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Revista Hablemos de Historia. N° 9.

Año 2018
FHAyCS. UADER- Paraná. Argentina.
ISBN 978-950-686-174-2

BARROS, Carlos. Los fines de la historia en el siglo XXI. Red


Académica
Internacional Historia a Debate,
2017.

Ivana Karina Asensio


UADER

Carlos Barros es doctor en Historia por la Universidad de Santiago de Compostela,


siendo profesor titular de esta universidad. Actualmente, es coordinador del Grupo de
Investigaciones Historiográficas de la USC, y director-fundador de la Red Académica
Internacional Historia a Debate, cuya propuesta surgió desde 1993 como un intento
de replantear los paradigmas de la historia a nivel del actual mundo globalizado.
En esta oportunidad se propone definir y analizar, en este siglo XXI, los fines de la
historia a las puertas de la tercera década, sostenidos o impuestos por fuerzas
económicas, políticas, sociales o religiosas en ámbitos internacionales, con la ventaja
de la inmediatez. Entendiendo por “fines de la historia”, los objetivos históricos que
partes de la humanidad van construyendo y expresando en este nuevo siglo.
El autor parte del punto XIV del Manifiesto historiográfico de Historia a Debate donde
se sostiene que debido a la aceleración histórica que se ha producido en la última
década, se ha reemplazado el debate sobre el “fin de la historia” por el debate de los
“fines de la historia”, asumiendo que la historia no tiene metas preestablecidas y que,
en 1989, dio comienzo un profundo viraje histórico. Por lo tanto, estructura su
exposición alrededor de cinco fines de la historia con diferentes grados de realización,
protagonismo y amplitud internacional.
En primer lugar, hace mención al Mercado Global, impuesto por los nuevos sujetos
económicos favorecidos por los avances tecnológicos, y sus aplicaciones globales, en
donde la mundialización gira en lo económico alrededor del libre comercio y
pretenden que la política, la sociedad y la cultura giren también en torno al mismo. El
autor hace un análisis acerca del Nuevo Orden Mundial, el cual al estar constituido por
múltiples organizaciones sin una institución superior, no puede controlar el devenir de
un mundo marcado por las nuevas revoluciones de la ciencia ni tampoco los mercados
desregulados. Barros se explaya, entonces, sobre las consecuencias de esta
problemática, como la crisis del 2008 y los nuevos movimientos sociales
antiglobalización.
El segundo fin de la historia, al que hace referencia, es al Califato Islámico, entendido
como la imposición de la ley islámica usando el Corán como Constitución para
gobernar el mundo de manera autocrática; y expone brevemente acerca del impacto
global del Califato y su vinculación con la globalización de las comunicaciones como
así también, haciendo mención a la continuidad que seguirá teniendo este fin de la
Historia como terrorismo global contra Occidente y los países que adoptan la visión
histórica y tolerante del Islam.
Avanzando en su exposición, menciona el tercer fin de la historia: el “socialismo del
siglo XXI”, el cual surge a partir de las victorias electorales de Hugo Chávez, seguido
después por Evo Morales y Rafael Correa. En este punto, el análisis del autor radica
en las características novedosas de este nuevo socialismo como respuesta a la
globalización desigual y en las posibilidades de su supervivencia en el mundo actual.
La cuarta finalidad de la historia que trabaja Carlos Barros es la continuidad en el
siglo XXI como forma de gobierno de los Estados autoritarios o de tendencia
autoritaria. Este menciona que, a pesar, de que se pronosticó la decadencia de la
democracia en el mundo bajo el pretexto de que los gobiernos autoritarios iban a
estar en mejores condiciones para tomar decisiones económicas globales, esto no
ha sido así, aunque existan países con regímenes de partido único o con democracias
formales pero que en la práctica son autocráticas y represivas. Y argumenta acerca
de cómo Occidente, actualmente, va en sentido contrario al autoritarismo.
Finalmente, en el último apartado, aborda la quinta meta histórica, a la cual caracteriza
como remate y conclusión de su recorrido sobre los fines de la historia en el siglo XXI,
un “gobierno mundial democrático”, argumentando su necesidad en el fracaso de una
gobernanza débil y fragmentada a la hora de implementar políticas eficaces a la altura
de los retos presentes. El autor luego expone distintos ejemplos acerca de
precedentes históricos que lo vienen demandando, desde Rousseau y Kant, hasta Bill
Gates y Stephen Hawking.
A lo largo de su exposición, Carlos Barros ha analizado los distintos fines de la historia
en este nuevo siglo, con una mirada crítica y progresista, atento a los movimientos
sociales y sus posibilidades transformadoras. Su aporte es de gran utilidad ya que
aborda temáticas novedosas en el ámbito historiográfico y aporta una nueva mirada a
los paradigmas de la historia a raíz de los distintos cambios que se vienen dando en
el siglo XXI.

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