Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TEMA1PSICOMOTRICIDAD
TEMA1PSICOMOTRICIDAD
Área que se ocupa del estudio y comprensión de los fenómenos relacionados con el
movimiento corporal y su desarrollo. También en la psicomotricidad es una forma de
abordar la educación desarrollando capacidades como la inteligencia, la comunicación, la
sociabilidad, afectividad y aprendizaje.
La psicomotricidad desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la personalidad.
Partiendo de esta concepción se desarrollan distintas formas de intervención que
encuentran su aplicación en los ámbitos preventivo, educativo, reeducativo y terapéutico.
La psicomotricidad vivenciada surge en los años setenta del siglo pasado gracias a
Aucouturier, quien entendía la disciplina desde el movimiento libre y espontáneo,
permitiendo a la persona interactuar con el medio que le rodea. En este contexto, la
práctica psicomotriz se realiza dentro de un ambiente educativo, alejada de los objetivos
terapéuticos que hasta ese momento la habían caracterizado.
A pesar del notable aumento de publicaciones y estudios sobre la psicomotricidad vivencial
que ha habido en los últimos años, esta se halla todavía poco implantada en el campo de la
educación infantil. Ello se debe fundamentalmente a la gran preparación técnica que
requiere para poder entender toda su complejidad.
Las capacidades relacionales del profesional son esenciales, ya que las sesiones no se
programan. Se deja que el movimiento salga a partir del deseo de cada persona por la
acción, por lo que el rol del psicomotricista es de escucha y respeto, sin que se impongan
ejercicios ni se juzgue el ritmo de desarrollo de la persona.
Estas son las principales ventajas de la psicomotricidad vivenciada:
Plantea situaciones que permiten el desarrollo global de la persona, sin incidir en
aspectos concretos del mismo.
libera al individuo de posibles conductas desadaptadas, ofreciéndole la oportunidad
de encaminarlas a conductas adaptadas mediante la comunicación con las demás
personas y con el medio físico.
Promueve la participación y la colaboración. Existen unas normas dentro de las
sesiones que son consensuadas e interiorizadas por los participantes.
Vela siempre por el placer de la persona al actuar, considerando que ello le llevará al
placer de pensar y de trasladarse más allá de la acción. El ámbito emocional y
afectivo están mucho más presentes y permanecen unidos a la expresión corporal y
la comunicación no verbal.
En cuanto a los inconvenientes asociados a la psicomotricidad vivenciada, se pueden
resumir en los siguientes:
Requiere un gran equilibrio personal y unas actitudes muy específicas por parte
del psicomotricista: crear un ambiente de aceptación incondicionada, favorecer
la comunicación y la seguridad afectiva en un ambiente libre, comprender la gran
variedad expresiva que manifiestan las personas dependiendo de sus situaciones
personales, etc.
Es difícil de aplicar en la escuela infantil debido a la limitación del número de
participantes en las sesiones, cuatro como máximo.
Aparece desvinculada de los aspectos curriculares, ya que no plantea la consecución
de destrezas concretas especificadas en las propuestas didácticas..
Esquema/imagen corporal
Control tónico-postural
El control práxico
Estructuración espacio/temporal
Estructuración temporal
La estructuración espacio-temporal
El movimiento se produce a la vez en el espacio y el tiempo. El conocimiento sobre ambos
momentos no es innato, sino que el niño lo va adquiriendo a lo largo de su desarrollo gracias
a su propia actividad corporal y a las experiencias exteroceptivas e interoceptivas que
vive.
Espacio es todo lo que rodea al cuerpo: el lugar donde se produce el movimiento corporal,
se relaciona con los objetos y los otros cuerpos y donde adopta diferentes posiciones. El
conocimiento del espacio permite tomar conciencia de las posibilidades de acción corporal.
La estructuración espacial consiste en el desarrollo de una representación del cuerpo
situado en un espacio en el que se consideran los planos fundamentales arriba-abajo,
delante-detrás, izquierda-derecha. En esta estructuración juego un papel fundamental la
percepción visual, táctil y propioceptiva.
Cuando el niño comienza a desplazarse, sobre todo mediante la marcha autónoma, empieza
a concebir el espacio como la relación del propio cuerpo con tos objetos y, más tarde, de
los objetos entre sí.
La estructuración temporal
El concepto de «tiempo» está vinculado al concepto de espacio de tal forma que es
imposible potenciar el primero si no es en función del segundo. Se puede definir el tiempo
como movimiento en el espacio.
La estructuración temporal suele aparecer más tarde que la espacial. El tiempo se percibe
sobre todo a partir de acontecimientos y sucesos que se producen en un espacio, como la
duración de un movimiento o su velocidad.
Las rutinas y los horarios estables en actividades y juegos ayudan al niño a construir las
representaciones del tiempo a través de la anticipación. Posteriormente comienzan a usar y
aprender las etiquetas verbales para situar episodios en el tiempo (antes-después, ayer-
hoy-mañana o día-noche.
Son aquellas en las que predomina la actividad del tono muscular como forma de
comunicación emocional. Dependiendo de lo que sienta la persona, el tono muscular puede
oscilar desde la hiper a la hipotonia, los niña transmiten mensajes como que necesita, que
le gusta y que rechaza, con que se siente cómodo, etc.
El ser humano recurre a esta forma de comunicación corporal de manera constante en
cualquier contexto, y no solo en el aula de psicomotricidad. Su éxito comunicativo depende
de que el receptor sepa responder a ella de forma adecuada.
En el caso de la educación infantil, el educador debe facilitar el acto comunicativo desde el
afecto, el respeto y la seguridad.
Las situaciones tónico-emocionales pueden ser detectadas si se atienden a algunas de sus
características más comunes:
El placer del contacto táctil. El contacto corporal con objetos u otras personas
proporciona una sensación agradable, por lo que tiende a ser utilizado como forma de
comunicación con el entorno. En el caso de los niños, estos buscan relacionarse a través del
contacto táctil con los objetos, con otras personas o con su propio cuerpo.
Todas las situaciones tónico-emocionales forman parte de un acto comunicativo que el niño
puede realizar de muy distintas formas: relajadamente, mediante golpes o patadas, etc.
Es frecuente que los niños se relacionen con los objetos o los empleen para comunicarse
con otras personas (objeto mediador). Por ello no se debe impulsar al niño a un uso
concreto de los objetos si se percibe que se encuentra en una situación tónico-emocional,
sino permitirle que mantenga esa relación con ellos y apoyar ese intercambio.
Los objetos ideales para este nivel son aquellos que permiten descargar energía sin
dañarse, dar masajes, llegar a situaciones de distensión y relax e incluso envolverse y
refugiarse en ellos. Por ello deben tener como principales caracteristicas las de ser
blandos, cálidos, flexibles, elásticos y adaptables.
Algunos objetos se adaptan especialmente a estas singularidades: Pelotas, telas, cuerdas o
trozos de papel.
Peluches o cojines, estructuras de goma espuma.
B.- SITUACIONES SENSORIOMOTORAS
Las situaciones sensoriomotoras tienen como objetivo la acción misma y el placer que la
persona encuentra al moverse. Lo que el individuo quiere es explorar el movimiento,
percibir las posibilidades corporales, sentir el placer de buscar los límites y asumir
riesgos motores, de ponerse retos en la propia acción.
En el caso de los niños, estos están a la vez desarrollando y poniendo en juego toda una
serie de adquisiciones evolutivas que se consolidan con la propia acción. El psicomotrices
debe tener en cuenta que, de forma paralela, hay una sensibilización hacia el mundo
exterior a través de esas acciones.
Las situaciones sensoriomotoras son fácilmente detectables en la educacion infantil, ya
que se basan en la repetición de acciones y movimientos que ofrecen al niño gran placer
debido a que crean en el sentimientos de competencia. Este placer suele venir acompañado
de constantes llamadas de atención a las personas del entorno para que observen sus
movimientos
Otra forma de detectar este tipo de situaciones es a través del tipo de acción-sensación
que implican. En este nivel se pueden distinguir cuatro tipos diferentes:
Cinestésicas. Se caracterizan por un movimiento corporal muy amplio (motricidad
gruesa como giros, volteretas, carreras, saltos, etc.
Laberíntico-vestibulares. Son acciones que provocan una sensación de equilibrio
desequilibrio.
Posturales. Permiten obtener una sensación de la posición y la postura que tiene el
cuerpo y sus diferentes partes.
Exteroceptivas. Son de tipo fundamentalmente táctil y visual, pero también puede
incluir sensaciones olfativas, auditivas y gustativas. En realidad, todas ellas se
obtienen a través del movimiento corporal.
Estos son algunos de los objetos habituales que son empleados en este tipo de situaciones:
Colchonetas y estructuras de goma espuma. Cuerdas, telas y saquitos, pelotas de todos los
tamaños, bancos suecos, zancos, balancines y correpasillos, juguetes de arrastre.
La acción sin el objeto también es posible e importante en el nivel sensoriomotor. El
educador deberá contar con un espacio amplio y seguro que permita movimientos de
arrastre por el suelo, gatear, saltar, rodar, etc