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Edith Vargas Jiménez*

La autobiografía: proyecto de vida y escritura.


Un acercamiento desde la teoría de Mijaíl Bajtín1

Autobiography: Life and Writing Project.


An approach from the Mijaíl Bajtín’s theory

Resumen Abstract

La autobiografía posee dos dimen- Autobiography owns two dimen-


siones: la textual y la apelativa que, sions: textual and appellate which
desde la teoría de Bajtín, correspon- according to Bakhtin’s theory co-
den a la extraposición y el cronoto- rrespond to extraposition and chro-
po: la extraposición permite la cons- notope: extraposition allows the
trucción de una identidad textual construccion of an specific textual
específica, mientras que los crono- identity, while chronotopes place it
topos la sitúan como un signo para as a sign to other, allowing auto-
los otros, lo que permite que la auto- biography to be a life a writing pro-
biografía sea un proyecto de vida y ject at the same time.
de escritura al mismo tiempo.

Key words: Bakhtin, autobiography,


Palabras clave: Bajtín, autobiogra- extraposition, chronotope, character,
fía, extraposición, cronotopo, personaje, appeal
apelación

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 53-63
Fecha de recepción 27/02/2015 > Fecha de aceptación 05/08/2015
edithvrg@gmail.com

*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
1
Cabe aclarar que la noción de escritura autobiográfica propuesta aquí no es ni dogmática ni normativa, sino
operativa, y se elabora con miras al análisis de las autobiografías de autores críticos (en palabras de Mijaíl
Bajtín). El crítico ruso establece una diferencia entre el autor ingenuo que estetiza su vida, pero que: “[…] al
crear al héroe con su vida, se orienta a los mismos valores en medio de los cuales vive la vida su héroe y no
dispone de momentos excedentes y transgredientes para la creación que no poseyera el mismo héroe para
con su vida; el autor en su obra solamente continúa aquello que ya existe en la misma vida de los héroes.”
Mijaíl Bajtín, Estética de la creación verbal, p. 141. Por el otro lado se encuentra el autor crítico que, como se
probará: “[…] siempre opondría a los valores de la vida del héroe los valores transgredientes de conclusión,
concluiría la vida desde el punto de vista fundamentalmente diferente del que tenía el héroe viviéndola desde
su interior; en tal caso, cada línea, cada paso del narrador revelarían un esfuerzo por utilizar el excedente
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Introducción rácter libresco, aisladas del acontecimien-


to socio-político concreto y de su publi-

L a escritura autobiográfica se constru-


ye a través de recursos estéticos (como
la ficción), pero es necesario que en su re-
cidad en voz alta. Al contrario estaban
totalmente determinadas por ese acon-
tecimiento, al ser actos verbales y cívi-
cepción se manifieste como un texto que co-políticos de glorificación pública o de
hace referencia a un individuo con reali- auto-justificación pública de personas
dad social. Entre lo literario y lo referencial, reales. Por eso no sólo –y no tanto– es
los relatos de vida se convierten en una importante aquí su cronotopo interno
frontera, en algo que no termina de perte- (es decir el tiempo-espacio de la vida re-
necer ni a una zona ni a otra, pues no se presentada), sino, en primer lugar el cro-
inscriben en el mismo horizonte de comu- notopo externo real en el que se produ-
nicación que las novelas, pero tampoco ce la representación de la vida propia o
participan de las convenciones que se le ajena como acto cívico-político de glo-
otorgan a los textos históricos. Esto quie- rificación y de autojustificación públicas.
re decir, como ha puntualizado Sylvia Mo- Es precisamente en las condiciones de
lloy, que lo autobiográfico en la actuali- ese cronotopo real donde se revela (se
dad: “es una manera de leer tanto como hace pública) la vida propia o ajena, don-
una manera de escribir”,2 y su sentido se de toman forma las facetas de la ima-
completa en estas dos esferas. gen del hombre y de su vida y se ponen
Mijaíl Bajtín ya había contemplado bajo una determinada luz.
esta doble dimensión en Teoría y estética Ese cronotopo real es la plaza públi-
de la novela, al analizar la autobiografía ca “ágora”. En la plaza pública se reveló y
antigua desde el concepto de cronotopo cristalizó por primera vez la conciencia
(tiempo y espacio) interno y externo. Para autobiográfica del hombre y de su vida.3
Bajtín, el ágora fue el lugar donde surgió
la conciencia autobiográfica en la época Los conceptos de cronotopo interno y cro-
clásica, ya que la declaración de vida su- notopo externo hacen visibles las dos di-
ponía un acto público que no estaba des- mensiones que se conjuntan en la autobio-
ligado del acontecer social y político: grafía como acontecimiento de escritura
personal, pero con un carácter público (de
Estas formas clásicas de autobiografía y publicación) y con poder político, vindi-
biografía no eran obras literarias de ca- cativo, de posicionamiento, entre otros.
Ambos cronotopos se realizan a la par: no
se excluyen mutuamente, sino que se com-

fundamental de la visión puesto que el héroe ne- plementan. Pero para que este fenómeno
cesita una justificación transgrediente, y el punto
de vista y la actividad del autor abarcarían y elabo- pueda darse, es necesaria la participación
rarían precisamente las fronteras fundamentales del otro, por ello, para lo autobiográfico la
del sentido del personaje […]”, ibid., p. 144. Final- lectura (y el tipo de lectura que se haga)
mente, a Bajtín tampoco le interesa la autobio-
grafía “como un recuento de datos acerca de uno es de vital importancia. Es decir, en este
mismo”, ibid., p. 132, porque ella no dice nada so-
bre los valores estéticos de la autobiografía.
2
Sylvia Molloy, Acto de presencia. La escritura auto-
biográfica en Hispanoamérica, p. 12. 3
Mijaíl Bajtín, Teoría y estética de la novela, p. 284.
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tipo de escritura importa tanto la forma en un análisis interno del funcionamiento


como el modo de recepción del texto. del texto, de la estructura o de los as-
En este tenor, una de las aristas más pectos del texto publicado, sino sobre un
discutidas por la teoría autobiográfica ha análisis, en el aspecto global de la publi-
sido la noción de pacto autobiográfico, cación, del contrato implícito o explícito
propuesta por Philippe Lejeune en 1975, propuesto por el autor al lector, contra-
quien intentó resolver el problema de la to que determina el modo de lectura
representación del sujeto (que la críti- del texto. […] La autobiografía se defi-
ca posestructuralista había anulado con la ne en el aspecto global: es un modo de
muerte del autor) basándose en la refe- lectura tanto como un tipo de escritu-
rencialidad, es decir, en la necesaria rela- ra, es un efecto contractual que varía
ción identitaria entre autor, narrador y históricamente.6
personaje principal, por la cual el texto
se debía considerar como un discurso no Así, lo autobiográfico no sólo se queda en
ficticio pronunciado por una persona real; términos textuales, pues no sólo es pro-
esto quería decir que el escritor, median- ducto del discurso, sino de circunstancias
te su firma, le aseguraba al lector ser au- sociales que, en última instancia, mueven
tor y protagonista de su discurso, por lo al autobiógrafo a la construcción del rela-
que le proponía que éste fuera leído con to de vida. Por esta razón, Nora Catelli
un valor no ficticio. 4 Este concepto fue asegura que: “la lectura es precisamente
muy debatido, principalmente, por la crí- la instancia estética, lo que determina la
tica deconstructivista. Por ejemplo, Paul aparición de un autor: el autor es ese yo
de Man expresó que Lejeune proponía la que al decir yo dice otro”,7 cuestión que en
identidad como algo estipulado jurídica- seguida se observará.
mente, pero sin valor cognoscitivo, al in-
sistir en pasar de una identidad cognitiva
y textual (nombre), a una legal (firma).5 La autobiografía como escritura
Sin embargo, lo importante de la noción
de pacto autobiográfico es que colocó en En primer lugar, la escritura autobiográfi-
el centro el modo de lectura del texto: ca se caracteriza, como obra literaria, por
ser un producto retórico del lenguaje y
La problemática de la autobiografía que por tener una capacidad creativa.8 En 1979,
he propuesto aquí no está basada en una
relación, establecida desde afuera, entre 6
Philippe Lejeune, op. cit., p. 86. Las cursivas son
lo extratextual y el texto, pues tal rela- del original.
7
ción sólo podría versar sobre el parecido y Nora Catelli, En la era de la intimidad, seguido de: El
espacio autobiográfico, p. 302. Las cursivas son del
no probaría nada. Tampoco está fundada original.
8
La noción de retórica propuesta en este trabajo
tiene que ver con la capacidad persuasiva de dicho
4
Philippe Lejeune, El pacto autobiográfico y otros es- concepto. En este sentido, debe recordarse que
tudios, pp. 49-87. la retórica fue una episteme (utilizando el térmi-
5
Cf. Paul de Man, “La autobiografía como desfigu- no de Michel Foucault) que fungió como la base
ración”, La autobiografía y sus problemas teóricos. de la polis (sobre todo en la Atenas del siglo v),
Estudios e investigación documental.  Suplementos ya que la lucha dialéctica, que fortalecía a la polis
Anthropos, p. 114. como institución, necesitaba de un método para
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Paul de Man puso el acento en esta ca- cual se le confiere el poder de la palabra
racterística y señaló que los episodios y se establece la posibilidad de que esta
narrados se convertían en elementos de entidad pueda replicar.9
una alegoría, que tenía como eje central
la representación del yo, y como figura Para De Man, lo autobiográfico no podía
retórica por excelencia a la prosopope- tener un referente extra-textual, pues la
ya que, en sus términos, significaba: identidad construida sólo existía en tér-
minos lingüísticos: no era posible hallar
[...] la ficción de un apóstrofe a una en- un anclaje fuera del texto, ya que no era
tidad ausente, muerta o sin voz, por la la vida la que determinaba al texto, sino
éste el que dotaba de sentido a la repre-
sentación vital. El trabajo de De Man fue
convencer y persuadir a la ciudadanía. Así, la re-
tórica que proponían los sofistas se explicaba significativo para la teoría autobiográfi-
de la siguiente manera: la relación entre el habla y ca, pues con él, el crítico belga le confirió
el mundo era una representación, la cual debía a lo autobiográfico un estatuto literario
poseer ciertas características (como los topoi koi-
noi, lugares comunes), para que la persuasión tu- que, si bien ya había sido señalado por
viera una mayor efectividad. Entonces, las disci- Georges Gusdorf en 1956, aún no se le
plinas fundamentales, la oratoria y la dialéctica, terminaba de conferir.10
se desprendían de la retórica; también se instauró
la inventio, el diseño de elementos reales o ve- De esta manera, se entiende que
rosímiles que hicieran aceptable el discurso. Al la escritura autobiográfica participa de la
mismo tiempo, se desarrolló un método de con- creación estética y que el yo representado
vencimiento que era oral y ejemplificador. Sin em-
bargo, los sofistas utilizaban la retórica como un adquiere el nivel de personaje de esta na-
medio para mantener sus propios intereses; por rración. Por esta razón, es pertinente traer
ello, Isócrates se distanció de este método y luchó a colación las reflexiones de Mijaíl Bajtín
contra éstos, ya que pensaba que había que bus-
car la verdad (mayéutica), pero sin desasociarla del sobre la actitud del autor con respecto a
hombre. La retórica, para el pensador griego, no
era una simple técnica ni sólo un instrumento de
persuasión; iba más allá al proponerla como un
método educativo. Pero en el presente trabajo, 9
Paul de Man, op. cit., p. 116.
no se observa la propuesta isocrática, sino, más 10
Georges Gusdorf, en su artículo “Condiciones y lí-
bien, se toma la noción de retórica desde este mites de la autobiografía”, señalaba que la auto-
carácter persuasivo, antes que como un juego de biografía era: “un género literario firmemente es-
ingenio, principio que se aproxima más a la idea tablecido, cuya historia se presenta jalonada de
aristotélica, que fue heredada por el periodo he- una serie de obras maestras, desde las Confesiones
lenístico; puesto que en éste, al haber cambiado de san Agustín hasta Si le grain ne meurt de Gide,
la forma de gobierno, ya no existía un auditorio al pasando por las Confesiones de Rousseau, Poesía
cual convencer y, por lo tanto, la retórica perdió y verdad [de Goethe], las Memorias de ultratumba
su vitalidad. Sin embargo, lo que se propone en [de Chateaubriand] o la Apología de Newman”.
el presente trabajo es que en la escritura auto- Georges Gusdorf, “Condiciones y límites de la
biográfica aún se hallan indicios de este carácter autobiografía”, La autobiografía y sus problemas
persuasivo y vital de la retórica, ya que se trata de teóricos. Estudios e investigación documental, Su-
una obra que tiene en mente a un público lector, plementos Anthropos, p. 9. // La importancia de
que se publica en un contexto específico y con de- entender este carácter creador es reafirmar el va-
terminadas intenciones y que, por lo mismo, lo que lor literario que tienen las autobiografías, pues
hace es focalizar el poder de sugestión de la retó- hasta hace algunos años se les había negado el
rica, para que la identidad autobiográfica sea estatuto de literatura y, en la actualidad, aún se
aceptada, como se analiza en el segundo aparta- les considera un género menor; actitud que em-
do de este estudio, que trata la dimensión ape- pobrece el acervo literario mexicano e hispano-
lativa de lo autobiográfico. americano.
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su personaje, vertidas en su ensayo “Autor actitud, Bajtín la nombra extraposición,


y personaje en la actividad estética”. que es: “una colocación desde fuera, es-
Para el crítico ruso, la autobiografía pacial y temporalmente hablando, de los
es: “la forma transgrediente más elemen- valores y del sentido, la cual permite ar-
tal mediante la cual yo puedo objetivar mi mar la totalidad del personaje”,15 todo ello
vida artísticamente”.11 En este sentido, determinado por una acción contempla-
Bajtín habla, no de una coincidencia entre tiva (activa y productiva). Es decir, el
el autor y el personaje autobiográfico (que autor-observador es otro con respecto al
no sería posible si se toma en cuenta la héroe y gracias a esto puede tener una
escisión que hace entre el autor-creador actitud creativa, pues tiene un excedente
y el autor-real),12 sino de un carácter par- de visión que le permite dirigir y concluir
ticular del autor con respecto a su héroe: la vivencia del personaje. Este excedente
es posible en la autobiografía gracias a su
[...] el autor es un momento de la totali- carácter retrospectivo, es decir, gracias a
dad artística y como tal no puede coinci- que el autobiógrafo tiene una distancia
dir, dentro de esta totalidad, con el héroe temporal con respecto a la vivencia, que le
que es su otro momento; la coincidencia permite diseñar su unidad y su identidad
personal “en la vida” entre el individuo siguiendo un guión preconcebido, pues
del que se habla y el individuo que habla no debe olvidarse que la autobiografía, al
no elimina la diferencia entre estos mo- ser una escritura motivada, se trata de una
mentos en la totalidad artística […].13 proclamación de identidad, como indi-
viduo y como sujeto público, que escribe
Bajtín asegura que la actividad estética con intenciones determinadas.
inicia con el momento de la vivencia: “yo Con respecto a lo anterior, Nora Ca-
he de vivir (ver y conocer) aquello que está telli en El espacio autobiográfico observa
viviendo el otro, he de ponerme en su sitio, una interesante analogía en esta actitud
como si coincidiera con él”,14 pero para que el autor toma con su personaje. La críti-
que la actividad estética en verdad se dé, ca argentina señala que de acuerdo a la
es necesario que el autor regrese a sí mis- teoría bajtiniana, lo que se produce es una
mo, a su lugar fuera del personaje. A esta tríada entre “ser”, “acto” y “otro”, que se
asemeja al acto de la Encarnación en la
tradición cristiana: el “ser”, ente pasivo-
11
Mijaíl Bajtín, Estética de la creación verbal, p. 131. femenino espera (como la Virgen María)
12
Sobre este aspecto, el crítico ruso establece que
hay una diferencia entre: “el autor-creador, que per- que el Verbo (el “acto”) se haga carne por
tenece a la obra, y el autor real, que es un ele- medio del “otro” (el autor). Por lo tanto:
mento en el acontecer ético y social de la vida”, “La ‘actividad de extraposición’ […], por
ibid., p. 20. Por lo tanto: “[…] el trabajo creativo
se vive, pero la vivencia no se oye ni se ve a sí medio [de la] cual el ser sale de sí mismo
misma, tan sólo ve su producto o el objeto hacia (de su ‘pasividad femenil’) y se torna ‘be-
el cual está dirigida. Por eso el artista nada tiene lleza’, se plasma en la construcción del
que decir acerca de su proceso creativo: todo él
está en el producto creado, y lo único que le que- héroe a través del autor.”16 Para Catelli, el
da es señalarnos su obra; y así es –únicamente allí
hemos de buscar ese proceso”, ibid., p. 17.
13
Ibid., p. 131. 15
Ibid., p. 23.
14
Ibid., p. 32. 16
Nora Catelli, op. cit., p. 304.
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fin último de este proceso es representar te se articula desde un orden cronológico


una conciencia específica: la de la belle- (lineal y progresivo); más bien su sentido
za. Como se observa, este razonamiento recae sobre núcleos de significación que
está cercano al de Paul de Man, en el sen- serán los que ordenen el relato, como
tido de afirmar que la actividad estética es Bajtín desarrolla al hablar de la biogra-
lo que confiere rostro a ese ente figurado fía analítica.
en la autobiografía; con la salvedad de que
esta representación no es un vacío como Los diferentes rasgos y cualidades del
De Man pretende, sino lo que “aporta el carácter son elegidos entre los diversos
contenido vital”17 de la creación estética, acontecimientos y sucesos que pertene-
aunque nada pueda hacer desde el pun- cen a distintos periodos de tiempo de la
to de vista formal, hasta que el autor le vida del héroe, y se distribuyen en los
brinde la conclusión estética. apartados correspondientes. […] De esta
Resumiendo, el autobiógrafo es el manera, la serie biográfica temporal re-
que le confiere al personaje (a su yo tex- sulta interrumpida: en la misma rúbrica
tual) una totalidad conclusiva, una unidad, se juntan momentos pertenecientes a
por eso Bajtín menciona que el autor es diversos periodos de vida. El principio or-
conciencia de la conciencia, porque permi- denador es también aquí el conjunto del
te dotar de sentido el mundo narrativo y carácter, desde cuyo punto de vista no
darle forma a la conciencia del personaje: interesan el tiempo y el orden de mani-
festación de las partes de ese conjunto.19
El autor no sólo ve y sabe todo aquello
que ve y sabe cada uno de sus personajes Al respecto han hablado otros estudio-
por separado y todos ellos juntos, sino sos de la autobiografía, como Magdalena
que ve y sabe más que ellos, incluso sabe Maíz Peña, Doctora en Estudios Hispáni-
aquello que por principio es inaccesible cos por la Universidad de Arizona, quien
para los personajes, y es en este deter- denominó a estos núcleos como autobio-
minado y estable excedente de visión y el logemas, que desde su análisis son:
conocimiento del autor con respecto a ca-
da uno de sus personajes donde se en- Unidades mínimas de sentido simbólico
cuentran todos los momentos de la con- atribuido por un sujeto biográfico a su
clusión del todo, trátese de la totalidad experiencia de vida –afectando la orga-
de los personajes o de la obra en general.18 nización y la comprensión del universo
narrativo, y por supuesto su inscripción y
Esta dimensión estética es la que permite en última instancia su consumación.20
que lo autobiográfico se manifieste como
una escritura construida a partir de estra- Así, estos focos de significación permiten
tegias discursivas y que, por ende, logre que el narrador ponga en marcha la acti-
una totalidad conclusiva. Por lo tanto, el
discurso autobiográfico no necesariamen-
19
Mijaíl Bajtín, Teoría y estética de la novela, p. 294.
Las cursivas son del original.
17
Ibid., p. 305. 20
Magdalena Maíz, (Entre)textos: perfil de la autobio-
18
Mijaíl Bajtín, Estética de la creación verbal, pp. 21-22. grafía moderna mexicana, p. 20.
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tud de extraposición para dotar de sentido ra-mí, sino del yo-para-otro.22 En esta tó-
al relato de vida: elegir implica un esfuer- nica, incluso Bajtín elabora un pequeña
zo de discriminación entre los sucesos que lista de motivaciones que él denomina “la
apoyan el proyecto de identidad auto- base de los valores biográficos”, entre los
biográfico y aquellos que no; entonces, se que cita:
entiende que los silencios mantienen una
relación de diálogo con los elementos que [...] la voluntad de ser héroe, de tener im-
sí están presentes en el relato y que, en con- portancia en el mundo de los otros, la
junto, apoyan la unidad de la obra. voluntad de ser amado y, finalmente,
la voluntad de vivenciar el fabulismo (la
aventura) de la vida, la heterogeneidad
La autobiografía como lectura de la vida exterior e interior.23

En segundo lugar, no debe olvidarse que Mijaíl Bajtín ejemplifica lo anterior en Es-
lo autobiográfico tiene una función apela- tética de la creación verbal, cuando se refie-
tiva y busca una reacción por parte del lec- re a la confesión, una de las primeras for-
tor: la imagen que se construye en el texto mas autobiográficas: Santa Teresa, al hacer
debe ser leída como auténtica, que no sig- uso de ésta no se dirige a Dios ni al yo-para-
nifica lo mismo que real o verdadera, sino mí, sino a sus prójimos (a sus hermanas y a
que debe ser: “Acreditad[a] de ciert[a] y su confesor), por lo que la confesión ideal
positiv[a] por los caracteres, requisitos o (monológica, orientada a Dios) no tiene la
circunstancias que en ell[a] concurren.”21 posibilidad de realizarse en el momento
Es por esta razón que la sinceridad sigue en el que se ha cambiado el acento de
blandiéndose como uno de los valores lo que se ha hecho (lo que se confiesa) a
principales de lo autobiográfico. Por lo observar la representación que se hace
tanto, se entiende que si el elemento re- de esto ante el otro (el confesor). El yo-
ferencial de la identidad no estuviera en para-otro surge con el planteamiento de
juego, simplemente no habría discusión y la otredad (de un otro posible, de un oyen-
la autobiografía se tomaría sólo como fic- te, de un lector) y, con ello, nace el diálogo
ción, pero como esta dimensión es justa- con el receptor; es decir, el carácter apela-
mente la que cierra el proyecto autobio- tivo de la autobiografía: “Ni en la biogra-
gráfico, estas narraciones se convierten fía, ni en la autobiografía el yo-para-mí
en discursos comunicativos y de diálogo (la actitud hacia uno mismo) viene a ser
y, a su vez, también en textos altamente
motivados, para restringir la sobreinter-
22
pretación en favor de las motivaciones del La identidad para Bajtín se da en la lógica de la
triada: yo-para-mí, yo-para-otro y otro-para-mí. Ésta
autor y de la imagen que busca proyec- es resultante de las interacciones del yo consigo
tar de sí mismo: se trata no sólo del yo-pa- mismo (percepción interna, autoimagen) y con el
otro (la apreciación que este otro hace de uno mis-
mo). Así, la identidad se construye y sobredeter-
mina por la alteridad: “El hombre, en tanto na-
turaleza, sólo se vivencia convincentemente en el
21
Real Academia de la Lengua Española, Diccionario otro, pero no en sí mismo”. Mijaíl Bajtín, Estética
de la Real Academia de la Lengua Española, http:// de la creación verbal, p. 44.
lema.rae.es/drae/?val=aut%C3%A9ntico 23
Ibid., p. 135.
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el momento de organización y estructu- verdad, pues lo que se busca en la escritura


ración de la forma.”24 es un efecto estético-retórico que debe
Otra muestra de lo anterior se obtie- ser percibido como verosímil en la realidad
ne en el momento en que Bajtín explica extra-textual por los otros. Por lo tanto, el
que, dependiendo del acento que tenga texto autobiográfico que surge con miras a
la narración de vida (la base del valor bio- una publicación siempre tiene en mente
gráfico), será el peso valorativo que se pon- al lector y al diálogo que sostendrá con él,
ga en la misma. Por ejemplo, si el acento pues es a quien va dirigido el relato. Por
reside en la voluntad de ser amado, el esta razón, se comprende que Bajtín afir-
autobiógrafo focalizará ciertos aspectos me que: “es posible, pues, la pregunta: ¿có-
en disminución de otros que no apoyan la mo me estoy representando, a diferencia
configuración que se pretende: de la pregunta, quién soy?”26
Para destacar la importancia que el
Mi cuerpo, mi apariencia, mi traje, toda yo-para-mí tiene en la escritura autobio-
una serie de pormenores internos y ex- gráfica, Bajtín se vale del concepto de
ternos de mi alma, los detalles y porme- cronotopo, pues éste, al ser entendido co-
nores de la vida que no pueden tener mo: “una categoría de la forma y el conte-
una importancia y reflejo valorativo en un nido en la literatura”,27 y como: “la cone-
contexto histórico-heroico, en la huma- xión esencial de relaciones temporales y
nidad o la nación [a diferencia de si se espaciales asimiladas artísticamente en la
tuviera la voluntad de ser héroe] (todo literatura”,28 revela que el diálogo social
aquello que es históricamente insustan- (el yo-para-otro) se inserta en la escritura
cial, pero que existe en el contexto de misma a partir de estas dos cualidades:
la vida), todo adquiere un peso valorati- “El cronotopo, como categoría de la for-
vo, un sentido, y se forma dentro de la ma y el contenido, determina también (en
amante conciencia del otro; todos los una medida considerable) la imagen del
momentos estrictamente personales se hombre en la literatura.”29 Esto quiere
constituyen y se rigen por aquello que yo decir que el cronotopo interno (el tiem-
querría ser en la conciencia amante del po de vida representado en la escritura)
otro por mi imagen anticipada que debe está determinado de alguna manera por
ser creada valorativamente dentro de es- el cronotopo externo (el momento de es-
ta conciencia.25 critura). Es decir, dentro del cronotopo
externo entran en juego el horizonte mo-
Lo anterior se entiende porque, según ral del escritor, los valores a partir de los
Bajtín, el autobiógrafo no se separa valo- que escribe y las funciones que le asigna
rativamente del mundo de los otros, sino al texto, elementos que expresan la refle-
que se percibe dentro de una colectividad. xión sobre una realidad específica y que
Es por esta razón que en la forma auto- precisan impactar en ésta, no sólo narrarla,
biográfica se introduce una noción nueva:
la verosimilitud, que sustituye al valor de 26
Ibid., p. 132.
27
Mijaíl Bajtín, Teoría y estética de la creación verbal,
p. 237.
24
Ibid., p. 131. 28
Loc. cit.
25
Ibid., pp. 136-137. Las cursivas son mías. 29
Ibid., p. 238. Las cursivas son mías.
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ya que no se trata sólo de satisfacer las feras de la existencia muda e invisible en


necesidades del autor, sino de establecer las que se haya implicado el hombre, y
un diálogo con sus posibles lectores; por por las que se haya determinado (el reino
ello, ¿quién escribe?, y ¿para quién está es- platoniano de las ideas: todo se ve y to-
crito?, se convierten en preguntas especí- do se oye). Y la concepción clásica griega
ficas a la hora responder a la pregunta: todavía estaba más lejos de situar los
¿qué está contenido en el texto? Pero centros principales, las fuerzas dirigen-
también, la misma forma en que se decide tes de la vida humana, en los lugares
redactar la experiencia de vida se vuelve mudos e invisibles. Así se explica la asom-
sintomática de las necesidades del autor: brosa y total exterioridad del hombre
el encomio, la apología, la confesión, el clásico y de su vida.31
testimonio, etcétera, son formas que se
atribuyen a una función y, por tanto, a una Es por ello, continúa Bajtín, que: “Aquiles, en
respuesta por parte del otro; de la mis- la célebre cena con Priamo, solloza en su
ma manera, los acontecimiento elegidos tienda con tanta fuerza que sus lamentos
para su narración, el cronotopo interno, se podían oírse en todo el campamento grie-
convierten, como se ha visto, en núcleos go”.32 En este contexto, el hombre dialoga
simbólicos que apuestan por una imagen y hace partícipe al otro de su vida en tiem-
valorativa. Por lo anterior, Bajtín expresa po real; habla con su contemporáneo, es-
que: “En el cronotopo artístico literario tableciendo un lazo cronotópico cercano.
tiene lugar la unión de los elementos es- La plaza pública, como ya se dijo, es el
paciales y temporales en un todo inteligi- lugar donde se lleva a cabo este diálogo.
ble y concreto”;30 estos son la construcción Por otro lado, se encuentra el cro-
retórica autobiográfica y la función que se notopo de la autobiografía de origen ro-
espera que cumpla el texto, al ser un acto mano: la familia. En este contexto, la con-
público, en el contexto inmediato ciencia, a diferencia del ágora griega:
Así, sobre el hecho de la represen-
tación para el otro, el crítico ruso señala [...] se orienta hacia el recuerdo concreto
dos cronotopos y, por ende, dos maneras del clan, de los antepasados, y, al mismo
de diálogo: el primero de ellos se origi- tiempo, hacia las generaciones futuras.
na con la forma autobiográfica de origen […] La autobiografía se escribe con el fin
griego, inserta en un contexto en donde de transmitir las tradiciones familiares-
el hombre era completamente exterior, gentilicias de un eslabón al otro, y se
en el que no se tenía aún la conciencia conserva en el archivo.33
íntima de sí y en donde todos los actos
eran públicos: Esta forma de diálogo es la que busca la
posteridad. La comunicación va, entonces,
En el hombre mismo no existe centro
alguno mudo e invisible: es visto y oído
por completo, está totalmente en el ex-
terior, pero no existen, en general, es-
31
Ibid., p. 287.
32
Ibid., p. 286.
30
Ibid., p. 237-238. 33
Ibid., p. 290.
62
La autobiografía: proyecto de vida y escritura. Un acercamiento desde la teoría de...

en el sentido de transmitir una imagen juntar el cronotopo interno y el cronotopo


que sobrepase el tiempo y el espacio externo, al autor-creador y al autor-real, el
contemporáneo. diálogo contemporáneo y el de la poste-
Finalmente, en la autobiografía mo- ridad, elementos que se conjugan a la
derna estos dos cronotopos se realizan hora de la lectura: la autobiografía es el
en conjunto; es decir, se relacionan am- punto de unión entre la representación
bas dimensiones, como el mismo Jean textual de identidad y las motivaciones
Jeacques Rousseau, considerado como el extra-textuales que impulsan el relato de
fundador de la autobiografía moderna, vida. Entonces, el discurso autobiográ-
anuncia en sus Confesiones: fico implica una creación artística y un
discurso de intervención social, sin que
Emprendo una obra de la que no hay ninguno de los dos enfoques se opongan,
ejemplo y que no tendrá imitadores. gracias a la naturaleza dialógica del len-
Quiero mostrar a mis semejantes un hom- guaje. Es precisamente ésta la razón por la
bre en toda la verdad de la Naturaleza y que se aboga por un estudio autobiográ-
ese hombre seré yo. […] Que cada cual fico con un carácter bidimensional, ya que
luego descubra su corazón a los pies de se debe considerar en todo momento al
tu trono con la misma sinceridad; y des- lector como un elemento primordial y es-
pués que alguno se atreva a decir en tu pre- tablecer con él un contrato de lectura que
sencia: “Yo fui mejor que ese hombre.”34 permita asegurar el valor no ficcional de
la identidad construida en el relato, por-
que, finalmente, como considera Barrett
Conclusión J. Mandel, en el momento en que un lec-
tor se acerca a la autobiografía, lo hace
Como se observa en las líneas arriba cita- buscando una satisfacción de autodes-
das, la autobiografía, y la identidad que cubrimiento que la ficción no puede cu-
se perfila en ella, es tanto una forma de brir de manera total.35 Por ello, la lectura
diálogo con los contemporáneos, como y el lector son elementos clave a la hora
una comunicación que pretende trascen- de distinguir la escritura autobiográfica de
der. El escritor autobiográfico no ingenuo la ficcional.
tiene presente que su proyecto de vida
en realidad también es un proyecto de es-
critura: no se trata de develar lo íntimo
por el simple hecho de hacerlo: es una de-
claración como individuo y como sujeto
público en un momento determinado que,
sin embargo, se sabe que sobrepasará el
tiempo inmediato.
Es en esta frontera (que toda auto-
biografía implica) en la que es posible con-
35
Cf. Barret J. Mandel. “Full of Life Now”, en James
34
Jean Jacques Rousseau, Las confesiones, p. 5. Las Olney (ed.). Autobiography. Essays Theoretical and
cursivas son mías. Critical, pp. 49-72.
63
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Edith Vargas Jiménez

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