Está en la página 1de 13

UNIVERSIDAD ESTATAL DE MILAGRO

“UNEMI”

CARRERA:

DERECHO ONLINE

TEMA:

DIVERSAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN EN LA ECONOMÍA POPULAR Y

SOLIDARIA

DOCENTE

MSC. JOSE VILLALTA LEON

NIVEL:

8VO SEMESTRE C2

GRUPO

Arteaga Guadalupe Michelle Alfredo

Almeida Monge Elka Jennifer

Kevin Gabriel Aguilar Valarezo


Introducción

La economía popular y solidaria es una forma de organización económica que se basa en

los principios de solidaridad, cooperación y reciprocidad, y que busca satisfacer las necesidades

de las personas y generar ingresos, privilegiando al trabajo y al ser humano sobre el lucro y la

acumulación de capital. Según la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria del Ecuador,

existen tres sectores que conforman la economía popular y solidaria: el cooperativo, el asociativo

y el comunitario.

 El sector cooperativo está integrado por las cooperativas, que son organizaciones

de derecho privado, constituidas por personas naturales o jurídicas, que se asocian

voluntariamente para realizar actividades económicas, sociales o culturales, mediante la gestión

democrática y participativa de sus miembros, y la distribución equitativa de los beneficios.

Dentro de las cooperativas, existen diferentes tipos, según el objeto de su actividad, como las

cooperativas de ahorro y crédito, las cooperativas de producción, las cooperativas de consumo,

las cooperativas de servicios, las cooperativas de vivienda, las cooperativas de transporte, las

cooperativas de educación, las cooperativas de salud, entre otras.

 El sector asociativo está integrado por las asociaciones, que son organizaciones de

derecho privado, constituidas por personas naturales o jurídicas, que se unen con fines comunes

de carácter económico, social o cultural, sin ánimo de lucro, mediante la gestión democrática y

participativa de sus miembros, y la reinversión de los excedentes en el cumplimiento de sus

fines. Dentro de las asociaciones, existen diferentes tipos, según el ámbito de su actividad, como

las asociaciones de productores, las asociaciones de comerciantes, las asociaciones de artesanos,


las asociaciones de profesionales, las asociaciones de consumidores, las asociaciones de

servicios, las asociaciones de desarrollo comunitario, entre otras.

 El sector comunitario está integrado por las organizaciones comunitarias, que son

organizaciones de derecho consuetudinario o privado, constituidas por personas naturales o

jurídicas, que se vinculan por lazos de vecindad, parentesco, identidad, cultura o tradición, para

realizar actividades económicas, sociales o culturales, mediante la gestión democrática y

participativa de sus miembros, y la distribución equitativa de los beneficios. Dentro de las

organizaciones comunitarias, existen diferentes tipos, según la forma de su organización, como

las comunas, las comunidades, los pueblos y nacionalidades indígenas, las comunidades

afroecuatorianas, las comunidades montubias, las redes de trueque, las cajas de ahorro, las

mingas, entre otras.

Los principios de la economía popular y solidaria son los valores que orientan la

actividad económica de las personas y organizaciones que forman parte de este sector,

que busca satisfacer las necesidades humanas y sociales, privilegiando el trabajo y la

solidaridad sobre el capital y el lucro. Según la Ley Orgánica de la Economía Popular y

Solidaria del Ecuador, los principios de la economía popular y solidaria son los

siguientes:

Búsqueda del buen vivir y del bien común.

Prelación del trabajo sobre el capital y de los intereses colectivos sobre los

individuales.
Comercio justo y consumo ético y responsable.

Equidad de género.

Respeto a la identidad cultural.

Autogestión.

Democracia y participación.

Transparencia y rendición de cuentas.

Responsabilidad social y ambiental.

Intercooperación y redes solidarias.

Estos principios se expresan en las diversas formas de organización que existen en

la economía popular y solidaria, como las cooperativas, las asociaciones y las

organizaciones comunitarias, que realizan actividades económicas, sociales y culturales,

basadas en la cooperación, la reciprocidad y la autogestión.

Una cooperativa en la economía popular y solidaria es una organización de

derecho privado, constituida por personas naturales o jurídicas, que se asocian

voluntariamente para realizar actividades económicas, sociales o culturales, mediante la

gestión democrática y participativa de sus miembros, y la distribución equitativa de los

beneficios. Las cooperativas se basan en valores como la solidaridad, la cooperación y la

reciprocidad, y buscan satisfacer las necesidades de las personas y generar ingresos,

privilegiando el trabajo y el ser humano sobre el capital y el lucro. Las cooperativas


pueden ser de diferentes tipos, según el objeto de su actividad, como las cooperativas de

ahorro y crédito, las cooperativas de producción, las cooperativas de consumo, las

cooperativas de servicios, las cooperativas de vivienda, las cooperativas de transporte, las

cooperativas de educación, las cooperativas de salud, entre otras.

El desarrollo de la economía popular y solidaria es un desafío que requiere de la

participación activa de los actores sociales, económicos y políticos, así como de la

creación de un marco normativo, institucional y cultural que favorezca su consolidación y

expansión. Algunas de las acciones que se pueden realizar para fomentar el desarrollo de

la economía popular y solidaria son las siguientes:

Promover la educación, la capacitación y la sensibilización sobre los principios,

los valores y las prácticas de la economía popular y solidaria, tanto en el ámbito formal

como no formal, para fortalecer la identidad, la cultura y la visión de este sector.

Apoyar la creación, el fortalecimiento y la articulación de las organizaciones de la

economía popular y solidaria, mediante el acceso al crédito, la asistencia técnica, la

innovación tecnológica, la gestión de calidad, la certificación, la comercialización, la

intercooperación y la incidencia política.

Generar espacios de diálogo, concertación y alianza entre los actores de la

economía popular y solidaria, el Estado, el sector privado y la sociedad civil, para

impulsar políticas públicas, programas y proyectos que reconozcan, protejan y potencien

la diversidad y la pluralidad de las formas de organización económica.


Fomentar el consumo responsable, el comercio justo y la soberanía alimentaria,

como estrategias para valorar el trabajo, el cuidado y el ambiente, y para crear redes de

solidaridad y confianza entre los productores y los consumidores de la economía popular

y solidaria.

Integrar la economía popular y solidaria en el diseño e implementación de los

planes de desarrollo nacional, regional y local, así como en los procesos de integración

regional y global, para garantizar la inclusión, la equidad y la cohesión social.

Desarrollo

La economía popular y solidaria es una forma de organización económica que se basa en

los principios de solidaridad, cooperación y reciprocidad, y que busca satisfacer las necesidades

de las personas y generar ingresos, privilegiando el trabajo y el ser humano sobre el capital y el

lucro. Según la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria del Ecuador, existen tres

sectores que conforman la economía popular y solidaria: el cooperativo, el asociativo y el

comunitario.

La Economía Popular y Solidaria (EPS) es un enfoque económico que tiene como

objetivo promover la participación activa de la comunidad en el proceso económico y promover

la solidaridad, la cooperación y la inclusión social. Este modelo económico se basa en principios

como la equidad, la justicia, la sostenibilidad y la democracia económica. Las características más

importantes de la economía nacional y solidaria incluyen: Participación activa: Tiene como

objetivo la participación directa de los ciudadanos en los procesos de toma de decisiones

económicas y gestión de recursos. Solidaridad: Prioriza la colaboración y la ayuda mutua entre


los miembros de la comunidad. El objetivo es reducir las desigualdades y promover el bienestar

colectivo. Cooperativas: Promueve la creación y fortalecimiento de cooperativas y otras formas

de organización colectiva en la producción, distribución y consumo de bienes y servicios.

Inclusión social: El objetivo es integrar a grupos tradicionalmente excluidos o marginados de la

actividad económica, como pequeños agricultores, artesanos y trabajadores informales, entre

otros. Sostenibilidad: Promueve prácticas económicas ambientalmente sustentables y

socialmente responsables. Autogobierno: El objetivo es que los trabajadores y miembros de la

comunidad participen activamente en la gestión de sus propias actividades económicas,

promoviendo así la toma de decisiones democrática. La economía nacional y solidaria puede

manifestarse de diversas formas, como cooperativas de producción, asociaciones de

consumidores, empresas conjuntas y otras iniciativas que intentan equilibrar los objetivos

económicos con consideraciones sociales y ambientales. Este enfoque es particularmente

relevante en contextos donde buscamos reducir la pobreza, promover la inclusión y construir

economías más justas y sostenibles. Sector público: Asociaciones comunitarias: grupos de

personas que se reúnen para abordar necesidades y objetivos comunes en su comunidad. Estas

asociaciones pueden participar en diversas actividades como la producción, la comercialización o

la prestación de servicios. Empresas comunitarias: iniciativas económicas gestionadas Sector

asociado: Asociaciones y sindicatos de productores: agrupaciones de productores que se unen

para mejorar las condiciones de su producción y comercialización. Pueden compartir recursos,

conocimientos y trabajar juntos para lograr objetivos comunes. Redes comerciales asociadas:

Sector cooperativo: Cooperativas de trabajo: Trabajadores que se agrupan para crear y gestionar

empresas de forma conjunta. Todos los miembros participan en la toma de decisiones y

comparten los beneficios por igual. Cooperativas de consumidores: grupos de consumidores que
se reúnen para comprar bienes o servicios directamente de productores o proveedores,

eliminando intermediarios y Cooperativas de ahorro y crédito: instituciones financieras

controladas por sus socios que ofrecen servicios. El artículo 283 de la Constitución de la

República establece que el sistema económico es social y solidaridad y se integran por formas de

organización pública, privada, mixta, popular y económica, solidaria y otras que define la

Constitución, la economía popular y solidaria se regulará de conformidad con de conformidad

con la ley e incluirá a los sectores cooperativo, asociativo y público. Que el artículo 319 de la

Constitución de la República establece que diversas formas de organización de la producción en

la finca, incluyendo comunal, cooperativa, empresas públicas o privadas, asociativas, familiares,

familiares, autónomas y mixtas.

Que el artículo 394 de la Constitución de la República garantiza la libertad de transporte

terrestre, aéreo, marítimo y fluvial en todo el país, así como el desarrollo del transporte público y

que históricamente la prestación de este tipo de servicios se realizaba a través de cooperativas.

Que, de conformidad con el artículo 84 de la Constitución de la República, la Asamblea

Nacional está obligado a adaptar formal y materialmente las leyes y otras normas jurídicas a

derechos previstos en la Constitución para garantizar la dignidad humana, comunidades, pueblos

y nacionalidades.

El artículo 120, inciso 6 de la Constitución de la República establece como apropiación:-

La función legislativa es dictar, codificar, reformar, derogar leyes e interpretarlas en

consecuencia generalmente obligatorio; en ejercicio de sus facultades constitucionales y legales,

dicta lo siguiente. LEY ORGÁNICA DE LA ECONOMÍA NACIONAL Y SOLIDARIDAD Y

SECTOR FINANCIERO POPULARIDAD Y SOLIDARIDAD El concepto de economía social


estuvo presente en las economías de los países europeos desde los años 1980 (1), se difundió más

intensamente en los años 1990 y, como señala Bastidas-Delgado (2004b: 12), a menudo se

utilizó de manera confusa, para se refieren a determinados procesos económicos u organizativos

que, socialmente justificados, tienen como objetivo resolver problemas socioeconómicos

relacionados con los sectores populares, confundiéndose, según el contexto, con otros conceptos

como economía popular, tercer sector, tercera vía, economía alternativa, economía indígena,

economía de frontera, economía solidaria y economía solidaria o reducir su mundo sólo al

cooperativismo. Según Defourny (citado en López, 2001: 4), primero se debe reconocer la

ambigüedad terminológica del concepto de economía social, ya que la combinación de dos

términos tan amplios permite que cada uno desarrolle su propia concepción o definición de

economía social. Insistir más o menos en el aspecto económico o en el aspecto social: en el caso

límite, todo lo que tenga un impacto social en la economía, o viceversa, podría llamarse

economía social. Sin embargo, desde hace más de diez años es un concepto más específico el que

se ha impuesto a nivel internacional. Aunque los términos o definiciones pueden variar de un

país a otro, la idea de un tercer sector junto al sector privado, con fines de lucro y el sector

público sigue surgiendo en toda Europa y América del Norte. Ciertamente, este tercer sector de

la economía social no está separado de los demás por fronteras perfectamente definidas e

impenetrables, pero su propia dinámica es lo suficientemente original como para no confundirse

con los otros dos (López, 2001: 4). Asimismo, la Comisión Científica de CIRIEC-España (citada

por López y Ochoa, 2002: 424) define la economía social como “integrada por empresas

privadas que operan en el mercado y producen, aseguran o financian bienes y servicios y su

distribución genera ganancias y beneficios”. La toma de decisiones no está directamente ligada al

capital aportado por cada socio. El peso y la toma de decisiones es igual para todos los socios y
nunca se basa en el capital aportado por cada individuo. Asimismo, en el Primer Congreso de

Economía Social, celebrado en Madrid en 1992, en su programa manifiesto definió la economía

social como “cualquier actividad económica basada en la asociación de las personas en unidades

democráticas y participativas, con primacía del bienestar personal y social”. acción personal”.

Aportes de trabajo sobre capital. Los modelos de negocios que conforman este sector son: a)

cooperativas y sociedades laborales; b) mutualidades y mutualidades; c) Asociaciones y

fundaciones y otras entidades que respeten los principios de la economía social. El Comité

Asesor de Cooperativas, Mutualidades, Asociaciones y Fundaciones (CMAF) de la Comisión

Europea ha señalado las características que distinguen a las organizaciones de economía social

de las corporaciones: prioridad de las personas y del objeto social sobre el capital, con excepción

de las fundaciones Empresa Popular. b) afiliación voluntaria y abierta y control democrático de

sus miembros desde las bases; c) coincidencia de los intereses de los miembros usuarios y el

interés general; d) Defensa y aplicación del principio de solidaridad y responsabilidad; e)

Autonomía administrativa e independencia de los poderes públicos; f) Utilización de excedentes

para fines sociales mediante reinversión o distribución según la voluntad de sus socios para crear

empleos, actividades, nuevos negocios, retornos del capital invertido, servicios a los socios,

actividades socioculturales, etc. Un factor importante en la constitución de la economía social es

el reconocimiento de varias organizaciones como pertenecientes a la misma categoría. Se trata de

un reconocimiento que tiene tres dimensiones: un reconocimiento mutuo por parte de las

organizaciones que luchan por una identidad común, un reconocimiento político por parte de los

poderes públicos y otro por parte del entorno científico. En cualquier caso, y aunque estamos

lejos de llegar a un concepto universal de economía social, ya que hasta el momento no se ha

formulado una definición precisa de la misma, lo importante, y esta es la coherencia, es la


inclusión en las diferentes definiciones que se encuentran Existen Cooperativas, mutualidades y

asociaciones como organizaciones independientes.

Conclusiones

La economía popular y solidaria es una forma de organización económica que se basa en

los principios de solidaridad, cooperación y reciprocidad, y que busca satisfacer las necesidades

de las personas y generar ingresos, privilegiando el trabajo y el ser humano sobre el capital y el

lucro. Según la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria del Ecuador, existen tres

sectores que conforman la economía popular y solidaria: el cooperativo, el asociativo y el

comunitario. Cada uno de estos sectores tiene sus propias características, ventajas, desafíos y

ejemplos, que reflejan la diversidad y la pluralidad de las formas de organización económica en

el país. Estas formas de organización contribuyen al desarrollo social y económico del país, así

como a la consecución del buen vivir y del bien común, mediante la generación de empleo,

ingresos, bienes y servicios, que responden a las necesidades y demandas de la población,

especialmente de los sectores más vulnerables y excluidos. Sin embargo, estas formas de

organización también enfrentan dificultades y obstáculos, como la falta de reconocimiento,

apoyo y articulación por parte del Estado, el sector privado y la sociedad civil, así como la

competencia desleal, la informalidad, la falta de capacitación, innovación y calidad, entre otros.

Por lo tanto, se requiere de la participación activa de los actores sociales, económicos y políticos,

así como de la creación de un marco normativo, institucional y cultural que favorezca su

consolidación y expansión. La economía popular y solidaria es una alternativa viable y sostenible

para el desarrollo del país, que se basa en valores humanos y sociales, y que respeta la identidad,

la cultura y la naturaleza.
La economía social implica la formación de organizaciones, empresas o asociaciones en

las que el trabajo de cada miembro predomina o prima sobre el capital económico, y donde cada

una es igual a la otra en términos de toma de decisiones, siendo la participación una condición

sine qua non para la existencia. y funcionamiento de una economía social. De ahí la importancia

de estimular una participación genuina, es decir, que vaya más allá de la mera asistencia a

elecciones electorales, se trata de la formación de redes sociales que ofrezcan alternativas y

medidas concretas para resolver problemas que afectan a la sociedad o alcanzar metas que le

interesen, convirtiéndose, por tanto, un mecanismo para profundizar la democracia garantizando

la manejabilidad de los sistemas políticos y la legitimidad de los gobiernos elegidos

popularmente. En el caso específico de Venezuela, existen serias dudas sobre el éxito de las

cooperativas y otras organizaciones de economía social que se han creado en los últimos seis

años, dudas que giran en torno a si quienes las constituyen están involucrados en la toma de

decisiones, y por tanto dudas sobre hasta qué punto son realmente democráticos. Además, se

teme que no puedan alcanzar sus objetivos en términos de los servicios que se supone que deben

prestar o de las tareas que se supone que deben realizar y, lo que es aún más grave, se cree que la

reducción o retirada por cualquier razón del apoyo que les brinda el Estado seguramente

desaparecerán porque no están suficientemente basadas en los valores y principios del

cooperativismo, no son competitivas, carecen de mercado y, lo más grave, son organizaciones

“oportunistas” que toman ventaja de la situación. Asimismo, el hecho de que existan casi cien

mil cooperativas en el país no garantiza la participación ciudadana, dado su reducido número de

socios. Por lo tanto, será necesario observar el desarrollo de las cooperativas y otras empresas

sociales y esperar un tiempo para poner a prueba tanto las opiniones expresadas por sus

defensores como por sus detractores, insistiendo también en la importancia de abordar las dos
estrategias menos utilizadas en el país para el desarrollo. de las cooperativas, como la educación

como clave para organizarse y trabajar en conjunto con las asociaciones públicas, lo que sin duda

debería conducir a organizaciones más estables.

Referencias:

Iza, K. y Mayorga, M. (2018). Formas de organización de la economía popular y solidaria en el


Ecuador. Revista Observatorio de la Economía Latinoamericana, (junio 2018).
Arcos, P., Cevallos, J., Gómez, J. y Sánchez, J. (2011). La economía popular y solidaria: un
estudio exploratorio del sistema en Ecuador con enfoque de control y fiscalización. Revista
Economía y Política, 2(2), 7-32.
Guridi, L., Jara, C., Jaramillo, P. y Larrea, C. (2014). La economía popular y solidaria en el
Ecuador: una aproximación desde el sector comunitario. Revista Íconos, 48, 117-136.
Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria. (2011). Registro Oficial Suplemento 444 de
10-may-2011.
Constitución de la República del Ecuador. (2008). Registro Oficial 449 de 20-oct-2008.

También podría gustarte