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APUNTES MATEMÁTICOS
PARA LEER A LACAN
ISBN 978-950-649-271-7
1. Psicoanálisis. I. Título
C D D 150.195
E d ic ió n a l c u id a d o d e L ea n d ro Sa lg a d o
A l b e r t o Ca e ir o
In d i c e
Prefacio ..........................................................................................9
Ca pítu lo 2. L a in d u cció n m a t e m á t ic a
y e l sist e m a de Pean o .............................................................59
Ca p ít u lo 4. La d em o str ació n d ia g o n a l :
una cr u zad a c a n t o r ia n a .............. ....................................... 87
í.Un antecedente socrático ....................... .. 88
2.Las paradojas de la identificación............ ......................90
3.... y sin embargo, se coordina .........................................92
4.EI bicho de lo no-numerable.......... .. 94
Epílogo ............................................................................... . 9 7
Ca p ít u lo 5. La v id a sin la b o l sa :
AUTORREFERENCIA Y TEOREMAS DE GÓDEL........ ...................... ÍOI
Uno. Breve referencia sobre Epiménides........ ..................101
Dos. Breve referencia sobre la referencia:
Quine y Gódel........ ....................................... ..................... 103
Tres. Proposiciones indecidibles
y teorema de G ó d e l........................ ................................ . 107
Cuatro. ¿Cuál es el título de esta sección?. . ..................110
Cinco. Los lenguajes formales ............................................112
Seis. Un pase mágico................................ .......................114
Siete. La liebre de M a rz o .................... ............................. 118
Ocho. Autorretrato de mí m ism o .............. .....................122
Epílogo, y nueva gódelización....................................... .128
C a p ítu lo 7. La re lig ió n , o r d in e
B ib l io g r a f ía 217
P r e f a c io
9
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
Hay una frase del seminario ...ou pire que se ha hecho céle
bre: “no hay enseñanza más que matemática, el resto es broma”.
Al margen de las muy dispares valoraciones que existen sobre
la enseñanza lacaniana, este trabajo busca -un poco en broma-
apoyar esta postura, ofreciendo algunos elementos que ayuden
a abordarla.
El lector advertirá que determinados temas se repiten en dis
tintos capítulos; tal repetición obedece a la finalidad de que cada
sección se encuentre autocontenida y pueda ser así leída en for
ma independiente.
Para concluir estas líneas, vale la pena señalar que el ánimo
que guía a esta obra es el de la Matemática entendida como una
de las más grandes expresiones de la humanidad, fruto de las pa
siones más encendidas y de la búsqueda incesante. Una búsque-
P r e f a c io
Pablo Amster
Junio 2009
11
Ca p ít u l o i
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
13
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Paiiu) Amstkk
i. D e f in ic ió n d e l a d e f in ic ió n
i. Ver capítulo 5 .
M
N(>< I O N I S D Á N IC A S D E M t o l C A
2. ¿Q u é s ig n if ic a “s i g n i f i c a r ” ?
15
I.ÓGICA y t e o r ía d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
16
N o c i o n e s DÁNICAS d e l ó g ic a
17
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
3. La s l e y e s d e l p e n s a m ie n t o
Esta sección lleva el mismo título que la famoso libro del lógi
co inglés G. Boole, considerada por los historiadores como el pri
mer desarrollo de la lógica formal. Pero debemos decir que The
laws ofThought era un título demasiado ambicioso, y la propia
Lógica no tardaría en revelar que “las” ansiadas leyes no existen.
Claro que eso no significa que pensemos sin ley alguna (al menos
no siempre); sin embargo, los métodos lógicos se toparon muy
pronto con sus propias limitaciones y sufrieron su golpe defini
tivo con los sucesivos teoremas de Godel, Tarski, Church, según
veremos más adelante. De cualquier modo, es justo reconocer en
la obra de Boole el nacimiento de la Lógica. Es interesante men
cionar que pocos años antes de la aparición de su obra, el filósofo
alemán Immanuel Kant había asegurado que la Lógica
l8
N O I'IO N I'.N hA S IC A S l ili L Ó G IC A
19
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
Las m atem áticas son una ciencia en la que nunca se sabe de qué se
habla, ni si lo que se dice es verdadero.
20
N i H 'IO N IÍN Ii A S IC A S lili I.Ó tilC A
4. D e d u c c ió n , in d u c c ió n , a b d u c c ió n
21
LÓGICA y TEORÍA d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
Félix es un gato
Félix es simpático
luego, todos los gatos son simpáticos.
5 . De todas maneras, negarse a admitir la ley como verdadera podría ser visto por
algunos como una necedad, algo así como buscar la quinta pata al oso. Un ca
rácter diferente presentan enunciados tales como
Los cuadrúpedos tienen cuatro patas,
cuya verdad es tautológica. En efecto, la propiedad de tener cuatro patas no es
otra cosa que la definición del concepto “cuadrúpedo”.
22
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
tí
\ ¡ICA Y TEORÍA DE CONJUNTOS Pa b l o A m s t e r
Pn
24
N o c i o n u s ii A s i c a s d i ·; l.ó c í i c a
Ló g i c a a r is t o t é l ic a
25
LÓGICA Y TEORÍA DE CONJUNTOS Pa b l o A m s t e r
26
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
(A u B)c = A Cn B °
( A n B ) c = A cv B c
en la teoría de conjuntos7. Mencionemos finalmente a la relación
de inclusión, muy cercana a la implicación: tanto, que en la teoría
de conjuntos el principio de identidad toma la forma
V A :A c A
Resulta claro: dicho principio, en la Lógica, dice que cualquier
proposición p verifica:
p=>p
(p implica p)
Por eso, dado un conjunto A y cualquier objeto x del univer
so, tomando como p el enunciado “x e A" se obtiene
x e A => x e A,
que en otras palabras se lee: A está incluido en A.
La teoría de Cantor permite el libre empleo de un enunciado
conocido como axioma de abstracción. En él se basan las defi
niciones por comprensión antes mencionadas, que en principio
permiten construir a partir de cualquier función proposicional <j>
el conjunto de todos los objetos del universo que la satisfacen:
{ x / <j)(x) }
La noción de “función proposicional” tan común en la Lógi
ca, es -com o veremos- una especie de predicado sin sujeto. Por
ejemplo, la oración
(j)(x) = x es mortal
carece de sujeto: cualquier valor que se le asigna a la variable x
pasa a cumplir ese papel y le da a la oración el carácter de pro
posición.
El axioma de abstracción parece más que aceptable, razón por
la cual Frege no tuvo reparos en emplearlo para definir al conjun
to vacío. Claro, esta definición no es e-vidente, pues el concepto
es muy lejano a nuestra intuición: según entendimos, un conjun
to es una colección de cosas, luego... ¿cómo pensaren una colec
ción que no tenga nada? Cualquiera puede decirse coleccionista
27
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
8. Es claro que “nadie” no indica persona, sino que se refiere a una propiedad que
ningún objeto del universo satisface. Borges hace un empleo interesante de di
cho vocablo en Las ruinas circulares:
28
N o * IO N I N I I Á S I l 'A S d i : l ó g i c a
29
Ló g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
Gc = M - G = { x e M / x í G)
9 . Vemos así que es más sencillo ponerse de acuerdo acerca de lo que li.iy que acer
ca de lo que no hay. Macedonio Fernández se manifestaba en conl i'.i de produc
tos tales como las galletas sin sal, pues existe una infinidad de cosas que las ga
lletas no tienen. Como sea, a veces pensar en el complemenlo resulta ventajoso;
por ejemplo para recibir regalos de no-cumpleaños, tal como demuestra I lump-
ty Dumpty a una desconcertada Alicia (L.Carroll, op.cit.). Sobre el problema on
tológico de lo que hay, algo veremos en el último capítulo.
30
N o c io n e s b á s ic a s ije l ó g ic a
6. En u n c ia d o s c a t e g ó r ic o s
31
LÓGICA Y TEORÍA DE CONJUNTOS 1’AISLOAmster
32
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
A contrarias E
subalternas subalternas
7. C u a d r a n t e d e P e ir c e
8 . S il o g is m o s
S P S P S P S P
34
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
Premisa i: Ningún S es P
S P
Premisa 2: Algún S es R
S P
35
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
Premisas i y 2: Ningún S es P
Algún S es R
S P
Conclusión: Algún R no es P
Se tiene, entonces,
36
Nck'ionkn bAsicas di·: lógica
S P
Premisas i y 2: Algún S es P
Todo P esR
Conclusión 1: Algún S e s R
R
Premisa 3 y Conclusión 1:
R T
Todo R e s T
Algún S es R
Conclusión -.Algún S es T.
En otras palabras:
Algunas estufas son muy apreciadas por mi abuelo.
37
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa u l o A m s t e r
R = personas respetables
S = personas que roban el sombrero a sus semejantes,
N = nosotros
9. S in t a x is y s e m á n t ic a d e lo s l e n g u a je s f o r m a l e s
38
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
p ^ q
-.p a q
( p = > q ) v - ,r
Como se ve en el último caso, si se pretende combinar me
diante conectivas más de dos proposiciones, se hace preciso in
troducir paréntesis, a fines de evitar la ambigüedad en la escri
tura. El proceso que permite definir las proposiciones es induc-
tivo; toda proposición compuesta se define a partir de las propo
siciones atómicas mediante las siguientes reglas:
1) Si p es una proposición, entonces -.p es una proposición.
2) Si p y q son proposiciones, entonces
pAq pvq P=>q P Y .q P^Q
son proposiciones".
39
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
10. T a b l a s de verd ad
Una vez dadas las reglas que permiten formar las propo
siciones, se define el valor de verdad como una función que a
cada proposición le hace corresponder el valor V (verdadero) 0
F (falso) a partir de los valores de sus átomos. La manera habi
tual de presentar a tal función es por medio de las tablas de ver
dad; por ejemplo, el valor de verdad para la negación se estable
ce de modo tal que si p es verdadera, entonces su negación es
falsa, y viceversa:
NEGACIÓN
P P
V F
F V
CONJUNCIÓN
p q pAq
V V V
V F F
F V F
F F F
DISYUNCIÓN
P <7 pyq
V V V
V F V
F V V
F F F
40
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
IMPLICACIÓN
P q p q
V V V
V F F
F V V
F F V
DISYUNCIÓN EXCLUSIVA
P q pvq
V V F
V F V
F V V
F F F
EQUIVALENCIA LÓGICA
P q p<^>q
V V V
V F F
F V F
F F V
conjunción
disyunción
41
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
12. Es decir, el álgebra booleana {o, i}. A pesar di' mi i iivi.ilnl.nl, l.i observación deja
ver la posibilidad de una generalización qurri ml rmpli· Lis llamadas lógicas mul
tivalentes, con más de desvalores deverd.ul l'.ir.i iiii.i dcliiución de "álgebra de
Boole"verel Diccionario de términos malrinAlirun, de próxima publicación.
4 2
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
11. L e y e s l ó g ic a s
P P p^ > p
V V V
F F V
P -p p a -- P -'(p A -'p )
V F F V
F V F V
P -'P pv-p
V F V
F V V
43
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
P q pAq ^(pAq)
V V V F
V F F V
F V F V
F F F V
44
No c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
"■a
11
"a
<
>
-c
j
j
se demuestra en forma análoga.
-r*
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pablo Amster
46
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
P q p 1q (p\q) 1(p\q)
V V F V
V F V F
F V V F
F F V F
'1 7
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
Adición p => (p v q)
Enunciado contrarrecíproco (p => q) = (-.q => p)
Transitividad de la implicación
(p => q) a (q :=> r) => (p => r)
Ley asociativa para el et [(p a q) a r] = [p a (q a r)]
Ley asociativa para el ve/ [(p v q) v r] = [p v (g v r)]
Ley asociativa para la equivalencia
[(p o q) <=> r] = [p <=> (q o r)]
Leyes conmutativas para et, ve/ y equivalencia:
p Aq = q a P
pvq=qvp
p ^ q =q o p
Leyes distributivas, del et respecto del ve/, y viceversa:
(p a q) v r = (p v r) a (g v r)
(p v g) a r = (p a r) v (g a r)
Una regla de especial importancia es la reducción al absurdo,
dada por la absurda tautología
(-P => p) => P,
cuya aplicación práctica se resume en la siguiente “receta” para
demostrar un enunciado p:
Suponemos que p es falsa; si de allí obtenemos una contra
dicción, esto quiere decir que p es falsa, y en consecuencia p es
verdadera16.
Mencionemos finalmente aquellas conocidas reglas que con
forman la base de todo cálculo:
Modus ponendo ponens [(p => q) a p] => q
Modus tollendo tollens [(p => q) a -,q] => -.p
Modus ponendo tollens [(p y q) a P ] =>
Modus tollendo ponens [(p v q) A-ip] =í> q
48
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
12. Va r i a b l e s l ib r e s y c u a n t if ic a c ió n
genio tan poderoso para hacer errar a cualquiera, se trate o no -al decir de La-
can- de un no-incauto. Por ejemplo, bien podría uno creer que la siguiente re
gla es verdadera,
(p => q) =>r = p => (q => r),
c incluso reforzar tal creencia asignándole un nombre pomposo:
asociatividad de la implicación.
Si 11 embargo, es fácil probar que la presunta “ley” es falsa. El error en asunto de le
yes, que en Gargantúa y Pantagruel se compara con la confusión de Isaac (a la que
colaboró su esposa Rivka) de tomar a Jacob por Esaú, en determinados casos toma
un cariz más trágico: por ejemplo, el lamentable error judicial que llevó al presidio
.1 Mitia Karamazov (ver F.Dostoyevski, Los Hermanos Karamazov).
49
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
----------------------
5°
No c io n e s b á s ic a s ije l ó g ic a
ic). En el “al menos uno” se basa Lacan para hablar del homoinzune, homofonía de
au moins une.
51
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t e r
I 3x/(j)(x) 3x/-i(j)(x) O
52
N o c io n e s b As ic a s d e l ó g ic a
53
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n ju n t o s Pa b l o A m ster
21. No hay que confundir estos conceptos con ias nociones de conjunto cerrado y
conjunto abierto que aparecen en la topología (ver volumen 1 ).
22 . Ver el Diccionario de términos matemáticos; de próxima publicación.
54
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
1) Identidad a =a
2) Tercero excluido a vj a c = U
3) No contradicción a n a c= 0
4) Intersección con clase universal a n U=a
5) Unión con clase nula a u 0 =a
6) u y n son asociativas; es decir, para a, p, y
cualesquiera vale
(a u (3) u y = a u ((3 u y); (a n |3) n y = a n (|3 n y)
7) u y n son conmutativas; es decir, para a, P
cualesquiera vale
a u p = pua; a n p = (3 n a
8) Leyes distributivas:
(a u P) n y = (a n y) u (P n y);
(a n P) u y = (a u y) n (P u y)
A partir de estas reglas se deduce fácilmente:
9) Idempotencia de n a n a =a
En efecto, empleando la regla 4) y luego la 2) resulta que
a = a n U = a n (a u a c)
Por la ley distributiva, usando luego 3) y 5) se deduce:
a = (a n a) u (a n a c) = (a n a) u 0 = a n a
con lo que 9) queda probado. Una propiedad análoga se verifi
ca para u :
10) Idempotencia d e u a \J a = a
También valen las siguientes propiedades:
11) Unión con clase universal auU=U
12) Intersección con clase nula a n 0 =0
Por ejemplo, 11) puede comprobarse a partir de 2), emplean
do la asociatividad de u y su idempotencia:
a u U = a u (a u a c) = (a u a) u a c = a u a c = U
De modo similar se obtiene 12).
Otra propiedad importante es la unicidad del complemento,
que permitirá a su vez demostrar otras cosas. Pero conviene pre
guntarse: ¿qué significa que el complemento es único? La respues
ta no parece complicada: significa que para cualquier clase a exis
te sólo una clase que verifica las propiedades expresadas por los
55
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
En consecuencia,
P = P u 0 = p u (acn pc) = (P u a c) n (p u Pc) = a cn U = a c
como queríamos (¿realmente queríamos?) demostrar.
Valiéndose de esta propiedad, queda para el lector la tarea de
comprobar estas otras leyes:
13) Doble negación (ac)c = a
14) Ley de De Morgan para u (a u P)c = a c n Pc
15) Ley de De Morgan para n (a n P)c = a c u pc
Entre conjuntos se define la relación de inclusión, cuya im
portancia se puso de manifiesto en el desarrollo de la lógica aris
totélica. Como es de esperar, la idea puede reproducirse en este
nuevo contexto algebraico de las clases, aunque eso plantea un
problema: ¿cómo definirla? Resulta sencillo decir que un conjun
to A está incluido en otro conjunto B cuando todo elemento de A
es elemento de B; sin embargo, la definición algebraica de “clase”
prescinde de los elementos y nos obliga a pensar en otra cosa.
5 6
N o c io n e s b á s ic a s d e l ó g ic a
23. En efecto, el principio establece que "dos” conjuntos que tienen la misma exten
sión son iguales. En otras palabras:
Dos conjuntos son iguales si y sólo si tienen los mismos elementos.
Esto nos lleva a pensar en la famosa frase de Gide: de alguna forma, se trata de
un Dos que se regocija de ser Uno. En el Seminario XIX, Lacan relaciona a la ex
tensionalidad con la mismidad.
57
Ca p ít u l o 2
La in d u c c ió n m a t e m á t ic a y e l
SISTEMA DE PEANO
5 9
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
6 p
I ,A IN D U C C IÓ N M A T E M Á T IC A Y E L S IS T E M A D E P E A N O
6 l
LÓ G IC A Y T E O R ÍA D E CONJU NTOS Pa b l o A m ster
Sin embargo, si nos dicen que el primero de los libros cae, en
tonces la regla nos permite decir:
Dado que el primero cae, el segundo cae también.
62
I,A IN D U C C IÓ N M A T E M Á T IC A Y EL SIS T E M A D E P E A N O
Y así sucesivamente,
dado que el segundo cae, el tercero cae también;
dado que el tercero cae, el cuarto cae también,
hasta agotar el estante. Observemos que para llegar a esta con
clusión, sólo nos hizo falta información precisa sobre el primero
tic los libros, y conocer la regla inductiva (4).
I,a pregunta que cabe hacerse ahora es: ¿qué ocurre cuando el
estante es inagotable? Tal es el caso, precisamente, de los números
naturales, en donde la regla (3) indica que la veracidad de P para
1111 número n induce la veracidad de P para el siguiente de n.
P ( o ) P ( i ) -> P( 2 )
1,0 que sigue parece más bien una cuestión de confianza. Dado
que “cae” el primero de los números, y que cada número “empu
ja" al que viene después, entonces cualquier número -m ás tarde
1) más temprano- “caerá” en algún momento. Sin embargo, como
liemos comentado, no se trata de una confianza ciega en la caída
de cada uno de los números, sino que precisamente se define a los
números de modo que ello ocurra. Como expresa Russell,
lo que puede inferirse de vecino a vecino puede ser inferido del pri
mero al último,
5. B. Russell, 11946).
63
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
6. ibid.
64
I.A IN D U C C IÓ N M A T E M Á T I C A Y E L S I S T E M A D E P E A N O
6 5
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
0o = 2, an+, = 3an- 2
En otras palabras, se establece un primer elemento aa y una
regla recursiva que nos dice cómo obtener el término an+, una
vez que conocemos el término an. Esto permite construir paso a
paso la sucesión:
ac = 2
a, = 3a0 - 2 = 4
a2 = 3a, - 2 = io
a} = 3az- 2 = 28
a 6 = a, + a4 = 5 + 3 = 8
Es un interesante ejercicio comprobar algunas de las “mági
cas” propiedades de estos números, por ejemplo:
1) Los términos a„ y anfl son primos entre sí o coprimos.
Por ejemplo, para n = 5 vemos que a5 = 5 y a6 = 8 no tienen di
visores comunes mayores que 1.
2) Fórmula para la suma de los primeros n términos:
a„ + a, + ... + an.,= a n+, - 1
Por ejemplo, tomando n = 11 se verifica:
a0 + a, + ... + aIO= o + j + 1 + 2 + 3 + 5 + S + /3 + 21 + 34 + 55 =
143 = a« - J
66
La in d u c c ió n m a t e m á t ic a y e l s is t e m a d e Peano
φ = 1,618033988
EL SISTEMA DE PEANO
67
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n ju n tos Pa b l o A m ster
0 = prim er número
1 = siguiente del o - so
2 = siguiente del 1 = sso
3 = siguiente del 2 = ssso
4 = siguiente del 3 = sssso
Propiedad i)
Propiedad 2)
69
L Ó G IC A y T E O R Í A D E C O N JU N T O S PABLO A M ST E R
70
Ca p ít u l o 3
La s r e g l a s d e a l -j a b a r y
Fib o n a c c i ro bado
7'
Ló g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
a *b = ab
A su vez, cuando decimos que T es generado por V nos refe
rimos a que toda oración s es una sucesión finita de palabras o
elementos de V:
s = w,...wn
endondew,,..., wnpertenecen a V. Finalmente, la “libertad” de T con
siste, intuitivamente, en el hecho de que no se define relación algu
na entre los elementos de V, y en consecuencia no se puede cancelar
o sustituir cadenas. En resumen, T es el conjunto de todas las suce
siones finitas de elementos de V: por ejemplo, para el vocabulario
V={A,B,C]
resulta
T = { A, B, C, AA, AB, AC, BA, BB, BC, AAA, A A B ,... }'
Un lenguaje es un subconjunto de T al que, siguiendo la de
nominación sugerida por Riguet en el Seminario 2, denotaremos
WF: oraciones well form ed o bien formadas.
Una gramática generativa de WF es un conjunto finito de re
glas, denominadas reglas gramaticales, que permiten determinar
los elementos de WF en base a una descripción estructural2. Este
es el caso de la teoría de los sistemas formales y otros aspectos de
la lógica matemática como las máquinas de Turing y las funciones
recursivas. A modo de ejemplo, vale la pena mencionar las reglas
que permiten describir las sintaxis de los diversos sistemas que
aparecen en el Seminario sobre ‘La carta robada’: para
V = { +, - } (caras y cecas)
se tiene que
T = { +, —, ++, +—, —h,----, +++, ... }
En este caso, el azar de la moneda establece que puede darse
cualquier secuencia de caras y cecas, lo que implica que
WF = T
72
La s r e g l a s d e a l -j a b a r y Fib o n a c c i robado
+++] 1 ++-
—r + —
+-+] 3 - ++
-> +
-+-J —
2 1
1 — - — + - + + - + + — + + +
2 1 2 3 3 2 2 3 2 2 3 2 1
7 3
In t r o d u c c i ó n a l a t o p o l o c í Ia Pa b l o A m ster
12223211233223
im p a r im par im par par
1*3
3*1 2 »2}->y
1*2 2.n R
3*2 P 2 · 3|
a. S a, p, y, 8 a. p
P,Y y, 8
IT 2T 3T
74
La s r e g l a s d e a l -j a b a r y F ib o n a c c i robado
75
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n tos Pa b l o A m ster
(r/s).s —> r
r.(r\s) —> s,
permitiendo calcular las cadenas que cancelan hacia la catego
ría S. A modo de ejemplo elemental, supongamos el vocabulario
V = { el, perro, gato, Félix, muerde, maúlla }
y los tipos
n, np, np/n, np\S
con las siguientes asignaciones:
el -» np/n
gato —» n
perro —» n
Félix —> np
muerde —> np\ S
maúlla —» np\ S
En consecuencia, las cadenas
el perro muerde
el gato muerde
el gato maúlla
el perro maúlla
Félix muerde
Félix maúlla
derivan todas hacia S y resultan bien formadas; por ejemplo para
la primera se tiene:
76
La s r e g l a s d e a l -j a b a r y F ib o n a c c i robado
D i g r e s i ó n : a l g e b r a y a n á l is is
Los m atem áticos, concedo, han hecho cuanto les ha sido posible para
difundir el error p op u lar a que usted alude, y que no es m enos un
error porque haya sido prom ulgado com o verdad. Con un arte dig
no de m ejor causa, por ejem plo, han introducido el térm ino «aná
lisis» con aplicación al álgebra. Los franceses son los culpables de
esta superchería popular; pero si un térm ino tiene algu n a im por
tancia, si las palabras derivan algún valor de su aplicabilidad, «aná
lisis» expresa «álgebra», poco m ás o m enos, com o en latín am bitus
im plica «am bición», religio, «religión», hom ines honesti, «un con
junto de hom bres h onorables»3
7 7
Ló g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
F ib o n a c c i robado
+ - - - + - + +
2 1 2 3 3 2
y a 8 p
2 3 2 1 1 2
Y a 8 p
ción dupiniana, sin que haya tenido luego la necesidad de recurrir a un algebris
ta para que lo “reordene”.
7 8
La s r e g l a s d e a l -j a b a r y F ib o n a c c i robado
Longitud 1:
a, p, y, 8
Longitud 2:
a a , ap, py, P8, yy, y8, 8a, Sp
79
Ló g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m s t e r
Longitud 3:
acta, aa [ 3, aPy, ap§, Pyy, PyS, p5a, psp, yyy, yy8, y8a,
y8p, 8aa, 8aP, 8Py, 8p8
Longitud 4:
a a a a , a a a p , aaPy, aap8, aPyy, ap y 8 ,... etc.
Cabe aclarar una vez más que no se trata de palabras bien for
madas en el sistema original: para obtener una es preciso interca
lar dos de las secuencias que aparecen en esta lista. Obviamente
las longitudes de ambas deben ser compatibles; por ejemplo, es
posible intercalar una palabra de cuatro con una de tres:
aPyy intercalada con y8a da ayP8yay.
Ahora, ya que hemos hablado de lettres voleés, podemos con
siderar aquellas secuencias de nuestra última lista que omiten al
guna letra, por ejemplo la a. No es una idea nueva: al fin y al cabo,
existen novelas enteras (como las del grupo Oulipo) construidas
según la regla de no emplear alguna de las vocales. Si llamamos
c(n) a la cantidad de secuencias de longitud n que no contienen
ninguna a, es inmediato comprobar que
c(i) = 3 (pues a no aparece en P, y, 8)
0(2) = 5 (pues a no aparece en Sp, Py, p8, yy, y8)
c(?) = 8 (pues a no aparece en SPy, 8p8, Pyy, Py8, p5p,
yyy, yyS, y8p)
Continuemos un poco más con el escrutinio de los valores
que siguen:
c(4 ) = 13
0(5) = 21
c (6 )= 34
80
La s r e g l a s d e a l -j a b a r y F ib o n a c c i robado
De l o s c o n e jo s á u r e o s a l o im a g in a r io
x x
De esta forma, se deduce que
cp2 = <p + i,
lo que permite calcular el valor
„ . i ± A
2
Ahora, de la expresión
8 i
Ló g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
- 1
(p = 1 H-----
9
se desprende también que
1 + 1 + _L_
<f>
Si continuamos este proceso ad infinitum, no es difícil con
cluir que
1
cp = 1 + --------------
1 +t^
1 3
a
2 1+ 1 2
1 5
a3 = 1 +
1 3
1+
1+ 1
82
Las r e g l a s d e a l -j a b a r y F ib o n a c c i robado
cer sino percibirm e m ás, que pensando que pienso, ese “yo pienso”
que está en el extrem o de mi pensam iento, sobre mi pensam iento,
es él m ism o un “yo pienso” que reproduce el “pienso, luego soy” ¿Es
así ad infinitum ?
yo soy yo pienso
yo soy yo pienso
yo soy vo pienso
yo soy vo pienso
» 3
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
1
i+
/+ '
o, = i + 1
a2 ~ l
i+ 1
a =i
i + /+1
1 1-i
i+1 2
Esto permite obtener el segundo valor de la sucesión:
i+1
Luego
a = i + — = 1,
3 a,
84
La s r e g l a s d e a l -j a b a r y Fib o n a c c i robado
a4 = i + — = i + 1
• 1 ■ ,
a3
a. = i + JL = / + 1
«4 2
a5
5. Es preciso tener cuidado con la forma en que se efectúan los “recortes” sucesivos
de la fracción, pues no siempre el resultado es aceptable. Por ejemplo, si en vez
de "cortar por lo sano" se nos ocurre “cortar por lo imaginario”, obtenemos:
a, = i
LA D E M O S T R A C IO N D IA G O N A L :
U N A C R U Z A D A C A N T O R IA N A
87
Ló g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s 1’a i i i .o A m ster
...el consiguiente rechazo, sin crítica alguna, del legítimo infinito ac
tual no deja de ser una violación de la naturaleza de las cosas, que
han de tom arse com o son.
i. U n a n t e c e d e n t e s o c r á t i c o
T
2.2 = 4
Las citas de esta sección corresponden a J. Lacan, Seminario 2, clase II: Saber,
Verdad, Opinión.
8 8
I.A D E M O S T R A C IÓ N D IA G O N A L : U N A C R U Z A D A C A N T O R IA N A
V2.V2 = 2
<—1—>
V 2 = 1,41421356237...
En otras palabras, los irracionales son números que no ce
san de no escribirse. Al igual que el infinito, exonerado desde los
tiempos de Zenón, tan “horrorosas” entidades no tuvieron cabi
da en el excesivamente racional mundo griego.
Vale la pena brindar una original demostración de la irraciona
lidad de la raíz de 2 que solamente requiere un trozo de papel.
Si /2 pudiera escribirse en la formap/q, con p y q enteros, en
3. Cabe señalar que diagonal proviene del griego diágein, que significa conducir a
través. Según Lacan
el esclavo, con toda su reminiscencia y su intuición inteligente, ve la buena for
ma, si cabe expresarse así, a partir del momento en que ésta le es señalada.
89
Ló g ic a y t e o r ía d e c o n ju n t o s 1’a iu .o A m s t e k
P2 - 2(72
2. La s p a r a d o ja s d e l a id e n t if ic a c ió n
1 2 3 4 5 6 ...
1 4 9 16 25 36
90
I.A D E M O S T R A C IÓ N D IA G O N A L : U N A C R U Z A D A C A N T O R IA N A
Claro que hay otro uno, esta vez sin mayúsculas, que permite
generar la sucesión de números naturales y ha sido definido como
el conjunto cuyo único elemento es el conjunto vacío:
i = { 0 }6.
De esta forma el número se constituye con ayuda de la función
de sucesor: el 2 como sucesor de 1, el 3 como sucesor de 2 y así ad
infinitum. La operación es simple: basta con agregar al conjunto
que define al número n el propio n, esta vez como elemento.
1 = o u{o) = {0 }
2 = 1 U {i} = {O, l}
3 = 2 u {2} = {o, 1, 2}
9 1
L ó g ic a y t e o r í a d i; c o n ju n t o s I 'A II 1 , 1 1 A m s t e r
92
I.A D E M O S T R A C IÓ N D IA G O N A L : U N A C R U Z A D A C A N T O R IA N A
7. En efecto, podemos pensar por ejemplo que la película original Rambo no fue
Rambo I basta que no surgió una segunda parte que la continuara. Hay que de
cir que, para nuestra fortuna, esta secuencia se detiene antes que la de los alefs.
93
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n ju n to s I'AIII i i A m ster
4. E l b i c h o d e l o n o - n u m e r a b l e
D. H i l b e r t
00+1 = 00
00 00 = 00
00.00 = 00
oox = 00
Por otra parte, resulta claro que un infinito así pensado debe ser
naturalmente mayor que cualquier número natural; este infinito,
podría decirse, es “lo más grande que hay”. Sin embargo, tal idea se
reveló falsa en las imperturbables manos de Cantor, que borraron
de un plumazo la aureola mística que rodeaba al infinito y lo trans
formaron en una entidad con la que se puede operar en forma pre
cisa, algebraica. Para decirlo correctamente, no se trata de una sino
de infinitas entidades, como mencionamos en la sección anterior:
una secuencia ordenada de alefs. De esta manera N'0, el infinito nu
merable, se convirtió de alguna forma en lo más chico que hay; en
el fondo, el Yo c/e l’Un lacaniano no consiste sino en tomar
94
L A D E M O S T R A C IÓ N D IA G O N A L : U N A C R U Z A D A C A N T O R IA N A
0, a2 0) «4
0, b\ ¿>2 ¿4
0, C\ C2 c3 c4
0, d, d2 di d/\
a, distinto de a,
a 2 distinto de b2
oc3 distinto de c¡
a 4 distinto de d4
95
L Ó G IC A y T E O R Í A D E C O N JU N T O S l'AItl.O A m ster
verifica:
a * 0, a 1 C¡1 di a4
a * 0, b\ b2 b-i
a * 0, C\ C2 Ci c4
a * 0, 4 d2 di tl4
10. En rigor, suele pedirse que las sucesivas cifras de a sean también diferentes de
o y 9, con la finalidad de evitar los inconvenientes provocados por la ambigüe
dad que presenta la escritura decimal en casos como
0,2349999... = 0,235000...
De todas formas, esta restricción deja todavía una amplia libertad para las sucesi
vas elecciones, lo que parece introducir en la construcción propuesta por Cantor
algún aspecto de lo subjetivo. Sin embargo, hay maneras de llevar a cabo la opera
ción de “burlar” a cualquier lista prefijada por medio de un algoritmo, del estilo:
a = i a\ + * si a, < 8
\ 1 si a ] - 8 o 9,
etcétera.
96
L A D E M O S T R A C IÓ N D IA G O N A L : U N A C R U Z A D A C A N T O R IA N A
tes, más astutas, más apegadas a lo real del. número que haya sido
inventada nunca."
Ep íl o g o
No + 1 K 0
K o + K o = Ko
Xo.No = No
ii. Ibid, clase del 1/6/72. La cita recuerda aquella definición de lonesco según la cual
si uno acaricia a un círculo obtiene un circulo vicioso. También merece desta
carse que Lacan se refiera a una invención y no a un descubrimiento: quizás ello
no concuerde con el espíritu de Cantor, decididamente platónico (cf. con la alu
sión a la naturaleza de las cosas que aparece en la cita de la página 88) .
97
L Ó G IC A y T E O R Í A D E C O N JU N T O S Pa b l o A m s t e r
98
L A D E M O S T R A C IÓ N D IA G O N A L : U N A C R U Z A D A C A N T O R IA N A
a —> 1
b 0
C —> 0
d 1
e —» 1
99
L ó g ic a y t e o r ía D E CO NJU NTO S I' a i i i .o A m s t iír
a las que entiende como las distintas formas de separar en dos el contenido de
un conjunto (en tal sentido, una denominación más precisa sería biparticio
nes). Por ejemplo, para X como antes, se puede definir la partición dada por
(a, d, e) y jb, c}. En general, cualquier subconjunto A determina una partición
de X, que resulta ser la misrna que determina su complemento X-A; en conse
cuencia, el total de particiones de un conjunto de n elementos es exactamen
te la mitad del número total de subconjuntos, vale decir: 2"'1
14. En realidad, Godel había probado en la década del treinta la imposibilidad de
refutar la hipótesis del continuo; Cohén probó luego que los axiomas de la teo
ría de conjuntos tampoco bastan para demostrarla. La conjunción de ambos re
sultados otorga a dicha hipótesis su carácter indecidible.
IO O
Ca p ít u l o 5
La v id a s in la b o l s a :
AUTORREFERENCIA Y
TEOREMAS DE GÓDEL
U n o . Brev e r e f e r e n c ia s o b r e Ep im é n id e s .
101
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s I ’a i u .o A m s t e r
D o s. B rev e r e fe r e n c ia so b re la r e fe re n c ia :
Q uine y Gó del
103
I
L Ó G IC A y T E O R Í A D E C O N JU N T O S l ’A U L O A M S T 'E R
2. Ver el capítulo 1.
3. Merece una consideración especial la fórmula Hablo, miento, propuesta por al
gunos autores (por ejemplo, Foucault) con la evidente intención de parafrasear
al Pienso, soy cartesiano. También cabe recordar la frase famosa de Lacan, que
hace hablar nada menos que a la verdad: Vo, la verdad, hablo.
104
I.A V I I I A S I N I.A B O L S A . A U T O R R E F E R E N C I A Y T E O R E M A S D E G Ó D E L
105
L Ó G IC A y T E O R ÍA D E C O N JU N T O S Pa u l o A m s t e r
5. La efectividad de esta acción muestra que un nombre resume una infinitud: esto
es una obviedad, aunque como veremos en el capítulo 7, la existencia de un Nom
bre impronunciable deja claro que el asunto es menos trivial de lo que parece. Cabe
aclarar que estas especulaciones no son excluyentes del lenguaje natural o los len
guajes formales, que son los que nos conciernen en el presente texto.
6. Vale la pena citar, por ejemplo, sus Notas acerca de la teoría de la referencia, en
Quine, 1984.
lO Ó
I .A V I D A S I N L A B O L S A : A U T O R R E F E R E N C I A Y T E O R E M A S D E G O D E L
Queda para diversión del lector ensayar los posibles (...o me
jor: imposibles) valores de verdad de esta oración.
T r e s . P r o p o s ic io n e s in d e c id ib l e s y t e o r e m a de
Gó d el
107
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s l’AULO A m STER
108
La v id a s in l a b o l s a : a u t o r r e f e r e n c ia y t e o r e m a s d e Gô del
7. Queda claro que decir “se volvería” es sólo una manera de hablar. La inconsisten
cia existe desde antes; en todo caso, su hallazgo a partir de una paradoja puede
compararse a aquello que en la enseñanza lacaniana se denomina après coup.
109
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s I’a b l o A m ster
C u a t r o . ¿C u á l e s e l t ít u l o d e est a s e c c ió n ?
lio
I,A V ID A S I N l.A B O L S A : A U T O R R E F E R E N C I A Y T E O R E M A S D E G Ó D E L
Pertenezco al club de
los que no son
caballeros probados
111
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
C in c o . L o s l e n g u a je s f o r m a l e s
112
I .A V ID A S I N I,A II O L S A : A U T O R R E I · E K E N C I A Y T E O R E M A S D E G Ó D E L
113
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m stek
R egla 1: x.o = o
R egla 2: x.sy = x + x.y
sss^.ssssO
1 88 9 eses
S e is . U n p a se m á g ic o
114
I.A V I D A S I N L A B O L S A : A U T O R R E F E R E N C I A Y T E O R E M A S D E G Ó D E L
u. Al menos, que no los tiene dentro del sistema. Por cierto, cabe la posibilidad de
que existan “hijos no declarados”: sin ir muy lejos, podemos pensar que o es en
realidad siguiente de -i, que sin embargo pertenece a un universo mayor (el de
los números enteros). Respecto de un objeto como sso resulta oportuna una vez
más la distinción que hace el caballero -aunque bastante picaro- de la nota i,
ya que "2” es el nombre del número. El número en realidad es "el siguiente del
siguiente de o”, pero de acuerdo con nuestra paternal interpretación no estaría
mal llamarlo The Aged Aged Man.
115
L Ó G IC A y T E O R ÍA D E C O N JU N T O S Pa b l o A m ster
V (para todo) -» i
x -» 2
-l (negación) —> 3
s -» 4
o —> 5
--> 6
( ->7
) -> 8
V x _ 1 ( í ' x = 0 )
1 2 3 7 4 2 6 5 8
x - s s s s 0
2 6 4 4 4 4 5
sss...sssO = ssssO
264445 eses
S ie t e . La l ie b r e d e M arzo
13. En principio, la operación sólo sería aplicable a aquellos que resultan ser el nú
mero de Gódel de una-fórmula con una variable libre, aunque es fácil extender
a Q de modo que esté definida para cualquier número.
118
La v id a s in l a b o l s a :a u t o r r e f e r e n c ia y t e o r e m a s d e Gó d el
14. El lector merece aquí una ayuda. Por empezar, hemos visto que los axiomas de
Smullyan permiten deducir la existencia de al menos un caballero no probado (£).
Sin embargo, una isla poblada únicamente por E no sirve como modelo, pues las
reglas no se satisfacen. En efecto, en este caso el club de los caballeros probados
(CP) es vacío, y no habría habitantes de la isla que afirmasen pertenecer a CP lo
que contradice la regla 3. Podemos arreglar el asunto agregando a la isla un men
tiroso (Ai), pues entonces alcanza con formar dos clubes, CP = 0 y NCP = { E, Ai);
M dice pertenecer a CP, y £ dice pertenecer a NCP. También podríamos haber agre
gado un caballero probado, en vez de un mentiroso, pero las perspectivas de una
isla poblada sólo por caballeros no parecen muy interesantes.
15. En realidad, podría afirmarse que el asunto le provocó algo más que "desvelos”.
Cantor fue internado varias veces en una clínica psiquiátrica, en donde termi
nó sus días en 1918.
11»)
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
16. Personajes de Alicia en el país de las Maravillas. Podríamos pensar que el más
“desafinado” de todos es el Sombrerero, que en el transcurso de una merienda se
pone a cantar como un desaforado; sin embargo, más que desafinar lo que hace
es “matar el tiempo”. Esto no es broma: se puede decir que casi pierde la cabeza
por ello (en este caso, literalmente: ver capítulo VII, Una merienda de locos).
120
La v id a s in l a b o l s a :a u t o r r e f e r e n c ia y teorem as de Gó d el
y
los locos efectúan razonamientos inválidos.
Bajo estas condiciones, es claro que si el razonamiento del gato
fuera válido, tendría que estar loco y no loco al mismo tiempo.
La inevitable conclusión es que el gato está loco, aunque no por
los motivos que aduce. Cabe destacar que, tal como ocurre en El
tiempo lógico de Lacan, la conclusión es fruto de una “segunda
reacción” más que de una primera. Algo similar propone el es
critor Macedonio Fernández con su concepto del no-enseguida-
chiste, del que brinda algunos ejemplos:
Era tan feo que hasta los que eran más feos que él no lo eran tanto.
121
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
O cho. Au to rretrato d e m í m is m o
122
I .A V I D A S I N L A B O L S A : A U T O R R E F E R E N C I A Y T E O R E M A S D E G Ó D E L
17. Podría pensarse que esta anécdota narrada por Macedonio en sus Papeles de Re-
cienvenido está inspirada en el texto Borges y yo, de 1960, en donde Borges ase
gura que su vida es una fuga (de Borges), para concluir:
No sé cuál de los dos escribe esta página.
Macedonio murió en 1952, según consta en su libretita.
18. En realidad, twain (que actualmente significa “un par”) es la forma antigua de
twin (mellizo). El “matiz lacaniano” remite a ciertos conceptos planteados por
el psicoanalista francés tales como el del Otro barrado, etcétera.
19. Wittgenstein, 1994. Sobre aquello que el lenguaje no puede decir, ver también
el capítulo 7.
123
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa u l o A m sth h
20. En su Seminario IX, Lacan advierte: “Que sea Aristóteles quien toma cuidado de
revelar que Sócrates es mortal debe sin embargo inspirarnos algún interés...”
124
W "-----------------------------------------------------------------------
1,A VIDA SIN I.A BO LSA: A U T O R R E FE R E N C IA Y T E O R E M A S DE G Ó D E L
125
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m ster
126
I.A V I D A S I N L A B O L S A : A U T O R R E F E R E N C I A Y T E O R E M A S D E G Ó D E L
21. Según se relata en Tasic, 2001, Leibniz escribió que su aspiración era “hacer uno
mismo el argumento y el cálculo”. La Characteristica Universalis ha desperta
do sumo interés entre los más ilustres autores: según cuenta Borges, Pierre Me-
nard llegó a dedicarle una monografía. Señalemos de paso que el Teorema de
Church podría expresarse en términos lacanianos de la siguiente forma:
Todo método tiene excepción,
o mejor aun:
EL método no existe.
22. Rabelais, Gargantúa y Pantagruel, libro tercero, XVIII. Pantagruel se tomó el
reto muy a pecho y se encerró con honda preocupación a repasara Beda, Ploti-
no, Proclo, Artemidoro, Anaxágoras y otros autores. Finalmente, el debate fue
asumido por su amigo Panurgo, quien derrotó a Thaumasta haciendo gala de
una notoria fluidez gestual. Otro sabio, recordado por Woody Alien, compren
dió también las deficiencias del lenguaje, de modo que decidió llevar a cabo to
das sus conversaciones, hasta las más íntimas, mediante banderas de señales.
Como sea, los teoremas deTarski, Church y Gódel constituyen una broma más
jocosa que ninguna otra a cualquier pretensión de completitud. Lacan se apoya
en Russell y Wittgenstein para postular su célebre sentencia:
La experiencia analítica demuestra: no hay universo de discurso.
127
L Ó G IC A y T E O R ÍA D E CO NJU NTO S Pa b l o A m s t iíh
E p íl o go , y n u ev a g ó d e l iz a c ió n .
128
La v i d a s i n i ,a b o l s a : a u t o r r e f e r e n c i a y t e o r e m a s d e Gódel
129
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m s t i .h
1- Escribir “gato”
2- Volver a i.
130
La v id a s in l a b o l s a : a u t o r r e f e r e n c ia y t e o r e m a s d e Gó del
26. La frase pertenece al poema El Golem, de J.L.Borges. Como se puede ver, el tema
de un hombre que crea a otro hombre es frecuente en el escritor argentino.
«<1
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m sth k
comprueba que la muerte está escrita. De más está decir que este
predicado resulta un excelente candidato para aplicarle la ante
rior operación Q:
“está escrita" está escrita,
Al margen de las leyendas, el programa anterior (al que po
demos llamar programa G, ahora por “Golem”) es un texto fin i
to. Si uno lo lee “a la letra”, enseguida concluye; el problema se le
presenta a aquel lector obediente que se dispone a obedecer los
mandatos que el programa indica. Entonces, nunca termina: aun
siendo mudo, este Golem alcanza a mostrarnos un ejemplo de
algo finito que captura a lo infinito. O bien, para decirlo en tér
minos de Freud, algo terminable e interminable. Por eso si iden
tificamos escritor con lector, explicando en cada párrafo el párra
fo precedente, se hace indispensable alguna clase de salto fuera
del sistema. Ese salto daremos ahora.
El epílogo de este epílogo se justifica en el hecho de que,
a pesar de todo, hay una suerte de “ultimidad” en el teorema
de Gódel: se anticipa a sus posibles refutaciones. Volviendo al
kafkiano Zenón, la situación podría compararse con la tortuga
escapando de Aquiles o, mejor aun, con la famosa demostración
diagonal de Cantor27. Expresado en pocas palabras, el problema
se plantea así de acuerdo con Gódel, hemos obtenido una
proposición verdadera que no es demostrable. Ahora bien, ¿qué
sucede si dicha proposición es agregada al conjunto de axiomas?
Siendo verdadera, es claro que no puede generar ninguna clase
de inconsistencia; por otra parte, dejará de ser indecidible por
tra tarse “decididamente” de un axioma. En definitiva, el sistema se
fortalece... porun rato. En realidad, el poderdura tan poco tiempo
que no alcanza siquiera para sellar el triunfo con un latinismo (cf.
27. Cabe destacar que otro "precursor" de la aporía fue Carroll, con su diálogo Lo
que la Tortuga dijo a Aquiles, y podría afirmarse también que a ambos autores se
adelantó Lacan en un seminario cuyo título es muy coherente con el tema que
venimos tratando: Encoré. Allí se vale de estos resultados de Gódel para sostener
una tesis algo preocupante para el lector desprevenido: no hay relación sexual
Para reafirmar la aseveración de que Zenón fue también carrolliano, basta con
señalar por ejemplo un párrafo de A través del espejo, en el que Alicia intenta
alcanzar unos juncos que crecen fuera del bote en el que viaja:
—¡Los más hermosos están siempre fuera del alcance! -dijo,
suspirando ante la obstinación de los juncos de crecer tan lejos.
132
I,A V ID A S I N L A IIO I .S A : A U T O R R E 1 E R E N C I A Y T E O R E M A S D E G Ó D E L
Breve p r e s e n t a c ió n d e c a so s
135
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m stuk
i Esto ocurre incluso con el texto bíblico: ciertos estudiosos, sin discutir por su
puesto la autoría divina, dudan en cambio algunas de Sus interpretaciones. Pero
la duda no debe ser tomada como una irreverencia, sino como el sentido mismo
del estudio. Según la tradición, el mundo fue creado intencionalmente incom
pleto, para que el hombre pueda completarlo y mejorarlo por medio de sus ac
tos, transformándose en "socio activo” del programa de creación. Una voluntad
similar se puede observar en la Geometría de Descartes, cuyo párrafo final dice:
Espero que nuestros descendientes me estén agradecidos no sólo por
las cosas que expliqué, sino también por aquellas que voluntariamen
te omití para proporcionarles el placer de descubrirlas.
13 6
'
Br ev e p r e s e n t a c ió n d e c a s o s
'37
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s PAUI.O A m STI' K
13 9
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa u i o A mntkk
140
Hu e v e p r e s e n t a c ió n d e c a s o s
T U R C E R C A SO . Ü N C A S O D E M E T O N IM IA
141
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t u k
142
Br e v e p r e s e n t a c ió n d e c a s o s
M i
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s I' a i i i .o A m s t h r
-4 -3 0 1 3 4
144
H k liV I i P R E S E N T A C I Ó N D E C A S O S
Mj
V2 —> m 2
-» m 3
H3
H4 —» M4
-» m 2
v2 m 3
-> M4
H3
H4 -» m 5
14 5
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m s t i .u
146
B R EV E P R ESE N TACIÓN DE CASOS
Nadie podrá expulsarnos del paraíso que Cantor creó para noso
tros9.
Cuarto c a so . Un c a so d e m et á fo r a
14 7
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa u l o A m s t k h
Definir cero por nulo y nulo por ninguno es abusar de la riqueza del
idiom a francés.
148
Illll Vt l'ill MiNTACIÓN I1H CASOS
¡Abajo Euclides!
11, A menudo se suele equivocar el significado de esta palabra. Como figura retó
rica, consiste en confundir acepciones distintas de un término, como el clásico
ejemplo: "Atarse los zapatos con el cordón de la vereda”.
14 9
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m s t h k
...el hecho de que todo el m undo sea burlado lo que constituye aquí
nuestro placer.
150
HlUíVI.; PR ESEN TA CIÓ N D E CASOS
Q u in t o ca so . Un c a so a l m a r g en
151
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m s t e u
12. En esto acuerdan incluso los formalistas, aunque atribuyen el éxito de la apli
cación de las matemáticas a las “demás” ciencias a una armonía preestablecida
(Leibniz) o directamente a un milagro (Bourbaki).
152
■
llKKVK PRESEN TA CIÓ N DE CASOS
13. Vale la pena comentar que hace ya mucho tiempo que el enunciado es conoci
do como el "último teorema de Fermat'1. Sin embargo, cuando una proposición
se sospecha verdadera, pero no ha podido ser aún demostrada, no es un teore
ma sino una conjetura.
153
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m sth k
'55
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n j u n t o s Pa b l o A m s t ik
Cuidado con la es
ca
le
ra
Por eso, aunque la Matemática no dependa de la represen
tación, puede decirse que el teorema de Gódel esconde algo de
la referida sorpresa retórica. El tema de las traducciones, muy
ligado a estas ideas, se ve reflejado en el siguiente acertijo: una
persona desafía al ajedrez a dos grandes maestros, lanzando una
apuesta más bien temeraria: asegura que no perderá en ambas
partidas. Más aun, garantiza que obtendrá un punto; es decir,
que ganará una partida o hará tablas en ambas. ¿Cómo hace? Tal
vez por tratarse de grandes maestros, el panorama pinta compli
cado; sin embargo, existe una forma de que nuestro héroe logre
156
lllllAM |'|<l M.NTACIÓN IM'CASOS
r> *
T 7
.100
14. Sería aquí de utilidad contar con la partícula hebrea et, según veremos en el ca
pítulo 7.
157
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Ι’λ ι ι ι .ο Λ μ ν ίί i<
1 + 2 + 3 + 4 + ... + 97 + 98 + 99 + 10(1
100 + 99 + 98 + 97 + ... + 4 + 3 + 2 + I
1 + 2 + 3 + 4 + ... + 97 + 98 + 99 + 100
100 + 99 + 98 + 97 + ... +· 4 + 3 + 2 + I
101 + 101 f 101 + 101 + ... + 101 + 101 + 101 + 101
100.101
----------= 5050
2
158
m
B kkvk p r e s e n t a c ió n d i; c a so s
¿Será siempre así? Ello sucede, en efecto, cada vez que agre
gamos un nuevo impar:
i ·
3 ·
5 ·
7 ·
1 O i © i O 9 •
3 · · | · • •
5 · · · • •
7 · · · O •
9 · · · • •
159
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t u u
Sexto c a so . R a m a n u ja n , y o t r o s ca so s
... me dejaron com pletam ente anonadado: jam ás había visto antes,
en absoluto, nada así...
_V 5_ V5 + 1
-2itV5 \5 /2
1+ - V 5-1
- 4 í[ V5 1+1
1+
1+·
160
Breve p r e s e n t a c ió n d e c a s o s
l6l
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa u l o A m s t i í r
...diez falsas filosofías sobre los datos del Universo, o diez falsas teo
rías sobre los datos del castillo de Glengyle.
16 2
IlllliVI l'HKSUNTACIÓN DE CASOS
¡Una idea tan sencilla, tan herm osa, tan pacifica! Am igos míos: nos
hem os p asad o una noche en el infierno, pero ahora se ha levantado
el sol, los pájaros cantan...'8
163
Ló g i c a y t e o r í a d e c o n ju n t o s I’a u u ) A m s t h n
para escapar a una recursión interminable hay que salir del siste
ma mediante un salto; en este caso ocurre algo similar, pues cual
quier lector minucioso encontrará siempre algo más para decir. Si
no logra dar ese salto, el texto se volverá difícilmente soportable.
Todo escrito admite la posibilidad de nuevas lecturas. Quizás
sea exagerado pensar que ello ocurre con "textos" tales como la
guía telefónica o la lista del supermercado, aunqu e esa es la idea
que tienen los cabalistas sobre el texto bíblico. La Biblia es un tex
to perfecto, y por consiguiente ninguna de sus lecturas es casual,
como señala Borges en una famosa conferencia de 1973 en que es
tablece la distinción entre texto sagrado y texto clásico:
164
IlldiVH IMdiSLiN l'ACIÓN UU CASOS
Con esta licencia, que don Q uijote se tom ara, aunque no se la die
ran, se llegó a la cadena, y al prim ero le preguntó que por qué peca
dos iba de tan m ala guisa. Él respondió que por enam orado iba de
aquella manera.
—¿Por eso no m ás? -replicó don Q uijote-; pues si p or enam orados
echan a galeras, días ha en que pudiera yo estar bogando en ellas.
—No son los am ores que vuesa merced piensa -díjole el galeote-;
que los m íos fueron que quise tanto a una canasta de colar, atesta
da de ropa blanca, que la abracé conm igo tan fuertem ente que a no
quitárm ela la justicia por fuerza, aún hasta ahora no la hubiera d e
jado de mi voluntad.
165
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa i i i .o A m s t i h
l6 6
Breve p r e s e n t a c ió n d e c a s o s
21. Resulta difícil negar que tal resolución fue llevada a cabo con maestría. Quizás a
este tipo de cosas se deba la frase de Einstein: Aprendí más de Dostoyevski que
de cualquier físico,
16 7
Ca p ít u l o 7
La r e l i g i ó n , o r d in e
MATHEMATICA DEMONSTRATA
Dios hizo a los números naturales, todo lo demás es obra del hombre.
169
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa i i i .o A m ster
La c r e a c ió n
No son muchos los matemáticos que han escrito -entre las ex
cepciones figura otro constructivista, el gran Poincaré- sobre la
invención y la creación, elementos tan esenciales a la actividad
matemática como a la artística. En el campo de la Religión, se sue
le aceptar casi como un axioma la existencia de un Dios creador;
en cambio, el Arte y la Matemática contemplan la creación ya no
de El mundo, sino de los diversos mundos que le vengan en gana
a aquel “epifenómeno” que es el artista o el matemático.
El poeta es un pequeño dios, escribe el poeta Vicente Huido-
bro en su Arte Poética; el verso es un reflejo de su propuesta, de
nominada creacionista, según la cual la poesía se constituye por
imágenes creadas. Estas imágenes no representan un mundo ya
existente, sino otro que existe solamente en el poema; un mun
do paralelo al mundo real. En nuestro caso, podríamos aventu
rar entonces que también el matemático es un pequeño dios, o
incluso que Dios es un pequeño dios... En realidad, esto no tiene
la finalidad de restarle importancia al Dios creador, sino de si
tuarnos en el problema de la creación desde el punto de vista de
los mundos posibles. El Dios bíblico no es en verdad un pequeño
i. cf. Génesis V, i.
170
I A III I K I K ’iN, O U K IN I, M A T IIIiM A T ICA D EM O N STKATA
Está escrito que Dios creó al cielo y a la tierra. Ahí figura la partícu
la hebraica et que sirve de unión entre el verbo y el objeto directo.
2. A tono con su idea de una armonía preestablecida, Leibniz afirmaba que si bien
Dios tiene la capacidad de concebir todos los mundos posibles, sólo puede que
rer crear el mejor de ellos. Esta idea ha sido a menudo malentendida y le va
lió diversas críticas; la más famosa de ellas es la dura sátira Cándido, escrita por
Voltaire, en donde el filósofo Pangloss enseñaba la metafísico-teólogo-cosmo-
lotontología, y demostraba “de modo admirable” que no hay efecto sin causa:
“Fijaos bien en que las narices se hicieron para llevar anteojos; por eso llevamos
anteojos”. Al margen de las burlas, Leibniz fue uno de los grandes pensadores
de la historia; además de haber fundado junto con Newton el cálculo infinitesi
mal, entre sus múltiples hallazgos se cuenta nada menos que el inconsciente.
171
Ló g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m stek
A hora bien, “et” significa tam bién “con”. Cabe entender, pues: Dios
creó con el cielo y con la tierra, todo lo que creó. Todo conjuntam en
te, de una sola vez3.
172
I.A R ELIG IÓ N , O R D IN E M ATH EM A TICA D EM O N STRATA
C ie n c ia , M a t e m á t ic a , R e l ig ió n
<7 i
Ló g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa u l o A m k t h k
17 4
I .A Klil.UilÓN, 0K U 1N E MATHEMATICA DEMONSTRATA
17 5
Ló g i c a y t e o r ía DE CONJUNTOS Pa b l o A m s t k k
176
I.A KKl.KilÓN, ORDINE MATHEMATICA DEMONSTRATA
U n D io s t a u t o l ó g ic o
D ios es inconsciente.
Ja c q u e s L a c a n
177
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa u l o A m s t iík
La Matemática es la Matemática,
o acaso
Es Matemática aquello que no es no-Matemática.
¿Se admitirá, pues, que los enunciados de todos estos teoremas que llenan tan
tos volúmenes son sólo maneras retorcidas de decir que A es A?
También vale la pena recordar su descripción, que comprende tanto a los logi-
cistas como a los formalistas: escritores que sólo saben de gramática pero que
no tienen historias que contar.
10. cf. con el poema de Gertrude Stein: a rose is a rose is a rose is a rose.
17 8
La r e l i g i ó n , o r d i n e m a t h e m a t ic a d e m o n s t r a t a
Im a g e n y S e m e ja n z a
179
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t iíu
11. Esta idea debe ser entendida únicamente en este contexto, el de la escritura de
cimal de n. En efecto, el número n puede ser definido en pocas (finitas) pala
bras de muchas maneras distintas; por ejemplo diciendo que es el cociente del
perímetro de una circunferencia por su diámetro, o el área de un círculo de ra
dio 1. Si bien es imposible calcular todas sus infinitas e “imperiódicas” cifras,
ellas pueden obtenerse una a una para lograr aproximaciones tan buenas como
se desee; en otras palabras, es posible calcular ti con cientos, miles, millones de
decimales exactos. Cabe recordar que Arquímedes encontró valores cercanos a
n calculando el área de un polígono inscripto en una circunferencia: al aumen
tar el número de lados el área del polígono “se parece” cada vez más a la del cír
culo. Dicho de otra manera, el defecto que se produce en el cálculo del área se
hace cada vez más pequeño, cosa que se expresa diciendo que tiende a cero. Los
métodos de Arquímedes son precursores del cálculo integral, y se basan en los
mismos principios que derivarían, veinte siglos más tarde, en la moderna defi
nición del concepto de límite.
180
I,A RKl.KilÓN, ÜKUINB MATHEMA'I'ICA DEMONSTRATA
12. Borges agrega al alfabeto el espacio entre palabras, el punto y la coma, como si
fueran simplemente tres “letras” más.
l8 l
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t k k
Rabí Ishmael dice: laT oráse interpreta m ediante trece reglas: (1) Una
conclusión derivada de una prem isa m enor o una condición m ás in
dulgente a una m ás im portante o estricta, y viceversa (...)
182
I.A lli:U (!IÓ N , OKDINIi MATHEMATICA DEMONSTRATA
15. En la “segunda creación” (Génesis, II), la mujer es hecha finalmente por Dios
como una ayuda idónea para el hombre (literalmente, una ayuda en su contra)
quien, tras nombrar a todas las bestias, a las aves del cielo y animales del cam
po, no encontró ninguna que fuera realmente buena para él. En todo caso, la
aparente contradicción entre las dos creaciones de la mujer parece una buena
ocasión para poner a prueba la regla 13 de R. Ishmael mencionada unos párra
fos atrás. Por cierto, los sabios han brindado diversas interpretaciones de este
curioso hecho.
16 Esta forma algo ingenua de expresarlo recuerda a aquel célebre poema en pro
sa de Cesar Vallejo que concluye de esta forma:
Mutilado del rostro, tapado del rostro, cerrado del rostro, este hombre no obs
tante, está entero y nada le hacefalta. No tiene ojos y ve y llora. No tiene narices
y huele y respira. No tiene oídos y escucha. No tiene boca y habla y sonríe. No
tienefrente y piensa y se sume en sí mismo. No tiene mentón y quiere y subsiste.
Jesús conocía al mutilado de la función, que tenía ojos y no veía y tenía orejas y
no oía. Yo conozco al mutilado del órgano, que ve sin ojos y oye sin orejas.
183
Ló g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m stek
17. cf. Descartes, Meditaciones metafísicas. Por supuesto que el filósofo no se re
fiere aquí a un dibujo, sino al famosísimo “genio maligno”.
184
La r e l ig ió n , o r d in e m a t h e m a t ic a d e m o n s t r a t a
18. En algún sentido, la topología puede pensarse como una suerte de "liberación"
de los postulados geométricos, 10 que nos permite situarnos en un intrirvui
te contexto: la celebración de Pesaj, que significa “saltear" (por cno en ingli'N m·
dice Passover). Pesaj es la fiesta de la liberación de Egipto (Mil / r.ilin, <|ilr L1111
bién quiere decir limitaciones); durante su celebración se fonnul.m diNlInhui
preguntas, de las cuales hay una que da pie a las demás:
¿Por qué esta noche es diferente de las otras noches Y
Parece oportuno entonces preguntarse acerca de la topología:
¿Por qué esta geometría es diferente de las otras geometrías Y
Es digno de mención el hecho de que Egipto fuera precisamente la tierra en don
de estudió Pitágoras, recomendado por un tutor de lo más ilustre: Tales de Mi-
leto. Según la leyenda, Tales le dijo que si quería ser el más sabio de los hom
bres, debía ir a la tierra de los faraones, en donde la geometría fue descubierta.
También suele describirse a la topología como una geometría no cuantitativa
sino cualitativa, lo que nos permite otra asociación bíblica: el encuentro entre
Jacob y Esaú. Esaú poseía muchísimas riquezas, muchas más que Jacob; por eso,
cuando los dos hermanos se reencuentran, Esaú le dice a Jacob: “tengo mucho”.
Pero Jacob había luchado con el ángel y había vencido, de modo que responde:
“tengo todo”. Esto es interpretado por los sabios de la siguiente manera: mucho
es cuantitativo, todo es cualitativo.
19. Cuenta el Talmud que cuando Moisés subió a recibir la Torá, los ángeles se opu
sieron a que le fuera entregada, pues consideraban que le pertenecía a ellos. Re
clamaron a Dios pidiéndole que dejara “su resplandor” en el cielo, y Dios orde
nó a Moisés que les respondiera. Éste tomó la Torá y dijo: “aquí está escrito: Yo
soy tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto... ¿ustedes estuvieron en Egipto, o
acaso sirvieron al faraón?” Así, fue leyendo uno a uno los mandamientos e in
terpelando a los ángeles que, mudos ante esta defensa, se resignaron y termi
naron aceptando que la Torá se entregara a los seres humanos.
18 5
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t iík
C o n s i s t e n c i a , In c o n s i s t e n c i a
20. Sin necesidad de ir muy lejos, la paradoja se presenta en ese momento clave en
el que Dios le dice a Abraham: Lej lejá (vete para tí), una suerte de “Sigue tu de
seo”, que pone a Abraham en la insoluble disyuntiva de acatar un mandato que
le prescribe la libertad.
Aunque no es una paradoja, vale la pena comentar también el caso de los dos
hijos que tuvo Lot con sus hijas, provocando una compleja situación familiar: al
ser hermanos de su propia madre, los pobres muchachos terminan siendo tíos
de sí mismos. Esto se parece a aquel breve cuento de Mark Twain, en el cual el
narrador es abuelo de sí mismo; en estos casos tan singulares, la tautología que
hemos presentado un poco más atrás toma en este caso formas un tanto apa
bullantes: “mi abuelo es mi padre" (o “mi abuelo es yo mismo", en el cuento de
Twain). Señalemos finalmente que la propia palabra “tautología” parece ligada
al mandato lej lejá, pues proviene del griego το αυτός (para sí).
l8 6
I.A RUUÜIÓN, ORDINli MATHEMATICA DEMONSTRATA
187
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s P a u l o A m sth m
PASCAL, AHARON Y
LA POTENCIA DEL DOS
...si fue así podía ser, y si así fuera, sería; pero como
no es, no es. Eso es Lógica.
L.C a r r o l l , A través del espejo
189
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t iíii
190
l’ANC 'AI., A il ARÓ N Y LA PO TEN CIA D EL DOS
Para Pascal, Dios era menos real que el Universo, y una sen
sación de vértigo, miedo y soledad lo llevó a una fórmula menos
comprometida:
Sin embargo, Pascal está muy lejos de ser aquel Dios que no
vacila; nos cuenta Borges de una edición que “reproduce las la
chaduras y vacilaciones del manuscrito”, revelando que Pase.« I
había empezado a escribir:
192
I'A SCA IA IIAU Ó N Y LA POTENCIA DEL DOS
12 5 I ¿2 } j2 /
19 3
Ló g ic a y t e o r í a d e c o n ju n t o s Pa b l o A m st h h
333333333
A todas ellas es común la propiedad de que el eje de simetría
atraviesa a la letra (mejor dicho, al número): podemos decir que
el espejo es la letra, que el elemento central de la palabra pasa a
cumplir el rol de un espejo puntual. En el primero de los casos,
el 3 de 12321 es el espejo en donde la palabra 12 se refleja en su
7. Vale la pena recordar la frase que Borges pone en boca de uno de los heresiar
cas de Uqbar: ...el visible universo era una ilusión o (más precisamente) un so
fisma. Los espejos y la paternidad son abominables, porque lo multiplican y lo
divulgan. Vemos así que a Uqbar no le gustan las simetrías, lo cual, en virtud
de lo ya mencionado, puede ser casi tomado como una prueba de su irrealidad
Una cita muy similar a la borgeana de la página 191 proviene de Hildebrandt y
Tromba, 1990:
...la naturaleza parece gustar del orden y de la regularidad, incluso en sus es
tructuras más diminutas.
19 4
PASCAL, AHARÓ N Y LA P O T EN C IA D EL DOS
195
L ó g ic a y t e o r í a d e c o n ju n to s l ’A IIM ) A M N TI'.K
e — — i— *------------------------------ — ►
0 x y i i /y i/x +°°
11. Ver Carroll, 1968. El Gato tiene también la habilidad de descontraerse y así reapa
recer en el momento en que más le plazca. Tales destrezas lo salvan más tarde do
ser decapitado: en determinada ocasión en que la presencia felina se limita a la ca
beza, el verdugo se niega a cumplir las órdenes de la Reina argumentando que no
se puede cortar una cabeza a menos que exista un cuerpo del cual cortarla.
12. Ver por ejemplo Hawking, 1992. Para el lector interesado en ver cómo dicha ley
puede pervertirse, es recomendable el capítulo Lana y agua, en Carroll, 1998.
196
Es fácil verificar que a cada valor de x entre o y i le correspon
de una única imagen \¡x, mayor que i; recíprocamente, el inver
so de todo valor mayor que i es un número entre o y i: por eso se
dice que la transformación es biunívoca, y la continuidad permi
te asegurar que se trata de un isomorfismo topológico, vale decir,
un homeomorfismo. Es justo mencionar que, como todo buen es
pejo, el i invierte las imágenes: tomando por ejemplo
x = j/4 = 0,25; y = 3/5 = 0,6
x<y
se puede verificar que x es menor que y pero las imágenes res
pectivas satisfacen la relación contraria:
í/x = 4; i/y = 5/3 = 1,66...
i/x > i/y
Para valores de x cada vez más próximos a o obtenemos imá
genes cada vez más lejanas:
x = 0,000001 i/x = 1/0,000001 = 1000000
Con todo, no está bien decir que las imágenes están cada vez
más próximas al infinito, puesto que es éste un infinito inalcan
zable, un infinito en potencia'3.
En las palabras del alfabeto 1-3 una simetría perfecta como la
de Pascal sólo puede ser satisfecha por la palabra constante, si
se la supone infinita, una palabra que no cesa. Para ser más pre
cisos, debemos suponer su infinitud en ambas direcciones; vale
decir, que ha venido “no cesando” desde siempre:
...1111111111111...
...2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2...
■■■333 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 ■
197
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n ju n t o s I ’a i i i .o A m stk ii
ta t. t2 t3
Op x i i i
14. cf Borges 1974, Nueva refutación del tiempo:"... somos únicamente la serie de
esos actos imaginarios y de esas impresiones errantes. ¿La serie? Negados el es
píritu y la materia, que son continuidades, negado también el espacio, no sé qué
derecho tenemos a esa continuidad que es el tiempo".
15. Lo imposible, en cambio, puede ser visto como una ausencia. Una sucesión in
agotable de ceros nos advierte acerca de un 1al que toda aparición está vedada,
un 1 que no cesa de no escribirse.
198
PASCAL, AHARÓN Y LA POTENCIA DEL DOS
□p= - O - P
La necesidad de p equivale a la imposibilidad de no p; la ne
cesidad de un enunciado como
2=2
merece entenderse como la falsedad, ahora y en todo tiempo, de
que el 2 sea distinto de sí mismo17, es decir:
2*2.
Lo necesario se define como la prohibición del o, que desde
la óptica del 1 debe pensarse como una obligación. Verdad ahora
y verdad siempre no es sino una manera de decir:
la espantosa realidad de 2 = 2
es mi diario descubrimiento.
Puestos a jugar el juego de arrojar la moneda a cara o ceca (es
decir, o o i), el azar nos proporciona la elegante esperanza (cf.
Borges, La Biblioteca de Babel) de lo posible, la aparición mesiá-
nica de un 1 al cabo de tantos ceros:
o o o ... o 1
Una rápida iniciativa tomada en el preciso instante de la apa
rición tendría el carácter de un acto: un acto que nos autoriza a
16. Recordemos, en el cuento de Borges, la importancia del rombo, que aparece in
cluso en el traje del arlequín que anuncia una de las muertes.
17. Por supuesto que este enunciado no va a ser tan indudablemente falso después
de Rimbaud (Je est un autre), y menos aun después de Lacan (ver el Seminario
sobre 'La carta robada’).
1QQ
L ó g ic a y t e o r ía d e c o n ju n t o s Pa b l o A m s t u ii
0 ... o o i i i
En el fondo, toda la operación parece una tontería, pues la su
cesión obtenida en el nuevo renglón, limpia ya de la tira inicial
de ceros, consiste en la escritura constante de unos, provenien
tes de un paso monótono, recursivo:
0 + 1 = 1 ahora, y siempre
Sin embargo, el siguiente renglón originado por la misma re
gla es más interesante:
1 o o o o
o i i i i
o í 2 3 . . .
Esto es lo que Lacan llamó mónada, producto de una recu
rrencia también sencilla, aunque menos monótona:
1 +0=1
1 +1=2
2+1= 3
.18. F.s decir, como indica Lacan (Seminario XIX, clase del 19/1/72), que cada núme
ro está formado por
... la adición de las dos cifras, la que está inmediatamente a su
izquierda y la que está a su izquierda y arriba.
19. Si se pretende que la mónada en realidad funda al número, la pregunta care
ce de sentido, puesto que si no contamos con los números de antemano no se
remos siquiera capaces de conocer nuestra ubicación, en la columna n-ésima.
De todas maneras, la pretensión de la mónada como fundante seria un poco in
200
PASCAL, AHARÓN Y LA POTENCIA DEL DOS
0 l 0 0 0 0 0 0
0 1 1 1 1 1 1
mónada 0 1 2 3 4 5
diada 0 0 1 3 6 10
{a,b)
{ a, c} {b,c}
{a, d} { b,
d} { c,d}
{a,b}
{a, c} {b,c}
{ a, d} { b, d} { c, d}
{ a, e } {b,e} {c,e} {d,e}
21. Lacan alude en ...ou pire al valor 28 que corresponde a la columna n = 7 cuan
do habla de los “28 muebles”.
22. También es posible suponer que las personas se saludan besándose, aunque en
este caso el resultado podría dar el doble, el triple o incluso el cuádruple de lo
deseado, dependiendo de la región en donde el acertijo es planteado
202
PASCAL, AHARÓN Y LA POTENCIA DEL DOS
4+3+2+i
Esto nos lleva a deducir una fórmula general para los términos
de la diada: la cantidad correspondiente para un conjunto de n
elementos es la suma de los números naturales menores que n,
30 ( 3 0 - 1)
— ------ L = 435
2
maneras distintas de hacerlo. La disposición de las duplas, aque
lla que nos ayudó a contarlos metódicamente e intuir la fórmu
la general, explica la denominación de “triangulares” con que se
conoce a estos números; el hecho de que las diadas nos hayan
llevado a hablar de triángulos revela que no es fácil contar 2 sin
caer de algún modo en el 3. En resumen, que no hay dos sin tres.
Con la misma idea se construyen los otros renglones: la tríada,
la tetrada, etc23.
23. Siempre respetando lo que menciona Lacan en ...ou pire (clase del 19/1/72):
...dado un número de esos puntos, del número de subconjuntos
que pueden, en el conjunto que comprende todos esos puntos, for
marse por un número cualquiera elegido como estando por deba
jo del número entero del que se trata.
Dicho de otra manera, la columna n del renglón k indica cuántos subconjuntos
de k elementos pueden formarse a partir de un conjunto de n elementos. Lacan
203
LÓGICA y TEORÍA DE CONJUNTOS Pa b l o A m s i i k
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PASCAL, AHARÓN Y LA POTENCIA DEL DOS
i
1i
12 1
i 3 3 i
14 6 4 1
1 5 10 10 5 1
1 6 15 20 15 6 1
25. De todos modos, no completamente acorde. Nuestra primera reacción fue dudar
de la forma, y no del autor; sin embargo, hemos caído en una trampa: el triángulo
de Pascal es triángulo, pero no de Pascal. En rigor, son muchos los matemáticos
que se “entretienen”, al menos así lo asegura F. Klein, quien advirtió una vez que
si un teorema lleva el nombre de un matemático, es seguro que este matemáti
co no es su inventor. Hay otros triángulos, además del pascaliano, que son infie
les a su verdadero Amo: sin ir muy lejos, los triángulos rectángulos, que obede
cen desde antes y por siempre a la famosa relación descubierta por los babilonios
que es el teorema de Pitágoras. Pero no siempre las infidelidades están asociadas
a los triángulos: la historia registra otras como el Teorema de Tales, las cifras ará
bigas o el Binomio de Newton, muy ligado al triángulo infiel y descubierto nada
menos que por Pascal. De todas maneras, es justo aclarar que la regla de Klein
no es infalible; de lo contrario deberíamos dudar también de su célebre Botella
y hasta de la propia regla. En cambio, el cuestionamiento es válido para la ban
da de Möbius, que nunca ha podido llevar el nombre del padre" (ver nota 6).
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LÓGICA y TEORÍA DE CONJUNTOS Pa b l o A m s t h k
X = { a, b, c , d , e }
206
PASCAL, AHARÓN Y LA POTENCIA DEL DOS
Tríada Complemento
{ a, b, c } { d, e }
{ a, h, d) { c, e }
{ a, b,e } { c ,d }
{ a, c, d } {b,e}
{ a, c, e } { b,d}
{ a, d, e } { b, c}
{ b, c, d } { a, e }
{ b, c, e } { a, d }
{ b,d,e) { a, c }
{ c,d,e} { a, b }
Asunto : Conjunto X
Contenido :
1 subconjunto de o elementos
5 subconjuntos de 1 elemento
10 subconjuntos de 2 elementos
10 subconjuntos de 3 elementos
5 subconjuntos de 4 elementos
1 subconjunto de 5 elementos
26. No hay que confundirse, sin embargo, con el epígrafe borgeano de La Bibliote
ca de Babel, que dice:
By this artyou may contémplate the variation ofthe 23 letters...
Las “variaciones” de las que aquí se habla son combinaciones de letras en las
que se admiten repeticiones; no sólo eso, sino que además importa el orden en
que se escriben. De este modo abe no es lo mismo que bac o bea, y el hecho de
que se acepten palabras como axaxaxas implica que la combinatoria es infini
ta. Incluso el alfabeto más zonzo, compuesto poruña sola letra, genera una in
finidad de palabras, aunque cabe reconocer que no muy “variadas’’:
a, aa, aaa, aaaa,...
207
L ó g ic a y t e o r ía DE CONJUNTOS Pa b l o A m n t u k
n Summa
0 1 1
1 11 2
2 121
4
3 1331 8
4 14641 16
5 1 5 10 10 5 1
32
6 1 6 15 20 15 6 1 64
2 es el doble de 1
4 es el doble de 2
8 es el doble de 4
16 es el doble de 8
32 es el doble de 16
208
PASCAL, AHARÓN Y LA PO TENCIA DEL DOS
En efecto,
2 = 2'
8 = 2*
27. Según mencionamos en el capítulo 4, el cardinal de las partes de un conj unto que
tiene a elementos -siendo a finito o infinito- es 2“. En la teoría de conjuntos de
Zermelo-Fraenkel el universo es representado en general mediante un gran Vel,
lo que le da una apariencia semejante al triángulo pascaliano pero invertido:
El
Universo
209
LÓGICA y TEORÍA DE CONJUNTOS l’AIII.O AMSTKK
28. Según la Biblia Moisés, el gran líder, es tartamudo: “¡Ay, Señor!, no soy hombre
elocuente de ayer ni de anteayer, ni desde que hablaste a Tu siervo, sino que soy
torpe de boca y torpe de lengua" (Éxodo, IV10). Tal confesión fue proferida du
rante el episodio de la zarza ardiente, que resultó, tal como lo fuera el Gato para
Alicia, la cosa más extraña que Moisés vio en su vida. Al menos hasta ese mo
mento, pues es justo reconocer que después de esa experiencia el Profeta ha te
nido ocasión de ver cosas realmente insólitas... Muchos han reclamado para sí
la experiencia de la zarza, incluso el maestro Caeiro:
No creo en Dios porque nunca lo he visto.
Si él quisiese que yo creyera en él,
seguro que vendría a hablar conmigo
y entraría por mi puerta
diciéndome: ¡Aquí estoy!
Cabe destacar que en algunas de sus apariciones ex nihilo también el Gato de
Cheshire presenta dificultades en el habla, aunque para resolverlas le basta un
poco de paciencia:
210
PASCAL, A H A R Ó N Y LA PO TEN CIA D EL DOS
211
LÓ G IC A Y T EO R ÍA DE CO N JU NTO S Pa u l o A m k t k k
E p íl o g o
2 12
PASCAL, AHARÓN Y LA POTENCIA DEL DOS
* « © ®
iO = I + 2 + 3 + 4
30. Es conocido el hecho de que con cuatro cuatrosy las cuatro operaciones elemen
tales se puede, como si se tratase de los cuatro elementos, formar una totalidad.
Al menos, la totalidad de los números que se pueden contar con las manos:
44 - 44 = o; 44/44 = 1; 4/4 + 4/4 = 2; (4+4+4)/4 = 3; 4. (4-4) + 4 = 4; etc.
213
LÓ G IC A y T EO R ÍA DE CO N JU NTO S Pa b l o A m sth h
convexo no convexo
214
PASCAL, AHARÓ N Y LA PO T EN CIA D EL DOS
215
B IB L IO G R A F IA
217
L ó g ic a y t e o r ía DE CONJUNTOS l’AMI.O AMNI'!':!»
Quine W.V.O. (1984): Desde un punto de vista lógico. Ed. Orbis, Bue
nos Aires.