Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
10°C
05/11/2019
El derecho a la diversidad
La permanente lucha por los derechos humanos se ha convertido en un factor de cambio de las
tradiciones sociales, pues ha llevado a que las costumbres arraigadas y autóctonas se vuelvan más
abiertas a los cambios y más tolerantes con las diferencias. En esta medida, existe una tendencia
mundial a interpretar, por ejemplo, el desarrollo cultural de las sociedades desde el punto de vista
multicultural, aceptando la innegable existencia de una gran diversidad de culturas únicas, con
hábitos sociales completamente diferentes. Sin embargo, todo esto es algo reciente y no se ha
afianzado en algunas partes del mundo en donde, al contrario, se ha dado un proceso de fuerte
rechazo a lo diferente.
Los procesos de independencia y de descolonización tanto en el siglo XIX como en el XX, así como la
universalización del reconocimiento del derecho a las diferencias, han sido fundamentales en los
procesos de reconocimiento, la expresión de las diferentes culturas y la promoción de la
participación política democrática. Sin embargo, es importante tener presente que en el caso
colombiano aún hay mucho que mejorar para asegurar una sociedad diversa y multicultural.
El derecho a la diversidad se observa en la creciente actitud multicultural que asume una gran parte
de personas alrededor del mundo. Lo anterior se percibe con mayor frecuencia en las nuevas
generaciones, quienes aceptan el intercambio cultural y tienen muy claro que el bienestar del
mundo es responsabilidad de todos. Las nuevas tecnologías comunicativas y la facilidad para
movilizarse de un lugar a otro son los instrumentos de una juventud tolerante, abierta al cambio y
protectora de la diversidad, que puede hacer que el cumplimiento de los derechos sea una realidad.
La Constitución Política de Colombia también reconoce que Colombia posee una gran diversidad
natural y una amplia variedad de tradiciones musicales, gastronómicas, artísticas y lingüísticas. Lo
anterior surge y se relaciona con la irregularidad de su topografía, su variedad climática, la riqueza
de sus suelos y su gran cantidad de ecosistemas. Todo lo anterior le otorga rasgos particulares a
cada una de las culturas que se han desarrollado en las diferentes regiones del país. A pesar de la
diversidad cultural presente en Colombia desde sus orígenes, el reconocimiento del
multiculturalismo es una actitud bastante reciente, relacionada con la pluralidad que suscitan las
democracias.
Estas medidas tienen el objetivo de aminorar el desarraigo al que se han visto sometidos los
indígenas durante mucho tiempo y garantizar sus derechos ancestrales.
Según los censos oficiales, en Colombia viven alrededor de cinco millones de afrodescendientes,
aunque esta cifra podría ascender a diez millones, según los cálculos realizados por los
representantes de estas comunidades y por organismos internacionales.
Al igual que con los grupos indígenas, los grupos afrocolombianos tuvieron que ser reconocidos de
manera especial, pues solo así se les compensaría por la explotación desenfrenada que algunas
empresas colombianas y extranjeras han realizado en las tierras que han ocupado de forma
ancestral durante más de cuatrocientos años. Este reconocimiento también busca contrarrestar los
efectos de más de cincuenta años de conflicto armado en las comunidades afrodescendientes, las
cuales no han podido beneficiarse de los avances sociales, económicos y políticos del país.
• El reconocimiento territorial a las comunidades negras que habitan las zonas rurales
ribereñas de los ríos de la cuenca del Pacífico, y la protección de las tradiciones culturales y
los derechos económicos de las comunidades negras de Colombia como uno de los grupos
étnicos que enriquece el folclor colombiano (artículo transitorio 55 de la Constitución
Política, reglamentado por el Congreso de la República en la Ley 70 de agosto de 1993).
• Las disposiciones a través del Decreto 2249 de 1995 «por el cual se conforma la Comisión
Pedagógica de Comunidades Negras de que trata el artículo 42 de la Ley 70 de 1993», y del
1320 de 1998 «por el cual se reglamenta la consulta previa con las comunidades indígenas
y negras para la explotación de los recursos naturales dentro de su territorio».
Del mismo modo que con los indígenas, las instituciones educativas públicas ofrecen cupos
exclusivos para que las comunidades afrocolombianas cuenten con integrantes altamente educados
que utilicen sus aprendizajes para el beneficio de sus poblaciones. Por ejemplo, la Universidad
Nacional cuenta con programas para la admisión y manutención de miembros de comunidades
afrocolombianas.
Así, desde un punto de vista formal, puede afirmarse que Colombia fomenta la protección de las
minorías étnicas a través de una legislación acorde con las tendencias mundiales y los derechos
humanos. A nivel latinoamericano, las leyes colombianas son avanzadas en cuanto al fomento del
multiculturalismo, aunque la concreción de los beneficios especiales para indígenas y
afrocolombianos ha sido lenta y ha tenido algunos reveses por causa de intereses económicos.