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Magalí Maidana

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EL QUIJOTE Y NIEBLA Janet Reyas

DNI: 27490047

Un diálogo desde la metaficción


El Quijote y Niebla:
Un dialogo desde la metaficción

El presente trabajo pretende establecer correspondencias entre dos


obras clásicas de la literatura española, como lo son: El Ingenioso Hidalgo
Don quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra y Niebla de
Miguel de Unamuno.
Unamuno, gran lector de la obra cervantina, semeja su personaje
Augusto Pérez al de Don Quijote. De hecho, entre las obras Niebla (1914)
y Amor y Pedagogía (1902), se publica un ensayo literario de Unamuno
titulado Vida de don Quijote y Sancho, impreso en 1905 lo que demuestra
que hubo, por parte del escritor, una relectura del Quijote, y que
posteriormente puso en diálogo con su nivola en aspectos tan importantes
acerca de la ficción.
La coexistencia de la realidad y la ficción constituye uno de los ejes
literarios principales del Quijote, novela donde se conjuga una realidad
narrada por un narrador en que todos sus personajes están cuerdos y la
historia de un mundo imaginario en la que el personaje cree vivir. De igual
manera, esa misma tensión se produce en Niebla, novela en la que el
protagonista se mueve entre dos mundos: lo real y lo imaginado. Mundos
que encuentran su origen a partir de la idealización del amor, la pasión, la
locura. De la misma manera que el Quijote se enamora de Dulcinea,
Augusto lo hará de Eugenia. Ambos idealizan a una mujer que dicen

1
conocer, pero que pocas veces han visto, de la misma manera, para ambos,
ella es el motor que impulsa su viaje.
Augusto Pérez hasta el capítulo VII se recrea en la concepción de
una Eugenia que él imagina, siendo que ya en el capítulo siguiente conoce
a la verdadera Eugenia. De allí en más, el personaje vive en un ir y venir
entre el mundo real y el mundo que él se imagina. Sin embargo, esta
tensión va en aumento hasta el nivel metaficcional en el capítulo XXXI
cuando el personaje discute con el autor de la obra y Unamuno declara que
Augusto por ser un personaje de ficción no existe.
En las dos novelas hay historias intercaladas que juegan en el plano
de la realidad y la ficción pero a diferencia del Quijote, en Niebla éstas
tienen relación y se trata una serie de referencias a otras obras que hacen
de la literatura uno de los temas de esta obra, pues conducen a que el
personaje se informe sobre las mujeres.

En Niebla hay una manipulación –figural y ficcional-1 que anuda al


autor con su obra, al productor de una representación con la propia
representación. Esta figura, que Genette repara en metalepsis, se da en
casos en que un autor es representado o se representa como alguien que
produce aquello que solo relata o describe. Esta práctica transgresiva en la
que los límites entre autor y espectador se confunden en una vertiginosa
mise en abisme.

1
Genette, Gerard. Metalepsis. De la figura a la ficción. Fondo de cultura económica.

2
Ejemplos de esta metaficción están presentes en las dos novelas
trabajadas. Tanto en el Ingenioso Hidalgo como en Niebla, se presentan
una multiplicidad de narradores presentes en las obras. En el Quijote se
pueden distinguir hasta tres narradores: el archivista manchego -capítulos
1 al 8-; un segundo narrador en el capítulo 9; y el traductor que corrige y
comenta. En Niebla nos encontramos con dos narradores Goti y Unamuno,
donde este último se destaca como el narrador dominador de todo el texto.
Incluso le dice a Augusto: “(…) no eres, pobre Augusto, más que un
producto de mi fantasía y de las de aquellos de mis lectores que lean este
relato que de tus fingidas venturas y malandanzas he escrito yo (…)”
(Unamuno: 1994: 107).

Por otra parte, en “el afán de Unamuno por crear personajes lo lleva
a incluir en el relato otros menores, dramas brevísimos, que pone en boca
de sus criaturas, a modo de las novelas que Cervantes inserta en el Quijote”
(Marías: 1963; 94) mundos que se ven interpolados en la nebulosa vida de
Augusto. Así los relatos de Don Eloíno Rodriguez de Alburquerque y
Álvarez de Castro, y las historias amorosas de Don Antonio, resultan
verdaderos relatos autónomos pero que se entrelazan en torno a la vida del
protagonista.

Asimismo, la nivola- nombrada por su autor en respuesta al


menoscabo realizado por los críticos diciéndole que lo escrito por él no
eran novelas- es al igual que la obra de Cervantes, puro diálogo.

3
Deambulan por ambas novelas monólogos dialogizantes, y sirve para ello,
la presencia de Orfeo y Sancho, personajes que nos facilitan conocer
sensaciones y sentimientos de Augusto y Don Quijote, acercarnos al
mundo de la realidad de esos mismos personajes dentro de la novela.

Otro punto en común entre ambos textos es la presencia del viaje


como sinónimo de formación, de aprendizaje de ambos personajes. Don
Quijote emprende su marcha en su afán de caballero andante; Augusto a
diferencia de este, ha decidido salir al mundo a aprender. Villegas2 dice
que debemos pensar a Augusto como un personaje en formación, que al
igual que un héroe sale al mundo, cruza el umbral con la finalidad de
aprender.

Ese cruce significa la búsqueda de conocimientos. El Augusto que


sale para conocer, no será el mismo a su retorno. Debemos entender el
viaje como un proceso interior pues este, no es otra cosa que un recorrido
que finaliza con el conocimiento de su propia naturaleza. Dicho
conocimiento se da cuando descubre que no existe, que es solo un
personaje más de ficción.

Sin duda, muchos más serán los puntos en contacto entre ambas
novelas, sin embargo fueron estos los que nos permitieron advertir los
laberintos de la escritura y nos hicieron reparar en la aventura que supone

2
Villegas, Juan “Los mitemas característicos de la estructura mítica de la aventura del héroe” en La
estructura mítica del héroe en la novela del siglo XX. Barcelona, Planeta, 1973. (pp. 83 a 135)

4
escribir –construir- este tipo de textos donde, de manera exquisita, se
logran combinar la realidad y la ficción.

5
Bibliografía

 Marías, Julián. “Genio y figura de Miguel de Unamuno”,en


Filosofía española actual. Unamuno, Ortega, Morente, Zubiri.
Madrid, Espasa-Calpe, 1963. (pp. 23 a 72)
 Reviriego, María Estela. Acercamientos a Niebla desde un nuevo
horizonte de lecturas. Una lectura (otra) de la novela unamuniana.
Tesis de Licenciatura. Paraná, 2002.
 Ribbans, Geoffrey. “La evolución de la novelística unamuniana:
Amor y Pedagogía y Niebla” y Estructura y significado de Niebla,
en Niebla y Soledad. Aspectos de Unamuno y Machado. Madrid,
Gredos, 1971. (pp 83 a 142)
 Villegas, Juan “Los mitemas característicos de la estructura mítica
de la aventura del héroe” en La estructura mítica del héroe en la
novela del siglo XX. Barcelona, Planeta, 1973. (pp. 83 a 135)

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