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– Vitamina K
– Vitamina E
– Trazas de vitamina B1, B2, B5 y B6
– No contiene sodio, hierro, proteínas, calcio, azúcar, purinas, ni fibra.
– Trazas de yodo y zinc
– 900 kilocalorías
– Grasas 99,99 gramos
Pero además de ello es un producto muy aconsejable en casos en los que existan cuadros
crónicos de patologías coronarias o vasculares. Algunos de ellos son la arterioesclerosis, la
trombosis o los infartos.
Pero además de ello, desde un punto de vista nutricional, también le atribuyen los
siguientes beneficios al organismo.
Dentro de los aceites que son aptos para el consumo humano encontramos una amplia
variedad de opciones. De todos ellos el aceite de oliva parece ser el más recomendado por
los interesantes beneficios que aporta al organismo. Pero también hay otras opciones que no
está demás analizar. Una de ellas es el aceite de soja. Aquí tienes una pequeña comparativa
sobre los dos.
Ahora que tienes toda la información, es el momento de que elijas si quieres poblarlo o no.
El gran punto a favor de éste es que todas aquellas personas que son intolerantes al de oliva,
tienen una opción saludable comparable en características nutricionales.
Hablamos de los beneficios del aceite de soja para la salud, pero principalmente nos
referimos a tres. En primer lugar encontramos las enfermedades relacionadas con el
circulatorio. El elevado contenido de ácidos grasos poliinsaturados que encontramos en el
aceite de soja funcionan como un gran sistema de prevención ante enfermedades coronarias
o vasculares. Y es que el ácido linoleico (el omega 6) suponen una importante barrera al
avance de enfermedades como la arterioesclerosis, la trombosis e incluso los infartos.
Pese a ello quienes padecen este tipo de dolencia deben tener precaución en el consumo del
aceite de soja. Si bien es cierto que en determinadas dosis pueden experimentar una mejoría
de los síntomas, también lo es el hecho de que el omega 6 presente en el aceite de soja
puede tener un efecto proinflamatorio.
El aceite de soja es una de las consideradas como «grasas buenas». Tal es así que se
convierte en un gran aliado en los casos de una alta presencia de los niveles de lípidos
(coresterol o triglicéridos).
En este caso las propiedades positivas del aceite de soja se deben a su contenido en
fosfatidilcolina. Tal vez este nombre resulte un tanto extraño. Sin embargo se decimos
lecitina, probablemente te suene más.
La lecitina es uno de los componentes más importantes del aceite de soja. Uno de los
grandes beneficios que aporta la lecitina de soja es el de aumentar la permeabilidad en las
membranas de nuestro cuerpo. Con esto se consigue una disminución de los niveles de
colesterol en la medida en que se impide que éste se quede en las arterias.
En definitiva el aceite de soja cada vez va tomando un mayor protagonismo en nuestra vida
cotidiana. Además de poseer un sabor más que interesante, proporciona importantes
beneficios al organismo. Por ello, si aún no lo han probado, debería comenzar a plantearte
incluirlo de vez en cuando en tu dieta, eso sí, sin abandonar otros alternativas tan buenas
como el aceite de oliva.