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50 Pensadores Esenciales Contemporáneos PDF
50 Pensadores Esenciales Contemporáneos PDF
CONTEMPORÁNEOS
ESENCIALES
John Lechte
CATEDRA
Cincuenta pensadores
contemporáneos esenciales
Título original de In obra:
Fifiy K ty Contempomry Tbinkers
P r e f a c io .................................................................................................................... 11
AGRADECIMIENTOS ..................................................................................................... 15
ESTRUCTUilAUSMO...................................................................................................... 57
Louis Althusser ............................... ................ ....................59
É iniíe BenvenisCe .............. „ ....... ....... .................................................. ................ 65
Pierre B ourdieu ...................................................................................................... 69
N o am C h o m s k v ...................................................................................................... 74
G eorges D u m é z il................................... ........................................... .................... SO
G érard G e n e tte ....................................................................................................... 85
R o m án J a k o b s o n .................................................................................................... 90
Jacques L a c a n ..................................................... :.................................................. 96
C iaude Lévi-Strauss........ ;..................................................................................... 101
Christían M e tz ........... ........................................................................................... IOS
M ich el Serres ........................................................................................................... 114
7
Michel Foucauic................................................ ........................................... H 7
Emnianue! Levinas ................................................................. ............... ►....... 153
POSTMARXISMO................................................................................................... 223
Theodor A dorno........ *................................................................................... 225
H annah A rendt..... ................... ................................. ................ .................. 230
jürgen Habermas............................................................. .................. .......... 236
Ernesto Laclau................................................................................................ 243
Alain Touraine................................................................................................ 248
8
A la memoria de mis abuelas,
que valoraron la educación .
Carolyn I echte (1SS5-197S)
M üriel G arner (1396-1979)
¡ M ib lio te c a
D0 !
J | ^ ifo s o fa d o
Provincia Félix cío je sú s
Prefacio
J o h n Lechte
13
Agradecimientos
15
Primer estructuralismo
17
G astón Bachelard d ’u n problema pbysique, La propaga
ro n tbermiqae dans los solides (Estudio
Gastón Bachelard — epistemólogo, sobre la evolución de un problema fí
filósofo de la ciencia y teórico de la sico: la propagación térmica en los só
im a g in a c ió n — influy ó en figuras lidos). Sobre la base de esta obra,
esendaíes de la generación estructu- en 1940 le ofrecieron la cátedra de his
raiista y postestructuralista de la pos toria y filosofía de ia ciencia en la Sor
guerra. A través de Jean Cavaiílés y, bona, puesto que ocupó hasta 1954.
especialm ente, en relación con la Tres elementos esenciales dei pen
obra y la dirección de Georges Can- samiento de Bachelard lo convirtie
guilhem , Michel Foucault descubrió ron en un fiiósofo y pensador único
su orientación concreta al investigar e hicieron que su obra fuera crucial
la historia de los conocimientos. Asi para la generación de estructuralistas
mismo > cuando Louis Althusser halló de posguerra. El primer elemento se
inspiración en ei concepto de ■dis refiere a la importancia de 3a episte
continuidad- de Bachelard — que éí mología en la ciencia. En este senti
tradujo como -ruptura epistemológi do, si los científicos poseían una
ca-— , u na generación de filósofos comprensión deficiente de su propia
marxistas descubrió estímulos para actividad, ello supondría un obstácu
reexaminar las nociones de tiempo, lo fundamental para la aplicación de
subjetividad y ciencia. su trabajo. La epistemología es el te
Gastón Bachelard nació en 1884 en rreno en ei que se comprende el sig
la Francia rural, en Bar-sur-Aube, y nificado de los esfuerzos científicos.
murió en París en 1962, Después de Como escribió Bachelard en Lapbilo-
trabajar en eJ servicio posiaJ (1903* sopbie d u •non• (la filosofía del »no0:
1913), fue profesor de física en ei Co- ■El espacio en eí que se mira, en el
llége de Bar-sur-Aube entre 1919 que se examina, es filosóficamente
y 1930. A los treinta y cinco años, Ba muy distinto al espacio en el que se
chelard emprendió nuevos estudios, ve*1* La razón es que ei espacio en eí
esta'vez de filosofía, y completó su que se ve es siempre un espacio re
agrégation en 1922. En I92S publicó presentado, no un espacio real. Sólo
su tesis doctoral, que había defendido se puede tener en cuenta este factor
en 1927: Essai su r la connaissance si se recurre a ía filosofía. De hecho,
approchée (Ensayo sobre ei conoci Bachelard pasa, a continuación, a de
miento aproximado) y su tesis com fender *un estudio sistemático de la
plem entaria, É iude sur róv olu tion representación, el elemento interme-
19
I3ACHHLAKD
dio más natural para determinar las obra. Como es de prever, un libro
relaciones de noúm eno y teñóme- como Le Rationaiism e ap¡>iiqvó{E\ ra
no-2. Estrechamente asociada a la in cionalismo aplicado) pretende de
terneción entre la realidad y su repre- mostrar la base teórica de distintos
sensación se encuentra la defensa íipos de experimentación. Un racio*
inquebrantable que Bacheíard hace naiismo profundo es siempre un ra
de Ía relación dialéctica entre raciona cionalismo aplicado, que aprende de
lismo y realismo; o empirismo, como la realidad, Pero eso no es todo. Ba-
puede también llamarse. Así, en el chelard está también de acuerdo en
que quizá se convirtió en su libro más que el empirista puede aprender del
influyente para el público en general, teórico aspectos de ía realidad cuan
Eí nuevo espíritu científico , este ver do — como ocurre con Einstein— la
dadero poeta de In epistem ología teoría se desarrolla antes que su
afirma que existen esencialmente dos correlato experimental. La teoría lo
bases metafísicas predominantes: ra necesita para confirmarse. Con ía im
cionalismo y realismo. El racionalis portancia que daba a la epistemolo
m o — que incluye la Filosofía y ía teo gía, Bacheíard unió ciencia y filosofía
ría— es el campo de la interpretación de una forma raramente vista hasta
y la razón; por otro lado, el realismo entonces. Las ciencias humanas y na
ofrece al racionalismo el material ne turales hallan verdaderamente aquí a
cesario para sus interpretaciones. Li su intermediario, en el hombre que,
mitarse a permanecer en un plano al final, acaba por escribir una -poéti
ingenuo e intuitivo — el nivel experi ca- de la ciencia.
mental— a la hora de captar hechos El segundo gran aspecto de la obra
nuevos es condenar la comprensión de Bacheíard que ha tenido especial
científica al estancamiento; no puede influencia en relación con el estruc-
llegar a saber lo que está haciendo. turalismo es su teorización de la his
Del mismo modo, si se exagera la im toria de la ciencia. En pocas palabras,
portancia del aspecto racionalista Bacheíard propone una explicación
— quizá incluso asegurando que, en no evolutiva del desarrollo de la cien
definitiva, la ciencia no es más que el cia, en la que los avances anteriores
reflejo de un sistema filosófico subya no explican necesariamente el estado
cente— , puede producirse un idealis actual. Por ejemplo, según Bacheíard,
m o igualm ente estéril. Por consi no es posible explicar la teoría de la
guiente, para Bacheíard, ser científico relatividad de Einstein como un desa-
es no dar prioridad ni al pensamien rrollo a partir de la física newtonlana.
to ni a la realidad, sino reconocer el Las nuevas doctrinas no se desarrolla
nexo inextricable entre ambos. Ba- ron a panirde las viejas, afirma, -sino
chelard capta lo que está en juego en que, más bien, las nuevas envolvieron
esta frase memorable: -£¿z experim en a las viejas-. Y continúa: »La.s genera
tación debe dejar paso aí argum ento ciones intelectuales están encajadas
y el argum ento debe recu rrirá la ex- unas dentro de otras. Cuando pasa
p e rtm e m a c ió n J . Todos los escritos mos de la física no newtoniana a la
de Bacheíard sobre el carácter de la newtoniana, no nos encontramos con
ciencia se rigen por este principio. la contradicción, sino que la experi
Con su formación científica y filosófi mentamos^. Basándose en ello, el
ca, Bacheíard era un ejemplo de la concepto que enlaza los descubri
posición que intentó defender en su mientos con una serie de hallazgos
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BACHELARD
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1
BACHELARD
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bachelard
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I
BAITIN
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BAJTIN
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BAJTIN
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BAJTIN
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BAÍTiN
ritu del carnaval con su íógica dobló. los momentos de su trabajo, con el
Por tanto, no es posible hacer justicia fin de poder permanecer, como sí
a sus escritos s\se reducen a una his dijéramos, neutral en relación con el
lenguaje, como observador en una
toria con personajes, como es típico
disputa entre dos personas7.
en la estructura cerrada de la épica y
fundamental de lo que Bajtin denomi Aunque Bajtin se distanció formal
na un texto •monológico*. En pocas mente del estructuralismo y la semió
palabras, un texto monológico tiene tica, su rechazo a adoptar la ideolo
una lógica única (mono-), hom ogé gía de las intenciones del autor como
nea y relativamente uniform e. Se forma de explicar eí significado de
presta fácilmente a la apropiación una obra de arte le sitúa mucho más
ideológica; porque el aspecto esen cerca de una posición estructural de
cial de la ideología es el mensaje lo que parece a primera vísta. Para
transmitido, y no el modo en el que Bajtin, el autor es un espacio vacío en
el mensaje surge y se articula en el el que se iría a desarrollar el drama
terreno de la palabra. Para Bajtin, en o, mejor aún, el autor es una drama-
este sentido, las obras de Tolstóí son tización en sí mismo. En este sentido,
casi siempre monofógicas. Por e! con Bajtin fundó una visión dinámica de
trario, en Los hermanos K aram azov, la estructura, sin duda más dinámica
no sólo las palabras crean significado, que la desarrollada en Rusia bajo ios
sino también la relación contextual auspicios de los formalistas rusos. De
entre ellas (por ejemplo, el -poema- hecho, el interés de Bajtin por desta
de Iván, *La leyenda del Gran In q u i car el carácter inacabado y de final
sidor-, y la confesión de Smerdya- abierto que poseen las novelas de
kov). Dostoievski (e incluso el carácter in*
Todo el enfoque de Bajtin llama acabado de gran parte de sus escrN
la. atención sobre ía forma en que tos, tanto publicados como inéditos),
se construye la novela — su 'mise en junto a su preocupación por mostrar
scéne— más que sobre la intriga, ia que la forma (estática) nunca es se
historia, las opiniones concretas, la parable del contenido (dinám ico),
ideología o los sentimientos del au significa que su enfoque es estructu-
tor. Para decirlo brevemente: el autor ralista, pero se niega a limitarse dan
se convierte en el lugar de mise en do prioridad a lo sincrónico frente a
scéne de la novela. La novela polifó lo díacrónico. Del mismo modo, en
nica lo hace más explícito que otras su crítica de ía distinción que hace
formas, pero, en casi todos ios gene- Saussure entre langue y parole; Bajtin
ros novelísticos, existen varios len asegura que aquél ignora los géneros
guajes en funcionamiento, y el autor del habla, por lo que resulta dudosa
utiliza cada uno de ellos. Como ex la utilidad de la langue para explicar
plica Bajtin: el funcionamiento esencia! del len
guaje. Además, Bajtin rechaza lo que
El autor no se haíla en el lengua
considera la tendencia estructuralista
je del narrador, ni en el lenguaje li
terario normal al que se opone la a analizar los textos como si fueran
historia..., sino que utiliza ahora un unidades totalmente autónomas cuyo
lenguaje, luego otro, para evitar en significado puede establecerse inde
tregarse por completo a uno dé pendientemente del contexto* A su
ellos; utiliza este toma y daca verbal juicio, cualquier intento de entender
este diálogo de lenguajes, en todos la parole debe tener en cuenta las cir-
2S
BAJTIN
29
CANGUILHEM
una época bnjo la misma categoría de Speecb Gen res and Gibar Late Essays*
clasificación. trad. de Vern \VSMcGee, Austin, Uni-
versityof Texas, 2.4 impr, de bolsillo,
1937.
NOTAS Teoría y estética de la ttouela, Madrid,
Taurus, 1991-
1 Cfr. Tzvetan Todorov, Aíikhail B a La cultura popular en la Edad Aledia y
jtin : lije Diabgical Principie, trad. de el Renacimiento, Madrid, Alianza,
Wlad Godzich, Manchester, Manchester 1994,
University Press, I9tí4, pág, be.
2 Véase Mijaíl Bajiin, Tbe D ialogic
h n ag inatio n, Four Essays by AS. AS. O tras lecturas
G e o rg e s C a n g u iliie m
P r in c ip a l e s obras de B ajtin
30
CANGUILHEM
rimbombante, tuvo una influencia so defendió su tesis sobre la locura, afir
bre Jos métodos estructurales para mó que su. protegido poseía el talen
abordar la historia, eJ marxismo y el to de un poeta cuando hablaba de di
psicoanálisis que superó con creces, cha materia.
en círculos intelectuales y aca* Firme defensor de Foucault contra
démicos, la idea del público sobre los ataques de Sartre y sus seguido
quiénes eran las grandes figuras. Can res, Canguilhem preparó el escenario
guilhem preparó el camino para La- para una historia de la ciencia que se
can en 1956 cuando, en una confe desviaba claramente de todo evolu
rencia pronunciada en el Collége cionismo inevitable y de toda noción
Fhilosophique, criticó al decano de la acumulativa del conocimiento como
psicología clínica, Daniel Lagache. Su progreso. Acostumbró a una genera
artículo se reeditó 10 años después ción de pensadores a la idea de una
en íes cahierspour t'analysct la publi historia estructural de las ciencias,
cación dirigida durante tos años 60 que intenta justificar las discontinui
en la Ecole N órm ale Supérieure dades tanto como fas continuidades
(rué d ’Ulm) por el yerno de Jacques en la historia de Jos empeños científi
Lacan, Jacques-Alain MÜller. En él fi cos. Pocos han sido tan perspicaces
guran las famosas palabras de Can como Michel Foucault a la hora de
guilhem relativas ai aspecto positivis señalar las coordenadas generales del
ta de la psicología com o -algo proyecto de Canguilhem desde la
equivalente a la filosofía salvo en su perspectiva estructuralista que aquí
rigor, la ética salvo sus exigencias y nos interesa. En pocas palabras, éstos
la m edicina sin c o m p ro b a c ió n 2. son algunos de los elementos clave
Georges Canguilhem nació en 1904 que destaca Foucault.
en Casteínaudary, en el sudeste de Antes del. trabajo de Canguilhem,
Francia. En 1924, ¡unto a Sartre, Nizan el método dominante en Ja historia
y Aron, obtuvo su agrégation de filo de la ciencia consistía en ver el pasa
sofía en la École Nórmale Supérieure do como un precursor coherente y
mientras estudiaba con AJain. Tras continuo dei presente. Este enfoque
completar sus estudios de filosofía, incluye im plícitam ente la idea de
Canguilhem se tituló en medicina con que, después de establecer una cien
el fin de poder enseñar e investigar cia y su objeto, a partir de ese mo
en el campo de la historia y la filoso mento ésta se convierte en garante de
fía de la ciencia- Después de ense la verdad. De ese modo, las discipli
ñar en un instituto de Toulouse, Can nas científicas establecidas en los si
guilhem impartió clases durante la glos xvii yxvm servirían de base para
guerra en la universidad de Estrasbur Jas ciencias desarrolladas en los si
go; su curso sobre Las Normas y lo glos XIX y XX'. El problema de esta teo
norm al se convertiría en la base de ría es que se basa en una ilusión re
su tesis, que defendió en 1943 para trospectiva. Supone que el pasado es
obtener el doctorado en medicina. una preparación para el presente;
En 1955, tras un período como Ins pero, aún más, supone que el presen
pector General de educación nacio te es estático e inmutable y que, por
nal, sucedió a Gastón Bachelard en la consiguiente, una historia de la cien
cátedra de filosofía de la Sorbooa. En cia escrita hoy será igualmente válida
1961 Canguilhem, como miembro del m añana. Sin em bargo, para .Can
tribunal ante el que Michel Foucault guilhem, lo que caracteriza a la cien-
31
CANGUILHEM
32
CANGUILHEM
¿La enfermedad no forma parte de la dicina, en cuyo caso quizá sea posU
vida? O, en otras palabras, ¿Se puede bie establecer, en términos estricta
construir plenamente una fisiología mente médicos, la existencia de una
sin hacer referencia a la enfermedad? condición patológica antes de que la
Para los griegos clásicos, normal persona involucrada tenga co noci
equivalía a arm onía y equilibrio, miento consciente de ella. Si bien la
mientras que enfermedad equivalía a tecnología más avanzada puede con
desequilibrio, -disarmonía- o *anor- tribuir a arrebatar el conocimiento
malidad-, Los prefijos -dis- y -a- im de la enfermedad ai paciente, Can-
plican una discontinuidad entre lo guithem, tras una reflexión que reco
normal y lo patológico. En gran parte rre su libro de principio a fin, destaca
gracias al trabajo de Claude Bernard que el médico suele olvidar que, en
en fisiología, experimental, la medici definitiva, «es el paciente quien le lla
na del siglo XDí desarrolló una con ma.-. Este recuerdo de algo obvio te
cepción cuantitativa (muy relaciona- permitirá subrayar que la distinción
da con Jos niveles de excitación) de entre fisiología y patología no puede
la diferencia entre lo normal (salud) tener más que «significación clínica-.
y lo patológico (enfermedad). La en Se trata de un punto fundamental.
fermedad pasó a ser un estado biper- Frente a lo que él denomina el enfo
o ¿?ipo-normal. Dicho de otra forma, que positivista de ia ciencia, en el
para Bernard, existía una relación de que es preciso saber para actuar,
continuidad entre ia buena salud y la Canguiihem defiende la importancia
enfermedad. Conocer ia fisiología del de la -técnica-. Es decir, sólo median
cuerpo normal era entrar también en te ta referencia al entorno, o las con
contacto con la base del cuerpo en diciones de la existencia, en las que
fermo. En resumen, mediante el pa se dan la buena salud y la enferme
radigma cuantitativo, la buena salud dad (y no intentando construir teóri
(lo normal) era una vía al conoci camente la distinción a priori), pue
miento de lo patológico. de sostenerse la diferenciación entre
En el siglo XX, el trabajo de Rene ambas. La referencia a las condicio
Leriche altera la perspectiva cuantita nes significa que la distinción entre lo
tiva del enfoque positivista. Para Le- normal y lo patológico debe seguir
riche, la salud es equivalente al 'Silen siendo provisional y continuamente
cio del cuerpo en sus órganos-. La abierta at cambio. En tugar de cerrar
salud (lo normal) se convierte ahora vías para la expansión de los medios
en lo que se da totalmente por des humanos, la visión de Canguiihem
contado; ei bienestar es ei cuerpo parece llevar a su profundo perfec
que no se experimenta o se conoce cionamiento.
como tai; se cree que et conocimien Otro tema importante que recorre
to del cuerpo es posible sólo partien la obra de Canguiihem es ei relativo
do de la perspectiva de lo patológico, a ía definición formal de lo normal,
de ia medicina, y no de ía fisiología. Uno de los m odos en que se ha
No obstante, queda aún por esta definido lo normal es en relación,
blecer el carácter de lo patológi con la norma estadística. Para Can-
co, Claramente, esta cuestión puede guilhem, las investigaciones del si
abordarse desde el punto de vísta de glo xx han sido capaces de demos
alguien que se siente enfermo o des trar que un ser vivo puede- ser
de el punto de vista de la propia me perfectamente normal aunque guar
33
CANGUILHEM
de poca relación con un promedio es sentido, afirma Canguilhem, Jos se
tadístico. En realidad, un monstruo res humanos son seres «normativos*,
(una anomalía) podría ser muy normal no porque se ajusten a las normas,
en el sentido de que constituye su sino porque crean normas, son sis
propia norma respecto al entorno en temas abiertos que dependen de su
ei que se encuentra. «Si se toma aisla entorno. Como confirma nuestro au
do, el ser vivo y su entorno no son tor: -Las normas se relacionan entre
normales; es su relación lo que los sí dentro de un sistema-*. L3 enfer
hace así-6. Una anomalía puede ser medad — el obstáculo— es el estí
rara y, aun así, seguir siendo normal. m ulo necesario para la creación de
Hn su estudio detallado de la dife normas que requiere la salud.
rencia entre enferm edad y salud, Dada la importancia del lugar que
Canguilhem muestra quet aunque el concede a lo patológico, Canguilhem
límite entre lo normal y lo patológico se opone a las nociones psicosocia-
es impreciso, ello no implica conti les de la norma. Un ejemplo sería ei
nuidad entre ambos. Sin embargo, trabajo de Talcott Parsons. Aquí se da
cuando se concibe la vida como una por supuesta I3 norma previa de una
especie de totalidad, debe reconocer' sociedad de buen funcionamiento y
se también que la enfermedad no más o menos ordenada, y la oposi
puede ser anormal en ningún sentido ción a la norma, más allá de cierto
absoluto. Si alguien no experimenta umbral, se considera patológica y peli
se mala salud, ios resultados serían grosa para la existencia de dicha socie
nocivos porque, dado que el ser vivo dad. Este tipo de teoría social ve la so
es fundam entalm ente un sistema ciedad como un sistema relativamente
abieno, necesita una forma de iniciar cerrado en el que la »sa3ud* se mantie
nuevas condiciones mediante ia su ne suscribiéndose a la norma, y no
peración de! tipo de obstáculos que creando nuevas formas de normalidad.
plantea la enfermedad. -El hombre En conjunto, para Canguilhem, la
sano no huye ante los problem as historia de la propia ciencia tiende a
planteados por las alteraciones, a ve ser u n sistema abierto, tal como im
ces repentinas, de sus costumbres, ni plicaba Foucault. La ciencia -hace y
siquiera en térm inos fisiológicos; rehace su historia en cada instante-;
mide su salud en relación con su ca encuentra una norma, sólo para revi
pacidad de superar crisis orgánicas sarla y transformarla. Por esa razón,
para establecer un nuevo orden»7. suele ser un proceso de discontinui
En la ciencia médica del siglo XX, dad; una pluralidad de normas, debi
nos encontramos con qué la salud do á su mismo carácter, implica la
no es la ausencia total de enferme discontinuidad entre ellas. La historia,
dad, sino la capacidad de restaurar com o historia de ia continuidad,
un estado anterior mediante un es como fa idea dei sujeto trascendental,
fuerzo que puede modificar la base es un sistema cerrado y fundamental
estructural de la persona'afectada. mente incapaz de cambiar en ningún
Esta modificación de la base estruc sentido esencial. La historia disconti
tural, equivalente a 1a interacción del nua, por tanto, siempre se plantea
ser vivo con sus condiciones de exis preguntas, como hizo Kant respecto
tencia, no produce estados anorma a la Ilustración. Este principio de pre
les, sino un proceso co ntinuo de guntar, quizá más que ninguna otra
m od ificación de norm as. En este cosa, une a Foucault y Canguifhem,
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CAVARLES
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CAVAILLÉS
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CAVARLES
riencia nueva se filtra a través cíe una Dentro de la matemática, los intiticio-
estructura formal eterna? ¿O lo que nistas han llevado esta cuestión más
ocurre es, más bien, que una expe Jejos, con Ja afirmación de que Ja
riencia concreta puede volcar el pro base última de los axiomas matemáti
pio edificio, con lo que ía lógica y la cos es el propio mundo físico. O, en
experiencia estarían inextricablemen realidad, se trata de defender que,
te unidas entre sí y un cambio en una como la conciencia humana es una
tendría inevitablemente profundas re entidad física en el mundo, la forma
percusiones en la otra? liz a r o n matemática está en últim a
Kant v, antes de él, los gramáticos instancia, para Jos intuicionistas, liga
de Port-Royal, dieron prioridad, en su da a la conciencia. Por consiguiente,
explicación de las reglas de la lógica el punto de partida de la investiga
y la gramática, a un yo o conciencia ción debe ser el mundo material.
fundam ental. Las norm as no con Cuando, en 1817, Bolzano demos
dicionadas y apodícticas de la Jógica, tró que ya no era preciso considerar
como la razón, pertenecerían al ámbi* la ciencia como simple intemediaria
to de la conciencia. Por consiguiente, entre la mente humana y la realidad
ía lógica constituiría la organización externa, abrió una vía de reflexión
de esa conciencia. Sería intrínseca de completamente distinta, CavaiJlés de
la psicología humana. De acuerdo fiende que, aunque una teoría de la
con esta lectura* la conciencia está or ciencia debe ser forzosamente una
ganizada, pero su contenido es con teoría de la unidad, ésta es unidad de
tingente o condicionado- Es decir, movimiento, no de estasis; la ciencia
una conciencia inmutable y, en defi“ no está fuera del tiempo. En este con-
nitiva, formal, se encuentra con un texto, el -verdadero significado de
contenido heterogéneo de experien una teoría no reside en lo que el pro
cia. Por supuesto, como es sabido, pio científico entiende como esen
Kant asegura que forma y contenido cialmente provisional, sino en una
son inseparables: no puede haber ex transformación conceptual que no
periencia sin un concepto ni pensa puede detenerse-5. En un sentido más
miento sin un contenido. Pese a ello, general, la ciencia no puede reducir
Kaní y, más tarde, Husseri, conside se a las intenciones del científico, tal
ran que el lado formal de la ecuación como han implicado las filosofías de
está relacionado con las normas de la la conciencia desde Descartes hasta
lógica que serían trascendentales e Husseri; la base de Ja ciencia debe
inmutables: el contenido puede va haJlarse en Ja formación de concep
riar, pero Ja forma es siempre la mis tos y su historia. Es decir, la ciencia
ma. A esíe respecto, Cavaillés afirma cam bia en el plano conceptual; no
que -en una filosofía de la concien permanece en un estado congelado
cia, Ja lógica es trascendental o no com o en eJ trascendentalismo de
existe--1. Kant,
Un enfoque semejante es el que se Para consolidar y adarar su argu
ha adoptado en las ciencias con rela mento, Cavaillés emplea una serie de
ción a ía lógica y Ja matemática. Por términos cíave. El primero es *estruc*
un lado está ía base normal y fija de tura*. Como investigar el carácter de
la ciencia y, por otro, la acumulación la ciencia es en sí una actividad cien
de conocimientos que se consideran tífica, la ciencia es la «ciencia de la
derivados del mundo físico y exierno. ciencia*. Sus afirmaciones no son
37
ca v ajllés
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c a v a il l é s
39
FREl'D
de Jean CavaiHes* A m biale t, Pierre La- los valores de un burgués decim onó
teure, -Les carnets de Baudasser-, 1984. nico, que estaba influido por el posi
Este texto está fomuido por tres con tivismo científico y el vitalismo, que
ferencias conmemorativas que Gánguil- sus opiniones sobre la sexualidad es
hem dio en la Universidad cíe Estrasbur
taban impregnadas por ciertas actitu
go, Ía Sorbona y ei programa cultural de
Radio France, en 1967, 1969 y 1974, res des victorianas. Sin embargo, desde
pectivamente. otro punto de vista, es posible juzgar
" Cavaiilés, S u rta logique, pág. 10. a Freud como un pensador que fue
5 Ibíd, pág, 23. y, con toda probabilidad, va a seguir
6 I b í d pag, 78. siendo simultáneamente controver
7 Ibíd. tido, en sus afirmaciones sobre se
xualidad y psique, y brillante y per
turbador en su modo de fundar el
VÉASE TAMBIÉN EN ESTE LIBRO
psicoanálisis a través del estudio de
fenómenos que,'hasta entonces, se
Bachelard, Canguilhem, Foucauít.
consideraban no analizables: po r
ejemplo, sueños o deslices verbales.
P r in c ip a l e s o b r a s d e C a v a iiié s
Los textos de Freud resultan más
que estimulantes en lo que dicen
Méthode axtomatique et forniaiisrtie. Es- como entidad (relativamente) discre
sai sur te probléme du fondem ent des ta! s°n estimulantes también, incluso
mathématiques, París, Hermann, 1938. principalmente, como rastro de una
Remarques sur la fom iaíiori de ía théO' gran odisea intelectual en la que el
ríe abstraite des ensambles, París, Her psicoanálisis atraviesa una transfor
mano, 1938. mación sutil dentro de un cuerpo tex
Transfíni et continu (1943), París, Her tual en evolución permanente. En
mana, 1947,
parte» dicha transformación deriva del
Sur la toxique et la tbéoríe de la science
hecho de que Freud no posee el con
(1943 y -1947), París, Vrin, 4.1ed.,
1987, trol total de los conceptos (por ejem
Pbilosopbie matbématique (1962), París, plo, vida, muerte, placer, yo) que
Hermman, 1971. pretende explicar, debido a que éstos
son frecuentemente inestables. Bre
vemente, Freud, que subrayó ¡a im
O tras lecturas portancia de realizar un trabajo cons
tante de interpretación, Freud, que
B a c h e í a r d , Gastón, *L'Oeuvre dejean Ca- afirmó que, en última instancia, un
vaillés-, en Gabriel le Ferriéres./e¿wz Ca- psicoanálisis era interminable, ese
uciitlés,; pbilosopbe et combattant, París, mismo Freud debe interpretarse a ía
Presses Universitaires de France, 1950.
luz de la idea de -interpretación ilim i
C a n g u i l h e m , Georges. Vie et morí de
Jean Cavaiiiés, Ambialet, Pierre La- tada- que él inició.
leure, 1976. Por consiguiente, quizá una de las
lecturas más interesantes de Freud es
ía que ha hecho el psicoanalista fran
cés Jean Laplanche, discípulo de
S ig m u n d F re u d Jacques Lacan. En pocas palabras,
Laplanche ha sugerido que, especial
Es un tópico decir que Freud fue mente en relación con los conceptos
un hombre de su tiempo, que poseía de vida y muerte, casi todo el con-
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FREVO
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FREUD
una tienda a los doce años, ver a dos dad física. Esta relacionada con íos
vendedores que reían y huir aterrada. procesos simbólicos y requiere una
La investigación analítica revela que, interpretación. Después de ver que el
tras esta escena, se encuentra otra: a elemento de interpretación es crucial
los ocho años, Emma había entrado para la vida psíquica, el m odelo
en una tienda a comprar golosinas y cuantitativo — y, más recientemente,
eí tendero había tocado sus genitales eí conductista— de psique resulta in-
a través de la ropa. Pero, en su mo suficiente. Esta división aparente en
mento, Emma no lo había considera la obra de Freud entre el nivel físico
do un hecho traumático. Lo que re y biológico y el nivel simbólico ha
sulta significativo respecto a ambas sido, quizá más que ninguna otra
escenas es que la primera es un re cosa, el centro de numerosos debates
cuerdo traum ático pero un hecho y malentendidos. En relación con la
inocente, mientras que la segunda sexualidad, po r ejem plo, m uchos
(cronológicamente la primera) es un comentaristas angloamericanos han
suceso potenciaím ente traumático tendido a despreciar la teoría de la
pero un recuerdo inocente, precisa- sexualidad de Freud porque la inte-
m e n te p o rq u e no se experim entó pretan en términos biológicos, es de
como traumático. Sólo cuando el pe cir, de manera positivista y no sim
riodo intermedio de la pubertad dio bólica.
a la violación todo su significado se En La interpretación de los sueños ,
convirtió en un hecho traumático en Freud empieza por afirmar con clari
sencido psíquico, pero, entonces, sólo dad que, en su intento de lograr una
como huella en la memoria, podría comprensión más profunda de los
decirse que sóío medíante el despla sueños, su método se diferencia de
zamiento. Esta no ción de desplaza los anteriores en que no se basa en
miento resulta crucial, porque hace en un código de sueños previo. Pro
que sea imposible la atribución cate pone estudiar el material de esos sue
górica de un trauma a un hecho físi- ños por sí mismo. En términos muy
co. Ai contrario, indica que toda idea generales, Freud demuestra que la in
de trauma en un se n tid o hum ano terpretación de los sueños debe ser
debe tener en cuenta su significado especial porque un sueño es la reali
retrospectivo. En otras palabras, la in zación de un deseo, el deseo de que
terpretación fisicista o vitalista de la no se entienda en el píano de su con- ■ *-
psique resulta insuficiente. Así se re- tenido manifiesto. Un sueño contiene
vela la propia realidad del desplaza invariablemente un mensaje oculto,
miento — que Freud describió más relacionado con la sexualidad del que
extensamente en La interpretación de sueña. Si se toma literalmente, mucha
íos sueños — dentro de la estructura gente podría pensar (muchos han
del texto del autor, cuando se ve obli pensado) que es una afirmación in
gado a modificar su teoría positivista creíble, ¿Cómo es posible estar segu
de la vida psíquica mediante el en ros de que un sueño se relaciona
frentamiento con los hechos de la esencialmente con ía sexualidad? La
psique; ios de la suya, que abordó respuesta más rápida es que la sexua
en la introspección, y los de sus pa lidad está esencialmente oculta; tiene
cientes. que estarlo, po dría añadirse. Ello
La psique es, pues, una estructura quiere decir que la sexualidad está
de significado antes de ser una enti asociada a los signos y lo simbólico.
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MAUSS
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MAUSS
muy remocas... Creo cjue hay medios ee! Mauss, Sociología eí anthropologie,
necesariamente biológicos ele entrar págs. 1*141. Ed. inglesa, A G eneral
-en comunicación con Dios*11. Theoiy ofMagic* trad. de Roben Brain.
Londres y Boston, Routledge & Kegan
Repitamos que Mauss es una fuen Paul, 1972.
te poco reconocida de esta corriente * Ibid., pág. 104. trad. inglesa, pági
de] pensamiento contemporáneo que na 111,
se ocupa del cuerpo. 7 Ibid., pág. 101. trad, ingíesa, pági
Por último* debemos destacar, jun na 108.
K Marcel Mauss, *Les Techniques du
to con Lévi-Strauss, que Mauss, aún
corps-, en Marceí Mauss, Sociologie ei
más que Durkheim, mostró que la
artíbropologie, págs, 362-386. Ed. ingle
individualidad, aunque no sea redu- sa, -Techniques of the body», trad. de
cibie a algo social, siempre posee una Ben Brewster, Economy and Society, 2,
expresión sodaL Es decir, como los í (1973), págs. 70-83.
hechos sociales sólo se manifiestan 9 Ibid., págs, 368-369. Trad, ingíesa,
ein los individuos; la sociedad está en pág. 73-
el individuo tanto, o más, que el in 10 Citado en Louis Althusser, Lenin
dividuo en la sociedad. Por tanto, en and Pbilosopby and Other Essays, trad.
realidad, el tedioso debate sobre si el de Ben Brewster, Londres, New Left
Books, 1971, pág. 158.
individuo es anterior a la sociedad o
11 Mauss, -Les Techniques du corps',
la sociedad es anterior ai individuo se pág. 336, y -Techniques of che body-,
acaba con Marcel Mauss. Queda que pág. 87.
así ío reconozcan quienes llegaran
después que él.
VÉASE TAMBIÉN EN ESTE LIBRO
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MERLEAU-PONTY
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MERLEAU-PONTY
sin un -íntrnmundo», la dicotom ía cido por las ciencias que estudian sus
entre sujeto y objeto conduce al ¿o- diversos aspectos. Sin em bargo, la
íipsismo: •Si ia dicotomía sujeto-ob- conciencia ríe la experiencia vivida
jeto fuera cierta, todo el significado — la conciencia que es siem pre de
derivaría de los hombres y todo el algo— es fundamentalmente distinta
significado p a ra m i mismo derivaría de ía aceptación del carácter reco
de m í m ism o 1. nocido del mundo, o conocim iento
A partir de 1952, Merieau-Ponty científico. Como dice Husserl:
em pezó a desarrollar una concepción
de la actividad política liberada del fijamos nuestros ojos con firmeza en
ingenuo coqueteo de Sartre con el la esfera de ía conciencia y estudia
mos íd que vemos en ella de inma
comunismo duro. Pero más significa-
nente... La conciencia posee u n ser
tivo es el hecho de que Meríeau-Pon- propio que, en su carácter absoluta
ty empezó a esbozar una trayectoria mente único, no se ve afectado p o r ln
filosófica que confirmaba la im por descottexióti fenomenológica:.
tancia de la experiencia vivida a la
hora de captar la naturaleza del- len De este m odo, el estudio de la
guaje, ía percepción y el cuerpo. El esencia de las cosas en ía conciencia
esbozo de los principales aspectos abre el campo de ía -ciencia de la fe-
del vínculo entre percepción y pen nomenología*5.
samiento, planteados en la Fenom e- Eí punto de partida de Meríeau-
noíogía de la percepción, ayudará a Ponty es la epocbé de Husserl. Pero,
entender de qué hablamos. para éí, eí objetivo no es permanecer
Kn ei Prefacio a dicha obra, Mer ligado a la estructura de la filosofía de
leau-Ponty confirma la influencia de la duda en Descartes, como tiende a
Husserl en su filosofía. Como él, Mer hacer Husserí cuando ofrece una ex
leau-Ponty subraya la importancia de plicación de la fenomenología» sino
la reducción fenomenológica, o epo- acudir al centro de la experiencia en
ché (abstención; también llamada pa camada, que es en lo que consiste la
réntesis, o 'desconexión*), introduci percepción, Mérleau-Ponty se enfren
da con el fin de abrir el acceso a las ta directamente aí carácter abstracto y
«esencias*. Y éstas no deben captarse vacío del cogito cartesiano — -pienso,
com o las esencias trascendentales luego existo*— y demuestra que *ser
que se dan en ias disciplinas científi un cuerpo es estar unido a un m undo
cas existentes, d en eí conocimiento determinado'", y añade: -nuestro cuer
abstracto genera! que puede tener po no está, ante todo, en el espacio:
un individuo sobre el m undo (por es del espacio-4. En efecto, nuestro
ejemplo, el relativo al espacio y el cuerpo está siempre ya en eí mundo;
tiem po). La epoché fenomenológica por consiguiente, no hay un cuerpo
permite el acceso a ias esencias inhe- en sí mismo, un cuerpo que pueda
rentes a la conciencia de la -experten* cosificarse y tener categoría universal.
cía vivida*. La epocbé es una desco La percepción es siempre una percep
nexión del mundo natural dado en ción encarnada, sólo es ío que es en
toda su objetividad. Husserí se apre- un contexto o situación determina*
sura a explicar que dicha deseo- dos. La percepción no existe aislada.
nexión no es, en absoluto, una nega En la explicación que da de su tra
ción del mundo natural. Lo acepta, yectoria filosófica5, Merleau-Ponty
junto con todo eí conocimiento ofre confinna ía prioridad de la experien-
52
MERLiiAÜ-PONTY
d a vivida cuando afirma que -la men equivale a lo que se dice de ella. tMer-
te que percibe es una mente encarna leau-Ponty continúa:
da-". Además, !a percepción no es
sólo resultado del impacto del mundo La cosa percibida no es una uni
exterior sobre el cuerpo; porque, dad ideal que pertenece al intelecto,
aunque el cuerpo esté diferenciado como una noción geométrica, por
ejemplo; es una Totalidad abierta a
del mundo en el que vive, no está
u n horizonte de u n número infinito
separado de éi. En realidad, el hecho de perspectivas mezcladas entre sí
de que el organismo que percibe y su con arreglo a un estilo determinado,
entorno estén imbricados constituye que define eí objeto en cuestión7.
la base de ja percepción. Elio quiere
decir que no existe la percepción en Dado el carácter encarnado de la
general, una ¡den que la convertiría percepción, ¿cuál es la verdadera raí-
en un abstracto universal-, la percep s o n d ’étrc de la definición fenomeno
ción existe sólo tal como se vive en eí lo g ía y la reflexión? La respuesta de
mundo. Es precisamente el carácter Meríeau-Ponty es que la percepción,
-vivido- de la percepción y eJ cuerpo abandonada a sí sola, <se olvida de sí
lo que hace que ía investigación fe misma e ignora sus propios logros**.
nom enología sea viable y necesaria. Pero no se trata, como parece creer
Como consecuencia del carácter en Merleau-Ponty, de que corramos pe
carnado de la percepción, el sujeto ligro de volver a un momento no re
que percibe está siempre cambiando, flejado, anterior a ía filosofía, sino de
sufriendo un proceso de renovación. que se ha hecho una distinción muy
Por su pane, la conciencia no se rela clara entre ia percepción de ún suje
ciona con el mundo del mismo modo to encarnado que percibe y la filoso
que un pensador con una serie de fía de la percepción, como si, des
objetos. No existe un sujeto general, pués de todo, estuviéramos obligados
que sea completamente autónomo y a aceptar, al menos, alguna versión
separado de sus objetos, como asegu deí -pienso* universal precisamente
raba Descartes. Por el contrario, ía cuando la prioridad dada al -percibo*
conciencia es perceptiva; por tanto, parecía asestarle un golpe mortal.
la certidumbre de las ideas se basa Éste sería, quizá, el problema normal
en la certidumbre de la percepción. mente insolubie ai que se enfrentaría
Y ía investigación fenomenológica una filosofía de la conciencia que
tiene aún que confirmar dicha cení- pretende mantener el sentido de su
dumbre; para el fenom enólogo no propia presencia (contenido en el
existen certezas ideales y universales -pienso-) y proponer, al mismo tiem
en el plano de las ideas. Es decir, la po, una definición dei níveí heterogé
fenomenología de Merleau-Ponty se neo deí sujeto encarnado. En este
opone, por encima de todo, al cogito contexto fenomenológico, Meríeau-
de Descanes. -Percibo- no equivale a Ponty ha presentado una escisión
•pienso*, v no puede hacerse univer fundamental entre la conciencia y la
sal. El hecho de que el sujeto que -experiencia vivida-, escisión que
percibe sea una encarnación abre debe permanecer reprimida.
paso a una definición fenomenoló No obstante, sí la historia se aca
gica'deí Presente Vivo. En esta defi bara aquí, es indudable que el filóso
nición — es decir, en la cpocbé fe fo de la percepción habría dejado.de
nomenológica— , ía cosa percibida ser interesante hace mucho tiempo
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MERLEAU-PONTY
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¿VIERLEA L'-PONTY
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Estructuralismo
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F
Louis A lthusser El Capital pretendía dar nuevo vigor
a u n marxismo cristianizado bajo ia
Louis Althusser nació en Argelia influencia de Teiihard de C hardin2,
en 191S y m urió en París en 1990, tras hum anizado por la Escuela de Franc
haber sido encarcelado por estrangu fort y hum anizado con carácter histo-
lar a su esposa. En 1939 fue acepta ricista gracias a Sartre y Gramsct3. Al
do com o candidato para una agréga- oponerse a la idea de que los indivi
tion en filo s o fía , en la p re stig io duos fueran anteriores, en cualquier
sa École Supérieure N órm ale (rué sentido, a ias condiciones sociales, y
d ’Ulm). Pero se produjo ia Segunda ai conceptualizar la sociedad com o
Guerra M undial y Althusser cayó pri u n conjunto estructurado, compuesto
sionero de los alemanes, con ei resul de niveles relativamente autónomos
tado de que no alcanzó dicho título (legal, cultural, político, etc.) cuyo
hasta 1948. Posteriormente fue nom m odo de articulación o -eficacia- lo
brado -caimán* en la calle Ulm, un determ ina, -en últim a instancia-, la
puesto que incluía la preparación de e c o n o m ía , Aíthusser so rp re n d ió a
los c and id ato s para la agrégation. m uchos pensadores dentro y fuera
Durante casi cuarenta años, la *crema» del marxismo. La importancia pasó a
de 1a vid a intelectual y académ ica estar en ias diferencias entre dichos
francesa pasó p o r las manos de ese niveles, y no su unidad expresiva, en
caimán. U n o de ios candidatos fue, la que cada parte o elemento refleja
por ejem plo, Micheí Foucault. Oerri- ría la identidad del conjunto. Se aca
da fue otro. La influencia de Althus bó el actor individual que produce
ser en el círculo restringido de la Hco- conscientem ente la relación social
ie fue siem pre considerable, pero fue implícita en ia estructura y, en cam
en los años 60, con los artículos pu- . bio, cada sujeto se convierte en agen
blícados sucesivamente en For Marx, te del sistema, .
cuando Althusser se hizo un nombre En la famosa Lire •Le CapitaU (leer
como teórico marxista con tendencias -Ei Capital*), Althusser no sólo -lee* a
estructuralistas. En 19óó era ya, junto Marx, sino que explica con claridad la
con Michel Foucault, uno de los filó- diferencia entre una lectura -superfi
sofos franceses m ás citados en la cial-, que sólo se centra en las palabras
agrégation1. del texto, y una lectura «sintomática-,
La fam a — o notoriedad— de Al-, que intenta reunir las piezas de los
thusser tenía su origen en su célebre problemas que impregnan o rigen el
■antihumanismo-. Con él, el lector de verdadero significado del texto. El é n
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ALTHUSSER
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ALTHUSSER
gima forma de conocimiento que ase ser puede decir que Spinozn es el a n
gure formar parte del objeto real. tecesor directo de Marx, puesto que
Toda epistem ología que reúna e! co afirmaba que la ciencia es verdadera
nocimiento y el objeto real será inca porque tiene éxito, no tiene éx ito
paz de producir un concepto apiicn- porque es verdadera. Ésta es la carac
ble a dicho objeto. Hilo ocurre, según terística fundam ental que, para Ai-
Althusser, tanto con ei idealismo he- thusser, distingue una ciencia de ia
geliano (Jo real - pensamiento) como ideología. Por tanto, ei rasgo diferen-
con el e m p iris m o clásico (lo real ciador de la ideología es que asume
com o algo inseparable de la expe que el conocim iento o las ideas se
riencia de los sentidos). Dado que sus derivan de la forma de ser de las co
predecesores (y muchos de quienes sas* ya sean esas «cosas- la obra de
llegaron después que él) han sido in Dios, com o en la religión, o la obra
capaces de evitar e! empirismo — han del hombre, como en la filosofía de
sido incapaces de romper ei vínculo la Ilustración. En resumen, la ideolo
entre conocim iento y objeto real— , gía acepta la (falsa) obviedad de las
no han podido tam poco -ver» (ofrecer cosas; se resiste a las preguntas y evi
el conocim iento de) el m odo de pro ta la tarea de construir eí objeto de
ducción com o hizo Mane, y éste, a su conocim iento.
vez, fue incapaz de desarrollar ei con Dada esta preparación, ¿qué es ío
cepto dei m odo de producción por que descubrió Marx? Se nos plantean
que aún d e p e nd ía del lenguaje dei dos respuestas posibles que repre*
em pirism o. Ésa es la razón de que sentan dos niveles diferentes de a n á
Mane sólo hable verdaderamente en lisis. La primera es que Marx d es
su nom bre en u n o s cuantos textos c u b rió el con c e p to del m o d o de
p riv ile g ia d o s (en la Introducción p roducción en ia historia yt sobre
de 1857, la Crítica del Programa de todo, el m odo de producción capita
Gotba y las Notas margínalas sobre lista (plusvalía, valor de cambio, m er
Wagner). Es decir, ei lector actual de cancía); ía segunda respuesta es, se
Marx debe hacer una lectura sintomá gún Althusser, que Marx descubrió la
tica, capaz de hacer visible el descu ciencia de la historia, o materialismo
b rim ie n to de M arx. Eilo sig n ifica histórico, además dei m aterialismo
suministrar los conceptos para ia re dialéctico, el marco filosófico no em
volución teórica que Marx inició. pirista que proporciona el concepto
Una vez neutralizada la problem á para dicho descubrim iento. Por el
tica empirista; el conocim iento y el contrario, ei historicismo olvida que
m undo objetivo se separan por com el marxismo es también una filosofía
pleto. De aquí se deduce que la vali y el humanismo olvida que Marx ini
dez de una teoría no depende de si ció una nueva ciencia, la ciencia de
lo que afirma corresponde de forma la historia, en la que es preciso enten
inmediata a la realidad, sino de si sus der ésta como la historia de los m o
premisas tienen coherencia interna. dos de producción, Althusser no se
Del mismo m odo, una verdad cientí cansa nunca de repetir que el m odo
fica no deriva aposteriori, sino com de producción es el objeto único del
pletam ente a priorU la teoría de la materialismo histórico, un objeto muy
relatividad es totalmente verdadera (o distinto del de las teorías de la eco
falsa) antes de comprobarla en ia rea nomía política clásica y la Ilustración
lidad. Partiendo de esta base, Althus- sobre la historia y ia sociedad. Ahora,
63
I
ALTHUSSER
62
ALTHUSSER
63
ALTHUSSER
mediata de la gente con el m undo), dan sólo dentro del materialismo histó
pero es, en el modo capitalista de pro rico, aunque forman dos disciplinas
disrintas.*
ducción, la forma de mantener la ex
* Louis Althusser, ForMarx, trad, de
plotación, ¿cuál es el nexo entre la
Ben Brewster, Hamiondsworth, Pengum
ideología, en general, y el m odo his Books, 19Ó9, pág. 33.
tóricamente específico en el que los * Ibíd,, pág. 13.
individuos se constituyen com o suje * En Louis Althusser, Lcnin and Pbüo-
<54
BENVENISTE
sopby and Other Essciys, trad. de Ben Smith. Steven, Reading AUbusser: An Es-
Brewster, Londres, NewLeft Books. 1971, say on Structurai Marxism, lthaca.
págs. 121-173. (Incluye el ensayo «ldeolo- Cornell Universiry Press. 198-i
gy and ideologícal sute apparatuses*.)
? Ibíd., pág. 155.
* Louis Althusser, ¡.'Avenirdum iorig*
temps sttiiH de íesfciits, texto establecido É m ile B e n v e n is te
por O livier Corpet y Y ann M oulier
Boutang. París. Srock/IMEC. 1992. Ed. Nacido en Eí Cairo en 1902, Émile
inglesa, Ti)e Enture Lasts a Long Time,
Benveniste fue profesor de lingüísti
rrad. de Richard Veasey, Londres, Chatto
ca en el Coliége de France entre 1937
& Windus, 1993.
y 1969, año en el que se vio obligado
a retirarse p o r problemas de salud.
VÉASE TAMBIÉN EN ESTE LIBRO M urió en 1976, Estudió en la Sorbona
con Antoine Meillet, antiguo alum no
Foucault, Kristeva, Lacan. Lévi-Strauss, de Ferdinand de Saussure, y sus pri
meras obras, en los años 30, fueron
una continuación del'interés de este
P r in c ip a l e s obras de althusser
últim o por la historia de las formas
lingüísticas indoeuropeas, especial
Montesquieu: ía poiitiquc et í'bistoiret
m ente la categoría de los nombres.
París, Presses Universitaires de Fran-
D ebido al carácter técnico y especia
ce, 1959-
PourMarx, París, Maspero, 19Ó5- lizado de estos primeros trabajos, p o
Lire le capital (con Etienne Balibar), 2 cos conocían a Benveniste fuera de
vols., París, Maspero, 1965. u n círculo relativamente estrecho de
Lénine et íapbiiosophie, París, Maspero, eruditos.
1969. La situación cambió con la p u b li
Pbiiosopbic etpbiiosopbie spontanée des cación del prim er volum en de sus
savanls,, París, Maspero, 1973. Probiémes de tinguistique genérate
Elétnents d'autocritique, París, Hacherte, (Problem as de lingüística general),
1974.
en 1966. Un segundo volumen apare
PasíciOTíflíd^é), Barcelona, Anagrama,
ció en 1974. El libro reúne ios escritos
1977:
LAvenir dure longtemps suivi de tesfaits, nías accesibles de Benveniste duran
texto establecido por Olivier Corpet y te un periodo de mds de veinticinco
Yann Moulier Boutang. París, Stock/ años, y observa el lenguaje como un
IMEC, 1992. objeto lingüístico y semiótico, como
Etporvenir es largo, Barcelona. Destino, u n fenómeno social y cultural y como
1992. u n vehículo para la subjetividad. Tras
La publicación de la obra, Benveniste
se convirtió en una figura importante
O tras lecturas
para la evolución de Ja tendencia es-
Benton, Ted, The Rise and Fati ofSarttc- tructuralista en las ciencias sociales y
lural Afarxism, Londres, Macmillan, las humanidades. Lacan, por ejemplo,
1984. reconoce en sus ¿ c rffjq u e es Benve
Callincos, Alex, Aitbusser’s Marxism, niste quien asesta un golpe mortal a
Londres, Pluto Press, 3976,. la interpretación conductista con el
Kaplan, E, Ann y SpfiiNKEK, Michael, Tbe análisis de que, ai contrario que la co~
Altbusserian Legacy, Londres, Verso, m unícnción entre las abejas, el len
1993. guaje humano no es un mero sistema
65
t
I3ENVHNISTE
66
BENVENISTE
67
BENVENISTE
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B O U R D IE U
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B O U R D IE U
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BO URDI Eli
gráficos’, B ourdieu delinea u n triple hace tam bién desde ia posición del
marco de conocim iento teórico, en el que habla, se produce una forma d e
que el nivel más reflexivo se acabará fectuosa de conocim iento. Bourdieu
empleando para clasificar -los clasifi explica que' una teoría de la práctica
cadores-, -cosificar el sujeto cosifica- adecuada debe tener adem ás un3
dor- y juzgar a los árbitros del gusto. teoría del principal defecto del enfo
El primer elemento de este marco es que objetivista, que es el de estar
la -experiencia primaria-, o lo que rígidamente despegada de esa prácti
Bourdieu denom ina tam bién el nivel ca. Debido a ello, no puede justificar
«fenomenológico-, Todos los investi elementos que forman parte de ella,
gadores en este cam po conocen bien como el -estilo-, el -tacto-, la -destre
dicho nivel porque es la fuente de za-r el •savoir-fair& y, especialmen
sus datos descriptivos básicos sobre te, la -im provisación-. Del m ism o
el m undo familiar y cotidiano, de su m odo, al c o n stru ir u n m odelo de
propia sociedad o de otra cualquiera. práctica — por ejemplo, el intercam
El segundo nivel, casi tan conocido bio de regalos— , el conocim iento
como el primero, és el del -modelo- objetivista n o logr3 justificar los -fa
o el conocimiento -objetivista-, Aquí, llos* o -estrategias- capaces de perju
eí conocim iento -construye las rela dicar la universalidad del modelo. En
ciones objetivas (por ejemplo, econó otras palabras, el tiem po queda fuera
micas o lingüísticas) que estructuran deí modelo, jim io a la noción de -es
la práctica y las representaciones de trategia*, -La estrategia — afirma Bour
la práctica-. Así, en un nivel -prima dieu— permite la intervención indivi*
rio-, el investigador puede advertir du3l contra el modelo.* Esto es algo
que, en todas las bodas, los aniversa que la posición estructuralista enun
rios o las Navidades, la gente inter ciada por Léví-Strauss no logra hacer.
cambia regalos. En un plano objeti- Por supuesto, son las relaciones, y no
vista, el investigador podría teorizar las sustancias, las que caracterizan la
que, pese a lo que sugiere el'sentido vida social y cultural, com o la teoría
com ún, el intercambio de regalos es del Ienguaje de Saussure dejó ver a
un m edio de m antener ef prestigio y los investigadores. Sin embargo, que
confirm ar u n a jerarquía social, así darse en este plano, com o Bourdieu
como, tal vez, tam bién un ejemplo de □segura que tendía a hacer el primer
cómo el intercambio es un m odo de estructuráosme, es quedarse en el
cohesión social. Lo que Bourdieu su* plano del m odelo, o conocim iento
braya en relación con este conoci objetivista,
miento es que se trata esencialmente Bourdieu propone que una teoría
del conocimiento del observador des del conocim iento objetivista sea, al
interesado y neutral que se dedica a mismo tiem po, una teoría de la prac
desarrollar una teoría de la práctica tica más rigurosa e iluminadora. Afir
implícita en los datos primarios. Al ma que una teoría de la práctica ver
estudiar concretamente el lenguaje o daderam ente rigurosa se consigue
el intercambio de regalos, el conoci adoptando la posición de su desarro
miento deJ teórico desinteresado es llo. Muy bien puede juzgarse que es
muy limitado. Desde Juego, si se es exigir demasiado. Pero no se puede
tudia el lenguaje sólo desde la posi negar a Bourdieu, Y, desde la posi
ción del que escucha (frecuentemen ción de Ja teoría en el Esbozo, elabo*
te, la posición de desinterés), y no se ra tres importantes trabajos sobre la
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B O U R D IE U
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Si
DUM ÉZIL
S2
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DUMÉZIL
se y íes Regíes de ia métbode sociofo- manas, D um ézil dejó claro que esta
gique. En la primera obra, asegura ba más ligado a lo particular, ios *he-
D um ézil, se hace que ios datos se chos-, como él los llamaba. Dejar el
ajusten a un esquema previo; no son terreno de los hechos es 'hacer poe
el material dei que surge éste. Y, en sía-, entrar en un m undo de ensue
el libro sobre e¡ método, escrito en la ños, aseguraba. D ebido a su énfasis
primera etapa de la carrera de Durk- en los hechos, en lo particular, D u
heim , D u m é zii re fle x io n a b a sobre m ézil n o c o m p re n d ía c óm o nadie
cómo ningún investigador podía ela podía extraer de su obra ningún tipo
borar un texto sobre m etodología an de sistema filosófico amplío, semejan
tes de haber p u b lic a d o verdadera te al sistema de Lévi-5trauss\ Ade
mente una obra de investigación con más, se resistió conscientemente, a lo
base empírica. Por consiguiente, The largo de toda su vida, a los esfuerzos
Goíden Bougb, de Frazer, y los escri para situarle dentro de una -escuela*
tos y enseñanzas de Marcel Mauss, de p e n sa m ie n to , y siem pre deseó
fueron mucho más importantes para — ardientemente— ser él mismo en
Dum ézil que nada de lo que escribió cuestiones intelectuales o académ i
Durkheim. cas. Creía que ser m iem bro de una
Pese a su te nd encia a p a re n te hacia escuela era p e rd e r la a u to n o m ía
u n e n fo q u e in d u c tiv o y e m p ír ic o en esencial para una investigación ver
las ciencias sociales, D u m é z il, ai mis* daderamente original y rigurosa.
m o tie m p o , se expresa e n é rg ic a m e n te
contra la o p in ió n de q u e los he c h o s
NOTAS
sociales son a u tó n o m o s y p o s e e n s ig
n ific a d o p r o p io . ‘ Estructura* y -siste
1 Georges Dum ézil, Mytbs et dieux
ma'', n o hechos a is lad o s, s o n lo q u e
des indo-européennos (.Selección presen
constituye el centro d e su m é to d o . tada por Hervé Coutau-Bégarie), París,
Para él, ambos términos son inter Fiammarion. 1992, pág. 240.
cambiables; estructura expresa en ía- 2 Le Magazirte Littéraire, 229, abriJ
tín ío mismo que quiere decir siste de 1986, pág. l 6 (entrevista con Fran-
m a en grie g o . U n id a al m é to d o foís Ewald),
comparativo de D um ézil, Ja estructu i Véase Jean-CJaude MUner, -Le pro-
ra se convierte en la clave de su es gramme Duméziíien*, en Le Magazirte
fuerzo para demostrar que cada reli Littéraire* 229, abril de 1986, págs. 22-24.
Á Ver Georges Dum ézil, Entreliens
g ió n , cultura o s o c ie d a d es un
auec Didier Eribon, París, Galiimard,
equilibrio. La c o m b in a c ió n de ele -Foiio/Essais-, 1987, págs, 120-122.
mentos con significado intrínseco no
se produce por azar para formar una
especie de conjunto (posiblem ente) VÉASE TAMBIÉN EN ESTE LIBRO
defectuoso. Ei conjunto está siempre
constituido previamente por ías rela Benveniste, Saussure, Lévi-Strauss.
ciones entre ios elementos, y su sig
nificado global procede de esas rela
P r in c ip a l e s obras de D u m é z il ''
cione s. A q u í D u m é z il se a lin e a
claramente con el m ovim iento estruc
Lefestín d'intmortaitlé. Étude de mytbo-
turalista. Sin embargo, n diferencia de logie comparée indo-européentie, Pa
ia búsqueda que hace Lévi-Strauss de rís, Annales du musée Guimet, 1924
los universales en las cuestiones h u (resis doctoral de Dumézil).
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que, para encender totalmente cómo sar n ser eí hecho narrado en una car
funciona, el lenguaje, debemos expli ta posterior. Claramente, para que el
car el acto de afirmar (enonciation) y tiem po de In historia coincida con la
la afirm ación he ch a (enancó). Las narración, ambos tienen que estar
manifestaciones narrativas (enoncés), -en- eí mismo tiempo. Una posibili
en sí, suelen ser sencillas y transpa dad interesante que se deriva de la
rentes (por ejemplo, *durante mucho coincidencia de los dos tiem pos es
tie m p o m e acosté tem prano*, de que el fin de la narración se convier
Proust, citado p o r G e n e tte ). Sólo ta en un hecho dentro de ia historia,
cuando se tiene en cuenta el caso na como cuando, al final de una confe
rrativo se puede apreciar por com ple sión, se ejecuta al narrador.
to el significado narrativo concreto de Desde el siglo XIX, la forma más co
una expresión. m ún de narración ha sido en tercera
2. Tiempo narrativo: m ientraspersona y con posterioridad a ios he
que el lugar o el espacio pueden que chos relatados. C om o a d v ie ne G e
dar indefinidos en la narración, el nette, un rasgo curioso de dicha na
tiem po no puede, aunque sólo sea rración es que es ‘ intemporal*: no
porque está inscrito en el tiem po del existe indicio del tiempo de la escri
verbo y, por tanto, en todo el lengua tura y narración,
je, Además, el caso narrativo- tendrá 3, Planos narrativos1 , se refiere a la
una relación temporal específica con relación entre el acto de relatar y el
los hechos relatados. Con frecuencia, hecho relatado. Se considera que todo
la narración es posterior a los hechos, hecho narrado está en un plano supe
pero no inevitablemente. Existen na rior al hecho de narrar. El relato corto
rraciones -predictivas* (proféticas, de BaJzac Sarrasirte es un ejemplo de
apocalípticas, oraculares) que se re las posibles vanantes en el plano narra
fieren a un mom ento futuro, así como tivo. El narrador en la historia refiere
narraciones que describen los hechos los hechos que conducen a su relato de
mientras ocurren, o que convierten el la historia de Sarrasine, luego cuenta la
p ro p io acto de la n a rra c ió n (p o r historia del enamoramiento de Sarra-
ejemplo, Las mil y una noches) en el sine respecto a la joven La Zambinella,
centro de la historia. El tiem po narra- antes de regresar a lo que podría con
tivo se refiere siempre al tiem po de siderarse el centro de su narración. Una
la narración. Uno de los ejem plos historia dentro de otra, como si dijéra
más claros se encuentra en la novela mos; pero para Genette constituye una
epistolar, en la que el acto de escribir muestra dei plano narrativo.
y narrar (por ejemplo, en La nouvetíe
Héloise de Rousseau) forma parte de Éstas son varias de las característi
la propia narración. En tal caso, ei cas de la *vo2» que Genette descubre
tiempo del suceso relatado puede ser en su estudio de la narrativa. Tam
el mismo tiempo de la narración. Son bién destaca la *metalepsis- (la narra
posibles muchas variaciones sobre el ción del paso de un plano narrativo a
tema. Por ejemplo, puede haber una otro), la 'persona* (1a diferencia entre
narración dentro de otra narración, el narrador que se refiere a sí mismo
como en la Odisea de Homero. O , de com o narrador y una narración en
nuevo en una novela epistolar, una primera persona), el «héroe» (com o
carta anterior que c u m p lió su papel narrador y com o narrado), fas «fun
en la marcha de la novela puede pa ciones dei narrador» (contar una his
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verso lingüístico, y ese sig n ificad o nantes. Fue asimismo uno de los pri
depende de que la d isc rim in ac ió n meros en destacar la importancia del
entre ellos sea verdaderamente clara. ritm o en la poesía de los rusos
Así, cuando un hablante de inglés Mayakovski y Khlebnikov. Pocos lin
americano se enfrenta a dos nombres güistas, antes o después de él, han
com o Bitter y Bidderlf>, ía diferencia analizado la poesía con tal grado de
entre / t / y / d / se vuelve crucial a Ja explicación de Jas estructuras en el
h ora 'd e oírlos correctamente, m ie n discurso poético. En este aspecto,
tras que, cuando aparecen aislados, Jakobson reunió las dimensiones -lite
am bos sonidos se p ro n u n c ia n fre raria- y -lingüística global- a través de
cuentemente de la misma forma. una noción de estructura que ligaba
En relación con la teoría de los ras una con otra. En una conferencia pro
gos distintivos de Jakobson resulta nunciada en 1958, Jakobson afirmaba:
m ás controvertida su afirm ación de
Creo que se ha tomado, errónea
que en todas las lenguas están pre
mente, la incompetencia poética de
sentes los mismos rasgos, y que cons
ciertos lingüistas llenos de prejuicios
tituyen una categoría de invariables por una insuficiencia de ia ciencia
lingüísticas: -La lista de rasgos d istin lingüística. Sin embargo, todos noso
tivos que existen en las lenguas del tros nos damos claramente cuenta
m undo es enormemente limitada, y la de que un lingüista que permanezca
coexistencia de rasgos dentro de u n a sordo a la función poética del len
m isma lengua está restringida p o r las guaje, y un estudioso de la literatura
leyes de inferencia-11. A p artir de que sea indiferente a los problemas
lingüísticos y no esté familiarizado
aquí, los rasgos distintivos se convier
con sus métodos, son anacronismos
ten en una de las invariables del sis
igualmente flagrantes'
tema de comunicación.
Los sonidos1 del lenguaje tam bién No obstante, pese a todas sus in
constituyen la base para la teoría de novaciones, Jakobson siguió encerra
la poética de Jakobson. Pero, u n a vez do, en cierto m odo, dentro del marco
más, el término -sonido- resulta e q u í fenom enológico del lenguaje que Je
voco cuando se examina eJ enfoque había influido en sus primeros años
d e nuestro autor. C om o el sonido es d e profesión. C om o consecuencia,
una entidad puramente física, Ja k o b nunca dejó de considerar que el m o
son prefiere comparar el habla a 1a d elo más pertinente de lenguaje era
música, que -impone una escala gra la transmisión de u n mensaje entre
d u a d a a la materia sonora», mientras u n em isor y un receptor. A u n q u e
que .-el lenguaje íe im pone Ja escala destacó en repetidas ocasiones la ne
dicotóm ica que no es mus que u n co cesidad de tener en consideración el
rolario del papel puramente diferen papel (activo) del emisor en ei circui
c ié de Jas entidades fonémicas»13. to de la com unicación, adem ás del
Hn su estudio de 1a práctica poética, del receptor (pasivo), sigue siendo
Jakobson fue un pionero al indicar de cierto que emisor y receptor — enti
q u é m odo figuraban en la producción dades psicológicas, m ás q ue lingDÍS’
de poesía las oposiciones de todo tipo ticas— constituyen los elementos in
(oposiciones fonémicas, la oposición dispensables del sistema. Ei principal
entre sonido y visión, las oposiciones problem a de este m odelo es que no
d e tono y ritmo, etc-), pero especial reconoce que el lenguaje no es pro
m e nte las oposiciones entre conso piedad de un emisor hipotético y un
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com o seres sociales. Otrn pregunta años 50. A juicio de Roudinesco, -el
podría ser: ¿Es necesario elegir entre recurso de Lacan a la formalización y
una figura simbólica falsa de la mujer las matemáticas fue un últim o intento
(com o en la madre f:ílica) y una ver de salvar a la psicología de sus raíces
dad inexpresable (la mujer como tal)? hipnóticas, pero también, en et otro
Otra dim ensión de In teoría de La* extremo, de la escolarización, en una
can, especialmente obvia en los semi sociedad en ia que la escuela tiende
narios de la época más tardía, como a reemplazar a la iglesia-*»
Encoret es eí intento de dar aí psicoa
nálisis una base matemática. Así, si
un significante sólo asume un signifi N otas
cado en relación con otros significan
tes, puede simbolizarse con una -x*. 1 Elísabeth Roudínesco, Jacques la
En otras palabras, u n significante can and Co. A History ofPsycboanalysis
puro serta una letra en ienguaje ma in France, 1925-2985, trad. de jeffrey
Mehlman, Chicago, Universiry of Chica
tem ático, en la m edida en que ese
go Press, 1990, págs. 295-296.
significante es puramente formal. La
2 Véase» en particular. Jacques Lacan,
can, fundándose en la obra de Jac- «The subversión o f the subject and the
ques-Alain Milíer, afirma que eí in^ diaíectíc o f desíre in the Freudían un-
consciente es tam bién un significante conscious*, en Ecrits: A Selection, trad
puro de este tipo y, por ello, puede de Alan Sheñdan, Londres, Tavistock,
adoptar cualquier significado; es de 1977, págs. 294-324.
cir, está totalmente abierto al contex 5 Véase jacques Lacan, «The mirror
to en el que se halla. Éste es el senti stage as fomiative o f the function o f the
do q u e Lacan da a la carta en su
U, en Ecrits: A Selection págs. 1-7.
* Lacan, Écrits; A Selection, pág. 65.
lectura del relato corto de Edgar Alian
* Véase jacques Lacan* -Seminar on
Poe -La carta robada-. La carta (epís •The Purloined Letter-*, trad. de Je
tola) robada asume u n significado se ffrey Mehiman en Yaie Frencb Studies
gún esté en posesión del rey, la reina (French Freud), 48 (1972)» págs. 38-72.
o el ministro que la ha robado. Dado 4 Roudinesco, Jacques Lacan and Co.,
que el lector desconoce el contenido pág. 561.
de la carta— porque no tiene un con
tenido esencial— , ésta empieza a pa
recerse a la letra com o soporte mate VÉASE TAMBIÉN EN ESTE LIBRO
ria l del le n g u a je ; u n a letra del
alfabeto. En este sentido, eí incons Freud, Irigaray, Jakobson, Krísreva, Lévi-
ciente se convierte en una forma de Strauss, Saussure.
escritura exterior a todo objeto natu
r a l C om o fórm ula matemática, tam
bién puede enseñarse- Porque eí in PRINCIPALES OBRAS DE LACAN
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IÜ1
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puede explicarse fínicamente con una Cada sociedad o cultura muestra ras
versión del funcionalismo; ía vida cul gos que están presentes, en m ayor o
tural no se explica en función de la m enor grado, en otras sociedades y
naturaleza intrínseca de los fe nóm e otras culturas, Lévi-Strauss hace esta
nos en cuestión. Tampoco puede ex afirm ación porque está c on ve n cid o
plicarse empíricamente mediante he de que lo que constituye el ser h u m a
chos que presuntamente hablan por no es ia dimensión cultural (en la que
sí mismos. En pocas palabras, aunque predomina el lenguaje), y no Ja natu
la investigación empírica constituye raleza (o lo -natural-}. Las estructuras
u n a parte im portante de su tra b a simbólicas de parentesco, lenguaje e
jo, Lévi-Strauss no es un em pirista. intercambio-de bienes se convierten
Siempre ha m antenido que es, por en la clave para entender la vida so
encim a de todo, un antropólogo es cial, por encima de la biología. De
tructural. En términos generales, ía hecho, los sistemas de parentesco-
an tro po lo gía estructural, in s p ira d a m antienen alejada a la naturaleza,
por Saussure, se centra en cóm o se son un fenómeno cultural basado en
com binan los elementos de un siste Ía prohibición del incesto y no son,
m a, más que en su valor intrínseco. por tanto, un fenóm eno natural. Per
Las nociones clave son -diferencia» m iten e! paso de la naturaleza a la
y -relación*. Además, la com binación cultura, es decir, a la esfera de lo ver
de estos elementos producirá o p o daderamente humano. Para entender
siciones y contradicciones que sir lo mejor, pasemos a la noción de es
ven para dar al ámbito social su d in a tructura de Lévi-Strauss.
mismo* ■ Para él, -estructura- no equivale a
El -alcance- es otro aspecto crucial la estructura em pírica (que p u e d e
deí m étodo de Lévi-Strauss, Porque; considerarse, por analogía, en arm a
mientras muchos investigadores s o zó n o arquitectónica) de una socie
ciales han limitado sus interpretacio dad determinada» como en la obra de
nes de la vida social a la sociedad Radcliffe-Brown. La estructura n o se
concreta en la que han realizado su da en la realidad observable, sino que
trabajo de campo, Lévi-Strauss a d a p es siempre el producto de, al menos»
ta u n enfoque universalista y teoriza tres elementos, y es ese carácter ter
a partir de sus propios datos y los de nario el que le otorga.su dinam ism o.
otros antropólogos. De todas las crí D icho esto, hay que reconocer que,
ticas globales que se le han hecho, la en la oeuvre de Lévi-Strauss,.existe
más com ún en los países de habla in verdaderam ente u n a a m b iv a le n c ia
glesa es seguramente la de que teori entre el tipo de estructuralismo que
za a partir de una base empírica in considera la estructura como un m o
suficiente, Ello ocurre en los países delo abstracto derivado del. análisis
q u e tienen una tradición em pirista de los fenómenos juzgados com o u n
m ás fuerte. sistema (más o m enos) estático de
En general, lo que se juega Lévi- diferencias — es decir, que da priori
Strauss en su obra es mucho. Intenta dad a la dim ensión sincrónica— y el
demostrar que, cuando se dispone de con ce pto de estructura com o algo
todos los datos, no hay base para ex esencialmente temario, que contiene
traer una jerarquía de sociedades, ni u n aspecto d in á m ic o inherente. El
en virtud del progreso científico, ni tercer elemento de esa estructura ter
con respecto a la evolución cultural. naria estaría siempre vacío, dispuesto
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afecta, en realidad, a tres elementos* -mientras que ios seres humanos na
precisamente por los requisitos de ía cen de la unión de un hombre y una
perpetuación. Toda estructura verda mujer»'. En efecto, ía contradicción,
deramente dual (es decir, simétrica) como aspecto inasimilable de la so
conduce a la disolución de los grupos ciedad hum ana, produce m itos. El
involucrados. Debe haber, pues, un m ito deriva de ia asim etría entre
tercer elemento — rea! o imaginado— creencia y realidad, uno y múltiple, li
que introduzca asimetría y dinamismo bertad y necesidad, identidad y dife
en 3a situación. Por consiguiente, las rencia, etc. Desde el punto de vista
instituciones que poseen un -valor del lenguaje, afirma Lévi-Strauss, el
cero* son un elemento indispensable m ito es *ei lenguaje en funcionam ien
en cualquier sociedad. Como el mam z, to a u n nrvel especialmente eleva-
esas instituciones »no tienen ninguna do*lü. Además, si la langue *—el ele
propiedad intrínseca, aparte de la de m ento sincrónico deí lenguafe— se
establecer las condiciones previas ne^ equipara al tiempo reversible, y ia p a -
cesarías para la existencia dei sistema role, al aspecto histórico, diacrónico
social al que pertenecen; su presencia o contingente, eí mito constituye un
— en sí misma, vacía de significado— tercer piano de lenguaje11. El m ito es
permite que exista el sistema social en la síntesis (imposible) entre las face
su conjunto**. tas diacrónica y sincrónica del le n
El estudio del mito hizo que Lévi- guaje. Es el intento permanente de
Strauss refinara su método estructura- conciliar ío irreconciliable:
lista. Una ciara enunciación dei prin
c ip io de que ios elementos de ios dado que el propósito del mito es
mitos adquieren su significado por ei suministrar un modelo lógico capaz
de superar una contradicción (un lo
m odo en que se com binan, y no por
gro imposible si, como suele ocurrir,
su v a io r intrínse co , lleva a Lévi-
ía contradicción es reaí), se produci
Strauss a la posición de que los mitos rá un número teóricamente infinito
representan ía mente que ios crea, y de [versiones], cada una ligeramente
no una realidad externa. Los mitos se distinta de las demás'
resisten a la historia, son eternos. Ni
siquiera debe considerarse que distin El mito se convierte así en la terce
tas versiones de un mito son falsifica ra dimensión del lenguaje: en éf hay
ciones de una versión auténtica y ver un intento continuo de reconciliar fas
dadera, sino u n aspecto esencial de ia otras dos dimensiones (langue y pa
estructura mítica. Por el contrario, las role). Dado que la reconciliación to
diferentes versiones forman pane del tal es imposible, -el mito crece en es
m ism o m ito precisamente porque el piral hasta que el impulso intelectual
m ito no puede reducirse a un solo que lo produjo se agota-1J. Eí m ito
contenido uniforme, sino que es una crece porque, en el plano estructural,
estructura dinámica. Ai final, es pre la contradicción — la asimetría™ que
ciso tener en cuenta todas fas versio- íe da vida no puede resolverse.
nes del m ito (aspecto diacrón ico) Como eí mito, las pinturas faciaíes
para que su estructura saiga a ia luz. de ios indios caduveos de Sudamérí-
D esde otra perspectiva, eí m ito es ca, descritas en ia obra autobiográfi
siempre ei resultado de una contra ca de Lévi-Strauss, Tristes Tropiques1*,
dicción; por ejemplo, *!a creencia de ofrecen otro ejem pío de estructura
q u e ía h u m a n id a d es autóctona-, como fenóm eno dinám ico y ternario.
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NOTAS
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vía de reflexión muy fértil. El ruido, con cep to del sistema. Porque -no co
en v e z de quedarse só lo en eso, se nocem os ningún sistema que fu ndo*
convierte en un m edio de transporte. ne perfectam ente, es decir, sin pér
Así, en el primer volum en de la serie d id a s, h u idas, d e s g a s te , e rro re s ,
Hermes, se analiza el ruido co m o ter a c c id e n te s , o p a c id a d ; un sistem a
cer elem ento, el elem ento em pírico, cuya ren ta b ilid a d sea del uno por
del mensaje. En teoría, la com unica uno-*.
ción debe estar separada deí ruido. Hl El interés d e Serres por el -ruido-
ruido es lo que no se com unica; está co m o tercer elem en to em pírico y e x
ahí com o una especie de caos, com o cluido en la existencia humana le ha.
e s e te rc e r e le m e n to e m p ír ic o del h ech o traducir (tra d u irc) entre cam
mensaje, ta parte accidental, la parte p os aparentem ente heterogéneos, en
de la diferencia que queda excluida. un esfuerzo p or construir -pasos- (p o r
T o d o form alism o (las m atem áticas, ejem plo* el paso del noroeste) entre
por ejem p lo) se basa en la exclusión ellos, pasos no só lo d e com unicación
de ese tercer elem ento. T o d o form a sino también d e no comunicación y
lism o es un m od o d e pasar d e un parásitos. En un m om ento de su tra
área de conocim iento a otra. Comu- yectoria intelectual, la noción de es
nícar es m overse dentro de una clase tructura pareció ser útil para los p ro
cíe objetos que p oseen la m ism a for p ósitos d e tradu cción y, por tanto,
ma. La forma debe extraerse d e la ca transpone. En realidad, Serres carac
cofonía del ruido; la form a (com uni* teriza el m étodo estructuralista com o
cación) es la exclusión del ruido, una un m étodo en el «sentido etim ológi
huida del ámbito d e lo em pírico* co; es decir, una form a de transfe-
En su libro Elparásito*, Serres re rencia-9. P a rtien d o d e la form ación
cuerda que ■parásito- también sign ifi matemática de Serres en álgebra y to
ca m ido. Un parásito es un ruido en p ología , la estructura llega a tas cien
un canal, Y por eso, al describir las cias humanas, en las qu e un análisis
comidas de Jas ratas en una historia estructural
d e las fábulas d e La Fontaíne — las
examina uno o dos modeíos concre
com idas d e dos parásitos— , Serres tos reducidos a una forma (o varias):
también se refiere al ruido: -Los dos un orden preestablecido y transitivo.
com p a ñ eros se esca b u llen cuando Luego, analógicamente, halla su for
oyen un ruido en la puerta. N o era ma o estructura en otras áreas, etsi-
más que un ruido, p ero era también milia tam facilia. De ahí su poder
un mensaje* un trozo de inform ación de comprensión, clasificación y ex
q u e producía pánico: una interrup plicación: geometría, aritmética, m e
cánica, método, filosofía1".
ción, una corrupción* una ruptura de
inform ación. ¿Era realm ente un m en S erres está m en o s in flu id o p o r
saje, este ruido? ¿No era, más bien, Saussure que p or el gru po de m ate
algo estático, un parásito?-6. m áticos d e Bourbaki, y encuentra en
Serres se ocupa del tema del ruido el análisis estructural un m ed io de
y ía com u n icación para d em ostra r trasladarse entre áreas e incluso en
que -el ruido fornia parre d e la com u tre realidades diferentes. El análisis
nicación-7; no pu ede elim inarse dei estructural conduce inevitablemente a
sistema, Eí ruido, en el lenguaje com o Ja com paración, y p or eso Serres tie
en otros sistemas d e com unicación, ne gran respeto por la obra de G eor
p o s e e su equ ivalen te en el p ro p io ges D um ézil; porqu e éste fue capaz
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Historia estructuralista
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I
Fernand Braudel
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BRA UDEL
dad de la materia. Además, la lógica vas implica frecuentem ente que cada
de causa y e fe c io acompaña la ten una reclama el derecho a reivindicar
dencia a ver los hechos aislados en que sólo ella puede explicar la natu
un tiem po concreto, y no com o parte raleza de la existencia. Braudel v io
de un com plejo entramado de fuerzas que era necesario m ovilizar a todas
qu e jnteractúan con a rreglo a una las ciencias sociales porque era esen
pluralidad de momentos. cial que una historia basada en la Ion '
P o r ei contrario, la. longuc durée gue durée fuera rea lm en te p o lifa *
deriva d e íos -mil ritmos diferentes* cética.
d el tiem po social. Puede incluir ei Si bien la obra de Braudel en tres
tiem po de los cambios en el entorno vo lú m en es, Civilisatíon matórielle
que es, según explica Braudel, la his (Civilización m aterial)', también ha
toria más lenta. Tiende a ser de orien captado la im aginación de especialis
tación estructura], porque deriva de la tas y profanos, las verdaderas innova
form a en que muchos sucesos — que ciones de su trabajo histórico resultan
pueden estar representados en series evidentes, sobre todo, en su estudio
estadísticas— se organizan en distin sobre el Mediterráneo. Las innovacio
tos periodos de tiempo. Para el histo nes que Braudel aportó a la literatura
riador d e Annales, la estructura es histórica están ahí a ía vista de todos.
una construcción que puede conver™ En primer lugar, Braudel no desa
tirse en prisión si no se reconoce la rrolla una historia narrativa, al menos
pluralidad radical de tiempos. A c e p no una historia narrativa de visión
tar la longuc duréa implica la disposi única com o la que se había heredado
ción d e cambiar todo: desde las pro del siglo xrc. Para Braudel, no existe
pias ideas hasta el estilo de escribir y un centro que permita actualizar una
presentarlas, hasta aceptar un tiem po sola narrativa. Lo que hay son múlti
que puede ser tan lento que se acer ples perspectivas. P or consiguiente,
que -a lo inmóvil.. Claramente, Brau al estudiar el mar Mediterráneo, Brau-
del d efien d e, aunque no lo d ice de del se apresura a indicar que, para él,
form a tan explícita, una concepción no existe un solo mar; hay muchos
de la historia radicalmente abierta, la mares, una *vasta y com pleja exten
historia com o sistema abierto, don de sión* a la que se enfrentan Jos seres
cada subsistema, en la medida en que humanos. En el M editerráneo se de
pu ede distinguirse, dependería de su sarrolla la vida: la gente trabaja, p es
entorno* ca, entabla guerras y se ahoga en
Para llevar a la práctica sus aspira esos mares. El mar se entrega a las
cion es en relación con la literatura llanuras y las islas. La vida en las lla
histórica, Braudel habló con energía nuras es variada y com pleja; el sur,
en favor de un enfoque radicalmente más pobre, sufre los efectos de la d i
interdisciplinario para las ciencias s o versidad religiosa (catolicism o e Is
ciales. Disciplinas com o la econom ía, lam) e intrusiones — tanto culturales
la geografía, la antropología y la s o com o económ icas— del norte, más
c io lo g ía debían intervenir en tos p ro rico. En otras palabras» el Mediterrá
blemas detectados por el historiador. n eo no puede entenderse in depen
Ninguna disciplina concreta posee el dientem ente de lo que resulta exte
m o n o p o lio de la verdad sobre la exis rior a él. Toda adhesión rígida a los
tencia humana o natural; pero la ló límites es una forma de falsear la si
gica d e sus presentaciones respecti tuación, Equivale a ofrecer una ■filo-
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BRAUDEL
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BRAUDEL
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Pensamiento postestructuralista
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BATAILLE
güera: la ilum inación tola! oculta la za. Las guerras suministraban víctimas
oscuridad, muy real, det descon oci para el sangriento ritual, en el que ei
miento, del materialism o de base, la sacerdote hundía un cuchillo de o b
locu ra que el p r o p io H e g e l tem ió sidiana en el pecho deí sacrificado y
muy cercana en 1800, tras la muerte arrancaba el c o ra z ó n aún la tien te
d e su padre. Lo qu e el sistema de que, a continuación, ofrendaba aí soí,
H e g e l no pu ede afirm ar, y m ucho dios suprem o de los aztecas. Sin jus
m en o s in te g ra r, es e le m e n to qu e tificar en absoluto el sacrificio, Batai-
equ ivale en él a su propia ceguera, Ue muestra que se atiene a cierta ló
una cegu era qu e p re d ic e la caída gica. En p rim er lugar, eí sa crificio
del filó so fo clarividente. Otra forma humano es una forma de introducir el
de expresarlo es decir qu e el sistema desequilibrio en una sociedad dom i
d e H egel, com o encarnación del eje nada por vaíores de cam bio utilita
vertical trascendental, no deja espacio rios. La degradación de las relaciones
a la horizontalidad. D eí mismo m odo utilitarias se plasma en la esclavitud,
que el obelisco proceden te d e Egipto donde el esclavo no es más que un
y erigid o en la Plaza de !a Concordia objeto que deben utilizar las personas
d e París, en 1836, señala eí lugar del libres. La victima deí sacrificio azteca,
instrumento de ía muerte en la R evo en cambio, recibía frecuentemente un
lución — la guillotina— , el sistema fi trato humano, e incluso un tratamien
lo s ó fic o h o m o g e n e iza d o r d e H eg el to especial; había un vínculo íntimo
oculta una bajeza material y hetero entre la víctim a y quien le había cap
génea. turado, En realidad, la víctima muere
Gran pane d e la obra d e Bataille en el lugar d e l verdugo. Es su e x p e
aborda la -bajeza m aterial», qu e se riencia d e m uerte, una experien cia
m anifiesta en !a ob scen id ad , en el ex p resa d a en angu stia p o rq u e los
caso de su ficción, y en una serie de verdugos se identifican con el sufri
costumbres, en el caso de sus escri m ien to del ejecu tad o. El sa crificio
tos teóricos. Dichas costumbres pre -restaura al m undo sagrado aqu ello
sentan el eje horizontal com o eje de qu e un uso servil ha d egra d a d o y
sacrificio, pérdida, azar y erotism o. hech o profano*11. Lo sagrado, pues,
Enseguida exam inarem os cada uno perm anece más allá del valor de cam
d e estos elem entos. bio; no posee equivalente; de m odo
La p reo cu p a ció n d e B ataille por que no hay nada que pueda sustituir
mostrar cóm o Jos productos intelec al acto de sacrificio. En una sociedad
tuales escon den con frecu en cia un en la que el va lo r de cam bio se ha
e le m e n to d e b ase in a s im ila b le !e hecho casi p or com p leto con el p o
orientó hacia las etnografías de socie der, no pu ede entenderse el sacrifi
dades cu yo v ín c u lo s o c ia l parecía cio. Sin embargo, sigue teniendo eco
fundarse en prácticas que horrorizan en la mutilación corporal (co m o la de
a una sensibilidad occidental m oder Van G ogh ), en la qu e eí acto rom pe
na. Así, en la Parí mandile (la p a rte ía hom ogeneidad del y o e introduce
m aldita)-, el teórico del gasto com o la heterogeneidad en la vida social.
e x c e s o afirma que la m agnificencia Por una cierta paradoja, la ruptura
d e los artefactos culturales aztecas del sacrificio y la m utilación se con*
d e b e interpretarse en com bin ación vierte en un m om en to d e continui
con la costumbre del sacrificio huma dad. El testig o qu e exp erim en ta ía
no: la belleza debe ir unida a la baje angustia de la iden tificación con la
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BATAILLE
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B AT AI LL E
gustia, por sí sola, define totalmente La tesis que surge progresivam en
el azar; el azar es lo que la angustia te de la lectura de Bataille es que la
dentro de mí considera im posible. La ceguera es un elem en to esencial del
angustia es la oposición al azar-y. El conocim iento, que las elevadas altu
grito, la risa, las lágrimas, el excre ras de la iluminación son correlativas
m ento (lo s productos de desecho clel con las profundidades del desconoci
sistema), la poesía, todo ello provoca miento y la risa obscena. La vista — la
el azar. El azar no puede integrarse teoría— no puede captar a su otro,
en ningún sistema, porque es el «otro- com o acertadamente ha indicado De-
del sistema. Por eso el azar no existe nis Holtier11, Bataille demuestra que
para H egel. El azar es eí cimor fa ti el hecho de ver, y todo el trabajo teó
(a m o r a! destino), qu e se op on e al rico, incluye un com ponente vital: la
gran equilibrio del ed ificio hegeliano. energía intelectual necesaria para sos
El azar está ligado al sacrificio por tenerlo, Por tanto, el agotam iento y la
que, com o éste, es también una rup fatiga a los qu e se refieren constante
tura co tí la identidad y la experiencia mente los textos d e Bataille encuen
utilitaria basada en la determinación tran su análogo en el carácter relati
de los hechos. vam ente fragm entario d e la oeuvre:
En el erotism o, la sexualidad hu en las explosiones d e poesía, el nú
mana alcanza su cénit com o transgre m ero p ro lífico de obras ocasionales y
sión (regu lad a) de tabúes10. El erotis el estilo ensayístipo. Estos indicios de
m o pasa a ser, en la teoría de Bataille, un gasto d e en erg ía s o n q u izá lo
una vía hacia la continuidad del ser máximo que el lector puede aproxi
en la muerte. C om o individuo, cada marse a lograr un análogo de su pro
persona es discontinua. El erotismo, pia ceguera.
co m o violación de dicha discontinui
dad, es una fuente fundamental de
angustia; porque es también la viola NOTAS
ción, o transgresión, de las prohibi
ciones; la prohibición se da a cono 1 André Bretón, Second Surreaíist
c e r m e d ia n te la tra n sg resió n . El Manifestót en Man festoes o f Surreafísm,
erotism o confirma así la ruptura de lí trad. de Richard Seaver y Helen R, Lañe,
mites y fronteras, y provoca una fu Ann Arbor, University o f Michigan Press,
1972, pág. 184.
sión d e los seres, una fusión que da
1 Georges Bataille, ffje AccursedSha-
pie a la com unicación de la angustia
re, voL I, trad. Robert Hurtey, Nueva
debido a la pérdida de integridad* Por
York, Zone Books, 1988.
ese m otivo, el im pulso erótico se ha 5 íbid,, pág. 55.
u tilizad o con fines religiosos. Y, en Á Georges Bataille, 'The sacred*, en Vi
Jugar d e ser la antítesis de lo sagra sion* o f Excess. Selecied Writings, 1927-
do, el erotism o — com o apertura al 1939, erad, de Alian Stoekl, Minneapolís,
otro— es su verdadero fundamento. University o f Minnesota Press, 2* impr.
Los seres humanos se unen a través 1986, pág. 242.
5 Véase Georges Bataille, Guiity, trad.
de lágrimas, heridas y la violación de
d e Bruce B oon e, V en ice, the Lapís
lím ites. El erotism o está claramente
Press, 1988, págs. 69-tió; On Nietzsche,
situado en el eje horizontal; sin em trad. de Bruce Boone, Nueva York, Pa
bargo, un sistema d e prohibiciones ra gon Press, 1992, pássim.
— el eje vertical— es el requisito de Véase Elisabeth Roudinesco, Jac-
posibilidad de esa horizontalidad. ques Lacan & Co, ,-4 History o f Psychoa-
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D ELEUZE
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DELEUZE
Guíittari, dos volúm enes de Capitalis gador en tíi Centre National de Re-
mo et scbizophrénic, Kafka y -Rizo cherche S c ie n tifiq u e (C N R S ). D es
ma 0. Lecercle observa asimismo que de 1964 hasta su n o m b ra m ien to ,
D eleu ze es, -en la escena filosófica en 1969, co m o p rofesor de filosofía
francesa, un extraño»- cuya obra ha en V ín cen n es, p o r d esign a ción de
m erecid o escasa atención crítica en Michel Foucault, D eleu ze enseñó en
su país, en gran parte porque «ha per- la U n iv e rs id a d d e Lyon. Tam bién
m an ea d o ai margen de las relaciones en 1969 d e fe n d ió su tesis doctoral,
m aestro-discípulo en las que tantos Différence et rapútition, y su tesina,
de sus colegas están envueltos-*. Spinoza et leprobléme de l'expression.
En los países de habla inglesa, por Se retiró d e la enseñanza en 1987,
el contrario, D eleuze es posjblem en- En términos generales, el argumen
to de Différence et répútition se funda
ques Perrida. uno de los pensadores en ía opin ión de que, en la era con
franceges.._cojpt.empQráog_QS más m en temporánea, el ju ego d e la repetición
cionados. Ello resulta más asombroso y la d iferen cia ha sustituido al dei
si se tiene en cuenta que, a diferen mismo y la representación. En efec
cia de sus colegas, D eleu ze ha viaja to, diferen cia y repetición son indi
d o raramente fuera de Francia para cios d e un a va n ce hacia el pensa
exp on er sus ideas. Si bien es cierto m iento no figu rativo y radicalmente
qu e D eleu ze ha rech azad o ias 'r e horizontal; y D eleu ze es ei practican
la c io n e s d e m a estro y d is c íp u lo -, te suprem o de dichas ideas. Com o
es necesario reco n o cer el papel de verem os, la lectura qu e D eleuze hace
Nietzsche en su trayectoria filosófica; de Nietzsche o fre c e un camino en el
pese a que, com o Nietzsche, D eleu ze laberinto de la horizontalidad, Pero
tien e p ocos im itadores o ninguno, antes de pasar a esto, veam os lo que
esta relación inim itable posee una ló im plica afirmar que ei pensam iento
gica definitiva, la lógica de un pensa de D eleuze es radicalm ente horizon
dor cuyo pensam iento es radicalmen tal, Aunque los térm inos «horizontal*
te horizontal. o -vertical», o sus variantes (e i térmi
D eleu ze nació en 1925, Se educó no defeu zian o 'rizom a* evoca ya ía
en el Lycée Carnot de París y estudió horizontalidad, p ero ésta es de alcan
filo s o fía en la S orbon a entre 1944 ce más am plío), no figuran en reali
y 1948: allí conoció, entre otros, a M¡- dad en ningún sentido explícito den*
ch el B u tor, M ic h e l T o u rn ie r y tro d e la o e u v rc d e D e le u z e , sí
F ra n fo is C h atelet. Sus p rin cip a les tienden a ilum inar su estructura y,
profesores fueron Ferdinand Aiiquié por tanto, poseen cierto poder exp li
(especialista en Descartes e intérpre cativo.
te d e ia filo so fía d ei su rrealism o), El pensam iento radicalmente hori
G eorges Canguílhem (supervisor de zontal puede com pararse con otras
Foucault) y je a n H yppolite (esp ecia formas de pensam iento só lo con difi
lista en H egeí). Tras obtener su agrá- cultad; porque los m edios para tradu
gation en filosofía en 194$, Deleuze cirlo son difíciles d e formular. Dicho
enseñó dicha materia hasta 1957 en pen sam ien to actúa, en gran parte,
varios iycées. Entre 1957 y 1960 im con arreglo a sus propias normas y
partió historia d e ia filo s o fía en la conceptos. Po r e llo D eleuze, signifi
Sorbona, y durante cuatro años, a cativamente, n o ha avSumido jamás la
partir d e 1960, trabajó com o investi historia de la filosofía tal com o la dis-
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D E L EU ZE
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DERRIDA
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y con ocer ei m undo; p ero esa media- términos positivos-, Derrida advirtió
d o íT c ié r es p e jo (esas im purezas) tie que m los estructuralistas mas recien
nen que quedar excluidas del p roce tes ni el propio Saussure habían va
so d e conocim iento; Jo hacen posible, lorado plenam ente las repercusiones
p ero no están incluidas en el p roce de esta idea. La diferencia sin térmi
so, O, si lo están, com o en la filosofía nos positivos significa que esa dim en
d e los fen o m en ó lo go s; pasan a equ i sión del lenguaje d eb e pasar siem pre
valer, también eJías (conciencia, sub inadvertida, porque, en términos es
jetividad, len gu aje), a una esp ecie de trictos, no p u ed e con ceptu alizarse.
presenc ia idéntica, a. sí, misma. Con Derrida, la diferencia se con vier
— vEI p roceso d e -deconstruccíón» que te en el p rototipo de lo que esrá aún
investiga los fundam entos del pensa fuera d el a lcan ce del. pen sam ien to
m iento occidental no lo hace en la es m etaffsíco..occidental, por la con d i
peranza de p o d er elim inar estas pa ción de p osib ilid ad d e éste. D esde
radojas o con trad iccion es; tam poco luego, en ia vida diaria la gente ha
pretende ser capaz d e escapar a las bla enseguida d e diferencia y diferen
exigencias d e la tradición y crear un cias, Decim os, p o r ejem plo, qu e *x«
sistema p o r sí solo. Lq„queJ}a& e„es (qu e posee una cualidad esp ecífica)
recon ocer qu e se v e ob liga d o a utili- es d iferen te de -y» (q u e tien e otra
\zar.J osjiú sjn osxon cep tQ ^ qu e.can si- cualidad esp ecífica), y normalmente
dera. ín sosten ib les.en .rd actón xQ n jos querem os decir qu e es posible enu
; rasgos q u e .s e je s .a jjjb u y g n . Es decir, merar las cualidades qu e constituyen
también este p ro ceso d eb e mantener esa diferencia. Sin.,embargo, esto es
(al menos, provision alm en te) dichas atribuirle téan[nos positivos^— su p o
pretensiones. ner qu e puede tener forma d e fenó
El prop ósito d e la deconstrucción meno— , de m odo que no puede ser
no es sólo dem ostrar que, ,desde .el la diferencia anunciada por Saussure,
P y g jQ .d e vj[sta ifilo só fico , ..set,ye,.„qu.e que no pu ede conceptualizarse. Así
las pteyes- d e l pensam iento tienen ca aparece la primera razón para el n eo
rencias. Más bien, la tendencia que se logism o de Derrida: quiere distinguir
observa en la obra d e Derrida es la la d ife re n c ia c o n c e p tu a liz a b le dei
p reocu p ación p o r j^roducir^efectps, ^sentidd com ún d e una diferencia que
abrir el cam pó" filo s ó fic o para qu e no recae en el ord en de lo mismo
pueda seguir sien d o el terreno d e la para recibir una identidad mediante
creatividad y la invención. La noción un concepto. La diferencia no es una
de diferencia, o difjórancc, nos lleva identidad; tam poco lo es la diferencia
quizá a la segunda tendencia más v i entre dos identidades. La diferencia
sib le en su trabajo, estrech am en te es la diferencia diferida (en francés,
unida al d eseo d e conservar la creati- com o -diferir- en
v ídad de ía. filosofía. esp añ ol, s ig n ific a -diferen ciarse» y
Différance es un térm ino que D e ^aplazar*). La différance nos advierte
rrida acuñó en 1968, tras sus investi sobre una serie de términos muy im
gaciones sobre la teoría de! lenguaje portantes en la obra d e D errida y
d e Saussure y los estructuralistas. cuya estructura es inexorablem ente
Aunque Saussure se había esforzado doble: fármaco (tanto veneno com o
para demostrar que el lenguaje, en su antídoto), suplem ento (ex ced en te y
Forma más genera l.r.,podíaw.e n ^ d e r s e añadido necesario), himen (al mismo
com o un_jristem a, d e. 'di fe renda*?, -sin tiem po dentro y fuera).
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FO UCAULT
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FOUCAULT
pasado; escribir una historia del pa Foucault, com o demuestra el siguien
sado es v e rlo d e nuevo, igual que te fra gm en to, de su historia d e la
quien se analiza ve de nuevo hechos sexualidad:
de su biografía individual a partir de
la experien cia del psicoanálisis. En El pensamiento... no debe buscar
otras palabras, el pasado asume un se. pues, sólo en formulaciones teó
significado nuevo teniendo en cuen ricas com o las de la filosofía o la
ciencia; puede y debe analizarse en
ta los hechos presentes. Elfo im pide
cada forma de hablar, hacer o com
la posibilidad de p rop on er una mera
portarse donde el individuo aparez
relación de causalidad entre el pasa ca y actúe como sujeto de un apren
do y el presente. El p eligro dei histo- dizaje, com o sujeto ético o jurídico,
ricism o dism inuye cuando se com como sujeto consciente de sí mismo
prende que no p u ed e interpretarse y de otros\
ninguna é p o c a pasada p o r sí soia,
dado que la historia es, en c ie n o sen En relación con la tecnología o la
tido, siem pre una historia del pre técnica, tan im portantes en las últi
sente. mas obras de Foucault, la inspiración
Estrechamente unido a la noción p a rece d e riv a r de Mauss, aunque
del presente y ta reevaluación perm a prácticamente no hay ninguna re fe
nente del pasado está el con cep to de rencia concreta a él en los textos de
genealogía. La gen ea logía es la histo nuestro autor. Para Mauss no existía
ria escrita en virtud d e íos intereses casi ninguna forma de acción huma
actuales. Es la h istoria escrita con na que no estuviese encarnada en un
arreglo a un com prom iso con los pro marco de repetición. En este sentido,
blemas del m om ento actual y, como d em ostró, in clu so escu p ir era una
tal, interviene en el m om ento actual. técnica. Daba prioridad, pues, a la
Es decir, la gen ealogía es la 'historia técn ica sobre la co n tigen cia en la
eficaz- (N ie tzs c h e ), elaborada com o comprensión d e las acciones huma
una intervención actual. nas, y llamaba a las técnicas del cuer
Inspirado p o r Bachelard, Canguil- po una 'tecn ología sin instrumentos-.
hem y- Cavaillés, Foucault reconoce Una regularidad de acciones puede
que, si la historia es siem pre genea aparecer com o una técnica con la que
logía e intervención, los marcos de se cuenta hasta tal punto que no pa
conocim iento y m odos de com pren rece haber sido aprendida, Foucault,
sión están siempre en transformación. sobre todo en sus análisis del poder,
La epistem ología estudia dichas trans se preocupa por revelar la regulari
formaciones com o la «gramática» de la dad no reconocida de acciones que
elab oración d e co n o cim ien to , y se constituye la característica peculiar de
re v e la a través d e l e je rc ic io de la una técnica. Y* hacia el final de su
ciencia, la filosofía, el arte y la litera vida, hablaba de las ‘ tecnologías dei
tura. La epistem ología es además un yo-. C om o te c n o lo g ía , las técnicas
m odo d e vincular los hechos materia pueden transferirse a distintas series
les aj pensam iento o las ideas. No es d e practicas, co m o demuestran las
fácil v e r que una práctica concreta formas de disciplina corporal. Pase
representa una idea; es preciso acla mos ahora a un exam en de algunos
rar la conexión gracias a la epistem o d e los tex to s más im portantes de
logía. Esto sigue sien d o im portante Foucault,
incluso en las obras posteriores de El títu lo d e la tesis doctoral de
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L E VI NAS
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Semiótica
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I
l
R o la n d Barthes ma; porque Barthes no pasa a ser, en
ningún m om en to, un a u to b íó gra fo
Roland Barthes nació en Cherbur- convencional. Por el contrario, con
g o en 1915, Apenas un año más tar~ vierte su vida en ficción m ediante el
de, su padre murió en com bate naval uso de la tercera persona cuando se
en eí Mar del Norte, por lo que el hijo refiere (convencionalm ente) a sí mis
creció al cuidado de su madre y, p e mo, cuando — com o Joyce— descu
riódicam ente, de sus abuelos. Antes bre las profundidades de la vida en el
d e terminar su educación m edía y se •pan- d e la exp erien cia diaria. P or
cundaria en París, Barthes. pasó su in ejem plo, en eJ ensayo citado sobre la
fancia en Bayona, en el sudoeste de fotografía escribe, a propósito d e un
Francia. Entre 1934 y 1947 sufrió v a retrato de su madre, que había halla
rios brotes de tuberculosis. Y fue.du* d o el rostro d e ésta — el rostro que
rante esos periodos d e convalecencia había amado— en 1a fotografía; <La
forzosa cuando leyó de forma om n í fotografía era muy vieja. Las esquinas
vo ra y publicó sus primeros artículos estaban m elladas por haber estado
s o b re A n dré Gide. Después d e dar pegada en un álbum, la im presión en
clases en Rumania y Egipto, en d o n sepia estaba d escolorida-1. P o r fin,
de co n o ció a A. J. Greímas, y en la relata, -estudié a la niña y, al cabo, en
E cole des Hautes Études en Sciences contré a mi madre-3. Entonces suenan
Sociales, Barthes fue designado para en sus oídos las palabras escépticas de
el C o llé g e de France en 1977,.M urió Godard: -No es una imagen justa, es
en 1980. justo una imagen-3. En su 'a flicción ,
Estos datos elementales de su b io Barthes desea una imagen justa.
g ra fía han sum inistrado fre c u e n te Este estilo ^personalizado*, caracte
m ente a los psicocríttcos material para rístico del último Barthes, confirm ó al
e x p lic a rlo s aspectos subyacentes (in sem iótico y crítico literario com o au
con scien tes) de ia obra del autor. Sin tor por derecho propio. Barthes escri
em bargo, Barthes se apodera de ellos be •novelística sin novela-, en pala
y los utiliza com o materia prima de bras propias. En realidad, ésta es
sus p rop ios textos, e incluso d e su probablem ente la verdadera base de
estilo. A sí ocurre en dos libros qu e su originalidad, más que las teorías
escrib ió hacia el final de su vida: R o d e la escritura y el significado. Así, en
la n d Barthes y la cámara lúcid a: Fragmentos de un discurso amoroso,
nota sobra la fotografía. Aquí, la cla Barthes a firm a qu e -no sab em os
v e es la condición de la materia pri quién habla-, habla el texto, eso es
ló l
B A R TH E S
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B ARTHES
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BARTHES
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BARTHES
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EC O
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ECO
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ECO
lóS
ECO
ción del lenguaje como una sem ánti cluso cuando aparentemente hay un
ca basada en el valor de verdad de caso claro de objeto o conducta que
las proposiciones. La risa, la mentira, parece existir fuera de todo formato
la tragedia, son fundamentales para convencional (es decir, más alíá del
entender el código desde un punto código), tales ejemplos se vuelven rá
de vista semiótico. pidam ente convencionales. Las ilus
El cam po semántico está envuelto traciones más significativas son los
«en múltiples giros* que hacen insufi ejemplos de Gombrich (mencionados
ciente el concepto de código com o por Eco) de lo que pasaba por realis
equivalencia de los elementos de dos m o en pintura durante diversos m o
sistemas. De hecho, afirma Eco, todo mentos de la historia dei arle (por
gran código lingüístico es «una co m ejemplo, los dibujos de Durero). Se
pleja red de subeódigos-7. Para decirlo puede incluso probar que una foto
sucintamente: ei modelo Q de Eco -es grafía tiene aspectos convencionales;
un m odelo de creatividad lingüística*. por ejempío, el revelado del negativo
Y confirma: «En efecto, el modelo Q ofrece la posibilidad de cieno toque
supone que el sistema puede alim en convencional por parte del fotógrafo.
tarse con información fresca y que de Pero, si se considera ia fotografía des
los datos incompletos pueden inferir de la perspectiva de su c o n d ic ió n
se datos nuevos-". Con eí modelo Q, analógica (cuánto se parece a su ob
por tanto, el código se modifica con jeto), Eco nos recuerda que !a dígita-
arreglo a las competencias variables Üzación, como forma determinada de
de los usuarios deí lenguaje, en vez codificación, implica nuevas posibili
de estar determinado por el propio dades de reproducción. En resumen,
código. los elementos esenciales de la tipolo
El otro aspecto de la teoría de ios gía de modos de elaboración de sig
códigos es uña teoría de la elabora nos de Eco son íos siguientes:
ción de signos. En su estudio de esta
cuestión, Eco vuelve a centrarse en la 1. Trabajo físico : esfuerzo nece
tensión entre los elementos que p u e sario para elaborar el signo.
den ser fácilmente asimilados o pre 2. Reconocimiento', el objeto o
vistos por el código (cfr. los símboíos suceso se reconoce com o expresión
en la terminología de Peirce) y los del contenido de u n signo, com o en
que no pueden asimilarse con facili el caso de las huellas, los síntomas o
dad (cfr. el concepto de icono en las pistas.
Peirce). Eco designa los elementos de 3. Ostensión', se dem uestra que
ía primera categoría como ratio fa c i- un objeto o acto es representativo de
lis y los de la segunda, com o ratio una ciase de objetos o actos.
d ijfic iíif. Cuanto más nos aproxim a 4. Réplica: tiende en principio ha
mos a ia ratio difficilis, más está el cia la ratio difficiliSy pero asume ras
sign o del objeto ^motivado* por la gos de codificación mediante la esti
naturaleza del propio objeto. Los ico lización. Son ejemplo los emblemas,
nos son ia categoría de signo que lo tipos musicales, signos matemáticos.
expresa con más claridad. Sin embar 5. ínvcnción-. el caso más cíaro
go, a Eco le interesa mostrar que in de ratio dijjicilis. El código existente
cluso los signos más motivados (por no la prevé; es la base de un nuevo
ejem plo, la imagen de la Virgen) p o continuo material.
seen elementos convencionales. E in
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ECO
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GRETMA5
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GREIMAS
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GR El MAS
Í73
GREIMAS
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GREIMAS
GR EI íMAS
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HJELMSLEV
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HJELMSLEV
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HJELMSLEV
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k r is t e v a
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KRISTEVA
ber una elaboración definitiva. Por bélicas que permitan que el objeto
que Kristeva presenta un sujeto que sea un nuevo ingrediente en la vida
nunca es totalmente analizable, sino soctaí. El objetivo, pues, es producir
siempre incompleto: eí sujeto como una situación en la que la subjetivi
im pulso para una serie infinita de ela dad sea u n -sistema abierto- o una
boraciones. ■obra en progreso-, un «abrirse al otro*
El espacio en el que Kristeva sitúa que, at m ism o tiempo, pueda generar
e! desarrollo de Ía dinám ica de la sub una forma revisada de la propia iden
jetividad es el espacio artístico. Es tidad,
importante ver en qué sentido ocurre Kristeva demuestra estar aún vincu
esto, porque distingue a Kristeva de lada a una teoría vanguardista del arte
otros muchos críticos y semióticos. Si y la sociedad. Es vanguardista porque
: bien toda obra artística debe mostrar reclama la form ación de nuevas iden-
indicios de un control y orden huma- tidades, no la destrucción de la iden
' n o para poder identificarla com o tal, tidad, algo que, a su juicio, puede te
i. n o hay un sujeto com pleto anterior a ner graves consecuencias sociales en
esa obra. El trabajo artístico constitu- forma de violencia insidiosa y la im
j ye a! sujeto tanto c o m o el sujeto posibilidad de que las personas se se-
constituye la obra de arte. Además, paren individual y autónomamente de
debido a la íntima relación entre el su entorno. Por el contrario, las per
j arte y la formación de la subjetividad, sonas se arriesgarían a quedar total
j Kristeva ha creído siempre que el arte m e nte subsum idas en el am biente.
í es una base especialmente fructífera Hay que subrayar que no se trata de
j para el análisis. La poesía de Malíar- retroceder a una concepción estática
| m é pone de relieve la «disposición d ei in d iv id u o com o una id e n tid a d
i semiótica», mientras que Romeo y Ju- anterior a las relaciones sociales, sino
] lieta indica la d inám ica del am or y de u n a visión que nos recuerda la
j Dostoievski, la estructura del sufri necesidad de garantizar que las nece
m iento y el perdón en relación con sarias transformaciones de lo simbóli*
j u n a actitud m elancólica. En el caso co n o im plican su destrucción.
j de una actitud abierta, los receptores
] del mensaje artístico, o los' resultados
j artísticos, pueden ver ampliadas sus NOTAS
capacidades simbólicas e imaginarias;
1 Véase Julia Kristeva, ‘Word, dialo
I es decir, una obra de arte puede con
gue, novel-, en Toril Moi (ed.), The Kris
vertirse en la base de una experien- teva Readerr Oxford, Basi] Biackwell,
i cia auténtica capaz de abrir la vía a 1986, págs. 34-61.
¡ u n cambio de personalidad. El pro- 3 Véase Julia Kristeva, Séméiotiké. Re-
1 blem a actual, sugiere el trabajo de cherches pour une sémanalyse, París,
Kristeva, es que la vida social se ca Seuil, 1969; y Julia Kristeva, «The system
racteriza, cada vez más, por sujetos and the speaking subject-, en iMoi (ed.),
que no tienen acceso a las cualidades The Kristeva Reader, págs. 24-33-
* Juíia Kristeva, Révoiution in Poetic
de tas obras de arte que no se ajus-
Language, trad. de Margaret Wailer,
! tan a prejuicios y estereotipos. O bien
Nueva York, Columbea Uníversicy Press,
£ la gente se limita a estar fascinada y 19S4, pág. 87,
r seducida por el juego de imágenes o 4 Julia Kristeva, Black Sun, trad. de
actos <— por el objeto— sin ser capaz L e ó n S. Roudiez, Nueva York, Columbia .
de desarrollar nuevas cualidades sim- University Press, 19W9, pág. 53.
186
PEIRCE
VÉASE TAMBIÉN HM ESTE LIBRO te, obtuvo los títulos de BA, MA y BSc
en dicha universidad. Durante más de
Bajttn. Barthes, Joyce, Lacan. Mailamié. treinta años (1859-lSóO, 1861-1891),
Peirce llevó a cabo, sobre todo, tra
bajos astronómicos y geodéticos para
PRINCIPALES OBRAS DE KRISTEVA los reconocimientos de costas de Es
tados Unidos. Entre 1879 y 1S84, fue
Semiótica (1969), 2 vols., Madrid, Fun profesor de lógica a tiempo parcial en
damentos* 1981. la Universidad Johns Hopkins.
Ei texto cié ta novela (1970), Barcelona, Estos méritos y esta experiencia no
Lumen, 1982. expresan verdaderamente la e ru d i
La Révolution du tangage poétique, Pa ción clásica que se transmite en los
rís, Seujl, 1974.
textos de Peirce. No sólo tradujo del
Polylogue, París, Seuil, 1977.
griego antiguo el término •semiótica*,
Sí Íenguaje ese desconocido, Madrid,
Fundamentos, 1987, ahora tan familiar, sino que fue un
Soteil noir. Depression et mélancolie, Pa estudioso de Kant y Hegel, a los que
rís, Denoel, 1987. leía en alem án, y se sintió especial
Les Samourats, París, Fayard, 1990. mente cercano a la filosofía de Duns
Extranjerospara nosotros wz¿sníos(1988), Escoto, sobre todo al término acuña
Barcelona, Plaza & Janés, 1991- do por éste, haecceitas, que significa
Las nuevas enfermedades del alma, Ma ■cualidad de esto-1. La haecceitas evo
drid, Cátedra, 1995- ca tam bién la singularidad.
Se ha recordado a m enudo que
D tras lecturas
Peirce fue u n a mente original que,
además de ser considerado e! funda
Sexual Subversión.
G r o s z , Eiizabeth, dor del pragmatismo, hizo aportacio
Tbree French Feminists:Julia Kristeva, nes importantes a la lógica filosófica y
Luce irigaray, Micbéle Le Doeujf Sid- m atem ática y, sobre todo, fundó la
ney, Alien &. UnwLn, 1989. sem iótica. Con menos frecuencia se
FLETCHEHjoho y B enjamín , Andrew (eds.), destaca el hecho de que Peirce consi
Abjection, Melancbolia andLove; Tbe deraba su teoría semiótica - — su traba
Work ofJulia Kristeva, Londres y Nue
jo sobre los signos— inseparable de
va York, Routledge, Warwicfc Smdies
su trabajo sobre lógica. A su juicio, se
ín PhiJosophy and Literature, 1990.
L e c h t e , John, Julia Kristeva, Londres y
considera que la lógica, en su sentido
Nueva York, Routledge, 1990. más am plio, «ocurre siempre m edian
Olíver, Kelly, Reading Kristeva, Bloo- te signos», equivale a una ■semeiótica
m ington, Indiana University Press, fsicl general, que no se ocupa simple
1993. mente de la verdad, sino de las condi
ciones generales para que los signos
sean signos- OA44X En pocas pala
bras, los signos están vinculados a la
C harles Sanders Peirce lógica porque son los vehículos del
pensamiento como articulación de las
Charles Sanders Peirce nació en el formas lógicas. De forma aún más
seno de una familia de intelectuales oportuna, Peirce demuestra, en un
en 1839 (su padre, Benjamín, era pro texto de 1868, cuando tenía veintinue
fesor de matemáticas en Harvard) y, ve años, que -el único pensamiento,
en 1S59, 1SÓ2 y 1363, respectivamen pues, que puede conocerse es el que
187
PEIRCE
183
PEIRCE
nos pueden contener elementos con pureza de sus formas básicas de sig
ve ncio nales, Eco ha afirm ado que nos, icono, indicio y símbolo era pro
una imagen de espejo es un -icono blemática. Podía pensarse que culiI*
absoluto*1. Un indicio, por su parte, quier caso concreto de icono (p o r
es u n signo físicamente u nido a, o ejem plo, un retrato) tenía elementos
influido porTsu objeto. Los ejemplos convencionales. Y si el retrato era
que da Peirce son un gallo de velera, una fotografía, se unían las caracterís-
un barómetro, u n reloj solar. Los pro ticas de icono y de índice. A unque la
nombres demostrativos (éste, aquél), división básica y tricotómica del sig
un grito de ‘¡Socorroí- que indica a n o que hemos mencionado es la di
alguien que necesita ayuda, o un gol ferenciación más conocida, Peirce di*
pe en la puerta que indica que a l v jd ió los signos también con arreglo
g u ie n q uiere entrar, son tamb'ién a otras dos tricotomías, quizá en un
ejemplos de signos que sirven de in intento de añadir cierta flexibilidad a
dicios. A diferencia del icono, el indi sus clasificaciones» pero quizá, in
cio tiene una relación «dinámica- con conscientem ente, porque se sentía
Jo que significa. El -símbolo*, com o inclinado a ver las cosas en estructu
recuerda Peirce, significaba inicial ras ternarias. Fuera por lo que fuera,
mente «algo que se unía-, mediante Peirce elaboró una plétora de tricoto
un contrato o convenio (2.297). En mías, hasta el punto de que, en eí
un escenario contemporáneo, un sím caso de las divisiones de signos, p ro
bolo se refiere, para Peirce (que se dujo (como se ve en el Cuadro 1, en
aparta de Saussure en este pum o), a pág. siguiente) una tricotomía básica
los signos convencionales utilizados, de tricotomías.
por ejemplo, en el habla y la escritu Con la primera y la tercera de di
ra. -Un sím bolo auténtico — escribe chas tricotomías, Peirce añade refina
Peirce— es el símbolo que tiene un m iento a su división y le da ia capaci
significado general- (2.293). La n o d a d de an alizar u n a d iversidad y
ción de sím bolo de Peirce sugiere la complejidad mayor en la producción
concepción de la relación arbitraria de signos. Tomando como punto de
entre significante y significado en partida ese núcleo de tres tricotomías,
Saussure. Porque Ja relación de un Peirce fue aún más allá, hacia la ela
sím bolo con su objeto es de carácter boración de una nomenclatura analíti
«imputado*. Con la noción de símbo ca para distinguir entre signos diferen
lo tam bién se hace más clara la fuer tes y propuso 10 clases distintas. Es-
za del con cepto de interpretativo. ras 10 ciases están formadas por com
Porque ningún símbolo, dada su re binaciones de las tricotomías de base.
lación im putada o inmotivada con su Tomemos un ejemplo — un frecuente
objeto, podría ser un símboío sin ser favorito de Peirce— , el de la veleta: es
interpretado. Las expresiones de ha u n «Sinsígno dicente- (una clasificación
bla determinan signos correspondien derivada de las tricotomías 1 y 3). De
tes (= interpretativos) en la mente de este signo, Peirce escribe que
quien escucha. De modo que sím bo
lo e interpretativo son inseparables. es cualquier objeto de experiencia
Peirce siguió analizando esta divi directa* en la medida en que es un
sión fundam ental de los signos d u signo y, como tal, presenta informa
rante toda su vida. Basándose en d i ción relativa a su objeto. Elíq es
chos a n álisis , c o m p re n d ió que la posible sólo si su objeto íe afecta
189
PEIRCE
191
SAUSSURE
193
SAÜSSURE
Para em pezar, Saussure traslada el ber cóm o han llegado las piezas a esa
centro de atención de la historia de colocación), sino que éstas podrían
Ja lengua, en general, al examen de sustituirse por cualquier tipo de obje
la configuración actual de una lengua tos (u n botón podría reem plazar al
natural concreta, como el inglés o el rey, etc.), porque lo que constituye la
francés. Con etlo, la historia de la len viabilidad del juego es la relación d i
gua se convierte en una historia de ferencial entre las piezas y no su va
las lenguas, sin que haya un vinculo lor intrínseco. Concebir el lenguaje
a priori entre ellas, como habían su como un juego de ajedrez, en el que
puesto los lingüistas del siglo XCí. la posición de las piezas en un m o
Centrarse en la configuración ac mento concreto es lo que cuenta, es
tual de (una) lengua es, automática- verlo desde una perspectiva sincróni-
mente* centrarse en la relación entre ca. Por el contrario, dar prioridad al
los elementos de esa lengua, no en enfoque histórico — como hacía el si
su valor intrínseco. La lengua, afirma glo XIX— es juzgar ei lenguaje desde
Saussure, está siempre organizada de u n a perspectiva diacrónica. En el
una manera concreta. Es un sistema, Curso, Saussure prefiere el aspecto
o una estructura, en la que n in g ún sincrónico sobre el diacrónico porque
elem ento tiene significado fuera de ofrece una imagen más clara de los
sus lím ites. En u n fragm ento m uy factores presentes en cualquier esta
enérgico e insistente del Curso, Saus do de la lengua.
sure explica: «En el lenguaje [lengua} Otro principio que tiene la misma
no hay más que diferencias. A ún más importancia para captar la peculiari
importante: una diferencia, en gene dad de la teoría de Saussure es el de
ral, im plica unos términos positivos que ei lenguaje es u n sistema de sig
entre los que se establece la diferen nos, y cada signo se com pone de dos
cia; pero en el lenguaje existen sólo partes: un significante (signifiant)
diferencias sin términos positivos*1. Lo (palabra o pauta de sonido) y un sig
importante no es sólo que el valor o nificado (signiflc) (concepto). A dife
ei significado se establezca a través rencia de la tradición en la que se
de la relación entre un término y otro educó, pues, Saussure no acepta que
en ei sistema de la lengua — de m odo el vínculo esencial dentro del lengua
que, en el ejemplo usado por Saus je sea el que existe entre la palabra y
sure, se puede escribir «t* de diversas el objeto. Por el contrario, el concep
formas y encenderse siempre— , sino to de sign o de Saussure indica la
que los propios términos del sistema relativa autonomía del lenguaje en re
son producto de esa diferencia: no lación con la realidad. Más fu n d a
existen términos positivos anteriores mental aún es que Saussure enuncia
al sistema. Ello quiere decir que una lo que se ha convertido, para el p ú
lengua existe com o una especie de blico moderno, en el principio más
totalidad, o n o existe en absoluto. influyente de su teoría lingüistica;
Saussure em plea la imagen del juego que la relación entre el significante y
de ajedrez para ilustrar el carácter d i el significado es arbitraria. Partiendo
ferencial del lenguaje. Porque, en el de este principio, ya no se supone
ajedrez, no sólo ocurre que la confi que la etimología y la filología reve
guración actual de las piezas sobre el len la estructura básica del lenguaje,
tablero es lo único que interesa al re sino que la mejor forma de captarla
cién llegado (no sirve para nada sa* es entender cóm o cambian los esta
194
SAUSSURE
dos del lenguaje (es decir, las confi El íenguaje está siempre cambian
guraciones o totalidades lingüísticas do. Pero no cambia a petición de los
concretas). La postura -nomenclatu- individuos; cambia con el tiempo in
rista- pasa a ser, así, una base total dependientemente de tas voluntades
mente insuficiente para Ja lingüistica. de los hablantes. Desde una óptica
Q uizá los términos que han provo saussuriana, el íenguaje forma a los
cado más dificultades conceptuales y individuos tanto com o éstos forman
atraído más críticas en relación con la el lenguaje, y el problema es si esta
teoría de Saussure son iaugue (el len concepción podría tener repercusio
guaje natural participar, concebido nes en otras disciplinas de las cien
como estructura o sistema) y parole cias sociales. De hecho, así lo vieron
(actos de habla individuales, o actos los teóricos incluidos en la rúbrica del
de lenguaje como proceso). Este par -estructuralismo* durante los años 60*
conceptual introduce la distinción en Con la aparición del modelo saus-
tre el lenguaje que existe com o una suriano en las ciencias humanas, el
estructura más o menos coherente de investigador trasladó su atención del
diferencias y el lenguaje tal com o lo hecho de documentar sucesos histó
practica la comunidad de hablantes. ricos o registrar los hechos de la con
Aunque Saussure afirmó en el Curso ducta hum ana hacia el concepto de
que la estructura lingüística específi* acción hum ana como sistema de sig
ca es distinta del habla y que ia base nificado. Ello fue consecuencia de su
del lenguaje, com o h e c h o social, brayar, a un nivel social más amplio,
debe captarse exclusivamente en el el carácter arbitrario del signo y la
p lano de la estructura, ta m b ié n es idea correspondiente del lenguaje
cierto que nada entra en el ám bito de como sistema de convenios. Sí bien,
la estructura lingüística sin hacerse hasta entonces, se había llevado a
antes manifiesto en actos de habla in cabo la búsqueda de hechos intrínse
dividuales. Más importante, el grado cos y sus efectos (por ejemplo, cuan
de totalidad de la estructura sólo pue do el historiador suponía que los se
de saberse con certeza si se conocen res h u m a n o s necesitan alim entos
también todos los actos de habla. En para sobrevivir, del mismo modo que
este sentido, el ámbito de la estructu necesitan el lenguaje para comunicar
ra es siempre, para Saussure, más hi se entre sí y, por consiguiente, los
potético que el ámbito del habla. Sin hechos se desarrollaron de esta ma
embargo, todo depende de que se nera), ahora el objeto de estudio pasa
examine el habla desde un punto de a ser el sistema sociocultural en un
vista individual y psicológico o cen momento concreto de la historia. Se
trándose en toda la c o m u n id a d de trata de un sistema dentro del cual
hablantes. En el prim er caso, una está también inscrito el investigador,
cosa es concebir el lenguaje a través igual que el lingüista está compren
del habla del individuo com o indivi dido en el lenguaje. De modo que el
duo; otra muy distinta es verlo a tra hecho de ser más reflexivo pasa a te
vés de los actos de habla de toda la ner un interés esencial.
comunidad. El argumento de Saussu Para muchos autores, como él an
re es que el lenguaje es fundam ental tropólogo Claude Lévi-Strauss, el so
mente una institución social y que, ciólogo Pierre Bourdieu o el psicoa
por tanto, el enfoque individual resul nalista Jacques Lacan, com o .para
ta insuficiente para el lingüista. Roland Barthes en la crítica literaria y
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SAUSSURE
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TODOROV
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TODOROV
nom bre podía dejar de enfrentare a el otro a través del velo de sus pro
la akeridad: -La renuncia de la unidad pios prejuicios culturales (v, dentro
deí “yo'+ tiene su contrapeso en ía de elios, religiosos). Se considera y se
afirm ación de u n nuevo estatus para trata a íos indios como animales, sólo
el “tú" de! otro-y. Por tam ot el otro capaces de ser esclavos de los euro
deja de ser un objeto y se convierte peos. O , más bien, se viola al indio
en sujeto. Dostoievski muestra a To* — se le trata com o a un «perro su
dorov esta concepción a través de ios cio*— llegado el m om ento del en-
escritos tardíos de Bajtin, -Pero ¿aca cuentro, mientras que se fe idealiza a
so no es — pregunta Todorov-— la distancia, se le llam a noble salvaje,
característica esencial deí c o n o c i com o habían ordenado fas escrituras.
m ie n to en fas ciencias h u m an as, •La alteridad humana — afirma Todo
com o describe Bajtín, no ocuparse rov— se ve, al m ism o tiempo, revela
del "objeto” m u d o de las ciencias n a da y negada- por los europeos11.
turales y transformarlo en un diálogo Todorov quiere dejar patentes dos
de textos, que conoce y debe ser co aspectos de la conquista de América:
nocido?- lü. en prim er lugar, desea mostrar que
Partiendo de la propuesta de que los signos y su interpretación — len
e! investigador debe considerarse in guaje y com unicación— cum plieron
v o lu c ra d o en el objeto de estudio un papel inm enso en el contacto en
— tiene que entablar u n diálogo con tre españoles y aztecas en el siglo XVI,
é í— t T odorov in ic ió u n a serie de eí siglo de la conquista. Todorov ex
obras que examinaban cómo se han plica que los españoles ganaron la
o c u p a d o — o no— del otro la historia guerra de conquista bajo los a u sp i
y la cultura francesa y europea* Des cios de H ernán Cortés, en gran.pane,
tacan, sobre todo, dos textos: La con porque eí conquistador fue capaz de
quista de América (1982) y Noiis et les actuar con arreglo a los conocim ien
autres (1989). tos derivados de la observación: es
En La conquista de América, Todo decir, Cortés hizo eí esfuerzo de in
rov analiza e interpreta documentos formarse sobre muchas de las cos
de y so b re el d e s c u b rim ie n to de tumbres del p u e b lo contra eí que lu
América p o r Cotón en 1492: Se trata c h a b a , y así lle g ó a e n ten derías.
de un estudio com prom etido, la obra M octezuma y los aztecas, por el c o n
de u n moralista preocupado por ías trario, estaban paralizados por una
relaciones entre europeos e indios, el visión deí m u n d o que se basaba en
yo y el otro, la identidad y la diferen una lectura inflexible del presente a
cia. Si, c o m o d e m u e stra T odorov través deí prisma del pasado. Los az
a b u n d a n te m e n te , C o ló n tenía una tecas se apoyaban en la profecía y la
form a m uy concreta y fija de enten noción de destino que iba inextrica
der la vida, tanto consciente como in blemente ligada a elía. Por ejemplo,
consciente (incluyendo una opinión creyeron que la llegada de los euro
sobre ío que iba a encontrar al otro peos era un mal presagio, y asumie
lad o del m u n d o ), ío im portante es ron una actitud psicológica (negativa)
saber cóm o afectó este hecho a su frente a ella. En cambio, Cortés, aun
c o n ta c to real con [os p u e b lo s de que estaba influido por sus creencias
Am érica Central, En un sentido, sig crisiinnas, intentó aprender ía lengua
nifica que Colón se com portó de m a de ios oíros en más de un aspecto.
nera m uy previsible: se encontró con No sólo prestó atención a los datos
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TODOROV
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El feminismo de segunda generación
207
IRIGARAY
del lenguaje (la tercera persona) son, pene es eí factor fundam ental para e!
a juicio de Irigaray, de género mas desarrollo sexual de am bos sexos.
culino. Dicho con brevedad: la crítica Com o no hay acceso in m e d ia to aí
de las instituciones del psicoanálisis, cuerpo real, Lacan interpreta que la
el lenguaje y la cultura que hace Iri- presencia o ausencia del pene es la
garay es radical en la m edida en que presencia o ausencia del falo, que
cree que incluso gestos ostensible significa la diferencia sexual. Para Iri
mente igualitarios están comprometi garay, por eí contrario, el falo sim bo
dos desde el principio- porque siem liza la carencia en la m ujer que es el
pre presuponen inevitablemente que otro, porque una m ujer es, en reali
las mujeres están en el lado perdedor dad, un hom bre castrado.
de la balanza, que les -falta- algo (en Si el lenguaje (para Lacan) es irre
términos sociales o sexuales) que tie ductiblemente fálico, la única forma
nen los hombres y que las mujeres, de que las mujeres puedan hablar o
con toda justicia, tam bién merecen comunicarse es apropiándose del ins
(situación social, u n a vida pública, trumento m asculino. De u n o u otro
a u to n o m ía e in d e p e n d e n c ia , una m odoT la mujer tiene que -tener- el
identidad aparte). falo del que carece; tiene que com
Desde el p u n to de vista sexual, el pensar ese déficit. Para h ab lar con
gesto igualitario que atribuye a fa va claridad, para comunicarse y estable
gina la mism a categoría que al pene cer vínculos con otros — para ser so
cede de forma inadvertida al concep cial— , !a mujer debe hablar como un
to de envidia de pene de Freud. Por- hombre. No hacerlo es correr el ries
que el pene sigue siendo eí punto de go de psicosis: volver a caer en un
referencia. ¿Por qué debe serlo?, nos ideolecto y la ruptura del nexo social.
pregunta Irigaray, C uando Lacan pa La versión del lenguaje de Lacan (que
rece avanzar aún más que Freud al él denomina, la pére-version) se repí*
afirmar que .todo el orden sim bólico te, a juicio de Irigaray, en la mayoría
es fáítco (q u e el falo es el significante de las teorías psicoanalíticas del len
de toda significación, que el sujeto es guaje y la sexualidad. Para que las
u n significante) y que a través del mujeres posean una identidad propia
orden sim bólico se representa el dra es preciso subvertir la versión fálica
m a de la-diferencia sexual entre ple de lo simbólico a la que han estado
n itu d (lo m asculino) y la carencia (lo sometidas durante tanto tiem po. Por
fe m e n in o ), Irig a ra y advierte a las que lo sim bólico ha sido el origen de
mujeres que tom en nota de que ésta la opresión de las mujeres.
es una visión m asculina de las cosas. Tal como Irigaray presenta el pro
En efecto, -la sexualidad femenina se blema, pues, ías mujeres tienen una
ha conceptuaiízado siempre partien condición perturbadora y opresiva
do de parámetros masculinos-1. Una mente paradójica com o sujetos; para
vez más, confirma Irigaray, lo que les habiar, deben hablar com o hombres;
toca a ias mujeres -es la -carencia-, la para conocer su sexualidad, deben
•atrofia- (del órgano sexual) y la -en compararla con la masculina; deben
vidia de pene*, puesto que éste es el -ser* ía falta de un pene. Mientras los
ú n ic o órgano con valor reconocido*1. hombres pueden apresurarse a invo
A quí está en juego la teoría de la cas- car el orden sim bólico (la m ediación)
tración de Freud. Se considera que él al conocerse y amarse a sí mismos y,
afirma que la presencia o ausencia de por consiguiente, al representarse
[RIGARAY
ante los demás en el m undo social* menos que por niño se interpreta eí
las mujeres, en cam bio, se encuen hijo varón. Éste tiene que apartarse
tran en una posición que Irigaray de de la madre mediante !n intervención
nom ina de *abandono*’4; es decir, de del lenguaje, o el ^nombre del padre*.
no poder conocerse ni amarse por El hijo no sólo es un posible padre;
que la mediación Ceí orden sim b óli es también u n sujeto, un hombre. La
co) íes es ajena, -Las mujeres no tie hija, en cambio, es sólo una posible
n e n m e d ia c ió n para re alizar ía madre. Su feminidad debe buscarse
sublimación-, afirma"1. Por tanto, no en la experiencia de la maternidad.
pueden cosificarse o, por lo menos, La primera lección para el hijo, por
les resulta difícil. Por otro lado, los así decir, es ser capaz de cosificar a
hombres no sólo se sitúan com o o b la madre a través del orden sim b ó li
jetos, sino que también son capaces co, con el ftn de cum plir con la pro
de cosificar a las mujeres. Consecuen hibición del incesto. La hija, sin em
temente, a las mujeres se les niega el bargo, está desprovista de m edios
acceso a la sociedad y la cultura en para lograr dicha separación, debido
proporción directa con la m edida en a su pobre relación con lo simbólico.
que los hombres son de Ja sociedad Por eso corre un mayor ríeSgo de psi
y la cultura. En'realidad, la situación cosis y melancolía; o, más bien, su
de las mujeres es aquí, para Irigaray, lenguaje tiende a estar dom inado por
reminiscence de la c o n c e p c ió n del los impulsos, como averiguó Irigaray
proletariado en Marx: el proletariado, en sus estudios sobre el delirio. Qui-
afirmaba éste» está en la sociedad, zá, añadía, el delirio tiene el poten
pero no es d é la sociedad- En térmi cial de ofrecer 3a base para un len
nos sociales, las mujeres — al menos, guaje de las mujeres, una forma de
.desde una perspectiva tradicional— permitir que las mujeres se com uni
deben estar unidas a u n hom bre para quen entre sí, iguaí que los hombres
tener presencia en la sociedad; una se han comunicado entre sí.
mujer no tiene identidad propia, Iri Irigaray ha trabajado sin cesar des
garay afirma que tener una identidad de mitad de los anos 70 para perfec
que no es la propia — ser u n -sexo cionar los medios sim bólicos e q u i
que no lo es- (es decir, que n o está valentes a la relación entre madre
com pleto porque tiene carencias* no e hija. Dicho trabajo le ha llevado a
está unificado sino que es dependien investigar tos aspectos de la cultura
te)— es estar excluida de la plenitud occidental, hasta ahora reprimidos y
de ser: es quedar abandonada, preci excluidos, que se relacionan especial
samente, en una situación de -aban mente con la condición femenina en
dono-. la sociedad: la divinidad femenina, la
Las mujeres como mujeres están brujería, la magia, por citar varios
excluidas, pues, del contrato social. ejemplos. Como ha destacado Marga-
Y un factor importante es la dificul ret Whitford5, la lógica del proyecto
tad (léase im p o sibilidad actual) de de Irigaray no consiste en valorar un
simbolizar la relación entre "madre e estado místico incomunicable o a una
hija. A unque el psicoanálisis ha he mujer esencial, sino vencer la caren
cha grandes avances al hablar de la cia de la mujer que no esta simboli
entrada del elemento h u m an o en el zada como mujer. El objetivo, pues,
ám bito del lenguaje y la separación no es el misticismo, sino llevar .a ía
del niño y su madre, se ha destacado mujer al orden sim bólico en sus pro
209
m iG Á K A Y
pios términos. Las mujeres necesitan formación, los flujos, ios ritmos y «el
ser capaces de representarse ante sí esplendor del cuerpo-; en otras pala
mismas (pero de forma muy distinta bras, a todas aquellas cosas, que no
a los hombres) con el fin de consti pueden recibir una imagen viable en
tuirse com o seres auténticamente so tina experiencia religiosa patriarcal.
ciales, capaces de formar relaciones -Una deidad fem enina — admite Iriga
positivas entre sí. ray— está aún por venir»10. Y ésa es
Todo ello ha producido una expe la cuestión, sin duda: el *aün por ve
rimentación con diferentes estrategias nir» de la deidad femenina es la dei
lingüísticas en los propios textos de dad de la transformación, la diosa de
Irigaray y la evocación de experien la fluidez y los límites temporales, los
cias y figuras culturales que han estado elementos amorfos del fuego, el aire,
excluidas de la vida social y cultural la tierra y el agua. -¿Cómo podría ima
por haber estado tan estrechamente ginarse nuestro Dios fde las mujeres]?
asociadas a lo que se consideraba — pregunta Irigaray, que continúa— ,
esencialmente femenino. Con respec- ¿o nuestra deidad?, ¿Hay alguna cua
to al estilo, Elizabeth Grosz ha dicho lidad que nos pertenezca y que p u
de irigaray que: *Su escritura, sus “es diera invertir el orden y poner el pre
tilos”, representan nuevas formas de dicado en posición de sujeto?-11.
discurso, nuevos m odos de hablar, La búsqueda de una deidad deci
una “poesía” que es necesariamente didamente fem enina es la búsqueda
innovadora y que evoca nuevas con de una posición — u n punto de refe
cepciones de las mujeres y la femini rencia— que, sin embargo, no repro
dad-6. En este sentido, tiene experi duzca la toma de posición del patriar-
mentos ejemplares: Amante marine 7, cado. En términos actuales, sería una
Passions élómentairess y L'Oubli de posición que, en cierto sentido, evite
i'a ir ebez M artin Heidegger*. En estas toda toma de posición. Para la lógica
interpretaciones sobre figuras de la de la identidad ésta es una postura
historia de la filosofía, Irigaray presta insostenible» D esde luego, Irigaray
atención a los elementos reprimidos está convencida de la necesidad y la
q u e se abandonan en silencio, ele viabilidad del proyecto; pero ¿podría
mentos pertinentes para ías feminis estar equivocada? Las propias mujeres
tas, com o el cuerpo y los elementos: están em pezando a preguntárselo.
agua, tierra, fuego y aire. El proyecto filosófico de Irigaray
Irigaray ha reflexionado asimismo afecta tam bién al estudio de la ética
sobre la tradición teológica con el fin partiendo del concepto de obligación
de hallar en ella una concepción po ética en EmmanueJ Levinas. Igual que
sitiva de lo divino (el infinito) que sea Irigaray en relación con las mujeres,
adecuada para las mujeres. Dado que Levinas se ha preocupado de desve
el Dios del cristianismo, como ejem lar los elementos reprimidos de la tra
plo deí elem ento imaginario masculi dición judaica dentro del cristianismo.
no, excluye la experiencia de las Paras Levinas, el imperativo moral no
mujeres com o p u nto de referencia, está centrado en la categoría del yo
Irigaray cree que es necesario encon — en la que el otro sólo sería im por
trar una figura capaz de ejemplificar tante para confirmar el valor morat de
el elemento im aginario femenino. La uno m ism o— , sino en el otro como
d e id a d fe m e n in a daría form a a la algo exterior, com o alteridad que in
multiplicidad* la diferencia, la trans voca al yo y que, en cierto sentido,
IR! GARA Y
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LE DOEUFF
nelí Universiry Press, 4 a impr., 19í>8. pá Sexss et parentés, París. Minuit. 19&7,
gina 23. Sexos et genies ct trauers íes fatigues, Pa
I Ibíd . rís, 1990.
’ Luce Irigaray. efe /tf diffé- Yo, tú, nosotras, Madrid. Cátedra, 1992.
rence sexuetfe, París, Minutt, 1934, pági
na 70.
* ibld. O t ra s l e c t u r a s
5 Margares 'VC/hitfbrdl Luce Irigaray; Pbi-
íosophy in tbeFeminine, Londres y Nueva Allen, Jeffner y Younc, Iris Marión, TJje
York, Roudedge, 1991, págs. íH-f>5. Tbinking Muse: Feminism and Aío-
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Three Frencb Feminists: Julia Kristeua, ton, Indiana University Press, 1989.
Luce irigaray, Micbéle íc Doeuff, Sidney, Grosz, Elizabeth, Sexual Subversions.
Alien S¿ D nw in, 19&9* pág- 101. Thrve French Feniinists:Julia Kristeva,
r Luce Irigaray, Marine Lover of Fríe- Luce Irigaray, Michéle Le Doeuff, Sid*
drich tyietzscbe, trad. de Giilian C. Gilí, ney, Alien & Unwtn, 19S9-
Nueva York, Columbia Universiry Press, Whitfokd, Margare:, Luce Irigaray: Pbi
1991- bsopby in iba Feminine, Londres y
" Luce Irigaray, Passíons ólémentaires, Nueva York, Routiedge, 1991-
París, Minuir, 19£i2.
* Luce Irigaray, L ’Oubli de l'a ir choz
M artin Heidegger, París, Minuir, 1983-
10 Luce Irigaray, Divine Woment trad.
de Stephen Muecke, Sidney, Local Con-
sum ptian, 19S6. M íchéle Le D o e u ff
II Ibíd.
11 Para un a explicación más comple
ta y sutil de por qué ocurre así en la Michéle Le D o e uff es profesora de
econom ía de la filosofía de Irigaray res filosofía en la École Nórmale Supé-
pecto a una figura com o Derrida, véase rieure de Fontenay, en Francia. Su in
Margarse W hitford, ♦Idemfry and violen- terés por la filosofía no se inició le
ce ■ , en Luce Irigaray: Pbibsopby in tbc yendo a los grandes pensadores, sino
Feminine ; págs. 123-147. mediante la identificación con el Loco
15 Luce Irigaray, Je, tu, noiis. Toward de las obras de Shakespeare. El Loco
a Cuhure o f Difference .; trad. de Aíison
tiende ai discurso subversivo, una
Martín, Nueva York* Londres, Rouded-
vocación que Le Doeuff, al principio,
ge, 1993, pág. 25.
consideró intrínseca de la filosofía; y
ésta, a diferencia del Loco, existe en
VÉASE TAMBIÉN EN ESTE LtBRO la vida real.
En su lib ro El estudio y la rué
Freud, Kristeva, Lacan, Le Doeuff, Levi-
ca\ M ichéle Le D o euff explica que
nas, Paceman.
juzgó posible em pezar su proyecto fi
losófico probando -que existe en la fi
PRINCIPALES OBRAS DE IRIGARAY losofía un nivel imaginario que no se
ha importado de ningún lugar sino que
Le Langage des dóments. La H ay a, París,
es específico de la filosofía, y estable
M outon: A p p r o a c h e s co S e m ío tic s ,
ce las condiciones de [o que puede
1973-
Amantc marine ; París, M invit , 19S0. elaborarse com o racionalidad dentro
Passions élémentaires 0 9 ^ 2 ). de ella-. Así describe Le Doeuff la tra
L'Oubli de l'a ir ebez M artin Heidegger, yectoria hasta el libro por el que ha
París, M inuit, 19&3- adquirido más fama fuera de Francia,
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213
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Por otro lado, la forma en que se ocurrido norm alm ente en el trabajo
ha ejercido la filosofía, sin duda, ha creativo. Lo q u e caracteriza a un
hecho frecuentemente más difícil que hombre como filósofo, por encima de
las mujeres fueran filósofas profesio todo, es ser u n pensador in d e p e n
nales, igual que también es cierto que diente y creativo al que los demás
la forma en que se ha caracterizado a respetan. Los hombres que no lo han
las mujeres, casi exclusivamente por logrado por com pleto han tenido con
su sexo, constituye otro e le m e n to frecuencia a una mujer para satisfacer
poco reconocido (com o la im agen) la -carencia ontológíca- del filósofo.
de no filosofía dentro d e la historia Por ejemplo, pese a su éxito, Sartre
de la filosofía. En ésta existe un sexis- tendía a tener este tipo de dependen
mo esencial; pero, para luchar contra cia respecto a Beauvoir. En el exa
é\, Le Doeuff acude a ios propios re men detallado de la relación entre
cursos de la disciplina (su preocupa Sartre y Beauvoir que presenta en El
ción por la apertura, su esfuerzo por estudio y la rueca, Le D o e u ff ana
reflexionar sobre sus propias hipóte liz a cóm o B e auv oir u tiliz a la filo
sis), pese a que hay que adm itir tam sofía existencial de Sartre (es decir,
bién que la filosofía sueña con ser utiliza su condición de discípuia) en
su propio principio fu nd ad o r e ins El segando sexo para poder darle la
trumento de legitim ación, así com o vuelta de form a subrepticia. Beau
sueña con ser la base y el principio voir no desafia directamente el sexís-
fundamental de todas las dem ás d is m o de la filosofía de Sam e. Lo que
ciplinas. Es decir, la fantasía que tie hace, a juicio de Le Doeuff, es -remo-'
ne la filosofía sobre su om nipotencia delar Men el calor-del momento"- las
y autonomía es uno de sus m itos más categorías sartrianas7- Beauvoir toma
poderosos. Al final, sin em bargo, Le por descontado el marco del existen-
Doeuff sé opone al sexismo de la fi cialism o (n o está construyendo su
losofía én nombre de la filosofía. Por propio sistema filosófico) y lo utiliza"
tamo; lo que está en tela de juicio no con el fin de presentar u n «punto de •
es la fil asofia p e r s i r i o la’ historia ' vista-V"una: péfspéctivá sobre, el aqúí .-
de cómo se ha ejercido* D ic h o ejerci y ahora: Sé refiere* a ejemplos concre- >:
cio ha juzgado erróneamente él efec tos'y cita 'datos‘etnográficos, no para
to de las imágenes; ha destacado la demostrar .un marco' filosófico, sino
abstracción y la un iv e rsa liza ció n a porque son ejemplos de cóm o vive la.,
costa de la pertinencia; ha rechazado gente. Además, Beauvoir no tom a del
la idea del pensamiento -errante-; ha e x íste ncialisp io u n a -colección dé '
p e n sa d o que las m ujeres eran su “posiciones teóricas"-, sino una serie .
■otro>; ha sido inflexible en cuanto al de valores. -De m odo que la elección'
estilo por Jo que el lugar de la e n u n de Simone de Beauvoir es, ante todo,'
ciación ha permanecido, en principio, una cuestión de moralidad**. C o m o :
invisible. Todos estos aspectos de la c o n s e c u e n c ia , a u n q u e Le. D o e u ff
práctica filosófica han contribuido a sigue e ncontrando num erosos ¡pro-''
apartar a las mujeres de la filosofía. blemas en El segundo sexo, no ha :
Del mismo m odo, las mujeres se construido su feminismo, com o otras ■
han encontrado a m enudo en la p o muchas autoras, a partir de un recha
sición de partidarias y discípulas de zo tota] de Beauvoir. Y , al final, con-
los grandes filósofos varones, en vez sídera que ésta es importante preci
de pensar por sí mismas, c o m o ha samente porque la «fantasmagoría* d é ;
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P r in c ip a l e s o b r a s d e p a t e m a n
OTRAS LECTURAS
P articipation and Democratic TJjeory,
C am b rid g e, C am b rid g e U n iv e r s ity
Press, 1970. D e a n , M itch ell.'-P atem an'iJ d ilem m a:
The Problem o f Political Obliga tion: A W om en and citizenship-, Tbeory and
Critique o f Liberal Tbeory ( 1 9 7 9 ) , Society, 21, 1 (febrero d e 1 9 9 2 ), pági
Cambridge, PoJiryPress en asociación n as 121-130.
con Basii Blackweli, 1985, Y é a to a n , Anua, «Carole P ate m an ’s The
The Sexual Contraen Cambridge, Policy S e x u a i Conrract*, Tbesis Eleven, 26
Press, 1988. (1990), págs. 151-160.
Postmaixismo
225
ADORNO
227
ADORNO
c o m o a r te . La f i l o s o f í a c o m o a r te A través d e u na s o r p r e n d e n te s e rie
e q u iv a le a Ja elim inació n de Lt filo s o de v u e lco s, A d o rn o c o n v ie rte las lim i
fía. Y a ésta ta m p o c o s e le p erm ite, a tacio n e s p o t e n c ia le s d e la filosofía en
ju i c i o de A dorno, c e d e r al im p u lso un g e s to filo s ó fic o c u y a s c o n n o t a c io
e s t é t ic o . Ello n o im pide e x p e rim e n ta r n es s ó lo e s ta m o s , q u izá, e m p e z a n d o
en la p re se n tació n de n u e v o s c o n c e p a ap reciar ah o ra. -En p rin cip io ^ c o n
to s , d e sd e lu eg o , un p r o c e s o q u e firm a A d o r n o — , la f i l o s o f í a p u e d e
p u e d e con d u cir a la p o e s ía , d el m is s ie m p re ir a ia deriva, q u e e s Ja ú nica
m o m o d o q u e el arte m ás vanguardis razón p o r la q u e p u e d e ir hacia a d e -
ta p u e d e s e r una c o n c e p tu a líz a c i o n lante-H. P o r c o n s ig u ie n te , la filosofía
[A m án em e. Sin em b a rg o , la filosofía es una d ia lé c tica n e g a tiv a en el se n ti
d e b e ^vaciar su esteticism o -. -Su afini do m ás e n é r g ic o ; e s p r e c is a m e n te la
d a d c o n el arte no le da el d e re c h o n o identidad q u e in te n ta c o n c e p tú a *
d e a p r o v e c h a r s e del a rte -, y aquí Iizar. La f u n c ió n del le n g u a je s e v u e l
A d o r n o c o n tin ú a el a rg u m e n to e n el ve crucial, p o r q u e el le n g u a je e q u iv a
t o n o p o r el que se ha h e c h o fam oso: le a la p r e s e n t a c i ó n d e la *falta d e
■ í . p . J s o b r e rodo, n o c o n arre g lo a las libertad- de la filo so fía c o m o im p o s i
in tu ic io n e s q u e !os b árb a ro s c o n s id e bilidad d e c o n c e p tu a liz a r ía n o id e n
ran prerrogativas del arte-1-. T o d o lo tidad. Si el le n g u a je d ejara d e s e r im
q u e la filosofía p u e d e h a c e r e n taies p o r t a n t e p a r a la f i l o s o f í a , é s t a «se
c irc u n s ta n c ia s es s e g u ir c o m o f ilo s o p arecería a la c ie n c ia -.
fía. D a r s e p o r v e n cid a an te la im p o s i Las d e c l a r a c i o n e s d e A d o r n o e n
b ilid a d d e e x p r e s a r la n o id e n tid ad D ialéctica negativa n e c e s it a n le e rs e
im p lic a ría q u e la filo so fía h a b ía m al- c o n ju n ta m e n te c o n su tra b a jo s o b re
in te r p r e ta d o eí c a rá c te r h e t e r o g é n e o e sté tic a y c rítica literaria, A e s te r e s
y d is o n a n te de la n o id e n tid a d ; e n p e c t o , M ínim a M oralia , e s c r i t a d u
o tr a s p ala b ra s, c e d e r e n e s t e se n tid a ra n te la S e g u n d a G u e rra M undial en
e s m a lin terp reta r q u e la n o identidad estilo aforístico, s e o p o n e , c o m o Kier-
e s im p u r a , n o e s , ni s i q u i e r a , una k e g a a rd ( s o b r e q u ie n ta m b ié n e s cri
c o n t r a d ic c ió n pura, -Los p e n s a m ie n b ió A dorno), a la te o ría d ialéctica de
to s q u e p re te n d e n c o n c e b i r lo in e x H e g e l q u e -al a b o r r e c e r to d o lo a is la
p r e s a b l e a b a n d o n a n d o las id e a s falsi do, n o p u e d e adm itir lo s aforism os»15.
f i c a n e s e i n e x p r e s a b l e - 13. La no En sus r e fle x io n e s s o b r e d iversos te--
id e n tid a d e s p r o b a b le m e n t e el íelos m a s, A dorno in tenta — p rá c tic a m e n te ,
n e g a t iv o y o c u lto d e la filo s o fía . P or p o d e m o s s u p o n e r — h a c e r u n a afir
tan to, fu e un e rror de M arx c o n c e b ir m a c ió n filo s ó fic a q u e a su m a el lugar
e l fin d e la filosofía p r e c is a m e n te en de la h e te r o g e n e id a d d e la e x p e r ie n
e s o s té rm in o s. cia humana*
El o tr o s e n tid o e n el q u e ia filo s o Ig u a lm e n te , la a tr a c c ió n de Ador
fía p o d ría lle g a r a su fin e s si a s u m ie n o hacia la m ú s ic a y e l arte de v a n
ra la form a ( c o m o e n H e g e l) del c o guardia, e s p e c i a lm e n t e la m ú sica d e
n o c i m i e n t o A bsolu to, E n to n c e s todos Sch ó n b erg , W e b e rn y B erg , estab a
lo s p r o b le m a s a ios q u e s e e n fre n ta causad a, e n g ran m ed id a , p o r e l d e
la filo s o fía — e s p e c i a lm e n t e su re la s e o de v e r c ó m o las o b r a s v an g u ar
c i ó n c o n el m u n d o m aterial— s e r e distas d e s a fia b a n a ios e f e c t o s h o m o -
s o lv e r ía n m ed ia n te el p r in c ip io afir g e n e iz a d o re s d e la c o m e r c ia liz a c ió n
m a tiv o de la n e g a c ió n d e la n e g a c ió n , ( l é a s e c o s if ic a c ió n ) del arte, q u e re
q u e p r o d u c e u na afirm ació n . d u c ía los o b je t o s artístico s a su v alo r
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ARENDT
N o ta s l a dialéctica de la Ilustración ( 1 9 4 7 )
(con Max Horkheimer), Madrid, Tro-
1 Véase, por ejemplo, los capítulos de tta, 1 994.
P eter Dews y peter O sb orn e e n Ancírew Mínima Moralia (1951). Madrid, Taurus,
Benjam ín (ed.), T h e Problems ofM oder- 1987,
nity: Adorno and Benjamín, Londres, Dialéctica negativa (1966), Madrid, Tau-
Roudedge, 1991. rus, 1992 .
; Theodor W. Adorno, Negative Dia Teoría estética (1970), Madrid, Taurus,
léctica, trad. de E. B . Ashton, Londres, 1992.
R o u tle d g e , 1973 (re im p r, e n b o ls illo Reacción y progreso, B a rc e lo n a , T u s-
1990). quets, 1934.
3 Véase Jacq u e s D erada, Dissemtna- Terminología filosófica, 2 voís., Madrid,
tion, trad, de Barbara J o h n s o n , Chicago, Taurus, 1937 y 1991-
University o f Chicago Press, 1981, pági Tres estudios sobre Hegel, ¿Madrid, Tau~
n a 219, (Trad, esp.; Madrid, F u n d a m e n rus, 1991.
tos, 1975.) Actualidad de la filosofía, B a rc e lo n a ,
4 Adorno, Negativa Dialectics , p ág i Paidós, 1992.
na 109. l a ideología com o lenguaje, Madrid,
5 Ibíd. Taurus, 1992,
6 Adorno, Negative Dialectics, p ág i Sobre Walter Benjamín, Madrid, Cáte
na 95. dra, 1 995.
7 T h e o d o r Adorno, Prisnis* trad. de
Sam uel Weber, Cambridge. Mass., M IT
Press, 1931, 4,1 impr. 19^8, págs, 30-34,
OTRAS LECTURAS
H Ibfd., pág. 34.
9 Adorno. Negativo Dialéctica, pági-
* na 95. B Susan, The Origins ofNega-
u c k -M o r s s ,
10 Ibíd., pág, 352. tive D ialectics , S u s s e x , H a r v e s te r
11 ibfd., pág, 13- Press, 1977.
13 Ibtd., pág. 15. J la te Marxism, ortbe
a m e s o n , Frederick,
Ibíd., pág. 130. Persistence o f the Díatectic, Londres,
u J b i d pág. 14. Verso, 199^.
15 Theodor Adorno, Mínima Moralia , R o s e , Gillian, The Melancboty Science ,;
trad de E. F, N. Jephcotc, Londres, Verso, Londres, Macmilínn. 1935.
197tí, 3.1 impr, 1935, pág. 16 .
15 T h e o d o r Adorno, Aestbetic 1Ijeory,
trad. d e C. Lenhardt, Londres, R ouded-
g e & Kegan Paul, 1934, pág, 155.
17 P e te r O sb orn e, -Adorno an d the
H aanah Arendt
m etap h y sics o f m odernism : T h e p ro -
b lem o f a “postm odem ” An-, e n Andrew
Benjam ín (ed.), The Probtems ofM oder- H an nah Arendt fue u n a te ó ric a de
nity; Adorno and Benjavún , Londres, la p o lítica m uy c o n tro v e rtid a y q u e
Routledge, ed, de bolsillo, 1991. pág. 2Ü, d e m o stró gran valentía e in te lig e n cia.
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q u e la h iz o f a m o s a y e s t a b l e c ió su ju n to a Ja lu cha contra el e je r c ic io d e
r e p u ta c ió n c o m o estudiosa e in te le c p o d e r a rb itra rio q u e e llo f r e c u e n t e
tual— fu e Los orígenes deí lotaliinris- m e n te s u p o n e . En e fe c to , a u n q u e la
m ot p u b l i c a d o e n 1 951. C laram en te ley n o e s b u e n a en sí m ism a, verse
i n s p ir a d o p o r los terribles a c o n t e c i privad o d e eJla es una indignidad tan
m ie n t o s d e l H o lo c a u sto , s ó lo el últi in calificab le q u e , m u chas v e c e s , es
m o t e r c io d e la prim era e d ició n ana p r e fe r ib le la situ ació n d e un crim inal,
liz a d ire cta m e n te el a s c e n s o del p o r q u e c o n s titu y e u na c o n d ic ió n le
n a z is m o y el e s lalin ism o . Los dos p ri gal, a u n q u e s e a mínima- La pérd id a
m e r o s te r c io s d e la obra perfilan lo de d e r e c h o s h u m a n o s c o m o p e r s o n a
q u e A ren d t co n sid e ra p reced en tes sin e s ta d o e q u iv ale , p u e s, a la p é rd i
h i s t ó r i c o s d e l m o d o to t a lit a r io d e da d e le g a lid a d , «de iodos Eos d e r e
c o m p o r t a m i e n t o p o lític o , e s p e c i a l chos*-, P ara A rendt, otra c o n s e c u e n
m e n t e en 1 a m e d id a en qu e a fec ta n al cia d e la p riv a c ió n d e u na c o n d ic ió n
p u e b lo ju d io c o m o parias h istóricos. civil n o e s tan to la pérdida d e la li
En la s e g u n d a p arte del libro, Arendt b e rta d y e l d e r e c h o d e p e n sa r, c o m o
a n a liz a c ó m o el im perialism o introdu Ja pérd id a del d e r e c h o a ía a c c ió n y
jo u n a e s tr u c tu r a administrativa en la la o p in ió n , p o r q u e la a c c ió n y la o p i
q u e la e f i c a c i a s e c o n v irtió , p o r si n ió n s o n e s e n c ia lm e n te c o m p ro m is o s
s o la — -in d e p e n d ie n te m e n te d e los fi p ú b lic o s q u e e x ig e n el r e c o n o c im ie n
n e s p e r s e g u i d o s — , e n el e le m e n t o to d e los d e m á s s e re s h u m a n o s c o m o
p r in c ip a l, m á s im p o rtan te , d e s d e lu e c o n d ic ió n sin e qu a non p ara su e je r
g o , q u e las v id a s y el b ie n e star d e los c ic io . E s te a rg u m e n to a n u n c ia el la r
p u e b l o s . c o l o n i z a d o s . La h o r r i b l e g o e s t u d i o y a n á l is is d e la a c c i ó n
m e z c l a d e r a c is m o y m asacre ad m i c o m o a lg o e s e n c ia lm e n te p o lític o e n
nistrativa s e u n e n e n c ie n o s a s p e c to s el s ig u ie n te lib ro de A rendt, l a con
d e l im p e ria lis m o * d ición h u m a n a ( 1 9 5 8 ) .
Los p u e b l o s sin estado, d em u e stra P a ra re s u m ir , lo q u e A ren d t d e
A ren d t, p l a n t e a r o n p ro b le m a s in s u n o m in a 1a «calam idad d e los q u e n o
p e r a b le s a las n a c io n e s e stad o e n el t ie n e n d e r e c h o s * in c lu y e n o s ó lo 1 a
p e r io d o d e e n tre g u e rra s. Privados d e p é rd id a d e d e r e c h o s hum anos- e s p e
, c iu d a d a n ía y, p o r tanto, de identidad c íf ic o s ( e l d e r e c h o a la libertad, a la
legal, io s p u e b l o s sin e stad o s e con» igu aldad , a la felicidad, e tc .), p o rq u e
v ie rte n e n v íc tim a s p osib les d e la ac* é s to s s ó lo t ie n e n s ig n ific a d o d e n tro
c i ó n a r b itr a r ia d e la p o lic ía , a c c ió n d e u n a c o m u n id a d c o n c re ta ; s in o la
q u e s e s a í e d e los límites d e la ley. El p érdid a de la le y p e r se, la co m u n id a d
o b je t i v o p a s a a s e r el orden, y n o la p e r se-. *No la pérd id a d e d e r e c h o s es»
ley. A q u í, A ren d t e m p ie z a a d e m o s p e c í f i c o s , p u e s , s in o la p é rd id a d e
trar q u e un r ie s g o e sen cia! d e lo q u e u n a c o m u n id a d d isp u esta y c a p a z d e
d e fin ir á c o m o totalitarism o e s su e s g a ra n tiz a r c u a lq u ie r d e r e c h o , ha s id o
f u e r z o c o n c e r t a d o para d e sp o jar a sus la c a la m id a d q u e ha a f e c ta d o c a d a
v íc tim a s d e to d a ap a rie n cia d e iden ti v e z a m a y o r n ú m e ro d e p e rso n as-*.
dad, ta n to civil c o m o p s ico ló g ica. P or Los d e r e c h o s h u m a n o s a b s t r a c t o s ,
c o n s i g u i e n t e , s u g ie re , más im p o rta n r e c o n o c e A ren d t d e a c u e r d o c o n Ed-
te q u e g lo r if i c a r lo s d e re c h o s de las m u n d B u r k e , los d e r e c h o s q u e e x is
p e r s o n a s d e n t r o d e un estado legal - ten p r e s u n ta m e n te c o n in d e p e n d e n
m e n te c o n s titu id o e s el esfu e rzo para cia de c u a lq u ie r c o m u n id ad , n o s o n
s a lv a r la s d e se r' a n o m a lía s l e g a l e s , d e r e c h o s , e n realidad .
232
ARENDT
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AREN DT
234
ARENDT
235
HABERMAS
O t r a s lectu ra s
Iling. Entre 1 9 5 6 y 195 9 fu e asiste n te
de T h e o d o r A dornó en F ra n cfo rt.
Amor mtindi: Ex-
B e r n a v e r , Ja m e s (ed.), Posteriorm ente ha s id o p r o f e s o r d e fi
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Hannab Aretidt, Boston, Nijhoff, 1937. P la n c k en Starberg,
Bow en -M oore, P a tric ia , H an n a b C o m o otro s m ie m b ro s d e la E s c u e
A rendt’s Pbilosophy o f Natality, B a- la d e Francfort, H ab erm as h a e stad o
singstoke, MaoniJlan^ 1989. fu e rte m en te influido p o r las o b r a s d e
C a n o v a N, Margarec. H an nab Arendt:
Hegei y Marx. Sin e m b a rg o , a d iferen
A Reinterpretation o f bar P otitical
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K H an
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dotjif Sidney, Alien & Unwín, 1989. C o m o e n el c a s o d e W e b e r , H aber-
K a t e b , George, Hannab Arendt: Politics, m as c re e q u e la prim era g e n e r a c ió n
Cbnscience, Evilt Oxford, Martin Ro- d e Ja E scu ela s e e q u iv o c a b a al c o n
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M a v , D erw en t, H annah Arendt . Har- c o n la ‘ racion alid ad d e acción», una
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c o n fu sió n paralela a otra: la -se p a ra
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Search f o r a new Potiticai Pbilosophy,
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Pbilosophy, AJbany, State Universiry m ina e l «mundo vital», q u e es el e n
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Tlada, Gabriel M asooane, Politics and vidual.
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fia, T em ple Universiry Press, 1980. m a n e n t e d e H e g e l. A m ita d de los
habermas
2 3 7
HABERMAS
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HABERMAS
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HABERMAS
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HABERMAS
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LACLAU
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LACLAU
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1
LA C IA U
o ia tradición. Los a n ta g o n is m n
oos ms ae y c o n t in g e n te . No p u e d e p e n
c o n v i e n e n en una p ráctica d e d e s c e n s a rs e q u e s o n - la m a n ife s ta c ió n in ev i
tra liz a ció n ; p ero la d e s c e n tra liz a c ió n tab le d e 1a lu c h a d e c ia s e s , ni p ro b le
s ó l o e s p o s ib le a través d e irnos c e n m as e c o n ó m ic o s . T o d a v ía m enos
tro s q u e s e form an p o rq u e la e s tr u c p u e d e n c o n s i d e r a r s e la a rtic u la c ió n
tu ra n o está n u n c a p o r c o m p le t o e n d e s p la z a d a d e una c ia s e o b r e r a cuyo
e q u i lib r io . Los c e n tr o s s e f o r m a n a o t r o n o m b r e e s - n e c e s id a d - y cu y o
trav é s de los an tag o n ism o s y la d is lo d e stin o h is tó ric o se ría eí de asu m ir el
c a c ió n d e Jo estructural. P or ú ltim o, ia p o d e r e n in te ré s del c o n ju n to de 1a
r e p r e s e n t a c i ó n n o p o d ría s e r t o t a l s o c ie d a d p a ra in d icar el c a m in o a la
m e n t e transparente p o rq u e eJlo pro- e r a del s o c ia lis m o . P o r el contrario,
¿ v o c a r ía la d e sap arició n d e Ja p ro p ia s u g ie re L aciau , la é p o c a c o n te m p o rá
r e l a c i ó n de re p re s e n ta c ió n . Hn otras n e a e s el p e r io d o e n el q u e la políti
p a la b r a s , para qu e la re p re s e n ta c ió n c a ( q u e ta m b ié n r e c ib e los n o m b re s
; sacar a Ja vista lo re p re s e n ta d o , d e -p o d e r- y - c o n t i n g e n c i a - ) , c o m o
S e s p r e c is o que asum a cierta o p a c id a d . a c c ió n a u tó n o m a , ha lle g ad o a asumir
C o m o s e h a advertido c o n fr e c u e n - su lugar le g ítim o e n io s asu n tos hu
I c í a , e s te estilo d e p e n s a m ie n t o e s tá m a n o s , a h o ra q u e Ja e r a d e lo s deter
i e n d e u d a co n la te n d e n c ia a n tim e ta - n i n i s m o s p a r e c e h a b e r lle g a d o d e
■ f ís ic a y an tíe sen cia iista q u e s e o b s e r - fin itiv am en te a su fin. En e s te c o n t e x
j v a e n ja filosofía d e D errida. En su e s - to, Lacíau p u e d e afirm ar q u e -la c o n s
I f u e r z o para su p erar u n p e n s a m ie n to titución d e la iden tidad s o c ia l es un
■I q u e q u e d a f á c i lm e n t e a t r a p a d o e n a c to d e p o d e r y la iden tidad, c o m o
) u n a u o tro de los e x tr e m o s d e u na tal, es poder-*. .
; o p o s i c i ó n (a v e c e s estéril) d e b id a a Ja U na c o n s e c u e n c i a fu n d a m e n ta l de
j ríg id a ad h esió n a la ley de la c o n tra - e q u ip arar id e n tid a d y p o d e r e s q u e el
i d ic c ió n , Derrida b u s c a ia «impureza*. yo h ip o té tic a m e n te a u tó n o m a que
■ D e f ie n d e u na ló g ic a b a sa d a , s im u ltá caracteriza a la tra d ició n n o n e a m e r i-
n e a m e n t e , e n el u n o y el o t r o . Sin c a n a d e l in d i v i d u a l i s m o s e v u e lv e
; e m b a r g o , e s te e n fo q u e h a o b te n id o Ja p r o b le m á tic o . P a r q u e , c o m a h e m o s
¡ r e p u ta c ió n d er se r -apolítico-. A e s te visto, s u p o n e r q u e e l individuo es an
¡ r e s p e c t o , lo más a s o m b r o s o del p e n - te rio r a la s o c ie d a d y , p o r tanto, una
i s a m i e n t o de Laciau e s q u e c o n v i e n e e s p e c i e d e m ó n a d a a u tó n o m a y ais
\ la s in tu icio n e s de D errida e n la b a s e lada resulta tan in c r e íb le c o m o p e n
5 p a r a q u e lo político p u e d a reiv in d icar s a r q u e n o h a y n a d a m á s q u e u na e s
; d e fin itiv a m e n te su s d e r e c h o s , V erda- tru ctu ra s o c i a l q u e d e te r m in a a los
j d e r a m e n t e , e n Ja in t e r p r e t a c i ó n d e individuos en su p e c u lia rid a d . El plu
\ L a c ia u , c u a lq u ie r fo rm a d e d e te rm i- ra lism o fu n d a d o en e s t e c o n c e p t a de
n i s m o o e s e n c ia lis m o e q u iv a le a la in d iv id u alid ad a u tó n o m a p a sa a s e r
m u e r t e d e la política. s e n c illa m e n te el re v e rso s im é tric o del
T e n ie n d o e sto e n c u e n ta , la a m b i e lítís m o ; p lu r a lis m o y e litis m o son,
c i ó n d e Laciau e s d e m o stra r q u e las p u e s, d o s c a ra s d e la m ism a m o n e d a
; c u e s t i o n e s y los m o v im ie n to s e s e n - d e te r m in is ta : a m b a s te rm in a n , a su
! c í a l e s en la p o lític a c o n t e m p o r á n e a m anera, c o n la p o lítica. Si los m itos
i — c o m o el fem in ism o, la e c o lo g í a , el c o n a s o c ia c io n e s m eta física s ( c o m o ei
! m u lticu ítu ra lism o y el m o v im ie n to m ito del p ro le ta ria d o p ro d u c id o p or
! p a c if is t a ™ d e b e n in te rp re ta rse c o m o las c o n d i c i o n e s e c o n ó m i c a s e n el
f a c t o r e s constituidos de fo rm a a u t ó m a rx is m o y el m ito del individuo ais-
246
!
í
LACLAU
247
TOURA INE
24 S
TO URA JNE
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T O U R A IN E
250
TOURAINE
lo s m o v im i e n t o s s o c i a l e s c o i n c i d e n id a d e s e s e n c ia lm e n t e d e o r ie n ta
c o n la d e s a p a ric ió n d e las so cie d ad e s c ió n s e cu la r y e x c lu y e toda finalidad.
m uy estratificadas y jerárquicas. Ello Sin e m b a r g o , e n su co m p ro m iso con
n o q u iere d e c ir q u e s e haya logrado el p ro g re s o , ía m odernidad n o e x c lu
ía igualdad total, s in o qu e ha ha b id o ye u n p o s ib le fin d e la historia, p e s e
u n e n o r m e c r e c i m i e n t o d e la c l a s e a q u e d i c h a p o s ib ili d a d p a r e c e r í a
m ed ia e n ías s o c ie d a d e s industrializa an u lad a p o r el pred om in io de la ra
das d e O c c id e n te , y las barreras s o c io n a lid a d in stru m en tal. Esta última
c iale s s e ven c o n s ta n te m e n te d erriba — la zw eckrationnalitát de W e b e r, o
das, p re c is a m e n te , p o rq u e el tipo de racion alid ad de m ed ios y fin es— lle
fo rm a ció n s o c ia l q u e se ve aho ra va a la v a lo ració n de Jos m ed ios; los
p u e d e in te r v e n ir p a r a m o d ific a r su m e d io s ( te c n o ló g ic o s , cien tífico s, ló
prop ia estructura. J u n t o a ía d e s a p a g ic o s , e t c .) s e convierten en fin e s. La
rición d e las s o c ie d a d e s de clases y ra c io n alid ad instrum ental predom ina
jerarquías rígidas, s e han d esvanecid o m ie n tras sig u e n e n vigor los valores
las c o n d ic io n e s o b je tiv a s q u e d e te r de razón , libertad, m étodo, u n iv ersa
m in a n la a c c i ó n ' p o r e je m p lo , a la lis m o y p r o g r e s o d e la Ilu s tra c ió n .
m an era de la re la c ió n m arxista entre Ig u a lm e n te , el y o o individuo, c o n
in fra e stru ctu ra y su p ere stru ctu ra . c r e ta d o en el ciu dadano, s e convierte
D a d o q u e ahora la a c c ió n determ ina en el ce n tro d e la a c c ió n política y s o
las c o n d ic i o n e s , el s o c i ó l o g o d e b e , cial y d a a la era m oderna su co n s ti
admitir que e s im p o s ib le estudiar ios tu ció n h istórica distintiva.
m o v im ie n to s s o c ia le s sin verse in v o C o n la lle g a d a d e la E s c u e ta d e
lucrado en e llo s . C o m o d ice Tourat- F ran cfort, la obra del primer Foucault
n e , la fría o b jetiv id ad n o e s capaz de y, ú ltim am en te, los -postmodernos-, la
e n tra r e n c o n t a c t o c o n el calo r del razón , tan to instrum ental c o m o uní”
m o v im ie n to s o c i a l . La a c c ió n d e b e v e rsal, el su je to , las id e o lo g ías y ía
estu d iarse d e sd e dentro, p e ro ello n o n o c ió n d e valores definitivos están s o
significa qu e eí investigador adopte la m etid os a gran des presiones. Se c o n
id eología d e los a c to r e s . J u s to al c o n sid era q u e la m odernidad prod uce las
trarío. El o b je tiv o e s llegar a una -in o p re s io n e s q u e está intentando s u p e
v e rs ió n -, q u e T o u r a in e d e n o m in a rar; la razón instrumental p are ce e n
-conversión*. El investigador lo aplica, gendrar una trivialización de la vida, y
e n prim er lugar, a s í m ism o, y d e s s e ve al su jeto c o m o el producto de 1a
pu é s ío p ru e b a c o n lo s actores, para i d e o l o g í a , o de u n a c o n f ig u r a c ió n
ap ro x im a r al in v estig ad o r y a los a c e p i s t e m o l ó g i c a c o n c r e ta q u e ah o ra
to re s ío m ás p o s ib íe , c o n e l fin d e está a pu nto de desaparecer.
extraer el m áxim o sig n ifica d o p o sib le C o m o re s p u e s ta , T o u rain e afirma
del conflicto . q u e la c r í t i c a n o r e c o n o c e q u e la
Más re cien tem en te ( 1 9 9 2 ), Touraine m o d e r n id a d e s tá dividida en contra
h a r e n o v a d o e l e s t u d i o d e la m o d e s í m ism a: e s -autocrítica* y 'auto-
dernidad. Para e m p e z a r , ello ha s u destructiva-. Los escritos d e Nietzsche
p u e s to un re g re s o a las definiciones y F re u d son ta m e jo r prueba de esa
p r e d o m i n a n t e s d e la m o d e r n id a d , d iv is ió n , tos m is m o s te x to s q u e se
form u lad as e n io s c o m ie n z o s de la h an u sa d o , c o n frecu encia, en la crí
era m o d e rn a c o n D e sc a rte y la Ilu s tica de la m odernidad , incluyendo Jas
tración. In c lu so e n e s ta lectura, resul q u e e s t á n p r e s e n t e s en los te x t o s
ta claro para T o u ra in e q u e la m o d e r p o s tm o d e r n o s . Además, y con e s p e
251
TOURAINE
232
TOURAINE
e s c ó m o d e b e m o s e n te n d e r el p aso
del y o n o rm a liz a d o al su jeto activo. B o u r d ie u , F o u c a u lt, H a b e rm a s, S im m el.
¿Cuál e s e x a c t a m e n t e el principio so*
bre e! q u e r e s id e e s t e 'm o v im ie n t o ?
¿Es la te o r í a d e T o u rain e la q u e o f r e PRINCIPALES OBRAS DE TOURAINE
c e In b a s e para u n a nueva reflexivi-
dad? ¿O s o n las c o n d ic io n e s m ate ria L ’É vohition du travaíl ouvricr aux usi-
les- es d e c ir, ía p ro p ia acción? nes Renault, París. CNRS, 1955.
Sociología de l'action, París, SeuiL 1965.
Cartas a una estudiante, Barcelona. Kai-
{ N O TAS
rós, 1977,
i Movimientos sociales boy, B a rc e lo n a ,
l
Hacer, 1990.
j 1 Alain T ou rain e, Critique de la mo ~
Crítica d e la m odernidad (1 9 9 2 ), Ma
¡ demité ; París, Fayard, 1992, págs. 1¡?&-
drid, T em as d e Hoy. 1993.
¡ 201 .
¿Qué es la dem ocracia?, Madrid, Temas
i 1 Alain T ouraine, The SelfProduction d e Hoy, 1994.
¡ o f Societyf trad, d e D erek Coltman, Chi-
¡ cago, Universíry o f Chicago Press, 1977,
j pág. 2, La edición francesa se titula Pro-
j duction d e la société , París, Seuit, 1973.
La traducción d e production com o -au- OTRAS LECTURAS
! toproducción» resulta confusa porque,
: ^ n su ob ra posterior, Touraine se esfuer- Alan, «Action, movemenr, and in-
S cott,
j. za p or e x p lica r q u e el ‘yo* es el produc- rervention: Refiections on rhe Socio*
\ e o d e u n a fo rm a s o cial determ inada, logy o f Alain Touraine-, Canadian
: mientras q u e la acción hace referencia Review o f Sociology and Anthropology,
I a un su jeto o u na entidad caracterizados 2, 8 (febrero d e 1991), págs. 30*45-
253
1
La modernidad
257
BENJAMIN
258
BENJAMIN
259
BEN JAM IN
260
BENJAMIN
qu e, a ju ic io de A d o rn o , s ó ío B e n j a p o d ría n s e r la -vida d e s p u é s d e la
m ín p o d ía e x p l i c a r p o r c o m p l e t o . vida- d e la m o d e rn id a d 7.
T o m e m o s n o ta s ó ío d e dos a s p e c to s P o r su p a r te , B u c k -M o r s s ilustra
im p o rtan te s del p r o y e c t o : el p rim e esta cu e stió n c o n exactitud cuando se
ro e s q u e B e n ja m ín b a s a b a e n él la re fiere a la fa sc in a c ió n d e B e n jam ín
r e v o lu c ió n a r q u ite c tó n i c a qu e e l u so p o r u na figura de cera fem enina qu e
del h ie rro y el c r is ta l h a b ía h e c h o se ajustab a el c o r s é en el M usée Gra-
p o s ib le . Los c o m e n t a r i s t a s h an a d ' vin. B u c k -M o r s s o b serv a: «Su acció n
vertid o aq u í, s o b r e t o d o , q u e B e n j a e fím e ra e s tá c o n g e la d a en el tiem po.
mín e s ta b a f a s c in a d o p o r las nuevas Es inm u table y desafía a la degrad a
r e la c io n e s e s p a c i a l e s e n tre in terior y c ió n o rg á n ic a -10. Lo q u e está aún p or
e x te r io r q u e p e r m itía e l e m p le o del e n te n d e r e s c ó m o la figura ríe c e ra
cristal; s e p o d ía lle v a r la c a lle al in — o su e q u iv a le n te estético» visible a
terior y e s e in te rio r e s t a b a a b ie rto al través del la b e rin to d e la socied ad —
e x te rio r. La d i f e r e n c ia e n tr e p ú b lic o p u e d e pasar a s e r la -vida d espu és de
y p r iv a d o s e ib a h a c i e n d o p r o b l e la vida- — la e n c a rn a c ió n — de la h i s
m ática. toria, R e s p o n d e r a e s ta pregunta es
En s e g u n d o lugar» a u n q u e B e n j a e m p e z a r a d e s e n tr a ñ a r la e s fe ra de
mín s e d e d ic ó a d e sarro llar una filo los escrito s m á s e n ig m ático s de B e n
sofía de Ja historia y u na historia s o jam ín.
cial y c u ltu ra l, c o m o h a n in d ic a d o
B u ck -M o rss y M c C o le , s u rg e la c u e s
tión del m e c a n is m o p o r el q u e , en NOTAS
o p in ió n de B e n ja m ín , s e p o d ía re p ro
* Andrew Benjamín, Art, Mimesis and
ducir la m o d e rn id a d , c o m o la e n c a r
tbe Avant-garde, Landres y Nueva York,
n a c ió n e f í m e r a d e la q u e h a b la b a
Routíedge, 1991, pSg. 143. Véase tam
B a u d e la ire , ¿ C ó m o p o d ía n e n te n d e r bién, a este respecto, una visión gene
el te ó ric o y el e s c r i to r d e la tradición ral de la recepción de Benjamin en Jo h n
la m od ern id ad en su varian te capita- McCole, Walter Benjamin an d tbe Anti
lísta'siem pre c a m b ia n te ? P are ce haber nomias o f Tradition, Nueva York, Cor-
acu e rd o s o b r e el h e c h o d e que» en el nell Universíry Press, 1993, págs. 10-21.
sen tid o m ás a m p lio , B e n ja m ín in te n 5 Sobre las repercusiones intelectua
les de la experiencia judía de Benjamin,
tó rec o n c ilia r u na v e r s ió n del m arxis-
véase McCole, Walter Benjamin an d tbe
m o c o n u n a v e r s ió n d e la te o lo g ía
Antinomies o f Tradition, cap. 1, e trving
judía; el e le m e n to m a rx is ta o fre cía un
Wohlfarth, -On som e Jew ísh motífs ín
análisis c lín ic o de la realidad del c a Benjamin-, en A ndrew Benjam ín ( e d j ,
pitalism o y la t e o lo g ía judía ofrecía The Probiems ofM odemity: Adorno and
una e x p lic a c ió n d e c ó m o se e n c a m a B enjam in, L o n d re s y N ueva Y o r k ,
ba la tradición e n la m ás in co rp ó re a •Warwick Studies in Philosophy and Li-
d e las fo rm a c io n e s cu ltu ra les. La c la terarure-, 1991, págs. 157-215.
ve, sin duda, e s e n t e n d e r qu e, para 3 Para un estudio más profundo de
este proyecto, v é ase Susan Buck-Morss,
B en jam ín , la h istoria e s tá incrustada
The Dialectics o f Seeing: Walter Benja
e n la m o d e r n id a d , n o s e p a r a d a de
min an d tbe Arcades Project, Cambrid
ella, y que el o b je t o -original*, produ
ge, M ass., y Londres, MIT Press, 4 -1
c id o en un m o m e n t o d e te r m in a d o , impr., 1991-
c o n tie n e la p o s ib ilid a d d e su re p ro 4 Walter Benjam in, -The work o f art
du cción d e n tro d e é l. La historia o, ín the age o f m echanícal reproduction-,
más b ie n , In c o m p r e n s i ó n histórica, en Ifluminations, írad. de Harry Zohn,
t
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d e te rm in a d o y el m o m e n to d e s e a d o ; B ia n c h o t p ro c e d e e n su escritura c o n
o lv id a r e s sie m p re, en e s t e se n cid o , a r r e g lo al p r in c ip io de q u e el azar
u n a form a d e recordar. pro d u ce incertidum bre e in d e te rm in a
T e n i e n d o e n cuenca la t e n d e n c ia c ió n . A quí e s tá im p lícita u n a c o
d e B ia n c h o t a indicar form as e n las n e x i ó n e n tr e in d e t e r m i n a c i ó n , y la
q u e n o s e p ro d u ce ía finalidad o, al reversibilidad de] tiem p o, e in d e te r
m e n o s , no p u ed e e x p e r im e n ta r s e , m inación , q u e c o rre s p o n d e al tie m p o
v e m o s q u e e l ú ltim o h o m b re , e n el irreversible. M u chos de los te x to s de
libro del m ism o título, e s e n realidad fic ció n de B lan choc p lan te an la c u e s
c o m o codos lo s d e m á s h o m b r e s ; es tión d e si algo ha ocu rrid o o n o : p or
c o m o sí el u ltim o h o m b re — q u e d e e je m p lo , la m uerte de -J- e n l a sen
b e r í a s e r cocalmente sing ular— fuera, tencia d e muerte. O, una v e z m ás, p or
d e h e c h o , un h o m b re co rrie n te. D e l e l azar, hay u n m o m e n to q u e llega y
m is m o m o d o , la -últim a p ala b ra - es s e v a / E n cierto m om en co d e Au mo-
u n a v a ria c ió n de «hay», q u e n o e s una ment uouíu, Claudia p a re c e d e te n e rs e
. p a la b r a re a lm e n te , s in o lo q u e indica y m ira r al n a rra d o r, c o m o in v ita d a
e í s e r del m u n d o en g e n e ra l. La ú lti ■por azar* a h ace rlo . P o co d e s p u e s , el
m a p a la b ra su g ie re algo r e c o n o c id o . a z a r y el m o m e n to v u e l v e n a e s ta r
La ú ltim a p a la b r a r e q u ie r e e x p l i c a p re s e n te s : *en e s e m om en to* e l narra
c ió n , e s d ecir, m ás palabras. d o r v e el rostro d e Claudia «por azar*.
. En la é p o c a de las etapas in te rm e -¿En e s e m om en to? — p re g u n ta e l na-
dia y últim a d e Blanchoc ( lo s te x to s rrador— . ¿Y c u án d o era e s e m o m e n
p o s te rio re s a los años 6 0 ), el azar asu to?*. Existen dudas d e q u e a lg o haya
m e u n a p r e s e n c i a m á s v i s i b l e . La o cu rrid o realm en te. Es u n a e s c e n a d e
m u erte ad qu iere coda su s ig n ificació n i n d e t e r m i n a c i ó n . El a z a r n o p u e d e
s ó lo e n re la c ió n co n ef azar. En l e p a s c o n sid e ra rse s im p le m e n te un s u c e s o
au -d elá , B ian ch o t s e refiere a lo im - a is la d o y d ife re n c ia d o , s in o q u e e x
p r e d e c ib le d e ia m u erte6. P e ro su ela tie n d e su m anto p o r en c im a d el c o n
b o r a c ió n m ás sistem ática del azar s e jun to, c o m o 1a tinta d e u n p u lp o .
e n c u e n tr a en un e n say o s o b re André Si el v e rd ad e ro s u c e s o e s e l azar,
B r e t ó n y el surrealism o7. En él, B la n e s c r ib ir lo equivaldrá, p o r s u p u e s to , a
ch o c h ab ía del azar c o m o un tipo d e e x p lo r a r la in d e te rm in ació n . B ia n c h o t
e x p e r i e n c i a particu lar, en e l q u e e l p la n te a la p e rs p e c tiv a d e q u e la p r o
s is te m a p re d o m ín a m e d e p e n s a m ie n - pia escritura s e a un s u c e s o y, p o r tan
co s e v e sacudido- El azar e s lo q u e to, e s té s u je ta a la in d e te r m in a c ió n .
d e ja fu e ra e l p en sam ien co e x is te n te ; Y a h e m o s v isto q u e e s ta p o s ib ilid a d
e s lo q u e d eja d e lado, sin q u e , p o r s e an u n ciab a e n la idea de la oeuvre
e llo , d e je d e tener e fe c to . La m uerte c o m o p ro d u cto del d e s e o in c o n s c ie n
llega, p e r o el m o m e n to e x a c to e n el te del escritor. H ay un s e n t id o e n eí
q u e lle g a rá e s cu e stió n de azar. P or q u e el escrito r n o va d o n d e le lle v a
c o n s ig u ie n te , en la m edida e n q u e n o su escritura. El e s c r ito r e s c r i b e e n el
s e te n g a en c u e n ta el azar, la m uerte v a c ío : la página blanca, e n p a la b ra s
n o llega; flota en la in determ in ación. d e M ailarm é. Así, en gran p a rte c o m o
En e s te sen tid o tan esp ecífico , p o r el u n a e x p lo ra c ió n del azar, 3a escritu ra
q u e se in teresab an los surrealistas, la d e B ia n c h o t p re s u p o n e q u e n o e x is t e
m u e rte , e s c a p a a una lógica de causa n a d a an terior a e lla ; é s te e s e l s e n t i
y e f e c t o p o r q u e la c au salid ad e s la d o m ás p ro fu n d o d e la n o c i ó n d e so*
m a rca d e la determ inación . Así, p u es, Iedad y au to n o m ía e n la e s critu ra .
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/ Imagine Him, ele Maurice B lan d ió!, recordar. Platón, en Pedro, llam a a la
trad . de J e f f r e y M e h lm n n , N ueva m n e m o te cn ia m em o ria d e fe c tu o s a ,
York, Zone B ooks, 19í>7, sin admitir, al p a re c e r, q u e n o sería
G aiiop, Jane, Intersections: A Reading o f
n e c e s a ria si la m e m o r ia n o fu e ra ya
Sade with Bataitte, Bianchot an d K b-
d efectu osa. La m n e m o te c n ia es, pues,
ssowskíf Lincoln, University o f Nebras-
ka Press, 19S1. una c o n firm ació n del c a r á c te r a rb itra
Hartman, G eoffrey H., Beyond Fomta- rio d el sig n o q u e p r o p o n e S a u s s u re .
fisni: Lücrary Essayst 195S-1970 , New Glas, a ñ o n a D errida, e s t a m b i é n una
Haven, Yale University Press, 1970. e s p e c i e de v e la to r io , d e d u e l o . P o r
L í b e r t s o n , Jo s e p h , Proximity, Leulnas, ú ltim o, Derrida a s e g u ra q u e La tarje
Bianchot, Bataiiie a n d com m unica- ta postal está -im p reg n ad a de J o y c e * :
tion , La H a y a -B o sio n » M. N ijh o ff, •Es s o b re to d o e l m o tiv o d e B a b e l ,
1982.
q u e o b s e s io n a los Envois^, e n e l s e n -
S h a v jr o , Steven , Passion a n d Excess:
tido, en tre otras c o s a s, d e s ig n ific a d o
Bianchot, B ataiiie a n d litera ry
Theory, Taílahassee, Florida Scate Uni c o m o m ultiplicidad de v o c e s , s ig n ifi
versity, 1990. c a d o s ie m p re ab ie rto .
La r e fe re n c ia a D e rrid a n o s r e c u e r
d a que, ad em ás d e c o n s titu ir u n a in-
flu e n c ia fu n d am e n tal e n la literatura
Ja m e s Jo y ce y la crítica literaria d e! m u n d o a n g lo
s a jó n y o tro s lugares, J o y c e h a sido
En su libro s o b r e Ulysses y Finne- a s im is m o fu e n te d e in s p ir a c ió n p ara
g a n s Wakc \ J a c q u e s D e r r id a relata n u e v a s ideas, el c e n tro p a ra u n a n u e
q u e J o y c e e s ta b a p r e s e n t e en su pri va c o m p r e n s ió n d e la e s c r itu r a e n el
m e r libro, la In tr o d u c c ió n al Origen s ig lo XX: u na fuerza q u e h a p ro d u ci*
d e la geom etría d e H u sserl ( 1 9 6 2 ) , y d o la re e v a lu a c ió n d e la r e la c ió n e n
ta m b ié n en u n e n s a y o fu n d a m e n ta l, tre arte y realidad. La r e fe r e n c ia a D e -
*La farm acia d e Platón-, p u b lic a d o p or r r íd a nos recu erd a ta m b ién que
p r im e r a vez e n 1 9 6 8 2. D e rrid a c o n fir e x is te n p o c o s filósofos o e s c r ito r e s e n
m a ad e m ás la im p o r ta n c ia d e J o y c e la ú ltim a parte del s ig lo XX e n q u i e
p a ra e n te n d e r sus o b r a s Glas { 1 9 7 4 ) n e s n o h aya in flu ido — c o n s c i e n t e o
y í a tarjeta p ostal ( 1 9 3 0 ) . F r e n t e a] in c o n s c i e n t e m e n t e — J o y c e , A u n q u e
sig n ifica d o u n ív o c o de H u sserl, D erri- é s t e e s c r i b ió varías o b ra s im p o rta n te s
d a p re s e n ta el « e q u ív o c o gen eraliza* — com o D u blin ers (D u b lin c ses) y
d o - d e J o y c e 3. *La fa rm a c ia d e Platón- A P ortralt o f the Artist a s a Young
s e re fiere a T h o t ( p r e s e n t e e n F in n e * M an (Retrato d el artista a d o le s c e n
g a tis Wahe), el d ios e g i p c i o d e ía e s te) — t a d e m á s d e Vfysses y Finnegattts
c r i t u r a , q u e , s e g ú n P l a t ó n , f u e el Wake, a q u í v a m o s a c e n tr a r n o s e s e n
in v e n to r del falso re cu e rd o ,, el re c u e r c ia lm e n t e en estos d os ú ltim os te x to s,
d o c o m o n e m o te c n ia ( e n o p o s ic ió n al p o r q u e s o n los q u e h an e je r c id o m a
r e c u e r d o vivido). T h o t e staría p r e s e n y o r in flu e n c ia e n el p e n s a m ie n t o y la
t e c o m o in sp ira c ió n del p r o c e d im ie n literatura.
to m n e m o té c n ic o e n el q u e se p u e J a m e s J o y c e n a c ió en D u b lín
d e n forjar n e x o s e n tr e los e le m e n to s e n 1 882. Asistió a la C lo n g o w e s School
m á s diversos. En d ic h o p r o c e d im ie n y el B e lv e d e r e C o lle g e de d ic h a c iu
to, lo im p ortan te e s n o c re a r el p r o d a d , a n t e s d e o b t e n e r u n títu lo d e
p i o o b je t o en la m emoria» s in o e l a b o le n g u a s m o d e r n a s en U n iv e rsity Co-
r a r u n p r o c e d i m i e n t o q u e p e r m it a U eg e, ta m b ié n e n D u b lín . C u a n d o se
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dades concretas de la escritura, com o causalidad. Eso es lo que les hace in
las frases— cuenten por sí mismas en determinables, La narrativa clásica del
su relación con otras. En este senti siglo MX sigue el principio de causa
do, la poesía es la presentación defi lidad com o verosimilitud al pie de la
nitiva de un estilo. Si H om ero co nsti letra. Todo tiene una razón y hay una
tuye un telón de fondo estructural o razón para todo. Aunque J o y c e , en
narrativo para Ulysses, es preciso in p a n e T también apoya ía verosimilitud
terpretarlo com o una estructura abier en Ulysses, la mayor parte de la.nove
ta cap az de acom odar una serie casi la —-su asp e cto más innovador— la
infinita de hechos, Y p o co s co m en ta desafía. Cualquier duda sobre ia pos
ristas han dejado de señalar la cuali tura de j o y c e se desvanece en F in n e -
dad poética de la escritura de Jo y ce; gans Wake ,
un ejem plo fundamental que se cita Ulysses, co m o proclamó constante
es el m onólogo de Molly B lo o m en el m ente J o y c e , es el -relato- del día,
liitim o ca p ítu lo . Sin e m b a r g o , son Pero no se refería sim plem ente a que
m e n o s los que han sido cap aces de los hechos de la novela ocurran du
vincular eí estilo de Jo y c e al proble rante el día. T a m p o co querta decir
ma de la escritura con el q u e lucha que ía vista sea el sentido más usado
ba. El estiio es su respuesta a la cu es en la obra. También quería explicar
tión de cómo h a cer q u e aparezca la que, en cuanto a su sintaxis, su gra
contingen cia en la novela. Si los au mática, su vocabulario y su estructu
tores realistas dei sigio XDí s e esforza ra oracional, Ulysses os perfectamente
ron p o r hacer que los detalles contin legible. Es decir, en un nivel inmedia
g e n te s parecieran necesarios para ei to, Ulysses se comunica con el lector.
c o n ju n t o dei te jid o n arrativo de Ja Para m ejor com prend er lo que está
novela, la estrategia de jo y c e es, por e n ju eg o en Finnegans Wake, d e b e
el contrario* poner e n peligro la posi mos regresar previamente a un frag
bilid ad misma de ¡a n arració n , h a mento clave de la novela anterior. En
cien d o que los detalles contingentes ella, Step h en Dedaius reflexiona s o
s e a n relativ am en te a u tó n o m o s, su bre un tema que también es impor
bordinados a nada más que su p ro tante para Homero; 1a naturaleza de
p i a e x is t e n c ia ( p o é t i c a ) . Para una ¡a paternidad. -La paternidad — afirma
sen sib ilid a d d e cim o n ó n ic a , J o y c e Stephen— puede ser una ficción le
h a ce Jo im posible: basa sus novelas gal, ¿Quién es e] padre de cuaíquier-
en la contingencia y la indeterm ina hijo para que cualquier hijo le ame o
ción. Ésta surge precisam ente porque él am e a cualquier hijo?*10. Stephen
ia estructura narrativa com pleta, fun prepara eí terreno para la idea de que
dada e n una lógica de causalidad, no la paternidad está llena de incerti
es nunca más que parcialmente visi d u m b re , a u n q u e só lo s e a p o rq u e,
ble. Los hechos que ocurren por azar, para e m p e z a r nadie puede estar a b
de forma contingente e im p red ed b íe, solutam ente seguro de quién es su
no tien en un origen discernible. J o y padre. Si, en segundo lugarT es a tra
c e desarrolla el a sp e cto activo y ha vés dei principio del padre com o se
b lad o dei lenguaje, más que, e n ter da un nom bre, la incertidumbre men
m inología de Saussure, el Indo de la cionada se vuelve incertidumbre res
Zangue, el sistema fijado. Los hecho s p ecto 2 la propia identidad. Como ha
de habla son e n principio, co m o el ■ destacado el psicoanálisis, eí princi
azar, únicos. D esafían la lógica de la pio de! padre — el nom bre dei pa-
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PRINCIPALES OBRAS DE JO Y C E
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culpa cristiana. Este tema nos permiti nados por la ética de la igualdad y el
rá mencionar otro; la relación entre ap eg o a la utilidad q u e va con ella,
actitudes activas y reactivas. La morali íos que están en el m ercado quieren,
dad cristiana propone un p rin cip io todos, la misma cosa. -Ningún pastor
fundamental de 'igualdad entre indi y un rebaño. Todos quieren ío mis
viduos humanos. La dificultad, señala mo, todos son lo mismo: quien pien
Nietzsche, reside en que la vida m ues sa otra cosa se dirige voluntariamente
tra q u e hay diferencias: d ife ren cias a la locura-*1. El rebaño, in exo rab le
entre fuertes y débiles, ricos y pobres, m e n te reactivo, n o p u ed e co n ce b ir
dotados y mediocres, hombres y mu ningún otro fin q u e el de ser felices.
jeres; en realidad, la vida tiene todo Se trata de la felicidad que va obliga
tip o de diferencias im aginables. Sin toriamente asociada a la igualdad y ía
embargo, para mantener ia ilusión (es utilidad. La m uchedum bre pide a Za
decir, eí ideal) de igualdad, el cristia ratustra que les lleve al Hombre Defi
nism o inventó la culpa, o -mala c o n nitivo, inventor de ia felicidad. Zara
cien cia -, que s e verían o b lig a d o s a tustra representa al hom bre superior,
aplicarse a sí mismos aquellos que se que, com o superación de todo idea
co n sid e ra se n d ife ren te s e n s e n tid o lismo en favor de la vida, es también
p o sitiv o . Porque, con su d ife re n cia [a su peración del hombre; porque ei
(especialmente ía sensación de su p e hom bre también e s un ideal que no
rioridad), resultarían ser responsables corresponde a nada en ia realidad. El
d el sufrimiento de otros. p e n sa m ien to reactivo, sin em bargo,
Dentro de! esquema nietzscheano, d e s e a ia felicidad, n o los riesgos y
la culpa es la marca del pensam iento el su frim ie n to q u e fr e c u e n te m e n te
reactivo, eí pensamiento de los débi acom pañan a la creatividad y origina
le s , n o n e c e s a ria m e n te d é b i l e s en lidad. El h o m b re definitivo (equ iv a
sen tid o físico, sino en el sen tid o de le n te al h o m b re e n g e n e ra l) es un
quienes no pueden aceptar ia vida tal hom bre reactivo; el hombre superior,
co m o es, quienes s e dejan,tgobernar b superhom bre, es el individuo activo
p o r ei resentimiento y tienen que in con la determinación de ser creativo
ventar ideales para ocultar sus debili y evitar q u e su vida se sum erja en
dades, La culpa, en suma, es el arma la é tica calculad ora de la igualdad,
q u e emplean íos m enos dotados c o n C o m o ejem plo del hom bre superior,
tra los espíritus libres y originaíes que Zaratustra n o puede — casi por defi
alcanzan frecuentemente nuevas abu n ic ió n — s e r c o m p re n d id o ; p o rq u e
ras. En vez de intentar eíevarse a esas encarna el pensamiento horizontal y,
nuevas alturas para m antener la igual co m o consecuencia, su lenguaje pue
dad, niegan que dichas alturas e x is de traducirse raras v eces al habla nor
tan. En su obra más poética y famosa, m a l.. Es d ecir, eí p e n s a m ie n t o del
A sí habló Zaratustra, Nietzsche hace ho m bre superior es poético.
q u e é s t e — ejem plo de *hombre supe La figura de] hombre superior aícan- .
r i o r ™ baje de la m ontana a habíar za su apogeo en La voluntad de p od e
c o n la gente en el mercado. C o m o la río, publicada póstumamente, Es inte
g en te que está en el m ercado e n tie n resante el hecho de que Nietzsche se
de sólo el lenguaje de la utilidad (el caracterizaba a sí mismo com o un pen
íe n g u a je dei valor de c a m b io y el sador postumo, en quintaesencia: un
cálculo), nadie íogra entender a Zara p e n sa d o r desafinado co n su época,
tustra, y le toman por un loco- D o m i A pesar de ser póstumo, este íibro es la
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Asi habló Zaratustra (1SS3, 1SÜ4* 1885), sidera que kv objetividad es m ascu
Madrid, Alianza. 1994. lina, evocan las preocu p acion es femi
Más ¿iHá del bien del mal (1886), Ma- nistas de Irigaray; sus texto s sobre
drid! Alianza, 1994.
dinero e intercam bio reproduce algu
La genealogía de la moral (1887), Ma
nos de los intereses de Mauss y Ba-
drid, Alianza. 1994.
taille; y su teoría dei su ceso y la críti
El crepúsculo de los ídolos (preparado
para su publicación en íS8Í3; 1.a ed. ca del r e a lism o e n la m o d e rn id a d
1889), Madrid, Alianza, 1994. recuerda al prim er Barthes.
El anticristo (preparado para su publica Aunque m u ch o s de sus contem po*
ción en 1888; l . J ed. 1895)> Madrid, ráneos le consideraban un académi*
Alianza, 1994. co idiosincrásico y una afrenta para la
Ecce Homo (preparado para su publica universidad por su estilo de ensayo
ción en 1888; l , a ed. 1908), Madrid, indocumentado y su e le c ció n de ma*
Alianza, 1994,
terias «prosaicas», visto retrospectiva
Aurora, Madrid, M. E., 1994.
mente, Sim m el resulta un pensad o r
innovador y original que vio la n e c e
sidad de analizar los fenóm en os so
Ato p u b lic a d o p o r N ietzsche
ciales co ntem porán eo s y estar infor
mado filosóficam ente. Aun más; para
La voluntad de poderío (f r a g m e n to s s e
le c c io n a d o s d e [o s c u a d e r n o s d e Nie*
Simmel, escribir so b re ía sexualidad,
rz s c h e d e ía d é c a d a d e 1880; ].* e d . el dinero y la sociabilidad era tam
e n 1901; e d , a m p lia d a 1906), M ad rid , bién un m odo de vivir dichos fenó
Edaf, 1981. menos» A través de sus análisis — so*
bre todo, Philosophie des Geldes (La
filosofía del dinero) y «La metrópolis
OTRAS LECTURAS y la vida mental-— , Simmel se hizo
famoso poi su retrato so cio ló g ico de
K a u fm a n n , Walter,Nietzsche: Pbiloso- [a conciencia en Ja modernidad, una
p h er , Psycbologist, Antichríst, Nueva conciencia q u e s e sabía individuali
York, Vmtage, 196í>, dad autónoma.
M a g n u s , Bemd, M íller , S t a n le y y MtiEUR,
Nacido en Berlín e n 1358, Simmel
• Jean-Pierre, Nietzsche's Case: Pbiloso-
fue el m enor de siete hijos. A lo largo
phy as/and Literature, Nueva York,
de. su vida insistió e n que nadie, en
Londres, Routledge, 1993-
N eham as , Alexander, Nietzsche: Life as casa de sus padres, tenía idea de una
Literature, Cambridge, Mass., Harvard cultura g en u ín a m en te intelectu al, y
University Press, 1985. que fue un amigo ce rca n o de la fami
lia, el editor musical Julíus Friedlan-
der, quien le mantuvo durante gran
parte de su vida a c a d é m ic a . En la
Georg Sim m el Universidad de Berlín, a [a que [legó
en 1876, Simmel estudió psicología,
Com o Georg Sim mel es c o n t e m p o historia, filosofía e italiano. En 1881
ráneo directo de Ferdinand de Saus- obtuvo su doctorado con un ensayo
sure, Sigmund Freud y Ém ile Durk- titulado «Descripción y valoración de
h e ím r muchas ten d en cias dentro de distintas opiniones de Kant sobre la
sus ideas se cruzan co n tem as de los naturaleza de la m ateria-. D urante
pensadores de su tiem po. Sus escritos quince años, hasta 1900, Simmel e n
sobre la sexualidad, e n los que c o n señó como Privatdozent en la Univer
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basa en ia idea de que toda relación Por ía misma razón, también es posi
im personal es, en p o ten cia, una re* ble el cinismo, !a sensación de que
J a c i ó n de m e d io s , m i e n t r a s q u e no existen valores elevados. Es típica
otra forma de abordar la cu estió n es de la actitud cínica la co nv icció n de
d e cir que el co n ce p to de p ro fe sio n a que todo se puede comprar.
l i z a r o n — vivir gracias al propio ta C o m o el din ero e s tá privado de
lento— es un p roceso g en eral igual cu alidad es, actúa de e stím u lo para
m ente plausible y p ro d u cid o p o r fa todo tipo de posibilidades. En el e s
e c o n o m ía de dinero. cenario m oderno, é ste es el sentido
D entro de un gran v olu m en de re en el q u e el dinero permite una ma
fe r e n c ia s h istó rica s, e tn o g r á f ic a s y yor libertad. Com o instrumento libe
psicológicas, Simmeí d estaca fas que rador, el dinero produce la d esp erso-
considera características fundam enta nalización porqu e tiende a arrancar a
le s del dinero. Lo más im portante es las personas de los profundos lazos
q u e el dinero, co m o ya h e m o s dicho, afectivos que Jes hacen más c o n s cie n
e s eJ principio de e q u iv alen cia o m e tes de su 'libertad personal*. Paradó
diación, que por sí so lo n o tie n e va* jicam ente, Sim mel d ice que la ind e
íor. Su significado se halla e n lo que pendencia de tos lazos afectivos q u e
p u ed e comprar. Ello n o q u ie re decir inicia el dinero provoca también cier
q u e el dinero, mal em pleado, n o p u e ta d ependencia resp ecto a los demás.
d a convertirse e n un fin. P e r o una P orque el dinero -nos ha dado ía úni
e c o n o m ía m onetaria p le n a m e n te d e ca posibilidad de unir a las personas
sarrollada es la que está sie m p re en e x clu y en d o todo lo personal-3. Así,
m ovim iento, y e n la que rara v ez se aunque hay cierta sensación de s o le
acum ula el dinero. dad en 1a ciudad m oderna, engend ra
Otro rasgo clave del din ero e n el da por ia ruptura de los lazos afecti*
análisis de Simmel es q u e , c o m o prin vos, informales y sociales, cuando se
cip io de equivalencia, es totalm ente lleva eJ in d iv id u a lism o a su form a
abstracto, una pura forma. Com o tal, más co m p le ja y desarrolJada, in c r e
p u ed e tener infinitos c o n te n id o s . En m enta el co n tacto con los dem ás y,
e s te sentido es un instrum ento de li por tanto, pu ed e aumentar la p ro ba
bertad, porque, al co n trario q u e en bilidad de q u e s e fo rm e n v ín cu lo s
una situación de trueque, m u chas c o em ocionales con un círculo de g en te
sas diferentes .pueden te n e r el m ism o más amplio.
v alo r de cam bio. Com o el dinero es Con el desarrollo d e la e con om ía
tam bién una forma de co sificación , es monetaria, la co nd ición de la mujer
un c o n o cim ie n to del v a lo r a través se transforma. Con la elim inación del
del precio. carácter cerrado de la vida familiar,
El dinero sirve tam bién para nive las mujeres pueden entrar en la esfera
lar, Destaca lo que las co sas tienen en pública co m o trabajadoras rem unera
co m ú n . Por consiguiente, p u e d e c o n das. El auge del m ovim iento fem inis
ducir a ía actitud hastiada e n la que ta, afirma Simmel, se debe indudable
se ha perdido el sen tim ien to del va m ente al h e c h o d e que los av ances
lor: -Aquel de q u ien se ha apod erad o te c n o ló g ic o s , aco m p a ñ a d o s de una
el hecho de q u e la m ism a cantidad de división del trabajo más intensa, han
dinero puede procurar todas las p o h e ch o q u e gran parte del trabajo de
sibilidades que o fr e c e ía vida puede las mujeres en el hogar sea redundan
tam bién acabar de vuelta de todo*1. te. En efecto , cuanto más se diferen*-
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SIMMEL
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so llers
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SOLLERS
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SOLLERS
Con sus últimas obras, Soliers preten Francis Potige ou la Raison á plus haut
de constituir la excepción, no median prixt París, S e g h e rs , Col. -Poetes
te la v i o l e n c ia 'd e una im aginación d'aufourd’hui-, 1963.
Drame , París. Seuil, Te! Quel, 19¿5.
desbocada, sino a través del respeto
Nombres, París, Seuil, Tel Quel, 196S.
hacia una realidad q u e, a su juicio,
Logiques, París, Seuil, Te! Que], 1968.
está desapareciendo rápidamente. Se La escritura y la experiencia de los limi
trata de la realidad de las múltiples tes (197 \X Valencia, Pre-Textos, 1977.
identidades que asumen tanto eí escri Lois, París, Seuil, Tel Quel, 1972.
tor com o el agente secreto. H, París, Seuil, Tel Quel, 1973-
Sobre eí m aterialism o, Valencia, Pre-
Texios, 1978,
Notas Paradis f París, Seuil, Tel Quel, 1981.
Visión en Nueva rc?ri{1981), Barcelona,
Kairós, 1982.
1 Phtlíppe Foresc, Philippe Soliers, Pa
Mujeres (]9S$), Barcelona, Lumen, 1985.
rís, Edición® du Seuil, 3992, págs. >9-61.
Retrato del ju g a d or (1984), Barcelona,
Aunque Forest se refiere sobre todo, en
Lumen, 1988.
reaiidad, a Le Pare, el término es reve
lador respecto a la obra de Soliers en su
Paradis II, París, Gallimard, 1986.
Théorie des exceptiüTis, París, Gallimard,
conjunto.
Folto/Essais, 1986.
1 Philippe Soliers, *La poésie, oui ou
El corazón absoluto (1987), Barcelona,
non- (1965), en Logiques, París, Seuil,
Lumen, 1992,
Col. Te} Que!, 3968, págs. 198-205-
} Philippe Soliers, -Philippe Soliers: Les Folies frangatses, París, Gallimard,
"ébranler le syseéme”* (entrevista), Ma- 1988.
gazine Eittéraire, 65 (1972), pág. 12. LeLysd'or ; París, Gallimard, 1989.
La Fetaá Venise, parís, Gallimard, 1993-
* Véase Eíisabeth Roudinesco, Ja c -
q u eslacan & Co., trad. de Jeffrey Mehl- Le Rire de Rome, París, Gallimard, 1992.
man, Chicago, Chicago University Press,
El Secreto (1 9 9 3 ) , Barcelona, Lumen,
1990, pág. 26. 1994.
s Philippe Soliers, Vision á New York
Entretiens avec David Hayman , París,
Grasset, 1981, pág. 100. OTRAS LECTURAS
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I
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La postmodernidad
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J e a n B a u d r illa r d p róxim o a la forma de funcionamien
to del lenguaje. Por último, a partir de
En una sociedad dominada por la la mitad de los años 70, sus escritos,
producción, afirma Je a n Baudrillard, em p ezan d o por Intercam bio sim bóli
la d if e r e n c ia e n tre v alo r de uso y co y muerte, m uestran que B au dri
v alo r de cam bio tiene cierta impor llard ha asumido las consecuencias,
tancia* D e s d e luego, durante algún q u e él juzga radicales, de la omnipre*
tiem po, Marx pudo ofrecer una expli s e n d a del código en las sociedades
c a c i ó n re la tiv a m e n te p lau sible deí de la modernidad reciente. El código
c re c im ie n to del capitalism o usando se refiere, sin duda, a la informatiza-
só lo estas categorías. El valor de u s o , ció n y la digitalización, pero también
de un o b je to sería su utilidad, en té r-j es fundamental en física, biología y
m inos marxistas, respecto a la s a t is - ! otras ciencias naturales, donde permi
f a c c i ó n de c ie r ta s n e c e sid a d e s;9 el if te una reproducción perfecta del o b
valor de cam bio, por otro lado, se r e - ; je to o situación-, ésa es la razón de
feriría al valor de un producto en e l: q u e el código permita dejar de lado
m ercad o , el o b je to medido con a r r e -: lo real y abra paso- a lo que B a u d r i-'
gJo a su precio. El. objeto del valor de tlard ha d esig n a d o , de forma b ie n !
ca m b io es lo que Marx denominó el conocida, com o ■hiperreaÜdad*. ;
o b je to e n forma de mercancía. Aunque Baudrillard prefiere no po-'
Partiendo de la reevaluación y cri s e e r a n tec ed e n tes1, es posible asegu
tica de la teoría económ ica deí objeto rar que nació en 1929 en Reíms. Sus
e n Marx, so b re todo en relación con abuelos eran campesinos, pero su fa
el c o n c e p t o de «valor de uso*, Je a n milia hizo la transición a la vida ur
Baudrillard desarrolla ía primera gran b an a y em pleos en el fúncionariado.
f a s e d e su o b ra co n una teoría de No era un am biente intelectual; Bau
b a se sem iótica sobre la producción y drillard trabajó duramente en el lycée
e l.o b je to , que destaca el «valorde sig para com pensarlo y se convirtió en el
no- de los o bjetos. En la segunda eta p rim er m iem b ro de su familia que
pa, Baudrillard afirma que incluso el hizo un trabajo intelectual serio. Aun
co n c e p to de signo com o vehículo de que intentó obtener la agrégation, no
sig n ificad o y contenido es demasiado lo logró, co m o tam poco obtuvo nun
reductivo; ei Saussure de los anagra ca un puesto permanente en la uni
mas* e n el que las palabras parecen versidad (actualm ente está jubilado).
surgir de forma misteriosa y casi má P erso n a lm en te , Baudrillard prefiere
g ic a m e d ia n te las letras, está más considerar su vida com o un «estado
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BAUDRILLARD
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m u y rea les de los cambios en las for LÉcbange symbolique et la Mort, París,
m as sim bólicas y materiales, y ello re Gallimard, 1976,
su lta im portante en un mundo cada Pour une critique de réconom iepoliti-
v e z m á s do m in ad o por la e x a g e r a
que du signe, París, Gallimard, 1976.
Olvidar a Foucault (1 9 7 7 ), Valencia,
ció n y la o fu scación en los medios de
Píre-Textos, 1993-
m asas. Seguramente, el límite de Bau-
A la som bra de fas mayorías silenciosas,
dríllard d e b e hallarse en ei propio lí Barcelona, Kairós, 1973.
mite d e la cie n cia moderna» Y éste De ia seducción (1979)* Madrid, Cátedra,
c o n s is te en q u e eí código no domina 1989.
aún de m an era uniforme; ía réplica Simulacros et sim ularon, París, Galilée*
c ló n ic a de ía realidad social que tan 1981.
e f ic a z m e n te presenta Baudrillard no Estrategias fa ta le s (1 9 3 3 ), Barcelona,
es cierta todavía. Seguimos viviendo, Anagrama, 1991-
e n p arte, fuera del aícance del có d i
La izquierda divina (1935), Barcelona,
Anagrama, 1985.
go; e s o es lo q u e demuestra, en reali
América (1986), Barcelona, Anagrama,
dad, el Ju rassic Park de Steven Spíel-
1987.
b erg , au n q u e por fin esté presente el Eí otro p o r si mismo, Barcelona, Anagra
p rin cip io de su dominación. ma, 1988.
Cool Memories (1987), Barcelona, Ana
grama, 1989-
N O TA S La guerra del golfo no h a tenido'lugar,
Barcelona, Anagrama, 1991.
-t> Cultura y simulacro, Barcelona, Kairós,
1 Véase,. por ejemplo, su respuesta a
una carta de Mike Gane, en Mike Gane ' 1993-
( e d .) , B au drillard Ltue, Selected Inter l a ilusión delfín. Barcelona, Anagrama,
views, Londres y Nueva York( Routled- 1993-
ge, 1993, pág. 6.
1 V é a s e je a n Baudrillard, For a Criti
que o f the Political Economy o f tbe Signt OTRAS LECTURAS
trad. de Charles Levin, San Luis, Telos
Press, 1931, pág- 66. G an e , Mike, Baudrillard: Criticai an d
5 J e a n Baudrillard, Tbe Evil Demon o f Fatal Theory, Londres, Routledge,
Images, trad, de Paul Patton y Paul Foss, 1991.
Sid ney , P o w e r Insticute, 1981, pági G a n e , Mike, Baudrillard‘sBestÍary. B au
nas 14-15. drillard a n d Culture, Londres, Rout-
íedge, 1991. . ..
Kellnek, D ou g las, je a n B au drillard.
VÉASE TAMBIÉN EN ESTE LIBRO From Marxism to Post-Modemism an d
B eyond (1 9 B 9 ), Cambridge, Polícy
J Bataiiie, Lyotard, Mauss, Press, 1989.
Heterology and tbe Post-
P e f a n is , Julián,
m odcrn , B ataiiie, B au drillard a n d
Lyotard, Sidney, Alien & Unwin, 1991.
P r i n c i p a l e s o b r a s d e B a u d r il l a r d
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vicia de Kafka, en y para ia escritura más profundam ente, vive c?/isu escri
— u n a vida p arcia lm e n te revelada, tura, e incluso está formado por ella
co n gran fuerza e intensidad, en sus en sentido físico. Es 3a escritura com o
D iarios — , suscita la cuestión de lo g asto de cierta cantidad de energía
q ue podría significar verdaderamente sin o b te n e r nada a cambio. Algunos
para alguien el h e ch o de estar dedi e le m e n to s de la biografía de Kafka
ca d o al arte en general, y a la litera confirm an e ilustran lo que está en
tura en particular, e n el siglo XX. ¿Por juego. Por ejem plo, en lugar de c o n
qué es una pregunta tan difícil de res vertirse e n un escritor profesional y
ponder? ¿Por qué no se puede decir, vivir de ello, Kafka Siguió trabajando
sen cillam en te , que algunas personas en la oficina de seguros del gobierno
sie n te n la llamada de la vocación de durante el día y escribiendo sólo de
-escritor-, com o otros so n abogados o n oche, o al final de la tarde. En s e
m édicos? Una respuesta gira en torno gundo lugar, c o m o es bien sabido,
a lo q u e el escritor se siente llamado Kafka declaró a su albacea literario,
a h a ce r, com o escritor, e n la sociedad Max Brod, que quería que se quem a
m o d e rn a. Si s e conform a con adap ran todas sus obras ( c o n ciertas e x
ta r s e a las n o rm as c o n v e n c io n a le s c e p cio n e s). Del mismo modo que el
s o b r e la escritura, n o hay ningún pro origen de los h e ch o s en sus obras de
blem a; las puertas del periodismo y la ficción está en vu elto en las brumas
escritura, en géneros muy e stableci del enigma, tam bién lo está dicha s o
dos (p o r ejemplo, la novela ele d e te c licitud. ¿Por q u é habría hecho tai pe-
tiv e s), e stá n abiertas para él. Pero, t ic ió n K a fk a , q u e e n su le c h o d e
c o n razón o sin ella, desde mitad del m uerte segu ía corrigiendo las pru e
siglo XVM ha aparecido en la sociedad bas de uno de sus libros? Gracias a
m o d e rn a la categoría de ia literatura. q u e M ax Brod se n eg ó a cumplir el
La literatura, al m en o s desde un pun d e seo de su protegido e n é ste a sp e c
to de vista determinado, es la -cano to tan im portante y, por el contrario,
n iz ación * de la escritura verdad era s e p ropu so p u b licar sus obras co m
m e n t e extraordinaria. En ei caso de pletas e n cin co volúm enes, Kafka se
Kafka, ello implica la consagración de ha h e c h o in m o rta l; su escritu ra ha
su e x p e r i e n c i a m á s ín tim a. D ich a pasado a se r literatura. Por fin o b tu
co n sa g ració n , el h e ch o de que la e s vo re co n o cim ie n to con arreglo a sus
critura s e haga literaria, provoca una propios términos, pero, trágicamente,
te n sió n muy profunda. Porque, cuan n o vivió para verlo. ■
do el escritor ha jugado sus cartas, ha A unque in d u d ab lem en te hay ele^
q u e m a d o sus naves, lo ha arriesgado m entos en la ficció n de Kafka que se
t o d o y ha p r e p a r a d o e l e s c e n a r io prestan a una lectura alegórica y, por
para desafiar las co n v e n cio n e s más tanto, a una utilización política, se
arraigadas del arte de su tiempo, pue puede decir q u e la obra de Kafka tie
de n o lo g ra r -e l re co n o cim ie n to ; n e c o n s e c u e n c i a s p o lít ic a s , s o b r e
p u ed e q u e todo ello no haya servido to d o , de una form a más ind irecta,
para nada. Es p reciso contar co n la m ed ian te la valoración del ejercicio
posibilidad del mayor fracaso. 5e ha de la escritura. La escritura’ de Kafka,
a p o s ta d o m u ch o , y la te n ta ció n de no es com prom etida co m o la de Sar-
llegar a un compromiso es muy fiierte» tre; la verdad ideal necesaria para esa
D e s d e esta p erspectiv a, un autor p o sició n política está ausente en ia
no só lo vive para su escritura,-sino, ficción de aquél. En reaiidad, la im
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LYOTAR D
Lyotard: Writing
B e n n in g t o n , Geoffrey,
tbe Event, Manchester» Manchester
NOTAS University Press, 1988.
D e s c o m b e s , Víncent, Aíodert; Frencb
1 Jean-Fran^ois Lyotard, Tfje Postmo- . Phyhsopby, trad. de L, Scott-Fox y
d em Condition: A Repori on Knowledge, J . M Harding, Cambridge, Cambridge
trad. de Geoffrey Bennington y Brian Universicy Press, 1980, págs. 180-186
Massumi, Mmneapolis, Universicy of Min y passim,
nesota Press, 3984, 6." impr., pág. 37. P e f a n is , Julián» Heterology and tbe Post-
z Ibfd., pág. 45. m odem : Bataille, Baudrillard, an d
J Ibid., pág. 47. Lyotard, Stdney, Alien & Unwin, 1991.
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Colección Teorema
Serie m ayor
T ÍT U L O S PU BLIC A D O S