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Lateralidad

Llamamos lateralidad a la utilización preferente de un lado u otro del


cuerpo para realizar determinadas tareas (escribir, escuchar, mirar, saltar...).
Explicado de forma sencilla, la lateralidad es la preferencia que todos tenemos por
utilizar una parte de nuestro cuerpo. Uno de los ejemplo más claros es el uso de
una mano por encima de la otra, así encontramos personas diestras o zurdas,
pero también ambidiestras. La lateralidad no se limita solo al uso de las manos y
extremidades, también ocurre lo mismo con el oído y el ojo.

Nuestro Sistema Nervioso presenta una organización binaria y, de hecho,


una gran parte de nuestro cuerpo presenta duplicidad: dos ojos, dos manos, dos
pies, dos orejas...y dos hemisferios cerebrales.

Cada uno de los dos Hemisferios Cerebrales (izquierdo y derecho) está


especializado en determinadas funciones cognitivas. El Hemisferio Izquierdo
procesa la información de una forma lógica, verbal y secuencial. Mientras el
Hemisferio Derecho realiza un proceso más global de la información que recibe,
es más intuitivo y también creativo.

Y también sabemos que el Hemisferio Derecho controla las acciones del


lado opuesto del cuerpo (izquierdo), mientras el Hemisferio Izquierdo controla las
del lado derecho del cuerpo.

La lateralidad debe estar definida en una persona alrededor de los 6-7


años de edad. Y esta lateralidad se refiere a las funciones que realizamos con
mano, pie, ojo y oído. Así como el Hemisferio Cerebral que domina en una
persona para realizar el procesamiento de la información que constantemente
recibimos.

De acuerdo con el desarrollo neuromotor, se establece el siguiente


proceso para facilitar la orientación del cuerpo:

1) Diferenciación global: Su propósito es utilizar los dos lados del cuerpo,


afinar el eje corporal, disociar progresivamente cada lado y facilitar la
preferencia natural que se expresa por la habilidad creciente de uno de
ellos, tanto del lado derecho como del izquierdo.

2) Orientación del propio cuerpo: Se refiere a las nociones izquierda –


derecha. En esta etapa interviene la toma de conciencia de los dos lados
apoyada por la verbalización. La integración bilateral de ambos lados del
cuerpo es una condición básica de la motricidad humana, de esta
integración depende la nocion de la línea media del cuerpo y es una
adquisición básica para orientarse en el espacio.La orientación se refuerza
con los ejercicios de disociación en donde se deben dominar todo lo que es:
derecha-izquierda (ancho); arriba-abajo (altura); delante-atrás
(profundidad).

3) Orientación corporal proyectada: Es la elaboración de la lateralidad de


otra persona u objeto. Este paso se inicia luego de que el niño ha logrado la
orientación de su propio cuerpo.

Cómo evoluciona la lateralidad en los niños

La lateralidad es un proceso dinámico que pasa por diferentes fases hasta


que aproximadamente a los 6-7 años termina por establecerse definitivamente. Es
importante que cuando el niño llegue a la edad de escolarización obligatoria (6
años) haya adquirido su lateralización.

El adecuado desarrollo de la lateralidad es imprescindible para un correcto


aprendizaje de la lectoescritura, la elaboración de su esquema corporal, la
organización de las referencias espaciales derecha-izquierda.

 Fase de indiferenciación (0-2 años): Se trata de un momento en el que el


niño no tiene definida su lateralidad. El pequeño descubre que tiene dos
manos y que le pertenecen. Es la etapa en la que le gusta agarrar y tirar los
objetos que manipula y se da cuenta que esto le permite interaccionar con
el medio.

 Fase de alternancia (2-4 años): Periodo en el que el niño se vuelve todo


un explorador, todo le fascina y por ello necesita ir de un lado para otro y
tocar todo lo que esté a su alcance. Si lo observamos detenidamente
veremos que aún utiliza las dos manos de forma indistinta para hacer
cualquier tipo de actividad.

 Fase de automatización (4-6 años): A partir de los 4 años, veremos cómo


poco a poco el niño va automatizando sus gestos. Es el momento en el que
el niño empieza a utilizar más un lado que otro. Así empezará a mirar por
un agujero por el ojo dominante, llevarse el auricular del teléfono al oído
preferente, chutar la pelota con el pie dominante, coger el lápiz para escribir
o un vaso para beber con la mano que finalmente va usar.

Como vemos, la lateralización se encuentra interrelacionada con el


conjunto de las funciones motrices y a la vez interviene en todos los niveles del
desarrollo del niño.

Tipos de lateralidad

Existen distintos tipos de lateralidad:

 Diestro: donde hay predominio cerebral del hemisferio izquierdo y


realizaciones motrices de derecha.

 Zurdo: cuando el hemisferio cerebral derecho es quien guía y ejerce la


acción motora del lado izquierdo de forma dominante.

 Diestro falso: son aquellas personas que han sido obligadas a realizar
tareas con la derecha cuando se consideraba la zurdera como una
enfermedad. Afortunadamente este tipo de creencias ya han desaparecido
prácticamente de nuestra sociedad.

 Ambidiestro: zurdo para algunas actividades y diestro para otras. No


existe un predominio claro, las acciones se realizan indistintamente con uno
u otro lado.

 Lateralidad cruzada: mano y el ojo predominante no pertenecen al mismo


lado. Es decir, cuando ojo, oído, mano y pie no presentan la misma
dominancia (ya sea izquierda o derecha). Podemos encontrarnos, pues,
con personas diestras de mano, pero zurdas de pie, ojo y oído. Aunque las
combinaciones son muchas. La lateralidad cruzada mano-ojo suele ser
sinónimo de Problemas de Aprendizaje en los procesos de lecto-escritura.
Importancia de la Lateralización

La lateralización es el proceso por el que se desarrolla la lateralidad y es


importante para el aprendizaje de la lecto-escritura y la completa madurez del
lenguaje, la enseñanza de las letras p, d, b, q, exige el dominio de la lateralidad; si
el niño no tiene conciencia de su lado derecho o izquierdo jamás podrá proyectar
al exterior su lateralidad, y se le dificultará la diferencia e identificación de estas
letras. Consideremos además que la lectura y escritura son procesos que se
cumplen de izquierda a derecha.

El dominar la lateralidad en el niño lo ayudará mucho a ubicarse con


respecto a otros objetos. El no hacerlo podría repercutir en las dificultades de
aprendizaje de algunas materias. Por ejemplo en el caso de las matemáticas se
sabe que para sumar y restar varias cantidades se empieza de derecha a
izquierda y si no ha trabajado su lateralidad le será difícil ubicarse frente al papel.
La lateralidad se consolida en la etapa escolar. Entre los 2 y 5 años observamos
que las manos se utilizan para peinarse, asearse en el baño, poner un clavo,
repartir un naipe, decir adiós, cruzar los brazos y manos, en estos dos casos la
mano dominante va sobre la otra. En la edad escolar el niño debe haber
alcanzado su lateralización y en función de su mano, pie, ojo y oído.

Actividades para el desarrollo de la lateralidad

 Actividades interactivas.
 Juegos.
 Otras estrategias educativas.

Ejemplos:

 Rodamos y lanzamos una pelota con una mano, con un pie, ...
 Señalar partes del cuerpo en muñecos, en los compañeros/ as y en
nosotros mismos mirándonos en un espejo.
 Señalar partes simétricas del cuerpo en los compañeros/ as.
 Por parejas, con los ojos vendados, nombramos las partes del cuerpo de
nuestro compañero/a.
 Realizar juegos de puntería: dianas con pelotas adhesivas para observar la
dominancia.
 Jugar a la pelota, con el pie acordado, según el color de la pelota, etc.
 Mirar por un telescopio o tubo de cartón (¡Piratas, al ataque!).
 Los niños y las niñas harán el movimiento de rotación de la cabeza hacia un
lado y hacia el otro, cambiando el sentido de rotación cada vez que lo
indique el maestro o la maestra.
 Siguiendo el ritmo de una marcha y otra melodía, desplazarse llevando el
globo en la mano y siguiendo las direcciones que indique el profesor: hacia
delante, hacia atrás, hacia la derecha, hacia la izquierda…
 Los niños sentirán el peso de su propio cuerpo sobre diferentes partes; para
ello el profesor irá nombrando las partes de apoyo: pierna derecha, pierna
izquierda, y nalgas, costado derecho, costado izquierdo, espalda y
hombros.
 Los niños y niñas se tocarán las diferentes partes del cuerpo, primero sin
nombrarlos y después al nombrarlos la maestra o maestro, los escolares
deberán nombrarlas sin equivocarse.
 Identificar la mitad derecha e izquierda en su propio cuerpo, en el de su
compañero y en su imagen frente a un espejo.
 Manipular, con su mano derecha, la mitad derecha de su cuerpo, iniciando
en la cabeza, ojos, oreja, cuello y tronco.
 Llevar diariamente una cinta de color en la muñeca de la mano derecha.
 Señalar en su compañero, puesto de espaldas, partes de su lado derecho e
izquierdo, esta misma actividad se realizará con el compañero puesto en
frente.
 Frente a un espejo grande y dividido en dos partes iguales con cinta
adhesiva, señalar su lado derecho e izquierdo.
 Hacer movimientos oculares de izquierda a derecha.
 Ejercicios unilaterales: con la mano derecha topar su pie derecho.
 Ejercicios simultáneos: con su mano izquierda topar su ojo derecho.
 Ejercicios con el brazo izquierdo y derecho: arriba, lateral, derecha.
 Lectura de carteles de imágenes: el niño debe identificar los dibujos del
cartel, siempre de izquierda a derecha, esta misma actividad puede
realizarse con colores.
 Dictado de dibujos: la maestra pedirá dibujar figuras geométricas,
controlando que el niño realice esto de izquierda a derecha.
 Trazo de líneas horizontales, verticales y con cambios de dirección.
 Hacer dibujos simultáneos: utilizando dos hojas de papel el niño hará
círculos simultáneos en las dos hojas y con las dos manos.
 El espejo: Dos parejas en posición estática adoptarán el rol de espejo. Se
turnarán para saber quién imita los movimientos del compañero, cambiando
de roles cuando uno de ellos pierda uno de ellos.
 El pelotón: Al pito del silbato varios niños, que fingirán ser soldados, irán
desplazarse en bloque hacia los lugares que indique el director.
 Adelante, atrás, a un lado, a otro: Los niños harán un gran círculo
cogiéndose de las manos. A las órdenes del monitor se desplazarán hacia
la derecha o izquierda, hacia delante o hacia atrás.

Necesidades educativas especiales que se pueden prevenir


o tratar a través del desarrollo de la lateralidad:

 Dificultades de aprendizaje, por ejemplo:

Discalculia: Es el trastorno específico del aprendizaje de las matemáticas.

Disgrafía: Es un trastorno específico de aprendizaje, que afecta a la forma


o al significado y es de tipo funcional. Se presenta en niños y niñas con
capacidad intelectual normal, con adecuada estimulación ambiental y sin
trastornos neurológicos, sensoriales, motrices o afectivos intensos.

Dislexia: Síndrome que afecta la identificación y memorización de letras o


grupos de letras, falta de orden y ritmo en la colocación y mala
estructuración de las frases, afectando tanto la lectura como a la escritura.

Disortografía: Dificultad específica en el aprendizaje de las formas


ortográficas, afecta la palabra no su trazado. Se manifiesta por el
desconocimiento o negligencia de las reglas gramaticales, olvido y
confusión en los artículos y pequeñas palabras.

 Discapacidad intelectual.
 Hipoacusia.

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