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Edwin Moncada

Infografía escenario °1

El concepto de la ética a lo largo de la historia


El origen de la palabra ética proviene de la raíz griega “ethos”, que en sus inicios
significó el “origen”, y que fue cambiando con el paso del tiempo hasta referirse a
la manera de un individuo resultado de sus experiencias.
Los griegos fueron los iniciadores de las observaciones científicas y de la
percepción del mundo a través de los sentidos es decir, que los conceptos del bien
y el mal están atravesados por las enseñanzas, la sensibilidad y los sentidos de
los individuos.
Sócrates tenía una posición centrada en el famoso texto de los diálogos de su
discípulo Platón, el cual se puede sintetizar de la siguiente forma: la virtud está
dada por el conocimiento, de esta forma, una persona será virtuosa si tiene
conocimiento y así sabe de qué se trata la virtud, solo así puede discernir entre el
bien y el mal.
Concepto de algunos pensadores:
Bertrand Russell: Expuso la idea de que los juicios morales expresan deseos
individuales y que estos deseos se convierten en hábitos sociales.
Martin Heidegger: planteaba que no existía un concepto de moral basado en el
conocimiento y la virtud (entendida como verdad divina), aunque alguno puede
surgir en el futuro.

Clases de observación de la ética


Antiguamente la ética estaba más regida por los preceptos religiosos a partir del
conocimiento de la ley de Dios y en la modernidad, ha sido reemplazado por la
autopercepción del individuo y de la interpretación del mundo subjetivo, que hace
que los actos estén basados en conceptos éticos completamente personales.
Ética de la virtud
En la ética de la virtud, los conceptos y las calificaciones morales surgen del
interior del individuo. Es decir, las acciones del individuo están dadas con respecto
a las reglas que regulan su comportamiento en la sociedad y en los lineamientos
morales que rigen sus acciones y pensamientos internos.
Hedonismo
Es el principio de la ética que rige todas las actitudes y comportamientos del ser
humano, tomando como base la búsqueda constante del placer y el rechazo del
dolor. De esta forma, todas las actuaciones de los seres humanos se basan en
este principio y los lineamientos éticos que rigen sus acciones van dirigidos a la
consecución de estos preceptos.
Estoicismo
Para la escuela estoica, el mayor bien y anhelo del ser humano es la consecución
de la alegría y la serenidad por medio de la realización de la observación y la
aceptación de los sucesos de la vida del ser humano, conforme van ocurriendo.
Utilitarismo
Dentro de esta corriente, el precepto ético del ser humano se centra en que su
búsqueda principal debe ser la consecución del bienestar general. Es decir que,
por medio de las acciones basadas en un altruismo moral de ayuda a los demás,
se comprende el concepto ético del bien.
Deontología
La deontología se centra en que un acto está bien, siempre y cuando se ciña y se
atenga estrictamente a las normas previamente establecidas en la sociedad. Es
decir, que en la medida que un individuo realice sus actos y estos sean acordes
con las leyes, normas o acuerdos existentes, estos serán siempre moralmente
aceptables, es decir, serán buenos.
Consecuencialismo
El consecuencialismo es un acto moralmente bueno, del cual se desprenden
consecuencias positivas. Es decir, cuando un individuo actúa moralmente bien, es
cuando sus actos producen un buen resultado, o una consecuencia positiva, la
cual está contemplada y aceptada dentro de un sistema de leyes.
Pragmatismo
Según el pragmatismo, lo ético y lo que está moralmente bien son los actos que
están acorde con las costumbres sociales imperantes alrededor del individuo y con
las leyes que han permitido que estas costumbres sobrevivan a lo largo del
tiempo.
La tradición judeo-cristiana
En la tradición de las religiones judeo-cristianas, la ética está basada, en rasgos
generales, en el cumplimiento de los códigos de comportamiento moral y ético. En
el caso de la religión católica, estos cánones de comportamiento están dados por
el cumplimiento de los diez mandamientos. Así pues, cuando el individuo cumple
con el código de acciones, se actúa de una manera moralmente aceptable y de
acuerdo con la ley de Dios.

El individuo y la ética
Según Manuel Velásquez “una cuestión de no seguir los propios sentimientos.
Una persona que sigue sus sentimientos puede alejarse de lo que es correcto. De
hecho, los sentimientos con frecuencia se apartan de lo que es ético”.
De la ética podemos decir que.
Es teórica: es decir, al hablar de ética se está hablando en un plano puramente
especulativo y con base en supuestos (deber ser).
Es general: es decir, al encontrar los supuestos, estos se convierten en ideas
mucho más tangibles: virtudes, cualidades, normas, leyes, mandamientos o reglas
para el buen vivir del individuo.

Relativismo ético
Teniendo en cuenta las características éticas anteriormente expuestas, ahora es
importante centrar el análisis en el individuo. En este orden de ideas, aparece el
relativismo ético, el cual se refiere a que la orientación ética de los individuos
corresponde directamente a la orientación y a los modelos dados y permeados por
la cultura a la que pertenece, es decir, el relativismo moral habla y se centra sobre
la subjetividad del individuo como forma particular de observar sus actos y de
relacionarse con el mundo y la sociedad a su alrededor.

La ética en América latina


En América Latina, como en todo el mundo, la globalización es el modelo que
impera dentro de la construcción de la economía, las leyes, la cultura y las
políticas sociales. También hace que la producción local y los valores propios
hayan sido desplazados por valores y prácticas traídas desde los centros de poder
político y económico y no han sido acoplados ni adaptados a otras sociedades.

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