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La comprensión en tiempos culminantes

Existen muchos factores que nos hacen esclavos de los sistemas, el principal es la falta de
comprensión. Siempre nos vemos inmersos en la información que nos brindan a grandes
masas en todas las plataformas, opinando sobre varios temas conflictivos por valores
morales o prejuicios. Lamentablemente, la mayoría de las veces no trascendemos de este
derroche de palabrerías, nos quedamos, en lo que llamaría Hannah Arendt, en la
comprensión preliminar. Cuando miramos el trasfondo de nuestra situación, no sirve de
nada que una persona diga que la política es corrupción o que la paz es imposible, cuando
ni siquiera saben definir el concepto o defender sus ideas, parece que ya nos hubiéramos
acostumbrado a solo copiar y pegar. Lo que se debe tratar de conseguir es enseñarle a la
gente a comprender de verdad, pero eso solo se puede lograr si primero se les hace
conscientes del error en el que están sumergidos.

Todo comienza cuando nos damos cuenta que somos parte de un adoctrinamiento a favor
de unos pocos, donde nos limitan el conocimiento y nos expropian las herramientas para
poder realizar el acto de comprender el mundo y actuar por el cambio, donde nos censuran
y nos silencian por intenciones vanas o por no ver un caos. Estos es explicado por Hannah
Arendt en su texto Comprensión y política​, donde dice: “el adoctrinamiento es peligroso
porque surge principalmente de una perversión no del conocimiento, sino de la
comprensión” (Arendt; 1953, P. 4). Entender que el adoctrinamiento se da en los países
totalitarios, que buscan el control del pueblo como de a cabo, para que hagan lo que esté en
sus intereses y no pregunten lo que no deben, entender y ser consciente de eso, es lo que
llevará la gente a ser realmente libre.

En todos los trabajos está la constante necesidad de ejercer la comprensión, aunque esta
tiene mucha más influencia en las decisiones que se vayan a tomar en los trabajos
relacionados con las humanidades, puesto que son decisiones que van a afectar el diario
vivir de la gente y la forma en cómo ven su entorno. El mundo y la percepción de este,
están en constante transformación, es importante que la imagen que se va a ir creando con
el tiempo sea real y con varias perspectivas del tema, quedarnos con una sola fuente sería
un acto cínico y una total pérdida de tiempo, pues la verdad definitiva no existe si no se
crea a partir de una construcción social.

Como ejemplo (que se retomara a lo largo del ensayo), está el periodismo, este nació con la
necesidad de decir lo que el pueblo debía saber y no lo que los gobiernos querían que se
dijera, es una idea revolucionaria que en muchos países sigue en proceso, pues a los
gobiernos totalitarios no les gusta que se informen cosas que se salen de sus manos, ¿Acaso
un país no debería estar en constante búsqueda de soluciones? ¿Será que un gobierno debe
tener secretos para poder desarrollarse? Según el totalitarismo, pues sí, pero la verdadera
respuesta va mucho más allá o tal vez no exista una verdadera respuesta, eso solo puede
saberse a través del ejercicio de la comprensión y la investigación. “la verdadera
comprensión siempre vuelve a los juicios y prejuicios que preceden y guían la investigación
científica estricta” (Arendt; 1953, P. 10). Ahora hay riesgos de que las ciencias naturales
también se conviertan en un totalitarismo y dejen a las otras ciencias o a los otros campos
de estudio fuera del camino para llegar a la verdad, lo que perdería el sentido, pues una sola
ciencia no va a poder explicar todo o tal vez no de la forma en la que necesitemos la
información.

Hogaño, la mayoría de fuentes periodísticas son patrocinadas y/o manipuladas por políticos
y poderosos de la economía, debido a que estos necesitan una protección por parte de los
medios para poder delinquir sin tener consecuencias, porque siempre le disfrazan la verdad
al pueblo, solo les muestran lo que ellos quieren, siempre conduciéndolos a tener una idea
errada de la verdad. Lamentablemente, esto hace que en el momento en que esas mentiras
se descubran, lo periódicos pierdan credibilidad. Y es que esta problemática no es culpa de
los periódicos, o por lo menos no en su totalidad, pues es que el pueblo no le gusta pagar
por productos periodísticos, por lo que no les queda de otra que ofrecerse las
multinacionales, los candidatos políticos o los millonarios de cada país. En el 2018,
periódico El Espectador publicó una columna de Daniel Pacheco, titulado ​Periodismo
colombiano, en crisis​, donde decía:

En Colombia, en cambio, vemos en silencio como, por ejemplo, ​El Tiempo ​es utilizado sin rubor
como una herramienta de propaganda del Grupo Aval y Sarmiento Angulo en temas como
el puente Chirajara y los casos de corrupción de Odebrecht y Navelena. En general, el
cubrimiento que hicieron los medios privados de la crisis de las basuras en la Alcaldía de
Peñalosa puso en contraste los dobles estándares frente a cómo se cubrió la crisis en la
Alcaldía de Petro. Y puede que los periodistas no quieran hablar de esto, pero la gente no es
boba. (Pachceco, 2018, párr. 6)

Otro problema del periodismo actual es que no desarrolla el ejercicio de la comprensión, no


está sirviendo como herramienta para el pueblo, solamente está lanzando datos estadísticos
sobre lo que pasa alrededor del mundo. Los seres humanos no son máquinas para procesar
esta información como los medios de comunicación quieren, son mucho más complejos que
esto, lo que los periódicos deberían buscar es la humanización a través de sus productos,
que la gente se sensibilice de su realidad y la del otro, no importa en el medio que se
entregue, lo importante es que la persona entienda y comprenda la situación de la que hace
parte, que tan poco es tan simple como los datos la hacen ver. Cuando las personas se dan
cuenta de las cosas que pasan en su entorno, comienzan a luchar por mejorar tal situación,
comienzan a comprender.

Es cierto que el internet y algunas plataformas impresas han dado algunas herramientas
para que se pueda dar la comprensión de manera correcta, pero esto es un objetivo de difícil
alcance debido a que el pueblo nunca ha tenido estas herramientas y al momento de
tenerlas, no saben utilizarlas:

“la paradoja de la situación moderna parece ser que nuestra necesidad de trascender tanto la
comprensión preliminar como la aproximación estrictamente científica surge del hecho de
haber perdido nuestras herramientas de comprensión. Nuestra búsqueda del sentido está al
mismo tiempo estimulada y frustrada por nuestra incapacidad de dar origen al sentido”
(Arendt, 1953, p. 14)

Es decepcionante mirar hacia atrás y no poder esclarecer en qué momento comenzó toda la
censura de la comprensión ¿Cómo pudimos dejar que nos quitaran tal privilegio? ¿Cómo
esperamos llegar a humanizarnos si ni siquiera podemos comprender el lugar donde
vivimos? Hannah escribió su ensayo en 1953, han pasado 56 años y no ha cambiado nada,
todavía siguen luchando minorías, tratando de quitarles la venda a los demás, pero a veces
tanto el amor a las cadenas como la incapacidad de comprender, resultan ser unos
obstáculos tan grandes, que limitan a cualquiera a pesar de sus intenciones. “el hecho
preocupante de que nuestra gran tradición, necesitada de una manera tan obvia de
respuestas productivas, haya permanecido en un silencio tan peculiar al ser desafiada por
los problemas políticos y morales de nuestro tiempo” (Arendt, 1953, p. 18).

Si todo sigue igual, puede que pasen dos cosas: que todo el adoctrinamiento siga o que la
gente al no poder comprender pero sí ser conscientes de que pasa algo, se vuelvan
incrédulos. Si llegara a pasar la segunda opción, tal vez, en un momento donde se volvieran
a dar las herramientas para comprender, por fin podríamos entender todo, entendernos, y así
reconciliarnos con el mundo. Por ahora solo nos queda esperar, mirar si algún día esta lucha
por ser libres podrá desarrollarse o si por lo contrario, la inconsistencia de la acción humana
convierte el sistema en una constante condena de pensamiento. Nacer y morir, pero nunca
desarrollarnos y trascender:

“la comprensión como tal es una extraña tarea. Al fin y al cabo, no hace más que articular y
confirmar lo que la comprensión preliminar, que siempre está comprometida
consciente o inconscientemente con la acción, presentía ya desde un principio. La
comprensión no huirá de este círculo, sino que, al contrario, será consciente de que
cualquier otro resultado estaría tan alejado de la acción, de la que es solo la otra
cara, que no podría ser verdadero” (Arendt, 1953, p. 31).

Bibliografía
-Pacheco, D. (2018). Periodismo colombiano, en crisis. Recuperado de
https://www.elespectador.com/opinion/periodismo-colombiano-en-crisis-columna-738713​.
-Arendt, H. (1956). Comprensión y política (las dificultades de la comprensión). Publicado
en ​Partisan Review, ​XX, 4, pp. 377-392.
-Spielberg, S., Pascal, A., Makosco, K. (2017). The post: los oscuros secretos del
Pentágono. Película, Newseum, Universal Pictures.

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