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¿ARTE ABSTRACTO EN TUNJA?

1
Elkin Guillermo Colmenares Dulcey*
colmenareselking@gmail.com

Resumen:

El presente texto analiza la tendencia pictórica abstraccionista que surge en la ciudad


de Tunja a partir de los años 80 del siglo XX; tendencia que a pesar de estar vigente,
se enmarcará hasta finalizar los años 90, al considerarse esas dos décadas
fundamentales para el desarrollo de la plástica contemporánea boyacense. Para
realizar este recorrido, se revisaron los antecedentes del arte abstracto en Europa,
Estados Unidos y Latinoamérica, haciendo énfasis en Colombia y Boyacá. La
exploración parte de la ausencia y necesidad de construir estudios en el campo del arte
contemporáneo en el Departamento.

Palabras Clave: Pintura Abstracta, abstraccionismo en Tunja, arte contemporáneo.

Abstract:

This work analyzes the abstractionist pictorial trend that emerged in the city of Tunja
from the 80s in the twentieth century; a trend that despite of being in force, was
framed until the end of the 90s; taking into consideration those two decades as
fundamental for the development of boyacense contemporany art. To make it out, it
was reviewed the history of abstract art in Europe, in the US and Latin America,
emphasizing on Colombia and Boyacá. The exploration began from the absence and
the need to build studies in the field of contemporary art in the Department.

Keywords: Abstract Painting, abstractionism in Tunja, contemporary art.

1. Introducción.

El arte boyacense del siglo XX contó con artistas reconocidos nacional e


internacionalmente. Hoy, en pleno siglo XXI, los artistas del departamento no han
gozado con la misma suerte, pero no por ello, son menos importantes o relevantes para
investigar. Los estudios sobre el arte boyacense son escasos, se evidencian a finales del
pasado siglo y se hace más desolado el panorama comenzando el siglo XXI. Esto no se
debe a la ausencia de producción artística ni a la deserción de artistas, sino más bien a
la falta de compromiso con la historia del arte boyacense por parte de las instituciones
(universidades y entidades culturales) e investigadores que no hallan relevancia en
estos estudios. Sin duda, toda la actividad humana constituye y contribuye con la
construcción de la historia, para el caso del arte son los artistas y sus obras la materia

1El presente texto puede encontrarse en: Colmenares, Elkin, “¿Arte Abstracto en Tunja?”,
Revista Nuevas Lecturas de Historia, No 2 Nueva Etapa, (2017), Investigaciones de la Maestría
en Historia de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, pp. 227-264.
*Lic. en Artes Plásticas y Visuales; Mag. en Historia de la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia.
prima. No se puede pensar una historia del arte boyacense de las élites, de los artistas
consagrados exclusivamente, porque se repetiría la historia que por mucho tiempo se
hizo de los grandes personajes, soslayando a esos otros agentes culturales que hicieron
parte del proceso histórico. Esta es la razón por la cual escribir el artículo, busca
contribuir con un fragmento de esa historia ausente del arte contemporáneo
boyacense. El estudio de una tendencia artística que aparece en Tunja desde
comienzos de los años 80 y que pervive hasta la fecha con otros artistas: el
abstraccionismo.

Los estudios sobre el arte contemporáneo en Boyacá son escasos. Los


antecedentes más cercanos- y la vez lejanos se encuentran en el libro Las Artes
Plásticas en Boyacá, de Antonio Martínez Zulaica, publicado en 1983, un texto a modo
de diccionario de artistas boyacenses que comprende a artistas de siglo XX. Martínez
Zulaica, es el primero que va a mirar el arte boyacense con una postura histórica.
Entre las décadas del 70 y 80 escribirá los que son hoy en día, libros obligatorios para
acercarse a estudios sobre historia del arte boyacense; entre su producción se
destacan: Arte Religioso Boyacense de los siglos Coloniales XVI-XVII-XVIII, publicado
el 19 de Mayo de 1977; Camino Ancho al Arte Último, publicado en 1989, sin embargo,
este último texto, es más una mirada a la historia universal, a esa historia de las
vanguardias. Otro texto sobre arte, publicado por el departamento es La Sumisión del
Arte Colombiano del escultor Julio Abril Mayorga, publicado en Tunja en 1973,
anterior a los libros de Zulaica, empero, alude a una crítica del arte nacional y no local;
otro libro es el de Luis Alberto Acuña, Facetas del Arte Boyacense, publicado en 1984,
en el cual se hace un acercamiento a los escultores boyacenses; finalmente
encontramos el trabajo de grado, Nacionalismo y Bachuismo en escultores boyacenses,
del profesor Jorge Alberto Casas publicado por la Academia Boyacense de Historia en
el 2009, abordando específicamente los escultores del movimiento Bachué. Cada uno
de estos documentos, evidencian preocupaciones por resaltar y hacer evidente todo lo
que sucedía con el arte en el Departamento. La Revista Cultura, otro de los espacios de
divulgación, no logra hacer contribuciones relevantes sobre la plástica del
departamento, los textos de la revista, pese a tener varios números de publicación, son
muy escasos los temas relacionados sobre el arte. Aun, cuando hay una parte de su
sección llamada “arte y letras”, las letras (entendidas como todo aquello relacionado
con la literatura e incluso con la historia) serán las protagonistas de esa sección,
particularmente entre los años 1950 a 1990, en parte, porque no existía quien
escribiera sobre arte, posteriormente el panorama empezará a cambiar
paulatinamente.

En el ámbito histórico y crítico del arte boyacense, Antonio Martínez Zulaica


será, quien logra hacer mayor incisión en los años 80; Martínez Zulaica, además de los
libros enunciados, publicó una serie de textos en el periódico La Tierra, los cuales
aunque apuntaban a temas de todo tipo, entre los que se destaca su labor como
médico, también daba cabida al arte, estos apuntes fueron significativos en la medida
que eran reducidos los espacios que divulgaban aspectos culturales en los periódicos;
otra faceta que tuvo Martínez Zulaica, fue escribir para las exposiciones que se
organizaban en la galería El Chamán, de la cual hablaremos más adelante. Sin duda,
el arte en Boyacá ha fluctuado entre los artistas consagrados, los artistas no
reconocidos, que han navegado en conjunto, en la desolación de las investigaciones
artístico-históricas.

Hoy, en un momento en el que han desaparecido las vanguardias, y ha mermado


el auge de la abstracción y el abstraccionismo en el contexto internacional y nacional,
nos surge la pregunta para el contexto boyacense: ¿De qué manera y quiénes
participaron en la tendencia pictórica del abstraccionismo en la ciudad de Tunja
durante las décadas de 1980 y 1990?, pregunta que permite abordar un periodo del
arte boyacense que carece de estudio, el cual, se considera clave, debido al momento
álgido que tuvo la cultura en el departamento, concretamente en las décadas
enunciadas.

Metodológicamente, la investigación tuvo tres etapas, la primera, se divide en


dos, la revisión bibliográfica de libros, revistas, tesis de grado, y la segunda, se basa en
una revisión de fuentes primarias como son Archivos, periódicos, catálogos; en la
segunda, se elaboraron dos entrevistas, una aplicada a los pintores abstraccionistas,
objeto de investigación, y la otra, dirigida a los agentes culturales de la época, aun
residentes en Tunja; y la tercera, la recopilación pictórica producida por artistas
abstraccionistas entre los años 80 y 90.

El análisis de las fuentes recopiladas, permitió identificar los procesos de


transformación del arte en Tunja: cuál es el pensar crítico de cada artista con relación
a su obra; de qué manera ellos contribuyeron con otra forma de ver la pintura en la
ciudad y cuáles fueron las características pictóricas que tuvieron las dos épocas
estudiadas.

2. Inicios del arte abstracto

El surgimiento del arte abstracto, se ubica según la historia del arte, en pleno
silgo XX, época de las vanguardias2. Puntualmente, afirma Gombrich que las “tres
primeras tentativas de música cromática que elaboró Kandinsky, […] fueron las que
realmente iniciaron lo que hoy se conoce como arte abstracto”3

A Vassily Kandinsky se le conoce por haber pertenecido al abstraccionismo lírico,


el cual buscaba darle importancia al color y sus significados emocionales, siendo la
música su gran influencia.
Hasta 1910, los artistas no rebasaban los límites de la realidad concreta, es decir, sus
temas eran reconocibles. […] Los pioneros Kandinsky, Malevich, Brancusi y Mondrian
alcanzaron su estilo por caminos distintos, pero todos aspiraban a combatir las

2 “El abstraccionismo nace casi al mismo tiempo en varias partes de Europa en torno a 1910. Como quiera
que sea, sólo entre 1910 y 1914 la abstracción adquiere una fisionomía y entra en la historia del arte
contemporáneo como movimiento”. Véase Mario De Micheli, Las vanguardias artísticas del siglo XX
(Madrid: Alianza, 1976), 299.
3 [énfasis añadido], E.H, Gombrich, La historia del Arte (China: Phaidon, 2009), 570.
limitaciones de los valores materialistas socialmente dominantes con una serie de
ideales nuevos y profundos4.

El ucraniano Kasimir Malevich, que tuvo influencia del cubismo y el futurismo


ruso, desarrolló su propia expresión pictórica hasta llegar al ámbito de la abstracción,
creando de este modo el movimiento Suprematista en 1915. En Holanda, El
Neoplasticismo de Piet Mondrian, y el Grupo De Stijil fueron otras tendencias
abstractas a finales de la segunda década del siglo XX. Ambas, desarrolladas mediante
la utilización de figuras geométricas y la negación de referentes exteriores permitieron
dar origen a la abstracción geométrica.

Sin duda, el abstraccionismo lírico, el neoplasticismo y el suprematismo fueron


las manifestaciones más relevantes en la primera etapa del arte abstracto. Posterior a
la Segunda Guerra Mundial, otras tendencias abstractas surgieron en Europa y
Estados Unidos.
La opción entre abstracción y figuración adquirió un nuevo carácter en el ambiente de
la posguerra. […] Pintores como Antonio Tapies exploran la textura, mientras que otros
como Nicholas de Staël crearon obras entre medio camino entre la abstracción y el
paisajismo […]5

Este tipo de arte, fue denominado Arte Informalista. El francés Jean Fautrier fue
“considerando un pionero del art informel, movimiento asociado con la pintura
abstracta […]6”. Otras tendencias fueron asociadas a dicho estilo, como el Tachismo.
Entre el informalismo, se destacan: Antonio Tapies, Jean Dubuffet, Nicholas de Staël,
Fautrier, Wols, Hans Hartung, Pierre Soulages, Asger Jorn, Karel Appel, el Grupo
Cobra, entre otros. Algunas características del informalismo son la gestualidad, el
automatismo, la utilización de texturas, la espontaneidad en el acto creador; es decir,
la ausencia de bocetos, a diferencia de la abstracción geométrica y lírica que sí
planeaba sus pinturas con estudios previos, bosquejos y diseños.

Simultáneamente, en Estados Unidos, con la influencia de los artistas europeos que


viajaron a Nueva York por causa de la guerra, surge el Expresionismo Abstracto.
Aunque el término expresionismo abstracto ya se había aplicado a la obra de
Kandinsky en la década de 1920, fue en 1945 cuando el crítico de arte de The New
Yorker Rober Coates lo utilizo por primera vez para referirse a la pintura moderna
estadounidense.7

El expresionismo abstracto fue visto como un nuevo momento de agitación del


arte abstracto. Entre los pintores más destacados se encuentran Jackson Pollock,

4 “Nacimiento del Arte Abstracto”, en Arte: La guía visual definitiva. “1900-1945 Fauvismo, La Viena de
la preguerra, Cubismo, Arte Abstracto, Primer arte moderno Británico” (Singapur: Dorling Kindersley,
2010), 52.
5 “Posguerra europea” en Arte: La guía visual definitiva. “1945 - Actualidad, Expresionismo Abstracto,

Pop Art y Arte Cinético,” (Singapur, Dorling Kindersley, 2010), 24.


6 “Posguerra europea” en Arte: La guía visual definitiva. “1945 - Actualidad, Expresionismo Abstracto,

Pop Art y Arte Cinético,” 25.


7 “Expresionismo Abstracto” en Arte: La guía visual definitiva. “1945 – Actualidad, Expresionismo

Abstracto, Pop Art y Arte Cinético,” 6.


Arshile Gorki, Adolph Gottlieb, Willem de Konning, Le Krasner, Mark Rothko,
Barnett Newman, Clyfford Still, Hans Hofmann, Franz Kline, Ad Reinhardt y Robert
Motherwell.

El arte abstracto estadounidense y europeo permearon otros contextos, entre los


cuales estuvo Latinoamérica. Especialmente el arte norteamericano será, quien mayor
impacto ejerza sobre el resto de América, bajo la idea de que ser abstracto era ser un
artista moderno, era “ser un liberador de los conocimientos ideológicos que establecía
el realismo figurativo.” 8 Dicha liberación del arte abstracto obedecía en parte a la
consideración de que el arte figurativo era político 9. Marta Traba, crítica e historiadora
argentina, será una de las impulsoras del arte abstracto en Latinoamérica, y
arremeterá contra las propuestas figurativas de los muralistas mexicanos, y contra los
pintores nacionalistas colombianos influenciados por el muralismo mexicano.

3. El arte abstracto en Colombia.

La aparición de los Salones Nacionales de Artistas en los años 40, la llegada de


artistas nacionales formados en el extranjero, así como la incursión de artistas
extranjeros en la plástica nacional, fueron sin duda, elementos que prepararon el
terreno para el nacimiento del arte abstracto nacional. Para John Castles10 y otros
historiadores del arte colombiano, Marco Ospina Restrepo ha sido considerado “el
primer pintor abstraccionista de Colombia11, cuando en la década de 1940, expone su
obra Stalagmitas de Yomasa en un Salón Nacional de Artistas; para Gil Tovar, es
“Eduardo Ramírez Villamizar y Judit Márquez los pioneros abstractos que cultivaron
muy conscientemente la pintura abstracta” 12 y para Marta Traba, el primer abstracto
será “Ramírez Villamizar”13.

La pintura abstracta aparece en los Salones Nacionales, pero, soló después de los
años 50 tendrán un papel protagónico. Con el receso de los Salones Nacionales en el
52, “las galerías comerciales aparecieron evitándole al artista la necesidad, que hasta
ese momento lo constreñía, de cobijarse en las entidades oficiales para hacerse conocer
de un público. […] Lo que a su vez condujo a la conformación de una nueva crítica que
escribió con más frecuencia…”14. Dichas galerías impulsarán el arte abstracto, debido
a un mercado influenciado por las dinámicas internacionales de un arte “moderno”. De

8 Antonio E, de Pedro, “Viviendo en el diseño de lo contradictorio. Marta Traba y el arte Latinoamericano


en el contexto de la Guerra Fría,” Nuevas lecturas de Historia, No. 36, (anual 2016): 242.
9 Para un estudio profundo sobre las tensiones entre al arte figurativo y abstracto, producto de las

posturas políticas, véase Gabriela A, Piñero “Lo político como condición de lo latinoamericano. Crítica de
arte desde América Latina en los sesenta y setenta”, Nuevas lecturas de Historia, Suplemento 36, (anual
2016): 87-144.
10 John Castles, “El primer abstraccionista”, El Tiempo, Colombia, 3 de agosto, 2011.
11 SURAMERICANA, Arte Abstracto en Colombia, (Colombia: Suramericana), 7.
12 Francisco Gil Tovar, Colombia en las Artes (Colombia: Imprenta Nacional de Colombia, 1997), 334.
13 Ana Maria Franco, “Modernidad y tradición en el arte colombiano de mediados de siglo XX: el dorado de

Eduardo Ramírez Villamizar”, Ensayos. Teoría e historia del arte (2013): 35.
14 Álvaro Medina, Procesos del arte en Colombia (Colombia: Andes, 1978) 211.
esta manera el sector artístico capitalino comenzó a “renovarse” a la par que el resto
de los países latinoamericanos.

La crítica de arte en Colombia comenzará a abogar por las ideas de un arte


internacional. Es en este periodo cuando, Marta Traba, residente en Colombia,
contribuyó con la divulgación del arte moderno en Colombia: el arte abstracto.

En la misma década de 1950, surge un choque entre dos estilos artísticos: los
figurativos y los abstractos. Gil Tovar afirma “los primeros refugiados en el
academicismo apuntaban a la poca calidad técnica de sus contendientes, mientras que
los últimos señalaban el tiempo ya cumplido de los figurativos” 15 . Este fenómeno,
aunque también se dio en otras esferas, (como el caso del expresionismo abstracto
norteamericano, proyecto que arremetió contra el muralismo mexicano y el arte
figurativo), en Colombia, hizo que surgieran debates interesantes, en el que la crítica,
el artista y la obra fueron el punto de controversia. Comentarios realizados en
periódicos, revistas y audiciones radiales por Marta Traba, Walter Engel, Clemente
Airó y Carlos Medellín, críticos del momento, permiten rastrear la disputa de estas dos
tendencias. Camilo Calderón Schrader, recopiló en el libro 50 Años Salón Nacional de
Artistas algunos de estos debates. Los premios del Salón Nacional de Artistas de 1958,
fueron otorgados a dos de los artistas más reconocidos hoy en día por la historia del
arte colombiano. El primer premio fue para Fernando Botero por la pintura: La
camera degli sposi; y el segundo para el artista peruano Armando Villegas por: Azul
violeta, verde azul. Traba, escribe un artículo acerca de los ganadores en el periódico
El Tiempo, 19 de septiembre:
El acierto del jurado al conceder el primer premio a la camera degli sposi, de Fernando
Botero, se repitió otorgando el segundo premio a Armando Villegas; las dos obras de
Villegas expuestas en el salón no solo son, junto con los trabajos de Ramírez Villamizar
y Grau, las más bellas y logradas telas abstractas, sino las que revelan más clara
intención de expresarse originalmente, sin facilidad ni manierismos, dentro de un estilo
artístico que, más que ningún otro, necesita ser autentico y nacer de una rotunda
definición de intereses estilísticos. 16

Para finales del 50, la abstracción comienza a posicionarse con más frecuencia en los
salones nacionales. Traba comenta sobre el notorio acenso del arte abstracto, y critica
fuertemente a otros jóvenes que apenas incursionaban en él:
Los cuadros abstractos del salón, aparte de Villegas y Ramírez Villamizar, dan a la
muestra de este año un aspecto brillante, y sorprendentemente moderno, certificando
una preocupación verdadera por problemas de índole específicamente pictórica. […] De
los nombres nuevos en la abstracción es imposible extraer la menor esperanza porque
no hay en ellos calidades a medias […], sino el error de lanzarse a la abstracción como
a una piscina sin haber aprendido previamente a nadar y sin que acierten a
comprender que siendo el arte abstracto una forma expresiva tan ardua y propia como
la figurativa, es preciso que un plano, una línea o una mancha de color lleven en sí la
necesidad y el sello de un estilo, así como debe llevarlos una manzana o una silla para

15 Álvaro Medina, Procesos del arte en Colombia, 336.


16 Camilo Calderón Schrader, 50 Años Salón Nacional de Artistas (Colombia: Colcultura, 1990), 87.
dejar de ser objetos anodinos y convertirse en hechos definitorios de una voluntad
plástica17.

En septiembre de 1959, el XII Salón Nacional de Artistas fue el año en que la


tendencia abstracta tuvo mayor protagonismo, ganando el primer puesto. El ganador
fue Eduardo Ramírez Villamizar con Horizonte blanco y negro, y Guillermo
Wiedemann obtiene el segundo lugar con Pintura en rojo.

Para el XIII Salón Nacional de Artistas Colombianos de 1961, tanto Marta Traba
y Walter Engel comentan que fue de tendencias abstractas, esto a causa de la nueva
ola de artistas jóvenes, quienes se inclinaban por un aire más moderno. En El
Espectador de 1961, Walter Engel afirma que “El XIII Salón Nacional de Artistas
Colombianos es un salón de pintura, y esencialmente de pintura joven. Como tal forma
un testimonio de indudable interés”18.

En resumen, desde la década de los años 40, momento en el que se inician los
Salones Nacionales de Artistas Colombianos, hasta finalizados los años 60, el
desarrollo artístico resultó de gran importancia para la historia del arte colombiano.
Ya que “esta época marcó la apertura a las tendencias internacionales y una mayor
conciencia del arte moderno. Los jurados comenzaron a ser figuras más profesionales y
formadas como críticos, a diferencia de la década anterior, cuando los propios
expositores premiaron en algunas ocasiones”.19

Los jóvenes artistas de los siguientes salones de los años 70 y 80, poco a poco
fueron mostrando inclinaciones por preocupaciones más personales, reflejando en su
trabajo un distanciamiento de los ismos, optando por nuevas manifestaciones
artísticas como el pop art, el arte conceptual, y una tendencia del dibujo, que se hizo
evidente en los Salones. En los artistas destacados de esos nuevos Salones, puede
percibirse un sello personal en Antonio Caro, María Teresa Hincapié y Beatriz
González, entre otros, los cuales contribuyeron con una nueva etapa del arte
colombiano.

En lo que respecta a los estudios sobre el arte abstracto nacional, comenzarán a


brotar a partir de su aparición y el impulso que dará Marta Traba en su Revista
Plástica en el año 1956, la cual estaba enfocada a divulgar el arte moderno. Desde
entonces, surgirán autores que abordarán dicha tendencia, entre los cuales podemos
mencionar más recientemente los estudios de la uruguaya Ivonne Pini, con el texto
"Aproximación a la pintura abstracta latinoamericana (1950-1960)" publicado en 1989
por la Universidad Nacional, al igual que varios artículos publicados en la revista Art
Nexus como "Pioneros del Arte Moderno" en 1999; la colombiana Sylvia Suarez Segura
con el libro "Salón de Arte Moderno 1957. 50 Años de Arte en la BLAA" publicado en el
2007, y el estadounidense Edward Sullivan, con el libro Arte latinoamericano del siglo

17 Camilo Calderón Schrader, 50 Años Salón,… 87.


18 Camilo Calderón Schrader, 50 Años Salón,… 103.
19 40 Salón Nacional de Artistas, http://www.sna40.com/general/datoshistoricos.htm (19 de septiembre
de 2016).
XX, publicado en 1996, elaborado por especialistas en arte de cada uno de los países
tales como México, Argentina, Chile, Colombia (con textos de Ivonne Pini), Perú,
Ecuador, entre otros. Estos textos, abordan a los artistas representativos de Colombia,
permitiendo, tener claro el desenvolvimiento que tuvo el arte abstracto en todo el
territorio nacional, y a su vez, la repercusión de los artistas en el contexto
internacional.

4. Boyacá

Antonio Martínez Zulaica afirma que “en la segunda mitad del siglo XIX parece
que nuevos vientos desean cambiar el destino del arte. Pero ello no sucede hasta que
surge el movimiento Bachué alboreando el XX”20, época en la que la representación
académica predominaba en el país.
“El grupo indigenista Bachué, lo integran con mayor o menor dedicación
prestigiosos pintores y escultores boyacenses dispuestos a seguir los pasos de Rómulo
Rozo y Luis Alberto Acuña, como fue el caso de Julio Abril Mayorga 21. Parafraseando a
Martínez Zulaica, en el departamento de Boyacá, antes y después de la llegada de las
vanguardias impresionistas y abstractas, la producción artística fue parca. Era un
territorio, donde ninguna propuesta plástica pudo prosperar, a excepción del
movimiento Bachué. Los Bachué que eran boyacenses, se desenvolvieron fuera del
departamento (hicieron mayor presencia en Bogotá con los Salones Nacionales de
Artistas). Esto obedecía en parte a que, el arte en Boyacá, no estaba amparado ni
patrocinado por las instituciones. En Tunja, entre los años 50 y 70, las instituciones se
empezaban a consolidar y debido a esto, no existían políticas que socorrieran el arte, lo
financiaran y/o lo divulgaran. Interpretando a Martínez Zulaica, esta ausencia del
arte, obligaba a los jóvenes con afinidad artística a buscar alternativas fuera del
departamento que llenaran o suplieran la inexistencia de estos aspectos.22

Entre los años 70 y 80 Tunja fue escenario del arte y espacio de formación
artística cuando Colcultura realizó las exposiciones de los Salones Nacionales de Artes
Visuales, que al tener la novedad de ser regionales, asignaron una sede en la ciudad en
las ediciones de 1976, 1978 y 198523. El profesor Jorge Alberto Casas Ochoa24, recuerda
entre los artistas que participaron de esos salones a Carol Reina, José Valencia, Carlos
Gómez, Julio Abril, Antonio Pérez Vargas, entre otros. Así mismo, Casas afirma que,
en ese momento muchos jóvenes eran influenciados por personajes que vivieron en
Tunja como fue el reconocido Alberto del Castillo, miembro del Grupo El Sindicato,

20 Antonio Martínez Zulaica, Las artes plásticas en Boyacá (Tunja: Biblioteca de Autores Boyacenses,
1983), 129.
21 Antonio Martínez Zulaica, Las artes plásticas en Boyacá,… 129,130.
22 Antonio Martínez Zulaica, Las artes plásticas en Boyacá,… 130.
23 Camilo Calderón Schrader, 50 Años Salón,… 197-202-217
24 Entrevista 2012: Profesor Jorge Alberto Casas Ochoa, Magister en Historia de la UPTC, y docente de la

escuela de Artes Plásticas de la UPTC.


premiados en el XXVII Salón Regional 2 de 1978 25 ; también estaba Carol Reina,
Maestro en Bellas Artes de la Universidad Nacional, quien escribe un libro en el que
destaca su paso por Tunja y su labor desde la docencia en artes plásticas, finalmente,
estaba Harold Miranda, actual profesor de la Universidad de Bellas Artes de
Cartagena, que trabajó en el CASD (Centros Auxiliares de Servicios Docentes). El
CASD llegó a Tunja en 1979 26 , y una de sus características fue la modalidad de
Educación Media Vocacional. El estudiante podía elegir una profundización en: artes,
ciencia o tecnología. La electiva en artes que ofrecía el CASD fue influyente para los
estudiantes tunjanos, ya que, bajo el estímulo de los docentes anteriormente
enunciados se produjo un aire creativo y positivo desde el campo artístico escolar.

Los pintores abstraccionistas de Tunja, Eduardo Aguirre y Manuel Aguirre,


recuerdan a dichos profesores, porque trajeron visones nuevas (una mezcla entre la
pedagogía del arte y la práctica artística propiamente dicha), en las que la clases eran
experimentales, lo que, de cierto modo, movió a estos jóvenes estudiantes por
tendencias artísticas contemporáneas. Como enuncia Jorge Casas, “si bien no eran
descollantes los artistas que ejercían su actividad, si eran meritorios sus intentos
innovadores en la plástica, dada la precariedad de formación o de acceso a las
propuestas universales del arte”27.

5. Abstraccionismo en Tunja

Antes de iniciar el proceso del arte abstraccionista tunjano es necesario


mencionar la nueva generación de artistas que surgía en la ciudad. Muchos de estos
jóvenes eran empíricos, y se inclinaban por diversas áreas del arte como la plástica, el
teatro, la fotografía y la escultura. Entre estos nuevos artistas estaba Ignacio
Sambrano, Jaime Forero, Manuel Aguirre, Jorge Alberto Casas, Luis Antonio
Buitrago, Abel Martínez, Gonzalo Acero, Eduardo Aguirre, Alberto Rincón, Manuel
Ávila, Carlos Sánchez y Oscar Eslava. Todos trataban de hacerse un nombre que les
permitiera abrirse espacio en la ciudad, para así posicionarse al igual que otros
artistas con mayor reconocimiento y trayectoria, como era el caso de los Maestros en
Bellas Artes de la Universidad Nacional Willie Hostos y Edgar Montoya Menvidelzo,
quienes desempeñaron una labor importante como docentes en esos primeros talleres
de artes promovidos por parte del Instituto de Cultura y Bellas Artes de Boyacá
(ICBA).

Entre estos jóvenes, están nuestros pintores abstraccionistas. Recordemos que


la historia del arte abstracto colombiano tuvo su inicio y su punto ápice entre los años

25 Véase libro Marca Registrada: Salón Nacional de Artistas. Tradición y vanguardia en el arte
Colombiano, págs. 132, 133 y 168, en la que se encuentra descripción e imagen de la obra del Grupo El
Sindicato.
26 Informe presentado del XII curso subregional para la formación de gerentes de educación técnica

profesional para los países de la región andina, http://www.oei.es/bancoseyt/Armenia.PDF (15 de agosto


de 2016).
27 Entrevista, Jorge Casas Ochoa, 2012.
50 y 60. Para Boyacá, dicha tendencia artística apareció dos décadas después. Esto
obedeció a varios aspectos: a la usencia de personal formado en las artes que lograra
dinamizarlo; por causa de las, apenas nacientes instituciones culturales; por las
inexistentes políticas culturales, y por las escasas escuelas de formación artística 28.
Estos aspectos se empiezan a consolidar en los primeros años del 70, lo cual impulsará
el arte: su presencia y divulgación será notoria en los años 80 y 90.

Institucionalmente, la aparición de la primera Semana Internacional de la


Cultura en 197329 será el detonante cultural de Boyacá, ya que impulsará no sólo la
plástica, sino a las demás expresiones artísticas. Sin embargo, en los años 80 surgirán
otros espacios alternos a los oficiales, dicho de otro modo, a los financiados por el
Departamento o municipio, como la Galería de Arte El Chamán y la Galería Casa
Colseguros, que tendrán un papel más significativo en la medida que, por un lado, el
tema será exclusivamente la plástica, y por el otro, las exposiciones se realizarán con
mayor frecuencia a las del ICBA. La Galería El Chamán, la mayor parte del tiempo
realizó exposiciones mensuales, lo cual nos permite tener una idea de qué tan
importante fue ese espacio (con relación a los otros) expositivo para el arte de Tunja y
del Departamento30. Particularmente, El Chamán impulsará a los artistas y sus obras,
haciendo de las exposiciones hoy, un excelente material de consulta gracias a los
catálogos que circularon, y que, permiten visibilizar el ejercicio de la Crítica 31 de
entonces. Así mismo, los catálogos eran impresos con detalles puntuales del artista
como lo son su hoja de vida, una reseña del trabajo exhibido, y quizás lo más relevante
para nuestro estudio, imágenes de las obras.

Las anteriores características enunciadas, al igual que los profesores y artistas


ya expuestos, que estuvieron de paso por la ciudad, coadyuvaron a que el arte en Tunja
fuera más dinámico. Esto permitió que los jóvenes artistas en formación (incluidos los
abstraccionistas), vieran las expresiones anteriores a ellos de otra forma, prefiriendo
que sus obras se permearan por las manifestaciones de vanguardia. 32 . Aunque el

28 Una de las escuelas anteriores a la formación que impartió el ICBA en los años 80, será la escuela de
Cerámica, la cual se constituyó por Ordenanza No 3 el 31 de Mayo de 1955, El Boyacense, Tunja, Dic 27,
1955, 1.
29 Con la Ordenanza No 23 de diciembre de 1975, se crea el Instituto de Cultura y Bellas Artes de Boyacá,

el cual desde la fecha se hizo cargo del Festival Internacional de la Cultura y de toda la parte cultural del
Departamento. El éxito del certamen hizo que cambiara de nombre, y se llamara Semana Internacional de
la Cultura, así como al aumento de los días de festival. La anterior Ordenanza es encontrada en Olga
Mayarly Tarazona Medida, “Evolución Histórica del Festival Internacional de la Cultura 1973-1997”
(tesis pregrado para optar por el título de Licenciatura en Artes Plásticas, Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia, Tunja, 1998) 1-188.
30 Nos referimos al Departamento ya que, Tunja, era el centro cultural por excelencia para el arte. Los

artistas viajaban a exponer sus obras a Tunja por ser la Capital del departamento. Esto se hace evidente
al revisarse los catálogos de arte de exposiciones de la ciudad, en los que aparecen nombres de artistas de
todo Boyacá.
31 La crítica, la planteo, no como una crítica especializada, pero si, al ejercicio reflexivo que Martínez

Zulaica realizaba en las reseñas de los catálogos de los artistas que exponían en la Galería el Chamán.
32 Recordemos que las manifestaciones de artistas boyacenses desde los años 30 con la aparición de “los

Bachué” apuntaban precisamente a la lucha por lo propio, y no por los extranjerismos. Rafael Tavera,
aunque no hizo parte de los Bachué, también desarrolló una propuesta estética enmarcada en figuración
academicista; la nueva generación de artistas tunjanos no se identificaban con lo colonial, ni lo nacional,
abstraccionismo inicia tardíamente en Tunja, generó eco en la mirada 33 de los
habitantes, al ser expresiones plásticas no inscritas en la ciudad. Esto no quiere decir
que fuera el único estilo existente que cambiara la forma de ver el arte en la ciudad,
por el contrario, dicha tendencia abstraccionista formó parte de varias manifestaciones
plásticas de artistas emergentes; la suma de los medios de comunicación, las galerías y
talleres que ofreció el ICBA, hicieron favorable la asimilación del abstraccionismo por
parte del público, el cual, encontraba en la tendencia curiosidad al salirse del molde
tradicional de representación figurativa.

A finales del 70 y comienzos del 80, los pintores abstraccionistas tunjanos,


cursaban un proceso de formación. Las pinturas tenían un matiz surrealista, de
carácter daliniano, como es el caso de los pintores Eduardo Aguirre y Gonzalo Acero 34.
En este sentido, puede afirmarse que en la década de los 80 los primeros brotes de
abstraccionismo pictórico se observan en: Eduardo Aguirre, Jaime Forero y Gonzalo
Acero. Sin embargo, en las exposiciones realizadas en la Galería El Chamán, se logran
identificar artistas abstractos como Luis Monje, Gabriel Suárez y Alfonso Rojas, sin
embargo, estos últimos, pese a que no vivieron en Tunja, sin duda son referentes
importantes. En lo que respecta al abstraccionismo local, se sumaron Manuel Aguirre,
Maurizio Delgadillo y Serafín Romero en los años 90, y a comienzos del 2.000, Dilsa
Jiménez. Con el tiempo, los primeros seis pintores tunjanos fueron mejorando
progresivamente a mediados de los 90, aun así, su verdadero punto de maduración
abstraccionista se afianza desde el año 2.000 inclusive hasta hoy en día, al hacerse
evidente un mejor manejo del color, de formas y composición.

La pintura abstraccionista tunjana pertenece a un capítulo de la historia


contemporánea del arte boyacense. Como hemos visto, los emergentes artistas de los
años 70 y 80, alejados de modelos artísticos de corte indigenista o nacionalista, como
Luis Alberto Acuña o Julio Abril, decidieron seguir la fuerza y auge del arte abstracto
de 1950 en la capital del país. A partir del desarrollo de esa tendencia, los
abstraccionistas tunjanos imprimieron otras formas de hacer pintura en la ciudad,
sumándose al proceso educativo y experimental que se materializaba en la ciudad a
raíz del trabajo de los fotógrafos Roberto Ávila y Luis Antonio Buitrago, y algunos
artistas experimentales como Alberto Motta Marroquín, Pablo Ávila y Gustavo Parra,
siendo los dos últimos influyentes, desde las exposiciones, ya que no vivirán en Tunja.
El profesor Abel Martínez Martín, quien vivió de cerca el proceso de tales años, cuenta

optando por expresiones artísticas de vanguardia impulsadas por los mass media, como era el caso del
arte abstracto.
33 Este eco en la mirada, alude a la entrevista con el profesor Mauricio Delgadillo, pintor abstraccionista

que afirma: el papel de la pintura abstracta, tal vez fue de mostrar otra manera de hacer arte, que con
toda seguridad fue de alguna manera un tanto novedosa […] en Tunja, cuando yo llego a instalarme
nuevamente, pues, la verdad yo no veía mucho que trabajaran, o que se dedicaran a ese ejercicio pictórico
aquí por ser tan local, seguramente la gente lo veía con cierta aceptación, a veces como ignorándolo
totalmente [énfasis añadido].
34 Elkin Guillermo Colmenares Dulcey, “¿Arte Abstracto en Tunja? Análisis a las décadas de los años 1980

a 1990” (tesis pregrado para optar por el título de Licenciatura en Artes Plásticas y Visuales, Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tunja, 2012), 44, 54.
sobre la tendencia abstraccionista de los años 80 que, “no había una abstracción total,
a veces eran abstractos y a veces eran figurativos, no había una división clara para
decir estos si, estos no”35. Algunos de los artistas a los que se refiere el profesor Abel
Martínez son Josué Carantón, el pintor Melquisedec Burgos, Julio Alberto Parra
Maldonado, Alberto Motta, Eduardo Aguirre, Jaime Forero y Gonzalo Acero. Dicho
periodo experimental nos muestra que existía cierta inclinación por la abstracción,
bien fuera como búsqueda de un lenguaje propio, por ensayo o por exotismo de la
tendencia abstracta. La tendencia abstraccionista de ese momento fue débil,
precisamente por ese carácter de ensayo sucinto por el que pasaron la mayoría de los
artistas. Al no ser un ejercicio minucioso y dedicado, se tomó a la ligera, considerando
que el arte abstracto era un ejercicio azaroso, en que solo pintar por pintar bastaría,
sin detenerse en posturas conceptuales, llevadas a la práctica (en lo abstracto) por
parte de los pintores; un ejemplo de este ejercicio reflexivo lo encontramos en
Kandinsky al relacionar el color y la música36 ; o en la influencia religiosa que tuvo
Barnett Newman para realizar y justificar su Onemet I, y las posteriores pinturas que
involucraban líneas verticales; o el aumento de tamaño de los cuadros para alcanzar lo
sublime que menciona John Golding37. En este sentido, el abstraccionismo tunjano de
los años 80, desde el punto de vista artístico, se observa como un ejercicio en el que
sobresale el intento de búsqueda individual a través de la experimentación, más que
un contundente trabajo de peso conceptual, documentación y constancia.

Los años 90 en la ciudad de Tunja tendrán diferentes matices que favorecerán la


plástica. Las galerías privadas de los años 80, encontrarán su fin a principios de los
años 90, como es el caso de la Galería El Chamán, la cual existirá hasta 1993 38. En su
remplazo, aparecen los Salones de Arte Joven, ejecutados por el Banco de la República
en varias zonas del país. Para el caso tunjano, será el escenario que generará
momentos álgidos de discusión plástica, tanto desde la producción propiamente dicha,
así como desde los factores de legitimación del arte39, que, polarizaron al sector de la
plástica finalizando el siglo XX. Los Salones de Arte Joven permiten ver que, el arte en
Boyacá estaba estancado con relación a la plástica contemporánea por la que cursaban

35 Entrevista, Abel Martínez Martin, 2011.


36 “Finalmente, la cualidad acústica de los colores es tan concreta, que a nadie se le ocurriría reproducir la
impresión que produce el amarillo claro sobre las teclas bajas del piano, o describir el barniz de granza
oscuro como una voz de soprano […] El color es la tecla, el ojo el macuto, y el alma es el piano con sus
cuerdas. El artista es la mano que, mediante una u otra tecla, hace vibrar adecuadamente el alma
humana”, Vassily Kandinsky, De lo Espiritual en el Arte (México: Premia Editora de Libros, 1989), 44-45.
http://es.scribd.com/doc/30760245/Kandinsky-Vassily-de-Lo-Espiritual-en-El-Arte-PDF (11 de Mayo de
2012).
37 Para profundizar más sobre Onement I, otras pinturas como Uriel, Adam; sobre el tamaño de la
pintura y su relación con lo sublime del Expresionismo Abstracto estadounidense, véase John Golding,
Caminos a lo Absoluto, Mondrian, Malévich, Kandinsky, Pollock, Newman, Rothko y Still (España:
Turner Fondo de Cultura Económica, 2003), 195, 200, 201, 204.
38 Entrevista a Abel Martínez, 2011.
39 La legitimación del arte, hace hincapié particularmente a los Salones de Arte Joven, y su contraparte,

los Salones de Arte No Seleccionados, que aparecerán en reacción a los primeros, y se desarrollarán en las
instalaciones del ICBA. Véase Elkin Guillermo Colmenares Dulcey, “¿Arte Abstracto en Tunja? Análisis a
las décadas de los años 1980 a 1990” (tesis pregrado para optar por el título de Licenciatura en Artes
Plásticas y Visuales, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tunja, 2012), 76-83.
otras regiones. Algunos fragmentos elaborados por la curaduría proveniente de
Bogotá, exponen y aciertan la condición artística del departamento:

Puede verse en esta exposición una aceptable calidad general, tanto cuestiones técnicas
como formales. Por supuesto, se debe tener en cuenta que los participantes no tienen un
mismo nivel formativo, pues hay desde graduados universitarios hasta alumnos de
bachillerato. Esto hace que la muestra no exhiba unas características unificables y que
muchos de los trabajos sean apenas ensayo o experimentos. [..] Es muy satisfactorio
observar cómo en Tunja, y en otras partes de Boyacá, los artistas piensan en resaltar
ciertos valores culturales importantes (referencias al paisaje, a la arquitectura, a los
diversos oficios de trabajo e industria, a la expresión colectiva de experiencias personales,
etc.) de una manera apta aunque, y hay que decirlo, a veces algo inmadura. José Hernán
Aguilar, Catálogo Salón de Arte Joven de Boyacá 1991.

[…] con el advenimiento del modernismo de mediados del siglo, los artistas boyacenses
prácticamente desaparecen, con excepción quizás de Tiberio Vanegas y otros que
incursionaron en el arte colombiano de los años setenta. Quizás, las nuevas ideas
plásticas no encajan fácilmente en una región con fuertes raíces tradicionales –tanto
coloniales como precolombinas- cuyos elementos aún están por integrarse en el lenguaje
plástico contemporáneo. […] En el presente salón se observan –comparativamente con los
anteriores- un mayor cuidad en el tipo de obras sometidas a selección. Fue notoria la
ausencia de temas costumbristas recurrentes en este tipo de eventos. Aunque aún
persiste confusión al distinguir el objeto artesanal y el objeto plástico propiamente dicho.
Esto en lo que refiere a los trabajos tridimensionales (escultura y cerámica) donde no hay
claridad de conceptos. De esta manera se seleccionó un grupo heterogéneo de artistas
jóvenes en su mayoría, cuya obra está en proceso de consolidación y otros autodidactas
que denotan profesionalismo y seriedad. Algunos realizan propuestas explorativas con
medios no convencionales, otros con base en términos más tradicionales muestran un
manejo coherente de procedimientos técnicos e ideas pictóricas. Raúl Cristancho,
Catálogo Salón de Arte Joven de Boyacá 1993.

El artista actual en Boyacá confluye tres fuerzas: la historia (memoria), la tradición


artesanal (memoria y habilidad) y el paisaje (realidad). Para poder sobrellevar esa carga
y crear una obra de acuerdo con la época es necesario proveerse de un amplio
conocimiento del arte y de la historia. Beatriz González, Catálogo Salón de Arte Joven
1995.

Evidentemente, los términos experimentos y propuestas explorativas aluden a los


artistas abstractos, que de una u otra forma, son la plástica nueva de Boyacá, junto
con otros trabajos que no eran tradicionales (si se prefiere, en términos de los
catálogos, no son trabajos costumbristas). Otra característica que puede verse es la
incursión de los estudiantes de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Uptc, esto
generará tensión entre dos bandos artísticos: los empíricos y los académicos, pero que,
sin lugar a duda, harán de los Salones en los años 90, un atractivo escenario para
investigaciones de la plástica y su historia reciente.

5.1 Los Pintores


A continuación, se abordan 7 pintores abstraccionistas, con el fin de observar sus
trabajos: Jaime Forero Forero, nació en Tunja en 1950, pintor autodidacta, uno de los
pintores de esa primera generación de artistas que trasegó en la abstracción de los
años 80, trasegar plástico que a la fecha desarrolla. Varios artistas han influenciado su
trabajo, como bien afirma Forero, sin embargo, aclara que, se identifica con Roda por
“la fuerza que tiene su trabajo en el expresionismo, es que el abstracto es un
expresionismo”. La influencia de Antonio Roda, al analizarse la obra de Forero, se hace
evidente al encontrarse semejanzas de representación. A la pregunta sobre qué es el
arte abstracto, él afirma:
Yo siempre he considerado que para mí el abstracto es sensibilidad, color, armonía,
momento, expresión, composición. La gran intensión de mostrar mis mundos interiores
con formas, con colores, composiciones, con lecturas. Mundos internos que manifiesto
con colores, rayones, con expresiones40.

Jaime Forero hizo parte de un colectivo llamado Grupo Experimental de Arte


“Taller de Talleres”, integrado y creado por Jorge Alberto Casas, Manuel Aguirre,
Eduardo Aguirre e Ignacio Sambrano en 1982. Sin embargo, el grupo nunca trabajó
exclusivamente dedicado al arte abstracto; por el contrario, pretendía zafarse de toda
influencia de vanguardia41; el grupo alquilaba un espacio de trabajo, para desarrollar
sus preocupaciones artísticas.

Sus pinturas han sido publicadas en libros como BOYACÁ, Historia & Destinos,
impreso por Gobernación de Boyacá en 1997, en el cual encontramos la obra Sin Título
(1995), pintura que describiremos a continuación no sin antes mencionar otra obra
importante de ese periodo, publicada en la Revista Cultura, titulada Abrazo No 4.

40 La definición de Forero puede sugerirnos una fuerte inclinación por las ideas de Kandinsky sobre los
mundos interiores, y la necesidad de expresarlos. Véase, Vasili Kandinsky, de lo espiritual en el arte, 38.
41 Como bien se define el grupo en el catálogo del año 1983, en la exposición de la Galería Casa

Colseguros: “Nuestro afán no involucra ningún espíritu competitivo, solo esta forma de trabajo nos induce
a estar más en contacto con los nuevos albores de la vida, asimilando y plasmando la explosión de varias
mentes dispuestas a enfrentar con las mismas armas, la corriente de estas nuevas experiencias. [...] Aquí
no nos interesa una línea de trabajo forjada por tendencias pictóricas anteriores: tampoco pretendemos
hacer historia en nuestra tierra, que por cierto es muy grande y memorable. […] Con esto queremos
rendir culto a nuestro pueblo, tan glorioso ahora y siempre”.
Sin Título (1995).

Esta pintura, es quizás, una de las obras mejor desarrolladas por el autor. La
imagen se encuentra ubicada a la mitad de su desarrollo artístico, es decir, es un
punto de referencia para mirar sus inicios y su presente. Las primeras creaciones
tenían un alto contenido figurativo, es decir, imágenes reconocibles. Sus obras
tempranas muestran la acción del artista por abstraer sus realidades pictóricas. Esta
pintura, está compuesta por manchas de colores y una serie de líneas oscuras que
funcionan de dos maneras: como contornos y detalles. El que utilice las líneas como
contorno, advierte la posterior etapa que Forero tendrá, en la que se unificarán la
línea y el color; este límite entre línea y color (dibujo y pintura) es, la etapa más rica
visualmente, ya que no es solo dibujo, ni solo pintura: se puede ver un rayonismo en el
que la línea y color no están desligadas, y sin embargo, siguen teniendo su propia
autonomía.

Otro pintor abstraccionista es Manuel Aguirre, quien nació en Tunja en 1957.


Profesionalmente su trabajo lo ha desarrollado en dos disciplinas, la primera, y más
constante, con el teatro: es fundador del grupo de teatro “El Túnel” de la Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia en el 2003. Su segunda labor es la pintura, la
cual realiza desde los años 80. Estas dos actividades le permiten explorar diferentes
formas de expresión artística, que surgen y se materializan como lo son la pintura, la
puesta en escena, el fondo teatral y el afiche publicitario. Desde el arte, su formación
la realiza de manera empírica, como bien la afirma:

Académicamente me negué y mi formación ha sido más desde el encuentro con otros y


otras, donde la formación ha sido más de la interrelación y la práctica. No he
pretendido nunca la academia ni son mis ambiciones, mucho menos a estas alturas de
la vida.

Considera que el arte abstracto es el camino a la expresión y la creación pura, al


alejarse de modelos miméticos:
El arte abstracto en realidad es una tendencia […] en lo personal me llega a apasionar
por su condición creadora, en donde la realidad, la figuración completamente se apartan
y es ahí donde espiritualmente comienza a atraparme el concepto porque es una
verdadera búsqueda creativa en donde la copia no tiene nada que ver.

No obstante, muchas de sus pinturas giran en torno a la abstracción,


característica de la que el mismo Aguirre es consciente, ya que afirma que:
Si, en algún momento, se aparecen cosas que terminan uno como abstrayendo ya, hay
que sacarlas de donde se están manifestando, entonces sí hay en algunas pinturas esa
abstracción, pero procuro que no porque en realidad pues… lo abstracto es todo lo
contrario, no tiene por qué haber signos de figuración.

En la obra, Rutas de un sueño, se puede observar claramente una figura de perfil


de color blanco situada en lo que podríamos “especular” sea un paisaje. Este tipo de
elementos reconocibles impiden que ciertas obras alcancen lo que se denominaría
pintura abstracta; ya que lo abstracto es precisamente la ausencia de toda clase de
apropiaciones externas al ser. De esta forma, abstracción sería la mejor definición de
su trabajo debido a que el autor llegó a una reducción o descomposición de la figura
humana, abstrayéndola hasta el punto de dejarla apenas reconocible.

Rutas de un Sueño, 70 x 100 cm, años 90.

Uno de los artistas que también ha desempeñado una larga trayectoria


abstraccionista en su vida es Eduardo Aguirre Montañez. Nacido en Tunja en 1954, y
hermano de Manuel Aguirre. Decidió que el arte sería parte de su vida de una manera
indisoluble, transformando su pensar artístico en todo su quehacer cotidiano. Es un
pintor autodidacta, que ha ganado en varias ocasiones el concurso para el afiche e
imagen del Aguinaldo Boyacense en los años 1992, 1993, 1994, 2004. Él define el arte
abstracto de la siguiente manera:

En una pintura abstracta no se programa absolutamente nada, si al caso lo único que


tiene el artista son su soporte y los colores o sus herramientas. A partir de esa premisa,
se parte de la nada, y el objetivo principal considero yo, es la nada también. Ósea, tiene
que haber un desarrollo de formas y de contenidos, pero que no tengan que ver
absolutamente con los objetos externos a la personas.

Aguirre se expresaba con un aire surrealista antes de su incursión al


abstraccionismo, debido a la influencia producida por los pintores Joan Miró y
Salvador Dalí. Sin embargo, aclara que artistas como Antonio Roda, Wiedemann, o los
expresionistas también le nutrieron en su pensar artístico, y claramente, los que le
harían inclinarse por la abstracción. Sus primeras manifestaciones abstraccionistas de
los años 80 nos muestran la intención por distorsionar las formas, lo cual apenas es
normal, a causa de su novicio adentramiento en el tema. Sin embargo, esta práctica se
depurará más con el tiempo, hasta alcanzar un mejor grado de abstracción hoy.

De izquierda a derecha, Figuras antropomorfas y, ensayos en acuarelas y tinta china, años 80;
Plaza de Mercado, 0,60 x 0,51 cm, Óleo sobre lienzo, 2001.

Gonzalo Acero, nace en 1957 en Arcabuco, Boyacá. Decide radicarse en Tunja en


los años 80, desde entonces, su trabajo artístico ha fluctuado entre la figuración y la
abstracción. Mediante los libros conoció algunos artistas que influenciaron su visión
del arte como Van Gogh, Salvador Dalí y Pollock. De los tres pintores, Salvador Dalí
fue y sigue siendo actualmente en su pintura figurativa quien más le ha influenciado.
Su percepción del arte abstracto lo vincula con lo espiritual:
El arte abstracto es como la esencia del alma […] uno no puede abstraer ya cuando
quiere sacar lo más esencial, lo más profundo, no de la parte orgánica, sino de la parte
espiritual, más de fondo… que nace muy dentro y que, es un sello muy personal de cada
artista. Para mí es eso, un sello espiritual.

En cuanto a la creación de las pinturas abstractas, Acero menciona dos


características fundamentales a la hora de realizarlas: la primera es precisamente el
desarrollo procesual y meditado de una idea previa, mediante bocetos y apuntes, la
segunda, cuando en ciertos casos su acción nace de la simple ejecución de un impulso
creador.
En los años 80, menciona, haber iniciado la abstracción, pero confiesa que luego
de haber madurado su forma de pensar, consideró que esa primera etapa fue muy
“biche”, y agrega: “es como cuando un niño ya quiere correr y hasta ahora va a
empezar a gatear. […] uno se puede estrellar demasiado”. Acero afirma que sólo hasta
el año 95 realizó una abstracción más minuciosa, consciente y madura. A continuación
se observan las dos etapas pictóricas para entender los argumentos del pintor. La
etapa de maduración a la que alude el autor, pese a ser abstraccionista, gira en torno
al surrealismo.

A la izquierda se aprecian pinturas casi a modo de ensayos, que son de los años 80; en la
derecha, la obra titulada Malformación para un bodegón una imagen mucho más
elaborada de los años 90.

Mauricio Delgadillo Forero, nace en Tunja el 21 de diciembre de 1965. A


mediados de los años ochenta Delgadillo decide viajar a Bogotá con el fin de estudiar
artes plásticas. En 1990, regresa a Tunja graduado de la Universidad Jorge Tadeo
Lozano como Maestro en Artes Plásticas, y comienza a desarrollar su trabajo
pictórico, inclinándose por la abstracción. Durante ese periodo realizó talleres de arte
en su casa hasta aplicar a la convocatoria docente del ICBA a finales de 1993 42. Ya
vinculado con la Escuela de Artes de Boyacá, Mauricio Delgadillo dejaría su labor
como artista, ausentándose de tal modo de las exposiciones públicas de la ciudad, salvo
esporádicas participaciones desde la Escuela de Artes.

Su desarrollo y preferencia por la abstracción surgió de dos maneras: la primera


por “intentar alejarse de la sola virtuosidad que representaba la figuración”, y la

42 Entrevista Mauricio Delgadillo 2011: “Terminé la universidad y pensé que me iba a dedicar a pintar y
hacer grabado entre otras cosas, pero así como pronto, uno se ve en la necesidad económica de, digamos
un trabajo un poco más estable, que solo vivir de la pintura y comencé trabajando en mi casa haciendo
cursos, haciendo talleres de arte, y estuve así como un año más o menos, después en la universidad y la
carrera de artes en el año 93 varios profesores se fueron y a finales del 93 se abrió una convocatoria y pasé
la convocatoria y desde el año 94 estoy vinculado con la carrera”
segunda razón fue en la universidad cuando artistas lo influenciaron en su forma de
pintar. Su pintura gira como bien lo aclara: “en torno a una naturaleza y unas formas
abstraídas”. Por ello, podemos afirmar que la pintura de Delgadillo es abstraccionista:

Indudablemente, abordar la abstracción lo acerca a uno, más a la observación de las


cosas y la naturaleza, de lo que pudiera parecer. Siempre estoy atento a esas imágenes
que se producen en esa observación, las guardo en un pequeño boceto e incluso en la
mente y pronto las elaboro como bocetos a la espera de ser una pintura.

Dos pinturas de los años 90.

Serafín Romero Wbake, nació en Ibagué, Tolima en 1943. Solo hasta mediados de
1980 llegó a Tunja, y, desde entonces, la pintura sería su arma de trabajo. Su pintura
la denominó bodrismo, palabra alusiva al “Bodrio”, que significa según el RAE: cosa
mal hecha, desordenada o de mal gusto. Sus pinturas se componían básicamente de
mezclas de formas, tal como en el diccionario define bodrio. Serafín, en ese sentido,
presenta en sus cuadros, imágenes sin parámetros, sin reglas, sin leyes ni normas,
cada imagen de Serafín está concebida con absoluta libertad.

De la serie Bodrismo, puro y fantástico, año 1992


El proceso de Serafín permite identificar una clara tendencia abstraccionista en
su pintura, tal y como puede verse en las dos pinturas de 1992. Del Bodrismo, podemos
ver un gran uso de colore fuertes e intensos. Sus series posteriores: Ciudades
Sísmicas, Ojo de tiburón y Ojo del Huracán serán básicamente, el reflejo y la
manifestación de sus vivencias, (las añoranzas de su tierra natal, sus viajes, y su
nuevo hogar: Boyacá) para ello, junta varias imágenes en una sola pintura.

Por último, encontramos el trabajo de Dilsa Jiménez, también tunjana, decide


inclinarse por la abstracción desde comienzos del año 2.001. Puede afirmarse que es la
pintora que relevará y continuará el camino abstraccionista de los ya nombrados
pintores de dicha tendencia. Estudió Artes Plásticas en la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia, así como cursos en curaduría con la Universidad Nacional.
Entre los artistas que influyeron y motivaron su trabajo se encuentran De Kooning,
Franz Kline, Polke, Gerhard Richter y Vicky Neuman. Desde muy temprano, en la
universidad, sus pinturas tuvieron acogida, tal y como se puede evidenciar en los
catálogos de exposiciones organizadas por la Escuela de Artes de la Uptc.

La joven pintora, tendrá dos participaciones significativas en el ámbito artístico


nacional, el primero, y más importante encuentro del arte en el país, el 40 Salón
Nacional de Artistas en el 2006, promovido por el Ministerio de Cultura; y el segundo,
su muestra en Imagen Regional VI en el 2008, auspiciado por el área cultural del
Banco de la República. Estas intervenciones sin duda, consolidaron su trabajo en la
plástica regional y nacional; en Boyacá es reconocida como una, entre ese grupo
reducido de artistas que realizan arte contemporáneos en el departamento, y que, se
destacan regional y nacionalmente. Su trabajo ha sido publicado en varios libros43 al
igual que los catálogos de exposiciones de sus muestras individuales y colectivas en las
galerías bogotanas y boyacenses, evidenciando por parte de la crítica, un proceso serio
de Jiménez, que ha venido madurando desde inicios del año 2000, hasta nuestros días.

En una entrevista a Dilsa Jiménez, define el arte abstracto como “un universo de
impactos cromáticos, carentes de formas concretas”. Y de su pintura agrega que “es
una obra de color vibrante de trazos libres y emocionales”.

43Algunos de los libros que hacen referencia a la obra de Dilsa Jiménez son: “Pintura Colombiana
Contemporánea”, Serrano Eduardo, Wilde Alfred, Panamericana S.A. Bogotá, 2006, “Dilsa Jiménez”,
Copete Mónica, Daconte Eduardo, González Miguel, Hechavarría Nahela, Wild Alfred, Editorial
Independiente. Bogotá, 2015.
Sin Título, díptico, 20 x 40 cm, 2003.

A manera de recorrido visual por el proceso artístico de Jiménez, se ilustran tres


obras de diferentes periodos, las cuales, aunque no desarrollaremos a profundidad,
debido a la naturaleza del artículo, sin duda, está claro que para Dilsa Jiménez y los
artistas mencionados, quedaran faltando hojas por escribir. Como puede apreciarse en
Sin Título, 2003, pintura temprana de Jiménez, la figuración es latente en el ejercicio
de abstracción. En la imagen se observa la abstracción de las montañas, entre las
cuales se divisa una pequeña figura postrada. La artista, en su mayoría de obras,
recurre al uso de elementos tales como la escritura, y el empleo de figuras humanas
diminutas. Es común ver en un formato de grandes dimensiones, un pequeño
personaje a la espera de ser descubierto. La bastedad de las manchas, sus expresiones
violentas realizadas con el pincel, los contrastes, y las mismas veladuras se tensionan
y armonizan con la presencia de figuras minúsculas. Podríamos decir que, en la
pintura de Jiménez, la figuración y lo abstracto convergen, después de tantos años de
enfrentamiento, para configurarse en una armoniosa dualidad.

De izquierda a derecha, Sin título, 2006. Detalle (figuras humanas en la bastedad de un


lienzo colmado de trazos violentos) 2016.
6. Conclusiones

Mirar el fenómeno abstraccionista en Boyacá nos hace reflexionar sobre el arte, y


cómo ha sido el proceso del arte en el país. Este proceso, sin duda, nos permite afirmar
que va de la mano con la enseñanza del arte en Colombia. La enseñanza del arte en
Colombia, como muchas otras esferas del saber, estuvo al alcance de las elites, esto
generó que unos pocos fueran quienes se beneficiaran a través de la historia. Desde
muy temprano cuando aparece el arte como enseñanza, esta es vista como una materia
de relleno 44 , al haber pocos profesionales especializados. Los profesionales eran
artistas dedicados al mundo del arte, otros dieron clases en las mejores universidades
del país, o pertenecieron a instituciones culturales y museos, dejando de lado la
enseñanza en la escuela, y siendo esta impartida por profesores de otras áreas, con
cierta afinidad sobre el tema. El arte se desarrolló entre pocos, y para un grupo selecto
de elite, que naturalmente se concentraba en las grandes ciudades del país. Esto hizo
que el conocimiento sobre el arte en las regiones fuera escaso. Para el caso de Boyacá,
si sumamos a ello, la ausencia de artistas boyacenses, o crítica especializada, es lógico
que no surgieran manifestaciones artísticas de vanguardia y que predominara un arte
costumbrista.

El abstraccionismo que se desarrolló en Tunja a partir de la década de 1980,


tuvo repercusiones importantes, tanto para los artistas tunjanos, como para la
comunidad vinculada al arte y su público. Hizo evidente un estado de quietud de la
plástica regional, con relación a otras regiones que, de manera temprana, estaban
desarrollando manifestaciones artísticas contemporáneas, como el caso de Antioquia,
Medellín, Valle del Cauca, el Caribe o Cundinamarca, ya que de la mano de artistas
que se salieron de los modelos tradicionalistas de representación, hicieron parte de lo
que hoy se comprende como arte contemporáneo en el país, el cual podríamos afirmar
inicia con el arte abstracto a mediados del siglo XX y que continúa con el Pop Art, el
Arte Conceptual, el Op Art, las Instalaciones etc., y que llega hasta nuestros días.
Para Boyacá, después de los artistas de la talla de Julio Abril, Rafael Tavera, Rómulo
Rozo, Luis Alberto Acuña45 (santandereano que se desempeñó en Boyacá), la presencia
de la plástica en las esferas nacionales fue nula. A falta de artistas que representarán
la nueva plástica, los artistas boyacenses continuaron pintando o esculpiendo los
temas canónicos del arte: paisaje, retrato, naturalezas muertas; entregando al público
inexperto, qué comprar, consumir y entender por arte. Inclusive, a través de los años,
aún es común ver artistas boyacenses aferrados a representaciones costumbristas, y

44 En 1903 se expide la ley 39, y se reglamenta mediante el decreto 045 de 1904, el plan de estudios para
las áreas vocacionales en los niveles de secundaria, profesional, industrial y artística. […] En adelante la
educación artística en los niveles de formación básica no volvió a ser tenida en cuenta como área de
estudio. Se convirtió en una asignatura de extensión y complementaria, de simple interés por parte de los
alumnos, y cuyo valor podía ser tomado en cuenta para la aprobación de otras asignaturas, como las
Ciencias Sociales y el Español. José Mario Fandiño Frankly, Reseña histórica del arte en la educación
formal colombiana, en Educación y Educadores, No 4, Universidad de la Sabana (2001): 109-116
45
Cabe aclarar que estos artistas boyacenses, reconocidos nacionalmente e internacionalmente, tuvieron
la posibilidad de estudiar fuera del país productos de becas gestionadas por el departamento, lo cual les
ayudó en su formación, como es el caso de los escultores Rómulo Roso, Acuña Julio Abril, y el pintor
Rafael Tavera.
por supuesto, al público esperando por ellas, producto del anquilosamiento estético a
falta de una enseñanza del arte menos trasnochada.

La divulgación del arte abstracto en Boyacá era casi nulo en materia de prensa, y
cuando se realizaba, no pasaba de ser anecdótica, salvo las mencionadas acotaciones
de Martínez Zulaica para el periódico La Tierra, que sin embargo, no abordaron el arte
abstracto. Los libros, textos y artículos, empezaran a surgir finalizando los años 70, y
vendrán de la mano de los artistas Julio Abril y Luis Alberto Acuña, que, tendrá cierto
distanciamiento por las manifestaciones culturales de vanguardia, debido a su
inclinación por lo Bachué; Zulaica por su parte, hablará de los artistas boyacenses
reconocidos y de trayectoria como los mencionados Rozo, Acuña, Tavera, Abril, y otros
artistas que para el momento representaban la vanguardia de la época, como Jesús
Maria Zamora, Gustavo Parra Soto, Antonio María Benítez, o Cesar Gustavo García
Parra.

La tendencia abstraccionista en 1980, surgió producto del momento álgido que


empezó a presentar el departamento con las exposiciones de los salones regionales, los
festivales culturales, la llegada de artistas que estaban fuera, la enseñanza del arte
con el CADS y el ICBA, en una primera instancia; y por parte de los artistas, que
nutriéndose de todos esos elementos, en sus talleres experimentaron las corrientes
artísticas. La constancia de unos pocos, hizo posible la existencia de dicho estilo en
Tunja. Sin embargo, los pintores Jaime Forero, Eduardo Aguirre y Manuel Aguirre,
creyeron hacer arte abstracto propiamente dicho, y no, abstraccionismo, tendencia que
finalmente realizaron, al igual que los pintores posteriores: Gonzalo Acero, Serafín
Romero, Mauricio Delgadillo y Dilsa Jiménez, los cuales, sí hicieron abstraccionismo
de manera consciente. Los tres primeros, cayeron en la confusión precisamente por
tomar a la ligera la diferenciación entre arte abstracto y abstracción 46, recurriendo a
conceptos personales sobre la tendencia abstracta, eso sin mencionar, a aquellos que
fugazmente hicieron abstracción como parte de su proceso de formación, y que,
evidentemente no se incluyeron en el estudio al no tener continuidad sus obras
abstractas y abstraccionistas que permitan un análisis procesual de la obra plástica.

En la década de 90, la débil formación conceptual de los pintores


abstraccionistas, al continuar con su empirismo, y no ampliar sus estudios en arte se
debilitó aún más al no existir crítica especializada (salvo la presencia de Dana Urgova,
cuando estuvo a cargo del ICBA como directora) que orientara sus procesos, generando
que los abstraccionistas adolecieran del discurso que los estudiantes de la escuela de
artes si poseían. La profesionalización de las artes, hasta entonces un tema novedoso
en Boyacá, será la piedra angular para los pintores empíricos y el público en general,
que observarán en la academia, la que empezará a posicionarse en las exposiciones de
la ciudad. Dicha profesionalización comenzará en manos del ICBA en los años 80, a

46En las entrevistas recopiladas, los artistas Eduardo Aguirre, Manuel Aguirre y Jaime Forero,
confundían con frecuencia los conceptos y el estilo abstracto/abstraccionista. Una cosa era lo que querían
hacer, y otra muy diferente la que plasmaban. Pensaban hacer arte abstracto, y realizaban abstracciones,
como bien se observa en las imágenes relacionadas.
modo de talleres y será concretada con la UPTC, al volverla licenciatura en Artes
Plásticas alboreando los años 90.

Otro aspecto fundamental de los años 80 y 90, fue el surgimiento de escenarios


alternos a los desarrollados por la Secretaría de Cultura Departamental, que
generaron dinámicas artísticas positivas culturalmente, como fueron las galerías El
Chamán y Casa Colseguros de los años 80, y los salones de arte joven de los años 90,
que impulsaron el arte regional. Estos espacios permiten ver, mediante sus catálogos,
aspectos históricos desde el campo del arte, el ejercicio de la crítica, la curaduría, las
obras, la recepción que tuvo el público con las exposiciones, y sobre todo, el papel de los
nuevos artistas, entre los cuales estaban los abstraccionistas, frente a las dinámicas
del arte nacional.

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Fuentes Primarias

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Entrevistas

Los pintores: Jaime Forero Forero; Eduardo Aguirre; Manuel Aguirre; Gonzalo Acero;
Serafín Romero; Mauricio Delgadillo; Dilsa Jiménez.

Abel Martínez Martín, Doctor y Magister en Historia de la UPTC, Médico, y profesor


de la Escuela de Medicina, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia; Jorge
Alberto Casas Ochoa, Magister en Historia, Artista de la UPTC, profesor de la Escuela
de la UPTC.

Catálogos

 1981, Galería El Chamán: Rubén Rueda, Pinturas, dibujos, Octubre, Tunja.


 1983, Galería Casa Colseguros, Tunja: segunda exposición colectiva de pintores
boyacenses grupo experimental taller de talleres; octubre 26- noviembre 12.
 1984, Galería de Arte El Chamán: Alfonso Rojas Fierro, Oleos, Marzo 30 – Mayo 25
 1984, Galería de Arte El Chamán: Edgar Montoya, Exposición de paisajes, 24 de
Mayo.
 1985, Galería de Arte EL Chamán: Willi Hostos, Marzo.
 1985, Galería – Taberna El Chamán: MONJE, Pinturas, SUAREZ, Dibujos, Nov –
Dic, Tunja.
 1986, Galería de Arte Actual. Monje, Paisajes Aéreos, Junio- Julio, Bogotá.
 1986, Galería de Arte EL Chamán: Los nuevos en la gráfica en Boyacá, 28 de
Noviembre al 24 de Diciembre.
 1989, Galería Casa Colseguros: Miguel Darío Polanía, Transeúntes 450 años,
Septiembre.
 1990, Casa del Fundador: Exposición de Artistas Plásticos Santiago de Tunja 451
años, Agosto a Septiembre.
 1991, Banco de la Republica: Salón de Arte Joven de Boyacá 1991, Biblioteca
Alfonso Patiño Rosselli, Diciembre a Enero de 1992.
 1992, ICBA: Pintores a más de 2600 metros, Sala Julio Abril, Octubre a
Noviembre, Tunja.
 1993, ICBA: Es tres pinturas, Acero, Neira, Morales; Sala Julio Abril, Octubre a
Noviembre, Tunja.
 1993, ICBA: Primera Muestra de Arte No Seleccionado, Sala Rafael Tavera,
Septiembre y Octubre, Tunja.
 1993, Banco de la Republica: Salón de Arte Joven de Boyacá 1993, Biblioteca
Patiño Rosselli, Sala de Exposiciones, Octubre 14 a Diciembre 19 de 1993.
 1994, UPTC-ICBA: Primer Salón LPA, Octubre 26, Tunja.
 1994, ICBA: Primer Salón de Artistas Residentes en Tunja, IV Asamblea de
Boyacá. Tunja.
 1995, Banco de la Republica: Salón de Arte Joven 1995, Biblioteca Patiño Rosselli,
Noviembre.
 1996, ICBA: Jaime Forero, Una década de Pintura, Sala Julio Abril.
 1997, ICBA: Jaime Forero, Hojas de Vida, Sala Julio Abril, 7 de Noviembre.
 1997, Banco de la Republica: Salón de Arte Joven de Boyacá 1997. Biblioteca
Patiño Rosselli, Diciembre, Tunja.
 1997- 1998, Tercer Salón de Arte No Seleccionados, Sala de Exposiciones José
Mosser, Dic 97 – Ene 98. Tunja.
 1999, Banco de la Republica: Salón de Arte Joven de Boyacá 1999. Biblioteca
Patiño Rosselli, Diciembre, Tunja.
 2001, Banco de la Republica: Una Mirada al Arte Boyacense, Biblioteca Patiño
Rosselli.

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