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HONDURAS
Facultad de Odontología
Departamento De Prótesis Bucal Y Maxilofacial
Prótesis Removible I
Sección:
1300
Alumna:
Roxana Abigaíl Zúniga Matute
Cuenta:
20141003847
Fecha de entrega:
22 de abril de 2019
Biomecánica de las Prótesis Parciales Removibles
El diseño de las dentaduras parciales removibles tiene por objeto confeccionar que
puedan entrar y salir de la boca y, por tanto, no pueden estar conectadas
rígidamente a los dientes o a los tejidos. El proceso de diseñar consta de una serie
de pasos que conducen a la solución del problema: estos pasos son, identificar la
necesidad, definir el problema, establecer los objetivos del diseño, estudiar la
información y los datos disponibles, formular un diseño racional, investigar y
evaluar las soluciones alternativas y finalmente hallar la solución (es decir, la toma
de decisión y la comunicación de las posibles soluciones).
Las estructuras de soporte de las prótesis parciales removibles (dientes, pilares y
crestas mucosas residuales) son elementos vivientes y están sujetos a fuerzas. El
estudio de las fuerzas inherentes a la cavidad oral es esencial, y debe incluir la
dirección, duración, frecuencia y magnitud de la fuerza. El soporte para la prótesis
removible lo proporciona el hueso (es decir, el hueso alveolar a través del
ligamento periodontal, y la cresta residual a través de los tejidos blandos que lo
recubren). Las fuerzas que se producen durante la función de las prótesis
removibles se pueden dirigir y distribuir ampliamente, y asimismo se puede reducir
su efecto con un diseño apropiado en el que la selección y localización de sus
componentes estén en consonancia con una oclusión armónica.
Los dientes soportan mejor las fuerzas dirigidas verticalmente que las otras, como
las de torsión y las horizontales. Esta observación clínica tiene una explicación
racional, ya que para resistir las fuerzas verticales se activan más fibras
periodontales que para resistir las fuerzas no verticales. Las dentaduras parciales
removibles con extensión distal experimentan una rotación cuando se aplican
fuerzas en los dientes situados encima de las bases. Como esta rotación puede crear
fuerzas predominantemente no verticales, es de extraordinaria importancia
localizar los componentes retentivos y estabilizadores relacionados con el eje
central de rotación de los pilares. Un diente pilar tolera mejor las fuerzas no
verticales si estas fuerzas se aplican lo más cerca posible del eje horizontal de
rotación del diente. Para localizar los componentes de los ganchos más favorables
a los ejes horizontales de los pilares, se debe modificar el contorno de las
superficies axiales de los dientes.
Los retenedores directos funcionan minimizando el desplazamiento vertical, pero
cuando las bases de extensión se desplazan hacia fuera u horizontalmente sobre el
tejido subyacente se produce algún movimiento de rotación. Desgraciadamente
estos movimientos no aparecen de forma independiente sino que acostumbran a
ser dinámicos y simultáneos. El mayor movimiento aparece en las prótesis
dentomucosoportadas, porque los tejidos de soporte deben compartir las cargas
funcionales con los dientes.
Un posible movimiento es el de rotación alrededor de un eje que atraviesa los
pilares más posteriores. Este eje puede estar en los apoyos oclusales o en otra
porción rígida de cualquier complejo de retención directa localizado por oclusal o
incisal a la altura del máximo contorno de los pilares principales. Este eje conocido
como la línea de fulcro, es el centro de rotación cuando la base de extensión distal
se mueve en dirección a los tejidos de soporte al aplicar una carga oclusal. El eje
de rotación se puede desplazar a los componentes situados más anteriormente,
oclusal o incisalmente a la línea de máximo contorno del pilar cuando la base se
mueve separándose de los tejidos de soporte por las fuerzas verticales de desalojo.
Estas fuerzas de desalojo son el resultado del tirón vertical que ejerce el alimento
interpuesto entre las caras oclusales, del movimiento de los tejidos, y de las fuerzas
de gravedad que actúan contra las dentaduras parciales en el maxilar.
Otro posible movimiento es el de rotación alrededor de un eje longitudinal cuando
la base de extensión distal se mueve rotando por encima de la cresta residual. Este
movimiento se contrarresta principalmente por la rigidez de los conectores
mayores y menores y su capacidad de resistir a las fuerzas de torsión.
Un tercer movimiento es el de rotación alrededor de un eje vertical imaginario
localizado cerca del centro de la arcada dental. Este movimiento aparece cuando
la dentadura está sometida a función debido a que la prótesis parcial debe soportar
fuerzas diagonales y horizontales. Esta fuerza queda contrarrestada por los
componentes de estabilización, como los brazos recíprocos de los ganchos y los
conectores menores que están en contacto con las superficies verticales de los
dientes. Estos componentes estabilizadores son esenciales en el diseño de
cualquier dentadura parcial removible independientemente del tipo de soporte y de
la retención directa empleada. Los componentes de estabilización de un lado de la
arcada estabilizan la dentadura parcial contra las fuerzas horizontales aplicadas en
el lado opuesto, y para conseguirlo los conectores deben ser necesariamente
rígidos.
Las fuerzas horizontales siempre existen en mayor o menor grado por el estrés
lateral que se produce durante la masticación, bruxismo, apretamiento u otros
hábitos parafuncionales orales. El estrés lateral se puede minimizar estableciendo
una oclusión en armonía con los dientes antagonistas sin interferencias laterales
durante los movimientos excéntricos de la mandíbula.
En las dentaduras parciales dentosoportadas, el movimiento intrusivo de las base
hacia la cresta edéntula se evita principalmente por los apoyos o topes colocados
en los dientes pilares y, en cierto grado, por las porciones rígidas de la estructura
situadas oclusalmente al ecuador del diente.
En conclusión, el primer movimiento de los tres estudiados se puede controlar bien
las dentaduras dentosoportadas. El segundo movimiento, a lo largo de un eje
longitudinal, se previene por los componentes rígidos de los retenedores directos
de los dientes pilares y por la capacidad del conector mayor de resistir la torsión.
El tercer movimiento posible aparece en todas las dentaduras parciales por ello en
el diseño de cualquier dentadura parcial se deben incorporar todos los
componentes estabilizadores frente a los movimientos horizontales. En las prótesis
con capacidad de movimiento en los tres planos, hay que tener en cuenta que los
topes oclusales solamente proporcionan soporte para resistir el movimiento
intrusivo hacia los tejidos.
En las dentaduras dentosoportadas el único movimiento de importancia es el
horizontal, que se puede contrarrestar por el efecto estabilizador de los
componentes de las superficies axiales de los pilares. Por el contrario, todas las
dentaduras parciales de clase I y clase II, con una o más bases en extensión, no
quedan totalmente dentosoportadas. Ninguna de ellas queda completamente
retenidas por pilares de fijación.