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Adrián Gorelik - Jorge Francisco Liernur

La sombra de la vanguardia
Hannes Meyer en México
Índice

Prólogo 4
Daniel Talesnik
LA SOMBRA DE LA VANGUARDIA
Hannes Meyer en México
Adrián Gorelik
Jorge Francisco Liernur Prefacio a la edición chilena 16

COLECCIÓN YA FUE

Primera edición en Argentina: Introducción 24


Proyecto Editorial, Buenos Aires, 1993.

Primera edición en Chile:


Editorial Bifurcaciones, Talca, 2019. Final de viaje: el arquitecto 30
500 ejemplares en la construcción del
«capitalismo real»
EDITORIAL BIFURCACIONES Si fuésemos una editorial cualquiera Adrián Gorelik
Sociedad Civil Bifurcaciones Ltda. les diríamos que este libro está
Pasaje Interior 10½ Oriente 1297 protegido bajo todas las leyes
Talca, Chile. conocidas y por conocer, y
editorial@bifurcaciones.cl que no pueden reproducir, Ilustraciones 84
www.bifurcaciones.cl duplicar, replicar, retipear, clonar,
teletransportar, pertelar, fotocopiar
ISBN 978-956-9501-17-3 ni leer en voz alta ningún fragmento
sin autorización de nuestros La «síntesis dialéctica»: 98
DISEÑO DE PORTADA abogados. Pero no lo somos, así regionalismo, indigenismo y
Juan Carlos Torres que, les permitiremos hacer todo clasicismo en el pensamiento
lo anterior e incluso jactarse de maduro de Hannes Meyer
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN ello. Eso sí: deben nombrar autor y Jorge Francisco Liernur
Bianca Sartori & Gonzalo Osorio fuente, y que sea sin fines de lucro.

EDICIÓN
Tomás Errázuriz Apéndice documental 140
Prólogo
Daniel Talesnik

Publicado en 1993, la versión original de La sombra de la vanguardia:


Hannes Meyer en México, 1938-1949, era –hasta esta reedición–
imposible de conseguir1. Supe de este libro diez años después de
haber sido publicado a través de una copia que me prestó un profesor
en Santiago. Tras leer los ensayos de Adrián Gorelik y Jorge Francisco
Liernur, devolví el libro con la idea de conseguir uno en librerías
especializadas en Buenos Aires, lo cual no fue posible. Años después,
cuando preparaba mi propuesta de tesis doctoral, localicé una copia
en una biblioteca que fortuitamente tenía un sistema de préstamos
con mi biblioteca2. Para estas alturas, ya consciente de la escasez del
libro, decidí escanearlo, y guardo un archivo PDF que acumula varios
años de párrafos destacados y notas al margen. Doy todos estos
detalles, ya que los recordé leyendo un texto del escritor Alejandro
Zambra llamado «Elogio a la fotocopia», donde comenta que en su
época universitaria habían «aprendido a leer» con fotocopias de
ensayos, poemas y novelas que rayaban con destacadores fosfores-
centes. En palabras de Zambra, «leíamos esos tibios legajos y luego
los guardábamos en las repisas como si fueran libros. Porque eso
eran para nosotros: libros. Libros queridos y escasos. Libros impor-
tantes»3. Creo que lo que fueron las fotocopias para Zambra y sus
compañeros, han sido para mí algunos pdF como el de La sombra de
la vanguardia, los cuales también traté/trato como libros.
En el prefacio a su libro Heavenly Mansions and
other Essays on Architecture de 1949, el historiador de la arquitectura
británico John Summerson afirma que: «An essay is an attempt (…)»,
lo cual traducido al español vendría a ser, «un ensayo es un intento»4.
Esta estrategia de Summerson de usar el concepto de «intento» para
definir el formato del «ensayo» –palabras que son sinónimas– puede
parecer una tautología, pero logra de manera efectiva dejar al lector
[5] encaminado. Más adelante en el mismo libro, al cualificar los textos
que está introduciendo, Summerson aclara que sus tentativas no 1930, desde donde enseñó una aproximación bio-funcionalista a la
son un tratamiento definitivo de los temas sobre los cuales está arquitectura6. Entre 1930 y 1936 fue un arquitecto extranjero en la
escribiendo, enfatizando la idea de que un ensayo es simplemente Unión Soviética, donde colaboró con los esfuerzos nacionales del
un intento. El académico Mark Cousins, en tanto, les ofrece a sus primer y segundo plan quinquenal7. A finales de los años treinta
alumnos una definición de ensayo igualmente efectiva. Parafra- volvió a Suiza y diseñó un orfanato de arquitectura «proto-regiona-
seando a Cousins, en un ensayo un autor usualmente intenta lista» en el área de Basilea. En la década de 1940 vivió en México,
responder una pregunta a través de argumentos y mediante el donde enseñó, trabajó de arquitecto, promovió iniciativas relacio-
uso de la evidencia que los sustenta. Luego advierte que un buen nadas a las artes plásticas y textiles, y también fue activista.
ensayo requiere de una buena pregunta, y que es inútil intentar Finalmente, entre 1949 y su muerte en 1954, pasó prácticamente
escribir un ensayo simplemente sobre un tema, ya que un ensayo es al anonimato en la Suiza italiana. En este último periodo trató
en realidad un problema a resolver a través de la escritura5. infructuosamente de publicar un catálogo que había iniciado
Summerson y Cousins ofrecen puntos de entrada en México sobre la experiencia politécnica de «su» Bauhaus,
complementarios para empezar a hablar de los dos ensayos reuni- experiencia que pretendía ofrecer a Europa en el contexto del
dos en La sombra de la vanguardia. Este libro contiene dos tentati- periodo de reconstrucción posterior a la Segunda Guerra Mundial.
vas, una de Gorelik y otra de Liernur sobre la década en que Meyer Cuando estos ensayos fueron escritos, una
vivió en México. Recurriendo a la estrategia de dividir para conquis- constante en el tratamiento histórico de la figura de Meyer había
tar, los autores analizan, desglosan, y por sobre todo especulan, sido leerlo bajo un prisma exclusivamente político, es decir degra-
sobre diferentes aspectos que marcaron los años mexicanos de darlo o idealizarlo a propósito de su dimensión militante8. Desde un
Meyer. Por un lado, en el ensayo «Final de viaje: el arquitecto en punto de vista cronológico, las primeras reflexiones sobre Meyer se
la construcción del «capitalismo real»» Gorelik analiza el diálogo enmarcan en la polémica con Walter Gropius, director fundador de
entre el contexto político y la discusión arquitectónica mexicana la Bauhaus y quien contrata a Meyer y luego le hereda la dirección
en el periodo 1938-1949. También interroga respecto a la apertura de dicha institución. Esta disputa se basa en la idea de que Meyer,
de Meyer a ideas relacionadas con el realismo socialista, adquiri- al supuestamente no revelar sus ideas políticas al momento de ser
das en su paso por la Unión Soviética entre 1930 y 1936, y analiza contratado en 1927, habría engañado a Gropius9. Esta discusión
el creciente contexto capitalista mexicano en el cual se verá inserto comenzó cuando Meyer fue despedido de la Bauhaus y resurgió en
desde su llegada en 1939. Por otro lado, en «La «síntesis dialéctica»: la década de 1960, cuando el diseñador y teórico argentino Tomás
regionalismo, indigenismo y clasicismo en el pensamiento maduro de Maldonado publicó un intercambio de cartas con Gropius donde
Hannes Meyer», Liernur analiza la aproximación de Meyer a estos hablaba sobre Meyer10. Maldonado enseñaba en la Hochschule für
«ismos» a partir de la idea marxista de «síntesis dialéctica», la Gestaltung Ulm, escuela alemana de diseño activa entre 1953 y
cual está activa en el discurso e intereses del arquitecto en su 1968 que se consideraba para ese entonces una suerte de heredera
etapa mexicana. Es posible establecer que Meyer estuvo expuesto de la Bauhaus de Meyer. Para Maldonado, y en particular para su
a todos estos conceptos durante su paso por la Unión Soviética, colega Claude Schnaidt –quien escribió la primera monografía
y que en México continuó madurando sus ideas sobre los mismos. sobre Meyer en la misma década– Meyer es destacable precisa-
Esto último, requiere aceptar el paralelo entre el indigenismo mente por las razones por las que Gropius lo detestaba, y es esta
latinoamericano y la relación con las culturas locales que le tocó misma dimensión política pero evaluada de manera positiva, lo que
conocer cuando trabajó en el Extremo Oriente soviético. lo lleva a ser un arquitecto relevante en el periodo inmediatamente
¿Quién fue Hannes Meyer? Un arquitecto que a anterior a la Segunda Guerra Mundial. Maldonado y Schnaidt, lo
finales de la década de 1920 estaba asociado a la vanguardia arqui- ven como punto de referencia para la cultura arquitectónica de
tectónica suiza y adscribía a ideas ligadas al Constructivismo Interna- izquierda de los años 6011. Ambos, a su manera, tratan de volver
cional. Fue fundador del departamento de arquitectura de la Bauhaus a insertarlo en la historia, lo cual se relaciona nuevamente con
[6] en Dessau en 1927 y luego director de esta escuela entre 1928 y [7] Gropius, ya que éste se había encargado de excluir a Meyer de la
historia oficial de la Bauhaus y se había abocado a promocionar su México con grandes planes y proyectos que durante el transcurso
propia Bauhaus (1919-1928) a través de exposiciones y catálogos12. de su estadía se vieron entorpecidos. Conflictos interpersonales,
El otro grupo que reivindicó a Meyer fueron histo- institucionales, y con las estructuras de poder debido a cambios de
riadores y teóricos de la arquitectura que orbitaban alrededor de gobierno, hacen la etapa mexicana igual de complicada que su paso
Mandfredo Tafuri, quienes fueron conocidos bajo el nombre de la por la Bauhaus y la Unión Soviética. Tal como se describe en este libro,
«Escuela de Venecia». En particular, surgió de este contexto un libro en los años transcurridos en México hay una primera etapa de docen-
que recopila escritos de Meyer publicado por Francesco Dal Co en cia en el recién creado Instituto Nacional de Urbanismo que termina
1969; poco después se publicó también en Italia un ensayo, en este prematuramente. Hay otro periodo promocionando a los grabadores
caso por un miembro del grupo de Milan, Massimo Scolari, en 197013. del Taller de Gráfica Popular (TGP) y también se desarrollan investiga-
Dal Co y sus colegas también tratan de reivindicar a Meyer, y se diferen- ciones y empresas relacionadas a la actividad de diseñadora textil de
cian de Schnaidt por el uso más sofisticado de conceptos Marxistas, lo su esposa Lena Bergner. Se dedica además al activismo político y hay
cual termina siendo más una proyección de los autores que un análisis un esfuerzo sostenido por denunciar a través de libros, pabellones y
histórico balanceado. Sin embargo, tanto los esfuerzos desde Ulm como exposiciones, los abusos cometidos por los Nazis durante la segunda
los de Venecia y de Milan de promover a Meyer como ejemplo de arqui- guerra mundial, lo cual va ligado a promover el proyecto soviético.
tecto-activista, se basan principalmente en las etapas suizas, alemanas Otro aspecto relevante fue su trabajo en la difusión de un proyecto del
y soviéticas, sin comprender a cabalidad la etapa mexicana. Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escue-
Cabe precisar que en 1989 se celebró el cente- las (CAPFCE). Todos estos esfuerzos se entrecruzan con una serie de
nario de Hannes Meyer y el Deutsches Architekturmuseum en concursos y encargos de arquitectura, ninguno de ellos construidos18.
Frankfurt am Main organizó una exposición en coordinación Superando el hecho de que su discurso político y
con el Archivo de la Bauhaus en Berlín, el Instituto de Historia y sus ideas sobre la arquitectura habían cambiado bastante desde
Teoría de la Arquitectura del ETH y el Museum für Gestaltung de que salió de la Bauhaus, Meyer llega a México con la experiencia
Zúrich14. La exposición fue acompañada por un catálogo, y en este acumulada de todos sus proyectos arquitectónicos, tales como:
Werner Kleinerüschkamp escribió un texto titulado «Exilarchitek- el Freidorf Siedlung en Basilea (1919-21); las propuestas junto a
tur: Hannes Meyer in Mexico», en el cual trata de contextualizar a Hans Wittwer para el Petersschule en Basilea (1926), el Palacio
Meyer en México15. En este texto, Kleinerüschkamp también analiza de la Liga de las Naciones en Ginebra (1926-27) y la escuela sindi-
y celebra los proyectos de arquitectura en los cuales participa Meyer cal ADGB en Bernau (1928-29); los múltiples proyectos y planes
como el Centro Deportivo, Cultural y Social para la Colonia Española maestros que dirigió en la Unión Soviética y que no fueron construi-
en México (1940), el Centro Cultural-Deportivo Suizo (1940), la Colonia dos; y el orfanato en Mümliswil (1938-39). También traía como
Obrera de la Lomas de Becerra D.F. (1942-43), y el Estudio para la carta de presentación sus experiencias docentes en la Bauhaus y
Manzana Corpus Christi (1946-47), pero sin necesariamente entrar en en VASI (Instituto Superior de Arquitectura y Construcción Sovié-
cuestionamientos más teóricos, o cualificaciones políticas. Algunos tico). Aspectos de varias de estas etapas aparecerán en su trabajo
años antes de esto en 1982, Patricia Rivadeneyra había publicado mexicano, llegando incluso, a resucitar su pasado constructivista
en México un texto titulado «Hannes Meyer en México (1938-1949)», en algunos diseños arquitectónicos. Como explica la historiadora de
el cual tampoco había avanzando mucho en clarificar malentendi- la arquitectura Raquel Franklin en su trabajo sobre los años mexica-
dos y vacíos sobre este periodo16. Se puede establecer entonces que nos de Meyer, cuando en 1946 le encargan estudiar la factibilidad
mediante la publicación en 1993 de La sombra de la vanguardia, Gorelik de un edificio para el Banco Internacional y el Banco Nacional de
y Liernur intentan avanzar en un territorio bastante especifico17. México en la Manzana Corpus Christi del centro de la ciudad de
Los años mexicanos están regados de experien- México, su aproximación formal no es muy distinta a los diseños
cias que, al menos en retrospectiva, parecen haber sido interesan- en los cuales trabajaba a finales de los años 20, pero sí cambia la
tes. No obstante, al igual que en otras etapas de su carrera, y esto interpretación simbólica de estos diseños, ya que las mismas estra-
[8] se puede deducir de sus cartas y escritos, Meyer había llegado a [9] tegias formales adquieren significados diferentes19.
Aspectos de estas actividades mexicanas, y la Liernur va armando el andamiaje para ir explicando las ideas de
cualificación y análisis de varias de ellas aparecen en los ensayos Meyer, en este caso, con respecto a la antes mencionada centra-
de Gorelik y Liernur. La sombra de la vanguardia tiene la relevan- lización de la producción que podía –bajo ciertas circunstancias–
cia de ofrecer dos textos que analizan críticamente una cantidad complementar el desarrollo de tipologías y técnicas locales. La
abundante de fuentes primarias y al mismo tiempo especulan sobre tensión entre lo global y lo local, entre el viejo y el nuevo mundo, y
el significado de la etapa mexicana de Meyer. En relación a cómo entre la técnica y la política, son solo algunos de los conflictos que
Gorelik y Liernur articulan evidencias y argumentos para intentar están en juego en los análisis de los autores de estos ensayos.
responder preguntas, nos topamos con un escenario ambicioso. Para entender algo más sobre Meyer, es relevante
Ejemplo de ello es la reflexión que hace Gorelik a partir del análisis analizar el uso de la idea de sombra de la vanguardia, la cual es
de Dal Co sobre Meyer en la Unión Soviética, que refiere específi- cualificada en el prólogo a la edición original específicamente en
camente a la idea de que «la aceptación del compromiso social, en relación a su estadía en México. Allí se afirma que «la sombra de
tanto que compromiso de hacer y producir, es el preámbulo de la la vanguardia es doble y atraviesa climas cruzados: se proyecta en
ideología burguesa a la teoría del socialismo realizado»20. En base el espacio, desde el centro frio hacia la periferia caliente, y en el
a estas palabras de Dal Co, Gorelik abre no una, sino siete pregun- tiempo, desde el momento ardiente de la revolución modernista
tas sobre las cuales reflexionará en su texto. Por ejemplo, pregunta: hacia las gélidas pacificaciones de la posguerra»23. Por un lado,
«¿hacia dónde puede dirigir su trabajo un personaje como Meyer: esta cita sugiere un desplazamiento geográfico y temporal de la
hacia la anticipación de una ciudad liberada (después de haber vanguardia europea de la entreguerra y alude a cómo la revolución
criticado con dureza durante tanto tiempo como vana esa actitud), modernista influyó en el periodo de posguerra. Por otro lado, se
o hacia la intervención técnica de la ciudad existente (después de puede expandir esta lectura de sombras en referencia a la figura de
haber comprobado que ésta era y seguiría siendo burguesa)?»21. Meyer y su relación con la vanguardia. Meyer, aunque formó parte
Estas preguntas entienden el valor del análisis de Dal Co, pero de la vanguardia, pasó a segunda fila, bajo el alero de vanguardis-
también reconocen que éste queda inconcluso, por lo cual la estra- tas más importantes y de sub-movimientos más centrales. Meyer
tegia de multiplicar las preguntas complejiza la figura de Meyer, tiene la doble condición de haber participado de la luz que origina
sumando dimensiones y abriendo nuevas lecturas sobre sus circuns- la sombra, y con el transcurso del tiempo, haber pasado a estar
tancias. Esta aproximación le permite a Gorelik, entre otras cosas, a la sombra de ésta misma. Gorelik establece que vanguardistas
enmarcar la etapa mexicana de Meyer dentro de un sector de las como Gropius en los Estados Unidos o Le Corbusier en sus giras
«vanguardias heroicas» que se mantuvo fiel a sus principios. mundiales estaban en busca de la «arquitectura», mientras que
Liernur, en tanto, persigue las instancias de «sínte- Meyer en México (y antes en la Unión Soviética), estaba en busca de
sis dialéctica», y está en busca de aquellos momentos de fricción que la «revolución»24. Se puede interpretar que para Meyer el proyecto
ofrecen un escenario privilegiado para el análisis. Por ejemplo, cuando político y vital se convierte en algo más importante que el proyecto
explica que a propósito del trabajo de Meyer en la CAPFCE y en relación profesional, lo cual refuerza que con el transcurso del tiempo sea
a la posibilidad de desarrollar una arquitectura regionalista para percibido como rezagado o literalmente en la sombra, al menos en
Latinoamérica, Meyer entenderá que, «la producción de esa «arquitec- relación con las vanguardias disciplinares. Liernur, en tanto, no
tura regionalista» solo era concebible, paradójicamente, en las condi- duda en calificar como «fracaso» el paso de Meyer por México, o de
ciones de una administración centralizada y altamente racionalizada explicitar que los trabajos realizados en México son secundarios
del ciclo económico general; algo que era un rasgo común a Suiza y la si se les compara con sus trabajos realizados en la década de los
URSS, pero inexistente por definición en las condiciones de la perife- años veinte25. La evaluación de la posición de Meyer, «en sombra»,
ria»22. Este análisis de Liernur se vuelve también una oportunidad es particular a su periodo post-Bauhaus. Por último, si tomamos la
para aclarar la diferencia entre arquitectura regional («producida metáfora de las sombras y la llevamos a un extremo, ambos ensayos
históricamente en una zona determinada»), y regionalista («expre- buscan iluminar algo que hasta ese momento había quedado en
[ 10 ] sión particular de un sistema global»). Así, de manera didáctica, [ 11 ] penumbra, y eso son los años mexicanos de Meyer.
Por mi parte, y en esto hay sintonía con los autores Notas
de este libro, sugiero alejarse de la idea de Meyer como héroe
trágico, cercana a la perspectiva de Maldonado y Schnaidt, así como
también tomar distancia de la idea de Meyer como villano, cercana a
la posición de Gropius. Gorelik y Liernur hablan de hacer frente a las
lecturas usuales y sugieren un «Meyer menos incomprendido y más
escindido por contradicciones propias»26. A modo de apoyo a esta
última idea, creo que es posible partir por entender a Meyer como
un arquitecto relacionado a culturas políticas diferentes, según la
etapa en que se lo analice, y cuyos avatares fueron particulares a su
época. Para ilustrar esta idea he usado en otras ocasiones el título
de la biografía de una alumna de la Bauhaus del periodo de Meyer, 1 Entre la edición original de La sombra 6 Ver Dara Kiese, «Entfesseltes Bauen,
la húngara Etel Fodor, que después de dejar Dessau también pasa de la vanguardia en 1993 y esta nueva Building Unleashed: Holistic Edu-
brevemente por la Unión Soviética: Not an Unusual Life for the Time edición en 2019, Adrián Gorelik editó y cation in Hannes Meyer's Bauhaus:
and the Place (No fue una vida inusual para la época y el lugar). Visto tradujo su ensayo al portugués para su 1927-1930» (Tesis doctoral, The City
en un contexto más amplio, y en ningún caso tratando de dismi- libro Das vanguardas a Brasilia: cultura University of New York, 2013).
nuir la importancia de Meyer, se puede considerar que tuvo trayec- urbana e arquitetura na América Latina 7 Meyer fue militante del partido
torias comparables a varios de sus contemporáneos, en particular (Belo Horizonte: Editora UFMG, 2005) y comunista suizo a partir de 1935. Ver
a personas que se identificaban con las ideas de izquierda –con Jorge Francisco Liernur volvió a publi- Hannes Meyer, «Erklärung über den
el comunismo en el caso específico de Meyer–, y que tuvieron que car el suyo en Escritos de Arquitectura Gestapo-Agenten Franz Waitz vom 29.
moverse por el mundo buscando países y/o nichos desde donde del siglo 20 en América Latina, Madrid: August 1936 Typoskript», y Tatiana
desarrollar su visión societaria. Esta idea de tomar distancia y tratar Tanais ediciones, 2003) y en Trazas de Efrussi «Hannes Meyers Erklärung vom
de analizar cada cosa en su contexto me parece que es la forma futuro. Episodios de la cultura arqui- 29. August 1936 “Über meine Bezie-
de abrir lecturas nuevas sobre viejos temas. Es precisamente esto tectónica de la modernidad en América hungen zu dem Gestapo-Agenten Franz
lo destacable de los ensayos reunidos en este libro, en los cuales Latina (Santa Fe: Ediciones UNL, 2008). Waitz” – Bedeutung, Kontext, Fragen
Gorelik y Liernur lograron en base a evidencia y argumentos construir 2 Esta copia viajó desde los depósi- Übersetzt von Thomas Flierlen», en Von
dos «tentativas», y responder preguntas sobre la estadía de Meyer tos de la biblioteca de arquitectura Adenauer zu Stalin Der Einfluss des tra-
en México. Estas lecturas, independiente del hecho que hoy sabemos de Harvard University hasta Avery ditionellen deutschen Städtebaus in der
más detalles sobre la trayectoria de este arquitecto, siguen vigentes Library en Columbia University. Sowjetunion um 1935 (Berlin: Theater
y relevantes a casi treinta años de su publicación. 3 Alejandro Zambra «Elogió a la der Zeit, 2016), 126-138.
fotocopia», en No Leer (Barcelona: 8 Hay trabajos recientes sobre Meyer
Daniel Talesnik, Curador, Museo de Arquitectura de la Universidad Anagrama 2018), 21. que revierten estas tendencias, por
Técnica de Múnich, Julio del 2019. 4 Ver John Summerson, prefacio en ejemplo algunos de los ensayos en li-
Heavenly Mansions and other Essays bros como, Philipp Oswalt ed. Hannes
on Architecture (New York: W. W. Meyers neue Bauhauslehre. Von Dessau
Norton, 1963). bis Mexiko (Basel: Birkhäuser, 2019),
5 Ver Mark Cousins, «Writing an Essay», y Thomas Flierl y Philipp Oswalt eds.
texto para los alumnos de la línea de Hannes Meyer. Im Streit der Deutungen
historia y teoría de la arquitectura (Leipzig: Spector, 2019).
de la Architectural Association de 9 En retrospectiva, si se analizan los
[ 12 ] [ 13 ] Londres, inédito. escritos de Meyer de la época, es
evidente que sus ideas políticas es- 15 Ver Werner Kleinerüschkamp, 21 Adrian Gorelik, «Final de viaje: el
taban en plena evolución. Ver Daniel «Exilarchitektur: Hannes Meyer in arquitecto en la construcción del
Talesnik, “Das neue Weltbild: Hannes Mexico», en Hannes Meyer, 1889-1954: “capitalismo real”», en La sombra
Meyer's Bauhaus and the Education Architekt, Urbanist, Lehrer (Berlin: de la vanguardia, Hannes Meyer en
of the Red Bauhaus Brigade, 1927- Ernst & Sohn, 1989), 316-353. Mexico, 36.
1930», en The Itinerant Red Bauhaus, 16 Ver Patricia Rivadeneyra, «Hannes Me- 22 Jorge Francisco Liernur, «La “síntesis
or the Third Emigration (Tesis doctor- yer en México (1938-1949)», en Apuntes dialéctica”: regionalismo, indigenis-
al, Columbia Univeristy, 2016) 48-138. para la historia y crítica de la arquitec- mo y clasicismo en el pensamiento
10 Walter Gropius y Tomás Maldonado, tura mexicana del siglo XX: 1900-1980. maduro de Hannes Meyer», en La
«Exchange of Letters», Ulm 10/11 Vol. 1 (México D.F. 1982), 115. sombra de la vanguardia, Hannes
(1964): 62-70. 17 Cabe precisar que en que mayo de Meyer en Mexico, 113.
11 Ver Claude Schnaidt, Hannes Meyer: 1991 Gorelik y Liernur participaron en 23 Adrian Gorelik y Jorge Francisco
Buildings, Projects, and Writings (Ar- un seminario sobre Hannes Meyer en Liernur «Introducción», en La sombra
thur Nigli, Ltd.: Teufen AR, 1965). el ETH en Zürich el cual fue organi- de la vanguardia, Hannes Meyer en
12 Por ejemplo, la exhibición Bauhaus: zado por Werner Oechslin y estaban Mexico, 29.
1919-1928 entre el 7 de diciembre para ese entonces familiarizados con 24 Adrian Gorelik, «Final de viaje: el
de 1938 y 30 de enero de 1939, en el estado del arte del tema de Meyer arquitecto en la construcción del
el Museum of Modern Art (MoMA) de en México a nivel internacional. “capitalismo real”», en La sombra
Nueva York. Herbert Bayer, Walter 18 El reciente trabajo de Viridiana de la vanguardia, Hannes Meyer en
Gropius e Ise Gropius editaron un Zavala es un esfuerzo por constatar Mexico, 39.
catálogo de exhibición con el mismo el protagonismo de Lena Bergner en 25 Jorge Francisco Liernur, «La “síntesis
nombre publicado el mismo año. muchos de estos trabajos mexica- dialéctica”: regionalismo, indigenis-
13 Ver Francesco Dal Co, «Hannes nos. El rol de Bergner fue crucial en mo y clasicismo en el pensamiento
Meyer e la “Venerabile Scuola di las exhibiciones realizadas para la maduro de Hannes Meyer», en La
Dessau”», en Hannes Meyer, 1889- embajada Soviética en México, la sombra de la vanguardia, Hannes
1954. Scritti 1921-1942: architettura promoción del TGP y en los informes Meyer en Mexico, 137.
o rivoluzione (Padova: Marsilio, 1973), para la CAPFCE. Ver Viridiana Zavala, 26 Adrian Gorelik y Jorge Francisco
41-49; Massimo Scolari, «Hannes «La Bauhaus en México. Hannes Liernur «Introducción», en La sombra
Meyer e la scuola di architettura» Meyer y Lena Bergner», en NEXOS, de la vanguardia, Hannes Meyer en
Controspazio 4/5, 1970, 83-91. edición impresa, 1 Marzo, 2019. Mexico, 29.
14 La exhibición Hannes Meyer: 1889- 19 Ver Raquel Franklin, «Hannes Meyer
1954; Architekt, Urbanist, Lehrer in Mexico (1939-1949)» (Tesis docto-
se presentó en el Bauhaus-Archiv, ral, Technion, 1997), 241-242.
Berlín, entre el 19 de septiembre 20 Francesco Dal Co, «Hannes Meyer e la
y el 20 de noviembre de 1989, en “Venerabile Scuola di Dessau”» (1973),
el Deutsches Architekturmuseum, citado en Adrian Gorelik, «Final de via-
Frankfurt am Main, entre el 8 de je: el arquitecto en la construcción del
diciembre de 1989 y el 25 de febrero “capitalismo real”», en La sombra de
de 1990, y finalmente en el Museum la vanguardia, Hannes Meyer en Mexico
für Gestaltung, Zúrich, entre el 21 de (Talca: Bifurcaciones, 2019), 35-36.
[ 14 ] marzo y el 20 de mayo de 1990. [ 15 ]
Prefacio
de la edición chilena

En la Introducción a la edición argentina de La sombra de la vanguar-


dia ya mencionamos, sucintamente, que los dos trabajos que componen
el libro fueron realizados para el homenaje a Hannes Meyer que se había
realizado en mayo de 1990 en el Politécnico de Zurich, en ocasión del
centenario de su nacimiento. Pasados ya tantos años, y con el estímulo
de que este 2019 en que aparece la segunda edición de nuestro libro es
también el de la celebración de otro centenario, el de la creación de la
Bauhaus en la que Meyer cumplió un rol fundamental, nos parece que
puede ser oportuno contar algunos detalles de aquella presentación.
La invitación comenzó a gestarse durante una visita de Werner
Oechslin a Buenos Aires en julio de 1989, invitado por sugerencia
de Mercedes Daguerre a participar de un Congreso Internacional
de Creatividad en Arquitectura que había organizado Jorge Sarquis
en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires.
En ese momento, ambos autores de este libro formábamos parte
de un proyecto colectivo de estudios sobre Arquitectura Moderna
en América Latina, desarrollados en una asignatura optativa desti-
nada a ese fin dentro de la misma Facultad1. La asignatura se había
creado tres años antes bajo la dirección de Liernur, quien con el
patrocinio de la Fundación Alexander von Humboldt había llevado
adelante en Alemania una investigación sobre las relaciones entre
las vanguardias de entreguerras con la cultura arquitectónica de
América Latina, en las que el rol de los emigrados ocupó un lugar no
menor. En el programa que se estudiaba en la cátedra, que posible-
mente era entonces la única en el continente centrada en estos
temas, dedicábamos un gran espacio al reconocimiento de muy
diferentes condiciones políticas y culturales en las que variadas
interpretaciones de la arquitectura moderna se habían gestado a
lo largo del complejo y múltiple territorio al sur del rio Bravo. Los
[ 17 ] movimientos revolucionarios de derechas e izquierdas y las tensiones
entre los nacionalismos y el propio carácter internacionalista de las México, en las antípodas del modernismo técnico cosmopolita que
vanguardias estaban en el centro de nuestras preocupaciones. De había caracterizado su irrupción en la Bauhaus a mediados de los años
modo que dedicábamos una especial atención al caso de la conflic- veinte. Tanto las conferencias que dio en su primer desembarco, en
tiva Revolución Mexicana y al episodio tan significativo de Hannes el marco del Congreso de Planificación de 1938, como los argumen-
Meyer en ella. El título del libro intentó expresar ese interés2. tos del artículo que publicó en la revista Arquitectura de abril de 1941
Así, cuando tomamos contacto con Oechslin sobre regionalismo en Suiza (con una foto de una cabaña suiza que
nuestras conversaciones se orientaron enseguida en dirección a podría haberse tomado perfectamente en México), mostraban con
estos temas y al «caso Meyer» en particular, y su entusiasmo se elocuencia el modo en que Meyer buscaba hacer coincidir el realismo
acentuó cuando Gorelik le hizo ver los originales de los artículos socialista con el regionalismo cardenista para conseguir un lugar
de Meyer publicados en las revistas mexicanas con que estábamos expectable –político e institucional– en el nuevo medio, librando una
trabajando, puesto que la excelente colección de revistas existen- batalla a dos flancos: contra el internacionalismo de la plana mayor
tes en la Sociedad Central de Arquitectos de Buenos Aires nos de la ex Bauhaus que estaba reinventando la tradición moderna
había permitido seguir paso a paso el cambiante contexto en el en los Estados Unidos, pero muy especialmente también, contra el
que Meyer había producido y publicado sus textos, poniéndolos en vanguardismo de los funcionalistas radicales mexicanos, que habían
relación con las peripecias de la cultura arquitectónica mexicana. dominado en los puestos estatales durante el período anterior y, en
Ese trabajo había permitido advertir un primer los casos más extremos, flirteaban además con el trotskismo.
hecho fundamental para una historia de Meyer –y completamente Un nuevo hecho se sumó positivamente a los hasta
elemental para cualquier historia intelectual–: que sus textos más aquí reseñados. Durante una segunda estadía en Alemania, en enero
conocidos sobre la Bauhaus y la Unión Soviética habían sido en de 1990 Liernur tuvo la posibilidad de acceder al archivo Meyer en
verdad escritos y publicados en México, es decir, tensionados no el Museo de Arquitectura de Frankfurt. El contacto directo con la
solamente por los debates del escenario internacional que Meyer correspondencia y los numerosos materiales albergados en este
tenía como referencia más amplia, sino también por el modo en que repositorio nos permitió corroborar el giro staliniano en el pensa-
él buscaba su inserción local, entremezclados con debates decidi- miento del ex director de la Bauhaus y nos indujo a advertir ese
damente mexicanos. Esos textos nunca se habían leído así: habían giro también en sus proyectos como arquitecto durante el período
sido considerados o como versiones objetivas de la Bauhaus y de la mexicano, lo que, si no de manera tajante, al menos permitía adver-
arquitectura y la planificación en la Unión Soviética (en las inter- tir asimismo en sus últimos años los rasgos de una recuperación
pretaciones menos sofisticadas) o (en las más complejas) como de temas de su formación académica temprana. Por añadidura, los
versiones de lo que esas experiencias habían significado para Meyer. documentos mostraban una figura de ningún modo aislada del poder,
Pero incluso estas últimas lecturas quedaban ahora necesariamente pero si resentida y cada vez más oscura en la medida que su propia
incompletas: porque si toda versión sobre un hecho es siempre una soberbia lo aislaba cada vez mas del medio en el que había tratado
versión interesada, una representación movilizada por su autor con de insertarse y al que había incluso imaginado poder liderar.
objetivos determinados (aunque no necesariamente conscientes Es imposible no recordar el deslumbramiento que
o expresos), lo que había faltado en el análisis de esos textos tan le produjo a Oechslin la revelación de ese «nuevo» Meyer, así como
afamados, a través de los cuales Meyer había consolidado su lugar la picardía con que planeó nuestra participación en Zurich. Para
como una figura controvertida del debate internacional, era la muy él, era el modo de introducir alguna problematicidad historiográ-
particular torsión mexicana que había presidido su escritura. fica en el homenaje, ya que tenía buenas razones para temer que,
Y si eso ya daba bastante material para una relec- tal cual estaba concebido, no fuera más que una nueva celebra-
tura del Meyer internacional, se sumaba la evidencia –que los artícu- ción militante de un Meyer monolíticamente vanguardista, ejemplo
los de las revistas mexicanas revelaban bien– del giro regionalista radical de una arquitectura moderna insobornablemente técnica y
que la experiencia soviética (y la adhesión sin fisuras al realismo comprometida, tal cual se venía repitiendo desde los años sesenta.
[ 18 ] socialista) le había impreso a las posiciones del Meyer que llegaba a [ 19 ] De hecho, el organizador del evento, Claude Schnaidt, había sido uno
de los primeros en formular esa versión hacia 1963, cuando colocó ción soviética del Bauhaus», con lo que no hacía más que encubrir,
la experiencia de la Escuela de Ulm como heredera de la Bauhaus con un juego retórico, la participación activa de Meyer en diferentes
de Meyer, estableciendo un contraste drástico entre ese período y instancias de la planificación soviética hasta 1936 y su identifica-
el resto de la historia de la Bauhaus, en polémica directa con lo que ción sin ambages con aquella orientación impuesta oficialmente
desde entonces quedó como «versión oficial», la de Walter Gropius. en 1933, algo que los textos mexicanos (y la historia de su propia
Recordemos que en 1956, mientras Schnaidt era inserción en ese país) permitía también entender muy bien6.
estudiante en Ulm (iba a terminar su posgrado en 1958, unién- Visto desde hoy, es muy interesante compro-
dose al cuerpo de profesores), Tomás Maldonado había despla- bar que todavía en 1990 tuviera que ser el Meyer mexicano el que
zado de la dirección de la escuela a Max Bill (él mismo ex alumno pudiera poner en evidencia ese ocultamiento. Y es muy comprensi-
de la Bauhaus de Dessau). La explicación que se iba a elaborar del ble el interés de Oechslin, posiblemente hastiado de aquella versión
conflicto lo presentaba como reedición del que se habría planteado partisana que ya llevaba casi treinta años edificando su propio
treinta años antes entre una Bauhaus «científico-técnica» (la de oficialismo, para que esos análisis sobre un Meyer que se había
Meyer) y otra «artístico-expresiva» (la de Gropius): por una escuela considerado siempre marginal (el mexicano) la pusieran en cuestión.
abierta a las fuerzas productivas (tanto la realidad industrial como Como tratamos de mostrar en nuestros dos trabajos, el rol que
las necesidades sociales) contra otra cerrada sobre «el sectarismo jugó México en la vida de Meyer, de estación última desde la cual
de la «buena forma»», en palabras de Schnaidt3. Esa recupera- pasar en limpio toda su accidentada trayectoria, le dio a los textos
ción de Meyer también venia acompañada en Ulm de un conflicto que escribió allí el carácter de un mirador privilegiado para ponde-
análogo al de la Bauhaus entre una alineación político-partidaria y rarla, obligándonos a analizar desprejuiciadamente cada uno de sus
la pretensión de una escuela sin afiliación, genéricamente progre- cambios de dirección, asumiendo la ambivalencia dramática entre
sista. Maldonado escribió en la revista de Ulm en la misma dirección, el tono triunfalista de los textos públicos –incluyendo el que llegó
centrado en este caso en la crítica al tratamiento dado a Meyer por a publicar en Suiza al final de su vida sobre el Programa Federal de
el libro recién aparecido de Hans Wingler, un artículo que generó un Construcción de Escuelas en México, que disfraza tras su imposta-
intercambio epistolar muy ríspido con Gropius4. Pero fue Schnaidt ción épica el rol marginal que él ocupó en el proceso y todas las críti-
quien desarrolló y consagró esa nueva versión sobre Meyer (y la cas mordaces que tenía sobre el modo en que se había realizado– y
Bauhaus) en un libro publicado poco después, en 1965, el primero el énfasis cada vez más amargo de sus textos privados, en los que la
dedicado enteramente a la figura del arquitecto suizo5. percepción de un frustrante final de ciclo se va haciendo patente.
Más allá de la importancia que tuvo en esos Lo cierto es que, con todos estos elementos
momentos el reclamo por incorporar el conflicto interior a la Bauhaus puestos en juego, la mesa dedicada a la experiencia mexicana de
en la interpretación de su historia, así como identificar el papel Meyer en el congreso de Zurich se convirtió en un tumulto. Luego de
jugado por Gropius desde los Estados Unidos en la construcción de las presentaciones, todo fue un caos, de opiniones exaltadas y de
una versión oficial de la misma, se trataba de una recuperación muy lenguas (se discutía, si así puede llamarse a un diálogo de sordos,
antojadiza del Meyer vanguardista y revolucionario (el que va de la en italiano, francés, inglés y alemán): Schnaidt se encargaba de
Bauhaus a la formación de las brigadas rojas y la decisión de trabajar rebatirnos con irritación; un grupo de los brigadistas rojos sobrevi-
en la URSS) que tuvo que desconocer, necesariamente, los efectos vientes que habían acudido al homenaje reaccionaban airadamente…,
arquitectónicos e ideológicos de su compromiso sin atenuantes con nosotros respondíamos, Oechslin coordinaba pero también interve-
el stalinismo. Al punto de que Schnaidt pudo desvincular completa- nía… Evidentemente, la provocación había cumplido su propósito
mente a Meyer del realismo socialista afirmando que había enseñado más inmediato, aunque es difícil que en ese marco turbulento se
en el WASI (la Escuela Politécnica de Moscú heredera del Vjutemas) hubiera podido percibir que el objetivo de nuestros textos no era
«hasta el momento de la gran reorganización de la arquitectura y la juzgar, sino comprender. (Y tenemos que confesar que cuando
construcción en 1933. La orientación hacia el realismo socialista que recordamos la presencia tensa en primera fila de esos respeta-
[ 20 ] sucedió a esta reorganización impidió desarrollarse a la ramifica- [ 21 ] bles ancianos de las brigadas, no dejamos de ruborizarnos: era su
propia memoria –y su propia vida seguramente llena de sacrificios– Notas
lo que parecía pasar de pronto del homenaje al sinsentido).
¿Y los propósitos menos inmediatos? Es indudable
que hoy sabemos muchísimo más sobre la Bauhaus y sobre Meyer
que en 1990: los estudios académicos serios han crecido exponen-
cialmente, incluyendo algunos excelentes que tratan la experiencia
de las brigadas rojas en la URSS y de Meyer en México. Pero a pesar
de eso, tenemos la sensación un poco extraña, por algunas publi-
caciones y eventos que surgen a propósito del Centenario de la
Bauhaus que se celebra este año, de que el debate político-ideoló-
gico de la arquitectura sigue estacionado no muy lejos de aquellas
polémicas de 1963-64 y nuevamente de 1990, una suerte de déjà 1 Se trata de la cátedra «Problemas p. 57. Vale la pena señalar que en
vu entre una memoria «oficial» y otra «partisana» que aún tiene a de la arquitectura contemporánea» la introducción a ese libro sobre la
Meyer como parteaguas, como si ese fuera un horizonte imposible de la que se dan mayores datos en la Bauhaus publicado en Montevideo en
de superar para una visión progresista de la arquitectura, en un Introducción a la primera edición. 1977, los arquitectos Arana y Gara-
mundo que sin embargo ha cambiado hasta volverla irreconocible. 2 Más adelante incluso la asignatura belli, responsables de la compilación,
Finalmente, una breve mención sobre el libro mismo pasó a llamarse «Catedra de Estudios pudieron advertir ya dos cuestiones
que ahora se reedita. La primera edición de 1993 tuvo una confec- Latinoamericanos Juan O'Gorman». centrales que la historiografía metro-
ción completamente artesanal: fue el primer y muy modesto volumen 3 Claude Schnaidt, «La enseñanza de politana iba a tardar bastante más
de una colección de «Historia de la Arquitectura Moderna» que iba a la Bauhaus, ¿es todavía actual?», en tiempo en registrar adecuadamente:
publicar el Instituto de Arte Americano de la Facultad de Arquitec- Mario de Micheli, Tomás Maldonado que la figura de Meyer «acrecentada
tura de la Universidad de Buenos Aires en conjunto con la Sociedad y Claude Schnaidt, La Bauhaus ayer por su brillante formulación, peligra
Central de Arquitectos, colección que nunca llegó a tener un segundo y hoy, selección y presentación de ahora de convertirse, también ella, en
volumen. Careció de toda distribución comercial fuera de las dos Mariano Arana y Lorenzo Garabelli, figura reverenciada y legendaria»; y
librerías de arquitectura de Buenos Aires a las que lo llevamos perso- Montevideo, Signo editores, 1977, que Meyer había llegado «a justificar
nalmente, de modo que circuló mayormente de mano en mano entre p. 58. El original de Schnaidt fue explícitamente, luego de su perma-
amigos, colegas y corresponsales. El hecho de que, a pesar de todas publicado en francés por Architecture. nencia en la URSS, una de las versio-
esas limitaciones, haya conseguido formar parte productivamente de Formes + Fonctions Nº10, 1963-64. nes más degradadas de esteticismo
una nueva oleada de estudios sobre Meyer en México quizás justifica 4 Tomás Maldonado, «¿Es aún vigente historicista»; ibídem, pp. 13 y 14.
que Bifurcaciones haya decidido reeditarlo veintiséis años después. la Bauhaus?», en ibídem, donde se
Nosotros estamos muy contentos y agradecidos por esa decisión, publicó también el intercambio epis-
confiando en que esta nueva edición pueda insertarlo en una conver- tolar con Gropius. El original salió en
sación más amplia, en términos historiográficos, ideológicos y cultu- Ulm Nº9/10, 1963. El libro de Hans
rales, que seguimos considerando tan necesaria como entonces. Wingler es La Bauhaus, Gili, Barcelo-
na, 1972, que había aparecido en su
Adrián Gorelik y Jorge Francisco Liernur, febrero de 2019. original alemán en 1962.
5 Hannes Meyer. Buildings, projects and
writings, Teufen, Artgur Niggli, 1965.
6 La cita de Schnaidt en «La enseñanza
de la Bauhaus, ¿es todavía actual?»,
[ 22 ] [ 23 ] en La Bauhaus ayer y hoy, op. cit.,
Introducción
Adrián Gorelik - Jorge Francisco Liernur

Los dos trabajos que se publican en el cuerpo central de este libro


fueron escritos con destino al homenaje a Hannes Meyer reali-
zado en Zürich en 1991, en conmemoración del centenario de su
nacimiento («Hannes-Meyer-Tage. 3-6. Mai 1990». Eidegenösis-
che Technische Hochschule Zürich. Höhere Schule für Gestaltung
Zürich. Museum für Gestaltung Zürich). En esa oportunidad, por
gentil invitación de Werner Oechslin, participamos en la mesa
«Hannes Meyer en México», en el marco de distintas actividades
que convocaron a Alfred Roth, Max Bill, Claude Schnaidt, Magdalena
Droste, Philipp Tolziner y Leon Bataille Schklowski, entre otros.
Desde 1986 veníamos debatiendo estas cuestio-
nes en la catedra Problemas de la arquitectura contemporánea, en el
marco de las temáticas –tan poco abordadas en la Argentina– de la
arquitectura latinoamericana del siglo XX. Allí se intentó un equilibrio
inestable entre la voluntad de construir una visión global del desarro-
llo arquitectónico americano vinculado con las grandes problemáticas
de la modernidad occidental, y la necesidad de conocer con la mayor
precisión acontecimientos puntuales, en un contexto de escasez
de fuentes primarias y secundarias y con el compromiso adicional,
dado por la función docente, de pensar formas de transmisión de
ese conocimiento que simultáneamente se intentaba construir en
un vacío tal de referencias. Situación seguramente similar a la de
muchas otras cátedras en muchas otras facultades, pero que aquí se
menciona simplemente porque de esa tensión múltiple surgieron –y
por ella están recorridos– los trabajos sobre Meyer que siguen: ¿cómo
hablar de una figura central de las vanguardias radicales de la arqui-
tectura europea de entreguerras que llega a un momento clave de la
historia de una de las arquitecturas americanas más complejas como
la mexicana, si es tan poco el terreno común de conocimiento sobre
[ 25 ] estos temas, si los libros en los que se desarrollan son escasos y están
escasamente difundidos entre escasos especialistas, y si simultánea- coinciden en mostrar un Meyer menos incomprendido y más escin-
mente se tiene la convicción de que tales cuestiones, aparentemente dido por contradicciones propias que lo que surge de las versio-
lejanas, son vitales para reflexionar sobre nuestra cultura moderna? nes existentes en la historiografía, pero sobre todo en apuntar a
En ese sentido, la publicación de estos traba- interpretaciones sobre el fenómeno del modernismo en nuestras
jos sobre Meyer es una apuesta y, de alguna manera, un banco de tierras como un problema actual. En el caso de Meyer en México,
pruebas. Apuesta a que es posible reinstalar en la cultura arquitec- la sombra de la vanguardia es doble y atraviesa climas cruzados:
tónica argentina aquellos problemas, para nosotros centrales, de se proyecta en el espacio, desde el centro frío hacia la periferia
la modernidad occidental, que en otros tiempos supieron darle una caliente, y en el tiempo, desde el momento ardiente de la revolu-
densidad lamentablemente perdida a la reflexión teórica y a la propia ción modernista hacia las gélidas pacificaciones de la posguerra.
práctica de nuestros arquitectos. Banco de pruebas sobre el tono y los El escaso conocimiento sobre estos temas hubiera
instrumentos en que tal tarea de ampliación puede desarrollarse, sin hecho aconsejable, seguramente, una edición en la que los dos textos
renunciar a una discusión específica que por momentos atiende más críticos hicieran de introducción a una muy completa documenta-
que al estado actual de conocimiento local sobre Meyer, al casi desco- ción gráfica y bibliográfica. Esto no era posible por razones obvias
nocido puñado de trabajos –europeos y mexicanos– que lo abordan. de economía, así que se decidió publicar un apéndice pequeño, con
Apuesta y banco de pruebas que explican –ya que no justifican– materiales que por diferentes motivos se consideraron útiles. Por
muchos de los límites de ambos trabajos: saltos entre aspectos muy una parte, se publican las ilustraciones más directamente vincula-
generales y cuestiones de gran especificidad en el itinerario de Meyer, das a la actividad del propio Meyer en México; las obras mexicanas
discusiones intrincadas sobre aspectos puntuales de la arquitectura o europeas que en los textos críticos aparecen mencionadas son
mexicana, saltos también entre la ambición polemista y erudita de por lo general clásicos de la arquitectura moderna ya publicadas en
esas discusiones y las inevitables limitaciones en la propia posibilidad la bibliografía general. Por otra parte, se decidió publicar sólo dos
de escribir a tantos kilómetros de distancia de los sitios donde queda- textos originales de Meyer: su autobiografía, y la conferencia «Paseo
ron las huellas materiales de aquellos acontecimientos que se revisan. de un urbanista por Italia», ambas inéditas en castellano. La primera,
El primero de los trabajos trata sobre las profun- realizada en 1949, presenta una cronología general, lo que permitirá,
das transformaciones de la cultura arquitectónica mexicana desde a quienes desconocen mayormente la figura de Meyer, aproximarse
los años previos a la llegada de Meyer, sobre el peculiar momento a su itinerario biográfico global, con el valor adicional de que es el
de esa llegada, que permite la coincidencia de las ideas arquitec- propio Meyer quien lo reseña. La conferencia, a su vez, se vincula con
tónicas que entonces sostenía Meyer –después de su paso por la hipótesis estructurantes del segundo de los ensayos que componen
URSS– con los contenidos de algunos de aquellos cambios impul- este libro; como los límites de espacio nos impedían publicar todos
sados desde el estado mexicano, sobre el empeño de Meyer –y los textos de Meyer importantes para seguir la argumentación de
sobre sus dificultades– para acomodarse a los vaivenes posterio- ambos ensayos, seleccionamos sólo el que permanecía inédito en
res; sobre su manera de intentar hacer valer alternativamente, en castellano desde la perspectiva del valor documental.
este contexto cambiante, sus experiencias alemana y soviética, tan También desde una perspectiva documental,
contradictorias entre sí; sobre las aporías del compromiso vanguar- se publica una lista de la catalogación en el Archivo Meyer de los
dista que, sin las tensiones políticas de entreguerras, quedan en documentos más importantes para seguir las peripecias de su
México patéticamente al descubierto. El segundo trabajo aborda el estadía mexicana, con una breve síntesis del contenido de algunos de
fracaso de la experiencia mexicana de Meyer, reconstruyendo para ellos. Y en las dos últimas partes del apéndice se publica, para facili-
su explicación las complejidades de las relaciones centro-perife- tar la necesaria remisión a la bibliografía existente, una detallada
ria, el itinerario de las vanguardias, el peculiar intento de Meyer de guía cronológica de los textos mexicanos de Meyer que se usan como
síntesis entre modernismo y clasicismo, las transformaciones de referencia en los ensayos (indicando la publicación original y los
sus ideas y mecanismos proyectuales, y la articulación entre ciertos lugares en los que pueden encontrarse reeditados) y una bibliografía
[ 26 ] principios vanguardistas y la condición social primitiva. Ambos [ 27 ] comentada de las fuentes secundarias que tratan sobre su figura.
Finalmente –aunque no en último lugar, como
suele decirse–, resta agradecer a los compañeros del Instituto de
Arte Americano (FADU-UBA), que discutieron con nosotros versio-
nes preliminares de estos trabajos; a Magdalena García, biblio-
tecaria de la Sociedad Central de Arquitectos de Buenos Aires,
por cuya amabilidad pudimos consultar con gran comodidad las
revistas mexicanas del período que afortunadamente esa biblio-
teca conserva; a la Fundación Alexander von Humboldt, porque su
apoyo nos permitió el trabajo en el Archivo de Frankfurt, y a Werner
Kleinerüschkamp, porque sin su gentileza y sus conocimientos ese
trabajo no hubiera sido realizado en el poco tiempo del que dispo-
níamos; y, centralmente, a Fernando Aliata, Anahi Ballent, Graciela
Silvestri y Werner Oechslin, quienes hicieron tanto para que estos
ensayos finalmente se escribieran.

Adrián Gorelik y Jorge Francisco Liernur, noviembre de 1992.

[ 28 ]
Final de viaje: el arquitecto
en la construcción del
«capitalismo real»
Adrián Gorelik

«Cuida, cuando pienses morir,


que ninguna pista delate el lugar donde yaces
con una inscripción, que señale
tu nombre y el año de tu muerte.
Una vez más
¡borra tus huellas!»

Bertolt Brecht, Libro de lectura para habitantes


de la ciudad (primer poema), 1928.

En el origen de este ensayo debe señalarse la impronta de la presen-


tación sobre la actividad de Hannes Meyer en México que hiciera
Pancho Liernur en 1985 cuando organizó la cátedra Problemas de la
arquitectura contemporánea, FADU-UBA; de ahí en más, la deuda se
multiplica con todos los otros compañeros de la cátedra: Fernando
Aliata, Anahi Ballent, Mercedes Daguerre y Graciela Silvestri, con
[ 31 ] quienes la discusión y la confrontación han sido y son permanentes.
❶ conmoción en Meyer. De acuerdo a lo que afirmaba enfáticamente en
sus primeras conferencias, en 1938 creía arribar a uno de «los estados
Por una desafortunada paradoja, la llegada de Hannes Meyer a México, más adelantados del mundo», donde
el país donde en medio del avance mundial del fascismo la esperanza
en la revolución social había renacido, se produjo en el mismo cada expropiación de ferrocarriles, fuentes de energía, refinerías
momento en que daba un giro notable el impulso político que había de petróleo o ingenios, cada expropiación de tierras en beneficio
alentado tal esperanza. A partir de 1938, la gestión del presidente de los ejidatarios, reduce las oportunidades para especular con los
Lázaro Cárdenas (1936-1940) derivará en un alineamiento incondi- bienes nacionales y para explotar a los hombres mediante usura
cional con los Estados Unidos y en una eficaz apertura capitalista, inmobiliaria.
que será profundizada por su sucesor, Avila Camacho (1940-1946), y
llevada a las últimas consecuencias por la gestión de Miguel Alemán Un estado ideal para un urbanista socialista ya que, nuevamente en
(1946-1952) consiguiendo que, en apenas una década, el México palabras de Meyer,
socialista resultara –según la aguda fórmula de Halperin– el país que
mejor supo adaptarse al clima del capitalismo en Latinoamérica1. sólo este proceso de liberación económica del pueblo mexicano abre
En efecto, 1938 es un año clave en la historia paso a una planificación nacional ordenada, en que todas las necesi-
política mexicana: es el año de mayor conflictividad obrera, el año dades de vida del pueblo, materiales y culturales, se encuentran
en que la retórica revolucionaria alcanza sus picos más altos, el año comprendidas y plásticamente realizadas en formas democráticas3.
de las expropiaciones petroleras; pero también es el año en que
se detiene la original reforma agraria que se venía profundizando La carrera de Meyer parecía llegar a su conclusión natural: del
desde 1935, el gobierno hace las paces con la iglesia, y el conjunto cooperativismo romántico de la colonia Freidorf (Suiza, 1921) a la
del movimiento obrero organizado inicia su camino de confluencia dirección de la Bauhaus (Dessau, 1928-1930), luego el compromiso
con el estado en la construcción del nuevo modelo de desarrollo del militante que lo dispara a la experiencia soviética (1930-1936) y,
capital. Podría decirse que en 1938, en el mismo momento de conocer desde allí, casi sin solución de continuidad, el fin del viaje en México
sus tonos más intensos, se disuelve aquello que le había permitido para aportar sus conocimientos técnicos en la nueva utopía de los
a Cárdenas darle nuevos bríos a la Revolución –aquello que Aguilar treinta, la construcción del socialismo en un país americano.
Camín describió como una manera de conducir México En este ensayo propongo analizar las formas que
asumió esa última etapa de Meyer una vez que quedó claro que no
con la sociedad puesta en pleno movimiento, con los obreros había llegado a una nueva tentativa de socialismo real, sino que todo
haciendo huelga y los campesinos ocupando las tierras, con los su saber debía aplicarse al proceso de construcción de un capita-
empresarios organizándose y organizando paros y el ejército lismo real. Es evidente que esto fue una de las principales causas de
dividiéndose, con las clases medias y la iglesia enervadas por las la progresiva desilusión de Meyer sobre las posibilidades de trabajo
decisiones de política educativa y con una desafiante política en México, a la vez que motivo de su creciente aislamiento. Pero se
exterior que condujo las relaciones con Washington al abierto trata de evitar que esa efectiva desilusión impida ver los esfuerzos
desafío, el riesgo militar y el boicot económico. Con todos los de adaptación y la consiguiente inserción, no menos efectiva, de
elementos puestos al rojo vivo...2. Meyer en la cultura arquitectónica mexicana y en la organización de
un eficiente aparato estatal; inserción cuya productividad fue posible
Pasados los coletazos de la euforia que había generado la participa- no tanto a pesar del giro político, sino precisamente a raíz de él4.
ción mexicana en la Segunda Guerra y el compromiso antifascista –que Algunas de las cuestiones que permitirían ponderar
garantizó la protección oficial de un exilio español masivo–, la progre- el interés de la experiencia mexicana de Meyer, podrían formularse de
siva transparencia con que este proceso de repliegue va quedando este modo: coincidiendo con Dal Co en que su paso del Bauhaus a la
[ 32 ] en evidencia en los años cuarenta debe haber producido una enorme [ 33 ] URSS en 1930 expresa que «la aceptación del compromiso social, en
tanto que compromiso de hacer y producir, es el preámbulo de la ideolo- ❷
gía burguesa a la teoría del socialismo realizado»5, ¿es posible luego de
ese paso dar la vuelta atrás, desde el rol de técnico bolchevique hacia la Tal vez uno de los rasgos que mayor interés le dé al estudio de una
búsqueda de una inserción como ideólogo en una sociedad capitalista figura como la de Meyer sea esa particular ubicuidad suya que, a lo
que ni siquiera estaba en crisis –como sí lo estaba la alemana en los largo de más de dos décadas, lo impulsó a estar siempre allí donde
años veinte– sino en plena expansión? Si en la comprensión de Meyer se debe, donde sucede la Historia desde una perspectiva de compro-
–trabajada esforzadamente en su trayectoria soviética desde dentro miso militante. Por su expresa voluntad de quitar del primer plano a
de las directivas del Partido– el arquitecto debe ser únicamente la Arquitectura para exponerse de lleno a los procesos sociales, su
un analista que opera objetivamente con los datos que sus análisis obra teórica, sus proyectos, sus construcciones y su actividad como
científicos le proveen, ¿qué sucede cuando la realidad que analiza polemista y propagandista, más que para señalar una trayectoria de
no llena los requisitos de una ideología progresista?, ¿hace primar por sí rica y compleja tal vez sirvan para iluminar, con singular intensi-
las convicciones técnicas o las políticas?, ¿hay algún lugar de sínte- dad, momentos clave en el desarrollo de la arquitectura contemporá-
sis entre ambas en una práctica burguesa de la arquitectura?; sino, nea y, sobre todo, al plantearse en todo instante como opciones éticas
¿hacia dónde puede dirigir su trabajo un personaje como Meyer: hacia límite, para ver cómo en su torno se redefinen permanentemente los
la anticipación de una ciudad liberada (después de haber criticado con lugares ideológico-estéticos del conjunto de los protagonistas.
dureza durante tanto tiempo como vana esa actitud), o hacia la inter- Esto es tan evidente para su eruptiva participa-
vención técnica en la ciudad existente (después de haber comprobado ción en el Bauhaus como para su trabajo en la Unión Soviética, y
que ésta era y seguiría siendo burguesa)? ¿Cómo se reorganiza, por así lo ha entendido la mayor parte de los estudios sobre su obra,
último, en torno a estas mismas cuestiones, la completa vanguardia sobre la arquitectura de entreguerras en Europa, o sobre la experien-
mexicana?, ¿qué intenta aprender de Meyer cada sector de ella? cia soviética que se han escrito en los últimos veinte años8. Pero
A la luz de preguntas como éstas, la etapa final de también en la etapa mexicana, que aún permanece casi sin revisar,
Meyer puede aparecer, más globalmente, como la conclusión de la es notoria esa particular tensión que le da a Meyer el papel de
experiencia, en el mundo de la posguerra, de un sector decisivo de caja de resonancia de problemas centrales de la arquitectura y la
las vanguardias heroicas, encarnado en uno de los personajes que sociedad del momento. Por ese papel es que no puede ponderarse
más fiel permaneció a sus principios. Gran parte de los mitos que su última obra a partir de los propios resultados arquitectónicos ya
le dieron sentido al radicalismo arquitectónico de entreguerras se que, por otra parte –como analiza Liernur en la segunda sección de
enfrentan, a finales de los treinta, a un mundo que parece empeñado este libro–, ninguno de sus trabajos mexicanos puede compararse,
en subvertir sus fundamentos, y esto se hará particularmente notorio en sentido cualitativo, con algunas de sus mejores obras de los
en México, uno de los países latinoamericanos que dejó en eviden- años veinte. Esto obliga a un análisis diferente, que se centra en el
cia, con mayor crudeza, el gran error de la cultura progresista de nivel más ideológico del discurso pero, sobre todo, en el esfuerzo
entreguerras de identificar sin más Planificación y Socialismo6. de Meyer por sintetizar y aplicar en una nueva realidad toda su
Pero, además, la presencia de Meyer en México permite visualizar experiencia anterior; un análisis sólo posible en una visión crítica
la colisión de fragmentos muy significativos de las experiencias panorámica de la cultura arquitectónica mexicana.
europea y americana, redefiniendo tanto su propia trayectoria como Es seguramente el profundo desconocimiento que la
la compleja composición de la cultura arquitectónica mexicana en historiografía tiene sobre esta cultura una de las razones para que se
momentos en que la década del treinta, la más convulsionada, la de haya demorado tanto el interés por apreciar los matices, los valores
mayor compromiso y más intensa experimentación para los arqui- y las repercusiones de los pocos proyectos que se conocen de Meyer
tectos locales, se comprime en el cuello de botella del modernismo en los diez años de su permanencia en México –conviene recordarlo:
desarrollista de la Escuela Mexicana de Arquitectura, la que emerge el sitio en el que más años permaneció en toda su vida profesio-
victoriosa en los años cuarenta para colaborar sin reparos ni conflic- nal. Sin embargo, no es sólo el desconocimiento de la arquitectura
[ 34 ] tos en la construcción de «un México nuevo y homogéneo»7. [ 35 ] mexicana lo que ha retardado el tratamiento de la experiencia de
Meyer: también es muy poco lo que se sabe de sus años en la Unión Gropius en los Estados Unidos y Le Corbusier
Soviética y, si bien esto puede vincularse a las particulares condi- dando la vuelta al mundo en pos de comitentes buscaban, cada uno
ciones de su trabajo allí, son fragmentos completos de la arqui- a su manera, Arquitectura; Meyer en México, Revolución. La famosa
tectura occidental los que, al finalizar su época heroica, ingresan opción corbusierana parece mantener vigencia y Meyer vuelve a
en un cono de sombra para la historiografía. Cono de sombra con situarse del lado de la Revolución: revitaliza su discurso en el país
pequeñas y aisladas manchas luminosas: las trayectorias indivi- en el que aún el verbo construir se puede conjugar en tiempo futuro,
duales de algunos maestros, algunas arquitecturas nacionales, los como necesidad revolucionaria, brindándole la única oportunidad a
ecos tardíos del modernismo en la periferia. Los años que van de la Arquitectura de ser proclamando su desaparición. Nuevamente
mediados de la década del treinta a finales de la Segunda Guerra cobra sentido para Meyer la figura de propagandista, como cuando
son años de crisis, de mudanzas, en los que se hace particular- hacia 1930 difundía las realizaciones soviéticas en Europa «en
mente difícil detectar rumbos o evaluar polémicas, y en los que primera persona del plural»11; y ya que eran los Estados Unidos los
personajes como los que integraban las brigadas alemanas en la que albergaban la Arquitectura Moderna a la que le había «decla-
Unión Soviética tienden a aparecer como los últimos sobrevivientes rado la guerra»12, bien podía ser México el lugar marginal donde
de una patrulla perdida, una muestra casi patética de los tiempos quedarse afuera. El México de 1938 podía jugar para Meyer, el papel
idos, cuando la Arquitectura parecía ir del brazo con la causa de la que jugaron los estudiantes comunistas alemanes al organizarle,
transformación del mundo. ¿Qué hicieron después de su regreso de en 1931, el escenario alternativo desde donde disparar sus dardos
la URSS figuras como Ernst May en Kenya, Mart Stam en Amsterdam contra los arquitectos de las reuniones berlinesas del CIAM 13.
o Hans Schmidt en Basilea?
En este sentido, la situación mexicana hacia 1938
le brinda a Meyer la ocasión única de inyectarle nueva vida a aquella
especie en extinción, manteniendo los tonos y los contenidos de ❸
su discurso. Más aún: recuperándose del necesario silencio que se
había impuesto en los últimos años de su estadía soviética. Tonos Efectivamente, el México de 1938 debe haberle parecido a Meyer un
heroicos y contenidos que llaman a la epopeya de la construcción país diseñado por estudiantes comunistas. Y esto no era solamente
no podrían haberse soñado en casi ningún otro lugar del mundo en porque, con una dirección comunista «más cardenista que Cárde-
esos años. Y eso Meyer lo había experimentado directamente en su nas»14, todo lo que el Presidente hacía era festejado por el Partido
fugaz paso por Suiza, adonde llega en junio de 1936: allí su activi- –mutatis mutandis– como política comunista; motivos menos coyuntu-
dad debe necesariamente mantener un bajo perfil, dedicándose rales habían llevado a sectores de la cultura arquitectónica a elaborar
casi con exclusividad –luego del fallido intento de una participación posiciones que sintonizaban a la perfección con lo que Meyer traía
activa en la Guerra Civil Española–9 a la organización del proyecto en el haber de su experiencia soviética, pero en una situación que le
y la ejecución del Hogar Infantil Cooperativo en Mümliswill, en un garantizaba vigencia, y nueva proyección, a una serie de polémicas que
retorno a su primitiva ligazón con el cooperativismo suizo. seguían interesándole y ya no podían llevarse adelante en Europa.
México, hasta entonces, había representado para la Esto queda planteado con claridad en párrafos comple-
arquitectura occidental apenas uno más de los lugares donde buscar tos de las dos conferencias que brinda en su primer viaje a México:
el Sur, como la California de Neutra o el Brasil de Warchavchik10.
Pero en 1938 Meyer no va a tener interés en el trópico como tal, como Bajo la máscara de un pretendido «modernismo», el edificio
el lugar de realización del mito vanguardista del buen salvaje al sol, escolar –dice Meyer– situado en lo más profundo de la selva es
sino como el lugar de la Revolución. Meyer encuentra en México –como ejecutado en concreto, cuando seguramente la madera y el adobe
posiblemente lo había encontrado antes Eisenstein– una especie de como materiales locales hubieran permitido una solución más
Unión Soviética virgen, que aún conservaba el encanto y el fervor de los económica y más natural (…).
[ 36 ] años veinte, la sensación de lugar para un arquitecto revolucionario. [ 37 ] El grito que pide una «arquitectura internacional» en la época de
las autarquías nacionales, del despertar de los pueblos coloniales, en concreto. Es que aquí se produce un interesante juego de espejos:
de la reconcentración de Latinoamérica contra el Capital extranjero las convicciones de O'Gorman del 33 que Meyer critica en el 38
imperialista y reaccionario, del proceso de edificación socialista en estaban alimentadas en gran medida de posiciones como las que él
la Unión Soviética, en la época de la expropiación de ferrocarriles, mismo había sustentado antes de su paso por la Unión Soviética.
latifundios y pozos petroleros en beneficio del pueblo laborante Así que su reivindicación de las tradiciones nacio-
de México. Este llamado es expresión de un sueño snobista de nales con el mismo tipo de lenguaje jacobino con que las vanguardias
aquellos estetas de la construcción que deliran con un mundo habían enseñado a abominar de ellas, se convierte en una autocon-
arquitectónico uniforme de vidrio, concreto y acero (en provecho dena a aquel Meyer remoto de 1926 que proclamaba el «declive de
de los trusts del vidrio, del concreto y del acero), desligado de toda la patria» en el Nuevo Mundo al que se debía dar respuesta: «Apren-
realidad social. Vean, en cambio como ejemplo en contra, la situa- demos el esperanto. Nos volvemos cosmopolitas –se alegraba Meyer
ción arquitectónica que prevalece en la Unión Soviética, donde entonces– (...) Nuestra misión es la de dar a nuestro nuevo mundo
en la actualidad más de 80 culturas nacionales de los diferentes una nueva forma con medios modernos»17. Autocondena, en verdad, no
pueblos liberados del zarismo no sólo desarrollan su literatura y demasiado infrecuente en Meyer, en tanto toda su trayectoria podría
artes propios, sino que igualmente se encuentran en proceso de entenderse como un permanente ajuste de cuentas consigo mismo,
formación más de 80 arquitecturas de configuración nacional, y como un continuo volver sobre el pasado para anatematizarlo: sólo ese
eso siendo uniforme el contenido social, que lo es el socialista15. estado de alerta consecuente parecía darle confianza en «la supera-
ción de los conscientes residuos de clase de extracción burguesa»,
Como en casi todas sus intervenciones, Meyer dispara a granel, con típicos del «idealista pequeñoburgués» que censuraba en sí mismo18.
proyectiles que enlazan polémicas diversas e interesan blancos Meyer revisa en México su vanguardismo desde la experiencia sovié-
múltiples. Pero tanto el ataque a la «arquitectura internacional» tica en lejanas ciudades orientales, pero sobre todo desde el punti-
como la consiguiente exaltación de un proyectar «regionalista» lloso seguimiento –que marcaría por completo a esa experiencia– de
tienen connotaciones precisas en México, más allá de sumar propa- las posiciones oficiales con que la dirección política interpretaba el
ganda soviética o argumentos contra sus ex colegas de la Bauhaus. proceso de construcción del socialismo en un solo país»19.
En efecto, la identificación de los intereses de los trusts con los Y esto es lo que separa al regionalismo de Meyer
«sueños snobistas» de los «estetas de la construcción» no es sólo de aquel otro que auspiciara Le Corbusier con el proyecto de la
el broche que le permite cerrar la condena de figuras como Gropius casa Errázuriz en Chile en 1930 –tan influyente en la arquitectura
o Mies y de la versión de la experiencia modernista que se venía latinoamericana de los años cuarenta–, o de las nuevas arquitecturas
divulgando como International Architecture al compás de la progresiva nacionales –como la de Finlandia o Brasil– que cobrarían notorie-
norteamericanización del mundo prebélico. En México, esto puede dad a partir de la Feria Mundial de Nueva York de 1939, marcando las
tomarse, a su vez, como la condena de la corriente vanguardista local discusiones de las siguientes dos décadas. El regionalismo aparece
que había logrado incidir en gran medida con sus propuestas en la en Meyer como posición política antes que lingüística; como conclu-
estructura estatal durante los primeros años de la década del treinta. sión racional y objetiva lograda desde el trabajo en el estado, desde el
«La arquitectura tendrá que hacerse internacional por la simple razón conocimiento comprometido de la realidad, antes que como expre-
de que el hombre cada día se universaliza más», decía Juan O'Gorman sión ideológica de esencias culturales, como técnica antes que como
en 1933 enfrentando, junto a un puñado de arquitectos radicales, al arte. Es en este punto donde su propuesta regionalista adquiere
conjunto del campo arquitectónico mexicano; «el concreto armado y originalidad en el marco de los genéricos aires de vuelta a las raíces
el acero estructural, ¿no son acaso sistemas de construcción interna- que acompañaban los procesos de transformación que se abren con
cional?», concluía con argumentos que parecen servir directamente la crisis del 29 y hacen eclosión ante la Segunda Guerra. Originali-
de base a la crítica de Meyer16. Y no sólo argumentos, si tenemos dad que lo convierte en interlocutor privilegiado en México, donde
en cuenta que buena parte de lo construido por estos arquitectos diversas versiones de ese debate se venían prefigurando desde el
[ 38 ] radicales en su gestión estatal fueron edificios escolares ejecutados [ 39 ] inicio de la década: había sido una aproximación muy similar al
regionalismo lo que le había permitido a un sector del radicalismo la Arquitectura aparece como la materialización por excelencia de
arquitectónico mexicano hacer propio el desafío agrarista del carde- esa doble garantía, como el símbolo de que la etapa de la destruc-
nismo, rompiendo para ello con ciertas premisas modernistas pero ción revolucionaria había terminado y de que el estado podía tomar
resistiendo a su vez al folklorismo hollywoodense de Allá en el Rancho a su cargo la construcción ex-novo de una sociedad distinta.
Grande, con el que gran parte de la cultura mexicana de finales de los Cuando Guillermo Zárraga –arquitecto de ofici-
treinta quedó reducida a mero souvenir turístico. nas estatales, docente, diputado y amigo personal de Calles– le
encarga en 1925 a José Villagrán García la terminación del Insti-
tuto de Higiene de Popotla, lleva a cabo la primera acción relevante
orientada a incorporar el modernismo arquitectónico como expre-
❹ sión estatal. Se desencadena así una serie de vínculos entre la
gestión pública y los nuevos arquitectos que colocará en un primer
Esta ruptura regionalista con el modernismo es un punto que ha sido plano a tres jóvenes radicales: Juan O'Gorman, quien colabora con
poco revisado en la propia historiografía de la arquitectura mexicana, y Villagrán en Popotla y establece luego, como Director de Construc-
sin el cual la inserción de Meyer pierde gran parte de su sentido. Ruptura ciones Escolares, una relación paradigmática con Narciso Bassols
con el funcionalismo radical de un grupo de la vanguardia mexicana, –miembro relevante de la Generación de 1915– durante su gestión
emblematizado por los artículos de Juan O'Gorman, que bajo las bande- como Secretario de Educación Pública (1931-1934), llevando
ras de la Técnica y la Razón había intervenido decididamente en el adelante un plan de construcción de escuelas que sorprendió por
proceso de reconstrucción institucional del México posrevolucionario, en su radicalidad y su eficacia; Juan Legarreta, a quien Zárraga lleva
el que la arquitectura había sido llamada a jugar un papel primordial. a la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas impresionado
Es en la construcción de un nuevo tipo de estado por la vivienda experimental que había realizado como tesis en
donde debemos ubicar ese primer modernismo arquitectónico, 1930, desde donde realizará una serie de notables iniciativas en el
construcción que en México comienza a afirmarse –a diferencia de área de vivienda urbana popular, interrumpida trágicamente por su
otros países latinoamericanos como Brasil o Argentina– ya antes de prematura muerte; y Alvaro Aburto, dedicado desde 1928 al estudio
que la crisis del 29 hiciera del dirigismo intervencionista la única de la vivienda rural e integrante, junto a sus dos compañeros,
salida para las economías de la región, rompiendo todo un ciclo de del Consejo de Arquitectura del Distrito Federal, cuya formación
orden liberal. Desde 1924, con la presidencia de Plutarco Elías Calles, acabaría por enervar al campo arquitectónico ya muy sensibilizado
ese modelo de estado –con su agenda de temas: planificación, contra todo este despliegue de modernismo vanguardista oficial22.
industrialización, urbanización, tecnificación– se convierte en la Y es que la ruptura que este grupo produce no
alternativa al caos revolucionario que desde 1910 mantenía a todo el apunta sólo contra la arquitectura Neocolonial, con la que hasta
país en un estado de guerra e inestabilidad permanentes. entonces el estado había intentado indicar que la Revolución no era
La camada de jóvenes intelectuales que se conoce- más que una vuelta al origen; su principal contendiente será el profe-
ría como Generación de 1915 es la que se autoasignó la tarea de sionalismo liberal de la mayor parte de un campo arquitectónico que
construir ese México nuevo20. Si la generación anterior, la de Vascon- –más allá de sus alineamientos estilísticos– había logrado atravesar
celos y los ateneístas, levantó la mítica bandera de transformar las convulsivas etapas de la Revolución sin modificar sustancial-
educando21, esta nueva generación buscará modernizar un mundo mente su relación con la sociedad23. Este grupo de jóvenes radicales,
social y cultural cuyo principal mal percibe en su atávica heteroge- identificándose con la utopía constructiva del estado callista, se hizo
neidad; buscará integrarlo –anulando sus diferencias– a un México capaz de interpelar desde allí al conjunto de la sociedad, obligando
que ella misma está diseñando: su esfuerzo propagandístico tiene a una recolocación general y demostrando que el modernismo, como
que ver con demostrar que tal integración es un salto imprescin- ideología, podía ser capaz en México de anticipar y construir la imagen
dible hacia adelante, cuyos riesgos están planificados cuidadosa- y los modos de la modernización a niveles imposibles de alcanzar en
[ 40 ] mente y cuyo éxito reside en la técnica con que se lo efectúe. Aquí [ 41 ] los propios lugares de origen del vanguardismo arquitectónico.
De este modo, el modernismo se constituye en delinear la distancia entre las preocupaciones del Maximato y las
la prenda de una alianza entre la Arquitectura y el Estado, la que del cardenismo26, distancia que, ya desde entonces, estaba produ-
parecerá potenciarse en la medida en que cada parte cumpla sus ciendo una divisoria de aguas nueva dentro del propio grupo de
premisas. La Arquitectura, trasvistiéndose en una pura técnica arquitectos que defendían la inserción en el estado.
que hable de higiene y racionalidad; cediéndole el centro de las Así, son posiciones como las de Alvaro Aburto
preocupaciones disciplinares al programa y la gestión; colocando la (miembro del «trío radical») y Mauricio Campos las que ya en esas
simplicidad de la ejecución como argumento liminar de la necesaria mismas Pláticas plantean modalidades diferentes de acción para
repetición y tipificación y del aporte a la economía en construcción; responder desde el estado a los requerimientos sociales:
desplazando al Arte, en suma –cuya acepción arquitectónica O'Gor-
man despreciaba con la calificación peyorativa de necesidades espiri- El arquitecto no es un simple técnico –dice Aburto en su interven-
tuales–, para abrirse a la Vida. El Estado, montando un sistema de ción–, estudia la vida de los hombres en sus comunidades (…) y
educación técnica alternativo a la formación liberal-humanista de la aprovecha esas enseñanzas para darles una mejor habitación (…),
Universidad Autónoma, que hará de plataforma de lanzamiento de un estudia cómo vive el pueblo, cómo se defiende de los elementos
nuevo modelo de inserción social de los profesionales; creando la red naturales, (temas) que requieren del arquitecto una penetración
caminera, sanitaria y productiva con que buscará llevar la moderniza- sensible, para captar lo más profundamente las costumbres27.
ción urbana al interior rural; construyendo los mecanismos económicos
y financieros que le permitirán diseñar una burguesía nativa moderna Y Campos ofrece un Plan de acción en el que junto a la propuesta de
que, en tanto clase, sólo aparece por ahora como proyecto estatal24. «hacer valer nuestro trabajo en las Secretarías de Estado, Organi-
Esto va a mostrarse en los primeros conjuntos zaciones Obreras, Municipios y Estados, saliendo a trabajar en el
hospitalarios de Villagrán García, con su acento puesto en la plani- campo y ciudades de provincia», indica la necesidad de realizar
ficación global, en la que los volúmenes puristas no son más que un «estudio completo de las costumbres, climas y procedimientos
metáforas de una racionalización general igualadora; en las escuelas constructivos en todo el país para resolver los problemas sociales
de O'Gorman, con la parquedad extrema de una técnica que renun- de primera necesidad»28. Esta versión de regionalismo pobre enfren-
cia a toda expresión para realizar la ideología de la institución que tándose al internacionalismo técnico indica el inicio de un cambio
se quería vanguardia principal de la vida moderna; en los conjuntos que se profundizará a partir de 1935, mostrando que el llamado
habitacionales de Legarreta, con el cuidadosísimo trabajo tipoló- de Zárraga a «ver la realidad», que tanto impresionó al O'Gorman
gico, que maneja con libertad y creatividad los aportes del debate estudiante, recién va a ser oído en la segunda mitad de los treinta29.
europeo en función de adecuar la vivienda urbana a la tarea posrre- O, mejor, indicando que la política agrarista de Cárdenas desbordó
volucionaria por excelencia: modelar la nueva familia mexicana. lo que para la sociedad urbana del Maximato parecía ser la realidad.
Hacia 1933, la profusa actividad de esta vanguar- Entre el 35 y el 38 estas posiciones regionalis-
dia extremará la polarización del campo profesional, con el que se tas van a recibir impulso estatal al compás de una reforma agraria
terminará batiendo en un duelo desigual: sin precedentes: si el muralismo promovido por Vasconcelos había
construido las imágenes de un campesino y un indio puros, en los
Un pueblo que vive en jacales y cuartos redondos no puede hablar que se justificara la destrucción revolucionaria, la cultura carde-
de arquitectura. Haremos las casas del pueblo. Estetas y retóricos: nista debía conocerlos en su realidad, de modo tal que, a su vez, la
¡ojalá mueran todos! ¡Harán después sus discusiones! integración que se proponía no se habría limitado, como la política
de Calles planteaba, a la expansión indiscriminada de un programa
fue el grito de guerra de Lagarreta en las famosas Pláticas que la modernizador urbano. El resto, en un plano menos ideológico, no
Sociedad de Arquitectos Mexicanos (SAM) organizó entonces25. Pero iba a ser muy diverso entre los proyectos políticos de Calles y
1933 es también el año en que Cárdenas lanza la propuesta de Plan Cárdenas: los enormes efectos sociales de la Reforma agraria –
[ 42 ] Sexenal como parte de su campaña a la presidencia, comenzando a [ 43 ] más que una efectiva transformación de la estructura productiva
del campo, que no se produjo– van a demostrar cabalmente que el a convertirse en bracero en los Estados Unidos–, modificaban ahora
final de la agitación rural era tan importante para la consolidación radicalmente su valor simbólico33.
capitalista como la industrialización en la ciudad30. En las viviendas obreras que Del Moral y Gutié-
Como parte de esos cambios, en la cultura arqui- rrez Camarena realizan en Irapuato (1936) encontramos un caso
tectónica se va a intentar el pasaje de una técnica como lenguaje similar. Pero reforzado, porque se trata de un experimento que
de la igualación, a una técnica capaz de expresar la diferencia; el sobreimprime una imagen diversa a una tipología casi calcada de la
pasaje de la confianza en una armonía derivada de la civilización a empleada por Legarreta en la colonia Balbuena34. La modernización
la confianza en una armonía derivada de la cultura, reproduciendo no implicaba solo que la ciudad invadiera el campo, sino también
en el interior del estado la oposición central de las polémicas de las que el campo llevara lo suyo a la ciudad; círculo que en la década
Pláticas. En éstas, O'Gorman había afirmado que la arquitectura del siguiente, aunque con contenidos ideológicos diferentes, va a cerrar
pueblo, el jacal mexicano, era de una forma siempre igual «debido la arquitectura de Luis Barragán35.
a que se ha utilizado una forma siempre igual para resolver necesi-
dades semejantes»: era esta enseñanza tipológica, abstracta, lo
que debía tomarse como modelo de la arquitectura tradicional
popular para repetir en una arquitectura racional que pudiera resol- ❺
ver científicamente la cuestión de la habitación popular, y no la
apariencia dictada por la pobreza y la ignorancia seculares; ya que, Va a ser con estas búsquedas regionalistas con las que las posicio-
se preguntaba retóricamente O'Gorman, «… porque (las casas del nes de Meyer sintonizarán a su llegada a México; por esta misma
pueblo) son mal hechas y disparejas, chuecas e imperfectas, ¿vamos vía, su discurso no va a estar alejado de lo que podría interpre-
a admitir que su encanto está en esto?»31 Pero es justamente ese tarse como la traducción arquitectónica de la polémica más general
encanto lo que intentarían recuperar las nuevas propuestas de entre el stalinismo y el trotskysmo, en momentos en que Trotsky,
vivienda obrera y campesina; y si O'Gorman se expresaba como asilado en México desde principios de 1936, recibía la solidaridad
podría haberlo hecho el Meyer alemán, Aburto y Campos parecen, y el apoyo de grupos de artistas radicales, O'Gorman entre ellos36.
en cambio, tomar el ejemplo del Meyer soviético, haciéndose cargo Quizás radique allí la explicación del uso de Meyer de los «edificios
de la certeza que nuevamente se generaliza: la función social de la escolares realizados en concreto» como ejemplo de lo denostable
arquitectura no puede completarse si la vivienda del campesino no en una arquitectura que, bajo la consigna de un genérico interna-
es además bella, en los términos de su propia y auténtica cultura32. cionalismo revolucionario, quedaría sometida a los intereses más
La experiencia de Aburto en Jiquilpán (1936) –el abyectos del imperialismo. En momentos en que la inminencia de la
pueblo natal de Cárdenas, en el que emprende una serie de refor- Segunda Guerra Mundial hace de Roosevelt un aliado y de Trotsky
mas– muestra que no se trata sólo de regionalismo pobre: dedicarse a el peor enemigo de la causa comunista, Meyer parece elegir –en lo
ver y reproducir la realidad no hizo más que devolver como en espejo que hace a su inserción en el debate mexicano– idénticos alinea-
las necesidades espirituales que el primer funcionalismo quiso aventar mientos, definiendo un campo de relaciones tan amplio y vago
para siempre. En Jiquilpán se trataba de llevar agua y construir como podía serlo, en el plano político, el definido por el Partido
unas viviendas donde el trazado de una carretera dejaba su huella; Comunista Mexicano (PCM) con el oficial Partido de la Revolución
pero esta vez los signos de la modernización no debían potenciarse Mexicana (PRM) en los inicios de la política de unidad nacional: lo
lingüísticamente con formas modernistas, como había sido norma en que queda afuera del frente popular es el vanguardismo37.
el Maximato, sino equilibrarse con los signos culturales de la comuni- En definitiva, aquella sintonía ideológico-estilística
dad local aun a riesgo del Kitsch: la síntesis tenía que ser posible. es uno de los elementos decisivos para que, durante la corta estadía
El agua, que permitía desde un régimen sanitario adecuado hasta del primer viaje de Meyer, tanto su trayectoria como su discurso
modos de productividad agrícola desconocidos, y las carreteras, que aparezcan validados desde los más distantes ámbitos de la disci-
[ 44 ] acercaban un poblado a las novedades capitalinas –y al campesino [ 45 ] plina, incluyendo al propio epicentro de la vida académica mexicana:
la Academia de San Carlos, donde ofrece sus dos conferencias. Y impulsada por Bassols en 1932, para llevar adelante las propuestas
es que muy poco antes de su llegada, el mundo institucional había de educación técnica de la Secretaría de Educación Pública42; con
sufrido una serie de cambios que colocaron en un lugar privilegiado a Cárdenas, en cambio, quien no deja a su vez de sostener e impulsar
los grupos más interesados en sostener una relación con Meyer, justi- estas alternativas, el oficialismo logra hegemonizar todos los niveles.
ficando el que se le brinde una recepción oficial difícilmente imagina- Es esta la coyuntura político-institucional en la que
ble unos meses atrás. Por una parte se había resuelto, en una tregua Meyer hace su aparición. Y es su propio prestigio entre los grupos
indudablemente favorable al gobierno, el largo conflicto que con radicales, más el indudable prestigio del que gozaba entonces la
éste mantenía la universidad; se constituía por primera vez desde la planificación soviética entre los sectores gubernamentales, lo que
época de las primeras discusiones sobre la educación socialista y la coadyuvó para que Enrique Yáñez y José Luis Cuevas lo incorpora-
autonomía universitaria, más de una década atrás, un establishment ran como pieza fundamental en el proyecto de formación de una
universitario, oficialista, con Gustavo Baz como rector y Mauricio Escuela de Planificación Urbana que contó con el apoyo de la Secre-
Campos como Director de la Escuela Nacional de Arquitectura (ENA)38. taría de Educación43. Desde esta perspectiva se deben analizar las
Campos había sido colocado como interventor de la Escuela por el dos conferencias que dicta en 1938, desde la perspectiva del Meyer
progubernamental Comité depurativo de la Universidad, desplazando a planificador. Es en la articulación de Regionalismo y Plan, clave
la dirección tradicionalista del arquitecto Mariscal, utilizando como de su experiencia soviética, desde donde su discurso parece capaz
motivo un conflicto por reformas a la enseñanza iniciado contra la de interpelar a los más amplios sectores del campo arquitectónico
dirección por grupos de estudiantes y docentes radicales; la elección mexicano, en un momento en que éste comenzaba a preocuparse
del interventor como decano definitivo por el Consejo Universita- por el problema de la planificación en un severo intento de grupos
rio, en julio de 1938, se constituyó en una victoria conjunta de esos técnicos –pocas veces asimilables a posiciones de izquierda– por
grupos y el gobierno, dándole a los primeros centralidad institucio- integrar efectivamente a la arquitectura a la tarea más sistemática
nal y al segundo un respaldo decidido para su política39. ya emprendida por médicos y economistas en sus respectivas áreas.
Por otra parte, el mismo Mauricio Campos había Desde este punto de vista se vuelve importante
venido dirigiendo los últimos tiempos la SAM, en un significa- considerar el XVI Congreso Internacional de la Planificación y la
tivo vuelco de la matrícula que también procura una colocación Habitación que se reúne en México en agosto de 1938 –motivo
más propicia con respecto al gobierno: la figura de Campos, como original de la primer visita de Meyer–, en la medida que ofrece el
referente de las Misiones Culturales vascocelianas, tan del gusto panorama del desarrollo de la planificación en el momento en que se
cardenista, aparece como una de las más adecuadas para lograrlo40. le encarga a Meyer la tarea de organizarla como carrera específica.
Esto es lo que explica que las dos instituciones que hasta entonces El Congreso fue preparado por tres figuras de perfi-
habían albergado una oposición tenaz a todo lo que Meyer pudiera les significativos para evaluar el carácter técnico y profesional que
venir a representar, auspicien oficialmente sus conferencias publi- buscaba asumir: Carlos Contreras, arquitecto, profesor de urbanismo
cándolas, luego, junto a un extenso material sobre su completa en la ENA desde 1926, fundador en 1927 de la Asociación Nacio-
trayectoria –se trató de todo un número dedicado a Meyer quien, nal para la Planificación de la República Mexicana y de su órgano
posiblemente, era la primera vez que recibía una cobertura tal de su oficial, la revista Planificación, y director, desde 1928, del Comité del
obra– en la revista de la SAM, Arquitectura y Decoración, en la que Plano Regional de la Ciudad de México; Carlos Tarditti, arquitecto,
Meyer aparece desde su llegada como colaborador permanente41. quien ya en 1924 había realizado como tesis un estudio económico
Durante los gobiernos de Calles y el Maximato, el sobre el problema de la habitación en México y es uno de los prime-
radicalismo oficialista nunca había podido hacer pie en las institucio- ros en reaccionar, en 1930, contra el aislamiento de la SAM frente a
nes gremiales y universitarias, habiendo fracasado de modo estruen- los problemas de la sociedad y a los objetivos del estado posrevo-
doso el proyecto de Diego Rivera de convertir a la Escuela de Arte en lucionario; y José Antonio Cuevas, ingeniero, técnico especializado
un taller bauhausiano en 1930, y debiendo el gobierno crear centros en el tema de la cimentación –extremadamente delicado por las
[ 46 ] alternativos de formación, como la Escuela Superior de Construcción [ 47 ] características del suelo de la ciudad de México–, sobre el que venía
experimentando con métodos originales desde 191844. Se trataba de que Meyer venía a representar justamente frente a ellos; es decir,
concretar vinculaciones con las iniciativas técnicas de nivel interna- se separa –según la fórmula que se utilizó más arriba– tanto del
cional, pero no tanto para someter ante éstas la experiencia mexicana, Meyer alemán como del soviético, ya que si algo une a ambos es
sino para validarla frente a las autoridades locales presentándoles, la concepción del Plan como una manera realista de incidir en
como hecho consumado, la necesidad de fomentar esas propuestas una situación dada, de acuerdo a condiciones establecidas que se
de modo decidido. Así, a la eficaz elaboración de las iniciativas debía deben estudiar minuciosamente. Sólo evaluando su fuerte conte-
sumarse una no menos eficaz trama de relaciones con las diferen- nido realista puede explicarse la efectividad de la inserción de los
tes instancias del poder estatal, diseñando, más que un congreso de funcionalistas radicales en el estado callista y la continuidad de
especialistas, una muestra frente al estado y la sociedad de las venta- Meyer en la estructura de la planificación soviética después de la
jas de una disciplina que debía contar con su favor y financiamiento. ruptura de la mayor parte de los técnicos europeos en la URSS.
Hay una serie de trabajos presentados al Congreso Esto es importante evaluarlo ya que, bien por sus
que se entroncan con estos objetivos, señalando la existencia de relaciones personales, bien por el tono fuertemente dogmático de
un campo técnico en crecimiento; trabajos como los de la mesa «La su propuesta ideológica o, en algunos casos, por sus afinidades
habitación en los países tropicales y subtropicales», o la propia políticas, el efímero fenómeno de la UALS ha tendido a verse retros-
ponencia del ingeniero Cuevas sobre el subsuelo, en la que expone pectivamente como articulador de una línea de continuidad (que
su sistema tomando a México como un «laboratorio de cimentación para algunos sería incluso de superación) funcionalismo radical -
de ciudades»45. Pero en el mismo Congreso aparece otra vertiente, UALS - Meyer, línea imposible de aceptar desde el punto de vista de
que estará más cercana a Meyer en la construcción de la Escuela. sus premisas arquitectónico-urbanísticas48. Ya en 1932 Meyer había
Vertiente que, sin embargo, más que de preocupaciones técni- tratado con desdén a aquellos grupos de artistas radicales que creían
cas, se nutre directamente de las condiciones de efervescencia que en los países capitalistas «el camino de la arquitectura socialista
político-ideológica del campo intelectual: es el momento de mayor (…) pasa a través de los proyectos de imaginarias «ciudades socialis-
intensidad de la primavera cardenista, cuando la alianza con el tas»»49. Pero en las conferencias mexicanas agrega, al rechazo progra-
movimiento sindical cargaba de sentido épico a la arquitectura, mático, el técnico: «hace mucho que se abandonaron (en la URSS) las
produciendo resultados notables como el edificio del Sindicato grandes «máquinas habitación» de la época posrevolucionaria», dice
Mexicano de Electricistas, de Enrique Yáñez y Ricardo Rivas, «un en su segunda conferencia como discutiendo con las enormes unida-
triunfo de carácter clasista», como lo definieron sus autores46. des habitacionales del proyecto de la UALS; «la ciudad soviética no es
Esta vertiente aparece en el Congreso de modo una obra esquemática, sino dialéctica», concluye recreando la larga
paradigmático con el «proyecto de la Ciudad Obrera de México», que polémica de la jerarquía soviética contra las propuestas urbanas de
presentaron cuatro jóvenes arquitectos: Raúl Cacho, Alberto Arai, los años 28-32, propuestas que en la URSS acabaron personificadas
Enrique Guerrero y Balbino Hernández, integrantes de la reciente- en el «despreciable legado» de Ernst May, según la lapidaria formu-
mente creada Unión de Arquitectos en Lucha por el Socialismo (UALS); lación de Mostakov en 193750. Meyer mismo, al final de su segunda
un proyecto diseñado como experimento teórico de la ciudad que conferencia mexicana, reconocerá que aceptar esta realidad le valió
se construiría una vez instalado el socialismo en México47. Si se una derrota profesional en Moscú; pero si se coloca en México como
analiza la propuesta, detrás de su presentación científica, con ejemplo personal de la incomprensión de los técnicos pequeñoburgue-
detallados estudios estadísticos, surge con claridad que para este ses frente a las tareas de construcción del socialismo real, es sólo en
grupo la planificación no es sino la anticipación descomprome- la medida en que esa derrota «se convirtió en valioso impulso y en una
tida –en términos arquitectónicos– de un futuro político diferente: de las emociones urbanísticas más profundas» de su vida51.
repitiendo utopías productivistas, identificando planificación con De este modo, el discurso de Meyer realiza un
reglamentación en clave biologista de la vida y los horarios de la movimiento que, alejándolo de la UALS, lo acerca por vías diversas a los
familia, la «ciudad obrera» se separa simultáneamente de la tradi- técnicos más pragmáticos y a los regionalistas más convencidos; sólo
[ 48 ] ción del radicalismo mexicano y de las experiencias soviéticas [ 49 ] en el hecho de que el viaje de Meyer es eminentemente propagandístico
se explica que aquel alejamiento sea relativo, en tanto se trata de una ésta se disuelve en 1939, pero no como producto de algún tipo de
distancia técnica. En sus dos conferencias, y en los textos que publica marginación frente a la nueva situación creada desde los finales
para reseñar su trayectoria, Meyer se muestra mucho más preocupado del cardenismo; por el contrario, casi sin solución de continuidad
en propagandizar la superioridad de las posibilidades de la arquitec- encontraremos a la mayoría de los integrantes de la UALS tomando
tura y el urbanismo en el socialismo real que en establecer puntos de parte activa en los equipos técnicos estatales que caracterizarán a
contacto con las condiciones del ejercicio profesional en la realidad la profesión durante la década del cuarenta.
mexicana; mucho más enfático en señalar que

las enseñanzas que me había procurado el urbanismo en la Europa


occidental resultaron completamente ajenas, inutilizables, insubs- ❻
tanciales e impropias en el sistema social de la Unión Soviética52,
En junio de 1939, luego de ordenar aspectos prácticos en Europa,
que en formalizar vinculaciones con los grupos técnicos más prepara- Meyer vuelve a México con un contrato de la Secretaría de Educa-
dos para la tarea realista tal cual él mismo la concebía en teoría. ción Pública para formar un Instituto de Planificación y Urbanismo
Es frente al rol de agitador asumido por Meyer en el según el proyecto que habían presentado Yáñez y Cuevas, lo que
viaje del 38 que la UALS puede convertirse en un interlocutor privi- le permitió asegurar una radicación definitiva para él y su familia.
legiado; es a ellos a quienes se dirige cuando sugiere vías de acción «Allegro enérgico» califica Meyer en sus apuntes a la perspectiva
en México. Cuando se refiere al aislamiento de la arquitectura de una experiencia de trabajo en México, al conocimiento de esa
local con la sociedad –aislamiento que lo asombra en relación a la «nueva sociedad», y todos esos primeros momentos caen bajo el
popularidad de la pintura mural–, Meyer recurre a dos ejemplos, influjo de aquel valor musical que la completa realidad mexicana
retomados de sus giras por Europa, en que los técnicos habían parecía compartir con él54; tanto como para permitirle no atender a
actuado sobre la realidad como sensibilizadores sociales: el grupo los variados obstáculos que se venían interponiendo en sus planes,
de jóvenes arquitectos de Praga que en 1931 expuso un análisis de en particular los provocados por la dirección de la Escuela Superior
las condiciones residenciales de tal crudeza que motivó la censura de Ingeniería y Arquitectura, de la que el Instituto de Meyer debía
y la intervención policial; y el de la cooperativa de Oslo que en 1932 depender y que desde el comienzo lo acepta con recelo. Y mientras
obligó a toda la prensa a ocuparse del problema de la habitación todo su viaje anterior a México había estado marcado con exclusi-
popular mediante un reportaje sobre el estado de las viviendas en vidad por la impronta de la experiencia soviética, va a ser en estos
la parte vieja de la ciudad53. Queda claro que Meyer piensa siempre momentos de organización del IPU cuando Meyer realice el intento
en la mayor efectividad del técnico en la sociedad real. Pero, en más orgánico por recuperar su experiencia bauhausiana.
tanto agitador, esa efectividad aparece aquí, a diferencia de lo que Esto se desprende con claridad de la organiza-
sucede cuando él teoriza su propia práctica, medida en términos ción del Instituto, de sus planes de estudio y de los pocos ejerci-
exclusivos de dinamización de las contradicciones sociales, las cios que puede comenzar a producir: del mismo modo que nada de
que percibía tan agudas en México como en la Europa que tomaba lo realizado en su primer época capitalista en Alemania le había
de ejemplo; esa efectividad aparece únicamente en términos de servido al enfrentarse a la realidad del socialismo, así como ese
disolución, más que de construcción a la manera bauhausiana. lúcido reconocimiento le había valido una integración efectiva
Cuando Meyer regrese el año siguiente a México en el proceso soviético, el plan del IPU parece surgir del recono-
a instalarse, a levantar su proyecto de Instituto de Planificación cimiento concomitante de que difícilmente pudiera aplicar la
Urbana (IPU), va a tener que modificar sustancialmente su discurso experiencia de su episodio soviético sin más en México, incluso a
en función, entonces sí, de una práctica constructiva. Transfor- riesgo de que todo no fuese más que un simple volver a empezar.
mación que lo pone en paralelo, nuevamente, a la propia trans- La tonalidad eminentemente bauhausiana que
[ 50 ] formación de la Unión de Arquitectos en Lucha por el Socialismo: [ 51 ] recorre estos primeros planes de Meyer para el IPU puede aparecer,
entonces, como remisión expresa e ineludible a aquella experien- de que una vanguardia desarrolle «su propia especialización» y la
cia eficaz en un contexto capitalista: todo se sintetiza en conocer estructura capitalista de la sociedad: relación de necesidad que
la realidad. Conocerla: iluminarla con la luz más potente posible. Es Meyer y sus apólogos soviéticos habían puntualizado a partir de
en esta necesidad de reaplicación de su experiencia bauhausiana 193057. En efecto, los motivos centrales que aparecen, en 1940,
que se debe examinar el artículo que en 1940 publica en México: explicando esta abrupta dimisión de Meyer a la dirección de la
«Bauhaus-Dessau. Experiencias de la enseñanza politécnica»55; Bauhaus diez años atrás, se vinculan a la acción de los elementos
porque así como el reconocimiento de la necesidad de reaplicación atrasados de la sociedad. Atrasados en relación al capitalismo:
impide reducir los significados del artículo a los de una recupe- pre capitalistas, y no intrínsecos a su propio y necesario desarro-
ración teórica, polemista, funcional exclusivamente a la «batalla llo. Principalmente, los artesanos, que «creyeron que sus medios
personal» de Meyer con Gropius y Mies que pudiera colocarlo nueva- de mantenimiento peligraban a causa de la «nueva arquitectura»
mente en el centro de un debate internacional, al mismo tiempo, divulgada por la Bauhaus»; en segundo lugar, «los elementos
esa búsqueda señala las inflexiones operativas de la revisión. conservadores que veían su cultura clásico-burguesa amena-
Y es que resulta una lectura de la Bauhaus muy zada», finalmente, una administración municipal ganada por la
particular la que realiza Meyer en este artículo, como para pensar politiquería y el fascismo58.
que la remisión a aquella experiencia pueda ser completa después A primera vista, no puede sino resultar extraño
de su paso por la URSS. Las similitudes entre esta Bauhaus que que sea precisamente la mímesis con la experiencia soviética la que,
comenta en 1940 y el VASI (Instituto Superior de Arquitectura y ahora, le desdibuje al fracaso de la Bauhaus de Dessau su carácter de
Construcción de la URSS), tal como lo había presentado en 1938 en clase, ya que ese carácter clasista de la ruptura había sido levantado
sus primeros artículos mexicanos, son notorias: en ambas oportu- orgullosamente como bandera por Meyer, en tanto era lo que permi-
nidades la descripción de Meyer se preocupa en puntualizar, en tía resignificar todo el episodio como un triunfo59. Hay al menos dos
términos análogos, cómo las «ciencias exactas» expulsaron al «arte perspectivas que permiten interpretar tal desvanecimiento. La primera,
puro», cómo los talleres experimentales se vincularon directamente la vinculación de las posiciones de Meyer con las ya comentadas de
a las ramas de producción de cada tipo de industrias. El VASI perte- la unidad a toda costa, que desde el Komintern se fueron extendiendo
necía –«esto es característico», había dicho Meyer– al Comisariado a la gran mayoría de los partidos comunistas en los años previos a la
Popular de la Industria Pesada y no al de la Educación. Una vincula- guerra y, sobre todo, a partir de la entrada en ella de la URSS en 194160.
ción institucional como ésa no podía darse, de hecho, en la Bauhaus Pero esta perspectiva, si bien no puede dejar de
de Dessau; sin embargo, todo el empeño del artículo en el que se aparecer como fondo, presenta más una evidencia que una explicación
ocupa de ella está puesto en realzar, con innumerables ejemplos de de los cambios. La incorporación de elementos de la experiencia sovié-
efectividad en la colaboración escuela técnica-empresa capitalista, tica como atenuantes de los núcleos anticapitalistas de la Bauhaus
el enorme éxito de los productos Bauhaus frente a las demandas técnica no puede tomarse sólo como producto de una correción ideoló-
reales de la industria y el consumo. Es así que gica. Meyer no es –a pesar muchas veces de sí mismo– a ese punto un
político, sino un técnico sujeto por convicción a una línea política. Lo
no se trata de simple coincidencia si hoy, personas que estudiaron que interesa ver, por fuera de esa sujeción, son los problemas efecti-
en el Bauhaus ejercen su profesión o enseñan en los países social e vos con que debe enfrentarse en su trabajo en México que lo llevan
industrialmente más avanzados. a revisar de este modo su paso por la Bauhaus; y lo que aparece
aquí en forma ineludible, lo que cambia las certezas opuestas de
dice Meyer refiriéndose en primer lugar, sin duda, a los Estados Unidos56. cada período de su trayectoria anterior, es la cuestión del estado. Es
De este modo, el artículo pone en sordina la decir, la nueva relación que debe construir entre técnica y estado en
relación de necesidad entre el fracaso de la Bauhaus técnica que una sociedad que es capitalista, pero cuyo estado es más parecido
había intentado materializar Meyer en el período en que la dirige, y al soviético que al que llegó a conocer en la Alemania previa a la
[ 52 ] la «vieja estructura de la propiedad privada», entre la imposibilidad [ 53 ] reestructuración de los años treinta y la posguerra.
Es esto lo que le da el principal interés a la general con una composición monumental, que pueda ser percibida
experiencia mexicana de Meyer en esta etapa de formación del IPU: la globalmente mediante configuraciones de alto valor escenográfico,
forma en que se lanza a una completa revisión, pero no para oponer como la del acceso. El complejo, para Meyer, como una metáfora
a cada premisa anterior una inversa, como había hecho en la URSS de ciudad, debe ser una máquina exacta, que incluya lo monumen-
con su actividad alemana, desarrollando sobre cada tema contra- tal y lo épico, pero nunca lo casual; en la que todo conduzca
dicciones ensañadas. En México, la particular situación nacional e a fines precisos; en la que las masas obreras puedan desfilar
internacional y su búsqueda de inserción en un tipo de estructura marcialmente y el conjunto volumétrico se comporte como la
estatal diferente a cualquiera de las que había conocido, le obliga a gigantesca escenografía de una obra teatral firmemente pautada.
buscar puntos de conciliación entre experiencias que hasta entonces Como señaló José Luis Cuevas –ascesor jurídico
veía incompatibles. Lo que parece estar buscando ahora es la demos- del jurado y posiblemente el resposabe de la participación de Meyer–
tración de que puede no haber conflictos insalvables entre técnica, es el único proyecto de los que concursan pensado como proyecto
industria y estado en una sociedad capitalista, siempre que el estado urbano62; pero podría agregarse que no en tanto «proyecto de
aliente y encabece un efectivo desarrollo. La homologación Bauhaus- urbanista», sino en la medida en que el intento de Meyer era, en reali-
VASI apunta fundamentalmente a dejar en claro la necesidad de que dad, convertir un programa arquitectónico en una ciudad en minia-
–en cualqier sistema socio-económico, parecería indicar Meyer– el tura. A las perspectivas simétricas de matriz beaux-art o a los campus
estado funcione como garante del desarrollo de la técnica. flanqueados perimetralmente de la mayor parte de los proyectos
Así, Meyer avanza desde la revisión acrítica, en la concursantes, Meyer opone una densa trama de volúmenes, terraple-
que disponía sin conflictos de ejemplos que le resultaban funciona- nes y jardines que generan una provocativa fragmentación; posible-
les, según el caso, de cada una de sus experiencias anteriores, tal cual mente el argumento central en su contra, pero el único recurso que
había hecho en las conferencias del viaje del 38, hacia una revisión le permitía hacer del tema un manifiesto urbano. De todos modos,
más comprometida, en la que comienza el intento por definir una nueva no es sobre las virtudes de una acción planificadora sobre la ciudad
posición mediante la articulación y el equilibrio, tensando al límite que trata este manifiesto, sino sobre la virtud, más rara todavía en el
cada una de sus convicciones precedentes. Intento que se hace posible, México de la época, de poseer una imagen de ciudad. En este caso, se
a su vez, dada la estructura de escuela que debía mantener el IPU: es en trata de una imagen que recurre a las fórmulas impuestas desde el
la enseñanza y no en la práctica de la planificación, donde Meyer puede Plan para Moscú por el urbanismo realista de la URSS, pero combina-
intentar integrar sin conflicto el conjunto de su trayectoria. das con motivos del vanguardismo arquitectónico occidental y con la
Pero, más alla de la labor específica del IPU, durante utilización de fondo de la grilla tradicional de la cuadrícula hispana.
esta etapa Meyer realiza dos intervenciones en el debate mexicano Pese al empeño de algunos de los jurados por
en direcciones complementarias a las del artículo «Bauhaus-Dessau», distinguir el trabajo de Meyer, el primer premio lo recibe Mario Pani
mostrando diversas modalidades de la integración que proponía; se y el segundo el equipo de Enrique Yáñez y Ricardo Rivas63. Pero más
trata del proyecto que presenta en el concurso para la Casa de España allá del resultado, de lo excesivo del trabajo de bordado planimétrico
en México y del artículo que publica poco antes del cierre del IPU, en de Meyer, es sorprendente ver hasta qué punto el concurso adelantó
abrill de 1941, «El regionalismo en la edificación de la vivienda suiza»61. temas centrales de los que guiarían la actividad de las siguientes
El concurso es una oportunidad sin igual para décadas, cuando la palabra símbolo en la disciplina arquitectónica
insertarse profesionalmente en México: es un programa celebrato- vuelva a ser integración. Desde dos puntos de vista: integración en la
rio de la causa republicana, ligado al esfuerzo gubernamental de concepción urbano-arquitectónica, que aparece con claridad antici-
asilo masivo de españoles antifranquistas, con dimensiones que lo patoria en el proyecto de Meyer, en su recurrencia a un realismo que
convierten en un emprendimiento poco común y que, tratándose se afirma más en el peso de la masa que en imágenes clacisistas (ese
de un concurso por invitación, coloca a Meyer, como único extran- clacisismo modernista que sustentará al funcionalismo monumental
jero, en un lugar privilegiado. En su anteproyecto, intenta combi- de la Escuela Mexicana de Arquitectura, cuyo ejemplo máximo va a ser
[ 54 ] nar un extremo rigor en la disposición de los volúmenes y la traza [ 55 ] la Ciudad Universitaria de 1950); e integración, por otra parte, en el
funcionamiento institucional, en la reorganización del campo disci- Meyer sobre las limitaciones propias de su lugar en el estado, y que le
plinar que en este concurso ya está actuando si vemos que los esque- puso a los trabajos del IPU el plafond de no poder ser más que análi-
mas del primer y segundo premio –el promisorio empresario Mario sis escolares65. La etapa siguiente se abre en los comienzos de 1942
Pani y los jóvenes radicales Yáñez y Rivas– confluyen en disposi- con la publicación del artículo «El arquitecto soviético», después de
ción y expresión, señalando la progresiva homogeneización de las más de tres años sin mención alguna de Meyer de su experiencia en
diversas tendencias, la otra integración que derivará en el esfuerzo la URSS, y muestra su pugna por una inserción más decidida en la
común de construir un modo de gestión que aglutine al conjunto gestión pública. A la hora de pasar de la enseñanza a la práctica de la
del campo arquitectónico. Integraciones, ambas, que no son sino planificación, tal inserción indicará la ineficacia de aquel intento de
una, ya que la Escuela Mexicana de Arquitectura, como expresión conciliación entre sus experiencias alemana y soviética, la necesidad
global de la arquitectura mexicana de los años 40 y 50, nace de la de revisar, con mayor profundidad aún, dos modos tan diferentes de
reorganización de la disciplina frente al estado, se constituye en el relacionarse con la arquitectura, el estado y la política.
supuesto de la supresión del conflicto técnico e ideológico.
El artículo sobre el regionalismo, por último,
muestra la forma en que Meyer acusa el impacto de esas búsquedas.
Podría pensarse que es la evidencia de un interlocutor diferente, de ❼
un México que sutura sus divisiones, lo que le hace modificar aquí la
línea central de ataque que había desarrollado tres años atrás en las «El arquitecto soviético» produce, evidentemente, un quiebre
conferencias de su primer viaje: ahora no es la arquitectura interna- en relación a las intervenciones de la etapa del IPU, quiebre que
cional el principal contendiente de este regionalismo que propone recupera la experiencia en la URSS pero ya no con las motivaciones
sino, en palabras de Meyer, «el estilo tradicional de la construcción, exclusivamente propagandísticas que había mostrado en las confe-
marca colonial»; estilo que venía poblando las colonias residencia- rencias del 38. Así como «Bauhaus-Dessau» se había constituido en
les de las clases medias y altas en el momento del inicio de la gran la revisión más completa realizada por Meyer de su polémica gestión
expansión urbana. El regionalismo que introduce como ejemplo en la escuela alemana, «El arquitecto soviético» –publicado dos
aparece fraseado como un elemento vinculante de dos culturas, años después– intenta a su vez ofrecer un panorama abarcativo de
la suiza y la mexicana, que se igualan, dice Meyer, en tanto ambas la arquitectura y el urbanismo de la URSS, desde la época de la NEP
son «un mosaico de elementos locales y regionales». Pero menos hasta el 3er Plan Quinquenal que recién estaba promediando66.
como opción política que lingüística, menos como propuesta Lo extenso del período que toma no es secundario
para una planificación global que como búsqueda de inserción en la necesidad de mostrar la organicidad del avance del proceso
personal en el mercado residencial: la deliberada elección para soviético más allá de su propio paso por él, convirtiendo ese paso
la portada del artículo de la obra suiza más fácil de relacionar y en una anécdota: a diferencia de su mirada sobre la Bauhaus, según
confundir con arquitecturas vernáculas de regiones mexicanas, la cual su gestión se justifica en la ruptura, en la URSS el único
la concesión oportunista de esa elección, busca ligar centro y progresismo efectivo para Meyer es el realismo, el avance inelucta-
periferia, desarrollo económico y particularismo local, expresión ble de lo que sebe ser más allá de las circunstancias individuales.
regional y consumo individual, burgués, de la vivienda64. Realismo que le lleva a aceptar lo acontecido sin más: lo realmente
A mediados de 1941 se produce el cierre del IPU, sucedido no sólo es lo posible, sino –ex-post facto– lo necesario.
luego de largos conflictos con la dirección de la Escuela Superior de Agotado traumáticamente el episodio del IPU, la
Ingeniería y Arquitectura donde no habían terminado de aceptarlo, remisión explícita y celebrativa a la realidad del socialismo ofrece,
dejando como saldo una serie de trabajos de investigación urbana en México, varios niveles de significación. Por una parte, es la forma
realizados por grupos de alumnos. El fin de la experiencia docente con que Meyer recupera públicamente su compromiso con una causa
marca, a su vez, el fin de la cauta conciliación de esta primer etapa que, a partir de junio de 1941, estaba atravesando –en palabras
[ 56 ] de búsqueda de inserción. Cautela que indicaba la conciencia de [ 57 ] del propio Meyer– su «bautismo de fuego» resistiendo la invasión
nazi; situación que volvía a México –paradójicamente vía su alianza empresarial y consolida el tipo de desarrollo del México moderno: el
bélica con los Estados Unidos– aliado de la URSS, favoreciendo la estado provee la infraestructura básica (petróleo, energía, carreteras,
conversión de la simpatía militante de Meyer en causa socialmente riego) para apoyo e incentivo de la industria privada que la capitali-
presentable. Pero, por otra parte, representa la adopción de un zará; los planes de desarrollo los convienen entre ambos70.
modo más agresivo de inserción, en un reacomodamiento reactivo La enorme movilización de recursos que provoca
dentro de la discusión específica del campo disciplinar. la guerra, al enganchar a México como vagón del exitoso New Deal
Es que algunas motivaciones del artículo «El arqui- rooseveltiano, se condensa en la creación de organismos estatales
tecto soviético» se comprenden mejor a la luz de la serie de comen- como el Consejo Nacional de Economía en 1941, la Comisión Federal
tarios sobre la arquitectura y el urbanismo en la URSS publicados por de Planificación Económica al año siguiente, y las comisiones nacio-
un crítico mexicano en el número anterior de la misma revista: en una nales de Inversiones y de Planificación para la Paz en 1944. Por
panorámica de las polémicas soviéticas de los primeros años treinta, primera vez desde que el callismo abre la agenda de temas de la moder-
Meyer es ubicado como representante de las «tendencias conser- nización, el estado logra cerrar la fórmula capaz de articular los impul-
vadoras» del debate urbanístico67. Más allá de cierta superficiali- sos encontrados de la economia y la sociedad mexicanas. Y aunque
dad del comentarista sobre las polémicas del Plan para Moscú, es las aspiraciones a una planificación a gran escala no prosigan una vez
indudable que acierta en la caracterización general y, sobre todo, concluída la guerra, los mecanismos afianzados en este momento carac-
que su intención más abarcativa es volver sospechosas las propias terizarían la labor futura de las diversas secretarías de estado, las que
propuestas de Meyer para México. En definitiva, su cauto intento ya no dispondrán de una coordinación centralizada, pero desarrollarán
de articulación, la búsqueda de integración entre vanguardismo planificaciones sectoriales de tanto pragmatismo como efectividad.
y realismo que señalábamos en la etapa del IPU, no sólo se había Este vuelco de la economía mexicana produjo
demostrado incapaz de mantener la escuela funcionando sino efectos decisivos en la disciplina arquitectónica. Por una parte,
que, por añadidura, le hace correr el riesgo de verse atrapado en consolidando la tendencia a integrar equipos técnicos en las ofici-
posiciones reaccionarias frente a sus interlocutores locales. nas estatales con la participación de los arquitectos más destaca-
Al mismo tiempo, la presencia de la guerra es un dos de la profesión; al mismo tiempo, consolidando la incapacidad
elemento central, ya que produce mucho más que la corriente de de la disciplina de formular respuestas globales prefiriendo
simpatía con la URSS en la que parece apoyarse Meyer para exponer siempre la acción, a la vez que sistemática, sectorial.
nuevamente sus posiciones políticas; no es sino la guerra, en reali- Como en los primeros años treinta, será nuevamente
dad, lo que crea las condiciones en México para convertir la discu- en la sanidad, la educación y la vivienda popular donde los profesio-
sión y la teoría sobre la planificación en práctica concreta. Así que la nales desarrollarán su actividad y pondrán en práctica sus búsquedas
búsqueda de Meyer por recuperar un lugar progresista en el debate más ambiciosas. Así, los primeros combates aislados del funciona-
técnico tiene connotaciones polemistas, pero se vincula a su vez con lismo parecen concluir en una fórmula aceptada universalmente, por
necesidades precisas de redefinición de sus relaciones laborales. la cual no se pone ya en duda que la misión social de la disciplina
En efecto, es a partir de la guerra, y del entrelaza- desemboca necesariamente en el trabajo en el estado, pero, a diferen-
miento profundo de la economía mexicana con la norteamericana68, cia de aquellos momentos épicos de formación de la ideología moder-
cuando se realizarán los primeros intentos planificadores a gran nista, esa misión no se vinculará más con la transformación de la
escala, modificando la visión más ideológica del Plan cardenista por sociedad, sino sólo con la inserción eficiente de la arquitectura en el
criterios eminentemente pragmáticos de aplicación. Esto produce la proceso de desarrollo económico real. La estabilidad que el gobierno de
paradoja de que la planificación puede realizarse en México gracias, Avila Camacho consigue, zanjando las profundas cisuras de la sociedad
precisamente, a que el Segundo Plan Sexenal –que debía guiar el postcardenista, hace desaparecer la oposición –que había dado sentido
gobierno de Avila Camacho– no se pone en práctica69. Sin renunciar a al debate anterior– entre función social de la arquitectura e iniciativa
la intervención en la economía, el estado de la unidad nacional elimina privada, visibilizando la confluencia de las diversas vertientes disciplina-
[ 58 ] de la herencia cardenista todo elemento corrosivo para el sector [ 59 ] res en un pax que, con el tiempo, se mostrará enormemente productiva.
Todo esto va creando una situación de creciente Es importante resaltar el hecho, ya que lo que se
complejidad para las aspiraciones de inserción de Meyer, ya que procura sostener aquí es que la etapa abierta con «El arquitecto
si aquello que intentó consolidar tras la idea de una escuela de soviético» es la de mayor compromiso de Meyer en la práctica directa
planificación parece ahora reclamar un compromiso efectivo de la gestión estatal y, por lo tanto, la que posiblemente ofrezca
mayor, la atomización de la práctica disciplinar, por su parte, mayor riqueza74. Tanto los proyectos que se conocen de Meyer, como
diluye hasta la desaparición lo que él podía presentar como su la vinculación directa que mantiene con dependencias y funcionarios
mejor credencial: la planificación global y centralizada. estatales por los cuales pasaba la formulación de las principales políti-
De este modo, con «El arquitecto soviético» hace cas de obra pública y planificación, permiten sostener la hipótesis de
el primer intento por replantear esa discusión, reintroduciendo los un compromiso intenso. En los años que van de 1942 a 1946, además
temas que lo acreditaban para las tareas de la hora. Así como con de los cargos ya mencionados, Meyer va a dirigir la Secretaría de la
«Bauhaus-Dessau» recurrió a su mejor antecedente en la enseñanza Comisión de Planificación de Hospitales del Instituto Mexicano del
para ofrecer como modelo de la escuela que estaba intentando Seguro Social –cuando la dirección de éste la ejerza el mismo García
construir, es evidente que en la acción planificadora Meyer no posee Téllez que lo convocó a la Secretaría de Trabajo–, va a realizar encar-
mayor experiencia que su trabajo en la URSS; pero, además, es preci- gos para el Plan Nacional de Construcción de Hospitales de la Secre-
samente en este terreno donde se centran sus posiciones más inflexi- taría de la Asistencia Pública y para el Banco de Obras Públicas, y va a
bles acerca de la relación de necesidad entre desarrollo profesional dirigir la Sección de Exposiciones y Difusión del Comité Administrador
y socialismo. En los temas de la enseñanza, la práctica del diseño o del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE).
de la arquitectura –ya lo había señalado Mordinov–71 Meyer conside- Pero mientras que «El arquitecto soviético» surge
raba que el arquitecto puede desarrollar en la sociedad de clases, de para disputar un lugar progresista en la planificación global cuando
todos modos, un trabajo científica y políticamente útil. Pero aunque ésta aún se considera posible, es notorio cómo en la sucesión en
esto pueda considerarlo incluso para el diseño urbano, nada hace cargos se irá definiendo la renuncia de Meyer a sus aspiraciones
pensar que hubiese dejado de ser categórico en las condiciones que totalizadoras, en favor de una adaptación a las modalidades que se
veía necesarias para una planificación eficiente: imponen en la gestión estatal mexicana una vez terminada la guerra.
Esta progresiva renuncia la veremos en el despla-
Ninguna propiedad privada de la tierra o del subsuelo –enumeraba zamiento de posiciones que Meyer experimenta entre el artículo
enfático en 1938–. Ninguna especulación con sus fuerzas energé- «La ciudad de México» y su rol en la planificación escolar. Podría
ticas y productivas. Ningunos intereses contradictorios entre el decirse que en «La ciudad de México», para diagnosticar los proble-
estado, la sociedad y el individuo. Ninguna renta inmobiliaria72. mas urbanos, Meyer se remite constantemente a una situación ideal
contra la que se recorta la realidad que examina: sólo se entiende
La necesidad de hacer primar estas convicciones aparece con clari- «La ciudad de México» a la luz de «El arquitecto soviético»; y es
dad en «El arquitecto soviético» y en el primer trabajo que realiza que, para Meyer, la ciudad socialista no sólo aparece como modelo
en esta etapa, trabajo que se traduce en la publicación del artículo por sus resultados sino, principalmente, porque es la demostración
«La ciudad de México. Fragmentos de un estudio urbanístico» y en material de que sólo se puede arribar a ellos mediante una plani-
el proyecto de barrio obrero para las Lomas de Becerra73. Este es ficación estatal a gran escala. Hacia 1946, en cambio, encontra-
un trabajo que realiza como director de la sección de Habitación mos a Meyer organizando la propaganda y la difusión del CAPFCE,
Obrera de la Secretaría de Trabajo y Previsión que conducía Ignacio una de las oficinas de planificación arquitectónica ejemplar de
García Téllez, y en estrecha colaboración con la oficina del Plano las nuevas condiciones: la combinación entre acción estatal y
Regulador, que dirigía el ingeniero Arroyo dentro del departamento empresa privada, y la parcelación del propio concepto de planifi-
Central del Distrito Federal; es decir, integrando orgánicamente el cación, a enorme distancia práctica de todos los enunciados de
[ 60 ] aparato de la planificación estatal. [ 61 ] «El arquitecto soviético» con excepción del pragmatismo.
Es importante detenerse en los rasgos más sobresa- experiencia soviética no se debía sino a la subsunción de la técnica
lientes de ambos momentos ya que señalan con claridad lo compleja y en la política79. Pero la situación era también inédita en relación a
traumática que terminará siendo para Meyer esta mayor integración. su experiencia alemana: es importante considerar que, a diferencia
de otros técnicos como Ernst May, Meyer no había integrado antes
de su viaje a la URSS equipos de gestión estatal o administración de
la ciudad que lo obligaran a enfrentarse a la realidad del mercado
❽ urbano en una ciudad capitalista. Si en el plano más específica-
mente técnico-arquitectónico podría tener en claro qué hacer en
En «La ciudad de México» se intenta un diagnóstico global, posible- una sociedad como la alemana, cuyo fundamento económico-po-
mente el primero realizado en esa ciudad, que se apoya en los lítico buscaba transformar, es porque en ese plano le resultaba
estudios parciales realizados como ejercicios en la etapa del IPU 75; posible mantener la ausencia de compromiso con lo que quería
aunque la diferencia esencial que separa «La ciudad de México» de abolir, y es esto lo que lo protegía en la Bauhaus de la contradicción
los análisis en que se basa, aun siendo un trabajo teórico, es que entre la propuesta técnica y la política: cuando esa contradicción
aquí Meyer se lanza al diagnóstico y a la interpretación por sobre efectivamente se hace presente, como en el conflicto que llevó a su
la descripción de aquellos. Así, logra puntualizar cuestiones clave dimisón en 1930, aparece como externa a la lógica de la propuesta
del desarrollo metropolitano cuando la ciudad recién comenzaba a técnico-política del arquitecto revolucionario; en ese caso, el
aparecer como problema, casi en los inicios del «fantástico creci- camino elegido por Meyer había sido negar toda posibilidad de
miento demográfico» que en poco más de diez años duplica la pobla- transacción que debilitara su propuesta, marchando a una sociedad
ción de un millón y medio a tres millones de habitantes76. donde esa contradicción, por definición, no debía existir.
El problema central, que condensaría para Meyer En México, en cambio, la situación es más ambigua.
las principales limitaciones de la ciudad, es la contradicción entre la Ya que es innegable el compromiso que, por una parte, liga a Meyer
«enorme espaciosidad» y la caótica congestión del funcionamiento al proceso social y a las políticas estatales, impidiéndole reducir su
urbano; contradicción que él explica en la lógica de la renta capita- rol a la denuncia de las condiciones existentes que, por otra parte,
lista del suelo y en la falta de coordinación entre la habitación y el también es innegable que advierte y señala con lucidez. La acepta-
trabajo. Es decir, en «las contradicciones del sistema social económico ción de esa ambigüedad se hace especialmente notoria si se compara
actual» y en la ausencia de una acción planificadora77. Hasta aquí es el diagnóstico y la propuesta eminentemente teórica de «La ciudad
evidente que Meyer intenta plantear, desde el diagnóstico, la necesi- de México» con las intervenciones más pragmáticas que realiza
dad de una gestión socialista de la ciudad: los problemas urbanos, para la misma época. Tres meses después de publicar «La ciudad de
parece decir, no podrán resolverse hasta que no se disponga de un México», por ejemplo, Meyer participa como funcionario de la Secre-
suelo libre y hasta que un poder central no lo organice racionalmente. taría de Trabajo y Previsión Social en el «Segundo Congreso Nacional
Pero si esa es la propuesta global, si señalarla es de Higiene y Medicina del Trabajo» y allí pronuncia su conferencia
la misión del técnico, ¿qué debe hacer luego, entre tanto las condi- «Higiene industrial y arquitectura industrial»80. En esa oportunidad,
ciones sociales no se modifiquen? Esta es la situación absoluta- Meyer intenta convencer a los industriales sobre las ventajas de un
mente inédita para Meyer. Inédita, porque en la URSS las idas y habitar digno y un lugar de trabajo confortable para el obrero en térmi-
vueltas entre la gestión técnica y la política, desde 1931, ya partían nos de rendimiento del trabajo fabril, acudiendo a ejemplos soviéticos
del supuesto de la existencia por decreto de la ciudad socialista78; es tanto como a «los estudios norteamericanos del sistema Taylor».
decir, a partir de claras premisas políticas, debía arribarse a solucio- Este discurso está favorecido por la matriz produc-
nes técnicas concretas y coyunturales: cuando, refiriéndose al Plan tivista del pensamiento de Meyer, matriz que comparte con gran
para Moscú, Meyer había señalado entre los objetivos técnicos la parte de las vanguardias europeas de entreguerras, pero cuya
premisa de que «Moscú debía pasar y sobrepasar las demás metró- experiencia en la URSS le da matices particulares: como también
[ 62 ] polis del mundo», estaba indicando que para él la superioridad de la [ 63 ] en México pareciera existir un acuerdo político-social en torno a
la producción, los intereses de obreros y patrones no necesaria- nombramiento de Jaime Torres Bodet al frente de la SEP a finales
mente deberían divergir; el sistema Taylor, en Estados Unidos y la de 1943. Torres Bodet, ex disicípulo de Vasconcelos, diplomático,
URSS, puede ser el más eficaz, más allá del sistema social y de toda poeta, activo integrante del grupo Contemporáneos, fue quien, con
idea de justicia, como instrumento objetivo y racional del desarro- gran pragmatismo, seleccionando y descartando elementos de las
llo productivo. El socialismo real parece nuevamente permitirle a encontradas tradiciones de la política educativa posrrevoluciona-
Meyer una vuelta a sus concepciones vanguardistas, pero sólo a ria y, sobre todo, introduciendo los capitales privados a la gestión
costa de asumirse, por primera vez, como un técnico eficiente que estatal, sentó las bases de la planificación escolar que luego
puede aportar sus conocimientos independientemente de la finali- profundizaron los siguientes gobiernos83.
dad con que sean utilizados. A distancia infinita de sus conferencias Su llegada a la Secretaría estaba destinada, en
del 38, la propaganda ya no debe ser un instrumento para que el especial, a moderar la agresiva política de derecha de su prede-
técnico denuncie, confiando en el poder de la denuncia como revul- cesor, Véjar Vázquez, quien venía agudizando las viejas polémi-
sivo social; ahora le propone a los industriales que los afiches con cas entre conservadores y reformistas, que ya en el Maximato
que el estado propagandiza su participación en la guerra pueden ser había sido motivo central en las sangrientas guerras cristeras,
eficaces motivadores sociales de disciplinamiento obrero dentro de polémicas laboriosamente aplacadas durante los últimos años del
la fábrica, en momentos en que –como el mismo Meyer se encarga cardenismo84. Torres Bodet es una figura especial para conciliar y
de señalar– se produce, al igual que había sucedido en la URSS, un garantizar, en la política educativa, la posición de unidad nacional
monumental traspaso de mano de obra campesina a la ciudad81. Y que permitiera modernizar sin conflictos. El particular naciona-
es interesante notar aquí cómo, a diferencia de la medida combi- lismo moderado de esta generación de intelectuales-funcionarios,
nación que había intentado en el IPU, sólo puede colocarse en un combinado con su fervor modernista –combinación no siempre
grado máximo de disponibilidad como técnico en México llevando a apreciada durante la polémica vida del grupo–85, hizo de ligante
sus últimas consecuencias las posiciones vanguardistas y las realis- de un equipo de técnicos altamente hetegoréneo y de un grupo de
tas por separado, evitando cualquier tipo de articulación. Así puede políticas que, durante el cardenismo, hubiesen parecido insupe-
aparecer, paralela y simultáneamente, como defensor de una plani- rablemente antagónicas: junto con la implantación reclamada por
ficación sólo posible en el socialismo y como técnico industrial para los sectores progresistas de la Ley Federal de Alfabetización, por
el desarrollo del capital; es decir, metafóricamente, como un exiliado ejemplo, Torres Bodet logra anular la tan famosa como contro-
que buscara integrarse al mismo tiempo en la Unión Soviética y en vertida enmienda socialista de 1934, que excluía la instrucción
los Estado Unidos. Contradicción insalvable sobre todo porque, valga religiosa y exigía «un concepto racional y exacto del universo»86.
la obviedad, México no era ninguno de esos dos países; y es precisa- La Comisión Técnica del CAPFCE responderá a
mente la particular forma que adoptó la planificación de la economía estas características generales con gran fidelidad, institucionali-
mexicana, tal cual lo veremos en CAPFCE, lo que le permite a Meyer zando en el campo arquitectónico la tendencia homogeneizadora que
salvar, aunque sólo provisioriamente, este obstáculo. habíamos visto asomar en los resultados del concurso para la Casa
de España en México cinco años atrás, en el crepúsculo del carde-
nismo. El vocal presidente de la Comisión es Villagrán García, quien
en los últimos años se había convertido en la prenda de unidad de
❾ la matrícula arquitectónica, no ya en función exclusiva de su obra
sino porque, habiendo sido el indiscutible iniciador, a mediados
El Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de los años veinte, de la escuela funcionalista –en tanto escuela–,
de Escuelas (CAPFCE) se crea en 1944 como producto de estudios desde finales de la década del treinta venía desarrollando una teoría
que, desde 1942, venía llevando dentro de la Secretaría de Educa- humanista de la arquitectura, de notable influencia en la formación
ción Pública José Luis Cuevas para la realización de una planifica- de varias generaciones87. Los tres vocales restantes son: el gestor
[ 64 ] ción escolar82; pero lo que en verdad viabiliza esa propuesta es el [ 65 ] del proyecto, urbanista y compañero de Meyer en el IPU, José Luis
Cuevas, y nuevamente Enrique Yáñez y Mario Pani, cuyas proceden- segregación política que concluirá en un anticomunismo rabioso.
cias no podían ser más antagónicas. El resto de la comisión, para el Sin embargo, a pesar de que todos esos puntos de
trabajo en el interior, se había organizado por «jefes de zona», y a conexión indudablemente existen, parece más acertado retomar la
cargo de las diversas regiones se podía encontrar a ex miembros de idea de que Meyer no encuentra en el CAPFCE tanto un lugar de reali-
la UALS –Carlos Leduc (jefe de Colima), Raúl Cacho (jefe de México), zación de sus premisas urbano-arquitectónicas como un refugio. Que
Enrique Guerrero (jefe de Michoacán)–; a encumbrados regionalis- no es un lugar de realización está plenamente probado en la enorme
tas de la primer camada de alumnos de Villagrán –Mauricio Campos distancia entre las concepciones de Meyer y lo efectivamente reali-
(Nuevo León), Marcial Gutiérrez Camarena (Nayarit), Enrique del zado por el Comité, cuando «aún en los elementos fundamentales
Moral (Guanajuato)–; o a miembros del más selecto establishment de la construcción de la escuela y del salón de clases no se ha unifi-
–Alonso Mariscal y Carlos Lazo (San Luis Potosí)–; muchos de los cado ni en dimensiones ni en su mobiliario»90, y tanto las limitacio-
cuales lograron desarrollar una intensa experimentación arquitectó- nes impuestas por la participación privada, como la total ausencia
nica de adecuación a los problemas regionales, pero mancomunados de una coordinación global, hacían del intento más una sumatoria de
en un proyecto común. La aspiración de Torres Bodet a una educación soluciones arquitectónicas aisladas –algunas excelentes–, que un
moderna, en la que la escuela rural no preparase «campesinos, sino Plan tal como Meyer lo concebía. En cambio, es más probable pensarlo
ciudadanos mexicanos», se articuló con las aspiraciones de arquitec- como refugio: en el marco de una efectiva planificación global, Meyer
tos que, como del Moral, pedían contemplar «con cuidado los siste- se hubiese visto compelido a agudizar su contradicción entre los
mas constructivos que prevalecen en (cada) región y los materiales roles opuestos que intentaba asumir, se hubiese encontrado mucho
que ésta produce», y de este modo se desarrolló una arquitectura más expuesto en las líneas de una política que no podía compar-
caracterizada, según Villagrán –su mejor exponente–, por «su perte- tir pero que estaba ideológicamente imposibilitado de contestar. El
nencia a nuestro tiempo y a la región geográfica en que se crea»88. desempeño de un rol relativamente secundario, dentro de una acción
Como ya se adelantó, el organizador de la primera atomizada de política económica a gran escala, a la vez que le permite
muestra nacional de la obra del CAPFCE y de sus exposiciones itine- prolongar su anhelada inserción en un proceso que aún intenta
rantes, el director de su archivo fotográfico y de todo el programa revestir de contenidos épicos, le evita enfrentarse a la realidad de la
de edición y difusión, fue Hannes Meyer. Incluso una vez alejado de ruptura entre política y técnica, ruptura que, de aceptarse, vaciaría
México continuó propagandizando en Europa la labor de Comité89. completamente de sentido su trayectoria profesional y militante.
Desde cierta perspectiva, esta participación de Meyer En efecto, si aceptamos que el elemento cohesivo
podría aparecer como producto de una lógica impecable: en realidad, de toda su experiencia fue la subsunción de la técnica en la política,
se podría afirmar, el CAPFCE no hizo más que materializar a gran escala en el intento más radical que se conozca de un arquitecto por conver-
las búsquedas regionalistas del cardenismo con las que Meyer sinto- tirse en actor anónimo de la transformación social; si aceptamos esto,
nizó tempranamente y cuyas propuestas siguió sosteniendo en México entonces, sólo reproduciendo la relación de mímesis entre Partido
a través de ejemplos de arquitectura suiza; por otra parte, la misma de la clase y estado, tal cual la experimentó en la URSS, Meyer podía
lógica institucional ya había sido festejada por él en la URSS, donde la encontrar una línea coherente de acción técnica. Sólo depositando
reorganización de la disciplina se logró también apagando los fuegos toda la confianza política en el estado, delegando la propia política
del vanguardismo y aglutinando tras el realismo a los más diferentes en él, el arquitecto planificador puede ser meramente un técnico. En
sectores, desde académicos a constructivistas –con la diferencia nada este sentido, la trayectoria de Meyer demuestra en forma inapelable
secundaria, a favor de México, de que aquí fue producto del consenso no ya la imposibilidad de una vanguardia técnica en el capitalismo
mucho más que de la coerción–. De este modo, el vanguardismo realista como él pretendía en los años treinta ni, menos aún, la relación de
de Meyer está muy cerca del modernismo regionalista del CAPFCE, y su necesidad entre Plan y Socialismo: demuestra la imposibilidad del
técnica planificadora se dispone a aceptar los vaivenes de un gobierno desarrollo a ultranza de la técnica en el Plan, capitalista o socialista,
desarrollista que por añadidura, hacia el 46, cuando Meyer diseña la porque el Plan siempre es Político; demuestra la intrínseca imposibi-
[ 66 ] Memoria del Comité, comienza a deslizarse por la senda de progresiva [ 67 ] lidad de la técnica en tanto tal, sin la mediación de la política.
Aceptar esto es lo que diferenció a Meyer de la la derrota de un revolucionario que arribó a una sociedad equivocada,
mayoría de los europeos en la URSS. Y una vez perdidos todos los la que desoyó –no habría estado preparada para oírla– su propuesta:
prejuicios técnicos a favor de la política, ¿qué margen tiene el «es fácil suponer que el segundo director de la Bauhaus llegó tarde al
técnico para recuperar una acción contestataria, diferenciada, movimiento arquitectónido y urbanístico de México o, quizás, demasiado
autónoma, capaz de reivindicar valores? El Partido Comunista temprano», dice uno de los autores que más explícitamente ha soste-
Mexicano tardó más de una década en advertir el rumbo del proceso nido esta posición92. Y, como posiblemente lo más importante que se ha
político-económico que se había abierto con la modernización en querido presentar aquí son elementos que permitan pensar en forma
los años cuarenta, y en tomar nota de que sus intentos por integrar diversa ese rol, un final lógico para este ensayo parece girar también en
–a costa de su propia identidad– la coalición gubernativa eran torno al tema de la derrota; de qué derrota, si tal derrota existió.
tomados despectivamente por el gobierno y la sociedad. Ante la Tal cual lo analiza Liernur en su trabajo, a través de
opción de hierro de una integración a través de la productividad apuntes inéditos de Meyer, la decadencia espiritual e incluso física
y la eficacia a que esa línea política lo llevaba inevitablemente, que sufre en los últimos años en México no deja lugar a dudas sobre
Meyer parece haber preferido perder la disputa, eligiendo lugares de el balance que él mismo hiciera de todo el episodio. Sin embargo, la
acción progresivamente menos comprometidos. permanente búsqueda de integración que llevó adelante durante por lo
menos los primeros ocho años de su residencia –e insisto: nunca antes
había estado tanto tiempo seguido trabajando en el mismo sitio–, los
enormes sacrificios y renunciamientos teóricos, técnicos e ideológicos
❶⓿ que hizo en función de esa integración, pueden darnos la certeza de
que nos enfrentamos aquí a una derrota de tipo enteramente distinto.
La disminución del compromiso no se limitará sólo a renunciar a la Porque no es la derrota del técnico vanguardista que lucha por
disputa por una planificación global: es de la arquitectura in toto de imponer sus ideas en un medio que lo ignora o lo rechaza; es decir, no
donde Meyer termina por alejarse. En el CAPFCE esto se hace notorio es la derrota del arquitecto según la visión más heroica y martirológica
en los roles que ocupa: organizador visual, diseñador gráfico, de su deber ser social, tal cual la panegírica del Movimiento Moderno la
editor; si en la arquitectura mexicana parece imposible lograr canonizó. Esta podría ser la derrota de May en Moscú: la del técnico
precisión técnica, no debe haber impedimento alguno, en cambio, que no acepta la preeminencia de la política y renuncia o se retira
para que los paneles de una exposición sean modulados riguro- antres de modificar sus convicciones. Incluso la del mismo Meyer en el
samente91. Pero, además, es a partir de los años 46-47 cuando conflicto de la Bauhaus. Pero, a partir de su experiencia en la URSS, él
aumentan sus trabajos en la impresión de libros y folletos propa- no se hubiera permitido ya más una derrota de este tipo.
gandísticos, cuando dedica más tiempo a sus grabados y cuando se Meyer demostró hasta el final que, a diferencia de
hace cargo de las ediciones del Taller de Gráfica Popular. la enorme mayoría de los arquitectos de entreguerras, su apuesta
Su último proyecto arquitectónico de envergadura por los procesos sociales antes que por las certezas disciplinares fue
es de 1947, la manzana de Corpus Christi para el Banco Nacional total. Con una tenacidad impar, se puso al servicio de la transforma-
de México, que realiza como encargo privado; y en esa línea que ción social al punto de la desaparición de la propia especificidad de
vengo llamando vanguardismo realista no presenta demasiadas sus convicciones técnicas. Y este proceso de inserción, de adaptación,
variantes ni demasiado interés, tanto desde el punto de vista de la de compromiso, lo llevó al límite también en México. No es el giro de
propia obra de Meyer como del desarrollo de las tendencias predo- la política cardenista lo que deja fuera de lugar las propuestas de
minantes en el funcionalismo mexicano hacia finales de los años Meyer: es su forma de seguir los vaivenes de ese giro, de adaptar sus
cuarenta. Pero desde ese proyecto hasta su regreso definitivo a propuestas punto a punto a las alternativas de aquellos cambios lo
Suiza se mantendrá exclusivamente en el terreno de la gráfica. que termina por vaciarlas de contenido. Cuestión ésta que parece ser
La escasa historiografía que se ha ocupado del la principal paradoja del arquitecto comprometido: delegar hasta su
[ 68 ] tema ha mostrado, en general, este epílogo como la consumación de [ 69 ] propio compromiso es lo que le permite cumplir el papel que se asigna.
Sólo hacia el final de su estadía en México parece
percibir esta aporía: en su certeza de que todo lo que se construya o
proyecte debe depender, en realidad, de un contenido que viene de la
política, Meyer encuentra que el único camino frente a la capital es
un retorno a la contestación vanguardista. Pero el problema adicio-
nal para intentar ese regreso es que ya no era capaz de alimentar una
actitud vangardista sino con realismo. Porque ya no podía tratarse,
para un Meyer todavía comprometido, de un vanguardismo que se
propusiera más allá de las posibilidades y los intereses de la socie-
dad, en este caso «del capital», sino desde su propio seno.
Esto es lo que, insisto, lo vuelve impotente en el
terreno del urbanismo o la arquitectura, alejándolo hacia la gráfica,
la edición o las actividades propagandísticas en el mundo del arte
popular. Aunque tampoco esta solución extrema pudiera tener
perspectiva: ¿más propaganda en un país donde los valores por los
que Meyer había luchado se convertían hasta el abuso en propa-
ganda oficial? Y es este lento y silencioso esfumarse de la escena
de aquel que había aspirado a la mayor integración, lo que nos
devuelve al hermoso pasaje de Brecht con que iniciamos el ensayo:
¡borra tus huellas! En una aguda interpretación de este pasaje,
Walter Benjamin escribió que no debería entendérselo sólo como el
discurso exasperado de un exiliado en una ciudad extranjera: «Esto
es exacto –dijo–. Pero no hay que olvidar una cosa: el que lucha por
la clase explotada es, en su propio país, un exiliado»93.
Desde este punto de vista Meyer fue en México,
efectivamente, un doble exiliado: por militante y por extranjero, en
un país que junto a una capacidad ilimitada de solidaridad inter-
nacional anidó formas de dura discriminación contra el inmigrante.
Pero además del exilio de patria y del ideólogico, hay un tercer exilio
que Benjamin no llegó a conocer pero sí Meyer y aquellos miembros
de su generación que sobrevivieron a los dos primeros y tuvie-
ron que vivir en el mundo nuevo –esta vez sin mayúsculas– de la
segunda posguerra; un tercer exilio que podría explicar ese angus-
tioso desvanecimiento de figuras como la que nos ocupa y que fue
para ellos, posiblemente, el más terrible de los tres, en tanto no
pudo revestirse ni siquiera de pasión: el exilio de estar condenados
a vivir en un mundo incomprensible.

[ 70 ] [ 71 ]
Notas rasgo: la compulsión por el cambio personales de Meyer que aparecen
radical en su propio pensamiento en en ese artículo parecen provenir de
cada viraje ideológico. una serie de charlas que mantuvo la
6 Sobre la discusión de la relación autora con Lena Meyer.
entre planificación y socialismo en 10 Hay muy pocos trabajos sobre los
las vanguardias, principalmente en viajeros al Sur; una de las reflexio-
relación al proceso abierto en la Re- nes más sugerentes sobre el tema en
volución Rusa, cfr. Manfredo Tafuri, Jorge Francisco Liernur, «Wladimiro
«El socialismo realizado y la crisis de Acosta y el expresionismo alemán»,
las vanguardias», y Rita di Leo, «De la Catálogo Exposición Wladimiro Acos-
NEP al Plan», ambos en AAVV, Socialis- ta, FADU-UBA, Buenos Aires, 1988.
1 Tulio Halperin Donghi, Historia encuentran en dos textos, el primero mo, Ciudad, Arquitectura. URSS, 1917- Sobre la relación de las vanguardias
contemporánea de América Latina, de principal valor ya que reproduce 1937, Comunicación, Madrid, 1973 (ed. con este tema, cfr. AAVV, Monte
Alianza, Buenos Aires, 1986. una gran cantidad de artículos de Original: Officina, Roma, 1971). veritá, Milano, 1978.
2 Héctor Aguilar Camín, Saldos de la Meyer, algunos inéditos: Patricia 7 La cita es de una frase del comenta- 11 Cfr. Marco de Michelis, «Cittá funzio-
Revolución, Océano, Mexico, 1984. Rivadeneyra, «Hannes Meyer en rista Manuel Chacón en la reseña del nale e cittá soviética. L'impossibile
3 Hannes Meyer, «Experiencias de urba- México (1938-1949)», y Rafael López edificio del Instituto de salubridad incontro», AAVV, URSS, La cittá, l'archi-
nismo», conferencia dictada en la Aca- Rangel, «Algunos antecedentes sobre y enfermedades tropicales, obra de tettura…, op. cit. Allí De Michelis cita
demia de Bellas Artes de San Carlos, el funcionalismo arquitectónico y José Villagrán García, en Arquitec- frases de Meyer durante sus giras
en la ciudad de México, el 4 de octubre el pensamiento de Hannes Meyer tura y Decoración Nº8, México, julio europeas resaltando el hecho de su
de 1938, publicada en Arquitectura y en México», ambos trabajos en de 1941. El edificio y el autor, como identificación con el proceso soviéti-
Decoración Nº12, México, octubre 1928. Apuntes para la historia y la crítica veremos, son paradigmáticos de las co «en primera persona del plural».
4 Las hipótesis historiográficas domi- de la arquitectura mexicana del siglo nuevas expresiones arquitectónicas 12 Cfr. Hannes Meyer, «Mi manera de
nantes en los pocos textos que se han XX: 1900-1980, vol.1, «Cuadernos que hegemonizarán la arquitectura trabajar», publicado en El arquitecto
ocupado de la estadía de Meyer en de arquitectura y conservación del mexicana desde el inicio de esa década, en la lucha de clases…, op. cit. Publi-
México se han detenido en resaltar su patrimonio artístico» Nº20-21, INBA, cuya experiencia global se ha nombrado cación original: «Wie ich arbeite»,
aislamiento, la incomprensión de la México, 1982. como Escuela Mexicana de Arquitectura. Architektura SSSR Nº6, Moscú, 1933.
que fueron objeto sus propuestas, sin 5 Francesco Dal Co, «Hannes Meyer y 8 Cfr. entre otros Claude Schnaidt, 13 Marco de Michelis cita la anécdota de
analizar exhaustivamente cuál fue la la “venerable escuela de Dessau”», Hannes Meyer, Buildings, projects and la reunión paralela que le organizan
relación de éstas con su trayectoria introducción a la recopilación de tex- writings (edición bilingüe inglés-ale- a Meyer en Berlín, como alternati-
anterior o con la situación de México a tos de Hannes Meyer, El arquitecto en mán), Arthur Nigli, Zürich, 1965; va radical al establishment de las
su arribo. En esencia, esas hipótesis la lucha de clases y otros escritos, Gili, Francesco Dal Co, «Hannes Meyer y reuniones preparatorias del CIAM; cfr.
creen ver llegar a México al Meyer Barcelona 1972 (ed. original: Hannes la “venerable escuela de Dessau”», «CIttá funzionale…», op. cit.
radical y vanguardista de 1928 y le Meyer. Architectura o Rivoluzione, Scri- op. cit.; A AV V, Socialismo, Ciudad, 14 Se trata de una frase popular recor-
atribuyen una marginalidad que la tti 1921-2942, Marsilio, Padova, 1969). Arquitectura…, op. cit.; Marco de dada por un dirigente comunista, José
sola descripción de los lugares desde Es notorio cómo Dal Co –en este texto Michelis y Ernesto Pasini, La cittá Revueltas, y citada en Arturo Anguia-
donde Meyer enuncia sus discursos, imprescindible, por otra parte, para soviética, 1925-1937, Marsilio, no, El estado y la política obrera del car-
como veremos, debería desbaratar. comprender al Meyer anterior al 30–, Venezia, 1976; A AV V, URSS, la cittá, denismo, ERA, México, 1975. Una visión
La discusión con estas hipótesis será en función de verificar las constantes l'architettura, 1917-1978, Paris, 1978. más ortodoxa del rol del comunismo
una constante en el presente ensayo; del pensamiento de Meyer desatiende 9 Citado en Patricia Rivadeneyra, op. durante el cardenismo y los años
[ 72 ] las expresiones más claras de ellas se lo que tal vez represente su principal [ 73 ] cit. La mayor parte de los datos posteriores en Anatoli Shulgovski,
México en la encrucijada de su historia, 21 José Vasconcelos fue el paradigma de ellos me he servido como fuente a candidato y asume dentro de esta
Ediciones de Cultura Popular, México, la revolución cultural en los primeros para este ensayo. normativa, pero en 1935 rompe con
1968 (ed. Original, Moscú, 1967). años veinte, proyectando su imagen y 23 Cfr. Carlos González Lobo, «Arquitec- Calles e inaugura el cardenismo.
15 Hannes Meyer, «La formación del la de la Revolución a nivel continen- tos en México…», op. cit. 27 Citado en Carlos González Lobo, op.
arquitecto», conferencia dictada en la tal; fundó la Secretaría de Educación 24 Cfr. Lorenzo Meyer, «El primer tramo cit., aunque este autor no señala la
Escuela Nacional de Arquitectura de la Pública y realizó una vasta actividad del camino», A AV V, Historia General de ruptura que esta posición de Aburto
Academia de San Carlos del 29 de sep- educativa, en la que los murales de México, vol.4, op. cit. Una perspectiva conlleva con el modernismo funcio-
tiembre de 1938; publicada en Arquitec- Rivera, Orozco y Siqueiros ocuparon de la historia económica en Enrique nalista del trío radical, manteniendo
tura y Decoración Nº12, México, octubre un lugar clave. Es extensísima la Cárdenas, «La gran depresión y la in- en bloque a este grupo contra el resto
de 1938 (subrayado en el original). bibliografía sobre estos temas; para dustrialización. El caso de México» y del campo arquitectónico. La com-
16 Juan O'Gorman, «Conferencia de la una semblanza de Vasconcelos, cfr. E.V.K. Fitzgerald, «La reestructuración prensión de la particular inserción de
Sociedad de Arquitectos Mexicanos», José Joaquín Blanco, Se llamaba a través de la depresión: el estado y Meyer en la situación mexicana, en
México, 1933, reproducida en Ida Vasconcelos, FCE, México, 1977; entre la acumulación de capital en México, nuestro caso, pasa por la percepción
Rodríguez Prampolini, Juan O'Gorman, todo lo que se ha escrito sobre el 1925-1940», ambos en Rosemary de esta ruptura regionalista con el
arquitecto y pintor, UNAM, México, 1982. muralismo resalta, por la originalidad Thorp (comp.), América Latina en los modernismo, la que ya se hace evi-
17 Hannes Meyer, «El nuevo mundo», del enfoque, Carlos Monsiváis, op. años treinta, FCE, México, 1988. dente en las mismas Pláticas.
publicado en El arquitecto en la lucha de cit. y Octavio Paz, «La pintura mural», 25 Las pláticas se constituyen en una 28 Idem.
clases, op. cit. Publicación original: «Die recopilación de artículos sobre el manifestación de los nuevos ali- 29 Ida González Pramplini, op. cit.
Neue Welt», Das Werk Nº7, Zürich, 1926. tema en Los privilegios de la vista, en neamientos producidos en el campo menciona la anécdota sobre la
18 Cfr. Hannes Meyer «Directrices para el «México en la obra de Octavio Paz», arquitectónico desde finales de los impresión en O'Gorman de aquella
contenido (reportaje)», texto manuscri- vol. 8, FCE, México, 1987. años veinte. Varios textos se han consigna de Zárraga.
to del archivo Meyer, reproducido en El 22 Sobre la arquitectura mexicana ocupado de ellas, reproduciendo 30 Cfr. Tulio Halperin Donghi, op. cit. y
arquitecto en la lucha de clases, op. cit. de este período puede verse Israel diferentes párrafos de algunas de las Lorenzo Meyer, op. cit., quienes con-
19 Cfr. Marco de Michelis y Ernesto Pasini, Katzman, La arquitectura moderna en conferencias y dando interpretacio- testan simultáneamente a las ver-
La cittá socialista…, op. cit. para ver el México, donde se encuentra la visión nes confrontadas de sus significados; siones oficiales tradicionales –que
peculiar rol que jugó Meyer entre el gru- canónica del «Movimiento Moderno» principalmente véase Israel Katzman, dieron una versión desproporcionada
po de europeos en la URSS, más como de los años sesenta. Visiones más op. cit., para una perspectiva antifun- de los logros de la Reforma agra-
funcionario orgánico que como técnico. puntuales en Carlos González Lobo, cionalista y antirradical; Carlos Gon- ria– y a las versiones revisionistas
20 Es mucho lo que se ha publicado y co- «Arquitectos en México durante zález Lobo, op. cit., cuyo texto ofrece las que apoyándose en los magros
mentado sobre la Generación de 1915; la cuarta década: el Maximato, el una buena cantidad de citas de con- cambios económicos en el campo
las hipótesis más sugerentes pueden cardenismo», en Apuntes para la ferencias; Ramón Vargas Salguero, pretendieron desconocer los efectos
encontrarse, entre otros trabajos, historia y crítica de la arquitectura op. cit. e Ida Rodríguez Prampolini, op. políticos de la Reforma y la inciden-
en Carlos Monsiváis, «Notas sobre la mexicana en el siglo XX: 1900-1980, cit. quien hace una defensa militante cia de éstos en una visión más global
cultura mexicana en el siglo XX», AAV, vol., en «Cuadernos de Arquitectura de las posiciones de Juan O'Gorman. del proceso económico.
Historia general de México, vol. 4, El co- y Conservación del Patrimonio 26 Maximato se denomina en México al 31 Juan O'Gorman, «Conferencia…», op. cit.
legio de México, México, 1976; Enrique Artístico» Nº22-23, SEP, INBA, México, período posterior a la presidencia de 32 Sobre estas posiciones en la URSS
Krauze, Caudillos culturales de la revo- 1982; Ramón Vargas Salguero, «Las Calles, entre 1928 y 1934, cuan- ver Francesco Dal Co, «Arquitectos y
lución mexicana, SEP, México, 1985; Luis reivindicaciones históricas en el do los diferentes presidentes son ciudades, URSS 1917-34», y un testi-
González, Los artífices del cardenismo, funcionalismo socialista», ídem, vol. propuestos por (y siguen respon- monio valiosísimo en Hans Schmidt,
«Historia de la Revolución Mexicana», 1, Nº20-21; Ida Rodríguez Prampolini, diendo a) este último, a quién se «Las relaciones entre la arquitectura
[ 74 ] vol. 14, El Colegio de México, 1979. Juan O'Gorman…, op. cit. De todos [ 75 ] llama el Jefe Máximo. Cárdenas llega soviética y la de los países occi-
dentales entre 1918 y 1932», ambos contra Meyer en la Escuela Superior Contreras, México 1940. Industrializa- 42 Como señala Rafael López Rangel,
trabajos en A AV V, Socialismo, ciudad, de Ingeniería y Arquitectura (ESIA) ción y crisis política, Siglo X XI, México, op. cit., una de las vías de la implan-
arquitectura…, op. cit. También en –tema que se desarrolla más adelan- 1977, y en las tesis opuestas de tación del funcionalismo en México
Paolo Ceccarelli, La construcción de te–. O'Gorman se vincula a Trotsky a Anguiano y Shulgovsky ya citadas. La se da a través de la enseñanza de
la ciudad soviética, Gili, Barcelona, través de Diego Rivera, quien junto relación entre la política comunista la arquitectura técnica impulsada
1972. En general, son posiciones que a Frida Khalo lo recibió y alojó en mexicana y la situación internacional, desde la SEP como alternativa a la
revisan el vanguardismo y tienden a México, aunque al tiempo ambos en ese proceso que se ha dado en universidad y a su autonomía liberal:
explicar la voluntad soviética desde rompieron escandalosamente con el llamar browderismo entre 1938 y 1945, en 1922 se crea la Escuela Nacional
1931-32 en su ruptura con los movi- trotskismo; cfr. Diego Rivera, Arte y aparece en Manuel Caballero, La de Maestros Constructores que se
mientos y los técnicos europeos. política, Grijalbo, México, 1979. En Los internacional comunista y la revolución convierte en 1927 en Escuela Técnica
33 Ver Ramón Ruiz, México, 1929-1958. El privilegios de la vista, op. cit., Octavio latinoamericana, Caracas, 1987. de Constructores; en 1932 Bas-
reto de la pobreza y el analfabetismo, Paz realiza una severa crítica de la 38 Gustavo Baz era un médico que sols crea la ESC y en 1937 se forma
México, 1977; las Misiones culturales, relación y el abandono oportunista de desempeñaría un papel central en la el Instituto Politécnico Nacional
la llegada del agua a los poblados Rivera y Khalo a su anterior protegido. planificación sanitaria de los años cua- (IPN), donde la carrera de ingeniero
rurales, la construcción de carreteras 37 A partir del VII Congreso de la renta como Secretario de Salubridad constructor de la ESC se convierte en
y los efectos de la emigración golon- Internacional Comunista, en 1935, del gobierno de Avila Camacho. Incluso la Escuela Superior de Ingeniería y
drina de los braceros, en este texto se cuando se toma la histórica consig- llegará a ser uno de los candidatos ofi- Arquitectura, donde radicará Meyer
vinculan plausiblemente, desde una na de frente popular, el PCM inicia cialistas para la presidencia en el pro- el Instituto de Planificación Urbana
perspectiva de análisis de las polí- un acercamiento a Cárdenas que ceso de selección interna del partido durante su breve existencia. Es decir,
ticas educativas, en un diagnóstico terminará en una sujeción unilateral oficial que culmina con la candidatura un verdadero sistema paralelo de
de la modernización compulsiva del a las políticas del PRM por mucho de Alemán; cfr. Luis Medina, «Civilismo educación superior.
México de los años treinta. tiempo, durante todo el gobierno y modernización del autoritarismo», en 43 Cfr. Patricia Rivadeneyra, op. cit.,
34 Esta similitud ha sido señalada por de Avila Camacho (1940-46) y parte Historia de la Revolución Mexicana Nº20, quien transcribe los diversos proyec-
Carlos González Lobo, op. cit. El caso del de Alemán, apoyando incluso el Colegio de México, México, 1979. tos que Yáñez y Cuevas presentaron
del Moral no ha sido aún analizado, a ambas candidaturas, una vez que se 39 Sobre las revueltas en la universidad, con la colaboración de Meyer.
nuestro juicio, bajo una perspectiva habían hecho oficiales, contra las de cfr. Victoria Lerner, «La educación 44 Sobre estas tres figuras, cfr. Ramón
que valore su lugar en estas búsque- otros sectores más progresistas del socialista», Historia de la Revolución Vargas Salguero, op. cit., y el libro de
das regionalistas que luego se harán partido de gobierno; cfr. Luis Javier Mexicana Nº17. El Colegio de México, Katzman también citado.
emblemáticas de México. Garrido, El PRI, la formación del nuevo México, 1978. La mayor parte de los 45 José Antonio Cuevas, «El subsuelo
35 Cfr. Adrián Gorelik y Pancho Liemur, estado en México, 1928-1945, FCE, autores citados señalan el rol prota- de la ciudad de México», Arqui-
«Los bordes del jardín. Una aproxima- México, 1980. Allí se analiza, entre gónico en las revueltas de la ENA de tectura y Decoración, vol. II, Nº11,
ción rioplatense a la arquitectura de otras cosas, el rol de un dirigente Enrique Yáñez, un joven arquitecto que septiembre de 1938.
Luis Barragán», Arquitectura Sur Nº2, comunista como Encinas, que incluso se desempeñará luego junto a Meyer. 46 Enrique Yáñez y Ricardo Rivas, «Sin-
Mar del Plata, 1990. llegó a participar como candidato en 40 La relación de Campos con las dicato Mexicano de Electricistas»,
36 Esta polémica no ha sido abordada elecciones internas del PRM, aunque Misiones Culturales ha sido señalada revista Arquitectura y Decoración Nº6,
específicamente en la historiografía luego fueran desconocidas oficial- por Carlos González Lobo, op. cit. México, julio de 1940. En el mismo
arquitectónica, aunque aparecen es- mente por la fuerte desconfianza que 41 No es ajena a la vinculación de número el crítico Manuel Chacón, en
porádicas referencias en los textos ya el partido de gobierno tenía frente Meyer con la revista la relación que su sección Arquerías, llama irónica-
citados, sobre todo en el de Patricia al comunismo a pesar de todos sus mantiene con su editor, Cañedo mente «caja de píldoras» al bunker de
Rivadeneyra, quien culpa a la influen- esfuerzos. Distintos aspectos de esta Gerard, indicada por Liernur en la defensa armada que los arquitectos
[ 76 ] cia de O'Gorman por las resistencias conflictiva relación en Ariel José [ 77 ] segunda parte de este libro. previeron en el proyecto.
47 Raúl Cacho, Alberto Arai, Enrique intensa polémica con Gropius y los 60 El partido mexicano, en particular, al 65 Cfr. la serie de trabajos del IPU repro-
Guerrero y Balbino Hernández, representantes de la otra Bauhaus; que Meyer se liga desde su llega- ducidos por Patricia Rivadeneyra, op.
«Proyecto de la Ciudad Obrera de de hecho, en lo que continúa como da, llevaría esa línea al extremo de cit.
México», Arquitectura y Decoración, Bauhaus oficial en Estados Unidos, convertirse en un mero apéndice del 66 Hannes Meyer, «El arquitecto soviéti-
vol II, Nº11, septiembre de 1938. y en la recuperación que luego hace partido de gobierno durante todo el co», Arquitectura Nº9, México, enero
48 Esta hipótesis de una línea de arti- la Alemania de la posguerra, la período de Avila Camacho, disol- de 1942 (reproducido con el título
culación-superación se desprende experiencia de Meyer es asordinada viendo su estructura organizativa «La realidad soviética: los arquitec-
con claridad de los textos de Vargas hasta casi hacerla desaparecer de la tradicional y compartiendo, de hecho, tos» en El arquitecto en la lucha de
Salguero y López Ranguel citados y, historia de la escuela. Por otra parte, con la Confederación de Trabajado- clases y otros escritos, op. cit.
aunque matizadamente, aparece tam- los textos críticos que recuperaron res Mexicanos, su cambio de lema: 67 Cfr. Manuel Chacón, «Arquerías»,
bién en pasajes del de González Lobo. más tarde la gestión de Meyer en de «por una sociedad sin clases», se Arquitectura Nº8, julio de 1941, dedica-
49 Hannes Meyer, «El arquitecto en la lu- la Bauhaus –como los de Schnaidt pasa a otro más ambiguo pero que das a la arquitectura en la URSS, donde
cha de clases», publicado en el volumen o Dal Co citados– han tomado este justificaba la colaboración plena con comentando el Plan para Moscú dice
del mismo nombre, op. cit. Publicación artículo descontextualizadamente, el capital, «por la emancipación de que se eligieron las tendencias «cen-
original: «Siegen Fragen über Architek- como una fuente objetiva acerca de México». Citado en Lorenzo Meyer, «El tristas»: ni las extremistas (como la de
tur», Leva fronta, Praga, 1931-32. lo que la Bauhaus del período en el primer tramo del camino», op. cit. Le Corbusier) que pretendían demoler
50 Mostakov, «El despreciable legado que Meyer la dirigió fue en realidad, 61 El proyecto de la Casa de España está todo Moscú, ni las «conservadoras»:
de Erns May», Architektura SSSR Nº9, sin intentarse nunca el análisis del publicado, junto a los de los otros «es curioso hacer notar –dice luego
Moscú 1937, citado en Mario de Mi- texto en las peculiares condiciones concursantes, en Arquitectura Nº5, Chacón–, de paso, que un urbanista
chelis, «La organización de la ciudad de producción del exilio mexicano. México, abril de 1940. «El regionalis- extranjero a México, pero actualmente
industrial en el Primer Plan Quinque- 56 Hannes Meyer, «Bauhaus-Dessau», op. cit. mo…» apareció, por su parte, en Ar- entre nosotros, fue uno de los repre-
nal», en A AV V, Socialismo, ciudad, ar- 57 Por ejemplo, ver Arkady Mordinov quitectura Nº7, México, abril de 1941. sentantes de estas últimas tendencias,
quitectura…, op. cit. También analiza en su comentario «La exposición del 62 José Luis Cuevas, «Concurso arquitectó- tendencias consistentes en modelar a
el tema Hans Schmidt en su ya citado Bauhaus en la URSS», Moscú, 1931, nico para la Casa de España en México». base de zonas concéntricas, conforme
artículo del mismo libro. de donde se citan las frases entreco- Arquitectura Nº5, México, abril de 1940. a la usanza de otros tiempos».
51 Hannes Meyer, «Experiencias de urba- milladas. Allí reivindica la gestión de 63 La voluntad de premiar a Meyer está 68 Podría decirse que en este entrela-
nismo», op. cit. Meyer por contraste con las anterio- mencionada en Manuel Larrosa, Mario zamiento se resume la alianza bélica:
52 Idem. res de Gropius, y analiza su «fracaso» Pani, UNAM, México, 1985, y también «La contribución real de México a la
53 Hannes Meyer, «La formación del como una consecuencia lógica de los se desprende de los comentarios de causa aliada fue de otro orden (no
arquitecto», op. cit. límites impuestos por las condiciones Cuevas en el artículo citado. bélico). En virtud del tratado de co-
54 «Viaje al extranjero. Nueva sociedad: capitalistas; publicado en El arquitec- 64 «Sus trazados de planta –escribe mercio de 1940, una comisión de Mé-
Allegro energico» anota Meyer en el to en la lucha de clases, op. cit. Meyer sobre los ejemplos de regio- xico y los Estados Unidos ideó planes
punto 16 de sus «Apuntes para una 58 Hannes Meyer, «Bauhaus-Dessau», op. cit. nalismo suizo que presenta en el de producción y fijó los precios de las
biografía», manuscrito del archivo 59 Todo el proceso de la ruptura, una artículo–, con más singularidad de materias primas que México enviaría
Meyer reproducido en El arquitecto en vez que fue inevitable, fue presen- elementos que de conjunto, están a su vecino del norte: minerales
la lucha de clases, op. cit. tado de este modo por Meyer, lo que hechos al gusto del respectivo dueño más algunos productos agrícolas; se
55 Este artículo se ha difundido con- se desprende tanto de sus cartas al de casa, como si fueran trajes hechos estableció también un programa de
siderablemente debido a que es el burgomaestre de Dessau, como de a la medida, encarnación de los di- braceros para contribuir a remediar la
primer balance de Meyer en el que las referencias a la experiencia que versos deseos personales del dueño, falta de mano de obra agrícola en los
recupera orgánicamente su Bauhaus. realiza en sus giras europeas en los de su esposa, de su suegra…». «El Estados Unidos como consecuencia
[ 78 ] Por lo mismo, llegó a generar una primeros años treinta. [ 79 ] regionalismo…», op. cit. de la guerra», Lorenzo Meyer, op. cit.
69 Cfr. Leopoldo Solis, Planes de desarro- y sus posiciones que elude cualquier L'urbanisme sovietique, Paris, 1931. original: «Schulbau in Méxiko», Bauen
llo económico y social en México, SEP referencia concreta a su efectiva expe- 79 Hannes Meyer, «Proyecto de exten- und Wohnen Nº7, Munchen, 1951. En
Setentas, México, 1975. riencia en los equipos estatales. sión y reconstrucción del Gran Mos- él, Meyer se otorga un papel mucho
70 Lorenzo Meyer, op. cit. 75 Por ejemplo, «Ejemplo de análisis cú-URSS», Arquitectura y Decoración más importante en los planes del ente
71 Arkady Mordinov, op. cit. del espacio de vida de una familia Nº12, México, octubre de 1938. estatal que el que realmente jugó.
72 Hannes Meyer, «Experiencias de urba- de empleado comercial en la ciudad 80 México, 1943; reproducida en Patricia 90 Idem; esta frase es el único reparo
nismo», op. cit (subrayado en el original). de México DF (Puente de Alvarado)», Rivadeneyra, op. cit. que explicita Meyer en su propagan-
73 Artículo y proyecto se publican en de Antonio González Juárez bajo la 81 Cfr. ídem. da. En las notas personales de Meyer
Arquitectura Nº12, abril de 1943. dirección de Hannes Meyer, repu- 82 Cfr. Domingo García Ramos, Planifi- sobre lo realizado por CAPFCE, que
74 Conviene aclarar que el conocimiento blicado en «La ciudad de México. cación de edificios para la enseñanza, utiliza para su análisis Liemur en la
historiográfico sobre las modalidades Fragmentos…», op. cit. UNAM, México, 1970. segunda parte de este libro, aparece
precisas de ese compromiso es toda- 76 Cfr. Héléne Riviére D'arc y Claude 83 Cfr. Ramón Ruiz, México, 1920- con mayor claridad su posición crítica
vía lamentablemente escaso; inversa- Bataillon, La ciudad de México, SEP 1958…, op. cit. sobre el proyecto del que participaba
mente proporcional, podría decirse, a Setentas, México, 1973. 84 Idem y Victoria Lerner, «La educación y que, como señalé más arriba, siguió
la profundidad de sus consecuencias. 77 Hannes Meyer, «La ciudad de México, socialista», op. cit. propagandizando públicamente –y
No se conocen investigaciones sobre Fragmentos…», op. cit. 85 Cfr. Octavio Paz, «Contemporáneos», nuevamente «en primera persona del
los archivos de las oficinas públicas 78 Es la conocida circunstancia por la cual en México en la obra de Octavio Paz, plural»– muchos años después de
en las que Meyer colaboró, como Kaganovich zanjó en 1931 las turbu- vol. 5, FCE, México, 1987. su vuelta a Europa. Es indudable la
para contar con fuentes secunda- lentas discusiones en la vanguardia 86 Cfr. Ramón Ruiz, op. cit. necesidad de Meyer de rescatar su
rias capaces de indicar cuál fue su soviética sobre cómo debía ser la 87 Cfr. José Villagrán García, «Apuntes trabajo en México desde una perspec-
efectiva inserción, cuál su papel en la ciudad socialista (discusiones sobre la para un estudio», Arquitectura Nº3, tiva progresista; y la contradicción se
consolidación del tipo de gestión que relación entre cambio urbano y cambio México, 1939, artículo inicial de una hace dramática cuando notamos que
se desarrolla, qué lugar ocupó frente social que se cuentan entre lo más serie que se prolongará por varios se adjudica un rol que estuvo lejos
a los equipos técnicos locales que en interesante del debate urbanístico de años, en la que Villagrán termina de de cumplir, pero en una gestión que
estos años adquieren su definitivo este siglo), planteando –en una célebre dar forma a una teoría tan influyente internamente despreciaba.
perfil. La ausencia de esta informa- intervención– la futilidad de todo el durante casi treinta años como criti- 91 Es notorio cómo Meyer describe
ción bien podría deberse a una más debate: una vez hecha la Revolución, cada en los últimos veinte. minuciosamente estos aspectos de
de las enormes lagunas que recorren dice Kaganovich, todas las ciudades de 88 La frase de Torres Bodet es citada por su trabajo en el artículo que publica
la aún incompletísima historia de la la Unión Soviética son ya socialistas, ya Ramón Ruiz, op. cit. La de Enrique del en la Memoria… del CAPFCE citada,
arquitectura en los países de América que el socialismo es un contenido que Moral está en su «Informe de la zona Memoria que, por otra parte, diseña y
Latina; sin embargo, creo que aquí ha la ciudad y la sociedad reciben por obra de Guanajuato», en CAPFCE, Memoria edita. No dispongo de suficientes ele-
influido notoriamente el prejuicio con de la Revolución más allá de sus formas de la primera planeación y proyección mentos como para afirmar con cer-
el que la historiografía revisionista se contingentes, y plantear cualquier de construcciones escolares de la Repú- teza la existencia de una voluntad en
ha acercado al período que comienza modo de «transición» implicaría negar blica Mexicana, 1944 a 1946, México, Meyer por ocupar ese rol secundario;
en 1940, despreciando en bloque to- ese dato de la realidad, posición que 1946. Y la de José Villagrán García bien podrían haber sido diferentes
das las expresiones de la arquitectura se adoptó oficialmente; cfr. F. Svetlov en su introducción en esta misma sus aspiraciones encontrándose con
oficial. Difícilmente pueda encontrarse y S. Gornyi, «La ciudad socialista en la Memoria… del CAPFCE. un rechazo en el equipo de dirección
un estudio detenido sobre la produc- sociedad sin clases», artículo de 1934 89 Ver «La construcción de escuelas en técnica del Comité que le impidiese
ción estatal, y los trabajos dedicados reproducido por P. Ceccarelli, op. cit. México», artículo de propaganda de hacerse cargo de alguno de los pro-
específicamente a Meyer prefieren Marco de Michelis y Enrico Pasini, op. la acción del CAPFCE reproducido yectos de escuelas o de la planifica-
[ 80 ] mantener una semblanza de su obra cit., a su vez, citan de L. M. Kaganovich, [ 81 ] en Rivadeneyra, op. cit. Publicación ción de alguna zona; es lógico, por
otra parte, que Meyer no se sintiera
a gusto subordinado a arquitectos
por quienes sentía enorme desprecio.
Pero aun en ese caso, también hipoté-
tico, sí parece evidente que su forma
de trabajar en los aspectos gráficos
y de la exposición, Meyer los levanta
enfáticamente como manera de dife-
renciarse del trabajo arquitectónico
del CAPFCE. De todas maneras, el que
se haya mantenido dentro del mismo
en esa posición subalterna no es, a mi
juicio, sino una prueba más de su va-
cilante actitud frente a la posibilidad
de insertarse en el estado mexicano
y en sus políticas en el campo de la
planificación y la arquitectura.
92 Rafael López Rangel, op. cit.
93 Walter Benjamin, «Sobre el Libro de
lectura para los habitantes de las ciu-
dades», uno de sus «Comentarios sobre
poemas de Brecht» en Brecht, Ensayos
y comentarios, Arca, Montevideo, 1970
(edición original: Versuche über Brecht,
Suhrkamp Verlag, Frankfurt am Main,
1966). En el comentario Benjamin reto-
ma una idea de Arnold Zweig sobre el
tema del exilio en el poema de Brecht.

[ 82 ]
Ilustraciones
01

01. Página de la revista Arquitectura y Decoración Nº12, México, octubre de 1938. Número especial dedicado a la presentación de Hannes Meyer en México, en
el que se publicaron las dos conferencias que dictó en ocasión de su primera visita, el cv que inicia en esta página, y una gran cantidad de obras y proyectos.
03

04
02
05

02. Hannes Meyer, axonométrica del proyecto para el concurso de la Casa de España en México, 1940. Publicado en Arquitectura Nº5, México, abril de
1940 (número dedicado a los resultados del concurso). / 03. Análisis dirigidos por Hannes Meyer en el Instituto de Planificación Urbana, republicado en
Hannes Meyer, «La ciudad de México. Fragmentos de un estudio urbanístico», Arquitectura Nº12, México, abril de 1943. / 04. Sección de Habitación Obrera,
Secretaría de Trabajo y Previsión Social, Plano general de la Colonia Obrera de Lomas de Becerra diseñado por Hannes Meyer, publicado en Hannes Meyer,
«La ciudad de México. Fragmentos de un estudio urbanístico», Arquitectura Nº12, México, abril de 1943. / 05. Hannes Meyer, proyecto Manzana de Corpus
Christi para el Banco Nacional, axonométrica, 1946. Stiftung Bauhaus Dessau.
06
08
07

06. Hannes Meyer, «El regionalismo en la edificación de la vivienda suiza», Arquitectura Nº7, México, abril de 1941. / 07. Antigua construcción escolar de
Chiapas, fotografiada por Meyer y expuesta en la muestra del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas, México 1946,
Memoria del CAPFCE 1944-1946. / 08. Exposición del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas, México 1946, Memoria del
CAPFCE 1944-1946. La exposición fue diseñada por Hannes Meyer, a quien se ve posando frente a uno de los paneles.
09

11
10

09. Prototipo de escuela rural tipo para la Huasteca veracruzana, expuesta en la Plaza de las Bellas Artes durante la muestra del CAPFCE, Memoria del
CAPFCE 1944-1946. / 10. Idem, interior. / 11. Enrique del Moral, escuela primaria rural, Casacuran, Yuritzia, Guanajuato, Plan del Comité Administrador
del Programa Federal de Construcción de Escuelas 1944-1946, Memoria del CAPFCE 1944-1946.
12

14
13

12. Idem, galería interior. / 13. Roberto Álvarez Espinosa, escuela primaria urbana, Jerez, Zacatecas, Plan del Comité Administrador del Programa Federal
de Construcción de Escuelas 1944-1946, Memoria del CAPFCE 1944-1946. / 14. Luis J. Rivadeneyra, escuela rural, «Emilio Carranza», construida por los
vecinos, Toxtlacuya, Veracruz, Plan del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas 1944-1946, Memoria del CAPFCE 1944-1946.
15

16

17

15. José Villagrán García, Escuela de la República de Costa Rica, México DF, Plan del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de
Escuelas 1944-1946, Memoria del CAPFCE 1944-1946. / 16. Revista Construyamos escuelas Nº1, Comité Administrador del Programa Federal de Construcción
de Escuelas, México, agosto de 1947, diseño y edición Hannes Meyer. / 17. Edición de «La Estampa», del Taller de Gráfica Popular dirigido por Meyer, 1949.
18

19

18. Dibujo lineal de Los Remedios realizado por Hannes Meyer en 1945. / 19. Dibujo lineal de Los Remedios realizado por Hannes Meyer en 1945.
La «síntesis dialéctica»:
regionalismo, indigenismo
y clasicismo en el
pensamiento maduro
de Hannes Meyer
«No sólo hemos sido expulsados del centro del
Jorge Francisco Liernur mundo y estamos condenados a buscarlo por selvas
y desiertos o por vericuetos y subterráneos del
Laberinto. Hubo un tiempo en el que el tiempo no
era sucesión y tránsito, sino manar continuo de un
presente fijo, en el que estaban contenidos todos
los tiempos, el pasado y el futuro.»

Octavio Paz.

[ 99 ]
❶ estructura de solidaridad de militantes y exiliados (si bien comete
el error de identificar a Vittorio Vidali con el arquitecto Carlos
Las opiniones acerca de los motivos del viaje de Hannes Meyer a Contreras). Ninguno ha tenido en cuenta la ayuda o el estímulo que
México suelen ser coincidentes. Para Klaus-Jurgen Winkler, puede haber recibido de unos familiares directos de Hans Schmidt,
su compañero de redacción de «ABC», residentes en la ciudad de
Meyer viajó a USA en el verano de 1938 y de allí a México con la México y para quienes éste había construido en 1929 una casa,
esperanza de encontrar en el continente americano un nuevo en sociedad con Paul Artaria, otro viejo amigo de Meyer. Tampoco
campo de acción1. se ha examinado adecuadamente su relación con Canedo Gerard,
personaje decisivo en el ambiente de la cultura arquitectónica
Según Claude Schnaidt, mexicana. La esposa de Canedo Gerard estaba vinculada a los más
altos niveles sociales y políticos locales, y fue él quien lo hospedó
será en México, país al que viajará en 1938 para participar de una durante los primeros días luego de su llegada5.
conferencia internacional de planeamiento urbano, donde habrá de De todos modos, más allá de huecos que irán
encontrar los amplios horizontes y el clima social que necesitaba2. llenando futuras investigaciones, puede coincidirse por ahora en la
descripción del cuadro de esperanzas que movilizaron a Meyer y su
A juicio de Patricia Rivadeneyra, familia en este difícil traslado de 1938-1939: efectivamente, con su
tradición revolucionaria, su gobierno populista, y sus amplias libertades
alguien tan inquieto como él no veía probabilidades de desarrollarse de expresión y acción, México era en los años treinta una meta de la
en Europa; por todo esto, su viaje a USA y México le abre nuevas progresía internacional. Es probable que, como tantos otros, y aunque
posibilidades, lo que significa una nueva aventura en un campo no era un exiliado, Meyer se haya sentido atraído por estas razones.
desconocido en donde, piensa él, puede aplicar sus conocimientos Las dudas mayores se presentan cuando se anali-
con mayores posibilidades de obtener buenos resultados3. zan las causas de su retorno a Europa, diez años después. En los
trabajos señalados se proponen tres versiones diferentes.
Y en uno de los últimos trabajos sobre el tema, Werner Kleinerus- El Meyer de Rivadeneyra vuelve a su país por los
chkamp asegura que mismos motivos laborales, con un leve fondo político pero casi
individualistas, por los que había partido:
junto a las actividades realizadas según sus convicciones políticas
y en conjunto con las realizaciones personales anudadas (a fines de se encuentra cansado, no ve más posibilidades que le aporten satis-
los treinta), también las condiciones políticas de México favorecie- facción de tipo personal. El desarrollo del régimen político mexicano,
ron el traslado de Meyer4. que tocaba a su fin, le había decepcionado sobremanera. Pensaba
que el momento era ideal para regresar a trabajar a Europa.
Más allá de algunas diferencias de matiz (como la que se advierte entre
la acentuación de lo laboral en Rivadeneyra y de lo político en Kleinerus- Kleineruschkamp despolitiza a «su» Meyer y atribuye el regreso a
chkamp), los distintos autores coinciden en que por distintos motivos razones exclusivamente profesionales:
México ofrecía a Meyer un escenario más propicio para el desarrollo de
sus ideas que la Europa de los autoritarismos o la conflictiva URSS. en marzo de 1949 él no veía ya más posibilidades de trabajo en
También coinciden en la descripción de los México, y estaba dispuesto a viajar a algún sitio, incluso a los USA
contactos previos con el ambiente mexicano o los aspectos organi- o a Canadá. (…). (Finalmente) decidió volver a Suiza y desde allí
zativos del traslado. La historiadora mexicana juzga decisiva la buscar nuevas posibilidades de trabajo.
relación directa de Meyer con el Presidente Lázaro Cárdenas,
[ 100 ] mientras que el investigador alemán destaca la importancia de la [ 101 ] Schnaidt en cambio imagina el regreso del «viejo» Meyer, sabio y enfermo.
Este resolvió a fines de 1949 volver a su Suiza natal, y se ❷
«retiró a un tranquilo pueblo del Ticino para compilar y trabajar con calma
las ideas que había coleccionado a lo largo de toda su rica experiencia». Para comprender el peso relativo del período en su biografía
La de Winkler es una descripción del mismo tono. conviene hacer al menos dos observaciones.
Tanto él como Schnaidt preservan a «su» Meyer (y a su propio análi- La primera es que el período más significativo de
sis) del «demasiado complicado» pasado mexicano, y establecen la obra de Meyer, vale decir aquel que ha suscitado el mayor interés
como determinante de su última mudanza una razón positiva que crítico por sus propuestas y actitudes, ocupa un espacio muy breve
no resulta históricamente de ese pasado. Como en otras ocasiones de su biografía. Puede decirse que esta etapa de la vida de Meyer
a lo largo de su vida, Meyer se habría desplazado hacia y no de una abarca aproximadamente desde la publicación de «Die Neue Welt»
situación determinada. De manera que el Meyer del regreso a Europa hasta su partida hacia la URSS. Esto es: desde 1924 hasta 1930. Puede
es para Winkler el mismo héroe épico que ya ha dibujado a lo largo de discutirse el término ad quem, e incluir las experiencias que realizara en
todo su libro, y las razones de su trabajo son entonces no solo positi- la Unión Soviética y la obra del Jardín de Infantes de Mümliswill; pero
vas sino también, una vez más, militantes: aun así, el Meyer «histórico» habría existido solo durante la década que
transcurre entre mediados de los años veinte y treinta.
Ciertamente Hannes Meyer había fortalecido a través de sus Una década, y esta es la segunda observación, tal
contactos (con ex alumnos del Bauhaus) sus esperanzas de tomar como la que duró su estadía mexicana. Por añadidura se trata de su
parte del proceso democrático de reconstrucción europea del lado más larga permanencia ininterrumpida en un sitio (una misma ciudad,
de las fuerzas progresistas. Con el apoyo de sus amigos suizos e una misma calle, una misma casa), desde que dejó por primera vez
italianos se preparó para el regreso6. Suiza en 1905, cuando tenía 16 años. A partir de entonces vivió siete
años en Alemania (1905-1912), dos en Inglaterra (1912-1913), dos en
El desacuerdo sobre este punto parece reflejar la decepción y la Suiza (1914-1916), dos nuevamente en Alemania (1916-1918), siete en
perplejidad que provoca en los observadores la inconsistencia de la Suiza (1919-1926), tres otra vez en Alemania (1927-1930), seis en URSS
producción de Meyer durante este período. Quien la examina debe (1930-1936), tres en Suiza (1936-1939) y, luego de la década mexicana,
hacer sus cuentas por un lado con unos pocos proyectos no especial- los cinco últimos años de su vida nuevamente en Suiza. Resulta enton-
mente significativos –en contraste con la larga duración de su ces evidente la necesidad de redimensionar la importancia de este
estadía–, pero además con la brutal diferencia entre los sentimien- período, y en consecuencia del tramo «histórico» de su biografía.
tos hacia México que Meyer manifiesta a su llegada y a su partida Visto de este modo, el más difundido Meyer «duro», el
para Europa. «En México viven ustedes en un país que se cuenta entre abanderado del racional-constructivismo, debería ser considerado más
las más progresistas democracias del mundo»7, fue la esperanzada bien como una expresión particular y relativamente fugaz dentro de una
frase con la que concluyó su primera conferencia. «Tengo después biografía que para ser adecuadamente delineada exigiría articulaciones
de la experiencia de estos últimos años el vivo deseo de salir de este algo más complejas que las habitualmente construidas10.
ambiente pútrido»8, escribió a su amigo Mario Montagnano diez años Siguiendo esta línea, podría entenderse su produc-
más tarde. Entre ambas expresiones media un abismo de dolorosas ción durante la década mexicana como un momento de fortaleci-
frustraciones; el mismo dolor que le hará confesar no mucho después, miento de su reflexión teórica; resultado, entre otros factores, de
a su amigo Lica Steiner: «no quiero enterrarme vivo como hasta ahora»9. sus frustraciones proyectuales y constructivas. Las huellas de esta
Nuestra tarea consistirá en formularnos las pregun- reflexión existen y están dispersas en su numerosa correspondencia,
tas que de este contraste se desprenden, y en particular aquellas en conferencias y escritos inéditos, y en las dos autobiografías que
acerca de la forma en que la realidad mexicana impactó las ideas constituyen en conjunto un minucioso balance de su vida y de su obra.
de Meyer, tomando el suyo como un ejemplo emblemático, aún en Si se recompone el estado de ideas de Meyer en el
su excepcionalidad, del cruce entre las líneas más radicales de la momento de su llegada a México podrá advertirse que su principal
[ 102 ] vanguardia europea y las condiciones latinoamericanas. [ 103 ] preocupación consistía en articular el radicalismo de los años veinte
con los nuevos temas y problemas que se originaban en su propia del proceso vital de su sociedad». Pero incorpora un matiz que
experiencia en la URSS y en la consigna del «realismo socialista». otorga más precisión a su idea; «el arquitecto –dice allí– es un
Una de las intenciones más evidentes de su artista, puesto que todo Arte es orden. Esto es: la realidad trans-
primera conferencia en México, en 1938, fue la de diferenciarse ferida a un nuevo orden». Entre el orden de las «cosas mismas» al
de aquel funcionalismo radical, dejando en claro que a su juicio que parece aludir la primera definición, y el orden de la «realidad
la Arquitectura no podía surgir como una respuesta directa a transferida» que aquí se propugnaba, media el amplio campo de
los requerimientos empíricos (a la manera en que la hacía un conflictos desencadenado por el «realismo».
«conocido y amigo en Polonia» a partir de las condiciones climáti- Por eso es comprensible que en el original mecano-
cas). En su significado más profundo, la preocupación por la articu- grafiado de la conferencia se lea junto a la palabra Ordnung su
lación citada no era una novedad en la trayectoria de Meyer. La acepción francesa manuscrita por Meyer: la ordonnance era una de
relación construcción/belleza o, mejor, el lugar de los Valores en la las ideas clave de la estructura conceptual académica14. Referida a
lógica moderna de la producción material constituían desde hacía la ordinatio vitruviana, la idea de ordonnance había sido confundida
mucho tiempo un tema recurrente de su indagación. muchas veces con el «orden» en el sentido clásico, vale decir como
Aunque definida a partir de un conjunto complejo relación entre las componentes figurativas de la arquitectura. Pero es
de determinaciones, ya en «Die Neue Welt» la Arquitectura era consi- obvio que Meyer quería separarse de esa acepción, y eso se aclarará
derada como «organización» de ese conjunto. «Construir es solo más adelante, cuando escriba que
organización», planteaba allí, y agregaba: «la nueva obra de arte se
conforma mediante medios primarios en forma exacta y elemental»11. como artista (el arquitecto) debe dominar los distintos sistemas
Pocos años después, durante su período en la de órdenes, de órdenes artísticos. Con ello no pienso en el orden
Bauhaus, escribiría que corintio o dórico, a los que por supuesto debe conocer. Pienso en
particular en los órdenes sicológicos de tipo linear, superficial o
todo arte es orden, orden en las contradicciones entre esto y plástico. Pienso en las tensiones entre diferentes materiales, sus
aquello, orden de las impresiones sensibles de la visión humana, y estructuras superficiales, las relaciones entre masas, grupos y
de todos modos objetivo, determinado por la sociedad. El arte no es objetos aislados, las particiones… en síntesis en los instrumentos
medio de belleza, ni tampoco cuestión afectiva, el arte es orden12. de una configuración (Gestaltung) sicológica15.

Meyer empleaba en ese trabajo la palabra Gestaltung, que puede tradu- En esta última definición Meyer parece aludir al concepto de ordonnance
cirse en castellano como configuración con construcción de la forma. en el sentido en que lo emplea Quatremere de Quincy; esto es, como
Pero Gestalter no es equivalente a Formgiver, dador de forma en inglés,
con su referencia a cierta creatividad caprichosa o al menos subjetiva. la manera en que el arquitecto ha ordenado las masas, las partes, los
Gestalter es el conformador, el generador de la estructura de la forma. detalles considerados en su conjunto, en su efecto en la impresión que su
La búsqueda de esta estructura de la forma era aspecto produce, así como en el carácter que debe ser propio del edificio16.
para Meyer equivalente a la búsqueda de una «armonía»:
Conviene advertir que si bien Meyer no emplea la palabra «carácter»,
La nueva enseñanza de la construcción (Baulehre) es una enseñanza hace uso de este concepto académico tradicional cuando para subra-
del conocimiento del estar-ahí (Dasein). En tanto que enseñanza de la yar más aun su desvinculación con el funcionalismo sostiene que
configuración (Gestaltunglehre) es el canto sublime de la armonía13.
debemos resolver los problemas de la construcción (Baupro-
La armonía debía ser el resultado de una adecuada estructura de la forma. bleme) en forma dialéctica (es decir en un nuevo tipo de relacio-
En su primer discurso mexicano, Meyer concibe nes respectivas) y debemos configurarlos en forma diferenciada,
[ 104 ] al arquitecto también como «ordenador y configurador (Gestalter) [ 105 ] esto es, en un nuevo tipo de formas funcionales (Funktionsformen).
Una escalera no pude ser sólo «un medio de subida», como lo han De aquí que más tarde, en su escrito «Der Archi-
hecho algunos funcionalistas vulgares. Dependiendo de su coloca- tekt im Klassenkampf» de 1932, bajo la presión del debate sobre
ción social esa escalera puede reclamar un paso festivo o una el realismo en la URSS, y haciéndose cargo de las consecuencias
subida rápida. El edificio para una estación ferroviaria no será sólo teóricas del principio del «socialismo en un solo país», debió autocri-
experimentado por el habitante como un elemento de la vida de ticarse por los «errores de anteriores opiniones liberales y reformis-
su ciudad: será estimado también por el viajero de paso como un tas». La separación fue cancelada rotundamente:
edificio más del propio trayecto, vivido por él como un conjunto. El
espacio teatral puede proporcionar el ordenamiento de los distin- la exclusión del arte en la construcción, algo sostenido por una
tos sectores sociales que lo visitan o subrayar con la forma de un parte de los modernos arquitectos del capitalismo –proclamó–, me
anfiteatro la igualdad de la democracia17. parece un síntoma de la decadencia de la cultura burguesa21.

Tal vez debido a su formación académica, Meyer nunca había abando- Esa primera expresión del viraje fue desarrollada en su artículo de
nado la búsqueda de alguna estructura racional para la forma. Pero 1933, «Wie ich arbeite». En él, Meyer caracterizaba a la disciplina como
inmerso en el universo teórico productivista de los años veinte, un instrumento de la «lucha de clases», instrumento que así como
tendió a pensar esta estructura en su expresión más abstracta. en un momento había sido usado en su beneficio por la «burguesía»,
En esta línea deben entenderse su interés por el debía ahora ponerse al servicio del «proletariado» triunfante. En esta
arte de la vanguardia belga, las características del número de «ABC» línea dirá luego, en la mencionada conferencia de 1938, que «la arqui-
que él organizó, así como la incorporación a la Bauhaus del Prof. Dr. tectura es un arma. Un arma de la cual solía aprovecharse en todas las
Karlfried Graf, conde de Dürckheim, para trabajar en el concepto épocas la clase dominante respectiva para sus exclusivos intereses».
de la Gestaltungteorie18. También en este contexto puede explicarse Si en «Die Neue Welt» el despliegue de la nueva
que en el período en que fue su Director, la Escuela haya publicado técnica había sido identificado con la renovación progresista de
en su revista el trabajo de H. Neugeboren «Eine Bach-fuge im Bild», la sociedad, ahora comenzaba a formularse la idea de una Técnica
en el que se procuraba extraer leyes formales «arquitectónicas» de neutra, sin signo político o ideológico o, mejor, con un signo
la música de Bach19. Meyer comenzó a pensar en esos años la teoría genéricamente «humano». Para ponerla en condiciones de contri-
de la armonía musical como el puente que podía trazarse entre la buir a una renovación social progresista, era necesario añadir
racionalidad matemática y el mundo de la sensibilidad humana. a la Técnica una voluntad, un programa de este signo. Y sólo la
Pero recién se vio obligado a formular el problema clase obrera, en tanto abanderada de la «herencia humana» en su
de manera perentoria cuando sus circunstancias lo obligaron a conjunto, estaba en condiciones de proveer a ese programa.
reconocer a la forma arquitectónica como instrumento de poder, y Por este motivo, en su mensaje de 1938 a los arqui-
por tanto como representación, además de expresión de necesida- tectos mexicanos, Meyer sostendrá que la Arquitectura es «una de las
des práctico materiales. La vía de escape del círculo de hierro de los herramientas humanas que sirven al poder dominante para fortalecer
estilismos adoptado como respuesta oficial de la URSS a este tema, su posición». El Marx del «XVIII Brumario», el defensor de la construc-
fue el estudio sistemático de la armonía clasicista. ción de la cultura revolucionaria a partir de los elementos más valio-
Dicho de otro modo. A pesar de su interés por sos del pasado, servirá como la referencia teórica más apropiada en
la racionalidad de la estructuración formal, Meyer había organi- «El arquitecto soviético», donde será postulado: «La cultura soviética
zado su búsqueda basándose en el principio de separación entre no puede florecer sobre un montón de escombros. Cada cultura nueva
Arte y Construcción. «Construir es un acontecimiento biológico. está seleccionando lo mejor de la anterior para hacerla evolucionar».
Construir no es un proceso estético», sostenía en «Die Neue Wellt», Su posición era la que impulsaba el stalinismo
y agregaba: «todo arte es composición, y con ello contrario a una como expresión cultural de la política hacia los aliados durante
finalidad (Zweckwidrig)». Por lo tanto, la forma de lo construido debía la guerra. Analizando las consecuencias de esa política en el caso
[ 106 ] ser «un producto de la fórmula función + economía»20. [ 107 ] italiano Alberto Asor Rosa ha escrito acertadamente que
como Minerva del cerebro de Júpiter, al día siguiente de la libera- del «regionalismo»–; o bien se destacaban los contenidos simbó-
ción, salió armada con el repertorio de lugares comunes marxis- licos de esa Forma, contenidos en consecuencia históricos que
tas la concepción de la relación necesaria entre vieja y nueva conducían a la segunda vía, la del «nacionalismo».
cultura, entre herencia de la tradición e impulsos transformado- En la medida en que destacara aquellas expresio-
res y regeneradores de la «ideología proletaria». Una vez que se nes que eran producto de la estandarización y la simplificación como
planteaba el concepto de unidad antifascista de la cultura, se consecuencia de largos procesos históricos en condiciones de extrema
concluía inevitablemente que el desarrollo cultural debía ser visto pobreza de recursos, la revalorización del regionalismo no planteaba
como un continuum sin interrupciones, del que la posición marxista a los modernistas gruesos problemas teóricos. Personajes como Le
era solo el último y más elaborado apéndice22. Corbusier, Pagano o Tessenow ya habían fundamentado con éxito su
preferencia por las formas puras articulando requerimientos «objeti-
Como eco de esta política cultural, y de una manera de la que se vos» de la industrialización con la fuerza de las tradiciones populares.
percibe cierta vocación provocatoria, los trazados reguladores Todo lo contrario ocurría con la cuestión de la
palladianos, las formas constructivas de la tradición, e incluso Arquitectura como lenguaje, vale decir como retórica del Poder. Por
las leyes conformadoras de los órdenes clásicos comenzaron a ser eso fue este el problema sobre el que Meyer concentró sus mayores
presentados por Meyer como instrumentos de los que «el arqui- esfuerzos en la década del cuarenta, y sobre el que siguió trabajando
tecto revolucionario» debía servirse. hasta sus últimos días. «Creo –escribía a Karel Teige en 1950– que
Su viraje teórico resulta más evidente si se compa- nuestra generación no puede dejar este mundo sin haber realizado la
ran sus formulaciones con las de sus compañeros políticamente más conexión entre la cultura burguesa del pasado (siglos XIX y XX) y el
radicales. Karel Teige por ejemplo, quién durante los años treinta Nuevo Mundo»24, y en 1953 le contaría a Edmund Collein que
siguió adjudicando a la Arquitectura un signo ideológico siempre
favorable al dominio de las «clases explotadoras». Remitiéndose por en nuestro aislamiento usamos ampliamente el tiempo estudiando
su parte al Engels de El Origen de la Familia, Teige sostenía que en nuestro archivo de familia, donde las primeras ediciones de los
tanto lenguaje, aquella estaba por definición en posición antagónica ensayos de Winckelmann se mezclan con las arquitecturas del siglo
con respecto a la naturaleza por representar sólo y únicamente el XVIII de Woods para Bath, con Palladio y Ledoux y con los grabados
discurso de esa dominación. Una «sociedad liberada» –pensaba– no originales de Piranesi. Desde el punto de vista del materialismo
construiría una «arquitectura liberada», sino que destruiría la noción histórico, la nueva vida se desarrolla a partir de los antiguos
misma de «Arquitectura liberada», lo que permitiría a los hombres grabados. Quién sabe si alguna vez el fruto de estos estudios
reencontrarse pacíficamente con su ambiente originario23. servirá a la construcción en Alemania25.
En el debate staliniano la revalorización del vínculo
entre Arquitectura y «clase dominante» llevaba a entender la Forma Meyer ya había registrado durante el período soviético los límites
como representación del Poder, y esto suponía volver a incorporar a la que imponía la declinación «nacionalista» de la reacción antifun-
Historia en la concepción de la disciplina: el pasado que «Die Neue Welt» cionalista, advirtiendo una contradicción que se agudizaría trági-
había decretado obsesivamente muerto volvía a instalarse en el presente. camente en México. Es que al sostener la legitimidad de una
Pero entonces la «cuestión del poder» obligaba a replantear también la expresión nacional de la forma arquitectónica, o como él wolffi-
relación Arquitectura/Pueblo/Nación: «proletario en el contenido, nianamente la llama, de un «sentimiento nacional de la forma
nacional en la forma» sería, como es sabido, la fórmula del stalinismo arquitectónica», se veía obligado a excluir su propia acción «inter-
para el arte, fórmula que encarnó finalmente en el «realismo socialista». nacionalista», en tanto arquitecto extranjero.
Si se la consideraba un postulado inevitable, la La premisa «nacionalista» reducía sus posibles
cuestión de la particularidad local de la Forma podría declinarse actividades a las fases en las que podía presumirse una mayor
de dos modos: o bien se hacía hincapié en las determinaciones neutralidad en la proyectación, centradas en el análisis de las
[ 108 ] materiales de esa particularidad –y de este modo se elegía la vía [ 109 ] «condiciones objetivas». No era posible de este modo participar con
plenitud en la operación de síntesis que requiere finalmente toda ❸
actividad arquitectónica. A diferencia de los miembros de las «briga-
das» radicales, era la propia aceptación de los postulados stalinistas Adrián Gorelik analiza en la primera parte de este libro las complejas
los que conducían a Meyer a marginarse en la URSS. condiciones políticas y el estado del debate arquitectónico mexicano al
concluir la década del treinta, dejando en claro los principales límites
Yo entiendo que en la lucha por una forma de expresión nacional que esas circunstancias concretas imponían al discurso de Meyer.
de la arquitectura deben caer concepciones personales (…) –le Por lo que allí se ha visto, puede advertirse que la
escribe a N. J. Kolli–. Pero yo soy un europeo del oeste, una cruza principal ocasión para pensar sistemáticamente en términos «regio-
de allamanes y hugonotes, y no puedo aportar nada de «nacional» nalistas» se le ofreció en oportunidad de su vinculación al CAPFCE. Si
a la arquitectura soviética26. bien es cierto que no parece haber desempeñado en este organismo
un rol protagónico, su inserción en el equipo y el tipo de trabajos
Y dirigiéndose a Carola Bloch-Pjotrkawska reafirmará esa convicción: desarrollados le permitió conocer las posibilidades y los límites de
una «arquitectura regionalista» en el caso latinoamericano.
Estoy absolutamente de acuerdo con el viraje nacional que la arqui- Es que según Meyer, la producción de esa «arquitec-
tectura (como otras manifestaciones culturales) debe experimentar tura regionalista» solo era concebible, paradójicamente, en las condi-
allá. Esta es claramente una necesidad política en un mundo en el ciones de una administración centralizada y altamente racionalizada
que los intereses nacionales se han transformado en armas para la del ciclo económico general; algo que era un rasgo común a Suiza y a la
defensa cultural. Comparto absolutamente ese viraje, pero como no URSS28, pero inexistente por definición en las condiciones de la periferia.
ruso soy incapaz de hacer alguna contribución al respecto27. Conviene reconocer aquí la diferencia entre arqui-
tectura regional –es decir producida históricamente en una zona
Frente a estas dificultades, Meyer procuró examinar las posibilidades determinada– y arquitectura regionalista en tanto expresión
de la declinación «regionalista» del dilema. Tuvo una buena oportuni- particularizada de un sistema global. En una sociedad liberada
dad de hacerlo en Birobidzhán, durante el que sería el último tramo de –pensaba Meyer–, tipologías y técnicas locales completarían
su experiencia soviética. Allí estudió y observó largamente las formas una producción que debía tener un corazón centralizado. Era ese
tradicionales de la construcción maderera, típica de esa región. corazón centralizado el que debía encarnar la racionalidad produc-
La primera oportunidad de poner en práctica tiva y simultáneamente el plus ideológico a que antes aludía-
estas ideas se le presentó cuando ya había cerrado el capítulo mos, por cuanto sería en él donde la Nación encontraría su propio
soviético y esperaba encontrar formas de reinsertarse en Suiza, discurso como expresión del pueblo en el poder. En la terminología
en ocasión del proyecto y construcción del Jardín de Infantes de marxista esto significaba propugnar una «relación dialéctica» entre
Mümliswill. Pero si el uso de la madera o de la piedra según las ambos extremos de una polaridad centro/región.
modalidades tradicionales probaban la viabilidad del cruce entre En un documento de 1946 que analizaremos
premisas modernistas y usos locales, al hacerlo dejaban abierto enseguida con mayor detalle, Meyer describe las condiciones en
un nuevo interrogante, mucho más difícil de resolver. En efecto: que el «regionalismo» le parece posible y necesario, refiriéndose
si el regionalismo era posible en la Suiza capitalista, ¿cuál era el al caso de la «Nueva Italia» recién liberada de la opresión fascista.
espacio propio en el que el «proletariado triunfante» podía y debía Eran I) «una reconstrucción premeditada, dirigida y económicamente
encontrar los elementos para una disputa por la hegemonía? planeada –no anárquica–»; 2) la «zonificación regional con la red de
Era evidente que una respuesta posible podía varias y pequeñas industrias dirigidas desde un centro regional»; 3)
buscarse en la articulación entre ambas ideas, y Meyer llegó a México «la estandarización y prefabricación de elementos de construcción
con estos interrogantes abiertos y esperanzas de resolverlos favore- y de casas enteras y (…) las nuevas invenciones de materiales»; 4)
cido por lo que imaginaba como una revolución nacional y popular – «la planificación dirigida, nacional, regional y local»; 5) la creación
[ 110 ] no proletaria– paradigmática. [ 111 ] de «formas semicooperativas para labores en el campo, la atención
médica y el consumo o venta de productos»; 6) el «fraccionamiento Y no lo era porque una condición básica que caracteriza a los países
de los grandes latifundios y (la protección) de la pequeña propiedad económicamente dependientes es la de una «irracionalidad» de su
privada de tamaño mediano o pequeño, facilitándole créditos, maqui- ciclo productivo no determinado sólo desde el interior de sus propios
naria e instrucción agrícola»; 7) «la búsqueda de equilibrio entre intereses y necesidades, sino principalmente por los factores exter-
ciudad y campo»; y 8) la «democratización de la zona urbana por nos a los que están sometidos. Dicho de otro modo: en un sistema de
medio de la circunvalación para el tránsito, fraccionándola en una red centralidad desplazada, el «regionalismo» podía constituir solo una
de satélites y colonias conectadas entre sí». forma de expresión de deformaciones estructurales, relativa arbitra-
Es este el marco en el que consideraba que era posible riedad organizativa y tendencias a la disgregación.
Es comprensible que para un europeo «cruza de
Desarrollar el regionalismo en ambos aspectos, el material y el allamanes y hugonotes» como Meyer, esta «irracionalidad» fuera
cultural; la fábrica, la iglesia, el centro médico, la casa cuna, etc. sencillamente impensable; y por eso no podía ser leída como
elaborados sobre los mismos programas (sub. aut.), modifica- expresión de un problema, sino como una verdadera enfermedad
rán su actitud arquitectónica, según las costumbres y el folklore endémica con la que por algún motivo nunca mencionado, México
regionales: en consecuencia habrá tipos (sub. aut.) de fábricas, de habría sido castigado: la «corrupción».
iglesias, de escuelas, etc., sicilanos, venecianos, bergamascos y En un artículo publicado en Alemania en 1951 –«La
eventualmente triestinos. construcción de escuelas en México»31– Meyer se refiere en tono
positivo al tema que describe como protagonista, pero entre líneas
Se podía y debía para ello puede leerse su crítica al ambiente mexicano. El trabajo destaca
la gran dimensión de la tarea realizada por el CAPFCE, destacando la
Basar la obra de reconstrucción del país en la movilización de las rapidez de ejecución y la diversidad –regional, precisamente– de sus
propias fuerzas; en los millares de profesionales, en las industrias y construcciones: de caña y paja en las áreas tropicales, de piedra en
materiales locales y regionales, y en ese artesanado tan creativo29. la meseta, de hormigón en las ciudades. Pero Meyer advierte que esto
no fue el producto de un plan general meditado sino de una repetida
Era lógico que con la misma matriz argumental Meyer reivindicara en voluntad política. Por este motivo –escribe– «los responsables debieron
México la estructura parcelaria y tipológica del damero latinoame- realizar inesperados volúmenes de obra en tres años»; y se pregunta:
ricano. El damero debía mantenerse no tanto como una pervivencia
nostálgica, sino como el embrión de una sociedad futura. Fue en su ¿puede extrañar frente a estas condiciones, que la calidad técnica
trabajo sobre «La ciudad de México» donde escribió que de las construcciones sea tan variable?
A la crítica entendida en el oficio no se le puede escapar
Carlos Marx dice que en el cuerpo de la sociedad que se desploma –concluye más adelante– que en estos seis años de masivos planes
ya empiezan a formarse los núcleos de la sociedad que vendrá a de construcción escolar en México pueden rastrearse muy pocos
reemplazarla. Esta tesis puede también ser aplicada a las formas elementos técnicos unificados. La amplia autonomía de los distin-
de vivienda en el cuerpo de una ciudad. Bajo este punto de vista tos Estados estimula una tipización regional. Incluso el elemento
hay que referirse a la manzana compuesta de vecindades, creación básico de la construcción escolar, la clase, no se ha unificado en
típicamente mexicana (…) Aunque el factor que ha creado este tipo sus medidas ni en su amoblamiento32.
de manzanas es el elemento especulador en terrenos y viviendas; no
puede desconocerse que esta forma de agrupamiento de familias Lo que se lee entre líneas en esta versión pública de su experien-
representa el primer paso de una nueva convivencia urbana (…)30. cia, se presenta en forma descarnada en sus apuntes autobiográfi-
cos privados. En ellos, el CAPFCE es descripto como «una escuela de
Sin embargo, en la realidad de las condiciones de producción mexica- la acción por camarilla», y se caracteriza a sus miembros mediante
[ 112 ] nas, el programa de un «regionalismo integrado» no era posible. [ 113 ] rasgos sombríos –«borrachos», «pederastras»–, protagonistas de
episodios turbios como el «intento de asesinato» de un padre a su frecuente en las descripciones europeas, especialmente anglosajo-
hijo, o la instalación de la «concubina» como secretaria por parte de nas, de los sudamericanos, Meyer escribe en su primera carta a su
uno de los directores, en medio de una trama de amores «perversos»33. amigo Paul Artaria, en diciembre de 1939:
«Plena cultura de la corrupción», en la que sus
colegas a cargo de la conducción del proceso –Villagrán García, Mario no has conocido en tu vida ningún país en el que viven tantos y
Pani, José Luis Cuevas y Enrique Yáñez– solo se habrían interesado tan enormes vagos vagabundeando, ni tantos estafadores, tunan-
según Meyer «en asegurarse un buen bocado del encargo». tes, espías, etc. Esto empieza por el ministro y termina bien abajo.
Meyer salió repugnado de este ambiente, tan Tanta estafa suele encontrarse con frecuencia en ciertos chistes,
atónito como cuando debió abandonar el ISPU 34, y como se sentiría pero aquí es realidad. Y uno es víctima de esos perros37.
luego al dejar el IMSS, también «burocratizado y corrupto».
Su actitud presenta las dos caras de las posicio- Que no se trata de apreciaciones coyunturales o sectoriales, sino un
nes puritanas extremas, ya que a la vez que una muestra inusual juicio totalizante lo demuestra no sólo su imposibilidad de inserción,
de integridad ética y moral, su inflexible estructura de valores sino también la extensión de sus observaciones a todos los grupos con
constituye un patrón rígido que elimina todo margen de compro- que fue vinculándose. De ser cierta, tamaña extensión, esa «malfor-
miso. Como consecuencia, el complejo tejido cultural, social y mación» podía intentar comprenderse, pero para eso era necesa-
político de una sociedad que no encaja en aquella estructura rio revisar principios teóricos y convicciones fundamentales; una
termina siendo juzgado con soberbia. De manera que en este caso, tarea extremadamente difícil, es cierto. De no hacerlo, el camino
como no será la validez universal de las premisas regionalistas lo más frecuente y más directo en estos casos es el del racismo. En
que se ponga en duda, su fracaso será atribuido a la incapacidad sus más íntimas reflexiones, Meyer no pudo evitarlo: aludiendo en
de la sociedad mexicana para poder aceptarlas. su apunte autobiográfico a los desarreglos y la presunta venalidad
Desde la interpretación stalinsta del marxismo, de Vicente Lombardo Toledano –el más importante líder sindical
Meyer no podía comprender las «irracionalidades» mexicanas ni como latinoamericano de su tiempo– dejó escapar su terrible creencia
jirones de otro modelo cultural, ni como producto, entre otros factores, profunda: «cada pueblo tiene los dirigentes que se merece»38.
de la misma «racionalidad» productiva global originada en el «centro»; Acorralado por sus propios argumentos, como ya
puesto que no era la validez de esa «racionalidad» lo que esa inter- le había ocurrido en la URSS (y en Suiza, y en el Ruhr, y en Berlín, y
pretación cuestionaba. El resultado fue su aislamiento creciente y su en la Bauhaus), debía huir nuevamente. Como el traslado físico no
desesperado rechazo de y por la totalidad del ambiente en que vivía. era posible por causa de la guerra, Meyer ensayó una doble huida
«Corruptos» eran los directivos del IPU, y «la mordida» un hábito univer- conceptual, interior: por un lado hacia la «pureza originaria» –el
sal; no podía esperarse el cumplimiento de los plazos, y era necesario desierto y el indio–; por el otro hacia los «principios eternos»,
«tener toneladas de paciencia» frente a la parsimonia administrativa; trazados por la Historia Universal.

en México se puede ser rico rápidamente cuando se tiene la


necesaria moral. Todo se compra, todo puede lubricarse, y quien no
marcha de este modo se encuentra en una difícil situación35. ❹
Varios posibles clientes son calificados como una suerte de caudi- En la citada carta de 1939 a Artaria explica la primera modalidad
llos primitivos; y está convencido de que también el Partido de esa huida: «una gran amargura, entonces, de la que cada vez
Comunista está presa de esa «enfermedad endémica»36. De la buena más huimos hacia la maravillosa naturaleza y paisajes, y hacia los
parte de prejuicios contenida en sus apreciaciones da cuenta el indios de las aldeas, que son aquí los mejores seres humanos». Y
hecho de que ya tiene claro ese diagnóstico sobre la sociedad esta parece haber sido su impresión dominante a lo largo de toda su
[ 114 ] mexicana a los pocos meses de instalarse. Repitiendo un topos [ 115 ] estadía mexicana. Así, en 1947 escribe todavía:
Es este un país de enormes contradicciones sociales. Pobres No por casualidad, superando el recuerdo de ciertas
lumpen o casi desnudos, y ricos lumpen. Vagos de todas las posiciones circunstancialmente enfrentadas en los tiempos de la
especies, pistoleros, estafadores, impostores, sobornados y coime- Bauhaus, Meyer procurará recuperar a Klee en el período mexicano.
ros; todos los vicios y especialmente opio, asesinatos, robos. Pero De la persistencia de su admiración por el maestro ya había dado
hay un fabuloso modo de ser humano aquí. Uno se transforma prueba suficiente cuando, para dejar definitivamente atrás aquellas
como ser humano y todo es comprable desde abajo hasta arriba. viejas disputas, había intentado infructuosamente y casi con angus-
Sólo el indio sigue siendo igual desde hace siglos: honrado, traba- tia volver a verlo durante su paso por Suiza al regreso de la URSS.
jador y de un gran orgullo interior39. Pero fue ante el «nuevo y antiguo mundo» cuando esa recuperación
adquirió su más completo sentido: «cuán frecuentemente pensé en
Sin advertirlo, Meyer desemboca de este modo en una paradoja: su él –escribirá en ocasión de la muerte de Klee a su viuda Lily– en
argumentación, una de las expresiones más radicales de la revolu- nuestro medio mexicano, frente al multicolor acontecer de estos
ción modernista, ha completado un giro de 180 grados, poniéndose de parajes»42; y en una carta de 1947 confesará a Hannes Beckmann
cabeza; nacida en la aguja más avanzada del progresismo, concluye que para él las enseñanzas de Klee fueron
reivindicando las formas más primitivas de la condición social y humana.
Esa «huida hacia los indios» asume dos formas, sumamente útiles y pertenecen a los fundamentos de quienes
una literal en las frecuentes excursiones y la otra indirecta a través piensan y trabajan en términos plásticos. Desplazamientos/refle-
de su trabajo en el Taller de Gráfica Popular. jos/virajes, se producen en todo proceso de creación de forma.
Ya desde los primeros paseos por los alrededores Algunos campos conceptuales de Klee, como irradiación/sustrac-
de la ciudad, y cuando van presentándose las primeras dificultades ción/división, etc., me ocupan continuamente43.
laborales y sociales, advierte que «por el contrario, la naturaleza
y los indios son espléndidos, y (es sorprendente) su amabilidad y Hemos dicho que, orientada también por la búsqueda de «limpieza»
su belleza corporal»40. Las visitas se suceden con entusiasmo, y y «autenticidad» moral, la fascinación por la población indígena se
emprende con Lena un plan de introducción de la industria textil en manifestó indirectamente en su acercamiento al tgp.
el Valle de Mezquital, entre los indios Otomi.
Sin el espíritu colectivo de aquellas artes indias del pasado no
Con frecuencia vamos debido a nuestro trabajo a las provincias, lo que existiría entre nuestros gráficos mexicanos este arte del blanco y
supone encontrar comportamientos semicoloniales y sitios donde el negro, y sin ello no existiría hoy el tgp, escribe en su presentación
indio vive todavía en los tiempos del descubrimiento de América41. de la exposición del Taller44.

Del mismo modo en su correspondencia son incontables las Por un lado la influencia aborigen trae al presente mensajes
ocasiones en que manifiesta su fascinación por esa pureza antiguos y eternos:
humana primitiva, nunca antes vivida.
Pero debe notarse que los indios encarnaban el siempre rebrota inconscientemente esa esencia india en los
mismo ideal de lo humano incontaminado, esencial, que, especial- mejores trabajos: así en los de Angel Bracho, donde la vaga melan-
mente en el período de la Bauhaus, Meyer había procurado encontrar colía de sus hojas se acopla con la gracia delicada y el humor sutil.
en la infancia. «Infancia del iris» es el título de uno de los trabajos Así también en el de Leopoldo Mendez (…), J. Chavez Morado (…),
del tercer número de la revista de la Escuela, dedicado al arte infan- Francisco Mora, donde los hombres se presentan naturalmente de
til y publicado bajo su dirección. Allí la obra de Paul Klee se presenta modo desproporcionado, como en las antiguas figurillas indias.
como una aproximación a la realidad capaz de reproducir la articu-
lación de pureza, magia surreal y elementarismo matemático que en Pero es la sangre de los propios artistas la que actúa como una
[ 116 ] otras partes del número se atribuye a la visión de los niños. [ 117 ] suerte de garantía de esas incontaminables esencias:
salta a la vista que casi todos los integrantes (del TGP) provienen visto que ya en 1938, en su primera conferencia mexicana, Meyer
de los estratos inferiores del pueblo: el padre de Leopoldo Mendez aludía a la necesidad de recuperar la tradición clásica de la disci-
era zapatero, el de A. Zalces fotógrafo, el de Moras musiquero, y plina. El sentido concreto de esta recuperación se hará evidente
Ocampo pasó su infancia como hijo de guardafaros. Muchos están en el proyecto para el centro cultural y deportivo de la colonia
a través de su madre vinculados al campesinado. Algunos llegaron española que elaborará dos años después.
a la gráfica luego de practicar otros oficios: Bracho fue peluquero, En primer lugar porque más allá de la evidente
billetero y auxiliar de carpintero. Monroy laqueaba muebles en una simetría del conjunto, a diferencia de sus proyectos «radicales», el
carpintería. Pijol cuidaba las ovejas de su padre, y Ramírez, de pura elemento protagónico de la composición ha vuelto a ser el recinto.
sangre india, vive aún en Coyoacán en la gleba donde nació45. A su conformación se subordinan las masas de la composición. Su
interés por el recinto había comenzado a manifestarse ya en sus
Meyer destacaría la condición indígena como sostén de un arte diverso, proyectos en la URSS y en Mümliswill, y se vincula a sus análisis de
popular pero exquisito, nuevo y antiguo, simple pero de complejos los espacios abiertos italianos, como veremos más adelante.
significados, tratando de conseguir el apoyo de Karel Teige para la Pero la recuperación de la tradición clásica también
organización de una exposición del TGP en Checoslovaquia. Refirién- puede advertirse en la composición del conjunto, fiel a reglas acadé-
dose a Mendez, quien debía viajar acompañando la muestra, escribió a micas como la tripartición de la planta en ambos sentidos, o el uso de
su antiguo amigo: «(Mendez) es el más serio de todos los artistas que las franjas de circulación para materializar esa partición. No menos
conocemos en México. (…) Su mujer y su familia son todos claramente fieles a la composición académica son los juegos de repetición de
indígenas, como él mismo. Este es un medio saludable»46. formas iguales en distintos tamaños, como ocurre con el estadio y la
piscina, o la secuencia que inicia en el patio trapezoidal y culmina en
las canchas de tennis, reproducida en pequeño en la sucesión desde
la sala de conferencias hasta los jardines de las romerías. La planta
❺ trapezoidal de la plaza enmarcada por hileras de árboles también
forma parte de la reflexión de origen académico sobre las deformacio-
Si el acercamiento al mundo indígena y natural ofrecía una de las nes perspécticas, y se remonta a una idea similar ya empleada por el
salidas a la asfixiante situación práctica y teórica en que se había propio Meyer en la zona central del proyecto para Nishni-Kurinsk.
colocado; la otra, como ya dijimos, parece haber sido la profundización No menos deudora de la tradición clásica es la
de aquella vinculación con la estructura abstracta del arte clásico que composición del centro cultural y deportivo de la colonia suiza, un
había sido atenuada durante el período «duro» de los años veinte. proyecto de 1940. En él se reitera la prioridad dada a los recintos,
Lógicamente, Meyer no ensaya su reflexión en cuidadosamente definidos mediante los edificios, o bien apelando
torno al clasicismo en soledad, ni está motivado únicamente por la a muros o divisiones de vegetación. La estrategia proyectual
dinámica de sus propias ideas. Las vicisitudes de las ideas modernis- es similar a la empleada en la colonia española: una estructura
tas, y sobre todo sus límites, condujeron a muchos de sus protago- simétrica que es luego «desequilibrada» mediante un acento en
nistas a tratar de recuperar certidumbres en un pasado que algunos uno de los lados. En el Centro Español el acento estaba puesto en
habían procurado cancelar demasiado rápidamente. Basta pensar el auditorio sobre el lado izquierdo del frente de acceso. También
en los distintos caminos recorridos en este sentido por personajes sobre el lado izquierdo de un frente rigurosamente tripartito, en la
como Konstantin Melnikov o Jan Peter Oud en los mismos años, en Colonia Suiza se ha ubicado como acento la entrada al conjunto y
la acción de enorme resonancia llevada a cabo bajo la dirección de más atrás la torrecita de la administración. La misma tripartición
Perret en Le Havre a partir de 1945, o recordar el In Search of a New en el sentido transversal se verifica en el longitudinal, siguiendo el
Monumentality que su compatriota Siegfried Giedion publica en 1948. cánon clásico de «cour d'honneur-corp de logis-jardín».
No hay duda, sin embargo, que en relación a La composición del conjunto Lomas de Becerra
[ 118 ] estos ejemplos su interés por la operación es temprano. Hemos [ 119 ] está basada en los mismos principios. Todo el conjunto se articula
al recorrer el terreno transversalmente, descubre la composición
sobre el cruce de dos ejes de composición, el longitudinal que une los total arquitectónica contemplando los elementos más heterogé-
subgrupos de la dirección del lado mayor del terreno, y el transversal neos en una sucesión encadenada: la polifonía del club, la fanta-
que culmina en el salón de actos. Las franjas circulatorias subdividen sía de las rotondas, el eje transversal del centro de natación, el
rítmicamente la planta en recintos que a su vez contienen recintos centro de gravedad del gran frontón, lo alegre y folklórico del jardín
menores. Los subgrupos o módulos barriales se configuran sobre la español, la rítmica repetición de las canchas deportivas, y final-
base de un cuadrado tripartito en ambos sentidos (nótese la diferen- mente el acento principal de masas del estadio con los acentos
cia entre el módulo de Meyer y el de Humberto Cos). secundarios de los frontones pequeños.
Meyer manifiesta en modo explícito sus intencio-
nes compositivas en la memoria descriptiva la Colonia Española47. Pero Meyer intenta su más sistemático esfuerzo teórico por recuperar los
Allí trata de vincular la composición arquitectónica con la compo- principios tradicionales de la Arquitectura e integrarlos a las condicio-
sición musical, intuyendo que esta última, especialmente en su nes del presente, en la conferencia que pronuncia en la Alianza Giuseppe
versión clásica, podría proporcionar una base de experiencia en el Garibaldi el viernes 29 de junio de 1946, como parte de las actividades
manejo de leyes abstractas y exactas de la armonía, en la dirección que se organizaron para celebrar la caída de la República de Saló48.
de la buscada simbiosis entre Arte y Ciencia. El concepto que lo induce a intentar esta recupera-
En el capítulo titulado «Consideraciones arquitec- ción es el del «redescubrimiento» de la vinculación entre Arquitectura
tónicas» de esa memoria, Meyer se introduce de lleno en considera- y Poder, según lo hemos observado más arriba. En la medida en que
ciones compositivas, dejando de lado el registro técnico, funcional «el urbanismo de todos los tiempos ha sido y sigue siendo la expresión
o económico que ha empleado en otras partes del texto. Así, identi- plástica del poder que manda y de las fuerzas que intervienen en la
fica en primer lugar los núcleos formales a resolver; sociedad», es lícito pensarlo y estudiarlo como instrumento necesa-
rio para un nuevo Poder. Pero la realización de este estudio requiere
en el extremo occidental, el estadio, elemento de regularidad también del replanteo de una premisa teórica que en el período
geométrica, determina un eje de simetría para todo el terreno, «radical» había sido puesta en cuestión y por momentos abandonada:
influyendo visiblemente en el plano de las edificaciones circundan- la de la autonomía entre forma y contenido. Si en 1931 podía soste-
tes. En el extremo opuesto, los límites en ángulo agudo y lo variado ner que era necesario «juzgar la forma de todas las manifestaciones
del programa (…) imprimen a este conjunto un carácter de asime- en el campo arquitectónico, únicamente a la luz de la acción recíproca
tría que contrasta con aquella regularidad. que se interpone entre la forma y su contenido social»; esto debía ser
dejado de lado en la medida en que se aludía a una «expresión del
Luego, en la que probablemente resulta su afirmación más poder que manda», vale decir a una función ideológica independiente
sorprendente determina que «el problema urbanístico consiste en de aquellas necesidades materiales elementales –«oxígeno + carbono +
encontrar una solución armónica que gradúe la transición entre azúcar + almidón + proteínas»– que permitían definir a la construcción
los grupos simétrico y asimétrico». como mero «proceso biológico y no estético»49.
Apelando a la armonía musical hace notar que En la conferencia, esta premisa conceptual se
expresa en modo elocuente cuando se refiere a la arquitectura italiana
Para la distribución de los acentos arquitectónicos en los jardines durante el fascismo, de la cual opina que «no caben dudas de que
interiores (…) se deben tomar especialmente en cuenta los elemen- en su mayoría arquitectónicamente (es decir, en su forma) es muy
tos prominentes (…) el acorde principal (frontón grande) debe estar progresista, mientras que en sus propósitos (es decir en su contenido
acompañado de los acordes secundarios (frontones pequeños). social) era lamentable». En consecuencia «es tarea del nuevo régimen
democrático y popular, cambiar su programa y su sentido social».
En los mismos términos describe las sensaciones que tendría el Ahora bien, dado que se trataba de revalorar la
[ 120 ] visitante ante el conjunto; éste [ 121 ] Arquitectura en tanto forma, y con ello la producción clásica e
histórica general, era inevitable preguntarse sobre los estilismos del De su concepción acerca de la autonomía de la
siglo XIX, y, como ya vimos, esta era una preocupación muy impor- «forma arquitectónica» daba cuenta la manera en que presentaba
tante en los últimos años de Meyer. La respuesta que encuentra las preocupaciones por el contenido social como algo que se suma a
en el momento de la conferencia que ahora analizamos es posible aquella, sin ponerla en absoluto en cuestión. Esto ocurre cuando relata
gracias a la introducción de otro concepto: el «análisis dialéctico» la forma en que su adolescencia abandona los estudios para trabajar
de la realidad. Si la Arquitectura del siglo XIX había sido guiada como albañil, aprendiendo a vivir junto a los obreros de la construcción.
por la reproducción directa de los estilos históricos (tesis), y las
vanguardias modernistas más radicales habían procurado formu- Fue durante estos años de colaboración con muratori e monovali
lar leyes abstractas rechazando de plano toda vinculación con el bergamascos y hasta calabreses, cuando tomé mi primer contacto
pasado (primer Bauhaus, antítesis), sería necesaria una nueva etapa con el pueblo italiano, discutiendo durante los domingos con mis
superadora capaz de recoger esas leyes abstractas y generales del ex condiscípulos las últimas interpretaciones estéticas de sus
sustrato de la producción histórica. tesoros de arte y enterándome más y más, entre semana, de la
espantosa miseria de su existencia.
Nos interesábamos bien poco por los tesoros clásicos del Renaci-
miento –admite–. Queríamos evitar el destino de nuestros padres Arte y Sociedad, entonces, que luego de haber transitado caminos
y abuelos, cuya admiración por el Renacimiento Italiano los había paralelos, indiferentes entre sí, se fundirían ahora en la actuación
conducido a copiar ciegamente sus ejemplos, cayendo así en la del nuevo «gestalter» dialéctico. Y si este debe admitir que existe
fosa común del eclecticismo. En verdad nos faltaba la llave para «contradicción entre la estética idealista y la situación social de los
una interpretación dialéctica de ese milagro, y hasta nos abstuvi- trabajadores en un Estado Burgués», sabrá también que para superar
mos de mostrar abiertamente nuestro amor (sub. aut.), platónico esta contradicción es preciso no ver estas actividades
por cierto, permaneciendo durante años en esta actitud estéril.
fuera del fondo social sobre el cual se destacan; no entusiasmarse
Colocado así en esa «posición dialéctica» que le requería y le permi- por ellas desde un esteticismo formal sin tomar en cuenta simultá-
tía «mostrar abiertamente» sus amores arquitectónicos, Meyer neamente sus funciones dialéctico-sociales.
reconstruyó nuevamente su biografía, presentándose esta vez como
un heredero de la mejor tradición disciplinar occidental. «Sin tener en cuenta simultáneamente» supone precisamente la
Los elementos con que dibujó su linaje son impecables: idea de no rechazar la validez de esa «estética idealista», sino de
completarla con una «preocupación social».
hijo de arquitecto que, por su parte fue descendiente de varias La historia de la arquitectura que Meyer trazó
generaciones de arquitectos y artesanos que practicaban la arqui- desde esta posición tiene entonces dos registros distintos. En el
tectura desde el siglo X VI como una fe religiosa (sub. aut.); «social», los edificios se ven como instrumentos del poder, y señalan
la presencia o la ausencia de los trabajadores –como en el caso de la
primeras impresiones arquitectónicas recibidas por las Vedute di casa de Plinio el joven–, o el valor de la participación popular en la
Roma de Piranesi colgadas en los muros de su casa paterna; Jacob construcción del ambiente. En el «formal» en cambio, sus observa-
Burckhardt como «maestro amigo» de su padre; El arte clásico de ciones se concentran en torno a tres diferentes aspectos vinculados
Heinrich Wölfflin leído a los 15 años, y más tarde las enseñanzas del naturalmente a algunas de sus principales obsesiones: el valor de la
maestro en persona recibidas en la Universidad de Basilea desde construcción en tanto manejo de la materia, los efectos sicológicos
la cátedra dejada vacante por Buckhardt; el estudio detenido de de la forma, y el ya mencionado sustrato abstracto de la composición
Viollet Le Duc; el análisis de las grandes construcciones góticas; clásica, como base para una organización racional de la Forma.
el dibujo de grandes dimensiones de la obra de Andrea Palladio; el El dominio romano de las construcciones es la
[ 122 ] estudio in situ de las obras neopalladianas en Inglaterra. [ 123 ] primera lección que dice haber recibido de su padre en «Augusta
Rauracorum», la ciudad romana cuyas ruinas en el Jura suizo ❻
visitaban en frecuentes excursiones:
Claro que para comprender esta reivindicación «fuerte» de la
fue esta una meta preferida (…) para enseñarme en aquellas ruinas, tradición arquitectónica de Italia no basta con ponerla en conti-
cómo realizar un buen muro de piedra natural, cómo poner ladrillos nuidad con su pensamiento general. No menos importante que
en «orden romano» y cómo ejecutar un aplanado de cal natural y esto es que Italia se presentaba como su último gran «puerto»
arena que resistiera casi 2.000 años. o, concluida la guerra, como el último lugar posible para hacer
realidad ese sueño totalizante, en cuya búsqueda Meyer ya había
Las deformaciones medievales, manieristas y barrocas del espacio fracasado en Suiza, Alemania, la Unión Soviética y México.
ocupan un lugar importante en sus reflexiones. Meyer destaca aquí En la inmediata posguerra, y al menos hasta 1948,
la potencialidad mensurable de la arquitectura para condicionar de Italia ofrecía un panorama político progresista en el que el Partido
diversos modos el alma de los espectadores. En los casos de Plaza Comunista cubría todavía roles de gobierno, y en el que la gesta de
de San Marcos, el Campidoglio romano, la Plaza de San Pedro y los partigiani contra el fascismo y los alemanes confería un respaldo
las fachadas borrominianas, el ilusionismo es reivindicado como a los intentos de transformación radical de la sociedad. Luego de
un recurso retórico que permite «corregir» en la percepción los la lucha popular y de liberación nacional, en la cuna de la Gran
«inconvenientes» de la realidad. Son este tipo de deformaciones Arquitectura de occidente, en un país de importantes desarrollos
las que ensaya en los proyectos que hemos analizado. industriales, cuya cultura había protagonizado con el Futurismo las
Pero es la proporción el tema que Meyer coloca en revueltas modernistas, parecían darse todas las condiciones «objeti-
el centro de su discurso. vas y subjetivas» que hasta entonces, por presentarse incompletas,
habrían impedido a Meyer una realización plena de sus ideales.
Sé –advierte– que los arquitectos funcionalistas nunca me perdona- Miembros destacados del Partido Comunista
rán de ocuparme de proporciones en la Arquitectura, (pero) (…) ¿cómo Italiano, Mario Montagnana y Vittorio Vidali ocupaban importan-
analizar correctamente la arquitectura italiana sin tocar el problema tes cargos en Italia, el primero como diputado constituyente, y el
de sus proporciones y las intenciones estéticas de sus autores? segundo en el gobierno de la región triestina. Ambos habían vivido en
México el exilio luego de una intensa militancia antifascista, y perte-
La base teórica a la que Meyer recurre como «la clave para la mejor necían al núcleo político y humano con el que Meyer se sentía más
interpretación de la arquitectura clásica de los siglos XVI y XVII» es identificado, a juzgar por sus apuntes autobiográficos.
el Winckelmann de los Ensayos sobre el arte, para quien, según cita
textualmente en la conferencia, La situación entre nosotros, los garibaldini –escribe allí– era desde
la fundación en 1942, hasta la disolución en 1945 considerable-
en la arquitectura aparece la belleza más bien en la forma general, mente fácil, porque esta organización en lo principal había sido
porque esta belleza se manifiesta preponderantemente en las creada por elementos proletarios y artesanos y desde el principio
proporciones; un edificio puede ser hermoso, sin adornos, y solo había tenido una segura conducción en manos de Mario Montag-
por ellas ser bello. nana y Carlos Contreras (Vittorio Vidali). Las luchas de fraccio-
nes quedaron fuera, por lo cual los antifascistas italianos y los
Y es esta interpretación la que lo conduce a las «ciencias matemáti- simpatizantes no italianos pudieron concentrar sus fuerzas en la
cas» como base para elaborar y poner en práctica los «sistemas de lucha contra el fascismo. Los actos (reuniones, bailes, conferen-
proporciones» que parecen presentarse como bases de una construc- cias) prescindían de todo tipo de argucias intelectuales. Una fácil y
[ 124 ] ción «objetiva» de la Forma. [ 125 ] saludable forma de ser dominaba en ella50.
Si en agosto de 1945 podía escribir a Artaria que de acuerdo a las Además de este proyecto, el banco le encargó
últimas noticias de trabajo «nosotros estamos aquí aguardando también el Plan para la estación termal de Agua Hedionda. «Mis clientes
una gran prosperidad en vulgar sentido de buenos negocios, lo cual aquí son grandes bancos», le cuenta a una ex-discípula de la Bauhaus; y
es peligroso en sentido social…», esto variará irregularmente en agrega a modo de irónica autojustificación: «han ido dándose cuenta de
los años y meses posteriores. Como es habitual en América Latina, que los bolcheviques no son nada malos planificadores»53.
por momentos todo parecía posible, y al instante siguiente todo Ese momento parecía decisivo para su consolida-
se disolvía inexplicablemente. La «prosperidad» de 1945 debía ción como profesional independiente, porque a los encargos de los
provenir de los buenos contactos que Meyer aún conservaba en el bancos se agregaban otros:
Gobierno: el Ministro de Higiene le había encargado la planificación
de su ciudad natal, Tlalnepantla, «algo parecido a Birodshan»; y de Hace cuatro meses –escribe en enero de 1948– estaba todo muy
otro de sus conocidos, Director del Banco de Obras Públicas, había quieto en lo que hace a planes de trabajo, pero en estos días han
recibido el encargo de planificar un balneario en Cuautla. llamado a la puerta no menos de tres grandes operadores con
Al fracasar esos planes, Meyer parece decidirse a dejar grandes encargos (que todavía no están firmados): un balnea-
México: «queremos emigrar nuevamente, si eso fuera posible», escribe rio de aguas calientes (Agua Hedionda) (…). Además el plan para
en 1947 a sus parientes; e imagina un paso como conferencista por los una gran industria en Pachuca (Estado de Hidalgo), en el Estado
Estados Unidos y «como cierre de mi carrera poder trabajar en Asia, más rico en minas de plata de México. Por último un proyecto en
con lo que quiero decir China, puesto que conozco ya suficientemente Acapulco en el Océano Pacífico54.
Siberia»51. Aunque no descarta otros países: muchos de sus compañeros
europeos del exilio mexicano han regresado a sus países, de modo que Un año después, el 14 de abril de 1949 le escribirá a Artaria contán-
puede conjeturar: «en Italia, Francia y Checoslovaquia tenemos amigos dole acerca de una posibilidad de desarrollar un plan sobre 30 hectá-
sentados en sillones de Ministro. Esto hará que el mundo algo cambie»52. reas del Pedregal de San Angel, la zona de lava volcánica al sur de la
Tal vez por dificultades económicas, o quizás por ciudad que fue «descubierta» en una inteligentísima operación por
las continuas señales de nuevas posibilidades, o por cansancio, su Luis Barragán. Esta es descripta con detalle, casi con fascinación, en
actitud es en este período ambigua: entre la emigración y la profun- parte debido a su afición profunda a los fenómenos naturales –y el
dización de su compromiso con la realidad mexicana tal cual es. De Pedregal constituye un paisaje excepcional, exótico y misterioso–,
hecho, pese a los presuntos buenos auspicios, su vuelta al «nuevo» pero en buena medida también por el talento demostrado más allá de
viejo mundo en reconstrucción deberá esperar todavía. sus intenciones especulativas en la intervención de Luis Barragán55.
En abril de 1946 Meyer tendrá oportunidad de Este parece haber sido el último de los sueños arqui-
trabajar en la evaluación del proyecto con que Mario Pani y Enrique tectónicos de Hannes Meyer en tierra mexicana. Ya no contaba con
del Moral habían ganado el concurso para el edificio de la Aseguradora ninguna fuente de ingresos, y poco tiempo después deberá admitir
Mexicana Sociedad Anónima, y un mes después recibirá el encargo que también ese proyecto ha fracasado. Escribe entonces a su amigo
de la «Manzana de Corpus Christi». Se trataba, como es sabido, de un Montagnano para tratar de obtener una «oportunidad de participar en
edificio de oficinas en altura para los bancos Nacional de México e un trabajo más constructivo allá, donde el Mundo se transforma»56. Su
Internacional, ubicado en terrenos de gran valor inmobiliario. catastrófica situación es presentada ahora como una elección, como
En el contexto de ideas que analizamos, no es consecuencia de su rechazo a las mismas «fuentes de prosperidad», en
extraño que a pesar de consistir sólo en un estudio de volumetría las que había confiado en anteriores oportunidades: «con los «banque-
y máxima explotación especulativa de la propiedad, el conjunto se ros» –dice a su amigo– no quiero más comprometerme en proyectos
articule siguiendo cuidadosamente criterios compositivos acadé- grandes. Me parece prostituirse arquitectónicamente».
micos, como la calle en eje con la preexistente columnata clasi- Regresados la mayoría de los exiliados políticos
cista, el alineamiento de las fachadas con los edificios linderos o la a sus países, separado de los comunistas mexicanos por diferen-
[ 126 ] estructuración piramidal de sus masas. [ 127 ] cias políticas, desvinculado de los arquitectos y sus instituciones
por su actitud de permanente censura, fracasados sus intentos tes», la intelligentzia rusa revela como en toda su voluntad de
de formar parte de la «prosperidad vulgar», nunca su aislamiento construcción del «mundo nuevo» para el hombre nuevo anida la
había sido tan absoluto y tan desoladora su desesperanza. permanencia del antiguo suelo del intelectual europeo: ubicarse
De un lado se veía a sí mismo, a los indios, a los como guía moral de la organización de clases.
clásicos; en el otro había colocado a todos los demás, prostitui-
dos por un «corrupcionismo» que nunca había percibido «con tanto
progreso y en todas las formas posibles ¿Qué hacer?»57.
La pregunta recibirá su respuesta el 2 de ❼
septiembre de 1949, cuando merced a la colaboración de varios
amigos, Hannes Meyer podrá embarcar junto a su familia en el Y porque no tenía por qué coincidir necesariamente con el
«Andrea Gritti» rumbo al puerto de Génova. «destino de la vanguardia», su destino en México fue distinto
La historiografía ha aceptado generalmente la idea del que tuvieron también en México otros representantes de esa
de que, como en otras ocasiones, la llegada de Meyer a México se misma «vanguardia», con otras «confusiones».
habría producido tarde, y que éste habría sido el motivo de la «incom- Tal vez por eso no resulta sorprendente que ni en
prensión» de sus propuestas, esencialmente justas. Tardía habría sido sus minuciosos recuerdos, ni en su vida, ni en sus escritos jugaran rol
su incorporación al Bauhaus, luego de que la Escuela realizara sus alguno tres figuras que sin embargo resultan un espejo perfecto en el
«principales aportes» al debate del arte moderno; tardío habría sido que su propia historia debió y puede ser reflejada: me refiero a Paul
su ingreso a una URSS que veía batirse en retirada a las «vanguardias Westheim, Matías Goeritz y Max Cetto. Los tres fueron, como Meyer,
artísticas» bajo las presiones stalinistas; tardía la entrada a la última figuras destacadas de la «vanguardia artística» centroeuropea; los
fase «revolucionaria», la cardenista, de la epopeya mexicana. tres debieron, igualmente, afrontar las duras laceraciones del exilio;
No es ésta la oportunidad adecuada para discutir pero, a diferencia de Meyer, los tres lograron encarnar su obra y sus
la validez de la afirmación en sus dos primeras partes. En cuanto a la ideas en la cultura mexicana, al punto de ser reconocidos entre sus
tercera, el trabajo de Adrián Gorelik y lo que hasta aquí se ha narrado más legítimos representantes de la posguerra.
demuestran que había en la propia personalidad de Meyer, pero sobre Si esto es así se hace mucho más evidente un
todo en la propia constitución de sus ideas, suficientes razones que supuesto que debería ser obvio, pero que la historiografía ha sosla-
justifican una posición más matizada. Sin desconocer los obstáculos yado; vale decir, que la cultura mexicana no era, no podía ser tan
reales que debió enfrentar, y sin desmentir las características relati- cerradamente chauvinista como Meyer la describe en sus escritos, o
vamente reaccionarias de los regímenes políticos en los que vivió, lo al menos no lo suficiente como para impedirse vinculaciones creativas
que se advierte es que ante todo Meyer estaba ahogado por su propia con el mundo externo, incluidas las «vanguardias artísticas» europeas.
inflexibilidad para comprender las ambigüedades, las contradiccio- Recordemos rápidamente las tres historias, y veamos
nes, los matices, las contramarchas y las direcciones zigzagueantes de qué manera se vinculó a ellas Hannes Meyer. Llegado a México en
que asumía el proceso real. El suyo no constituyó el «destino de la octubre de 1949 unas semanas después de la partida del «Andrea
vanguardia», o lo fue pero no en el difundido sentido de la «frustra- Gritti», Matías Goeritz se instaló en Guadalajara. Había sido invitado
ción de los ideales», sino porque a pesar de los esfuerzos, nunca por Ignacio Díaz Morales, quien estaba organizando la Escuela de
pudo desvincularse del núcleo profundo de su condición de intelec- Arquitectura de esa ciudad. Díaz Morales tenía una estrecha relación
tual europeo desde el que observó, criticó y sufrió a la sociedad y la con Luis Barragán en varias de cuyas obras Goeritz tuvo oportunidad
cultura mexicanas. Ese núcleo que también describe Manfredo Tafuri de incluir sus piezas. El Museo del Eco, una productiva incursión del
refiriéndose a los acontecimientos de la URSS: escultor alemán en la arquitectura, refleja claramente la intensidad de
sus intercambios con este sector de la cultura plástica mexicana. Como
Confundiendo la Revolución bolchevique con la Revolución auspi- es sabido, Goeritz murió en México a finales de los ochenta, a poco de
[ 128 ] ciada a lo largo de todo el siglo XIX por los intelectuales «disiden- [ 129 ] regresar de la única visita que realizó a Alemania en casi cuarenta años.
En este tiempo produjo una obra singular, caracte- llo que México ofrecía todavía en 1949 a un artista centroeuropeo
rizada por sus técnicas simples, y por sus dimensiones muchas veces exiliado, por más «vanguardista», pobre, desvalido o «radical» que
gigantescas mediante las cuales se introduce en el misterio de la geogra- éste fuera. Los casos de Westheim y Cetto son significativos en el
fía y la atmósfera en las que eligió vivir. Sus Torres de Ciudad Satélite, mismo sentido, por cuanto sus actividades continuaron con remar-
concebidas con Luis Barragán, han alcanzado difusión y aprecio universal. cable efectividad en los años posteriores. Pero abren además la
La llegada de Paul Westheim en 1939 coincidió pregunta acerca de las relaciones que articularon con Meyer.
con la de Meyer. Judío, había abandonado Alemania con rumbo Con Westheim compartió las actividades en la
a París al instalarse el régimen nazi. En esa ciudad trabajó hasta asociación antinazi «Alemania Libre» y particularmente la de confec-
que con la ocupación, decidió embarcarse hacia México. Westheim ción de la revista del mismo nombre, donde el historiador solía
era un típico y prestigioso estudioso alemán de Historia del Arte escribir, al tiempo que el arquitecto se ocupaba de la diagrama-
de la primera mitad del siglo; poseía una sólida formación en ción. Sin embargo, en sus recuerdos del período lo menciona sólo
su especialidad, y había sido un protagonista destacado de los una vez, como uno de los escritores del grupo, en el marco de duras
debates por la revolución modernista en Europa. Había ejercido la críticas a las ambiciones que lo habrían caracterizado: «Hasta
cátedra universitaria y se le conocía por sus numerosos ensayos; Stalingrado –escribe– vivían en la ficción de un Gran Alemania
pero también había sido director de Das Kunstblatt, una revista roja, y todos esperaban en un futuro próximo acceder a posiciones
de arte que además de sus propios trabajos, había albergado las dirigentes en un tal «Reich», especialmente en Berlín».
opiniones de muchos artistas y teóricos «radicales». En cuanto a Cetto, sus opiniones parecen haber
Como escritor en México tuvo que hacer frente al sido más duras todavía. A su juicio,
obstáculo del idioma, para lo que contó con la ayuda de su esposa. Pese
a todo, se dedicó inmediatamente al examen y valorización del arte El arquitecto Max Cetto era otra versión de un espía nazi, que había sido
precolombino, estudiando y promoviendo además la pintura y el grabado enviado por los nazis a los Estados Unidos para estudiar las fábricas de
modernos, especialmente en las figuras de Rivera, Siqueiros y Orozco. aviones, permaneció allí durante un año y luego se trasladó a México.
También Max Cetto llegó a México en 1939. Había
abandonado Alemania en 1937 con destino a los Estados Unidos, Frente a la pregunta acerca de las razones de esa hostilidad, una
donde trabajó en el estudio californiano de Richard Neutra. Por eso respuesta posible es la siguiente. La construcción teórica de
entró al país por su frontera noroccidental, de manera que al igual Meyer tenía su núcleo más duro en su creencia en la posibilidad
que ocurriría años después con Goeritz, entró inmediatamente en y en la necesidad de una organización de la sociedad, la econo-
contacto con el ambiente de Guadalajara, y en particular con Luis mía, la política y la estética basadas en la primacía de la Razón
Barragán, con quien compartió varios proyectos. clásica occidental. Era esa «racionalidad» la que había conducido
Cetto había sido uno de los jóvenes arquitectos su búsqueda en cada una de las estaciones que había recorrido a lo
más brillantes del grupo de trabajo que operó en torno a Ernst largo de seis décadas y tres continentes. De aquí que rechazara toda
May en el municipio socialdemocrático de Frankfurt. Algunas de aproximación subjetivista, mística, intuitiva, a las cosas del mundo.
sus obras de ese período, como la Cocina para el Instituto de Westheim, Goeritz y Cetto tenían en este sentido
Enseñanza de Oficios, o las varias usinas, ya eran bien conocidas un rasgo en común: los tres estaban o habían estado estrecha-
en los círculos más renovadores de los arquitectos europeos. Luego mente ligados a los expresionistas. Los dos últimos desde el
de la toma del poder por los nazis, y del traslado a la URSS de la momento de su formación, y muy especialmente Cetto, quien se
«brigada May». Cetto permaneció unos años en Alemania dedicado había formado con Hans Poelzig en Berlín. Westheim, por su parte,
a dirección de obras, hasta que finalmente decidió emigrar. había dado a los expresionistas un lugar central en su revista
Que Goeritz haya comenzado su experiencia (aunque quizás haya sido su pluralidad lo que incomodara a Meyer).
mexicana en el momento en que Meyer la daba por clausurada, De todos modos, lo cierto es que los tres estaban
[ 130 ] constituye un excelente indicador de las posibilidades de desarro- [ 131 ] en cierto modo mejor equipados, o mejor dispuestos que Meyer para
afrontar la compuesta, múltiple y misteriosa realidad de México. El por casualidad Los Remedios, con un grandioso acueducto y dos
crecimiento de Westheim y Cetto debió exasperarlo, puesto que ponía bizarras (geschraubten) torres de vigilancia, dando la impresión de
en crisis sus formulaciones, basadas como vimos en una voluntad y templos asirios; paseamos por un paisaje de cactus con muchas
unos presupuestos universalistas. Si éstos fallaban sólo era factible cavernas cavadas en los montes sacando rocas.
atribuir las razones a una «anomalía moral» de la sociedad mexicana;
del mismo modo, la efectividad de las actividades de Westheim y Cetto De «Los Remedios» se han conservado asimismo unos dibujos reali-
solo podía desvalorizarse mediante alguna otra condena «moral». zados en 1945, y otros sin fecha, presumiblemente posteriores, que
Los últimos dibujos conocidos de Meyer son los sirvieron como base a los grabados de 1949. Hay también en su
grabados que realizó poco antes de su partida. Se trata de documen- archivo varias tomas fotográficas del lugar.
tos que no han sido examinados con suficiente atención. Sin embargo Prolongada a lo largo de la década, la reitera-
parecen confirmar que el conflicto que venimos describiendo consti- ción del motivo es única entre las imágenes registradas por Meyer,
tuía para él una preocupación profunda. En esos grabados están de modo que podemos deducir que se trataba de un lugar que
representados unos pocos elementos: el desierto, sus rocas y sus ejercía sobre él una fascinación especial. Pese a que no hay modo
plantas; un acueducto; y dos extrañas torres de conformación de establecer con certeza las razones de esa fascinación, podemos
telescópica. Se trata de un paisaje real, en torno al antiguo acueducto intentar una aproximación algo más cercana a las características del
de Los Remedios. No nos detendríamos a intentar comprender el sitio para reconocer otros factores a los que atribuirla.
interés de Meyer por este paisaje en relación a las preocupaciones Advertimos primero que las construcciones del
que señalamos si se tratara de una representación única. Pero esto lugar aluden a formas primarias y arquetípicas de la arquitectura: el
no es así. Es más, lo que llama la atención es que el tema retorna casi acueducto, la torre, los «templos asirios». También Giedion, lo hemos
obsesivamente a lo largo de toda su estadía mexicana. recordado, analizaba simultáneamente en Egipto los mismos rastros
Es sabido que Meyer sentía un especial interés por el del «presente eterno». El acueducto y la torre son formas técnicas, no
paisaje natural; y que este interés había adquirido la forma de estudios decorativas, y para una mirada europea, no pueden sino recordar la
detenidos de la conformación geo-ecológica de cada uno de los sitios en antigüedad romana. Meyer, ya vimos, remontaba a un acueducto sus
que debía actuar. Ha sido advertida acertadamente la cuidadosa actitud primeras impresiones arquitectónicas. El acueducto y las dos torres se
frente al terreno que demuestran trabajos como Bernau, donde el recortan sobre el desierto y dan a la imagen un aire surreal; pero este
edificio va siguiendo poco a poco sus cotas mientras se vuelca hacia el extrañamiento formal no basta para explicar el interés que provocan.
bosque y el lago; o Mümlieswill, cada una de cuyas componentes –desde ¿Qué conocía Meyer sobre este lugar? Vimos que su
el comedor circular hasta la abertura debajo de una de sus alas– ha sido «descubrimiento» casual se produjo durante su visita a un santuario
pensada para destacar la belleza del entorno natural. En sus escritos de peregrinación. Y en realidad es el santuario el que da nombre al
abundan las apreciaciones llenas de fascinación ante la fuerza y los sitio: de «Los Remedios» es llamada la Virgen que se venera en este
contrastes del paisaje mexicano, en las que se alude a la vegetación santuario, una importante iglesia barroca no muy lejana de la ciudad
tropical de sus costas, a la aridez de sus mesetas o a la estremecedora de México, en la carretera a Querétaro, sobre el cerro de Totolte-
presencia de sus volcanes. Es comprensible que siguiendo la tradición pec. Meyer no debió desconocer el sentido de este santuario al que
centroeuropea del «Wanderung», uno de sus ejercicios habituales fuera peregrinan los pobres, porque la Virgen de Los Remedios es la Virgen
el de dar largos paseos a pie con su familia por los alrededores de la de los perdedores, de los derrotados, la protectora de los abandona-
ciudad, o cuando era posible en regiones más alejadas. dos por la suerte, de los que este lugar es un símbolo.
Meyer «descubrió» el paisaje de «Los Remedios» Se trata de una larga historia que se remonta a los
poco tiempo después de su llegada. tiempos de la conquista española. Dicen que en el lugar se detuvo
Hernán Cortés luego de la «Noche Triste», cuando los españo-
Fuimos el domingo pasado a las afueras –escribió a H. Berger el 7 de les fueron batidos por los aztecas. Según la leyenda, allí habría
[ 132 ] diciembre de 1939– a un lugar de peregrinaciones, y encontramos [ 133 ] reflexionado Cortés sobre su derrota, tomando luego la decisión del
contraataque. La imagen de la Virgen fue encontrada mucho tiempo
después en el sitio, creyendo que había sido perdida allí por uno de ¿No tenemos a la vista y a distancia de tres leguas de esta capital
los soldados del Conquistador. En su homenaje se erigió el santuario. los acueductos de Los Remedios, que sólo sirven de dolor y senti-
Luego de varios siglos, durante las luchas por la miento, al ver gastadas en ellos crecidísimas sumas de dinero sin
Independencia, los españoles tomaron a la Virgen de los Remedios fruto alguno, por haber sido erradas?
como su protectora, mientras que los patriotas hacían lo propio
con la Virgen de Guadalupe. Del enfrentamiento entre ambos, la de Si Meyer conocía esta historia sabía que las torres eran un engen-
los Remedios fue nuevamente emblema de una derrota. Se trata de dro absurdo. De lo contrario las construcciones le resultaban un
un clima sugestivo, apropiado para acoger el agobiado espíritu de misterio inexplicable. En cualquiera de los casos la Técnica de los
Meyer. Pero es obvio que esta explicación es insuficiente. europeos se presentaba en Los Remedios como un paradigma de los
Comprobamos antes que en sus primeras visitas, frecuentes «fracasos», y con ellos el «dolor y sentimiento» a los que
Meyer suponía que los cilindros de estructura telescópica eran su imposición sin mediaciones da lugar en este «extremo occidente»
«torres de observación». Se trataba solo de una presunción, puesto de Latinoamérica. Quizás por eso, en el último de sus dibujos la
que nadie sabía verdaderamente en 1939 cuál había sido el destino construcción misma ocupa una porción pequeñísima del cuadro,
original de esas construcciones. Ciertamente, ni el acueducto ni las mientras que más de la mitad de la imagen está dedicada a la tierra,
torres se conservaban en funcionamiento. Este misterio provocaba y son las rocas y los cactus en primerísimo plano los verdaderos
en los visitantes habituales el atractivo de lo pintoresco. protagonistas de la obra, en un tácito reconocimiento de su fuerza.
Es difícil imaginar que el espíritu racional y No resulta aventurado pensar que los intentos
curioso de Meyer se haya sustraído de indagar más allá de su por captar las imágenes de Los Remedios no fueron el simple gesto
presunción inicial por el sentido del conjunto. Las versiones que de admiración por el reinado humano que podría suponerse de
abundaban no hacían sino profundizar aquel misterio: técnica- haber sido realizados en otro contexto y en otras condiciones. Por
mente las torres resultaban construcciones arbitrarias en relación el contrario, parecen la traza de una pregunta angustiada y muda,
con el acueducto y muchos preferían atribuirles una función repetida obsesivamente, acerca de esas regiones oscuras que en ese
religiosa como reproducciones de la Torre de Babel. continente suelen estar habitadas por los «monstruos» de la Razón.
De la misma manera que para la tradición popular
las construcciones constituían una verdadera «máquina imperfecta»,
una excentricidad técnica; no eran menos excéntricas, perfecto fracaso
funcional, para los estudiosos de la Historia. Es improbable que Meyer
haya conocido los resultados de una minuciosa investigación, la primera
que sobre el tema publicó Manuel Romero de Terreros en su libro «Los
acueductos de México en la Historia y en el Arte», entre otros motivos
porque el volumen se conoció en 1949, año del retorno a Europa.
Romero de Terrenos probaba allí que las torres
habían sido construidas en 1616 por orden del Virrey Marqués de
Guadalcazar, como respiraderos para mejorar las condiciones de
presión de un curso subterráneo de agua con el que pensaba alimentar
al santuario. Existirían testimonios del fracaso de estas construccio-
nes ya en 1685. Un siglo después, el Ingeniero del Rey Ricardo Aymler
(un irlandés), construyó el acueducto por orden del Virrey de entonces,
Marqués de Cruillas. Frente a la imposibilidad de hacerlo funcionar, el
[ 134 ] licenciado don Juan Manuel de la Sierra comentaba en 1777: [ 135 ]
Notas

1 Klaus-Jurgen Winkler, Der Architekt de Porfirio Díaz, cuyo abuelo había gen Winkler, op. cit. Los trabajos 17 HM, «La formación…», op. cit.
Hannes Meyer. Anschauungen und venido al continente desde Haití con que con más cuidado han evitado 18 El Profesor Durckheim fue invitado a la
Werk, Berlín, 1989. 6.000 esclavos, y cuya tía sacó con construir versiones dogmáticas o Escuela por HM para dictar un ciclo de
2 Claude Schnaidt, Hannes Meyer. Pro- el lazo los santos de los muros de las ejercicios de erudición vacíos han conferencias sobre «nociones funda-
jekte und Schriften, Stuttgart, 1965. iglesias, y que nos invitó dos veces al sido los de: Francesco Dal Co, Hannes mentales de sicología» en el semestre
3 Patricia Rivadeneyra, «Hannes bautismo de sus hijos en el arzobis- Meyer. Architettura o rivoluzione, de invierno 1930-1931. Sus partes fue-
Meyer en México. 1938-1949». En pado de México. Cuyo clan poseía la Scritti 1921-1942, Padova, 1969; ron: análisis concreto del entorno (Ges-
Apuntes para la historia y la crítica Secretaría de Comercio y que incluso Jacques Gubler, en la segunda parte taltpsychologie); desarrollo sicológico,
de la arquitectura mexicana del siglo administraba el Museo Industrial». En de su Nationalisme et internationa- las características del mundo primitivo;
XX: 1900-1980, vol. I, «Cuadernos Deutsches Architekturmuseum, Frank- lisme dans l'architecture moderne de acerca de la sicología del espacio, el
de arquitectura y conservación del furt am Main. Fondo Hannes Meyer la Suisse, Geneve, 1988; y Winifried espacio objetivo, el espacio funcional,
patrimonio artístico» Nº20-21, INBA, (en adelante DAM FHM). Número de Nerdinger, «Anstossiges Rot: Hannes el espacio personal; sicología de la
México, 1982. inventario (en adelante Nro.) 82/1-102. Meyer und der Baufunktionalismus, personalidad. Existen apuntes de sus
4 Werner Kleineruschkamp, «Exilar- 6 Si Winkler estuviera en lo cierto, es ein Verdrangtes Kapitel Achiteck- clases en los archivos de la Escuela
chitektur. Hannes Meyer in Mexiko», decir, si el motivo del regreso de Meyer turgeschichte», en Hannes Meyer. Superior de Construcción y Arquitectu-
en Hannes Meyer, Architekt, Urbanist, hubiera sido centralmente su interés Architekt, Urbanist…, op. cit. ra de Weimar y de la Bauhaus en Berlín.
Lehrer. 1889-1954, Berlín-Frankfurt por participar en la reconstrucción, es 11 Meyer, Hannes, «Die Neue Welt», Das 19 H. Neugeboren, «Eine Bach-fuge
am Main, 1989. inexplicable que esto no haya ocurrido Werk, Nro. 13, Zurich, 1926. im Bild»; en Bauhaus. Zeitschrift fur
5 Canedo era director de la revista en al día siguiente de la liberación, como 12 Meyer, Hannes, «Bauhaus und Ge- Gestaltung, enero, 1929.
que Meyer publicó sus primeros tra- fue el caso de la mayoría de los exilia- sellschaft», en Bauhaus. Zeitschrift 20 HM, «Die Neue Welt», op.cit.
bajos. Ambos se habían conocido en dos que tuvieron ese propósito. fur Gestaltung, Dessau, 1929. 21 HM, «Der Architekt im Klassempkam-
1938, trabando a partir de entonces 7 Hannes Meyer, «La formación del 13 Ibídem. pf», en Der Rote Aufbau, Berlín, mayo,
una de las pocas amistades que se arquitecto», conferencia pronunciada 14 DAM FHM. Nro. 82/1-90. 1932. Cit. en Francesco Dal Co, op. cit.
prolongan a lo largo de toda la estadía en la Escuela Nacional de Arquitectu- 15 Ibídem. 22 Alberto Asor Rosa, Scrittori e popolo
mexicana. El matrimonio Canedo ra de la Academia de San Carlos el 29 16 Quatremere De Quincy, en la voz «Or- II populismo nella letteratura italiana
Gerard figura en el primer lugar de la de septiembre de 1938. donnance» del Dictionaire Historique de contemporanea, Roma, 1979.
lista de huéspedes que frecuentaban 8 DAM FHM. Nro. 82/1-864.5 l'Architecture, París, 1832. Cit. en Wer- 23 Karel Teige, «Sull architectura e la
su casa. Dice allí: «Luis Canedo Gerard 9 DAM FHM. Nro. 82/1-874 ner Szambien, Symetrie, Gout. Caractere, natura» en Surrealismo, Realismo
y su ultracatólica esposa, hija de lati- 10 Una extensa bibliografía ha sido Theorie et terminologie de l'Architecture a socialista Irrealismo 1934-1951, Ein-
[ 136 ] fundistas de pura cepa de los tiempos publicada en el trabajo de Klaus-Jur- [ 137 ] l'age classique, Paris, 1986. audi, Torino, 1982.
24 DAM FHM, Nro. 82/1-879. asociación de la ultraizquierda (Juan 44 HM, «El Taller de Gráfica Popular.
25 DAM FHM, Nro. 82/1-91. O'Gorman) con la derecha. Este punto Die Werkstalt fur graphische Kunst
26 Carta de HM a N. Kolli. Ginebra, de vista coincide exactamente con la in Mexiko», en Mexikanische Druck-
13.8.37. DAM FHM. Nro 82/1-793. versión que da Meyer, y como suele graphik. Austellung Kunstgewerbemu-
27 Carta de HM a Carola Bloch-Pjotraws- ocurrir con las hipótesis conspira- seum, Wegleitung 188, Zurich, 1951.
ka. Ginebra, 29.7.37. DAM FHM, Inv. tivas, parece explicarlo todo con 45 Ibídem.
Nro 82/1-785. Cit. en Hannes Meyer. mucha sencillez. Leyendo los docu- 46 Carta a Karel Teige, DAM FHM, Nro.
Architekt, Urbanist…, op. cit. mentos del DAM FHM, se observa en 82/1-879.
28 Son obvias las diferencias de todo tipo cambio que en su respuesta a Terrez 47 HM, «Memoria del Concurso Arqui-
que existían entre los dos países. Pero Meyer no da cuenta de las objeciones tectónico para la Casa de España
en ambos casos, sea como consecuen- que éste presenta, y que, previamen- en México»; en Arquitectura Nro. 5,
cia de una inédita economía planifi- te, en documentos internos se mani- México, 1941. Original en DAM FHM,
cada, o como resultado de una larga fiesta verdaderamente preocupado Nro. 82/1-545.
tradición de administración pública por la deserción de sus alumnos. 48 Conferencia «Paseo de urbanista por
rigurosamente racionalizada, se exclu- Por otra parte, es difícil pensar que Italia», op. cit.
yen los bruscos cambios de marcha que habiendo contado hasta diciembre de 49 HM, «Bauhaus und Geselschaft», op. cit.
son característicos de la vida política y 1940 con el apoyo del Presidente de 50 DAM FHM, Nro. 82/1-102, Sección
el ciclo productivo latinoamericano. la Nación, además de sus vinculacio- «Alianza Giuseppe Garibaldi».
29 HM, «Paseo de urbanista por Italia», nes con otras importantes autorida- 51 Carta a sus tíos Lise y Karl, México
Conferencia pronunciada en la Alian- des mexicanas, la vulnerabilidad de 21.3.47. DAM FHM, Nro. 82/1-905 (I).
za Giuseppe Garibaldi el 29 de junio su posición haya sido exclusivamente 52 Ibídem.
de 1945. DAM FHM, Nro. 82/1 y 95 (se producto de los «enemigos» internos. 53 Carta a Margret Keller-Dambeck, op. cit.
incluye en el apéndice de este libro). 35 Carta a sus tíos Lise y Karl, México 54 Carta a Rita Meyer, México 30-1-48.
30 HM, «La ciudad de México», en Arqui- 21.3.47; DAM FHM, Nro. 82/1-905 (1). DAM FHM Nro. 82/1-907.
tectura Nº12, México, 1943. 36 Cfr. DAM FHM, Nro. 82/1-102; sección 55 Carta a Paul Artaria, México 14.4.49,
31 HM, «Schulbau in México», en Bauen «Partido Comunista». en Meyer-Bergner, op. cit.
und Wohnen Nro. 7, Munchen, 1951. 37 Carta a Paul Artaria, México 16.12.39; 56 Carta a Mario Montagnano, México
32 Idíbem. DAM FHM. Nro. 82/1-784. 14.4.49; DAM FHM Nro. 82/1-805.
33 Cfr. DAM FHM, Nro. 82/1-102. 38 DAM FHM, Nro. 82/1-201. Sección 57 Ibídem.
34 La experiencia del ISPU (Instituto «Vicente Lombardo Toledano».
Superior de Planificación y Urbanis- 39 Carta a Margaret Keller-Dambeck, Méxi-
mo) ha sido descripta en el trabajo co, 5.5.47, DAM FHM, Nro. 82/1-842 (13).
de Patricia Rivadeneyra. La autora 40 Carta Paul Artaria, México, 7.12.39; en
atribuye el fracaso de la experiencia Lena Meyer-Bergner (comp), Hannes
casi exclusivamente a la animad- Meyer. Bauen und Geselschaft. Schriften,
versión hacia Meyer por parte del Briefe, Projekte, Dresden, 1980.
Director de la ESIA, Ingeniero Terrez, 41 Carta a Margret Keller-Dambeck, op. cit.
insinuando que el abandono del curso 42 Carta a Lily Klee, México, 21.2.47, en
por parte de sus alumnos habría sido Lena Meyer-Bergner, op. cit.
parte de una suerte de complot en su 43 Carta a Hannes Beckmann, México,
[ 138 ] contra, como producto de una típica 21.2.47, en DAM FHM Nro, 82/1-829 (9). [ 139 ]
1

Apéndice Notas autobiográficas

documental
Se publican las Notas autobiográficas que Hannes Meyer redactó en
México el 15 de abril de 1949. Existentes en el Deutsches Architektur-
museum, Frankfut am Main, fondo Hannes Meyer, número de inventa-
rio 82/1-06 y 82/1-107. Además de las ediciones alemanas, existe una
versión en inglés en el libro de Schnaidt (1965) (ver bibliografía sobre
Meyer). La autobiografía es interesante, además de porque presenta un
detalle de toda la trayectoria, para ver, en el caso mexicano, la manera
en que Meyer presenta su actividad.

Nacido el 18 de noviembre, 1889, en Basilea, hijo del arquitecto y


constructor protestante Emil Meyer-Ryser, descendiente de la familia
Meyer-Merian, en parte protestante y en parte hugonote (Merian), en
la cual, la profesión de arquitecto fue practicada desde el siglo XVII. El
arquitecto Amadeus Merian de Basilea, quien estudió en la Bauakade-
mie Bruchsal de Baden, aproximadamente desde 1818 a 1820, fue tío
abuelo suyo. Merian, más tarde, trabajó con Klenze en Munich. Entre
otras obras, reconstruyó el Hotel Drei Könige en Basilea. También
construyó el Café Spitz para la casa gremial en la cabeza del puente
sobre el Rin. Bajo la influencia de Klenze, auspició un estilo neoclá-
sico. Un amigo cercano del pintor Arnold Böcklin de Basilea.

1905-1909, Basilea
• Escuela Técnica de Basilea (cursos para estudiantes de construc-
ción) 4 años. En la empresa de los hermanos Stamm, constructo-
res y arquitectos, aprendiz de albañil, delineante y sobrestante.

1909-1912, Berlín
• Escuela de Artes Aplicadas: cursos nocturnos incluyendo
[ 140 ] [ 141 ] instrucción estética.
• Academia de agricultura: cursos nocturnos en reforma econó- 1919-1925, Basilea
mica y territorial, cursos en diseño de casas colectivas. En • Práctica privada como arquitecto:
las clases avanzadas para planeamiento urbano: cursos de a) Diseño y dirección del barrio Freidorf para la Unión de Coope-
planeamiento urbano con el profesor Goecke, del Instituto rativas Suizas, como el primer barrio integral cooperativo (en
Politécnico. Experiencia práctica como joven arquitecto con las líneas de Pestalozzi y Zschokke) con un seminario coopera-
Adolf Fröhlich, Charlottenburg (crematorios, museos, teatros, tivo para adiestrar el equipo del movimiento suizo cooperativo.
viviendas). La construcción del barrio costó 7.500.000 de francos, y el
• Experiencia práctica con Emil Schaudt, arquitecto, quien diseñó la centro comunal 750.000 francos. Tres tipos de casas individua-
Kaufhaus des Westens (cines, comercios y una gran casa colectiva). les. Centro comunal con escuela, escuela cooperativa, negocios,
restaurante, sala de reuniones, escuela secundaria, etcétera.
1912-1913, Inglaterra b) Desarrollo del proyecto para la comuna de Balsthal (Jura) con
• Estudios en Inglaterra. Estudios sobre diseño urbano en Bath la colaboración del reglamento edilicio para la comuna (6.000
(Somerset) Estudios sobre ciudades jardín en Letchworth, habitantes).
Bourneville, Port Sunlight. Estudios sobre movimiento coopera- c) Fábrica de papel Balsthal: diseño y dirección de 8 modelos de
tivo en Londres y Birmingham. vivienda para obreros de la fábrica.
d) Diseño y dirección del teatro cooperativo para la Primera Exhibi-
1909-1914 ción Cooperativa Internacional en Gand, 1924 (en colaboración
• Miembro del Deutschen Bodenreform-Bewegung (Adolf Damschke) con el actor Jean Bard y su esposa Geneva). Hall de exhibición
(Movimiento Alemán por la reforma territorial), Schwei- suiza con teatro. 4 pantomimas con marionetas a escala humana:
zer Freiland-Bewegung (Joh. Fiedrich Schär y St. Gschwind) el hombre común, el sueño cooperativo, el vestido cooperativo y
(Movimiento Suizo por la Tierra Libre), el Movimiento Suizo Coope- el trabajo cooperativo. Más de 100 puestas a una audiencia total
rativo (Dr. Brench Jäggi). de 18.000-20.000 principalmente para las clases trabajadoras de
varios países.
1914-1916, Suiza
• Servicio en la armada suiza. 1926, Mentone y Basilea
• Asociado con Hans Wittwer, arquitecto, Basilea:
1916, Munich a) Proyecto para el consurso de la Petersschule en Basilea, primer
• Asistente del profesor Georg Metzendorf, arquitecto: colaboró en intento de arquitectura de lineamientos científicos.
el barrio Margarethenhöhe en Essen-Ruhr, proyecto de barrio en b) Proyecto para el concurso del Secretariado General de la Liga de
Spessart. las Naciones en Ginebra, Suiza. Segundo intento en la línea antes
mencionada. Obtuvo el tercer premio entre 470 proyectos interna-
1917-1918, Essen cionales.
• Arquitecto en la sección de vivienda social de la empresa
constructora Krupp: proyecto para la ciudad jardín del Kiel-Gaar- 1923-1926
den (1600 casas), proyecto para el barrio Kaupenhöhe en Essen- • Trabajo independiente:
Ruhr (180 casas). • Stand de la cooperativa con 36 productos standards de las fábricas
cooperativas. Linotipias, grabados basados en formas standars del
1918-1919, Lousana mundo mecanizado. Fotografías, estudios constructivos tridimensio-
• Proyecto para el concurso de un barrio de la firma Pic-Pic en nales con variados efectos de iluminación. Composiciones, estudios
Ginebra (500 casas). de tensiones con bases matemáticas, realizados con nuevos
[ 142 ] [ 143 ] materiales como marfil artificial, metales no ferrosos, etcétera.
1927-1930, Dessau
• Maestría de arquitectura en la Bauhaus de Dessau (desde el 1º de 1930-1936, Moscú
abril de 1927 al 31 de marzo de 1928). • Profesor en el Instituto de Arquitectura del VASI, primero en el
• Director de la Bauhaus de Dessau, sucesor de W. Gropius (desde el departamento de vivienda y edificación social, después en el depar-
1º de abril de 1928 al 1º de agosto de 1930): tamento de construcción rural, y finalmente en el departamento de
a) Organización de un curso arquitectónico basado en princi- construcción industrial (octubre de 1930 a agosto de 1933).
pios científicos (a diferencia del formalista estilo Bauhaus). • Arquitecto en jefe de la Corporación para la Construcción del
b) Organización de talleres con bases cooperativas y como unidades Instituto de Tecnología y Educación Superior Giprovtus en
de producción e investigación sobre las necesidades de la gente. Moscú (presupuesto anual, 400.000.000 de rublos) (octubre
c) Organización de exposiciones itinerantes de la Bauhaus de 1930 a invierno de 1931). Consultor en urbanismo para el
(Breslau, Zurich, Mannheim, Essen-Ruhr, Basilea, etc.). Instituto Nacional de Urbanismo Giprogor para el desarro-
d) Edición del periódico bauhaus Nº2/1928 al Nº4/1929 y del llo de los planes de las ciudades de Kerch, Crimea; Diatkovo,
prospecto Junge Menschen Kommt ans Bauhaus. Rusia blanca; Briansk e Ivanovo, Vosnesensk (octubre 1939 a
• En colaboración con los estudiantes del departamento de la Bauhaus: invierno 1931).
e) Medición y diagramas del espacio vital de familias tipo • Miembro de la primera «Comisión para la Construcción del Palacio de
trabajadoras y de clase media en Dessau y alrededores. los Soviets», que eligió el sitio y examinó los proyectos preliminares.
f) Proyecto de modelos de casa para trabajadores industriales a) Proyecto para la Escuela Lenin en Moscú (con la brigada
y empleados. Bauhaus).
g) Preparación del Plan de desarrollo para la segunda etapa b) Proyectos para un colegio técnico y escuelas industriales en
del barrio de Törten en Dessau, para aproximadamente el Giprovtus (con la brigada Bauhaus).
8.000 habitantes. c) Proyecto para una escuela combinada en Gorki (16.000
h) Proyecto para el concurso de un sanatorio de tuberculosos estudiantes) (con la brigada Bauhaus).
en Harz. d) Desarrollo del Plan para el Gran Moscú (Cabeza de la brigada
i) Diseños para tipos standards de muebles de bajo costo. urbanística con P. Bücking y Geimanson).
j) Diseño y dirección de 90 pisos de renta de bajo costo para la • Arquitecto en jefe de la Corporación Urbanística Standardgorprojekt.
ciudad de Dessau en Törten. Monobloques de 3 pisos, con 18 Cabeza del departamento para ciudades para industrias pesadas.
departamentos de 3 ambientes con galerías abiertas (renta e) Desarrollo de los planes para las ciudades de Molotov cerca
mensual 37,50 marcos). de Perm, Urales (45.000 habitantes).
• Práctica privada como arquitecto: f) Desarrollo de planes para la ciudad industrial (química)
a) Ganador del primer premio con su diseño para la Escuela de Nishni Kurinsk cerca de Perm, en los Urales (250.000
Federal de la Federación Alemana de Sindicatos de Bernau, habitantes).
cerca de Berlín, y director de la obra. Este fue el centro de g) Proyecto para una zona residencial en Ischewsk, en la
educación de la Federación; su edificación costó 2.500.000 República Popular de Udmurt (8.000 habitantes).
de marcos, tenía 120 estudiantes adultos. h) Varios planes urbanísticos para la industria pesada.
b) Proyecto para el concurso para el Banco del Trabajo en • Arquitecto en jefe del Instituto Urbanístico de Giprogor. Cabeza
Berlín, sucursal de la Federación Alemana de Sindicatos. de departamento para Siberia Oriental y el Lejano Este.
i) Desarrollo de los planes para Birobidzhán, capital de la
1 de Agosto de 1930 República Popular Judía (45.000-75.000 habitantes).
• Cae la Bauhaus con las autoridades municipales de Dessau. k) Plan de zonificación para la ciudad de Tschita, Siberia oriental.
Hannes Meyer es despedido sin notificación cuando los profesores l) Plan de desarrollo para la nueva ciudad de Krasnoyarsk en
[ 144 ] y estudiantes estaban de vacaciones. [ 145 ] Yennisei, Siberia (250.000 habitantes).
m) Plan de reconstrucción para la ciudad de Rybinsk en el Alto • Profesor de Planificación urbana.
Volga (200.000 habitantes). a) Estudio del plan urbanístico para Ixtapalapa, DF (13.000
n) Plan de zonificación para la cuenca industrial de Perm-Molo- habitantes)
tov, Urales (1.000 kms2, 1.250.000 habitantes). b) Estudio del espacio vital de las familias de trabajadores y
empleados de la ciudad de México, DF (ambos estudios con
1933-1934 estudiantes del IPN).
• Expediciones a Siberia y el Lejano Este.
Junio de 1941, México
1934-1935, Moscú • El Instituto de Planificación fue cerrado por falta de fondos.
• Profesor y cabeza del consejo asesor en vivienda de la reciente- • Práctica privada como arquitecto:
mente creada Academia de Arquitectura de la URSS en Moscú (de a) Proyecto para un centro deportivo y cultural para la Colonia
marzo de 1934 a octubre de 1935). Española en México, DF.
o) Estudio sistemático de patrones de vida en la URSS. b) Proyecto para el nuevo edificio del Club Suizo, México, DF.
p) Elaboración de planes tipo para barrios residenciales. Octubre de 1942
q) Coeditor de la revista para arquitectura extranjera. • Director técnico del Departamento para la Vivienda Obrera en el
Ministerio del Trabajo de México:
1931-1932-1933-1936 a) Planificación de barrios obreros en Lomas de Becerra en
• Giras de conferencias por Europa Occidental (Escandinavia, Tacubaya, México DF (12.500 habitantes).
Dinamarca, Alemania, Suiza y Checoslovaquia). b) Proyectos para asentamientos rurales para los braceros
(trabajadores rurales golondrinas).
Junio de 1936 c) Proyectos tipo para bloques de departamento en México.
• Retorno desde Moscú a Suiza.
Enero de 1944
1936-1939, Ginebra • Arquitecto secretario de la Comisión de Planificación para Hospi-
• Diseño e inspección del Hogar-escuela cooperativa en Mümliswil tales y Clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS):
(Fundación Dr. B. Jaggi). a) Proyectos preliminares para la red de clínicas en México.
• Planes de organización para esta cooperativa infantil (costo de b) Elaboración de programas técnicos y médicos para el primer
construcción, 250.000 francos). hospital del IMSS, Hospital de la Raza en México, DF (600
• Retorno al estudio de la pintura y sus leyes de composición. camas, 1.100 habitaciones, etc. con una clínica externa para
2.200 consultas diarias. 10.000 pacientes tratados por año.
1938 Costo del edificio, 16.000.000 de pesos).
• Viaje a América y México. Participación en el Congreso Interna-
cional de Planificación Urbana en México, en el Congreso para 1945-1947
la Democracia Industrial, en el Congreso Inaugural de la CTAL • Coordinador en el Comité Nacional para Edificios Escolares CAPFCE
en México. a) Organización de la primera exposición de arquitectura
escolar en el Palacio de Bellas Artes, México DF (planes para
1939-1949, México aproximadamente 700 escuelas en 26 estados mexicanos,
• Llamado a México (alrededor del 1º de junio de 1939) por el aulas modelo para ciudad y campo, como parte de la planifi-
gobierno del presidente Lázaro Cárdenas. Director del reciente- cación escolar en México entre 1944 y 1945).
mente fundado Instituto de Urbanismo y Planificación como parte b) Organización de un archivo fotográfico de arquitectura
[ 146 ] del Instituto Politécnico Nacional. [ 147 ] escolar (5.000 fotos en forma standarizada).
c) Organización de un plan de archivo para el CAPFCE. Planes 2
de 700 edificios escolares standarizados. Paseo de urbanista por Italia
d) Organización de exposiciones itinerantes del CAPFCE. 118 Hannes Meyer
paneles cada uno de 122 x 183 cms., muchos modelos.
e) Organización del primer periódico mexicano de arquitectura
escolar Construyamos escuelas, Nº1, 1947 y ss.
f) Organización de la publicación Memoria CAPFCE 1944-1946,
particularmente su parte técnica y gráfica y también la
muestra fotográfica. 3.000 copias, 420 páginas, formato 22
x 32 cms., aproximadamente 1.000 ilustraciones.

1946-1949, México Conferencia pronunciada en la «Alianza Giuseppe Garibaldi por la


• Práctica privada como arquitecto y urbanista: Libertad de Italia», el 29 de junio de 1945. Existente en el Deutsches
a) Diseño urbano y territorial para el Centro de aguas termales Architekturmuseum, Frankfurt am Main, fondo Hannes Meyer, número de
de Agua Hedionda en Cuautla, Morelos. Elaboración de planes inventario 82/1; escrita originalmente en castellano aunque se mantuvo
de desarrollo detallados del centro de aguas termales junto hasta ahora inédita en ese idioma; fue publicada en una traducción
al estudio de zonificación de la ciudad de Cuautla (28.000 alemana en Lena Meyer-Bergner, Hannes Meyer, Bauen und Gerels-
habitantes). chart. Schriften, Briefe, Projekte, Dresden, 1980.
b) Informe para el desarrollo del centro de aguas termales de
Ixtapan de la Sal ya en construcción. Costo de la edificación: Queridos amigos:
17.000.000 de pesos. Tengo el agrado de invitar a Uds. a este viaje imaginario de urbanista
c) Proyecto del plan urbanístico para la manzana de Corpus hacia Italia, para estudiar algunos aspectos de estas tres preguntas:
Christi, av. Juárez, México DF, para el Banco Internacional y 1. ¿Cuál es la herencia histórica del pueblo italiano en el urbanismo?;
el Banco Nacional de México. 2. ¿Cuál fue el papel de la intervención fascista en el urbanismo
d) Informe sobre el concurso de la torre de AMSA, Paseo de la italiano?; 3. ¿Cuáles son las perspectivas del urbanismo en la
reforma, 27 pisos. nueva Italia democrática?
e) Embajada Suiza, diseño interior de los espacios públicos. Siento mucho no poder ilustrar mi exposición
f) Embajada de Checoslovaquia, diseño de jardines. verbal con el proyector epidiascopio y me encuentro por eso en la
dificultad natural que me obliga a limitarme a la descripción de
1947-1949 obras plásticas por medio de la palabra.
• Director técnico de la imprenta La Estampa Mexicana (cargo La preparación de mi charla ha despertado los
honorario). Publicaciones de los Talleres Cooperativos para Arte recuerdos de mi propia «Introducción en Italia», recuerdos de mi
Gráfico Popular en México (1947-1949). Junto con Lena Meyer infancia y de mi juventud, pues siendo yo hijo de arquitecto que, por
estuvo a cargo del diseño y la tipografía. Fue responsable de 7 su parte, fue descendiente de varias generaciones de arquitectos y
publicaciones. artesanos que practicaban la arquitectura desde el Siglo XVII como
una fe religiosa, me vi en la casa paterna rodeado de obras italianas:
Nota de los editores: en las paredes me impresionaron desde muy niño algunos grabados
Meyer redactó esta Autobiografía en 1949 en México. En ese año de Giovanni Batista Piranesi, de aquellas famosas «Vedute di Roma»,
regresa a Suiza y reside en Lugano, Ticino, hasta su muerte el hechas a principio del Siglo XVIII, y de las cuales se compró una colec-
19-7-1954. ción Goethe durante su primer viaje a Italia. El lugar de honor de la
[ 148 ] [ 149 ] pared en el estudio de mi padre, fue ocupado por su dibujo 1 1/2 m de
alto, la fachada complicadísima de una enorme iglesia, cuyo letrero su tierra, a emigrar cada año hacia el norte de Europa, en busca de
me sirvió para los primeros ensayos en el arte de la lectura, desci- trabajo, ausentándose de sus hogares durante 9 o 10 meses al año.
frándolo como «II Duomo di Milano». Fue durante estos años de colaboración con «muratori e manovali»
Un día me enseñó mi padre en la plaza de la catedral bergamascos y hasta calabreses, que tomé mi primer contacto con el
de nuestra ciudad, un viejo chaparrito que corría con toda velocidad pueblo italiano, discutiendo durante los domingos con mis ex-con-
hacia las puertas de la Universidad, con una carpeta grandota en sus discípulos las últimas interpretaciones estéticas de sus tesoros de
brazos: fue Jacobo Burckhardt, maestro y amigo de mi padre (Köbi arte y enterándome más y más, entre la semana, de la espantosa
en suizo), el famoso historiador de arte, autor de las obras II Rinasci- miseria de su existencia, de la nostalgia por su hogar y su familia, del
mento in Italia y II Cicerone, intérprete humanista de la herencia artís- genio creativo de estos campesinos –en su oficio de constructores–,
tica italiana, que por cierto se llevó al colegio en su carpeta, una serie de la riqueza de sus culturas regionales (que se reflejaba involunta-
de fotos, compradas en la casa Alinari de Florencia. riamente a veces en la fantástica fila de maldiciones y regeneracio-
Mi primer contacto con el urbanismo italiano lo nes sobre su propia suerte), y del profundo odio contra este orden
tomé fuera de ese país, pues a 7 kilómetros de la casa paterna, en social que les obligaba a una emigración en busca de trabajo. La gran
las primeras colinas de la sierra del Jura Suizo, en una situación mayoría de esos 3.400 albañiles eran o socialistas o anarquistas, que
dominante y estratégica, frente a las llanuras de la Alta Alsacia, marcharon en los desfiles con la bandera roja o con la negra del líder
se encuentran las ruinas bien conservadas de la ciudad romana anarquista Bertoni. Muchos eran analfabetos y por eso tenía yo el
«Augusta Rauracuorum», con un teatro al aire libre muy lindo, con encargo de leerles en voz alta cada día, durante la hora de la comida,
villas y termas, y con un acueducto de agua potable de unos 3 las últimas noticias del periódico Avanti y una vez por semana el
kilómetros de largo, que todavía sirve a los campesinos de la región. Asino, conocido semanal anticlerical, coreado por la hilaridad general.
Fue ésta una meta preferida de las excursiones de mi padre para De esta primera etapa de mi vida profesional,
enseñarme en aquellas ruinas, cómo realizar un buen muro de piedra descubriendo la contradicción entre la estética idealista y la situa-
natural, cómo poner ladrillos en «orden romano» y cómo ejecutar un ción social de los trabajadores en un estado burgués, ha deducido
aplanado de cal y arena que resistiera durante casi 2.000 años. más tarde el leitmotiv para cualquier meditación o crítica sobre
Para mi decimoquinto cumpleaños recibí de mi obras de artes plásticas, de Arquitectura y de Urbanismo: de no
padrino una obra estándard sobre el Renacimiento de Italia: El arte verlas fuera del fondo social sobre el cual ellos se destacan; de no
clásico, del gran historiador Enrique Wölffin, sucesor de la cátedra entusiasmarse por ellas desde un estetismo formal sin tomar en
de Jacobo Burckhardt de nuestra Universidad, obra que acababa cuenta simultáneamente sus funciones dialéctico-sociales.
de salir de la imprenta y en el cual Wölffin nos dio una interpre- Plinio el menor, ilustre sabio y escritor romano, en
tación estética de los tesoros del Renacimiento Italiano desde el una carta dirigida a su amigo Domitzio Apolinario, le informó detalla-
punto de vista liberal e idealista y mucho menos racional que Jacobo damente sobre una de sus propias villas, construida en Tusculum en las
Burckhardt. Mi tutor, un abogado, me quitó este precioso libro bajo afueras de Roma. Por su exacta descripción, de esta villa, compuesta
el pretexto jurídico de la peligrosidad de tantas ilustraciones con de 37 espacios cerrados, semi-abiertos, abiertos, cubiertos, medio-cu-
desnudos clásicos, pintados o esculpidos, pero mis condiscípu- biertos, y puntualizando la función biológica o psicológica de cada uno
los me facilitaron otro ejemplar y en los tres años siguientes tuve de sus elementos, desde el pórtico hasta el hipódromo privado, descri-
oportunidad de convivir, solamente los domingos, con este grupo biendo cuidadosamente el papel de las plantas en la vista de cada
de futuros maestros, pintores o arquitectos, los que frecuentaban ventana. Este gran enciclopedista de la época romana nos deja vislum-
los cursos del gran historiador, Yo me había separado del estudio brar toda la riqueza de la composición en la habitación individual del
para dedicarme durante toda la semana al oficio de albañil, traba- ciudadano romano de alta categoría, al igual en su descripción de su
jando durante varios años entre cientos de albañiles italianos en el Villa en Laurentzio, compuesta de 60 espacios y elementos.
sistema de la jornada de 12 horas diarias. Todos estos trabajado- En ninguna de ambas cartas hay la menor alusión
[ 150 ] res italianos fueron obligados por las malas condiciones de vida en [ 151 ] a las necesidades para la servidumbre y el personal doméstico,
pues para el sostenimiento de estas villas (y algunas más de su Durante mi estancia en la URSS, de 1930 a 1936
propiedad) necesitaba Plinio cientos de servidores, sirvientes, jardi- y como maestro encargado de la sección de la habitación de
neros y guardias de asalto. Solamente un estudio más profundo de la Academia de Arquitectura de Moscú, hicimos una serie de
toda la correspondencia del gran sabio nos explica la fuente de sus estudios comparativos sobre el conjunto arquitectónico de los
fondos: la renta de sus edificios de alquiler, donde vivía parte del monasterios históricos en Italia, elaborando así los principios de
pueblo romano en las condiciones antihigiénicas de la gran densidad su espaciosidad urbanística, con el fin de utilizar sus resulta-
de tales barrios, mientras el maestro cambiaba el sitio de acuerdo dos para la definición de la espaciosidad en las nuevas manza-
con las estaciones del año y con el clima estético de sus habitaciones nas de las ciudades socialistas. Recordemos las palabras de
de lujo. Las ruinas de las villas romanas, esas magníficas interpreta- Carlos Marx: el socialismo no puede edificarse sin hacer uso de
ciones de la vida romana, con su consciente y premeditada compo- las mejores soluciones e invenciones de los regímenes sociales
sición del espacio, que por su instalación lujosa rivalizan con las anteriores, del feudal y del capitalista.
americanas de nuestros días (a pesar de la falta de radio, refrigera- Después de esta primera fase de nuestro recorrido,
dor, electricidad y teléfono), cuentan entre las joyas arquitectónicas que nos permitió una mirada relámpago hacia la expresión urbanís-
inolvidables para el desarrollo de la habitación popular en Italia. tica de la habitación italiana en el pasado, quiero hablar algo sobre
Más aún que aquellos, nos interesan los ejemplos la música de proporciones en el aspecto histórico de la arquitectura
clásicos de la habitación en común, realizaciones en favor de una italiana. He mencionado ya la ritmización plástica de la Cartuja de Pavía
convivencia religiosa, los conventos o monasterios, tales como la y sé que los arquitectos funcionalistas nunca me perdonarán ocuparme
CARTUJA DE PAVIA; situada a unos 20 kilómetros al sur de Milano y de las proporciones en la arquitectura, a pesar de que ellos aprecian en
fundada en 1936, este monasterio nos da la solución clásica del sus propias obras, la ritmización de los medios técnicos de su construc-
conjunto arquitectónico de la habitación en común, cuyos elementos ción con el ser humano, aunque están también obligados a relacionar
plásticos por su tamaño o su colocación urbanística, reflejan la gran todos sus espacios construidos con el ser humano; la única escala para
variedad e importancia de sus funciones, de orden religioso o material toda proporción de obras plásticas al servicio del hombre. ¿Cómo anali-
que se manifestaba en la vida en común entre los monjes, y en el zar correctamente la arquitectura clásica italiana sin tocar el problema
contacto con el mundo exterior. El espacio está claramente deslindado de sus proporciones y las intenciones estéticas de sus autores?
en las tres zonas principales: la iglesia con su patio-atrio y la puerta Para apoyar mi tesis me permito hacer hincapié en
central de entrada, el grupo rectangular de edificios administrativos, el libro Los Ensayos sobre el Arte, del filósofo e historiador alemán
refectorio, biblioteca y servicios materiales, que forman un conjunto de Juan Joaquín Winkelmann, asesinado en Trieste en 1768 durante un
espacios abiertos, patios, galerías y alas intercomunicadas entre sí. El viaje a Italia. Este libro acompañó a Goethe en sus viajes a Italia y
cuadrado del Patio-Jardín de los monjes, «sala al aire libre», destinado nos facilita la clave para la mejor interpretación de la arquitectura
a la vida en común, con su galería abierta alrededor del patio, que clásica de los Siglos XVI y XVII. Dice Winkelmann (comparando la
forma el elemento principal de circulación interior. De lo más hermoso pintura, la escultura y la arquitectura):
es el sistema de 24 casas individuales para los monjes, situadas detrás «En la arquitectura aparece la belleza más bien
de la galería principal: cada una con su jardín individual, con su patio, en forma general, porque en ésta la belleza se manifiesta prepon-
su habitación y su entrada especial, separando de esta manera las dos derantemente en las proporciones; un edificio puede ser hermoso,
esferas de la vida, la religiosa y la social, la privada y la colectiva. El sin adornos, y sólo por ellas ser bello».
peso de la composición urbanística tiene entre los espacios cerrados El deseo de solucionar las proporciones al
de la iglesia, centro de la vida religiosa, y entre los espacios abiertos proyectar edificios, obligaba a los arquitectos clásicos a penetrar
el Patio-Jardín, expresión de mayor importancia para la convivencia en las ciencias matemáticas y no es raro encontrar entre aquellos
monacal. Pero lo más impresionante es la ritmización de la silueta, maestros arquitectos muy capaces en estas disciplinas, como
provocada por las 3 filas de casas habitación individuales estandariza- Vignola, Serlio, Bramante y Palladio, que nos presentan en sus
[ 152 ] das todas, en el sentido más moderno de esta palabra. [ 153 ] proyectos los sistemas más complicados de proporciones.
Al examinar los palacios del Siglo XVI en Firenze, cocinas y hasta establos y excusados– y por lo tanto un poco menos-
nos sorprende de repente el frecuente escalonamiento propor- preciado por el público, menos por los ingleses. Durante mi estan-
cional entre los 3 o 4 pisos que forman la altura del edificio. El cia en Inglaterra, de 1912 a 1913, haciendo una amplia investigación
estudio de sus proporciones revela una fórmula básica: la propor- urbanística de la ciudad balnearia de Bath en Somersetshire, me
ción entre la diagonal y un lado del mismo cuadrado. Me refiero, enteré de que gran parte de sus famosas plazas, avenidas y palacios
por ejemplo, al esquema de la fachada principal del PALACIO MEDICI fueron elaborados por Wood (autor de la Catedral de St. Paul en
RICCIARDI en Florencia, cuyas proporciones son correlacionadas Londres) y por sus discípulos, utilizando el canon de la proporcionali-
entre sí por medio de 4 cuadrados con sus respectivas diagonales. dad de Palladio y esto sobre las ruinas de la antigua ciudad romana,
Más aun, la misma proporción básica ha servido en cuyas termas nosotros nos bañábamos.
en nuestros tiempos para la estandarización de los tamaños en el He tocado el problema del espacio ilusorio (o imagi-
sistema métrico: el tamaño adoptado para la tarjeta postal interna- nario) al hablar de la Plaza San Marco en Venecia. En tal caso el
cional es de 14,8 x 10,5 cm y esta proporción corresponde a la diago- urbanista busca modificar las verdaderas dimensiones de un espacio
nal y un lado del cuadrado de 10,5 cm; el tamaño carta internacional urbano, (plaza, vía, etc.) por medios arquitectónicos. Cito entre el
es de 21,0 x 29,7 cm. igual a la misma proporción e igual a la décima gran número de ejemplos históricos en Italia, dos de Roma: la Plaza
sexta parte de un metro cuadrado. Este último es de 84 x 118,7 cm. del Capitolio y la Plaza de San Pedro.
Todo este sistema se utiliza para la estandarización de tamaños de La PLAZA DEL CAPITOLIO, proyectada por Michelan-
papel, dibujos, etc. en países del sistema métrico, e influye mucho gelo en 1536, utiliza la natural terraza de una de las 7 colinas de la
en la tipización de elementos modernos de construcción. antigua Roma y se compone de 3 edificios situados en los 3 lados
Otro ejemplo de proporcionalidad premeditada de un trapecio, mientras el cuarto se abre y da la vista espléndida
nos presenta la PIAZZA SAN MARCO en Venecia: la altura del «Campa- al panorama de la ciudad. El acceso es desde la Piazza d'Ara-Coeli
nile» es de aproximadamente 101m.; la altura del edificio contiguo por medio de una escalera al aire libre, situada en el eje principal
de la Procuraduría Ducal es de aproximadamente 26.0 m.; igual a de toda la composición. Las dimensiones de la plaza son modestísi-
la proporción de 4:1. En la arquitectura del «Campanile» se destaca mas: 80m de profundidad por 40 resp. 60 m. de ancho. La altura de
además la altura de 50 m., igual a la primera horizontal que corres- los dos palacios laterales, el del Museo y el otro de los Conservado-
ponde a la proporción de 2:1. La longitud de la Plaza es de 176 m. res, es de 20 m.; el Palacio Principal de los Senadores, en el fondo,
y la altura de la iglesia de 57.0 m; la proporción básica entre esta tiene 40 m. de alto y con la torre 52 m. Como se nota, las propor-
altura y la longitud de la Plaza es de 1:7 aprox. ciones de esta composición michelangesca son de gran sencillez:
La Plaza San Marco pertenece al grupo de plazas 20m.: 40m. (entre alturas) y 40:60:80 mts. entre distancias, o sea
trapezoidales y a los espacios urbanos del tipo ilusionario provocado las proporciones de 1:2/2:3:4. Ahora lo ilusionario: ambos palacios
por la oblicuidad de sus fachadas laterales. Además da una sensación laterales están oblicuos en relación al eje principal, dando de
giratoria hacia la «Piazzeta» con la vista a la Laguna y en lo general este modo la importancia primordial al Palacio del Senador en el
es impresionante por el dinamismo de sus elementos y espacios. Fondo. La escalera de acceso es más ancha arriba que abajo. Al
La mayor concentración de obras del mismo subirla el visitante tiene la ilusión óptica de una longitud mayor
maestro y de una extraordinaria armonía en la música de sus propor- y al entrar en la plaza se repite esta sensación: el sesgo (oblicui-
ciones, nos la presenta VICENZA, donde el arquitecto Andrea Palladio dad) de las fachadas laterales ahonda aún más la verdadera
(1508-1580), realizó un considerable número de palacios, de los más profundidad de la plaza y el autor de esta composición genial
pequeños de 2 entreejes de ancho, hasta los más grandes como el parece burlarse de las reglas acostumbradas de perspectiva.
Palazzo Thiene, Chierigati, la famosa Basílica y el ingenioso Teatro En la PIAZzA SAN PIETRO se repite este fenómeno
Olímpico. Al pasarles revista nos recuerdan piezas de la música de óptico en mayores dimensiones: el trapecio de la plaza de entrada
Palestrina –nada más compuestos con fines prácticos y de utilidad tiene solamente 125m por 120m: 100m de ancho y este atrio del
[ 154 ] doméstica, interpretaciones arquitectónicas de salas, recámaras, [ 155 ] edificio más alto del mundo hasta el Siglo XIX (la cúpula de San Pedro
tiene 134m de altura), está iniciado por la parte oval de la plaza con la protección militar y el sistema corporativo de los artesanos. A las
las 2 columnas semiredondas de Bernini, una de las soluciones más formas del régimen autocrático corresponden las formas urbanís-
hermosas de un «Vestíbulo al Aire Libre», para reuniones de masas. ticas de la centralización exagerada de mercados, de castillos, etc.
Entre los ensayos más interesantes para romper en el corazón de la ciudad. No es casual, que el edificio más alto de
la angostura de las calles medievales de la antigua Roma por medios la cristiandad, San Pedro, se eleva en el foco del poder católico; a
ilusionarios, menciono las fachadas onduladas del gran Maestro esta hierargía (sic) más ordenada del mundo religioso del Occidente
Francesco Borromini (1599-1667), uno de los más dinámicos de su época. correspondía el edificio arquitectónicamente más ordenado y
Quisiera yo hablar más sobre la síntesis entre las por el número de locales (el Vaticano cuenta mil en total), el más
artes plásticas, la arquitectura y el urbanismo, sobre la compenetra- grande del pasado. Tampoco es casual que el centro del desorden
ción de formas técnicas y artísticas en el espacio urbano, sobre urbanístico y arquitectónico se encuentra actualmente en Nueva
la armonía entre el material utilizado y el paisaje italiano y sobre York, donde la especulación de los trusts en el régimen capitalista
la interrelación entre espacios verdes (parques, jardines, campo) encontró su materialización adecuada en el desorden de alturas y
y espacios cerrados (manzanas, mercados, etc.). Me limito a hacer en la competencia arquitectónica entre los edificios de Manhattan.
hincapié en el problema del color en el urbanismo de Italia. Menciono No es casual tampoco que en la URSS los edificios más altos o más
aquí siete de los colores más frecuentes que predominan en la frecuentados no se encuentran en los focos de tránsito urbano. El
pintura mural y en la pintura a brocha gruesa de los edificios en urbanista soviético dispone libremente de sus elementos predo-
la Herencia Histórica Italiana: Terra de Pozzuoli, Umbra, Tierra di minantes en el espacio urbano o rural, pues se encuentra sobre el
Siena quemada y no quemada, ocre; Amarillo de Naples y el Negro suelo libre, democratizado y que pertenece a todos.
de viña quemada. Todos estos colores forman entre sí, y con el Quiero ilustrar esta tesis, deteniéndome un
blanco natural de cal, una gama de los tonos preponderantes en el instante ante el problema de la silueta de la ciudad que es el
paisaje italiano. Gracias a esta gama de tonos, utilizada también en elemento más característico y llamativo, para definir el contenido
los espacios y elementos urbanos, se obtiene la perfecta armonía social y el poder gobernante desde afuera. En una docena de tomos,
entre el campo y la ciudad, entre las obras de pintura mural y los editados a fines del Siglo XVI, de su Topografía de Europa, Mateo
demás elementos constructivos y técnicos. Merián nos da un panorama enciclopédico de las siluetas de cientos
Es por lo tanto uno de los problemas que llaman de ciudades europeas de su época, «las corunas (sic) urbanas» de
toda nuestra atención de urbanista, el de la incorporación, en este todos los tipos imaginables. Es esto una ilustración preciosa para
mundo de colores naturales, de los elementos de la vida moderna, el tema de «La forma y el contenido en el urbanismo» y me permito
anuncios callejeros, señales de tráfico, paredes para carteles, letre- escoger algunos ejemplos italianos:
ros luminosos, camiones y otros vehículos motorizados y millares de La silueta de Florencia, en la cual aparecen en
otros productos industriales más, que todos son pintados de la otra modo clásico sobre el juego de líneas horizontales de sus techos, los
gama de tonos, productos químicos modernos, a base de anilina, dos elementos principales perfectamente equilibrados, la magní-
etc., y con colores vivos y llamativos. fica cúpula del «Duomo di Firenze» (expresión plástica del poder
Para terminar este vistazo sobre la herencia religioso) y la almena dentada con la torre elegantísma del edificio
urbanística del pueblo italiano, es preciso que nos recordemos de los de la «Signoria» (sitio del poder civil), que además se encuentra en
fundamentos básicos: el urbanismo de todos los tiempos ha sido el lugar estratégico para las luchas callejeras entre los clanes de
y sigue siendo la expresión plástica del poder que manda y de las familias de la capital de la república toscana.
fuerzas que intervienen en la sociedad. La estructura de la manzana En las ciudades de las llanuras de Lombardía,
en la Roma antigua es una expresión clásica de la estructura econó- lugares de eternas luchas entre las casas ducales, el poder civil y
mico-social de aquella época. La manzana medieval en la Florencia la iglesia católica, encontramos con frecuencia los edificios princi-
del «Quatrocento», caracterizada por su concentración exagerada pales de estos «Tres Grandes» en perfecto contraste, luchando por
[ 156 ] y la angostura de sus callejones, refleja claramente la inseguridad, [ 157 ] la dominación del espacio urbano real y el visual de la silueta. Pero
la gran mayoría de las poblaciones, por ejemplo en Umbría, domina Cuando nosotros, renovadores del urbanismo
la iglesia todo; y la silueta de un lugar como Arezzo, que tiene una europeo y representantes de los diversos «ismos» (de los más diverti-
estructura semi-rural, y estaba claramente bajo el control eclesiás- dos), nos fuimos de paseo a Italia en la postguerra de 1919, no tenía-
tico, en el mundo real y en espacio visual. mos la menor intención de admirar la última ignominia del academismo
¿Cuál ha sido el papel de la intervención fascista oficial italiano, el Monumento de Vittorio Emanuele en la Piazza Venecia
en el urbanismo italiano? de Roma, ese monumento de la «edad de piedra», que muy pronto
Para contestar a tal pregunta es preciso hacer servirá de cantera para la construcción de algunas «casas del pueblo».
hincapié en el movimiento progresista y de renovación social, tal Tampoco nos interesábamos por los tesoros
como este se manifestó en la vida pública después de la primera clásicos del Renacimiento. Queríamos evitar la suerte de nuestros
guerra mundial, cuyos reflejos iluminaron, como es natural, el padres y abuelos, cuya admiración por el Renacimiento italiano les
campo del urbanismo, de la arquitectura y de las artes plásticas. había conducido a la copia ciega de esas muestras, cayendo así en
Al principio del nuevo urbanismo en Italia está la fosa común del eclecticismo. En realidad nos faltaba la clave para
un acontecimiento terrible y fecundo: la destrucción de Messina y la interpretación dialéctica de estos prodigios y hasta nos abstuvi-
de otras ciudades por un terremoto del año 1908. Terrible, porque mos de demostrar públicamente nuestro amor, platónico por cierto,
murieron millares y millares de gentes debajo de las ruinas de sus permaneciendo durante años en esta actitud estéril.
casas; fecundo, porque despertó entre técnicos y sociólogos el Al llegar a Italia en aquella época prefascista –los
interés por la estandarización de construcciones anti-sísmicas, por años gordos de las inversiones imperialistas en este país–, todo
la tipización de la habitación popular en general y por una mayor nuestro entusiasmo se concentró en las obras de la industrialización:
espaciosidad de las zonas urbanas. las plantas eléctricas en la Alta Italia, y la red de sus transmisiones
A la cabeza de los iniciadores del nuevo urbanismo de energía. Los elementos constructivos de las líneas de ferrocarril
italiano estaba el arquitecto-urbanista ANTONIO SANT'ELIA que murió muy electrificadas (y más económicamente elaboradas que los suecos o
joven, de 28 años de edad, en 1916 en el frente italo-austríaco. Sant' los suizos). Los techos de las nuevas fábricas de textiles en Lombar-
Elia fue uno de los fundadores del movimiento futurista en Italia. Como día, construidos en hongos de concreto armado. Los perfiles de las
es bien sabido, los futuristas de aquella época, buscaron un nuevo arte primeras autostradas bituminadas y una obra maestra de la arqui-
en la interpretación directa del dinamismo de la vida moderna de su tectura industrial, la fábrica de automóviles FIAT en Torino, con su
país, que se industrializaba rápidamente. Pintores como Severini y Balla, grandiosa autopista para ensayos, en la azotea del último piso. Toda
el joven escultor Boccioni (que también murió en 1916 en la guerra), el Europa se inclinó ante el genio técnico italiano al ver los últimos
renovador del escenario teatral, Prampolini, y el más ruidoso, el poeta tipos de automóviles Marcas Fiat, Isotta-Fraschini, Lancia, Alfa-Ro-
Marinetti (que más tarde se integró al fascismo). En el Museo de Arte meo, los aviones Caproni y los camiones S.P.A. y O.M.
Moderno de Nueva York están hoy reunidas algunas obras de estos Nosotros, los urbanistas, discutimos los últimos
intérpretes de las sensaciones de nuevas velocidades en la época de métodos de anuncios callejeros, utilizados por la distribuidora
la motorización, e industrialización y electrificación: el cuadro «Veloci- «Olio Sasso», por Borselino, por Campari, o por la Fábrica de llantas
dad» de Balla (1913), y la «Danza Pan-Pan» de Gino Severini, «El Perro de «Pirelli». Nunca se me olvidará la primera impresión de una viali-
Paseo» de Balla y el «Coche Sacudido» de Carra (1913). dad verdaderamente ordenada, al bajar en Milano, saliendo de la
En 1912 Antonio Sant'Elia publicó su proyecto para estación, viendo por primera vez cientos de taxis pintados de rojo
la «Cittá Nuova», visiones de un urbanismo de tipo nuevo: un sistema vermillón para destacarlos de los demás coches.
de rascacielos, comunicados entre sí por vías subterranes, elevado- Al «Primer Congreso Internacional de Urbanismo»
res de alta velocidad; varias vías, sobrepuestas unas a otras para la de la postguerra, que se celebró en el verano de 1923 en Goten-
variedad de velocidades en la calle moderna con su dinamismo de burgo, Suecia, llegó la delegación italiana con los primeros proyec-
vehículos motorizados. ¡La grandiosa visión urbanística de la futura tos y realizaciones del movimiento «delle case populari»; grandes
[ 158 ] ciudad, presentada por un joven de 24 años! [ 159 ] barrios o colonias para trabajadores en las afueras de Milano, Torino
y muchos otros centros más. Fueron estas repercusiones urbanís- métodos de especulación de este «Panamá» italiano; se vendieron en
ticas de los acontecimientos sociales de aquella época, que culmi- las Bolsas del país los bonos de los valores absolutamente imagina-
naron en septiembre de 1920 con la ocupación de las fábricas por rios de terrenos situados a proximidad de esta ruta litoral.
los obreros. Fueron estos los primeros ensayos en gran escala para (Cómo se personifican a veces los acontecimientos
realizar la habitación popular en forma cooperativa, semi-coopera- de gran magnitud –hasta incluso el robo al por mayor– en la peque-
tiva o comunal, en colaboración con el movimiento sindical, con las ñez de nuestra vida privada: la hija de aquel abogado suizo, extutor
cooperativas de consumo y con las cajas de ahorros. En esos proyec- mío, que me había quitado aquel libro «molto bello» de los desnudos
tos aparecieron por primera vez los nuevos tipos para la «Casa del clásicos, se casó con un aviador italiano, oficial del ejército, que
Popolo», los focos del movimiento obrero revolucionario. más tarde cayó muerto en el frente de Etiopía. Tal como su papá me
Vino la «Marcha sobre Roma» y Mussolini subió al poder. había quitado el libro, así le quitó el Estado Mussoliniano parte de
Empezaron las matanzas de los adversarios no-fas- su pensión; le regalaron una «azienda agrícola» en la ruta litoral de
cistas. Se desenfrenaron los asaltos de los Camisas Negras a las Libia, con la obligación de establecerse, junto con 7 miembros de
casas del pueblo y a los centros de cultura obrera: las bibliotecas, su familia, entre éstos 3 niños y 1 abuela, en un lugar del desierto,
imprentas y los periódicos. Vino la clausura de las tiendas cooperati- cultivando la tierra, sin ningún conocimiento en agricultura (más
vas y la destrucción de núcleos sindicales, seguida por la extirpación bien en manicura) y ante el constante riesgo de perecer de hambre,
total de ambos movimientos populares, el cooperativo y el sindical. hambre material y hambre cultural).
Entonces surgió el lema del restablecimiento del Se ha hablado mucho, en tiempos de Mussolini, de
«Imperio Romano» y con el Duce penetró el neo-cesarismo también las obras de desecamiento y de irrigación en los «Pantanos Pontinos»
en el urbanismo italiano. Con el Duce invadieron los camisas negras, en Lazio. Sería poco objetivo no admitir el real valor de esta obra, que
caballeros del restirador (sic), los planteles de educación técnica y incluye la realización de tres ciudades, muestras del corporacionismo
artística, sofocando la actividad libre de las academias y politécni- fascista, que son Sabaudia, Lottoria y Mussolinia (sic). Todas estas
cos. Con el Duce aparecieron los grandes tiburones de la alta finanza tres son del tipo urbanístico no centralizado y presentan un esfuerzo
en el «Mare Nostrum» económico. Empezó la inflación, ilustrada por arquitectónico considerable, con sus edificios del abastecimiento y
los escándalos bancarios y las inversiones fingidas en Etiopía y Libia. de producción material bien distribuidos y con tipos interesantes de
Las obras públicas fueron un campo preferido para los especulado- casas de los Balilla, «Dopo-Lavoro», etc., repartidas por toda la zona
res negros de alta categoría, los Cianos de Livorno, los Ansaldos de habitable. Estas tres poblaciones son por estas y otras características
Génova, los Purricelli de Milán, etc. Millares de millones de liras se más fácilmente transformables que los millares de pequeñas ciudades
invirtieron en la red de autostradas estratégicas en África. del tipo feudal y semi-rural, que abundan en Italia. También en este
En Libia fue construida en 1936-37 la «Ruta caso de las obras en los «Pantanos Pontinos», vale la pena de inves-
Litoral», ese gran cordón bituminoso de 1.828 kilómetros de largo, tigar el financiamiento: en la bonifica hidráulica o la bonifica agraria
que corre desde la Tunisia hasta el Egipto y que presentaba la participó el Estado con subvenciones de un 80% del costo de la ejecu-
fachada colonial del neo-cesarismo romano al «Mare Nostrum» ción de estas obras de saneamiento rural. La mayoría de este dinero
Mediterráneo. Se removieron 2.200.000 metros cúbicos de tierra en pasó por las manos de los grandes latifundistas de aquella región,
un territorio casi plano y se colocaron 924.000 metros cúbicos de enganchándose en sus bolsas o aumentando el valor de sus terrenos.
firme por 12.000 operarios en el transcurso de 2 años. Cada kilóme- Mussolini, al igual que Hitler, utilizó el urbanismo,
tro se construyó una «Casa Cantoniere» de vigilancia (parecida a las la arquitectura y las artes plásticas para fortalecer su poder, para
torres de guardia en «tiempos romanos») y de vez en cuando un grupo camuflar sus fines de opresión del pueblo, para glorificar su persona
de «Aziendas Agrícolas». Se edificó aquella cadena de «Arcos Triunfa- y el régimen fascista. Por cierto tenía este imitador cesariano más
les» al servicio del Duce, en su mayoría colocados en lugares despo- suerte en sus realizaciones que su colega alemán, el pintor de brocha
blados del Sahara, que corre de Tripoli a Homs, Benghasi y Tobruk gorda, que se complació en adornar sus centros de industrialización
[ 160 ] hasta Capuzzo. Para completar este cuadro es preciso recordar los [ 161 ] de la muerte, con el mito de la supercultura tedesca, acompañando la
gasificación en masa de los seres humanos, con música wagneriana. especiales del régimen fascista en cada caso, no cabe duda que en
Después de llegar al poder, el dictador italiano su gran mayoría son arquitectónicamente (es decir en sus formas) muy
encargó un grupo de urbanistas, bajo la dirección del arquitecto avanzadas, mientras en sus fines (es decir en su contenido social)
Marcello Piacentini, con los planos de transformación y reconstruc- fueron nocivas y es cosa del nuevo régimen democrático-popular de
ción de la capital, basándose en las necesidades del Estado fascista. corregir su programa y su modo social de ser.
Para el año 1939, se había preparado en Roma una En resumen general, quiero subrayar, que el genio
Gran Exposición de Arquitectura, Ingeniería Civil, de Urbanismo y de constructivo italiano y las fuerzas creativas del pueblo italiano no se
Artes Plásticas Aplicadas, a la que fueron invitados todos los países dejaron estrangular por las manos fascistas, a pesar de 22 años de
del globo. La necesidad de espacios disponibles para las manifesta- noche negra, con camisas negras y con mercados negros para todo:
ciones y ejercicios de las grandes masas militarizadas, (del Fascio, de negocios sucios y la ideología más negra e inhumana: la fascista.
los Balilla, etc.), promovió la construcción de grandes estadios, como Siempre ha sido el privilegio del urbanista trazar
la «Littorale de Bologna» para 45.000 espectadores; el «Stadio del planos de la «ciudad ideal» y entre estas visiones se encuentran
Partito Nazionale Fascista» en Roma, del arquitecto M. Piacentini, las italianas desde el pasado remoto (Vasari, Serlio, Scamozzi,
e inaugurado en 1933; el «Stadio di Torino» para una capacidad de Bramante, Alberti, Piranesi), hasta el último moderno, Antonio
70.000 espectadores y otros más. Dos entre estos despiertan nuestro Sant'Elia. Para terminar, me permito seguir a estos ilustres precurso-
interés: el Stadio del Foro Mussolini, que forma parte de la escuela res, exponiendo algunas consideraciones sobre las futuras tareas en
Militar de Educación Física de la «Farnesina» «E detto antonomás- el Urbanismo de Italia, bajo un régimen democrático y progresista.
ticamente lo stadio dei marmi», dice un cronista fascista, haciendo No soy político ni profeta y desconozco los
alusión a la fila ininterrumpida de las esculturas que adornan su oval detalles de la situación complicada actual en Italia. Soy un simple
e interpretan el Neo-Romano. Indudablemente la obra maestra el intérprete técnico o artístico de la realidad social y económica,
«Stadio Berta», de Florencia, para 80.000 espectadores, realizado y como tal quiero recomendar este leitmotiv para el urbanismo
en 225 días (1929) por el Ing. Luigi Nervi. La interpretación ingeniero democrático de la Nueva Italia:
arquitectónica de sus construcciones en concreto armado es de lo
más ingenioso y de una «latinidad» sorprendente. El genial construc- 1º Estudiar y aprovechar la magnífica herencia urbanística de todas
tor es también inventor de uno de los hangares más amplios para las épocas en Italia, en bien de todo el pueblo y no solamente de
aviones militares cerca de Roma, en cuya construcción se manifiesta los cocodrilos museales y turistas ingleses o americanos.
la perfecta autonomía del concepto técnico de Luigi Nervi. 2º Transformar conscientemente las estructuras actuales de habita-
Entre edificios culturales me limito a mencionar el ción (de las feudales hasta las fascistas), por medio de una recons-
Teatro Cívico Faraggiana en Novara (1935, Arq. E. Faludi), el Teatro trucción premeditada, dirigida y económicamente planeada –no
del Palazzo delle Arte en Milano (1933, Arq. Murcio) y el Cine palazzo anárquica– respetando los conceptos de higiene pública y espacio-
en Brascia (1932, Arq. N Berardi), todos estos de un concepto formal sidad modernos.
elevado. Algunos edificios escolares pertenecen a los mejores tipos 3º Consultar la última experiencia urbanista de todos los países, y en
construidos en Europa entre las dos guerras mundiales y las «casas lo especial de los «tres grandes»:
del Giovane Italiano», de la juventud (como la de Padua) o las casas la inglesa, por su zonificación regional con la red de varias peque-
de los Balilla (como la de Belluno), son de una italianidad arquitectó- ñas industrias dirigidas desde un centro regional, que conviven en
nica muy progresista. Los últimos esquemas para edificios de aparta- simbiosis productiva y por su herencia burguesa de tipos democrá-
mentos del tipo popular, tales como los 5 gigantescos construidos en ticos de habitación;
el Puerto de Génova, son de una simplicidad arquitectónica conmove- la americana, por la estandarización y prefabricación de elementos
dora y de gran economía en los servicios domésticos. de construcción y de casas enteras y por las nuevas invenciones de
Al pasar lista a todas estas realizaciones arquitec- materiales, tales como vidrio flexible, etc.;
[ 162 ] tónicas de los últimos años en Italia y sin tomar en cuenta los fines [ 163 ] la rusa, por la plena libertad en la composición de los espacios
urbanos y por su magnífico desarrollo de formas democráticas en Estoy convencido de que el pueblo italiano que acabó con su
la habitación en común de la manzana, por su gran experiencia en opresor en la forma más clásica, colgándolo del techo de la gasoli-
la arquitectura industrial y en la planificación dirigida, nacional, nera en la Plaza de los 16 Mártires de Milán, …es capaz también
regional y local. de construirse un futuro mejor, donde habrá pan, trabajo, casa y
4º Abandonar el esquema autocrático de centralización exagerada. chianti para todos.
Promover la planeación nacional regional, buscando el equili-
brio de intereses del pueblo, dando la preferencia a las unidades
de tamaño moderado (elaborando la red de pequeñas plantas
eléctricas, conectadas entre sí, etc.)
5º Acabar con la desesperada situación del patrimonio rural, con
sus habitaciones medievales y la falta de medios de mecaniza-
ción. Desarrollar formas semi-cooperativas para labores en el
campo, la atención médica y el consumo o venta de productos.
Fraccionar los grandes latifundios y proteger la propiedad
privada de tamaño medio o pequeño, facilitando a estos crédi-
tos, maquinaria e instrucción agrícola.
6º Desarrollar el regionalismo en ambos aspectos, el material y el
cultural: la fábrica, la iglesia, el centro médico, la casa-cuna, etc.
elaborados sobre los mismos programas, modificarán su actitud
arquitectónica, según las costumbres y el folklore regionales: en
consecuencia, habrá tipos de fábricas, de iglesias, de escuelas, etc.
sicilianos, venecianos, bergamascos y eventualmente triestinos.
7º Evitar la concentración compacta de la ciudad grande con su
congestión de tráfico, su falta de espacios verdes, su gran densidad
de población.
Buscar el equilibrio entre las zonas rural y urbana; extender las zonas
suburbanas sin sofocar la vida de los núcleos de existencia rural.
Democratizar la zona urbana por medio de la circunvalación para
el tránsito, fraccionándola en una red de satélites y colonias
conectados entre sí, cada uno con sus respectivos centros escola-
res, médicos, mercados, iglesias, casas de pueblo, teatros al aire
libre, parques deportivos y recreativos, etc.
8º Respetar la vida en común de las masas del pueblo, de las distin-
tas confesiones políticas y religiosas; procurando a todos las
mejores condiciones para sus manifestaciones públicas, desfiles,
asambleas, etc., sin las exageraciones de formas pseudo-militares,
que practicó el fascismo: verdaderos espacios libres para un pueblo
verdaderamente libre.
9º Basar la obra de reconstrucción del país en la movilización de las
propias fuerzas; en los millares de profesionistas, en las industrias
[ 164 ] y materiales locales y regionales y en este artesanado tan creativo. [ 165 ]
3 (exiliados italianos), norteamericanos, el Instituto Mexicano del Seguro
Principales documentos de Hannes Meyer en el Museo de Social, el CAPFCE, la Liga Pro Cultura Alemana, Alemania Libre.
Arquitectura de Fankfurt (Fondo Hannes Meyer. 81/1)
103
Proyecto de autobiografía.

104
Proyecto de autobiografía.

583 y 584
Agua Hedionda.
Hemos juzgado oportuno dar a conocer en castellano la colocación de
los principales documentos del Fondo Hannes en el Museo de Arquitec- 157
tura de Frankfurt vinculados a los temas trabajados en nuestros textos. Tina Modotti
Si bien presenta la casi totalidad de las piezas referidas a México, la
lista no configura un catálogo exhaustivo. 459
Pintura Mexicana

74 461
Plática. Jóvenes Arquitectos Mexicanos. Comentario del texto en Apuntes sobre Texcoco, Texcotzinco y Netzahualcoyotl
fichas de publicaciones.
507
90 Exposición de motivos para el establecimiento de una Escuela
Proyecto de conferencia en la Academia de San Carlos sobre la Superior de Planificación y Urbanismo en el Instituto Politécnico
«Formación del Arquitecto», el 30.9.1938. (manuscrito en alemán). Nacional de México. Taller de Urbanismo. José Luis Cuevas.
Comentario del texto en fichas de publicaciones.
531
94 Plan de Estudios del IPU para 1941.
Programa del «2º ciclo de conferencias sobre Italia».
545
95 Memoria del concurso para la comunidad española: Comentario en
Conferencia «Paseo de un Urbanista por Italia». fichas de publicaciones.
Transcripción completa en apéndice.
583 y 584
102 Agua Hedionda.
Análisis de su estadía en México: Descripción extremadamente
detallada de personas, instituciones y actividades durante el período 664
mexicano (en alemán). El Instituto Ruso Mexicano, la Embajada Soviética, Correspondencia con Paul Artaria.
la Secretaría de Trabajo, el Instituto Politécnico Nacional, los huéspedes
de su casa, la casa, Vicente Lombardo Toledano, el Partido Comunista de 743
[ 166 ] México, los diplomáticos suizos, los españoles, la Asociación Garibaldi [ 167 ] Condolencias J. Villagrán García.
784 21.8.1939 (alemán): quejas por su incierta situación; comentarios
Correspondencia con Paul Artaria sobre «Arquitectura y Decoración»; posibles contactos para Weiner
16.12.1938 (alemán): dificultades económicas; quejas por la «corrup- en Lima.
ción»; posibilidades de trabajo para Lena; noticias familiares. 7.10.1939 (alemán): respuesta de Weiner.
8.4.1940 (alemán): publicación de una casa de Artaria en «Arquitec- 26.10.1939 (alemán): Sus expectativas en el Instituto Politécnico;
tura y Decoración»; relaciones con una compañía cinematográfica pide a Weiner, ex Bauhaus, ex brigadista en la URSS, fotografías
norteamericana; su situación mejora; descripción de la pirámide en sobre ambas experiencias.
Cuicuilla; los indios. 1.1.1940 (alemán): respuesta de Weiner.
3.3.1947 (alemán): prepara un álbum sobre la Bauhaus; no llegan 12.3.1940 (alemán): Noticias familiares; su actividad en el Instituto de
fotos de Teo Ballmer; elogios de «Werk»; críticas a Bill. Urbanismo; comentarios sobre vida política mexicana.
?.12?1947 (alemán): describe dibujos de su tio Amadeus Merian en su 7.1.1947 (alemán): la publicación de un álbum sobre la Bauhaus; parti-
depósito de Ginebra; recuerda obras y proyectos del mismo; da referen- cipación de ex-alumnos residentes en USA y Suiza; pide fotografías y
cias sobre las actividades en México de Fritz Sulzbachner, alias Federico direcciones.
Bach; Bach complicó a H. M. en el asesinato de Trotzky; relaciones y 8.2.1948 (castellano): respuesta de Weiner.
trabajo de H. M. para la Embajada Suiza.
867
798 Correspondencia con familia Klee
Correspondencia con Hans Schmidt.
869
805/7 Correspondencia con Leopoldo Mendez
Correspondencia con «Carmen», «Leon» y «Mario».
870
823 Correspondencia con Ernst y Sasha Morgentaler
Enrique Yañez. 1.5.1940 (alemán): particularidad del medio social mexicano (enfren-
tamientos armados); recuerdos de sus relaciones con el arte abstracto;
829 reivindicación del realismo y críticas a Bill; estímulos de la cultura y el
Correspondencia con Hannes Beckmann. clima mexicanos.
21.2.1947 (alemán): Solicitud de participación de Hannes Beckmann en
el álbum sobre la Bauhaus: Referencias a Kandinsky y Klee. 871
Correspondencia con Gabriele y Genni Mucchi
842 20.2.1947 (francés)
Correspondencia con Margret Keller-Dambeck Consideraciones en torno a su participación en la Trienal de Milán.
5.5.1947 (alemán): Extenso relato sobre las actividades de Lena desde Duros comentarios acerca de la «neutralidad política» de A. Roth y M.
1931; trabajos de H. M. desde la partida de Alemania, su situación a la Bill. Alusión al «álbum sobre la Bauhaus».
fecha (clientes, proyectos); el paisaje geográfico y social mexicano; los
indios; direcciones de otros exalumnos de la Bauhaus (como Margret); 875
referencia al álbum sobre la Escuela. Correspondencia con Mario Montagnano
27.2.1949 (castellano): informaciones sobre política mexicana, en particu-
859 lar respecto del PP (Partido Popular?); vínculos con Lombardo Toleámo; el
Correspondencia con Tibor Weiner: jardín de la embajada Checa; interés por la izquierda en USA; dificultades
[ 168 ] 11.6.1951. (alemán) [ 169 ] económicas; deseo de volver a Europa; defensa del realismo del TGP.
15.4.1949 (castellano): informaciones sobre política mexicana, en mención de tres «grandes» posibilidades de trabajo como urbanista
particular respecto del PP (Partido Popular?) y del Partido Comunista; en México (ampliación de una industria, balneario en Acapulco,
referencias a las publicaciones del TGO; dificultades económicas; inten- balneario de aguas termales).
ciones de volver a Europa. 934
1949? (Sin fecha, a punto de embarcarse hacia Italia) (castellano): Dibujos
anuncio de la partida; expectativas en la venta del álbum TGP; planes
de trabajo en Europa; no quiere radicarse «detrás de la cortina». 944 a 955
Dibujos de «Los Remedios».
876
Carta de Ludwing Renn 1638 a 1858
Fotografías
879
Correspondencia con Karel Teige 2166/2100
1950? (alemán): Comentarios sobre los escritos de Teige y sobre el Fotografías de familia y amigos
trabajo del TGP, en particular de Méndez.
2030/2137
880 Fotografías de México
Taller de Gráfica Popular

884
Correspondencia con Federico Bach
11.1.1939 (alemán)

892
Correspondencia con Emil Grisheintz-Laval
19.1.1940 (alemán)

893
Correspondencia con familiares

905
Correspondencia con familiares
21.3.1947 (alemán): Descripción de la vida familiar; las actividades
artísticas de Lena; posibilidades de migración a Europa y los Estados
Unidos.

907
Correspondencia con su prima Rita
30.1.1948 (alemán): Solicita informaciones sobre publicaciones en
Suiza; comentarios sobre actividades familiares; alusión a publi-
[ 170 ] cación sobre la Bauhaus; referencias a sus actividades gráficas; [ 171 ]
4 URSS», propuesta de la brigada integrada por Meyer «urbanista en
Referencias bibliográficas de los artículos de Meyer jefe», el urbanista Geimanon y el arquitecto P. Bueking, 1931-1932; i)
en México citados «La capital de Birobidzhán, Extremo oriente, URSS», trabajo realizado
por el instituto «GIPROGOR» bajo la dirección de Meyer, 1933-1934;
m) «La cuenca del Perm en el Ural, URSS», ídem, 1934; n) «La ciudad
satélite de Nishni-Kourinsk en la cuenca de Perm en el Ural, URSS»,
proyecto de una brigada del «Standard Gorproyect», bajo la dirección
de Meyer, 1932; o) «La ciudad satélite de Molotovo en la cuenca de
Perm en el Ural, URSS», ídem.

• «El espacio vital de la familia», publicado en la revista Edificación


• «La formación del arquitecto», conferencia dictada en la Escuela Nº32, México, marzo-abril de 1940, revista de la ESIA (Escuela
Nacional de Arquitectura de la Academia de San Carlos el 29 de Superior de Ingeniería y Arquitectura). Instituto Politécnico
septiembre de 1938, oportunidad en la que Meyer fue presen- Nacional, en cuyo marco funcionaba el Instituto de Planificación
tado ante el público por el arquitecto José Luis Cuevas. Publicada Urbana que dirigía Meyer. El artículo es producto de uno de los
en la revista Arquitectura y Decoración Nº12, México, octubre de estudios realizados en el IPU. Reproducido en Rivadeneyra (1982).
1938. Reproducida en Rivadeneyra (1982) y en Winkler (1989) (en
alemán). • «Concurso arquitectónico para la Casa de España en México»,
revista Arquitectura Nº5, México, abril de 1940. Presentación
• «Experiencias de urbanismo», conferencia dictada en la Academia de los proyectos para el concurso de Mario Pani, primer premio;
de Bellas Artes de San Carlos el 4 de octubre de 1938. Publicada Enrique Yáñex y Ricardo Rivas, segundo premio; Carlos Tarditti,
en la revista Arquitectura y Decoración Nº12, México, octubre de Leopoldo Palafox y Víctor Pingarron, tercer premio; Hannes Meyer,
1938. Reproducida en Dal Co (1969/1972) y en Rivadeneyra (1982). Carlos Obregón Santacilia, Rafael Alvarez y Carlos Lazo; Ovidio
Botella, Roberto Fernánez Balbuena y Arturo Saenz de la Calzada;
Enrique de la Mora; Raúl Cacho, Enrique Guerrero y Alberto Arai.
El número 12 de Arquitectura y Decoración está completamente Los proyectos van acompañados de una «Portada» a cargo de José
dedicado a Meyer, por lo que junto a las dos conferencias se publica Luis Cuevas, asesor técnico del jurado, y un comentario de Manuel
buena parte de su obra, reseñada con pequeñas notas del mismo Chacón.
Meyer en el siguiente orden: a) listado de obas y publicaciones; b)
«Escuela Normal de San Pedro en Basilea», de Meyer y Wittwer, • «Bauhaus-Dessau, 1927-1930. Experiencias sobre la enseñanza
1926; c) conferencia «La formación del arquitecto»; d) «El palacio politécnica», revista Edificación Nº34, México, julio-septiembre de
de la sociedad de las Naciones en Ginebra», de Meyer y Wittwer, 1940. Publicado cuando todavía mantenía vinculaciones con la
1926-1927; e) «Centro de Educación sindical ADGB en Bernau, ESIA, es la revisión más amplia de Meyer sobre su período como
cerca de Berlin», de Meyer, 1928-1930; f) «Cursos de arquitectura director de la Bauhaus. Como tal tiene un valor documental que
de Hannes Meyer-Bauhaus-Desssau», reproducción de trabajo de lo ha convertido en el artículo más reproducido de los realizados
alumnos, 1927-1930; g) «Hogar cooperativo para niños en Mümliswill, por Meyer durante su permanencia en México: ver Schnaidt (1965)
Jura suizo», de Meyer, 1938; h) conferencia «Experiencias de (versiones inglesa y alemana), Dal Co (1969/1972) y Rivadeneyra
urbanismo»; i) «La colonia cooperativa de Freidorf, Basilea, Suiza», (1982).
de Meyer, 1919-1921; j) «Colonia Törten en Dessau, Alemania» trabajo
colectivo de los alumnos de la Bauhaus bajo la dirección de Meyer, • «El regionalismo en la edificación de la vivienda suiza», revista
[ 172 ] 1930; k) «Proyecto de extensión y reconstrucción del Gran Moscú, [ 173 ] Arquitectura Nº7, México, abril de 1941. Con una introducción de
una página, Meyer presenta y reseña cinco ejemplos de casas Puente de Alvarado», del ing. Arq. Antonio González Juárez, 1940;
rurales realizadas por arquitectos suizos: a) casa de Schenkon, o «Esquema del abastecimiento médico-sanitario de Ixtapalapa»,
junto al lago de Sempach, Luverna, arq. Giovanni Panozzo, 1937; de un grupo dirigido por Meyer y Cuevas, 1940), con imágenes
b) casa en Schlipf, arq. Ernst Egeler, 1938; c) casa en Arlesheim, de las colonias obreras de Balbuena y Chapultepec realizadas
arq. Ernst Egeler, 1938; d) casa de un pintor en Vierjuchartenew, por Juan Legarreta, 1932, y de los patios de vecindad, que Meyer
en Riehen, arq. Paul Artaria, 1935; e) casas gemelas en la Colonia reivindica como forma de habitación obrera. Publica, finalmente,
del Valle, México, arq. Paul Artaria y Hans Schmidt, 1929 (este el proyecto de la Colonia Obrera de las Lomas de Becerra, proyecto
es el único ejemplo suburbano más que rural, realizado por los que realiza en 1942 en la Oficina de la Sección de Habitación
arquitectos suizos para la familia de Schmidt). En las ilustraciones Obrera de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social que dirigía
reproducimos la portada del artículo con una imagen de la obra de Ignacio García Téllez; Meyer diseña el plan general y un tipo de
Panozzo. Reproducido en Rivadeneyra (1982). manzana, mientras que otros tipos son diseñados por otros (en el
artículo se publican la manzana tipo NºII, de Meyer, la manzana
• «El Hogar Infantil Cooperativo en Mumliswill (Jura suizo)», revista tipo NºI, de la arq. Kay B. Adams, y la manzana tipo NºV, del ing.
Arquitectura Nº8, México, julio 1941. Publicación detallada de la Humberto Cos). Reproducido en Rivadeneyra (1982).
obra que ya había presentado en el número especial de Arquitec-
tura y Decoración en 1938. Reproducido en Rivadeneyra (1982). • «Higiene industrial y arquitectura industrial», conferencia
pronunciada el 27 de julio de 1943 en el Segundo Congreso
• «El arquitecto soviético», revista Arquitectura Nº9, México, enero nacional de Higiene y Medicina del Trabajo, en el que Meyer
de 1941. Extensa presentación de la arquitectura soviética con participaba como representante de la Secretaría de Trabajo y
una serie de capítulos que tratan sucesivamente: a) estadísticas Previsión Social, publicado en Trabajo y Previsión Social Año XVIII,
de la planificación en la URSS desde el primer Plan Quinquenal, Nº70, México, noviembre de 1943. Reproducido en Rivadeneyra
1928; b) detalle de la organización del trabajo arquitectónico en (1982) y en Winkler (1987) (en alemán).
el estado; c) vinculaciones entre la arquitectura y la sociedad; d)
organización gremial de los arquitectos; e) desarrollo histórico de • Memoria de la primera planeación, proyección y construcciones
la arquitectura soviética de acuerdo a las 4 etapas económicas escolares de la República mexicana, 1944 a 1946, CAPFCE, México,
(Período de la reconstrucción y la NEP, 1923-27, y los tres planes 1946. La Memoria fue diseñada y editada por Meyer como conti-
quinquenales). El artículo está ilustrado con algunas pocas obras nuación de su trabajo de curador de la muestra que el CAPFCE
modernistas clásicas (como el edificio de Pravda, de Golosov), organiza en Bellas Artes en 1945 con los primeros resultados de la
obras de ingeniería, y sobre todo con edificios monumentales obra realizada. Meyer publica una pequeña introducción sobre los
(como la Biblioteca Lenin o la Academia Militar, ambas en Moscú). aspectos gráficos de la muestra y de la Memoria.
Reproducido en Dal Co (1969/1972) (allí aparece con el título «La
realidad soviética: los arquitectos») y Rivadeneyra (1982). • «La construcción de escuelas en México», artículo publicado en
la revista Bauen und Wohnen Nº7, Munich, 1951. Título original;
• «La ciudad de México. Fragmentos de un estudio urbanístico», «Schulbau in Mexiko»; reproducido en castellano en Rivadeneyra
revista Arquitectura Nº12, México, abril de 1943. Artículo en el que (1982). Meyer publica este artículo sobre la actividad del CAPFCE
Meyer ensaya una interpretación global de los problemas urbanís- una vez regresado a Alemania; es evidente el intento de Meyer
ticos de la ciudad de México a partir de los estudios fragmenta- por darle un carácter épico a la experiencia (que según sus
rios que habían realizado alumnos del Instituto de Planificación documentos personales repudiaba), a la vez que por otorgarse un
Urbana y del Plano Regulador de 1941. Meyer ilustra el artículo rol que estuvo lejos de cumplir.
con los estudios citados (por ejemplo: «Análisis del espacio de
[ 174 ] vida de una familia de empleado comercial en la ciudad de México, [ 175 ]
5 y «El arquitecto soviético») e ilustraciones de algunas de sus
Bibliografía comentada sobre Hannes Meyer obras. El trabajo de Dal Co se inserta en la obra de revisión del
Movimiento Moderno que se llevó adelante en Venecia, en el grupo
dirigido por Manfredo Tafuri, revisión que procuraba recupe-
rar para el análisis figuras y movimientos no relevantes para
las visiones oficiales de la historiografía, como Meyer, como las
gestiones socialdemócratas de la ciudad de entreguerras, la
arquitectura soviética o la fascista. En su introducción, Dal Co
analiza agudamente las contradicciones ideológicas de Meyer y,
a través de éstas, las de la arquitectura moderna en sus expre-
siones más radicalizadas; por esto le interesa tomar como centro
• Claude Schnaidt, Hannes Meyer. Bauten, projekte und Schriften. el período alemán de Meyer, haciendo esporádicas referencias
Buildings, projects and writings, Verlag Arthur Niggli AG, Teufen a su traslado a la URSS, momento en que el análisis se cierra.
AR (edición bilingüe alemán-inglés), Zurich, 1965. El libro está También porque es el alemán el momento más homogéneo; y es
compuesto de un prefacio de Tomás Maldonado, notas autobio- que el interés de Dal Co por mostrar en Meyer constantes que le
gráficas de Hannes Meyer, una introducción a cargo de Schnaidt, permitan hablar de las aporías del compromiso vanguardista, le
la reproducción de obras de Meyer entre 1919 y 1947 y algunos impiden seguir con precisión una figura tan cambiante.
de sus escritos referidos a la experiencia de la Bauhaus (en ese
carácter se publica «Bauhaus Dessau 1927-1930» como único • Patricia Rivadeneyra, «Hannes Meyer en México (1938-1949)»,
artículo posterior a 1930), una bibliografía organizada por Hannes en Apuntes para la historia y crítica de la arquitectura mexicana
y Lena Meyer, y un epilogo del editor, Arthur Niggli. El libro se del siglo XX: 1900-1980, Vol.I, INBA, Cuadernos de arquitectura
inserta en la revisión de la «historia oficial» de la Bauhaus llevada y conservación del patrimonio artístico Nº20-21, México, 1982.
adelante por la «Escuela de Ulm», y en esa condición es la primera En este artículo, Rivadeneyra realiza un análisis de la estadía de
reivindicación importante del período de la Escuela en el que Meyer en México apoyándose centralmente en entrevistas que
Meyer fue su director, en tanto reivindicación de la «línea técnica» le realiza a Lena Meyer y en materiales de archivo, y publica un
de la Bauhaus que Ulm quería retomar. Reivindica, por esto apéndice en el que reproduce una gran cantidad de los artículos
mismo, los aspectos vanguardistas y de compromiso contestata- de Meyer en México más algunos documentos inéditos. El trabajo
rio de Meyer, opacando todo aquello que en esta figura compleja de Rivadeneyra se inserta en el intento de construcción sistemá-
permita mostrar otras facetas e interpretar problemas que no tica de la historia de la arquitectura mexicana llevada adelante
sean sólo los de un contexto incomprensivo y reaccionario, de por el INBA, cuyos Cuadernos se organizan con artículos que van
cuyo contacto Meyer, para Schanidt, siempre sale intacto. abordando los diferentes períodos y problemas. Es fundamental
la puesta en circulación de los escritos de Meyer y es el primer
• Hannes Meyer, El arquitecto en la lucha de clases y otros escri- intento de reconstrucción documental de su itinerario mexicano,
tos, Gustavo Gili, Barcelona, 1972 (selección, prólogo y notas de aunque la fuerte impronta reivindicativa y de reconstrucción
Francesco Dal Co) (edición italiana: Hannes Meyer. Architettura biográfica simpática le dificulta a la autora el análisis crítico de
o rivoluzione. Scritti 1921-1942, Marsilio, Padova, 1969). El libro los mismos documentos que edita.
se compone de un prólogo con datos biográficos de Meyer, la
introducción de Dal Co «Hannes Meyer y la ‘venerable Escuela de • Rafael López Rangel, «Algunos antecedentes sobre el funcio-
Dessau’», una gran cantidad de escritos de Meyer, por primera nalismo arquitectónico y el pensamiento de Hannes Meyer en
vez algunos de su experiencia soviética (de su período mexicano México», en la misma publicación que el artículo de Rivadeneyra.
[ 176 ] reproduce «Experiencias de urbanismo», «Bauhaus Dessau…» [ 177 ] Es un intento similar al de esta autora por realizar una lectura
«de izquierda» de la inserción de Meyer y por reconstruir bajo Se convierte así en la primera recuperación institucional en
esa óptica toda la historia de la arquitectura moderna en México. Europa occidental de la trayectoria global de Meyer. El artículo
López Rangel realiza una comparación crítica entre las ideas de dedicado al período mexicano de Kleineruschkamp trabaja con
Meyer (extraídas sólo de sus artículos más «radicales») y las de documentación original pero no modifica en absoluto la visión, a
Villagrán García, paralelo que busca desacreditar la hegemonía esta altura canónica, de la figura del Meyer revolucionario y de la
casi completa que este último ha tenido en el panorama arqui- arquitectura mexicana.
tectónico mexicano durante buena parte de la segunda mitad
del siglo, pero que, por oposición, le lleva a confundir al Meyer
vanguardista con el soviético, a homologarlo en México simultá-
neamente con los «funcionalistas radicales» (Legarreta, O'Gor-
man, Aburto y Yáñez) y los arquitectos socialistas (UALS), y a
presentar una verdadera maqueta revolucionaria de un Meyer
preclaro e incomprendido, a gran distancia de la evidencia que
surge de los documentos.

• Klaus-Jurgen Winkler, Der Architekt Hannes Meyer. Anschauun-


gen und Werk, Verlag fur Bauwessen, Berlin, 1989. Este es uno de
los primeros libros publicados en Europa que procuran analizar
la trayectoria completa de Meyer, incluida su estadía mexicana.
Antes de este libro Winkler publicó en Alemania oriental gran
cantidad de artículos sobre Meyer. Desde la perspectiva de la
reivindicación del Meyer comunista, el libro muestra nuevamente
una figura revolucionaria, sin fisuras, y un panorama mexicano
que reproduce la lectura que del cardenismo y los gobiernos
posteriores realizó el Partido Comunista. Reproduce gran canti-
dad de material gráfico y algunos artículos de Meyer de cada
período (del mexicano: «Erziehung zum Architekten» (La forma-
ción del arquitecto), «Stadte in der Feuerprobe» (Ciudades en
la prueba de fuego), Freies Deutschland, México, 15-12-1941, e
«Industriehygiene und Industriearchitektur» (Higiene industrial y
arquitectura industrial).

• Werner Kleineruschkamp, «Exilarchtitektur: Hannes Meyer


in Mexiko», en AAVV, Hannes Meyer, architekt, urbanist, lehrer,
1889-1954, Berlin, 1989. El libro forma parte de la exposición que
se realizó sobre Hannes Meyer, organizada conjuntamente por el
Bauhaus-Archiv de Berlin, el Deutsches Architekturmuseum de
Frankfurt y el Institut fur Geschichte und Theorie der Architektur
del ETH en Zurich. En este carácter presenta una gran cantidad
de artículos sobre los diferentes momentos de Meyer, y una muy
[ 178 ] extensa documentación gráfica, organizada cronológicamente. [ 179 ]
→ Siendo el último mes del año dos mil diecinueve y en esta
página, queda registro que se terminaron de imprimir quinien-
tas copias de la primera edición en Chile del libro La Sombra
de la Vanguardia, Hannes Meyer en México en los talleres de
Donnebaum s.a. ¶ En sus tapas se utilizó papel Cocoon de
250 gr más barniz acuoso opaco por el tiro impresas en 4/1
colores, mientras que en su interior se utilizó papel bond
ahuesado de 80 gr impreso con Pantone 561 U ¶ Para la
composición de texto se utilizó una tipografía basada en el
diseño de las primeras fuentes grotescas de fines del siglo xix,
pero con particularidades propias del año 2018. Esta corres-
ponde a la familia GT Zirkon de la fundición suiza Grilli Type.

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