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Y VANGUARDIA EN EL PERIODO DE
ENTREGUERRAS
CURSO 2016-2017
Ana Plaza de Pedro
Los siguientes apuntes corresponden al programa facilitado por el equipo
docente y están elaborados a partir de la bibliografía aconsejada, las
videoconferencias de la asignatura, así como algunas aportaciones y
apuntes de otros alumnos.
El arte de la modernidad se formuló a partir de una serie de cambios diversos, sin una
dirección única, con respecto a la tradición artística académica del siglo XIX. En el tránsito
entre siglos la producción de ciertos artistas y la reflexión que ésta suscitó resultó clave para
los primeros pasos de la modernidad. Las últimas décadas del siglo XIX habían visto un
fenómeno desconocido hasta entonces: el enfrentamiento entre la modernidad y la
tradición, entre la renovación y las imposiciones del academicismo. A comienzos del siglo
XX se va a reflexionar sobre las propuestas que han dejado los pioneros de la modernidad;
en 1900 se inauguró en París la exposición conmemorativa de Seurat, en 1901 tiene lugar
la de Van Gogh, en 1903 la de Gauguin y en 1907 seguirá la dedicada a Cézanne. La visión
de todas estas manifestaciones evidenciará la importancia de la pintura en sí misma, su
valor plástico, y mostrará la imagen artística como reflejo de la realidad interior del artista:
ya no interesa la copia del mundo real porque la fotografía puede dar una reproducción
verídica y objetiva de la realidad; con ello desaparece el valor de crónica que en muchos
casos había poseído la pintura.
Herbert Read1 señaló la idea de que a lo largo del siglo XIX algunos artistas pretendieron ver
el mundo objetivamente, sin implicación de las emociones. El ejemplo podría ser Cézanne.
Por el contrario, otros como los impresionistas, prefirieron verlo subjetivamente según se
ofrecían a sus sentidos. En torno a esas visiones diversas de la realidad, objetivas o
subjetivas, se va a formular el arte de la modernidad.
Todos estos nuevos planteamientos no pueden separarse del contexto de avance y cambio
que define amplias esferas de la realidad de la época, las primeras décadas del siglo, periodo
de transformaciones en el que la idea de progreso influye también en el arte, que buscará
la constante renovación; la idea de adelantarse a la historia se convirtió en un ideal para
las vanguardias. Bajo la idea de renovación, las vanguardias tienen siempre un carácter
experimental. Lo experimental tiene una importancia tan grande que llega a parecer la
única manera de valoración artística. La experimentación se convirtió en método de trabajo
para las tendencias del arte moderno, todas ellas unidas contra la tradición y el
autoritarismo.
Para -entre otras cosas- dar a conocer las pautas que guiaban esos experimentos, los grupos
1
Herber Read (1893-1968). Historiador del arte, escritor, filósofo, poeta británico. Publicó diferentes obras sobre
arte y estética, entre otras Historia de la Pintura Moderna, 1964.
de vanguardia se servían como elemento de comunicación del género literario del
manifiesto. Las vanguardias entendían la práctica artística como producto de una
determinada orientación estética. El artista vanguardista va a elaborar una reflexión
estética para resaltar el sentido de sus obras. Por ello, siempre hay un sustrato teórico y
literario que intenta cambiar el arte a través de la autorreflexión y de la autocrítica de sus
principios y técnicas. Sus obras son claros manifiestos de sus concepciones. Al mismo
tiempo en estos escritos se percibe ese ideal del adelantarse a la historia, de superación y
ruptura con el presente y rechazo con el pasado antes señalado.
2
Éste y otros manifiestos dadaístas y surrealistas se ven en el tema 2.
completamente abstractas cuyo origen había que buscarlo en la mente. La idea del
distanciamiento con respecto al mundo sensible, a la realidad cotidiana que percibimos con
nuestros sentidos, es un aspecto determinante de las vanguardias, pero no sólo como
negación, sino también como nueva interpretación, como puede ejemplificar De Chirico.
Al igual que los Fauves, los primeros expresionistas alemanes de Der Blaue Reiter y los de
Die Brücke acogen esos nuevos criterios estéticos y expresivos que el arte primitivo les
proporciona, para crear con leyes salidas del propio instinto. El tosco lenguaje elemental de
las estatuillas y las máscaras negras, anticlásico y antiacadémico, fascinó a una generación
de artistas que ya no querían identificar lo bello con el rigor formal y el sosiego, sino con la
tensa plenitud vital. En Dresde los miembros del grupo Die Brücke, Ernst Ludwig Kirchner,
Heckel, Schmidt-Rottluff y Emil Nolde, admiraron las tallas de los pueblos primitivos, las
obras del arte etrusco, como manifestaciones del arte preclásico y las incorporaron a sus
obras, que realizadas sobre planchas de madera, acentúan el sentido arcaizante de una
pintura que busca los orígenes, lo primitivo.
Les demoiselles d’Avignon (1907) es para muchos historiadores el inicio del arte del siglo
XX y también del cubismo. En la obra hay referencias a la escultura negra, al arte ibérico, a
la pintura de El Greco y a todas aquellas formas heterodoxas distantes del clasicismo. En su
composición Picasso valora obras que vulneran las normas del clasicismo académico para
crear un nuevo código abierto y libre. Víctor Nieto dice que en “Las señoritas” confluyen la
ruptura con el sistema de representación perspectiva tradicional del objeto y la reflexión en
torno a la validez de modelos que tradicionalmente habían estado al margen de la historia.
La primera etapa del cubismo sirve a Braque y a Picasso para superar la concepción
estructuralista del cuadro que habían tomado de Cézanne, reduciendo el cromatismo a las
tonalidades marrón, ocre, verde y gris. La descomposición en facetas cúbicas del cuerpo y
del espacio, deshace las formas y las cristaliza. En esta etapa de experimentación, con la
descomposición en planos de las formas, destruyen la composición tradicional.
El sistema impuesto por el cubismo fue convertido por el purismo de Amédée Ozenfant
(1886- 1966) y Charles Edouard Jeanneret, Le Corbusier (188-1966), en un sistema de
representación que valora, sobre todas las cosas, los factores constantes. Desde su libro
Aprés le Cubisme (1918) criticaron la evolución que el cubismo había sufrido y teorizaron
sobre la necesidad de establecer que las formas primarias son la base de la composición,
disciplinadas por el dominio constante de la vertical y la horizontal; definen la composición
como la elaboración secundaria de una forma primaria. Sus ideas de abstracción, armonía
y precisión parecen conducir a lo que luego será la arquitectura de Le Corbusier. La técnica
de descomposición en planos también sirvió al representante del orfismo Robert Delaunay
(1885-1941) para desarrollar entre 1910 y 1912 una pintura en la que el color debía evocar
la vitalidad del mundo. Obras como La ciudad de París (1910-1912) muestran su entusiasmo
por los progresos técnicos y los temas tradicionales liberados de su condición de objetos
por el color. Delaunay intentaba ordenar la superficie de las cosas con la omnipresencia de
los colores, para poder obtener así la imagen de una realidad universal del más profundo
efecto. El Cubismo se traspasó a la escultura en propuestas como las de Alexander
Archipenko (1887-1964) o Jacques Lipchitz (1891-1973) quienes aplicaron a sus objetos
escultóricos la simplificación de planos. Pablo Gargallo (1881-1934) se sirvió de la chapa
metálica recortada para conformar unas figuras en las que los planos llenos y vacíos
lograban dar una imagen de volumen de apariencia cubista.
Con frecuencia la pintura futurista ha sido considerada como una derivación del cubismo,
quizá porque varios de los artistas del movimiento, Umberto Boccioni (1882-1916), Carlo
Carrà (1881- 1966) y Gino Severini (1883-1966), adoptaron el lenguaje formal del cubismo
aunque lo utilizaron para sus propios fines. Lo cierto es que procedían del mundo del
divisionismo como atestiguan las primeras obras de Giacomo Balla (1871-1958), de gran
colorido, que tienen ese dinamismo característico de todos los futuristas. El dinamismo, el
énfasis en el proceso de pintar y no en las cosas, la importancia de la intuición y el interés
por reflejar la simultaneidad, tuvieron una enorme influencia en movimientos posteriores,
como el constructivismo, que asimilaron el lenguaje de los planos geométricos en los
carteles de propaganda política, caso de Carlo Carrà en Manifiesto intervencionista (1914),
auténtica propaganda a favor de la participación de Italia en la Gran Guerra. Los futuristas
pretendieron, a través de la captación simultánea del movimiento, alcanzar un nuevo
sentido de la forma y la representación.
Boccioni con Línea única de continuidad en el espacio (1913) crea una escultura que es un
auténtico manifiesto de la concepción escultórica futurista, de sus ideas de desarrollo
espacial, dinamismo y velocidad. Boccioni en el Manifiesto técnico de la escultura futurista
(1912) dirá: ¿Cuándo comprenderán los escultores que esforzarse en construir y crear con
elementos egipcios, griegos o heredados de Miguel Ángel es tan absurdo como intentar
sacar agua de una cisterna vacía con un cubo desfondado. Respecto a la arquitectura,
Antonio Sant’Elia presentó sus proyectos para una arquitectura futurista; sus diseños para
una ciudad industrial fueron la inspiración de otros arquitectos próximos al expresionismo,
movimiento en el que algunos futuristas terminaron. La Gran Guerra se llevó a Boccioni y
Sant’Elia y los supervivientes siguieron un camino en el que dominaba la práctica
propagandística dirigida a la política.
Kandinsky realiza en 1912 su primera acuarela abstracta, que algunos han creído obra
anterior, una creación en la que la línea y el color son el único objeto de la representación,
y que pasa por ser considerada la primera pintura abstracta de la historia del arte.
Procedente del ámbito expresionista, el paso de la figuración a la abstracción en Kandinsky
se ha considerado como una evolución lógica, siendo la preocupación por la mancha de
color, la linea y los trazos puramente pictóricos y esquemáticos una constante que une
ambas etapas. De hecho, en los que fueron pioneros de la abstracción -Mondrian, Kupka,
Delaunay-, sus primeras obras abstractas muestran una clara relación con sus inicios
figurativos. En la marcha de la pintura abstracta pueden distinguirse de manera general dos
caminos:
4. La experimentación con nuevos materiales y lenguajes plásticos.
Si la ruptura de las normas marcadas por la ortodoxia académica posibilitó un progresivo
avance formal que tomó diversas direcciones, en ese discurrir va a tener lugar la inclusión
de nuevos materiales y formas en la obra de arte. Así en el cubismo, en su fase sintética,
Juan Gris, Braque y Picasso simplifican la estructura de sus cuadros, los planos superpuestos
permiten la unión entre el plano pictórico y la profundidad espacial. La inclusión en 1911
de fragmentos de papel o letras, el collage, proporciona a los cuadros un nuevo sentido
plástico, y a la vez estos collages son citas de una realidad que se incorpora como recurso
pictórico. Picasso, al añadir determinados elementos a los cuadros, cartón, madera, cuerda,
papel etc., comienza a crear una nueva modalidad de escultura que nada debe al modelado
tradicional. Su célebre Guitarra de 1912 rompe con el concepto de escultura tradicional,
deja de ser un objeto que se mira para convertirse en un paso más en la investigación de lo
real.
Otra aportación fundamental en este ámbito vino de la vanguardia rusa a partir del camino
de la abstracción en construcciones en relieve que Vladimir Tatlin (1885-1956) convirtió en
emblemas del mundo contemporáneo, del maquinismo y del diseño de objetos industriales
fabricados en serie. Sus planteamientos puramente abstractos venían de la búsqueda de
estructuras formales nuevas y lógicas, consecuencia de las cualidades y posibilidades
expresivas de los nuevos materiales. Hacían arte para una nueva sociedad proletaria porque
creían que un nuevo orden social demandaba formas de expresión novedosas.
Texto:
TEMA 2. NUEVAS VISIONES DEL OBJETO. EL NUEVO SENTIDO DE LA
REPRESENTACIÓN
• Giorgio de Chirico y la pintura metafísica.
• Dada. El Cabaret Voltaire.
• Los inicios del Surrealismo. Arte, literatura y psicoanálisis.
• Nuevos sentidos de la figura y del objeto.
• La identidad revolucionaria. Textos, proclamas y manifiestos
Introducción
En los años previos a la I Guerra Mundial se dan unas condiciones generales que tendrán
consecuencias en la sociedad y en especial en el ámbito cultural y artístico como pueden
ser:
• Cambios en la visión del individuo
• Cambios en los conceptos de espacio y tiempo
• Cambios en la representación de la realidad
• Búsqueda de nuevas formas y propuestas que den salida a las preocupaciones
generadas por los cambios sociales y el ambiente prebélico: Dada, Pintura
metafísica o Surrealismo
En ese orden de cosas y dentro del desarrollo de las diferentes vanguardias se darán
ciertos aspectos comunes:
• Cuestionamiento de los valores tradicionales, el cuestionamiento del propio
concepto de arte y el cierre con la modernidad (rechazan una clase social
disfrazada, y un poder magnificado basados en la ciencia, la razón y la técnica).
• La autonomía total del artista a través de un arte revolucionario en contenidos,
de aquí la imposibilidad del lenguaje, no se sabe representar el mundo real.
• La consideración del objeto como motivo de la representación.
1. Giorgio de Chirico y la pintura metafísica (1888-1978)
Exponente de la pintura metafísica, el pintor de origen italiano inició su formación en
Múnich donde conoce la cultura alemana y se inicia en la filosofía de Nietzsche,
Schopenhauer así como en la pintura de Arnold Böcklin (simbolista).
Más tarde en París (1911) entra en contacto con el cubismo y con el futurismo con el
que experimenta para abandonar pronto por un estilo más personal. En 1913 llega a
exponer en el Salón de Independientes donde Apollinaire denominaría su obra como
“pinturas metafísicas”. Posteriormente al estallar la guerra vuelve a Italia donde, entre
1916 y 1920, comenzará a formular sus obras de contenido metafísico. Se trata de obras
en las que intenta la búsqueda de una nueva realidad donde a partir de conceptos
desvinculados de las vanguardias, y a pesar de utilizar signos icónicos tradicionales,
convergen en un nuevo discurso interpretativo de la realidad mediante un proceso
intelectual basado en Nietzsche y Schopenhauer. Propone un mundo aislado de los
cotidiano donde las apariencias pertenecen a la percepción de las cosas y de los objetos
dentro de una realidad personal y por encima de lo puramente racional. Por ese camino
alcanza la condición de sueño, figuración que parece congelarse en un silencio casi
palpable. A ello corresponden sus obras del primer periodo metafísico con la
arquitectura como protagonista de plazas solitarias con enigmáticas construcciones y
torres, arcadas y otros elementos cotidianos o simbólicos. A partir de 1914 introduce ya
sus maniquíes y caras sin rostro como muestra del vacío psíquico de la sociedad
moderna y tecnológica.
En todas ellas hay elementos comunes:
• Grandes perspectivas tradicionales e ilusionistas que refleja la realidad pero
también la niega.
• Empleo minucioso y cuidado de superficies y volúmenes.
• Conciencia absoluta del espacio que deben ocupar los objetos en el cuadro.
• Detallismo y colores profundos que ayudan a mantener el ambiente escénico
como congelado en el tiempo y en el espacio.
• Potentes y fríos juegos de luces y sombras, signos estos comparativos de
presencias o ausencias determinadas.
• Sus elementos ensamblados y caras sin rostro se relacionan con la carencia de
identidad, con la sociedad moderna y tecnológica que le atormentan. Reflejan
melancolía y objetivación de la figura humana.
Siguiendo a Nietzsche (una obra de arte ha de traspasar los límites de lo humano para
ser verdaderamente inmortal) introduce la voluntad de la potencia creadora. Su arte no
tiene fines cognoscitivos ni prácticos, son formas carentes de sustancia vital en un
espacio vacío en un tiempo inmóvil y eterno1. Su arte proviene de los viejos maestros
1
Texto Zeus el explorador: Los signos externos: habla de la soledad plástica en cuadros de Böcklin,
Lorain o Poussin en los que si bien habitados por figuras se hallan asociados a paisajes de la Era
Terciaria. Página 480
pero a partir de una realidad nueva por encima del tiempo. Metafísica. Carente de
vínculos con la realidad natural o histórica. Dentro de esta dinámica logra resolver una
lucha de contrarios y compaginar términos de arte y vida. Porque la visión que describe
De Chirico no es la del mundo de los sueños sino la de una realidad paralela a la
estrictamente física, al margen de la lógica que podría derivarse de un estado de
seminconsciencia entre la vigilia y el sueño. Según él: todas las cosas tiene dos aspectos,
el aspecto corriente, que vemos casi siempre y que ven los hombres ordinarios, y el
aspecto fantasmal y metafísico, que sólo unos pocos individuos pueden ver en momentos
de clarividencia y de abstracción metafísica. ("Escritos de vanguardia...", p. 161).
En relación a cuál debería ser el propósito de la pintura en el futuro el autor afirmaba
en 1912 que debía ser despojar de todo lo rutinario y aceptado. Para ser una obra de
arte inmortal el autor debía aislarse del mundo por un momento para hacer que las
cosas habituales parezcan nuevas o desconocidas. Como ejemplo explica cómo tuvo la
revelación del cuadro: Enigma de una tarde de otoño (1910): En relación con estos
problemas permítaseme contar cómo tuve la revelación de un cuadro que expondré este
año[…] titulado Enigma de una tarde de otoño. En una límpida tarde otoñal me
encontraba sentado en un banco de la Piazza de la Santa Croce de Florencia. [...] Todo,
hasta el mármol de los edificios y de las fuentes me parecía convaleciente. En el centro
de la plaza se alza la estatua de un Dante [...]. Tuve entonces la extraña sensación de
que estaba viendo todo aquello por primera vez y me vino a la mente la composición del
cuadro. [...]. Ese instante es para mí un enigma y me gusta también llamar enigma a la
obra que de él nació”. (Texto: Meditaciones de un pintor, 1912)
Otras Obras:
- El filósofo y el artista. 1914
- El mal genio de un rey. 1914
- Plaza de Italia. 1915
- Melancolía. 1916
- La habitación encantada. 1917
- El gran manifiesto. 1917
En el texto habla del fundamento de su pintura y sus temas así como preocupaciones
que reflejará en su obra. Comenta cómo se inspiró para crear el cuadro Enigma de una
tarde de otoño estando sentado en la plaza de Santa Croce de Florencia con la estatua
de Dante en el centro.
Habla de las formas arquitectónicas y la construcción de ciudades como fundamento de
la estética metafísica, así como la utilización minuciosa de superficies y volúmenes. Al
igual que los griegos tuvieron particular cuidado en las construcciones en Italia hay
numerosos ejemplos. Apoyándose en Schopenhauer hace referencia al Altar de la
Patria (Monumento de Roma). Repite el concepto de enigma como significado oculto o
encubierto el cual debe descifrarse. Enigma de tiempos antiguos, luces y sombras… Su
concepto de obra inmortal que sobrepasa los límites humanos superando la lógica y el
sentido común. Solo veo lo que está vivo. Según su pensamiento debemos liberar al arte
de todo material reconocible y toda idea tradicional para mostrar lo que habla dentro
de nosotros.
Zeus el explorador 1918
Este texto pertenece a la época en que ya se encuentra en Italia después de la guerra y
ha conocido a Carrà con quien forman la escuela metafísica. Su pintura pertenece a un
periodo donde los temas serán más personales en cuanto a la visión de la soledad, las
figuras impersonales, maniquíes sin rostro y el vacío de la sociedad.
Invita a fijar la mirada y descubrir cada cosa, la imagen clásica imitando, evitando la auto
expresión espontánea, no se interesa por los sueños sino por los fenómenos asociados
que nacen de esas observaciones diarias.
Las estatuas, los símbolos de carácter arquitectónico protagonistas hasta ahora, van a
pasar a un segundo plano y sus nuevos protagonistas son la soledad, los recuerdos, las
cabezas sin rostro, la cabeza del cartón del escaparate del barbero que nos muestra el
vacío psíquico de la sociedad, tema éste también en “el gran guante de zinc coloreado”
del texto de Zeus explorador.
También podemos verlo en esos maniquíes de 1920, o en El gran manifiesto de 1917
donde aparece la carencia de identidad mientras que los demás elementos que escribe
los relaciona con la sociedad moderna y la tecnología que le atormentan, pero además
nos dice que no podemos parar, que somos exploradores para nuevos viajes.
2. Dada. El Cabaret Voltaire.
El movimiento nació en Zúrich en torno a un grupo de exiliados de la guerra y como
manifestación del inconformismo de un grupo de artistas, poetas y escritores que se
darán cita en el Cabaret Voltaire de Hugo Ball, el cual se convertirá en su cuartel general.
Su corta vida -ya que en 1920 quedó subsumido en el Surrealismo en Francia y la Nueva
Objetividad en Alemania- no implica que su amplia y rápida expansión, así como sus
repercusiones en el arte del siglo XX, hayan sido enormes, si bien, hasta décadas
recientes no se le ha dado la importancia merecida.
A diferencia de otras corrientes, Dada surge como respuesta frente a todos los valores
establecidos, empezando por Dada mismo. Su nihilismo es fruto de una oposición a una
sociedad que repudia. Son los años de la primera guerra mundial que con su estallido ha
puesto en crisis todo el sistema de valores y la cultura internacional. Entre esos valores,
el arte mismo, el cual se había liberado de las ataduras del Antiguo Régimen para
depender directamente de las exigencias del mercado de consumo y de una clase
burguesa que ahora se pone en cuestión. Por lo tanto, tenemos ya una de las
características del movimiento, el de ser precursor del anti arte. El propio nombre no
significa nada o por el contrario tiene múltiples significados: si-si en ruso, el rabo de una
vaca sagrada de la india, una palabra encontrada al azar, un caballito de madera… Su
medio de expresión se realiza desde la burla a los valores establecidos y su objetivo es
la provocación y el escándalo. No crea obras ni tiene un programa establecido porque
está en contra de toda norma por lo cual rechaza todas las vanguardias.
El Cabaret Voltaire fue fundado por Hugo Ball quien había sido director de escena y allí
se fueron desarrollando las actividades habituales del grupo formado por Tristan Tzara
poeta, Hans Arp pintor, Marcel Janco pintor, Sophie Taeuber artista, Hüelsembeck
escritor y otros. Allí organizaban actuaciones, poemas leídos en coro o creados al azar
recortando palabras, teatro del absurdo etc. Abarcan amplia gama de prácticas en un
ataque anárquico a toda convención artística. Una de sus características es que apuntan
directamente contra la cultura burguesa a quien entre otras cosas se culpa mediante
sus intereses de la carnicería de la guerra. De ahí que T. Tzara hablara del dadaísmo
como Misa de réquiem de la clase más procaz.
Las actuaciones del grupo dadaísta son intencionadamente desordenadas y
desconcertantes, escandalosas. Al contrario que el futurismo no pretende instaurar una
nueva relación sino demostrar la no voluntad de relación entre arte y sociedad. El
verdadero arte será el anti arte. Con sus acciones inesperadas y molestas lo que se
propone es poner en crisis el sistema dando un contrasentido a cosas que la sociedad
da valor. Renuncian a técnicas específicamente artísticas y no dudan en servirse de
materiales de producción industrial. Con mayor motivo las intervenciones
desmitificadoras afectan a valores canónicos aceptados y transmitidos como Duchamp
quien le pone bigotes a la Gioconda LHOOQ 1919.
La última representación de Hugo Ball y del Cabaret fue El obispo mágico en 1916.
Después de esto Ball abandonó Zúrich y será T. Tzara el nuevo instigador del dadaísmo
quien publicará el Primer manifiesto en 1918.
Otros centros Dada:
- Berlín con ramificaciones en Colonia y Hannover. R. Hüelsembeck funda el Club
Dada Berlín en 1917. Integrantes: R. Hausmann, Hüelsembeck, G. Grosz
(colaboradores de revista Die Aktion opuesta a Der Sturn), K. Schwitters
(Hanover)
- En París el traslado de Picabia y Tzara les pone en contacto con escritores
franceses (Aragon, Breton, entre otros). André Breton publicará el Primer
Manifiesto en 1924. Integrantes: Picabia, Tzara, Breton (jefes de fila), Febemont,
Duchamp, Man Ray, Arp, Crevel, Cravan, Eluard entre otros.
- En N. York se darán cita algunos de los exiliados europeos (Picabia2, Duchamp).
Allí se reunirán con personalidades americanas en torno a Alfred Stieglitz quien
organizó la exposición del Armony Show de 1913. La culminación sería en 1917
con la exposición de la Central Gallery donde Duchamp expuso su Fuente con la
firma de Mut.
Principales características y aportaciones del movimiento en el campo artístico:
• Happening, intervención del espectador
• Ready-made. Man Ray (plancha), Duchamp (botellero)
• Collage (de origen cubista). Hausmann (inclusión de letras), Hannah Höch
(recortes de figuras humanas)
• Fotomontaje. Georges Grosz, R. Hausmann, Man Ray (rayogramas) Kurt
Schwitters (fotomontaje abstracto y géneros híbridos: Merz)
2
Picabia aparece tanto en París como en N.Y porque prácticamente participó en todos los grupos. De
ascendencia cubana nació en Francia, se inició en el cubismo, en la década de 1910 estuvo en N York en
varias ocasiones. Después permaneció en Zurich donde formó parte del grupo Dada. En 1917 funda la
revista dadaísta 391 en Barcelona y más tarde en París con la colaboración de Breton. Ya establecido en
Francia a partir de 1925 desarrolla su pintura en el surrealismo.
Algunas obras:
- Fuente. Duchamp 1913
- El gran vidrio. Duchamp 1913-1936
- ABCD. R. Hausmann 1924
- Cabeza mecánica. Hausmann 1920
- La plancha. Man Ray 1921
- Retrato de Rrose Selavy (alter ego de Duchamp). Duchamp fotografiado por
Man Ray con sombrero neoplasticista (perteneciente a la novia de Picabia). 1921
- Esculturas collage en madera de H. Arp
- El ingeniero (collage). Grosz 1920
- Figuras de recortes de H. Höch
- Corte con el cuchillo de cocina en la barriga cervecera de la República de
Weimar. H. Höch 1919
2.1 Transcripción videoconferencia en relación al tema Dada.
Los orígenes de Dada se remontan a la actividad de una serie de exiliados de la gran
guerra en Zúrich, durante 1916. Es por ello que su aparición puede explicarse por la
frustración y el desengaño que producía una cultura que en su máximo momento de
esplendor no acertaba sino a producir la más cruenta de las guerras conocidas. Y todo
ello enmascarado con ideales altisonantes y falsamente gloriosos. En el mundo de la
cultura y el arte de entonces comenzaban a detectarse síntomas de malestar y
enrarecimiento ya desde el siglo XIX, lo que preanunciaba claramente muchas de las
actitudes que adoptaría posteriormente el dadaísmo. Por ejemplo: el divorcio entre arte
y sociedad a partir del momento en que se instala en el poder la burguesía
revolucionaria y pierde sentido la profecía de liberación del arte: el artista se había
independizado ideológicamente durante el Antiguo Régimen, pero su liberación estaba
mediatizada por las nuevas exigencias del mercado, convirtiéndose por ello en un
productor especializado más y perdiendo significado moral su papel social. Así
despojado de su contenido de identidad social, el artista había comenzado desde el
romanticismo a producir actitudes un tanto rebeldes que abarcaron desde un arte al
servicio de la sociedad hasta una sociedad al servicio del arte, en un radicalismo máximo
de enfrentamiento artista-sociedad.
Dada no significa nada, según afirma Tristán Tzara en su “Manifiesto dada 1918”, y en
su mismo nombre estaba contenida parabólicamente la historia general de movimiento
que difícilmente podía ser definido cuando carecía de objeto. Aquí se advierte el
voluntario equívoco del término Dada. La palabra fue descubierta de modo accidental
por Hugo Ball y por R. Huelsenbeck (“En avant Dada: una historia del dadaísmo, 1920”)
en un diccionario alemán- francés cuando buscaban un nombre para la cantante
Madame Le Roy. Les impresionó por su brevedad y capacidad de sugerencia, y pronto
llegó a ser el lema de todo el arte producido en el Cabaret Voltaire. “Dada es inmovilidad
y no incluye pasiones. El arte no posee el valor divino y universal que la gente gusta de
atribuirle. El arte no es la manifestación más preciosa de la vida. La vida es algo mucho
más interesante y Dada introduce el arte en la vida diaria. Y viceversa. En arte Dada
reduce todo a una simplicidad inicial. [...]. La sencillez se llama Dada” (T. Tzara,
Conferencia sobre Dada 1924.).
En sus orígenes fue un movimiento de negación de unos jóvenes artistas que,
horrorizados por la violencia de la guerra entre sus patrias, al mismo tiempo no podían
lamentar la desorganización de una sociedad convencional que ignoraba los muchos y
nuevos movimientos artísticos de la época. Esta reacción tomó cuerpo en forma de
insurrección contra todo lo pomposo y convencional en las artes, y contra las fórmulas
impuestas por el hombre. “Ball y yo habíamos sido extremadamente activos en la
difusión del expresionismo en Alemania; Ball era amigo de Kandinsky, en colaboración
con el cual intentó crear un teatro expresionista en Munich, En París, Arp había estado
en estrecho contacto con Picasso y Braque, las dos principales figuras del movimiento
cubista, y se hallaba totalmente convencido de la necesidad de combatir toda forma de
concepción naturalista. T. Tzara, romántico internacionalista, trajo consigo desde su
Rumanía natal una ilimitada capacidad literaria, y nos introdujo en el futurismo [...] En
aquella época el arte abstracto era para nosotros equivalente a la dignidad más
absoluta, [...] El naturalismo no era otra cosa que una infiltración psicológica de la
burguesía en la que veíamos a nuestro enemigo mortal [...] toda imitación del arte con
la naturaleza es una mentira.”(Richard Huelsenbeck, “En avant-Dada: una historia del
dadaísmo, 1920).
Los dadaístas no tenían dirigentes, teorías ni grupos organizados. Tan sólo en 1918, tres
años después de la aparición de su actividad, apareció el manifiesto ya nombrado de T.
Tzara, pretendiendo explicar en qué consistía el movimiento.
Este movimiento fue fundado por Hugo Ball (1886-1927), actor y autor de teatro alemán,
en el café concierto Cabaret Voltaire que dirigía él mismo en Zurich. Otros artistas que
se unieron al movimiento fueron Jean Arp (1887-1966) artista alsaciano, Tristan Tzara
(1886-1963) poeta rumano, Marcel Janco (nacido en 1985) artista rumano, y Richard
Huelsenbeck (nacido en 1892) poeta alemán. Revistas como Cabaret Voltaire y Dada,
muy eclécticamente, incluyeron originales y revolucionarios artículos de Apollinaire y
Marinetti, así como también de los dadaístas. En las exposiciones que promovieron
podían verse obras de pintores de diferentes movimientos: De Chirico, Ernst, Kandinsky,
Picabia, Marc y Picasso. Las primeras manifestaciones del grupo están impregnadas de
cierta tradición poética romántica que se remonta a Baudelaire, Rimbaud, o
Lautréamont. El dada- Zurich duró aproximadamente tres años.
El dadaísmo, fervientemente internacionalista, se difundió pronto por toda Europa al
acabar la guerra. En 1919 Max Ernst (1891-1976), ayudado por Arp, lanzó el movimiento
en su ciudad natal de Colonia. El espíritu dadaísta llegó a Hannover en 1923 bajo los
auspicios de Kurt Schwitters (1887-1948), quien tituló el movimiento Merz (algo así
como desecho o basura). Mondrián y Van Doesburg se unieron a él. Merz fue también
el nombre de una revista llena de vitalidad en la que se publicaron artículos sobre gran
cantidad de temas de avant-garde, como arte infantil y constructivismo ruso, que duró
de 1923 a 1932. En Berlín el dadaísmo se desarrolló gracias a las actividades de las
galerías y de la revista Der Sturm, que antes de la guerra había lanzado a los
expresionistas alemanes. Fueron incorporados George Grosz y Raoul Hausmann. El
grupo de Berlín organizó la enorme exposición dadaísta internacional de 1920, la más
grande hasta entonces celebrada. Puede considerarse la variante politizada del
movimiento la ofrecida en estos tres centros alemanes (Berlín, Colonia y Hannover).
Otro gran centro importante en el que surgió el dadaísmo fue Nueva York, en donde la
presencia de exiliados de guerra fue fundamental, como Picabia y Duchamp, sobre todo
y aprovechando el clima que propició la Exposición Internacional de Arte Moderno
(Armory Show) de 1913. Personalidades como M de Zayas, P. Haviland, Ernst-Mayer,
Gleizes, Crotti, Cravan, Man Ray, Schamberg, W. Pach, A. Dove... alcanzaron su punto
culminante con la exposición escandalosa de la Central Gallery en 1917, en la que el
jurado Duchamp presentaría, firmado bajo el pseudónimo Mut, el famoso urinario no
admitido por los estetas de la modernidad. Duchamp no se considera creador sino
transformador, incluso lleva esta faceta al extremo de su alter-ego: Rrose Selavy (eros-
c’estla vie= amor es la vida).[ Antes incluso de la fundación del dadaísmo, Marcel
Duchamp había ya lanzado sus ataques contra las ideas tradicionales. En N. York y
durante la 1a GM, continuó trabajando en una serie de ready-mades (“objetos
manufacturados”) que llegaron a ser una especie de piedra milliar en la admiración
contemporánea por los objetos vulgares y cotidianos. Su actividad en Estados Unidos
fue extraordinaria: publicó varias revistas, hizo una película abstracta e inventó juegos
de palabras, todo ello con una ironía bien humorada semejante a la del grupo de Zurich.
En realidad, Duchamp produjo muy poco si bien su superior inteligencia y su refinada
sensibilidad crearon una gran riqueza de asociaciones o para cada una de sus obras,
incluso cuando, como en el caso de los ready-mades, no hizo con los objetos otra cosa
que ofrecerlos a la contemplación. La agudeza de sus observaciones acerca del
problema del arte frente al no arte han modelado muchas de las ideas de la pintura y la
escultura contemporánea]. En el dada París, la fecha de implantación fue de 1918 a
1923. En la ciudad francesa fue donde Dada alcanzó su muerte y transfiguración más
gloriosa. En la Francia de la guerra había pocas oportunidades para la creación artística
fuera de la épica heroica y la elegía patriótica. El encuentro de Picabia, asentado en París
desde 1919, y Tzara, en 1920, con los escritores Breton, Aragón, Soupault y Fraenkel,
puso en movimiento una máquina dadaísta que tuvo excelentes momentos de
brillantez, pero que terminaría con el enfrentamiento de Tzara (nihilista) con Breton
(intransigente y autoritario positivista). El original carácter espontáneo del dadaísmo
degeneró en manifestaciones públicas, violentas disputas, y auténticas algaradas, al
tiempo que conservaba su total libertad de expresión.
La diferencia y peculiaridad del dadaísmo berlinés, respecto al de Zurich y al de París o
Nueva York, difícilmente puede captarse descuidando su marco histórico, tanto el
artístico como el sociopolítico. Mientras en Zurich, como punto de referencia concreta
para los alemanes, se estaba a favor del arte abstracto, en Berlín se estaba en contra.
Pero la diferencia con Zurich, como se desprende de los propios documentos dadaístas,
será más ideológica que artística. Los juicios de sus protagonistas coinciden en matizar
que el dadaísmo de Berlín adopta un carácter político determinado. Si en Zurich es un
juego artístico, en Berlín tuvo que tomar posición frente a los conflictos de la guerra,
primero y de la revolución, después. A la tesis del “antiarte” se añadía un rechazo
fundamentado políticamente. El dadaísmo berlinés se mueve en la órbita ideológica del
radicalismo de izquierdas, corriente predominante en los medios intelectuales y
artísticos entre 1918 y 1921. Este radicalismo se advierte en el “panfleto” de Hausmann,
en el “Manifiesto” del 19 o en la diatriba de Hearfield y Grosz. Radicalismo similar al de
gran parte del arte alemán, de la literatura o al que se detecta de un modo más mitigado
en la utopía arquitectónica en torno a B. Taut. Grosz y Heartfield que pronto tomarán
una posición más definida. Hausmann, Huelsenbeck, Bader o Höch oscilarían entre los
entusiasmados “izquierdistas” y las preocupaciones formales. En la interpretación del
propio dadaísmo subrayarán el psicologismo radical, mientras el Manifiesto del 19, o
Grosz/Heartfield acentuarán más el radicalismo político.
El año 1920 es el punto culminante del dadaísmo berlinés y al mismo tiempo su declive.
Se organiza la Feria Internacional Dada en la Galería Burchard de Berlín (Grosz,
Hausmann, Heartfield, Baader, Huelsenbeck) y con ese motivo se publica el Almanaque
y el Avant-Garde, que adquieren un aire de retrospectiva. Una de las especialidades del
dadaísmo berlinés es la gran nómina de revistas artísticas y político-satíricas que ofrece.
En ellas presenta las primeras innovaciones plásticas, en particular las de la composición
y tipografía; innovaciones que afectan tanto a las artes visuales como a la poesía, de
gran incidencia ulterior en la Bauhaus. Asi mismo prosigue la tradición del cultivo
simultáneo de las diversas artes: pintura o dibujo/fotografía, artes visuales/poesía,
pintura/literatura, etc. Fomenta géneros híbridos, nuevos materiales. El dadaísmo
berlinés nunca pretendía ser una tendencia artística, aunque se relaciona y no duda en
tomar ingredientes de los movimientos coetáneos, como el expresionismo, cubismo,
futurismo, e incluso el denigrado arte abstracto. Siempre proclamó la ausencia de estilo,
y por ello mismo, se permitió adoptar cualquier máscara formal sin dejarse reducir a
ninguna. Su aportación más relevante es el desarrollo del principio collage de origen
cubista: fotocollage (Hausmann, Grosz, Höch o Heartfield) o fotomontaje (Heartfield).
Schwitters, dadaísta aislado de Hannover rechazado por el Club Dada de Berlín ligado a
Der Sturm, merece mención aparte por su propugnación de una revolución artística. Se
oponía a la politización de los berlineses y solo será consentido en el club dadaísta
cuando ya ha remitido la radicalización y el propio dadaísmo, como se advierte en el
Manifiesto tardío del 23. La provocación se realiza a través del arte y de su principio
preferido el Merz, nueva modalidad de simultaneidad y collage.
En cuanto al dadaísmo parisino: el París de la posguerra acogió a los mejores artistas y
escritores de toda Europa, muchos de los cuales se integraron en el movimiento Dada
contribuyendo de manera definitiva a su espectacular brillantez. Destacaron Breton,
Tzara y Picabia, los cuales acabarían provocando las tres escisiones que darían al traste
con el movimiento, liquidado patéticamente en la soirée del 6 de julio de 1923, en la que
se representó el espectáculo La coeur à gaz, y que acabó con el enfrentamiento físico
de los participantes. El fracaso de París sirve para originar otro de los más sugestivos y
elocuentes movimientos de vanguardia: el Surrealismo.
Textos:
En general los textos deben de servir, aparte de para aclarar los conceptos básicos en
los que se basan los dadaístas, en fijar las diferencias que había entre los grupos de
Zurich, Berlín, Hannover, París o Nueva York. Por ejemplo el grupo de Zurich era más
ideológico que artístico. También estaba más a favor del arte abstracto de lo que estarán
los grupos alemanes. En Alemania, sin embargo, destaca su inclinación más política
debido al contexto social y político del momento.
Por su parte, París tomará el relevo a partir de 1918 hasta 1920. Tendrá una corta vida
debido a las diferencias entre Tzara y Breton y que será subsumido por el surrealismo.
Además, las circunstancias posbélicas de Francia frenarán de alguna manera el impulso
del movimiento allí.
Tristan Tzara: Manifiesto del Sr. Antipirina
Tristan Tzara: Manifiesto Dada
Ambos textos, firmados por T. Tzara pertenecen a la época de Dada en Zurich donde lo
que se pone de manifiesto es la indefinición del movimiento que se basa en el equívoco
y el absurdo así como por la negación, empezando por su propio nombre. T. Tzara
publica por primera vez este manifiesto en 1918 una vez que Hugo Ball marcha de Zurich
y él toma el relevo. Pero ya hacía prácticamente tres años que los artistas en torno al
Cabaret Voltaire se iban reuniendo organizando todo tipo de actos. Por lo tanto el
Manifiesto significa un primer intento de explicar lo que venían haciendo desde
entonces aunque ello lo haga negando la misma idea de manifiesto: Yo escribo un
manifiesto y no quiero decir nada, digo sin embargo ciertas cosas y estoy por principio
contra los manifiesto […] Yo escribo este manifiesto para mostrar que pueden ejercerse
juntas acciones opuestas […]
Charla Dada, Berlín, 1918
Huelsenbeck, escritor y poeta, funda en 1917 el Club Dada en Berlín y una de sus
primeras actividades es esta charla en la que acerca a los asistentes lo que significa el
dadaísmo y cómo se fundó en Zurich. Esta charla se traducirá más tarde en el Manifiesto
Dada de Berlín publicado al año siguiente.
Manifiesto dadaísta de Berlín, 1919
El manifiesto firmado por muchos artistas entre ellos, Tristan Tzara, G. Grosz,
Hüelsembeck, Hausmann, Hans Arp, Täuber y muchos más, presenta las bases del
movimiento en Berlín donde queda clara ya una posición diferenciada respecto al
dadaísmo de Zúrich debido al diferente contexto social en Alemania y la recién
construida República de Weimar una vez que Alemania había perdido la guerra en 1918,
momento en el que Hüelsembeck retornaría de Suiza. Así lo vemos reflejado en el texto:
El arte en su realización y dirección depende del tiempo en el que vive, y los artistas son
criaturas de su época. El mejor arte será el que en sus contenidos de conciencia presente
los mil problemas de su tiempo. Y es que mientras el movimiento en Zúrich, ciudad
neutral refugio de exiliados la actitud estaba despolitizada en Alemania el contexto hacía
imposible deshacerse del ambiente posbélico y la difícil situación por la que se pasaba.
En el texto a continuación se compara lo que ha hecho el expresionismo (movimiento
coetáneo más importante en Alemania) en relación a los problemas vitales de la época
y denuncia su dependencia de un materialismo que no mueve al dadaísmo: El
expresionismo descubierto en el extranjero, se ha convertido de una manera arbitraria
en un idilio de buen negocio y esperanza de una buena posición. Ya no tiene nada que
ver con las aspiraciones de los hombres activos.
Hüelsembeck, introducción al Almanaque dada, 1920
Hüelsembeck funda el movimiento Dada en Berlín en 1917. Y en 1920 éste llega a la con
la Gran Feria Internacional en la Galería Burchard de Berlín donde se publica este escrito
que adquiere un aire de retrospectiva. La exposición, la más grande celebrada hasta ese
momento, refleja la importancia que adquirió el movimiento en Alemania y significó a
la vez su cúspide y su declive. El texto sintetiza lo que ya había sido publicado en el
Manifiesto de 1919. A partir de este momento el movimiento Dada y la vanguardia se
politiza dando lugar a otras prácticas artísticas.
André Breton, Dos manifiestos Dada, 1924
André Breton tomo el relevo del movimiento Dada en París. Picabia que había llegado a
París desde Zúrich en 1919 y Tzara al año siguiente pronto tomaron contacto con Breton,
Aragon y otros poniendo en marcha el movimiento dadaísta en la capital. Sin embargo
la situación francesa como uno de los principales campos de acción de la guerra era muy
diferente a la neutral Suiza. Por eso la actitud era también más reservada ante las
expresiones dadaístas. Tan solo unos jóvenes escritores desconocidos en aquel
momento como eran Breton y Aragon apostaban por la renovación. En un primer
momento las actividades no se diferenciaban de las de Zúrich, tertulias, espectáculo
escritos, poesía… Estas acciones se llevaron a cabo desde 1920 hasta 1923 momento en
que las diferentes personalidades de las tres cabezas del grupo: Picabia, Breton y Tzara
acabaron por dividirlo, incluso por enfrentamiento físico en el caso de éstos dos últimos.
Posteriormente Breton continuó con sus manifiestos y presupuestos dadaístas como
muestran estos documentos de 1924 que finalmente lo conduciría hacia otras
alternativas como fue la del Surrealismo.
Marcel Duchamp, Ocultismo y precisión.
Dentro de una selección de escritos de Duchamp publicados en 1939, este texto Rrose
Sélavy, escrito en Nueva York. Duchamp fue uno de los muchos artistas a los que la
guerra en Europa lo llevó a trasladarse a EEUU. Dentro de su muy variada trayectoria en
la que participó de diferentes movimientos, aunque mantuvo siempre su independencia
creativa, había tenido contacto con el dadaísmo desde su fundación. Participaba por
tanto de las ideas que iban contra el arte tradicional y llevó su investigación sobre los
objetos al campo de la transformación y los Ready made más que los de creación propia,
como muestran muchas de sus obras como el urinario, el botellero etc. Estas
investigaciones las llevó al extremo de trabajar sobre también sobre su misma persona
a través de su alter ego al que llamó Rrose Selavy por el juego de palabras Eros= c’est la
vie, algo así como el amor es la vida.
Este es el nombre que da al título de este escrito donde en un tono misterioso y sin
sentido relaciona ideas aparentemente inconexas.
3. Los inicios del Surrealismo. Arte, literatura y psicoanálisis.
El surrealismo toma su nombre de una definición de Apollinaire ya en 1917. Es un
movimiento que surge de la evolución del dadaísmo y que intenta transformar la carga
esencialmente negativa y nihilista del movimiento en algo positivo. Para ello se apoyará
en las tesis del momento: Revolución Rusa y descubrimiento freudiano del inconsciente.
En cuanto al aspecto político, mantuvo una relación conflictiva con el partido comunista
francés y se relacionaron también con Trotsky y los revolucionarios rusos.
Finalizada la guerra algunos de los integrantes del Dada se habían instalado en París.
Algunos como Picabia y Tzara tomaban contacto con escritores jóvenes que ya habían
dado muestras de su interés por el dadaísmo como eran Breton o Aragon fundando la
revista Litterature en 1922. De esta manera el dadaísmo se había instalado en la capital
francesa donde Picabia, Tzara y Breton se convertirán en sus principales representantes.
Sin embargo las condiciones en el contexto francés eran diferentes a las de otros centros
como N. Y o Barcelona que se habían mantenido neutrales durante la guerra, por el
contrario en París encontraron ambiente posbélico de un país que había sufrido los
efectos de la guerra. Por otra parte los enfrentamientos entre Tzara y los futuros
surrealistas encabezados por Breton, hicieron que a lo largo de 1922-23 la relación entre
ambos se rompiera y con ello el movimiento se fracturara. Por lo tanto será a partir de
1924 junto con la publicación del Primer Manifiesto de A. Bretón cuando se puede
considerar la fundación oficial del Surrealismo.
Bretón que había estudiado medicina conoció las tesis freudianas sobre el
subconsciente y los sueños y en su evolución de las tesis Dada sobre el azar y el
automatismo dirige su atención hacia el mundo del subconsciente como medio libre de
la realidad objetiva. Llevados por estas corrientes los surrealistas basarán sus
experiencias en el automatismo psíquico como medio para expresar verbalmente o por
cualquier otro medio, el funcionamiento del pensamiento (estos términos ya estarán
definidos en el primer manifiesto). A través de la recuperación del inconsciente de los
sueños, de dejar libre paso a las pasiones y a los deseos, de la escritura automática, del
humor negro, los surrealistas intentarían marchar hacia una sociedad nueva en donde
el individuo pudiese vivir en plenitud.
Aunque en un principio habían aparecido como un movimiento literario (R. Crevel, Paul
Eluard, Luis Aragon), el apoyo cada vez mayor en medios visuales en los que aplicar sus
tesis sobre el inconsciente hizo habitual la colaboración con diferentes medios artísticos
como fotografía, cine, pintura etc. Y será con la colaboración de Miró, Masson, o Max
Ernst cuando el surrealismo sea incorporado a las artes plásticas. Por esta razón en 1928
Breton publicaría El surrealismo y la pintura. Desde el punto de vista plástico las obras
surrealistas siguen unas pautas que las alejan de la tradición artística occidental,
mientras crece el interés hacia todos los ámbitos marginados hasta entonces por la
cultura dominante, como pueden ser la pintura infantil, las obras de dementes o la
producción artística de las culturas primitivas; todas ellas se ofrecen a los ojos de los
surrealistas como inocentes, liberadas y escasamente manipuladas por la sociedad.
En las tesis surrealistas los recursos al igual que había ocurrido con Dada será la escritura
automática y la búsqueda de lo insólito a esto se añade la importancia de los sueños y
la revolución como nueva especialidad. Lo que se pretende es una actitud subversiva
contra la represión de los instintos por parte del sentido común y el decoro burgués.
Con motivo de acercar al mundo la revolución surrealista se crea un espacio, la Oficina
de Investigaciones Surrealistas, y presentaron la revista La Revolución surrealista.
Dentro del movimiento se van a dar dos corrientes:
• El Surrealismo abstracto, donde los artistas como Miró, crean universos
figurativos personales a partir del automatismo más puro.
• El Surrealismo figurativo, con artistas como Dalí, que se interesan más por la vía
onírica, sus obras exhiben un realismo fotográfico, aunque totalmente alejadas
de la pintura tradicional.
En 1930 Breton publica el Segundo Manifiesto Surrealista. En el repite la obsesión por
lo irracional espontáneo e inconsciente. Propone provocar una crisis de conciencia en lo
intelectual y lo moral. Intelectualmente insiste en su concepción del surrealismo como
un camino hacia un mundo mental de posibilidades ilimitadas donde la vida y la muerte,
el pasado y el futuro, lo real y lo imaginado dejen de ser percibidos como
contradicciones. Incluye la suerte o el azar en la creación artística, se vuelve más
polémico e intolerante, comienzan a verse los atisbos de las divisiones por la ideología:
Erns, Miró, Artaud, Dalí son expulsados. En el caso de Dalí se trata del enfrentamiento
entre el comunismo de Breton y la ostentación reaccionaria de Dalí.
Algunas obras:
El carnaval de Arlequín. Miró 1924
El hombre invisible . Salvador Dalí 1929
El sol en su arca. Ives Tanguy 1936
Bañistas. Pablo Picasso 1937
El enigma de Hitler. Salvador Dalí 1939
Jardín de aviones. Marx Ernst 1936
La pietà o revolución nocturna. Marx Ernst
Textos:
André Breton, Primer Manifiesto del Surrealismo, 1924
- La infancia le parece maravillosa porque da al hombre la perspectiva de múltiples vidas
vividas al mismo tiempo; la imaginación no conocía límites, pero al crecer la imaginación
abandona al hombre.
- “Los locos son, en cierta medida, víctimas de su imaginación, en el sentido que ésta les
induce a quebrantar ciertas reglas”.
- Importancia de los descubrimientos de Freud sobre los sueños. Bretón reflexiona sobre
ello:
. el sueño tiene una estructura.
. en estado de vigilia el espíritu está desorientado y apenas se atreve a expresarse.
. el espíritu del hombre que sueña queda plenamente satisfecho con lo que sueña.
. cuando el sueño sea objeto de un examen metódico o tengamos conciencia del
sueño en toda su integridad, tendremos una visión de un gran “Misterio”.
. cree en la armonización de sueño y realidad, en una especie de realidad absoluta,
una sobrerrealidad o surrealidad.
- En homenaje a Apollinaire, Soupault y Bretón dieron el nombre Surrealismo al nuevo
modo de expresión.
- También podrían haberse apropiado del término Supernaturatismo empleado por
Gerard de Nerval.
- Relación de surrealistas, incluso Dante y Shakespeare podrían haber pasado por
surrealistas.
- Intenta definir el Surrealismo: “Automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta
expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del
pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón,
ajeno a toda preocupación estética o moral”.
- “Secretos del Arte Mágico del Surrealismo”:
. relación con el dadaísmo en la actitud ante la creación: “escribid deprisa, sin tema
preconcebido” y ante la sociedad “decid…o cualquier otra trivialidad igualmente
indignante”.
. Reconoce la importancia del espectador, en cuanto que el lenguaje surrealista es un
diálogo: “mientras uno se manifiesta, el otro se ocupa del que se manifiesta”.
. “Los innumerables tipos de imágenes surrealistas exigen una clasificación”.
. “Para mí la imagen más fuerte es aquella que contiene el más alto grado de
arbitrariedad”.
Antonin Artaud, “La Oficina de Investigaciones Surrealistas” 1925
Con motivo de acercar al mundo la revolución surrealista, se crea un espacio, la Oficina
de Investigaciones Surrealistas de París y presentaron una revista, La Révolution
surréaliste. Su propósito era reunir todas las manifestaciones surrealistas posibles
relacionadas con las diferentes formas que puede adoptar la actividad inconsciente del
espíritu para renovar la sociedad y Antonin Artaud, comprometido con la causa
surrealista y director del centro, muestra en el texto su personal manera de entender
esa actividad, dedicando todas sus fuerzas a la “reclasificación de la vida”. La poesía de
Aragón y los cuadros de Chirico, son una referencia.
Segundo manifiesto surrealista (1930)
Breton repite la obsesión del primero por lo irracional, espontáneo e inconsciente.
Provocar en lo intelectual y lo moral una crisis de conciencia cuyo resultado es el éxito
o fracaso histórico.
Intelectualmente insiste en su concepción del surrealismo como un camino hacia un
mundo mental de posibilidades ilimitadas, donde la vida y la muerte, el pasado y el
futuro, lo real y lo imaginado, lo alto y lo bajo... dejen de ser percibidos como
contradicciones.
Incluye la suerte o el azar en el curso de la creación artística, se vuelve más polémico e
intolerante, comienzan a verse los atisbos de las divisiones entre los artistas por
ideología: Ernst, Miró, Artaud y Dalí son expulsados por Bretón. A Dalí porque se aleja
no de la representación surrealista sino de los principios por los que se reveló: la
expresión humana en toda sus formas y en ese caminar, desenmascarar las falsas
virtudes de la burguesía y de los representantes del poder.
Es subversivo y quieren la revolución social pero Breton no se adhiere a ningún partido
y continua su deseo de independencia, deseo de expresar las necesidades íntimas del
hombre y de la humanidad actual y liberar la creación intelectual de las presiones
constantes a las que se la somete.
Critica a los literatos y a los que siguen los postulados políticos renunciando a las bases
surrealistas.
Psiquiatría frente a Surrealismo (1930)
Influido por su profesión de médico en algunos hospitales psiquiátricos durante la
guerra, Breton critica la civilización y el progreso y a todos aquellos que lo generaron
por hacer unos hombres sumisos y tener aplicar terapias arbitrarias en contra de la
libertad. Para esto, el surrealismo reacciona destapando y ridiculizando los
comportamientos de la sociedad que los censura.
El surrealismo, René Crevel (1932)
Apoyándose en el materialismo dialéctico critica la sociedad capitalista y al realismo y
anima a la revolución surrealista como medio de vida y renuncia a las formas dadas y
tradicionales que basan lo real e irreal del conocimiento en doctrinas religiosas.
4. Nuevos sentidos de la figura y del objeto
El objeto en el surrealismo toma un sentido especial en cuanto a su protagonismo y al
valor que toma en sí mismo. Dos autores que escriben sobre esta importancia del objeto
en la obra son Fernand Léger y Salvador Dalí.
Fernand Léger, Un nuevo realismo: el objeto, 1926
Para Léger el objeto había sido y sigue siendo ignorado. Por lo tanto ahora los esfuerzos
plásticos deberían centrarse en los propios valores del objeto mismo, por encima del
tema o de otros aspectos de la obra. En este sentido Léger hace alusión al espectáculo,
la fotografía y al cine, pero por extensión también debe incluir la la pintura. Por tanto
“la técnica consiste en aislar el objeto o fragmento de un objeto para presentar, en
primer plano a la mayor escala posible, los primeros planos[...] se halla que tienen una
belleza plástica y dramática cuando se les presenta de modo apropiado[...] propongo
aplicar esta fórmula y estudiar las posibilidades plásticas latentes en el fragmento
aumentado, proyectado visto y estudiado desde todo ángulo posible [...]”
Salvador Dalí, EL objeto tal como se revela en el experimento surrealista, 1931.
Dalí propone en este ensayo un método experimental que una pensamiento y objeto.
Se trata de un acto material para valorar las cosas mediante la escritura y dar cuenta de
que los movimientos como el cubismo o la abstracción, entre otros, son formas
racionales que no intervienen directamente en el objeto, no actúan sobre él. Al
contrario, el experimento surrealista incide en el objeto con el fin de que éstos brillen
con luz propia, es decir, para que cumplan la necesidad de estar dispuestos según los
muevan nuestros deseos, participando en su existencia, fusionándose con el objeto con
́
ayuda de la consciencia y no solo de la visión. Dalí comienza haciendo referencia a un
cuadro de Ernst Revolución nocturna para definir los inicios de la intención surrealista
difundidos en la revista La Révolution Surréaliste.
En los inicios del surrealismo los objetos no estaban relacionados entre sí, sino que
formaban parte de un experimento arbitrario: El cadáver exquisito. Este experimento
ideado por Breton consistía en que una tras otra, varias personas tenían que escribir
palabras para formar una frase de acuerdo con un modelo dado. Ejemplo: El exquisito
/cadáver /beberá/́ el espumoso/vino”); cada uno de los participantes desconocía la
palabra que el siguiente tenía en mente. O bien, varias personas tenían que trazar una
tras otra, las líneas que acabarían formando un retrato o una escena (cada una sin saber
lo que la anterior había dibujado). Una creación colectiva de textos o dibujos, unos a
continuación de otros, sin relación aparente (asociación libre). En realidad era una forma
diferente de ver las cosas, los objetos.
En la segunda fase surrealista se contempla el soñar despierto, es decir la vigilia que
́
decía Breton. Dalí, sirviéndose de textos de Breton, cuenta la evolución del surrealismo
que conforma la relación entre el automatismo y el objeto, es decir el descubrimiento
de las nuevas posibilidades de la mente y la imaginación, o cómo lo exterior se
manifiesta en el interior. Dalí ́ lo logra con la manipulación de las imágenes, objetos,
cosas, elementos externos al individuo a los que atribuye sus pensamientos y sus
miedos, con el intento de conocer lo que hay detrás de las cosas. Finalmente, hace
referencia a Los vasos comunicantes, obra de Bretón (1932). La unidad entre el sueño y
la vigilia, entre lo intuitivo y lo racional, en cuya unión está el intento de cambiar el
mundo y la vida con humor.
En 1928 Salvador Dalí ́ entra a formar parte del grupo surrealista,
incorporación apasionante según la opinión de los miembros del
grupo, justo cuando el movimiento comenzaba a tener diferencias
internas.
En 1929 Juego lúgubre
se publicaba en la
revista surrealista y se
expone junto al Gran
masturbador. Esta
producción artística
hemos de entenderla
dentro del marco del
́
egocentrismo de Dalí que coloca su yo y
sus problemas en el centro único de su vida y su plástica.
En 1930 realiza El hombre invisible un cuadro de engaño visual clara referencia a lo
́
expuesto en el primer párrafo. Dalí juega con el doble sentido de los
elementos plásticos. Hay una figura masculina semioculta en el
cuadro, se forma por la combinación de heterogéneas imágenes
como las nubes que forman el caballo, olas, estatuas clásicas que
sustituyen la corporeidad de los brazos. Juego lúgubre (expuesto en
la Galería Goemans de París 1929) presenta las distorsiones propias
del surrealismo. Es todo un catálogo sistemático de símbolos
inconscientes, es el lenguaje de Dalí ́ para reflejar sus delirios
(represión sexual, escatología, miedo a la castración...) plasmados El hombre invisible,
1930
con objetos de la más pura cotidianidad.
La Asociación de Artistas de la Rusia
Revolucionaria en 1922 (Achrr), profundiza en la
propuesta de los pintores ambulantes y en 1924
proclama las formas monumentales de un "estilo de
realismo heroico" y las nuevas temáticas surgidas de
la Revolución. Unido a una defensa del "arte de
caballete" como trabajo artístico específico, junto a
las tesis tradicionales de la unión entre forma y contenido, va a ser una crítica de las
tendencias izquierdistas.
Los miembros de AchRR: Katsman, Brodskiy, Repin,
Grigoriev y Radimov.
Las primeras propuestas de realismo
socialista no son de los años 30, ni
fueron impuestas por el Stalinismo.
Florecen a partir de una política abierta
promovida por el partido Bolchevique
en abierta disputa con las tendencias
predominantes en las altas esferas del Comisariado de Educación e Institutos Artísticos
controlado por las figuras más representativas de la vanguardia rusa.
Otra asociación realista será la OST (Liga de
pintores de caballete, 1925) de la cual
surgirán los grupos Oktjbr (Octubre) en 1928
y Isobrigade en 1932. De la fusión de todas
las corrientes nacerá en 1932 la Liga Unida
de Artistas, núcleo definitivo y decisivo para
la consolidación del realismo socialista.
Retrato de Lenin. Isaac Brodsky
Es decir, el realismo social es favorecido con la llegada de Lenin al poder, pero durante
una temporada este realismo social estará muy criticado y no será favorecido por las
altas esteras, cosa que si harán con las vanguardias: suprematismo, constructivismo... a
todas estas tendencias que pretender ser un
reflejo más fidedigno a todo el cambio social y
cultural que se está produciendo en Rusia en
este momento, pero los realistas continuaban,
de modo que tras la llegada de Stalin al poder
se va a dar un nuevo cambio resurgiendo en
los años 30 todas las características que
negaban los movimientos vanguardistas,
convirtiéndose en la línea pictórica principal
en Rusia: Realismo social heroico y
monumental.
Boris Kustodiev. Bolchevique 1820.
Realismo socialista
Otras obras mostradas en la videoconferencia
Kandinsky. Improvisación 1909
El Lissitzky. Golpead a los blancos con la cuña roja
_______________________Hasta aquí transcripción de la videoconferencia_________________________
Resumen según la introducción de Escritos de arte de vanguardia
- Tradicionalmente la historiografía ha ignorado las aportaciones rusas a la vanguardia.
Solo en los últimos años se están reconociendo las aportaciones posteriores a la
revolución de octubre como uno de los puntales de la propia vanguardia.
- Si bien la renovación artística en Rusia se inicia antes de la Revolución (desde el grupo
primitivismo, pasando por el rayonismo1, cubismo, futurismo y orfismo, su despliegue,
vitalidad y peculiaridad no son pensables sin el impacto de la Revolución de Octubre
(1917).
- Las conexiones entre la vanguardia artística y la política no son casuales: la facción más
vanguardista de la Unión de Artistas fundada en mayo de 1917, se identificó muy pronto
con la revolución bolchevique; el predominio de esta izquierda artística parece que fue
decisivo en la orientación del Comisariado de Cultura, el Narkomprós y del propio IZO
(Departamento para las Artes Plásticas en el Comisariado para la Educación).
- Para los artistas el poder soviético personificaba la fuerza, el estímulo que debía
romper las ligaduras con la vieja y deshecha estética. La política se orientaba, por su
parte, a ofrecer las máximas facilidades para el libre desarrollo a todos los artistas y
tendencias. Por lo tanto, las vicisitudes de la vanguardia artística rusa no han de
analizarse desde la pretendida interpretación de dirigismo político, ya que se intentaba
que ningún grupo artístico monopolizase y se considerase la nueva “escuela artística del
Estado”, aunque esto no obsta para que no se manifestasen preferencias,
concretamente con el Narkomprós, movimiento que catalizaría las premisas donde se
gestaría la estética del posterior productivismo.
- La adhesión de la vanguardia artística a la revolución política se simboliza en la figura
del artista proletario de la Proletkult, cuyas tesis serán la apoyatura años más tarde del
1
Mijail larionov pag 163 Arte del siglo XX, Taschen
productivismo. Sin embargo las vinculaciones entre Proletkult y vanguardias y sus tesis
no están del todo esclarecidas ya que no se posee más que información fragmentaria.
- Por otra parte, casi todos los artistas que ya constituían o serían pronto protagonistas
de la vanguardia soviética pertenecían al IZO, relacionado tanto con el Narkomprós
como con las organizaciones autónomas de la Cultura Proletaria. Esta fase está
dominada por el suprematismo de Malevitch y los relieves de Tatlin que se extiende de
1918 a 1920 y es la antesala constructivista.
- En mayo de 1920 se funda el INCHUK (Instituto para la Cultura Artística), subordinada
al IZO. Su sección de Leningrado está dirigida por Tatlin y la de Witebsk por Malevitch
teniendo como profesor a El Lissitzky. Este nuevo instituto comenzó a trabajar con un
programa elaborado por Kandinsky, pero vapuleado por las críticas abandonó el
instituto para trasladarse a la Bauhaus.
- Muy pronto aparecerán dos tendencias:
• Arte de laboratorio: experimental, elitista. Representada por los
hermanos Pevsner, Punin, Malevitch, Kandinsky, Mansurov, etc.
Defendía el “arte puro”. A esta orientación pertenece el Manifiesto
Realista (1920) y los escritos de Malevitch a partir de 1922-23.
• Arte de producción: propugna la inserción del artista en la producción
como técnico, la creación de “objetos” con los métodos de la producción
industrial y los modos “proletarios” del trabajo (Rodchenko, Tatlin,
Popowz, etc). Aquí se enmarca el Manifiesto del Grupo Productivista
(1920) y con los famosos textos de Gan, Tarabuki, etc, de 1922, sobre el
constructivismo. Corresponde en la historia de la vanguardia rusa a la
fase objetual o de “cultura de los objetos”, que se abre con el
Monumento a la III Internacional de Tatlin en 1920 y se cierra hacia 1923.
• Una posición intermedia está representada por El Lissitzky, figura puente
entre el Suprematismo y el Constructivismo estricto o productivismo,
entre la vanguardia rusa y la europea.
- Tema común a las diversas posiciones es la crisis de los lenguajes artísticos
tradicionales, que afecta tanto a problemas espaciales y figurativos, como a la propia
materialidad y soporte de la obra. El tema de la muerte del arte (en su acepción
hegeliana como superación)y el abandono del arte de caballete serán comunes.
- Se da una transición de la vanguardia artística a la arquitectura como algo común a las
diversas vanguardias europeas, sólo que en Rusia se exacerba con su radicalización
productivista. El Lissitzky es quien mejor ejemplifica esta disolución de la pintura en la
arquitectura y en los “ambientes” en su famoso concepto plástico de Proun2.
- La corriente del arte de producción será la que dará posteriormente, en 1923, origen a
la versión específica del productivismo, ya que es la que muestra mayor empeño por
contribuir a la creación de un nuevo modo de vida, es la que posee una mayor voluntad
de intervencionismo y expectativa en la construcción del hombre nuevo. Es la que
sintoniza con más pasión con los acontecimientos políticos y las consecuencias de
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Lissitzky, propugnaba un mundo de objetos creados por el artista. Diseñó un marco de referencia en
sus cuadros que denominó Proun (del término en ruso, pro unovis: por una renovación del arte). Pag
167 Arte del siglo XX. Tachen
Octubre, con la pretensión de poner en acción un nuevo tipo de artista/productor,
consciente de su condición proletaria.
- Paralelas a estas manifestaciones constructivistas discurren las diversas organizaciones
de artistas realistas, gestadas a partir de 1920 dentro del Vchutemas (Centro de
Enseñanzas Superiores de Artistas), reanudándose la tradición pictórica de los “pintores
ambulantes” que se remonta a 1870 o la del grupo Karo-Bube fundado en 1910. Se
tratará de un realismo revolucionario identificado con la vida y la lucha social de
campesinos y obreros reivindicado por diversos grupos de artistas en principio
desplazados de la esfera estatal que sin embargo irán ganando posiciones. Son artistas
que se presentan como una alternativa y oposición al experimentalismo de los
izquierdistas y serán el germen del futuro realismo socialista de los años treinta.
-La AchRR (Asociación de Artistas de la Rusia Revolucionaria) uno de los primeros en
profundizar en las propuestas de los pintores ambulantes que ya en 1922-24 reclama
formas monumentales de un realismo heroico. Ello se opone a las tesis del realismo
como mera imposición Stalinista de los años 30, sino que florece dentro de una política
abierta y como una más de las diferentes alternativas en este caso opuesta a la
tendencias predominantes de la vanguardia rusa.
Textos: (comunes al suprematismo y constructivismo)
Sobre la Proletkult . Primera conferencia pan-rusa de las organizaciones de Proletkut.
1918
La primera Conferencia Pan-rusa de las organizaciones proletarias dedicadas al
esclarecimiento cultural señala que:
1. El movimiento de esclarecimiento cultural del proletariado debe ser autónomo.
2. Su tarea consiste en la elaboración de una cultura proletaria que se convierta en
humana y universal
3. La construcción de esta nueva cultura debe basarse en el trabajo social y la
colaboración fraternal.
La conferencia tiene el convencimiento de que:
1. El proletariado debe asimilar los logros del pasado.
2. Debe acoger todo eso críticamente.
3. La cultura proletaria debe corresponder al carácter del socialismo revolucionario.
4. El proletario debe manifestar un máximo de energía de clase y de autonomía en el
proceso de construcción de una nueva cultura.
5. La conferencia está sentando los cimientos de una nueva forma de movimiento
obrero, para que pueda desplegar plenamente la creatividad proletaria y todas las
instituciones tienen el deber de fomentar el nuevo movimiento con el fin de vencer a la
burguesía no solo en el ámbito material sino intelectual.
Sobre las artes plásticas. Primera conferencia pan-rusa de las organizaciones de
Proletkut. 1918
1. Es necesario unir a todos los artistas en comunas de trabajadores que enseñen y
trabajen en la propaganda.
2. Organización de talleres, estudios y laboratorios para desarrollar la creatividad
colectiva en todos los campos de las artes.
3. Las bases ideológicas deben elaborarse colectivamente para imbuir la vida del
proletariado y propagar el comunismo social con las artes plasticas
4. Las universidades deben divulgar y desarrollar la ciencia proletaria a través de las artes
plásticas y sus métodos.
5. Las artes plásticas deben transmitirse a los obreros a través de centros, teatros,
universidades, fábricas, exposiciones, películas…
6. Deben tomar medidas para el embellecimiento de las ciudades, construcción de
edificios y monumentos, participación en fiestas populares.
7. Todas las obras creadas por las comunas de artistas son propiedad de todo el
proletariado.
8. Las obras deben convertirse en un arma propagandística de la conciencia de clase en
la revolución proletaria internacional que en última instancia ilumine el camino del
socialismo mundial.
Sobre el Suprematismo
El Suprematismo (1920), Malévich.
El texto pertenece a la obra El nuevo realismo plástico en el que Malévich (1878-1935)
Se trata de un pequeño libro realizado por “sus amigos”, refiriéndose a la publicación
del mismo por la Bauhaus, donde se recopilan sus declaraciones teóricas del artista
sobre el suprematismo como corriente estética que llevará a la pintura abstracta a la
máxima simplicidad. Según este texto Malévich explica los tres estadios en los que
dividió sus investigaciones representadas por el periodo negro, periodo rojo y periodo
blanco. Precisamente en 1913 Malévich realiza en papel el primer cuadrado negro
mediante la simplificación radical de las formas geométricas que desembocará a través
del cuadrado rojo y del cuadrado blanco en el cuadrado negro sobre fondo blanco 1915.
Estos experimentos pretenden liberar al arte del peso del objeto a través de una
economía extrema de las formas y el color en contraposición a la pintura tradicional
decorativa. Ello le lleva a una experiencia de la pura ausencia de objetos, es decir a un
punto cero como límite de la abstracción.
- El suprematismo se divide en tres estadios: el período negro, el período coloreado
(rojo) y el período blanco. Entre 1913 y 1918. Todos los periodos han transcurrido bajo
los signos convencionales de las superficies planas.
- En el suprematismo, la acción en el interior de una sola superficie o de un solo volumen
está alcanzada por una relación geométrica de economía.
- El aparato suprematista será de un solo bloque sin ninguna juntura.
- Las formas suprematistas, como abstracción, se han convertido en perfección utilitaria.
- El infinito suprematista blanco permite a los rayos de la vista avanzar sin encontrar
límite.
- La construcción de las formas suprematistas de orden coloreado en nada está unida
por la necesidad estética, tanto del color como de la forma o de la figura. Se puede decir
lo mismo de los períodos negro y blanco. Lo principal de suprematismo son las dos
bases: las energías del negro y del blanco. Negro y blanco que sirven al desvelamiento
de la forma de la acción.
- He observado que el negro y el blanco sirven como energías que desvelan la forma.
Esto concierne sólo a los momentos de la construcción sobre la tela, mientras que en la
acción real, tangible, esto no desempeña ningún papel, pues la iluminación de la forma
es dejada a la luz Llegará la época de nuevos materiales privados de color y de tono.
- En el curso de mi investigación he descubierto que en el suprematismo se encuentra
la idea de una nueva máquina, es decir, un nuevo motor del organismo sin rueda, sin
vapor, sin gasolina.
- Los tres cuadrados suprematistas son el establecimiento de divisiones y de
construcciones del mundo bien precisas. El cuadrado blanco, además del movimiento
puramente económico de la forma, aparece aún como la impulsión hacia los
fundamentos de la construcción del mundo, como acción pura. El cuadrado negro como
signo de la economía, el cuadrado rojo como señal de la revolución y el cuadrado blanco
como puro movimiento.
Proun (1920), El Lissitzsky.
El texto pertenece a un número de la revista De Stijl de 1922 en la que El Lissitzsky (Lazar
Markovich Lissitzsky, 1890-1941) colaboró durante los años 20 lo que, junto a sus viajes,
escritos y exposiciones, jugó un papel importante como propagación del nuevo arte ruso
en Europa. En este escrito expone su concepto Proun término que acuñó como
afirmación de lo nuevo para referirse al nuevo método de trabajo en armonía total con
los nuevos medios tecnológicos.
El Lissitzsky había entrado en contacto con los movimientos de vanguardia de su país en
especial el suprematismo de Málevich al que conoce en 1919 y a partir de ahí combinará
elementos suprematistas y constructivistas para unir arte y arquitectura al entrar
también en contacto con Tatlin que como él era profesor en el Laboratorio Estatal de
Arte y Técnica.
- Llamábamos a Proun la parada en el camino de la construcción de una nueva
configuración (gestaltung) que surge de una tierra abonada por los cadáveres de los
cuadros y de sus artistas.
- El artista se convierte de reproductor en constructor del nuevo mundo de objetos.
- Proun es la configuración (gestaltung) creativa (dominación del espacio) por medio de
la construcción económica del material revalorizado.
- El material adquiere “gestalt” (forma) por medio de la construcción.
- La superficie del Proun deja de ser cuadro, y se convierte en edificio que ha de mirarse
(girando a su alrededor) desde todos los ángulos. Girando alrededor nos atornillamos
hacia adentro en el espacio, logramos una multitud de proyecciones.
- Las “gestaltungen” con las que el Proun emprende el ataque contra el espacio están
construidas en el material y no en la estética. Este material es en las primeras fases el
color. En su perfeccionamiento, el suprematismo se liberó del individualismo del
naranja, verde, azul, etc, y llegó al blanco y negro. Estos nos dan la comparación de
armonía o contraste entre dos materiales técnicos como, por ejemplo, aluminio y
granito y hormigón y hierro.
- La forma material se mueve en el espacio alrededor de determinados ejes. De acuerdo
con sus movimientos en el espacio, ha de ser configurada la forma material; en esto
consiste la construcción.
- El cuadro en sí mismo es un fin completo y perfecto.
- El Proun supera al cuadro y a su artista y procede a la construcción del espacio.
El suprematismo de la construcción del mundo (1920), El Lissitzsky.
Del libro Lissitzky, pintor, arquitecto, tipógrafo, fotógrafo de Sophie Lissitzky-Küppers.
Sophie casada primero con Paul Erich Küppers y después con El Lissitzsky en segundas
nupcias era historiadora de arte y coleccionista autora de este manuscrito en el que
transcribe a Lissitzky. En él una vez más el autor expone las bases del suprematismo en
su relación con la construcción total, es decir,más allá de la construcción real como
construcción vital y del mundo. En ese caso, pone de ejemplo como ejecutor de ese acto
creativo de perfección a Kasimir Malevitch.
- El cuadro se ha convertido en forma de aquella gestalt (forma) del mundo que surge
de nuestro interior.
- El cubismo y el futurismo se apoderaron de la pureza de formas facturas y colores y
construyeron un organismo de complicado carácter espacial y los combinaron sin tener
en cuenta la armonía.
- La construcción de la ciudad trajo consigo el caos total de sus elementos aislados (casa,
calle, plaza…) y del nuevo sistema que se entrecruzó con el antiguo (metro, ferrocarril,
canales, energía eléctrica bajo tierra…). Y en este caos llego el suprematismo y elevó el
cuadrado a ser la auto-casa originaria de las manifestaciones creativas.
- Llevemos al cuadro y a su espectador más allá de los límites de la tierra y para
comprenderlo enteramente el espectador ha de girar como un planeta alrededor del
cuadro que se encuentra en el centro. Nosotros hemos destruido en el suprematismo la
frase de “la pintura por la pintura” y hemos traspasado los límites de la misma.
- Nos proponemos la ciudad como tarea. La nueva ciudad no se traza tan caóticamente,
sino de forma clara e inteligible como una colmena, el nuevo elemento de factura que
hemos creado en la pintura lo vertemos sobre todo el mundo que hemos de edificar.
Vemos cómo el camino creativo llega también (pasando por el cubismo) a la
construcción pura. Sólo le faltó medio paso para convertir la abstracta naturaleza
cubista en un contrarrelieve que se basta a sí mismo y el otro medio paso consiste en el
reconocimiento de que el contrarrelieve es una estructura arquitectónica.
- A uno de los elementos le corresponde una importancia especial, la escala, la escala es
la vida de las relaciones espaciales.
- Nosotros los que hemos ido más allá de los límites del cuadro tomamos en las manos
regla y compás, porque el pincel desflecado va en contra de nuestra claridad y si para
nosotros se muestra necesario también tomaremos en nuestras manos la maquina pues
para la manifestación de la creatividad el pincel la regla el compas y la máquina son sólo
la última falange de mi dedo que indica el camino.
- La creación está más allá de lo útil o inútil, es el camino revolucionario sobre el que la
naturaleza marcha hacia adelante y por el que también el hombre ha de ir. La “actividad
artística” es un obstáculo en este camino y por tanto un concepto contrarrevolucionario,
la propiedad privada de lo creativo ha de extinguirse porque todos son creadores y no
hay razón para una subdivisión entre artistas y no artistas, de este modo el artista deja
de ser un hombre que solo produce objetos inútiles.
- El concepto “actividad artística” ha de extinguirse como concepción
contrarrevolucionaria de lo creativo.
- La actividad creativa liberará a todos y llevará el mundo al acto puro de la perfección.
Inobjetividad y suprematismo (1922-1923), Malevitch.
Fragmentos de su libro: Suprematismus. Die gegenstandlose welt (Suprematismo.
Mundo no objetivo). Se trata de exponer su teoría suprematista a modo de manifiesto.
La relación del suprematismo con la inobjetividad es para el artista el principio de la
nada o de la realidad cósmica que identifica en el suprematismo. Es entonces cuando se
consigue liberar al arte de cualquier atadura para constituirse en una realidad por
encima de la realidad objetual. Por esta razón Malevich rechaza la representación de las
formas para liberar al cuadro de cualquier atisbo de la realidad. En este proceso el artista
habla de conceptos como activación, inspiración o actividad creadora como aquella que
permite la libre exteorización en la cual se eliminan todas las restricciones. Por último,
en la definición del suprematismo lo compara con la esencia de la pintura que busca a
través de la experimentación demostrar la verdad oculta, aquella en la que no existe el
objeto.
Inobjetividad: todas las cosas de los hombres en el fondo son inobjetivas pues el
resultado final nunca pueden alcanzar el objetivo. La inobjetividad es inobjetiva. Si no
hay diferencias, debe haber una igualdad dorada o mejor dicho: la inobjetividad.
- La igualdad inobjetiva tampoco puede ser identificada con la “infinitud”. La
inobjetividad no conoce dimensiones.
- En la inobjetividad suprematista no hay leyes. Tan pronto como el arte desemboca en
la inobjetividad, desaparecen conceptos como “arriba” y “abajo”.
- Inobjetividad, un principio que está libre de todas las limitaciones y leyes objetivas,
libre de todo intento de aspirar a algo objetivo en el futuro o en Dios, a hacerse cualquier
tipo de esperanzas objetivas.
- En el extenso espacio de la solemnidad cósmica instalé el mundo blanco de la
inobjetividad suprematista como manifestación de la nada liberada.
- Es sencillamente un estado de activación sin voluntad, sin querer, pues en él no hay
nada hacia donde pueda orientarse un querer.
- La experiencia de la pintura demuestra que todo lo que se origina en la imaginación no
existe en la superficie del cuadro; en ella existen operaciones que se sitúan fuera de toda
realidad objetiva. A tales operaciones las llamo “activación”, un estado que no es
medible ni pensable.
- La coacción y la necesidad no tienen nada que ver con la creación, pues el crear exige
libertad, independencia, desahogo. Por este motivo, en el mundo inobjetivo no se puede
hablar de “crear”, sino, en el mejor de los casos, de “representar” o “reproducir”.
- Como todo objeto tiene su función fijamente delimitada, no pertenece a la esfera de
lo creado, sino a la del descubrimiento.
- Por actividad creadora entiendo la libre exteriorización. La libertad sólo puede existir
allí donde no hay preguntas ni respuestas.
- La actividad creadora no conoce límites ni barreras, en su operar es ilimitada como el
universo y, por consiguiente, puede llegar a la “nada”, a la “paz eterna”.
- La inobjetividad se ocupa solamente de la realidad.
Suprematismo: Suprematismo como mundo inobjetivo o “la nada liberada”. El
suprematismo libera al hombre de preguntarse permanentemente por el “qué”.
- El suprematismo se ha separado del arte tendente al realismo práctico, se ha quedado
en la inobjetividad y ha abocado de la superficie a unas formas geométricas inobjetivas,
como desarrollo consecuente de un propio camino formativo, independiente.
- El arte se ha dividido en dos movimientos fundamentales. Uno apoya sus obras en los
contenidos del realismo objetivo-práctico, el otro en la inobjetividad.
- El arte inobjetivo se ha desdoblado también en dos movimientos: uno introduce en sus
obras la naturaleza como ornamento, el otro permanece al margen de todas las
disposiciones y decisiones razonables, inobjetivo, absoluto, suprematista. Esta última
domina todas las formas de la creación artística.
- El arte nuevo ha puesto en primer plano el principio básico de que el arte sólo puede
tenerse como contenido a sí mismo.
- En el desarrollo consecuente del suprematismo desaparece también el color y entra la
fase negra y blanca, que está constituida por las formas cuadradas del negro y del
blanco, a las cuales se añade el rojo como color.
- El color es el punto de partida de dos desarrollos dirigidos de distinta manera: por una
parte, en dirección a la pintura como unión de elementos cromáticos hacia una armonía
determinada o un sistema determinado; por otra parte, en dirección a las activaciones
inobjetivas.
- Puede definirse el suprematismo como una elevación del arte, la superación incipiente
del realismo objetivo-plástico. El suprematismo sobrepasa las fronteras del arte
puramente pictórico, es el núcleo de su esencia, que se mueve en nosotros como
inobjetividad.
- El suprematismo no ha surgido del cubismo, ni del futurismo, ni del oeste, ni del este,
pues la inobjetividad no es lo que puede proceder de alguna otra cosa.
- El arte abandona, por consiguiente, su concepción objetiva de la realidad y con ello
llega a la verdadera “nada” liberada, a la inobjetividad.
- La verdadera esencia del arte es el operar inobjetivo, que no conoce los conceptos de
estética o ética. Los conceptos artístico, estético o ético, con conceptos que no se dan
en la naturaleza, son conceptos puramente humanos.
- El arte es el primero que se ha levantado contra la realidad ficticia, ilusoria, y ha
demostrado que en la superficie pictórica no se podrá fijar corporalmente ningún
objeto.
Espacios de demostración (1923), El Lissitzky.
Espacio Proun. Gran Exposición de Arte de Berlín, 1923.
A partir de 1921, sus viajes entre la URSS y Europa fueron constantes, especialmente a
Alemania en donde se había licenciado en ingeniería arquitectónica en 1914,
promoviendo así las ideas y el arte soviético y recogiendo a su vez las tendencias y
novedades de la cultura occidental. Se relacionó y trabajó con personalidades del
mundo del arte y con los principales artistas de vanguardia: Albert Gideon Brinkmann,
Ludwig Mies van der Rohe, Le Corbusier, Raoul Hausmann, Hannah Höch, Hans Arp,
Theo van Doesburg, László Moholy-Nagy… Con motivo de sus viajes a Europa, El Lissitzky
organizó exposiciones, impartió conferencias, diseño portadas de revistas como Broom
y Wendingen, ilustró libros y dio a conocer su obra.
Imbuido con el constructivismo, Lissitzky desarrolló su propio concepto artístico a través
de pinturas, grabados y dibujos a los que denominó Proun (Proyectos para la afirmación
de lo nuevo), concebidos como un cruce de vías entre la pintura y la arquitectura.
Conformados por elementos geométricos bi y
tridimensionales, a menudo estaban
representados de forma axonométrica,
mediante proyecciones obtenidas a través de
varios ejes, desafiando las relaciones
espaciales y la gravedad. Sus obras Proun le
inspiraron también para diseñar arquitecturas,
vestuario, maquinaria y escenografías. En 1923
creó para la Gran Exposición de Arte de Berlín,
Prounenraum un proyecto que llevaba a las tres dimensiones sus investigaciones sobre
pintura fusionadas con sus estudios sobre arquitectura. Se trata de un espacio de 3,20 x
3,64 x 3,64 metros que materializa la expresión tridimensional del concepto espacial de
los prounen. El Prounenraum ofrece al visitante una experiencia visual en la que
participa activamente pues condensa la búsqueda de lo que las vanguardias utópicas de
la década de 1920 denominaron “la experiencia de la totalidad” en la que arte y vida se
integran.
En el escrito el autor describe y explica la composición de ese espacio guiándonos en el
recorrido que desde la entrada y comenzando por el suelo forman parte de la
intervención (Gestaltung o configuración).
- El espacio no existe sólo para la vista, no es un cuadro; se quiere vivir en él.
- Las seis superficies (suelo, cuatro paredes, techo) vienen dadas; todavía no tienen
forma; hay que dársela. En una exposición se circula. Por eso el espacio debe organizarse
de manera que él mismo sugiera la circulación en él.
- La pared no puede concebirse como cuadrado = pintura. Pintar paredes o colgar
cuadros son acciones igualmente erróneas. El nuevo espacio no necesita y no quiere
cuadros.
- El equilibrio que quiero lograr en el espacio ha de ser móvil y elemental, de modo que
un teléfono o un mueble común de oficina no lo puede trastornar. El espacio debe existir
para el hombre, no el hombre para el espacio. Los metros cúbicos que el hombre
necesita han de transformarse en una unidad, y esta unidad ha de ser
permanentemente móvil, según las necesidades, por medio de un sistema elemental de
estructuración.
Por qué combate el LEF (1923). LEF (Frente de Izquierdas de las artes).
La eclosión de la vanguardia rusa conoció una breve edad de oro en la que asumió
importantes tareas culturales y docentes, explorando caminos que la entronizarían
como pieza indispensable de las vanguardias históricas europeas. Kandinski regresó a
Moscú en 1917, convocado por el Comisariado de Educación Popular y se incorporó al
Departamento de Artes Plásticas del Gobierno de los Soviets. Profesor luego y
catedrático de la Universidad de Moscú, le cupo el gran logro social de gestionar los
museos provinciales, impulsando la nueva creación de veintidós más en tres años.
Chagall, comisario de artes plásticas de Witebsk, incorporó a la docencia y el desarrollo
de iniciativas de arte monumental a gentes de la talla de Malevitch y Lissitzki. Pevsner y
Gabo, también en Moscú desde 1917, se ocuparon en la renovación de la escultura
mediante la exploración del papel del espacio vacío en la acción plástica. Su racionalismo
estético, de inspiración física y matemática, incidiría después en la más audaz
arquitectura moderna. Por desgracia, la participación de esos ilustres artistas en la vida
cultural soviética no sobrepasó la frontera de 1923.Manifiestos y revistas de entonces
documentan diferencias entre las vanguardias rusas que se unifican en sus producciones
aunque diverjan en las tesis escritas. Sin embargo, en 1920 la iniciativa unificadora de
Maiakovski proponiendo el Frente de Izquierda del Arte (LEF) logró la convergencia de
gentes como Tatlin, Rodchenko, Lissitzky y otros muchos que reclamaban el gran
rechazo formal y conceptual de las tradiciones culturales burguesas. Frente a LEF se
encontraban las corrientes figurativas herederas de la estela de Los Ambulantes, que se
proclamaban artífices de un nuevo realismo revolucionario y estaban deseosos de
ilustrar el período heroico anterior, dando forma a la iconografía de los héroes
soviéticos.
En el texto se describe, desde la perspectiva de la izquierda, el camino artístico que
fueron marcando las diferentes vanguardias así como a la fecha del escrito (1923) los
objetivos y trabajos que se proponen realizar para conformar un frente unido en busca
de una nueva cultura.
- Se respondió a los futuristas con las tijeras de la censura.
- Los métodos de lucha poco “académicos” y el presentimiento del futuro compromiso
han apartado de un solo golpe a los miembros estetizantes (Kandinsky).
- Los que no tenían nada que perder se han unido al futurismo. Conducido por artistas
que pensaban poco en política, el movimiento futurista se vestía en ocasiones con los
colores de la anarquía.
- Guerra de 1914 fue la primera prueba: los futuristas rusos han sido los primeros que
han maldecido la guerra y han luchado contra ella con todas las armas del arte. La guerra
hacía ver la revolución futura.
- La revolución de febrero ha dividido al futurismo en derecha e izquierda: los
izquierdistas han sido bautizados de “bolcheviques del arte”. A este grupo futurista se
unieron los primeros futuristas-productivistas y constructivistas.
- Octubre ha limpiado, formado, reorganizado. El futurismo se ha convertido en el Frente
de Izquierda del arte. Somos ya nosotros mismos.
- Hemos creado los IZO, THEO, MOUZO; hemos conducido a los estudiantes al asalto de
las academias; hemos creado las primeras obras de arte de la época de Octubre (Tatlin,
Monumento a la III internacional).
- Nuestras ideas han encontrado un auditorio obrero.
- El LEF debe mostrar el panorama del arte en la RFSS y ocupar el lugar que le
corresponde.
- Una parte del arte ha degenerado en escritores oficiales, otra ha caído bajo las
influencias del academicismo, la tercera y mejor parte se reeduca con nosotros.
- El LEF debe reunir en un solo bloque a todas las fuerzas de la izquierda.
- El LEF hará la propaganda de las ideas de la Comuna abriendo al arte el camino del
futuro.
- El LEF va a hacer la propaganda en las masas con nuestro arte.
- El LEF confirmará nuestras teorías mediante un arte activo.
- El LEF luchará por un arte-edificación de la vida.
Sobre el constructivismo
Proletkult de Moscú: Resolución sobre el trabajo político de esclarecimiento en el arte
(1920).
En el texto se exponen los planes para la educación popular en el arte a través de los
departamentos políticos (subdepartamento de arte).
Tenemos dos mensajes claros. El primero es que estamos hablando de un arte del
proletariado y por lo tanto el arte tiene que estar destinado a ese fin que es el de ser un
arma de propaganda y agitación comunista. El segundo mensaje muy importante es que
en manos del proletariado ese arte se convierte en un medio de producción y en un
producto de ese medio de producción, por lo tanto muy en la línea de todo lo que se
hace. Es decir, el artista es un productor, igual que lo es un campesino o un trabajador
obrero de una fábrica, es un obrero más que produce arte. Un arte que está destinado,
que tiene una función que es la de propaganda y agitación comunista. Por tanto se
cambia totalmente el concepto del artista separado de lo que sería una producción
obrera.
En los ejemplos de Malevitch vemos la influencia del positivismo: los colores, la manera
de situar las figuras en el espacio. En el de la izquierda están lijando parqué y a la derecha
son obreros de la siderurgia, punto al que Lenin va a destinar grandes recursos
económicos y que Stalin va a considerar fundamental el tener una industria siderúrgica
importante.
Después de un discurso de Meyerhold en la primera conferencia pan-rusa de los
dirigentes de los subdepartamentos de arte, se decide:
1. El trabajo político y el esclarecimiento en el campo del arte han de
considerarse como un todo unido.
2. En el comunismo el arte se convierte en arte del trabajo.
3. La asimilación de valores artísticos del pasado es perjudicial.
4. Solo lo artísticamente valioso del pasado debe conservarse en el presente.
5. La tarea de la enseñanza artística ha de ser apoyar a las masas en la
apropiación inmediata y permanente de los medios intelectuales y artísticos para
la producción artística.
6. La voluntad de creatividad de las masas es capaz de crear su propia cultura y
de liberarse de la estética burguesa.
7. El proletariado ha de acabar con la contraposición entre vida y arte. De aquí
en adelante ya no habrá arte como fin en sí mismo.
Formas artísticas e intenciones utilitarias (1920), Tatlin y otros.
Escrito de varios autores, Tatlin, Shapiro, Meyerzon, y Vinogradov donde se explica el
proceso que llevó a la creación de objetos artísticos a partir de materiales de producción
(hierro y cristal) en el que se busca la utilidad como por ejemplo, la maqueta del
Monumento a la III Internacional de Tatlin, expuesto en el VIII Congreso.
- Las bases sobre las cuales se apoyaba nuestra obra en el arte plástico no eran
homogéneas y se ha perdido toda conexión entre pintura, escultura y arquitectura: el
resultado fue el individualismo.
- A partir de 1917 “materiales, el volumen y la construcción” se aceptaron como
nuestros fundamentos. Su investigación posibilitó empezar a combinar, de forma
artística, materiales como el hierro y el cristal, comparables en su severidad al mármol
de la antigüedad.
- Unir formas puramente artísticas con intenciones utilitarias: ejemplo, el proyecto para
un Monumento a la III Internacional.
Programa del Grupo Productivista (1920-1921)
Programa del Grupo productivista que se publica como respuesta al Manifiesto Realista
y que iba firmado por Rodchenko y Stepanova. Muestra la relación entre arte productivo
e ideología a la vez que es una muestra de la divergencia de tendencias dentro del
panorama artístico.
- El grupo constructivista tiene por objetivo la expresión comunista de una obra
materialista constructiva.
- La única premisa de la ideología constructivista es el comunismo científico fundado
sobre la teoría del materialismo histórico.
- El grupo ha trasladado sus actividades experimentales del dominio abstracto al real.
- Los elementos específicos del trabajo del grupo (tectónica, construcción y factura)
justifican la transformación de los elementos materiales de la cultura industrial en
volúmenes, planos, colores, espacios y luz. Estos elementos son la base de la expresión
comunista de la construcción materialista.
- Objetivos del grupo.
. Desde el punto de vista ideológico: probar la incompatibilidad existente entre
actividad artística y producción intelectual.
. Desde el punto de vista práctico: campañas de prensa, concepción de planes,
organización de exposiciones y contacto con todos los organismos del aparato soviético.
. Desde el punto de vista de la agitación: guerra sin cuartel contra el arte en
general y afirmación de que la evolución del arte no puede llevarse a cabo de forma
progresiva.
Comisariado Popular para la Enseñanza (1921)
El Partido Comunista y sus diferentes organismos para la Enseñanza y el Comisariado
Popular establece las líneas básicas por las que se dará cobertura al arte y a los
Sindicatos de artistas para hacer llegar el arte y la estética al pueblo. Con ello se proponía
el pleno derecho del proletariado a la educación y disfrute de la actividad artística no
solo como placer sino como instrumento ideológico y como transmisor de ideas. Así el
arte como un elemento revolucionario más será utilizado como elemento
propagandístico aunque tendrá autonomía no teniendo ninguna orientación ideológica
estatal. Por el contrario se establece la colaboración del estado para proporcionar los
medios necesarios para la enseñanza artística y la producción.
Posiciones básicas que les guían en su actividad:
- El nuevo arte proletario y socialista sólo puede edificarse sobre el fundamento de todos
los logros del pasado, pero la herencia del pasado ha de depurarse.
- Hay que dar la mayor ayuda posible a los estudios de los obreros y campesinos que
están buscando nuevos caminos en las artes.
- Hay que elevar a un nivel mayor el trabajo agitador-propagandístico político y
revolucionario, ya que el arte es un instrumento eficaz para transmitir a los hombres
ideas, emociones y estados de ánimo.
- El arte se subdivide en varias orientaciones, sin embargo ni el poder estatal ni la
asociación de sindicatos deben reconocer ninguna como algo estatal-oficial, por el
contrario han de ser el máximo apoyo a todas las iniciativas en el campo del arte.
-Hay que proletarizar los institutos de enseñanza de arte. A la vez hay que prestar gran
atención al desarrollo del gusto estético y de la creatividad artística de las masas
populares.
AchRR: Declaración de la Asociación de Artistas de la Rusia Revolucionaria (1922)
Bajo las siglas AkhRR se conoce la asociación de artistas de la Rusia revolucionaria fundada
en 1922 en Moscú que llegó a reunir trescientos miembros, siendo los más destacados Isaak
Brodsky, Aleksander Gerasimov, Iouone, Boris Iogarson, etc.
Realizaron numerosas exposiciones por todo el país, lo que les granjeó rápidamente el
reconocimiento de un amplio público. Su pintura aboga por la descripción realista de la
Rusia revolucionaria, mostrando la vida cotidiana del proletariado, el campesinado y el
Ejército Rojo. Esta figuración se pone al servicio de un realismo heroico que prefigura
el realismo socialista posterior de los años 30. Mediada la década de los veinte, la AkhRR
se convierte en el núcleo artístico más influyente de toda Rusia gracias al apoyo directo del
gobierno, contando con afiliados en todo el país, con una editorial propia y con una filial en
Berlín desde 1928. En 1932 es disuelta, al igual que los demás grupos artísticos y literarios.
En el texto se establece el compromiso de la asociación como instrumento para dejar
constancia del momento histórico vivido tras la Revolución.
- Nuestra obligación ciudadana ante la humanidad es fijar de un amanera artística y
documental el momento sublime de la historia. Nosotros representamos el momento
actual.
- Debemos expresar nuestra vivencia artística en las formas monumentales del estilo del
realismo heroico.
- Reconocemos la continuidad histórica del arte
TEMA 4. LA GEOMETRÍA Y LA ABSTRACCIÓN
• Kandinsky después de sus primeros ensayos.
• Piet Mondrian y De Stijl.
• Hacia una arquitectura plástica: Rietveld. El resurgir del diseño industrial.
• Kandinsky y Mondrian teóricos
Introducción
La aparición de la abstracción fue un fenómeno en estrecha conexión con las
experiencias llevadas a cabo durante la primera década del siglo XX por los diferentes
movimientos de vanguardia. En ello tenía parte activa el proceso de construcción de la
autonomía de la pintura al excluir la representación en el cuadro, único elemento que
permanecía vinculado a la tradición. Su supresión proporcionaba por tanto al cuadro
una autonomía total. Esa representación de la realidad aunque diluida que había
permanecido todavía en las obras cubistas y futuristas desaparece por completo
sustituida por una nueva realidad: el cuadro-objeto.
La aparición de la abstracción no supuso el nacimiento de un nuevo ismo, sino que fue
la irrupción de un fenómeno que se desarrolló a través de diferentes tendencias. Así
podemos ver como desde el cubismo al futurismo pasando por el rayonismo de Mijail
Larionov, el suprematismo y posterior constructivismo las diferentes tendencias se
apartan de las formas de representación tradicional en busca de un nuevo arte basado
en la experimentación y donde está muy presente la relación entre las diferentes
disciplinas como arquitectura y escultura. Así a partir de las primeras realizaciones
abstractas, hacia 1910, el arte con representación pasa a llamarse figurativo mientras
que aquel en el que no aparece ningún elemento con representación o alusión de la
realidad ya sea pintura o escultura se considera abstracto. También el contacto con los
diferentes centros productores de arte, París, ciudades de centro Europa y del este así
como los contactos entre artistas facilitarán un continuo intercambio. De forma que, por
ejemplo, los contactos de los coleccionistas rusos con la vanguardia francesa tendría
mucho que ver con el constructivismo ruso, así como tampoco se concibe el desarrollo
del grupo De Stilj sin el suprematismo ruso. Por lo tanto vemos cómo paralelamente al
grupo constructivista soviético, en otros países europeos también aparecieron
movimientos de vanguardia que tuvieron un activo papel a través de la investigación en
la renovación de las artes visuales.
Vemos además que dentro de las particularidades de cada uno de estos movimientos,
sobre todo de su contexto político y social, hay ciertas características compartidas. Una
de ellas es la búsqueda de un cambio en el sistema del arte que rompa con el orden
establecido. Esto se hará a partir de un arte funcional normativo. Todos los artistas
implicados en estos movimientos imaginaron un arte universal y colectivo alejado de
todo individualismo y subjetividad.
Con estas premisas vemos que en 1917 mientras en Rusia se desarrolla el arte
prerrevolucionario en Holanda se inicia el Neoplasticismo, movimiento artístico que
también se ha denominado constructivismo holandés por su paralelismo con el
soviético. Tiene su origen en las obras cubistas de Georges Braque y Picasso y en la
teosofía.
1. Kandinsky después de sus primeros ensayos.
Wassily Kandinsky nació el 4 de diciembre de 1866 en Moscú. Fue el precursor de la
abstracción en pintura y un teórico del arte. Con él se considera que comienza la
abstracción lírica -Tendencia dentro de la pintura abstracta que se desarrolló a partir de
1910-.
Los años que discurren entre 1910, en que Kandinsky crea su “Primera acuarela
abstracta” y 1914, en que estalla la Primera
Guerra Mundial, fueron decisivos para la
abstracción. Hasta esa fecha, (en 1910 tenía 44
años), había desarrollado su carrera como pintor
figurativo dentro de fauvismo y el expresionismo.
Es en la búsqueda de esa pintura de carácter
expresivo que surge el elemento abstracto que
antes se escondía tímidamente tras afanes
puramente materialistas.
Reduce así paulatinamente la referencia figurativa con formas cada vez más
esquemáticas puramente pictóricas donde la mancha
de color, la línea, y los trazos esquemáticos ganan
protagonismo. Es una época en la que la necesidad
interior provoca la desvinculación de las formas con la
realidad. Por ejemplo de esta época son sus
Composiciones IV, V, VI, VII…
Composición IV. 1911
Impresión Nº V Arco negro
Composición Nº VIII
En la década de los años veinte la pintura de
Kandinsky experimentó un cambio radical
iniciando una abstracción realizada a base de
combinaciones de formas geométricas. Estas
obras coinciden con el inicio de la actividad de
Kandinsky como profesor en la Bauhaus de
Weimar dirigida por Walter Gropius. Tras una
breve estancia en Berlín, en otoño de 1921 fue
invitado a formar parte de la Bauhaus que Walter Gropius había fundado en 1919 en
Weimar y comenzó a impartir clases en ella hasta 1933 fecha en que la institución sería
clausurada por el Tercer Reich. En esta institución Kandinsky desarrolló su actividad
pedagógica en la enseñanza obligatoria para todos los alumnos, que tendría lugar en un
principio en el primer semestre, más tarde fue ampliada al segundo semestre, y a finales
de la década de 1920 también al cuarto. También colaboraría con Klee en un curso sobre
diseño básico en el que el color jugaba un papel muy importante.
2. Piet Mondrian y De Stijl.
Piet Mondrian había realizado su aprendizaje en la Academia de Amsterdam y
posteriormente se sintió atraído por la técnica postimpresionista especialmente por Van
Gogh. Pero más tarde su estancia en París en 1911 y el conocimiento del cubismo le
orientó hacia las investigaciones en el orden y la geometría. Sin embargo en 1914
regresa a Holanda para visitar a su familia y quedó atrapado allí por los acontecimientos
de la I Guerra Mundial que le mantuvieron alejado durante cinco años de París. En ese
intervalo de tiempo el cubismo siguió avanzando, introduciendo collage y otros
elementos. Sin embargo Mondrian, que tenía como meta profundizar en el cubismo,
quedó ignorando dicha evolución y se mantuvo en el
punto en que Picasso y Braque pintaban cuadriculas
totalmente abstractas. Por lo tanto lo que más temían
tanto Picasso como Braque que era la abstracción y lo
plano, paradójicamente, era la interpretación que
interesó a Mondrian mezclado con la teosofía (doctrina
ocultista y sintética que combinaba diferentes religiones
y filosofías orientales y occidentales muy de moda en el
cambio de siglo). Composición nº 10 en blanco y negro. 1915
(Ver la evolución de estas
pinturas en Arte desde 1900, pag
148-151)
Composición en línea. 1917 Composición con cuadrícula 9. 1919
De Stijl
En 1917 Mondrian ya estaba metido en la abstracción pura y funda el grupo De Stijl
junto con Van Doesburg. En principio se trataba de un movimiento de vanguardia. Otros
de los miembros fundacionales serían A Kik, J. J. P. Oud, y Vilmos Huszár, a ellos se
añadiría Vantongerloo, Van der Leck, Hoff, Wils y Rietveld en una primera etapa y más
tarde Kiesler, Graeff, el Lissitzky entre otros.
Piet Mondrian se convierte en el principal representante y teórico del grupo,
desarrollando el concepto objetivo de abstracción y poniendo las bases teóricas de su
evolución desde el cubismo analítico a la abstracción geométrica; una abstracción que
Herbert Read ha denominado objetiva para contraponerla a la abstracción subjetiva que
tendía a plasmar el sentimiento individual. Llamó Neoplasticismo al medio para reflejar
plásticamente la variedad de la naturaleza. Su planteamiento teórico basado e influido
por la matemática plástica del filósofo holandés Schoenmaekers, pretendía reflejar las
leyes matemáticas del universo.
De esta manera Mondrian crea un arte puro, sin ninguna utilidad, geométricamente
abstracto, que hace del ángulo recto su base y que reduce el colorido a los tres colores
primarios: rojo, azul y amarillo, que combina con los neutros: blanco, negro y gris. Con
tan sencillos elementos configura un espacio plano en composiciones carentes de
simetría a las que sólo el juego de líneas y colores proporciona armonía. La intención del
neoplasticismo es representar la totalidad de lo real, expresar la unidad de la naturaleza,
que aun cuando ofrece apariencias cambiantes y caprichosas, es de una regularidad
absoluta. Por lo tanto el neoplasticismo se fundaba también en una rigurosa restricción
de los medios (líneas, ángulos rectos, colores primarios), pero en modo alguno les
atribuía expresividad. Se trata de alcanzar un arte autosuficiente, capaz de expresar
armónicamente la fuerza y armonía del universo.
Frente a la irracionalidad proclamada por Dada, los neoplasticistas exaltaba lo contrario:
la racionalidad. Sin embargo ambos planteamientos coinciden en llevar al arte a un
punto cero.
En sus objetivos Stijl convocaba a todos aquellos que se oponían a la tradición y
confiaban en la capacidad redentora del arte puro. Frente a los programas más radicales
de los otros grupos alemanes o rusos, mantiene un cierto espiritualismo, presente sobre
todo en Kandinsky y Klee. Esto no supone, sin embargo, que De Stijl se mantuviera al
margen de los tópicos constructivistas de la vanguardia, como la confluencia de las artes
plásticas, la arquitectura o el diseño industrial de objetos de uso. Al contrario, la
confianza de De Stijl en el lenguaje artístico como instrumento de transformación del
entorno, no fue distinta de la que animó a la Bauhaus, porque en ambos casos estaba la
reconciliación entre artes y oficios. Sin embargo disentían en su concepción del lenguaje
plástico.
El campo de acción De Stijl fue ampliándose, en 1920 apareció el manifiesto referente a
la literatura, posteriormente se consolido la colaboración entre arquitectos como
Thomas Rietveld, pintores y escultores como Georges Vantogerloo, con la finalidad de
llegar a una unidad indisociable de las artes, entendiendo la arquitectura como la
disciplina que permitía dicha unificación. El juego de líneas, formas geométricas simples
y colores puros se podían aplicar lo mismo a la pintura, escultura, arquitectura o
mobiliario. Por eso el principio del neoplasticismo es común a un pintor como Mondrian,
un escultor como Vantongerloo, arquitectos como Rietveld o Oud. Al final sin embargo
la colaboración entre pintores y arquitectos resultó sumamente difícil y llevó al
progresivo desmantelamiento del grupo original pues cada cual era reacio a ceder
prerrogativas a otro. En el caso de Van Doesburg, sus diferencias iban algo más allá,
estaba convencido de que solo un impulso genial, creativo puede llevar a cabo la síntesis
absoluta de las artes.
La Bauhaus fue una escuela de Artes Aplicadas y de Arquitectura fundada por Walter
Gropius en 1919 en Weimar. La escuela se convirtió en el centro experimental más
activo del Movimiento Moderno.
En la base de su organización fue una escuela democrática y precisamente por ello el
nazismo la eliminó en 1933 apenas llegó al poder. Su sistema se basa en un sistema de
colaboración entre alumnos muchos de los cuales se convirtieron en docentes. La
democracia también alcanzaba a su funcionamiento no jerárquico sino que se auto
determina y se organiza para su propio progreso eliminando todo lo que pudiera tener
de excepcional para convertirlo en un lugar normal de producción y experimentación:
En la Bauhaus no habrá profesores y alumnos sino maestros, oficiales y aprendices1.
Además, la escuela era el lugar donde profesores y alumnos convivían y realizaban las
actividades en la idea de que a partir de la educación se logra una sociedad democrática
y racional.
1
Gropius. Programa de la Bauhaus 1919. Pag 357 Calvo Serraller
En un primer momento se pretendió que sus programas docentes dignificaran el trabajo
artesano y que su producción se elevara a la calidad artística. Nada escapaba al interés
desde una silla hasta el diseño de una modesta caja de fósforo. Cada vez los diseños se
alejaban más de las referencias al pasado para asumir los ideales de vanguardia. En
realidad, todo lo que entra en el ámbito de la comunicación visual era objeto de análisis
y proyección, desde el trazado de la ciudad, hasta envoltorios de mercancías,
espectáculos teatrales o deportivos, todo es comunicación. De hecho, muchos de los
objetos que se diseñaron y produjeron aún hoy siguen haciéndolo.
(Resumen G. C. Argan. El Arte Moderno, pag. 253-256)
Texto:
Bauhaus Dessau. Principios de la producción de la Bauhaus. Walter Gropius
El texto firmado por Gropius fue publicado en 1926 en Dessau. En esas fechas se habían
producido ya cambios significativos dentro de la escuela como fue la sustitución de Itten
por Moholy-Nagy y Albers, así como el traslado de la sede de Weimar a Dessau. La sede
en Weimar había recibido críticas y ataques por parte del partido nacionalista
acusándolo núcleo de doctrinas comunistas que obligaron a este cambio. Así, en 1926
se inauguró un nuevo edificio en Dessau proyectado por Gropius que es a su vez
considerado programa de la nueva arquitectura.
Sin embargo estos cambios respondían también a una trasformación más profunda que
más allá de tendencias (se suele decir que la Bauhaus pasó del expresionismo al
elementarismo) significan un cambio por parte de Gropius de ir hacia la producción y la
funcionalidad superando ciertos determinismos formales. La experimentación artística
irá dirigida a la creación de objetos, utensilios y arquitectura estándar al servicio de las
necesidades sociales. En ello tienen que ver la influencia del constructivismo ruso y de
la arquitectura internacional de la cual la Bauhaus fue reflejo.
El texto define así la nueva metodología de trabajo de la Bauhaus que tras una primera
fase más determinista y con aspiraciones utópicas de la construcción de un nuevo futuro,
dentro de unas aspiraciones románticas y expresionistas, se abre más a todos los
movimientos de vanguardia y se dispone a un método de trabajo más experimental y
productivista. Esto se produce fundamentalmente a partir de la exposición de 1923 en
Weimar donde se muestran todas las novedades de la Bauhaus con nuevas
incorporaciones que introducen las últimas tendencias de las vanguardias.
A partir de la nueva sede y con unas infraestructuras renovadas el interés por la
productividad y las nuevas metodologías de trabajo introducidas por Moholy-Nagy se
resumen en este artículo donde se exponen sus aspiraciones experimentales y de
producción que incidirían en un nuevo concepto del diseño industrial a partir de
entonces.
Ver: http://www.cultier.es/bauhaus-la-primera-escuela-de-diseno-del-siglo-xx
3.2 Gropius y la arquitectura integral.
Walter Gropius (1883-1969) fundó la Bauhaus con la idea de unificar las artes bajo la
primacía de la arquitectura considerándola integradora de todas las demás. Considera
que los edificios deben ser funcionales para su contenido y además comunicar, y es el
dinamismo de la función la que determina su forma. En definitiva la comunicación era
precepto, norma y orden. En ese mismo concepto la ciudad debe concebirse como un
sistema de comunicación. El trazado, las formas de los edificios, las manifestaciones
gráficas, los espectáculos, todo forma parte de esa misma comunicación y como tal debe
ser analizado.
Gropius entiende la arquitectura como un sistema integral donde el interior y el exterior
estén relacionados. Las estructuras portantes se reducen a sucesión de planos
ortogonales, el edificio deja de ser una masa para convertirse en una construcción
geométrica en el espacio. El espacio no es nada en sí mismo sino que como espacio
virtual existe en función de nuestro movimiento y proyección. Para él la arquitectura
debe de servir al grupo de personas que viven una experiencia formativa conjunta, ya
sean los miembros de una familia, un grupo de alumnos, o los trabajadores de una
fábrica. El elemento cohesionador no es el grupo social, sino la afinidad o la disposición
para una determinada experiencia que vaya a realizar.
3.3 Los artistas de la Bauhaus.
Si como hemos visto desde las primeras décadas de siglo y hasta después de la Segunda
Guerra Mundial se dan unos hechos que cambiarían la concepción de la arquitectura
como son la necesidad de planificación urbanística y economía del suelo, la racionalidad
de las formas, el recurso tecnológico, entre otros dentro de estos principios aparecen
diferentes planteamientos y situaciones objetivas, sociales y culturales. En el ámbito
europeo se pueden distinguir:
• Un racionalismo formal que tiene su centro en Francia con Le Corbusier a la
cabeza.
• Un racionalismo metodológico-didáctico que tiene su centro en la Bauhaus con
Gropius.
• Un racionalismo ideológico con el constructivismo soviético.
• Un racionalismo formalista en el Neoplasticismo holandés.
Dentro de esta variedad La Bauhaus se construye como escuela democrática. Gropius
no cree en la universalidad del arte y por ello convoca a su alrededor a los artistas más
avanzados (Kandinsky, Klee, Albers, Moholy-Nagy, Feininger, Itten), logra su
colaboración y les convence de que el lugar del artista es la escuela y su tarea social es
la enseñanza. Su razón es ligar o restablecer el arte con la artesanía. En el texto Los
elementos fundamentales de la forma (1923) Kandinsky escribe: El trabajo de la
Bauhaus está sujeto a la unidad iniciada en los diversos campos, que todavía hasta hace
poco eran concebidos como sectores separados entre sí.
En un principio algunos provenían del expresionismo de Der Blaue Reiter (Jinete Azul)
como Klee o Kandinsky. Más tarde la vanguardia constructivista y neoplasticista llega
con la entrada de Moholy-Nagy o Josef Albers.
Sin embargo dentro de esa variedad no puede darse una línea única sino diferentes
tendencias que marcaron también la trayectoria de la escuela como se puede ver a partir
del siguiente texto introductorio:
Resumen Calvo Serraller:
La Staatliche Bauhaus (Casa de la Construcción Estatal), o simplemente Bauhaus
fue fundada en 1919 en Dessau, República de Weimar. Ha sido considerada
erróneamente tanto centro del constructivismo como el proyecto más ambicioso de la
vanguardia artística. Hoy en día se apunta a que ni en sus orígenes ni en su desarrollo
personificó a la vanguardia sino que se constituyó como un frente más homogéneo que
los demás movimientos y disponía de mejor infraestructura. También es cierto que
desde 1925 en Dessau dio cabida a todas las tendencias de la época.
En sus albores está menos marcada por la tesis de la fusión arte/industria que por las
aspiraciones utópicas berlinesas de la “construcción de un nuevo futuro”. Se adhiere por
tanto al objetivo de lograr la alianza de las artes bajo las alas de la gran arquitectura y la
obra de arte total. En este espíritu de utopía deben situarse las afirmaciones de que el
arte y la arquitectura no deben ser privilegio de una élite sino asunto de todo un pueblo.
Estas preocupaciones aproximan a la Bauhaus a una especie de socialismo estético
apolítico.
Por otra parte la Bauhaus considerada erróneamente baluarte racionalista alimentaría
sin embargo ciertas contradicciones en su seno. Una de ellas que tendría que ver con la
tesis de las relaciones arte/industria, es el predominio de “artistas” en la enseñanza
artística. Gropius recluta a los profesores entre los más próximos al expresionismo
lejano del Jinete Azul como del más inmediato de Der Sturn. Feininger, Itten, Klee,
Schlemmer o el propio Kandinsky, recién llegado de Rusia, y representante del arte puro
de laboratorio en polémica con los constructivistas. Es decir, se trata del ala más pura
no envuelta en las vicisitudes de los radicales. La novedad del método didáctico del
Vorkus (curso preliminar) suele ser uno de los capítulos más apologéticos de la
pedagogía artística. El curso dado por Ittem era común a todos los principiantes y se
focaliza en los problemas de la forma y la exploración metódica de los materiales bajo
la guía del instinto. La base del curso, como la enseñanza de Kandinsky o Klee, está
constituida por el conocimiento de los colores y materiales que les prepararía para pasar
después a los diferentes talleres, todo ello aunado por la espontaneidad derivada de la
poética expresionista.
En 1922 se producen diferentes acontecimientos artísticos de los que la Bauhaus está
ausente: Congreso Internacional de Artistas Progresistas de Düseldorf, declaración de la
proclama de la Facción Internacional de constructivismo y otros. 1922 es el año de la
ofensiva constructivista y experimentalista con la aparición también de numerosas
revistas. En ese momento ya Gropius da la señal de alarma sobre un excesivo
romanticismo en la Bauhaus. Problema que se intenta solventar con la salida de Ittem
en 1923 al que sustituye Moholy-Nagy. En ese momento se produce un proceso de
racionalización con preferencia de formas esenciales, geométricas, colores elementales,
etc., no solo en el curso preliminar de Moholy Nagy o de Albers, sino entre el
compromiso entre el proceso analítco y el sintético que gobierna los planteamientos de
Klee o Kandinsky. Aparte, el individualismo expresionista es sustituido por una
sistematización de Moholy o Albers. Sin embargo pese a estos cambios y el disfraz
racionalista: se mantiene el curso preliminar, el mantenimiento de las tesis
expresionistas y espontáneas, así como disconformidades de los propios alumnos que
no se sienten identificados con las posteriores tesis productivistas de la escuela
confirman que la influencia de las vanguardias constructivista, neoplasticista holandesa
y otros movimientos coetáneos planeaban sobre alumnos y profesores pero entraron
de refilón y fueron sometidas a una sistemática ocultación por parte de Gropius.
Tampoco es casual que la apoyatura de la reflexión creativa se buscase en la psicología
de la forma que sintonizaba bien con los restos del expresionismo disfrazado.
Los textos reflejan estas tensiones así como la dialéctica entre los procesos analíticos y
sintéticos, entre racionalidad e intuición. Los textos de Klee de este periodo así como El
Punto y la línea sobre el plano de Kandinsky son los compendios más representativos de
la alianza entre investigación exacta e intuición que es donde más lejos llega la
racionalización de la Bauhaus. En ello se constata que estos artistas, dos de los que más
tiempo permanecieron en la escuela, comparados con otros coetáneos holandeses o
rusos no son excesivamente experimentalistas a pesar de las grandes aportaciones que
cada uno de ellos haya podido ofrecer.
4. Mies Van der Rohe. (1886-1969)
Es otro de los grandes protagonistas del racionalismo alemán. Arquitecto unido a
Gropius por un extraño complejo de afinidad y de aversión. Al igual que Gropius fue
alumno de Behrens y por invitación suya toma la dirección de la Bauhaus en 1930 hasta
1933, año en que fue clausurada por los nazis y que le obligó posteriormente a dejar
Alemania para trasladarse a Estados Unidos donde llevó a cabo el resto de su obra tras
haberse convertido en maestro de generaciones de arquitectos norteamericanos.
La arquitectura de Mies se caracteriza por una sencillez esencialista, y por la sinceridad
expresiva de sus elementos estructurales. Su racionalismo y posterior funcionalismo se
han convertido en modelos para el resto de los profesionales del siglo. Su influencia se
puede resumir en la frase que él mismo dictó: “Menos es más”, y que se ha convertido
en paradigma ideológico de la arquitectura del movimiento moderno.
Contrariamente a Gropius no se plantea problemas sociales y
no tiene intereses urbanísticos directos. Para él las grandes
ciudades están destinadas a desaparecer y sus rascacielos serán
los primeros elementos de la ciudad futura formada por
enormes prismas transparentes con grandes vacíos entre unos
y otros. Ya en 1920 y como pura búsqueda formal comienza a
proyectar rascacielos como envoltorios de cristal alrededor de
un alma estructural, aunque en aquella época en Europa aún no
se contemplaba el rascacielos sino como elemento del folclore
urbano americano. El rascacielos es el tema central de todo su
proceso de investigación.
Cuando no proyecta
Seagram Building, NY grandes alturas, las
proyecta mínimas en
extensión, edificios a ras de tierra, anchas
cubiertas planas sobre bajas paredes de cristal con
estructuras portantes en el interior. De
vinculación a la experiencia neoplástica, no
admite más que ejes estructurales: vertical y
horizontal, y una sola entidad formal, el plano. Casa Farnsworth, 1946 Illinois
Texto:
Arquitectura y modernidad. Según comentario videoconferencia
El texto publicado en 1924 tiene como idea principal expresar la definición razonada de
la nueva arquitectura que por esas fechas practicaba Mies van der Rohe.
En los diferentes párrafos del texto se expone la idea de la identificación de la
arquitectura con su época histórica, incluida la despersonalización del creador y la
estrecha vinculación de la arquitectura de la época con la ingeniería y la industria. Por
tanto, la idea principal es la definición y la defensa de una nueva forma de crear la
arquitectura, para lo cual el autor utiliza una secuenciación de párrafos en los que va
exponiendo su razonamiento expresando en frases cortas aquellas partes que desea
resaltar. Por lo tanto se trata de un texto predominantemente analítico en el que las
ideas se entrelazan para llegar a las afirmaciones que Van der Rohe propone sobre su
concepción de las formas constructivas.
El texto se dirige al colectivo de los profesionales dedicados a la arquitectura, aunque su
lectura de contenidos es accesible a cualquiera. El autor apela a una lógica histórica en
la necesidad de crear edificios totalmente identificados con su tiempo y a la vez describe
la época en la que vive como impersonal, anónima y de tendencia laica. Por lo que no
solo apela a la necesidad de la nueva época de nuevas formas arquitectónicas sino que
además apunta a los edificios o tipologías que han de ser objeto de renovación. En este
sentido, van der Rohe actúa de forma coherente al resto de las vanguardias y percibe el
camino nuevo para el arte y lo justifica y defiende en este texto. De esta forma abre la
vía para el desarrollo de su concepción personal de la arquitectura anclada en su tiempo,
en la que disociará claramente elementos estructurales y de cerramiento, creando una
estética sobria pero espectacular de líneas geométricas muy duras. Los orígenes de esta
concepción de la arquitectura podemos buscarla en la influencia del constructivismo
holandés de De Stijl que comparte con van der Rohe el interés en eliminar lo superfluo
en una pureza de formas que también evidencia la presencia del cubismo en su
concepción. La Presencia de van de Rohe es especialmente visible en los Estados Unidos
donde su axioma menos es más ha quedado ligado al diseño del rascacielos que en
mayor medida es una tipología tributaria de sus ideas. Por otra parte, como director de
la Bauhaus de 1930 a 1933 difundió en Europa la concepción racionalista y funcionalista
de la arquitectura, aunque como profesional, su vida quedó ligada a los EEUU por las
vicisitudes de la política europea de la primera mitad del siglo XX.
Como conclusión, van der Rohe expresa algunos de los que serán sus rasgos definitorios,
su interés por hacer avanzar la arquitectura adaptándola e identificándola con su tiempo
histórico, a la vez de su convencimiento sobre la estrechísima relación entre obra
arquitectónica y de ingeniería son claves para lograr edificios funcionales. Algunas de
estas ideas serán compartidas con otros arquitectos racionalistas como Le Corbusier.
TEMA 6. EL FENÓMENO DE LA ARQUITECTURA AMERICANA
• Nuevos horizontes de la ciudad.
• Frank Lloyd Wright y la arquitectura orgánica: una nueva relación entre
organicidad, arquitectura y naturaleza.
• Sus presupuestos frente a las tendencias racionalistas.
1. Nuevos horizontes de la ciudad
La urbanización y ocupación de los enormes territorios vírgenes en América del Norte
había dado lugar a grandes núcleos urbanos que desde finales del siglo XIX se habían
configurado de forma heterogénea y en paralelo al progreso industrial. Muchos de estos
núcleos al igual que ocurría en Europa y sobre todo en torno a los conjuntos industriales
más desarrollados había dado lugar a edificaciones con viviendas precarias,
hacinamiento, falta de salubridad y marginación.
Desde finales de siglo y principios del XIX se dan algunos intentos de renovación y de
vuelta a la naturaleza (se plantea el regreso a la naturaleza, el paisaje natural como
representación simbólica de Norteamérica) con inserción de parques en las zonas
urbanas, así como diversos planes reguladores que desde 1900 establecen pautas de
intervención en los grandes centros urbanos como Denver, San Diego, Sacramento o
Chicago. Proliferan también las áreas residenciales en el extrarradio para los sectores
más acomodados.
Por otro lado el gran incendio de Chicago que destruyó parte de la ciudad dio lugar a
una reconstrucción y un nuevo trazado urbano que respondiera a los intereses de los
grandes capitales y su capacidad de intervenir en la gestión de la ciudad. El incremento
del precio del suelo hizo que la ciudad se edificara con inmuebles de gran altura, la
mayoría sedes de empresas e instituciones que serían a la vez imagen representativa del
poder. Eran en su mayoría edificios monumentales pero con formas clásicas insertos en
zonas de parque. Esta imagen de ciudad con enormes edificios con forma de
paralepípedo surgidas del progreso económico y técnico será repetida en otros centros
importantes como Buffalo, San Louis, o Boston y por supuesto Nueva York.
Los rascacielos compiten en altura y representación, en las grandes ciudades de finales
del S.XIX y principios del S.XX (Chicago, New York, etc.), convirtiéndose en símbolos
publicitarios de las empresas propietarias.
Se rompe con la idea de la ciudad “tradicional”, se construye en vertical y los precios de
la vivienda se disparan, por lo que se plantea el éxodo hacia las afueras, en busca de
terrenos menos caros, propios de viviendas de coste medio aptos para una creciente
burguesía y para una clase acomodada.
Algunos de los representantes más destacados de la nueva arquitectura serán en lo que
se llamó la escuela de Chicago:
• Louis Sullivan (1856-1929). Alejado del movimiento conservador de finales de
siglo entro en el estudio del arquitecto danés Dankmar Alder (1844-1900).
Ambos destacan en la arquitectura de acero buscando el reflejo de la función en
el edificio así como por un cuidado diseño de motivos decorativos inspirados en
The Grammar of Ornament de Owen Jones.
• Edificio Carson 1895-1912, de Sullivan. Modelo de grandes almacenes con
estructura marcadamente horizontal de malla reticular. El piso de entrada y
entresuelo con tratamiento más ostentoso y una decoración inspirada en el Art
Nouveau.
Por su parte en Nueva York destacan:
• Edificio Fuller 1902, conocido como Flatiron Building por la forma triangular
de su solar. Su altura fue superada por el Metropolitan Life Tower.
• Metropolitan Life Tower de 130 mts rematado por un campanile a imagen
del de la Plaza de San Marcos de Venecia.
• Woolworth Buildin 1913, obra de Cass Gilbert quien proporcionó una
imagen goticista tomada de la catedral de Rouan del siglo XVI
• Edificio Chrysler Building 1928, obra de William van Alen. Estructura
escalonada y espectacular remate en aluminio con efectos luminosos
tomados de la decoración y fabricación de los automóviles de la firma
promotora. Su altura fue superada poco después por el Empire.
• Empire State Building 1931, de William F. Lamb. Prueba de la rivalidad
tecnológica y de representación.
2. Frank Lloyd Wright y la arquitectura orgánica: una nueva relación
entre organicidad, arquitectura y naturaleza.
Frank Lloyd Wright (1867-1959) fue uno de los principales maestros de la arquitectura
del siglo XX. Estudió ingeniería civil y en 1887 viajó a Chicago para trabajar como
delineante en el estudio de Adler and Sullivan. En 1893, con solo 26 años, abrió su
propio estudio de arquitectura en Chicago.
Igual que Sullivan, al que consideraba su maestro, siempre se opuso a la imposición de
los órdenes y estilos tradicionales europeos, convencido de que la forma de cada edificio
debe estar vinculada a su función, al entorno y a los materiales empleados en su
construcción.
En la primera etapa de su trabajo realizó toda
una serie de viviendas unifamiliares que tienen
en común su carácter compacto y la
austeridad decorativa con aposición al
eclecticismo de la época. En estas primeras
realizaciones conocidas como “casas de la
pradera” están ya presentes algunas de las
constantes de su obra. Se trataba de casas
unifamiliares, fuertemente integradas en su
entorno que se adaptaban a la personalidad de sus dueños. Y se caracterizaban por:
- Espacio interior organizado a base de ejes que se cruzan y la prolongación de
techos en alas que forman pórticos.
- El predominio de la línea horizontal. Es decir, el plano horizontal que lo sujeta
todo firmemente a la tierra.
- Volumetrías complejas y articuladas mediante grandes cubiertas de poca
inclinación y amplios aleros en voladizo que sobresalen de las fachadas.
- Una gran chimenea como el elemento central, alrededor de la cual se disponen
las habitaciones.
- Ventanas que forman una secuencia horizontal.
- El dominio de la planta libre, con la que se obtenían grandes espacios que fluían
de una estancia a otra, donde cada habitación se abría a las demás, con lo que
se conseguía una gran transparencia visual, una gran iluminación y sensación de
amplitud.
- Abrir el espacio interior hacia el exterior. Evitando los cerramientos sólidos,
recurriendo a las divisiones ligeras o los techos de altura diferente para
diferenciar visualmente los distintos espacios.
- Algunas de ellas son: Martin House en Buffalo (Nueva York, 1904), la Coonley
House en Riverside (Illinois, 1908) y la Robie House en Chicago (1909).
1
El arte moderno. G. C. Argan, pag. 380
importancia de los materiales, para lo cual destaca su teoría sobre la arquitectura
orgánica.
El texto pertenece a la época posterior a su viaje por Japón y Europa después de los
tristes episodios con el incendio de su casa y la pérdida de su familia, que le llevaron a
ausentarse de Estados Unidos. Esta época supuso un periodo de reflexión teórica y
evolución de su obra. Así bajo su propia experiencia recomienda a los jóvenes
arquitectos en primer lugar que viajen lo más lejos posible, que aprendan de su
experiencia. En el texto además hace una conexión entre la arquitectura y la juventud
como forma de expresión de un espíritu que debe ser representado. La importancia de
la máquina como parte de la vida. Debe ser un instrumento útil al servicio del hombre y
la casa es también una máquina a la cual el arquitecto debe proporcionar la vida. Critica
por ello aquella arquitectura que no distingue el instrumento de la vida dando lugar a
mucha de la arquitectura que se basa en envolturas historicistas disfrazando con ello la
verdadera esencia de la arquitectura que para él es la arquitectura orgánica sinónimo
de arquitectura moderna. En la arquitectura orgánica, la severa línea recta que se
disuelve en la línea punteada donde termina la inflexible necesidad…esto es moderno.
Igualmente su visión de la arquitectura orgánica debe relacionarse con las posibilidades
de los materiales modernos, y la creación de un espacio interno “acogedor”. Por ello
hace hincapié en la importancia del cristal y su relación con la luz y la iluminación del
sol.
Finaliza diciendo: los edificios orgánicos tienen la potencia y la ligereza de la tela de
araña, están caracterizados por la luz, creados por el ambiente circundante,…,
desposados con el terreno ¡Esto es moderno!
Historia crítica de la arquitectura moderna. KENNETH FRAMPTON
Frank Lloyd Wright y la ciudad en desaparición, 1929-1963.
Este texto hay que ponerlo en relación con el primer apartado de este tema sobre los
nuevos horizontes de la ciudad así como con la evolución en la obra de Wright. La ciudad
en desaparición es el libro que Wright escribió sobre sus teorías urbanísticas. Publicado
en 1932 expone la necesidad de trasladar a la población de las ciudades masificadas
hacia el campo y establecer un tipo de urbanismo más acorde con la naturaleza. Este
nuevo modelo de ciudad es lo que denominó Broadacre City.
En el texto el autor expone la obra del arquitecto así como el desarrollo de su concepto
de la arquitectura orgánica y la ciudad utópica que idea como modelo alternativo a la
ciudad masificada. El resumen del texto destaca lo siguiente:
Desde sus primeras obras basadas en viviendas unifamiliares en las que utiliza las
innovaciones técnicas para ponerlas al servicio del arte y de la cultura en sus casas de
estilo pradera. Por ejemplo sus diseños como la Casa Coonley 1908, la Casa Robie 1909
o los Midway Gardens 1914. Pero a partir de los años veinte los cambios sociales
producidos por la Gran depresión, las nuevas producciones en serie y la influencia de la
producción de automóviles en serie de Henry Ford, hicieron replantearse a Wright los
límites de los materiales tradicionales en una serie de edificios destinados a la gran
ciudad. Materiales como el hormigón armado, el cristal, así como las estructuras
modulares con cerramiento cortina eran innovaciones con las que Wright comenzó a
experimentar. Descubrió las posibilidades del vidrio como material moderno por
excelencia del cual no había una tradición en la arquitectura clásica. De ahí que en 1928
adoptara la idea de una arquitectura igualitaria en torno a Usonia y de una nueva forma
de concentración de la ciudad. El texto destaca dos obras maestras pertenecientes a
este periodo: la Casa Kaufmann de 1936 en Pensilvania, y la Johnson Wax comenzada
en el mismo año.
El concepto de lo orgánico que Wright aplicaría a partir de 1908 en sus voladizos de
hormigón como si se tratara de una forma natural parecida a un árbol se aplicaría y
culminaría en estos dos edificios donde además puso en práctica todos los medios
tecnológicos como los tubos traslúcidos de vidrio, las bajantes aprovechadas de las
formas cónicas de las columnas en forma de hongo, el sistema de refrigeración y
calefacción, etc.
Continuando con este desarrollo de la arquitectura orgánica y usoniana Wright realizó
entre finales de los cincuenta y principios de los sesenta otras obras casi futuristas como
fueron los Juzgados de Marin Country, en California y su última obra, el Museo
Guggenheim de Nueva York.
Wright había expuesto sus ideas sobre el urbanismo de la nueva ciudad en 1932 en su
primer libro La ciudad en desaparición donde tras terminar su estudio de Broadacre City
declaraba que la ciudad del futuro estaría en todas partes y en ninguna Es decir que se
debía establecer un nuevo sistema de asentamiento. Por otra parte afirmaba que
Norteamérica no necesitaba ayuda para construir Broadacre City porque se construiría
sola. Ambas afirmaciones según este texto son una contradicción. Por otra parte veía en
la máquina el único factor con el que el arquitecto debía llegar a un acuerdo aunque el
dilema era cómo hacerlo de forma que no quedara insensibilizado. Los principales
avances que daba como fundamento de la civilización eran la electricidad, la
movilización mecánica como el avión o el automóvil y la arquitectura orgánica.
Sin embargo pese a que las teorías de Wright ponen de manifiesto una importante
intención de igualdad y orden social en el cual la arquitectura tenía un gran papel Kennet
Frampton hace un análisis crítico a estas propuestas ya que tanto Wright como Henry
Ford se basaban en una economía individualista casi agraria donde cada hombre debía
cultivar sus alimentos para autoabastecerse en una ciudad ideal sin tener en cuenta que
en una sociedad industrializada la mano de obra era esencial y la producción de los
pequeños agricultores insuficiente para abastecerla. Por otra parte el historiador Meyer
Schapiro también había criticado que Wright a pesar de su ataque a la renta y al
beneficio no había tenido en cuenta el problema del poder. Por lo tanto en el utopismo
de su ciudad había ciertas contradicciones. Por una parte asumía y preveía la pobreza
ya que argumenta la posibilidad de que el trabajador construya su vivienda poco a poco
a medida de sus posibilidades y de que vaya ganando dinero. Además acepta la industria
privada como un hecho pero aboga por una sociedad igualitaria.
Por lo tanto la crítica que se hace es que tanto la arquitectura como el urbanismo deben
encarar la lucha de clases y los conflictos de poder inherentes al nuevo orden social. La
propiedad privada, la explotación del obrero dentro del sistema de producción en serie,
así como las consecuencias de la industria privada era algo que ninguno de los dos tenía
en cuenta.
Algunos puntos del texto:
- La económica producción de automóviles en serie por parte de Henry
Ford y el impacto de la Gran Depresión le hizo desplazar las sus casas mayas,
construidas para estetas ricos y desplazados a las suntuosas colinas del sur de
California, por un nuevo papel arquitectónico en la reestructuración del orden
social en los EEUU.
- Wright había reconocido que el destino de la máquina era provocar un
cambio profundo en la naturaleza de la civilización y su reacción inicial había sido
adaptar la máquina a la cultura artesanal de gran calidad, es decir, aplicarla a su
estilo de la pradera.
- Fue a mediados de los años 20 cuando se planteó el montaje de edificios
enteros a partir de elementos artificiales fabricados en serie.
- Al verse forzado por la economía a reconocer los límites de la
construcción y los materiales tradicionales, tuvo que abandonar su estilo de la
pradera ligado al terreno y mediante una combinación de hormigón armado y
vidrio creo una arquitectura prismática y facetada cuyo exterior de cristal,
producía la ilusión de una ingravidez total.
- Wright afirmaba “las sombras eran las pinceladas del arquitecto
antiguo, dejemos que el moderno trabaje ahora con la luz. Es la máquina la que
hace modernas estas oportunidades nuevas y excepcionales, que ofrece el vidrio”
- En 1928 acuñó el términó Usonia para denotar una cultura igualitaria
que surguiría espontáneamente en los EEUU. Con él quería dar a entender la
realización de una forma nueva y dispersa de civilización que había hecho posible
la posesión masiva de automóviles.
- El coche entendido como el medio de locomoción democrático, iba a
ser el deus ex machina del modelo antiurbano de Wright: su concepto de
Broadacre City.
- Una de las ironías del siglo XX es que Broadacre City se aproximaba más
que ninguna otra forma de urbanismo a los preceptos del Manifiesto comunista
de 1848 que defendía la abolición gradual de la distinción entre el campo y la
ciudad mediante una distribución más equitativa de la población sobre el
territorio. No obstante, los primeros edificios para esta nueva cultura usoniana
tenían un tono más urbano que agrario.
- Durante el periodo usoniano sus dos obras maestras fueron: La casa
Kaufman ; El edificio administrativo de la Johnson Wax
- Para Wright, el término orgánico llegó a significar el uso del voladizo de
hormigón como si fuera una forma natural parecida a un árbol. En el edificio de
la Johnson Wax, esta metáfora orgánica se revelaba en unas columnas
fungiformes, altas, esbeltas y más estrechas en la base, que forman el sistema
principal de soporte. Estas columnas terminan a modo de hojas de nenúfar.
- La visión usoniana de Wright llegó a su completa realización en el Museo
Guggenheim de Nueva York de 1943. Este edificio ha de considerarse el climax
final del arquitecto, puesto que combina los principios estructurales y espaciales
de Falling Water con la contención cenitalmente iluminada de la Johnson Wax.
- En otra ocasión indicó los recursos que configurarían su Broadacre City:
el coche, la radio, el teléfono, el telégrafo y sobre todo, la producción
normalizada de los talleres mecánicos.
- Para Wrigh la cultura usoniana y Broadacre City eran conceptos
inseparables. Se trataba de pequeñas casas, cálidas y de planta abierta,
diseñadas de modo que fueran prácticas, económicas y cómodas. El edificio más
importante diseñado para esta ciudad ideal fue la granja Davidson, crucial para
la economía de la Broadacre City, donde cada hombre debía cultivar sus propios
alimentos.
JEAN-LOUIS COHEN, Sobre las ideas de Wright acerca del urbanismo del siglo XX y su
reflejo en Europa
Se trata de un artículo del Dr. Cohen, un especialista en arquitectura y urbanismo del
siglo XX y Profesor de Historia de la Arquitectura. En él mismo el autor analiza las ideas
de Wright sobre el urbanismo y su incidencia en Europa.
El texto se desarrolla en distintos apartados:
- La primera ola de americanismo. Describe las reacciones europeas hacia Wright
desde el comienzo de siglo y desde las Casas de la Pradera que se hicieron
famosas en Alemania y Holanda primero y más tarde en Francia, Italia o la URSS.
Coincide ello con un crecimiento urbano europeo y nuevos modos de vida
burgueses. Otra característica que se conoció pronto en Europa es el rechazo al
eclecticismo historicista que fue difundido por el arquitecto holandés Hendrik
Petrus Berlage en 1911. Así mismo la funcionalidad de sus exteriores
arquitectónicos en los nuevos edificios de producción y actividad urbanas como
bancos u oficinas así como los apartamentos Lexington Terrace que fueron dados
a conocer en Alemania por Ludwig Hilberseimer.
- Wright y las vanguardias europeas. En otros casos la crítica sobre la moda de las
horizontales como así lo llamó Werner Hegemann haciendo también alusión a
los apartamentos Lexinton que comparaba con desdén con el renacimiento
maya. Sin embargo la obra de Wright sería conocida a través de una muestra de
arquitectura americana en 1931 en Berlín que trascendió las fronteras de
Alemania y Holanda llegando a Francia, Italia y Rusia no sin contradictorias
lecturas pero que dio a conocer la arquitectura americana siendo acogida en
Europa como una alternativa posible y plausible.
- El americanismo renovado. Hacia los años treinta se da la coincidencia entre la
obra de Wright y la de otros americanos como Charles Chaplin, Walt Disney, Ford
como símbolos de la cultura americana. También y debido a la guerra en Europa
se da un trasvase de arquitectos que viajarán a Estados Unidos muchos de los
cuales cosecharon éxitos allí como Neutra que había sido discípulo de Wright.
- Broadacre y la repercusión del capitalismo orgánico. La transformación de la
ciudad propuesta por Wright era un debate abierto desde finales del siglo XIX
por distintas teorías como la Ciudad Jardín de Ebenezer Howard o los proyectos
llevados a la realidad de Orchards en Darby, Montana. Estos primeros proyectos
eran conocidos por Wright así como las ideas de Le Corbusiser a quien criticaba
pero con quien tenía puntos de coincidencia en su concepción de Broadacre City.
No obstante en Europa el proyecto de Wright el cual pudo presentar en sus
conferencias de 1939 en Londres tampoco fue admitido abiertamente sino con
escepticismo. Especialmente en el ámbito ruso es donde los principios del
capitalismo orgánico encontraría menos aceptación.
- El mito de la postguerra “arquitectura y democracia”. Finalizada la II Guerra
Mundial el nuevo poderío americano tanto político, como militar y económico
supondría un profundo cambio respecto a las actitudes europeas. Desde ese
momento la figura de Wright se erigió en modelo de veneración por parte de
aquellos que se interesaron por los aspectos técnicos de su obra y su
arquitectura orgánica. Uno de los que postularon por la figura de Wright como
arquitectura orgánica = arquitectura democrática fue Bruno Zevi. Zevi creía que
podía diseñarse para clasificar las obras maestras de la arquitectura puramente
utilitaria de la que solo los genios son capaces. A partir de esos años muchos
jóvenes profesionales viajaron a America para conocer sus obras o para trabajar
con él, en una época en que la fascinación por las ciudades norteamericanas
estaba inmersa en el crecimiento económico y la prosperidad perdiendo en parte
el impacto crítico.
No ha sido hasta fechas más recientes en que las lecturas globales a la obra de
Wright y a su Broadacre City han puesto de manifiesto aspectos que entonces
no se contemplaron. Sobre todo desde la apertura de los archivos de la
Fundación Frank Lloyd Wright y el acceso a sus documentos privados se está
poniendo de manifiesto que hay mucha más coincidencia entre las reflexiones
europeas y norteamericanas de lo que se creía y que una cultura mundial con
variantes locales y nacionales subyace bajo la arquitectura y planificación urbana
desde finales del siglo XIX.
Texto de MIES VAN DER ROHE con motivo de una exposición sobre la obra de Frank
Lloyd Wright en Berlín en 1910.
Mies van der Rohe escribirá con motivo de una Exposición sobre Wright:
- Hacia principios de este siglo empezó a perder fuerza la gran restauración
artística europea. El intento de reavivar la arquitectura desde el punto de vista
formal pareció fracasar, porque los esfuerzos estaban centrados en lo subjetivo,
cuando el enfoque auténtico de la arquitectura debe ser siempre objetivo. Pero
en el resto de problemas de creación arquitectónica, el arquitecto se aventuraba
en el peligroso reino de lo historicista.
- Aunque esto no era válido para todos los arquitectos de principios del XX y
nosotros los jóvenes arquitectos teníamos un desacuerdo.
- En ese momento tan crítico, llegó a Berlin la exposición de la obra de Frank Lloyd
Wright, cuyo trabajo presentaba una fuerza inesperada, una claridad de
lenguaje y una riqueza de forma. Con él volvía a florecer una genuina
arquitectura orgánica.
- El impulso emanado de esa obra dio fuerzas a toda una generación. Su influencia
fue extraordinaria.
- Se parece a un árbol gigante en un paisaje inmenso, que año tras año va
ofreciendo una copa cada vez más noble.
TEMA 7. EXPERIENCIAS DE LA ESCULTURA
• El vacío y el espacio interior. Brancusi y el volumen introvertido.
• El espacio y el volumen. Henri Laurens y Hans Arp
• Los pintores escultores: Picasso y Matisse.
• El hueco y la escultura de Henri Moore.
• Dibujar en el espacio: Julio González, la escultura y el hierro.
• Calder y la escultura en movimiento.
1. El vacío y el espacio interior. Brancusi y el volumen introvertido.
Constantin Brancusi nació en Rumania en 1876 donde estudió escultura. En 1904 se
instaló en París, donde conoció a Rodin y a Modigliani, con quienes mantuvo una
profunda amistad. Es la escultura de Rodin la que dejará huella sobre todo en sus
primeras obras, esculturas de madera en las que el corte acentúa el juego de las luces
con sus superficies sin pulir. A partir de 1907-1908 evoluciona hacia un estilo mucho
más personal. Inicia un proceso en el que sus figuras se simplifican y tienden hacia la
abstracción. Se interesa por el arte primitivo, por la escultura prehistórica y africana y
por las esculturas de Gauguin. En su obra El beso (1912) logra por primera vez el
equilibrio perfecto entre fondo y forma, la síntesis de los cuerpos y el bloque en el que
están esculpidos.
Es esencialista, busca la forma pura, de lo absoluto de aquello que no
sufre con el paso del tiempo: la simplicidad la abstracción son sus últimas
metas. Va en busca de imágenes arquetípicas como la del huevo o las
fálicas. No puede decirse que la obra del rumano en su conjunto
mantenga una relación abierta con el cubismo sino
con el precubismo por la tendencia a geometrizar
los elementos, de convertirlos en formas cúbicas bi
o tridimensional. Por eso se habla más de cubismo
sintético en su obra.
Aforismos
Se trata de diversos fragmentos breves en los que Brancusi establece máximas o
comentarios sobre su obra que nos dan algunas claves sobre cuál era su idea de lo
esencial o el propósito de su escultura. Por ejemplo habla de la belleza como equidad
absoluta. También el valor que da a lo esencial, lo primigenio, la sencillez de las formas.
Hay imbéciles que califican mi obra de abstracta; lo que ellos llaman abstracto es lo más
realista, pues lo que es real no es la forma exterior, sino la idea, la esencia de las
cosas.(Aforismos 1957)
Brancusi.
Texto de Henri Moore sobre la obra de Brancusi en la que habla de su importancia para
la escultura contemporánea al haber sabido despojarla de todo lo accesorio para
concentrarse en la forma misma. Su sencillez y restricción de la forma, su esencialidad
ha liberado la escultura. Sin embargo la obra de Henri Moore valorando ese principio
avanzara en otras direcciones justificando que puede ser un punto de partida para
explorar como él hace en su obra otras formas, tamaños y direcciones en un todo
orgánico. Y es que Moore utilizará los temas clásicos pero desde un tratamiento formal
de la esencialidad y de la simpleza de formas que tiene mucho que ver con Brancusi. Así
como el depurado final, la suavidad y el pulimento que en ocasiones también utiliza. Es
decir Brancusi dio las pautas y es algo que Moore destaca por el valor que su escultura
tiene como punto de partida para otros artistas posteriores.
Laurens se inspiró en los papiers collés de los creadores del cubismo y en los modelados
polícromos de Picasso, abundando en las posibilidades de estas técnicas. Aunque en sus
comienzos, a diferencia de Picasso, no lo hizo utilizando materiales diversos, sino que
experimentó la combinación de formas geométricas puras talladas en madera,
ensambladas y pintadas. Más tarde sí combinó la madera con el metal en piezas
policromadas como las de Picasso. En ambos casos al aplicar el color sobre los materiales
fijaba las relaciones entre volúmenes y planos como en la
pintura, diferenciándolos y, al tiempo, evitando que la
iluminación externa alterara el entreverado de los componentes.
En 1900 se traslada a París por un breve periodo de tiempo. Allí descubre las esculturas
de Rodin. Los primeros intentos de ofrecer una obra esculpida por parte del artista
datan de estos años que coinciden, en cuanto a su pintura, con el llamado Período Azul.
Al regresar a Barcelona, empieza a trabajar en una serie de obras en la que se observan
las influencias de todos los artistas que ha conocido o cuya obra ha visto. Está buscando
un estilo personal.
Sus primeras piezas escultóricas, constituyen el preludio de una clara influencia de las
artes primitivas negras e ibéricas que en 1907 se consolidará a partir de su célebre
cuadro Las señoritas de Aviñón. En estas condiciones la escultura picassiana se presenta
como un estado preliminar con respecto a su pintura.
Producto de su experimentación y de su interés por Cezanne desarrollará una nueva
fórmula pictórica junto a Braque: el cubismo. Pero no se queda ahí y en 1912 practica el
collage en la pintura; a partir de este momento todo vale, la imaginación se hace dueña
del arte. Durante una temporada va a alternar obras clasicistas con otras totalmente
cubistas.
En los años 50 realiza Mujer con llave, una obra desarticulada, concebida a partir de
tejas, codos de cañerías, pedazos de ladrillos.
Textos:
Declaración 1923.
Se trata de una entrevista a Picasso realizada por Marius de Zayas, caricaturista y crítico
de arte norteamericano perteneciente al círculo de Alfred Stieglitz y de su Galería de
fotos. Ya había publicado anteriormente un folleto sobre Picasso con motivo de su
primera exposición en EEUU y más trade de otra sobre Picasso, Braque y Picabia. Este
autor también había vivido en París y conocía a Apolinaire y su círculo, por lo que cuando
en 1923 realiza esta entrevista tenía un gran conocimiento del pintor y de su obra.
Todas estas cuestiones reflejan bien la obra de Picasso y su constante interés por
adentrarse en investigaciones donde exploraba un concepto, tema o técnicas y una vez
que la daba por concluida pasaba a otra distinta. Por lo tanto si en su pintura exploró el
cubismo y desarrolló una serie de temas, estas investigaciones las extrapolaría también
a la escultura. Esto lo podemos ver en sus esculturas cubistas, o en sus papier collais que
más tarde trasladaría a las tres dimensiones. Sin embargo él aclara que no son
experiencias transitorias sino que cada obra de arte sigue un proceso propio y no debe
verse como una evolución.
Lo importante de crear. Solo eso importa; la creación lo es todo. ¿Has visto alguna vez
un cuadro terminado, un cuadro o cualquier otra cosa? ¡Ay de ti el día que se diga que
has terminado algo! ¿Terminar una obra? ¿Terminar un cuadro? ¿Qué estupidez!
Terminarlo quiere decir destruirlo, matarlo, arrancarle su espíritu, darle el golpe de
gracia: lo peor que puede ocurrirle tanto al pintor como al cuadro.
Esto se debe poner en relación con la evolución de Picasso como escultor a partir de la
investigación sobre diferentes materiales que corre paralela a sus investigaciones
pictóricas. También con su relación con Julio González que le abrió a la experimentación
con los metales. A partir de ahí Picasso evoluciona hacia esculturas con materiales de
todo tipo como son la cabeza de toro con un sillín de bicicleta y otras muchas.
Henri Mattise (1869-1954)
Es uno de los grandes artistas de la cultura contemporánea que vivió a caballo entre los
siglos XIX - XX y el primero, incluso antes que Cezanne, que concibe la pintura como
estructura intelectual. Aspira a una nueva síntesis de las artes, en las que la música y la
poesía confluyan en la pintura y la pintura sea concebida como una arquitectura de
elementos en tensión en el espacio abierto; síntesis de representación y decoración, de
símbolo u realidad corpórea, de volumen, línea, color. Su relación con el puntillismo y a
la vez la superación de este con una brillante exaltación del color lo podemos ver en La
alegría de vivir (Bonheur de vivre), de 1905. Sus experiencias fauvistas entre 1905 y 1907
dieron lugar enseguida un desarrollo más personal como en Le luxe I. Aquí no abandona
la valoración del color pero añade o introduce una atención a la forma como recurso
clásico de equilibrio, por ejemplo en La danza de 1909.
Al igual que Picasso Matisse mantuvo siempre una experimentación continua que lo hizo
moverse en diferentes disciplinas artísticas como vestuarios y escenografías,
ilustraciones como Les fleurs du mal de Baudelaire, vidrieras para la Capilla del Rosario
en Vence (Alpes), así como en la escultura. De manera que la misma experimentación
que llevó a cabo en la pintura la extrapoló también a la escultura produciendo una serie
de figuras en las que trabajó sobre el volumen y la forma. Estos trabajos los realizó de
manera continuada a partir de 1900.
Los temas principales de la obra de Moore se definieron ya desde los años treinta:
figuras femeninas reclinadas, grupos de madre e hijo, y las más abstractas formas
encajadas. Moore, en lo esencial, es un escultor biomórfico y, por consiguiente, más
surrealista que constructivista.
Texto:
La construcción del espacio en las vanguardias. Javier Maderuelo.
En 1903 obtiene una beca que le permite ir a París a completar sus estudios. Allí
encontró las formulaciones estéticas del Cubismo, asimiló sus sistemas expresivos y
buscó el esquematismo y la esencialidad de figuras y objetos, tratando de encontrar la
auténtica expresión tridimensional de los postulados cubistas.
Empezó a usar los materiales metálicos como la chapa, el cobre o el hierro. En torno a
1911 realizó las primeras máscaras, que son piezas de gran simplificación, elaboradas
con chapas recortadas, ligadas a la estética cubista.
Pablo Gargallo nos sugiere volumen a través del vacío rodeado de aire y de luz, que da
lugar a claroscuros, incrementando así el dramatismo de la obra como en Kiki de
Montparnasse de 1928.
En sus comienzos ajeno a los experimentos llevados a cabo en el mismo campo por
Picasso o Arp basados en la tridimensionalidad a partir del dibujo comenzó
construyendo pequeñas esculturas de alambre que se presentaban como líneas
construidas en el aire. La exposición de su circo de alambre en miniatura con animales,
acróbatas y artistas le abrió las puertas de los estudios más vanguardistas. Después su
visita al estudio de Mondrian en 1931 le impulsó definitivamente a la escultura con sus
móviles colgantes cuyo equilibrio compositivo recuerda un espacio cósmico de planetas
y estrellas. La influencia de Arp, y sobre todo de Miró,
pronto atenuó la rigidez geométrica añadiéndoles un
tono lúdico más en consonancia con su
temperamento.
Dalí parte del título de este cuadro de Max Erns, Revolución nocturna para explicar las
transformaciones por las que ha pasado el objeto surrealista. Desde los inicios del
movimiento, los primeros experimentos de escritura automática proporcionaron
imágenes que parecían tener vida propia autónoma del ser que las creaba. Gracias a las
imágenes obtenidas con el cadáver exquisito éstas surgían supeditadas a los más
profundos deseos. Son objetos que surgen del inconsciente y del estado del sueño y
actúan sobre nuestra contemplación.
Los surrealistas se reunían en veladas nocturnas en las que llevaban a cabo sus
experimentos en busca de imágenes o frases que se procuraban inducir o provocar por
diferentes medios. Para ello se rodeaban también de diferentes objetos surrealistas que
actúan de forma simbólica, como la jaula de Duchamp en la que simulaba encerrar
terrones de azúcar que en realidad eran de mármol. Lo importante era rodearse de un
ambiente propicio para desenmascarar el objeto, apropiarse del objeto que forma parte
de los sueños.
En una segunda fase, el propósito surrealista es intervenir en
el objeto a la vez que se contribuye a desacreditar la realidad.
Para ello Dalí había propuesto a los surrealistas diferentes
experimentos aparentemente absurdos en los que poder
participar activamente en la existencia de dichos objetos.
Por último se atiende a un deseo de fusión con el objeto. Dalí
pone el ejemplo de distintos autores que lo han hecho en sus
obras, por ejemplo, los objetos comestibles como los que
introduce De Chirico en sus obras entre arcos y elementos de
arquitectura. En el caso de Dalí lo hace con un vaso de leche
dentro de un zapato de mujer. Sobre el zapato un terrón de
azúcar en el que hay dibujado un zapato que debe mojarse en
la leche.
Nuevas consideraciones generales sobre el mecanismo del fenómeno paranoico desde
el punto de vista surrealista. Salvador Dalí, 1933.
Salvador Dalí, en 1933, analiza los mecanismos internos de los fenómenos paranoicos y
se plantea la posibilidad de un método basado en el poder repentino de las asociaciones
sistemáticas propias de la paranoia. Este
método se convertiría en la síntesis delirante-
crítica que se denominaría «actividad
paranoico-crítica».
Dalí se basa en Jacques Lacan que, en 1932,
había publicado su tesis De la psychose
paranoïaque dans ses raports avec la
personalité (la psicosis paranoica en relación
con la personalidad). Según la teoría clásica, el
delirio paranoico es una consecuencia de un
error de juicio frente a la realidad y, por tanto,
de una interpretación falsa. En cambio, Lacan cree que el origen de la paranoia está en
una alucinación. La interpretación y el delirio no son dos momentos consecutivos sino
coincidentes. Los acuerdos entre la tesis de Lacan y los planteamientos de Dalí son: el
origen alucinatorio y la coincidencia entre interpretación y delirio, la potencia creativa
de la paranoia, la concreción en formas estructurales repetitivas, etc.
Dalí destaca que el método paranoico-crítico es una actividad espontánea de
conocimiento irracional, basado en la asociación interpretativa-crítica de los fenómenos
delirantes.
Dalí lo que pretende con su método paranoico es unir un puente desde la irracionalidad
de las imágenes del inconsciente al mundo de lo real a través de la interpretación del
artista de forma consciente. Al emplear la paranoia como una aproximación a la realidad
interior abría las puertas para investigar en ese gran campo de imágenes que es el
inconsciente.
Situación surrealista del objeto. André Breton, 1935
No es fácil, y seguramente absurdo, tratar de establecer los límites entre escultura y
objeto surrealista, aunque Breton parece hacerlo cuando define este último en La
situación surrealista del objeto, un texto de 1935. Aquí hace una distinción entre la
expresión objeto surrealista en el sentido filosófico más amplio como: la particularísima
acepción que ha tenido entre nosotros durante los últimos tiempos... cierto tipo de
minúscula construcción no escultórica... pero que no por ello merece exclusivamente el
nombre que se le ha dado, nombre que sigue ostentando a falta de una designación más
precisa. Se trata de objetos encontrados en los que el artista interviene,
transformándolos en mayor o menor medida, o bien objetos mecánicos que tienen un
funcionamiento simbólico, como los de Dalí. En cualquier caso objetos inútiles, que ya
no sirven para nada, ni siquiera tienen una función decorativa, o descontextualizados,
lo cual obliga al espectador a mirarlos de otro modo, de un modo nuevo, y provoca en
él asociaciones inéditas, pasando directamente de la actividad onírica a la realidad
material. Sería por ejemplo el caso de la obra de
Oppenheim, Desayuno en pieles, 1936. Obras
realizadas con objetos cotidianos que se relacionan
de una manera inesperada. Objetos que actúan con
funcionamiento simbólico. Objetos encontrados de
manera fortuita (en mercadillos, por ejemplo). Todo
ello muy en relación con el “Poema objeto” de
Bréton: Composición que tiende a combinar los
recursos de la poesía y de la plástica especulando
sobre su poder de exaltación recíproca.
El objeto surrealista, dijo Breton en 1935, es aquello sobre lo que con más interés se ha
mantenido fija la mirada cada vez más lúdica del surrealismo, durante los últimos años.
Su inutilidad y su capacidad de evocación los convierten en objetos poéticos, que
permiten al espectador reconocer la maravillosa precipitación del deseo.
El momento espectacular del objeto surrealista fue la Exposición Internacional,
celebrada en enero de 1938 en la galería Wildenstein, en París. Allí ellos eran claramente
los protagonistas y no es casual que del montaje se ocupara Duchamp, uno de sus más
claros predecesores en esta tarea, aunque tampoco hay que olvidar a Picasso. Del techo
de la sala principal colgaban más de 1.000 sacos negros de carbón, en el centro ardía un
brasero, había un estanque rodeado de hierba y una cama en un rincón. Se llegaba por
un corredor con maniquíes manipulados y en el patio estaba el taxi llovido de Dalí,
mojado, con caracoles paseando por fuera y una mujer histérica dentro.
2. Arte y confrontación. De George Grosz a la Neue Sachlichkeit (Nueva
Objetividad) alemana.
La I Guerra Mundial (1914-18) dio paso el Alemania a la Revolución de Noviembre de
1918 que terminó con la Monarquía constitucional dando paso a la República
democrática de Weimar. Los primeros cinco años de la república de Weimar (1919-
1933) se caracterizaron por una permanente agitación económica y política por la
desorganización social y desilusión. No fue hasta 1924 cuando una estabilización relativa
dio una elemental sensación de solidez a la cultura democrática de la República solo
para ser hecha añicos de nuevo en 1929 debido a la crisis económica mundial, y después
con la llegada del fascismo en 1933 y el ascenso de Hitler. Incluso durante aquellos años
sobrios de 1924 hasta 1929 que abarcan el periodo de la Neue Sachlichkeit (nueva
objetividad), se percibieron como parte de una existencia experimental entre dos
guerras. El grupo Nueva Objetividad surgió entonces como un movimiento de reacción
frente al expresionismo, retornando a la figuración realista y a la plasmación objetiva de
la realidad circundante, con un marcado componente social y reivindicativo.
El ambiente de pesimismo que trajo la posguerra propició el abandono por parte de
algunos artistas del expresionismo más espiritual y subjetivo, de búsqueda de nuevos
lenguajes artísticos, por un arte más comprometido, más realista y objetivo, duro,
directo, útil para el desarrollo de la sociedad, un arte revolucionario en su temática, si
bien no en la forma. Los artistas se separaron de la abstracción, reflexionando sobre el
arte figurativo y rechazando toda actividad que no atendiese a los problemas de la
acuciante realidad de la posguerra.
El termino Neue Sachlichkeit fue acuñado por el director de la Kunsthelle de Mannheim,
Gustav Friedrich Hartlaub, cuando anunció la exposición de una nueva obra figurativa
de un grupo de pintores alemanes en 1923 en la que se incluían obras de Max
Beckmann, Otto Dix, George Grosz, Alexander Kanoldt, Carlo Mense, K. H. Nebel, Georg
Scholz y Georg Schrimpf, entre otros. Al anunciar el proyecto los definió como obras
regidas de la lealtad a una realidad positivamente tangible.
Desde el principio sin embargo tanto el propio Hatlaub como la crítica percibieron que
la Nueva Objetividad estaba profundamente dividida entre la derecha de los
neoclasicistas, lo que se dio en llamar realismo mágico (término empleado por el crítico
Franz Roh en su libro Postexpresionismo) con figuras como Georg Schrimpf, Alexander
Kanoldt, y la izquierda de pintores veristas como Beckmann, Grosz o Dix. Además el
conflicto se exacerbó debido a la oposición entre los conceptos burgueses de arte
elevado y las necesidades proletarias de una cultura de masas progresista y
emancipadora.
Tampoco los artistas de la Neue Sachlichkeit se enfrentaban a una sociedad
revolucionaria homogénea sino que lo hacían a una sociedad de clases, aunque es cierto
que los estratos sociales antes oprimidos se hallaban de pronto con más poder
económico y político de lo que habían podido imaginar antes. Así pues Weimar,
organizada en torno a principios de democracia social, se convirtió en la democracia de
una burguesía oligárquica recién dotada de poderes, sin poder económico pero rabiosa
y un proletariado que oscilaba constantemente entre la radicalización revolucionaria y
el aburguesamiento fascista.
La precisión exagerada con que los representantes del realismo
mágico reproducían los objetos y las figuras a veces
proporcionaba a los cuadros del movimiento un aspecto casi
surrealista. Ejemplo de ello son los retratos de Christian Schad o
paisajes suburbiales de Kanoldt en cuya órbita también se
movieron temporalmente Dix y Grosz inspirados en la pintura
metafísica italiana.
Alexander Kanoldt
La modernidad que plantean las artes decorativas es una modernidad bien distinta a la
representada por las demás vanguardias: sin nombre y para todos, pues los objetos
industriales, los muebles, la moda, etc... vienen a invadir la vida cotidiana de forma
anónima (no entendiendo por este anonimato la falta de autor sino una concepción del
autor bien distinta a la que se halla en los cuadros, esculturas, objetos y la arquitectura).2
2
De Constanza Nieto en el foro
las bases del diseño moderno y de una nueva concepción que rompe con la jerarquía de
las artes es la que prevalece en la Exposición de Art Deco.
El hecho de ser un arte que responde a un nuevo énfasis social y valores del progreso
con un desarrollo fundamentalmente urbano hace que su proyección se desarrolle en
todas las artes, sobre todo en aquellos artículos de lujo propios de la nueva burguesía
triunfante. Así la moda, el cine y todas las manifestaciones de arte se erigieron en
manifestaciones de un nuevo gusto.
Uno de los ámbitos donde mejor se expresa este nuevo gusto será la haute couture que
tiene en Paul Poiret a uno de sus representantes quien se dejó seducir por el gusto hacia
las artes exóticas, el lujo y la vitalidad. Poiret tuvo una importante presencia en la
Exposición con tres grandes pabellones flotantes sobre el Sena. Sin embargo los
beneficios que obtuvo no tuvieron el rendimiento esperado.
En arquitectura sin embargo, se dieron contradicciones y estilos contrapuestos en una
época en que mientras el racionalismo estaba ya experimentando con los nuevos
materiales y la producción en serie, en otros casos el sector más tradicional se aferraba
a modelos del pasado. Prueba de las vacilaciones de esta época es la conferencia que
daba Le Corbusier en La Sorbona en 1924 El espíritu nuevo en arquitectura3. O incluso
unos años antes, el texto anterior de Adolf Loos, Ornamento como delito4 escrito en
Berlin en 1912.
Esas mismas tendencias opuestas se dieron en las construcciones de la Exposición entre
algunos de los fastuosos pabellones franceses construidos con la etiqueta de modernos
pero que en realidad constituían una máscara superficial que ocultaba una estructura
arquitectónica que poco tenía de novedosa, frente a los de Le Corbusier o Melnikhov.
Pero además de las contradicciones estéticas a ojos de algunos detractores la
ostentación de la Exposición de París en un contexto social posbélico era, si no inmoral,
poco realista. En ese sentido el constructivista ruso Rodchenko no se anduvo con rodeos
al calificar la exposición como fracaso total. En las cartas que escribió a su esposa desde
París decía:
¡Han construido unos pabellones! Incluso desde lejos son feos y desde cerca son
horrorosos.
Otras críticas fueron por ejemplo las del crítico francés Waldemar George, quien señaló
que tanto desde el punto de vista social como estético solo cinco edificios podían
llamarse con propiedad modernos en la Exposición, entre ellos el Pabellón soviético de
Melnikhov, el Teatro de Gustave Perret, y el Pavillon de l’Esprit Nouveau de Le
Corbusier.
En cuanto a la pintura en el contexto de la postguerra y la llamada al orden, Charles-
Edouard Jeanneret (todavía no había adoptado el seudónimo de Le Corbusier) y
Ozenfant practican lo que ellos niegan como post-cubismo, el purismo. En síntesis una
3
Texto del tema 5.
Texto también del tema 5
4
academización del cubismo. Para ellos el cubismo era pura decoración. Sin embargo la
interpretación que habían realizado Braque y Picasso era todo lo contrario. A los
puristas se les escapaba la gran labor de investigación que habían realizado los dos
pintores cubistas de la representación pictórica entendiendo que el cubismo era solo
una geometrización incompetente de la realidad que debía ser corregida.
Esto no era nuevo ya en 1912 un grupo de artistas en torno al Salon de la section d’Or,
pretendían presentar al público una versión del cubismo que sería domesticada por los
principios universales de la “armonía geométrica”.
En el contexto de posguerra la corriente nacionalista de este cubismo académico
floreció bajo los auspicios de lo que se ha llamado “llamada al orden”. Dentro de ello el
enderezamiento del cubismo formaba parte de esa tendencia a la que
sorprendentemente también se unió Juan Gris. Porque si antes de la guerra Juan gris
había realizado sus collage con proezas de ambigüedad espacial y de ingenio plástico
siguiendo a su amigo y mentor Picasso, revela un racionalismo latente que no podía
estar más lejos de Picasso y su ataque a la tradición mimética Y es que a partir de
entonces no tomó a Cézanne como punto de partida para crear sus composiciones
espaciales sino que procedía a crear primero la estructura pictórica abstracta y después
insertaba los objetos en ella.
Cézanne transformaba una botella en un cilindro, escribió y yo comienzo con un cilindro
para crear en él una botella. En otras palabras: la geometría es lo primero. Ozenfant y
Jeanneret siguen la misma lógica. Las pinturas que Le Corbusier incluyó en su Pavillón
(naturalezas muertas ) seguían este patrón, primero establecía una cuadrícula de líneas
reguladora para después emplazar los objetos.
Otro pintor cuya obra estaba incluida en la pabellón de Le Corbusier era Fernand Léger,
pues también su obra estaba modulada por la ideología de la llamada al orden. Era el
único artista francés que compartía con el arquitecto su adulación por la máquina.
Aunque Léger nunca había emulado el cubismo analítico de Picasso, tomo una de sus
principales estrategias (el uso de un único elemento notacional para cada objeto
representado). Sus pinturas al borde de la abstracción estaban concebidas como
adiciones de volúmenes tubulares de color brillante cuya rotundidad metálica esta
expresada por toques de luz blancos. El balaustre fue una de las obras elegidas para el
Pavillon de Le Corbusier. El elemento central puede leerse como balaustre o como
botella. Con el tiempo Leger pasó de pintar un mundo mecanizado a pintar las
preocupaciones más cercanas de su tiempo, sobre todo después de la I Guerra Mundial.
Sus figuras ganaron espacio frente al mundo mecánico de las máquinas y ganaron
realismo aunque llevó a cabo una reducción y condensación de las figuras todavía
influida por el “tubismo”. El cuerpo humano siguió siendo tratado como una máquina
construida con tubos y palancas.
También atravesó una fase abstracta cuando diseñó murales en colaboración con su
amigo el arquitecto Le Corbusier y otros. Pero para él el arte abstracto era un “arte
aplicado”, un medio para decorar amplias superficies y realzar la arquitectura. El propio
Léger lo calificó como “arte arquitectónico”.
Otro ámbito artístico que también tuvo influencia de la estética Deco fue el cine. Un
ejemplo de ello es el filme Metrópolis, de 1927, de Fritz Lang, el cual cuenta con
deslumbrantes escenografías en sus edificios , además de los decorados de la ciudad
subterránea, el robot (personaje en la película que es una metáfora de la mecanización
de la humanidad) es considerado como una de las imágenes más reconocibles del art
déco.
Cabe decir que pese a sus defensores y detractores lo que es innegable es que el Art
Deco sirvió para popularizar las artes, y sobre todo, la difusión que se realizó desde la
Exposición de París de 1925 hizo que la muestra llegara a todas las partes del mundo.
La estética Deco dejó su influencia en muchas ciudades a través de la arquitectura, la
joyería, la publicidad y en general en todas las artes aplicadas, en muchos casos hasta
que de nuevo la II Guerra Mundial acercó una nueva realidad.
TEXTO:
La Exposición de Artes Decorativas de París de 1925. F. J. Pérez Rojas
(Resumen)
En 1900 y en 1925, tanto el Art Nouveau como el Art Déco se encontraban en una fase
de plena madurez. Hacía tiempo que sus semillas iniciales habían comenzado a germinar
y sus experimentaciones más audaces ya se habían producido. Se puede decir que, en
cierto sentido, iniciaban su declive como estilos modernos asociados a posiciones más
o menos vanguardistas o renovadoras. Lo que sí sucedió a raíz de ambos certámenes,
sobre todo en el segundo caso, es que los dos estilos se difundieron y popularizaron.
El Art Déco, se convirtió en un fenómeno de masas gracias a la experiencia de la
Exposición de París de 1925, visitada, durante el tiempo que estuvo abierta, por 16
millones de personas. De este modo, se democratizó y extendió uno de los estilos más
exquisitos y elitistas que había cultivado con veneración el objeto de lujo y el detalle.
Art Deco era en realidad la abreviatura de la especialidad de la exposición.
Junto a todas estas afinidades entre el significado de ambas exposiciones hay que
destacar una diferencia decisiva:
- El Art Nouveau no fue el estilo mayoritario en las realizaciones arquitectónicas
oficiales de la Exposición de 1900, sino que dominaba aún la persistencia del
eclecticismo Beaux-Arts, y los pabellones oficiales y nacionales muy raramente
adoptaron el nuevo estilo
- Por el contrario, en la exposición Art Déco de 1925 todo el catálogo de lo
construido y exhibido quedaba en la órbita del más puro Art Déco (pabellones
oficiales y estatales incluidos), lo cual indica la existencia ya de un estilo más o
menos consolidado, el arraigo o evolución internacional hacia un tipo de
repertorios formales compartidos.
En la Exposición de 1925 no se debía mostrar más que creaciones nuevas y se excluían
las obras historicistas y las secciones retrospectivas del pasado. Pero lo que entendían
unos y otros por “lo moderno” una cuestión polémica.
La exposición nacía con el deseo de definir un nuevo estilo, algo que ya en realidad
existía, como bien lo mostraban todas las arquitecturas y objetos artísticos reunidos.
Lo cierto es que fue la exposición la que con el tiempo terminaría dándole un nombre al
existente: Art Déco (abreviatura de la especialidad de la exposición). En este sentido se
puede afirmar que no hay ninguna exposición internacional, en la historia de este tipo
de eventos, que haya terminado por darle nombre a un estilo artístico o que este haya
estado tan íntimamente asociado en su difusión a un certamen.
Este nuevo estilo marcó el gusto de una época, convirtiéndose en exponente de una
nueva mentalidad abierta hacia las transformaciones de la vida moderna; un estilo no
exento de paradojas y contradicciones que aglutinaba tendencias y orientaciones bien
diversas y dispares, como fenómeno artístico y cultural de largo alcance que refleja el
gusto y el espíritu de su tiempo.
Frente a la concepción más global de lo que venía siendo la tónica de las exposiciones
internacionales desde sus inicios, la de París de 1925 tuvo una orientación muy
específica, estando fundamentalmente dedicada al arte decorativo e industrial
moderno.
La renovación y revalorización de las artes aplicadas iniciada por el movimiento Arts and
Crafs inglés, había sido una de las grandes inquietudes y logros del Art Nouveau, que en
su planteamiento del arte en todo rompió con la jerarquía de las artes mayores y
menores. Willians Morris o Beherens habían elevado al mismo nivel creativo un objeto
de uso cotidiano, una pintura o un edificio.
Si en 1902 había tenido lugar la primera exposición internacional de artes decorativas
del siglo XX, un poco después se fundó en Viena, en junio de 1903, el Wiener Werkstätte
(Taller Vienés) bajo la dirección de Josef Hofmann, el arquitecto que marcaría como
ningún otro creador europeo el tránsito hacia una nueva arquitectura y arte decorativo,
llevando a sus últimas consecuencias las geometrías de Glasgow.
Gracias al prestigio e inquietudes estéticas de la nueva aristocracia del dinero, Bruselas,
que había sido con Víctor Horta y sus clientes uno de los laboratorios del Art Nouveau,
lo era de nuevo para el Art Déco a través del fastuoso despliegue que llevaron a cabo en
la realización del Palacio Stoclet, Hoffman y otros miembros del Wiener Werkstätte
como Gustav Klimt, Koloman Moser y Carl Otto Czescha. Con este edificio los ritmos
geométricos y ortogonales llegaron a la ciudad cuando aún el Art Noveau de Horta era
el idioma de la moderna arquitectura.
París venía siendo desde hacía tiempo una de las principales capitales mundiales del lujo
y la moda, la ciudad del placer, la libertad y el consumo moderno. Era precisa una
muestra internacional que evidenciase y reafirmase el predominio francés en este
terreno, y que reforzase su economía y prestigio ante la presencia de nuevos fuertes
competidores.
El renacimiento de las artes decorativas alemanas quedó ya manifiesto en la Exposición
de París de 1900, señalando varios críticos un predominio artístico germano. Dicha
supremacía volvió a mostrarse con toda su potencia en el Salón de Otoño de París de
1910, donde estaban presentes las creaciones modernas del Werbund. La respuesta no
tardó en producirse: en 1911 una comisión dirigida por el presidente de la Societé des
Artistes-Décorateurs, estudió la posibilidad de una Exposición internacional que
desarrollase en Francia un nuevo diseño y métodos de producción. La propuesta fue
aprobada en 1912 con el propósito de realizar una exposición en 1915, pero fue
aplazada por distintas circunstancias hasta 1925. Pero el espíritu de Viena estaba
entrando en París por la vía de Bruselas con la lección permanente del Palacio Stoclet y
su resonancia entre los arquitectos y diseñadores franceses no tardó en producirse.
La nueva gramática decorativa, aprendida del rigor estructural y la pureza formal del
arquitecto vienés Hofmann, la proyectó el joven arquitecto francés Robert Mallet-
Stevens (sobrino del banquero Stoclet) sobre diferentes propuestas tipológicas que iban
desde la gran mansión a la casa obrera o a la oficina postal, concepción que queda
plasmada en su Cité moderne que publica en 1922.
En este primer momento de génesis del Art Déco, se produjo también una decisiva
aportación desde el mundo de la moda: Paul Poiret fue seducido estéticamente tanto
por el renovado exotismo que habían incorporado los Ballets rusos como por las
creaciones vienesas. En 1912 fundó l’Atelier Martine, cuya implicación en los diseños
dejaba patente el conocimiento que tenía de las creaciones alemanas y austriacas.
Los intentos de aplicación y síntesis de las nuevas experiencias vanguardistas fueron
alimentando el nuevo estilo. En 1912 se presentó en el Salón de Otoño de París la Casa
Cubista de Raymond Duchamp-Villon, una de las primeras propuestas de aplicación
decorativa del polémico movimiento moderno a la arquitectura. El salon, era algo muy
diferente a lo estrictamente cubista, se trataba de un interior donde dominaba el efecto
floral del empapelado, alfombras y tapicerías.
También se creó en Londres en 1913 los Omega Workshops por impulso de Roger Fry,
constituyendo otra interesante y decidida tentativa de aplicación decorativa de
inspiración vanguardista.
En 1914 se inauguró en Colonia la exposición del Werkbund, una muestra de carácter
diferente con un sello arquitectónico claramente vanguardista que proclamaba la
necesidad del acercamiento del diseño artístico al mundo de la industria.
Pasado el fulgor de la guerra, la vanguardia sufre las consecuencias del retorno al orden.
El término moderno quedaba bajo sospecha, y muchas de las experimentaciones que
habían tenido lugar en años anteriores eran calificadas de boche, el cubismo entre ellas.
Como han aludido diversos estudiosos, la exposición planteaba el conflicto entre los
«contemporáneos» y «los modernos».
El plan de conjunto de esta nueva ciudad interior fue concebido por el arquitecto Charles
Plumet, director arquitectónico del certamen, y Louis Bonnier para la arquitectura de
paisaje.
La exposición englobaba en su recinto, restos monumentales de la de 1900,
pertenecientes más a la tradición Beux-Arts que al Art Noveau. La premisa primera de
esta exposición era una afirmación de la modernidad en el mundo contemporáneo.
Siguiendo la experiencia de Turín en 1902, los proyectos debían plantearse sin inspirarse
en la tradición histórica. El jurado de la muestra tenía la consigna de no admitir más que
obras modernas. Todo debía tener un sello nuevo.
Pero el espíritu moderno fue interpretado de manera diferente por el conjunto de los
artistas y arquitectos participantes. Un arquitecto más moderado como Auguste Perret
responderá a un periodista, que allí donde hubiese arte verdadero, no era precisa la
decoración. El Arte Decorativo era un concepto en vías de extinción para los arquitectos
ya inmersos en la dinámica racionalista.
A pesar del largo tiempo en que venía gestándose el proyecto, el certamen no estuvo
exento de cierta precipitación en algunos aspectos, produciéndose importantes
ausencias. En EEUU rechazaron la invitación, por lo que la participación fue
mayoritariamente europea, aunque sin la presencia de Alemania, que fue invitada
demasiado tarde.
Las perspectivas de la exposición, que reflejan las fotografías de la época, dejan ver un
conjunto armónico y equilibrado, con arquitecturas simétricas de geometrías puras que
barajaban las formas cúbicas y aristadas, en contraste con las curvas y circulares,
abundando los óvalos, las superficies estriadas y acanaladas, los diseños rectilíneos, las
esferas, los arcos poligonales, las decoraciones triangulares y romboidales, las
composiciones en damero, las fuentes y la escultura.
El gusto por la monumentalidad y las formas rotundas llevó a un amplio despliegue de
pilonos y volúmenes que monumentalizaban las entradas de la mayor parte de los
pabellones.
Pocas exposiciones habían tenido hasta ese momento tantas fuentes y esculturas de
corte clásico. Patios y jardines disponían de fuentes (la fuente como símbolo del
continuo fluir era uno de los motivos más recurrentes del Art Déco y de esta exposición).
La decisiva presencia, colaboración y diálogo entre la escultura y la arquitectura fue
destacada entre otros muchos por René Jean
La escenografía de la luz fue otro de los aspectos más cuidados e innovadores del
certamen. La exposición de noche se convertía en un espectáculo fascinante y
sorprendente, las luces indirectas y controladas descubrían detalles nuevos de las
arquitecturas. La torre Eiffel iluminada con una decoración cubistoide anunciando la
Citroën era todo un símbolo del efecto y posibilidades artísticas de la luz.
Especialmente significativas y cuidadas fueron las puertas de acceso al recinto,
diseñadas por diferentes autores, que impusieron el sello particular de su estilo en
perfecta sintonía con el espíritu de la arquitectura interior de la que hacían de reclamo.
Además del exterior del Grand Palais se podían ver en vecindad el pabellón de Italia del
arquitecto Brasini de clara inspiración romana y justo detrás la torre del pabellón de
Turismo del arquitecto Mallet-Stevens (figs. 13 y 14), autor también, junto con los
escultores Jan y Joël Martel, de los árboles cubistas en hormigón armado a base de
planos en disposiciones oblicuas. El contraste entre la obra de Brasini y la de Mallet-
Stevens evidencia de un modo muy claro la diversidad de opciones y tendencias que era
capaz de conciliar el Art Déco, la confrontación entre contemporáneos y modernos que
reflejaba la exposición.
Las construcciones francesas
- Los pabellones franceses ocupaban más de la mitad de las 23 hectáreas cedidas
para el certamen.
- El puente Alejandro III fue transformado en una calle comercial que revivía el
espíritu de los puentes históricos italianos. Maurice Dufrénne diseñó dos
alargadas construcciones simétricas a lo largo del puente, donde exponían sus
productos las marcas comerciales francesas.Visto en perspectiva, el puente
adquiría un extraño aire de fantasía Art Déco con toques orientalizantes.
- Sauvage había sido uno de los pioneros de la arquitectura Art Déco en Francia.
Su pabellón era, en realidad, uno de los más originales del conjunto, y quizás el
menos clasicista de entre los franceses. Sauvage en colaboración con Cottreau
realizó la Galeria Constantine, otra construcción memorable en la que el motivo
tan recurrente de la espiral se desarrollaba con suma originalidad plástica.
- El pabellón principal de la SAD (Sociedad de Artistas Decoradores) fue un
proyecto de prestigio propuesto y subvencionado por le ministerio de Cultura, el
cual adquiriría para el Estado algunos de los objetos exhibidos. El pabellón fue
proyectado por Charles Plumet con la colaboración de profesionales ya
consagrados junto con otros más jóvenes que representaban en su conjunto un
abanico estético oscilante entre la tradición y la modernidad.
o Los principales representantes de la corriente tradicionalista y moderna
a la francesa se encargaron de la decoración de cada una de las estancias.
o El diseño de las lámparas sujetadas por cadenas, constituía uno de los
elementos decorativos más definidores de este interior. Las lámparas
funcionaban como esculturas suspendidas en plena correspondencia con
los paneles decorativos realizados por Delaunay y Léger.
o La mesa mostraba una vajilla de Sèvres.
o Muebles, alfombras, puertas, columnas y vidrieras mostraban la unidad
de un orden geométrico. La biblioteca diseñada por el arquitecto
Chareau fue quizás una de las intervenciones más audaces y difundidas,
donde desarrollaba el tema de la claraboya con cubierta desplegable. Los
muebles eran de Jean Dunand, consumado especialista en la técnica del
lacado.
o De la Chambre de Madame fue responsable André Groult, el cual
lógicamente impuso las formas curvas y abultadas de su mobiliario
completado con el suave ritmo ondulado que introducen los cortinajes
en la ventana y en el dosel de la cama.
- El pabellón del Coleccionista realizado por Pierre Patout, era otra de las piezas
arquitectónicas más notables y significativas del conjunto de la exposición, tanto
por su arquitectura como por su contenido. Fue visitado y admirado por millones
de visitantes, despertando la admiración por el trabajo de Ruhlmann, estrella del
diseño del mueble francés, autor de piezas emblemáticas del nuevo estilo. El
pabellón fue también considerado como el símbolo más ambicioso de la
exposición, reafirmando la supremacía del gusto y del talento de los franceses
para la industria de lujo.
- El Art Déco francés no sería seguramente todo lo que fue sin el impulso y apoyo
que recibió del ámbito de la moda y la decisiva contribución de Poiret. Pero su
esfuerzo económico no tuvo compensación alguna. El fracaso de Poiret era todo
un símbolo de la encrucijada en la que se encontraba el arte decorativo en la
época de la revolución de las masas.
- El eje principal de los Inválidos se cerraba con el llamado Patio de los Oficios
(Cour des Metiers), proyectado por Charles Plumet como un conjunto de plaza y
torres donde la escultura, las fuentes y los jarrones trazaban simétricas
correspondencias.
- Auguste Perret, el maestro del hormigón, proyectó una de las obras más
importantes de la exposición el Teatro; el rigor de la estructura hacía innecesario
cualquier despliegue decorativo, manteniendo vivo el espíritu clasicista.
Aunque presentes en la exposición, eran Le Corbusier y Melnikov se abrían hacia una
dimensión nueva en clara confrontación al espíritu del Art Déco. Sus edificios eran ya
parte de otra historia, iniciada hacía ya más o menos una década que iba tomando carta
de naturaleza. En realidad fue el edificio ruso el que más sorpresa causó, incluso sus
mismos detractores lo veían como lo más sorprendente de la exposición.
España y la participación extranjera
- Aunque la participación extranjera no fue muy exhaustiva había una buena
representación de países europeos con pabellones bastante interesantes y
diferentes (Austria, Polonia, Holanda, Bélgica, Checoslovaquia, Dinamarca o
Italia), que dejaban patente la diversidad del Art Déco y las improntas nacionales
que a veces se dejaban sentir.
- Aunque los estilos históricos estaban en teoría excluidos, y el de Italia afirmaba
la romanidad de un modo evidente, la tradición que con frecuencia se
reinterpretaba era la del arte popular tanto en los objetos y decoraciones como
en las arquitecturas.
- El pabellón de España de Pascual Bravo interpretaba de manera libre los
regionalismos, el sello que tiene su edificio para la Exposición de París está más
cerca del andalucismo, parece primar la idea de tipismo frente a la del
regionalismo popular y casticista de las arquitecturas blancas. El edificio no fue
muy apreciado por los arquitectos españoles. El edificio se complementaba con
detalles decorativos. Las puertas y ventanas de hierro forjado; fuentes de
cerámica sevillana, esculturas, vidrieras según diseños de Nestor y Pedro
Muguruza; etc.
- El grupo catalán FAD (Fomento de las Artes Decorativas) se presentó
independientemente con una nutrida y digna representación de muebles tapices
y telas.
- En el Grand Palais había una más amplia representación española donde
sobresalían entre otras, las obras gráficas de Rafael Penagos, uno de los
galardonados en el certamen. Resulta patente que era el diseño gráfico la gran
avanzada del Art Déco español, pudiendo competir las creaciones de nuestros
creadores con las de los restantes nombres internacionales.
- El interés de la crítica francesa lo suscitaba la obra de Mateo Hernández quien
tallaba sólo las piedras más duras, granito o diorita.
- No fueron muy exhaustivas las críticas españolas sobre la Exposición de París,
pero no pocos incidían en señalar el propósito inicial de buscar un arte nuevo y
en la influencia alemana.
- La Exposición de París de 1925 puso a los ojos de nuestros arquitectos la
diversidad arquitectónica que se cernía en la arquitectura europea, el contraste
entre los «modernos» y los «contemporáneos», los radicalismos de Le
Courbusier y Melnikov y las arquitecturas que estaban concebidas como
soportes de vistosas decoraciones.
- Aunque en la Exposición abundan una exacerbada fastuosidad decorativa
geometrizante, podía sin embargo trazarse, una síntesis de tendencias y escuelas
que brindaban nuevas alternativas a la arquitectura española. En general, todas
ellas ya eran conocidas, pero su presentación en un certamen internacional las
difundía en mayor escala.
En su conjunto, la Exposición de París, presentada en tantas ocasiones como el origen
del Art Déco, supone el momento álgido o casi el inicio de la crisis, a pesar de la gran
divulgación que tiene a partir de ese año. Las críticas de la Exposición muestran las
diferentes lecturas y coincidencias que de ésta se hacen.
1
1.Introducción
Se denomina Estilo Internacional a la corriente arquitectónica enclavada dentro de la
arquitectura moderna que propugna una forma de proyectar universal y desprovista de
rasgos regionales. Comenzó a tomar forma en Europa en la década de 1920-30 y la
denominación se debe a Henry Russell Hitchcock y Philip Johnson.
Características:
• Énfasis en la ortogonalidad, las formas geométricas puras y simples: cubo,
prisma, rectángulo cuadrado.
• El empleo de superficies lisas, pulidas, desprovistas de toda aplicación
ornamental
• Efecto visual de ligereza que permitía la construcción en voladizo por entonces
novedosa.
• En lo estructural el empleo de nuevas técnicas y materiales: hormigón y
hormigón armado que permitían la planta libre y la amplitud espacial de los
interiores.
Contexto histórico:
El Estilo Internacional fue el resultado de varios factores que tuvieron lugar en el mundo
occidental que la industrialización, la mecánica, la ingeniería y la ciencia de los
materiales estaban revolucionando.
1. La incomodidad de algunos arquitectos con el eclecticismo y divergencia de
estilos en boga a finales del XIX y principios del XX.
2. La industrialización acelerada de las sociedades europeas y norteamericanas
comenzó a crear la necesidad de nuevos tipos de edificaciones con usos hasta
entonces desconocidos:
§ Edificios de oficinas y bloque de apartamentos
§ Nuevas fábricas preparadas para albergar maquinarias y gran
cantidad de obreros.
3. Factor decisivo los enormes avances técnicos en la ciencia y materiales de
construcción: hormigón armado y mejoramiento de aleaciones de acero.
Todo ello conllevaría nuevas posibilidades estructurales que harían realidad edificios
más altos, más resistentes y más espaciosos.
Impulsores:
Pequeño grupo de destacados arquitectos, entre ellos los europeos Walter Gropius,
Ludwig Mies van der Rohe, Charles-Edouard Jeanneret (Le Corbusier), J. J. P. Oud, y los
americanos Richard Neutra y Philip Johnson.
2
Algunos de los importantes arquitectos europeos que se establecieron en los EEUU
huyendo de las guerras mundiales (entre ellos Mies van der Rohe y Walter Gropius) los
cuales colaboraron con profesionales americanos mientras impulsaban el Estilo
Internacional. Principios que fueron aceptados dentro de la sociedad americana,
organizada y progresista, con tanto éxito que el modelo de edificio propuesto por ellos,
consistente en un esqueleto de acero recubierto del muro cortina de cristal sigue siendo
emblema del espíritu corporativo norteamericano.
Ejemplos:
§ Edificio Seagram, N.Y. Mies van der Rohe
§ Glass House. Philip Johnson, 1949 (inspirada en la casa de cristal de Van der Rohe
de 1945).
§ Sede de la Bauhaus en Dessau. Walter Gropius
§ Lake Shore Drive Apartments. Mies van der Rohe
1. La exposición del MOMA de 1932
El Museo de Arte Moderno de Nueva York organizó la primera exposición de
arquitectura respondiendo al plan multidepartamental ideado por su director A. H. Barr
bajo el título Arquitectura Moderna: Una Exposición Internacional. Las consecuencias de
3
Otra excepción fue la inclusión de Raymond Hood porque entre todos los arquitectos
megalopolistas parece el más sincero y el más abierto a nuevas ideas teniendo el mérito
de haber diseñado el mejor rascacielos de estilo vertical y un año más tarde el mejor
rascacielos de N. Y con un énfasis horizontal (lo que sugiere la influencia del Estilo
Internacional).
En la exposición solo se aceptaron obras realmente construidas, ningún proyecto
visionario, tampoco los de los constructivistas rusos. Su objeto eran las obras
construidas entre otras por los fundadores del movimiento (Gropius, Mies, Le Corbusier
y Oud) así como otros arquitectos procedentes de Austria, Bélgica, Alemania, Inglaterra,
Francia, España, Suiza… También los cinco norteamericanos: Raymond Hood, F. Lloyd
Wright, R. Neutra y Howe & Lescaze (éstos por su rascacielos en Filadelfia).
Paralelamente a la exposición se editó el libro: The International Style: Architecture Since
1922, con 138 ilustraciones y vistas exteriores e interiores, así como plantas de los
edificios por orden alfabético de los arquitectos, para evitar cualquier diferencia
nacional. El texto, relativamente breve, que estaba acompañado de una introducción de
Alfred Barr, fue escrito por Hitchcock, Johnson solo lo corrigió. No solo trataba las
diferentes obras sino que intentaba deducir una definición de estilo de las propiedades
comunes de la nueva arquitectura siguiendo el análisis de formas propio de la historia
del arte.
La exposición contemplaba un gran número de tipologías y cuestiones arquitectónicas
urbanas. También se trataba el problema del alojamiento económico donde se ponía de
manifiesto el problema de la superpoblación que fue tratado por L. Mumford. En este
sentido las fotografías aéreas de suburbio y supersuburbios constituían por sí mismos
críticas instructivas de la ausencia de planificación urbanística contemporánea. No
obstante en el lado positivo se mostraba el modelo urbanístico propuesto por el alemán
Haesler, uno de los principales expertos europeos, donde se reflejaba la economía,
adaptabilidad y belleza del Estilo Internacional.
Texto
Arquitectura Moderna: una exposición internacional. Prologo
Todos los aspectos mencionados sobre la nueva arquitectura que se desarrolló en
Estados Unidos a partir de los años 20 son los que dan pie a Alfred H. Barr para escribir
el prólogo de la exposición que Hitchcock y Johnson organizaron en el MOMA de N.Y.
Comienza resaltando la diferencia entre otras exposiciones anteriores como la
Columbian de Chicago de 1893 o la París de 1922 en las que la arquitectura destacaba
por ser en el mejor de los casos un pastiche de estilos pasados neorrománico, neogótico,
neorrenacentista, en los que había poco de innovador. En otros casos como la
exposición de París de 1925 EEUU no estuvo presente porque sus piezas no eran lo
suficientemente modernas. De ahí que el motivo de esta exposición sea la afirmación
de un nuevo estilo que principalmente se define por su difusión mundial y su desarrollo
simultáneo en diversos países.
5
El texto destaca los principios estéticos del estilo, los factores técnicos, factores
prácticos y los principales representantes que estarán en la muestra como son los cuatro
fundadores y los arquitectos americanos. Neutra y Howe & Lescaze. Así mismo destaca
la presencia también de Wright que aunque no se considera ligado al Estilo Internacional
ya que siempre presentó un estilo independiente no se puede obviar su influencia en
los arquitectos pioneros del Estilo Internacional como Mies o Gropius.
2. Los congresos internacionales de arquitectura moderna
En 1927 tras la exposición de Stuttgart se demostró que había un gran número de
arquitectos de diversas naciones europeas que trabajaban con métodos y resultados
muy similares.
En 1928 se decide aunar esa hipotética unidad en una asociación con el fin de conjuntar
ideas sobre la construcción de vivienda y realizar unos Congresos Internacionales de
Arquitectura Moderna (CIAM) con carácter periódico y una finalidad doble:
1. Establecer foros de debate para intercambiar ideas y experiencias
arquitectónicas.
2. Formar un frente común de la arquitectura alineada con la modernidad frente a
la arquitectura establecida con la finalidad de conseguir un cambio de las
administraciones y la opinión pública.
El primer Congreso CIAM-I tuvo lugar en el castillo Mandrot en Sarraz, Suiza, coordinado
por Le Corbusier y Sigfried Giedion. Abordándose la Arquitectura Moderna de forma
racional, pasando del bloque o edificio al barrio y a la ciudad.
Se trataron los temas de:
§ El mínimo espacio residencial, compatible con un razonable estándar de vida
§ La ciudad funcional
Le Corbusier presentó seis puntos clave los cuales se discutirían durante todo el
congreso:
1. La técnica moderna y sus consecuencias
2. La estandarización
3. La economía
4. La urbanística
5. La educación de la juventud
6. La relación de la arquitectura y el estado
- En 1929 se celebra el CIAM II en Frankfurt que estuvo dedicado al problema de la
vivienda mínima. En ausencia de Le Corbusier, las discusiones estuvieron dominadas por
Walter Gropius y los arquitectos alemanes.
- En 1930 tuvo lugar el CIAM III en Bruselas sobre el desarrollo racional del espacio. Gran
parte del debate se centró en la cuestión de la vivienda en altura versus la vivienda de
baja altura. Mientras Le Corbusier y Gropius abogaban por la primera Erns May y algunos
otros miembros del CIAM apoyaban la segunda.
6
Además los tres grupos contaban con jóvenes arquitectos de vinculación relativa, todos
ellos con títulos obtenidos entre 1920-1930. No habrá por tanto un solo estilo GATEPAC
y menos un estilo perdurable a escala española, sino, en todo caso, un espíritu común
que conduce en principio hacia la renovación de nuestra arquitectura.
La célula particular del grupo Este o GATCPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos
Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea) fue la que pudo actuar
con más operatividad al ganarse la atención de la Generalitat, lo que les permitió
abordar proyectos del gobierno local de un mayor alcance social. Uno de los proyectos
frustrados del grupo GATCPAC fue La Ciutat de Repos y Vacances (ciudad de reposo y
vacaciones).
10
Tal proyecto que no se llegó a realizar estaba previsto en una franja costera de 8 km, es
la creación más importante del grupo Este. Integra en sí mismo todas las ideas del grupo
acerca del sentido que debía tener el nuevo urbanismo y la arquitectura en la sociedad
de entonces. La obra, una utopía, pensada para el bienestar del ser humano sin ánimo
de lucro y para la creación de puestos de trabajo. Su programa preveía una zonificación
ordenada de los distintos servicios. La preocupación por la vivienda obrera les lleva a
coparticipar con la Generalitat en un programa de viviendas, que habría de absorber
mano de obra en paro.
Otro de los proyectos que sí se realizó fue la Casa Bloc de Sert promovido por la
Generalitat.
Edificio de viviendas La Casa Bloc, Barcelona (1932-1936)
En la Avenida de Torras i Bages 91 de Barcelona se construyó este bloque de viviendas
que fue entonces la gran obra racionalista del Grupo Este o GATCPAC. Sus arquitectos
fueron Jose Luis Sert Lopez, J.B. Subirana y J. Torres Clavé. La obra fue una promoción
de la Generalitat, justo cuando acababa de ser instaurada la II República. El conjunto
está formado por cinco bloques de viviendas unidos por las esquinas (escalera y
ascensor), formando una forma en Z y definen una nueva trama urbana, similar a las
casas Dominó de Le Corbusier. Todos los bloques están levantados sobre pilotis para
conseguir una superficie verde continua accesible peatonalmente, con buena
orientación, ventilación y zonas ajardinadas. En origen, el conjunto estaba dotado de
todos los servicios anexos que requiere la vida comunitaria: cooperativa, biblioteca,
guardería, club social, espacio libre para deportes, etc.
Maqueta de La Casa Bloc La Casa Bloc , (1932-1936)
En su momento fue un proyecto social innovador, integrado en el entorno urbano y con
viviendas funcionales concebidas como alojamientos mínimos estándar para obreros.
Fue un proyecto que tuvo en cuenta la relación entre el nuevo edificio y la morfología
urbana resultante.
El GATEPAC automáticamente se convierte a su vez en sección española del recién
creado órgano de gestión en el CIAM II, estableciéndose así –al menos teóricamente- el
vínculo con Europa. Las ideas del GATEPAC, en líneas generales, fueron importadas y
estuvieron mediatizadas por la personalidad de Le Corbusier.
11
El portavoz teórico y plataforma de divulgación de las ideas del GATEPAC fue la revista
trimestral A.C. (Documentos de Actividad Contemporánea) que tenía la redacción en las
tres ciudades (Barcelona, Madrid y San Sebastián), pero se editaba en Barcelona. Se
publicaron 25 números, desde el primer trimestre de 1931 hasta el 15 de junio de 1937.
Siendo siempre una de las líneas argumentales clave la preocupación por la
problemática social, desde el primer ejemplar hasta los dos últimos, en plena Guerra
Civil.
Nº 12 de la Revista AC
En sus páginas se publicaba toda la actividad arquitectónica y urbanística del GATEPAC,
incluyendo también las polémicas más duras contra las escuelas de arquitectura, sus
planes de estudio, la enseñanza universitaria academicista y las artes decadentes.
Asimismo, se tomaba conciencia sobre la importancia de la arquitectura para el
bienestar humano y el deseo de hacer llegar ese bienestar a todos los estratos de la
población. Es decir, la democratización de una arquitectura asequible e higiénica para
todos.
A.C. fue la responsable de la divulgación y promoción del ideario y las propuestas
estéticas del colectivo de jóvenes arquitectos del GATEPAC, adelantándose a su tiempo
al ser conscientes de la importancia de las revistas en la difusión de las nuevas
tendencias arquitectónicas.
Principales obras del grupo centro:
El “Real Club” Náutico de San Sebastián (1928-1929)
José Manuel Aizpurúa nació en San Sebastián, pero cursó sus estudios en Madrid entre
1921 y 1927, donde entró en contacto con Federico García Lorca, Luis Buñuel y Salvador
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Dalí. José Manuel Aizpurúa proyectó y construyó junto con Joaquín Labayen, con quien
compartió estudio profesional en San Sebastián, esta ópera prima de la arquitectura
moderna.
Actualmente este edificio está considerado uno de los primeros y más importantes
ejemplos del racionalismo en Europa. Destacando sus formas de inspiración marina, su
aspecto limpio y su color blanco que lo unen con el maquinismo y con el pensamiento
vanguardista del arquitecto Le Corbusier.
El edificio consta de tres plantas perfectamente articuladas, donde se persigue la idea
del espacio diáfano con grandes ventanales que permitían que la luz pudiese entrar por
todo el edificio y con el propósito de que la bahía de La Concha se pudiese contemplar
desde cualquier punto del Club:
• Planta baja.- gran salón de fiestas, cuartos de balandristas y bañistas, cocina y
servicios generales.
• Planta principal.- vestíbulo-hall, biblioteca, sala de juego con bar, una a
continuación de otra, únicamente separadas por cortinas, muros bajos, muebles
o superficies acristaladas; la sala de juntas, terraza cubierta, y servicios
generales.
• Planta alta.- restaurante, bar y gran terraza. se resuelve con una ventana corrida
a lo largo de todo el perímetro, unos 40 m, del segundo piso, consiguiendo en el
interior la comodidad, la visualidad y la relativa amplitud perseguida.
Como puede deducirse de algunos de sus artículos y editoriales cuando dice:
La Arquitectura responde a una utilidad, a un fin. Debe satisfacer la razón,....
Desarrollándose del interior (función) al exterior (fachada), de una manera simple y
constructiva, buscando la belleza en la proporción, en el orden, en el equilibrio. Suprimir
la decoración superflua superpuesta....
En este edificio se daban cita prácticamente casi todos los postulados racionalistas e
internacionalistas del GATEPAC.
Pabellón de España en la Exposición Internacional de Paris de 1937
El arquitecto ovetense Luis Lacasa recibió el encargo, en colaboración con José Luis Sert
López, de proyectar y construir el Pabellón por parte de la República. Aunque Lacasa
pretendía al principio un proyecto de arquitectura orgánica con ladrillo y piedra a la
española, desistió dada la rapidez que requería la obra y la limitación de materiales,
junto con el carácter efímero del edificio.
Finalmente prevalecieron las ideas racionalistas y “corbusierianas” de J.L. Sert.
Utilizando materiales prefabricados de rápido montaje como estructura metálica y
fibrocemento con vidrio para el cierre.
El estilo estuvo determinado por la aplicación de los principios racionalistas y
funcionales, por la modulación y la obtención de tres plantas libres que valoraban el
13
prisma puro, las cuales estaban enlazadas con escalera o rampa laterales, diseñado para
hacer un recorrido unidireccional, por la consecución de transparencia y concatenación
espaciales (grandes lunas vítreas, espacios fluidos).
Pabellón de España en la Exposición Internacional de Paris de 1937
Así como la negación de cualquier ornamento superfluo que pudiese perturbar la
información sobre el devenir en España o la integración de las importantes artes de
vanguardia que se iban a mostrar:
La Fuente de Mercurio de Calder; El Guernica de Pablo Picasso; Monserrat de Julio
Gonzalez; El payes catalán en rebeldía (o el segador) de Joan Miró y La escultura de
gran tamaño de Alberto Sánchez El pueblo español tiene un camino que conduce a una
estrella, todo un canto a la esperanza de un futuro mejor.
TEMA 11. ARTE Y TOTALITARISMO
• Arte y nazismo
o El desprecio de las vanguardias y el arte degenerado
o Retórica de la persuasión: pintura del nazismo
• La arquitectura de los totalitarismos. Clasicismo y retórica de un arte de estado
• El caso italiano. La arquitectura del fascismo y la modernidad
• El Art Deco y el arte de los totalitarismos
• El realismo socialista
Transcripción de la videoconferencia
Índice de contenidos:
• Antecedentes históricos
• Alemania:
o Las vanguardias y “el arte degenerado”: la “lucha por el arte”
o El Movimiento Moderno y el nazismo
o Hitler y la escenografía del poder
• Italia:
o El Fascismo
o Fascismo y Modernidad
• Rusia:
o Antecedentes históricos
o El stalinismo
o El realismo socialista
o El arte del realismo socialista
1914 al 1919 la Guerra de Europa conduce a la paz con la firma del Tratado de Versalles.
Con ello desaparecen: el Imperio alemán, el Imperio Ruso, El Turco otomano y el Imperio
Austro Húngaro. Así pues se crean nuevos estados convertidos en repúblicas.
Tras ello se produce también el ascenso del fascismo: Italia con Benito Mussolini; Rusia
en 1927 se celebra el congreso del PCUS y se produce el ascenso de Stalin al poder; y
en Alemania asciende al poder Adolf Hitler tras las elecciones de 1933.
En Alemania en 1918 el Káiser Guillermo II dimite y da paso a un gobierno socialista. En
1919 se constituye la República de Weimar que firma la Paz de Versalles y se elabora la
Constitución. En 1919 a consecuencia de la derrota se inicia una fuerte crisis política,
económica y financiera. El descontento por las condiciones desfavorables para Alemania
del Tratado de Versalles, junto con el descontento de parte del ejército que sigue
ostentando gran poder provocan que en 1923 halla un fallido golpe de estado por parte
del partido ultraderechista en el que figuran como cabecillas A. Hitler y R. Hesse junto
con otros dirigentes nazis. Durante los ocho meses de cautiverio Hitler escribe “Mi
lucha” (publicado en 1925) y su liderazgo crece.
En 1933 es nombrado canciller alemán y logra el control del Parlamento. A continuación
transforma la República de Weimar en el Tercer Reich y establece una dictadura de un
solo partido el Partido Nacional Socialista con un único líder: el Führer. El poder de Hitler
será absoluto.
Hitler declara que desatará un huracán contra el movimiento del arte moderno y los
órganos oficiales de propaganda nazi en 1933 hacen el siguiente comunicado al
respecto:
Todas las producciones artísticas de tendencias cosmopolitas o bolcheviques
deben ser eliminadas de los museos y colecciones de Alemania; deben ser primero
mostradas al público; deben conocerse tanto los precios de compra como los
nombres de los responsables de los museos; después hay que quemar todo ese
material.
En ese mismo año cierra la Bauhaus y seguidamente en 1937 las obras del movimiento
moderno serán descolgadas del museo. 650 obras de arte son vendidas en el extranjero
y servirán para financiar los preparativos de la II Guerra Mundial el resto serán pasto de
las llamas.
En la primera década del siglo XX la Academia de Bellas Artes preocupada por la
comercialización artística estatal y envarada en los gustos tradicionales no admite y
paraliza la difusión de las vanguardias. No será hasta después de la I Guerra Mundial
gracias al liberalismo posbélico cuando pudo desarrollarse sin problemas. El arte
moderno será entonces reconocido por los poderes públicos. El pistoletazo de salida
será en 1919 la apertura de una nueva sección en la National Galery de Berlín donde es
reconocido oficialmente el arte de las vanguardias. Se expusieron allí los pintores
alemanes considerados clásicos del movimiento moderno que eran: Liberman, Corinth,
Slevogt, Trübner y sus contemporáneos franceses: Manet, Monet, Cezanne y Renoir. Era
además una muestra muy completa donde no faltarán además los llamados
revolucionarios de ayer como Heckel, Kirchner y Otto Mueller. Como también Braque,
Picasso o Juan Gris. Por lo tanto fue el primer museo que el nazismo suprimió cuando
subió al poder. Nunca tantos pintores modernos juntos en una exposición. A esta
siguieron otras exposiciones en 1926 Dresde, 1928 Düseldorf, Hanover, desatándose de
esta manera una lucha por el arte entre quienes no logran conectar ni entender este
arte que sale de los convencionalismos, viendo una provocación en él, y en su falta de
entendimiento, piensan que se les echa en cara su idiotez. Este arte moderno representa
por tanto un problema constante en la sociedad general en estos primeros años del
nazismo y en su relación con la izquierda política.
El redactor Alfred Durus refleja la situación en el siguiente artículo:
Los ismos, en cuanto se diferencian, en cuanto riñen entre sí, coinciden en su
desapego por la vida, en su progresivo alejamiento de la realidad, en su devenir
siempre más abstractos, en una postura antirrealista y antimaterialista, con una
tendencia fundamental: empujar fuera del arte al hombre, los objetos, las cosas
y los cuerpos del mundo material.
En 1920 el incipiente nazismo echa la culpa a la República de Weimar de la Revolución
socialista de 1918. Para ellos el socialismo es responsable de la inflación y el desempleo,
la miseria social (cuando en realidad la república se esforzaba por solucionarlo) y sobre
todo de utilizar el arte como faro cultural revolucionario que no llevó al país a ningún
puerto y sí a la bancarrota. El nazismo tacha al movimiento moderno de bolcheviquismo
cultural asaltando el temor de gran parte de la población alemana que no estaba
próxima al pensamiento nazi y veían con temor lo que estaba ocurriendo en el país
vecino desde la revolución bolchevique de 1917.
Una vez minado el campo, en 1928 el nacional socialismo funda La Liga para la lucha
en defensa de la Cultura Alemana con el objetivo de difundir el pensamiento nacional
socialista en ambientes que, en líneas generales, no pueden ser captados mediante
reuniones de masas. Esta organización tuvo gran éxito e integró en sus filas a sectores
de la sociedad apolíticos e inculcó un sentimiento general de oposición al arte. La prensa
nazi llevó a cabo una intensa labor de descrédito de los artistas modernos entre los años
1920 y 1932.
En 1934 Hitler calificó a los artistas del movimiento moderno los degenerados,
pervertidos del arte, locos mentirosos o criminales cuyo lugar está en los manicomios o
en las cárceles.
Retórica de la persuasión. El movimiento moderno y el nazismo
El movimiento moderno no solo no fue aceptado sino combatido y negado por la
ideología nazi mucho antes de 1933 con la llegada de Hitler al poder. Fue una lucha por
el arte a vida o muerte una lucha política latente similar a la lucha por el poder político.
Hitler veía el arte griego y romano como incontaminado de influencias judías. El
movimiento moderno era un acto de violencia estética con los judíos contra el espíritu
alemán. Solo Lieberman, Meidner, Frenndlich y Marc Chagall que contribuyeron al
movimiento vanguardista alemán eran judíos. Sin embargo solo Hitler decidía quien, en
materia de cultura, pensaba y actuaba como un judío. La supuesta naturaleza judía del
arte indescifrable, distorsionado o que representaba asuntos depravados, se explicaba
con el concepto de degeneración que defendía que el arte distorsionado y corrupto era
un síntoma de presencia de una raza inferior. Defendiendo la teoría de la regeneración
los nazis combinaron su antisemitismo con su propósito de control de la cultura. La
ideología nazi quería crear una conciencia nacional sobre la necesidad de una sana
cultura unificadora, racional y nacional, popular. Como figura simbólica de una visión de
la cultura totalitaria, el nazismo toma al pintor Rembrandt como una mirada hacia el
pasado válido y lo define como un pintor –poeta cuyos cuadros son cantos populares
entonados con las voces del pueblo, la cultura popular y donde la esencia de su pintura
figurativa refleja la esencia de las cosas puesto que la ideología nazi estaba a favor de
una arte nuevo que ellos definían como “sustancial”, entendiendo el término como una
visión artística del mundo donde el alma del pueblo tiende hacia el alma del pueblo. El
arte no es una moda determinada que pasa sino que el arte debe ser el reflejo del alma
de un pueblo y debe ser eterno.
Según la visión nazi desde finales del siglo XIX se venía desarrollando un arte cuyo
objetivo principal era diferenciarse de todo lo anterior con unas manifestaciones
artísticas ajenas al pensamiento y el gusto de la inmensa mayoría de la sociedad. el arte
moderno dividiendo y confundiendo al pueblo y como ejemplo tenemos una referencia
a una exposición de Kandinsky en 1913:
Cuando uno se encuentra frente al horrible pastiche de colores y tartamudeo de
línea, no sabe al principio qué admirar más, si la desmesurada arrogancia con la
que el señor Kandinsky pretende que su chapucería sea tomada en serio, la
antipática imprudencia con la que los miembros de Sturm, patrocinadores de la
muestra, propagan este arte salvaje como manifestación de un nuevo arte con
gran futuro, o bien la detestable fama de sensacionalismo del galerista que
presta su sala para esta locura de colores y formas. Al final prevalece la
compasión por la loca, digamos irresponsable, alma del artista que, como
demuestran un par de cuadros de época precedente, antes de que se
ensombreciera, sabía encontrar formas puras y bellas; al mismo tiempo que
siente la satisfacción de que este tipo de arte haya llegado al punto en que se
manifiesta, en toda su sinceridad, el ismo al que necesariamente debía arribar o,
mejor dicho, embarrancarse, es decir, el Idiotismo.
Una parte de la sociedad alemana veía elitista e incomprensible la cultura de la
República de Weimar que había dado libre paso a las vanguardias convirtiéndose en…
No entendía la distorsión de las figuras, de los colores; no entendía el Cubismo, el
Fauvismo; menos aún comprendía el absurdo del Dadá y el Surrealismo. El
expresionismo que había surgido en la pintura alemana anterior a la gran guerra había
influenciado a la industria cinematográfica, por ejemplo con la película de Metrópolis
de Fritz Lang. La apuesta por el diseño nacionalista de la Bauhaus se veía como una
renuncia a la belleza tradicional sacrificada en beneficio de una abstracción
deshumanizada.
En 1937 se inauguraba la Gran Exposición de
arte alemán donde se muestran las obras de los
nuevos artistas alemanes que habían tenido
cuatro años para crear este arte nuevo alemán
que Hitler anhelaba. Se mostraban 900 obras de
arte nazi previamente seleccionadas por el Fürer
entre 1500 presentadas. Hitler en su discurso
inaugural justificaba la necesidad de crear un
arte nuevo alemán porque dice que las obras que no pueden ser comprendidas sino que
necesitan una serie de instrucciones para lograr su derecho a existir y encuentran su
sentido en neuróticos que son receptivos a tan estúpida o insolente tontería no serán
mostradas a la nación alemana.
Sin embargo se organizó otra
exposición paralela con las obras
condenadas. Sería la Exposición de
arte degenerado para denunciar al
arte moderno como “judío
bolchevique” y poner en ridículo a la
élite burguesa que había comprado
bajo engaños de los críticos judíos esos
cuadros. Entre ellos estaba Picasso.
También Hitler y su gobierno debían concienciar al pueblo alemán de la enfermedad de
estas pinturas depravadas. En el discurso de la inauguración Hitler expone sus ideas
principales:
Entre los cuadros aquí presentados, he observado que hay bastantes que
permiten llegar a la conclusión de que el ojo muestra a ciertos seres humanos las
cosas de modo distinto a como realmente son, esto es, que hay gentes que
consideran a los actuales habitantes de nuestra nación como cretinos
putrefactos; gentes que por principio ven prados azules, cielos verdes, nubes
amarillo-azufre, etc., como ellos dice, lo experimentan así. No quiero entrar aquí
en la discusión de si las personas en cuestión ven o no ven, sienten o no sienten
en verdad de tal manera; pero en nombre del pueblo alemán quiero prohibir que
esos pobres desgraciados, que sin duda sufren de una enfermedad de la vista,
intenten vehementemente imponer esos productos de sus erróneas
interpretaciones a la época en que vivimos, e incluso presentarlos como “arte”.
Hitler quiere demostrar con esta exposición la superioridad del arte alemán. Quiere
concienciar al pueblo de que la tarea principal del Nacional Socialismo es liberar al
pueblo de todas las influencias que son fatales y ruinosas para su existencia. Su objetivo
es crear un nuevo y auténtico arte alemán que sea de eterno valor. Su idea fundamental
es que el arte no está basado en una época sino únicamente en los pueblos. Todas las
obras de la exposición han sido aprobadas por los dirigentes del partido nazi.
¿Qué significa ser alemán? Significa ser claro, lógico, auténtico. La elección de los temas
es decisiva para la caracterización de la esencia alemana. Tan importante como la forma
clara y sencilla de representar esos sentimientos. Los temas de interés nazi son la familia
el trabajo campesino y los temas heroicos.
Hitler y la escenografía del poder
Hitler era un pintor frustrado que soñaba con ser arquitecto. En 1940 cuando Alemania
conquista París, Hitler hace una visita relámpago de madrugada con sus más íntimos
colaboradores entre los que se encontraba Albert Speer a un París derrotado y asolado.
Hitler queda fascinado con el edificio neobarroco de la ópera parisina y en el avión de
regreso le confiesa a Speer que poder ver París ha sido el sueño de su vida. Siguiendo
con la tendencia teatral de Hitler le encarga a Speer la misión de hacer de Berlín la capital
mundial de forma que París quedaría como una pálida y mortecina sombra una vez se
hubiera hecho el nuevo Berlín. Superar a París sería la tarea más importante que Hitler
impondría a Albert Speer. La capital del mundo debería estar terminada para 1950
después de haber ganado la guerra y conquistado Europa. Pero la ideología artística nazi
y los delirios de grandeza de Hitler cuentan con antecedentes que se remontan mucho
más allá de 1940. En 1930 Adolf Hitler hará unas declaraciones sobre cómo será el futuro
Berlín de sus delirios:
Cuando más tarde excaven aquí las palas de los arqueólogos y choquen contra
los bloques de granito, se tendrán que descubrir la cabeza ante la poderosa
imagen de una idea que conmovió al mundo.
En 1933 se promulga una ley que en su redacción dice así:
esta ley debe ayudar a exterminar lo enfermo y a ordenar las cosas que
justamente por ser ordenado es bello. El judío es un bacilo monstruoso e
incongruente que porta en sí mismo un mensaje letal frente a este orden de aquí
y ahora.
La lucha contra el arte moderno es en este año de 1933 cuando adquiere el carácter de
medidas de higiene. Las obras artísticas de los modernos demuestran que sus autores
padecen enfermedades mentales y por tanto deberían recluirse en un manicomio. En el
arte alemán se libra una batalla igual que en el campo político: a vida o muerte. La
estética de los cuerpos perfectos de las esculturas griegas, cuerpos sólidos y viriles de
los guerreros, de los luchadores, de los gimnastas son modelo a seguir por la escultura
de Arnold Breker. Por el contrario la degeneración del cuerpo humano es similar a la
decadencia del arte. La degeneración del arte, de los artistas modernos, de los
degenerados. Albert Speer como arquitecto del régimen nazi se pone a trabajar y
materializa el delirio arquitectónico de Hitler en bocetos y maquetas sobre la base de
los dibujos del propio Hitler.
La enorme maqueta de más de 30 mt.
Está construida al mínimo detalle y será
construida con toda solemnidad al lado
de la cancillería para que Hitler pueda
contemplar frecuentemente. El arco del
triunfo doblaría en tamaño el de París.
Otro de sus faraónicos proyectos fue la
construcción de la cancillería del III Reich,
un lugar destinado a albergar su puente
de mando a la hora de dirigir el plan
nuevo. El edificio fue construido en un
tiempo record de un año por más de
4000 obreros que trabajaban día y noche
hasta terminar la construcción del
edificio. La gran sala debía ser la gran
construcción arquitectónica de la
supercapital mundial. Una cúpula
abovedada tan grande y majestuosa que
en su interior podía albergar la torre Eiffel
y con una capacidad que podía albergar a
180.000 personas. Diecisiete veces mayor que San Pedro. Hitler, emulando a Nerón,
pensaba colocar una estatua de su persona, como un coloso de grande, a la entrada de
la gran sala. Se construirían circos para las marchas para congresos anuales del partido.
Espacios pensados para varios millones de personas. El proyecto debía simbolizar la
grandeza del imperio nazi. El granito era el material preferido para todas estas nuevas
edificaciones pero se encontró con que no había suficiente en el país para satisfacer los
diferentes proyectos. Ante el peligro de quedarse sin abastecimiento de ladrillos, su
materia prima principal, mandó crear una fábrica en el campo de concentración de
Sachsenhausen donde los prisioneros trabajaban como esclavos día y noche. El Coliseo
de Roma era el modelo a seguir para la sala de congresos. En los campos de Marzo
reuniría a 500.000 personas y serviría para que el ejército alemán y sus jóvenes atletas
hicieran ejercicios para el combate. El estadio, el palacio de los deportes, debía tener
cabida para 400.000 personas siendo el edificio de este tipo más grande de la historia.
La arquitectura de Albert Speer sería una obra de arte espectacular de dimensiones
gigantescas. La política del espectáculo, el espectáculo de la política. Hitler como
escenógrafo director y protagonista. Los edificios de la nueva arquitectura alemana
debían perdurar más allá de nuestro tiempo y debían simbolizar a través de los siglos la
fuerza y la vitalidad del hombre alemán. El lema de las juventudes nazis era: hemos
nacido para morir por Alemania. El mito del cuerpo nazi, la imagen del pueblo, las masas
como único cuerpo con mismo sistema circulatorio que los mueve: el nazismo. La
purificación de las masas, la purificación de Alemania y la purificación de occidente.
Como las esculturas de mármol griegas un cuerpo sano equivalente a la plenitud
estética, un pueblo sano que alcance la plenitud racial. El mito del cuerpo: el cuerpo
pertenece a la nación. El nuevo joven alemán ha de ser vivo inteligente, ágil, rápido
como un galgo, más duro que el acero para que el pueblo no desaparezca bajo los
síntomas de la degeneración de nuestro tiempo. Lo que que el nazismo propugnaba era
el sometimiento absoluto del individuo. La cúpula luminosa de Nuremberg era la cima
del arte de manipular las masas. La arquitectura era el medio preliminar para aniquilar
al individuo. La arquitectura es un elemento de poder a través de la despersonalización.
Es una arquitectura para albergar masas, para recoger a la masa en ella y hacer que el
individuo desaparezca engullido por ella y que se sienta como tal, una masa uniforme.
Es la negación del individuo como se individual y único.
El objetivo de esta arquitectura es una planificación del espacio al servicio del poder
total. Así se expresaba Goebbels:
Nosotros, que damos forma a la política alemana moderna, nos sentimos como
artistas a los cuales ha sido confiada la alta responsabilidad de formar, a partir
de la masa bruta, la imagen sólida y plena del pueblo. La misión del arte y del
artista no es solo unir sino que va más lejos, tiene el deber de crear dar forma de
eliminar lo que está enfermo y dar forma a lo que está sano.
Las edificaciones debían ser un símbolo de prosperidad y grandeza del país bajo la
supremacía nazi. Hitler deseaba que todos aquellos edificios que ideaba y transmitía a
Speer fueran construidos de manera majestuosa y con los mejores materiales. Su
obsesión era crear espacios espectaculares que intimidaran y sobrecogieran a sus
visitantes. Un símbolo de supremacía en la que él era su principal autor, director y
escenógrafo. Existían más planos y maquetas ideadas por Speer pero el inicio de la II
Guerra Mundial frenó la construcción de muchas de ellas y acabó con parte de lo que ya
había sido edificado. Hitler transformó la vida de los alemanes en un gran espectáculo
sin interrupción hasta el mismo final. Alemania estaba en ruinas en 1945 y Hitler todavía
se preocupaba y ocupaba de la construcción de los teatros de la ópera. Desde su bunker
huyendo de la realidad ordena la operación Nerón, la política de tierra quemada. Da
orden a su ministro de armamento para una eficaz destrucción porque el pueblo alemán
había demostrado su debilidad al perder la guerra y no era digno de sus grandes ideales.
Hitler le dice a Speer: los que quedan después de la lucha son los que menos valen ya
que los buenos cayeron. Las ensoñaciones apocalípticas de Hitler, la escena final del
drama, quizá fuese para él lo más importante, que demuestra su ley de ruinas. El ocaso
era para él el objeto mayor del arte: se empieza a diseñar por el final. La teología del
régimen nazi glorifica la caída, la destrucción, la muerte de los caídos en el combate.
Simulaba a Nerón, quería impresionar, el entendía como Imprimir carácter, impactar a
la imaginación, asombrar, sorprender a las masas.
Nada debe quedar en Alemania tras la victoria del enemigo, ni siquiera él mismo. El
único actor del universo creado por él, en su mente desquiciada, se quedó solo ya no
había lugar a discursos elocuentes ni administraciones espectaculares. Se pega un tiro
en la cabeza junto a Eva Braun, su compañera, el 30 de abril de 1945 y previamente
había ordenado la inmolación de los dos cuerpos.
Poco queda de las construcciones de A. Speer, el edificio de mítines de Nuremberg es
demasiado grande para dinamitarlo y se va derrumbando en la actualidad por sí solo.
Las casas de los guardias, al pie de la columna de Bismarck ahora son urinarios públicos.
Las farolas siguen en pie. La cancillería, su magna obra sobrevivió a la guerra pero los
soviéticos después de la guerra la demolieron, no sin antes arrancar el mármol para
revestir una de sus estaciones de metro. El mundo quedó conmovido con la obra de A.
Hitler pero no con las ruinas de su obra arquitectónica, ni después de los siglos. Solo
unas pocas semanas después de la derrota nazi se liberan uno a uno los campos de
exterminio, su otra arquitectura, y el horror y la incredulidad conmocionan al mundo.
Los campos de concentración, una arquitectura sin nombre, un lugar sin lugar, un
espacio sin declarar al mundo, una realidad generada por el estado de control nazi que
como el emperador romano descendiente de los dioses tiene capacidad para decidir
sobre la vida. Un lugar donde la existencia no se reconoce y las personas son un número,
sin rostro y sin nombre. Son subhombres como diría Primo Levi cuando describe su
llegada a Auschwitz.
Para ampliar: https://www.youtube.com/watch?v=1QE4Ld1mkoM
El fascismo en Italia
El fascismo como movimiento político nació en Italia tras la I Guerra Mundial. Fue en
parte una reacción contra la revolución bolchevique de 1917 y también una crítica al
principio liberal democrático que salió tan mal parado después de la gran guerra.
Sus principales características son:
• Exaltaba la idea de nación frente a la de individuo
• El fascismo era expansionista y militarista
• El fascismo era reaccionario, antimoderno, una sublevación contra la
modernidad
• El fascismo emplea el arte como propaganda y como parte de un espectáculo
El fascismo utilizaba el miedo colectivo a través de la violencia y la represión y la
propaganda contra el enemigo, hacia el que emplea como chivo expiatorio toda la
agresividad de forma irracional. Así lograba la adhesión, voluntaria o por la fuerza, de
toda la población.
El fascismo tenía un carácter imperialista, tenía su precedente en el nacionalismo del
siglo XIX. El fascismo habría sido convertirse en la revolución del XX, del mismo modo
que el nacionalismo y el socialismo habían sido las revoluciones del siglo anterior y la
democracia del XVIII. El objetivo era convertirse en un hombre nuevo con un vitalismo,
un dinamismo y una fuerza fascista. En 1922 ascendía al poder Benito Mussolini y en
1925 se celebraba el Congreso de Cultura Fascista en Bolonia donde firman un
manifiesto los intelectuales fascistas.
El Fascismo y la modernidad
La cultura de la Italia fascista mantuvo una estrecha relación, desde sus inicios en los
años 20, con el vanguardismo, especialmente el futurismo y el regionalismo
arquitectónico. Pero, según avanzaba el régimen en su ideario para la construcción de
un sistema totalitario, cada vez más se fue definiendo con toda claridad hacia programas
artísticos similares al realismo heroico con mucha estética propagandista. Era un arte
comprometido con la política. El realismo en los países totalitarios y la forma de
expresarlo era de carácter figurativo. En la escultura de Arturo Matini se puede apreciar
tanto como en la cinematografía. Se podía afirmar que la mayor fuente de propaganda
fascista estuvo en la industria cinematográfica que se puso bajo la autoridad de la
Dirección General de Cinema fundada en 1934 por Galeazzo Giano y dirigida por Luigi
Fredi. También intervino el propio hijo del Duce Benito Mussolini. Entre las películas más
claramente fascistas estuvo Vechia Guardia. Se hicieron 600 películas en 10 años y la
mayoría estaban orientadas al entretenimiento y, como no, a la propaganda de modelos
de bienestar de 1936 a 1943.
La arquitectura
Desde el comienzo el fascismo italiano se asoció íntimamente con sus propias formas de
modernismo. Junto con el comunismo soviético fue una de las dos grandes y novedosas
formas radicales del movimiento programático de la década de 1920. Abrazaba de lleno
la arquitectura racionalista que se convirtió en el estilo semioficial del régimen. El
objetivo principal era crear una nueva y moderna nación, con una estructura y proyecto
políticos nuevos que desarrollaran una nueva civilización. En 1924, dos años después de
subir al poder Mussolini, en el discurso que dio en el Campidoglio para conmemorar el
2677 aniversario de la fundación de Roma, manifestó la visión que tenía de la nueva
Roma:
Hemos de liberar a toda Roma de la arquitectura mediocre que la desfigura y
hemos de crear, junto a la Roma antigua y la Roma cristiana, la Roma
monumental del siglo XX.
Roma se tenía que transformar en la capital fascista de Italia, monumental, imperial,
liberando a los monumentos de la antigüedad y de la era cristiana englobándolos en la
morfología urbana de escenografía colosal. Todos los restos arqueológicos de la
antigüedad romana como guardián de un gran tesoro y de sus propias raíces reflejo de
la grandeza de la raza, pero sin dejar de abrir nuevas avenidas que unieran unos
monumentos con otros como fue la apertura de la Vía dei Fiori imperial desde la
columna de Trajano hasta el Coliseo, y la demolición de todas las estructuras que
rodeaban al Mausoleo de Augusto del siglo I d.C., empleando a lo largo de 2000 años
anteriores como fuerte, lugar para la celebración de conciertos y plaza de toros.
Una nueva Roma imperial. Entre los arquitectos que participaron en la ordenación
general de la nueva Roma, sin duda, fue Marcello
Piacentini quien más influyo en la evolución de la
arquitectura del periodo mussoliniano. Piacentini
conjugaba el clasicismo con el racionalismo y obtiene
un estilo ecléctico en sus construcciones que será el
oficial del partido fascista. Piacentini estuvo al frente
del equipo de arquitectos que realizó la Ciudad
Universitaria de Roma. Él mismo proyectó el Edificio
del Senado de este estilo clásico y escueto
caracterizado por un monumental pórtico de entrada a base de cuatro pilares desnudos
que se alzan hasta una estrecha franja de inscripciones latinas bajo la elevada cornisa y
sus vanos de formas geométricas. En toda la estética del edificio trata de simplificar al
máximo las formas clásicas pero sin perder nunca esas referencias. Piacentini escribió:
nacido de una planta basilical y transepto el proyecto de la ciudad universitaria extrae
toda la fuerza del orden y de la simetría fundamental.
Pese a sus motivaciones ideológicas la arquitectura de Piacentini poseía generalmente
un gran atractivo estético, aunque solo se tratara de sencillos edificios como arcadas,
como una síntesis de formas clásicas y las técnicas constructivas de la arquitectura
provincial italiana, como las que empleó en las casas de la Plaza de Italia.
Los edificios que se construyeron para la Exposición Internacional de Roma de 1942
(E42), que conmemorarían los 20 años de la Italia fascista constituye uno de los ejemplos
más recientes del urbanismo clásico. Ocupaba una extensa superficie de 5 Km al sur y
centro de Roma. Los arquitectos encargados del magno proyecto serían: Giovanni
Guerrini junto a Ernesto Lapadua, Carlo Romano y Giuseppe Pagano bajo la dirección
de Piacentini nombrado arquitecto supervisor.
Buscaban crear una idea de ciudad funcional y moderna inspirada en el triunfo
tecnológico que caracterizaba a toda la exposición. El plan urbanístico del E42
proyectaba ordenar 400 Ha., de campo en el eje de Roma – mar (¿?). Iba a ser el
escenario de unas Olimpiadas que demostrarían el poder de Italia sobre las ciencias y
las artes. Se pretendía superar la espectacularidad
de las Olimpiadas de Berlín de 1936. Piacentini fue
dando al plan general un carácter cada vez más
clásico. El diseño era geométrico con un eje axial
que desembocaba en el Palacio de la Cività
Italiana obra de Guerrini, Lapadula y Romano,
que rompía con la estética clásica tradicional al
diseñar sobre un cubo blanco seis pisos de arcadas
idénticas en las cuatro fachadas. El material
empleado sería la piedra blanca y el mármol, conjugando el más puro racionalismo con
el clasicismo fascista. En la planta baja las nueve arcadas ocupadas por estatuas
tradicionales de estilo clásico que son una llamada de atención ante la insistente
repetición de arcadas iguales en las cuatro fachadas. El carácter monumental de la obra
nos lleva hasta una abstracción y pureza producida por el cubo, el cuadrado y la
repetición del arco de medio punto en todos sus piso. La abstracción y el ritmo
compositivo son elegidos aquí como lazos de unión entre la tradición y la modernidad.
El volumen tiene una base cuadrada, alcanza los 400 mt., y está completamente
revestido de mármol travertino como muchos de los edificios de la EUR. En las cuatro
esquinas del zócalo hay cuatro esculturas ecuestres realizadas por Publio Morbiduci y
Alberto de Pezzi. Al mismo tiempo, en la base existen 28 esculturas de
aproximadamente 3’4 mt. de altura cada una bajo un arco. Éstas fueron agregadas en
1942 y realizadas por ocho empresas especializadas en trabajar el mármol de carrara.
La construcción del edificio tardó ocho años del 1938 al 1943 pero fue inaugurado en
1940.
Otro edificio sobresaliente
es el Palacio de Congresos
de Adalberto Libera. El
edificio es un bloque
rectangular situado tras
una hilera de altas
columnas cuadradas y
coronado por una cúpula
cuadrada y aplanada. La
arquitectura fascista viene
a ser una metáfora del
restablecimiento del
Imperio romano, donde el culto a la antigua Roma se convierte en el objetivo prioritario.
En sus edificios se combina la modernidad con la monumentalidad clásica.
Mientras los edificios proyectados por Piacentini reflejaban un gran grado extremo de
abstracción frente a la tradición clásica, otros arquitectos italianos del mismo periodo,
sin embargo, intentaban lograr una excesiva monumentalidad poniendo la estética de
las formas tradicionales con el movimiento moderno.
Uno de estos ejemplos es la Casa del Fascio en
Como, hoy casa del pueblo. El arquitecto
Giuseppe Terragni. Este arquitecto proyectó
como sede de los fascistas locales un palacio
renacentista depurado que debía ser racional y
moderno a la vez en su estructura de hormigón
claramente articulada y arquitrabada con
ausencia de cornisa, columnas y pórticos. Sin
embargo Terragni formuló el edificio
vinculándolo con la tradición mediterránea y es
un edificio clásico en su forma de medio cubo
perfecto en su organización tripartita en torno a un patio cubierto y en su revestimiento
de mármol. Se podría decir que ninguno de los arquitectos contemporáneos de Terragni
y solo algunos maestros del nuevo estilo, como Le Corbusier o Mies van der Rohe, logran
fundir con tanta fuerza el clasicismo y el movimiento moderno.
La esculturas fascistas son alusivas y académicas impregnadas de retórica fascista e
imágenes conformistas hechas con un formalismo vacío de significado. Contribuyeron a
la construcción del mito de optimismo, eficacia y rigor nacionalistas. A pesar de que a
lo largo del régimen político de Mussolini las tendencias pictóricas no siempre fueron
igual, se puede hablar de una inclinación global hacia el futurismo. Se trata de un estilo
heroico, elitista y obsesionado con las máquinas. Sus autores trabajaron con temas de
la velocidad y del vuelo representado este de dos maneras:
• Como analogías cósmicas
• Como vistas aéreas de aviones bajando sobre el paisaje
Rusia
El año 1917 pone fin al Régimen zarista y la instauración del régimen comunista. En 1927
en el transcurso del Congreso del PCUS se entrega el poder a Stalin iniciando la era del
stalinismo. Stalin y su gobierno establecen unos planes quinquenales para el desarrollo
del país y en 1929 se pone en marcha el 1º Plan quinquenal que termina en 1932 con
dos objetivos:
• Desarrollar la industria
• Colectivizar la tierra
Así pues, a principios de la década de 1940 Rusia había alcanzado el tercer puesto detrás
de EEUU y Alemania de los países con mayor producción industrial del mundo.
La colectivización de la tierra se hizo por medio de granjas: unas colectivas, donde el
estado extendía la colectividad a los campesinos; y otras del estado, donde los
campesinos estaban asalariados. Pero el racionamiento duró hasta 1935 y el hambre
hasta final de la década.
El 2º Plan quinquenal y el 3º desde 1933 hasta 1938 fue interrumpido por la II Guerra
Mundial.
Se reanudarán en 1945 y es en 1953 cuando muere Stalin.
Carácterísticas del stalinismo:
• La Revolución Cultural, 1928 y 1932. Tenían por objeto la producción de un arte
proletario.
• Rusia era un país sin libertades individuales, ni prensa libre, ni libertad de
asociación, ni libertad para salir del país sin permiso.
• Stalin estuvo en el poder hasta su muerte en 1953
Los intelectuales y artistas huyeron por no poder expresar libremente como Kandinsky
o Stravinsky. Era una sociedad donde no existe el paro ni la crisis como las sociedades
capitalistas pero los ciudadanos tenían un nivel de vida y unos salarios que escasamente
les alcanzaba a vivir y grandes jornadas de trabajo.
La represión era enorme de 1934 a 1941 existieron purgas políticas para eliminar
cualquier adversario político de Stalin. Durante el stalinismo hubo 10 millones de
personas muertas, la mitad ejecutadas, la otra mitad muertas en los campos de
concentración. Stalin estuvo en el poder hasta su muerte en 1953 y la URSS había llegado
a ser una de las grandes potencias mundiales económicas y militares. Es este marco
político y social se desarrollaría el llamado Realismo Socialista.
Al contrario del periodo revolucionario anterior de 1917 y 1918 caracterizado por el
vanguardismo de la revolución cultural de 1918, se impone el realismo llamado
fotográfico. En 1934 se implanta la doctrina oficial del realismo socialista, los artistas y
arquitetos tenían que seguir las reglas del romanticismo revolucionario y, por supuesto,
se eliminaron la abstracción y la (¿?).
El llamado Realismo Socialista se caracteriza por:
• En 1930. Crítica feroz a las Vanguardias
• En 1932 las vanguardias fueron prohibidas en la URSS y todos los artistas fueron
incorporados a la fuerza a la Unión de Artistas:
o No había lugar para la individualidad
• El realismo socialista no es un arte individual sino colectivo o anónimo
• El realismo socialista se veía así mismo como un arte “posterior a la modernidad
burguesa”
• Periodo stalinista: arte triunfal
• El arte como fin propagandístico
• En 1934, el realismo socialista NO es un estilo es un MÉTODO (pintura figurativa).
El realismo como visión ideal de futuro: las cosas “tal y como quieren ser”
• Enorme radicalidad: crítica a la institución artística burguesa
• El realismo socialista podríamos decir que sería el predecesor del actual arte de
resistencia anticapitalista
El arte del Realismo socialista:
• Pintura destinada a la reproducción mediática en forma de postales:
o Los artistas las vendían a las editoriales, no a los museos
• El realismo socialista es un arte completamente nuevo para una sociedad
completamente nueva:
o Nuevo arte de izquierdas: arte de caballete productivo (finales de los
años 20)
o Era una Guerra declarada al arte burgués
o Las exposiciones de obras tienen fines satíricos o autocríticos: colgaban
“lo que no les gustaba” para criticarlas
o
En las pinturas se pretendía documentar la realidad histórica o contemporánea. Se
practicaba sin ningún pudor la técnica del retoque. En el cuadro con un tema histórico
se incluía a personajes que no tenían ninguna relación o se eliminaban aquellos que no
convenían al partido. La escultura como la pintura y la arquitectura se pone al servicio
del régimen y se crean estatuas de los padres del estado socialista, sobre todo de Stalin.
Se ignoran aquellos que no son del agrado del dictador, como Trotsky. Otros temas
escultóricos son los héroes revolucionarios, sobre todo anónimos, individualmente o en
grupos escultóricos. La estética de la arquitectura stalinista es muy importante. La
grandeza de la era stalinista se reflejada en edificios con grandes volúmenes gigantescos
de dimensiones espectaculares. La arquitectura soviética se mira en el clasicismo
combinando algunas veces con otras tendencias como el Art Deco. Es pues una
arquitectura monumental y heroica. El pueblo quedaba asombrado ante la grandeza de
las construcciones que querían expresar valores eternos como fuerza, fortaleza, dolor,
triunfo y heroísmo.
El Art Déco y el arte de los totalitarismos
En la videoconferencia no se hace referencia a este epígrafe concreto pero la profesora
Genoveva Tusell hace la siguiente aclaración al respecto en el foro.
El Art Deco fue una corriente que puso al alcance de la sociedad las posibilidades de una
modernidad sin aspavientos ni provocaciones. Una modernidad que, desde el punto de
vista ideológico y político, era un movimiento aséptico, completamente independiente
de cualquier identificación con la política. Sin embargo, por beber de unas fuentes
comunes -fundamentalmente el clasicismo y el cubismo- hay realizaciones del arte
bajo el nacionalsocialismo o del fascismo italiano que pueden integrarse asimismo en
esta corriente. El empleo de un clasicismo moderno por estas corrientes políticas llego a
tener coincidencias formales con un arte moderno que incorporaba en sus realizaciones
elementos de un clasicismo modernizado.
El término Art Déco, a diferencia de lo que ocurre en los movimientos de vanguardia no
surgió en los tiempos en que tiene su vigencia. En su época se lo denominaba, entre otros
nombres, estilo moderno. Pues, en realidad era, frente a las vanguardias, un estilo, con
sus componentes claramente definidos. Un estilo que no bebía literalmente en las
fuentes del pasado sino que muchos de sus planteamientos eran idénticos en muchas
ocasiones a los de ciertas tendencias de vanguardia como el racionalismo arquitectónico.
Fue con posterioridad a su desarrollo cuando a este estilo de los años 20 y 30 se le
denominó con el nombre Art Déco, con motivo de la exposición Les années 25 celebrada
en 1966 en el Museo de Artes Decorativas de Paris.
Textos
Arte e Ideología del Nazismo. Berthold Hinz
En el texto se expone cómo se genera un arte específicamente nazi a partir de una
ideología que venía generándose ya desde mucho antes de la subida al poder de Hitler.
Después, los mecanismos y el aprovechamiento de los conflictos artísticos son utilizados
por el nazismo y se toman las medidas burocráticas para construir un arte que será
reivindicado como popular-nacional.
En un principio el enemigo no será solo el arte reivindicativo, social y políticamente
posicionado sino todo el arte moderno e incluso su precedente inmediato. En esta tarea
se identifica lo moderno no solo los movimientos más vanguardistas como cubismo,
futurismo, expresionismo sino también desde los mismos impresionistas. En ello se
afirma que el Tratado de arte del siglo XX de Carl Einstein el cual establece estas
definiciones de lo moderno es tomado como herramienta de demarcación por el
nazismo para identificar a los enemigos de las artes figurativas.
Pero esa lucha política hay que relacionarla con la lucha por el arte ya desde el contexto
anterior a la I Guerra Mundial y el rechazo por parte de algunos sectores burgueses hacia
la pérdida de la propia cultura y el alejamiento hacia u nuevo arte que les resultaba
incomprensible. Por lo tanto debajo y antes incluso de la lucha política subyace una
lucha por el arte.
Como ejemplo el manifiesto que firmaron 120 artistas que se sentían amenazados por
el éxito del arte moderno: “Protesta de los artistas alemanes” publicado en 1911 o el
editorial de crítica a una exposición de Kandinsky en 1913.
Todo ello será utilizado por la ideología nazi que culpará a los ismos de apropiarse de la
cultura a partir de unas tendencias artísticas alejadas del espíritu del pueblo y de la
cultura. Por lo tanto degenerados. En contra la postura que ellos defienden es la de una
cultura unificadora, y con una función social basada en un “arte sustancial” con misión
curativa de la degeneración de la cultura moderna. Ejemplo simbólico la pintura de
Rembrandt, Durero, y pintura que sea portadora de los cantos del pueblo.
Además, el apoyo del socialismo a la cultura y al movimiento moderno se utiliza para
dar a entender que ha contribuido a la miseria y el desempleo, las dificultades
económicas de la República y la bancarrota nacional. Mediante la etiqueta de economía
bolchevique se intentaba desacreditar al gobierno que por otra parte lo que había
intentado era utilizar los mecanismos para combatir la crisis posterior a la guerra. Esta
manipulación sin embargo no refleja en absoluto la realidad cuando Incluso
personalidades que nada tenían que ver con la ideología nazi como era Berlort Brecht1
escribe a propósito de los historiadores del arte que se quejan del hecho de que cada
vez haya menos gente que pueda permitirse comprar arte. Brecht considera una
provocación esos argumentos mientras hay niños que no pueden tener leche. Es decir
Hitler lo que hizo fue manipular la situación de crisis en beneficio propio para crear una
imagen de salvador de la patria. Cuando en realidad la desproporcionada inversión en
construir una nueva capital colosal fue el gran proyecto de Hitler.
Por lo tanto lo primero que hará Hitler al llegar al poder será acabar con todo aquel
adversario como La Bauhaus, Der Sturn con su publicación y exposiciones y la
Nationalgalerie de Berlín que había hecho un reconocimiento público del arte moderno
al abrir sus exposiciones al movimiento de vanguardia. Después una vez depurada la
cultura de lo que ellos llamaban bolcheviquismo cultural se pondrá en marcha el
mecanismo para crear y construir una nueva cultura que sirva de imagen política y
herramienta propagandística. Así pone en marcha la Liga para la lucha en defensa de
la Cultura Alemana, organización cultural con fines políticos de difusión y captación
partidista en sectores de la población que podían ser reclutados a través del campo
cultural.
1
Bertolt Brech escritor, poeta y dramaturgo alemán también en la lista de los degenerados, sus obras
fueron quemadas. En 1933, la representación de la obra La toma de medidas fue interrumpida por la
policía y los organizadores fueron acusados de alta traición y tuvo que exiliarse.
Por su parte sectores del arte que se están viendo falsamente atacados intentan
reaccionar contra las acusaciones de revolucionarios. George Grosz y Herzfelde escriben
en 1925: es un error que si uno pinta círculos, cubos o el caos que se agita en el fondo de
la psique sea un revolucionario.
En las mismas filas del expresionismo se dan exponentes más progresivos y
reaccionarios incluso se da el hecho de que algunos exponentes del expresionismo
simpatizaban con el nazismo. Por lo tanto la exclusión universal del arte por parte del
nazismo se entiende como una exclusión de principio. Era un propósito de negación a
través del cual era posible integrar a las masas.
Su postura de respuesta ante el despilfarro capitalista que las instituciones públicas y
una élite adinerada habían pagado por las obras de arte modernas era otro de los
mecanismos para erigirse en salvadores de la patria. Así en las exposiciones de arte
degenerado incluía el precio de adquisición como denuncia. Para ello incluso el arte
expresionista alemán debía ser sacrificado.
El problema una vez acabado con el arte que se oponía a los fines del nazismo era
establecer un nuevo arte que ocupara el vacío y a la vez que plasmara la idea del nacional
socialismo. El problema es que no estaba claro qué pintura exactamente era esa. La Casa
del Arte Alemán se puso en marcha en 1934 y se inauguraría en 1927 tiempo en el que
los artistas tendrían que ponerse a la tarea para crear un nuevo arte alemán.
Discurso de inauguración de la Gran exposición del Arte Alemán 1937, Munich.
El discurso de Hitler con motivo de la ceremonia de inauguración del nuevo museo de
arte alemán pone en evidencia los esfuerzos de Hitler por construir un arte que fuera
reflejo e imagen de la nueva nación alemana. En un tono grandilocuente y apelando a
valores históricos y nacionalistas, el discurso utiliza el colapso económico, la pérdida de
la guerra e identifica estos con la descomposición interna de la sociedad, el intento de
hacer un arte universal en oposición y destruyendo el arte nacional. Ataca el arte
moderno por considerar que va en contra de la cultura alemana y desacreditar el arte
equiparándolo al trabajo manual. En contra de todo ello destaca los logros del nacional
socialismo para defender el arte alemán y la construcción de este “templo”, un museo
donde el verdadero arte del pueblo alemán que no está basado en modas pueda
persistir. En su discurso nacionalista apela a la raza, al legado cultural y la identidad
nacional como elementos unificadores y en oposición a ello habla de otros tipos de arte
que serán destruidas y cesadas en el pueblo alemán. Ridiculiza todo lo que no sea el arte
considerado verdadero y le declara la guerra.
Con etiquetas como judío, bolchevique o degenerado critica todo lo que concierne al
arte moderno. En este sentido y en contraste con esta exposición hay que encuadrar la
otra exposición paralela: la Exposición de arte degenerado, que se mostró con casi
veinte mil obras confiscadas y con la finalidad de ridiculizar todo lo que no entraba
dentro de lo establecido por la estética nazi. Las ventas de cuadros de esta exposición
se utilizarían para financiar la II Guerra Mundial y el resto serían destruidos por las
llamas.
El realismo socialista desde el punto de vista de la crítica del arte. Ekaterina Degot
Resumen puntos más importantes:
La autora de este texto se aproxima al arte del realismo socialista desde un punto de
vista teórico del arte y bajo la revisión de una perspectiva actual. El rechazo que
tradicionalmente se ha dado al realismo socialista como un arte fuera de la vanguardia
es hoy revisado. Puede que la visión histórica haya sido realizada desde un punto de
vista anticomunista sin tener en cuenta otros aspectos que se repasan en este texto.
La elección del término realismo socialista como definición normativa del arte y la
literatura soviéticos pertenece a Stalin. El término realismo socialista se confunde
frecuentemente con el realismo social americano de la época de la Gran Depresión.
El concepto de realismo marcaba la diferencia respecto de la tendencia que imperaba
anteriormente en el arte ruso, el futurismo, dado que se consideraba que los sueños de
sus miembros acerca del porvenir ya se habían hecho realidad; además, incluso los
propios exfuturistas rechazaban ya tanto el término futurismo como las formas
geométricas que caracterizaron el estilo. La palabra socialista estaba llamada a distinguir
este nuevo realismo del burgués.
Ante todo habrá que prestar atención a los años que precedieron a la promulgación de
este término. La literatura académica sobre el realismo socialista examina
esencialmente la producción artística posterior a 1932, contraponiéndola a las
vanguardias como un tipo de arte totalitario y propagandístico revestido de formas
conservadoras. De acuerdo con este punto de vista, en 1932 las vanguardias fueron
prohibidas en la URSS y todos los artistas fueron incorporados a la fuerza a la Unión de
Artistas, sometida al dogma del estilo conservador y en la que no había lugar para la
individualidad. Los historiadores del arte que mantienen esta postura tienden a no
prestar atención a los trabajos tardíos de Malévich, en los que el autor regresa a la
pintura figurativa, por considerar que son fruto de la presión política.
Un punto de vista más matizado, tanto artística como políticamente, es el que manifestó
el círculo de historiadores del arte norteamericanos de izquierdas agrupado en torno a
la revista October. Esta línea de opinión se formó en buena parte bajo la influencia del
artículo “Avant-Garde and Kitsch”, de Clement Greenberg, donde se analizaba el arte
soviético desde el punto de vista de la modernidad occidental, describiéndolo como el
más clamoroso ejemplo de kitsch y contraponiéndolo a la vanguardia más innovadora,
por su carácter mecánico, y a la obra única, por su propensión a la reproducción masiva.
Por el contrario, la concepción que adelantó Boris Groys insiste en que éste representa
el desarrollo creativo de todas las tendencias artísticas precedentes y, por lo tanto,
también de las vanguardias. Los críticos de Groys habitualmente argumentan que su
concepción representa una lectura postmoderna del arte estalinista. Esto es cierto en
cuanto que el realismo socialista se veía a sí mismo como un arte “posterior a la
modernidad burguesa”.
Para los revolucionarios y los artistas de izquierdas que habían apoyado la revolución,
los años de la Nueva Política Económica supusieron la toma de conciencia de que la
Revolución de Octubre no había tenido el resultado deseado y de que las viejas
costumbres perdurarían todavía mucho tiempo.
En sus ejemplos más relevantes, el arte soviético en su totalidad dejó de lado las
ilusiones de construcción de una nueva cotidianidad y siguió una orientación crítica y
reflexiva, dirigida tanto hacia el sistema capitalista internacional como hacia la nueva
comunidad comunista de personas y cosas que se había ido constituyendo en la URSS.
La idea del criticismo en el arte soviético puede parecer muy rara, si se considera que se
utilizaba como medio para glorificar a Stalin, obras como el retrato que hizo Kliment
Redkó de un Stalin monumentalizado de forma caricaturesca sobre un fondo de nubes.
Sin embargo desde una perspectiva tradicional, esas obras que hoy nos parecen
grotescas, podrían haber sido efectivamente críticas.
En la actualidad posiblemente no haya que examinar el realismo socialista tan solo en
base al eje vanguardia-postmodernismo, sino también en base al arte crítico
contemporáneo, es decir, como predecesor del actual arte de resistencia anticapitalista.
El arte de resistencia contemporáneo ha reconocido su derrota en la lucha contra el
capitalismo, promulgando la transición hacia acciones de guerrilla en el seno de éste y
sobre la base de un sistema de instituciones críticas.
Fue precisamente en el marco del temprano arte soviético (que únicamente sondeaba
qué formas podían existir en el arte en ausencia de compradores privados) donde nació
una definición del tipo de producción contemporánea como es el “proyecto”: el Proun
de Lissitzky.( o Proyecto de Afirmación de lo Nuevo) Pero precisamente fue esta falta de
comercialidad lo que, ya a principios de los años 20, provocó que los artistas se sintieran
en el seno de una guerrilla solitaria más que en la vanguardia del progreso mundial; algo
que tampoco cambió de forma sustancial con la aparición del bloque oriental tras la II
Guerra Mundial.
A través de una mirada imparcial y no enturbiada por el acostumbrado anticomunismo,
se descubre que el arte soviético, especialmente en el periodo de la revolución cultural,
guarda bastante parecido con las prácticas artísticas de principios del siglo XXI o el arte
de la posmodernidad.
Al igual que sucede con las prácticas participativas contemporáneas, en el programa
estético del arte soviético era más importante la comunicación social entre los artistas
y los espectadores-participantes del proyecto que la obra en sí, que su materialidad o
su calidad (un criterio vinculado al mercado burgués)
A diferencia del sistema de la modernidad capitalista, el sistema artístico soviético no
estaba íntegramente construido alrededor de los objetos artísticos y de sus instituciones
de conservación y consumo (galerías, ferias, exposiciones, colecciones, museos), sino
alrededor de los sujetos artísticos y de sus instituciones de agrupación: las Uniones de
Artistas
En lugar de consumir arte a través de su posesión, promulgaban un trabajo artístico
realizado por medio de la práctica discursiva y de la autocrítica. Esto es lo que propone
una forma de realización como es el proyecto: el arte no es una mercancía. Es una forma
simbólica, cuyas cualidades estéticas sirven ante todo a fines didácticos, discursivos y
propagandísticos.
Los conceptos de “montaje teatral” y de “montaje de agitación” anticipan
terminológicamente la idea de “instalación”.
En origen, las pinturas eran creadas para ser reproducidas en forma de postales y los
artistas las vendían a las editoriales, no a los museos. Aunque una parte de estas
pinturas acabó en museos de historia y política, en lugar de en museos de arte,
adquiriendo el estatus de documento o de material didáctico y otra parte fue a museos
de arte por la insistencia de los círculos de conservadores artísticos.
En otras palabras, desde el punto de vista actual representaban una incursión
consciente del arte elevado (profesional) en el territorio del kitsch. La opinión
contemporánea, educada en el arte profesional burgués, presupone que la obra
pictórica es un objeto único y autónomo. En la URSS, sin embargo, este no era el caso
en absoluto. A pesar de ciertas semejanzas con el arte contemporáneo, el material visual
de la época de la revolución cultural soviética sigue distinguiéndose de éste por su
enorme radicalidad.
Apoyada por los colosales recursos del Estado, la crítica soviética a la institución artística
burguesa todavía no ha sido superada. En las muestras soviéticas se exponían objetos
que hoy resultan inaceptables para el sistema internacional del arte contemporáneo.
- En primer lugar, arte no profesional, excluido en todo el mundo.
- En segundo lugar, copias y reproducciones de cuadros expuestas al mismo nivel
que los originales, lo cual es imposible de imaginar en la situación actual, en la
que el mercado controla incluso la actividad museística.
- En tercer lugar, y esto es lo más interesante, obras expuestas con el propósito
de criticarlas, y no de valorarlas
El realismo socialista no sólo se ideó como un arte completamente nuevo para una
sociedad completamente nueva, sino como una especie de post-arte que superaba la
institución burguesa del arte con producción individual, consumo individual, mercado
privado, autonomía artística y alienación, intrínseca a la estructura misma de la obra.
La primera experiencia de este tipo la encontramos en el arte productivo de principios
de los años 20, que aunque no representaba los primeros ensayos del diseño soviético,
promulgaba un cambio del foco de atención, del consumo del arte a su producción, así
como una reconversión del consumidor en productor con la ayuda de ciertos objetos
simbólicos.
La divisa del “nuevo arte de izquierdas” de finales de los veinte fue el llamado “arte de
caballete productivo”. El concepto de arte de caballete había adquirido una gran
notoriedad y era criticado de forma por su autonomía.
Este nuevo arte productivo existía en forma de pintura y de artes gráficas de enormes
tiradas, como fotografías y murales monumentales, lo cual sentó las bases de todo el
arte soviético venidero.
En la práctica, todos los artistas de los años 20, y de principios de los 30, compartieron
la divisa constructivista: “Declaramos una guerra implacable contra el arte”,
entendiendo por arte el del mercado privado burgués. Tretiakov, ya en 1925 llamó a
“combatir el arte desde dentro para destruirlo”. Puede decirse que los artistas del
realismo socialista lograron un éxito absoluto en este aspecto, pues en el contexto
internacional su producción visual habitualmente suscita la reacción inmediata de “esto
no es arte”.
Maksim Gorki ante el I Congreso de la Unión de Escritores, en 1934, manifestaba que la
idea general radicaba en que el realismo socialista era “la representación fiel e
históricamente concreta de la realidad en su desarrollo revolucionario”.
La historia del arte en la URSS no honra solamente al realismo ruso, sino también al
grupo de Artistas Itinerantes, como Perov o Repin, que documentaron la modernización
rusa y la radicalización política y que fueron, de hecho, los padres fundadores de la
modernidad, en la línea de Gustave Courbet.
El nuevo realismo se contrapuso en primer lugar al formalismo como arte puro. Hacia
1930, en la prensa soviética de arte y arquitectura se desató una crítica feroz a las
vanguardias. Era, una crítica de las formas geométricas Así, el realismo no fue
promocionado como representación de la realidad, sino más bien como “liberación del
dogma estilístico”, puesto que el estilo se había ideado como “equivalente ideológico a
la mercancía”.
Ya en 1934 se anunció que el realismo socialista no era un estilo, sino un método. El
realismo se entendía como una especie de visión del ideal futuro, como una
representación dialéctica de las cosas no “tal y como son” sino “tal y como quieren ser”,
de manera que la representación de la realidad “tal y como es” resultaba una suerte de
formalismo. En numerosos escritos de los años 30 se subraya que el naturalismo es una
variante del formalismo. La lucha contra el formalismo era una lucha contra el arte
comercial.
Resulta interesante comparar las posiciones de la crítica de arte soviética con las
manifestadas por Greenberg en artículo “Avant-Garde and Kitsch”. Greenberg se
encontraba bajo una fuerte influencia de Trotski, de esta forma, cuando proclama que
la vanguardia no es un terreno de experimentación formal, sino el elemento que hace
que la cultura avance está repitiendo literalmente los mismos argumentos dialécticos
empleados por la crítica soviética para alabar el realismo socialista y denostar la
modernidad occidental y el formalismo por su mecanicidad, su formulismo y su carácter
comercial.
La única diferencia, aunque fundamental, consiste en que Greenberg sostenía
firmemente que los valores de la vanguardia son los valores “relativos” de la estética,
restringiendo el territorio del arte a su autonomía institucional en el mundo burgués.
Con este artículo marca su punto de transición hacia posiciones más conservadoras. La
crítica soviética adoptó una postura diametralmente opuesta acerca de esta cuestión.
Desde la óptica soviética, muy próxima al punto de vista de la crítica artística
contemporánea, la producción formal y comercial de artefactos se oponía al arte
ideológico o, como diríamos en la actualidad, a la investigación artística.
En el realismo socialista, la muerte del arte tuvo lugar en un escenario hegeliano: fue
como el paso, a través de la negación, de un estadio artístico naíf a un estadio reflexivo
y filosófico.
En 1924 el crítico Fiódorov-Davídov escribía: “Mantenemos una actitud negativa hacia
el formalismo de los izquierdistas (los constructivistas), porque consiste sólo en
indagaciones puramente formales, faltas de toda ideología y de toda filosofía”. De
acuerdo con esta condición, toda la problemática constructivista del objeto tenía que
convertirse en la ideología y la filosofía del objeto, en la “nueva objetividad”.
TEMA 12. OTRA VEZ: ARTE PARA UNA GUERRA
• Arte comprometido y militante.
• El pabellón de París de 1937. Picasso y el Guernica
• La caída de París.
o Estados Unidos, refugio de artistas.
o Los inicios de la hegemonía americana.
Lenin en la Tribuna, A. La defensa de Petrogrado, A. Deyneka 1927
Gerasimov, 1930
El intento de Stalin consistía en establecer un arte que sirviera a los propósitos del
partido y del régimen pero a la vez era un rechazo a las reivindicaciones de libertad que
representaban los movimientos modernos. En esta línea hay que situar los textos de
Trotsky que se analizan a continuación.
Textos.
A través de estos textos y de sus autores tan diferentes como Trotsky, Diego Rivera y
Picasso podemos ver los planteamientos, también muy distintos, sobre la función del
arte y sus mecanismos de expresión en un contexto social tan convulso como fueron los
años de entreguerras europeas. Principalmente la visión comprometida de Trotsky, que
ve el arte como herramienta de propaganda política, y Picasso, que ve en el arte
fundamentalmente una expresión del sentimiento interior del artista que a su vez forma
parte de un entorno social, y por tanto, con una visión propia condicionada pero que no
por ello se transforma en un arte propagandístico ni al servicio de ninguna ideología.
Leon Trotsky. Literatura y Revolución 1923
Es una defensa de la libertad artística. También el valor del arte para su entorno social y
político. No hay que olvidar que él era un revolucionario y por tanto también sabía de la
utilización propagandística del arte aunque en su caso no defiende la manipulación sino
que debe usarse desde la libertad precisamente para cumplir esas metas progresistas.
Sin embargo el arte forma parte del hombre y el hombre de la sociedad en la que vive:
“por muy profundos que pretenden ser los formalistas, toda su teoría se basa
simplemente en el hecho de que ignoran la unidad psicológica del hombre social que
crea y consume lo que ha sido creado”.
Lo que sí defiende es que se debe haber una censura de aquellas partes ponzoñosas que
sean perjudiciales para los fines revolucionarios. Por esa razón es importante establecer
los límites de la actividad: censura revolucionaria pero amplia política en el campo
artístico.
Destaca la interrelación entre arte y técnica. Ambas son compatibles. Todo depende de
la finalidad del objeto. También entre arte y naturaleza.
Manifiesto. Hacia un arte revolucionario libre, 1938. André Breton y León Trotsky
El Manifiesto fue publicado en México el 25 de julio de 1938. Si bien aparece firmado
por André Breton y Diego Rivera, fue redactado por León Trotsky y André Breton. Por
razones tácticas Trotsky pidió a Rivera que lo firmara (nota al pie del Manifiesto por un
arte revolucionario e independiente).
El texto parte de una premisa fundamental que es: “toda libertad en arte”.
Parte de la convicción de que nuestra civilización se tambalea debido a las fuerzas
reaccionarias que atentan contra la cultura, el arte, la ciencia. El régimen nazi ha
eliminado a todos los artistas que manifiestan simpatía por la libertad y a la vez ha
conducido al resto a la condición de criados que sirvan solo a la causa del régimen. Otro
tanto ocurre en la Unión Soviética donde el arte es controlado por el estado. Por lo tanto
lo que se critica es la falta de libertad. No obstante apuesta por una función social y
política del arte, es decir no está negando que el arte se ponga al servicio de unos fines
mientras se está hablando de revolución. Porque en definitiva la palabra revolución va
siempre unida al arte: el verdadero arte no puede no ser revolucionario.
Es decir según su visión todo movimiento artístico plantea la necesidad de romper con
lo tradicional no puede limitarse a hacer variaciones de modelos previos. Sin embargo
debe de hacerlo desde la libertad. El artista tiene derecho a elegir los temas y sus
exploraciones son un derecho inalienable. Por otra parte reconoce el derecho del Estado
a autodefenderse pero de ahí a la pretensión de controlar la creación intelectual hay
una diferencia. Solo es posible una amistosa colaboración.
“Reconocemos, naturalmente, al Estado revolucionario el derecho de
defenderse de la reacción burguesa… pero entre esas medidas impuestas y la
pretensión de ejercer una dirección sobre la creación intelectual, media un
abismo”. Y van más allá, le exigen al Estado revolucionario que en lo que
respecta a la creación intelectual “debe desde el mismo comienzo establecer y
garantizar un régimen anarquista de libertad individual”
Por estas razones el manifiesto es un llamamiento a los artistas para constituir una unión
en defensa de un arte revolucionario independiente. Llaman a una lucha conjunta en la
que además de artistas se unan publicaciones y prensa para iniciar congresos y
reuniones que podrán ampliarse a nivel mundial.
En conclusión, se trata de un manifiesto en el que la premisa es la libertad, aunque ésta
esté delimitada por la ideología revolucionaria de izquierdas. Por lo tanto, Trostky no
habla de la liberalización total del arte sino de un arte al servicio de la revolución.
2. El pabellón de París de 1937. Picasso y el Guernica
Siguiendo con el punto anterior el posicionamiento y actividad de muchos artistas tenían
que ver con el contexto particular de los diferentes países dando lugar a situaciones muy
diversas ya que el arte comprometido de los realismos se produjo desde otras
tendencias y planteamientos ideológicos diferentes a los de los totalitarismos. En el caso
de Julio González y Pablo Picasso no se da una imposición política pues ambos artistas
se encontraban viviendo en París exiliados. Pablo Picasso llevaba años participando en
el escenario de la vanguardia cuando tiene lugar el proyecto de una de
sus obras maestras: el Guernica.
El encargo para el Pabellón de la República Española en la Exposición
Internacional de París de 1937 se contextualiza también en un
momento de compleja situación política que está viviendo Europa.
Como precedente de la II Guerra Mundial, también en España el
ascenso de los regímenes totalitarios había conducido a la guerra civil.
En ese momento convulso en toda Europa las principales potencias
exponían su arte y su comercio en una especie de competición cultural
como premonición de la militar que estaba por acontecer, como el
pabellón alemán del Tercer Reich, de Albert Spear y el pabellón
soviético.
El pueblo español tiene un camino
que conduce a una estrella.
En el caso del pabellón español,
representaba al gobierno republicano
del Frente Popular que había ganado
las elecciones en febrero de 1936. Su
objetivo en la muestra tenía una
intención política buscando la
solidaridad del mundo libre ante su La fuente de mercurio. A. Calder
proyecto democrático. La obra, El segador. Miró
construida por Josep Lluis Sert y Luis Lacasa, albergaría obras de Julio González que
presentó la escultura La Montserrat, Alexander Calder con La fuente de Mercurio, El
segador de Miró o El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella de
Alberto Sánchez Pérez. Por su parte Picasso expuso El Guernica.
Durante su preparación llega la noticia del bombardeo sin motivo militar de un pueblo
vasco por la aviación alemana que apoyó la rebelión armada del general Franco. El
acontecimiento causó la muerte de víctimas civiles y la destrucción de la ciudad. Picasso
que estaba trabajando en los bocetos de la obra que iba a ser expuesta decidió
inmortalizar el hecho y denunciar la masacre.
El Guernica fue pintado en seis
semanas. La escena muestra
ocho figuras: un caballo
mortalmente herido, en el suelo
el jinete agonizante, una mujer
levanta los brazos, otra sostiene
a su hijo muerto en brazos. Sobre
esta figura un toro, quizá
símbolo de España. La luz solar es
una bombilla. Todo ello tiene un
significado simbólico. El cuadro
no describe el hecho sino las consecuencias. No hay color, solo fondo negro, grises y
blancos. Tampoco hay relieve, en un lenguaje tardocubista los planos están definidos
por líneas en una composición triangular en la que se inscriben las figuras que son
testigos del horror. Figuras simbólicas que en su dolor revelan la violencia de sus
agresores y el peligro de la civilización. El enemigo no se muestra, permanece invisible.
Picasso no quiere hacer una referencia explícita del acontecimiento, no desea convertir
al cuadro en un panfleto, sino que sea la expresión de una crítica del inocente. De ahí la
perdurabilidad y la vigencia del mensaje en la obra. Esta idea de compromiso con la
realidad que no puede dejar al artista ajeno a su contexto, utilizando su arte como arma
pero sin convertir su arte en propaganda política es lo que explica el mismo autor en los
textos que analizamos.
Texto
Pablo Picasso. Declaraciones sobre el artista como ser político, 1945.
Es un fragmento breve en el que sin embargo afirma que el artista, aunque vive
principalmente para su arte no puede desligarse de la vida. Su arte es su medio de
expresión y por tanto es el arma para defenderse y denunciar al enemigo.
La pintura no se hace para decorar apartamentos. Es un arma de guerra para
atacar al enemigo y defenderse de él.
Pablo Picasso. Conversación en torno a Guernica, 1945
Picasso se considera un artista que vive dentro de la realidad. Por eso no se considera
surrealista pese a que algunos lo han querido definir así. Picasso no intenta ocultar el
sentido de su pintura bajo símbolos sino que representa la realidad de lo que ve y de lo
que siente. En una época de cambios el arte se hace revolucionario por lo que se vive
pero él no desea hacer un arte político. Es comunista pero eso forma parte de él y de
sus convicciones pero no es una herramienta que determine mensajes en su pintura.
El texto refleja bien cuál fue la intención de la obra al intentar expresar el hecho, el
horror, como denuncia. Picasso no oculta su posicionamiento político pero no pone su
arte al servicio de sus ideas políticas sino que lo que está haciendo es expresar una
realidad desde su propia visión. En este caso, el horror que siente ante un hecho
desencadenado por circunstancias políticas pero es el hecho de la crueldad injustificada
lo que está representando en el cuadro.
3. La caída de París. Estados Unidos, refugio de artistas. Los inicios de la hegemonía
americana.
La ciudad de París, había sido la capital cultural europea por excelencia hasta los años
previos a la II Guerra Mundial. La ocupación alemana en Francia había supuesto un duro
golpe para una ciudad que simbolizaba las libertades y la hegemonía artística. Muchos
de los artistas que activaban la vida cultural antes de la guerra fueron enviados a luchar,
otros huyeron o fueron perseguidos. Los acontecimientos provocaron un éxodo de
artistas hasta Estados Unidos. Todo este proceso además coincidía con unas
circunstancias particulares que se daban en el arte estadounidense el cual se encontraba
en una búsqueda de su propia identidad. Estados Unidos era todo lo contrario, frente a
la universalidad y el internacionalismo de París, Norteamérica había conservado hasta
entonces un papel neutral dentro de su aislacionismo, pero su posición habría de
cambiar. Este proceso de relevo a nivel de capitalidad artística y el nacimiento de un
nuevo arte moderno americano es lo que se analizará a través del siguiente texto:
Texto.
Serge Guilbaut. De cómo Nueva York robó la idea de arte moderno
A partir del suceso de 1940, se plantea a nivel internacional una serie de cuestiones
acerca de la sustitución o reemplazo del centro cultural internacional. El relevo fue
asumido por los Estados Unidos aunque para llegar a él se fraguó un proceso que
enfrentó, no de manera inmediata, a partidarios y detractores de la sucesión de tal
responsabilidad cultural y que estuvo impregnado de connotaciones propiamente
americanas.
La confrontación dialéctica, sintetizando el texto de Serge Guilbaut, se realizó entre
Archibald McLeish y Dwight Macdonald. El primero publicó, manteniendo una posición
cercana al postulado socialista-comunista, un artículo titulado Los irresponsables
(aparecido el 18 de Mayo de 1940) en el que lanzaba “virulentos ataques contra el
silencio de los intelectuales norteamericanos ante la guerra de Europa”. Para Mc Leish,
los irresponsables eran los intelectuales que no habían considerado necesario defender
la cultura contra los ataques fascistas. El segundo, D. Macdonald, consideraba que “la
cultura estaba en peligro cuando se intentaba subordinarla a una línea oficial, a las
necesidades de la política”, con lo que acusaba abiertamente a Mc Leish de un
“bolchevismo cultural enmascarado”.
Este enfrentamiento repercutió en el ambiente cultural del momento y entre los años
1940-41 se sucedieron una serie de exposiciones, ferias de arte norteamericano, e
incluso programas de radio que fueron muestra de que el pueblo americano comenzaba
a considerar lo que suponía el arte nacional para el pueblo americano y su consolidación
a nivel internacional. Los artistas americanos tomaron un nuevo rumbo en consonancia
con la nueva imagen de sí misma que había adquirido la nación. Imprescindible para ello
fue la aportación que trajeron los artistas inmigrantes europeos que afluían al nuevo
continente exiliados de sus países o en busca de nuevas oportunidades. Estos
inmigrantes portaron un bagaje cultural admirado desde hacía tiempo, aunque no
asimilado por completo (unas estructuras culturales vanguardísticas que se habían ido
fraguando décadas no podían ser asumidas en un breve lapso de tiempo). Les permitió
reaccionar ante la realidad de que, efectivamente, se encontraban como centro de la
agitación cultural que había provocado la guerra, y supuso un planteamiento al respecto
de cómo conjugar un arte con otro.
La publicación en 1941 de una carta redactada por Samuel Kootz (The New York Times),
que plantea en ese momento clave crear un arte nuevo y original desligándose de la
dependencia de París, pero también del reaccionario arte nacional, marca un momento
de reflexión para el arte norteamericano. Acepta la herencia parisina del arte moderno,
pero en conjunción con el desarrollo de un arte nacional. A partir de esta carta se
proclama el internacionalismo como ingrediente esencial del arte norteamericano.
En este momento comienzan a aflorar propuestas de artistas que ya existían en el
panorama artístico, aunque eclipsados por las instituciones museísticas dominantes y
que, gracias a figuras que simbolizaron el rescate de la cultura vanguardista de París,
como Peggy Guggenheim, empezaron a ser considerados auténticos artistas modernos:
Byron Browne, o Stuart Davis, entre otros.
De 1941 a 1943, el carácter internacional se comenzó a fomentar y nuevas instituciones
y críticos como Greemberg colaboraron en la creación de lo que posteriormente sería
el gérmen del expresionismo abstracto norteamericano del cual Jackson Pollock o Mark
Rothko suponen el máximo exponente y que establecieron un programa estético que
merece la pena destacar porque sintonizaba con las preocupaciones del nuevo público:
1. El arte es una aventura [...]
2.Este mundo de la imaginación es libre [...]
3.Nuestra función como artistas es hacer que el público vea el mundo a nuestra manera
4.Favorecemos la expresión sencilla del pensamiento complejo [...]
5.Afirmamos que el tema de la pintura es esencial” el nuevo grupo de artistas era
modernista aunque priorizando la temática de las obras; era anti- aislacionista, anti-
populista; anti-académico; ... filosofía “anti-“como manera de delimitar su posición y
librarse del lastre que habían abandonado por el camino los rápidos cambios sociales
provocados por la guerra.
Este nuevo grupo de pintores vanguardistas americanos hicieron uso en sus obras de
elementos ideológicos sacados del trotskismo, el surrealismo y otros movimientos
nacidos en Europa. Utilizaron la imaginería y los mitos primitivos en sus creaciones, a las
que caracterizaban con el deseo y la necesidad de comunicarse con el público, un
público que se había vuelto internacional y que eliminaba las barreras sociales e
idiomáticas. El artista había recobrado su importancia como individuo pero sin el
individualismo de épocas pasadas.
Bibliografía:
• Argan, G.C. El arte moderno. Del iluminismo a los movimientos
contemporáneos. Akal, Madrid, 1991
• Foster, H. Arte desde 1900: modernidad, antimodernidad y posmodernidad.
Akal, Madrid, 2006
• VVAA. Arte del siglo XX. Vol.I y II. Taschen, Barcelona, 2012
• Antigüedad del Castillo-Olivares, M.D., Nieto Alcaide, V., Tusell G. El siglo XX: la
vanguardia fragmentada. Ramón Areces, Madrid, 2016
Recopilación de textos:
• Calvo Serraller, F; Gonzalez García, A.; Marchán Fiz, S. Escritos del arte de
vanguardia 1900-1945. Istmo
• Chipp, H. B. Teorías del arte contemporáneo. Akal