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Sharp power
Para empezar es importante tener en cuenta el concepto de Sharp power, Joseph Nye en un
artículo de la revista Foreign Affairs, hace referencia a que el termino es acuñado por
Christopher Walker y Jessica Ludwig, el cual es el uso de políticas diplomáticas
manipuladoras por parte de un país para influenciar el sistema político de otro país. Este
puede incluir los intentos de un país de manipular y administrar información sobre sí
mismo en los medios informativos y sistemas educativos de otro (Nye, 2018).
Ahora bien el sharp power es usado como una herramienta de política exterior, es decir, que
es una táctica para transgredir, punzar y contaminar los ambientes mediáticos de las otras
sociedades con el fin de reforzar la legitimidad de la propias, es todo lo contrario del soft
power defendidos desde el final de la Guerra Fría por Joseph Nye. El objetivo del sharp
power no es influir ni atraer culturalmente para formar alianzas sociales.
Dicho lo anterior se puede evidenciar como diversos países han acogido el poder punzante
como estrategia internacional. En primer lugar se encuentra en las elecciones a presidencia
en Estados unidos en el año 2016 en las cuales gano el republicano Donald Trump. Se dice
que durante la campaña circularon noticias falsas, rumores y publicidad engañosa, siendo
los posibles responsable de mencionadas divulgaciones el gobierno Ruso. Esta información
fue distribuida por medio de las redes sociales.
Este acontecimiento inicio cuando China busco la cadena hotelera Mrriott internacional,
para obligarla a dejar las contrataciones que tenían con Taiwán, Hong Kong, Macao y
Tíbet. Posteriormente busco la marca de ropa Española Zara y a una suministradora de
dispositivos médicos, para amenazarla por incluirlas como nación a Taiwán en su sitio web.
Estas compañías se vieron en la obligación de ceder ante el poder punzante que estaba
ejerciendo la gran potencia para “salva guardar” sus interese.
En otros similares China ha usado diversos medios y momentos para demostrar su poder y
su fuerza por medio de presión hacia las compañías aéreas internacionales, incluso sobre la
Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) (Shen, 2018). Así la administración
de aviación de china le impuso a varias aerolíneas internacionales dejar de referirse a
Taiwán como país, amenazando con tomar medidas legales y administrativas severas
respecto a que no es reconocido como Estado. Bajo esta presión el gobierno Chino hace una
violación a los mecanismos de libre comercio y las normas de la Organización de libre
comercio.
Así mismo, el gobierno Chino se vio involucrado en una dinámica de espionaje, sospechas,
grabaciones, donaciones sospechosas con intensiones difusas que afectaban a partidos
políticos, a políticos, profesores de universidad y funcionarios públicos, respaldados por
empresarios chinos, esta situación se dio con el gobierno Australiano. Similares a este se
han dado en lugares como Nueva Zelanda y Cada, así mismo china por medio de las redes
sociales tarta de influenciar a los ciudadanos, funcionarios, políticos y legisladores de
varios países Europeos, estratégicamente los ha convertido en la entra de expansión de su
estrategia de Sharp Power a las naciones que se encuentran ubicadas alrededor de la Unión
Europea (Shen, 2018).
Por consiguiente se puede decir que China tiene un gran control sobre bases militares,
enclaves estratégicos y puertos alrededor del mundo, los cuales ha logrado “dominar” por
medio de la estrategia de la deuda trampa, es decir, que da préstamos a países vulnerables
que luego no tiene la capacidad financiera para cubrir la deuda recibiendo a cambio
influencias en la infra estructura de puntos estratégicos además de aquella económica. Un
claro ejemplo es el control que ha ejercido China en el puerto de Hambantota de Sri Lanka
y el acceso a colocar una base militar en Vanuatu, sitio ubicado estratégicamente debido a
su cercanía con Australia, teniendo acceso al océano Pacifico expandiendo su poderío
militar.
En el mundo tecnológico que se maneja hoy en el día a día se evidencia que las redes
sociales son una nueva forma para ejercer las estrategias de Sharp Power, en el caso de
China varias compañías de teléfonos móviles han accedido a los datos de los usuarios de
Facebook sin consentimiento explícitos de estos. En este caso incidieron sobre la intimidad
de las personas (Shen, 2018). Facebook afirma que este hecho estuvo controlado y vigilado
por el servicio de inteligencia de los Estados Unidos, pero se corren rumores de que puede
ser una estrategia de espionaje y que por lo tanto han dado alerta para estar pendientes de
cualquier acción sospechosa.
En otro orden de ideas en los últimos años, Rusia y China han invertido considerables
recursos en escenarios típicamente asociados con el "poder blando”, buscando la mejoría de
su figura como país ante las relaciones internacionales, por medio de varios proyectos como
lo es en el caso de China el instituto Confucio el cual tiene sedes dentro de diversas
universidades en el mundo donde su objetivo es promover la lengua y la cultura. Pero estos
países tienden a tener un bajo desempeño en el momento de ver las estadísticas de opinión
pública mundial y en los índices de poder blando, lo que refuerza la idea de que la
atracción y la persuasión son incompatibles con el autoritarismo.
Internacionalmente las autocracias no dan una buena imagen, estos regímenes con intereses
ambiciosos proyectan más influencias más allá de sus ideales más de sus fronteras, del
mismo modo, China está flexionando sus músculos militares en el Mar del Sur de China y
en su disputada frontera con la India. Pero, al igual que Rusia, China ha sido mucho más
activa utilizando otras formas de influencia en la última década. Estos regímenes pueden
proyectar una influencia real en el exterior, dado el resurgimiento del autoritarismo
en todo el mundo, es un momento oportuno para reflexionar sobre esta aparente paradoja.
Es de suponer que los gobiernos autoritarios, que suprimen el pluralismo político y la libre
expresión para mantener el poder en el interior, se inclinarían a actuar de manera similar a
nivel internacional para salvaguardar sus intereses. Estos regímenes han adoptado por
hacer espionaje, por manejar advertencias severas a otros países para controlar aquello que
quieren poseer.
Por otra parte China y Rusia son el elefante en la sala a la hora de hablar de sharp power
ya que juntos territorios han realizado una gran inversión buscado limitar en lo posible la
influencia cultural y política del exterior en sus respectivos territorios, con la idea de
controlar y amentar su poderío militar.