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COMUNICAR 11, 1998; pp. 76-82

Primum videre, deinde philosophari

Cómo enseñar filosofía con la ayuda


del cine
Grup Embolic
Valencia

Desde hace años el cine es una herramienta didáctica de primer orden en las clases
de Ética, donde se ha venido empleando para ilustrar conflictos morales que habían sido
ya desarrollados teóricamente; la cuestión es ¿y por qué no ha de serlo también en las
clases de Filosofía y de Historia de la Filosofía, abarcando así la totalidad de disciplinas
filosóficas de nuestros planes de estudios? «Primum vivere, deinde philosophari», sen-
tenciaba el adagio latino; «primum videre, deinde philosophari», en esto consiste la
propuesta que nos presenta este colectivo valenciano: «primero ver, después filosofar».

1. La mirada del filósofo comprender el lenguaje en que éste está ex-


El comentario de texto ha sido la técnica puesto. Fernando Savater pone el dedo en la
fundamental sobre la que ha pivotado tradicio- llaga cuando afirma que «no se puede pasar de
nalmente la clase de Filosofía. Los textos la nada a lo sublime sin paradas intermedias;
filosóficos son «huesos duros de roer». Hay, no debe exigirse que quien nunca ha leído
todos lo sabemos, autores relativamente «fáci- empiece por Shakespeare, que Habermas sirva
les» y autores «difíciles»; para los lectores- de introducción a la filosofía y que los que
alumnos la gradación es mucho más restringi- nunca han pisado un museo se entusiasmen de
da y existen, generalmente, autores «difíciles» entrada por Mondrian o Francis Bacon»1 .
e «imposibles». El problema es mucho más Sin necesidad de recurrir a casos extremos
profundo que la mera longitud de los fragmen- y tópicos en la historia de la filosofía, aunque
tos o la selección de autores a comentar; en la no por ello poco frecuentes, hay que reconocer
casi totalidad de los casos los textos filosóficos que los filósofos suelen expresar su saber en un
han sido concebidos para un público más lenguaje especializado que no sólo no aparece
maduro y formado que el compuesto por los muchas veces en los diccionarios de la lengua,
estudiantes de bachillerato. Entender a un sino que incluso su definición en un dicciona-
autor es, en gran medida, conseguir dominar rio filosófico es tan alambicada que requiere
un sistema conceptual, y para ello es necesario para un lego de interpretación. Parece por

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tanto evidente que la técnica del comentario estos nuevos medios de comunicación amena-
implica limitaciones que no pueden convertir- zan, en vez de reforzar, los procedimientos
la en universal, es decir, accesible a todos, al tradicionales de la escuela. Es habitual contes-
menos por lo que concierne a los textos tal y tar a esta amenaza con denuncias sobre el
como han sido tradicionalmente concebidos. desgraciado carácter y efecto de las películas y
Si no abrimos la noción de de la televisión, del mismo
texto, podríamos quedar atra- modo que se temió y se desde-
pados en un anillo de Moebius ñó el ‘cómic’, expulsándolo
según el cual texto filosófico Si nos viésemos de las aulas (...). La tarea edu-
es aquél que ha escrito un cativa no es exclusivamente
limitados a rastrear
filósofo, que a su vez queda proporcionar instrumentos
caracterizado como el indivi- la presencia de básicos de percepción, sino
duo que escribe o ha escrito problemas filosóficos también desarrollar el razo-
–generalmente esto último, en una película a namiento y la facultad de dis-
porque la presencia de autores partir del sistema criminación con la experien-
vivos en los programas de es- cia social normal (...). Muy
significante que le
tudio es casi nula– textos más pocos son los estudiantes que
o menos abstrusos que son sirve de base, nues- llegan a tener capacidad para
objeto de comentario en la cla- tras expectativas analizar los periódicos. Me-
se de Filosofía. ¿Por dónde, pronto se verían nos todavía saben examinar
pues, romper este círculo que reducidas a cenizas. inteligentemente una pelícu-
efectivamente presupone el la. Saberse expresar y tener
Si, por el contrario,
carácter específico y perfecta- capacidad de distinguir en
mente delimitable del objeto el espectador fuese asuntos cotidianos y en mate-
«filosofía»? Veamos. capaz de ver en ria de información es sin duda
La filosofía, nacida del virtud de su propio el distintivo del hombre edu-
asombro, no es un saber clau- sistema de expecta- cado. (...) Lo que agrada, en-
surado, sino más bien una ac- seña de modo mucho más efec-
tivas, el problema de
titud que más que buscar res- tivo»2 .
puestas se cuestiona las pre- la interpretación La actitud de McLuhan
guntas mismas. Filósofo es filosófica de textos hacia el libro, en cuanto man-
aquél que ve en cada respuesta fílmicos daría un tiene su hegemonía como me-
un nuevo problema para inda- giro de 180 grados. dio esencial de instrucción en
gar. La filosofía, en definiti- los sistemas educativos de una
va, es desde sus orígenes un época que, como la actual, ha
asunto de mirada. Lo impor- experimentado grandes cam-
tante no es hacia dónde, a qué objeto, dirijamos bios, estaba parcialmente justificada, si bien
nuestros ojos, sino cómo, con qué actitud, era a todas luces excesiva.
contemplemos el horizonte escogido. Hoy, tres décadas después de que McLuhan
decretara el fin de la Galaxia Gutenberg, es
2. Las nuevas tecnologías posible situar la euforia mediática de los «fe-
A mediados de la década de los sesenta el lices sesenta» en su justo medio en relación
comunicólogo canadiense Marshall McLuhan con ese efecto de un proceso comunicativo que
escribía en El aula sin muros: «Cuando apare- es la educación: el texto impreso no ha perdido
ció el libro impreso, amenazó los procedi- su centralidad como vehículo para impartir
mientos orales de la enseñanza y creó la escue- instrucción; pero el libro absoluto, como tira-
la tal como nosotros la conocemos (...). Hoy no monopolizador, sí se ha visto obligado a

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coexistir en las aulas, a partir de la difusión del interesarse profesionalmente por estos temas».
vídeo, con la televisión y, sobre todo, el cine. En la tarea de despertar esa «curiosidad», ese
El creciente interés por el cine se manifiesta, «apetito cognoscitivo», Savater no duda en
desde hace relativamente pocos años, median- apuntar al cine como una importante forma de
te la inclusión de materias relacionadas con él narración que «la educación tampoco debe
en los planes de estudio de Bachillerato y descuidar» 3 .
Universidad, sea como actividad complemen- De la misma opinión es la también filósofa
taria, sea como asignatura específica. Victoria Camps, quien en el prólogo al libro
titulado El cine en el universo de la Ética, de
3. La crisis de las Humanidades que es autor Javier González Martel, afirma
El declive progresivo de la Filosofía den- sin ambages: «Hoy las Humanidades están ex-
tro del plan de estudios de los nuevos Bachille- perimentando un serio retroceso. Ser filósofo,
ratos, forma parte de lo que se ha venido en historiador, filólogo en nuestro mundo super-
llamar la crisis de las Humanidades. Para Fer- pragmático es ser un bicho raro. Los profeso-
nando Savater, los motivos de dicha crisis hay res de Literatura y Filosofía se quejan del des-
que buscarlos en lo que él califica de «pe- prestigio que sufren sus materias. No advier-
dantería pedagógica»: «el profesor que quiere ten, a veces, que su obligación es también
enseñar una asignatura tiene adaptarlas, «reconvertirlas»
que empezar por suscitar el –como vemos reconvertir tan-
deseo de aprenderla: como los tas cosas– para que sigan te-
pedantes dan tal deseo por obli- niendo el sentido que hoy de-
gatorio, sólo logran enseñar ben tener. La apertura de las
algo a quienes efectivamente Humanidades a los nuevos gé-
sienten de antemano ese inte- neros audiovisuales es una
rés, nunca tan común como condición casi inevitable para
suelen creer. Para despertar la que esa reconversión funcio-
curiosidad de los alumnos hay ne» 4 .
que estimularla con algún cebo Desde hace años el cine es
bien jugoso, quizá anecdótico una herramienta didáctica de
o aparentemente trivial; hay primer orden en las clases de
que ser capaz de ponerse en el Ética, donde se ha venido em-
lugar de los que están apasio- pleando para ilustrar conflic-
nados por cualquier cosa me- tos morales que habían sido ya
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nos por la materia cuyo estu- explanados teóricamente; la


dio va a iniciarse. Y esto nos cuestión es ¿y por qué no ha de
lleva a la equivocación meto- serlo también en las clases de
dológica de la pedantería: em- Filosofía y de Historia de la
pezar a explicar la ciencia por Filosofía, abarcando así la to-
sus fundamentos teóricos en lugar de esbozar talidad de disciplinas filosóficas de nuestros
primero las inquietudes y tanteos que han planes de estudios?
llevado a establecerlos (...). Lo primordial es
abrir el apetito cognoscitivo del alumno, no 4. Primum videre...
agobiarlo ni impresionarlo (...). El profesor de Primum vivere, deinde philosophari, sen-
Bachillerato no puede nunca olvidar que su tenciaba el adagio latino; primum videre, dein-
obligación es mostrar en cada asignatura un de philosophari, proponemos nosotros, en un
panorama general y un método de trabajo a tiempo en que todos formamos parte de ese
personas que en su mayoría no volverán a vasto destinatario colectivo que define necesa-

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riamente a los mass media, sin que importe el aplicación de un término y proporcionan con-
hecho de que el consumo se realice en comu- tenido al correspondiente concepto». El cine,
nidad (cine) o en privado (televisión, libro). concluye Feyerabend, «no sólo proporciona
Ya Walter Benjamin, al abordar la alianza tales circunstancias, también las dispone de
entre la tecnología multiplicadora y la cultura forma que inhibe el avance fácil de las abstrac-
en La obra de arte en la época ciones y nos obliga a recon-
de su reproductibilidad técni- siderar las conexiones con-
ca, señaló que la fotografía y ceptuales más comunes»6 .
el cine han hecho envejecer La filosofía, nacida
brutalmente a las artes figura- del asombro, no es 5. El carácter textual de una
tivas clásicas, al despojar a la un saber clausura- película
imagen de su aristocrática aura do, sino más bien La virtualidad educativa
de unicidad, y saludó al inven- del cine en el tratamiento de
to de Lumière como «el pri-
una actitud que más problemas filosóficos reside
mer medio artístico que está que buscar respues- en el carácter textual de una
en situación de mostrar cómo tas se cuestiona las película. Lo primero que de-
la materia colabora con el hom- preguntas mismas. bemos preguntarnos a la hora
bre. Es decir, que puede ser un Filósofo es aquél que de analizar filosóficamente
excelente instrumento de dis- una película es si lo que en-
curso materialista»: «Un reloj
ve en cada respues- contramos es lo que el texto
en marcha no es en escena ta un nuevo proble- fílmico dice en virtud de su
más que una perturbación. No ma para indagar. La coherencia textual o lo que el
puede haber en el teatro lugar filosofía, en definiti- espectador es capaz de ver
para su papel, que es medir el va, es desde sus partiendo de su propio siste-
tiempo. Incluso en una obra ma de expectativas. El asunto
naturalista chocaría el tiempo
orígenes un asunto no es baladí: Si nos viésemos
astronómico con el escénico. de mirada. Lo im- limitados a rastrear la presen-
Así las cosas, resulta suma- portante no es hacia cia de problemas filosóficos
mente característico que en dónde, a qué objeto, en una película a partir del
ocasiones el cine utilice la dirijamos nuestros sistema significante que le sir-
medida del tiempo de un re- ve de base, nuestras expectati-
loj»5. Y eso que el desdichado
ojos, sino cómo, con vas pronto se verían reducidas
Benjamin moriría doce años qué actitud, contem- a cenizas. Las grandes obras
antes de que Fred Zinnemann plemos el horizonte filosóficas no han sido nunca
rodase su mítica película a escogido. adaptadas al cine. Si, por el
tiempo real Solo ante el peli- contrario, el espectador fuese
gro (1952). Más recientemen- capaz de ver en virtud de su
te, el filósofo de la ciencia propio sistema de expectati-
Paul Feyerabend escribía en Hagamos más vas, el problema de la interpretación filosófica
cine, un ensayo cuyo sólo título es una verda- de textos fílmicos daría un giro de ciento
dera declaración de principios: «A la discu- ochenta grados. El film se revelaría ante noso-
sión filosófica se la ha criticado con frecuencia tros como un texto susceptible de lectura
por ser demasiado abstracta, y se le ha pedido filosófica, eso sí a partir de unos conocimien-
que el análisis de conceptos, tales como razón, tos del autor o campo de estudio que han de ser
pensamiento, conocimiento, etc., se ajuste a previos y basta con que sean mínimos.
ejemplos concretos. Ahora bien, los ejemplos En definitiva, se trata de tomar posición
concretos son circunstancias que orientan la en el viejo debate sobre si la interpretación es

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la búsqueda de la intentio auctoris, de la in- de una operación de lectura por un lector


tentio operis o la imposición de la intentio concreto en una situación concreta.
lectoris. Dado que en el caso del film –por tra- Pero cualquier película no es susceptible
tarse de un producto complejo donde intervie- de una lectura filosófica adecuada a cualquier
nen director, guionista, productor, estudios, autor o problema filosófico. El riesgo de la
etc.– la noción de autor resulta sumamente arbitrariedad a que está expuesto el comenta-
problemática, se trataría de explorar la rela- rio puede salvarse si aceptamos que el espacio
ción existente entre las otras dos posibilida- donde dicho comentario se desarrolla está, si
des. no fijado, sí, cuando menos, acotado. Los
Ramón Carmona, en su obra Cómo se límites de la producción del texto vienen im-
comenta un texto fílmico, re- puestos por el espacio textual.
suelve con acierto la cuestión Lo que Eco califica de deco-
planteada: «Bajo la misma dificación aberrante es uno de
noción de texto, han venido La nuestra es una los escollos a salvar cuando
funcionando, de modo ambi- propuesta que plan- pretendemos trabajar con films
guamente simultáneo, dos tea un cambio prác- de ficción, y no con películas
conceptos diferentes que re- tico –uno, no el ad hoc, en las clases de Filoso-
miten a realidades y posicio- fía. Por eso, ésta es una pro-
nes distintas: el primero lo único– que huye puesta para educadores. Ellos
hace al resultado de la trans- tanto del victimismo son quienes han de acotar el
formación de un objeto dado como del tono arre- espacio donde ha de desarro-
en estructura coherente, esto batado de gran llarse el comentario.
es, en sistema de relaciones parte de los discur-
articuladas según una cierta 6. Interpretación y sobrein-
lógica; el segundo, al resulta- sos acerca del porve- terpretación
do del trabajo que el especta- nir de la Filosofía en Dice Eco: «Si hay algo
dor opera sobre dicho objeto, la enseñanza: sólo que interpretar, la interpreta-
ya estructurado, en un esfuer- con una revisión ción tiene que hablar de algo
zo por apropiárselo. Llamare- didáctica fundamen- que debe encontrarse en algún
mos al primero espacio tex- sitio y que de algún modo debe
tual , reservando el término tada, rigurosa e respetarse» 8. Esto significa,
texto para el segundo» .7 imaginativa, sabe- pues, que por más que la inter-
El espacio textual, en tan- dora de qué peligros pretación sea potencialmente
to concepto, puede dar cuenta comporta la «pedan- ilimitada, no todo acto de in-
de cualquier actividad o situa- tería pedagógica», terpretación tiene que tener
ción en términos de textua- necesariamente un final feliz.
lidad. Así el espacio textual conseguiremos sal- No todo vale.
naturaleza , puede ser legible var una disciplina Como regla general pode-
como paisaje mediante su que, de otra mane- mos aceptar una especie de
transformación pictórica en ra, tiene ante sí un principio popperiano según el
cuadro, o legible como ese proceloso futuro. cual si no hay reglas que per-
gran libro escrito en caracte- mitan averiguar qué interpre-
res matemáticos del que ha- taciones son las mejores, exis-
blaba Galileo Galilei. Texto te al menos una regla para
sería, desde esta perspectiva, el resultado de averiguar cuáles son las malas (decodificación
convertir las propuestas de un espacio textual aberrante). No podemos decir si las hipótesis
dado en sentido concreto, esto es, el resultado keplerianas son definitivamente las mejores

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pero podemos decir que la explicación pto- cine ha sido publicado en catalán con el título
lemaica del sistema solar estaba equivocada Cinema i Filosofia. Com ensenyar filosofia
porque las nociones de epiciclo y deferente amb l’ajut del cinema 9, y contiene una serie de
transgredían ciertos criterios de economía y propuestas para la enseñanza de la filosofía,
simplicidad y no podían coexistir con otras tanto desde el punto de vista temático como del
hipótesis que demostraron ser fiables a la hora histórico. En él se examinan nueve películas
de explicar fenómenos que Ptolomeo no expli- para explicar Platón (La rosa púrpura del Cai-
caba. Éste es el que Eco denomina criterio de ro, de Woody Allen), Occam (El nombre de la
economía textual, y nuestra propuesta lo apli- rosa, de Jean Jacques Annaud), Galileo (Gali-
ca en un doble sentido: seleccionando pelícu- leo Galilei, de Liliana Cavani), Descartes
las cuyo espacio textual nos proporcione una (Johny cogió su fusil, de Dalton Trumbo), Hu-
base adecuada sobre la que levantar una lectu- me (El Dr. Jeckyll y Mr. Hyde, de Robert Ma-
ra filosóficamente coherente y perfilando un moulian), Rousseau (Las amistades peligro-
marco de análisis conceptual del mismo que, sas, de Stephen Frears), Marx (La huella, de
sin excesivos forcejeos, haga posible que el Joseph Leo Mankiewicz), Nietzsche (Apoca-
trabajo con ellas alcance una eficacia semejan- lypse Now, de Francis Ford Coppola) y Freud
te al trabajo habitual en clase con textos deli- (Marnie, la ladrona, de Alfred Hitchcock), y
beradamente filosóficos. cuatro más para introducir la Antropología
(En busca del fuego, de Jean Jacques Annaud),
7. Deinde philosophari... la Etnología (El cielo protector, de Bernardo
Hemos seleccionado las películas que ana- Bertolucci), la Epistemología (La caja de mú-
lizamos siguiendo un triple criterio: a) que sica, de Costantin Costa-Gavras) y la Ética
siendo films de indudable calidad resulten por (Delitos y faltas, de Woody Allen). Cada capí-
sí mismos interesantes para el alumnado; b) tulo se subdivide en cuatro apartados: a) una
que no sean difíciles de encontrar en el circuito ficha técnica y una sinopsis argumental; b) un
comercial del vídeo-cine o se pasen periódica- esquema de análisis que orienta la operación
mente por la televisión; c) que siempre que sea de lectura del espacio textual elegido; c) una
posible tengan un soporte literario en la forma selección de textos filosóficos y literarios que
de novela, teatro o guión, para poder estable- completan y precisan esa lectura, así como una
cer vínculos entre los tex- serie de cuestiones y ejerci-
tos fílmicos, literarios y cios para trabajar la pelícu-
filosóficos. La utilización la en el aula; d) un comen-
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del film no lleva consigo tario sobre otros films alter-


la sustitución del texto es- nativos al elegido.
crito por la imagen, sino La nuestra es una pro-
más bien presupone una puesta que plantea un cam-
coexistencia que arraiga bio práctico –uno, no el
en la íntima complemen- único– que huye tanto del
tariedad de ambos: los ejer- victimismo como del tono
cicios que acompañan el arrebatado de gran parte de
análisis de cada película los discursos acerca del por-
remiten a un paralelismo venir de la Filosofía en la
constante entre ésta y los conceptos filosóficos enseñanza: sólo con una revisión didáctica
expuestos en la obra del autor de que se trata o fundamentada, rigurosa e imaginativa, sabe-
en los textos básicos de la disciplina objeto de dora de qué peligros comporta la «pedantería
atención. pedagógica», conseguiremos salvar una disci-
Nuestro trabajo sobre la utilización del plina que, de otra manera, tiene ante sí un

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proceloso futuro. Como el prisionero de Platón Notas


o como el explorador Tom Baxter de La rosa 1
SAVATER, F. (1997): El valor de educar. Barcelona,
púrpura del Cairo, hemos de escapar de la Ariel; pág. 126.
2
CARPENTER, E. y MCLUHAN M. (1968): El aula sin
oscuridad. Sabemos que el camino que traza-
muros. Barcelona, Ediciones de Cultura Popular; pág. 237.
mos entraña riesgos; que quizás unos, eruditos 3
SAVATER, F. (1997): El valor de educar. Barcelona,
cinematográficos, estimen que desvirtuamos Ariel; pp. 124-125 y 140.
4
el sentido original de las películas elegidas o GONZÁLEZ MARTEL, J. (Prólogo de Victoria Camps)
(1996): El cine en el universo de la Ética. El cine-fórum.
que, a veces, las sobreinterpretamos; que qui-
Madrid, Anaya; pág. 11.
zás otros especialistas en Filosofía, por mor de 5
BENJAMIN, W. (1973): Discursos interrumpidos I . Ma-
la precisión hermeneútica, consideren que tri- drid, Taurus; pág. 37, nota 18.
6
vializamos el pensamiento de aquéllos a quie- VARIOS (1979): La lechuza de Minerva. ¿Qué es filo-
sofía? Madrid, Cátedra; pág. 208.
nes analizamos. Asumimos conscientemente 7
CARMONA, R. (1991): Cómo se comenta un texto fíl-
esas celadas y, pese a todo, no creemos haber- mico. Madrid, Cátedra; pp. 66-67.
nos alejado demasiado de aquel filósofo ate- 8
Eco, U. (1995): Interpretación y sobreinterpretación.
niense que concebía la educación como el paso Cambridge, University Press; pág. 47.
9
FERRER, A., GARCÍA, X., HERNÁNDEZ, F. J. y LER-
de la creencia de objetos por el amigo de la vi-
MA, B. (1995): Cinema i filosofia. Com ensenyar filosofia
sión al conocimiento de inteligibles por el amb l’ajut del cinema. Barcelona, La Magrana. Este libro
filósofo. Primero ver, después filosofar... obtuvo el Premio «Maria Ibars» de Alicante.

• El Grup Embolic está formado por Anacleto Ferrer (profesor del Instituto «Jordi de St.
Jordi» de Valencia), Xavier García Raffi (profesor del Instituto de Mislata en Valencia),
Francés J. Hernàndez (profesor del Instituto «Tirant lo Blanc» de Torrent en Valencia)
y Bernardo Lerma (profesor del Instituto «Serra Perenxisa» de Torrent en Valencia).

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