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Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá

Facultad de Ciencias Económicas – Contaduría Pública


Luis Antonio González Santos – Teoría de la Contabilidad II
Realizado: Jeisson Leonardo Rincón Novoa – 1018495755

ELEMENTS OF PURE ACCOUNTING THEORY


Sterling, R. (1967). Elements of pure accounting theory. AAA. The Accounting Review. Vol. 42 (1), pág. 62–73.

Robert Raymond Sterling (1934-2010), galardonado con el Premio de Literatura Contable y ciudadano
norteamericano nacido en 1931 dentro del contexto de la gran depresión, fue egresado de la Universidad
de Denver dónde finalizó sus estudios en Economía y un MBA, que lo llevó a iniciar sus estudios doctorales
en Economía dentro de la Universidad de Florida y obtener la beca posdoctoral en la Universidad de Yale.
Dentro de sus más destacados oficios se encuentra el haber ejercido como profesor de la Universidad de
Nueva York, Kansas y Utah; así como, investigador principal de la División de Investigación del FASB.

Sterling inicia planteando como objetivo abstraer un postulado general de la teoría contable actual,
intentando describir de manera cuasiformal el quehacer contable desde la perspectiva de la formalización
matemática, tomando como referencia los teóricos previos y sin pretender presentar una nueva teoría.
Para esto, inicia estableciendo que el buscar una forma lógico-simbólica (matemática) se fundamenta en
lograr una percepción de mayor rigor y brevedad en los argumentos, pero consigo también resalta una alta
inteligibilidad de esta formalización para el grueso de los contadores. Así, su primer planteamiento da de
cuenta que la teoría contable se ha enfocado en buena parte a los costos vencidos y no vencidos, de los
cuales se espera o no obtener beneficios en el futuro. En relación con esto, se apoya en Paton y Littleton,
quienes relacionan los costos con un “algo” y por lo tanto cuando se atan los ingresos, estos se unen a ese
“algo” con lo que estén relacionados los costos.
Así bien, una primera premisa a resaltar es que el “algo” realmente es la causa del beneficio en el futuro,
no el costo. De allí que se acuñe que el costo produce un activo o un servicio y estos a su vez son los
generadores de ingresos. Para ello, el uso del precio del dinero es convenientemente un común
denominador, pues permite expresar homogéneamente las potencialidades de los activos o servicios, que
es lo finalmente significante en la explicación de un grueso importante de la práctica contable.
En consecuencia, da paso al análisis sobre las potencialidades del servicio, dado que este hace referencia a
la sustancia homogénea y los elementos importantes que satisfacen los deseos humanos. Esto conlleva a
enunciar lo “útil” como unidad de medida de la utilidad (poten); sin embargo, la partición de estos objetos
conlleva a la dificultad de medir el poten. Ahora bien, aproximarse a un conjunto de activos, desde la
perspectiva del poten, trae consigo el concepto de capacidad (precedentes del término de depreciación u
amortización), asignando unidades de costo para inventariar las perdidas por el uso.
En ese sentido, el autor introduce los “caps” o unidades de capacidad (utilizados en la contabilidad como
unidades de medida) para sustituir al “poten” debido a su dificultad para establecerlos, logrando así que
una agrupación de un conjunto homogéneo de “caps” de origen a las cuentas; concepto que representa
diferentes tipos de “caps” para categorizar representaciones físicas. Argumento vital, dado que resalta el
origen de las cuentas y abre la posibilidad de que las cantidades de “caps” cambien por el proceso de
transferencia (intercambio) de una cuenta a otra, en donde todo decremento implica un incremento que
puede relacionar distintas cuentas ya sea internamente o propias de diferentes organizaciones.
Empero, este cambio no es necesariamente físico sino que puede estar atado a una función de medición
(operación lógica y matemática) que para eliminar estas discrepancias y llevar a una transformación similar,
use el coeficiente de valoración (valco, normalmente presentado en términos monetarios) como un
proceso de asignación numérico de cada intercambio que al operar entre incrementos y decrementos
(entradas y salidas) resulte en un flujo 0; argumento resultado de la ley de la conservación de la materia.
Así mismo, el autor plantea que la combinación de los “caps” con el “valco” da como resultado el
coeficiente de valoración por unidad de medida (verbigracia, cantidad de dólares por libra) propio de juicios
profesionales, que en resumidas cuentas se puede entender como la asignación de un valor. Sin embargo,
estas relaciones se pueden representar a partir de operaciones matriciales; incluso el autor presenta en su
texto la delimitación de la hoja de balance, el estado de flujos de efectivo y el estado de resultados como
el conjunto de operaciones matriciales ordenadas.
En el primer caso, la hoja de balance presenta valores superiores a cero (activos) que satisfacen deseos
humanos e inferiores a cero (patrimonio) que representan la propiedad de un externo sobre los activos; en
el segundo, estado de flujos de efectivo se resumen los cambios producto del intercambio en un grupo de
cuentas bajo un periodo de tiempo. En tercero, la presentación de los resultados asemeja la dinámica del
estado de flujos de efectivo con una diferenciación a partir del tipo de cuentas a usar en este, ganancias
retenidas como yuxtaposición de los ingresos (+ o >0) y los gastos (- o <0).
A partir de ello, el autor plantea que este comportamiento se imita en las diferentes entidades y que entre
ellas puede existir un intercambio de mercado que implica incrementos para el Agente A y decrementos
para el B; caso contrario a un intercambio interno que implica el movimiento entre cuentas dentro de la
organización. En este punto, es relevante resaltar que hay un conjunto de cuentas reales que soportan el
proceso de intercambio, las cuales están destinadas a satisfacer los deseos por medio de procesos de
consumo o mediante la producción de bienes de consumo; sin embargo, establece que en el intercambio
se entrega una cuenta real por una monetaria o de efectivo, un bien artificial que es conveniente como
medio de intercambio para satisfacer los deseos humanos.
Finalmente, el intercambio o transferencia sigue unas reglas de valuación (costo histórico) definidas e
independientes de otros procesos de valuación, que por razones excepcionales en los mercados no siempre
están dadas. En suma, el artículo plantea una perspectiva analítica que muestra a la práctica contable como
un quehacer riguroso al ser concebido desde una mirada lógico-simbólica y de formalización matemática,
donde el acercamiento pretende enlazar el planteamiento discursivo del intercambio, entradas y salidas,
el problema de la medición y la valoración, la preparación de los Estados Financieros y la interacción con
el entorno (mercados); mediante una aliteración con fórmulas matemáticas que aun cuando no son de
común tratamiento, explican el comportamiento de lo que hacen los contadores cuando cuentan.

Título: Elements of accounting pure theory (1967)


Autor: Robert Raymond Sterling
Editorial/Journal: The Accounting Review
ISBN/ISSN: http://www.jstor.org/stable/243975
N° Páginas: 62-73
Edición/Volumen: 42

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