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La Filogénesis del Sistema Nervioso

La Evolución del Sistema Nervioso

Los esfuerzos para entender nuestro sistema nervioso nos han llevado a estudiar la SN de otros
animales. De hecho, compartimos muchas características biológicas y conductuales con todos
los animales y, por tanto, entender cómo funciona su SN nos puede ayudar a entender cómo
funciona nuestro. Hay que tener presente que, a pesar de las similitudes, hay aspectos en los que
su SN es más simple, e incluso aspectos que difieren significativamente de los nuestros.

Muchos investigadores han considerado los estudios comparativos como una parte de la historia
evolutiva, es decir, de la filogenia de los humanos. Así, las comparaciones entre diferentes
animales, pero también los datos obtenidos de restos fósiles, nos proporcionan una idea sobre la
historia de la SN y, por tanto, de cómo se ha formado el SN humano.

A continuación os ofrecemos una breve descripción del estudio evolutivo del SN, es decir, como
el SN se ha desarrollado a lo largo de la escala filogenética hasta llegar a la forma de los
humanos (mamíferos).

Animales sin Sistema Nervioso

El desarrollo del sistema nervioso de los invertebrados, antes de la aparición evolutiva de la


médula espinal, la organización neuronal depende del ectodermo y la superficie sensorial.

Los animales unicelulares como las amebas, aún no tienen sistema nervioso, y la
comunicación con el medio ambiente se lleva a cabo por medio de los líquidos que entran y
salen de un organismo como una forma de autoregulación.

También hay animales pluricelulares sin sistema nervioso, como las esponjas, anémonas,
medusas, moluscos, gusanos, artrópodos y otros.
Sistema Nervioso de los Invertebrados

La mayoría de animales de la Tierra son invertebrados, es decir, sin columna vertebral. El


hecho de que el SN de estos animales sea muy sencillo, ya la vez puedan presentar una gran
variedad de adaptaciones conductuales, incluidas formas de aprendizaje y memoria, ha
estimulado el estudio.

La evolución filogenética del SN en los invertebrados pasa por las siguientes etapas:

Inicialmente se encuentra un sistema nervioso reticular, en forma de red difundida. En estos


animales las células forman tejidos, pero no órganos.

Por ejemplo las medusas o las anémonas de mar, un tipo de celentéreos, tienen un sistema
nervioso en forma de red aleatoria y difundida. Este tipo de organización no implica conexiones
con una estructura situada centralmente del tipo de un encéfalo.

A partir de los gusanos encontramos una tendencia creciente a la centralización, de manera que
el SN se organiza como un sistema nervioso ganglionar:

El SN es ventral.

Hay un eje longitudinal con cabeza y cola en los extremos.

En el extremo de la cabeza hay una agrupación de células nerviosas (ganglios) con tendencia a
la especialización (olfato, vista, etc.). Los ganglios son los precursores del SNC.

Inicio de la segmentación (Metam). Cada ganglio segmentario recibe información de células


sensoriales de la piel y envía impulsos a esa parte del cuerpo.
Por ejemplo en el cuerpo de los anélidos, como las lombrices de tierra o las sanguijuelas, ya
podemos observar segmentos diferenciados, controlados cada uno por un grupo local de células
nerviosas dispuestas en ganglios elaborados. En el caso de la sanguijuela, su SNC incluye una
cadena de veintiún ganglios unidos en un extremo por un ganglio cefálico y por el otro al
ganglio de la cola.

Sistema Nervioso de los Vertebrados

El sistema nervioso de los vertebrados tiene dos divisiones principales: el sistema nervioso
central, que consiste en el cerebro y la médula espinal, y el sistema nervioso periférico, que en
los seres humanos incluye 12 pares de nervios craneales, 31 pares de nervios espinales y el
sistema nervioso autónomo o involuntario.

En principio, todos los vertebrados comparten estas características, ya que descienden de un


antecesor común. Parece que la mayoría tienen las mismas subdivisiones principales, aunque se
encuentran diferencias entre las especies en los tamaños relativa y absoluta de éstas.
Por ejemplo, si comparamos el encéfalo humano y el de la rata, veremos que las diferencias son
principalmente cuantitativas, es decir, hacen referencia a la medida absoluta y relativa del
encéfalo completo, las regiones encefálicas y las células del encéfalo. También podremos
observar diferencias en el grado de elaboración o complejidad de los sistemas nerviosos.

Evolución de la Corteza de los Mamíferos

Todos los mamíferos tienen, además de paleocorteza (que ya aparece en reptiles), neocorteza
que está formada por seis capas.

En los mamíferos más avanzados, la neocorteza representa más de la mitad del volumen del
encéfalo. Además, en muchos mamíferos, como los humanos, la neocorteza se encuentra
totalmente plegada, recubriendo el resto de cerebro.

En los mamíferos más avanzados, la corteza es la responsable principal de muchas funciones


complejas, como la percepción de objetos. Las regiones del encéfalo que eran responsables de
las funciones perceptivas en los animales no evolucionados, en mamíferos más modernos se
convierten en centros de control de conductas reflejos o estaciones de paso en la vía de
proyección hasta la corteza.
Evolución del tamaño del Encéfalo

Podríamos pensar que el porcentaje peso del cerebro / peso corporal en los humanos es más
elevado. Esto es así sólo cuando los comparamos con animales de peso corporal elevado, pero
no cuando lo hacemos con animales pequeños, como los ratones por ejemplo.

Se ha visto que el peso del encéfalo no aumenta en la misma proporción que el tamaño del
cuerpo, sino que es proporcional a 2/3 del peso corporal y depende, además, de un valor
constante (el factor de encefalización) que varía entre las especies animales. Esta constante es
mayor en animales que han evolucionado más recientemente, y es especialmente elevada en los
humanos.

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