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DE CRITICA Y PRODUCCION

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MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD: Renzi - DoHi - Barth -


Libertella - Lyotard - José - Liernur / Filosofía y cultura po-
lítica: Terán / Literatura Brasileña: .R. Antelo / El periodismo
agorero: E. Ruiz' / Buñuel: Cuperman Shapiro. / Lecturas: ú -

Crítica actual - A. Basualdo - Literatura latinoamericana.

Facultad de Filosofía y Letras/UBA


DE CRITICA Y PRODUCCION

Nros. -4 - 5 - Noviembre-Diciembre 1986 Editorial ,.......................................... 1


Publicación de la Secretaría de Cien años de modernidad
Extensión Universitaria y' Bienestar Juan Pablo Henzi :. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Estudiantil - Facultad de Patografía, vanguardia, postmodernidad
Filosofía y Letras UBA.
Héctor LiberteIla 7
Marcelo T. de Alvear 2230 Buenos Aires
¿Qué es el iluminismo de "¿Qué es el iluminismo?"?
Autoridades: Jorge Eugenio Dotti 10
Decano de la Facultad de Las pedagogías del postmodernismo
Filosofa y Letras:
Susana José ,................... 20
Prof. Norherto Rodríguez Bustamante
La arquitectura postmoderna
, Secretario Académico:
Pancho Liernur : ·................. 23
Lic. Mauricío Boivin
Secretario de Extensión Universitaria y . ApORTES
Bienestar Estudiantil:
La literatura post moderna
Lic. Gladys Palau
John Barth ".,.. :'......................... 27
Secretario de .super.visión Entrevista a ]. F. Lyotard 35
Administrativa: " Respuesta a la pregunta ¿Qué es el iluminismo?
D. Víctor M. Mohr
Introducción, traducción y notas de Jorge E. Dotti 40
Comité de redacción: Filosofía y cultura política en la Argentina (1956-1966)
[orge Dotti, Cladys Palau, Oscar Terán ' 48
Alfredo ' PuciareIfi
,,' El periodismo agorero: Los editoriales de J. Iglesias Rauco
Asesor editorial y secretario Elida Ruiz ,............ 52
de redcJ,cQÍón: Literatura brasileña: tradición, contradición
Carlos Dámaso Martínez Raúl Antelo , , .. " .. '.' '.' 60
Secretaria administrativa: Reconstruir a Buñuel
María ~1. Campos de Bobbola P. Cuperman y O. Shapiro 65
"El señor presidente" y la crisis de la literatura moderna
Colaboradores: ;1.
Raúl Aranovich ,: :.......... 69
Néstor García Canclini, Sergio Chejíec,
Leandro H. Gutiérrez, Jorge Panesi,
LECfURAS
Luis A; Romero, Beatriz Sarlo, Mónica
Tamborenea, Oscar Terán, Eliseo Ve- Estrategias de la crítica actual.
rón. ~ Nora Domínguez . .. . .. . . . . .. . . .. . . . . .. .. . .. 73
Colaboran en este número: Examinar y ordenar una literatura plural
Raúl Antelo, Raúl Aranovich, C. Amor Graciela Montaldo ,............................ 76
[ohn B~th, A. Cassini, Sergio Chejfec, La configuración de una zona narrativa
[orge É,., Dotti, Nora Domínguez, Su- Gloria PampilIo " ",' ., , .. ' \~".~
. •78
sana José, Héctor LiberteIla, Pancho
Los movimientos ilusorios
Liernur, J. F. Lyotard, Graciela Mon-
taldo, Gloria Pampillo, Juan Pablo ,Sergio Chejfec ,................... 81
Henzi, Elida Ruiz, M. C. Reigadas,
Oscar Terán. ApÉNDICE

Ilustraciones: Adrián Matteri Derechos humanos: cultura y soberanía


María C. Heigadas ' 83
Impreso en la Imprenta de la
Facultad de Filosofía y Letras de Fundación de una ética de los derechos humanos
la Universidad de Buenos Aires. C. Amor y A. Cassiní ,.................. 85
PANCHO LIERNUR


La arqultectura
postmoderna

l. Típico producto del mercado moderno de ar- más allá de las razones de validación imaginadas
te, la "arquitectura posmodernista" es sobre todo por sus propios creadores.
una exitosa creación de un sector de la crítica. Lo que comprobamos en primer lugar es que la
La operación fue iniciada por Charles Jencks, categoría no se presenta como una tendencia más,
Bob Stern y Paul Goldbergerg en los Estados Uni- basada en alguna característica sustantiva del gru-
dos, continuada por la brillante puesta en escena po de obras que supone identificar.
de la "Strada Novíssíma" a cargo de Paolo Porto-
Tal tipo de identificaciones, frecuentes en los
ghesi en la Bienal de Venecia y sostenida por suce-
movimientos artísticos, se han empleado también
sivas acciones como las de Klotz, desde la dirección
en el campo del debate arquitectónico. Así ha ocu-
del Museo de Arquitectura de Frankfurt.
rrido también con el "funcíonalísmmo", el "brutalis-
'No sería difícil comenzar descartando por ino-
rno", el "organícísmo", el "metabolismo", y otros "is-
cua una denominación tan genérica. Porque como
rnos" en los que particularidades corno la función
bien dice Gombrich: "pocos son los amadores de
mecánica, los materiales de construcción, la relación
arte que no han experimentado alguna vez una sen-
con las topografías de la vida, o el cambio y trans-
sación de impaciencia frente al hábito de etiquetar
formación de las formas en el tiempo asumían un
y encasillar, típico de los historiadores de inspira-
rol dominante en la composición arquitectónica. Y
ción académica"."
aun el "modernismo", dentro de los límites que ve-
Pero abordar el tema desde estas posiciones rigo-
remos enseguida, de algún modo aludía a caracte-
ristas no nos sirve, en tanto nos conduce a. dejar
rísticas bien precisas del mundo contemporáneo.
de lado demasiado rápidamente un fenómeno al que
aún en su expresión más patológica debe recono- Lo "posmoderno" en cambio, no nos propone in-
cérsele alguna entidad, al menos como alucinación dicación alguna de atributos. Y en cambio nos remi-
colectiva. te a un tiempo: a la totalidad del tiempo que,
Por eso lo que parece más conveniente es tratar se presume, sigue al de la modernidad.
de preguntamos acerca de la función de esta suer- Vale decir que la designación actúa en lo escen-
te de "forma de fe" en el debate arquitectónico cial como frontera: dibuja un borde detrás del cual
contemporáneo,tratando de detectar su lugar real, sólo es posible esperar un espacio vacío, lábil.
En este espacio resulta sumamente difícil en Ar- son sino expresiones consolatorias frente al fracaso
quitectura formular características comunes que de los intentos demiúrgicos a los que una profesión
puedan presentar a un conjunto amplio de obras vá- de magnificentes raíces faraónicas se ve reenviada
lidamente englobables más allá de una mera va- una y otra vez por el vaciamiento efectivo de su
guedad según algún desempolvado "espíritu del tiem- rol en la sociedad.
po". A tal punto que ha sido frecuente que persona- En efecto, ya es imposible ignorar que el "Movi-
jes sindicados como "posmodernístas' por algún crí- miento Moderno" fue diseñado como el heroico por-
tico testarudo, negaran y hasta repudiaran abierta- taestandarte abatido por una sociedad "necia" fren-
mente cualquier vinculación con el "movimiento". te a sus anuncios y recomendaciones. A la efectiva
Pero es necesario advertir que el empeño en esta diversidad, multiplicidad y autonomía del real de-
demarcación no parece fortuito. Paradójicamente, la senvolverse de la lógica de la Técnica y el Capital,
sanción de la "arquitectura posmoderna" propicia un a la dolorosa comprobación de la insignificancia del
doble movimiento: ~r un lado se clausura el tiempo propio rol dentro de esa lógica, se respondía pro-
del "Movimiento Moderno"; por el otro se valida su_ curando defender el núcleo de la disciplina, median-
eiístencia. Bien observado, el primer movimiento pa- te la invención de un paradigma narrativo de estruc-
rece más bien el necesario preludio del segundo: se tura bíblica: Padres, anuncios, Profetas, traidores,
clausura el tiempo del "Movimiento Moderno" pre- martirios y resurrecciones.
cisamente para validar su existencia. Lo sugestivo es Pero más que el contenido de su relato, lo signifi-
que esto OCUlTeen el momento en que como conse- cativo en la aceptación de este paradigma es su con-
cuencia de trabajos de investigación producidos des- secuencia: la liquidación del problema de lo mo-
de distintas orientaciones historiográficas, la noción derno, o peor aún, el reemplazo de sus iluminacio-
de "Movimiento Moderno" comienza a disolver su nes más valiosas por un manual inofensivo de fórmu-
presunta consistencia, delatando una fundación pu- las de moralina. A tal punto que las diversas y fre-
ramente mítica. De modo tal que tampoco el "Movi- cuentemente opuestas y contradictorias historias rea-
miento Moderno" puede ser comprendido ya sino les de las arquitecturas de las primeras décadas del
como una creación crítica, aquella identificable en siglo fueron sustituidas por un teleológico "Movi-
la línea que une los trabajos de Platz ("Die Bau- miento" que las "sintetizaba" en una unidad tan in-
kunst del' neusten Zeít", 1927), Hitchcock y John- ofensiva como improbable.
son ("The International Style", 1932), Pevsner ("Pio- La similitud con nuestras circunstancias no llama
neers of the Modern Movement", 1936), Behrendt la atención: ¿o puede resultar un exclusivo produc-
("Modern Building", 1938) )y Gideion ("Space, to del azar que también en este caso los "posmoder-
Time and Architecture", 1941). nistas' se presenten exactamente a continuación de
Una creación, o mejor un topos literario, cuya "his- la Gran Desilusión experimentada por la New Left a
toria" "no puede ser en modo alguno colocada en mediados de los setenta?
el interior de una esfera homóloga a la de otras his- y no se trata de una similitud vagamente gené-
toriografías disciplinarias específicas (como por ejem- rica.
plo la historia de la economía u otras): en efecto, Figuras claves del "posmodernismo", como Bob
lo que para estas últimas no hubiera sido -ya en- Venturi o Paolo Portoghesi provienen de esas expe-
tonces.,- jamás aceptado, o sea la no declarada sus- riecias.
titución de una impostación axiológíca a una cien- Venturi formaba parte de Advocacy Planning, una
tífica, pero producida por los hechos, ha sido agrupación de intelectuales que se proponía trabajar
aceptado tácitamente, sin discusiones, por la historio- asesorando a los grupos que ocupaban edificios en
grafía arquitectónica", para decirlo con María Luisa los ghettos negros. Portoghesi, entonces decano del
Scalvini.f Politécnico de Milán, encabezaba en los primeros se-
Se trata de una sustitución de ningún modo tan- tenta las movilizaciones de solidaridad con los emi-
gencial a nuestro tema, puesto que es la existencia grantes meridionales sin casa, ofreciéndoles como al-
de la figura -del "Movimiento Moderno"- -y no su bergue el edificio de la Escuela que dirigía. Menos
impostación axiológica- lo que la nueva figura de la obvios políticamente, otros "ínsospechables" como
"Arquitectura Posmoderna" viene presuntamente a Peter Eísenrnan y Michael Graves actuaban en los '60
reemplazar. asociados en planes de Urban Design y reestructura-
y no es extraño que esto suceda cuando ambas no ción de zonas de Manhattan "ricos en utópicas pro-

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puestas sociales". Richard Meier trabajaba dentro de cuente en la "arquitectura moderna" hasta los años
la Urban Development Corporatíon, el ente más pro- cuarenta. o porque los temas historicistas invaden
gresista en el campo de la edilicia popular en el es- las arquitecturas de los cincuenta en adelante. desde
tado de Nueva York. Walter Gropius hasta Louis Kahn; sino porque el te-
ma de la Historia está vivamente presente en toda
II. Es cierto que puede argumentarse que forma
la obra de Maestros canónicos del "movimiento Mo-
o no de renuncia. la "arquitectura posmodemísta" no
derno". Como lo viene demostrando en forma rotun-
carece de identidad; o dicho de otro modo. que pue-
da la historiografía de los últimos años, es imposible
den observarse algunas características comunes en
comprender la Arquitectura de Mies van der Rohe,
la arquitectura de los años ochenta; tales que permi-
de Le Corbusíer, de Alvar Aalto, sin advertir su pro-
ten diferenciarlas sustancialmente de la producida con
funda y comprometida relación con la Historia.
anterioridad en este siglo.
Y bien. dejemos por un momento de lado la difi- • Tampoco el segundo grupo resulta convincente.
cultad que supone hablar de UNA arquitectura de y mucho menos abarcante de la totalidad de la pro-
este siglo. Tratemos en cambio de comprobar si al ducción contemporánea. presuntamente "posmoder-
menos puede hablarse de tales características. na".
Podemos registrar al menos cuatro grupos de opi- Es cierto que una parte de los movimientos de Ar-
nión dispuestos a argumentar en favor de una co- quitectura Moderna desdeñaban el bricolage tanto
munidad de rasgos en la "arquitectura de hoy" (pos- como la composición clásica. Pero basta analizar la
modernísta o no). obra del propio Le Corbusier (y pienso en la terraza
l. Quienes consideran importante una relación li- Beistegui o en el edificio de la Armee du Salut, por
bre con el pasado. y por ende un empleo desprejui- ejemplo). pero también la de Duicker o Van der
ciado de sus signos. Este es el sentido de la exposi- Vlught en Holanda; Melnikov y tantos otros arqui-
ción "La presencia del pasado", organizada por Por- tectos soviéticos; o la heterotopia que caracteriza las
toghesi en Venecia. plantas de Aalto; o las complejas imbricaciones de
Scharoun, para advertir que también estas operacio-
2. Quienes juzgan que más que esta relación libre nes cuentan con una rica tradición.
con el pasado. lo determinante es la adopción de un
modo compositívo, el del bricolage. radicalmente dis- • Si comprobar una comunidad de actitudes fren-
tinto a la búsqueda de síntesis que caracterizaría a te a la Ciudad entre arquitecturas como las de Zaha
la "arquitectura moderna". Hadid y Joseph Kleíhues, o entre las de Mario Botta
y Bob Stern; o detectar similitud de aproximaciones
3. Quienes atribuyen la característica más impor-
a la cuestión tipológica entre Giorgio Grassi y Philip
tante de estos años, a la consideración desde una
Johnson, resulta evidentemente un propósito absurdo;
nueva óptica de las relaciones entre arquitectura y
no lo es menos cancelar de un plumazo crítico la
ciudad, y ligado a esto a la operación sobre la base
larga tarea de búsqueda que sobre estos temas está
de criterios tipológicos.
presente en una parte importante de las historias de
4. Quienes sostienen que lo que constituye un ras- las arquitecturas de este siglo. Así la investigación
go común es la "liviandad", la conciente "banalidad". tipológica de los arquitectos y administradores ale-
el trabajo sobre la forma en modo absolutamente au- manes desde finales del siglo XIX; así las preocupa-
tónomo de posibles contenidos, el "placer del texto". ciones sinúlares en personajes tan distintos como Pa-
gano en Italia o Alvaro Aburto en México; y así tam-
En las mismas extremas diferencias que resultan bién la sensible inclusión de la ciudad como tema
evidentes de este pequeño catálogo de posiciones pue- en la obra de Taut, Loos, Tessenow, pero también
de advertirse la dificultad implícita de cualquier ge- de tantos otros que constituirían una lista intermi-
neralización. Pero como esto no significa que alguna nable.
de ellas no sea aceptable, no dejaremos de exami-
• Y es probablemente en su reivindicación de 'li-
nadas con un poco más de detalle.
viandad" donde los "posmodernos" se nos presentan
• La "presencia del pasado" no resulta ninguna más pesadamente modernos. En efecto. estudios de
particularidad de los años ochenta. Y no solamente la modernidad como el de Marshall Berman.s no
porque el empleo de una iconografía "neo" es fre- hacen sino confirmar en sede sajona una conside-

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racion que partiendo de una relectura del pensa- los últimos años viene produciéndose una saludable
miento clásico alemán sobre el tema vienen hacien- recuperación de lo cotidiano, de lo personal, de 10:5
do desde hace varios años algunos autores italia- temas "menores", pera no es este el centro de la dis-
nos." cusión con los "posmodernos" arquitectos.
De estos trabajos surge con claridad que la "elec- Sé que es grueso adscribir el conformismo y exi-
ción de ]0 efímero", de la forma o la superficie, tismo de algunos de sus principales beneficiarios, es-
no es patrimonio de los años ochenta. Fue también pecialmente norteamerícanos, a los coletazos de la
un camino posible a principios de este siglo y no "Revolución Conservadora", y mediante un brusco
fueron pocos los que lo transitaron. salto de un siglo al pasado ligarlos a la dulce alga-
Frente a la igualación y disolución de toda sus- rabia estilística de la que Wayne llama "The age of
tantividad como consecuencia del modo de produc- elegance". Sin embargo, el lector no debe olvidar
ción moderno, del rol de la Técnica, de la división que la Arquitectura no es cosa exclusivamente inte-
del trabajo y de la formación metropolitana, era lectual (si es que algo lo fuera). Se trata de un raro
posible, también entonces, la opción "débil". Arte que obliga a pensar simultáneamente en nece-
sidades prosaicas como el pipi de los niños, y en te-
Esa y no otra era en definitiva la característica
mas misteriosos como las raíces del habitar en la tie-
de la Gran Viena, denunciada por Kraus y Loos. ¿En
rra. y entre otros de sus elementos, no olvidará el
qué ' radicaba la modernidad (que los "posmoder-
lector que la Arquitectura es un Arte muy caro, que
nos" llaman posmodernidad) de ese comportamiento
no cuenta -como el cine, por ejemplo- con la po-
en la' disciplina arquitectónica? En que sus signos
sibilidad de realizarse en forma amateur.
se habían vaciado de contenidos, en que los signifi-
cantes habían quedado sueltos y la gramática ar- Así, cuando en esta disciplina se reivindica lo su-
quitectónica se había reducido (o multiplicado) se- perfluo para dejar caer toda tensión ética; cuando se
gún una exclusiva' articulación interna carente de disuelve su posibilidad de imaginar un mundo di-
todo sentido. Salvo del único que podía guiar su verso, o peor aún, cuando con estas ideas se cons-
constitución: el de la moda. truyen enteros sectores de ciudades convirtiendo a
la Forma arquitectónica de uno de los más suges-
Pero esta condición, que suponía una respuesta tivos medios de reflexión de los hombres, en un ama-
indiferente: a la disolución de los Valores y a la con-
sijo de pacotillas; uno no puede dejar de pensar en-
siguiente destrucción de las raíces más hondas del ton~es en que para esto se requiere de cierta alga-
lenguaje, generó también otras actitudes. rabía, aunque no precisamente entre los oprimidos
Una fue la respuesta de una recuperación nos- y embrutecidos de este planeta.
tálgica .del Valor, mirando hacia la Comunidad per-
Pero no conviene que nos compliquemos dema-
'dida, trabajando en un renacimiento de ligaduras
siado. Buen crítico moderno, Paul Goldbergerg ha
interiores, buscando estetizar la Técnica y la "igual- lanzado su última consigna ante la gran muestra de
dad" de las relaciones de producción. Se trata del Mies van del Rohe en el MOMA, durante la tempo-
camino cuya figura principal es la de Walter Cro- rada de invierno pasado: "¿Quién dijo que el Movi-
pius .y cuyo paradigma es el primer Bauhaus. miento Moderno ha muerto?".
Pero hubieron también, "más allá" de lo moder- Según parece, el courtain wall se las trae.
no, las respuestas de Adolf Loos, de Le Corbusier,
pero sobre todo de Mies van del' Rohe, quienes
asumieron vírílmente la necesidad de aceptar "ex- NOTAS:
presiones nacientes", no reasegurantes ni verificables.
"Expresiones nacientes" que no buscarán nuevas va- 1 Gombrich, E.; "Norm and Form. Studies in the art of
lidaciones fuera de la técnica o EN la Técnica, sino the Renaíssance". London 1966.
qué se pusieran FRENTE a la Técnica con volu- 2 Scalvini, M. L. y Sandri, M. G.; "L'írnmagíne storiogra-
tad de dominio, con humana voluntad de dominio. fica dell'architettura contemporanea. Da Platz a Gideion". Ro-
ma, 1934.
3 Berman, M.; "The experience of modemity"; New York,
IlI. Puede comprenderse el progresismo "posmo- 1982.
derno" quizás en otras tareas, menos contaminadas
4 Me refiero a los trabajos de Massjmo Cacciari, Manfre-
directamente con el poder hegemónico, en las que en do Tafurí y Francesco Dal Co.

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