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PREGRADO
PATOLOGÍA LABORATORIO
VI CICLO
PRESENTADO POR
Docente:
Lima – Perú
2020-II
OBJETIVOS
INTRODUCCIÓN
Una correcta función celular precisa de un constante equilibrio entre el medio interno
de la célula y el medio ambiente que la rodea, es decir una homeostasis en la cual
debe existir un equilibrio hidroelectrolítico y un aporte sanguíneo suficiente que
llegue a las células a través de un sistema circulatorio permeable produciéndose un
intercambio o desplazamiento de agua entre los compartimientos intracelular y
extracelular, entre el intravascular e intersticial, y un desplazamiento de solutos
entre todos los compartimientos, proceso que en su conjunto estará bajo la
regulación hormonal con la participación de órganos como los riñones, corazón,
vasos sanguíneos, pulmones y sistema gastrointestinal. En el caso de que no fuera
posible que la célula esté en un estado de equilibrio e intercambio constante se
producirán una serie de alteraciones que ocasionarán transtornos hemodinámicos
como: edema, hiperemia, congestión, hemorragia, trombosis, embolismo,
tromboembolismo, infarto, shock y muerte. (1)
Líquido intersticial
15% o 11L
Líquido Extracelular
20% o 14L
Plasma sanguíneo
5% o 13L
Líquido Corporal Líquido Intracelular
Total 60% o 42L 40% o 28L
Líquido
Transcelular
Tipos de Embolia:
1. Dependiendo del trayecto: Embolia directa o anterógrada: el émbolo
sigue el camino de la circulación sanguínea. Ocurre cuando desde las
venas del círculo mayor o a partir del corazón derecho, los émbolos
llegan por las arterias pulmonares al pulmón, se conoce con el nombre
de embolia pulmonar. Los émbolos que penetran o se forman en el
corazón izquierdo o en las arterias del círculo mayor producen embolias
en las ramas terminales del bazo, riñones, cerebro o extremidades
inferiores.
_Embolia retrógrada: tiene lugar en las venas de las cavidades torácica
y abdominal, cuando por mecanismos de hiperpresión, como ocurre
cuando tosemos o al contraer la prensa abdominal, cambia la dirección
de la corriente sanguínea.
_Embolia paradójica/cruzada: ocurre como consecuencia de un émbolo
que sigue un camino anormal, desde el sistema venoso al arterial, a
través de una comunicación derecha izquierda, por el agujero de Botal
(interauricular), por una comunicación interventricular o una malformación
arteriovenosa pulmonar. Por ello un émbolo entra en corazón derecho y
produce una embolia en la red arterial del círculo mayor. Para que se
produzca, las presiones de las cavidades derechas tienen que superar a
las de cavidades izquierdas. Este tipo de embolia es poco frecuente.
2. Dependiendo de su constitución:
_Embolia sólida: Es la más frecuente, en particular el émbolo
trombótico, proveniente de un trombo. La embolia trombótica puede ser:
masiva, representada por un gran émbolo que incluso puede enclavarse
en la bifurcación de la arteria pulmonar (émbolo cabalgante); con trombos
de pequeño tamaño, que ocluyen ramas de pequeño calibre y
condicionan hemorragias, hipertensión pulmonar e infarto pulmonar; y,
por último, se pueden dar numerosas masas embólicas trombóticas.
_Embolia líquida: A este tipo de embolia pertenecen la embolia grasa y
la embolia de líquido amniótico.
a) Embolia grasa: la embolia grasa supone una obstrucción de los
vasos por partículas grasas circulantes. Se produce tras fracturas de
hueso largo (con una médula ósea rica en grasa), tras masajes
cardiacos prolongados, tras la liberación de depósitos grasos titulares
por pancreatitis agudas, osteomielitis, etc.
b) Embolia de líquido amniótico: se trata de una complicación grave,
pero infrecuente, del parto y del período postparto inmediato (1 de
cada 50.000 partos). Ocurre por la penetración de líquido amniótico o
de tejido fetal en la circulación materna a causa de un desgarro en las
membranas placentarias o a través de una rotura de las venas
uterinas. El líquido amniótico contiene escamas epiteliales, lanugo,
meconio, grasa, tromboplastina tisular y sustancias vasoactivas, como
prostaciclina y tromboxano. Las prostaglandinas causan una
vasoconstricción pulmonar y alteran la contractibilidad cardiaca y la
tromboplastina contribuye al desarrollo del cuadro de coagulación
intravascular diseminada (CID). Clínicamente, se manifiesta por
hemorragias, cianosis, disnea, edema pulmonar, vértigo,
obnubilación, convulsiones, coma y muerte. Si se sobrevive, suele
quedar como secuela una insuficiencia renal por necrosis cortical.
_Embolia gaseosa: La presencia de burbujas de gas en el árbol
vascular puede obstruir el flujo sanguíneo, y causar una lesión isquémica
distal, casi tan fácilmente como lo pueden hacer las masas trombóticas.
Causas:
El embolismo venoso: se produce al entrar aire en las venas del círculo
mayor cercanas al corazón después de traumatismos, al penetrar aire por
las venas uterinas durante el parto, en cirugía torácica o en el
neumotórax, donde la entrada de aire en las venas rotas tiene lugar
durante la inspiración, al disminuir la presión venosa. Se produce también
en operaciones neuroquirúrgicas, durante cirugías laparoscópicas, en la
inserción o retirada de catéter venoso central estando el paciente
sentado (debe estar en Trendelenburg: tumbado con los pies más altos).
La entrada de 100-150 cc de aire es suficiente para causar la muerte. El
aire penetra hasta el ventrículo derecho, donde forma una espuma con la
sangre, que colapsa el corazón e impide la entrada y salida de sangre al
ventrículo. Así, se produce un grave colapso cardiovascular pudiéndose
dar también una oclusión embólica de las arterias cerebrales.
El embolismo arterial: Se produce por cambios bruscos de la presión
atmosférica. Se trata de embolia por descompresión (nitrógeno), que
ocurre en los buzos o en los vuelos a gran altura. Se conoce también
como barotrauma. En condiciones de alta presión, aumenta la
concentración en la sangre, grasa y líquidos del organismo de O2, CO2 y
nitrógeno. Al producirse una descompresión rápida y pasar de una
presión alta a una situación de baja presión (al ascender del fondo del
mar o al iniciar la ascensión de los vuelos aéreos en cabinas no
presurizadas), se liberan estos gases. El O2 y el CO2 se absorben
rápidamente, sin embargo, no ocurre lo mismo con el nitrógeno, que al
ser soluble en la grasa se acumula en el tejido celular subcutáneo y en la
mielina del cerebro. Las burbujas de N pueden formar masas espumosas
de la misma manera que el aire, migrando distalmente y pudiendo
producir obstrucción arterial cerebral o coronaria. El N puede, también,
precipitar la cascada de la coagulación. (11)
Causas:
La aterosclerosis puede comenzar con daños o lesiones en la capa interna de
una arteria. Una vez que se daña la pared interna de una arteria, los glóbulos y
otras sustancias, generalmente, se aglomeran en el lugar de la lesión y se
acumulan en el recubrimiento interno de la arteria. Los daños pueden tener las
siguientes causas:
Presión arterial alta.
colesterol alto.
Triglicéridos altos, un tipo de grasa (lípido) en la sangre.
Tabaquismo y otras fuentes de tabaco.
Resistencia a la insulina, obesidad o diabetes.
Inflamación producida por enfermedades como la artritis, el lupus u otras
infecciones, o bien una inflamación por causas desconocidas.
Complicaciones:
Las complicaciones de la ateroesclerosis dependen de qué arterias están
bloqueadas. Por ejemplo:
Enfermedad de las arterias coronarias: Cuando la ateroesclerosis
hace que se estrechen las arterias cercanas al corazón, se puede contraer la
enfermedad de las arterias coronarias, la cual puede producir dolor de pecho
(angina de pecho), ataque cardíaco o insuficiencia cardíaca.
Enfermedad de las arterias carótidas: Cuando la ateroesclerosis hace
que se estrechen las arterias cercanas al cerebro, es posible que contraigas
la enfermedad de las arterias carótidas, las cuales pueden producir
accidentes isquémicos transitorios o accidentes cerebrovasculares.
Enfermedad arterial periférica: Cuando la ateroesclerosis hace que se
estrechen las arterias de los brazos o las piernas, es posible que contraigas
problemas de circulación en los brazos y las piernas, conocidos como
«enfermedad arterial periférica». Esto podría hacer que te vuelvas más
sensible al calor y el frío, al aumentar el riesgo de quemaduras o congelación.
En raras ocasiones, la mala circulación en los brazos y las piernas puede
producir muerte de tejido (gangrena).
Aneurismas: La ateroesclerosis también puede producir aneurismas,
una complicación grave que puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Un
aneurisma es una protuberancia en la pared de la arteria.
La mayoría de las personas con aneurismas no presenta síntomas. Puede
ocurrir dolor y pulsación en la región de un aneurisma, los cuales se
consideran de urgencia médica. Si se rompe un aneurisma, es posible que
haya sangrado interno que ponga en riesgo la vida. Aunque esto sea
generalmente un evento catastrófico y repentino,
es posible que haya una filtración lenta. Si se desprende un coágulo
sanguíneo dentro de un aneurisma, este podría bloquear una arteria en algún
punto distante.
Enfermedad renal crónica: La ateroesclerosis puede hacer que se estrechen
las arterias que se dirigen a los riñones, lo cual evita que la sangre oxigenada
llegue a ellos. Con el tiempo, esto puede afectar la función renal y
obstaculizar la eliminación de los desperdicios del cuerpo. (12)
Usos:
En casos de shock las medidas repetidas de la presión venosa central junto a
las determinaciones de la excreción urinaria por hora son los valores
principales que deben marcar la pauta terapéutica. Mientras la excreción
urinaria refleja el grado de perfusión de órganos vitales, la presión venosa
central refleja la habilidad del corazón en expulsar el retorno venoso que le
llega; ambos son valores dinámicos que informan del estado del sistema
circulatorio con mayor fidelidad que otros valores estáticos, como el estado de
la piel, la frecuencia del pulso y el valor hematocrito.
Por otra parte, la elevación de la presión venosa central por encima de valores
fisiológicos (hasta 15-20 cm H 20) indica la existencia de una sobrecarga
cardiaca y por tanto hay que suspender la administración de fluidos
temporalmente, procurando obtener un buen volumen sistólico a base de
mejorar el estado de la bomba cardíaca [digital, oxígeno, etc.]. Persistir con la
administración de fluidos en un corazón sobrecargado es peligroso y no va a
mejorar el estado de shock, aunque exista la evidencia de un volumen
circulante disminuido. Cuando la acción cardiaca ha mejorado, la presión
venosa central bajará a niveles normales, pudiendo entonces reanudar la
rehidratación de modo eficaz y sin peligro.
Existen situaciones especiales en ras que la medida dc la presión venosa
central es de utilidad diagnostica, corno ocurre en el caso de taponamiento
cardíaco. Es muy posible que exista un estado de shock, sobre todo si es
debido a una herida en el miocardio con pérdida de sangre en la cavidad
pericárdica; pero también es muy posible que la presión venosa central esté
anormalmente elevada, en cuyo caso la administración de sangre se halla
contraindicada hasta que se libere el taponamiento, bien por pericardiocentesis,
bien quirúrgicamente. (13)
Procedimiento de medición:
Colocar el manómetro verticalmente en el pie de gotero, recordando que
el punto cero deberá coincidir con la línea axilar media del paciente.
Girar la llave de tres pasos de forma que el suero fisiológico llene la
columna del manómetro.
Girar la llave de tres pasos de forma que se abra la conexión entre el
manómetro y el catéter.
Observar el descenso de la columna de líquido en el manómetro.
La columna de líquido del manómetro comenzará a descender
fluctuando con las respiraciones del paciente.
Una vez estabilizado el líquido, durante un mínimo de 2-3 movimientos
respiratorios, se realizará la lectura en el manómetro, indicándonos dicha
lectura la PVC.
Realizar la medición colocando los ojos a la altura de la columna.
Girar la llave de tres pasos de forma que permita el flujo de suero
fisiológico hacia el catéter.
Registrar la cifra de PVC en la hoja de enfermería.
Sistema venoso superficial: Está formado por las venas que se encuentran
en el territorio comprendido entre la piel y la aponeurosis de los músculos. Las
dos venas más importantes de este sistema superficial son las venas safena
interna y safena externa. La vena safena interna también llamada safena
principal se inicia en el dorso del pie, discurre por la cara anterior del maléolo
interno hacia arriba por la cara anterior interna del muslo, se va haciendo
anterior hasta llegar a la zona inguinal donde, en el triángulo de Scarpa,
desemboca en la vena femoral común formando el cayado de la vena safena
interna. La vena safena interna se encuentra relacionada en su recorrido con
los nervios safeno y crural, con la cadena linfática ganglionar y linfáticos
superficiales y con venas colaterales como la circunfleja ilíaca, la subcutánea
abdominal y la vena pudenda externa.