primera vez
y los conec-
existente entre las operaciones de sumar y multiplicar
tg

t or e s " o " e " y " ,e i n tro d u j o l a s c o n s tantes0yl pararepresentarl os "Nadie puede servir a ra vez a dos señores. No es posible servir
que había
u dos valores de verdad posibles' Así, Ios cuatro modelos a la vez a la verdad y a ra ialsedad. si ra geometría euclídea es verda-
forma de ecua- dera, entonces la geometía no euclídea es falsa; y si la geometría
.J descrito Aristóteles quedaban matematizados en
,,Todo x es Y" se escribía x(l - y) = 0, donde, al sustituir no euclídea es verdadera, entonces la geometría euclídea es falsa.
ciorres:
encontrar un Si por un punto exterior a una recta pasa siempre una pararela a esa
x por 1, se obtiene también | = | ' En esta línea de
de Morgan' recta y sólo una, entonces para cada recta y para cada p.rnto exterior
álgebra para la lógica contitruaron trabajando Augustus
a ella hay una paralela a esa recta que pasa por ese punro y cada
E r n s tS c h ró d e ry C h a rl e s P e i rc e ,quei ntroduj ol ossímbol osxyl l '
paralela a esa recta pcr ese punto coincide con ella.
Quien reconoce
antecedentes de los cuantificadores'
la geometría eucrídea corno verdadera, debe rechazar como falsa
la no euclídea, y quien reconoce la no euclídea como verdadera,
debe rechazar como falsa la euclídea. Ahora se trata de arrojar a
Las geometrías no euclídeas
una de ellas, a la geometría euclídea o a la no euclídea, fuera de la
lista de las ciencias y de colocarla como momia junto a Ia arquimia
o tro h e c h o c ru c i a l e n e l d e s arrol l odel al ógi camodernafue y a la astrología... iDentro o fuera! iA cuál hay que arrojar fuera, a la
euclídeas'
la aparición, durante el siglo XIX, de las geometrías no geometría euclídea o a la no euclídea? Esa es la cuestión,,.
f

G a u s s h a b ía d e s c u b i e rto y a q u eeraposi bl edesarrol l argeometrÍas c


rD
dife re n te s d e l a u s u a l e i n c o mp ati bl esconel l a,peroseguardóde oq
o
Las geometrías no euclídeas dieron un giro radicalmente
publicar sus resultados "por miedo al escándalo de los espíritus nuevo
o,
y Bolyai, que, al método axiomático: ya no podía exigirse que los axiomas fueran 6
obtusos". Menos precauciones tomaron Lobachevski
verdaderos, pues entre todos los postulados sobre las paralelas, rD
modelos
al negar el quinto postulado de Euclides, construyeron
internas. Par- a lo sumo uno podúa serlo. Poco a poco, los geómetras -a
completamente distintos, aunque sin contradicciones se fueron
pueden trazar convenciendo de que no había razón alguna para considerar ciertos o
tiendo del principio de que por un punto exterior se
una serie unos axiomas frente a otros; ninguno de ellos lo era en realidad.
infinitas paralelas a una recta dada, Lobachevski dedujo
que constituyen la una de las personas que mejor entendió este cambio inesperado
de teoremas opuestos a los de los Elementos'
30 31
ru
i

t
;.t fue Einstein, a quien la nueva geometría le proporcionó el marco La segunda condición que conviene exigir a los axiomas es
il \J
preciso para desarrollar su teoría de la relatiüdad. En una página la independencia, es decir, que ninguno pueda deducirse de ios
iT
+) demás aplicando las reglas fijadas; todos ellos deben añadir nueva
ft
ü- .4J
bellísima, el padre de la física moderna explica que la geometría
.q,

es sólo un sistema formal, un coniunto de axiomas y reglas de información. Para demostrar la independencia de un axioma res-
(n
deducción que nada dicen sobre el mundo. Por tanto, hay tantas pecto a los demás, es suficiente con describir un modelo que los
tt)
geornetrías como uno tenga paciencia de desarrolla¡ y el científico satisfaga todos menos é1,ya que si fuera posible obtenerlo de los

debe iimitarse a elegir la que le vaya mejor, igual que el carpintero otros, autoináticarnente sería verdadero en el sistema construido.
CJ
r3 Nada se indica sobre el número de ¿uliomasque pueden elegirse
escoge entre el formón, la sierra o el martillo.
rs para una teoría;pueden ser infinitos,pero sería entonces difícilmen_
U
áQué ciebíaesperarse,entonces, de los nuevos axiomas? Desde te manejable, y no tiene sentido, en cualguier caso, añadir axiomas
.o
luego, consistencia e independencia y, a ser posible, completitud. y axiomas si ya pueden deducirse cle unos pocos. En 1889 el ita-
ftr
J Como hemos apuntado ya, un conjunto de axiomas se dice consis- liano Giuseppe Peano a.riorrratizóla aritmética, introduciendo los
tente cuando de ellos no pueden deducirse simultáneamente una siguientes cinco principios, que se han mantenido hasta la fecha,
OJ propiedad y su negación. Las teorías inconsistentes terminan de- sin más que sustituir el uno por el cero:

L9 mostrándose inútiles, porque en ellas cualquier afirmación es un


teorema. En efecto, un argumento está bien construido cuando, por
I. 1 es un número natural.
hablar en términos de Leibniz, en cualquier mundo posible en el
Il. I no es el sucesor de ningún otro número natural.
que se verifiquen las premisas, la conclusión también es verdadera.
III. Cada número natural tiene un sucesor:.
Suponiendo que M fuera una sentencia tal que M y su negación, -M,
IV Sí Ios sucesores de m y n son distintos, también son distintos
son teoremas de la teoría, el argumento cuyas premisas son M y -M
my n -
y cuya conclusión es una cierta propiedad R sería válido sea cual sea
V (Axioma de inducción). Si un conjunto A de números natu-
R, pues siempre que M Y -M son verdaderas, se verifica también R'
rales contiene al I y, siempre que contiene a un número n
Alrora, como M y -M son teoremas de la teoría, ambos tienen una
también contiene a su sucesor, entonces A contiene a todos
demostración, es decir, una sucesión finita de afirmaciones tales
los núrneros naturales.
que cada una de ellas es un axioma, o se deduce de los axiomas
aplicando las reglas de inferencia permitidas. Si concatenamos las
dos pruebas, habremos probado que R es un teorema de la teoría, :
A los axiomas de Feano podríamos aiadir, por ejemplo, el pos- .D
independientemente de su valor de verdad. Además, se dice que tjci
tuiado de que 1 es distinto de 2, pero sería inútii, porque 2 es pre_
una estructura lf es un modelo de los axiomas cuando éstos son e_
cisamente el sucesor de l, y el axioma II ya indica que I no es el
verdaderos en ella (por ejemplo, al trabaiar con el álgebra de los ''D
sucesor de ningún número rratural. ñ
números reales, un modelo son los propios números reales, aun-
E
que no el único). Uno de los resultados más profundos de Gódel, el a
Finalmente, se trató de estudiar en qué condiciones una teoría o
teorema de completitud, demostrará precisamente que las teoías
axiomática era completa, canlpo en el que Gódel obtendrá resuha-
inconsistentesno tienen modelos, o lo que es lo mismo: no hablan
dos espectaculares,tanto en uno corrroen otro sentido. En general,
de nada.
32 33
(//) diremos que un sistema axiomático consistente es completo cuan- El nacimiento de la lógica moderna
o
do, dada una sentencia A, si A no es demostrable, entonces su
U

P
o_
.(u negación es un teorema de la teoría. una fórmula tal que ni ella ni Pese a su rechazo üsceral del nue-
U
u) su negación son teoremas se llama indecidible. Así, en los sistemas vo método axiomático, Gotttob Frege es
u completos no existen fórmulas indecidibles, y lo verdadero coil-tci- considerado de forma casi unánime el
vl
de con lo demostrable. Mientras Frege creía que la existencia de padre de Ia lógica moderna. En el prólo-
ü modelos matemáticos de una teoría depenclía fundamentalrnente go a Begriffsschrift, eine der arithmetis-
de qué objetos componen el Universo -le gustaba utilizar este argu-
1J
chen nachgebildete Formelsprache des
rg
U mento para defender que sólo hay una geometría posible porque reinen Denkens (ldeografío. Un lenguaje
sólo existe un mundo-, otros maternáticos de la época, en la línea de fórrnulos, similar al aritmético, para el
'o
de David Hilbert, con el que Frege mantuvo una agria polémica, eran pensamiento puro), publicada en 1879,
: de la opinión de que la existencia dependía de la consistencia: una Frege sitúa su proyecto en la estela de la
teoúa consistente genera obietos que la verifican. En otras palabras: lingua generalis leibniziana, y lo explica
(U 6ott'.ob Frege
con una bella metáfora:
LP
"Cada teorÍa no es sino un tinglado o esquema de conceptos
"Creo que la meior manera de ilustrar la relación de mi escritura
iunto con ciertas relacionesnecesariasentre ellos, y sus elemen-
tos básicospueden ser pensadosarbitrariamente.Si entiendo por conceptual con el lenguaje de Ia üda es compararla con la relación

puntos,rectas,planos cualquiersistemade cosas-por ejemplo, el del microscopio con el ojo. EI ojo es muy superior al microscopio,

sistemaformado por amor, ley, deshollinador-,y consideroque to- si consideramos el alcance de su aplicabilidad o la flexibilidad con
que se acomoda a las más distintas soluciones. Sin embargo, con_
dos mis axiomasresultanválidosparaesascosas,entoncestambién
resultanválidospara esascosasmis teoremas,como, por ejemplo, siderado como aparato óptico muestra muchas imperfecciones, de

el de Pitágoras.Cada teoríapuede ser aplicadaa una infinidad de las que apenas nos damos cuenta debido a su íntima conexión con
nuestra vida espiritual. En cuanto nuestras metas científicas plan_
sistemasde elementosbásicos",
tean grandes exigencias a la precisión de la distinción, el ojo se

como él mismo escribe en una carta a Frege. Para explicar estas muestra insuficiente. El microscopio, por el contrario, está perfecta_
c
posiciones enfrentadas, el filósofo de la ciencia Ulises Moulines mente adaptado a tales menesteres, aunque precisamente por ello =
distingue tos sistemas axiomáticos "de estilo eüdencial-concreto", no es aplicable a los demás."
C
que seleccionan unas cuantas verdades prioritarias sobre las que a
u9
o
se fundan las demás proposiciones, de los de tipo "democrático- Paraactuar de microscopio, el filósofo alemán introdujo algu-
abstracto", donde todos los enunciados de la teoía son candidatos nos conceptosbásicospara el desarrolloposteriorde la lógica;así, a

igualmente válidos para ser tomados como axiomas, siempre que es el primero que elige dos conectoresprimitivos,la negación(-) y fi

el resto de proposiciones se pueda deducir a partir de ellos. Otros Ia implicación "si...,entonces"( ---+),
para definir en función de ellos o
autores han hablado de la diferencia entre los sistemas que ponen todos los demás. Igual que no es necesarioañadir nuevosaxiomas (n
orden en estructuras ya conocidas y los que las crean por el simple a la aritmética de Peano,estosdos conectoresbastanpara construir
hecho de hablar sobre ellas. el resto: por ejemplo, la disyunciónA v B es (- B) -+ A v no es ne-
34 35
I

á
¡
r¡ cesario incluirla como símbolo independiente. Algunos años más tinguir los conjuntos finitos de los infinitos,aunque Cantcr nunca
tarde, Frege consideraría primitiva la disyunción, y reconstruiría el llegaríaa dar una definición satisfactoria.Estafalta la supliríaalgu-
+J
o-
.(u condicional como (-A) v B. Además, empleó por primera vez los nos años más tarde su colega Dedekind,que, en un texto de lggg,
IJ
úl
cuantificadores "para todo" y "existe", y distinguió la lógica de pri- caracterizabalos conjuntos finitos como aquellos ,,que no se pue_
q.J
mer orden, en la que los argumentos de los predicados son objetos den poner en correspondencia uno a uno con una partepropiade
o y sólo se puede cuantificar sobre términos, de la de segundo or- sí mismos". Por ejemplo, el conjunto de los números naturaleses
a) den, donde los argumentos son ya predicados de primer orden y infinito porque podemosrestringirnos a los pares,asociandocada
;! está admitida la cuantificación sobre clases. uno de ellos con su doble.
i¡ LJ

b¡ Como apunta Jesús Mosterín, "la extraordinaria importancia de Llegadosal terreno de lo infinito, gran parte de nuestra.sintui-
la ldeografío sólo fue valorada mucho más tarde", gracias sobre ciones se desmoronan;así,a la preguntade si hay infinitosmayores
ao
J todo a los esfuerzos de Bertrand Russell, que reconoció al momen- que otros,la respuestanaturalenseguidasedemuestrafalsa.cantor
to la "honestidad intelectual y el rigor diamantino" de la obra de comenzó diferenciandodos potencias:el numerable, que expresa
u Frege. Gran parte de la culpa de su falta de reconocimiento -sólo la cantidad de números naturales,y el continuo,que viene dado
E
(j| dos alumnos acudían a sus clases en la Universidad de Jena, y a por el conjunto de puntos de una recta.Durantesu primera época,
menudo tenía problemas para publicar sus investigaciones- la tuvo consiguiódemostrarque los númerosrealesno son numerables,
el simbolismo escogido para dar forma a sus ideas. Era un conjunto y se preguntódespuéssi hay algún conjuntocon una cantidadcle
de signos bidimensionales, complicados de escribir y componer ti- elenrentosinterrnediaentre la de los nurnerables,Re,y la del con.
pográficamente, que se distribuían a lo largo de las páginas del libro tinuo, que solía represental'sepor la letra c. para respondera esta
como las notas de una partitura de música contemporánea. Nadie cuestión, tuvo que cesarroilaruna teoríade los cardinalestransfi-
los empleó después de Frege, pero suponen el primer punto de nitos, que bautizó con la primera letra del alfabeto hebreo seguida
partida de otras hazañas venideras. Para encontrar el segundo, ten- de un subíndice. Se trataba de generalizarIa idea de número a la
dremos que desplazarnos hasta Halle, donde Cantor desarrolló la que estamos acostumbrados:de la misma forma que puede inter_
teoría de conjuntos, algo en apariencia completamente ajeno a pretarseel cero como el número de elementosdel conjunto vacío,
nuestra historia. el uno, Ccrrroel cardinal de un conjunto que sólo posea un ele-
mento, y así sucesivamente,es posibleasignarcardinalesinfiniros
-
Georg Cantor no era lógico, sino analista; de hecho, empezó a a conjuntos infinitos de distinto tamaño.cantor creía que entre f{¡ c
inieresarse por los conjuntos para dar respuesta a algunas cuestio- y c no habría ninguno de estos nuevoscardinales:es lo que se co_
o
nes sobre series de Fourier. Cantor se preguntó qué es un conjunto noce como hipótesisdel continuo, de la que tendremosocasiónde
o
con la máxima generalidad posible, y creó, a lo largo de casi vein- hablar más adelante,cuando estudiemosel legado matemático de rD

ticinco años, una rama completamente nueva de las matemáticas, Gódel. a

en la que muchos de sus contemporáneos, incluido su acérrimo a


enemigo Kronecker, sólo vieron "teología disfrazada" . En una prime- Tras la oposición inicial, las ideas de Cantor comenzaron un
LA
ra aproximación, un conjunto es una colección de cosas (números, rápido triunfo, que durantemuchos añosrnantuvoüva la esperanza
funciones continuas, figuras geométricas...); pero es preciso dis- de que toda la matemática podríareducirseal lenguajeconjuntista:
36 37
es la misma que la del 2, el 4 o el 28 porque todos estos números
LA
esa,,teología disfrazaba" contra la que disparaban sus enemigos tal
son divisibles por dos, mientras que la del 1 coincide con la del 3, la
vez fuese la lengua universal definitiva. Un primer motivo de júbilo
P del 5 y, en general, con la clase de todos los impares. Así, cualquier
o_ fue la construcción de todas las clases de números a partir de los
'q.) relación de equivalencia en un conjunto A lo divide en clases que
U
LN
naturales, que l.,ronecker consideraba los únicos creados por Dios.
qJ no tienen elementos comunes y lo cubren totalmente: es lo que
El resto no eran obra sino de los matemáticos' que consiguieron
(n se conoce como una partición. Si formamos el conjunto de todas
formalizarlos mediante la introducción de relaciones de equivalen-
Ias,.ilaSesde equivalencia inducidas por la relación, surge el espa-
CJ
cia. Dado un conjunto, una relación binaria entre sus elementos es'
cio cociente AlR, al que podríamos dotar cie una cierta estructura
una afirmación clel tipo "cz está relacionado con b cuando.'.", que
ro definiendo en él operaciones"
suele representarse por oRb e P, donde P es una cierta propiedad
bo que deben cumplir los términos. Si una relación binaria es reflexiva
Una de las formas predilectas de los matemáticos para defi-
(a está relacionado con d, para cualquier a del conjunto), simétrica
tu nir nuevos objetos consiste en identificarlos con clases de equi-
J (si a está relacionado con b, entonces b está relacionado con a) y
valencia respecto de una cierta relación. Así, los números enteros
transitiva (si a está relacionado con b, y b está relacionado con c'
(u surgen de los naturales si se introduce la relación de equivalencia
entonces a está relacionado con c), se dice que es tna relación de
(a,b)R (c , d) <+ o+d = b +c, según lacual dos par es or denadosson
L9 equivalencia. Nótese que estas propiedades no son triüales porque
el mismo cuando las diferencias entre la primera y la segunda coor-
siempre añaden algo nuevo: la relación aRb e a + b no es reflexiva
denada coinciden. Por ejemplo , (2, 1) está relacionado con (8,2) y
y aRb e c < b es claramente antisimétrica. Uno de los paradigmas
también con (23, 22), porque Ia diferencia es de una unidad en los
de las relaciones de equivalencia son las congruencias:
dos casos; análogamente, la clase del par (8, 1S)es la misma que Ia
del (1, 8). Sólo queda, entonces, formar la clase de todos los pares
cuya resta es 1 y llamarla precisamente l, hacer lo mismo con 2,
con 3...,pero también con 0, -1 , -2, -3... Habremos construido asíZ
como el conjunto cociente de NxN bajo la relación de equivalencia
anterior. De modo muy similar se forman las fracciones a partir de
los enteros, e, introduciendo las sucesiones de Cauchv. los números
reales a partir de los racionales. =
C
rD
La importancia de las relaciones de equivalencia radica en que
ttSe acabaron las mañanas alegres y segurastt
clasifican el conjunto sobre el que se definen, es decir, dan sentido
rD
a la igualdad. Al diüdir por dos, sólo hay dos restos posibles, 0 y 1,
Cuando la importancia de la obra de Cantor comenzaba a estar rD
de modo que Ia relación de congruencia módulo dos clasifica los
fuera de toda duda, tres paradojas, descubiertas por Burali-Forti en ñ
números enteros en pares e impares. En general, dado un elemen-
1897, Bertrand Russell en 1902, y Berry cuatro años después, pu-
to x del conjunto A y una relación de equivalencia R, la clase de x
sieron en entredicho la corrección de los métodos del matemático
es el coniunto de todos los elementos relacionados con él por R :
alemán. Hablando en términos rnuy generales, las paradojas son
[x] = {y e A : yRxi. Siguiendo con el ejemplo anterior, la clase del 0
3B 39
l,r1
o afirmaciones contradictorias, de las que la tradición literaria y fi-
U
losófica nos brinda ejemplos abundantes. Quevedo, en la línea del
P
o-
\q,
"Pace non trovo" de Petrarca,al tratar de definir el amor comienza
IJ
r¡ un precioso soneto con esta estrofa:
u
(/l
o "Es hielo abrasador,es fuego helado
' ' es heridaque-du_eley.no se qiege
ot
es un soñado bien, un mal presente
IJ es un breve descansomuy cansado".
bo

Y Zenón de EIeaquiso mostrar que no existeel moümiento con


fit
J la paradoja de Aquiles y la tortuga. La ventaja que Aquiles deja a
la tortuga -explica el griego- supone una brecha insalvable, pues,
(u cuando el atleta haya corrido hastala posición inicial de la tortuga,
o
:o
(9 ésta ya se habrá desplazadoun poco; y del espacio que los sepa-
re entonces, quedará siempre una fracción, por mínima que sea,
que impide la üctoria del de los pies ligeros.En otra formulación
equivalente se afirma que "un corredor no puede alcanzar nunca la
meta, porque cuando haya recorrido la primera mitad, tendrá que
correr la otra mitad; cuando haya recorrido la mitad de ésta, le
quedará todavía la cuarta parte; cuando haya corrido la mitad de

-
qc
o
o-
lD

ocupado en su última etapa,y Berry poníaen rD



cuestiónqué significa
realmente definir un concepto. E

l
Ninguna de estas paradojas tend¡ía efectos
tan devastadores
como la de Russell, que surgió de improüso
en la primavera de
41,

ü
(¡ pregunta surge naturalmente: Zestá R en R? Supongamos por un
t,, momento que R perteneciera a R, entonces R no incluye a R,
+J tal y como afirma la propiedad que define Ia clase. Debemos en-
o_
.oJ tender entonces que R no pertenece a R; sin embargo, en ese
(J
r/l
CJ caso, automáticamente debería estar en R, pues R contiene a to-
das las clases que no son miembros de sí mismas. En definitiva,
R e R e R É R, to cüa1 viola el axioma del tercio excluso (un
CJ
elemento pertenece o no pertenece a un conjunto: cualquier otra
rE posibilidad está excluida), heredero directo de la idea griega de que
entre el ser y el no ser no hay nada.
.o

La paradoja de Russell puede ilustrarse fácilmente con el caso


:
de un pueblo donde el barbero afelta sólo a los que no se afeitan
(U a sí mismos: Zquién afeita al barbero? Pero mi ejemplo favorito es
a
habl ando en un ml tl n
el de una biblioteca tan vasta que es preciso componer un catálo-
Be r tr a n d Ru sse ll
e n T r a fa lg a r S quare en 1-962 go que aglutine todos los catálogos anteriores. Tras una discusión
acaiorada, uno de los bibliotecarios propone crear el catálogo de
todos los catálogos que no se citan a sí mismos. Todo el personal
1901,mientras el filósofo inglés reüsaba los resultadosde varios
se pone manos a la obra; trabajan durante años día y noche, hasta
mesesde investigaciónintensa sobre ia lógica de Peano:
que terminan con todos los anaqueles, y ya sólo queda el volumen
que llevan tanto tiempo preparando. ZTendrán que incluirlo o no?
"Cantor tenía una prueba de que no existe el número más gran-
de, y a mí me parecía que el número de todas las cosas del mundo
debería ser el más grande posible. En consecuencia, examiné su
Igual que a los bibliotecarios, a Russellen un primer momento
prueba con detalle y me propuse aplicarlo a la categoía de todas la paradoja le pareció una curiosidad entretenida, un juego de in-
las cosas que existen. Esto me llevó a considerar aquellas categorías genio para el que antes o después daía con una solución simple.
C
que no son miembros de sí mismas, y a preguntarme si la categoría Pero los días se iban sucediendo con rapidez sin que Russell en-
rle tales categorías es o no miembro de sí misrna. Encontté que contrara resquicio alguno en su razonatniento y comenzó a preocu- c
rD
cualquier respuesta implica la contraria"- parse:

o_
"Todas las mañanas me sentaba ante una hoja de papel en rD
El conjunto al que se refiere Russellcontiene todas las clases blanco. Durante todo el día, salvo un breve intervalo para comer, a
LN
que no son miembros de sí misma. Así, la clase de todos los ma- miraba fijamente la hoja en blanco. A menudo, cuando llegaba Ia -<f,
rD
temáticosno es m¡embro de sí misma porque no es un matemático, noche, la hoja seguía intacta. Los dos veranos de 1903y 1904están
pero si imaginamos el conjunto de todas las cosaspensables,sí se grabados en mi mente como un periodo de absoluto estancamiento
pertenece,pues lo estamos pensando en el mismo momento de intelectual".
escribirlo.En notación matemática,tendúamosR = {X : X SX\,yla :r
! A2
42 a
i!

J
t11 en Alemania, Frege reüsaba las galeradasde los Grundlagen der
o
U Arithmetih (Fundamentos de la aritmética), donde se emplea re-
P
a
petidamente la noción intuitiva de clase,cuando tuvo noticia de la
.4.,
LJ paradoja a través de una carta del propio Russell:"Nada más triste
tn
o) puede suceder a un escritor científico que ver cómo, despuésde
L/l
o haber terminado su trabaio, uno de los fundamentos de su cons-
trucción se tambalea" -añade corpo apéndice.
(u

L'
Entre 1906y 1908,Russellcreyó encontraruna solución defini-
hI) tiva al problema de las paradojasintroduciendola teoría de tipos.
.o
Arrteshabía desarrolladoun análisisde las descripciones,que per-
J
IE mitía entender mejor el significado de frasescomo "el actual rey
de Francia",o "el mayor número primo". También"el conjunto de
(u todos los conjuntos que no son miernbrosde sí mismos" pertenece
a este tipo de sentenciasbien construidas,pero de referentevacío.
Una primera opción seríacondenarla,puessu aceptaciónconduce
a paradojas insalvables,pero resultaríaimposible saber qué ex-
presionessimilares tampoco son válidas;era necesarioun criterio
que permitiese discernir unas de otras.SegúnIa teoríade tipos,las
clasesse diüden en distintosniveles en función del carácterde los
objetosque las componen: los elementostienentipo uno, lasclases
de elementosforman un segundotipo, las clasesde clases,el terce-
ro, las clasesde clasesde clasesson las entidadesde tipo cuatro,y
así sucesivamente.La norma es que sólo se puede afirmar o negar
la pertenenciade un tipo n a la clasede tipo n + l; por eso,la sen-
c
tencia R e R está mal formulada, al tratarsede un enunciadoentre =
elementosdel mismo tipo. Apoyándoseen la teoríade tipos,Russell c
rD
reconstruyósu üsión logicista,y la puso en prácticaescribiendoen- gq
o
tre 1907y 1910,a razón de más de diez horasdiarias,los tresgruesos
ro
volúmenes que componen los Pzh cipio Mathematica. Parael inglés,
a
las matemáticasenteraseran reduciblesa la lógica,pues todos sus (¡
Mientrastanto, la difusión de la paradoja conmocionaba todos
conceptos podían definirse partiendo de unas pocas nocionespu- a
los círculosmatemáücos europeos:en Francia,Poincaré,enemigo
ramente lógicas, y cualquier teorema sería deducible también a
de la nuevalógica,repetíaüctorioso: "La lógicaformal no es estéril; r¡
partir de estos principios. Sin embargo,no fue Russell,sino David
produce contradicciones".En Inglaterra,Whitehead,el maestro de
Hilbert quien puso más atención en cómo solucionarel problema.
Russell. anunciaba el fin "de las mañanas alegres y seguras". Y
44 45
t/)
surgieran cuestiones nuevas cada día era una rama muerta de la
U
disciplina; por ello, en París insistió mucho en qué significaba resol-
P
o_ ver un problema -en la necesidad de dar con un argumento que,
.oJ
partiendo de un número finito de hipótesis formuladas en términos
0.,
exactos, llegara a la conclusión tras un número finito de deduccio-
LA
nes lógicas-, y, para fijar sus ideas, escogió los veintitrés problemas
abiertos a su juicio más importante,s, entre lOs-.qlié.eafe destacar
los dos primeros, directamente relacionados con la obra de Gódel:

I ) El problelna de Cantor del núrnero cardinal del continuo:


"Todo sistemade infinitosnúmerosrealeses o bien equivalente
al coniunto de los númerosnaturaleso bien equivalenteal corrjunto
de todos los núrnerosreales".

Pá g in a s m a n u scr ita s de D avi d H i l beri 2) La compatibilidad de los axiomas de la aritmética:


"Demostrar que los axiom¿Ls no son contradictorios,es decir.
que un núlnerofinitode pasoslógicosbasadosen ello nuncapuede
El prograrna de Hilbert
llevara resultadoscontradictorios".

Cuando Russell descubrió la paradoja que lleva su nombre, Hil-


bert acababa de cumplir cuarenta años y era el matemático más Hacia 1892 Hilbert había abandonado el estudio de la teoúa
prestigioso de su generación. Sólo dos años antes había pronuncia- de números para dedicarse al de los fundamentos de la geometía

do en el auditorio de la Sorbona una conferencia en la que comen- elernental, donde se proponía ver qué axiomas eran necesarios y

zaba dirigiéndose así a Ia comunidad matemática: cuáles no; fruto de este trabajo surgió Grundlagen der Geometrie
(Fundomentos de lo geometría), que cosechó un enorme éxito. Hil-
bert pretcndía también inaugurar un lenguaje preciso en el que la
"ZQuién de nosotros no se alegraría al levantar el velo tras el que c
elección por convenio de una u otm palabra no afectara en abso- l
se oculta el futuro; de echar una mirada a los próximos avances de
luto al significado de los resultados; en este sentido es famosa la
C
nuestra ciencia y a los secretos de su desarrollo durante los siglos
carta que le escribe a Felix Klein donde asegura que ,,uno debería a
futuros? iCuáles serán los objetivos concretos por los que se esfor-
poder decir siempre, en lugar de 'puntos, líneas y planos', ,mesas,
zarán las mejores mentes matemáticas de las generaciones venide- o_
sillas y jarras de cerveza"'. Más adelante dedicó esfuerzos simila- a
ras? ZQué nuevos métodos y nuevos hechos descubrirán las nuevas
res a persuadir a los científicos de las ventajas que conllevarÍa una ñ
centurias en el amplio y rico campo del pensamiento matemático?"
axiomatización de la física, y se fueron obteniendo de este modo o
resultados como los cie Hamel para la mecánica clásica (1903), o
Hilbert estaba convencido de que las matemáticas avanzan me- Robb en la relatiüdad especial (1914). En resumen, Hilbert era el
diante la resolución de problemas, y de que un campo donde no hombre al que acudir con un problema de fundamentos.
A -7
th
o En su opinión, el descubrimiento de las tres paradojasque he-
Lj
mos mencionado tuvo una consecuencia doble: por un lado, re-
+-)
.(u quería reformular el edificio matemático de modo que éstas que-
\J
LA dasen eliminadas, pero era necesario hacerlo con mucha mayor
precisión que hasta la fecha para poder asegurarque no volverían
¡/t
a surgir otras contradicciones.Con este propósito, Hilbert desa-
c.J
rrolló su programa a lo largo de casi veinte años. En un artículo
aparecidoen 1926,"Sobreel infinito",argumentabaque el único
modo completamentesatisfactoriode escaparde las paradojassin
cometer alta traición contra el espíritude las matemáticasconsistía
en clarificar la naturaleza del infinito, que se había demostrado
rU
J útil como constructoteórico, pero no aparecíarealizadoen ningún
rincón del Universoni del pensamiento racional. Si el infinito era
(U
la causa de la crisis, todas las pruebas debían ser sustituidaspor
razonamientosfinitarios. Hilbert nunca llegó a precisar a qué se C onj unto de Mandel brot.
referíaexactamente,pero sí dio algunos ejemplos de qué aspecto
tendrían esasnuevas matemáticas;así, demostró que la estructu-
ra ü = (N, *, l), con cinco axiolnasy un par de reglasdeCuctivas
forma una teoría consistente.Pero se trataba sólo de una "mínima iQuién no lo habría imaginado?
aritmética, como una franciscanaflorecilla", y era difícil intuir de
qué manera podrían extenderseestos razonamientosa estructuras En definitiva, Hilbert tenía Ia esperanza de que lo verdadero fue-
mucho más complejas. ra equivalente a lo demostrable: si la isla de las verdades tenía forma
de circunferencia, los teoremas se iían aproximando infinitamente
Hilbert se dio cuenta también de que -bastabacon probar la a ella, como una sucesión de polígonos inscritos; y, al pasar al lími-
consisterrciade la aritmética de Peano, porque a partir de ella, te, el velo del futuro quedaría descubierto para siempre. Con sus C
usandorazonamientosestrictamentefinitarios,podríademostrarsela teoremas de incompletitud de 1931, Kuri Gódel demostró que ese =
consistenciadel análisiso la geometúa.Pero,mientrasla geometríase archipiélago soñado por Hilbert era en nealidad una ínsula extraña, c
ñ
habíaaxiomatizadodesde la aritmética,nadie sabíamuy bien sobre de costas abruptas y salientes tan irreguJaresque, a cada intento de oq
o
qué teoríapodúa demostr¿üsela consistenciade la aritmética. La con- cubrirlos, se fragmentaban como un fraclal huidizo. o_
ñ
tribuciónmás destacadade Gódelen esteaspectoseríahacer hablar
E

de laaritméticaalospropiosnúmeros,medianteun códigoque luego Para ello, tuvo que considerar primero que los enunciados ma-
!
LN

se llamó gódelización Aún así, no había razones para el optimismo temáticos eran simples cadenas de sÍrnbolos que se manipulan de o

con el que Hilbert se dirigió de nuevo a los matemáticos algunos acuerdo con unas reglas de transformacón formales. Con este en-
F

años después:"No hay ningún problema irresoluble.En lugar del foque sintáctico, podría guardar en rni, ordenador dos borradores
I ridículolgnorobimus,nuestrocredo es: 'Debemossaber,sabremos"'. distintos de estas páginas, llamándolos "capítulo dos" y "capítulo 2",
AA 49

&.
(¡ en contactodos parcelasseparadas:las expresionesde un lenguaje
o
U y los objetosa los que se refieren esasexpresiones.
P

.(U
L,, Gódel abrió la distinción entre la sintaxisy la semánticade las

OJ matemáticas con su tesis doctoral de 1929,en Ia que establecía
r¡ el teorema de completitud: en el sistemaaxiomático de la lógica
- de primer orden, si una afirmacién es verdadera,entoncespuede
E demostrarse.A este resultadopositivo,sin embargo,siguierondos
(It
(J teoremasde incompletitud con los que el segundode los veintitrés
problemas de Hilbert quedaba resueltoen sentido negativo:en un
.o
sistemaaxiornáticoaparentementetan sencillocomo la aritmética
rg usual, sobre Ia que Russellhabía construido los Principia Mathe-
J

matica, existen proposicionesformalmente indecidibles,es decir,


o afirmacionesverdaderasque no pueden demostrarseni refutarse.
E
:o El programa de Hilbert estaba abocado al fracaso: Zquién no lo
L,
t habría imaginado?
, :Y-'"ot""o"t r' o .
"." -
que para mí tienen exactamente el rnismo significado, pero la
máquina interpretacomo cadenasdistintas,cuyo contenido tal vez
no tenga nada en común. Así, una proposición es demostrable si
puede obtenerse de los axiomas manipularrdo los símbolos hasta
llegar al resultado.Como nos gusta pensar que las teoías se re-
fieren a algo, bien sea a los números naturaleso las integralesde
Lebesgue,llegado este punto se introducen las nociones de verda-
dero y falso, que se maneiaron durante mucho tiempo de modo
f,
intuitivo,hasta que en un artículo de más de doscientaspáginas,
publicado en polaco en 1933,Alfred Tarskidio una definición formal -lD
oa
de verdad. Tarski no se proponía dar a la palábra "verdadero" un
nuevo significado, sino capturar matemáticamente la noción aris- o-
rD
totélica de verdad como correspondencia entre lo que se afirma ñ

sobre la realidad y lo que la realidad es. De la misma forma que
"la nieve es blanca" si y sólo si la nieve es blanca, una sentencia
A será verdadera en una teoría si y sólo si, al interpretar A en la
estructuraa la que se refiere, A es verdadera.Mientras la sintaxis se
ocupabaen exclusivadel uso de los símbolos,la semántica pone
50 51
. 1.::-i.1::.:;

Un n'iño inquis'i tivo


( 1906-1,924)

Brno es hoy, con una población de alrededorde cincuenta mil


habitantes,la segundaciudad en importanciade la RepúblicaChe-
ca. Situadaal surestedel país,en Ia confluenciade los ríosSütavay
Swatka,es e! fruto de una historia tan largacomo agitada.Allí pasa- =
ron su juventud Robert Musil y el físicoy filósofoErnst Mach, cuyas
=;
tesis constituiríanuna suerte de programafundador del círculo de o
Viena.Fue también en Brno, en el interiorde un pequeño monaste- f
c
rio al pie de la colina Spielberg,donde GregorMendel llevó a cabo c

los experimentoscon guisanteslisos y rugososqrre le permitiían


(+
enunciar las leyes de la genética.Pero,más que por un puñado de
hombres ilustresque r.'ivieronen suscalles,el devenir de la ciudad
estuvomarcado siemprepor los conflictosentredos gruposétnicos:
(O
los eslavosy los sajones.
Ol
I

Los primeros asentamientoschecosde la zona se remontan al (o


NJ

siglo ! si bien habúa que esperar hasta 1243para que el rey con-
f cediera priülegios a esta antigua aldea, donde había comenzado
s a establecersepoco a poco un grupo de comerciantesgermanos;
!)
3
9:
53
s
3
E

J
LN
seguían siendo minoría, pero controlaban una parte sustancial de po llegaríaa ser copropietarioy accionista.Por la correspondencia
U
las finanzas. A mediados del siglo XVI la Reforma se extendió rápida- conservadapor sus hijos sabemosque poseíaderechossobre va-
P
o_
.qJ
mente, conquistando también a una aristocracia que había hecho rias patentesy que trabajó hasta sus últimos días en la mejora de
U oídos sordos a la advertencia de los Habsburgo de que no hay sal-
t¡ las técnicasdel sector.
vación fuera del catolicismo. Estas y otras tensiones acumuladas
|.n
: condujeron a la Guerra de los Treinta Años, que asoló Europa cen- El 22 de abril de I 90 I Rudolf Gódel contrajo matrimonio con Ma-
g) tral entre 1 618 y I 648 y dio lugar a que las tierras se incorporaran al rianne Handschuch. Su familia compartía con los tíos AnnayAugust
o
imperio y pasasen a ser gobernadas desde la capital. Ya en el siglo el número nueve de la calle Báckergasse (hoy Pekarská), un edifi-
fE
U XX, cristalizó con fuerza un sentimiento nacionalista que llevaba cio con patios donde se reunían los vecinos para conversar o tocar
bo siglos fraguándose: varios líderes políticos, con Tornas Masaryk a la música. Los Handschuh, procedentes de la cuenca del Rin, también
cabeza, huyeron del país y fundaron en Francia el Consejo Nacional se dedicaban a la industria del cuero, lo que facilitó la relación entre
ñ
J Checoslovaco, que, tras la derrota austriaca en la Ftimera Guerra ambas familias. Además, Gustav, el abuelo materno de Gódel, era
Mundial, se convertiía en el primer gobierno del nuevo estado de un personaje bastante conocido en Brno por su participación en
a)
E Checoslovaquia. Aun así, la inteligentsia y la alta sociedad estu- la vida pública: había ay'r-rdadoa fundar el servicio de ambulancias
üeron en todo momento del lado de los alemanes: Gódel nunca e intervino en otras muchas empresas. Tuvo que trabajar mientras
llegaría a aprender checo, y hasta que le fue concedida la naciona- estudiaba y, como no disporrÍa del dinero suficiente para adquirir
lidad austriaca, en 1929,siguió confesando sin tapujos que se sentía los libros, en varias ocasiones se vio obligado a copiarlos a mano,
un exiliado. o a memorizar sobre la marcha las e-xplicaciones del maestro. Por
eso, se propuso dar la mejor educación posible a la madre de Gódel
Los antepasados de nuestro protagonista de los que tenemos y sus hermanos, que estudiaron en el Liceo Francés con los hijos
E
noticia proüenen, tanto por el lado paterno como materno, de de las familias más influventes. =
Bohemia y Moravia, y habían recalado en Brno atraídos por su inci- =
=r
piente industria textil. A finales del siglo XIX la ciudad era uno de los Marianne había nacido el 3l de agosto de 1879 y, a diferencia o
principales focos industriales de Austria, que había seguido el ejem- de su madre, que cultivó siempre una tristeza sostenida, pasó una
plo alemán y gozaba de una economía floreciente. Josef, el abuelo infancia muy feliz en el paisaje seguro de aquella Europa de final -
_a
c
de Gódel, se suicidó cuando su hijo Rudolf Gódel era todavía muy de siglo; sólo tras la muerte de su marido, y la de algunas amigas
joven, y esto, añadido a la escasez de recursos de la familia, deter- (+
en campos de exterminio nazi, comenzó a envoiverse en un halo
minó que no fuera su madre, sino sus tíos Anna y August quienes lo de melancolía. Sus hijos la recuerdan contemplando absorta los
educaran. En üsta de que no podía con las exigencias académicas, ejercicios de los patinadores sobre hielo, cuyo milagroso don del
F
pronto decidieron dar al muchacho una formación más práctica en equilibrio la sorprendía a cada paso. Le gustaba también charlar LO

una escuela profesional. Con el cambio, Rudolf mostró un talento hasta bien entrada la noche, o montar representaciones de tea- I

que había permanecido oculto hasta la fecha, gracias al cual ob- tro, aunque su especialidad era acompañar los lieder de Schubert
l.J
tuvo su título con sobresaliente y se puso a trabajar en el taller de o Strauss al piano; de hecho, durante toda su vida lamentó que ]:
Friedrich Redlich, donde permaneció hasta su muerte. No era un ni Rudolf ni el joven Gódel se aficionaran a la música. Fue una
empleado corriente: la empresa lo apreciaba mucho y con el tiem- mujer de gran cultura, cuya biblioteca contenía toda una sección
54
.'qF

r/l
dedicada a Goethe y que, tras el ascenso de los totalitarismosen abierto camino en un terreno hostil y había pasado en poco tiem-
Europa, leyó cuantos libros de política e historia cayeron en sus po de empleado menor de la industria a copropietario de uno de
P
o_ manos para tratar de comprender las causas del desastre.Sabía los talleres más prestigiosos.El padre de Gódel, más distante, no
'C.)
LN
de memoria muchos poemas, y prefería las lenguasen las que las dejó nunca de admirar la cultura y los encantos sociales de su es-
qJ
cosasse aprendende corazón ("by heart", "par coeur"), por la ex- posa, además del cariño con el que leía o cantaba para sus hijos.
(/)
traña intimidad que se estableceentre la razóny el sentimiento.Sin Arrrbos permanecieron toda su üda muy unidos a su madre y, cuan-
a embargo,no perdió nunca su interéspor los asuntosdomésticos: do la distancia los separó, le escribieron multitud de cartas: a los
<)
durante la Primera Guerra Mundial invitaba al menos una vez por cuatro años Gódel aún lloraba desconsoladamente cada vez que
rs
semanaa un amplio círculo de amistadesy, aunque tenÍa sirvientes Marianne salía a hacer algún recado y, en opinión de varios de sus

encargadosde la comida, era ella quien superüsabacada detalle colegas, siempre necesitó tener detrás una figura protectora. Con
del evento. el padre, que dedicaba la may'or parte del día a sus negocios, la
CE
J relación fue menos cálida; pero gracias a sus esfuerzos pudieron
disfrutar de un nivel de vida muy elevado para la scciedad de la
a)
c época (basta pensar que condujeron uno de los primeros Chrysler
de toda Austria).

Poco después de la mudanza, regresaron al número cinco de


la calle Báckergasse,dos bloques más allá de la casa en la que se
habían conocido; allí nació el 28 de abril de 1906 un niño al que
llamaron Kurt Friedrich. El bautizo de Gódel, seis días después, tuvo
C
lugar en la congregación luterana de Brno, y su padrino fue el jefe f

=
de Rudolf. Marianne había sido educada en un rígido protestantis-
=r
mo, y su marido era nominalmente católico, aunque ninguno de
los dos iba a misa con frecuencia, y todo apunta a que se trató de
una ceremonia pro forma. En casa se celebraban la Navidad y otras -
_c
c

fiestas religiosas, pero los Gódel decidieron criar a sus hijos como
librepensadores: el mayor fue siempre agnóstico, y la postura de -+
L a fa mi l i a Góde1.
Gódel cambió varias veces con el paso del tiempo. En un cuestio- o
nario remitido en 1975 por el sociólogo Burke D. Grandjean, que
Tras la boda, los Gódel se mudaron a la calle Gomperzgasse constituye una fuente valiosísima para sus biógrafos, contestaba O
(actualmenteBezrucova),donde el 7 de febrero de 1902nació su ser "más deísta que panteísta, más identificado con Leibniz que I

primer hijo, Rudolf.AI hacer recuento de su üda setentaaÍios des- con Spinoza". Y en los últimos años llegó a la conclusión de que
l!
F
pués, seríaél mismo quien reconocieseque el matrimonio de sus en los fenómenos religiosos había mucha más racionalidad de la
padres "no fue una cuestión de amor, pero estuvo siempre lleno que se creía: el cristianismo, además de contarse, podía ser ex-
de afecto y simpatía". Marianne admiraba cómo Rudolf se había plicado.
56 57
o El seircr Por qué
Lj

.(-) A medida que los niños se hacían mayores' el piso de la calle


LA
Báckergasse se fue quedando cada vez más pequeño' Al fin, en
19l 3, los Gódel decidieron trasladarse a una casa situada en la parte
OJ

L1
alta de la colina spielberg, un oasis de verdor en el paisaje negro
de la industria. La casa, recién cónstruida, tenía tres pisos, además
ñCJ
de un precioso vestíbulo modernista: la familia vivía en la planta ,:€
.U
U baja, la primera estaba reservada para la tía Anna 1'en la superior se
bo
.o construyó un apartamento que sólo ocuparía Pauline, la hermana
soltera de Marianne, una vez terminada la Segunda Guerra Mundial.
rs
J Dos perros solían corretear por un jardín con árboles frutales, sobre
el que Marianne escribió alguna vez un verso tan hermoso como
CJ ,,Morir no sería tan terrible como perder la primavera".
E decadente:
t, En la azotea, Rudolf y Kurt pasaban muchas horas jugando con K urt C óde1, a 1a derec ha, ¡rj ra c on fi j ez a
un telescopio, con el que apuntaban a los pináculos de la catedral a 1a c ámara, ac oi npañac i c por s u i -reTmanoR uc i ol f.
gótica de Brno y en algunas ocasiones conseguían ver partir los
trenes de la estación de Viena.
De la infancia de Gódel, su hermano recuerda sobre todo la
costumbre de preguntar por la razón de cualquier cosa: con cinco
C
años, la familia ya se dirigía a él cariñosamente como ,,der Herr
Warum" (el señor Por qué), y se conservan varios retratos en ios :
:JI
que mira a la cámara con una fijeza poco corriente, tratando de
averiguar tal vez los secretos de Ia fotografia. =
_o
C

Como gran parte de los niños, Gódel suponía que todo tiene
una explicación; por eso, sus dudas no se limitaban a fenómencs
-
científicos de causas fáciles, sino que le interesaba también el posi-
ble orden de lo impredecible: por qué al lanzar un dado sale cierto
La casa de 1os GodeI
a1 pi e de 1a col i na número o cuáles son las probabilidades cle que llueva de aquí a un
S pi el berg en B rno año. Más que preguntas embarazosas -aunque una vez interrogó a
una inütada sobre el tamaño de su nariz-, Gódel elegía cuestiones r.c
l!
que todos consideran carentes de respuesta. piaget y otros psicólo- F

gos del desarrollo cognitivo han estudiado en qué momento de la


infancia aparecen este tipo de preguntas y cuál es la edad en que re-
58 59
g.
#
. I',.

miten. Gódel las mantuvo durante toda su üda, convencido de que nos, Brno quedaba lejos de los campos de la contienda, los niños
o
(J
el caos es una apariencia errónea. Tras su muerte, se encontraron eran demasiado jóvenes para enrolarse en el ejército, y Rudolf tuvo
+J
varias anotaciones en las que recogía catorce principios fundamen- la fortuna de no ser llamado a filas. Pese a ello, sus conücciones
.cJ
LJ
tales para entender la realidad, con enunciados que recuerdan al políticas Ie habían llevado a inverlir mucho dinero en préstamos de

(J
Wittgensteirr del Troctatus: el primero aseguraba que e/nuffitloesra- guerra, que perdió tras la derrota de los Habsburgo. Se redujeron
"+ !n
cíonsl.Esposible que esta fuera una de las razones que Io llevaron, de esta forma los ingresos de la familia, pero los Gódel pudieron
?
I
como veremos, a abandonar sus estudios de física para adentrarse conservar l;) casa, y ei cambio de nivel de üda no llegó a afectar a
OJ
o la educación de los chicos. Tarrtoes así que lo único que recordaría
por las matemáticas, donde él veía todo en orden: ,'Podtmlsrcuutirlo
rg
mísnosobreln rutlídndl -pregunta en una carta. Gódel años más tarde fue cómo los partes de guerra incrementa-

.o ron su afición al ajedrez y a otros j,-regosde estrategia:en muy poco


Gódel fue un alumno brillante: salvo contadas excepciones, ob- tiempo, inspirándose acaso en los movirnientos militares, se convir-
ru
) tuvo siempre las mejores notas, y uno de los entretenimientos favo- tió en un gran jugador a! que sólo conseguíanvencer los ajedrecistas
ritos de su madre era contar historias del talento infantil del mucha- más avezados.
a) cho, en las que ella habría üsto un anticipo de sus triunfos académi-
c
(-, cos. Gódel comenzó las clases en septiembre de 1912 en una es- En julio de 1916,con sólo diez años, Gódel obtuvo el título de la
cuela protestante cercana a su domicilio. En primaria, Gódel reci- escuela primaria y entró en un instituto situado en las inmediacio-
&
bió clasesde lectura y escritura,gramática alemana, aritmética, geo- nes de la fábrica paterna. Se trataba de un centro público donde la
t s:
grafíae historia,ciencias naturales, dibujo, gimnasia y religión. A los mayoría de los alumnos eran calólicos, y la lengua predominante, el
Ii
ochos años, padeció una fiebre reumática que le haría desarrollar alemán. Cada año se matriculaban alrededor de cuatlocientas cua-
fr una hipocondría crónica: aunque los médicos le aseguraron que la renta personas, de las cuales no más de un tercio completaba sus
C

recuperación había sido absoluta, el señor Por qué no puedo evitar estudios: el primer curso, la clase de Gódel tenía noventa y dos estu- =
f
leer todos los manuales existentes al respecto, y entre ellos los que diantes, pero en 19l 8 el número de asistentesya se había reducido a
=¿
describían con detalle secuelas terroríficas. Viüó desde entonces treinta y seis,entre ellos una única chica. Gódel se sentía atraído por
con el presentimiento de que su corazón se había üsto afectado por todas las materias, pero le interesaban más las lenguas que la histo- f
_o
la enfermedad; esto le condujo a faltar mucho a clase (entre veinte ria o la literatura.Siguió sacando las mejores notas, con la excepción c

y treinta días al año), y a que en el curso siguiente fuera eximido de de imatemáticas!, en las que los primeros informes dan cuenta de t¡

practicar educación física; aún así, sus calificaciones no bajaron. un notable, tal vez a causa de su edad. Sin embargo, sus com- -f

pañeros recuerdan que ya entonces se había despertado su interés


-
En el ínterin, el asesinato del archiduque Francisco Fernando por esta disciplina. A los catorce años su talento para la geornetría
propició el ataque de Austria a Serbia con el que se iniciaba la era conocido por todos, y los únicos artículosno dedicados a la lógi-
Primera Guerra Mundial. Para los Gódel, el conflicto tuvo efectos ca que escribirá más adelante se ocupan, con una concisión inau-
fundamentalmente económicos, si bien es razonable pensar que dita, de cómo resolver algunos problemas de geometría diferencial (O
f.J

se percibiría al mismo tiempo un cambio más sutil -pero de conse- sin hacer uso de la pesada maquinaria de las coordenadas ("Sobre
cuencias no menos duras- en los valores de ese "mundo de ayer" la inmersibilidad isométrica de cuádruplos de puntos en la super-
que describía Stefan Zweig en sus memorias. Mientras tanto, al me- ficie de una esfera" y "Discusión sobre geometría diferencial sin
60 61
'j
li Como señala Douglas R. Hofstadter en su interesante Gódel,
LN
ó coordenadas", 1933). A los dieciséis, al estudiar en profundidad la
U Escher, Bach. Un eterno y grácil bucle, nuestro protagonista dio
obra kaniiana, le impresionó muchísimo su descripción de cómo se
1J sentido matemático a los bucles que se esconden desde tiempos
o_
.cJ
construye el conocimiento a partir de las sensaciones más básicas.
tl
inmenroriales en la música, el arte o las palabras. Un paseo por el
rtl
q) diccionario no habría sido mala fuente de inspiración. ZFueasí como
Latín y francés eran obligatorios, y Gódel escogió la lengua de
rt) intuyó los límites de Io decidible?
Shakespeare como optativa. El checo era todavía un idioma en pro-

OJ
ceso de normalización, después de que su uso se hubiera limitado
En cuanto a las ciencias, por los cuadernos de notas conser-
durante siglos al ámbito de la agricultura; tenía entonces la vitalidad
rE vados sabemos que el programa de matemática.s cubría el álgebra
U de las palabras que se oyen por prirrrera r"ez,yMadimlr Holan había
elernental, la geometría descriptiva del plano y el espacio, y nocio-

.o comenzado ya a escribir algunos de los mejores poemas del siglo
nes rudimentarias de cálculo en una variable. Más que en deduc.
XX en esa lengua. Sin ernbargo, Gódel no se interesó por aprenderla
cicnes del estilo de las de Euclides, los maestros ponían énfasis en
: ni siquiera cuando se convirtió en el idioma oficial de checoslova-
métodos constructivos para levantar perspectivas, dibujar poliedros
quia, y sus profesores se sorprendían de no haberle escuchado una
o proyectar cilindros. Otras asignaturas que cursó durante su estan-
sola palabra en checo. No hay duda de que este rechazo respon-
qJ

cia en el instituto fueron zoología, psicología o geografía e historia.


(, de al nacionalismo alemán en el que sus padres lo educaron, y
De su primer curso se conserva un trabajo con el título Metales al
a la idea común de que Ios eslavos eran una raza inferior' pues
seruicio de la humanidad, y también traducciones y comentarios
Gódel siguió interesándose por otras lenguas (italiano, holandés)
de texto de distintos pasajes del Cantar de los Nibelungos.
y guardaba una buena colección de diccionarios en su biblioteca
personal. Me gusta imaginarlo, a muy temprana edad, escogiendo
Las opiniones sobre la calidad de la enseñanza de su instituto
uno de esos tomos gruesos y encontrándose con una palabra cuyo C
varían mucho de unas personas a otras: algunos compañeros de =
significado desconocía por completo, con un nombre de sonoridad
clase lo consideraban como uno de los mejores centros de la mo- :l
sagrada que bien podía ser una especie poco común de reptiles f¿
narquía austriaca primero y luego de Checoslovaquia, mientras que
amazónicos, o una cerbatana de los indígenas de Australia. Bus-
muchos otros recordaban con horror la atmósfera autoritaria, la ri-
cando, por ejemplo, negligencio en el diccionario, y encontrando =
gidez de los métodos de aprendizaje y la falta total de interacción -O
otro término desconocid o, honestidad, al que remite la definición; c
entre los profesores y los alumnos. Gódel parecía encontrarse entre
corriendo a esta última palabra hasta dar conun pudor incompren-
los segundos, tal y como se desprende de una cana a su madre es-
sible, fruto del descuido, que no es sino omisión o negligencio'Y -
crita en 1960, en respuesta al envío de un libro sobre la historia de
vuelta a empezar: podría haber pasado horas y horas en este bucle
Brno, que olüdaba mencionar el colegio sryramefifeporquesupasadtt
infinito que nunca saciaúa su curiosidad:
noesdígno
rlealcbanza,
oíncluso
vergonzoso,lo
cualnomesorpre
ndecousíderrrn,
dolqscondícíones
anndaestffi,e
allí.Encualquiercaso,habíaun número I

negligenc ia. honestidad, modestia


considerable de profesores en relación al de alumnos y en gene-
NJ
honestidad. recato, Pudor ral estaban bien cualificados (de los veintiuno que dieron clase a s
pudor. descuido, omisión Gódel, por ejemplo, once se habían doctorado ya). Georg Burggraf,
descuido. omisión, negligencia que enseñaba física y matemáticas, fue quien más impresionó al

62 63
rqlF¡

(n
o ioven Gódel, aunque en el cuestionario de Grandjean, a la pregunta originó varios conflictcs con su padre. En una de esas salidas de
(J
de qué influencia destacaría como especialmente importante para domingo, sin embargo, leyó e interpretó con Marianne una página
+)
o_
.(u el nacimiento de su interés por las matemáticas, contestó con una de la biografía de Góethe escrita por Chamberlain que hablaba de
LN
escueta referencia a un libro introductorio al cálculo de la editorial la teoría del color del escritor alemán y de cómo entraba en conflic-
A)
Góschen. to directo con la descomposición mediante un prisrna hecha por
tn
Newton; años después consideraríaeste descubrimiento como fun-
u No debemos olvidar otra de las asignaturas que Gódel cursó en darnental en su elección del estudio de la lógica. Sabemos que tuvo
el instituto y que desempeñaría urr papel importante en su üda, al menos dos amigos: Harry Klepetar, su compañero de pupitre, y
.o
IJ al tiempo que ha dificultado muchísimo la tarea de quienes traba- Adolf Hochwald, con el que jugaba al ajedrez.
'o
jan sobre sus archivos: el sistema de taquigrafía Gabelsberg, que
empleó primero para tomar apuntes, y luego en la preparación El l9 de junio de 1924,Gódel se graduó con sobresalienteen el
rE
de artículos 1'conferencias. Actualmente, el uso de estos métodos instituto: su nombre era uno de los cuatro que aparecían en negrita
está restringidoa ciertos países,y al mundo de los negocios o el de- en el anuario, distinción reservada a los mejores estudiantes. En
CJ
recho, pero en la Europa de la primera mitad del siglo pasado era palabras de su hermano, por aquel entonces Gódel teníaya un nivel
(9 común que los científicos lo aprendiesen para agilizar en la medlda de matemáticas similar al de un licenciado, por lo qrre podría haber
de lo posible la escritura de sus textos: tomaban así notas e incluso empezado directamente los cursos para doctorarse. Sin embargo,
a veces escribíancartas con este sistema. No debemos imaginarnos al trasladarse a la Universidad de Viena, donde Rudolf llevaba ya
un estilo de escritura criptográfico, como el de la máquina Enigma, cuatro años estudiando medicina, se matriculó en física en lugar de
pues su uso estaba demasiado extendido como para que a alguien hacerlo en matemáticas.
se le ocurriera proteger así la información del enemigo. ExistÍan C
=
dos sistemas diferentes, el Gabelsberger y el Stolze-Schrey,que se
f
unificarían unos pocos años después de que Gódel aprendiese el
fl

primero. Por eso, los biógrafos tienen que enfrentarse no sólo a


símbolos obsoletos, sino también a dos posibles interpretaciones. f
_o
c

Sus compañeros recuerdan a Gódel como un chico introverti-


do, con una tendencia natural al aislamiento y a ensimismarse en -t

sus papeles. En las fotografías de la época luce ya esas gafas circu-


lares de pasta negra que lo acompañaron siempre, reforzando su P

imagen de estudioso. Su interés por participar en actiüdades depor-


tivas disminuyó gradualmente: durante el curso 1917-1918estuvo de I

nuevo exento de la asignatura de educación física y dejó de nadar NJ

y hacer gimnasia, actiüdades que hasta la fecha le habían gustado,


para dedicar más tiempo a la lectura. Tampoco solía acompañar a
su familia en las excursiones de fin de semana a Moraüa, lo que
65
Años de aprendi zaj e
( L924 - 1"929)

Laüda de los Gódeldio un nuevogirocuando Kurt,trascomple-


tar su educación secundariaen Brno, decidió trasladarsea Viena,
donde su hermano estudiabamedicina desde 1919.Pornorma ge-
neral, los trenescubían en apenastreshorasel trayectoque separa fl
o

las dos ciudades,pero,recién termirnda la PrimeraGuerraMundial,
o_
algunosüajes llegarona prolongarsemás de quince. Austria ente- rD

ra sufría racionamlentos,y Ia escaladadesmedida de los precios E


O.J

-f
llegó a convertiren bienes de lujo productosde primera necesidad rD
f
como el carbón o el trigo. Por eso Marianne procuraba llevarles o_
comida a sus hijos a menudo, mientrasse hacía a la idea de que N
OJ

d su marcha quizá fuese definitiva:'trasel ocaso de la monarquía


á
- austro-húngara,las perspectivasde que un alemán hiciese carrera
ts
e
É en Checoslovaquiano eran favorables. l.J
A
I
'j
Iq Sin embargo, la actitud de los dos hermanos era muy distinta: (o
NJ
n
si el mayor solía lamentarsede que "tuvieran que permanecer en
Austria para siempre", Gódel contemplabaentusiasmadocómo la
j gran cultura üenesa elevabasu horizontede proüncias a cada mi-
E
67
É
5
:5
g
tn
nuto.Antes de mudarse,nuestroprotagonistahabía tenido contacto su mínima expresión: no sólo no era necesaria preparación algu-
(J
con la ciudad graciasa varias üsitas de fin de semana, y también na para acceder a la universidad, sino que los estudiantes podían
+-r
o_
.qJ
por medio de Rudolf y de las crónicas de sociedad del periódico inscribirse en todas las asignaturas que creyeran oportuno. Para
U NeueFreiePresse,que le gustabahojear.
{.n comprobar si su elección había sido correcta, disponían de las hos-
a)
pitieren, varias semanas al inicio del curso en las que eran libres
u)
Peseal descalabrode su economía, la herencia cultural y los de cambiarse de clase antes de pagar la matrícula. Tampoco había
OJ
monurnentos arquitectónicosque transforrnaronla Viena de fina- exámenes ni se ponían notas, y la diferencia entre los graduados y
les del XIX en el centro metafórico del mundo habían permanecido los que aún no lo eran casi se limitaba a una cuestión de edad. El
ñ
IJ intactos durante la guerra, y la universidad conservó siempre su único requerimiento para obtener ei título era una prueba de habi-
bD
.o prestigio.Basadaen el modelo germano,su estructuradescendía litación al final de la carrera, que se dejaba en manos del estado,
directamente de la de los centros de enseñanzamedievales: así, y que solía requerir tres o cuatro años de estudio en uno o varios
de las cuatro escuelas,tr-esestaban consagradasa la formación centros distintos. De hecho, era costumbre que los alumnos más
técnica (teología,leyes y medicina), y sólo la facultad de filosofía brillantes cambiaran varias veces de universidad, atraídos por la
u ponía el énfasispreciso en la "investigaciónlibre en las artes libe- fama de algrin p¡s¡stor que enseñaba en ellas. Así, John von Neu-
(9 rales y las ciencias".Los estudianLesasistíana escuelasdiferentes mann, al que volveremos a encontrar más adelante, fue admitido
en función de hacia dóude encaminaran su futuro, y era habitual, en la Universidad de Budapest, pero en la práctica sólo se exami-
hastaque los nazis lo prohibieron,que se reunieran en fraternida- naba allí: asistíaa las clases de Einsteinen Berlín y a los seminarios
des. En cuanto a ios métodos docentes, Hermann Weyl recuerda de Hilbert en Góttingen, y más tarde se matriculó también en la
que solían combinarselas clasesmagistralescon la resolución de Escuela Politécnica de Zürich, donde coincidió con su compatriota
ejerciciosen los laboratoriosy los seminariosde investigación,con- Georg Pólya. Naciie llegaba a comprender este extraño don de ubi-
ducidos por los Priuatdozenl,profesorescuyo único sueldo con- cuidad del húngaro, que frecuentaba también los cabarets y tenía fl

sistíaen las pequeñastasasde inscripciónque estabanautorizados fama de bon uiuant. Gódel, sin embargo, estudió siempre en Vie-
tn

a cobrar a los asistentes.Los profesorescontaban a menudo con na, de donde no quiso salir por las frecuentes üsitas de sus padres
la ayuda de colaboradoresjóvenes que se encargabande resolver y Ia posibilidad de compartir apartamento con Rudolf, que había OJ
-o
.-\
Ias dudas de los estudiantesy calificar sus ejercicios,pues las cla- encontrado un piso en la calle Floriangasse lo suficientemente am-
=
ses eran muy numerc¡sas:las de Philip Furtwánglersobre teoría de plio como para que los dos hermanos durmieran en habitaciones o_
números podían llegar a congregar a trescientoso a cuatrocien- separadas. La calidad de la facultad de matemáticas de Viena, don- N
OJ

tos aiumnos.Furtwángler,sobrino del famoso director de orquesta, de enseñaban por aquel entonces Wilhelm Wirtinger, Hans Hahn, rD
sólo enseñabala asignaturacada tres años, en alternanciacon sus Alfred Tauber, Ernst Blaschke, Eduard Helly, Josef Lense, Leopold
clasesde álgebray cálculo diferencial;Gódel tuvo la suertede asis- Vietoris y Lothar Schrutka, no fue, en principio, un factor decisivo. ¡\)
queo7ótlufica,y, al parecer,fue este el detonante
tir a ellas,Iasnejores s
¡
de su cambio de vocación. Dado el carácter peripatético de la formación de muchos de los
mejores estudiantes, se diseñó una especie de pasaporte académi- \o
Cuestaimaginar,ahogadosen las modernas burocracias,que co, elMeldungsbuch, a efectos de guardar registro de las asignaturas
tuüese éxito un sistema donde las normas quedaban reducidas a en las que se habían matriculado. No se conserva el de Gódel, pero
6B 69
sí se ha podido reconstruir con cierta exactitud el listado de cursos
U
a los que asistió; la cronología es, en cualquier caso, confusa, pues
+J
o_ solía tomar apuntes de distintas materias en el mismo cuaderno y
.(u
escribir sus reflexiones en los márgenes vacíos. Se conservan notas l l ori tz S c hl i c k (1882-1936).
OJ A s es i nado en L9l 6 en 1as es c al eras
de un curso sobre filosofía europea dirigido por Heinrich Gomperz
rJ) de ta Fac ul tad de Fi l os ofía de-l a
o en el inüerno de 1925, en el que, tras cubrir la historia del pen- U ni v ers i dad de V i ena P or
samiento occidental hasta la Reforma, los asistentes habrían leído J ohann N el bóc k , qúe habj a
o)
E es tudi ¿do i natemáti c as Y
textos de Descartes,Leibniz, Spinoza, Kant, Hegel y Schopenhauer.
fU fi tos ofj a j untc a Góde1
(J De física sólo queda constancia de que asistió a un curso sobre la
bD
.o teoría cinética de la materia en 1926, aunque las fichas conserva-
das en los archivos de la biblioteca de la universidad ilustran cuáles en bandeja de plata. La lectura de revistas y el uso de las mesas de
rs
J fueron sus lecturas del momento: los escritos de Riemann sobre billar y los juegos de ajedrez no suponía coste adicional alguno para
ecuaciones diferenciales en derivadas parciales y sus aplicaciones, los clientes, que tenían también a su disposición útiles de escritura;
u la introducción de Euler al análisis infinito, la Mecánica analítico de además, los parroquianos podían solicitar que el correo les fuera
L' Lagrange, junto a otros textos de Dirichlet y, cómo no,los Elementos enüado a su café favorito, y muchos locales tenían un servicio de
de Euclides. guardarropa. Otros contaban con enciclopedias al alcance de los
escritores que quisieran trabaiar allí: era el caso del cafe Grierrsteidl,
que frecuentaban Arthur Schnitzler, Hugo von Hofmannsthal y Ste-
El Círculo de Viena fan Zweig. Sus mesas de mármol constituían un soporte tan bueno
para las ideas como Ios periódicos o las publicaciones científicas.
=l
En la segunda mitad del siglo XIX, entre el centro de Viena y los
Ln
barrios residenciales de la periferia se erigió la Ringstrasse, una ave- En un café de estas características comenzó a reunirse cada a_
nida circular con edificios monumentales (la universidad, el teatro jueves un grupo de filósofos y científicos, que se hacían llamar So-
OJ
de la ópera, el parlamento), que encerraba toda la vida intelectual ciedad Ernst Mach. I\lach había descubierto la importancia de los c
f-D
en un área relativaurente pequeña y de fácil acceso. Tarnbién allí se canales del oído interno para el equilibrio, y logró fotografiar balas =
o_
fueron estableciendo poco a poco los mejores cafés de la ciudad, que viajaban a velocidades supersónicas. Sin embargo, enseguicla
N
que con el tiempo darían a Viena un toque distinto del de Londres o centró su atención en la filosofía: era muy crítico con la metafísi- OJ

París.Cuentan que el origen de esta auténtica institución austriaca i ca y admiraba a Hume por haber puesto de relieve el abuso del rD

se remonta al hallazgo de grandes cantidades de café abandonadas concepto de alma; para é1,igual que el dios de Laplace, el yo era H
(o
por los turcos tras el sitio de Viena de 1683.Al margen de lo verda_- una hipóiesis que no necesitaba. La atracción que muchos miem- l'.J
s
dero de esta historia, en 1900 los cafés se habían convertido ya en bros del grupo sentían por las ideas de Mach no impidió que pronto
clubes informales, espaciosos y bien amueblados, donde el precio cambiaran su nombre por el deWíener Kreis, el Círculo de Viena. l..J

de admisión quedaba reducido al de una taza de café; a cambio, Surgió de este modo uno de los movimientos fundamentales de la
los clientes tenían derecho a permanecer en el establecimiento du- filosofía del siglo XX, opuesto de raíz a la doctrina de Heidegger,
rante el resto del día 1' ¿ recibir, cada media hora, un vaso de agua que otros consideran el pensador más destacado de su época- El
11
rtl
1
¡:
!
u) cabecilla del Kre¿sera Moritz Schlick, un berlinés formado como ron a entender qué atractivoencontrabanellos en estasdisciplinas
U completamenteajenasa la ciencia;de hecho,pareceque la ruptura
físico bajos las órdenes de Planck, y entre los asiduos,unos vein-
P
3 te, destacabanOtto Neurah,sociólogo,economistay filósofo de la de la amistad entre Carnapy Wittgensteinse produjo despuésde
.U
úl
ciencia; Rudolf Carnap, que había sido alumno de Fregeen Jena; que el segundoencontraseun libro sobre fantasmascuando curio-
4)
Philip Frank,físico;Heinz Hartmann,psicoanalista;y, por supuesto, seabaen la bibliotecadel matemático austriaco.Mientrastanto, en
ú
o Gódel.Karl Poppery Ludwig Wittgensteinsólo se reunían con ellos Viena proliferabanlos médium, y llegó a organizarseun comité de
a) esporádicamente. investigación sobreel fenómeno,del que se conservaun memoran-
do. La madre de Gódelse rnostrósiempremuy críticacon el interés
t!
Pesea susinteresescomunes,los miembros del Círculocubrían de su hijo hacia estostemas,a lo que él contestaba:tutt,crsíútestúnúts
un arnplio espectrode personalidades;no es de extrañar,por tanto, c¡utjtrstíficn,ln,
sobretotlo,por lo rítfícílqucrcsultddístinguírlos_finótrentts
gt:,
que fuerantan distintaslas relacionesque mantuvieronentreellos. nuítnsde lqsrnezclús tlefi'autle,
cretluiíclady estufiíúz1...1perotl sntído ,lel
itr
J Todoel mundo reconocíala extraordinaria lucidezde Schlick,pero, _frunk n0 cs qlt(sintukt,sínoqut enflL7s(úrn
losresult¡/,os
t'erdarlert,s.
Aún así,
mientras para algunos era un hombre cálido y modesto, otros no Gódel siguió interesándose por ellos durante toda su üda: no cons-
CJ
soportabansu talante aristocráticoy conservador,casi dogmático. ta que fornrara parte del comité, pero sí leyó nruchos libros sobre
(,, Carnapy Neurath eran, por su parte, grandísimosamigos, aunque la materia, y creía tambiérr en la capacidad de algunas personas
de caracteresopuestos:si el primero era inttovertido,cerebraly -entre ellas su mujer- de predecir los números que aparecerían en
sistemático,Neurath tenía fama de üvo e ingenioso-había ideado una ruleta o de comunicarse telepáticamente. Su amigo Morgens-
un sistemade dos mil símbolos,que llamó rsotrpos,para enseñara tern solía recordar la sorpresa de Gódel ante el hecho de que la
leer a los analfabetos;y él mismo firmaba sus cartascon el isotipo ciencia hubiese descubierto las partículas subatómicas elementa-
de un elefante.Además,en su artículo"Proposicionesprotocolares" les y las fuerzas que las mantienen unidas, pero no de qué factores
nos brinda una de las definicionesmás bellasde la ciencia: "somos psíquicos básicos está formado el cerebro.
o-)
como navegantesque tienen que transformarsu nave en pleno mar,
o_
sin jamás poder desmantelarlaen un dique de arenay reconstruirla En un principio Schlick se había referido a la filosofía que se
con los mejoresmateriales".Porsu parte,Carnaphabíasido inütado desarroflaba en Viena por aquellos años como Aonsequenter Em- OJ
-13
--5
como FYiuatdozen¿ de filosofíade la Universidadde Viena en 1926, pirismus, pero el nombre que ha pasado a la historia es el de posi- a
=
y nada más llegar se incorporó al Círculo.Comenzó a asistira las tiüsmo lógico. En 1929 Carnap y Neurath publicaron un manifiesto
reunionesmás o menos por la misma época que Gódel,y los dos donde exponían sus ideas principales y el Círculo de Viena que- N
OJ

reconocieronal instantela inteligenciadel otro: Carnappodíallev,tr daba constituido como escuela: se organizó también un congreso rD
a cnbocotttodolulocledemlleslo queenalgurosescrítt'¡s
,le nusellscpresentsbct internacional y, mientras surgían grupos similares en Berlín y praga,
ts
sólocotro1n'ografia,yGódel estabaa punto de revolucionarla historia comenzó a editarse la reüsta Erkenntnis (Conocimienfo). El punto N.J
.F
de la lógica. de arranque del pensamiento del l*eis era una cútica feroz a la I

ts
metafísica y, en general, a cualquier otra corriente que sugiriera (O
NJ
Carnapy Hahn teníanun extrañointeréspor los fenómenospa- la existencia de un mundo más allá del que nos es revelado por
ranormales,que Gódel también compartió,según se desprendede los sentidos. Luego, el análisis del lenguaje de la ciencia dio lugar
i su correspondencia.Los demásmiembros del Kre¡snunca alcanza- a la distinción entre dos tipos de proposiciones con significado:
'; /2 73
{
t
fI
t
úl
las analíticas (las de las matemáticas y la lógica) son puramente
\., sintácticas, tautológicas; y, como nada nos dicen sobre la realidad,
P
su comprobación se reduce al examen formal de su coherencia. Sin
-(u
U
'¡ embargo, las proposiciones sintéticas (las de las ciencias natttrales)
u se refieren a los hechos y tienen una verdad natural, que debe ser
confirmada por Ia experiencia.

ñc,.,
Para los positivistaslógicos, las proposiciones metafísicas sim-
rE
plemente no tienen sentido: al no ser ni analíticas ni sintéticas no
UD pueden ser verificadas, y su análisis resulta absurdo. En su opinión
la tarea prir-rritariaconsistía en liberar ai pensamiento de la hostiii- Lud|,l i g W i ttgens tei n

-: dad hacia la ciencia que habían mostrado los ñlósofos precedentes,


más interesados en "promover las causas de la religión o la morali- geniero aeronáutico, pero si no lo soy me haré filósofo"; y años
OJ
dad"; la filosofía no debía entenderse ya como una ciencia básica, más tarde, cuando gozaba ya de gran prestigio, en una conferen-
tn sino como una disciplina que habla de las ciencias que hablan del cia del Moral Sciences Club, habría amenazado a Popper con un
mundo. Por tanto, el problema de la metafísica quedaba reducido atizador después de un tenso debate sobre los problemas y pseu-
al del uso incorrecto del lenguaje: o bien se emplean palabras sin doproblemas filosóficos. Rechazó también la fortuna de su padre
significado, corno causa o sustancia, o bien las frases están mal para trabajar como maestro de escuela, y durante la Primera Gue-
construidas. Al rechazar la proposición "Dios existe", los miembros rra Mundial se alistó como voluntario en la artillería austriaca; fue
del Círculo -que detestaban la incoherencia lógica del Ser y tiem- precisarnente en los campos de contienda donde comenzó a re-
=¿
po de Heidegger- no estaban afirmando que fuese falsa, sino sólo dactar unos cuadernos que constituyen el germen del Troctatus.
que "de lo que no se puede hablar hay que callar". Así, la filosofía Tál y como apunta en el prólogo, "el libro trata de los problemas
o_
a
se limita al análisis lógico del lenguaie, y lo ideal sería diseñar un de Ia filosofía y muestra que la razón de por qué se plantean estas
programa, análogo al de Hilbert, que eliminase "a martillazos" los cuestiones es que la lógica de nuestro lenguaje ha sido mal com- E

términos carentes de sentido. prendida". Para Wittgenstein, el lenguaje es una pintura del mundo -
=
en correspondencia perfecta con él; por eso, algunas de Ias sen- o_
N
La obra que más repercusión tuvo en el Kreis fue el Tractatus tencias más famosas son "Los límites de mi lenguaje significan los OJ

Logico-Philosophicus. Su autor, Ludwig Wittgenstein, habÍa nacido límites de mi mundo" o "lmaginar un lenguaje equivale a imaginar ft

en Viena en 1889 en ei seno de una rica familia de ascendencia una forma de üda".
judía, pero pronto se trasladó a Cambridge para estudiar allí ma- NJ
N

temáticas. Tenía un carácter fortísinro, tremendamente seductor,


según cuentan quienes lo conocieron: al terminar su primer se- Consanguinidad de espíritus N

mestre en el Trinity College se presentó en el despacho de Bertranci


Russell para preguntarle: "ZSeríausted tan amable de decirme si soy Otro de los miembros más activos del Círculo era el matemáti-
un completo idiota? Porque si soy un completo idiota me haré in- co Hans Hahn, que había contribuido, con una amplitud de miras
74 75
v1 inaudita, al desarrollo de la teoría de conjuntos, el cálculo de va- con las ideas del Círculo:abominabaespecialmentede la doctrina
o
U de Carnap,para el que las matemáticasCebíanentendersecomo
riaciones y el análisis funcional -donde se inscribe su resultado
+J
más famoso: el teorema de extensión de Hahn-Banach.También sintaxis del lenguaje. Aún así, Gódel nunca polemizó con él: le
IJ
había publicado varios libros y monografías,entre ellos un clásico gustaba permanecer en silencio, intercalandosólo algunasveces
r/)
q)
en dos volúmenes sobre funcionesde variablereal, y era conocido comentarios incisivos.En las reunionesdel Kre¡s nuestro protago-
(n
entre los estudiantespor su rigor en las demostraciones.Su domi- nista comprendió por vez primera que la expresión de opiniones
nio enciclopédicode líneasde investigacióntan ampliascomo las opuestassobre un tema también poclíaser motivo de amistad:pa-
anterioreshacíaque los doctorandoscon los que trabajabatuvieran ra Gódel, como para Proust,la consangunidadde espíritusestuvo
ro
LJ interesesmuy distintos,como eran los de Karl Menger,uno de los siemprepor encirnade la identidadde pensamientos.
bD
.o padres de la teoría ciela dimensión,Witold l{urewick y Gódel. Pue-
de resultarchocanteque un lógicohicierasu tesisbajo la dirección Gracias al Círculo, Gódel no sólo conoció de primera mano
rg
__l de Hahn, pero a comienzos de los años veinte también se había algunas obras determinantes para su trabajo posterior,sino que
interesado por los fundamentos de la matemática y, aunque no pudo establecercontacto con colegasde interesescomunes: fue
a) allí donde trabó amistadcon Carnap,Mengery el economistaOskar
:c llegaría a obtener resultadosteóricos importantes,dirigió muchos
L9 seminarios sobre el tema. Entre 1924y 1925,diseccionó para sus Morgenstern.La relación ccn Carnap,pese a sus discrepancias,le
alumnos los Principia Mathematicc, pero no queda constancia de permitióasistirduranteel semestrede inviernodel curso1928-I 929
que Gódel asistiesea sus clases,según confirman las palabrasde a un seminario sobre los fundamentos filosóficos de la aritméti-
Olga Taussky-Todd cuando aseguraque su primer contacto con las ca, que señalaráen el cuestionariodel sociólogoGrandjeancomo
ideas de Russellse produjo al airo siguiente,en un curso dedicado fundamental para sus artículosde los años siguientes.Menger or-
ala Introducción a la frlosofía de las motemáticas. Sin embargo, la ganizabatambién unos coloquiosmatemáticos,en los que Gódel
influencia de Hahn sobre Gódel, del que fue su principal mentor participó activamente, y cuyas actas (Ergebnisseeines mathema- =t¡

n
en Viena, sólo se vería parcialmente eclipsada por las clases de tischen Kolloquiums) contribuyó a editar. Sus otros dos grandes
Furtwángler. amigos fueron Herbert Feigly Marcel Natkin, con los que se reunía a

a menudo para pasearpor los parquesde Viena y charlabaen los OJ


-:
En1922Hahn habíapropuestoque MoritzSchlickfueseinül.ado caféshastabien entradala noche.En I930,Feiglemigróa América, a
J

a ocupar la cátedra cie filosofíade las cienciasinductivas,vacante donde adquiriríacon el tiempo mucho prestigiocomo filósofode la o_
tras la muerte de su maestro Mach. Ambos comenzaron a reunir- ciencia;Natkin,por su parte,abandonóla üda académicanada más N
o.)
se una vez a la semana con un pequeño gr!.rpode académicos,y', ter¡ninar el doctorado), se hizo fotógrafoen el Parísde los artistas. .D

casi sin proponérselo,pusieronla primera piedra delWiener Kreis. Aunque siguieronmanteniendo correspondencia,sólo volveríana
P

Sólo se podía acceder a las reuniones por inütación de uno de verse treinta años después,en una üsita de Natkin a Princeton. NJ
F
los miembros; y parece que fue Schlich,o el propio Hahn, quien
H
anirnó a Gódel a que se les uniera cuando todos andaban enfras- En 1931un puñado de páginassobreproposicionesformalmen-
lv

cados en una relectura de los textos de Wittgenstein.Durante dos te indecidiblesdieron la vuelta al mundo, y Gódel seríarecordado
años asistióa todas las sesiones,pero dejaría de hacerlo de golpe a partir de entonces como el joven genio que asestó la estocada
en 1928al darse cuenta de que estaba en completo desacuerdo mortal al programade Hilbert.Sin embargo,la gloriaacadémicano
t^ 7 -7
le hizo más feliz, pues nunca disfrutó de una felicidad tan sostenida ,
como la de los primeros años en Viena, cuando todavía frecuen- ,.
P
o_
.cJ
taba los cafés y disfrutaba de la agitación artística de la ciudad. i;,.,
U Aunque seguía siendo reservado y no le gustaba intervenir en con- t.¿-':l
a)
v er sa c i o n e s a j e n a s a l a s m a te m á ti cas(Mengerl orecuercl acomo
LN
"un hombre de una expresión, tanto oral como e,scrita, la ma- ,,..
'de
yor precisión y brevedad posibles, que nunca tom{ba la iniciativa y 'r
u
io
solía mostrar interés sólo con pequeños movimieritos de cabeza"),
ro
tuvo muchos más amigos en el Kre¿s-donde sus glandísimas habi- :
bo lidades fueron reconocidas inmediatamentq- que burante su etapa
de escolar en Brno.
:
En abril de 1927,sin que se sepa por qué, Gódel se trasladó a
ñu un apartamento en la calle Frankgasse, donde permaneció hasta
el 20 de julio. Cinco días antes, el 15 de julio, una multitud de ma-
nifestantes furiosos habían quemado el palacio de Justicia, y en
la represión policial posterior murieron ochenta y nueve personas.
Tal vez los disturbios no tuüeran reiación algrrna con la marcha de A del e N i mburs k y s e c onv i rti ó
Gódel, pero lo cierto es que no volvería a establecerse en la ciu- en A del e P ork ert des pués de s u pr i mer
matri moni o. Lues o oas aría a s er A dete Góde1.
dad hasta pasados unos meses. El 6 de octubre estaba de vuelta,
dispuesto a mudarse con su hermano a un edificio en la Warin-
Ll
gerstrasse, que le encantaba, pues en sus bajcs se encontraba el a Marianne, y la convivencia no siempre fue fácil. Cuando el ánimo
o_
café Josephinum, uno cie los lugares de reunión predilectos del de la madre mejoró, comenzó un proceso del que todos guardan .D
OJ
Círculo de \/iena. AIIÍ üüeron durante algo menos de un año, hasta excelentes recuerdos: muchas noches acudían los tres a represen-
-
que se trasladaron al apartamento de Ia calle Langegasse donde taciones teatrales o a conciertos, que luego comentaban, sentados -
a
más tarde su madre üüría también con ellos. La situación fami- en el sofá, hasta altas horas de la madrugada. -_
o
liar cambió repentinamente con la muerte del padre en febrero de N
OJ

1929, cuando sólo tenía 54 años. Marianne cayó durante meses en el Cuando murió su padre, Rudolf ya había completado los es- a

pozo de una depresión de Ia que sus hijos esperaban el peor desen- tudios de medicina y trabajaba en dos clínicas muy prestigiosas ts
lace; por eso, pensaron que no era conveniente dejarla sola en la (Wenckebach y Eiselberg), aunque pronto se estableció como ra- NJ
A
casa de Brno, llena de recuerdos y presencias vacías. Alquilaron la diólogo en el instituto Holzknecht. Kurt estaba a punto de terminar I

casa, y los tres se mudaron a un apanamento mayor en Josefstad, el doctorado y empezaba a ser un personaje conocido en el mundo NJ

el barrio de los doctores. Los acompañó también la tía Anna, que académico, por lo que los Gódel recibían con frecuencia la üsita de
había criado de pequeño al padre de Gódel; era una buena persona, otros investigadores, venidos incluso desde el extranjero. Sin em-
pero su pesimismo y su impaciencia a menudo sacaban de quicio bargo, ni la madre ni el hermano fueron conscientes de la magnitud
78 7g
!r¡
de los descubrimientosde Gódel: tuüeron que ser otros quienesse Aunque los Gódel sólo permanecieron dieciséis meses en el
LJ
la señalaran,pues él solía guardar la luz de sus ideas como un apartamento de la calle Langegasse, fue allí donde nuestro prota-
P

.c.J
sol interior. En general,los dos hermanos se movían en ambientes gonista recibió la nacionalidad austríaca, escribió su tesis doctoral
U distintos y, aunque siempre mantuüeron buenas relaciones,eran y conoció a Adele Thusnelda Porkert, la hija mayor de un fotógrafo
(n
(u
muy diferentes.Contra todo pronóstico,Gódel estaba mucho más de retratos, que con el tiempo se convertiría en su esposa. Cuando

interesadoen las mujeres que Rudolf: en palabrasde su hermano, Gódel y ella se conocieron, estaba ya casada, pero era un matri-
o) siempre "le gustó mirar a las chicas guapas",e incluso durante una monio infeliz, y Adele pronto se propuso convertirse en el centro
E
ter-nporadacomía casi diariamente en el mismo restaurantepara de atención de Gódel. El noviazgo se prolongó mucho más de lo
rs
U poder admirar la bellezade la camarera.No queda claro cuándo se habitual, pues los padres de Gódel reprobaban completamente la

enamoró por primera vez: tal vez fue la hija de unos amigos de la relación; ante sus ojos, Adele era una mujer ilena de faltas: no sólo
familia, diez años mayor que é1,o una tal Marie de la qtre habla a estaba divorciada, era seis años mayor que su hijo, católicay de una
J su madre en una carta. familia de clase inferior, sino que se ganaba la üda como bailarina
en el Nochtfalter, tn club nocturno üenés con nombre de polilla.
En su defensa, Adele aducía haberse dedicado al ballet clásico, pe-
ro la familia de Gódei estaba demasiado influida por la creencia
común de que una bailarina se ponía al serücio del mejor postor,
a cualquier hora, por menos de doscientas coronas. De hecho, era
famoso todavía por aquella época en Viena el caso del pintor Hans
Mark, cuya reputación había caído en picado tras su boda, en I 881,
con una bailarina de ballet que le contagió de varias enfermedades
venéreas. Rudolf y Marianne no podían imaginar peor esposa para =I

su hijo e hicieron todo Io que estuvo en sus manos para impedir el


enlace. Aún así, Gódel y Adele se casarían en septiembre de 1938. a
qJ
E
--f
ID
=
o

N
OJ

ID

NJ
5
ts
¡.J

Ad e le y Kurt Gódel
^t
¡i^ ¡^
su boda en 1938
RN
81
La sufi ci enci a de l a 1óg i CA
(L929- 1930)

Pocas veces llega un biógrafo a tropezarse con una üda articu- r


gJ

Iada en etapas tan distintas como la que nos presenta Gódel, hasta
c
el punto de que resulta difícil encontrar alguna relación entre los --{r

tres actos en los que podría organizarse su paso por el mundo: la n


ID
infancia en el seno familiar en Brno, los años de aprendizaje del
n
joven matemático en Viena y el tiempo de atormentada madurez
OJ
en los Estados Unidos, metido ya de lleno en la física y la filosofía. o-
rD
Támbién lo más significativo de su obra, realizado entre 1929y 1940,
discurre por tres caminos matemáticos distintos: la demostración !J

de la suficiencia lógica del cálculo de primer orden, los teoremas de o.


gq
incompletitud y la prueba de la consistencia relativa de la hipótesis
ft
del continuo y el iixioma de elección.

En el verano de 1928, el interés de Gódel pasó de las ramas tra- NJ

dicionales de la matemática (teoría de números, análisis funcional, I

geometía) a las cuestiones de fundamentos, dentro de las que se


enmarca el problema elegido para su tesis doctoral. Como señala
Dawson, el rumbo que tomó la obra de Gódel estuvo marcado por
la lectura de los Grundzüge der theoretischen Logik (Elementos de
B3
*'j-

+4
lógicateórica)de Hilberty Ackherman,donde se planteapor prime- Es posible rastrearlos primeros pasos de Gódel en el estudio
L/t

,'h IJ

+J
ravez si los axiomasy las reglasde deducción de la lógicade primer de la lógica graciasa las fichas conservadasen los archivosde la
'* orden bastanpara obtener todas las fórmulasverdaderas.También biblioteca de la universidad,que indican que por esa época leyó a
.(u
'i i' r¡ las conversacionescon Carnap y dos conferenciaspronunciadas Frege, Schlick y Leibniz, además de los Principia Mathematicay
trl
por L. E.J. Brour,verese mismo año en Viena fueron determinantes. un par de artículosde Skolem.No queda claro, sin embargo,qué le
condujo a interesarsepor la cuestiónde Ia completitud;tal vezfuera
a)
Este topólogo danés, completamente contrario a los plantea- Hans Hahn, su director de tesis-al que luego agradeceen una nota
mientos de Russelly Hilbert.representabaurraterceravía de esca- a pie de página t,nríosconsejos il estetrtíctlcr quien
sobreln cscríttn'rt

U pe de la crisisfinisecularde fundamentos:el intuicionismo,para el le propuso el problerna.En las prlmeras páginas de su disertación
$ .o cuai la consistenciade una teoríano erarazóndepesopara suponer
que existenlas entidadesa las que se refiere.Susseguidorescreían
Gódel explica que el cálculo de primer orden será completo sólo si
cada-fórrrutla vilíddpuedededwírce l0r ilrcdíodeunasecuencín
delosctxíonuts
-: que la mente humana sólo puede realizarrazonamientosfinitarios, La completitud de una teoría relaciona
_finítn,le inlferencías
fonnnles.
por lo que no aceptabanmás demostracionesque las constructivas. dos conceptosen principioindependientes: la demostrabilidad, en
(J
c Muchosteoremasdel álgebray el análisisse refierena la existencia la que está implicada la sintaxis, y la validez, donde interviene la
de ciertoselementos(por ejemplo, las raícesde una ecuación o semántica. Supongamosque, partienciode una estructura![, se
la forma diagonal de una matriz) y suelen probarsemostrando un construye una teoría A, basada en un conjunto E de axiomas.Se
: absurdo que se produciría si no existiesen.Para los intuicionistas
I dice que una proposiciónP es demostrableen la teoría,y suele t"-

estasdemostracionesno eran válidas:había que indicar explícita- escribirsef v P o t F P, si los axiomas pueden transformarseen
{ c
mente cuál era la raíz o cómo se diagonalizala matriz. Cualquier P en un número finito de pasos mediante las reglasde deducción +

uso del infinito estabaprohibido, y también el del principio de no- permitidas.En cambio, para que P seaválidaen la estructura,2I F P, a\
a
contradicción ,ri equivalenteal axioma del tercio excluso debemos comprobar que todos los objetos a los que se refiereP
-(A -A), :f
ñ
(A v
-Á). Cuandoen el segundocapítulodemostramosque existen tienen en efecto esa propiedad.Así,la afirmación de que n3 - n es
infinitos números primos, la clave del argumento consistíaen su- dMsible por seis sea cual sea n es válida en los númerosnaturales (}
poner que los únicosprimos eranpt,p2, . . . ,pn y construirel entero a
(porque cualquier entero positivo que se escriba en esa forma,
Z = pt 'pz' . .pn + 1, una unidadmayor que el productode todoslos por ejemplo, 24 o 7320,es múltiplo de seis)y demostrableen la OJ

p¡. Como Z no puede ser primo y compuesto a la vez, Z es primo aritmética de Peano (ya que existe un argumento que prueba que
o es compuesto;pero Z no es compuesto,ya que ninguno de los es así).
a\
p¡ aparece en su descomposiciónfactorial, luego Z es primo. Un
intuicionistanunca aceptaríaesta demostración,sino que trataría En una teoría consistente,todas las proposicionesdemostra-
de encontrar un procedimiento que permita obtener el siguiente bles son también verdaderas(teoremode ualidez),pero el recípro- FJ

número primo a uno dado. Con tantas restricciones,los seguido- co, como veremos enseguida,no tiene por qué ser cierto. Con su I

res de esta corriente a menudo terminaban enunciando teoremas teorema de completitud, Gódel mostraráprecisamenteque en Ia
opuestosa los de la matemática clásica,como la inexistenciade lógica de primer orden ambos conceptosson intercambiables:to-
funciones discontinuas,y el propio Brouwer tuvo que renunciar a das las fórmulas demostrablesson válidas,y cualquierproposición
la mayoría de su brillante obra anterior. válida es demostrable.Esto permite sustituirla noción escurridiza
QA otr
¡,
U
nulo, con el producto usual ye = In.La teoría de grupos también nos
proporciona un ejemplo de sistema incompleto ya que la fórmula
o
.0J Yx Yy(x+y = y*x), que expresa la conmutatividad de la operación *,
(-)
a)
es indecidible. En efecto, esta fórmula no puede ser un teorema de
la teoría, porque en el grupo de las matrices invertibles de orden dos:

CJ
E
ñ
U X F ,4 :e > ,E P
t ; i )l?t ) =( ?l) per . t l?)
lltit ; ;)

Entonces, quizá su negación x - ay(x *y = y *x) sea demos-


Segunda iorma: Sea X el conjunto de axiomas de una teoría -:l
rE trable. Pero esto es imposible, porque, interpretada en (2, + ), la
J t S¡ !I es consisténte,entcnces f tiene al rrtenos un modelo.
fórmula alirma que la suma de números enteros no es conmutativa.

o
La importancia de Ia segunda forma del teorema de comple-
de verdad por la de demostración, que es purarnente finitaria. En las
titud radica en que se demuestra así que el método para probar
primeras páginas de su tesis Gódel anuncia también la equivalencia
la consistencia de una teoría (la búsqueda de un rnodelo que sa-
lógica entre el teorema de completitud y el hecho de que todo
tisfaga los axiomas) es correcto. Para ver que las dos formas son T-
o.)
sistema formal r:onsi.stenteadmita un mocleio. Recordemos que un
equivalentes, probaremos primero por reducción al absurdo que la
modelo es una est^lctura -formada por un universo de objetos y c
primera implica la segunda. Supongamos que el conjunto de axio-
por la interpretación del significado de las operaciones, relaciones y
mas es consistente, pero que rrc admite ningún modelo, y sea B .)
constantes del lenguaje- donde los axiomas se realizan. En la teoría ñ
una fórmula cualquiera del lenguaie. Entonces,B A se verifica =
de g ru p o s , p o r e j e mp l o , l a te rn a (G, * ,e) representarrn ccnj unto -B .)
en todos los modelos de la teoría,luego es verdadera;así,I p B ¡- B
dotado de una operación interna *, asociativa, y tal que e es el OJ
y, por la primera for ma, I r B zr ^8.Por tanto, B y su negación serían o_
elemento neutro y todos los miembros de G tienen simétrico. Es -
a
demostrables en t, y la teoría no sería consistente,lo cual contra-
decir:
dice la hipótesis de partida. Veamos ahora que la segunda forma qJ

Yx Yy Vz [(x *y) x z = x + (y + z)l implica la primera. En efecto, supongamos que existe una fórmula o.
A verdadera, pero no demostrable. En ese caso, si añadimos
V x (x x e = e * x = x ) -A
a los axiomas; la teoría sigue siendo consistente. Por la segunda OJ

Y x J x -t(x * x t= x-t * x= e) forma, existe al menos un modelo B para la extensión I [-A]; pero
entonces en 6 seían verdaderas simultáneamente A v lo cual
Así, dar un modelo ?I de la teoría de grupos significa encontrar -4.
es absurdo.
un conjunto A, una operación xs eu€ interprete el significado de *
w
y un elemento e1¡eue haga el papel de e, de modo que (A, xu €rr) O
, Sin duda, las ideas de Brouwer, que había mostrado enérgica-
verifique los axiomas anteriores. por ejemplo, los números enteros
mente su desacuerdo con que se pudieran construir modelos para
con la suma ye = 0, o las matrices de orden n con determinante no
todas las teorías consistentes, fueron un estímulo para la tesis de
86
B7
ul Gódel, aunque sigue siendo incierto cómo tuvo contacto con ellas. la obtención de las primeras imágenesdesde el espacio.Además,
U
Pareceque no asistióa sus conferenciasen Viena,ya que, cuando aunque Gódel distinguíaclaramentelas nociones de demostrabili-
P
o_
.(u en 1966la SociedadAmericana de Filosofíale encargóun obituario, dad yverdad, hastala publicación delartículode Tarskinadie había
(J
Gódel declinó la invitación aduciendo que era deltoJoíncapaz, pues dado una definición matemática formal. No sólo eso: en respuesta
OJ
s6lo hsbíayísttt
s Brtntwertmñ yez,
en ryfi, en un viaje relámpago del a un alumno, Gódel escribe que Ln1cúnceptlobjetít,o tle t,erdadma-
rn
danésa Princeton.De todosmodos, él mismo era conscientede que temótícaesfctl:a 1,sttlíortchazdrstrualrluier
t,ístoentlnc(scln grLlnsusljíc0Lí11,
OJ su teorema de completitud suponíaun triunfo para el programa de tcltttth'ttc0nt0crrr€flf€
destnrít\0.Aunque el significadode los concep-
E
Hilbeft,por lo que no iba a ser bien recibidopor los intuicionistas. tos semánticos,tal y como se usan al hablar,parecíaindiscutrble,
Por eso, añadió una nota donde defendía el uso del principio del muchos argumentoshabían conducido a paradojas.
bD
tercio exclusoy argumentabaque para Brouwer y su escuelael pro-
blema de la srrficiencialógicadeberíaplantearseen otros términos. Godel comenzó a trabajar en su tesisdoctoral a finales de 1928,
rU
y en julio del año siguiente la disertación ya había recibido elvisto
A menudo Gódel mostrabasu sorpresaante el hecho de que bueno de sus dos superüsores, Hahn y Furtwángler. Todo apunta
a
o nadie antes que él hubiera demostradoel teorema de completitud. a que ni la muerte de su padre rri el ascenso del totalitarisnro que
(9 En una carta a Hao Wang, escritaen 1967,reconoce que sus resul- comenzaba a enrarecer la vida universitaria frenaron demasiado el
tados podrían haberse deducido fácilmente de la obra de Skolern trabajo de Gódel. El 6 de febrero de 1930 obtuvo oficialmente el
y añade: est6cegr.tüa de loslógícttsesd,- verusíntrígtrntt,pero creoqueIa título de doctor, pero esto no garantizaba un empleo, y tampoco r-
OJ
explícncíón
no esdífcíl de encontrar:sctlebeLlutiLr-fitbúde la nctíruilqrste- la posibiliciad de comenzar una carrera académica como Priuat- ur
nológícanecesarítt
hscíol0 mcfamcfernátíca 1 losmétodosnttfnítnríos nruSt dozent. Para ello se requería tener la habilitación, es decir, realizar --n
extendídtt
por esüépoca. La distinción entre las visiones semánticasy un trabajo de investigación de la mayor relevancia posible: Gódel ñ
sintácticasa la que apuntábamosen el segundocapítulo no estaba eligió el segundo problema de la lista de Hilbert. m
clara para los primeros lógicos,y, aunque Fregey Russellya habían -
ñ
OJ
presentadocálculos deductivosparciales,no llegarona plantearse
o-
cuestionesmetamatemáticas.Tampocoestabanen condicionesde La prueba del teorema de completitud ñ
hacerlo porque entendían aún la lógica como una lengua univer- OJ

sal que habla de todo y de la que resultaimposible salir,mientras Los resultados de la tesis doctoral de Gódel aparecieron por
o.
que para responder a estaspreguntasera preciso mirar el cálculo primera vez bajo el título de "Uber die Vollstándigkeit des Logik-
deductivo desde arriba, desde un metalenguaje que hablara del kalkülls" ("La suficiencia lógica de los axiomas del cálculo deduc- ñ
OJ
lenguaje.Así, la proposición "en cualquier triángulo rectángulo,el tivo de primer orden") en el volurnen 37 de la revista Monatshefte
cuadrado de Ia hipotenusaes igual a la suma de los cuadradosde für Mothematih und Physih. Tras una reüsión concienzuda, en la (O
¡!

los catetos"pertenecea las matemáticas,porque se refierea figuras que había suprimido las reflexiones iniciales y añadido nuevas re-
geométricas,pero "hay muchas demostracionesdistintasdel teo- ferencias bibliográficas, el artículo, de una brevedad extraordinaria,
rema de Pitágoras"es ya un enunciadometamatemático.En cierta quedó üsto para sentencia a finales de octubre de 1929, aunque
medida, la lógica sufrió un cambio con la introducción del meta- no se publicaría hasta septiembre del año siguiente. Mientras tan-
lenguaje análogaal conocimiento de la Tierra antes y después de to, Gódel fue presentando su demostración en distintos círculos: el
RR
89
ú) coloquio de Menger, en mayo, y la segunda ConferenciaInterna- go, introduce algunosdetallestécnicossobren-tuplasde variables,
o
U
cional sobre la Epistemologíade las CienciasExactas,celebradaen como la validez de la fórmula:
P
o-
.(J
Kónigsbergen septiembre.Casia modo de abstract,Gódel comien-
za exponiendo el estatusquo del problema de la completitud: V xr . . . YxnF( x1 . . . xn) A lxr . . . 1xr G ( xr . . . xr )
LA
OJ
-
- - + lxr . . . axnF( x1. . . xn) A G ( x1. . . xn)
LN

Conoesbíenssbído,\Yhíteheo d1 Russellh qncoflstr;i doInIógíca


1In que, para una sola variable, permite formalizar razonamientos del
CJ nntemáfícnpaníendo encabeza conttaxíomns cíertasscnrertcLts et,ídentes
estilo "si todos los libros anónimos tienen autor, y el Lozorillo lo es-
U
7 dúucíentloa l,arf ír deellaslosteorent¡s ile Lt lógktt,- Ia tnstsnrtfíca
cribió Alfonso de Valdés, entonces el Lazorillo tiene autcr y lo escri-
deun nndo!urLltneilfaflrnal(esdecít', sínhncerusrltlclsign'tfrcsdo de
bo bió Alfonso de Valdés".
iossínrboios)
, según nlgunos príncípíos deínftrurchformulctilos cottrodtt
rs prccísíón.RespL;ctl ú estail1nnerú deprocctler, seplatlttútlt.ítunetlístt, Itt
Después de estas consideraciones previas, Gódel argumenta
ut¿stíón desí elsktenuttleaxíotnns 7 príncí1,í05 dehtfircncís
'1uclrcmos que el teorema de completitud también se puede enunciar usando
(u
ptlcstlcucnhrz,t esntftcíente,esdecír,sírealtnenf pilraletltrcírcttdq
ebastit
el concepto más general de satisfacción. Diremos que una fórmula
ro t(oretnü!ó5í;o-,,rle ,,,ntíco,
tr,si ntnsbítttcsl"osihk ytiisJrttt s(ttt(tttíLts
(9 es satisfactible si existe al menos un modelo en el que es verda-
yerdaderas (7 quízAnrtbíén demostrsbles segunofros1tríncípíos) tyrc
dera. Análogamente, un conjunto I de fórmulas será satisfactible
n0 ltusflo¡serderít,ndas an el sístenta consíderndo. EstLl prc*fiIt¡l)ú
si y sólo si lo es cada una de sus fórrnulas. La idea de satisfacción T_
ln encontrado Lfittlt€sfue-srt1
l0sítít'11j,ttr't el tlonúníoJc ltts_iórnnths
extienCe a la dc verdad, ya que las sentencias verdaderas de una
deIn lógícacütectít,&, esclecir,selta fitostradoquetle lrcchocadafór-
teoría son aquellas satisfactibles en todos sus rnodelos, pero hay c
mul6 cttnectí1'ayálítlasesíguede lossxíotnas presmtndos enPríncípín n
proposiciones satisfactibles que no son verdaderas. por ejemplo, ñ
M¡fhent'atícn. Aquívo"nros nhacerlttnúsnopararutdomínío ntosamplío
en la aritmética de Peano la afirmación "cualquier número es divi- ñ
tle-iórtulas,n ,nirr, psraldsdela lagícndeprínrcrortlert. f
sible por dos", que se escribe yxly(x = 2y), es satisfactible,pue.s ñ
qJ
se verifica en el modeio que toma como universo los números pa_
En efecto,lo que Gódel se proponedemostrares que (ntlLlflrffiLt- res, pero no es verdadera, ya que tres no es divisible por dos. por a
Is verdadcrt proposición que
,!ela lógícodcprhner,rrdtnesdemostrahle, otra parte, una fórmulaA se dice refutable cuando su negación
-A OJ
apareceenunciadaen el artículocomo teoremaI. Paraello sigueun puede demostrarse en la teoría. Introduciendo los conceptos de sa_
ingeniosorazonamientoen escaleradonde cada enunciadoacorta tisfacción y refutación, el teorema de completitud es equivalente a: o.

el camino hasta la prueba final. Gódel comienza considerandoel a)

sistema axiomático de los Principio Mothematica -del que excluye Teorema ll: Cada fórmula de la lógica de primer orden es o refu_
ts
el principio de asociatiüdad, pues Bernayshabía probado que era table o satisfactible (sobre un uniuerso infinito numeroble).
NJ
redundante-y formula de modo explícitoalgunasreglasde deduc-
I

ción que se usarán constantemente,como el modus ponens, que En efecto, supongamosqueA fuerauna fórmula verdadera,en_
permite deducir B de las premisasA y A --+B, o la regla de susti- tonces por
-A es falsa,Iuego no satisfactible. el teorema II, -4 s,
tución, que afirma que si ?'(x) es un teorema de la teoría,también refutable,es decir,
--A,y en consecuenciaA,que es semántica-
lo es el resultadode sustituirx por cualquier constanteen ?".Lue- mente equivalente,es demostrable.Así se prueba que II implica I.
90 91_
&
F
formal, construye ahora un modero !, con los números naturares
Recíprocamente,sea A una fórmula de la lógica de primer orden:
i
t LN

como dominio, para cada K-fórmula que no es refutable.por tanto,


U
si A es verdadera, entoncesA es satisfactible;si, por el contrario,
las K-fórrnulas que no son refutabresse verifican en ar menos
A es falsa, entonces -A es verdadera Y, Por el teorema I, -A es
P

f,
o
.dJ
un
modelo y son satisfactibles.eueda dernostradaasí la quinta propo-
demostrable,luego A es refutable.
o) sición,y con ella rosteoremasI y II: Entonces estú tlnroqucclsístcnnr. hace
(./) verdadernla,fórmula
A continuación, Gódel deñne una especieparticularde fórmrr- n a . Asípues,ettestec&toft e essntírtctíbb,conloque
h¡ fenniunlolnl,ruebadcInsu,ficícncía
OJ
las, las llamadas K-fórmulas, fórmulas prenex (comienzan con un ,Jelslí¡enn,ü ,tx¡onins
¡rribn itid.icnrlo.
prefijo de cuantificadores),que carecen de variables libres indi-
rú El artículocontieneaún muchos resultaclos
L) viduales (todas ellas se ven afectadas por cuantificadores)y cu- de interés.En l9l5
bD yo prefiio comienza con un V y termina con un :l' Por ejemplo, Lówenhein había demostrado que si una fórmura es satisfactibre
YxYyaz (x = y ---'> z = 0)es unaK-fórmula;no así(x = x)v - (x = x), en un modelo cualquieraentoncestambiénes satisfactibleen un
modelo infinito numerabre,y Skorem habíagenerarizadoesta pro-
donde no apareceil cuantificadores.Gódel reduce el estudio de la
rq
J
piedad a un conjunto arbitrario de fórmuias de primer orden.
completitud al caso de las K-fórmulas,ya que, tal y como afírma el El
, tsnúíénIo es
o sotísJoctíble teorema de Lówenheim-skoremse deduceahora como corolario
a) tercer teorema, sí cadaX-fórnnln esreJtrtttble
tanto, bastacon mostrarque tcdas las K-fórmu- de la demostraciónde Góder.se estudi4 además,cómo pocrríaam-
¡D cualquierftinnula.;por
pliarseel alcancede los resultados,añadiendoa los seisaxiomas
las son satisfactibleso refutables.Para ello, se define el grado de
consideradosal principiolas fórmulasx = x\ x =y ___+
una K-fórmula como el número de series de cuantificadoresuni- (Fx Fy). r
[,os teoremas vll y vil señaranque para ra rógicade primer-orden
versalesen su prefijo, separadosunos de otros por cuantificadores ln
con identidad la situación es la misma: cada fórmula verdadera
existenciales;y se procede por inducción sobre este grado. El teo-
C
--ñ
es demostrable.También podría generarizarse
rema IV prueba el paso de in¿ucción'.si uda K-fórnruindegradon es er teorema de com- a'i

tantbíénlt¡escttdaK-JórmrIn'legrndon + t pletitud en otra dirección,considerandoahora conjuntosinfinitos


satíl¡ctíble0 fefírtcúl?,etrtlt',ces J

numerables de fórmulas. En esta línea, el teorema IX afirma que ñ


Dada zr¡d una K-fórmula de grado n + 1, Gódel separalos primeros
todoconiuntoíttfrnítommrcrrtbkdcfórmu[asdt la lógftadepríntcr ordettaso
cuaniificadoresy construye dos fórmulas B y y tales que 7 es de
3J

o-
gradon, y las fórmulasB <-+y y B ---)7r1ú/sofi válidas.Porla hipótesis satísfncfílsle
o contíene
tm sul,conjunto_finíto
cryva
con-ftmcíón
esrefutnble.Este
o refutable,luegotambiénlo sonBy resultadose sigue inmediatamente del:
de inducción,7es satisfactible OJ

zr1a. Llegado este punto, sólo queda por probar que las K-fórmulas c.
Teorema Xz Para que un conjunto infinito numeroble I de fórmutas
de primer grado son satisfactibleso refutables;esta propiedad se
sea satisfactible es necesario y sufrciente que cada subconiunto
enuncia como teorema Vy es la más difícil del artículo' -
ñnito de I seo satisfoctibte.
Ahora Í a representa cualquier K-fórmula de primer grado y NJ
que se conoce con el nombre de teorernade compacidacJy que
prefijo zr.A partir de a, Gódel construyeuna sucesión{4,} de fórmu- I

tambiénpuede enunciarsede rasiguienteforma:I tieneun modero


las libres de cuantificadores, y llama ltn dn = llxo llrr ' ' ' lxts an' En el si
y sólo si todos los subconjuntosfirritosde r tienenurr modelo.
teoremaVI demuestrapor inducción que, para cadan , es deducible Final- O

7Íu --)ltnan. Gódel introduce despuésuna de las principalesnove- mente, los últimos parrafos del artículo estándedicados a probar la
dades del trabaio: si hasta ese momento toda la prueba había sido independenciade los ocho axiomasque sehanvenidoconsiderando.
92 93
.á que incluye los axiomas de Peano. Ahora consideraremos la lis_
(n Modelos no estándar
U
'-
E ta ampl i ada conA6,
-i
= O , At , - i = s0, , 42, - i = ssQ . . . donde i es
una nueva constante y s representa la función sucesor. para cada
de com-
Tras la publicación de la obra de Gódel el teorema
+)

-c, subconjunto finito, todas las fórmulas Ar se satisfacen, y también


U pletitudhasidoprobadodemuydistintasformas'hastaconvertir'
!n
diferentes las que hemos añadido, sin más que considerar i = n, donde n
se en uno de los resultados con más ciemostraciones
una demostra- es un número natural tal que la fórmula - 5n+t)6 no aparece
de la lógica: en 1930Hilbert y Bernays ofrecieron
r.Í|
-i
presentó una prue- en el subconjunto. Por tanto, si aplicamos el teorema de compa_
qJ ción puramente sintáctica,y en 1949 Henkin
que constituye cidad, todas las fónnulas de la lista son satisfactibles simultánea-
E
ba más simple de la segunda forma dei teorema
de lcs mente, y hemcs construido un modelo !t- para el que son váii_
la base de las demostracionesactuales de !a suficiencia
fo

en todas las de- das todas las afirmaciones que puedan hacerse sobre los números
bo axiomas. En cualquier caso, las ideas empleadas
de modelos y de naturales, pero que no es isomorfo al clásico, plres, al ser distin-
mostraciones constituyenlos pilares de la teoría
más im- ta de todos, la constante i no puede ser ningún número natural
gran pane de Ia lógica actual' Una de las consecuencias
(g
J
primeros mode- finito.
portantes derivadas de él es la aparición de los
que si una
CJ los no estándar. El teorema de completituC asegura
en el que los axio- Otra versión del teorema de Lówenhein-Skolem afirma que si
teoría es consistenteentoncesexisteun modelo
tiene una teoría t tiene al menos un modelo lnfinito !I. entonces tiene
mas se verifican, pero nada dice sobre qué características
mucho tiempo se moclelos infinitos de cualquier cardinal y, por tanto, no isomorfos r-
ese mocielo ni sobre cómo construirlo' Durante OJ
de a 1I. Así, ninguna teoría infinita puede ser categórica. Siguiendo el
pensó que la teoría caracterizaía unívocamente ia estructura (n
c
seían iso- ejemplo de Skolem, en 1960Abraham Robinson decidió utilizar los
sus modelos; dicho de otro modo, todos los modelos -+

por medio de re- procedimientos de la teoría de modelos para construir un modelo


morfos, es decir, si tratáramos de capturarlos
a')

tendría una sola no estándar de los números reales en el que, en lugar de añadir
laciones de equivalencia, el conlunto cociente =
n
constantes mayores que todas las demás, se extendía el sistema
clase.
con cantidades infinitamente pequeñas. De esta forma se daba por
fin sentido matemático preciso a la,s nociones intuitivas sobre las
Sin embargo,en un artículode 1933,"Sobrela imposibilidad
.D

mediante que Leibniz había fundado el cálculo diferencial casi trescienros


de una caracterizacióncompleta de la serie numérica OJ

Skolem cons- años antes, pues nunca llegó a precisar qué eran y cómo debían
un conjunto finito de axiomas", el lógico noruego
al consi- manejarse los infinitésimos. En el marco del anátisis no estándar,
truyó un modelo para la aritmética que no era isomorfo
oq

algunas pruebas y definiciones resultan mucho más sencillas. Así, ñ


a partir de enton-
derado hasta la fecha. Tuüeron que distinguirse' o,J
de la idea de continuidad uniforme de una función real, que nor_
malmente se formula como f es uniformemente continua si y sólo Lo
NJ

si para todo e > 0 existe un ó > 0 tal que siempre que lx -yl < d se
tenga lf(x) - f9)l < e, resulta ahora: f es uniformemente continua
si ysól o si para t odoxey t ales euex r y se t iene f ( x) = / ( y) , donde
jcuttad de sus investigaciones'aunque también contiene algunas
que Ao,Ar,A2,.. ' fue- x ^, y significa que los números r e y difieren sólo en una cantidad
aportacionesmuy novedosas.supongamos
infinitamente pequeña.
raunalistadeaxiomasparacaracterizarlosnúmerosnaturales,
95
94
¡,1
.j
e

tsÉi

#
,..!
(n
En marzo de 1973Robinson, con el que Gódel había mante-
U
:i
nido abundante correspondencia,dio una charla sobre el análisis
.tJ
o
.ol
no estándar en el Instituto de EstudiosAvanzados.En el coloquio
L:.
U
t.rl
posterior,Gódel hizo una declaración,ingenuay entusiastaa partes
a)
iguales,que merece la pena transcribir:

GJ tstarínsenqlnr ú t hed to quemep srrceilxLryíttryar fü1tq úLul que


N'tr .oT
'ú no hay sídoexplítítcrntente mencionado par el prafesorRoltínson, s
sttber,cyte el no
annlísís est,indar pruebo's
símp!íJtcnfrecLrcfiteffifitrlns
hn
.o no sólodetettremns elementnl*, shtotnntbíén derevLlttdos profundas.
ro 1...1.fsrasituacíófi debtríqírnpe'\írIn errónn1t *tentlíd't cttrsídcrncíón L o s teoremas de
)
,lel m(tlísísno estíudsrcü1,0ut'tl especíe dc extrat'aganda o modnde i n compl eti tud (1-930-193L)
Ioslógi;osn'titferníttíros. Nndamas alejadade ln verdad. Mús bíenhn¡
CJ
* E buenns pñrscÍ(erqtreel análkísno estúntlnr,
razL)fies efl unaversíÓn u
I (-'
otr¡,seráelanílkísdel{uturo"
ol
{Jnsrazón*la sínplíf,cacíón S,amencíottsds delnspruebas, puesla ul

shnplíficnción-t'adlíta el descubrimíefil.atra rszór¡,todnía mctsct'¡tt' Hacia 1930 la situación del programa de Hilbert daba razones
{ tíncenle, eslasíguíentc: Iatrítn'tétícaempíezfi conlosnímerostt¡tttrales para la esperanza: el primer requisito, formalizar la matemática, pa- fi
I

a;
y procede nrcdísnte la ntnplíacíón sucesivrtdelsístema nuntéríco conlos recía haberse completado con éxito en los Principia, y varios lógi-
ori
II níuneros rncíonales, negath:os, írrqcíofinles,efc.Perl elpaso completa' cos trataban de demostrar la consistencia de los sistemas formales
(n !

ffffile ilatLu'aldespuis de losnún'rerosreales, a saber,Ia íntrodttccíónde clásicos, comenzando por la aritmética. Aunque en la introducción ñ:
Iosínfnítesíntales, hasídosi;nplemente onútido.Píensa qtrcenlossíglos a su tesis doctoral Gódel ya había sugerido la existencia de sentencías )l

t,eníderttsse consíderará con"ttt


alg6 stu'tltunenfe exfruño en It hístorís t,erdnder¡s
que no puedenser derívadosen el,sísfemdconsíderndo,
su objeti- l.-)
o;
dt losncttertátícns queLtprímerateotíaexactadelosínfinítesínales se vo no era poner fin al sueño de Hilbert, sino probar la validez del I

tlfi0sdespvLés
descrr,-tllssetrescíffitús dela ín,-eniíón delcálcilodferettciol. prograrna con un resultado en la misma línea del teorema de com- o
t

Me síentoínclínado ¡:tcrserqtrcesfaextraña,ircunstauinriercalgoryte pletitud. Sin embargo, el espíritu intelech-rai de la época apuntaba


i

1:ir(ü1 ctfrsexfrnñg-:ítu¡.cíó¡t reJerente ,tl nismttlapsode tienryo,a en otra dirección: se había. demostrado que es imposible dibujar - L

saber,el hechodequeprobletnas talescomoel de Femtat,quepueden un mapa perfecto de la Tierra, ya que "dos superficies isométricas
ts
serJbrmuladosen díezsígnosdearítmétícaelemental, todsvíacñrecerl tienen la misma curvatura de Gauss", y Heisenberg acababa de
de haber sídoplanteados. establecer un nuevo límite para la ciencia con el principio de inde- )
desolucíón trescíentos años después Qtízúlc'
omísíón mencíonada seaengrüxparteresponsafsl¿ delhechodequq en terminación, según el cual no se puede medir al mismo tiempo y
j comparacíón cttnel enormedesarroLlo deInsmaternátícas absfrnctas,Ia con idéntica exactitud la posición y la velocidad de los electrones.
I Con sus teoremas, Gódel pondrá a la vista de todos las limitacio-
solucíón deproblemas numérícos clmplícadls haquedado nuy atrós'
i nes intrínsecas del método axiomático: en cualquier sistema formal
ie
I
6
(n
que incorpore suficiente aritmética elemental hay sentencias ver-
U ^1ci, a. i,-", t < ^ l"í¡,1 ol ,:., ¡(¿. /. * tl Á.li\6iti
daderas que no son demostrables (primer teoremo de incomple- t, ¿ ¡..^ /,a 7í' t
^-
'..
+J
o_
.(U titud), y la solución no consiste en añadir esas sentencias como /1n,,, i;'!¿,i t, L" ¿r- tj ,t ít,!- ¡u r¿-- .a,; I , ti, i F, ¡.:
';t, c!..1 ,* .". t't/ ; a-
axiomas, porque entonces aparecen otras nuevas. Además, la con- z¡ ,l ;.t'4 ?q í-n ri'r.
'
ir o,-
, ^ tl¿y¿-, r,J{¿
a) ;.!t t'.i", 'í
sistencia de esos sistemas no puede probarse dentro de ellos mis- i ;e, r-, ¿, ' l ¿r v l ¡t ;'i ! 'r 4.n* ci t-.
r/) ^..f*
mos, es decir, "la aritmética es consistente" es un ejemplo de este
a tipo de proposiciones indecidibles (segundo teorema de incom- -t! :\'¿! , ./.,.,,,. , At:tf¡,t'¡*q
r:j¡'j'-'-¡i-i""'
E
pletitud). .it.^.t
1tl .1. l!,a.::.l.- u
':
:: ¡. ,r I a, (.
¿
rU ".,
\J

'o El 26 de agosto de 1930, Gódel, Carnap, Feigl y Waismann se t¿ , -J ¡- ' t t rr" , -, 1 ^ ./ ¡¡ i;, ¡ t- 4 3,+l .j.j *: l) t ¡l \1aél
^
reunieron en el café Reichsrat para comentar algunos detalles de ,i ü1-,.r.rlt I ; lrs ! -k. !.t ¿, ,,1t.!¡:, r xt.)i ¡.-¡.¡1.! ¿, t t"
"-r' -
la Conferencia sobre la Epistemología de las Ciencias Exactas en la , )1. r- i-l . f¿l t;, rt
, . , i -: t ' : 4¿.,rr ¡ .!l.t
it
-.-
; que todos tenían pensado intervenir la semana siguiente; pero en- ,w ¿..i.- i¡ t., er.r, .;.,Í r,.". tt A, ct i t., | í
.¡) i,,',! ,.1 ,.,:
ol.l
,,1
¡,¿
seguida ei tema de la conversación se desplazó hacia los descubri- \¡.:l-'t {--f- .j,:,j ,:,,, r- ! /4 ';:- h .,.1
,l
(, mientos de Gódel, cuyo alcarrce Carnap no logró entender al prin- It:--.
.-¿ l'
cipio. El encuentro, organizado por la Gesellschoft für empirische T-
, l:,;'1..1

Philosophie, una sociedad alemana que colaboraba habitualmente L

con el Círculo de Viena, tuvo lugar entre el 5 y el 7 de septiembre


-+
en Kónigsberg, la ciudad de los siete puentes, donde Euler había
r-D
desarrollado la teoría de grafos y Kant había fijado los límites de =
competencia de la razón pura dos siglos antes. La conferencia se
t^.i
inauguró con tres sesiones que presentaban las corrientes lógicas o_
a
más importantes del momento: el logicismo, a cargo de Carnap, el
5
intuicionismo, por Arend Heyting, y el formalismo, de manos de Von r¡
Neumann. Al día siguiente, entre las tres y las tres y veinte de Ia tar- C arta autógr¿fa de GÓde1 di ri gi da a s u madre
=
E

de, Gódel expuso un breve resumen de su teorema de completitud,


e+
y el domingo 7 de septiembre se cerró el congreso con una mesa
Este golpe de efecto, similar al que suelen reservarnos los fina- e+
redonda en la que se retomaron varias de las cuestiones tratadas c
les de los cuentos, pilló tan de sorpresa a los asistentes que apenas o_
durante las primeras ponencias, en especial, hasta qué punto se hubo discusión, y en las actas del encuentro ni siquiera aparecen F
había conseguido dar respuesta a la crisis de fundamentos de las recogidos los comentarios de Gódel. El único que mostró mucho
matemáticas. Sólo al final, con esa mezcla de conücción y cautela interés fue John von Neumann, que, "con su legendaria rapidez
tan suya, Gódel anunció quepuedendarseelern?tlos yerda-
deproposícíones mental", le pidió más detalles sobre la demostración una vez ter- LU
deraspor
sucontenído,
peroíndemostrsbles
enelsístemafonnol
delas
mntemíÉícas minada la conferencia y aprovechó para comentar con él algunas
ts

clásícas;aunque
parecequeno habíadescubierto
todavíael segundo de sus reservas ante los criterios de consistencia enunciados por su
teorema de incompletitud.
maestro Hilbert. Más adelante, el 20 de noüembre, Von Neumann
98 99
le escribirá contándole cómo ha descubierto que en un sistema pectivas fascinantes. La impresión que me causó fue tanto mayor
U
,i consistente es posibie transformar en una contradicción cualquier debido a la concisión y sagacidad del enfoque de Gódel".
P

o_
.0-.,
prueba de la indecidibilidad de la fórmula 0 = l, y se ofrece a
explicarle sus resultados cuando se publiquen. Sin embargo, tres Además, aVon Neumann le gustaba contar que, durante el tiem-
u
días antes Gódel había enviado el manuscrito "Uber formal unents- po en el que había tratado de demostrar la consistencia de las ma-
o cheidbare Sátze der Principia Mathemotica und verwandter Syste- temáticas clásicas usando métodos finitarios, aunque no se había
AJ
me" ("Sobre proposiciones formalmente indecidibles en Principia percatado, como Gódel, de las dificultades a la hora de formalizar
c
L'lathematiccy sistemas afines"), donde aparecía ya el segundo teo- el concepto de verdad, sí había obtenido algunos resultadosparcia-
É ao
U rema de incompletitud, al Moncttshefte für Mathematih und Physik. les positivos que lo llevaron a trabajar ininterrumpidamente. Una
u¡ "Puesto que has probado la indemostrabilidad de la consistencia noche, soñó que había superado el último escollo, se levantó so-
como continuación natural de ius resultados anteriores, no publi- bresaltado y pensó en el problema hasta el día siguiente, pero, a

-J caré nada al respecto" -responde John von Neumann al enterarse la hora de acostarse, quedabatr todavía cabos por atar. Esa noche
I OJ
de la noticia. soñó de nuevo que había descubierto la solución, pero, al tratar de
E redactarla, encorrtró otro fallo en los argumentos y decidió dedicar-
:o
(, Restrltaría natural que Von Neumann, con su síndrome de pri- se a otros asuntos. "iQué suerle tuvieron las matemáticas de que
mero de Ia ciase,se hubiera enfurecido ante la intromisión de Gódel yo no soñase nada la tercera nochel". r-
en sus investigaciones,pero el matemático húngaro lo tenía en alta
esiima. Tanto es así que en mitad de un curso en la Universidad de También David Hilbert se encontraba en Kónigsberg, aunque no -
Berlín anunció que acababa de "recibir un artículo en el que un jo- en Ia Conferencia sobre la Epistemología de las Ciencias Exactas,
-
ven matemático vienés mostraba que los objetivos que Hilbert tenía sino en un encuentro de la Sociedad de Físicos y Científicos Ale- =
OJ
en mente eran irrealizables",y eligió los teoremas de incompletitud, manes, que lo había invitado a pronunciar su charla "La lógica y la
o_
en lugar de sus propios resultados, como tema de las conferencias comprensión de la naturaleza", justo el día después del anuncio de
de P r i n c e to nd e 1 9 3 1 . Gódel. Aunque Hilbert y él nunca llegaron a entablar conversación,
l
es muy posible que Gódel se encontrara entre el público que es- r)
Fue allí donde Stephen Kleene, uno de los lógicos que mejor =
cuchó a Hilbert proclamar que no existen problemas irresolubles. !

conocieron la obra de Gódel, oyó hablar por primera vez sobre los Sólo una semana más tarde, cuando se enteró de lo que podríamos
teoremas de incompletitud: "Un día de otoño de 1931, el confe- llamar, en clave de novela policíaca, los sucesos de Kónigsberg, Hil- -f
a+
c
renciante en el coloquio matemático de Prirrceton era John .¡on bert le pidió una copia del borrador del artículo a través de Paul
Neumann. En lugar de hablar de su trabajo, que era abundante, Bernays, con el que solía colaborar. Tras su desconcierto inicial,
comentó los resultados del artículo de Gódel, que acababa de sa- pronto aceptó la demostración de Gódel, en la que sólo encontraba
O
fir publicado en el Monatshefte, pero en el que aún no habíamos argumerrtos impecables desde un punto de üsta lógico. De hecho,
reparado ni Church ni nosotros, sus alumnos [...]. Tras el coloquio, fueron Hilbert y Bernays quienes dieron la primera prueba com-
el curso de Church continuó como hasta entonces, centrado en su pleta del segundo teorema de incompletitud, que en el artículo de
sistema formal, pero al mismo tiempo los alumnos nos leímos el Gódel sófo se esbozaba, a la espera de una segunda parte fu proxitn;t
artículo, que a mí me abrió todo un mundo nuevo de ideas y pers- que nunca llegó a escribir. No deja de ser paradójico que
úp(trí(.íó11,
i00 l_01
LN
fuese el propio Hilbert quien completara el teorema que ponía en Del teorema de validez al de incompletitud
serias dudas su trabajo de veinticinco años. Entre enero y mayo
P

.(J
de 1931, Hilbert estudió con detalle la demostración, que Carrrap Los griegos habían descubierto ya que una proposición demos-
U
seguía considerando "nluy difícil de entender". Para salvar lo que trable en una teoría es autonráticamente verdadera en la estructura
a
quedaba en pie de su programa, Hilbert introdujo algunas innova- sobre la que ésta se construye. Este resultado, escrito en el lengua-
o ciones técnicas, como la r..,-regla,que, para cualquier fórmula F sin je de la lógica moderna, se conoce con el nombre de teorema de

u cuantificadores, permite deducir Y xF(x) si se han probado F(0), validez:


E
F ( 1) , F (2 ),... As í, l a p ro p o s i c i ó n indeci di bl e construi da por Gódel
rE
se volúa automáticamente demostrable y, al extender la ¿d-reglaa Teorema de validez
bo todas las fórmulas con una sola variable, los teoremas del sisterna
'o Si I es un teorema de Ia teoría t. entonces 7 es verdadero en todos
formal correspondían biunívocamente a las sentencias verdade- Ios modelos de !.

J ras en los modelos estándar. Era, pese a sus ventajas, un principio
opuesto deraíz al carácter finitario de las demostraciones de Hilbert.
OJ
Aunque la prueba se realiza por inducción sobre la longitud de
(, El l5 de enero Gódel habló sobre sus resultados en el Círculo las deducciones, es posible dar una idea informal de su significado:
de Viena, donde sus amigos le hicieron algunas objeciones rela- si I es un teorema de la teoría I, entonces existe una demostra- t-

tir¡asa la autorreferencia que solventó en pocas palabras con su ción de ?', es decir, una sucesión finita de fói'mulas cuyo último
brillantez habitual. Una semana más tarde presentó los teoremas elemento es la propia 7. Vamos recorriéndoia fórmula a fórmula: -
m
de incompletitud en el coloquio de Menger, aunque éste se encon- cada una de ellas podrá ser un axioma u obtenerse de las anterio- ¡
r¡)
traba en Houston, como profesor inütado del Rice Institute. Durante res mediante ciertas reglas de deducción. Sea A¡ la fórmula que =
qJ

su ausencia, Menger había dejado a Georg Nóbeling a cargo de las encontramos en el iésimo paso. Si A¡ es un axioma, entonces
a_
reuniones: cuando su sustituto le escriL¡iópara informarle sobre la es verdadera de acuerdo con la definición de los modelos de una
intervención de Gódel ("Algunos resultados rnetamatemáticos so- teoría; si, por el contrario, A¡ se ha deducido de las l- I fórmulas an- 3
bre completitud y consistencia"), Menger interrumpió sus clases de teriores, basta con observar que las reglas de inferencia están bien
.)
o
teoría de la dimensión para resumir parte de la solución de Gódel
=
construidas sólo si la conclusión es cierta siempre que lo sean todas
al segundo problema de Hilbert. Al darle la enhorabuena, Menger las premisas. r+
le proponía también un problema relativo al cálculo proposicional, a+
c
que constituye el germen de "Una propiedad de los modelos del El teorema de validez establece la implicación err el sentido
cálculo conectivo". de izquierda a derecha, pues, dado un teorema de la teoría, po-
LO
demos asegurarnos de que será válido en todos sus modelos. La
O
El 25 de marzo de 1931 Gódel recibió las primeras copias del pregunta surge ahora de forma natural: Zes el recíproco cierto?, I

ts
artículo más famoso de la historia de la lógica: veinte años después es decir, dada una proposición que sabemos verdadera en la es-
Von Neumann seguiría recordando aquel momento como "un hito tructura \li, Zserá necesariamente un ieorema de la teoría t? Para
que podrá diüsarse desde remotas distancias en el espacio y en el ilustrar el significado de esta cuestión, Dawson imagina en Logí-
tiempo". cal Dilemmas dos tablas infinitas que recogen todas las fórmulas
102 103
{l
,t
á
5
t/)
F¡(y) con su interpretación en los sucesivos nún'reros naturales: en Comoesbíensshido, ely,rogreso clelnmstematícahncía unamtryor
la primera, escribiremos una D en la casilla (m,n) si es posible exactítud ha conducído a lnfonnnlizacíón dc exteilsls donúníos delo
t
E
tJ

.q.,
U
demostrar F^(n) y una / en caso contrario; en la segunda tabla
pondremos un 1 en la posición correspondiente si F^(n) es ver-
mísma, tll modoquelnscleduccít¡nes
'le
cL)nuilL1s pocttsreglasntecánícns.
pucden
Lossísfenas
llevnrse acsbo de acuerdo
másamplíos
?", -fornales
u construidos hast,tla feúa st¡nelsístemq dcicrsftincipia Mathematica
dadera y un 0 si es falsa. Así, cada vez que aparezca una D en la
LN
I
t primera tabla encontraremos un 1 en la segunda, pero, Zse corres- 7 ltr teoríntuíotnúfícatleconjlurtos deZermelo-Fr,tcnkel (desat.rolla,la
{ ponden todos los 1 de la segunda tabla con una D de la primera? ttberíormentc l(1rJ. v0t1l,luuncmn) .
]C
De ser así, se obtendría una equivalencia perfecta entre la pro- Estttstlossísretlns s0ntail extens()s, ryrctoaos lost:téiodos ,l¿dnnr-
ro
piedad sintáctica de scr demostro,ble y la propiedad semántica de trttrífutemplemlos lny cndínen ln nafantí;tttit puerlenur-fornttlízrtdos
ser uerdadero, análoga a la que Gódel ya había probado pai'a la en dlos,esolccír, rducídosa x{110s li\cLs ct:rít¡nttts
) rtglas,leínJcrenci,t.
: Esnatural,l,0r tiittflt,etnítírltt cttnieturr.tdeqtte*os axíotnos
lógica Cc primer orden en su teorem¿r de completitud, y existiría 7 rcglo:

I un algoritmo capaz de demostrar cualquier afirrnación verdade- ínfercncía sonntltcíentc: psrttdctidírtoldslLls úrcstílfles nnttenítticds
'le
ra. Pero nada es tan sencillo en la isla de las verdades matemáti- qLrcpuülLmsrJtwnulodtsendíchos sístenbls.Et.tIorytesígiesetnuestrLl
a,)
cas: Gódel construyó una fórrnula verdadera (l), pero indemos- queesfl 110 $ t1sí,sínotyte,en ktsdossístenascitttdoshrg,problunrrs
E
(9 trable (/j. rcltttít'ttttttttt¿
sínrpltsdt ltt fcorí¡or¡.\íuaríafu losníunertsuLrturLl¡as qLt(
110 ser
lty¡s/,c'¡1deJucídos itpfit'tird( losl¡¡rr,rt. Estttsítuacíón noresíJc
m Inesptcínl nsttmlezndelos -o
Es incorrecto imaginar el teorema de incompletitud como un sístcnms cstnblecitlos,síill)ifteLtiettLl
a LuhT
resultado contradictorio con el de completitud, pues ambos se re- nnt¡lísínnclase le sístcntas_fbrntlcs enlosques,:íncltg,¿¡¡, efiplrtiLulLtr, a
(+

fieren a distintas cosas: en un sentido semántico, la palabra com- todosar1utllos quexrryanpor adícíóndcun ni.tnerof,níto,leLlxílmíts,
-rD
pleto significa capaz de demostrar todo lo que es válido, mientras nryoniendo queningunaproltosícíón-fttlsa set0rt;edetnctstrnble port írtud =
que, desde un punto de üsta sintáctico, completo quiere decir ca- dt:Iosaxíontts¡nndít\os.
o_
paz de probar o refutar cada sentencia de Ia teoría. Así, en 1929 a
. Gódel demostró que la lógica de primer orden era completa en el Gódelcomienzadescribiendoel sistemaformalP considerado
f

primer sentido, es decir, que todas las fórmulas verdaderas son en la demostración,que se obtiene a partir de la teoríasimple de o
-
=
demostrables y, al año siguiente, obtuvo una prueba de que la tipos de los PrincipiaMothemoticc, tomando los núnrerosnaturales
aritmética (y cualquier sistema formal en el que puedan introdu- como elementosde tipo I y añadiendolos axiomasde Peano;se .D
(+
cirse los números naturales) es incompleta en el sentido sintáctico. trata, pues, de un sistema interpretado,en el que cada fórmula, n
C
De todos n¡odos, Gódel no corría el riesgo de caer en esta am- aciemásde ser una cadena de símbolosabstractos,expresaalgu- o_

bigüedad porque las dos interpretaciones se distinguen en alemán na propiedad (verdaderao falsa) sobre los números naturales.Los
signosprimitivosdel sistemaP son 0, s (el siguientede), (no), (.o
con los términos uollstiindig, que en el capítulo anterior algunas ve- -
ces hemos traducido por suficiente,y entscheidungsdefinit, formado v (o), I (existe), - y los paréntesis de apertura y cierre, además
a partir del verbo decidir. Es precisamente esta segunda idea la que de variables de tipo I (numéricas), de tipo 2 (sentenciales),que
Gódel usa en la introducción a su artículo "Sobre proposiciones expresanrelacionesentre los números naturales,y de tipo 3 (pre-
formalmente indecidibles en los Principia Mathematica y sistemas dicativas),que son clasesde variablesde tipo 2. A lo largo de este
afines": capítulo he introducido ligerasmodificacionesen las técnicasem-
i04 105
pleadas por Gódel en su artículo de 1931con el fin de presentar sus mente por las incongruencias a las que podía conducir. pero Gódel
o
U consigue alejarse de ellas, sustituyendo la noción de verdad por la
resultados con la mayor ciaridad posible. Por eiemplo, él no con-
-p pw'amenftjormrtl \' fi'nrc\rc',
tn,is tlébílde indecidibilidad: sin riesgo de
sidera primitivo el cuantificador existencial, sino el universal, que
'0J
contradicciones, la afirmación sq, htdentostrttúl¿
es verdadera y, por
U representa por fI. El predicado de igualdad se puede definir en fun-
OJ tanto, indecidible, con lo que conüerte a P en un sistema formal
ción de los otros símbolos: ¡ = / €s una abreviatura de la fórmula
LN
(-A(x) v A(y)), dondeA es unavariable de tipo 2. He optado incompleto.
o lA
- -
c) también por modernizar la notación de algunas de las relaciones
c
recursivas:así, escribiremos Gen (x, y) en lugar de x Geny'
ru
Los números de Gódel
.o A continuación se formalizan los a-riomas segundo, cuarto y
quinto de Peano y se establece la validez de cualquier fórmula En su cuento "La Biblioteca de Babel", Borges imaginó una
J que resulte de sustituir X, Y, Z por otras fórmulas en las reglas de biblioteca, aparentemente tan infinita como el Universo, cuya ley
deducción: interna había descubierto un genio del pasado;

XvX-:X; X--+XvY,
"Este pensador observó que todos los libros, por diversos que
X v Y --.¡l' v X'. (X --+Y) --+(Z v X'-+ Z v Y') sean, constan de elementos iguales: el espacio, el punto, la conra, Í-
o
las veintidós letras del alfabeto. De esas premisas incontrovertibles
É
En segundo lugar, Gódel introduce un método para codificar dedujo que la Biblioteca es total y que sus anaqueles registrantodas rD

los objetos formales del sistema P que permite asignar a cada su- las posibies combinaciones de los veintitantos símbolos ortográficos
-
cesión de íórmulas un número natural, su número de Gódel, y, (número, aunque vastísimo, no infinito) o sea todo lo que es dable =
o)
recíprocamente, decidir si un número dado es la codificación de expresar: en todos los idiomas. Todo: la historia minuciosa del por_
o_
alguna fórmula. Gracias a esta ingeniosa idea, todas las afirmacio- venir, el catálogo fiel de la Biblioteca, miles y miles de catálogos o

nes metamatemáticas tienen un correlato numérico: por ejemplo, falsos,la demostración de la falacia de esos catálogos,la demostra_
ción de la falacia del catálogo verdadero, la relación verídica de tu
la propiedad de que B sea una subfórrnula de A se convierte en o
-
J
muerte, Ia versión de cada libro a todas las lenguas, el ti.atadoque
una cierta relación en'rrelos números de Gódel de A y B, que bien 15
Beda pudo escribir (y no escribió) sobre Ia mitología de los sajones, .D
podría ser que uno diüda al otro. En particular, pueden "expresarse (+
los libros perdidos de Tácito".
numéricamente" propiedades tan importantes como la de ser un a+
c
axioma, la negación de una sentencia o una fórmula deducible. o_
En un sentido muy general, un alfabeto es un conjunto finito
de signos que se combinan en ristras de tamaño arbitrario
Apoyándose en estas técnicas y en la paradoja del mentiroso, donde
el mismo símbolo puede ocupar posiciones
Gódel se dio cuenta de que no es posible expresar la verdad y la distintas y repetirse. I

Si consideramos un alfabeto de veinticinco símbolos y cadenas de


demostrabilidad en un mismo lenguaie. El problema de la autorre-
exactamente n signos, el número de combinaciones posibles es
ferencia ya había sido explorado por otros miembros del Círculo
25n. Dado un lenguaje l, gódelizorlo significa asignar un número a
de Viena (Carnap recuerda en su autobiografía intelectual que solía
cada uno de los símbolos de su alfabeto, de tal modo que podamos
discutir con Gódel sobre estos temas) preocupados fundamental-
1_06 1"07
Por su parte, a las variables de tipo n les corresponden números
t,
codificar más adelante una hilera arbitrariade símbolos,por ejem-
primos mayores que 15 elevados a la potencia enésima, es decir,
plo, la del tratado de mitología sajona que Beda pudo escribir.En
(J

P 77, 19, 23 para las variables numéricas x, !, Zi 172,792,232para las


o_
.0.1
términos precisos,se trata de encontrar una aplicacióng : I --+\
variables sentenciales A, B, C;y 173,193,233 para las predicativas
LA
con las siguientesprcpiedades:
u R Q, R. Por tanto, es posible descomponer cada fórmula en sus
o signos elementales, calcular el número de Gódel de cada uno de
I ) g es inyectiva: si x e y son hileras de signos distintas, entonces ellos y componer, mediante ciertas operaciones, su gódelización.
c los números de Gddelg(x) Vg0) son también distintos' Para una fórmula con n signos elementales de números de Gódel
t6
2) g es computable: para cualquier cadena de símbolos se puede trtt,rrtz , . . . , f ln, G ódel pr opone m ult iplicar los n pr im er os núm er os
calcular en un núniero flnito de pasos su número de Gódel. primos elevados al m¡ correspondiente. Para codificar una demos-
3) Ei recorrid<; de g es decidiblc: dado un número natural n, es tración es suficiente con obtener la gódelizoción de cada una de
J
posible determinar si existe o no alguna hilera de sÍgnos ciel sus fórmulas y hacer el prcducto de los resultados. Por eiemplo, el
lenguaje cuyo número de Gódel sea n. Además, si n pedenece segundo axioma de Peano, por el que "cero no es el sucesor de
dJ a g(tl), podemos escribir la cadena de símbolos que gódelizo. ningún número", queda:
p

TJ
g(-l x(sx= o) ) = 2s x3e x5r 7 x 7¡ 3x 113x 1317x lTr r x 19rx23's r--
o
En el marco de la lógica, las gódelizaciones proporcionan meto-
Llegado este puntc, tal vez el lector se pregunte por qué en el sis- +
dos numéricos de represeniación de fórmulas, igual que las juga- .D
tema de numeración de Gódel no aparecen signos bien conocidos
das de ajedrez pueden codificarse mediante un sistema de letras
como la conjunción, el condicional o el cuantificador universal.La -
o
y números, de forma que "CfS Ah4" contenga toda la información =
q.J
respuesta es que estos símbolos son sólo abreviaturas informales, L4
.! relevante sobre el movimiento del caballo que se encontraba en la
t que en la metateoría se pueden definir en función de la negación,
casilla f5 para comerse al alfil de la h4. Para demostrar los teore- rD
fa disyunción y el existe; de hecho, la gódelización propuesta por
!t
mas de incompletitud, Gódel introduio la primera gódelización cle :f
Gódel contiene más signos de los estrictamente necesarios pues
* la historia -o, tal vez, la segunda-, en lo que constituye a juicio o
-=
los paréntesis pueden suprimirse, como demuestra el teorema de
de muchos el sistema de representación más importante des-
pués de la geornetría analítica de Descartes, que hizo corresponder lectura única. Veamos algunos ejemplos:
n
pares ordenados de números reales a los puntos del plano, y cier- (+
S (A n B) = g( - ( - , 4 v - B) ) =2sx- 3r 3*55"7t 22 x117x 13st 17r s2
*19r s
tas ecuaciones algebraicas a las figuras gecnétricas. En su artículo, o
-_
g(A B) = g( ( - A) v B) =213 xTisx l1z* 13r d
Gódel asigna primero números impares del uno al quince a los - "3sr . 5172
símbolos primitivos del sistemaP: g(v xA) = g( - lx( - A) ) = 25x3e x 5r 7x 7r 3x 11sx 13¡ 72
x lTr s
I

Como apuntábamos en el primer capítulo, para construir su


(!

'f lingua generalis, Leibniz había propuesto resumir todos los pensa- .:
mientos en un puñado de ideas primitivas, a las que fuese posible
J( 11 13 l5
asignar coracteres para formar a partir de ellos los caracteres de

108 t_09
(^ las nociones deúvadas. En efecto, si hiciéramos corresponder a /(n) al de ciertos f(n¡), donde todos los n¡ son estrictamente meno-
o
U
cada idea simple un número primo, los pensamientos compues- res que n; así,es posible ir descendiendo hasta encontrar un caso
P
tos podrían obtenerse como producto de los números primos de base,por ejemplo, /(0) o f(l), de valor conocido.Algunasde las re-
.(u
\J
ur sus ideas componentes, y todas las verdades conceptuales que- laciones recurrentesmás conocidasson la que permite calcularel
u factorial de un númeÍo, o Fn = Fn-t * Fn-2,que, tomando Fo = Fr = I ,
darían representadas por verdades aritméticas. En particular, el es-
t1
tudio de las relacionessujeto-predicadose reduciría a comprobar define la sucesiónde Fibonaccil,1,2,3, 5, 8, l3i;**"**'
si el carácter del sujeto es múltipTci¡l(ffiUIl]gro del predicado. La a*=.*,*,'- _
OJ
anaiogíadel programa leibnizano con los métodos de Gódel es de- Las funciones recursivasprimitivas se obtienen a partir de cier-
ñ tas funcionesti'iüalespor composicióny recursión,y "tienen la im-
U masiado fuerte como para considerarla fruto del azar; más bien,
ho durante sus primeros años en viena, en los que asistióa los semi- portante propiedad de que, para un conjunto dado de argumentos,
.o
narios de historia de Ia filosofía del profesor Gomperz, Gódel habúa el valor de la función puede computarsernedianteun procedimien-
fit
J leído los manuscritos inéditos det filósofo alemán, editados por to nnito". En 1742Goldbachplanteó a Eulerla preguntade si todos
Louis Couturat en 1903.A su modo, también Leibniz se planteaba
o
o) la cuestión de cómo reconstruir la idea que representa un carácter
:o
(9 dado. Como todos los números naturales se descomponen de rna-
nera única como producto de primos, en su caso era suficiente f-
o
con obtener dicha descomposicióny buscar en la enciclopediade (,
ideas primitivas los pensamientos correspondientes a los factores. .-D

Sin embargo, sólo una porción restringidade los números natura- :


.D
les son números de Gódel; por eso se hace necesariodescribirun =
CJ

algoritmo que permita decidir si un número N eslagódelización de


o_
una fórmula o no, es decir, un procedimiento automático que, tras rD
un número finito de pasos, concluya si existe alguna fórmula con l
r)
número de Gódel /V. o
=
c
En el test anterior,despuésCe las etapasmarcadascon un as- a

terisco, es posible concluir que N es un número de GÓdel,mientras é


que, si encontramos una exciamáción,fú no se corresponde con o_

ningunafórmula de P. Portanto, el algoritmo puede llevarsea cabo ts


en un número finito de pasos, que pueden acotarse a priori en fun- LO
(,
ción del valor de /ú.Apoyándoseen ideas similares, Gódel introduce
ts
una digresiónde variaspáginaspara definir las funcionesrecursivas
primitivas, que, aunque ya habían sido utilizadas antes por Dede-
kind, Skolem y Hilbert, nadie había definido aún explícitamente.
En general,los métodos recursivospermiten reducir el cálculo de
1t0 111
{

{
J Ios números pares mayores que dos pueden escribirse como suma radica en que, puesto que cada fórmula de P lleva asociada unívo-
i p
a-
.cJ
de dos primos. Los primeros casos se estudian fácilmente (4 = 2+2,
6 = 3 + 3 ,8 = 3 + 5 , 1 0 = 3 + 7 ,...), pero el probl ema si gue estando
camente un número de Gódel, las relaciones metamatemáticas
entre las fórmulas cuyas gódelizociones Son x1,r2, ...,xn se trans-
!i
abierio casi tres siglos después. Llamando números de Goldbach forman en propiedades aritméticas de esos mismos números. Esta
rí OJ
a los pares para los que la conjetura es cierta y considerando la equivalencia constituye una increíble iuente de metáforas sobre los
LN
función f(n) = I si n es un número de Goldbachy f (n) = 0 en ca- teoremas de incompletitud: Hintikka ha comparado el artificio de
so contrario, la cuestión podría plantearse en otros términos: debe nuestro protagonista con una obra de teatro en la que cada actor
E
ser f (2n) = I para todo n > 2. Fijado un número par cualquiera, representa al rrrismo tiempc su personalidad propia (en este caso,
k
fl
(J
es posible decidir en un núrrrero finito de pasos si es un número la de ser un número natural) y un carácter prestado (el papel de
ru
de Goldbach: para elio basta con considerar todos los pares de proposición formai que interpreta), y otros autores suelen recurrir a
números prirnos (p¡,q¡), con p¡ I e¡, y calcular p¡ + e¡.En caso de símiles musicales para hablar de una "asombrosa sinfonía intelec-
(c\
I que ninguna de estas sumas coincidiese con el número dado, la tual" avarias voces. De ahora en adelante, para no hacer tan pesado
conjetura resultaría falsa y habríamos encontrado un conrraejem- el texto, en lugar de escribir siempre "la fórmula cuya número de
OJ
E
plo; si, por el contrario, alguno de los p¡ + e¡es n, hemos obtenido Gódel es x", algunas veces diremos simplentente la fórmula x (con
(5 una descomposición posil--le.Por snpuesto, esto no nos acerca a la cursiva).
solución real del problema, pero hace más probable que ésta sea f-

positiva y es una fuente de confianza. En trabajos posteriores, Góciel En el artículo se consideran cuarenta y seis funciones y relacio- s
a+
se referiría a las cuestiones cie esta naturaleza precisamente como nes -casi cuarenta y seis modos de ser, como los de A¡istóteles-, a
o
de típo Cloldbac"li.
Irrtthlemns Como cabe esperar, otra vez las cosas no de las cuales todas menos la última son recursivas primitivas. En-
r-D
son tan fáciles como parecen: Ia mayoría de los problemas no son tre ellas destacaremos Gen(x,y), Sb(x, u,y)y Bew(x), relaciones de =
OJ

de tipo Goldbach. Así, resulta imposible diseñar un algoritmo que dos, tres y un argumentos respectivamente. Gen(x,y) es la gene-
o_
busque un contraejemplo para la conjetura Ce los primos gemelos, ralización de la fórmula cuyo número de Gódel es y respecto de
según la cual existen infinitos números primos p tales que p + 2 es la variable cuyo número de Gódel es x, es decir, el resultado de =
también primo. aplicar el cuantificador universal a la variable x en y. Tomemos, por
ñ
=
ejemplo, la fórmula que, interpretada en el sistema de los núme-
ros naturales, indica que, hay algún número y para el que existe r+
Aritmetización de la matemática + f y (y = sx). La generalización intuitiva de la fórmula respec-
-v 1 : C
to de x af;rma que todos los números naturales tienen sucesor, es o
Partiendo de las funciones recursivas primitivas, Gódel intro- deci r, VxJy( y = sx) , o lo que es lo m ism o, - lr - ly- 0/ = sx) ,
duce las relaciones homónimas: una relación R entre n números el tercer axioma de Peano. Si hacemos corresponder ahora a cada (,
naturales es recursiva primitiva si y sólo si existe una función recur- una de estas fórmulas su número de Gódel: I

s iv a p ri mi ti v a d e n a rg u m e n to s ta l queR (x, .. . xn) f(x,... xn) = g, ro


-
es decir, tal que si los x¡ están relacionados por R, entonces el re- m = 2 s x3 tsx5 l 3 xZIe xl l r l x1 3 3 xl 7 r 7 x1 9 l s
sultado de efectuar ciertas operaciones aritméticas entre ellos es
cero, y recíprocamente. La gran belleza del argumento de Gódel n = 2 s x3 s x5 1 7 x 7 s x 1 l e x 1 3 r ex 1 7 sx 1 9 1 3x2 3 r e x2 9 r r x3 1 3 x3 7 1 7x4 1 r s

r72 113
I

o debe verificarse la igualdad n = Gen(77,m), donde l7 es la gódeti_ Podenrcs tonsfruír c¡uth,tcen


sefifenciLls ltJrnnadones saltresíntísmts,
zoción de la variable x. Otra relación muy importante es Sb(x,u,y), y dehccho sotrsentcncíasqLrccontíutenfimcío;rcs de-finíJnsrc(ursí1)nttíente
resultado de sustituir en la fórmula cuyo número de Gódel es x ro_ y l10rellt fíetrcn smdudct síüúhrrtdn[ ] Esfn cttn-;frttrcíónsólo pue'k
'c,,
das las presencias libres de la variable u por y. por ejemplo, si en Ibt,rsc ú útbttsí Iapropledrtd r exprextble enelsíst¿nn, v l¡tsolucíón
CJ
la fórmulaA(x), donde A es una cierta propiedad aritmética, susti_ dc Eputtérritles
ríaIn 1,¡v¡l¡1¡rt e¡ríh't ctt tltíecstl iLifínttno csposíblc
o t uimo s x p o r e l n ú m e ro 1 , s e ti ene A (l ) = A (s0), cuyo número de parir ct{(tlquítrpropíeJnd metLwnt(fitátícit. Cttnsídercilk)s ILlú11tt1'íut'
qJ G ód e l e S p = 2 tz 2,g ts x 5 3 x 7 rx I l rs. E ntonces,p = S b(q,1 Z+ ,I.$.W A .. t-ltnrtncíón h*ltn porX. X dcltrcsltt:¡i¡rn, l¿n";uult
,¡11 l',t' iit:ír r¡ttt -@
.l
O - r"' x 313x 5r?x 7r5,lagódetizacrón original tfinruít)rtqttt
cttttii\tricr tl ett
httlr'thttln c! títrn1,o u ttt',i
,ittt¡'ttth¡,ttí¡
rE
"tthrntttttón.fcJsrt
tit L. P¿rtt
;tirt¡tct"ítin,ftt!ttl ctIL" 11ú (xrrr"t'r" (11
lueLk
.-tr¡ La penúltima relación, B(x,y), expresa la propiedad de que x es !, ptti' it1l!il,
slt ¡!.ifttrLtcítit¡tsr,tl'¡ ¿¡1¡!,1r;tt,¡¡¡'0!¿1v4Lti1ít:
L, iit tttt',la qLL¿
el número de Gódel de una demostración de la fórmula cuyo núme- tless l,rtt't'ct ia p¡¡ ¡ rl¡ ¡ rr.
J ro de Gódel es.v; así, 1x B(x,y) -que abreviaremos por Ber,v(x),del
alemán beuseisbctr (demostrable)-, afirma que la fórmula gócleli- De hecho, la clave para probar el primer teorema de incomple-
a)
c zado por y es demostrable en P, y su negación, Betu(x), que no titud está en sustituir la noción de verdad por otra expresable en
-
|j existe en P ninguna demostración de la fórmula ¡. Naturalmente, el lenguaje, la de demostrabilidad, y construir de nuer¡o la afirma-
esta función va no es recursiva primitiva, pues es imposible decidir ción "soy indemostrable". Veamos cómo es posible formalizarlo' De T-

en el sentido algorítmico de los problemas de tipo Goldbach si una acuerclocon lo anterior,hagamos corresponder a Q(x, y) su número
a+
fórmula es demostrable o no. Suponiendo que pudier.ademostrarse de Gódel q. Si generalizamos esta fórmula respecto de la variabie .D
o
la proposición de número de Gódel x, habría que examinar una por x podemos obtener P = Gen(17,g), que sólo afirma, hasta el mo- ID

una todas las demostraciones de P hasta ver si alquna de ellas termi- mento, que la fórmula cuya gódelización es y no es demostrable ó
na con x; pero six correspondiese ala gódelización deuna fórmula en el sistema P. Ahora, sea r el resultado de sustituir en Q(x,y)
e
indemostrable, entonces el proceso sería infinito. Con una leve nro- l a vari a ble y pcr p, es decir , r = Sb( q, l9, p) . r es el cor r elat o ó
dificación, dada una fórmulaA, podemos construir eQ,i para ex- numérico de la proposición r,letamatemática siguiente: x no es
t-¡
presar que la fórmula de número de Gódelx no es una demostración una demostracion de " x no es una demostración de .v". Ya sólo fal-
=
de ACv);por tanto, V xQQ,_v) asegura que A(y) no es demostrable. ta generalizar esta última fórmula respecto de la variable x; de este 9
modo, estaríamos afirmando que no es demostrable que y no sea iD
+
Es ahora cuando entra en juego la paradoja del mentiroso; re- demcstrable o, poniendo la proposición en boca de 1l "no soy de- r+
=
cordemos que esta anti:-lomia,cuya prinrera formulación suele atn- mostrable". Su gódelización no será otra que Gen(17,r) -o, corno .J

buirse a Epiménides de Creta, surge al afirmar "soy una proposición escribe Gódel, 17 Genr- que, naturalmente interpretada,afirma su
falsa", ya que entonces la sentencia es verdadera si y sólo si es fal- propia indecidibilidad y es la sentencia que andábamos buscando'
sa. La solución propuesta por la teoía de tipos de los principia En fo sucesivo abreviaremos por G la fórmula 17 Gertr. I

(O
Mathematica suponÍa eliminar cualquier clase de autorreferencia,
de modo que las fórmulas que hablaban de sí mismas simplemente Llegado este punto, resulta necesario imponer alguna condi-
estuüeran mal formadas. A Gódel esta prohibición le resultó desde ción restricti'¿a al sistema P considerado. En lugar de establecer
un principio demasiado drástica, pues: que sólo pueden probarse las fórmulas verdaderas, Gódel supone
i1A 115
,qilF
t

vt que P es ¿r-consistente,es decir, que no existe ninguna fórmula


A Otra vez la consistencia
t al q u e A (0 ), A (l ), A (2 ), . . .y f x
p -A (x) sean demostrabl es.La con_
a_ sistencia simple se sigue de la ¿¿-consistencia, y en 1936 et lógico
.(J Al introducir la consistencia, en el segundo capítulo, hablamos
Barkley Rosser logró demostrar, construyendo una sentencia
o)
inde_ sobre cómo la negación del quinto axioma de los Elementos había
I cidible más complicada, que basta que el sistema p sea consisren_
hecho posible el desarrollo de las geometrías no euclídeas. Desde
d te en el sentido que venimos estudiando hasta ahora. suponiendo
varios siglos antes, el postulado de las paralelasno parecía tan auto-

I q-J
aJ

ru
U
que P sea consistente, G es verdadera, ya que, si fuera falsa,
taríamos afirmando que es posibre demostrar u.a fórmura falsa,
cual contradice la hipótesis de coherencia del sistema. pero,
es_
lo
eüdente como los demás, pues involucraba regiones infinitamente
leianas dei espacio. Muchos matemáticos trataron de demostrarlo
si G partiendo del resto de axiomas, pero resultó ser independiente de
.o es verdadera, entonces, como ella misma indica, G no es denros_
la geometría absoluta, ya que, extendiendo los cuatros primeros
trable; a esto se refería Gódel al hablar de prtt¡tt:stít;ntsturdttderas
ru por a-xiomasde Euclides con la negación del quinto postulado, se ob-
_l su catÍctida, ¡rero índcntostrttbl¿s.
otros razonamientos conducen a la tenían teorías consistentes -como la geometría riemanniana, cuyo
misma conclusión; supongamos que G fuera demostrable, enton_
(j
modelo más sencillo es una esfera, si identificamos los puntos con
c ces automáticamente se volvería falsa, pero, al ser falsa, no podría
puntos de su superficie, y las rectas con los círculos máximos. Lo-
LT probarse en un sistema consistente; así, G sóro puede ser
inde- bachevski logró oetnostrar que si la geometría hiperbólica era con-
mostrable y, por tanto, verdadera. Tal vez pueda probarse entonces
sistente también lo era la euclídea, y Klein y Beltrami establecieron T-

la negación de G, pero G es falsa y, por tanto, indemostrable


- en la implicación en el sentido contrario: si la geometría euclídea era
cualquier teoría consistente. La sentencia lz Genr es irremediable-
consistente, lo era la no euclídea. Así, los nuevos sistemasaxiomáti- o
m en te i n d e c i d i b l e . :
cos eran consistentessi y sólo si lo era el clásico,y todo dependía de
{ m
la coherencia de la teoría de los números reales; se trata, por tanto, =
La única solución posible sería añadirla como a-rioma, es de-
de una consistencia relativa (equiconsistencia).Si, por el contrario,
cir, considerar el sistema P extendido con la fórmula G. Gódel se o_
pretendemos demostrar la consistencia absoluta de una teoría, es rD
asegura de cerrar también esta hipotética vía de escape, pues, co-
muy útil dar con una característica de todos los teoremas de la teoría f
mo señala NÍanuelGarrido, "ei ensayo de remediar la incompletitud
y mostrar después una fórmula A que no la verifica. En efecto, si la
añadiendo al sistema formal como nuevo axioma la fórmula indeci- =
teoría luese inconsistente podría demostrarse cualquier afirmación c
dibie, no haría más que quitarle a la hidra una de sus innumerables rD
sobre los objetos a los que se refiere -v,en pa,rticular, A sería un d
cabezas: tarde o temprano, el perturbador incidente se reprodu-
teorema. .+
ciría en el nuevo sistema con otra fórmula anároga, y así indefini- C

damente". Además, los teoremas de incompretitud no se refieren


El segundo teorema de incompletitud, que el propio Gódel
sófo a los Principia Mathemotica ampliados con la aritmética de
consideraba un corolsríoslr7rüil|üfte del primer teorema, estable- (,
Peano, sino a cualquier sistema formal de grado igual o superior
ce que estas pruebas absolutas de la consistencia de un sistema
que la incluya. En particular, como en Ia teoría de conjuntos se (-o
en ningún caso pueden ser realizadas dentro de la teoría cuya
pueden sumergir los números naturales, también existen proposi_
coherencia se pretende demostrar. En líneas generales, el argu-
ciones sobre los conjuntos que son verdaderas, pero formalmente
mento es el siguiente: llamemos C a la proposición "El sistema
indecidibles.
formal de la aritmética de Peano es consistente" y G a la fórmu-
116 r17
ú) la de Gódel que hemos construido
v
en er epígrafe anterior. vea-
mos primero que, teniendo en cuenta Hablar del absoluto
p que un sistema consistente
es aquer en er que existe ar menos
.(J una fórmura no demos[abre
U
-que bien podría ser 0 = l, como A Mostowsky, uno de los meiores conocedores de la teoría de
6
a)
le sugería Von Neumann
Gódel en su carta_, es posible formalizar a coniuntos, le gustaba dar largos pasos con Gódel por Viena, hasta
LN C en el sistema p. En
efecto, que un día de 1937,Gódel le anunció con aire solemne que la próxi-
ma vez hablarían sobre el absoluto. "Y no volví" -contaba corr gracia
a)
c el polaco. Gran parte de las interpretaciones erróneas de los resul-
ru
WidP e+ f x (Formx n
U -Betux). tados de Gódel surgen de considerar en sentido absoluio lo que
.-

donde Wid p _de nuevo una abreviatura en el artículo de 1931se refiere sólo al contexto del sistema formal
del término alemán ¿¿_r¿_
\- derspruchsfrer- significa "p es consistente" consiCerado.Así, el teorema de Gódel no afirma que hay verdades
ro y Formx es la reración
J recursiva prinritiva "ser urra fórmura qlre no se pueden probar, sino que, una vez fijados los axiomas y
del sistema,,,dice precisarnen_
te que hay una fórmula en p que reglas deductivas de P, existen proposiciones que sabemos ciertas
no es demostrable. EI primer
a) por su contenido, pero que son indecidibles en el sistema. Es fácil
teorema de incompletitud asegura que,
D si p es consistente, en_
15 tonces existe una fórmula verdadera, darse cuenta de que no tiene serrtido hablar de verdades ni de-
pero indecidible G, es de_
cir, la implicación tógica Widp --> mostraciones sin tomar primero estructuras y teorías, porque una
por tanto,
-Beu.t(lZGenr).
si la consistencia de p pudiera demostrarse cierta afirmación sobre los naturales no tiene por qué verificar-
dentro del sistema, -
automática¡-nentequedaría demostrada se al mismo tiempo en lR. En particular, cualquier proposición es
también G, ro cuar resurta
absurdo. demostrable en un sistema que la incorpore como axioma. El se- -
gundo teorema de incompletitud tampoco dice que sea imposible
-
a
Además de prometiendo una segunda demostrar la consistencia de la aritmética, sino únicamente que =
entrega, donde losresul- OJ
t/]
tnrlos
enfolnsugenerrtrírrod
serínn para hacerlo se requieren técnicas de orden superior, del mismo
y probarJos,Góder
t'ornruraios terminaba o_
su artículoseñalancloque el segundode modo que el problema de dividir un ángulo en tres partes iguales rD
teoremade incompletitud
deníngúrrntc,do
contr,díceltt
posícíón_t''orntalísta no tiene solución con la sola ayr,rdade la regla y el compás, pero
deUíll,err,pu;;;;;r';;rrpr,r, f

sólols exístetrcín
de tm,:prichn de in consist*tcín,evúdq'0 se resrrelveal instante disponiendo también de un instrumento de o
rnb,o io,r'*rda, =
y seríaconcebíbre
Itnítaríos' clueexístíe-sett medida. E
crtmostraciones
jnrtas tn pu-
díeronrepresefltsfse ryte
enP. Sin embargo, la comunidad r+
matemática no
üo en esia obserwación sino una forma más o menos eregante Otro error frecuente es fruto de entender los teoremas de in- e+
de completituc como un comodín aplicable a todos los sistemas que
c
dorar ra pírdora,y muchos consideraron c_
definitivamentefracasa-
do el programa del alemán. En 1936, aparecen en la física o la filosofía. Por supuesto, "Sobre proposi-
Gerhard Gentzen,a quien se
debe el símbolo V para el cuantificador ciones formalmente indecidibles en los Principia Mathematica y
universal,obtuvo la prime_
ra demostración,usando recursos transfinitos, sistemas afines" poco o nada tiene que ver con interpretaciones I

de ra consistencia
de la aritmética clásica;y también tan peregrinas como la de un fotógrafo posmoderno que arguye, rg
Gódel continuó trabajandoso_
bre posiblesextensionesder método haciendo uso del teorema de incompletitud, que no existe la ins-
finitarioen las que pudiera
demostrarseIa coherenciade p. tantánea perfecta, o la de quienes lo únculan con el budismo zen
r_8 o intentan acercarse a las enfermedades de la mente:
i19
.qil|l;É

r/l
Precisamente, una de las consecuencias inesperadas del la teoría de conjuntos!, se realiza en un modelo numerable", y en
U
teorema de Gódel era la imposibilidad de distinguir la locura del general, contra aquellos que entendían las pruebas como deduccio-
+J
o- genio. Dado que todos los sistemas poseen proposiciones ver- nes formales en lugar de como métodos metamatemáticos para de-
.qJ
\J
daderas que no pueden ser demostradas,es posible que existan terminar si una proposición es verdadera o falsa. Sus puntos de üsta
a)
también razonamientos ciertos que no se pueden comprobar. La eran tan diferentes de los de Gódel que le impedían entender sus re-

mente, como las matemáticas, es incapaz de cuidar de sí rnisma sultados. Quizá por eso no tuviera ningún interés en conocer a nues-
frente a la incoherencia. Una persona nunca podrá discernir si tro protagonista: parece que se resistió cuando un grupo de acólitos
E
está loca o cuerda pcr el simple hecho de que no tiene un marco quiso presentarle a Gódel y propuso que todos almorzaran juntos en
rU
U externo de referencia fuera de su propio cerebro. El demente lo alto de una colina cercana. Tras queiarse amargamente de que no
bn
sólo puede rrredirsecon la lógica de la demencia y el genio,con estaba en condiciones físicas para subi¡ de que no habría suficiente
la lógica de la genialidad. comida si Gódel se les unía, o, simplemente, de que no le gustabasu
rg
J
aspecto, los dos terminaron conversando sobre lógica colina arriba.
_ Lo primero que sorprende al estudiar la recepción de los teore-
mas de incompletitud es la indiferencia de muchos matemáticos,
3 Pero ¿,sc ltitcífrcona-iucel ctwienzafu unn lrtrgcami:titd: el21
ancLtetxtrl
(, que redujeron su alcarrce "a la construcción de la sentencia pa- de septiembre Zermelo le escribe contándole que ha encontrado
tológica 17 Genr"; y la seguridad de quienes af,rmaban que Gódel un fallo que invalida toda la demostración, pues de sus resultados f-
o
había cometido errores en el momenio cumbre de su razc-¡namien- "podría desprenderse una frase que, como la paradoia de Russell, (¡
to. Lo cierto es que el trabajo de Gódel era ininteligible para la afirmara su propia falsedad". Gódel se tomó la paciencia de expli- -+
rD
o
mayor parte de sus colegas, pues incorporaba técnicas novísimas, carle, en una carta de diez folios, que el concepto de verdad sólo
rD
y la lógica ha sido siempre un campo de estudio reducido. Además, se había usado en el esbozo informal de la introducción, pues, a lo =
qJ

como reflexionaba Thomas Kuhn, "en la ciencia, la novedad surge largo del artículo, quedaba reemplazado por el de demostrabilidad,
o_
sólo con dificultad, puesta de manifiesto por la resistencia, sobre que no incurre en contradicciones, a menos que supongamos que .D

el fondo que proporciona lo esperado. Inicialmente, sólo se experi- Terminaba diciéndole también que el
ts demostrnúlr:.
todolo vcrdarlertt =
menta lo preüsto y lo habitual, incluso en circunstancias en las que a)
problema que creía haber detectado era consecuencia de Ia suposi-
más adelante se observarán anomalías".
=
ción de que el concepto de verdad es expresabledentro del sistema c
P, una hipótesis sLryú,ttl tttítt.De poco sirvieron, sin embargo, tan-
En septiembrede 1931Gódelüajó a Bad Elsterpara hablarso- tas aclaraciones: Zermelo siguió poniendo pegas durante mucho
-t
r+
c
bre los teoremas de incompletitud ante los miembros de ia tJnión tiempo, que Gódel decidió no refutar. Al leer parte de la corres- a

MatemáticaAlemana. Fue allí donde encontró a uno de sus princi- pondencia entre los dos lógicos, Carnap aseguró que Zermelo no
pales detractores,un Ernst Zermelo sexagenario,mtryírascíble,
quese había entendido nada de los teoremas de incompletitud. Tampoco
O
sentítt y
malfratado, que conocía mejor que nadie lo duro que resulta Wittgenstein y Russell los comprendieron.
luchar por una idea, pues su axioma de elección, como veremos (O

enseguida,había tenido que vencer innumerablescríticas.Las mis- En unas Obseruaciones sobre los fundomentos de lo matemáti-
mas burlas de las que había sido objeto las empleaba ahora contra co publicadas tras su muerte, Wittgenstein arremete contra Gódel
"el skolenismo,la doctrina de que cada teoríamatemática,iincluso en un apéndice que la mayoría de los estudiosos del filósofo alemán
lr?0 12r
no consideran a Ia altura del resto de su obra. Como él mismo afir- la lógica desde Aristóteies", gracias en parte a obras dirigidas al gran
U
ma, el propósito de Wittgenstein no es "hablar de la demostración, público como Gódel's proof, de Ernst Nagel y James Newman, y a
P
CL
.(U sino rozarla mientras habla"; así, en Iugar de discutir cómo se cons- tres traducciones del artículo al inglés que aparecieron entre 1962y
U
rn truye la sentencia 17 Gen r, o si es correcto probar su indecidibilidad 1967. La primera de ellas, firmada por un profesor de la Universidad
a)
a la manera de Gódel, rechaza el contenido metamatemático del de Edimburgo, se publicó sin la autorización de Gódel, quien, al no
artícufo. Uno de los rnotivos recurrentes del Tractatus es lo inade- responder a la solicitud, obligó a la editorial a ponerse en contacto
A) cuado que resulta resolver los problemas del lenguaje recurriendo directamente con elMoneilshefie. Se trataba de una traducción llena
c
a una estructura de orden superior; por eso, como apunta Manuel de fallos que recibió una crítica devastadora d,elJournal of Symbolic
U Garrido, "lo que tlilbert, Tarski y Carnap propusieron como meta- Logic e hizo temer a Gódel que los lectores pensaran que él había
bD matemátlca y metalógica le parecía un mal sustituto de la vieja me- intervenido en el proceso. Afortunadamente, Elliot Mendelsol pron-
tafísica, que, tanto los formalistas como los nuevos positivistas pre- to la sustituyó por otra, para una antología titulada El indecidible,
J tendían eliminar". Wittgenstein veía un contraste desmedido entre que mejoraba muchos pasajes. Pero la traducción que Gódel pre-
el rigor de las construcciones sintácticas de las funciones recursi- fería era obra de Jean van Heijenoort, casi un personaje de novela.
g)
vas primitivas y "la nebulosa semántica del programa" que hacía co-
(9 rresponder a cada fórmula su número de Gódel. Aunque algunas de De joven, Van Heijenoort había sido revolucionario y llegó a
estasconsideraciones puedan resultar de interés, Wittgenstein tam- convertirse en el secretario 1, guardaespaldas personal de Trotsky,
1-
bién se pregunta por qué es imposible expresar las proposiciones al que acompañó en su exilio en Turquía, Francia y México. Des- ;
cle la física en el simbclismo de la lógica, o escribe que "la contradic- pués del asesinato de su ídolo, ei hallazgo causal de unos Principia ;'
ción que surge cuando alguien dice 'Estoy mintiendo' interesa sólo Mathematica en una biblioteca de Nueva York condujo a Jean u I
porque ha atormentado a la gente" y "la proposición 'P es indemos- las pasiones sosegadas de la lógica. Uegó a ser un erudito fbrmi- g
trable' tiene un sentido diferente después de haber sido probada". dable, capazde hablar inglés, alemán, francés, español y ruso con H
Russell, por su parte, en una cana escrita en 1963, reconocía que: fluidez, y con conocimientos enciclopéciicos de matemáticas y fi- B
losofía. Sin embargo, los días revolucionariosde su juventud no se
;
"Hace cincuenta años que nc trabajo seriamente en lógica ma- mudaron en una lánguida üda acadérnica: sustituyó el calor de las 3
temática, y casi el único trabajo que he leído desde entonces es el utopías comunistas por una üda enluelta de tormentos anrorosos.
i,
de Gódel. Me doy cuenta, por supuesto, de que es de fundamen- Mientras preparaba Ia edición de las obras completas de Gódel en
z
tal importancia, pero sigue siendo para mí todo un quebradero de Stanford, una antigua amante lo conrrenció para volver a México, l
cabeza; me hizo feliz no trabajarya en lógica matemática. Si un con- y, allí, en la cama, le pegó tres tiros antes de dispararse ella mis- e
iunto de axiomas dado conduce a una contrad¡cción, es claro que al ma en la boca. Para traducir el artículo fundamental de Gódel, Van :
menos un axioma debe ser falso. ZSeaplica esto a la aritmética de la Heijenoort trabajó en estrecha colabsación con Gódel, y ambos S
escuela y, si es así, podemos creernos algo de lo que nos enseñaron
discutieron más de un centenar de crynbios para mejorar el texto. ?
de pequeños? ZDebemos pensar que 2 + 2 no es 4 sino 4001?"
Aunque trató siempre de nrostrarse cordial, en su opinión, Gódel
S
era el individuo "más tenazmente meliculoso" que había conoci- 5
A partir de la década de los cincuenta comenzaron a entenderse
do nunca, como avalan las sesenta cütas que se escribieron y sus
los teoremas de incompletitud como "el avance más importante de
abundantes conversaciones.
722 r23
..qF

o Otros trabajos también para frenar los problemas económicos que empezaban a
U
acuciarlo.
P
o
.q,)
Sería de esperar que Gódel hubiese enviado la demostración
(_, de los teoremas de incompletitud como trabajo de habilitación na- Por esta misma razón, había pedido también la Dozentur, pre-
4)
da más publicarse, pero no lo hizo hasta junio de 1932. Mientras rrequisito para iniciar una carrera docente. Junto con el escrito de
LA
tanto, siguió interüniendo activamente en el seminario de lógica habilitación era preciso adjrrntar una lista de temas sobre los que
de Hahn y en los coloquios de Menger, clonde Oswald Veblen, uno el candidato podría dar su lección de prueba (probeuortrag) ante
a)
c
de los miembros del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, un tribunal; Gódel escogió: ltigín sínrbolit;r,
Jrncittnrcntoslirgkosrlt lrr
rE
le escuchó hablar por primera vez y salió trastabillado por su "in- ,trítiltiiícci;, d attilisís,frinilruttctrtos de ln gLttnttrítt, ttxíotn¡tíziicitin¡lt ltt
bo creíble densidad de pensamiento". En el currículum ütae para la ftor!n fu ii]\íLtnf(ts,t! yrirÍiktit,t ,lt lt cott-síste
itiítt1,lit ;onpictítu,tttlekts fto;ns
habilitación, Gódel señalaba que había sido responsable de elegir !,¡stre: Jireccíarcs tlt ínvesrigncíón
!,t'íttcí1,¡lcs sohrc los_fiutinnrctrÍos
rg -farrrrtlcs,
) algunos temas de debate de los encuentros y de ayudar a otros de I¡ nntnúrít't (logrt,íntt:,
jttnntlísn'ro e íntuíciatrsnto),d ctilnlo dc clttsts
conferenciantes. Además, por esas fechas trabajó como reseñis- fu Boob .t' Peí!'cc,t, resilt¡tla-,rtcíttff¡:stle ftoritt ik Lt ilrcdítla.La comisión

c
CJ
ta del Zentralblatt für Mothematik und ihre Grenzgebiete, donde se reunió el 25 de noüembre de 1932,presidida por el decano de
(-, aparecieron sus recensiones de varios artículos de Neder, Betsch, la facultad, y con la presencia, entre otros, de Furtwáneler, Hahn
Hasse, Scholz, Von Juhos, Skolem, Carnap, Heyting, Klein, Dinger, (que hacía las veces cie secretario), Menger y Schlick. Al presentar
o
Kacsmarz, Lewis, Quine o Chen. Se había comprometido también a Gódel, Hahn destacó que su tesis doctoral sobre la suficiencia L¡

a colaborar con Heyting en un libro sobre el estado de la investiga- lógica del cálculo de primer orden ya era un logro muy notable,
- ,D

ción en los fundamentos de la matemática para la editorial Springer. pero que el escrito que había presentado para la habilitación era un o
-.\
ft
Los dos habían acordado que la obra debía recoger las tendencias resultado de primera magnitud, que "había atraído la mayor aten_ =
o-)
principales (logicismo, formalismo e intuicionismo) y que Gódel ción en los círculos científicos" y suponía un jalón en la historia de LA

se ocuparía de la redacción de los tres primeros capítulos, cuyos las matemáticas; el solicitante, en resumen, superaba con creces el o

títulos proüsionales eran: "Breve intrcducción histórica: la crítica corte habitual. Con sólo un voto en contra, del profesor Wirtinger,
=
de Poincaré", "Las paradojas y los intentos para clarificarlas" y "El que pensaba que lel artículo de 1931 repetía muchos resultados
o
cálculo de la lógica y su desarrollo posterior: el logicismo". Sin em- del teorema de completitud!, Gódel se conürtió en docente, y su j

-
bargo, Gódel fue retrasando la entrega cada vez más, primero por lección de prueba fue fijada para febrero del año siguiente.En lugar
.+
problemas de salud y luego por los trámites para su viaie a Prin- de alguno de los temas de la lista, la comisión le pidió que diser-
a+
ceton y otro tipo dc proyectos -estaba reüsando varios capítulos tara sobre "El cálculo proposicional irrtuicionista',,y la lección fue o_
de un libro de Menger sobre geometría, y también la Metológica aprobada varios días después, esta vez sin votos en contra.
de Carnap, donde encontró errores en la definición de las llama- r.o
I das fórmulas analíticas-. Finalmente, tuvo que publicarse sólo la Gódel sabía, aún así, de qué hablaba, y en junio de 1932,apro- o
I

segunda mitad, que Heyting había terminado casi dos años antes. vechó parte de sus investigaciones en la ponencia "sobre la teoría
Gódel se conürtió en Ia pesadilla de sus editores: aunque se veía de números y la aritmética intuicionista". Como apuntábamos en
incapaz de escribir los artículos en el plazo estipulado, continuaba el capítulo anterior, el intuicionismo había surgido en respuesta a
aceptando encargos, no sólo por admiración a sus mentores, sino las paradojas emergentes de la teoía de conjuntos. para eliminar
1.24 125
(¡ cualquier contradicción posible de las matemáticas, los intuicionis-
o
(J
tas habían generado un sistema más restrictivo, donde el infinito
P
o
.(U no entraba en juego, y las demostraciones constructivas daban se.
guridad a los teoremas. Las fórmulas válidas en esta lógica se nos
(u
presentan a priori como un subconjunto propio de las del cálculo
LN
clásico sin más que establecer una traducción de los conectoreS
A,) de una teoría a otra. Gódel demostrará que eI rAdÍ[xoco también
es cierto, es decir, que el cálculo conectivo clásico es un subsiste:
rc
ma del intuicionista. Así, cualquier teorema de la aritmética clásica
ho es otro teorema de la intuicionista, y todas las irrconsistencias que
surjan en el seno de la lógica usual son automáticamente contra-
rU T iempos de cri si s
J dicciones en el otro cálculo. Más que una solución, ei intuicionismo
es un disfraz.
( 1 932-1939)
Q)

(-,

Mientras la incompletitud de la aritmética continuaba asorn-


brando a la comunidad científica, Viena se encontraba en una si-
tuación insostenible: las disputas entre las distintas facciones del
parlamento austriaco habían motivado la dimisión de su presidente
en marzo de 1933, y, con la üctoria en Alemania del partido nazi a
en las elecciones al Reichstag y el nombramiento de Hitler como ñJ
o
canciller, se aceleraron los cambios. Tanto es así que al día siguien- u
o-
te del triunfo, Engelbert Dollfuss se proclamó presidente de Austria,
cerró el parlamento y prohibió cualquier forma de manifestación ñ
a

pública; pese a ello, en los catorce meses que duró su mandato (,f

(hasta su asesinato) no Íbe capaz de construir una coalición que


pusiera freno a la.Ansch1uss,la invasión de Austria preüsta por Hitler
H
'.t
para ampliar el espacio uital de los alemanes. Sobre la reacción de
: ¡.J
Gódel ante estos acontecimientos, Menger recuerda que procuraba I

: estar bien informado y que a menudo conversaban sobre política,


aunque sus opiniones eran siempre "no concomitantes" y solían
terminar con las palabras: "Zno crees?". Este aparente distancia-
miento de la crisis enfriaría la relación de Gódel con muchos de sus
r.26 1,27
I

;l
::3
:$
..i

I LN
colegasprofesores,que sufrieronvejacionescontinuasy no podían Flexner había contribuido de forma decisiva a la fundación del
U
entender la falta de compromiso por su parte. Sin embargo,cuan_ instituto. Los hermanos Bamberger habían amasado una grandísi-
P
.cJ do Gódel regresóde su primera estanciaen Princeton,la gravedad ma fortuna en su negocio textil, que vendieron por veinticinco mil
U del panorama deterioró hasta tal extremo su salud físicay mental,
(n dólares sólo seis semanas antes del crack de 1929.'Talvez por este
a)
que tuvo que ser ingresadoen el sanatorio Purkersdorf,donde Ie golpe Ce suerte, decidieron dedicar parte de su riqueza a un acto
(n
diagnosticaronun colapso nervioso. filantrópico y pensarcn en un principio en fundar una escuela de
odontología. Fue el propio Flexner quien les convenció de que era
c
Durante el otoño de 1932Gódel estu- más urgente crear un instituto puntero de investigación que se dedi-
IE
vo muy ocupado con sus trabajos de in_ cara a las matemáticas, pues, a su iuicio, no sólo constituían la base
.o vestigación, la solicitud para convertirse del resto de las ciencias, sino que había un insólito acuerdo entre los
en Dozent y los preparativos de su viaje a, matemáticos sobre quiénes eran las mejores mentes, más allá de
-: América. Fue Oswald Veblen quien tuvo las envidias y miserias características cie otros ámbitos académicos.
la idea, dos años antes, de que sería de Con este espíritu nació el Instituto de Estudios Avanzados, basado en
CJ
gran provecho ianto para GóCel como el Rockefeller Institute for Medical Research que dirigía el hermano
para el Instituto de Estudios Avanzados de Flexner: como un templo consagrado a la investigación donde
(LA,S)que pasara allí el curso 1933-1934. no había clases ni estudiantes,y las obligaciones de sus miembros,
Veblen se había doctorado en la Univer- entre los que se encontraban Einstein y Hermann Weyl, eran míni-
sidaci de Chicago con una axiomatiza-
Ab r a h a m F le xn e r mas. Por eso, Flexner no imaginaba meior "oportunidad para que
ción de la geometría euclídea diferente Gódel continuase su trabajo con otros colegas"; en especial,Veblen
de la propuesta por Hilbert, y enseñaba en Princeton desde 1905, había pensado que seúa muy fructífera la colaboración de Gódel
pero no disponía en ese momento de la autoridad necesaria pa- con Alonzo Church, que con el tiempo se conürtió en uno de los --l
ra realizar la oferta, por lo que decidió sugerirle a Menger que le mejores lógicos americanos: "creo que puede ser interesante para
ofreciera a Gódel un puesto de un año, con un sueldo de aproxima- el formalismo de Church entrar en contacto con tu espíritu crítico"
damente dos mil quinientos dólares y alguna suma adicional para -le escribe. También Von Neumann, que dirigía un seminario sobre
cubrir los gastos de desplazamiento. Menger dio acuse de recibo r:-
mecánica cuántica en el IAS, le animó a incorporarse al claustro, iD
con una tarjeta y trasladó la inütación a Gódel, que no respondería y parece que ambos se encontraron en Viena a finales de junio de ñ
hasta transcurrido mucho tiempo, cuando estuvo seguro de que 1933 para hablar sobre Princeton. -
una estancia en los Estados Unidos no afectaría en modo alguno a
los trámites para su habilitación. Sin embargo, Veblen no recibió la
tarjeta del organizador de los coloquios üeneses y, temiendo que Venia legendt
su propuesta se hubiera perdido en el ancho océano, enüó un tele- NJ
I

grama urgente el 7 de enero de 1933:para entonces, Gódel ya había Antes de su primer viaje a los Estados Unidos, Gódel ejerció su
decidido viajar al IAS, y su respuesta, en una carta larga donde ex- (O
recién conquistada libertad de cátedra con un curso de dos horas
plicaba los motivos de su dilación, fue inmediata. poco después, semanales sobre los fundamentos de la aritmética en el que habrían
Abraham Flexner, el director, enüó la invitación oficial. participado al menos quince estudiantes, ocho de ellos mujeres. Las
128 129
condiciones del ejercicio de la docencia empeoraban a marchas En 1936Church había conseguido probar que, aunque la lógica de
forzadas: imitando a sus secuaces alemanes, los nazis austriacos primer orden es indecidible, algunos tipos especiales de fórmulas
+J
o-
.cJ
ponían bombas y apaleaban a los estudiantes judíos alrededor de no lo son; en particula¡ las clases de fórmulas prenex cuyos prefijos
la universidad, en la que, a causa de un anacrónico privilegio, la po_ son de l a for m a ax1 "'xn, Y x1 "'x, o 3x, '"xr Yf t "'y- son deci-
OJ
licía no estaba autorizada a intervenir. El único consuelo posible era dibles. En 1930,Gódel extendió estos resultados a fórmulas prenex
volver la vista hacia Alernania, donde la situación era considerable- con sólo dos cuantificadores universales seguidos y continuó traba-
ntente peor: la ley de Restauracióndel Servicio profesional Civil,del jando sobre el tema. Por primera vez, Gódel no había presentado
c
7 de abril de ese mismo año, había supuesto la expulsión de todos sus descubrimientos en el coloquio de Menger, pues se trataba de
IE
los profesores judíos de las universicladesalemanas, v en algunos una prueba con detalles intrincados y sutiles,tan sutiles que Góclel

casos las plantillas quedaron reducidas hasta en una tercera parte. cometió un error qtte pasaría inadvertido durante más de cincuenta
Se lra discutido mucho sobre ei posible antisemitismo de Gódel, a años. No es cierto que ci f(lreffil I tcunbítnputdo scrprobatlopor el mísmo
tg
J menudo teniendo en cuenta el poco apoyo que habría rnostrado qLriltÍícttn d sígnoth Itlentíd;td,como afirma
practlítníintopfirLt_ióntulLl:
a algunos de sus amigos de esta raza. Por el ambiente intelectual en la última frase del artículo.
u en el que se moúa, muchos pensaban que él mismo era judío; así,
L9 en una página del segundo volumen de su autcbiografía, Russell En el Instituto de EstuciiosAvanzados, la investigación se re-
recuerda cómo "solía ir a casa de Einstein una vez a la sentana tomaba cada primero de octubre con un acto académico en el
para discutir con Gódel, Pauli y é1. Estas conversaciones eran en que Gódel quería estar presente, por eso tenía previsto partir cle
ciel'ta medida decepcionantes, porque, a pesar de que los tres eran Southampton (lnglaterra) a bordo del Berengaria, que cruzaba el
judíos, exiliados y cosmopolitas, tenían una inclinación germana Atlántico en seis días. Varios amigos fueron a despedirlo a la esta-
hacia la metafísica". Cuando en 1971 alguien llamó la atención de ción de tren de Viena, en la que tomó el Orient Expressy donde, tal
Gódel sobre este párrafo, redactó una respuesta, donde comenza- y como describe uno de ellos, "un caballero de aspecto elegante, -t
ba aclaranoo que él no era judío, aturqtLeest6cuestíóiln() tl1gs rtínguno presumiblemente su hermano doctor, permanecía apartado de no- rD
=
ím1to¡¡¡,rr¡',,
en la que no se aprecia muestra alguna de odio hacia el sotros y se fue tan pronto como el tren se puso en marcha, mientras
pueblo judío. De hecho, quienes lo trataron, apuntan que tenía una los demás nos despedíamos aún". Sin embargo, la suya fue una sali-
o_
relación muy amistosa con ellos. da en falso, porque durante el üaje Gódel enfermó y decidió volver
a casa; unos días después su familia lo convenció de que volüera
--
Poco tiempo después del final del curso sobre los fundamentos a intentarlo a bordo del Aquitanio, qtte pudo tomar esta vez. El 6
de la aritmética, Gódel se marchó de vacaciones con su madre a de octubre, en el puerto cie Nueva York lo esperaba uno de los her-
Bled, un balneario situado en la actual Eslovenia muy próximo a manos Bamberger, con el que üajó en coche hasta Princeton. El
(O
la frcntera austriaca, donde pudo descansar de la redacción ,Cesu primer trámite allí fue encontrar alojamiento, en el número 32 de la
NJ
aftículo "Sobre el problema de decisión de la lógica de primer or- Vandventer Avenue.
den", que aparecería en el volumen 40 del Monatshefte. Dado un
conjunto de fórmulas, el problema consistía en deternlinar si existe Se conserva mucha información sobre la actividad de Gódel en
I
un procedimiento automático que permita decidir en un número el LASdurante el segundo semestre, gracias al minucioso registro de
it finito de pasos si cada una de las fórmulas es satisfactible o Kleene, que estaba terminando en ese momento su tesis doctoral
13 0 'o. r31
i
t
I
I

t'
(n
bajo la tutela de Church; sobre los primeros seis meses, sin embargo, les matemáticos". Por sugerencia de Veblen, dos de los alumnos
U
las fuentes escasean. Es de suponer, de todos modos, que Gódel tomaron unos apuntes, que el Instituto publicó ese mismo año y
+J
c
.cJ
participó en el seminario de mecánica cuántica, un campo que le que luego pasarían a formar parte de la antología El indecidible.Las
U interesaba mucho, pero al que no había tenido tiempo de dedicar notas comienzan con una definición lo más general posible de siste-
,}: c.)
¿, la atención necesaria hasta entonces, y trató de mejorar su inglés. ma formal matemático, es decir, utt sístemü fu sígnos-iuntoc0nreglLls
PürLr
4'; L/)
€f! También empezó a colaborar con Church, aunque ambos tenían utílizarlosque permitan decidir en un número finito de pasos si una
CJ
opiniones muy diferentes sobre el alcance de los teoremas de incom- fórmula está bien construida o no. En la introducción se adelantaya
c
pletitud que Gódel acababa de demostrar. No era la primera vez que nryletosí,p nr rt'ttda fon n ui;t, rv * dekr íble L'(c - (v.
que elsistu n tji r il'Iai serú Ét)
,ü/¡ ñ
v (J se ponían en contacto: el año anterior Gódei había escrito a Church Probsrenosnns t aelanfe que(bn1o lascondícía nrsqtrcserail exlrts5fq5) unsíslttt'ul
*.. bo
Y. con algunas preguntas sobre su artículo "Un conjunto de postulados de Is arítnétíct c(tnn-fóimil-
queptLtdn{x'lresfrrtodasloscrnnrcittdas
-f'ornml
\ ij para la fundamentación de la lógica", que había publicado Annals El
Iasno esctutrytk¡¡. artículo lo completan una definición precisa de
fg
f of Mathemadcs en 1932. Merece la pena reproducir un fragmento
J
las funciones recursivas primiiivas, una erposición más clara sobre
¡' muy significativo de la respuesta del matemático americano:
t.
los números de Gódel y ciertas consideraciones novedosas sobre
CJ
el concepto de verdad, muy en la línea de Tarski, aunque Gódel
(9
"No logro entencier que una prueba de la ausencia de contra- no leyó sus obras hasta 1936 cuarrdo fueron traducidas al alemán.
dicciones que empiece por asumir que los Principia Mathematica
están libres de contradicciones sea de gran utilidad, porque que los
Principia Mothematica no tienen contradicciones es dudoso, o !n- Vuelta a Europa
cluso improbable. De hecho, la única evidencia de su consistencia
,( es la evidencia empírica que surge del hecho de que ha sido usado El seminario de Gódel tuvo lugar entre febrero y mayo, con una
durante algún tiempo [...] sin que se haya encontrado todavía nin- pausa a mediados del mes de abril, en la que Gódel üajó a Nueva --1
guna contradicción. Si mi sistema está realmente libre de contra- York y Washington para dar dos conferencias de carácter dir,ulgati-
dicciones, entonces la misma cantidad de trabajo para deducir sus
=
vo. Por esa misma época Flexner le ofreció dos mil dólares como
consecuencias valdrá como eüdencia empírica de su consistencia,'. beca para el año siguiente. A principios de junio de 1934,después
o_
de un viaje de algo más de una semana a bordo de un navío ita-
Church veía su cálculo 2 como una formulación radicalmente liano, Gódel desembarcó en Génova, dispuesto a pasar tres días ñ
nueva de la lógica, ajena a las estructuras de las que se había ocu- de descanso en Venecia antes de volver a casa. La situación que LN
pado Gódel en su teorema de incompletitud. La mejor prueba de se encontró en Viena preparaba el escenario de un conflicto de-
que Church no acababa de entender la potencia de los resultados vastador: el 8 de junio el ministro de educación Schuschnigg había
de Gódel es que creía que la incompletitud dependía de algún rno- declarado que los rectores electos y los decanos de las universida-
do de las particularidadesdel sistema formal que se considerase. des sólo serían reconocidos por el gobierno si se afiliaban al Frente
IU
I

Talvezpor ese motivo, como señalaDawson,para su curso de Prin- Patriótico, y también Gódel se üo obligado a hacerlo en mayo de (-o
ceton, Gódel cambió el título "Sobre proposiciones formalmente 1935 para poder continuar con su curso sobre "Capítulos selectos (p

indecidibles de Principio Mathematica y sistemasafines" por otro de la lógica matemática". Dos meses después se reconoció el po-
más general:"Sobreproposicionesindecidiblesen sistemasforma- der del ministro para retirar temporalmente de su cargo a todos
132 133

I
I
conocimiento del psiquiatla Julius wagner-Jauregg, que había re-
a
los profesores qlle considerase oportuno, y uno de los primeros
en caer fue Gomperz, cuyos seminarios de historia de la filosofía cibido el premio Nobel en 7927 por un nuevo tratamiento para la
]J

o
.CJ
habían impresionado a Gódel años antes. Como consecuencia de demencia paralítica; fue él quien diagnosticó un colapso nerüoso,
U
Ln
la propaganda fascista, la presión y el miedo, además de la incipien- probablemente causado por un exceso de responsabilidades, del
qJ
te fuga de cerebros, Ia üda intelectual üenesa se fue debilitando que el paciente se recuperaría pronto. Aunque el 6 de noüembre
poco a poco, y quienes permanecieron en sus universidades eran Gódel asistió de nuevo a los coloquios, cuyas actas siguió editando
qJ nacionalistas radicales que hacían proselitismo entre sus alumnos. con ayuda de Abráham Wald, decidió posponer su üsita al Instituto
de Estudios Avanzados hasta el otoño siguiente, con el fin de evi-
E
El propio Menger, que siempre se había mostrado muy reacio a
ru
(J
abandonar Viena, describía así la situación: "no creo que haya en tar posibles recaídas. Menger describe así su participación en los
a0
'o
Austria más de un cuarenta y cinco por ciento de nazis; el porcen- encuentros durante esta segunda etapa:
taje en las universidades debe de ser de un setenta y cinco por
ro
ciento; pero entre los matemáticos con los que tengo que traiar, "Gódel se mostraba más retraído después de su regreso de
con la excepción de algunos de mis estudiantes, es del cien por A mér ica, aunqueseguí aconver sandoconlosasist ent esalColo-
4)
'iJ cien". También él terminaría emigrando. quio [...]Siemprecaptabala esenciade los problemasmatemáticos
:o
L9 rápiday concienzudamente, y susrespuestas,tan preclsascomo su-
En medio de estos tristes aconteci- cintas,solíanabrirnuevoshorizontesanalíticosa susinterlocutores.
mientos, la salud físicay mental de Gódel Todoeso lo expresabacomo si fueracompletamenterutinario,pero
sufrió un grave deterioro. Durante sll es- con una tirrrideztan encantadora,que despertabalas simpatíasde
tancia en Princeton ya había manifesta- muchos oYentes".
do algunos de los problemas digestivos,
reales o psicosonráticos, que le perse- Durante este interludio en Viena, Gódel centró sus lecturas en -l
guirían toda su üda; y la mujer de Ve- la física (Eddington, Planck, Mach, Schródinger, Lorentz, Dirac) con E
blen a menudo le preparaba algunos pla- el objetivo de completar la formación recibida en el seminario de E
tos para que "no se olvidase de cenar". Von Neumann. Sólo unos años desptrés, a medida que Gódel iba :
Gódel pasó la semana del 13 al 20 de desarrollando un miedo obsesivo a que lo envenenaran y a morir o

Ka r l Menger
octubre de 1934en el sanatorio Purkers- intoxicado por los gases que escapaban de su frigorífico, todas estas ?
dorf, que había fundado a principios de obras serían sustituidas por manuales de toxicología y farmacia, ;
siglo un irrdustrial en un antiguo balneario. Con alrededor de quin- especialmente uno dedicado al monóxido de carbono. Este hecho, ;
ce habitaciones individuales, más que una institución mental en el en opinión de su hermano, respondía a planes secretos de suicidio. ;
sentido moderno, era un lugar de retiro para personas que, como No queda claro si Adele üüó con Gódel durante esta época, aunque 3
Y
Gódel, tenían un tempera¡nento inestable o se veían sobrecargadas se conseryan varios documentos en los que aparecen registradot
de trabajo. Aún así, Gódel eütaba hablar sobre su situación: al con- ,,el sr. y la sra. GÓdel" antes de casarse. En cualquier caso,
como s
tarle a Veblen qué había estado haciendo en Europa se refirió tan Adele contribuyó a la mejoría del estado de salud de Gódel mucho :7
sólo a cíertosproblen'tas y a su insomnio
can uns muelitmal empastadúr más de lo que pudiera pensar su madre y, a partir de entonces, se
habitual. Para mayor seguridad, el caso de Gódel fue puesto en dedicó a probar todo lo que él comía.
134 r _35
rqFr

El único indicio de sus trabajos de esta época es una nota de A principios de agosto Gódel escribió a Flexner contándole que
U
apenas dos páginas, "Sobre la longitud de las deducciones", en la durante varios meses se había encontrado bien y que esperaba colt
o_ que Gódel muestra cómo al pasar de un sistema formal dado a ílusíónuna nueva estancia en Princeton el otoño siguiente. Esta vez
.(J

otro de tipo superior no sólo es posible defurcírcíertnssenfencías que el viaje transcurrió sin incidentes, en compañía de VTolfgangPauli y
c.) Paul Bernal's, que también habían sido becados por el instituto. Du-
pret,ínn;cnteeran indeducíhies,síno tnntbíénaclrtür exn'sordínnrínntente
tinn
o ínltníd¡die den'nsfrttcíLtfies
deldsquey dísponíamos. Sin embargo, parece rante el trayecto, Gódel le explicó a Bernavs todos los detalles de la
que fue durante su segundo curso en Viena cuando a Gódel se le prueba del segundo teorema de incompletitud. Gódel encontró alo-
c
ocurrió la idea de la demostración de la consistencia relativa del iamiento sin dificultad en el número 23 de Madison Street, donde
f6
a-xioma de elección con los demás axiomas de la teoría de conjun_ tenía pensado permanecer hasta el final del primer trimestre. Sin
bc
tos, que constituye el germen de la tercera gran obra matemática embargo, a mediados de noviembre sufrió una nueva depresión y
-o
de Gódel, como describiremos en el siguiente capítulo. tuvo que regresar a Viena. aunque el claustro del IAS acordó invi-
(E
J tarlo otra vez cuando estuviera completamente recuperado. A pe-
Si hace algunas páginas nos referíamos a los cambios radicales en tición de Gódel, Veblen prometió no informar a su hermano sobre
E las etapas de la üda de Gódel, lo mismo puede decirse ahora sobre su situación, pero pronto cambió de idea y, a fin de eütar riesgos
:c
L9 sus intereses matemáticos, pues, a partir de ese momento, casi no innecesarios, le mandó un telegrama advirtiéndole de que Gódel
prestó atención al desarrollo de Ia lógica de la recursión y la teoría de llegaría a Le Havre el 7 de diciembre. Pasó tres días en Parísy, cuan-
modelos. En opinión de sus biógrafos, "fue esencialmente un abridor do creyó encontrarse mejor, tomó él mismo un tren hasta Viena.
de nuevos caminos, alguien que atacaba grandes problemas y hacía
descubrimientos incisivos, pero dejaba Ios detalles para otros',, como
habíaocurridoya con elsegundo teorema de incompletitud. EIpeorañodemívído
--l
Al hacer recuento de su üda mucho tiempo después, Gódel re- rD
=
cordaría 1936 como uno de los peores años de su vida: pasó varios o
meses en un sanatorio para enfermos nerüosos en Rekawinkel, y
!-)-
también se conservan facturas de otro centro médico en Golling bei rD

Salzburg y de un balneario de Aflenz, que había frecuentado con a)

su familia Curante la infancia. Tampoco le quedaban prácticarnente -


amigos en Viena, pues, entre los pocos que no habían emigrado, su LN

mentor Hans Hahn había muerto de urt cáncer fulminante detecta-


do mientras pasaba sus vacaciones en el campo, y Moritz Schlick w
NJ
había sido asesinado por uno de sus estudiantes en las escaleras
¡(O
de la universidad. Tal vez Gódel nunca se sintió tan solo. Su único (f,J

artículo de 1936 fue una observación sobre las matemáticas finan-

El e d ificio del Insti tute


cieras con Ia que había contribuido al coloquio de Menger dos años
fo r Ad va n ce d Stu d y ( IA S ) en pri nceton. antes:rn realídsd,
L;tfumsndq
decnd¡effipresdrí(t
fupuuletambíén
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ingresado en I93l en el Kín¿


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ro Ilege cle Cambriclge, rlonde
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ca cuÓntica..Cuondo se
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1., ma Io más ambicioso

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y Io; resu!¡odó's.anterioiix en ¡gsum:en,'':e¡anécesario actuer co ñ


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l 138 139
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conocer a Gódel. Tampoco pudo conocerlo Gregory Chaitin, que

q -p
o_
en Conuersaciones con un matemático cuenta cómo, después de
haber acordado un encuentro por teléfono, su visita fue cancelada:
'cJ

I
"Era la primavera ya: normalmente no debía estar nevando. Pero

*
t nevaba, y rni cita quedó anulada. Yo tenía que volver a la Argentina
I
ese fin de semanaypresentíque no tenía otra oportunidad. Yasífue,
porque Gódel murió poco después".
TT
,{ rü

1
if bl.) Notre Dame

rs
A mediados de noviembre de 1937,aparentemente por proble-
íngrtsos,,tt n -utt,ezdepcndmd':lpretíodelo:fictorcstlc1'roduccíón.
ésios Sepa¿f,t mas de dinero, Gódel se mudó del apa-rtamento de la Josefstádters-

E formtlnr unsísfetns ndccwdtt


de*undt'ntes eínt,estígnr
sítíencsolucíonc'i.
En sus trasse a otro situado en uno de los suburbios vieneses,y su madre
(9 momentos de lucidez, Gódel siguió trabajando sobre los axiomas tuvo que regresar a la casa de Brno, una decisión arriesgada si

I de la teoría de conjuntos y la hipótesis del continuo, al tiempo consideramos su vehemente oposición al régimen nazi y su poco
n
que revisaba unos cuadernos escritos en Princeton, que contenían cuidado al hablar sobre é1. Después de varios meses, en los que
dos secciones: la primera, sobre el axioma de elección, con la llenó tres cuadernos enteros con trabajos sobre la hipótesis del
etiqueta de rein (copia en limpio); la segurrda, sobre la hipótesis continuo, Gódel escribe a lVlengerel l5 de diciembre: ittstttm estc
del continuo, bajo el rótulo de halbfertig (a medias). nrcmuúl he comenzs'loa prohnr ltt índependencí¡
de Ia hípótuísdel ct',ntíru¡0,
aullryrcno sé sí tendrét.riro 0 n0, y le pide discreción, porque era la __r
Sin embargo, 1936 fue un año glorioso para la lógica: Church segunda persona después de Von Neumann que tenía noticia sobre ;
publicó los artículos en los que empleaba su famosa fes¿spara es- sus nuevas líneas de trabajo. Precisamente, a su regreso a Euro- !
tablecer la indecidibilidad de la noción de verdad aritmética ("Un pa, Von Neumann se citó con Gódel a finales de enero de 1938,y ;

problema irresoluble en teoría elemental de números") y mostra- ambos conversaron acerca los descubrimientos de Gódel y sobre *
ba que el problema de decisión de la lógica de primer orden, del la posibilidad de que éste üsitara de nuevo el Instituto de Estudios .l
que Gódel se había ocupado entre l93l y 1933, no tenía solución Avanzados el curso siguiente. Finalmente las fechas quedaron de ;
("Una nota sobre el Entscheidungsproblem"). Se furrdó también lhe este modo; Gódel daría un seminario sobre teoría de conjuntos j'
Journal of Symbolic Logic, Kleene continuó con sus investigaciones en hinceton durante los meses de noviembre y diciembre, y en-
;
sobre la 2-definibilidad y Alan Turing obtuvo una beca para doc- tre febrero y junio se trasladaría a la Universidad de Notre Dame 3
torarse en Princeton bajo la dirección de Church. Turing tenía un (en South Bend, cerca de Chicago) para enseñar lógica elemen- ':
grandísimo interés en encontrarse con Gódel en Princeton, pero tal. Estaba preocupado por rÍl íngléshsuf;cíente,h falts de experíencia G
durante el semestre que pasó allí Gódel estaba todavía en Viena (n lrrínrcrlsoffsls) eltíempo
línútadipnrolrrrporrrlos.
Paratranquilizar- g
recuperándose de su última crisis. Perseguido por su homosexuali- lo, Menger acordó con él que los dos juntos se ocuparían de la
dad, Turing se suicidaría en 1954 sin haber tenido la oportunidad de asignatura.
I 4L
Dos semanas después de su llegada al lAS, Gódel aüsó al de_ prueba. El artículo completo no se publicaría hasta el año siguienie.
3
cano de la Universidad de Viena de que iba a pasar ese año en A finales de octubre Gódel había asistido a una convención de la
;
Ios Estados Unidos. Antes había tenido que pedir un adelanto de Sociedad Americana de Matemáticas con el fin de comentar allí con
t3.
y trescientos dólares a veblen para comprar el billete de barco. por Menger algunos detalles sobre el curso de Notre Dame. La sorpresa
c'i fue encontrarse también con Emil Post, un lógico de origen pola-
distintas cuestiones burocráticas, Veblen no estaba autorizado a
hacerlo, pero se ofreció a adquirir él mismo el billete. Gódel sólo co -aunque había emigrado con sus padres a los Estados Unidos
:
u pudo salir con veinticinco dólares de Alemania, por lo que soli- cuando sólo tenía siete años-, que había introducido las tablas de
io verdad como procedimiento de decisión para la lógica proposicio-
citó también que le fuera enüado algo de dinero a Nueva york. A
p esto se le añadieron otros problemas para realizar el üaje, porque nal, y algunas nociones fundamentales para la teoría de autómatas
.3 todo el mundo anticipaba elestallido de la Segunda Guerra Mun- y lenguajes forrnales. Post había probado en 1920 la completitud
dial, y la mayoía de los barcos iban completamente ilenos. Góctel de un fragmento del cálculo de primer orcien, y estuvo cerca tam-
;
J reservo primero un camarote en el Líamburg, que tenía preüsta bién de obtener el primer teorema de incompletitttd. Por eso se
la llegada a América el 7 de octubre; sin embargo, más adelante comprende tan bien la anotación de su diario el mismo día del en-
_
le escribió a Flexner preguntando si podría conseguirle un pasaje, cuentro con Gódel: "Durante quince años estuve considerando la
t
ü porque si tto, ttttpodría ír. Finalmente partió él solo en el Neu,¡ yorh- idea de asombrar al mundo matemático con mis ideas heterodoxas;
el día 15. Seguramente el cambio de planes se produjo porque no encontrarme al responsable principal del desvanecimiento de ese
conseguía encontrar un billete para Adele, con la que se había ca_ sueño me ha entusiasmado". La actitud de Post hacia nuestro pro-
sadc¡sólo una serrtanaantes, el 20 de septiembre. A Ia boda, por lo tagonista no era de resentimiento, sino más bien de admiración. AI
civil, sólo asistieron los familiares inmediatos de la pareja y algunos día siguiente le escribió una carta de cuatro folios donde terminaba
conocidos. Su hermano Rudolf estuvo presente en la ceremonia, reconociendo que nada de lo que él hubiera podido conseguir "ha
pero, cuando muchos años después le preguntaron sobre el tema, reemplazado la espléndida actualidad de tu demostración [...], des- -l

lo único que recordaba era que, a pesar de Ia duración del noüaz- pués de todo, no son las ideas sino su ejecución lo que constituye lD
=
-a
go, Gódel no Ie había presentado a Adele ha_stael momento en el una señal de grandeza". Le hablaba también del trabajo interrumpi- o
que decidieron casarse. Tanto Menger como Veblen, curiosos por do por su enfermedad maniaco-depresiva y de cómo los teoremas
o-
saber quién sería esa mujer que había cuidado de Gódel durante su de incompletitud podrían haberse desprendido como corolarios de
enfermedad, creían que el matrimonio sería muy beneficioso para su dernostración de la existenciade problemas absolutamente irre- a)
l
Gódel. Tál vez por eso, Gódel queía que Adele lo acompañara en solubles. Aunque la proposición indecidible sobre la consistencia
su tercer viaje a Princeton, aunque finalmente tuvo que quedarse de la aritnrética tenía enorme interés, "muchas veces se ha malin-
en el apartamento de Viena. terpretado el significado del teorema y su relación con las posibles
pruebas de consistencia".
l.J
Nada más llegar al instituto Gódel se puso a trabajar,y el 9
de noviembre ya había enüado a los Proceedings of the National Tras su estancia en Princeton, Gódel llegó a Notre Dame en \o

Academyof Sciencesun anuncio de su descubrimientode la consis- enero de 1939y, al parece¡ buscó un lugar de residencia en el cam-
tencia relativade la hipótesisdel continuo y el axioma de elección, pus. Menger recordaría más tarde sus discusiones con el prefecto
donde daba también un bosquejo de las ideas principales de la del edificio, "un üejo sacerdote, con coslumbres muy arraigadas",
1,42 L43
(n
o por cualquier cosa. Gódel se encontró bien durante todo el trirnes-
U
tre, pero no se le veía contento y se refugió, como solía, err su
#

.qJ
trabaio. Aunque Menger organizaba allí un simposio a la manera
LJ
rn de sus coloquios üeneses, el ambiente intelectual, de herencia to_
o)
mista, no suponía ningún estímulo para Gódel, que tampoco quería
hablar de la situación política de Europa. En Notre Dame, Gódel dio
C.J
clases de "Teoría de conjuntos" e "lntroducción a la lógica", dsg
'tf
optativas para los estudiantes graduados. AJ segundo de los cursos
rE
IJ solían asistir unos veinte alumnos, de los cuales la mitad eran jóve-
hr) nes profesores y doctorandos con buena formación matemática, y
'o
la otra mitad filósofos uiejos, convencidos de la inutilidad de la lógi-
-: ca moderna. Dirigiéndose especialmente a ellos, Menger mostró en
E1 probl ema de1 cont'i nuo
la primera clase varias cuestiones para las cuales la lógica aristotéli- ( 1939- 1940)
CJ
o ca resultaba insuficiente. En las siguientes sesiones, Gódel trató de
L9 dar, en ln ntdídtt dc lo posíblt,tma t¿lríú canplett:t,lt: cónto l¡s detluccíones
lógícaspo'línu ser raducídttss utt cíerfo nítmeroJe leyesprírnítít,ns.Luego
introdujo los conectores con ejemplos del lenguaje cotidiano, ex_
plicó su sentido con las tablas de verdad y dio una a.xiomatización TN

de la lógica, basada esencialmente en la de Russell,que incluía sólo En un artículo aparecido en 1947 Gódel cornienza explicando €
-'i
cuatro axiomas y tres reglas de deducció n. Atutquesclta contertírJoen
o
estfuulnr-le gustaba recordar a Gódel-, los afirnncíorrcsque se tnfiltit:
o
cotnonxíont¡sdeberí¡nsr lo nús settcíllas =
1 natlchrtl níts settcílloque
ltosíbles, o.J
quedÍ)trffe en iospríncípísMsthemntíLúcL)titlrelrcffis.La últirna
l, !, a-
-
parte de la asignatura habría estado dedicada al análisis del cálculo
de predicados, al papel de los cuantificadores y las antinomias. si dos conjuntos tienen el mismo número de elementos responde a
ñ
o
=
la idea intuitiva de contar y comparar los resultados. sin embargo, a+

Antes de abandonar Notre Dame, Gódel aceptó las invitaciones la intuición a menudo conduce a resultados contradictorios, pues =
c
para volver al Instituto de Estudios Avanzados en el otoño de lg39 no es cierto, como cabría esperar, que todos los infinitos sean del
y dirigirse al Congreso Internacional de Matemáticos (lCM) el año mismo orden: hay algunos mayores que otros. Para dar sentido ma-
siguiente. Sin embargo, su salida de Austria se retrasó mucho más temático a estas ideas, el concepto de número se sustituye por el de
de lo preüsto, y el ICM de 1940 fue cancelado tras el comienzo de cardinal, y la operación de contar, por la posibilidad de establecer
la Segunda Guerra Mundial. una biyección. Dados dos conluntos finitos A y B con el mismo car- 5

dinal, si retiramos un elemento de A y otro cle B simultáneamente,


después de un cierto número de pasos, los dos coniuntos habrán
quedado vacíos, es decir, ninguno se termina antes que el otro'
44 L45
LA
Lasbiyeccionesson correspondencias entreAyB que nos permiten elementos de una misma fila compartan el numerador. Ahora, sólo
llevara cabo estaclasede procesos.En términosprecisos:
P tendríamos que recorrerlos diagonalmente, como indica la figura,
o-
.o teniendo cuidado de no contar de nuevo los números repetidos:
CJ Una biyección es una aplicación f : A + ,B con las t/t - r/2 rl 3 - rl 4 tl s - 116

2ll 212 213 214 215


I ) / es inyectiva, es decir, si x e y son doS puntos distintos l,/
CJ 3/r 312 313 3t4 3/5
de.4, entonces/(x) + f0).
rs 412 Alil 411 4ls
2) I es sobreyectiva, o lo que es lo mismo, para todo 4ll

hr r ó e B existe un a eA tal que b = f(a).


r/
sll st2 5/3 514 sls
.o

.E o/l
J

Así, dos conjuntos tienen el mismo cardinal cuando existe una


_ Uno Ce los grandes descubrimiel-rtosde Cantor consistió en
3 biyección entre ellos, y, de la misma manera que los números natu_
probar que el infinito de los números reales excede al de los na-
3 rales 0, 1,2,. . . miden los conjuntos finitos, se definen los cardinales
turales, es decir, que el cardinal cie R es estrictamente mayor que
transfinitosl(0,1.1,, fi, ..., representados por laaleph del alfabeto he-
fio. Para demostrar que iR no es numerable, el matemático alemán
breo, para cuantificar el tamaño del resto de conjuntos. La aritméti-
empleó varias técnicas diferentes a lo largo de su vida. En la más
ca cle estos nuevos cardinales ya nada tiene que ver con aquélla a
ingeniosa, el llamado proceso diagonal, Cantor demuestra que ni TN
la que estamos acostumbrados, pues la suma y el producto de dos
siquiera los núrneros reales del intervalo (0, i) pueden ponerse en €
números vienen dados ahora por el mayor de ellos, con lo que se
correspondencia biunívoca con los naturales. Supongamos que no -o
obtienen resultados tan sorprendentes como N3 = ño o N0 = l{o + l, u
fuera así, es decir, que existiese alguna forma, tal vez muy compli-
de donde no es posible deducir, claro está, 0 = 1.
cada. de colocar en fila todos los elementos del intervalo: =
o-
De especial interés resultan los conjuntos de cardinal l.ie,que
representa al infinito de los números naturales, y a los que llamare-
0, trl cI2 cl3 cla

0, b3 r-)
mos numerables. Para comprobar si un conjunto A es numerable,
b1
P4 b4

basta con describir una biyección explícita entre A y N, o, lo que es


lo mismo, con poner en fila todos sus elementos. De este modo,
0, C1 L2
tr L.l
:l

-
=
0, dl cl2 d3 g) c

es posible demostrar que hay la misma cantidad de números pares


que de pares e impares juntos -iay, la intuición!-, y también de ente- : P

ros y fracciones. En efecto, los números enteros pueden ordenarse


Vamos a describir ahora, a partir de las posiciones recuadradas, I

si comenzamos por el 0 y vamos desplazándonos alternativamente


un número real x que, aun perteneciendo al intervalo (0, 1), jamás 5
una unidad a la derechay a la izquierda: 0, l, -1, 2, -2,8, -3,. . . por
podría formar parte de la tabla. Para cada fila, se examina el término
otra parte, para ver que hay tantos racionales como naturales, sue_
diagonal correspondiente y se sustituye, en el nuevo número, por
Ien escribirse las fracciones en una tabla, de modo que todos los
I46 otro distinto. Así, suponiendo que Qt = 7,b, = 4 Y c: = 2, x podría
L47
'-¡5qF

(^
o comenzar por 0,275...Reiterando el proceso se comprueba al ins_ con un procedimiento similar al sucesor que construye los natu-
p
tante que x no es uno de los números reales de la lista: en efecto, rales desde el cero: igual que 2 = ss0, f{z se obtendría como 22"0'
o_
'cJ
x no es el primero, porque sus primeras posiciones son diferentes; Afirmar que no existe ningún cardinal entre Nn y el del conjunto de
n no puede ser tampoco el segundc, ya que, aunque sus primeras sus partes supone que, o bien ambos son iguales, o 2N' es estric-
a)
cifras decimales coincidiesen, la segunda es distinta por construc_ tamente mayor que Nr, y ninguno de los demás alephs cae entre
ción; el tercero, difiere de x en la cifra cr, y así sucesivamente. por ellos. El tecrema de Cantor, que establece que el cardinal de un
ü tanto, el conjunto de los números reales tiene cardinal mayor. al conjunto es estrictamente menor que el de sus partes. restringe las
T]
que llamarelnos c de continuo. posibilidades a la segunda opción.
cs

Cantor conjeturó que no existen conjuntos de cardinal inter_ ' :: :


- A,xiom¿is de la teoría de conjuntos
medio entre fl6 y c; es la hipótesis del contiruto. El problema puede .. ;,:...'' ,. '. ..-1..' .'-',t',

-: plantearse en otros términos si introducimos el concepto de las par- Axioma de éx[ensiónalidad: si A y B son coniuntos tales que

tes de un conjunto, que recoge todos sus posibles subconjuntos. por


A,J
E
ejemplo, si A sólo tiene dos elementos, czy ó, los subconjuntos que
tJ puedelr formarse son el vacío, el que sólo consta de a, aquél cu-
yo único miembro es ó y el propio A. En este caso escribiríamos:
p( A ) = { A ,{ o l ,{ b } ,A } ,q u e ti e n e c u atro el ementos. D ado un conj unto
finito de n miembros, para calcular el cardinal de sus partes bas- m

t ar í a c o n c o n o c e r c u á n to s s u b c onj untos de 1,2, . .., n el ementos -o


pueden formarse. Nociones básicas de combinatoria nos permiten -
cJ-
calcular esta cantidad:
r\/

,
; )r .=[ [; ) . [ ; ) . .[,i , ).[ n) )_",
l s , { . a) a_
a

r')
o
lós elementos de B
Se demuestra también que el cardinal de las partes de un con-
junto infinito, pongamos que de 17elementos, es 2,/. Como Gódel \¡1. Axioma de elección: si A es un conjunto cuyos elementos
5
s.¡n todos conjuntos, y esos elementos son disjuntos dos a C
o
señalaba al comienzo de su artículo, el cardinal del continuo coinci-
,, ..dótir no vqcios, ento,nc.gs-l4,utu,"én.de,!,contiene al mer.los
de con el de las partes de los números naturales; así, c = 2No,y esto ts
r-o
permite reformular la hipótesis de Cantor: H, = 2no. En términos
(.o
más generales todavía, tal vez sea l{r*, = 2N, para cada n, con lo
que quedaría establecida la relación entre un ordinal transfinito y 5
O
el siguiente. Esta conjetura se conoce con el nombre de hipótesis
generalizada del continuo, y su importancia radica en que, de ser
cierta, permitiría definir todos los cardinales infinitos a partir de l*"
'48 149
g
,€
*ii
g
,'g
g
(¡ Al introducir los cardinales infinitos, el padre de la teoría de
o
U
conjuntos deseaba que dos cardinales cualesquiera siguiesen sien-
{J

.(u do comparables, es decir, que para m y n una y sólo una de estas


\J
tres posibilidades fuese verdadera: m < n, m = n orn > n, tal
y como ocurre con los números naturales. En 1878 Cantor intro-
ln
dujo el principio de tricotomía como un resultado obüo y, cinco
(u q[os,más tarde, propuso, también sin demostración, que todos
c
Ios conjuntos pueden ser bien ordenados, es decir, que es po-
rg
sible definir un orden tal que cualquiera de los subconjuntos no
bo vacíos posea un mínimo elemento. "Esta forma de postular la exis-
.o
tencia de principios sin definirlos ni construirlos explícitamente" La demostración
rs
sufrió el rechazo de muchos matemáticos, hasta que en 1904Zer-
melo consiguió probar los dos teoremas, introduciendo un nuevo Gódel dio dos pruebas diferentes de la consistencia relativa del
a
E axloma. a.xioma de elección y la hipótesis del continuo: la primera de ellas,
en 1939, tomaba como base ios a-xiomas de la teoría de conjuntos
Desde un primer momento el axioma de elección no frie acep- de Zermelo-Fraenkel (ZF), mientras que la segunda, publicada al
tado como los demás: se postulaba que, siA es una.clase de conjun- año siguiente, se inscribía en la axiomatización NBG (de Von Neu-
tos, existe una función que elige un y sólo un elemento Ce cada uno mann, Bernays y Gódel). Inspirándose en Cantor, Von Neumann m

de sus miembros, pero no se daba pista alguna sobre el modo de había introducido una importante distinción entre clases y conjun- E
.I
encontrar dicha función. Además, haciendo uso del axioma de elec- tos, que él llamaba simplemente 0biü0sde típo I1 ollinos de típo lI: o
(t
ción, el llamado problema de lo medido -la pregunta de si puede los conjuntos serían aquellas clases que no son fuente de contra-
a
asignarsea cada subconjunto A del espacio euclídeo r¿-dimensional dicciones cuando las consideramos miembros de otras clases; sin
un número no negativo que satisfaga ciertas propiedades- encon- embargo, las clases propias son tan gigantescas (biyectables con el o
f'D
traba respuestas sorprendentes. Así, era posible demostrar que al- universo de todos los conjuntos) que no pertenecen a ninguna otra.
gunos subconjuntos de la recta real no tienen longitud y que, si diü- Así, ia paradoia de Russeli había surgido por considerar la clase ñ
dimos una esfera de volumen unitario en m+n partes disjuntas, las propia de todos los conjuntos que no son miembros de sÍ mismos, =
rt
m primeras y las n primeras pueden volver a combinarse median- porque, como ningún corrjunto se pertenece, baio la máscara de la =
c
te giros, simetrías y traslaciones en iotras dos esferas de volumen autorreferencia estábamos hablando en realidad de todos ellos. c
uno! Gódel demostró que todas las sospechas eran infundadas: si
(.o
los demás axiomas de la teoría de conjuntos eran consistentes, tam- Pese a la importante observación, seguía sin quedar del todo
bién lo es el sistema que resulta de anadir el axioma de elección, claro qué es un conjunto. De la misma forma que los números ts
y lo mismo ocurre con la hipótesis generalizada del continuo. En (.o
naturales se obtenían a partir del cero aplicando repetidamente 5
un primer avance de sus descubrimientos, publicado por los Pro- la función sucesor, Von Neumann trató de aclarar cómo podían
ceedings of the National Academy of Sciences, Gódel enunciaba el construirse, partiendo del vacío y a través de las operaciones de la
siguiente teorema: unión y las partes, todos los conjuntos. Estableció de esta manera
150 1s 1_
Í

c
'J\ una jerarquía acumulativa en la que la posición de cada conjunto los axiomas de la teoría de conjuntos, el axioma de elección y la
dependía del número de veces que se hubieran aplicado estas hipótesis del continuo.
P
o_ operaciones para obtenerlo. En términos precisos, es posible definir
'qJ
U una aplicación R, con dominio los números ordinales, que satisfaga
LA Suponiendo que la teoría de conjuntos sea consistente, el teo-
a
las propiedades: rema de completitud garantiza la existencia de un modelo (C , U , E),
Ú)
- R(0) = 6 donde C es el universo de las clases,U el de los conjuntos y E in-
IJ R (a + 1 ) = s¡(R (o)) terpreta la relaciórr usual de pertenencia. Gódel se restringe ahora

=U a un submodelo A, en el que sólo se consideran las clases y con-


rs
U
R(.¿)
b!
P .'l ^rBt juntos constructibles, y se verific4 por tanto, V = L. Reescribe a
\ñ continuación los ariomas teniendo en cuenta sólo los conjuntos
y tal que todos los conjuntos aparezcan en alguna etapa del pro- constructibles y consigue demostlar que cada uno de ellos es un
-ñ r-J
ceso, como establece el axioma de regularidad. Lo primero que teorema. Por tanto, A es un modelo en el que, adernás de V = L,
llamó poderosamente la atención de Gódel al estudiar la obra de se realizan todos los axiomas; de ahí se sigue que la tesis de cons-
(J
E Von Neumann fue la magnitud ciel salto que permitía pasar de un tructibilidad es consistente con el resto del sisterna.Finalmente se
rn
conjunto al siguiente en jerarquía: para una colección de sólo se- demuestra que, al incorporar V = L, tanto el axioma de elección
senta y cuatro elementos, el cardinal de sus partes ya excede el como ia hipótesis del continuc pueden deducirse en la teoría. Por
número de granos de arroz que pueden cultivarse en el planeta. tanto, cualquier modelo de los a,xiomas habituales tiene un sub-
Además, Gódel argumentaba que es difícil tener una idea precisa modelo en el que se verifican a la vez el arioma de elección, la TN
de cómo se construyen las partes de un conjunto infinito; por eso, hipótesis del continuo y V = L.
sustituyó la función R por otra, que bautizó I, tal que: €

Aunque esta prueba de la consistencia relativa supuso el ma-


L(o) = a yor avance de la teoría de conjuntos desde su axiomatización, una =
G)
L (a + l ) = D fl l (a) respuesta definitiva a la pregunta de Cantor quedaba lejos aún. En
o_
rD
LQ)= U el artículo del American Mathemolical Monthly, What is Cantor's
l l <,1 ^TBI continuum problem? ("ZQué es el problema del continuo de Can- ñ
o
tor?"), al que nos hemos referido en el comienzo, Gódel describe =
donde DflL(a) no son ya todos los subconiuntos de l(a), sino sólo el paisaje después de la batalla: -
=
aquellos que pueden definirse mediante un tipo especial de fórnru- c
o
las de primer orden; los Ilamaremos conjuntos constructibles. En EIi'¡¡tbls7n0
dalcontínuo deCantor, índelsn¡Jis7¡¿nie
ntedclpuntole
esta nueva jerarquía acumulativa, el axioma de regularidad se sus- t,ísta.ltlosofirc
c¡ueseodopte, tíerc,sínníngut'tdudnelsí¿príente
setttídtt:
tituye por la tesis que asegura que todos los conjuntos son cons- el dent,eríSusrsí a partír delttswíotnnsdels torh decrtn_iuntos LO
[...] I

tructibles (V = L). Por supuesto, Gódel no pretende que la construc- se!1¡sflstleducíruna respuivn.tt,si ns ruá\.Dcsdeluego,sí se
-fucst, F
tibilidad valga para cualquier conjunto, -de hecho, la probabilidad ínterpreta deestemotlo(.su1,¡,t¡t,r¿o
Iqcütsístütcí(a Jtrt)g
fu los¡xíamtts)
de que un conjunto sea definible es nula-, pero añadir V = L le y,ríorítres
posibilítlndts
parnloconpttu'a:
puefuxr demostrahk,
rgfirtnble
permite describir un modelo que verifica simultáneamente todos i o índtcídíble.
L52 ¿ 153
¡
q
a
,t
t
,*iil
t/)
En Ia primavera de 1963,Paul Cohen, dando carta blanca a Gódel para modificar todos los detalles que
U
un joven matemático de Stanford, pudo considerase oportuno sin consultárselo. cuando por fin se publicó el
+J
Cemostrar que la negación de la hipóte- artículo, entre 1963 y 1964,Cohen recibió una medalla Fields, y la
\cJ
ut sis del continuo (extste un cardinal r tal universidad de stanford Ie ofreció una plaza de profesor. En el Con-
CJ
que i'is < * < 2No),también es consisten- greso Internacional de Matemáticos celebrado en Moscú, church
(n
te con el resto de ¿¡.xiomas.Así, la con- fue el encargado de pronunciar la loudatio de cohen. para ello, se
,r-jétura de Cantcr resultaba ser indecid!- puso en contacto con Gódel, v lo primero qrie hl2-oTue-pieguntarle
(U si
E
ble, y la teoría de conjuntos, incompleta. eran ciertos los rumores de que él ya había probado la independen-
ro
Gódel ya había iniuido estos resultados cia de la hipótesis dei continuo veinte años antes,pero que no había
bo querido dar a conocer su hallazgo.Gódel, que en ese momentc se
.o -d.osrdzone:pttra:rc¿rlosrrnrlLrc,
tleltt ínconsís-
Pa u l Co h e n ten:i,t deIn trrgúcítifi,
sesequír'ítt
lttínconsístencia hallaba inmerso en la revisión de unos artículos, se limitó a negar
ao
-J tlel¡ notíóndt se;uercín
t¡l*tfarín [...] l, d,;tría que hubiera encontrado una demostración. El trabajo de cohen no
rna pnrcba dellxíonw de el¿ccíón-,pero no fue capaz de demostrarlos Iogró cambiar la opinión de Gódel sobre la falsedad de la conjetura
a) de Cantor, aunque, después de que la hipótesis se hubiera demos_
n durante los diez años siguientes a la publicación de sus artículos.
Cohen se había doctorado con una tesis sobre el análisis armóni- trado independiente, tal vez
l,¿rdcrígsíyíficndo In ctrc:tíóndesu t,erdnd,
(9

co, y sus líneas de investigación quedaban lejos de la lógica, pe- cxL1cfLlfitetff'(


delnist¡to 1il0¿orn tltrt'Iúfr(q!iltt,t yor In t,cr,lnJtld c1uínropos-
ro durante el curso 1959-1961disfrutó de una beca en el Instituto rulstloJe losF,leurcnfos cnrrt ¡lt senfídttlnrd lostnitt{tlttifíc|,,lesd¿In
l,ruel,n
de Estudios Avanzados, donde Solomor-rFef'erman ie sugirió varias dt ln consísttttittfu In ge.tntúríttno urclíltrt. Aún así, Gódet siguiá bus-
Tn
lecturas determinantes para su trabajo posterior. Tras el revuelo cando nuevos axiomas de la teoría de conjuntos que permitiesen
-o
causado por el anuncio de Cohen, su demostración fue sometida refutarla.
-
o
(t
a una crítica exhaustiva, en la que aparecieron algunos errores.
Por suerte, pudo subsanarloscon rapidez, aunque seguía temiendo
que se encontraran nuevos fallos en la argumentación, que algunos La gran marcha
matemáticos aprovecharían para castigar su intrusismo en el coto l'D

vedado de la lógica. Finalmente, Cohen optó por escribir a Gódel Los problemas de Gódel con las autoridades americanas eran

pidiéndole su visto bueno; y éste, en su respuesta,consideraba que consecuencia de sus dos intentos de entrar en los Estados unidos f
.-t
la demostración et'a,en todoslosasy,cc¡'15,
h nrciorposíhley reconocía con vistas a establecer allí su residencia permanente. Durante su
l
haber experimentado el mismo gozo que ante una obra de arte. convalecencia en Europa, su pasaporte había caducado, pero en el c
o
otoño de 1938 Gódel pudo regresar a princeton gracias a un permi_
Por eso, le conminó a publicarla lo antes posible en los Po- so de salida alemán; por eso, no esperaba tener tantos problemas
ceedings of the Notional Aca'7emy of Sciences, donde ya habían el curso siguiente. Mientras volúa a Europa a bordo d,el Bremert, ro

aparecido sus demostraciones de la consistencia relativa. Se ofre- sólo le preocupaban el reencuentro con Adele y la publicación de (o
5
ció también a hacerle algunas sugerencias para mejorar el manus- sus conferencias sobre la hipótesis del continuo. De hecho, nada
crito, que Cohen, sin conocer el perfeccionismo crónico de Gódel, más llegar escribió a Bernays pidiéndole que le aclarase algunas
aceptó entusiasmado: cansado de los retoques infinitos. terminaría cuestiones sobre el sistema axiomático del que se había serüdo en
154 155
¡ LN
o un artículo para el Journal of Symbolic Logic y, a pesar del tiempo que le fuera concedido un nuevo pasaporte, pero en ese momento
transcurrido desde su última carta, le exigía una respuestainme- su mayor problema era otro distinto.
P

.c.,
diata para no retrasarmás la entregade los textos corregidos.Von
Neumann,por su parte, había comentado con Gódel la posibilidad Gódel no había informado al rector de la Universidad de Viena
a)
de que las notas del curso, además de repartirseentre los asisten- de su última estancia en el Instituto de Estudios Avanzados antes
t
tes,aparecierancomo monografíaen losAnnalsof Mathemaflcs.Tal de llegar Princeton. Seis semanas antes de su marcha, el ministro
era el prestigio de la revista,editada por la Universidadde Prince- de educación promulgó un edicto que prohibía a todos los profe-
ton, que los autoresno cobrabanningúntipo de derechos,aunque sores, también a los retirados o destituidos, negociar con centros
tg
seguían conservando el copytight; Gódel lo mantuvo casi treinta e-xtranjeros de enseñanza sin la aprobación Cel Reich; así, cuandc
bo años, hasta que decidió venderlo por cien dólares, una alirta mu1 el decano recibió la carta de Gódel, lo primero que hizo fue reen-
guerlsa -a su juicio-, pero ridícula en comparación con las ganan- viársela al ministerio de educación. Sólo en julio del año siguiente,
-: cias de la PrincetonUniversityPresspor un volumen que aún sigue con una dilación poco habitual, se iniciaron las pesquisas para ave-
reimprimiéndose. riguar si Gódel se encontraba en los Estados Unidos por asuntos
a) personales, o como profesor inütado de alguna universidad. Con-
(9 Durantelos meses siguientesGódel mantuvo viva la esperanza cluido el informe, en lugar de retirarie la autorización para enseñar,
de poder regresaral Institutode EstudiosAvanzadosen septiembre. decidieron que no se le concedería la renovación corno Dozent,
Dos días antes de que Hitler invadieraPolonia,en lo que constituye que ya incluía un pequeño sueldo, cuando la solicitase. A media-
un auténtico "récord a la hora de no vel'seenvuelto en el umbral dcs de septiembre Gódel se encontraba en una situación difícil: no fTl

de los acontecimientos históricos", le envía una carta a Menger sólo era casi imposible que Ie dejaran salir de Alemania, sino que,
o
disculpándosepor no disponer del tiempo suficiente para contri- con su permiso a punto de caducar, se había quedado ürtualmente
buir con más trabajosal coloquio. Gódel parecíaüür de nuevo en sin empleo.
rD
otro mundo, tan improbable como los modelos cosmológicosque =
imaginarádespués:sólo el anunciode que debíasometersea una Por si fuera poco, a esto hay que añadir que había tenido
o_
prueba de aptitud para el ejército lo devolüó por un instante a la muchísimos problemas para traspasar los fondos de su cuenta en
realidad.En cierto modo había anticipadola convocatoria,pero es- Princeton a otra en un banco de Viena: tuvo que escribir, entre r\
o
taba convencido de que lo despacharíanenseguida;enlugtr dce;0, otras cosas, la única carta donde encontramos un Heil Hitler de
a+

ni exsntenseplspltsl durantetneses,
cottIo queme-fueímposíbie sllít' delttaís su puño y letra. Desesperado, pensó incluso en buscar un puesto f
c
anfesdeqr,te h guerra.Finalnrcntc,
cstallarc flree,rclntrarln parnlsbores
hAbíl de de trabajo en una fábrica, pues ils nlnrros fiLi(rüil strft;icntes
p¡y¡11,i1,i¡'
lo quehízoaúnmásdífícílobtener
retaguardía, elpernúsodesalída.Las auto- dursntemuchontítstíen4to.En la reconstrucción minuciosa de su üda,
ridades alemanas habían hecho caso omiso de las alegacionesde Dawson ha estimado que la fortuna total de los Gódel era de cin-
Gódel sobre sus problemas de corazóny las secuelasde las fiebres co mil seiscientos dólares, aunque la rnayor parte de este dinero I

reumáticasde su infanciay,afortunadamente,tampoco tuüeron en procedía de la casa de Brno, ocupada por su madre y la tía Anna, ñ
cuenta su estanciaen el sanatorioPurkersdorf,pues quizáshubiese que no podía venderse. Gódel aprovechará sus problemas de di-
terminado en un campo de concentración.Él mismo era conscien- nero como argumento para que le fuese otorgado un permiso de
te de que su enfermedad podría convertirseen un obstáculopara salida. Por una parte, el rector no tenía dudas de que "Gódel crea
156 757
É

(^ buena impresión, es educado y, si le permitimos salir al extranjero,


o enseña como miembro del claustro de una universidad o semina-
no cometerá torpezas que dañen nuestra patria", pero no estaba rio académico recorrocido, y que ésta constituye su principal ocu-
{-J

o_
.qJ
dispuesto a tolerar su falta de compromiso con el régimen nazi. Sin pación [...] En casos que envuelvan condiciones distintas de las
(, embargo, era consciente de que si no le dejaban salir, ni él ni Adele anteriores se prestará atención a todos los hechos referentes a la
i.Ó

u
tendrían cómo mantenerse y, por eso, proponía que se le ofreciera naturaleza de las actiüdades educativas del solicitante y al tipo de

alguna posición pagada dentro del imperio "para hacerle cambiar institución con la que ha trabajado antes. El solicitante debe esra-

de idea". blecer que ha seguido su vocación de profesor de forma continua


OJ
drrrante al menos dos años completos inmediatamente antes de
rE
U Mientras el rector se pronunciaba, Gódel decidió emprender solicitar su admisión en los Estados Unidos, excepto en casos en
bo los que el ejercicio de la docencia haya sido interrumpido contra su
,o tres acciones paralelas: solicitó que su autorización fuese renova-
v o l un ta d ".
da, pidió al ejército un permiso de salida y continuó los trámites para
(o
obtener el üsado americano. Gódel contaba a su favor con buenas
recomendaciones científicas, pero había hecho su tesis doctoral Flexner hizo todo lo posible para que "alguien de una altura úni-
a
bajo la dirección del profesor judío Hans Hahn y, "aunque las ma- ca en la comunidad matemática" pudiera acogerse a esta última
(J temáticas eran por esa época muyTudiosas" -decía el informe-, excepción, pero el hecho de que Gódel hubiera dado tan pocas cla-
"quiso moverse en los círculos liberales". Así, su petición quedo ses a lo largo de su üda no facilitó las cosas. Von Neurrrann insistía
parada, sin que los miembros de la comisión estimaran oportuno en que era necesario dirigirse al consulado para explicarles las ca-
darle el üsto bueno, pero tampoco con razones suficientes para racterísticas propias del Instituto de Estudios Avanzados, un centro Tn
denegarla. Gódel entraba de esta forma en uno de esos círculos que, si bien tenía derecho a expedir títulos universitarios, nunca lo
-o
viciosos que había querido eliminar del pensamiento matemático: había ejercido. Fue lo que le correspondió a Frank Aydelotte, des-
las autoridades alemanas no expedían pasaportes para los Estados
-
o
(t
pués de que sustituyera a Flexner como director del IAS, tras varias
Unidos sin que el solicitante hubiera obtenido ya un üsado, pero, polémicas sobre qué decisiones administrativas Cebían tomar los rD
=
OJ
para conseguirlo, era imprescindible acreditar la posesión del pa- miembros del claustro: "las obligaciones del profesor Gódel inclu-
saporte. Además, se había instituido un cupo que sólo permitía la
)'en la docencia, pero la enseñanza aquí es de nivel muy avanzado y,
.D

entrada de veintiséis mil alemanes. Quedaba una mínima posibili- en consecuencia, menos formal que en otras universidades".Gódel a)
dad de extender üsados sin cupo a los "inmigrantes que durante estaba resignado ya a permanecer en Viena, y se había mudado con =
(+
al menos dos años hubiesen intentado entrar como profesores de Adele de los suburbios a un nuevo apartamento, perc, en noüem- f
una universidad o seminario académico. y también a sus mujeres bre de 1939, recibió una paliza que le hizo cambiar de opinión.
c

si los acompañan", pero, a la hora de la verdad, esta cláusula, que Mientras paseaba con Adele por el campus de la universidad, vesti-
hubiera salvado las üdas de muchos intelectuales europeos, tenía do, como de costumbre, con una gabardina y un sombrero negro, (O

que enfrentarse a las trabas de Awa M. Warren, responsable último una banda de jóvenes nazis Io confundió con "uno de aquellos pe-
de interpretar la ley para su aplicación: ligrosos profesores judíos que dedicaban las horas a pensar". Sus
A
atacantes lo acorralaron y, de un puñetazo, hicieron volar sus gafas, O

"Normalmente, a una persona que solicite un üsado sin cupo hasta que Adele consiguió ahuyentarlos a golpes con el paraguas.
como 'profesor' se le requerirá que muestre que en ese momento Aunque Gódel no resultó herido, el incidente le reveló de pronto la
158 159
(^ gravedadde su situación y, para principios de diciembre, ya había tren y los obligaran a dar la r,uelta. Cuando llegaron a Yokohama, su
U barco ya había partido, por lo que tuvieron que esperar al President
decidido buscar un modo de salir de Europa.
P
o Cleuelond, que no salía hasta el día 20.Aunque el nuevo cambio de
.o
Camino de Berlín, dio una conferencia sobre la hipótesis del planes habría supuesto en un principio más tensión, Gódel y Adele
A)
continuo y el axioma de elección en Góttingen.De acuerdo con pudieron descansar un poco y aprovecharon para hacer algunas

la crónica que se conserva, la charla fue un modelo de claridad compras, porque habían salido de \4ena sólo con lo estrictamente
(l.J expositiva:Gódel situó primero el problema en Ia historia,y luego necesario (de hecho, cuando terminó la guerra Gódel le pidió a
c
definió las líneas maestrasde su demostraciónsin detenerseen su hermano que le enviase un cargamento con todos los libros y
r"o
cletallestécnicos ni cálculos laboriosos.Aprovechó también para papeles que había olvidado en sus archivos).
ho rendir tributo a Hilbert que, en su artículo "Sobre el infinito", había
anticipadoen su opinión algunasde las ideasmás importantesde Los armadores del Cleueland estaban obligados a enviar a las
J la prueba. Ya en la capital alemana, Gódel obtuvo su permiso de autoridades americanas un minucioso registro de cada uno de sus
salidala mañanadel 17de diciembre,aparentementecomo conse- pasajeros que incluía no sólo una descripción física, sino también
a)
cuenciade las gestionesdel nuevo directordel Instituto,que había los resultados de sus indagaciones sobre la salud mental de los via-
t, argumentado que "era ario y uno de los mejores matemáticos del jeros. Los Godel aparecen registrados en tercera clase, en medio de
nrundo":su papelen el ejércitono aumentaríala gloriade Alemania, una larga lista de nombres y apellidos chinos: Gódel "mide 1,70,es
pero sí colocaría a su país en lo más alto si le era permitido conti- delgado, de complexión ligera, moreno y de ojos azules"; Adele es
nuar con sus investigaciones.Además,era improbable que su caso un poco más ba!a, tiene "pelo claro y ojos grises". Durante el inte- fTl

sentaraprecedentes"porque son contadísimoslos hombres de su rrogatorio, los dos aseguraron que no habían sufrido ninguna clase
E
valía científica".Tres semanasdespuésllegó el üsado americano, de desórdenes mentaies. Después de que atracasen en el muelle
-
entre cuyascondicionesse encontrabala de abandonarEuropapor de San Francisco el 4 de marzo, ya sólo les quedaba por recorrer
rD
el este. el oeste americano. Durante el trayecto, Gódel pudo contemplar =
OJ
la belleza de los paisajes, que luego recordaría, cuando su imagen
c_
Como el peligro de que un ciudadano alemán fuese arrestado de Europa se redujo a las postales que recibía de su madre'. dt1uí, ft

mientras trataba de cruzar el Atlántico era muy grande, Gódel y rínconastgn honito;só10(xístil1cn il Lcígno()este. a)

Adele tuüeron que üajar a América por el camino más largo. El 12 f


r+
de enero recibieron sus üsados rusos, y tres días después,se les f
C
autorizótambién a cruzar Lituaniay Letonia.Enesemomento Gódel
mandó un telegrama a Princetonanunciado que esperabasalir de
(o
Moscú el día 18y llegara Yokohama,donde embarcaúanen el Taft,
una semana después;tras atravesarlas regionesbálticas,los dos I

ts
viajaronhastaMadivostok en el Transiberiano.Gódel nunca más se LO
5
refirió a este viaje, pero Adele contaba a menudo que era siempre o

de noche, como si el sol de Europase hubiera apagadode por vida,


y que viajaron con miedo de en que cualquier instantese parara el
L60 161
En Pri nceton: fí si ca y
fi losofía (I941--1966)
f-n
=

-
=
Pese a su apariencia de zona residencialde postín, llena de al
a
mansiones vetustasy campos de golf, Princeton era en 1940el o
=
centro matemótico del Uniuerso.Del rnismo modo que la Viena
finisecular había concentrado en unas pocas calles a los mejores --+r

filósofosy literatos del planeta, algunasde las mejores manzanas


ñ
europeas,sacudidaspor Hitler del árbol de la ciencia, se congre- qJ

gaban en el campus del Instituto de EstudiosAvanzados,con su


-+
"bosquecillo surcado de senderosdonde poder toparsecon ideas
fugitivas". Poco después de su llegada a hinceton, Kurt y Adele
üajaron, por recomendación de Veblen,a Brooklin (Mairre),que --+)
Gódel describiríaaños más tarde como uta deloslusares ffiasatrúctí- OJ

'¡,os
desu vída,en el que recordó muchos paisajes de sus tardes de
G
domingo en Brno. Sin embargo, la dueña de la posada en la que K
se alojaron se formó una impresión muy distintade "aquel hombre ?
perdido por extrañosmares del pensamiento":duranteel día Gódel ü
se pasabalas horas en su habitación,yAdele hacía las camas para 6
que nadie del servicio entrasea moleslarlo.Únicamentedejaba la
pensión después del atardecerpara pi¡sear,con las manos apoya-
163
-il

das en la espalda, hasta la medianoche. Caminaba siempre por la ternales de Adele, era demasiado mayor cuando se casó con Gódel,
É
carretera de Parker Point, una ruta paralela a la costa, donde aún se y temía que sus problemas mentales fuesen hereditarios. Gódel, por
P
o_ encuentran las mansiones de verano de las familias más ricas. Con su parte, quiso evitar que se reprodujera el cáncer manifestado re-
.CJ
(n los Estados Unidos en guerra, al ver de noche a un extranjero pa- pentinamente en la familia de Adele, y ambos decidieron no tener
a)
seando solo por allí, muchos pensaban que era un espía inientando hijos. Durante la Segunda Guerra Mundial, ayudaron a mantener un
establecer contacto corr los submarinos alemanes. orfanato, pero cuando se les ofreció la posibilidad de adoptar un
qJ
bebé, Gódel objetó que sólo alguien de su sangre podría llevar su
E
Probablemente lo que más le impresionó a Gódel de Brooklin apellido. Además, algunos problemas de salud habían comenzado
(o
fue la pureza del aire que se respiraba. De vuelta a hinceton, él a preocupar a la pareja: Gódel pensaba que comía en exceso y que
y Adele se mudaron de apartamento para evitar /¿.rs nutlttshutrtosd¿ sLLestónLtglesraba
pctn'quctt Víena,pero raravez llegó a superar los
la ;'tlcfic"íón, el primer síntoma de su paranoia final. Estaba obse- y
cincuenta cuatro kilos. Sus meiores amigos pronto se vieron en la
rg
J sionado con los gases tóxicos que escapaban del frigorífico y de obligación de cuidarlo.
las estufas: había prohibido que se calentara la casa en invierno, e
ñ incluso llegó a devolver una cama por el fuerte olor a barniz. Sus Oskar Morgenstern, con el que Gódel había trabado amistad en
m
colegas comenzaron a preocuparse, hasta tal punto que Aydelotte Viena, fue una de las primeras personas con las que se reunió al :i

consultó con un médico si la conducta de Gódel podría volverse llegar a Princeton. En 1938, mientras daba un curso en la Universidad
peligrosa. Tal vez por eso el instituto tardó tanto en ofrecerle una -
:f

plaza definitiva: \ion Neumann se indignaba -"Zcómo podemos los ñ


.D

demás llamarnos profesores si Gódel aún no lo es?"-, pero otros -+


:f
miembros del claustro, como Hermann Weyl y Carl Siegel, mos-
traban su firme oposición. Cuando finalmente se la concedieron, --n

en el contrato se especificaba que, "en caso de enfermedad físi-


.l
ca", un triste eufemismo, "podrían retirarlo con una pensión de mil
quinientos dólares".
l
Cuando volvieron a mudarse, entre los vecinos de los Gódel o
(/)
se encontraban Georg Bror,rmy su mujer, que los describían conto --i1
"muy poco sociables" y recordaban que Gódel solía encerrarse, por OJ

miedo a que trataran de asesinarlo, siempre que algún matemático


extranjero estaba de visita. Así fue, por ejemplo, cuando el topóiogo F
Eduard Óech, que había sido profesor en Brno, pasó algunas sema-
nas en Princeton; aunque sí quiso ver a su üeio amigo Carnap en
1954.Para evitar que losnalossíresse acumularan en el apartamento,
Gódel deiaba las ventanas abiertas día y noche, lo que hacía de la La foto c l ás i c a
casa un lugar desagradable y lleno de polvo. Pese a los instintos ma- de E i ns tei n y Gódel j untos

164 165

de Carnegie,la anexiónde Austriaacelerósu cesecomo directordel tos, envueltosen larguísimasconversacionescamino del Instituto.
LJ
Instituto Austriaco para la Investigación en Economía, pero, gracias "Todos los días los veía atravesarel sendero desde Fuld Hall a Ol-
+J
o a una generosaoferta de Flexner,pudo continuar con su trabajoen den Farm.No sé de qué hablarían:seguramentede física,porque a
.(u
U América. Morgensternestaba deseoso de que Gódel le informara Gódel también le interesabaesta materia" -comentabaun investi-
LA
u
de primera mano sobre la situación política en Europa,pero la única gador.Los dos poseíaninteligenciasde primer orden y habían ob-
tn
confesiónque logró arrancarle fue:El caféesLh't Nunca dejaríade
úsco. tenido resultadosespectacularesa una edad muy temprana:Gódel
sorprenderse de la poca conciencia política de Gódel,de su interés demostró el teorema de incompletitud con sólo veintitrésaños,y
(U
por los fa.ntasmas y de la relacióncon Adele,a la que veíacomo "una Einsteincumplió los veintiséisen su onn¿ismirabilis.Einsteinse dio
tu
LJ típica lavandera üenesa, exageradae inculta" que jamás podría cuenta muy rápido de que Gódel necesitabauna segundamaCre,
bo integrarseen la üda académicade Princeton.'A Gódel,desdeluego, labor que ya había desempeñadoVeblen entre 1933y 1938y eue,
\ .o
!
le faltaun tornillo" -escribe en susdiarios.Susprofecíasno tardaron tras su muerte, correspondeúaa Morgenstern.
J en cumplirse:todos los que tratabancon Adele no hacían más que
criticar cómo "monopolizabalas conversaciones,hablando a gritos En ocasionesGódel disentíade las opiniones de Einstein,pe-
u con su mal inglés",ylas mujeresno soportaban"su gustohotrendo". ro en temas candentes,como la indeterminaciónde la mecánica
c
Tambiénlos geniosse equivocan,debíade pensarMorgenstern,que cuántica,susideasdiscurríanpor caminos paralelos:ambos tenían rTl
=
nunca cuestionóel talento matemático de Gódel: el axioma de que "nada de lo que ocurre en nuestromundo se debe
--'r
al accidenteo ala estupidez",pues"larazónporsísolanuncayerra".
Además, creían en ia necesidad de maridaie entre la ciencia v la r')
a
"No hay absolutamente ninguna duda de que GÓdel es el mejor
-
lógico vivc; es más, pensadores eminentes como Hermarrn Weyl y
John von Neumann han declarado que es definitivamente el mejor
--ñ
lógico ciesde Leibniz, o incluso desde Aristóteles. Parecería que en

la historia entera de la Universidad de Viena la figura de ningún
a)
profesor ha eclipsado a la de Gódel [...]. Einstein me contó una vez OJ

que su trabajo ya no significaba gran cosa para é1,pero que iba al


Instituto de Estudios Avanzados sólo por el priülegio de volver a casa
andando en compañía de Gódel".
LN

--+'
Gódel había conocido a Einstein en su primera estancia en
el Instituto de EstudiosAvanzados,después de que los presenta- ts
ra Paul Oppenheim, pero su célebre amistad no comenzaría hasta F
F
que Gódel se estableciódefinitivamenteen Princeton.En palabras
F
(o
de quienes los conocieron, Einstein era alegre y siempre se reía, Ol
Or
mientrasque Gódel tenía un carácterserio y solitario.Aunque eran
diferentesen muchos aspectos,los dos congeniaronbien desde el Y u n a r m a g e n m e n o s c onoc .i da,

principio, y, a partir de 1942,todo el mundo los veía siempre jun- tomada en to s j a r d i n e s d e 1 IA S en P r i nc eton.

166 r67
r/) filosofía: "la ciencia sin epistemología es, en la medida en que sea Gódel comienza hablando del carácter doble de la lógica, que,
(J
concebible, primitivay confusa", declaró Einstein unavez, mientras además de ser la disciplina qu etrstasobreclnses,relncíoneslcontbínscíones
p
o_ Gódel apostillaba: fa epístemologra
sífl clfitnctl conIa cíencíssacotn,íerte desígnos,en vezdehablardenúmeros,_funcíones1fr.guras se había
geomérrícas,
,qJ en
U wtescluemaracío.Dejóvenes, los dos habían tenido que escoger entre demostrado uns cíencísprevía a todsslas dentás,quecontíenelasnocíones
t-ll

1 nríncípioscpe subyacenal relo de lns cíencítLs.


Después de criticar lo
GJ
la física y las matemáticas, y veían en el otro el reflejo de aquello
\^ que él consideraba una gran falta de precisión en la sintaxis del
ñ en lo que hubieran podido convertirse. Gódel se decantó finalmen-
-CJ te por las matemáticas para alejarse de las incoherencias lógicas formalismo de Russell, se sorprende de su¡l'onttndndaactífudrulísts,
]J
que encontraba en la física, y, aunque Einstein apreciaba la belleza pues Russell había escrito: "La lógica trata del mundo real, lo mismo
rú que la zoología, aunque de sus rasgos más abstractosy generales".
v de las matemáticas, "sólo en el campo de la física era capaz de
hD
distinguir los problemas centrales de los periféricos". Sin poner en Y luego continuaba extendiendo la analogía entre las matemáticas
.^
duda la importancia de su obra, que había obligado a la lógica y a y las ciencias de la naturaleza: Ios principios de la lógica no serían
to
la cosmología a rehacerse por completo, ambos terminaron refu- tan distintos de las leyes de la naturaleza, y su evidencia podía
giándose en símismos, en lo que Rebecca Goldstein ha llamado "un compararse con la percepción sensible; así, los axiomas no debían
CJ
'(f exilio dentro de un exilio mayor, que trasciende las circunstancias ser autoeüdentes, sino sólo justificables,en el mismo sentido que
Fr]
(J geopolíiicas que les obligaron a refugiarse en Princeton". la física. Esta postura, sin embargo, fue cambiando con el tiempo, =
y, al tratar de poner freno a las paradojas lógicas, Russell se dio
cuenta que casi todas ellas surgían de hacer hablar a los predicados -
f

de sí mismos, o bien al suponer la existencia de cualquier cosa r]


Filosofía de las matemáticas m
r-+
que pudiese describirse. Formuló así sus principios del zig-zag,que o
f

Frustrado por su estancamiento en la prueba de la indepen- exigía simplicidad a los enunciados, y de la limitación de tamaño,
dencia de la hipótesis del corrtinuo, Gódel centró su atención en la que impide considerar conjuntos demasiado grandes, equivalentes -fl

L/)
filosofía, justo en el momento en el que el editor de la "Biblioteca de al universo de todas las cosas.
filósofos üvos" le había pedido un artículo sobre la lógica matemáti- CJ

Más adelante, Russell adoptó la ideo radical de que las clases <
ca de Russell para el volumen dedicado al filósofo inglés. Gódel no
--+!
entregó el manuscrito hasta pasados seis meses, cuando el resto y conceptos no existen nunca como objetos reales: son meras for-
del libro ya estaba terminado, y Russell, como era costumbre en mas de hablar, casi juegos del lenguaje. Para Gódel, sin embargo, /i:l (/l

la colección, había respondido a las demás contribuciones. Gódel aceptatíóflde taleslbjetls resultatan legltímacotxola úceptaciót,de loscuerpos -n
esperaba con ilqsión su réplica, pero todo se redujo a una pequeña y hnytsntrtsrazlfiesparLlcreerefiIp.exístewíadenquellos
_físíns, contoenlndees- OJ

nota, en la que aseguraba que "le habría llevado demasiado tiempo porque soilflecesnrílsparaohtenerm
fo-s, sístentadentntemátícas
satísfactorí0,
formarse una opinión crítica de las ideas" de nuestro protagonista, enelmísmo sentído
enquelos
cuerposfrsícoslo
sonparauflateoría
satísfnctoría
de s
pues "habían pasado más de dieciocho años desde sus últimos tra- fluestras sensíbles.
})ercePcíones Gódelargumenta que el propioRussell, I

bajos en lógica matemática". En la versión final del artículo, Gódel al enunciar el principio del círculo vicioso, suponía la existencia de (O
o)
estas totalidades, y que para construir una teoía sin clases había O)
aprovechaba al mismo tiempo para examinar Ia posición de Russell
en las dos introducciones a los Principia Mathematica y malizarla terminado considerando tantos objetos (incluso, sentencias de lon-
con sus propias ideas filosóficas. gitud infinita no numerable) como los que pretendía eliminar. El
168 169
rjl
o filósofoinglés,por su parte,había tomado la teoríade conjuntosco- cardinales infin!tos, de "la intuición teológica no se pueda postular la
U
mo apoyo a sus ideas,pues considerabaimposible que existiesela existencia de los ángeles". Incluso después de que Cohen probara la
l-J
o clasevacíay que los conjuntos de cardinal uno pudieran distinguir- independencia de la hipótesis del continuo, Gódel siguió buscando
.(u
t/l
se del único elementoque los compone.A pesarde que los objetos una solución al problema: a su juicio, los signos formales se referían
a los que se refiere la teoría de conjuntos transfinitano pertenecen a entidades abstractas, pero existentes, de modo que era razonable
ul
al mundo material, Gódel seguía sosteniendoque podemos tener preguntarse por la verdad de la conjetura de Cantor.

OJ una intuición matemática lo suficientementecompleta como para


E
erigir una teoría sobre ellos, y que Insparadojas
deIn teoríadeconjtmtos EstaactifidncgJttívú ltncíaIc teoríadeconlmftos deCnntor t hacín
\J ttl süt ei1modottlgunomásprcblenútítns lasmntemútícnsqueIn-s
ílusít'¡nes iLlmatel1íttiLa dela queesLutLl
clítsícs, gen¿ralízacíón núttral, no esde
1tt1y¡¡
bo
deIosseutído sp crn laJisíc
a. nítgun n otlo,sfucntlsaryl,utlresulfs tlon¿c esttrío
deut exatnen detalhdo
desusJundttnrcntos, sínoúniannente Lnhlc(tflseLLreilcía
de unacíetta

J Estaactitud se conoce en filosofíade lasrnatemáticascomo pla- concep sóficadelanaturabzadelasn atemáticas,
úón-filo quendmíte oltjetos
tonismo. Igual que Platón había postulado la existenciadel mundo tnatenátlcossóloenls nrcdítin enqLre seanínterpretables c0ffi0fiLrcstrils
c
OJ
de las ideas,del que los objetos cotidianoseran sólo pálido reflejo, pr\píüs cL)ttstrucd\nes0, al ffien\' stafl c|lilpletLlmentecJadls eil wta
Gódel creía que las verdadesmatemáticas son independientesde íntuícíónrnstemútícn. Parnquícnconsiderc quelosobietos matemátícos T
cualquieresfuerzohumano por construir sistemasformales,o des- exísteníndcpendientemente denuestrLts 1 dequeteflgqrnos
t otistruccíones l
cribirlasmediante axiomas y teoremas: mnsaIIádenttsotros seextíende índítidttnJntentetnt íutuícíón rleellosynmaquíenexln únícamente que l
wtmundoínmenso queexísteconhulependencía
delserlrunwn,rtquenlsllatÍes loscttnce?,trts
gcttergles mstetnntíco: semIo suJtríenteutente clsroscotno 3
un enígnaeillrffie) eterfll,Llufique
al menos
parcíslmenle
srcesíble
a nuesfra pt1r6cyeseanlscttpsces de reconocer su correccítin1 Ia t,erdad de los q
ínspeccíónTlensamíento.Esfrecuenteentre los matemáticoscreer que axíonnsqueles fincíernett, exíste,ffel,una-ftutdnmentacíón satísfactoría
-'
--+l
lo que se denomina grandilocuentementecreación no es más que de Ia teoríade loscotituttttsde Cantor ¿ntodan amplítud1 sígníjtado
(,
descubrimiento,"apuntesde nuestrasobservaciones",como decía orígínales.
Hardy;pero Gódel llevó esta postura hasta sus últimas consecuen- OJ

cias.Poreso le gustabamás la compañía de Einstein-que pensaba Entonces, como escribe Mosterín" "si los axiomas habituales
-+
que la físicaes sólo un medio para desvelaralgunosde los secretos de la teoría de conjuntos dejan esa pregunta sin respuesta, ello
de la realidad fÍsica objetiva- que la de los positivistasdel Círculo solo significa que esos axiomas son insuficientes y qlre en el futuro
de Viena,para quienes su üsión de la ciencia era poco menos que tendrán que ser completados con nuevos axiomas que permitan --+,
una herejíaimperdonable. decidir estas y otras cuestiones abiertas cie la matemática". OJ

H
U
El platonismo ontológico de Gódel ha sido criticado por otros 5

muchos autores: Charles Chihara, en La ontología y el principio En busca del Leibniz perdido
del círculo uicioso, argumenta en su contra que "uno no se siente O)
inclinado a creer en la existenciade fantasmassólo porque alguna Como demuestra un texto publicado tras su muerte, Gódel di- Ol

teoía de los fantasmasexija su existencia",y no ve razón alguna vidía las corrientes del pensamiento en la derecha, donde habría
para que, si de la intuición matemática se sigue la realidad de los que situar el espiritualismo, la teologíayla metafísica. y la izquierda,
170 17I
!

a
o cuyos mejores representantes son el escepticismo, el materialisrno seudónimo del "que agita la lanza" (spear-shaker), con el que lo
y el positiüsmo. Desde el Renacimiento, Ia historia de la filosofía conocían en latín algunos de sus contemporáneos. Del mismo mo-
{J

.(u había sido la historia del desplazanliento de la derecha a la izquier- do que Cantor creía que sus descubrimientos eran silenciados por
v) da, de la que sólo se habían salvado, durante mucho tiempo, las intereses geopolíticos,Gódel estaba seguro de que Leibniz hal,t't.rido
(u
matemáticas. La gran crisis de iundamentos no era, en opinión de plr suscdítores.Consiguió convencer a Mor-
sttbt'¡tefldt¡
sístentúficonunfe
tn
Gódel, razón suficiente para que se adoptara una üsión de izquier- genstern para que los dos microfilmaran sus manuscritos y deposi-
a) das de esta ciencia, pues ras paradojas de Ia teoría de conjuntos taran ulla copia en Princeton, a salvo de la intervención de manos
=
hthínn sítloyn resuckasdt rm rnorloc¡firyilcfL1firctxtc
sniísÍactorío enemigas. Para hacer más atractiva la idea, Gódel le contaba que
rü ) c¡sí oltyío
!ü'n (jLre
cuillquí(rt1 efití(fidtt
Ia por
tcorín. eso, había que poner el éníasis había encontrado varios estudios de Leibniz sobre la importancia
ó.0
preciso m el ttlfívtt fu ioscatmptoiy en hacer claros los significados, científica de la ieoría de iuegos, y que el filósofo alemán descubrió,
de un modo similar al que Leibniz había ideado para poner fin a ros tresciento.saños antes, las antinomias de la teoría de conjuntos, la
ro
--J errores del pensamiento. ley de la conservación de Ia energía y algunos de los paradigmas
más recientes sobre la resonancia del sonido.
u
o Gódel terminaba su artículo sobre
(-' Russellhablandode lacharacteristicauni_ Los problemas comenzaron cuando Morgenstern trató de en-
m
=
uersalisde Leibniz,que,-rr/lcllros rlctre(rsr6 contrar el catálogo de las obras de Leibniz: la única copia de la que rc

!,tl úbr as,


desnrr oll
ó este cúlcul o del
r nzon nntíett- se tenía noticia había sido depositada en la biblioteca de la Acade- -
f

to consíderableillmte, mia Nacional de Ciencias en 1908,pero no quedaba rastro de ella,


ñ
yertt espertia pul,lícarlo rD
r+
hnsfnquela semílla pudíese crterennreLrJirtil. e igual de infructuosas resultaron las pesquisasen la biblioteca del
=
Incluso, nos dice Gódel, llegóa e*ínwr el Congreso. Tras conseguir permiso de dos archivos de Hannover y
tiempo(cíncoaños)queseprecísnría parnclue París para fotografiar sus manuscritos, Morgenstern y Gódel se diri- n

unls pacoscíentrjcos \^
selrctos,lessrrollnran yt gieron a la Fundación Rockefeller para solicitar una subvención. De
ñ
cúlculohnstael extrentoder1ue'la hunnníáarl pronto, todo el mundo parecía interesarse por Leibniz: una empre- OJ

Ge o r g Ca n to r tuvíese úsuqltailce ufifiue1)o rip0deh$trLttn(nt0 sa alemana había pianeado realizar este mismo proyecto con fines
--h
qM lrnt:utrúrn
laupnri,!,,rd
di lo ,nrnr ltut¡t¡na comerciales, y Paul Schrecker, de la Universidad de Pennsylvania,
muchonús delo clueun ínstrtunentoóptícoha aunnntadttlLutiafttt,ísíóti. andaba a la caza de los textos. Aunque "el aparato necesario para
Gódel estabaconvencido de que Leibniz realmentehabía construi- editar la obra de Leibniz" se encontraba, en su opinión, en manos -+
do la enciclopediade ideasprimitivassobrelas que se asentabasu rusas, fire él quien finalmente completó la tarea. Mientras tanto, OJ

codificación.sin embargo, estosmanuscritosno habían salido a la Menger y Gódel comentaban el avance de las investigaciones:
luz a causa de una conspiraciónsecreta. N

-ZY quién podría tener interés en deshuir los manuscritos de Leib- I

La historia recuerda a otra protagonizadapor Cantor setenta niz?


años antes: este matemático aremán se había embarcado en una -Puesrfít chro:lrrs
c¡ue queelserhurnnn
noryieren sü músíntelígcnte
.
cruzada para mostrar ar mundo cómo Shakespeareera, en reali- -iPor qué no censurar, entonces, al irreverente librepensador Vol-
dad, el sabio ingrés FrancisBacon, que se había ocultado baio el taire?
1.72 173
,,!.

I
I
tn
o -ZAcasoalguien en el mundo se ha vuelto más inteligente
reyendo para convertirse en ciudadano estadounidense. Uno de los primeros I
U
a Voltaire?
+) obstáculos con los que tuvo que enfrentarse fue que, como Gódel
ó
.(U y Adele habían salido de Viena poco después de la anexión, pensa-
U Más adelante, Gódel pasó a interesarsepor Husserl y
r^ err sus ban que los Estados Unidos ya no reconocían a Austria como país
últimos años también sostuvola teoría de que, de haber pubricado
t/') independiente: así, al haberse registrado como alemanes, fueron
o todas las consecuenciasder empreo del método fenomenológico,
sospechosos durante mucho tiempo de simpatizar con el nazismo.
a el filósofoaremán habríasido asesinado.Estesíndrome
de la cons- Cuando en l947,.dgspués de que se aclararan los malentendidos,
piración sería,desde entonces,una constanteen la
üda de Gódel. Gódel pudo al fin nacio¡ralizarse, tuvo lugar una de las anécdotas
cuando fue inütado a pronunciar una conferencia con
motivo del más conocidas de la historia de nuestro protagcnista.
ho
.o congresosobre probremasmatemáticos en er que se cerebraba
el
bicentenariode la rundación de la universidad de princeton,
veía Como todos los solicitantes,Gódel debía dar cuenta de su co-
-: en los preparativospara su organizaciónclaras eüdencias
de un nccimiento de la legislación estadounidense en un examen sobre la
secretosólo comparable al proyecto Manhattan,y el hecho
(u de que Constituciór'r.Dada su altura intelectual, yteniendo en cuenta que el
c Ias actas no llegaran nunca a publicarse no hizo
sino confirmar juez era amigo de Einstein, la prueba podría haberse reducido a un
su idea de que algo se tramaba mientras las mejores TN
mentes del mero trámite, pero Gódel quiso prepararse a conciencia. Conforme f
instituto discutían.Aún así, aceptó participar en ia primera
sesión se acercaba el día, no pudo eütar confesarle a Morgenstern, que
del encuentro, donde ensalzó cómo el concepto de -
computabili_ acudiría, iunto a Einstein, de testigo, que acababa de encontrar res-
dad había permitido que, por primera vez, se definieran ñ
nociones quicios lógicos que hacían de la carta magna americana un sistema a
epistemológicastan interesantescomo Ia de qué es
dernostrabre inconsistente. Al principio, tal vez lVlorgensternse habría tomado la -
y qué no, con independenciade un lenguaje concreto.
Gódel pro_ noticia como otra extravagancia más, pero rápidamente compren-
ponía, en este caso, dos sugerencias "artamente -+
especurativas,,. dió que, ccn lo obstinado que era Gódel, en cuanto le dejaran ex-
relacionadascon Ia incorporaciónde axiomas de infinitud.
poner su descubrimiento peligraría la obtención de la nacionalidad.
ñ
Por tanto, Einstein y Morgenstern decidieron distraer a Gódel en la
medida de lo posible: antes de subiral coche, Einstein le preguntó si
Ciudadano Gódel +
estaba listo para su penúltimo examen - aímquetl.n
nurchopara elírhínrc,
$ferl-, y, después de esta pequeña broma macabra, contó historias (¡
En abril de 1940,tras la llegadade Gódera princeton,
er director de un cazador de autógrafos que lo perseguía. Al llegar al juzga-
del Institutode EstudiosAvanzadoshabía escrito ar cónsur
aremán do todo parecía estar bajo control, pero el juez Forman comenzó OJ
en Nueva York y al encargado de asuntos exieriores
de la embajada diciendo:
para solicitaruna prórrogade su permiso de saiida,que
caducabaa .F
finales de julio. Gódel intentabaseguir dos vías opuestas
de actua- -Usted tenía hastaahora la nacionalidadalemana.
F
I
ción: por un lado, pensando que podría acarrearieproblemas
con -Ferdc¡ne,señor,austríaca-corigió Gódel.
las autoridadesaremanas,al lregara ros Estadosunidos O)
había de- -Ah, ya, el maldito dictador.Afortunadamente,eso no es posibleen
clarado que no estabaentre sus intencionespedir la
nacionaridad; América.
pero' en cuantole renovaroner permiso de sarida,
inició los trámites -Al contrsrío-interrumpió Gódel-: iyo sé cómo!
i74
t75
úl
Viendo el desastre que se avecinaba, el juez, al que quizás desdeel príncípío[...]. una cosct
plr Afiúrícfi, sínorechnzttdo esclara:
hubiera advertido Einstein, trató de acallar a Gódel, que comenzaba bnjoel logan de "denocracitt"
Atnérícaestájugondo conIaguerrn.
.tJ

.(U
a exponer con pasión sus descubrimientos, y llevó el examen hacia
preguntas rutinarias: "'lhmpoco es necesario meterse en honduras". Más adelante se mostraría aún más pesimisla: vivitttttsenLfittttutl-
CJ
Hoy, la lógica déontica se ocupa precisamente de evitar que cuando do eil el Lfteel fill)entú) fltleveptr cíentl dclas cosasbellns-iu,:ron
destruídss
o se incorporan nuevas leyes a un código ciül surjan contradicciones ntíuffrsslsro;aban.Como muchos otros intelectuales, Gódel anhelaba
qJ o equívocos. Una semana más tarde, esta vez sin incidentes, Adele un cambio de gobierno, pero no apoyó a Stevenson, sino a Eisenho-
al
también obtuvo sus papeles. De la ceremonia posterior ambos se lver en las elecciones de 1952;Einstein iba proclamando: "ZSabéis?
ñ
rnarcharon con /n ídctt,lcqut la nncíc'tnllid
úd nucrícitnt, nl contrttríoi;uecnsí Gódel se har,rrelto loco: ihavotado a Eisenhower!".Aunque le preo-
.o tttdaslnsdt'nns,realnt'nfc sígníficolro
algo. cupaba la situación de Oriente Medio, en la que preveía un conflicto
de dimensiones mundiales, consideraba que era demasiado pronto
to
J Sin llegar en ningún caso a convertirse en un patriota, la na- para otra guerra y que el nuevo presidente, nlguíeufu losquesólollega
cionalidad americana aumentó el interés de Gódel por la política, al poder cnd¡ cím aio-<,haría todo lo posible para irnpedirlo. Como
u hasta el punto de que en una carta escrita a su madre en 1952 con- señala Dawson, en las cartas a su madre Gódel aparece, como en
Fn
fesaba que, durante dos meses, su preocupación por el estado ciel ningún otro sitio, inmerso en los asuntos cotidianos. Por esa época =
país le había impedido concentrarse en otra cosa. Lamentaba el había recuperado el gusto por la cultura de sus primeros años en -
plan de'liuman para promover la histeria anticomunista, y la caza Viena: iba a la ópera, frecuentaba los museos de arte moderno y l
f,
a)
de brujas del senador McCarthy -que había llegado a perseguir a leía a Gogol ,Zweig y Kafka, sus contemporáneos favoritos. a
r+
algunos científicos muy próximos, como Oppenheimer- y la carre-
=
ra armamentística le habían llevado a cuestionarse la moral de su Las noticias que Gódel recibía de su madre no eran esperanza-
-+
país. Estas opiniones las expresaba sin reparos en largas cartas a doras: aunque ella había sobreviüdo al nazismo, varios familiares
su madre, sin ser consciente de que el correo entre los Estados habían muerto en cámaras de gas, y el estado se había incauta-
ñ
UniCos y Austria estaba ügilado. No es de extrañar, entonces, que do de una parte considerable de la casa de Brno. Reestablecerel
el FBI tuviera conocimiento "para propósitos informativos" de dos contacto con la familia de Adele fue más difícil, y cuando al fin lo
-n
extractos de su correspondencia en los que al parecer había mani- consiguieron se enteraron de que su padre había muerto. Así las co-
festado una actitud procomunista. Gódel sólo escuchaba hablar de sas, Adele quiso viajar a Europa para cerciorarse de que su madre a
la defensa de la patria, el serücio militar obligatorio y la inflación, y estaba bien, y Gódel estuvo de acuerdo en que una üsita mejoraría +

estaba convencido de que ní en Ia mósne.qraAlemsní¡ deHítler Isscosns mucho el estado anímico de su mujer. Sin embargo, él se encon-
habíanestldo tsn tnll: traba muy a gusto en América , dondeIa genteesdíezvecesmósshnpálíca
Gódel (.o
;t todojmcí0flú mejor,y no tenía intenciones de acompañarla. .F
ts
siguió escribiendo a su madre una carta larga más o menos una
Eínsteín
alertóolmtntdodelospelígros debuscar Ltpazrearnántlose vez al mes: ie contaba sus nuevas investigaciones e incluía siempre ro
o ínthníd¡ncJonl adt,ersarí0.
Díioqueeste procedímíentl n0contlucírí¡
a algo de dinero para que pudiera seguir manteniéndose. El tono era, O)
Ittpaz,sínoa ln grerra,y estabaen lo cíerto.Esbíenssbidoqueel otro por lo general, muy relajado, salvo algunas incursiones de su madre
ntétodo(íntentarllegara ut ttarcrdoamístoso) ní síquíernJue
íntentado en el tema de la comida y la relación con Adele.
{ r"
". / o L77
1
¡/l
Gódel se sentía totalmente libre de discutir sobre religión con como sólo había hecho antes con el teorema de incompletitud o la
U
su madre, de modo que las cuatro cartas que se escribieron entre hipótesis del continuo. Morgenstern y Einsteirr procuraban ügilar-
+J
.cJ
el verano y el otoño de 1961 constituyen un documento imprescin- lo desde lejos y cenaban con él varias veces por semana, aunque
U
dible para entencler su posición. Con una mezcla del cristianismo durante algún tiempo, mientras ambos estaban de viaje, tuvo que
u
tradicional y de la fe decimonónica en el progreso, Gódel criticaba ser Gódel qulen cuidara de sí mismo. Sobreüvió, y finalmente pudo

o que la mayoúa de los filósofbs modernos entendiesen que su obli- pubiicar 'A remark about the relationship between relatiüty theory
u gación primera era sacar a Dios de las cabezas de la gente. Atmque and idealistic philosophy" ("Una observación sobre la relación entre
estamosiEos desercapaces
dedarb,tse
científicsals¡,ísíónteológícn
dclnrmdo,es la teoría de la relatiüdad con la filosofía idealista").
rE
injustificado sostener que nada de lo religioso es accesible median-
ho
.ñ te el entendimiento. Gódel creía que hayüda más allá de la muerte, Ltk't Ll( It)saspecflsmíts ínferesnnfes
tJela tcoría de ln relatívídadparn
esgrimiendo un argumento poco consistente para su formación de Lmaperslnú conínre,resesflosójccs en elhechode ryrcproporcíonótuttt
consísie
-: lógico: It cíencíttha nostrad.t ryrc Ia regularídnd7 el ordm prevttlecenso- t,ísíón nttvrt ) sorpr¿vfl¿,,tede Lt naturdlezadel tíempo, eseente místeríoso
lnscosas,así que el mundo está racionalmente organizado.
bre tc,das que,pLr 0tr6 larte, parececanstítuít'Lt bnse
/ tl|tnv¿¡¡t,nrntecctnfrsdicforío
OJ
Entonces, si no hubiera otra vida, no tendría sentido crear al ser del mwu,loI de nue*ra prlpía exístenri¿.Einstein había
de Iq exístencítt
humano, con todo su potencial de comprensión v desarrollo, para imaginado a un pasaiero subido en un tren de alta velocidad, y
fTl
=
que sólo pudiera conseguir tma de cndttcien costts
de lasqte escttpca.En se había preguntado si los sucesos que una persona situada junto -!

ese "paraíso intelectual" que imaginaba Gódel, el hombre seguiría al terraplén veía exactamente en el mismo lapso de tiempo eran -
:f
a)
recordando todo lo aprendido y accedeúa a nuevas verdades con también simultáneos para el üajero. Para Gódel, el punto crucial rD
r'¡
la misma claridad con la que se percibe que 2 x 2 = 4. de la teoría estaba en replantearse el significado absoluto de la o
simultaneidad: desde el momento en el que un observador, con =
las mismas pretensiones de validez que otro, puede asegurar que -n
Viajes en el tiempo A ocurrió antes que B, afirmaciones del tipo "los sucesos A y B
n
son simultáneos" pierden su objetiüdad. Esto lo consideraba una OJ

A finales de la primavera de 1946, cuando Gódel estaba termi- prueba inequívoca de que filósofos como Parménides y Kant habían
nando su artículo sobre la hipótesis del continuo para el Monthly, dado en la diana al rechazar la naturaleza objetiva del cambio y ei l
Schlipp Ie inütó de nuevo a colaborar con Ia "Biblioteca de filósofos tiempo: es el sujeto quien los pone. Hay en estas reflexiones una ñ
üvos", en este caso en un libro homenaje a Einstein con motivo extraña confusión entre la relatiüdad y la subjetiüdad del tiempo, -n
de su sexagésimo cumpleaños. Schlipp esperaba que escribiera'un pues, de la misma manera que las propiedades "de estar cerca" o
artículo informal sobre su amistad con é1,pero Gódel presentó una "ser menor" son relativas, pero no subjetivas, Einstein sólo había
sesuda reflexión sobre los nexos de la teoría de la relatividad con puesto de relieve la necesidad de referir las propiedades de un F
la filosofía idealista, qué retrasó varias veces la entrega del manus- objeto a un sistema de coordenadas. En particular, el tiempo de I

crito. Después de muchos trámites, Adele había conseguido üajar un suceso sería relativo a dónde se coloca el reloj que lo mide.
a Europa para reencontrarse con su madre y arreglar algunos pro- Sin embargo, introduciendo un sistema de referencia móvil, que
blemas del piso que todavía poseían en Viena. Durante los siete se desplaza con las galaxias, la relatividad general permitía que los
meses que permaneció allí, Gódel se sumergió en la relatiüdad, observadores sincronizasen sus relojes con un tiempo universal,
1.78 I/J
f;
cerca se encuentra.De repente,el universodejaba de ser estático,
r./l
que aparece como cuarta coordenada en la ecuación de la métrica
de tamaño fijo, como se había creído hastaentonces:no sólo se
LJ
de Lorentz:
P
.CJ expandía,sino que, cuanto más lejos estabauna galaxia,mayor era
\J
tn
cosnológícas de lnseancíttnes su velocidad de despedida.Dado que sus solucionespresentaban
CJ Ahora bíen,en todaslc¡ssolucíones
un universo estacionario,Gódel no podía pretenderque el modelo
gratitatorías(esdecír,en todr,slosuníversos posíbles) qnesecuk)cefl
cosmológico fuera real, pero el nertt hecho conlas
deIa compntíbílídacl
hastaelpresente,los tíempos localesdetodosestos obsat't
atlores
secncnjnn
Iryes e4loscpte
dalosLrnít'ersos
del¡ tnttu'aleza nopuede unlapso
exístít' objetít'o
.ti
O
eotunsalotíempo rmír,etsttl,
demotlo porlocyeplrcce,
ryrc, resuknposíble
E
cn
tnntbíén
susígníficrtdo
ie tíempoirrojnnlgodelt¡zsrrlrrc los ettlls
Ltnítttrsls
t
ro consírlerarestetíenrylcotnoel "verdsdeni,' qtrcdurn objetít,antene,
definírtn tienpoabsoluro.
cyrcseptrcrle
ntíenfrssryrclasdíscrepnncías en losrcsultadas cleInsnedídrtsdeotros
observstloresresl,':ctl
dc estctíew¡'o pueden cansídersrse conn Lebídas
rdatí'lonn reslectlql estado Lo que más llamó la atención de la cornunidadcientíficafue la
rE a la hlluencínqueejerceuntnoyíníento
J
medíodclmoyímíento deIs mstcrínsobrclosl1t'(lrcsosdemsiícíóny los existenciade líneasde tiempo cerradasen los Universosrotatorios
¡,
de nuestro protagonista.Hastala fecha, en todos los modelos cos-
f¿ ;n guw'nl.
procesosfísíros
rnológicosconocidos,si dos sucesosP y Q estabansituadossobre
a)
$ E
!a lTt
t,-
la misma línea del Universo,P precedía a Q, o bien P era anterior =
II En el cursode susinvestigaciones, Gódelse habíadado cuenta a Q, es decir, las trayectoriasno volvían a aproximarsea ninguno
-!

de que,en los modeloscosmológicosque satislacenlasecuaciones -


cle sus puntos precedentes.I-a inexistenciade bucles temporales f
a)
einstenianasdel campo graütatorio,la existenciade un "tiempo no es, sin embargo,consecuencianecesariade la relatividad;así, o
cósmico natural" era posible siempre que la materia no estuviese en el modelo cosmológicode Gódel,que satisfacelas ecuaciones -t

en rotación. Se propuso,por tanto, construir un nuevo Universoen del campo graütatorio igual que todos los demás, podíart encon-
el que el tiempo perdiera de una vez por todassu carácterabsoluto. --ñ
I trarse dos líneas de universo de tal forma que en una de eilas P
I' En el artículo "An example of a new type of cosmologicalsolutions fuera anterior a Q, y en la otra Q precediesea P. Estesorprendente ñ
to Einstein'sfield equationof graütation" ("Un ejemplo de un nuevo descubrimiento abría las puertas a los üaies en el tiempo, pues,
OJ

tipo de solucionescosmológicasa las ecuacioneseinstenianasdel como escribeel propio Gódel,"si en estosUniversoshacemosun


campo graütatorio"), publicado por la Reuieu,¡s of Modern Physics üaje de idea y r,ueltaen un cohete sobre una curva suficientemen- -
en 1949,Gódelpresentabaun espacio-tiempohomogéneo,pero no te amplia, es posibleviajar a cualquier regióndel pasado,presente 6

isotrópico (no igual en todas las direccionespara cada observador, o


y futuro, y volver, exactamente del mismo modo, como en otros --n
pues está sometido a una rotación de la materia), inñnito y con universoses posibleliajar a regionesdistantesdel espacio".A Eins- qJ

curvatura constante.No se trata, en cualquier caso, de un modelo tein, que pronto se interesó por las contribucionesde su amigo,
que pueda representar el mundo real, ya que no se observa el estas posibitidadesle habían hecho pensar durante mucho tiem- F
efecto Doppler que lo caracteriza.Estudiandolas distanciasentre po; por eso, quería saber hasta qué punto los üaies en el tiempo
galaxias,Hubble se dio cuenta en 1929de que en los espectrosde tendrían consecuenciaspara el universo real. La primera paradoja
la mayoría se observaba el desplazamientoal rojo característico que siempre se plantea es una versión modemizada del mito de
de las fuentesde luz que se alejan, el mismo fenómeno por el que Edipo: así las cosas,un üajero en el tiempo podría remontarsea
escuchamosmás agudoel tono de una sirenade policía cuantomás la infancia de su padre y matarlo, tal vez por accidente,sin intuir
180 181
LA
el futuro de su rostro, antes de que lo hubieran concebido. Esfas Gódel habló ante el Congreso Internacional de Matemáticos, cele-
U
contradíccíones
y ctrassímílares-dice Góde l- parn probor In hnposíbílídadde brado en Cambridge (Massachussets), donde presentó sus nuevos
+)
o_ It¡sunhtersosenconsíderacíón
presLrplfienqueesrealnentelrrqúícnbleel víajede
.(J resultados, "Rotating universes in general relativity theory" ("Uni-
(J
uno mísmon su pasado.La energía que sería necesaria para alcanzar versos rotatorios en la teoría general de la relatividad"), en los que
u
unavelocidad de al menos 212.000kilómetros por segundo "supera ya no hay líneas cerradas ni son posibles los viajes en el tiempo. En
t/)
en mucho cualquier magnitud que pueda esperarse nunca que sea el público había centenares de personas, y Gódel recibió muchos
una posibilidad práctica". aplausos antes y después, pero echaba en falta que sólo el diez por
15

rU ciento de los asistentes ünieran del extranjero. Circularon otra vez


U Gódel se tornó tan en serio las nuevas soluciones a la ecuación rumores de que había conseguido demostrar la independencia de
bD
de Einstein, que descendió por una vez de la torre de ma,rfil de la hipótesis del continuo, pero que nc quería publicar sus resulta-
su razón pura en busca de datos empíricos con los que apoyar su dos. En su lugar, Gódel dio a la imprenta sus nuevas soluciones de
J modelo. Según cuenta el físico John A¡chibald Wheeter, "Gódel, al ias ecuaciones einstenianas en un artículo un tanto enigmático en
que teníamos por el matemático entre los matemáticos, había co-
el que muchas de las propiedades se presentan sin demostración.
(u
o gido una regia, había calculado los ángulos y, tras confeccionar una
Poco después, deió de interesarse por la cosmología.
tabla estadística con esos valores, había concluido que, teniendo m
:l
en cuenta el margen de error estadístico, no existía un sentido de
rotación preferido por las galaxias". Como Gódel escribe en una Un intervalo de racionalidad
f,
carta a su madre, estos problemas habían hecho que liberase su a\
m
mente de cualquier otra preocupación. Tal vez hubiera preferido r+
Tras la urelta de Adele, ambos se establecieron en una ruti-
trabajar menos horas diarias, pero le resultaba imposible: cuando na acogedora: los domingos no se levantaban hasta el mediodía, :
iba a ver una película o escuchaba Ia radio, Iohacíasóloconnedio ttído. desayunaban juntos, y luego Gódel pasaba el resto de la tarde le-
Mientras algunos autores han puesto en duda la importancia cle la yendo el Netu York Times. Odiaba las comedias, pero le gustaban
obra cosmológica de Gódel, para otros sus brillantes ideas repre- n
las películas de Disney, sobre todo Bambi y Bloncanieues, y solían OJ

sentan un punto de inflexión en el desarrollo de asuntos centrales ir juntos al cine. Por fin |os malos aires parecían haberse esfumado
de la relatividad moderna. de su üda: cuando Morgenstern cenó con él a principios de 1947lo -+

encontró muy delgado todavía pero de excelente humor. Se había


a
El 7 de mayo de 1949 Gódel dio una charla sobre sus descu- dado cuenta de que "nadie vive el tiempo suficiente para hacerlo o
--+,
brimientos en el Instituto de Estudios Avanzados. Durante días, sus todo", pero continuaba irabajando en un problema de ecuaciones OJ
palabras se conürtieron en la comidilla del nutrido público: aun- diofánticas muy en relación con su primer teorema de incompleti-
que todo el mundo conocía su amistad con Einstein, "nadie podía tud.
F
sospechar que Gódel supiese tanta física". Como ya había ocurri-
do con el teorema de incompletitud, pronto se publicó un artículo Una ecuación diofántica -bautizada así en honor al matemático
Ol
en los Proceedings of the National Acodemy of Sciences cuyos au- Diofanto de Alejandía- es un tipo particular de ecuación algebrai-
tofes refutaban los cálculos de Gódel, aunque más tarde se com- ca de la que sólo interesan sus soluciones enteras. Por ejemplo,
probó que todo se debía a un malentendido. En agosto de 1950, f + yt = 23, que no tiene soluciones enteras distintas de la triüal, o
1.82
r_83
I
'.4,
i t'rl
2x+3y = 1, que satisfacentodos los pares de la forma (2+3), -l-2^),
¡ \J
ir
] sin más que dar a 2 valores enteros arbitrarios. En general, una ecua-
+J

.(u ción diofántica de incógnitas xt,x2, ...,x,', puede escribirse de la


i,
(-] forma Q(x' . . .xn) = 0. Así, es posible hablar sobre las soluciones de
t^
u

una ecuación diofántica introduciendo un prefijo de cuantificadores
existenciales y universales a su expresión general. Si quisiéramos
qJ decir que ninguna n-tupla de numeros enteros satisfacela ecuación,
$, pod e mo s e s c ri b i r = 0), y, para señal ar
-l x r...-l x r(Q (xt...xn)
tr
fti
rg
(J que la existencia de soluciones es independiente del valor que to-
i{
.t t
t.r m e l a p ri m e ra i n c ó g n i ta ,Y x 1 a x2...l xr(Q(x, ..-xn) = 0). Gódel se
r{ dio cuenta de la analogía entre las ecuaciones diofánticas y el modo
{,-r
'*
J
rE
en que se habían definido las relaciones recursivas primitivas. Re-
c or d e m o s q u e c i e rta sfó rm u l a s, de números de Gódel x¡ ,x2, ...,X n,
K urt
en su c as a de 1a c al 1e
y A del e
Li nden
Gódel "
Lane de P ri nc eton
¡
:! u verifican estas relaciones si existe una función recursiva primitiva tal
que /(x1 ' . . xn) = 0, de modo que cabía esperar que la sentencia in-
gustaba el barrio, demasiado lejos como para carninar hasta el IAS T
decidible 17 Genr tuviera un correlato diofántico. En 1934,después
y las tiendas. Después de que se rrrudaran,en septiembre cle 1949, 3
de consideraciones muy técnicas, Gódel había llegado a la conclu-
todos los visitantes coincidían respecto a la pésima decoración: a ]
-T sión de que *ístewnlrLv0sícíóns0brelsssolt¡cíonesdt
ttn¡enracióndíoinntica
d Adele le gustaban los candelabros y había puesto un flamenco de 3
c!rcn0 esdtcídíbleennu¿strosísfemn_fortnrtl.
Puedeprobarsequeesdecídíhle
end
ü'd plástico rosa en el jardincito de la entrada. Pero era un lugar en el q
tíytoínnedíatnmentesíguiente,perocntonceslM)utrünuevaa¡rnarión qrrcil()es
que Gódel podía investigar sin sentirse molestado.
decídíble
íncluslenesetípl,)nsísucesívametfs.
No existe una teoría comple- -o
ta del análisis diofántico, como vendría a confirmar Ia solución ne-
Tras un largo intervalo de buena salud y racionalidad, la si- :
gativa al décimo problema de la lista de Hilbert (determinar si existe ar
tuación empeoró considerablemente. En febrero de l95l Gódel
un algoritmo que decida si una ecuación diofántica arbitraria tiene
sufri óunahem or r agia'Com oConSeCUenCiadeunaúlcer adeduo. <
solución), que obtuvo el matemático ruso Yuri Matijaseüch en 1970. l
deno, que lo mantuvo varios días al borde de la muerte; en el
hospital llegó a dictarle un testamento a Morgenstern. Por suerte, í
Las constantes mudanzas de los Gódel terminaron cuandoAde-
Gódel consiguió recuperarse y, de vuelta a casa,Adele lo mimó más 3
le encontró la casa de sus sueños, que acababa de salir a la venta en
que nunca. En los meses posteriores, como él mismo confesaba, J'
el 129 de Linden Lane. Era un bungalow con todas las comodida-
huevos,leche y comidas de
se olintntó 1'ríncípalnentedc mantequíIlr7, ;
des modernas: situado en una calle tranquila, con un salón grande
bebé. l'enía prohibidas las sopas, el pan tiemo y la fruta ftesca, E
y chimenea. Su precio era mucho mayor del que podían permitirse,
pero, a pesar de las limitaciones de su dieta, su aspecto había me-
pero Adele estaba tan decidida a comprarlo a cualquier precio, que I
jorado. Para animarlo, Oppenheimer pensó en proponerlo como H
lo hicieron endeudándose de por vida, gracias a la ayuda de Oppen-
candidato para la primera edición del premio Einstein,que se con- E
heimer, por entonces director del Instituto, que pensaba que la casa
cedería, a partir de entonces, cada tres años. Gódel no sólo era la
merecía la pena. De distinta opinión era Morgenstern, al que no le
persona indicada por su amistad con el físico y sus trabajos más
L84 185
LN
recientes de cosmología, sino que la concesión del premio vendría Gódel considerabaque, se adopte el punto de üsta filosóficoque se
L)
a reparar la falta de reconocimiento público por sus teoremas de adopte,la inexhaustibilidadde los sistemasformalestermina siem-
1-)

.oJ
incompletitud, y los quince mil dólares de dotación le ayr-rdaríana pre apareciendo.Reflexionabatambién sobre las relacionesde su
\J
r¡ hacer frente a las facturas médicas. El resto de los miembros del obra con el conocimientode la mente humana, en la línea de otros
0.,
comité (Von Neumann, Hermann Weyl y el propio Einstein) estaban autores que habían üsto en los teoremas de incompletitud el fin
v)
también entusiasmados con la propuesta, pero ya habían decidido del mecanicismo. Gódel estabaseguro de que tl trabajodela mcnte
(U concedérselo a Julian Schwinger, un físico y matemático de Har- hurn,a nopueJeserreducídtt nl delcerebro,
r1ueenaparítncío de toclos
esrmct
vard que recibiría el Nobel algunos años después, y lo sabía uno mítc1uíttct-finíttt,
aunque sus argumentosno eran de tipo matemático,
.E
de los patronos de la fundación. Finalmente, el jurado decidió que sino filosóñco. Gódel aprovechóde nuevo para criticar a quienes
ho ambos compartirían el premio, y, mientras se recuperaba, Gódel sosteníanque las matemáticas eran de nuestra entera creación,
.o
recibió con euforia la noticia: aunque era casi alérgico a las cere- pues, en ese caso,seríadíflcílnente concebíble
c\ue
algutios deítn-
ñ 1;robleina
J monias. su trabajo por fin había sido valorado en su justa medida. portnncíalletarttntqiltotíeffiplsínsttlucíón.
Él seguíasiendo un platónico
Durante el acto público, Oppenheimer alabó la obra de Schwinger, convencido:-losobjetos t hechos matemcttícos
exíst*tobjetír,antentc
7 conín-
CJ
yVon Neumann dijo aquello de que los teoremas de incompletitud depcndencia demrestrls acflsy decísíttnes
mentales;,forman
unarenlídatd ohietíva
:o
(9 "podúan siempre diüsarse desde remotas distancias en el espacio nryeríorqtrcnopodemos crearní ctunbísr,
sínosólopercíbír
y tlescríbít
. tTl
f
y en el tiempo". En medio del ambiente festivo, Einstein entregó la.s
rnedallas:"Ésta,querido amigo, es para ti: iaunque no la necesites!". -
5
Junto a una tumba abierta lf
a
Pero Gódel sí la necesitaba. Éste fue el comienzo de una cadena
Cuando Gódel fue nombrado, por fin, profesor del Institutode =
sin fin de reconocimientos, como su incorporación a la Academia
Nacional de Ciencias y la London Mathematical Society, o los doc- EstudiosAvanzados,ya habíacomenzadosu retilo de las matemáti- -+

torados honoris causo por las universidades de Yale y Harvard. De cas: despuésde la conferenciaGibbs,no dio ningún seminario,y (n

a)
pronto, Gódel no veía con tan malos ojos salir de Princeton, e incluso tampoco asistíaa las clasesde otros profesores(Br ni t ídahedírísído OJ

volvió a tener la idea de üajar a Europa para buscar los manuscri- uil semínnrí0,
,v tSufiplitt tdrdtetnpe:ttr !1./0siitt(LtetÉa
) nueve.No so1 bimo
tos de Leibniz y hacerle una visita a su madre, a la que llevaba efiesús
cL)sús
detodosntttdos. \[ntcn t,o1a it''n-ferencías
porcluetengodíjutltctdes
sin ver once años. Se escribieron muchas cartas durante el verano, pnrnsryuírlas,aLtilque
cü.tlzcübíen el tetnadelcyerratnn).Gódel dejó sin o
a
pero cuando llegó septiembre, para la desesperación de su madre, terminar un ensayo,en el que refutabala idea de Carnap de que
Gódel no se encontraba con fuerzas; además, lo habían invitado a las matemáticasson sintaxisdel lenguaje,para la misma colección -
AJ

dar una charla ante la American Mathematical Society en diciembre en la que ya se habían publicado sus reflexionessobre la lógica
ts
de ese año. Se trataba de la prestigiosa conferencia Gibbs, uno de de Russelly la filosofíade la relatiüdad. Todo su trabajo se redujo
N

los puntos centrales de la reunión de Ia sociedad, y Gódel era el durante mucho tiempo a revisarartículosanterioreso superüsar la
primer lógico de la historia al que se le ofrecía tal honor. En "So- traducciónal inglésde sus textosalemanes.En cuanto a las labores P

me basic theorems on the foundations of mathematics and their administrativasdel instituto,tenía que encargarsesobre todo de la
philosophical implications" ("Algunos teoremas básicos sobre los selección de los lógicos que serían inütados cada curso. Sus co_
fundamentos de las matemáticas y sus implicaciones filosóficas"), legas pronto le cedieron completa autoridad,para evitar las largas
tób TB7
esas mismas fechas, Von Neumann se encontraba en un estado ter-
deliberacionesy las llamadas telefónicasa horas intempestivas.A
minal, pues había subestimado siempre los peligros de los ensayos
L)
finales de 1954,Gódel sufrió una depresiónmás fuerte, que le hizo
P nucleares para la salud humana: se exponía al menos una vez al
o
.(u creer que moriría de un ataque al corazón'
U año, en el laboratorio cle los Álamos, a intensas radiaciones y acudía
q)
La rnuerte, en un intervalo relativamentebreve, de tres de sus también a contemplar las pruebas de la bomba atómica. En agosio
(n
o mejores amigos (Einstein,Von Neumann y Veblen) no contribuyóa de 1956 le detectaron un cáncer de huesos en el hombro y, aunque

a
mejorar su estado.La que más le impactó fue la de Einstein,en trataba de sobrellevarlo con su habitual humor, en noüembre ya no
podía moverse de una silla de ruedas. El deterioro fue tan implaca-
o
abril de 1955.A diferencia del resto de la comunidad científica,
rg ble que é1,que siempre había sido ateo, buscó refugio en la religión
U Gódel no sabía nada de los problemas de circulación de Einstein,
b.o tíc tacensuhfierittr,pues lo había visto
que ll*aht w.rildlLlftttiLh¡cíendr, católica: el cáncer le colapsó Ia meirte, pasaba las noches dando
.o
trabajandoy defendiendo con ahínco sus ideas políticas hasta el gritos de terror, y así murió en febrero de 1957,con sólo cincuenta
ro
mismísimomomento en el que su reloj quiso pararse.Gódel deió de y tres años.

comer y durante más de una semana no pudo conciliar el sueño;


CJ se levantabasobresaltadopor extrañascoincidencias:i'n esau'íoso En lugar de encerrarseen sÍ mis-
rTl
ytceJíers
cxdctLTmsnfe delvigtsímo
cLltücedíttsdespttés mo, Gódelentabló amistadcon otros =
(-' qtrelam¡ertedeEirisfeí;t
,h Infwdadór delInstítuto? Por entonces escribe a su matemáticos,como Kreisely Bernays, -p
qtintoanít,ersarítt
que, despuésde su expulsiónde la -
madre: =
IJniversidadde Góttingen,no había al
ñ
Ln nutertetle Eínsteínrne lm causttdo, desdeluego,tuttt etklrffie encontrado un puesto fijo. La obra -
EstasúItínwsSe,naflas,
r:nabsolttto. de Bernaysy la de Gódel teníanmu-
ímpresíón, Ilu$||0 mela espernba -+
píecísanen\e,,lnbalaseflsacíó,deestarct¡nto m roble.EnIamedinhors chos puntos en común; por eso, le
o
al mísmotíent¡ttt, gustó recibir un artículoque Gódel
qtrecamíníúafins íut1t|shastaellfistítufT,charlando ñ
io mostrctbneImenorsinfoma defatíga' cLtmlleoou'ríera ltras
flLtchrls escribió para un número homenaje OJ

A dete Gode.l
yeces. personal,
Ello estríctantente heperdídofiruchísín1 i1flsumlrcrte, de la reüsta Dialéctica,en cuya fun-
en 1957
encuefltaque efi últhnos
sLts estulo
tlírts qún nús dación había intervenido. En el pri-
sobretodoteníendo
la ímpresíón mer texto que escribíaen alemán desde su exilio, Gódelplanteaba
sínpatíco connúgo deloquehnbía estado ) med.qbo
ntffictt, (.fl

que
C,qurr* nrortrirsenós exlr,verfí10-Hai querercn,cer .síenprefhe el estado de las pruebasde consistenciacasi treinta años después +

baín,,t,reservLldt.Ní quedacírtíenequemí estqLlo dessludltavuelÍoa del segundoteoremade incompletitud."Uber eine bishernoch ni- OJ

enrl,e0r6restaítfuinasena¡a,sobretodopor lo querespecta a!sueñoStel cht benútzeErweiterungdes finiten Standpunktes"("Sobreuna am-


ts

apitíto.peroenufl p{v fls 66q5i¿tnes h¿tonndoutl p,tefitesonmílbro 7, pliación todavíano utilizadadel punto de üsta finitario") comienza 5
F
parece
ntúlqLtebíen, quevlj reatperartdo elcontrol' exponiendo algunosrasgosde las demostracionesfinitarias(*ilo se
ts
nosyernite hablnrtleol:_ittosnntentútícls
enlnndíds enqrepodetnosseñalarlos
Mástarde,Gódel ayudó a ordenarlos papelesque el físicohabía oproducírlos efectit
antente y
unl c0t6fruccíón),luego
ntedírtnte propone el
dejado en su despacho,y en el acto conmemorativo celebrado en uso del concepto de función computable para traspasarel marco
plf prítnerat,ezdoshorascotl'ryletns
su honor úguantó 7 Hn1dn.Por
deBach restringidode Hilbert.
188 189
(n
Aunque, después del fin de la Segunda Guerra Mundial, Adele
(J
üajó en varias ocasiones a Europa para üsitar a su familia, Gódel ya
P

.cJ
no volvería a moverse de Princeton, y tuvo que ser su madre qrrien
U
(¡ lo fuera a ver. En 1958 Gódel le sugirió la posibilidad de que üajara a
u
América junto con la hermana de Morgenstern, pero finalmente fue
(/)
Rudolf quien la acompañó. Por aquellas fechas, la madre de Adele,
u que empezaba a tener síntomas de demencia senil, üvía con ellos
E
en la casa, pero Gódel les buscó alojamiento en un hotel cercano.
ac
(J El reencuentro fue tan agradable que su madre regresó otras tres

.o veces, una cada dos años. Tras la última üsita a Princeton su sa-

rtr
lud empeoró a marchas forzadas: en julio de 1964 se rompió un unamente
J brazo en una caída y, rnientras se recuperaba, sufrió un ataque al
corazón. Tuvo que permanecer en cama durante meses, hasta que
10 il, 3 i: ; ; , 3 ;
a)
los médicos le diagnosticat'on una angina de pecho. Gódel trataba
(, de tranquilizarla a su manera: le escribía asegurándole que sólo
era una afección nerüosa, de la que se recuperaría antes de que
pudiera darse cuenta, y la animaba a tener pensamientos alegres.
Estuvo de acuerdo en compartir los costes del tratamiento con su Aurrque nunca había sido muy sociable, en los últimos años de
hermano Rudolf, pero nunca pensó en üajar a Europa, aunque Io su üda Gódel se aisló de todo el mundo; salvo Oskar Morgenstern,
m
hubiera tenido muy fácil, ya que Adele veraneó allí en 1965 y 1966. sus amigos habían muerto, y el instituto trasladó su oficina a la nue-
Precisamente se encontraba en Viena cuando su suegra murió, el va biblioteca, separada del resto de despachos. Amparándose en ñ
o.)
23 de julio de 1966, a los ochenta y seis años. Adele asistió al entie- su estado de salud, Gódel rechazaba cualquier inütación que le (¡
rro en representación de Gódel y, como resultado del mal tiempo, obligase a clejar Princeton por un día: no quiso asistir al homenaje
o_
volüó con una bronquitis. Gódel renunció a su parte de la heren- de la Universidad de Viena, ni a un gran encuentro sobre teoría
c
cia; más tarde, ante los reproches de su hermano por no haber axiomática de conjuntos. La mayor parte de sus colegas eütaron
Oi
acudido al entierro, se defendería con frialdad: ¿Plr qu¿dabcríshtth¿r presenciar sus crisis, primero intermitentes, y crónicas desde el
I
otoño de 1975. Como en los dos episodios anteriores, Gódel sufría a
pennanecído a una tunlbaabíerta?
baiolalluvía dtrante una hora-1unto
(+
ataques paranoicos de hipocondría, pero Adele ya no se encontraba rD
en condiciones de calmar sus miedos. Ella misma había tenido que
ts
retirarse de escena poco a poco, aquejada de hipertensión y artritis.
-*J
Durante un üaje por Italia sufrió una apoplejía que la obligó a re- I

gresar inmediatamente desde Nápoles; unos meses después Gódel \o


\
creía que sólo le faltaba recuperar su espíritu de aventura, pero,
cuando Morgenstern celebró con ellos los sesenta años de Gódel,
la situación que se encontró fue bien diferente. En 1968 Adele fue
t_90 r .91
(./)
obsesionadocon su enfermedad: estabaclaro que no sobreüüría
(.)
mucho tiempo si no lo alimentaban intravenosamente.En abril de
P
o_
.qJ 1970Gódel lo llamó de nuevo, convencidode que estabasiendo
(J
u) vigiladoy de que entrabanen su habitaciónpara ponerle inyeccio-
a)

nes contra su voluntad. Sí fircrssun t,erdadero
amíqontetrrcríascínnuro
-le dijo.
u
E
Esta nueva crisis era la peor desde 1936,pero Gódel consi-
rE
guió recuperarse-gracias a alguna droga psicoactiva-con mayor
hD
.o rapidezque de las anteriores.Duranteel veranoganó pesoyvolvió a
trabajaral instituto,y cuando Morgensternlo visitó en su despacho
rU
.J estaba"efervescente", ansiosopor comentarsusriltimosdescubri-
mientos. Durantelos tres años siguientesla salud de Gódelfue ex-
qJ
o traordinariamentebuena: Oskarlo encontraba"lleno de üda", y los
:o Kurt Gódet
L9 dos teníanlarguísimasconversacionessobrematemáticas,filosofía
o religión.Al hablarcon é1,Morgensternentrabaen "otro mundo",
hospitalizada, y Gódel sufrió un ataque depresivo; a ella le resultaba con sus particularesinterpretacionesde la guerra de Vietnam o el
muy difícil moverse yya no tenía la energía necesaria para controlar programa espacial,que lo entusiasmaba.Gódel continuó añadien-
la alimentación de su marido. do posdatas a sus artículos y revisando la traducción inglesa de
TN
"Sobre rrna ampliación todavía no utilizadadel punio de üsta fini-
Mientras tanto, Gódel üúa algunas rachas de normalidad. Pasó tario". Una de las notas a pie de página crecía peligrosamente,y, ñ
OJ
muchas horas con Morgenstern después de que operaran al econo- poco antesdel plazo de entregaestipulado,Gódeldecidió cambiar t

mista de un cáncer de próstata, y solía interesarse por su hijo, que todo el sistemade deducciones.Comenzótambién a trabajarsobre
estudiaba matemáticas en Princeton; hablaban sobre economía, dos asuntosque considerabade exfrnordíilaríaunportonda: la forma- a
c
y Oskar lo encontraba "especialmente encantadcr". Sin embargo, lización del argumentoontológico de san Anselmoy el hallazgode =
OJ
en enero de 1970 tuvo que llevarlo al hospital: Gódel estaba segu- la potencia real del continuo. =
a
ro de haber sufrido un ataque al corazón, y pronto mostró sínto-
r+
mas de paranoia. Pensaba que los doctores no le administraban los Gódelcreíaque, introduciendolospostuladosprecisos,podrían a

medicamentos indicados y que alguien cambiaba cada noche las explicarseconceptosmetafísicoscomo Dios o alma que el Círcu-
descripciones de su enfermedad en los libros de consulta. Dos días lo de Viena había rechazado de raíz; pero se resistíaa publicar O)
después le contó por teléfono que estaba bajo un hechizo hipnótico; sus resultadospor miedo a que lo confundiesencon un creyente: I

era consciente de su debilidad, pero no la atribuía a la desnutrición, como cuando se interesó por Ios fantasmasy los médium, sólo (.o
!
sino a la libertad que le daba el instituto, donde no tenía que dar quería mostrar que la prueba ontológicapuede llevarsea cabo en
clase ni organizar seminarios. En su siguiente visita, Morgenstern lo el seno de la lógica formal. En mayo de 1970le envío a Tarskiun
describe como un "cadáver üüente", presa de las alucinaciones y manuscrito titulado "Some Considerationsleading to the Probable
192 t_93
is lJz" ("Algunas Entre l97l y 1972sólo compartió sus pensamientoscon Mor-
Ll')
conclusion that the True Power of the continuum
U probable de que la genstern y Hao Wang, un profesor entonces en la Universidad
consideraciones que conducen a la conclusión
üsto Rockefeller.Wang se desplazabaa Princeton cada dos semanas
potencia verdadera del continuo sea H2") para que le diera el
P

.qJ
Academy para charlar con Gódel y tomar nota de sus opiniones,que luego
\l

bueno antes de enüarló alos Proceedings of the National
u diseminaría en De las matemáticos a la filosofía, Un uiaje lógico:
of s c i e n c e s .E n s e g u i d a Se e n c o n traronerroresfatal esensurazona-
!n que la hipótesis de de Gódel a la frlosofía y Reflexionessobre Kurt Gódel, uno de los
miento, y Gódel siguió repasándolo' seguro de
úxi|tnas rú:01111' retratosclave para entendersus últimos años.En estasobras se ve
c.J
cantor era falsa: corregía su demostración, añadía
publicación de mejor que en ningúnsitio su tendencianaturala la introspección:
blesalateoría de conjuntos y anunciaba la pronta
ñ razón' de que como sanAgustín,Gódelsosteníaque la verdadhabitaen el interior
sus ideas. Pero él rnismo estaba convencido, y con
que Se hubiera del hombre y que es allí donde tenemos que buscarla:
bo sus resultados eran inCorrectos; ademáS, una vez ljlrú ay,renltr
ftndttn sutítJo'
jubilado, nhryunnprthlit¡ciótt t¡trts
elttrtedel¡íntrL)spcccíón,htw
qrcsahe r cluéísnttrttr.
una de rasfuncionesde
fa filosofíaes, precisamente,gúr nin ínvestígacíón cíentíficn,porque /os
rnattmátícos r ecluh"ocan.
Así,los stcultradícen
Ltosítit,ísfLrs nsínísmos alhablar
u Exilio intelectual tlelaíntroslteccíón,
queil(1rercnlrcilc0nr0 üperíencía. síneml;argo, elconcepfo
cieconjwffon0 selbúefiecomactbstraccítin delctexp¿yls¡1¡iíI. Gódel nunca
M i e n tra s G ó d e l s e e n c e rra b aensími smo,enel i nsti tutocrecían dejó de sostenerque /n-tcostts dtbenreducírse n lasídcns platónícns, pero
Rebecca no estaba muy segurode en qué momento deben mostrarsepor
los rumores sobre qué hacía con su tiempo libre' Según
Goldstein, un grupo de doctorandos se teunía una vez a la sema- primera vez las verdadesmatemáticas.En el pasado,las conside-
contaba racionesabstractasse introducíandemasiadotarde,pero la nueva
na para poner en común sus pesquisas: entonces, alguien
que rn
en latín, y otro todos pedagogía-creía Gódel- las habíaadelantadoen exceso,pLrqlteun|
que lo había üsto leyendo poesía erótica
manos. Ya tiene:¡uesoheralg.mas
los libros sobre Leibniz de la biblioteca estaban en sus mafeffiátícss
antesdenprecíar el vitlory iabelleza: ñ
que lo OJ
sólo se comunicaba por teléfono: pedía a sus compañeros ú
o
a Menger
llamasen en lugar de ir a üsitarlo, y una vez le preguntó Lo tlue delt mstñorsees d t,erilotlcran¡ffife asontbrosonútnero a_
a
qué había sido del algebrista Emil Artin, cuyo despacho estatra de tcorernas símyles )rno tt'itittles qtrc
)trelacíones prevalecen
en lns o
c
m e n o s d e c i e n me tro s d e l s u y o .A unquesi gui óobteni endoresul ta' ftffttctlt(iticas
[...]. Eu mí opíníón, cstgpropídaddelasnntentitícits f
AJ
desdén;
dos interesantes, temía que sus ideas fuesen recibidas con refle_in
clenlgímmodoel orden2 h regularLlad quepretalecenen el
=
pe n s a b a q u e e l p o s i ti ü s mo d e s u j uventudenV i enai nvadíaaho- mwtdoü1ter0, queesnruchísínttt mayr delo quelepnrecenl obscrt,sdor .D

Harvard (+
ra la enseñanza americarra. Así, cuando la universidad de *perjcíal. fi

william James,
le inütó a pronunciar las prestigiosas conferencias
(o
rechazlla propuesta porque consideraba que sus departamentos Duranteel año siguienteGódel fue mucho más sociable:quiso
Después de aceptar la publicación de un recibir el doctoradohonoris causo por la universidadRockefeiler, !
eran den"tasíado enrpírístns.
y lo co-
nuevo artículo, cambiaba varias veces de opinión al día se que se lo concedió a instanciasde Hao Wang,y una semana des- (o
\
prematuramente pués de la ceremoniainterüno en un acto de homenajea Von Neu-
municaba a sus editores. Gódel creía que exponer
s u s i d e a s ,a n te s d e c o m p l e ta rtodosl osrazonami entos,eradarl es mann, en el que preguntósiI al algo
depnradAjko
enlaídeademanúcluina
un trato injusto, lo cual reafirma su arraigado platonismo' quecüxlzcúsupf0pí0pflgra,nacoffipletúmente
. En ese momento, Gódel
L94 195
en contra' "Esto cayó tan mal en el departamento que se
Vl
decidió,
U unánimemente, que en lo sucesivo la lógica se trataría por
separa_
+J
o
do". Algo similar vorüó a ocurrir años más tarde, en un caso
\qJ
cuya
onda expansiva sacudió incluso a ros periódicos. Er nuevo
director
a del IAS había propuesto construir una facultad de ciencias
sociales,
lo y muchos científicos desenterraron el hacha de guerra.
-o El primer
nombramiento fue aceptado, pero cuando se propuso ra incorpora-
CJ
c ción de Robert Bellah, un sociólogo de las religiones, comenzaron
.U las disputas: "Muchos de nosotros -decía un matemático-
nos he_
on mos molestado en leer su insignificante obra. He üsto candidatos
,o
Gó d e 1 ju n to a H ao Wang- flojos, pero jamás había tenido la se'sación de estar perdiendo
el
au tiempo tan miserablemente". En la reunión Gódel habría
.J tomado
propusiese la palabra para pedir que se rristinguiese entre h í,fruencíny l0 yer-
necesitaba más que nunca un grupo de amigos que le
de dad ob-ietíva
de las ideas de Beilah, pero, aunque esiaba en-contra,
CJ
E comunicar SuSdescubrimientos, "recordándole la conveniencia
era preciso". AveCes almor- terminó absteniéndose.
(, ponerlos por escrito y presionándolo, si
zaba con Abraham Robinson o Paul Bernays, pero para la mayoría
En mayo de 1975,ra universidad de princeton decidió conce-
de sus colegas seguía siendo muy inaccesible, y había perdido todo
que derle el reconocimiento que tantas veces le había negado.
su interés por los asuntos del instituto. Casi todos los profesores Hasta
y la lógica no el misnro día de la ceremonia, paur Benacerraf, el principar
se encontraban allí cuando él llegó habían muerto, artífice
del doctorado, trató de convencerlo de que asistiera, pero Gódel m
era ya una de las líneas prioritarias de investigación. Durante algún
él pensaba que Iopropíohtbrt't silo r¿ribirlohsrc díczaños, armismo
tiempo, Gódel llegó a pensar que se celebraban reuniones sobre tiem- ñ
po que los de Yale y Harvard, y nunca se ilegó a reer la OJ
a sus espaldas. raudatio del
programa: o

Sí era cierto que muchos matemáticos no soportaban su apcyo


a la autoridad en las decisiones sobre la incorporación de nuevos
c
"su revolucionarioanálisisde métodos de demostracióngene- f
OJ
que en su
miembros al claustro. Así había pasado con John Milnor, ralmente aceptadosen la rama más conocida y elementalde las
=
prirher curso de carrera había confundido una conjetura topológica matemáticas,la aritméticade los númerosenteros,ha sacudidoI's rD
f

ii con un ejercicio de clase, y desarrolló en poco tiempo una teorta cimientos de nuestra compresióntanto de ra mente humana ct_¡- D
-t
de
en la que el problema quedaba resuelto sólo como corolario mo del alcance de uno de sus instrume'tos favoritos:el método
otros descubrimientos de mayor em¡ergadura. El Instituto de Estu- axiomático.como todas ras revolucionesde importancia,ésta no
dios Avanzados quería fichar a Milnor, pero Oppenheimer se opuso sólo ha puestode rerievelos rímitesde los üejos métodos sino que I

Prin. también ha demostradoser un fértil manantiarde nuevosmétodos,


en firme, arguyendo que había prometido a la Universidad de
Como todos los demás' engendrandoa su pasoinéditasy florecientesdisciprinas.y la rógica,
ceton que no le robaría a sus cerebros'
tra- las matemáticasy ra filosofíasiguenbeneficiándoseenormemente
Gódel estaba deseoso de que la ioven promesa comenzase a
hizo votar de su genio".
bajar con ellos, pero la intervención de oppenheimer le
1_96 r97

i.'
fl
ia Medalla Nacional las mañanas y soportaba con rara entereza las órdenes de Gódel,
r/| Tresmeses despuéstampoco quiso recibir
que le mandaba comprar naranjas y luego las tiraba a la basura. Eli-
en Washingtonel presidente
de la Ciencia,que le había entregado
(J

P
zabeth era una de Ias pocas personas que apleciaba algunos de los
.(U
de los EstadosUnidos. talentos de Adele: su ayuda física debió de ser menos importante
LA que la posibilidad de hablar un rato cada día. No pudo convencer a
4)
Gódel, sin embargo, de lo insuficiente de su dieta: desayunaba un
LN
Yasólo nrytiYas
tomodecisíones
huevo duro, acompañado algunas veces de un sorbo de té, y sólo
(u en lo verdadero de comía un plato de judías verdes en todo el día.
La hipocondría y la seguridad de Gódel
ro seguíateniendo ideas muy
sus luicios ponían en peligro su salud:
Tras su letargo, la paranoia de Gódel despertó con fuerza en
bn extrañassobrelama|nutriciónynoestabadispuestoarecibiraten-
febrero de 1976:llamaba a Morgenstern dos o tres veces al día para
ciónmédicacompleta.DurantetreintaañosGódetredactóundiario
y se tomaba la pedirle auxilio, porque la policía estaba a punto de detenerlo y los
pormenorizadode sus problemascleestreñimiento'
el cóctel de laxantes'toclos médicos conspiraban contra él; un día quería ver a su hermano y al
temp...tur. variasveces al día' Viendo
mañana' Morgensternse siguiente lo odiaba. A finales de marzo pesaba menos de cuarenta
-'C-J ellos autorrecetados,que tomaba cada
o
1974los problemas de salud se kilos e ingresó en el hospital convencido de que moriría €rr rrlenos
(9 sorprendíade que siguieseüvo' En
próstatase había ensanchado de una semana; pero unos días después, sin el permiso del doctor,
trasladaronde la mente al cuerpo:su
urinarios' A pesar volvió a casa caminando. Aunque Wang lo llamaba para consultarle
hasta tal punto que le bloqueaba los concluctos
de Adele' creía que todo algunas dudas sobre teoría de conjuntos, Gódel ya sólo estaba preo-
de los fuertes dolores y de las súplicas
y se resistió hasta cupado por su salud y la de Adele, que tuvo que permanecer en
podía controiarsebebiendo leche de magnesio m
un catéter' que el hospital entre junio y agosto, presa del delirio. Es difícil imaginar
Lt nna a ser l'.ospitalizado'E'nabril le introduieron
que lo trataban no cómo se las apañó Gódel durante tanto tiempo: apenas cocinaba
se arrancó al cabo de unos días; los médicos -
OJ
por darle el alta' Durante la y pasaba muchas horas en compañía de su esposa. Mientras tanto,
sabían qué hacer con él y terminaron
y triste"' pero volvió a Morgenstern sucumbía a una metástasis, pero siguió atendiéndolo
convalecencia,Morgensternlo vio "delgado a
hasta el final. Sólo dos semanas antes de su muerte escribe en su
recuperarse.Seríaya la última vez' c
diario una entrada escalofriante: 5
OJ
frío: con más de
En los meses siguientesGódel tenía mucho j
o
el té a casa de los Mor-
veinte grados de temperatura, iba a tomar "Ha vuelto a llamarme Gódel [...] y hemos estado hablando cer-
(-+
gorda' y tenía que pedirles
gensternenvueltoen dos ierséisde lana ca de un cuarto de hora. Después de preguntarme de pasada cómo o
quitaba el abrigo en todo el
más ropa prestada;otras veces no se estaba y de asegurarme [...] que el cáncer no sólo se me detendrá, P

con "una auténtica


día. En noüembre de 1975,Oskar se encontró
sino que remitiría [...] na sacado a relucir sus problemas. Me ha
y era Gódel' que no lo había dicho que los médicos no le están diciendo la verdad, que no quie-
tragedia":Adele estabamuy enferma'
I

de las tareas del hogar' ren tratar con é1, que ia suya no es una situación de emergencia
hecho nunca, quien tenía que ocuparse -!
muchísimo dolor' y (exactamente lo mismo que me dijo, punto por punto, hace unas @
Los problemasde próstataseguíancausándole
semanas, hace un mes, hace dos años), y que debería a¡rdarlo para
ambosdecidieroncontrataraunaenfermera.ElizabethGlinka,que
que lo internasen en el hospital de Princeton [...]. También me ha
habíaconocidoalosGódelvariosañosantes,cuidabadeAdelepor
199
L98
o
aseguradoque, hará cosa de dos años, aparecierondos hombres
q u e fi n g ía n s e rmé d i c o s [...].Eranestafadoresquepretendíani n-
2 gresarloen el hospital,y le costó mucho tiempo desenmascararlos
4V suponepa-
conversación
t...1.Me cuestadescribirlo que semeiante
o ra mí:h e a q u íu n o d e | o s h o m b resmásbri l l antesde| si gl o,al que
algún tipo
o estoymuy unido, a todas luces trastornado'aqueiado de
de
de paranoia,y que esperaque lo ayude; ["'] pero yo soy incapaz
la movilidad v procuraba
J hacerlo. Ni siquiera cuando conservaba
ayr-rdarlo conseguíanada [..']' Ahora, al aferrarsea mí' -porque no
:
,,o tiene a nadie más, eso está claro- agravala cargaque ya soporto"'
9
est án ent er r,.#'..t" : li:i:"t"J:'o 0" r., nceton
En julio de 19'17Adele tuvo que someterse a una operación
y no pu-
de urgencia: pasó varias semanas en cuidados intensivos
ausencia' nadie más leyeselos ataquesde Marianne,e intuía que
E
l)
do volver a casa hasta poco antes de la Naüdad' En su el hermano
quería en realidadvenderlas,como hizo algunos
G ódel s e d e j ó m o ri rl e n ta m e n te .C uandoseenteró,sól ounashoras años despuéscon
colgó el las que conservabaé1.Adereno entendíauna palabra
después, de que el cáncer había podido con Morgenstern' de rosartícu-
y mejor amigo los de su marido, pero era más conscienteque
teléfono sin decir palabra. Con Adele en el hospital su Gódel de la gloria
del adiós: en la que habían ido encumbrándorodesdesu lregada
mueno, ya apenas quedaban testigos de su ceremonia a América y
preocupados, mantuvointactostodoslos paperes,que decidió
en princeton, los investigadores del instituto estaban ceder al instituto.
de Muchos detalles de la paradójicaüda de Gódel rn
pero no sabían qué hacer; fuera, sólo Hao Wang era consciente sólo han podido
que su muier reconstruirsea travésde ellos.
la gravedad de Ia situación. Un día le llevó un pollo o
ñ
la mirilla'
había cocinado para é1, pero Gódel se quedó detrás de
OJ
LN

consiguió ver- Góderfue enterradoen er cementeriode kinceton o


mirando a su amigo sin intención de abrirle. cuando er l g de
enero y, a principios de marzo, el Institutode Estudios o
que su mente
to, el 17 de diciembre, Wang tuvo la impresión de Avanzados o
que sÓril toffiardecísíonesne- le rindió tributo en un acto de homenaje en el que c
permanecía intacta, pero él le dijo ,yú Podíq Hao Wang en_ :l
salzó su figura. El lógico Simon Kochen habró de OJ
gdtívds.persuadido porAdele, ingresó en el hospital de Princeton dos las similitudes
de la obra de Gódel con la de Kafka,pues los dos =
murió en
áías antes del final de año. Ya era demasiado tarde. Gódel habían tenido rD
=
e "una capacidad sobrenaturar,casi surrearista,para
posición fetal el 14 de enero de 1978, víctima de la "desnutrición crear mundos rD
inanición" causadas por "sus trastornos mentales"'
r.o
\
En su testamento, en el que Adele aparece como única here- I

der a,Gó d e l s e re fi e re a | a C a S a d e Brnoyaunacol ecci óndesel l os,


pero no dice nada sobre qué hacer con sus papeles' Adele se apre-
aunque Para Adele, la muerte de su adorado Kurtele
suró a destruir las cartas que había recibido de su madre: fue un golpe
a que del que nunca consiguiórecuperarse:durantecasi
Rudolf le había pedido que se las enüase, no estaba dispuesta cincuentaaños
200 20r
-
I:
I
¡

Aunque vialaba cada cierto tiem'


lu^
Gódel había sido su razón de üda'
su marido' el trato hostil que le
LJ
po a Europa, sufrió, para proteger a
de Princeton' Sin su apoyo' Gódel
dispensabala selecta sociedad
{J

.(u que-
de 1936'Muerto Gódel' ella
U
(^ no habría publicado nada a partir
(u económicos' Durantetres años
daba inváliday sin grandesrecursos
hasta que falleció el 4 de febre-
üüó en la soledad más absoluta
LA

de que Góder demostrara los


(J
ro de rggr, cincuenta años después
teoren'lasde incomPletitud'
U
5c
E pÍ l ogo
rg
1 I

Cuando en el año 2000,con motivo de las celebracionesdel


milenio, la reüsta Time eligióa los cien personajesmás destacados
del siglo veinte, Gódel era el único matemático de la lista. Sin em-
bargo, su obra sigue siendo totalmente desconocidapara el gran
público, que se ha topadomuchasvecescon las imposturasintelec-
tuales de quienesven en los teoremasde incompletitud un aleph
en el que se refleia cualquier cosa. Gódel fue, antes que nada, un
precLrrsor,y cada uno de sus grandesresultadoshicieron posible
el desarrollode ramas importantísimasde la lógica moderna: así,
los teoremasde completitudy compacidad son las piedras funda-
cionalesde la teoríade modelos,mientrasque las técnicasusadas
en la prueba de sus dos grandesteoremas fueron cruciales para
el nacimiento de los estudiosde la recursión.Pero tal vez Io más
interesantesea la línea ascendenteque conduce de las funciones q
recursivasprimitivasal nacimiento de la inteligenciaartificial,y la ;
polémica sobre mentes y máquinas que mantuüeron Gódel y Tu- E
ring, cincuentaaños despuésde que Fregey Hilbert se enfrentaran
por el método axiomáticomoderno.
203
202
ponían límite a rapidez, pero no sabe contestar las cuestionescreativas.Aún así,
r^ ParaGódel, sus teoremas de incompletitud no
al norte el for- tampoco muchos humanos son capacesde escribirun soneto,y si
U
la mente, sino sólo una frontera con la que linda
t) de dos formas por causalidaddiésemoscon un poeta dadaísta,seríadifícil distin-
o
.(u malismo que ésta es capaz de construir' Pensando
de sistema guir un poema suyo de catorce versosgeneradosaleatoriamente.
distintas,Gódel y Turing coincidieron en la definición
(u Pero' mientras En diciembre de 1969Gódel creyó descubrir un error con impor-
formal y probaron que hay problemas indecidibles'
y mente' Turing tantes consecuenciasfilosóficasen la obra de Turing.A su juicio,
Gódel distinguíaformalismo y lógica, mecanismo
ln

al extremo esta Turingno había tenido en cuenta qrrela mente no es estática,sino


los consideraba totalmente sinónimos' Llevando
CJ
que el mejor mo- que está en constantedesarrollo:fltmque csdst,ezel ntimerodeuosi'ltles
equiparación,en 1947el lógico ingléspostulaba
ru de simular ertnclos deLt menfesea-firitrr,ttr',
ha),rn¿rin
ptra supvnerqueuta rnrií,lorl,rn
U delo de la mente era su máquina universal u, capaz
y pensamiento serÍan' en- {tttlt'¡it'itl
nl infinitodurttnta
sudessrrollo.
Gódel creía que, en el transcur-
.o al resto de máquinas cle Turing:cálculc¡
preguntasi puede so de una demostracióno un cómputo,los sistemasformalesno
tonces,dos modos de decir Io mismo. Turingse
expe- sufrían modificacionespor el añadido de axiomas o la restricción
.: pensarun ordenador,una cuestiónque sólo podría resolverse
con el de susreglasdeductivas,pero nada permitíaasegurarque la mente
rimentalmente.Proponíapara ello un "juego de imitación"'
de averiguar no cambiasedurantelos razonamientos.Portanto,jamáspodríaser
OJ que, comunicánclosepor escrito,un científico trataúa
reemplazadapor una máquina.
si estabatratando con una máquina o un ser humano:
No es éste el argumentomás famoso contra la inteligenciaarti-
lFl po. favor,escribaun soneto sobre la primavera' ficial. El propio Turingya había sugeridoque sólo los teoremasde
no es mi fuerte' incompletitud podrían poner límite a su propuesta,y en 1961John
[ñt] Hagu-e otra pregunta:la poesía Lucasle tomó la palabraen su artículo"Mentes,máquinasy Gódel".
con70764.
S,r-" 34957
lF.--.--f En opinión de este filósofo de Oxford:
{
{
E (Pausade unos 30 segundos)105721'
"El teorema de Gódel demuestra que la visión mecanicista es
lrP::lduegaal aiedrez? falsa, esto es, que no se puede explicar la mente como si fuera
una máquina. Y lo mismo les parece a i¡uchos otros: casi todos
E rt Ios lógicos matemáticos con quienes he tratado el tema han reco_
lR y ninguna otra pieza' Usted tiene
l,j'.'Et ngo el rey de la casilla
nocido que piensan algo por el estilo, aunque se muestren reacios
rnover'
sólo el rey en la casilla 6R la dama en lD' Le toca a pronunciarse definiti.¿amente hasta que no vean el razonamiento
expuesto, con todas las objeciones planteadas y satisfechas corno
ZQuéjuega?
es debido. Eso es lo que me propongo hacer,'.
La damaa DE'mate'
lffi (purrtude unos15segundos)
FN

El argumento que exponía a continuación,retomado por pen-


('q
en rose en La nueua mente del emperador, es rotundamente simple:
A juzgar por las respuestas,parece que quien se esconde
In la otra habitación es una máquina, pues computa
tos mecánicos (operaciqnesaritméticas,
los procedimien-
jugadas de aiedrez) con
puesto que somos capacesde enseñara una máquina los axiomas
y las reglas deductivas sobre los que se erige un sistema formal,
205
204

c
y genio frío, muestran de algún modo la sensibilidad que tuvo. En
LA podríamos dejarlo construyendo todas las fórmulas del lenguaje
Las nueuqs confesiones, de William Boyd, la aparición de Godel
preguntarle cuáles son verdaderas' Antes o después, el ordenador
+) a su noción sófo es fugaz. El protagonista acaba de rodar la película definitiva
.0J
daría con la sentencia indecidible 17 Gen r que escapa
cierta' Al del cine mudo, pero el lanzamiento coincide con los primeros cor-
tJ
LA
de verdad, aunque nosotros podamos identificarla como
CJ tometrajes sonoros, y su arte pasa sin pena ni gloria para el gran
r edu c i rl a l ó g i c a a l a s i n ta x i s ,l a m á qui nanosal dríanuncadesu
decidir esta público; sólo Gódel reconoce su maestría. Otra novela publicada
o asombro y pasaría el resto de la eternidad tratando de
en 1999,En busca de Klingsor, contiene la siguiente escena: mien-
a)
proposición que, naturalmente interpretada, afirma que es indeci-
ñ de tras el personaje principal, un físico llamado Francis Bacon, asiste
dibie. "Lttego la máquina seguirá sin ser un modelo adecuado
tu por delante de a un seminario de Gódel, irrumpe su novia. a la que por lo visto le
Ia mente". Ella, que está viva, "irá siempre un paso
está siendo infiel, en Ia sala de conferencias del Instituto de Estu-
ho cualquier sistema formal, osificado, muerto"'
dios Avanzados. Comienza a gritar hasta encontrarlo, y, cuando la
rg atención se había desplazado de la hipótesis del continuo a las últi-
J
Los teoremas de incompletitud como fuente de metáforas
mas filas "el profesor Gódel anunció que no podría continuar con
la clase y comenzó a llorar, irrefrenablemente". Su gran conflicto
CJ
Ningún resultado matemático ha sufrido tantas sobreinterpre-
-nos viene a decir el auior por boca de Von Neumann- no son las
taciones como el primer teorema de incompletitud' La situación
que mu- proposiciones formalmente indecidibles, "sino su amor desgarrado
recuerda a las lecturas posmodernas del Quiiote, en las
del mundo' y turbulento por una prostituta: su propia esposa".
chos filólogos han pergeñado un anticipo de su üsión
don
Así, además de ser un libertario más volteriano que Voltaire'
Mientras el pasaje imaginado por Boyd es perfectamente posi-
Q ui j o te h a b ía i n v e n ta d o e l fe mi n i smoydescubi ertol osS ecretos
que se la deja ir' ble, pues Gódel mantuvo durante toda su vida la sensibilidad artísti-
de la alquimia. Decía Horacio que la voz' una vez
ca de los primeros años en Viena, En busca de Ktingsor yerra de
no sabe regresar; tal vez si hubieran deiado reposar sus orgumentos
tanta raíz al retratar a Gódel, al que no le gustaba mostrar en público
bajo sieie llaves, los enferraos de gódelitis no habrían dadc
sus sentimientos. Lo hacía siempre con dificultad, en voz baja, a
es tu p i d e z a l a i mp re n ta :..d e s d e e| díaenqueGódel demostróque
solas con sus mejores amigos, y el resto lo reservaba para la escri-
noe x i s te u n a p ru e b a d e l a c o n s i stenci adel aari tméti cadeP eano
pudieron tura. Por eso es absolutamente inverosímil que se echara a llorar
formalizable en el rnarco de esta teoría, los politólogos
Lenin y exhi- delante de todos sus colegas, pero incluso si no lo fuera, la des-
comprender, por fin, por qué había que momificar a
los años cripción de Adele es muy injusta: dedicó su üda a Gódel, y antes
birlo a los camaradas en un mausoleol' (Régis Debray). En
la de la guerra llegó a alimentarlo cucharada a cucharada hasta que
posteriores a la publicación de los teoremas de incompletitud'
de la él recuperó casi veinte kilos. ZNo es más de lo que se espera de
obra de Gódel permaneció atrapada en el reducido círculo
una esposa? La inteligencia humana -decía yeats- debe escoger
lógica, pero tras la aparición de Gódel's Proof y del superventas
pasaron' entre dos aspiraciones excluyentes: "perfección de la vida, o de la q
Gódel, Escher, Bach. Iln eterno y gráci! bucle, sus ideas
obra". Cronistas de desgracias en el mundo hay muchos, pero sólo
como don Quiiote, a formar parte del inconsciente colectivo' 5
la importancia de la obra de Gódel lo conüerte en materia narrati- E
va: cuando haya muerto Avellaneda, los teoremas de incompletitud
Ap a rti rd e e n to n c e s ,G ó d e | comenzósuüdal i terari a.R ecuerdo
un seguirán siendo un hito en el tiempo y el espacio.
especialmente dos novelas que, lejos de presentárnoslo como
207
20 6
+
ñ-
il

Cronologí a
1f
ir

1906 Nace Kurt FriedrichGódelen Brno, Moravia(28 abril).


t 1912 Gódel ingresa en la EuangelischePriuot-Volks-und-Bürger-
schule de Brno.
1914 Sufreunasfiebresreumáticas,de lasque yanuncase conside-
rará curadoy que !e hacen desarrollaruna fuertehipocondría.
l9l6 Se gradúaen la escuelaluteranay entraen el institutoS,taats-
realgymnasium mit deutscher Unterrichtssprache.
1919-1921Estudiael método Gabelsbergde taquigrafíay se des-
pierta su interés por Ias matemáticas.Al año siguiente, le
llama poderosamentela atención la filosofíade Kant.
1924 A finales de junio se gradúa en el Realgymnasiumy en el
otoño empiezaa estudiarfísicaen la Universidadde Viena.
tr
1926 Graciasa las clasesde teoríade númerosde Philipp Furtwán-
gler,centra su interésen las matemáticas.
Comienzaa asistira las reunionesdel Círculode Viena.
1927 Conoce a Adele ThusneldaPorkert,su futura esposa.
1928 Gódel comienzaa trabajaren el problema de la completitud
de la lógicade primer orden bajo la direcciónde Hans Hahn.
1929 Muerte prematuradel padre de Gódel (23 febrero).
Gódel recibe la nacionalidadaustriaca(6 junio).
Hans Hahn y Philipp Furtwángleraprueban la tesis doctoral f
-l

de Gódel (6 iulio), que la en'.ul'aal


Monatsheftefür Mathematik
und Physik (22 octubre).
gc
Comienzaa reunirseel coloquio matemáticode Karl Menger, OJ

al que Gódel contribuirá con trece colaboraciones,publica-


das entre 1932y 1936(24 octubre).
209
-

1930 Gódel recibe el doctorado por Ia Universidadde Viena 1933 Gódel se convierteen Dozentu.ry da su primer curso sobre
U (6 febrero). fundamentosde la aritmética (marzo).
P

.(u Presentaciónde su teorema de completitud en el coloquio de Tras üajar a América a bordo del Aquitania, Gódel se incor-
U
(n Menger(14 maYo). pora al Institutefor AdvancedStudy(tAS)como profesorinü-
tado.
r¡ GódelanunciaporprimeraVezSusresultadosdeincompleti-
tud en el café Reichsrat,donde se reúne con carnap, Feigly Pronunciala conferencia"The presentsituationin the foun-
c.J
Waismann (26 agosto). dations of mathematics" ("La situaciónactual en los funda-
mentos de las matemáticas")para la American Mathematical
U Gódel inierüene en la conferencia sobre la Epistemologíade
Society.
bD lasCienciasExactascelebradaenKónigsbergentreel5yel
Tdeseptiembre.Eldía6presentaSuteoremadecompleti- 1934 Conferenciasen el IAS sobre los teoremasde incompletitud
J
tud, y en una mesa redonda celebrada en la última sesión (febrero a mayo).
delcongresoanunciaqueexistenproposicionesverdaderas,
Charlaante la New YorkPhilosophicalSociety:"The existence
u pero indecidiblesen los PrincipiaMothematico'
of undecidablepropositionsin any formal systemcontaining
("La
Se publica "Über ciie Vollstándigkeitdes Logikkalkülls" arithmetic" ("La existenciade proposicionesindecidiblesen
suficiencialógicaclelos axionrasdel cálculo deductivode pri- cualquiersistemaformal que contengaaritmética")( I 8 abril).
merorden'')enlosMonatsheftefürMclthematikundPhysik,
Conferenciapara la Academia de Cienciasde Washington:
n.o37,PP.349-360(sePtiembre).
"Can mathematicsbe proved consistent?"("ZPuededemos-
Gódelenvíasu artículocon los dos teoremasde incompletitud trarseque las matemáticasson consistentes?")(20 abril).
al Monotsheftefür Mathemotik und Physik(l / noüembre)'
Vueltaa Europaa bordo del Rex (26 mayo-3junio).
Cana de Von Neumann a Gódel anunciándoleque ha descu-
Elección como miembro de Ia American Mathematical So-
bierto él mismo la indemostrabilidadde la consistenciade la
ciety (AMS).
aritntéticapor sus propios medios (20 noüembre)'
Muerte de su mentor Hans Hahn (24 julio).
l93l publicaciónde "Über formal unentscheidbareSátzeder Prin- En el otoño de 1934Gódel ingresaen el sanatorioPurkersdorf
cipia Mathematica und verwandter Systeme"("Sobre propo-
de Viena para un t-ratamientocontra la depresión nerviosa.
sicionesformalrnenteindecidiblesen PrincipiaMathematica
ysistemasafines'')enlosMonatsheftefürMathematikund 1935 Comienzasu curso"Capítulosselectosde la lógicamatemáti-
Physik,n.o38,PP.173-198. ca" en la Universldadde Viena (4 mayo).
3
=
Presentaciónde los teoremasde incompletitud ante la unión Gódelpresentasu última contribuciónal coloquio de Menger, d
MatemáticaAlemana, donde se encuentra con la firme opo- un artículosobreIa longitudde las demostraciones(19junio).
S
sición de ErnstZermelo (15 de septiembre)' Gódel vuelve a América a bordo del Georgicy le comunica a ;'
1932 Gódel obtiene laHabilitation de la universidadde Viena Von Neumann que ha conseguidodemostrarla consistencia
(1 diciembre). relativa del axioma de elección (octubre).
210 2Ll
- I

El 17 de noviembre Gódel sufre una depresión,renuncia a su Conferenciaen Góttingensobre el problema del continuo,Ia
U
beca en el IASy vuelve a Viena a principios de diciembre' única vez que habló en Europasobreestosresultados
P
o_ (15 diciembre).
.o
(J 1936 "El peor año de rni üda". Gódel pasa medio año en un sana- Despuésde muchosprobleinascon lasautoridadesalemanas
U')
OJ torio. y estadounidenses,
los Gódelobtienenpermisosde salida

Moritz Schlick es asesinadopor uno de sus estudiantes (19diciembre).
CJ
(22 iunio).
1940 Publicaciónde "The consistencyof the axiom of choiceand
U 1937 Cursosobre teoríaaxiomáticade conjuntosen la universidad of the generalizedccntinuum-hypotheslswith the axioms of
bD de Viena (mayo-junio)-La noche entre el 14 y 15 de junio set theory" ("La consistenciadel axioma de eleccióny de
.o
cóclel descubreel paso crucial para demostrarla co¡rsistencia la hipótesisgeneralizada del continuocon ios axiomasde la
J
(E
relativade la hipótesisdel continuo' teoríade conjuntos") como monografíadel Annals of Mothe-
{
f,

matics.
I u 1938 Anexiónde Austriaal III Reich(13 marzo)'
I Tras obtener el visado como inmigrantessin cuota, Kurt y
t
GódelSeCaSaenVienaconAdele(20septiembre)yviajasolo Adele Gócielüajan a Princetona travésdel Transiberianoy el
a Princetonpara reincorporarseal IAS (octubre)' barco PresidentCleueland(Yokohamaa San Francisco)(lg
CursoenellASsobrelaconsistenciarelativadelaxiomade ener.o-4marzo).
elección y la hipótesisdel continuo (octubre-diciembre)' Gódel se incorporaal claustrodel IAS,mientrasen la Univer-
Publicacióndel artículo"The consistencyof the axiom of choi- sidad de Viena deciden aceptarlo comoDozenf (primavera).
ce and the generalizedcontinuum-hypothesis"("La consis-
Conferencia en la Universidadde Bro',,rm:,,Consistencyof
tencia del axioma de elección y de la hipótesisgeneralizada
Cantor'scontinuumhypothesis"("Consistencia de la hipóte-
del continuo") en los Proceedingsof the National Academltof
sis del continuo de Cantor").
vol. 24,pp.556-557(noviembre)'
Sciences,
conferencia en el VL encuentro de la AMS:"The consistency 1941 Conferenciaen la Universidadde yale: ,,ln what senseis in-
of the generalizedcontinuum hypothesis" ("La consistencia tuitionist logic constructive?"("ZEnqué sentido es la lógica
de Ia hipótesisgeneralizadadel continuo")' intuicionistaconstructiva?")(15 de abril) y curso en el IAS.

1939 Entre enero y febrero Gódel da un curso de lógica junto a 1943 Gódel comienzaa trabajaren Ia filosofíade las matemáticas.
Menger como profesor inütado de la Universidadde Notre a)

Dame. 1944 Publicacióndel artículo "Russell'sMathematicalLogic,' (,,La -


=
lógica matemáticade Russell"),para el volumen de la ,,Bi-
Regresoa Europaa bordo d,elBremen Al llegara Viena Gódel o
blioteca de filósofosü'/os" dedicado a BertrandRussell. oq
se encuentra con que su permiso de Priuotdozent ha sido
OJ
abolido y es llamado a filas por el ejército (1'4-20junio)' 1945 Gódel recibe tratamientocontra una úlcera de duodeno aue
Gódel solicita ser readmitido como Dozent (25 septiembre)' casi termina con su üda.
2t2 lL5
!n
1946 Gódelpasaa formar parte de Ia Asociationfor SymbolicLogic Gódel pronuncia ra prestigiosaconferenciaGibbs *some ba-
LJ
y lo hacen miembro permanente del IAS. sics theorems on the foundationsof mathematics and their
{-t
o_
.oJ Da una charla en la Conferenciasobre ProblemasMatemáti- philosophicalimprications"("AIgunosteoremasbásicospara
U ias matemáticasy sus implicacionesfilosóficas").
tn
(u cos, con motivo del bicentenario de la fundación de la Uni-
versidadde Princeton(17 diciembre). 1952 Doctoradohonoris causapor ra universidadde Harvard.
1947 Se publica el artículo de-diurlgación "What is Cantor's con- 1953 Gódeles elegidomiembro de ia NationárAcademyof Scien-
CJ
-(f
tinuum problem?"-("áQuées el problema del continuo de ces y el Institutode EstudiosAvanzacosle reconoce su status
L-J Cantor?")en el American Mothemotical Monthly, n.o 54, pp. de profesor(l julio).
hD 258-273.
.o 1955 MuereAtbertEinstein,er mejor amigode Góder(lg abril).
rtt 1948 Kurt y Adele Gódel obtienen la nacionalidadestadouniclense.
J 1957 Elegidocomo feilou de la AmericanAcademy of Arts and
1949 Conferenciasen el IAS sobre sus resultadosen teoría de la Sciences.
u relatiüdad (mayo). Muerte de John von Neumann (g de febrero).
E

Publicacióndel anículo "An example of a new type of cosmo-


1958Aparecesu artículo"über einebishernoch rrichtbenützeEr-
logical solutions to Einstein'sfield equations of graütation"
weiterung des finiten standpunktes"("sobre una ampriación
("Un ejemplo de un nuevo tipo de solucionescosmológicas
todavíano utilizadadel punto de üsta finitario") en la reüsta
a las ecuacioneseinstenianasdel campo graütatorio") en la
Dialéctica,n.o 12,pp. 280-2g7.
reüstaReureusof modern physiscs,vol.21,n.o 3, pp. 447-450.
Los Gódel se compran una casaen el 129de'Linden Lane en 1959 Primer contacto con la filosofíade Husserl.
Princeton. 1961 Gódel es elegidomiembro de raAmericanphilosophicalso-
Aparece 'A remark about the relationshipbetween relatiüty ciety.
theory and idealisticphilosophy" ("Una observaciónsobre la 1963 Paulcohen demuestraque la hipótesisgenerarizadader con-
relación entre la teoría de la relatiüdad y la filosofía idealis-
tinuo es independientede la teoríade conjuntosZF con el
ta"), parael volumendedicadoa Einsteinen Ia "Bibliotecade
axioma de elección.Trasrevisarlo,Góderremite er artículo a
filósofosüvos".
los Proceedingsof the NationalAcademy of Sciences.
1950 Intervención sobre "Rotating universes in general relatMty 1964 Publicaciónde un suplementoalartículo*what is cantor,s
theory" ("Universosrotatorios en la teoría general de la re- continuum probrem?"("zeué eser probremadel continuo de
latividad") ante el Congreso Internacional de Matemáticos ?
Cantor?")(1942). g
(Cambridge,Mass.) o
1966 Muerte, en Viena, de Marianne Handschuch,la madre de
5
1951 Gódel comparte con Julian Schwingerel primer premio Eins- Gódel (23julio). 5.
tein (14 marzo). qr
Gódel rechazaser miembro hororario de ra Academia Aus-
Doctoradohonoris causapor la Universidadde Yale (junio). triaca de Ciencias.
21.4
z L5
l 967 Gódel es elegido miembro honorario de la London Mathe-
U
matical Society. El Amherst college le concede un doctorado
P
ó
.(u honoris causa. Bib lio grafía
U
1968 Gódel es elegido miembro extranjero de la Royal Society'
OJ
Alonso, Enrique y Taravilla,Javier, "Cien años incompletos", El poís,24
1972 Elección como miembro del Instituto de Francia (Académie
mayo 2006.
des sciences morales et politiques) y doctorado honoris causa
qJ Bombal, Fernando, "Paradojasy rigor: la historia interminable',,Dis-
c de la Universidad Rockefeller.
curso de ingreso en la Real Academia de CienciasFísicasv
rs
l 975 Se le conce,le la Medalla Nacional de Ciencia, que hubiera Naturales,Madricl,2006.
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Srrúih;'.-geteü primido ias referenciastr'.üttf$t'áffcas.Es de justicia señalar aquí al-
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sokal. Alan v Bricmont, Jean,Imposturas intelectuales,Barcelona: Pai- 27), el terto básico de referenci a es Lo btisquecia de ia lenguo per-
d ó s ,1 9 9 9 . fectct,de LJmbertoEco, de donde procede la larga cita de Leibniz.
,,Laconcepciónsemánticade la verdad v lcs fundamen-
Tarski,Alfred, Salvo la carta dirigida a Frege (p. aa), que aparece reproducida en
)
ro
tos de la senrálrtica",en Nicolás'Juan Antonio y Frápolli,María
Bertrond Russell: antología, una edición al cuidado de José Anto-
José (eds.), Teoríasde la uerdad en el siglo XX, Madrid: Tecnos,
nio Robles, los textos de Russell (pp. 23, 42, 43) forman parte de
19 9 7 .
c su Autobiogrctfía,traducida por JesusGarcía-Puente.Los documen-
Taussky-Todd, Olga, "Remembrancesof Kurt GóCel",en Weingartner,
(.' tos sob r e la polém ica ent r e Fr egey Hilber t ( pp. 31, 34, 35) han
PaulySchmetterer,Leopold(eds.),Códelremembered,Naples:
sido cuidadosamente seleccionadosv traducidos del alemán por
B i b l i o p o l i s1, 9 8 7 .
Jesús N¡losterín,de cuyo libro Los lógicos los he tomado. Las citas
Turing,Alan I\iI.,"tlfáquinacomputadorae inteligencia"'en RossAnder-
de los artículos de Gódel también son traducc!ón suya, excepto las
son, Alan (ed,.),Controuersiasobre mentes y máquinos' Barce-
lona: Tusquets,1984. de "Sobre proposiciones formalmente indecidibles en los Principia
Mathemaiica V sistemas afines", que provienen de Ia edición de
Volpi, Jorge,En busca de Klingsor, Barcelona: Seix Barral, 1999'
Manuel Garrido, Alfonso García Suárezy Luis M. Valdés. Para pro-
wittgenstein, Ludw,ig,obseruacionessobre |os fundamentos de Ia ma-
AlianzaEditorial,1987. fundizar más en los veintitrés problemas de Hilbert (pp. 26-27), el
tefttática,N,'ladrid:
lectol interesado tiene a su disposiciónf,1reto de Hilbert, obra de
Wang, Hao, A Logical Journel': f'rom Gódel to Philosoph.v,Cambridge'
llfass.:Nl[TPress,1996. Jerem¡zJ. Gay.La entrada del dia_rio
de Oskar Morgenstern (pp. 199-
200) aparece reproducida en Gódel. Parocloja y uido, de Rebecca
- From lVIo:hematicsto Philosophv. Londres: Routledge and Kegan z.
Pa u l ,1 9 7 4 . Goldstein, que también la comenta al hilo de su relato. De las citas
del epílogo. el juego de imitación (p.20a) es, con mínimas variacio- oi
- Reflexionessobre Kurt Gódel, Madrid: Alianza Universidad, l99l
nes, el ejemplo que da el propio Turing en su artículo Maquinariu
Yourgrau, Palle, The Disappearettce of Time: Kurt GÓdel and the ldea-
IisticTradition in Philosophy,Cambridge: Cambridge University computadora e inteligencio; y el fragmento de John Lucas (p. 205) -
P re s s ,1 9 9 1 . forma parte de Mentes, máquinos y Gódel; ambos textos han sido
-un munclo sln tiempo. Et tegado oluidodo de Gódel y Einstein, Barce- traducidos del ingléspor Franciscoh¡lartín.
Finalmente,la cronología -0-+J'
lona: Tusquets,2007. del final del libro es obra de John W Dawson, que la elaboró para
Zweig, Stefan,El mundo de ayer, Barcelona: El Acantilado' 2001' ef primer volumen de las CollectedWorks de Gódel. OJ

220 221

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