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La sombra de la vanguardia
Hannes Meyer en México
Índice
Prólogo 4
Daniel Talesnik
LA SOMBRA DE LA VANGUARDIA
Hannes Meyer en México
Adrián Gorelik
Jorge Francisco Liernur Prefacio a la edición chilena 16
COLECCIÓN YA FUE
EDICIÓN
Tomás Errázuriz Apéndice documental 140
Prólogo
Daniel Talesnik
[ 28 ]
Final de viaje: el arquitecto
en la construcción del
«capitalismo real»
Adrián Gorelik
[ 70 ] [ 71 ]
Notas rasgo: la compulsión por el cambio personales de Meyer que aparecen
radical en su propio pensamiento en en ese artículo parecen provenir de
cada viraje ideológico. una serie de charlas que mantuvo la
6 Sobre la discusión de la relación autora con Lena Meyer.
entre planificación y socialismo en 10 Hay muy pocos trabajos sobre los
las vanguardias, principalmente en viajeros al Sur; una de las reflexio-
relación al proceso abierto en la Re- nes más sugerentes sobre el tema en
volución Rusa, cfr. Manfredo Tafuri, Jorge Francisco Liernur, «Wladimiro
«El socialismo realizado y la crisis de Acosta y el expresionismo alemán»,
las vanguardias», y Rita di Leo, «De la Catálogo Exposición Wladimiro Acos-
NEP al Plan», ambos en AAVV, Socialis- ta, FADU-UBA, Buenos Aires, 1988.
1 Tulio Halperin Donghi, Historia encuentran en dos textos, el primero mo, Ciudad, Arquitectura. URSS, 1917- Sobre la relación de las vanguardias
contemporánea de América Latina, de principal valor ya que reproduce 1937, Comunicación, Madrid, 1973 (ed. con este tema, cfr. AAVV, Monte
Alianza, Buenos Aires, 1986. una gran cantidad de artículos de Original: Officina, Roma, 1971). veritá, Milano, 1978.
2 Héctor Aguilar Camín, Saldos de la Meyer, algunos inéditos: Patricia 7 La cita es de una frase del comenta- 11 Cfr. Marco de Michelis, «Cittá funzio-
Revolución, Océano, Mexico, 1984. Rivadeneyra, «Hannes Meyer en rista Manuel Chacón en la reseña del nale e cittá soviética. L'impossibile
3 Hannes Meyer, «Experiencias de urba- México (1938-1949)», y Rafael López edificio del Instituto de salubridad incontro», AAVV, URSS, La cittá, l'archi-
nismo», conferencia dictada en la Aca- Rangel, «Algunos antecedentes sobre y enfermedades tropicales, obra de tettura…, op. cit. Allí De Michelis cita
demia de Bellas Artes de San Carlos, el funcionalismo arquitectónico y José Villagrán García, en Arquitec- frases de Meyer durante sus giras
en la ciudad de México, el 4 de octubre el pensamiento de Hannes Meyer tura y Decoración Nº8, México, julio europeas resaltando el hecho de su
de 1938, publicada en Arquitectura y en México», ambos trabajos en de 1941. El edificio y el autor, como identificación con el proceso soviéti-
Decoración Nº12, México, octubre 1928. Apuntes para la historia y la crítica veremos, son paradigmáticos de las co «en primera persona del plural».
4 Las hipótesis historiográficas domi- de la arquitectura mexicana del siglo nuevas expresiones arquitectónicas 12 Cfr. Hannes Meyer, «Mi manera de
nantes en los pocos textos que se han XX: 1900-1980, vol.1, «Cuadernos que hegemonizarán la arquitectura trabajar», publicado en El arquitecto
ocupado de la estadía de Meyer en de arquitectura y conservación del mexicana desde el inicio de esa década, en la lucha de clases…, op. cit. Publi-
México se han detenido en resaltar su patrimonio artístico» Nº20-21, INBA, cuya experiencia global se ha nombrado cación original: «Wie ich arbeite»,
aislamiento, la incomprensión de la México, 1982. como Escuela Mexicana de Arquitectura. Architektura SSSR Nº6, Moscú, 1933.
que fueron objeto sus propuestas, sin 5 Francesco Dal Co, «Hannes Meyer y 8 Cfr. entre otros Claude Schnaidt, 13 Marco de Michelis cita la anécdota de
analizar exhaustivamente cuál fue la la “venerable escuela de Dessau”», Hannes Meyer, Buildings, projects and la reunión paralela que le organizan
relación de éstas con su trayectoria introducción a la recopilación de tex- writings (edición bilingüe inglés-ale- a Meyer en Berlín, como alternati-
anterior o con la situación de México a tos de Hannes Meyer, El arquitecto en mán), Arthur Nigli, Zürich, 1965; va radical al establishment de las
su arribo. En esencia, esas hipótesis la lucha de clases y otros escritos, Gili, Francesco Dal Co, «Hannes Meyer y reuniones preparatorias del CIAM; cfr.
creen ver llegar a México al Meyer Barcelona 1972 (ed. original: Hannes la “venerable escuela de Dessau”», «CIttá funzionale…», op. cit.
radical y vanguardista de 1928 y le Meyer. Architectura o Rivoluzione, Scri- op. cit.; A AV V, Socialismo, Ciudad, 14 Se trata de una frase popular recor-
atribuyen una marginalidad que la tti 1921-2942, Marsilio, Padova, 1969). Arquitectura…, op. cit.; Marco de dada por un dirigente comunista, José
sola descripción de los lugares desde Es notorio cómo Dal Co –en este texto Michelis y Ernesto Pasini, La cittá Revueltas, y citada en Arturo Anguia-
donde Meyer enuncia sus discursos, imprescindible, por otra parte, para soviética, 1925-1937, Marsilio, no, El estado y la política obrera del car-
como veremos, debería desbaratar. comprender al Meyer anterior al 30–, Venezia, 1976; A AV V, URSS, la cittá, denismo, ERA, México, 1975. Una visión
La discusión con estas hipótesis será en función de verificar las constantes l'architettura, 1917-1978, Paris, 1978. más ortodoxa del rol del comunismo
una constante en el presente ensayo; del pensamiento de Meyer desatiende 9 Citado en Patricia Rivadeneyra, op. durante el cardenismo y los años
[ 72 ] las expresiones más claras de ellas se lo que tal vez represente su principal [ 73 ] cit. La mayor parte de los datos posteriores en Anatoli Shulgovski,
México en la encrucijada de su historia, 21 José Vasconcelos fue el paradigma de ellos me he servido como fuente a candidato y asume dentro de esta
Ediciones de Cultura Popular, México, la revolución cultural en los primeros para este ensayo. normativa, pero en 1935 rompe con
1968 (ed. Original, Moscú, 1967). años veinte, proyectando su imagen y 23 Cfr. Carlos González Lobo, «Arquitec- Calles e inaugura el cardenismo.
15 Hannes Meyer, «La formación del la de la Revolución a nivel continen- tos en México…», op. cit. 27 Citado en Carlos González Lobo, op.
arquitecto», conferencia dictada en la tal; fundó la Secretaría de Educación 24 Cfr. Lorenzo Meyer, «El primer tramo cit., aunque este autor no señala la
Escuela Nacional de Arquitectura de la Pública y realizó una vasta actividad del camino», A AV V, Historia General de ruptura que esta posición de Aburto
Academia de San Carlos del 29 de sep- educativa, en la que los murales de México, vol.4, op. cit. Una perspectiva conlleva con el modernismo funcio-
tiembre de 1938; publicada en Arquitec- Rivera, Orozco y Siqueiros ocuparon de la historia económica en Enrique nalista del trío radical, manteniendo
tura y Decoración Nº12, México, octubre un lugar clave. Es extensísima la Cárdenas, «La gran depresión y la in- en bloque a este grupo contra el resto
de 1938 (subrayado en el original). bibliografía sobre estos temas; para dustrialización. El caso de México» y del campo arquitectónico. La com-
16 Juan O'Gorman, «Conferencia de la una semblanza de Vasconcelos, cfr. E.V.K. Fitzgerald, «La reestructuración prensión de la particular inserción de
Sociedad de Arquitectos Mexicanos», José Joaquín Blanco, Se llamaba a través de la depresión: el estado y Meyer en la situación mexicana, en
México, 1933, reproducida en Ida Vasconcelos, FCE, México, 1977; entre la acumulación de capital en México, nuestro caso, pasa por la percepción
Rodríguez Prampolini, Juan O'Gorman, todo lo que se ha escrito sobre el 1925-1940», ambos en Rosemary de esta ruptura regionalista con el
arquitecto y pintor, UNAM, México, 1982. muralismo resalta, por la originalidad Thorp (comp.), América Latina en los modernismo, la que ya se hace evi-
17 Hannes Meyer, «El nuevo mundo», del enfoque, Carlos Monsiváis, op. años treinta, FCE, México, 1988. dente en las mismas Pláticas.
publicado en El arquitecto en la lucha de cit. y Octavio Paz, «La pintura mural», 25 Las pláticas se constituyen en una 28 Idem.
clases, op. cit. Publicación original: «Die recopilación de artículos sobre el manifestación de los nuevos ali- 29 Ida González Pramplini, op. cit.
Neue Welt», Das Werk Nº7, Zürich, 1926. tema en Los privilegios de la vista, en neamientos producidos en el campo menciona la anécdota sobre la
18 Cfr. Hannes Meyer «Directrices para el «México en la obra de Octavio Paz», arquitectónico desde finales de los impresión en O'Gorman de aquella
contenido (reportaje)», texto manuscri- vol. 8, FCE, México, 1987. años veinte. Varios textos se han consigna de Zárraga.
to del archivo Meyer, reproducido en El 22 Sobre la arquitectura mexicana ocupado de ellas, reproduciendo 30 Cfr. Tulio Halperin Donghi, op. cit. y
arquitecto en la lucha de clases, op. cit. de este período puede verse Israel diferentes párrafos de algunas de las Lorenzo Meyer, op. cit., quienes con-
19 Cfr. Marco de Michelis y Ernesto Pasini, Katzman, La arquitectura moderna en conferencias y dando interpretacio- testan simultáneamente a las ver-
La cittá socialista…, op. cit. para ver el México, donde se encuentra la visión nes confrontadas de sus significados; siones oficiales tradicionales –que
peculiar rol que jugó Meyer entre el gru- canónica del «Movimiento Moderno» principalmente véase Israel Katzman, dieron una versión desproporcionada
po de europeos en la URSS, más como de los años sesenta. Visiones más op. cit., para una perspectiva antifun- de los logros de la Reforma agra-
funcionario orgánico que como técnico. puntuales en Carlos González Lobo, cionalista y antirradical; Carlos Gon- ria– y a las versiones revisionistas
20 Es mucho lo que se ha publicado y co- «Arquitectos en México durante zález Lobo, op. cit., cuyo texto ofrece las que apoyándose en los magros
mentado sobre la Generación de 1915; la cuarta década: el Maximato, el una buena cantidad de citas de con- cambios económicos en el campo
las hipótesis más sugerentes pueden cardenismo», en Apuntes para la ferencias; Ramón Vargas Salguero, pretendieron desconocer los efectos
encontrarse, entre otros trabajos, historia y crítica de la arquitectura op. cit. e Ida Rodríguez Prampolini, op. políticos de la Reforma y la inciden-
en Carlos Monsiváis, «Notas sobre la mexicana en el siglo XX: 1900-1980, cit. quien hace una defensa militante cia de éstos en una visión más global
cultura mexicana en el siglo XX», AAV, vol., en «Cuadernos de Arquitectura de las posiciones de Juan O'Gorman. del proceso económico.
Historia general de México, vol. 4, El co- y Conservación del Patrimonio 26 Maximato se denomina en México al 31 Juan O'Gorman, «Conferencia…», op. cit.
legio de México, México, 1976; Enrique Artístico» Nº22-23, SEP, INBA, México, período posterior a la presidencia de 32 Sobre estas posiciones en la URSS
Krauze, Caudillos culturales de la revo- 1982; Ramón Vargas Salguero, «Las Calles, entre 1928 y 1934, cuan- ver Francesco Dal Co, «Arquitectos y
lución mexicana, SEP, México, 1985; Luis reivindicaciones históricas en el do los diferentes presidentes son ciudades, URSS 1917-34», y un testi-
González, Los artífices del cardenismo, funcionalismo socialista», ídem, vol. propuestos por (y siguen respon- monio valiosísimo en Hans Schmidt,
«Historia de la Revolución Mexicana», 1, Nº20-21; Ida Rodríguez Prampolini, diendo a) este último, a quién se «Las relaciones entre la arquitectura
[ 74 ] vol. 14, El Colegio de México, 1979. Juan O'Gorman…, op. cit. De todos [ 75 ] llama el Jefe Máximo. Cárdenas llega soviética y la de los países occi-
dentales entre 1918 y 1932», ambos contra Meyer en la Escuela Superior Contreras, México 1940. Industrializa- 42 Como señala Rafael López Rangel,
trabajos en A AV V, Socialismo, ciudad, de Ingeniería y Arquitectura (ESIA) ción y crisis política, Siglo X XI, México, op. cit., una de las vías de la implan-
arquitectura…, op. cit. También en –tema que se desarrolla más adelan- 1977, y en las tesis opuestas de tación del funcionalismo en México
Paolo Ceccarelli, La construcción de te–. O'Gorman se vincula a Trotsky a Anguiano y Shulgovsky ya citadas. La se da a través de la enseñanza de
la ciudad soviética, Gili, Barcelona, través de Diego Rivera, quien junto relación entre la política comunista la arquitectura técnica impulsada
1972. En general, son posiciones que a Frida Khalo lo recibió y alojó en mexicana y la situación internacional, desde la SEP como alternativa a la
revisan el vanguardismo y tienden a México, aunque al tiempo ambos en ese proceso que se ha dado en universidad y a su autonomía liberal:
explicar la voluntad soviética desde rompieron escandalosamente con el llamar browderismo entre 1938 y 1945, en 1922 se crea la Escuela Nacional
1931-32 en su ruptura con los movi- trotskismo; cfr. Diego Rivera, Arte y aparece en Manuel Caballero, La de Maestros Constructores que se
mientos y los técnicos europeos. política, Grijalbo, México, 1979. En Los internacional comunista y la revolución convierte en 1927 en Escuela Técnica
33 Ver Ramón Ruiz, México, 1929-1958. El privilegios de la vista, op. cit., Octavio latinoamericana, Caracas, 1987. de Constructores; en 1932 Bas-
reto de la pobreza y el analfabetismo, Paz realiza una severa crítica de la 38 Gustavo Baz era un médico que sols crea la ESC y en 1937 se forma
México, 1977; las Misiones culturales, relación y el abandono oportunista de desempeñaría un papel central en la el Instituto Politécnico Nacional
la llegada del agua a los poblados Rivera y Khalo a su anterior protegido. planificación sanitaria de los años cua- (IPN), donde la carrera de ingeniero
rurales, la construcción de carreteras 37 A partir del VII Congreso de la renta como Secretario de Salubridad constructor de la ESC se convierte en
y los efectos de la emigración golon- Internacional Comunista, en 1935, del gobierno de Avila Camacho. Incluso la Escuela Superior de Ingeniería y
drina de los braceros, en este texto se cuando se toma la histórica consig- llegará a ser uno de los candidatos ofi- Arquitectura, donde radicará Meyer
vinculan plausiblemente, desde una na de frente popular, el PCM inicia cialistas para la presidencia en el pro- el Instituto de Planificación Urbana
perspectiva de análisis de las polí- un acercamiento a Cárdenas que ceso de selección interna del partido durante su breve existencia. Es decir,
ticas educativas, en un diagnóstico terminará en una sujeción unilateral oficial que culmina con la candidatura un verdadero sistema paralelo de
de la modernización compulsiva del a las políticas del PRM por mucho de Alemán; cfr. Luis Medina, «Civilismo educación superior.
México de los años treinta. tiempo, durante todo el gobierno y modernización del autoritarismo», en 43 Cfr. Patricia Rivadeneyra, op. cit.,
34 Esta similitud ha sido señalada por de Avila Camacho (1940-46) y parte Historia de la Revolución Mexicana Nº20, quien transcribe los diversos proyec-
Carlos González Lobo, op. cit. El caso del de Alemán, apoyando incluso el Colegio de México, México, 1979. tos que Yáñez y Cuevas presentaron
del Moral no ha sido aún analizado, a ambas candidaturas, una vez que se 39 Sobre las revueltas en la universidad, con la colaboración de Meyer.
nuestro juicio, bajo una perspectiva habían hecho oficiales, contra las de cfr. Victoria Lerner, «La educación 44 Sobre estas tres figuras, cfr. Ramón
que valore su lugar en estas búsque- otros sectores más progresistas del socialista», Historia de la Revolución Vargas Salguero, op. cit., y el libro de
das regionalistas que luego se harán partido de gobierno; cfr. Luis Javier Mexicana Nº17. El Colegio de México, Katzman también citado.
emblemáticas de México. Garrido, El PRI, la formación del nuevo México, 1978. La mayor parte de los 45 José Antonio Cuevas, «El subsuelo
35 Cfr. Adrián Gorelik y Pancho Liemur, estado en México, 1928-1945, FCE, autores citados señalan el rol prota- de la ciudad de México», Arqui-
«Los bordes del jardín. Una aproxima- México, 1980. Allí se analiza, entre gónico en las revueltas de la ENA de tectura y Decoración, vol. II, Nº11,
ción rioplatense a la arquitectura de otras cosas, el rol de un dirigente Enrique Yáñez, un joven arquitecto que septiembre de 1938.
Luis Barragán», Arquitectura Sur Nº2, comunista como Encinas, que incluso se desempeñará luego junto a Meyer. 46 Enrique Yáñez y Ricardo Rivas, «Sin-
Mar del Plata, 1990. llegó a participar como candidato en 40 La relación de Campos con las dicato Mexicano de Electricistas»,
36 Esta polémica no ha sido abordada elecciones internas del PRM, aunque Misiones Culturales ha sido señalada revista Arquitectura y Decoración Nº6,
específicamente en la historiografía luego fueran desconocidas oficial- por Carlos González Lobo, op. cit. México, julio de 1940. En el mismo
arquitectónica, aunque aparecen es- mente por la fuerte desconfianza que 41 No es ajena a la vinculación de número el crítico Manuel Chacón, en
porádicas referencias en los textos ya el partido de gobierno tenía frente Meyer con la revista la relación que su sección Arquerías, llama irónica-
citados, sobre todo en el de Patricia al comunismo a pesar de todos sus mantiene con su editor, Cañedo mente «caja de píldoras» al bunker de
Rivadeneyra, quien culpa a la influen- esfuerzos. Distintos aspectos de esta Gerard, indicada por Liernur en la defensa armada que los arquitectos
[ 76 ] cia de O'Gorman por las resistencias conflictiva relación en Ariel José [ 77 ] segunda parte de este libro. previeron en el proyecto.
47 Raúl Cacho, Alberto Arai, Enrique intensa polémica con Gropius y los 60 El partido mexicano, en particular, al 65 Cfr. la serie de trabajos del IPU repro-
Guerrero y Balbino Hernández, representantes de la otra Bauhaus; que Meyer se liga desde su llega- ducidos por Patricia Rivadeneyra, op.
«Proyecto de la Ciudad Obrera de de hecho, en lo que continúa como da, llevaría esa línea al extremo de cit.
México», Arquitectura y Decoración, Bauhaus oficial en Estados Unidos, convertirse en un mero apéndice del 66 Hannes Meyer, «El arquitecto soviéti-
vol II, Nº11, septiembre de 1938. y en la recuperación que luego hace partido de gobierno durante todo el co», Arquitectura Nº9, México, enero
48 Esta hipótesis de una línea de arti- la Alemania de la posguerra, la período de Avila Camacho, disol- de 1942 (reproducido con el título
culación-superación se desprende experiencia de Meyer es asordinada viendo su estructura organizativa «La realidad soviética: los arquitec-
con claridad de los textos de Vargas hasta casi hacerla desaparecer de la tradicional y compartiendo, de hecho, tos» en El arquitecto en la lucha de
Salguero y López Ranguel citados y, historia de la escuela. Por otra parte, con la Confederación de Trabajado- clases y otros escritos, op. cit.
aunque matizadamente, aparece tam- los textos críticos que recuperaron res Mexicanos, su cambio de lema: 67 Cfr. Manuel Chacón, «Arquerías»,
bién en pasajes del de González Lobo. más tarde la gestión de Meyer en de «por una sociedad sin clases», se Arquitectura Nº8, julio de 1941, dedica-
49 Hannes Meyer, «El arquitecto en la lu- la Bauhaus –como los de Schnaidt pasa a otro más ambiguo pero que das a la arquitectura en la URSS, donde
cha de clases», publicado en el volumen o Dal Co citados– han tomado este justificaba la colaboración plena con comentando el Plan para Moscú dice
del mismo nombre, op. cit. Publicación artículo descontextualizadamente, el capital, «por la emancipación de que se eligieron las tendencias «cen-
original: «Siegen Fragen über Architek- como una fuente objetiva acerca de México». Citado en Lorenzo Meyer, «El tristas»: ni las extremistas (como la de
tur», Leva fronta, Praga, 1931-32. lo que la Bauhaus del período en el primer tramo del camino», op. cit. Le Corbusier) que pretendían demoler
50 Mostakov, «El despreciable legado que Meyer la dirigió fue en realidad, 61 El proyecto de la Casa de España está todo Moscú, ni las «conservadoras»:
de Erns May», Architektura SSSR Nº9, sin intentarse nunca el análisis del publicado, junto a los de los otros «es curioso hacer notar –dice luego
Moscú 1937, citado en Mario de Mi- texto en las peculiares condiciones concursantes, en Arquitectura Nº5, Chacón–, de paso, que un urbanista
chelis, «La organización de la ciudad de producción del exilio mexicano. México, abril de 1940. «El regionalis- extranjero a México, pero actualmente
industrial en el Primer Plan Quinque- 56 Hannes Meyer, «Bauhaus-Dessau», op. cit. mo…» apareció, por su parte, en Ar- entre nosotros, fue uno de los repre-
nal», en A AV V, Socialismo, ciudad, ar- 57 Por ejemplo, ver Arkady Mordinov quitectura Nº7, México, abril de 1941. sentantes de estas últimas tendencias,
quitectura…, op. cit. También analiza en su comentario «La exposición del 62 José Luis Cuevas, «Concurso arquitectó- tendencias consistentes en modelar a
el tema Hans Schmidt en su ya citado Bauhaus en la URSS», Moscú, 1931, nico para la Casa de España en México». base de zonas concéntricas, conforme
artículo del mismo libro. de donde se citan las frases entreco- Arquitectura Nº5, México, abril de 1940. a la usanza de otros tiempos».
51 Hannes Meyer, «Experiencias de urba- milladas. Allí reivindica la gestión de 63 La voluntad de premiar a Meyer está 68 Podría decirse que en este entrela-
nismo», op. cit. Meyer por contraste con las anterio- mencionada en Manuel Larrosa, Mario zamiento se resume la alianza bélica:
52 Idem. res de Gropius, y analiza su «fracaso» Pani, UNAM, México, 1985, y también «La contribución real de México a la
53 Hannes Meyer, «La formación del como una consecuencia lógica de los se desprende de los comentarios de causa aliada fue de otro orden (no
arquitecto», op. cit. límites impuestos por las condiciones Cuevas en el artículo citado. bélico). En virtud del tratado de co-
54 «Viaje al extranjero. Nueva sociedad: capitalistas; publicado en El arquitec- 64 «Sus trazados de planta –escribe mercio de 1940, una comisión de Mé-
Allegro energico» anota Meyer en el to en la lucha de clases, op. cit. Meyer sobre los ejemplos de regio- xico y los Estados Unidos ideó planes
punto 16 de sus «Apuntes para una 58 Hannes Meyer, «Bauhaus-Dessau», op. cit. nalismo suizo que presenta en el de producción y fijó los precios de las
biografía», manuscrito del archivo 59 Todo el proceso de la ruptura, una artículo–, con más singularidad de materias primas que México enviaría
Meyer reproducido en El arquitecto en vez que fue inevitable, fue presen- elementos que de conjunto, están a su vecino del norte: minerales
la lucha de clases, op. cit. tado de este modo por Meyer, lo que hechos al gusto del respectivo dueño más algunos productos agrícolas; se
55 Este artículo se ha difundido con- se desprende tanto de sus cartas al de casa, como si fueran trajes hechos estableció también un programa de
siderablemente debido a que es el burgomaestre de Dessau, como de a la medida, encarnación de los di- braceros para contribuir a remediar la
primer balance de Meyer en el que las referencias a la experiencia que versos deseos personales del dueño, falta de mano de obra agrícola en los
recupera orgánicamente su Bauhaus. realiza en sus giras europeas en los de su esposa, de su suegra…». «El Estados Unidos como consecuencia
[ 78 ] Por lo mismo, llegó a generar una primeros años treinta. [ 79 ] regionalismo…», op. cit. de la guerra», Lorenzo Meyer, op. cit.
69 Cfr. Leopoldo Solis, Planes de desarro- y sus posiciones que elude cualquier L'urbanisme sovietique, Paris, 1931. original: «Schulbau in Méxiko», Bauen
llo económico y social en México, SEP referencia concreta a su efectiva expe- 79 Hannes Meyer, «Proyecto de exten- und Wohnen Nº7, Munchen, 1951. En
Setentas, México, 1975. riencia en los equipos estatales. sión y reconstrucción del Gran Mos- él, Meyer se otorga un papel mucho
70 Lorenzo Meyer, op. cit. 75 Por ejemplo, «Ejemplo de análisis cú-URSS», Arquitectura y Decoración más importante en los planes del ente
71 Arkady Mordinov, op. cit. del espacio de vida de una familia Nº12, México, octubre de 1938. estatal que el que realmente jugó.
72 Hannes Meyer, «Experiencias de urba- de empleado comercial en la ciudad 80 México, 1943; reproducida en Patricia 90 Idem; esta frase es el único reparo
nismo», op. cit (subrayado en el original). de México DF (Puente de Alvarado)», Rivadeneyra, op. cit. que explicita Meyer en su propagan-
73 Artículo y proyecto se publican en de Antonio González Juárez bajo la 81 Cfr. ídem. da. En las notas personales de Meyer
Arquitectura Nº12, abril de 1943. dirección de Hannes Meyer, repu- 82 Cfr. Domingo García Ramos, Planifi- sobre lo realizado por CAPFCE, que
74 Conviene aclarar que el conocimiento blicado en «La ciudad de México. cación de edificios para la enseñanza, utiliza para su análisis Liemur en la
historiográfico sobre las modalidades Fragmentos…», op. cit. UNAM, México, 1970. segunda parte de este libro, aparece
precisas de ese compromiso es toda- 76 Cfr. Héléne Riviére D'arc y Claude 83 Cfr. Ramón Ruiz, México, 1920- con mayor claridad su posición crítica
vía lamentablemente escaso; inversa- Bataillon, La ciudad de México, SEP 1958…, op. cit. sobre el proyecto del que participaba
mente proporcional, podría decirse, a Setentas, México, 1973. 84 Idem y Victoria Lerner, «La educación y que, como señalé más arriba, siguió
la profundidad de sus consecuencias. 77 Hannes Meyer, «La ciudad de México, socialista», op. cit. propagandizando públicamente –y
No se conocen investigaciones sobre Fragmentos…», op. cit. 85 Cfr. Octavio Paz, «Contemporáneos», nuevamente «en primera persona del
los archivos de las oficinas públicas 78 Es la conocida circunstancia por la cual en México en la obra de Octavio Paz, plural»– muchos años después de
en las que Meyer colaboró, como Kaganovich zanjó en 1931 las turbu- vol. 5, FCE, México, 1987. su vuelta a Europa. Es indudable la
para contar con fuentes secunda- lentas discusiones en la vanguardia 86 Cfr. Ramón Ruiz, op. cit. necesidad de Meyer de rescatar su
rias capaces de indicar cuál fue su soviética sobre cómo debía ser la 87 Cfr. José Villagrán García, «Apuntes trabajo en México desde una perspec-
efectiva inserción, cuál su papel en la ciudad socialista (discusiones sobre la para un estudio», Arquitectura Nº3, tiva progresista; y la contradicción se
consolidación del tipo de gestión que relación entre cambio urbano y cambio México, 1939, artículo inicial de una hace dramática cuando notamos que
se desarrolla, qué lugar ocupó frente social que se cuentan entre lo más serie que se prolongará por varios se adjudica un rol que estuvo lejos
a los equipos técnicos locales que en interesante del debate urbanístico de años, en la que Villagrán termina de de cumplir, pero en una gestión que
estos años adquieren su definitivo este siglo), planteando –en una célebre dar forma a una teoría tan influyente internamente despreciaba.
perfil. La ausencia de esta informa- intervención– la futilidad de todo el durante casi treinta años como criti- 91 Es notorio cómo Meyer describe
ción bien podría deberse a una más debate: una vez hecha la Revolución, cada en los últimos veinte. minuciosamente estos aspectos de
de las enormes lagunas que recorren dice Kaganovich, todas las ciudades de 88 La frase de Torres Bodet es citada por su trabajo en el artículo que publica
la aún incompletísima historia de la la Unión Soviética son ya socialistas, ya Ramón Ruiz, op. cit. La de Enrique del en la Memoria… del CAPFCE citada,
arquitectura en los países de América que el socialismo es un contenido que Moral está en su «Informe de la zona Memoria que, por otra parte, diseña y
Latina; sin embargo, creo que aquí ha la ciudad y la sociedad reciben por obra de Guanajuato», en CAPFCE, Memoria edita. No dispongo de suficientes ele-
influido notoriamente el prejuicio con de la Revolución más allá de sus formas de la primera planeación y proyección mentos como para afirmar con cer-
el que la historiografía revisionista se contingentes, y plantear cualquier de construcciones escolares de la Repú- teza la existencia de una voluntad en
ha acercado al período que comienza modo de «transición» implicaría negar blica Mexicana, 1944 a 1946, México, Meyer por ocupar ese rol secundario;
en 1940, despreciando en bloque to- ese dato de la realidad, posición que 1946. Y la de José Villagrán García bien podrían haber sido diferentes
das las expresiones de la arquitectura se adoptó oficialmente; cfr. F. Svetlov en su introducción en esta misma sus aspiraciones encontrándose con
oficial. Difícilmente pueda encontrarse y S. Gornyi, «La ciudad socialista en la Memoria… del CAPFCE. un rechazo en el equipo de dirección
un estudio detenido sobre la produc- sociedad sin clases», artículo de 1934 89 Ver «La construcción de escuelas en técnica del Comité que le impidiese
ción estatal, y los trabajos dedicados reproducido por P. Ceccarelli, op. cit. México», artículo de propaganda de hacerse cargo de alguno de los pro-
específicamente a Meyer prefieren Marco de Michelis y Enrico Pasini, op. la acción del CAPFCE reproducido yectos de escuelas o de la planifica-
[ 80 ] mantener una semblanza de su obra cit., a su vez, citan de L. M. Kaganovich, [ 81 ] en Rivadeneyra, op. cit. Publicación ción de alguna zona; es lógico, por
otra parte, que Meyer no se sintiera
a gusto subordinado a arquitectos
por quienes sentía enorme desprecio.
Pero aun en ese caso, también hipoté-
tico, sí parece evidente que su forma
de trabajar en los aspectos gráficos
y de la exposición, Meyer los levanta
enfáticamente como manera de dife-
renciarse del trabajo arquitectónico
del CAPFCE. De todas maneras, el que
se haya mantenido dentro del mismo
en esa posición subalterna no es, a mi
juicio, sino una prueba más de su va-
cilante actitud frente a la posibilidad
de insertarse en el estado mexicano
y en sus políticas en el campo de la
planificación y la arquitectura.
92 Rafael López Rangel, op. cit.
93 Walter Benjamin, «Sobre el Libro de
lectura para los habitantes de las ciu-
dades», uno de sus «Comentarios sobre
poemas de Brecht» en Brecht, Ensayos
y comentarios, Arca, Montevideo, 1970
(edición original: Versuche über Brecht,
Suhrkamp Verlag, Frankfurt am Main,
1966). En el comentario Benjamin reto-
ma una idea de Arnold Zweig sobre el
tema del exilio en el poema de Brecht.
[ 82 ]
Ilustraciones
01
01. Página de la revista Arquitectura y Decoración Nº12, México, octubre de 1938. Número especial dedicado a la presentación de Hannes Meyer en México, en
el que se publicaron las dos conferencias que dictó en ocasión de su primera visita, el cv que inicia en esta página, y una gran cantidad de obras y proyectos.
03
04
02
05
02. Hannes Meyer, axonométrica del proyecto para el concurso de la Casa de España en México, 1940. Publicado en Arquitectura Nº5, México, abril de
1940 (número dedicado a los resultados del concurso). / 03. Análisis dirigidos por Hannes Meyer en el Instituto de Planificación Urbana, republicado en
Hannes Meyer, «La ciudad de México. Fragmentos de un estudio urbanístico», Arquitectura Nº12, México, abril de 1943. / 04. Sección de Habitación Obrera,
Secretaría de Trabajo y Previsión Social, Plano general de la Colonia Obrera de Lomas de Becerra diseñado por Hannes Meyer, publicado en Hannes Meyer,
«La ciudad de México. Fragmentos de un estudio urbanístico», Arquitectura Nº12, México, abril de 1943. / 05. Hannes Meyer, proyecto Manzana de Corpus
Christi para el Banco Nacional, axonométrica, 1946. Stiftung Bauhaus Dessau.
06
08
07
06. Hannes Meyer, «El regionalismo en la edificación de la vivienda suiza», Arquitectura Nº7, México, abril de 1941. / 07. Antigua construcción escolar de
Chiapas, fotografiada por Meyer y expuesta en la muestra del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas, México 1946,
Memoria del CAPFCE 1944-1946. / 08. Exposición del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas, México 1946, Memoria del
CAPFCE 1944-1946. La exposición fue diseñada por Hannes Meyer, a quien se ve posando frente a uno de los paneles.
09
11
10
09. Prototipo de escuela rural tipo para la Huasteca veracruzana, expuesta en la Plaza de las Bellas Artes durante la muestra del CAPFCE, Memoria del
CAPFCE 1944-1946. / 10. Idem, interior. / 11. Enrique del Moral, escuela primaria rural, Casacuran, Yuritzia, Guanajuato, Plan del Comité Administrador
del Programa Federal de Construcción de Escuelas 1944-1946, Memoria del CAPFCE 1944-1946.
12
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12. Idem, galería interior. / 13. Roberto Álvarez Espinosa, escuela primaria urbana, Jerez, Zacatecas, Plan del Comité Administrador del Programa Federal
de Construcción de Escuelas 1944-1946, Memoria del CAPFCE 1944-1946. / 14. Luis J. Rivadeneyra, escuela rural, «Emilio Carranza», construida por los
vecinos, Toxtlacuya, Veracruz, Plan del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas 1944-1946, Memoria del CAPFCE 1944-1946.
15
16
17
15. José Villagrán García, Escuela de la República de Costa Rica, México DF, Plan del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de
Escuelas 1944-1946, Memoria del CAPFCE 1944-1946. / 16. Revista Construyamos escuelas Nº1, Comité Administrador del Programa Federal de Construcción
de Escuelas, México, agosto de 1947, diseño y edición Hannes Meyer. / 17. Edición de «La Estampa», del Taller de Gráfica Popular dirigido por Meyer, 1949.
18
19
18. Dibujo lineal de Los Remedios realizado por Hannes Meyer en 1945. / 19. Dibujo lineal de Los Remedios realizado por Hannes Meyer en 1945.
La «síntesis dialéctica»:
regionalismo, indigenismo
y clasicismo en el
pensamiento maduro
de Hannes Meyer
«No sólo hemos sido expulsados del centro del
Jorge Francisco Liernur mundo y estamos condenados a buscarlo por selvas
y desiertos o por vericuetos y subterráneos del
Laberinto. Hubo un tiempo en el que el tiempo no
era sucesión y tránsito, sino manar continuo de un
presente fijo, en el que estaban contenidos todos
los tiempos, el pasado y el futuro.»
Octavio Paz.
[ 99 ]
❶ estructura de solidaridad de militantes y exiliados (si bien comete
el error de identificar a Vittorio Vidali con el arquitecto Carlos
Las opiniones acerca de los motivos del viaje de Hannes Meyer a Contreras). Ninguno ha tenido en cuenta la ayuda o el estímulo que
México suelen ser coincidentes. Para Klaus-Jurgen Winkler, puede haber recibido de unos familiares directos de Hans Schmidt,
su compañero de redacción de «ABC», residentes en la ciudad de
Meyer viajó a USA en el verano de 1938 y de allí a México con la México y para quienes éste había construido en 1929 una casa,
esperanza de encontrar en el continente americano un nuevo en sociedad con Paul Artaria, otro viejo amigo de Meyer. Tampoco
campo de acción1. se ha examinado adecuadamente su relación con Canedo Gerard,
personaje decisivo en el ambiente de la cultura arquitectónica
Según Claude Schnaidt, mexicana. La esposa de Canedo Gerard estaba vinculada a los más
altos niveles sociales y políticos locales, y fue él quien lo hospedó
será en México, país al que viajará en 1938 para participar de una durante los primeros días luego de su llegada5.
conferencia internacional de planeamiento urbano, donde habrá de De todos modos, más allá de huecos que irán
encontrar los amplios horizontes y el clima social que necesitaba2. llenando futuras investigaciones, puede coincidirse por ahora en la
descripción del cuadro de esperanzas que movilizaron a Meyer y su
A juicio de Patricia Rivadeneyra, familia en este difícil traslado de 1938-1939: efectivamente, con su
tradición revolucionaria, su gobierno populista, y sus amplias libertades
alguien tan inquieto como él no veía probabilidades de desarrollarse de expresión y acción, México era en los años treinta una meta de la
en Europa; por todo esto, su viaje a USA y México le abre nuevas progresía internacional. Es probable que, como tantos otros, y aunque
posibilidades, lo que significa una nueva aventura en un campo no era un exiliado, Meyer se haya sentido atraído por estas razones.
desconocido en donde, piensa él, puede aplicar sus conocimientos Las dudas mayores se presentan cuando se anali-
con mayores posibilidades de obtener buenos resultados3. zan las causas de su retorno a Europa, diez años después. En los
trabajos señalados se proponen tres versiones diferentes.
Y en uno de los últimos trabajos sobre el tema, Werner Kleinerus- El Meyer de Rivadeneyra vuelve a su país por los
chkamp asegura que mismos motivos laborales, con un leve fondo político pero casi
individualistas, por los que había partido:
junto a las actividades realizadas según sus convicciones políticas
y en conjunto con las realizaciones personales anudadas (a fines de se encuentra cansado, no ve más posibilidades que le aporten satis-
los treinta), también las condiciones políticas de México favorecie- facción de tipo personal. El desarrollo del régimen político mexicano,
ron el traslado de Meyer4. que tocaba a su fin, le había decepcionado sobremanera. Pensaba
que el momento era ideal para regresar a trabajar a Europa.
Más allá de algunas diferencias de matiz (como la que se advierte entre
la acentuación de lo laboral en Rivadeneyra y de lo político en Kleinerus- Kleineruschkamp despolitiza a «su» Meyer y atribuye el regreso a
chkamp), los distintos autores coinciden en que por distintos motivos razones exclusivamente profesionales:
México ofrecía a Meyer un escenario más propicio para el desarrollo de
sus ideas que la Europa de los autoritarismos o la conflictiva URSS. en marzo de 1949 él no veía ya más posibilidades de trabajo en
También coinciden en la descripción de los México, y estaba dispuesto a viajar a algún sitio, incluso a los USA
contactos previos con el ambiente mexicano o los aspectos organi- o a Canadá. (…). (Finalmente) decidió volver a Suiza y desde allí
zativos del traslado. La historiadora mexicana juzga decisiva la buscar nuevas posibilidades de trabajo.
relación directa de Meyer con el Presidente Lázaro Cárdenas,
[ 100 ] mientras que el investigador alemán destaca la importancia de la [ 101 ] Schnaidt en cambio imagina el regreso del «viejo» Meyer, sabio y enfermo.
Este resolvió a fines de 1949 volver a su Suiza natal, y se ❷
«retiró a un tranquilo pueblo del Ticino para compilar y trabajar con calma
las ideas que había coleccionado a lo largo de toda su rica experiencia». Para comprender el peso relativo del período en su biografía
La de Winkler es una descripción del mismo tono. conviene hacer al menos dos observaciones.
Tanto él como Schnaidt preservan a «su» Meyer (y a su propio análi- La primera es que el período más significativo de
sis) del «demasiado complicado» pasado mexicano, y establecen la obra de Meyer, vale decir aquel que ha suscitado el mayor interés
como determinante de su última mudanza una razón positiva que crítico por sus propuestas y actitudes, ocupa un espacio muy breve
no resulta históricamente de ese pasado. Como en otras ocasiones de su biografía. Puede decirse que esta etapa de la vida de Meyer
a lo largo de su vida, Meyer se habría desplazado hacia y no de una abarca aproximadamente desde la publicación de «Die Neue Welt»
situación determinada. De manera que el Meyer del regreso a Europa hasta su partida hacia la URSS. Esto es: desde 1924 hasta 1930. Puede
es para Winkler el mismo héroe épico que ya ha dibujado a lo largo de discutirse el término ad quem, e incluir las experiencias que realizara en
todo su libro, y las razones de su trabajo son entonces no solo positi- la Unión Soviética y la obra del Jardín de Infantes de Mümliswill; pero
vas sino también, una vez más, militantes: aun así, el Meyer «histórico» habría existido solo durante la década que
transcurre entre mediados de los años veinte y treinta.
Ciertamente Hannes Meyer había fortalecido a través de sus Una década, y esta es la segunda observación, tal
contactos (con ex alumnos del Bauhaus) sus esperanzas de tomar como la que duró su estadía mexicana. Por añadidura se trata de su
parte del proceso democrático de reconstrucción europea del lado más larga permanencia ininterrumpida en un sitio (una misma ciudad,
de las fuerzas progresistas. Con el apoyo de sus amigos suizos e una misma calle, una misma casa), desde que dejó por primera vez
italianos se preparó para el regreso6. Suiza en 1905, cuando tenía 16 años. A partir de entonces vivió siete
años en Alemania (1905-1912), dos en Inglaterra (1912-1913), dos en
El desacuerdo sobre este punto parece reflejar la decepción y la Suiza (1914-1916), dos nuevamente en Alemania (1916-1918), siete en
perplejidad que provoca en los observadores la inconsistencia de la Suiza (1919-1926), tres otra vez en Alemania (1927-1930), seis en URSS
producción de Meyer durante este período. Quien la examina debe (1930-1936), tres en Suiza (1936-1939) y, luego de la década mexicana,
hacer sus cuentas por un lado con unos pocos proyectos no especial- los cinco últimos años de su vida nuevamente en Suiza. Resulta enton-
mente significativos –en contraste con la larga duración de su ces evidente la necesidad de redimensionar la importancia de este
estadía–, pero además con la brutal diferencia entre los sentimien- período, y en consecuencia del tramo «histórico» de su biografía.
tos hacia México que Meyer manifiesta a su llegada y a su partida Visto de este modo, el más difundido Meyer «duro», el
para Europa. «En México viven ustedes en un país que se cuenta entre abanderado del racional-constructivismo, debería ser considerado más
las más progresistas democracias del mundo»7, fue la esperanzada bien como una expresión particular y relativamente fugaz dentro de una
frase con la que concluyó su primera conferencia. «Tengo después biografía que para ser adecuadamente delineada exigiría articulaciones
de la experiencia de estos últimos años el vivo deseo de salir de este algo más complejas que las habitualmente construidas10.
ambiente pútrido»8, escribió a su amigo Mario Montagnano diez años Siguiendo esta línea, podría entenderse su produc-
más tarde. Entre ambas expresiones media un abismo de dolorosas ción durante la década mexicana como un momento de fortaleci-
frustraciones; el mismo dolor que le hará confesar no mucho después, miento de su reflexión teórica; resultado, entre otros factores, de
a su amigo Lica Steiner: «no quiero enterrarme vivo como hasta ahora»9. sus frustraciones proyectuales y constructivas. Las huellas de esta
Nuestra tarea consistirá en formularnos las pregun- reflexión existen y están dispersas en su numerosa correspondencia,
tas que de este contraste se desprenden, y en particular aquellas en conferencias y escritos inéditos, y en las dos autobiografías que
acerca de la forma en que la realidad mexicana impactó las ideas constituyen en conjunto un minucioso balance de su vida y de su obra.
de Meyer, tomando el suyo como un ejemplo emblemático, aún en Si se recompone el estado de ideas de Meyer en el
su excepcionalidad, del cruce entre las líneas más radicales de la momento de su llegada a México podrá advertirse que su principal
[ 102 ] vanguardia europea y las condiciones latinoamericanas. [ 103 ] preocupación consistía en articular el radicalismo de los años veinte
con los nuevos temas y problemas que se originaban en su propia del proceso vital de su sociedad». Pero incorpora un matiz que
experiencia en la URSS y en la consigna del «realismo socialista». otorga más precisión a su idea; «el arquitecto –dice allí– es un
Una de las intenciones más evidentes de su artista, puesto que todo Arte es orden. Esto es: la realidad trans-
primera conferencia en México, en 1938, fue la de diferenciarse ferida a un nuevo orden». Entre el orden de las «cosas mismas» al
de aquel funcionalismo radical, dejando en claro que a su juicio que parece aludir la primera definición, y el orden de la «realidad
la Arquitectura no podía surgir como una respuesta directa a transferida» que aquí se propugnaba, media el amplio campo de
los requerimientos empíricos (a la manera en que la hacía un conflictos desencadenado por el «realismo».
«conocido y amigo en Polonia» a partir de las condiciones climáti- Por eso es comprensible que en el original mecano-
cas). En su significado más profundo, la preocupación por la articu- grafiado de la conferencia se lea junto a la palabra Ordnung su
lación citada no era una novedad en la trayectoria de Meyer. La acepción francesa manuscrita por Meyer: la ordonnance era una de
relación construcción/belleza o, mejor, el lugar de los Valores en la las ideas clave de la estructura conceptual académica14. Referida a
lógica moderna de la producción material constituían desde hacía la ordinatio vitruviana, la idea de ordonnance había sido confundida
mucho tiempo un tema recurrente de su indagación. muchas veces con el «orden» en el sentido clásico, vale decir como
Aunque definida a partir de un conjunto complejo relación entre las componentes figurativas de la arquitectura. Pero es
de determinaciones, ya en «Die Neue Welt» la Arquitectura era consi- obvio que Meyer quería separarse de esa acepción, y eso se aclarará
derada como «organización» de ese conjunto. «Construir es solo más adelante, cuando escriba que
organización», planteaba allí, y agregaba: «la nueva obra de arte se
conforma mediante medios primarios en forma exacta y elemental»11. como artista (el arquitecto) debe dominar los distintos sistemas
Pocos años después, durante su período en la de órdenes, de órdenes artísticos. Con ello no pienso en el orden
Bauhaus, escribiría que corintio o dórico, a los que por supuesto debe conocer. Pienso en
particular en los órdenes sicológicos de tipo linear, superficial o
todo arte es orden, orden en las contradicciones entre esto y plástico. Pienso en las tensiones entre diferentes materiales, sus
aquello, orden de las impresiones sensibles de la visión humana, y estructuras superficiales, las relaciones entre masas, grupos y
de todos modos objetivo, determinado por la sociedad. El arte no es objetos aislados, las particiones… en síntesis en los instrumentos
medio de belleza, ni tampoco cuestión afectiva, el arte es orden12. de una configuración (Gestaltung) sicológica15.
Meyer empleaba en ese trabajo la palabra Gestaltung, que puede tradu- En esta última definición Meyer parece aludir al concepto de ordonnance
cirse en castellano como configuración con construcción de la forma. en el sentido en que lo emplea Quatremere de Quincy; esto es, como
Pero Gestalter no es equivalente a Formgiver, dador de forma en inglés,
con su referencia a cierta creatividad caprichosa o al menos subjetiva. la manera en que el arquitecto ha ordenado las masas, las partes, los
Gestalter es el conformador, el generador de la estructura de la forma. detalles considerados en su conjunto, en su efecto en la impresión que su
La búsqueda de esta estructura de la forma era aspecto produce, así como en el carácter que debe ser propio del edificio16.
para Meyer equivalente a la búsqueda de una «armonía»:
Conviene advertir que si bien Meyer no emplea la palabra «carácter»,
La nueva enseñanza de la construcción (Baulehre) es una enseñanza hace uso de este concepto académico tradicional cuando para subra-
del conocimiento del estar-ahí (Dasein). En tanto que enseñanza de la yar más aun su desvinculación con el funcionalismo sostiene que
configuración (Gestaltunglehre) es el canto sublime de la armonía13.
debemos resolver los problemas de la construcción (Baupro-
La armonía debía ser el resultado de una adecuada estructura de la forma. bleme) en forma dialéctica (es decir en un nuevo tipo de relacio-
En su primer discurso mexicano, Meyer concibe nes respectivas) y debemos configurarlos en forma diferenciada,
[ 104 ] al arquitecto también como «ordenador y configurador (Gestalter) [ 105 ] esto es, en un nuevo tipo de formas funcionales (Funktionsformen).
Una escalera no pude ser sólo «un medio de subida», como lo han De aquí que más tarde, en su escrito «Der Archi-
hecho algunos funcionalistas vulgares. Dependiendo de su coloca- tekt im Klassenkampf» de 1932, bajo la presión del debate sobre
ción social esa escalera puede reclamar un paso festivo o una el realismo en la URSS, y haciéndose cargo de las consecuencias
subida rápida. El edificio para una estación ferroviaria no será sólo teóricas del principio del «socialismo en un solo país», debió autocri-
experimentado por el habitante como un elemento de la vida de ticarse por los «errores de anteriores opiniones liberales y reformis-
su ciudad: será estimado también por el viajero de paso como un tas». La separación fue cancelada rotundamente:
edificio más del propio trayecto, vivido por él como un conjunto. El
espacio teatral puede proporcionar el ordenamiento de los distin- la exclusión del arte en la construcción, algo sostenido por una
tos sectores sociales que lo visitan o subrayar con la forma de un parte de los modernos arquitectos del capitalismo –proclamó–, me
anfiteatro la igualdad de la democracia17. parece un síntoma de la decadencia de la cultura burguesa21.
Tal vez debido a su formación académica, Meyer nunca había abando- Esa primera expresión del viraje fue desarrollada en su artículo de
nado la búsqueda de alguna estructura racional para la forma. Pero 1933, «Wie ich arbeite». En él, Meyer caracterizaba a la disciplina como
inmerso en el universo teórico productivista de los años veinte, un instrumento de la «lucha de clases», instrumento que así como
tendió a pensar esta estructura en su expresión más abstracta. en un momento había sido usado en su beneficio por la «burguesía»,
En esta línea deben entenderse su interés por el debía ahora ponerse al servicio del «proletariado» triunfante. En esta
arte de la vanguardia belga, las características del número de «ABC» línea dirá luego, en la mencionada conferencia de 1938, que «la arqui-
que él organizó, así como la incorporación a la Bauhaus del Prof. Dr. tectura es un arma. Un arma de la cual solía aprovecharse en todas las
Karlfried Graf, conde de Dürckheim, para trabajar en el concepto épocas la clase dominante respectiva para sus exclusivos intereses».
de la Gestaltungteorie18. También en este contexto puede explicarse Si en «Die Neue Welt» el despliegue de la nueva
que en el período en que fue su Director, la Escuela haya publicado técnica había sido identificado con la renovación progresista de
en su revista el trabajo de H. Neugeboren «Eine Bach-fuge im Bild», la sociedad, ahora comenzaba a formularse la idea de una Técnica
en el que se procuraba extraer leyes formales «arquitectónicas» de neutra, sin signo político o ideológico o, mejor, con un signo
la música de Bach19. Meyer comenzó a pensar en esos años la teoría genéricamente «humano». Para ponerla en condiciones de contri-
de la armonía musical como el puente que podía trazarse entre la buir a una renovación social progresista, era necesario añadir
racionalidad matemática y el mundo de la sensibilidad humana. a la Técnica una voluntad, un programa de este signo. Y sólo la
Pero recién se vio obligado a formular el problema clase obrera, en tanto abanderada de la «herencia humana» en su
de manera perentoria cuando sus circunstancias lo obligaron a conjunto, estaba en condiciones de proveer a ese programa.
reconocer a la forma arquitectónica como instrumento de poder, y Por este motivo, en su mensaje de 1938 a los arqui-
por tanto como representación, además de expresión de necesida- tectos mexicanos, Meyer sostendrá que la Arquitectura es «una de las
des práctico materiales. La vía de escape del círculo de hierro de los herramientas humanas que sirven al poder dominante para fortalecer
estilismos adoptado como respuesta oficial de la URSS a este tema, su posición». El Marx del «XVIII Brumario», el defensor de la construc-
fue el estudio sistemático de la armonía clasicista. ción de la cultura revolucionaria a partir de los elementos más valio-
Dicho de otro modo. A pesar de su interés por sos del pasado, servirá como la referencia teórica más apropiada en
la racionalidad de la estructuración formal, Meyer había organi- «El arquitecto soviético», donde será postulado: «La cultura soviética
zado su búsqueda basándose en el principio de separación entre no puede florecer sobre un montón de escombros. Cada cultura nueva
Arte y Construcción. «Construir es un acontecimiento biológico. está seleccionando lo mejor de la anterior para hacerla evolucionar».
Construir no es un proceso estético», sostenía en «Die Neue Wellt», Su posición era la que impulsaba el stalinismo
y agregaba: «todo arte es composición, y con ello contrario a una como expresión cultural de la política hacia los aliados durante
finalidad (Zweckwidrig)». Por lo tanto, la forma de lo construido debía la guerra. Analizando las consecuencias de esa política en el caso
[ 106 ] ser «un producto de la fórmula función + economía»20. [ 107 ] italiano Alberto Asor Rosa ha escrito acertadamente que
como Minerva del cerebro de Júpiter, al día siguiente de la libera- del «regionalismo»–; o bien se destacaban los contenidos simbó-
ción, salió armada con el repertorio de lugares comunes marxis- licos de esa Forma, contenidos en consecuencia históricos que
tas la concepción de la relación necesaria entre vieja y nueva conducían a la segunda vía, la del «nacionalismo».
cultura, entre herencia de la tradición e impulsos transformado- En la medida en que destacara aquellas expresio-
res y regeneradores de la «ideología proletaria». Una vez que se nes que eran producto de la estandarización y la simplificación como
planteaba el concepto de unidad antifascista de la cultura, se consecuencia de largos procesos históricos en condiciones de extrema
concluía inevitablemente que el desarrollo cultural debía ser visto pobreza de recursos, la revalorización del regionalismo no planteaba
como un continuum sin interrupciones, del que la posición marxista a los modernistas gruesos problemas teóricos. Personajes como Le
era solo el último y más elaborado apéndice22. Corbusier, Pagano o Tessenow ya habían fundamentado con éxito su
preferencia por las formas puras articulando requerimientos «objeti-
Como eco de esta política cultural, y de una manera de la que se vos» de la industrialización con la fuerza de las tradiciones populares.
percibe cierta vocación provocatoria, los trazados reguladores Todo lo contrario ocurría con la cuestión de la
palladianos, las formas constructivas de la tradición, e incluso Arquitectura como lenguaje, vale decir como retórica del Poder. Por
las leyes conformadoras de los órdenes clásicos comenzaron a ser eso fue este el problema sobre el que Meyer concentró sus mayores
presentados por Meyer como instrumentos de los que «el arqui- esfuerzos en la década del cuarenta, y sobre el que siguió trabajando
tecto revolucionario» debía servirse. hasta sus últimos días. «Creo –escribía a Karel Teige en 1950– que
Su viraje teórico resulta más evidente si se compa- nuestra generación no puede dejar este mundo sin haber realizado la
ran sus formulaciones con las de sus compañeros políticamente más conexión entre la cultura burguesa del pasado (siglos XIX y XX) y el
radicales. Karel Teige por ejemplo, quién durante los años treinta Nuevo Mundo»24, y en 1953 le contaría a Edmund Collein que
siguió adjudicando a la Arquitectura un signo ideológico siempre
favorable al dominio de las «clases explotadoras». Remitiéndose por en nuestro aislamiento usamos ampliamente el tiempo estudiando
su parte al Engels de El Origen de la Familia, Teige sostenía que en nuestro archivo de familia, donde las primeras ediciones de los
tanto lenguaje, aquella estaba por definición en posición antagónica ensayos de Winckelmann se mezclan con las arquitecturas del siglo
con respecto a la naturaleza por representar sólo y únicamente el XVIII de Woods para Bath, con Palladio y Ledoux y con los grabados
discurso de esa dominación. Una «sociedad liberada» –pensaba– no originales de Piranesi. Desde el punto de vista del materialismo
construiría una «arquitectura liberada», sino que destruiría la noción histórico, la nueva vida se desarrolla a partir de los antiguos
misma de «Arquitectura liberada», lo que permitiría a los hombres grabados. Quién sabe si alguna vez el fruto de estos estudios
reencontrarse pacíficamente con su ambiente originario23. servirá a la construcción en Alemania25.
En el debate staliniano la revalorización del vínculo
entre Arquitectura y «clase dominante» llevaba a entender la Forma Meyer ya había registrado durante el período soviético los límites
como representación del Poder, y esto suponía volver a incorporar a la que imponía la declinación «nacionalista» de la reacción antifun-
Historia en la concepción de la disciplina: el pasado que «Die Neue Welt» cionalista, advirtiendo una contradicción que se agudizaría trági-
había decretado obsesivamente muerto volvía a instalarse en el presente. camente en México. Es que al sostener la legitimidad de una
Pero entonces la «cuestión del poder» obligaba a replantear también la expresión nacional de la forma arquitectónica, o como él wolffi-
relación Arquitectura/Pueblo/Nación: «proletario en el contenido, nianamente la llama, de un «sentimiento nacional de la forma
nacional en la forma» sería, como es sabido, la fórmula del stalinismo arquitectónica», se veía obligado a excluir su propia acción «inter-
para el arte, fórmula que encarnó finalmente en el «realismo socialista». nacionalista», en tanto arquitecto extranjero.
Si se la consideraba un postulado inevitable, la La premisa «nacionalista» reducía sus posibles
cuestión de la particularidad local de la Forma podría declinarse actividades a las fases en las que podía presumirse una mayor
de dos modos: o bien se hacía hincapié en las determinaciones neutralidad en la proyectación, centradas en el análisis de las
[ 108 ] materiales de esa particularidad –y de este modo se elegía la vía [ 109 ] «condiciones objetivas». No era posible de este modo participar con
plenitud en la operación de síntesis que requiere finalmente toda ❸
actividad arquitectónica. A diferencia de los miembros de las «briga-
das» radicales, era la propia aceptación de los postulados stalinistas Adrián Gorelik analiza en la primera parte de este libro las complejas
los que conducían a Meyer a marginarse en la URSS. condiciones políticas y el estado del debate arquitectónico mexicano al
concluir la década del treinta, dejando en claro los principales límites
Yo entiendo que en la lucha por una forma de expresión nacional que esas circunstancias concretas imponían al discurso de Meyer.
de la arquitectura deben caer concepciones personales (…) –le Por lo que allí se ha visto, puede advertirse que la
escribe a N. J. Kolli–. Pero yo soy un europeo del oeste, una cruza principal ocasión para pensar sistemáticamente en términos «regio-
de allamanes y hugonotes, y no puedo aportar nada de «nacional» nalistas» se le ofreció en oportunidad de su vinculación al CAPFCE. Si
a la arquitectura soviética26. bien es cierto que no parece haber desempeñado en este organismo
un rol protagónico, su inserción en el equipo y el tipo de trabajos
Y dirigiéndose a Carola Bloch-Pjotrkawska reafirmará esa convicción: desarrollados le permitió conocer las posibilidades y los límites de
una «arquitectura regionalista» en el caso latinoamericano.
Estoy absolutamente de acuerdo con el viraje nacional que la arqui- Es que según Meyer, la producción de esa «arquitec-
tectura (como otras manifestaciones culturales) debe experimentar tura regionalista» solo era concebible, paradójicamente, en las condi-
allá. Esta es claramente una necesidad política en un mundo en el ciones de una administración centralizada y altamente racionalizada
que los intereses nacionales se han transformado en armas para la del ciclo económico general; algo que era un rasgo común a Suiza y a la
defensa cultural. Comparto absolutamente ese viraje, pero como no URSS28, pero inexistente por definición en las condiciones de la periferia.
ruso soy incapaz de hacer alguna contribución al respecto27. Conviene reconocer aquí la diferencia entre arqui-
tectura regional –es decir producida históricamente en una zona
Frente a estas dificultades, Meyer procuró examinar las posibilidades determinada– y arquitectura regionalista en tanto expresión
de la declinación «regionalista» del dilema. Tuvo una buena oportuni- particularizada de un sistema global. En una sociedad liberada
dad de hacerlo en Birobidzhán, durante el que sería el último tramo de –pensaba Meyer–, tipologías y técnicas locales completarían
su experiencia soviética. Allí estudió y observó largamente las formas una producción que debía tener un corazón centralizado. Era ese
tradicionales de la construcción maderera, típica de esa región. corazón centralizado el que debía encarnar la racionalidad produc-
La primera oportunidad de poner en práctica tiva y simultáneamente el plus ideológico a que antes aludía-
estas ideas se le presentó cuando ya había cerrado el capítulo mos, por cuanto sería en él donde la Nación encontraría su propio
soviético y esperaba encontrar formas de reinsertarse en Suiza, discurso como expresión del pueblo en el poder. En la terminología
en ocasión del proyecto y construcción del Jardín de Infantes de marxista esto significaba propugnar una «relación dialéctica» entre
Mümliswill. Pero si el uso de la madera o de la piedra según las ambos extremos de una polaridad centro/región.
modalidades tradicionales probaban la viabilidad del cruce entre En un documento de 1946 que analizaremos
premisas modernistas y usos locales, al hacerlo dejaban abierto enseguida con mayor detalle, Meyer describe las condiciones en
un nuevo interrogante, mucho más difícil de resolver. En efecto: que el «regionalismo» le parece posible y necesario, refiriéndose
si el regionalismo era posible en la Suiza capitalista, ¿cuál era el al caso de la «Nueva Italia» recién liberada de la opresión fascista.
espacio propio en el que el «proletariado triunfante» podía y debía Eran I) «una reconstrucción premeditada, dirigida y económicamente
encontrar los elementos para una disputa por la hegemonía? planeada –no anárquica–»; 2) la «zonificación regional con la red de
Era evidente que una respuesta posible podía varias y pequeñas industrias dirigidas desde un centro regional»; 3)
buscarse en la articulación entre ambas ideas, y Meyer llegó a México «la estandarización y prefabricación de elementos de construcción
con estos interrogantes abiertos y esperanzas de resolverlos favore- y de casas enteras y (…) las nuevas invenciones de materiales»; 4)
cido por lo que imaginaba como una revolución nacional y popular – «la planificación dirigida, nacional, regional y local»; 5) la creación
[ 110 ] no proletaria– paradigmática. [ 111 ] de «formas semicooperativas para labores en el campo, la atención
médica y el consumo o venta de productos»; 6) el «fraccionamiento Y no lo era porque una condición básica que caracteriza a los países
de los grandes latifundios y (la protección) de la pequeña propiedad económicamente dependientes es la de una «irracionalidad» de su
privada de tamaño mediano o pequeño, facilitándole créditos, maqui- ciclo productivo no determinado sólo desde el interior de sus propios
naria e instrucción agrícola»; 7) «la búsqueda de equilibrio entre intereses y necesidades, sino principalmente por los factores exter-
ciudad y campo»; y 8) la «democratización de la zona urbana por nos a los que están sometidos. Dicho de otro modo: en un sistema de
medio de la circunvalación para el tránsito, fraccionándola en una red centralidad desplazada, el «regionalismo» podía constituir solo una
de satélites y colonias conectadas entre sí». forma de expresión de deformaciones estructurales, relativa arbitra-
Es este el marco en el que consideraba que era posible riedad organizativa y tendencias a la disgregación.
Es comprensible que para un europeo «cruza de
Desarrollar el regionalismo en ambos aspectos, el material y el allamanes y hugonotes» como Meyer, esta «irracionalidad» fuera
cultural; la fábrica, la iglesia, el centro médico, la casa cuna, etc. sencillamente impensable; y por eso no podía ser leída como
elaborados sobre los mismos programas (sub. aut.), modifica- expresión de un problema, sino como una verdadera enfermedad
rán su actitud arquitectónica, según las costumbres y el folklore endémica con la que por algún motivo nunca mencionado, México
regionales: en consecuencia habrá tipos (sub. aut.) de fábricas, de habría sido castigado: la «corrupción».
iglesias, de escuelas, etc., sicilanos, venecianos, bergamascos y En un artículo publicado en Alemania en 1951 –«La
eventualmente triestinos. construcción de escuelas en México»31– Meyer se refiere en tono
positivo al tema que describe como protagonista, pero entre líneas
Se podía y debía para ello puede leerse su crítica al ambiente mexicano. El trabajo destaca
la gran dimensión de la tarea realizada por el CAPFCE, destacando la
Basar la obra de reconstrucción del país en la movilización de las rapidez de ejecución y la diversidad –regional, precisamente– de sus
propias fuerzas; en los millares de profesionales, en las industrias y construcciones: de caña y paja en las áreas tropicales, de piedra en
materiales locales y regionales, y en ese artesanado tan creativo29. la meseta, de hormigón en las ciudades. Pero Meyer advierte que esto
no fue el producto de un plan general meditado sino de una repetida
Era lógico que con la misma matriz argumental Meyer reivindicara en voluntad política. Por este motivo –escribe– «los responsables debieron
México la estructura parcelaria y tipológica del damero latinoame- realizar inesperados volúmenes de obra en tres años»; y se pregunta:
ricano. El damero debía mantenerse no tanto como una pervivencia
nostálgica, sino como el embrión de una sociedad futura. Fue en su ¿puede extrañar frente a estas condiciones, que la calidad técnica
trabajo sobre «La ciudad de México» donde escribió que de las construcciones sea tan variable?
A la crítica entendida en el oficio no se le puede escapar
Carlos Marx dice que en el cuerpo de la sociedad que se desploma –concluye más adelante– que en estos seis años de masivos planes
ya empiezan a formarse los núcleos de la sociedad que vendrá a de construcción escolar en México pueden rastrearse muy pocos
reemplazarla. Esta tesis puede también ser aplicada a las formas elementos técnicos unificados. La amplia autonomía de los distin-
de vivienda en el cuerpo de una ciudad. Bajo este punto de vista tos Estados estimula una tipización regional. Incluso el elemento
hay que referirse a la manzana compuesta de vecindades, creación básico de la construcción escolar, la clase, no se ha unificado en
típicamente mexicana (…) Aunque el factor que ha creado este tipo sus medidas ni en su amoblamiento32.
de manzanas es el elemento especulador en terrenos y viviendas; no
puede desconocerse que esta forma de agrupamiento de familias Lo que se lee entre líneas en esta versión pública de su experien-
representa el primer paso de una nueva convivencia urbana (…)30. cia, se presenta en forma descarnada en sus apuntes autobiográfi-
cos privados. En ellos, el CAPFCE es descripto como «una escuela de
Sin embargo, en la realidad de las condiciones de producción mexica- la acción por camarilla», y se caracteriza a sus miembros mediante
[ 112 ] nas, el programa de un «regionalismo integrado» no era posible. [ 113 ] rasgos sombríos –«borrachos», «pederastras»–, protagonistas de
episodios turbios como el «intento de asesinato» de un padre a su frecuente en las descripciones europeas, especialmente anglosajo-
hijo, o la instalación de la «concubina» como secretaria por parte de nas, de los sudamericanos, Meyer escribe en su primera carta a su
uno de los directores, en medio de una trama de amores «perversos»33. amigo Paul Artaria, en diciembre de 1939:
«Plena cultura de la corrupción», en la que sus
colegas a cargo de la conducción del proceso –Villagrán García, Mario no has conocido en tu vida ningún país en el que viven tantos y
Pani, José Luis Cuevas y Enrique Yáñez– solo se habrían interesado tan enormes vagos vagabundeando, ni tantos estafadores, tunan-
según Meyer «en asegurarse un buen bocado del encargo». tes, espías, etc. Esto empieza por el ministro y termina bien abajo.
Meyer salió repugnado de este ambiente, tan Tanta estafa suele encontrarse con frecuencia en ciertos chistes,
atónito como cuando debió abandonar el ISPU 34, y como se sentiría pero aquí es realidad. Y uno es víctima de esos perros37.
luego al dejar el IMSS, también «burocratizado y corrupto».
Su actitud presenta las dos caras de las posicio- Que no se trata de apreciaciones coyunturales o sectoriales, sino un
nes puritanas extremas, ya que a la vez que una muestra inusual juicio totalizante lo demuestra no sólo su imposibilidad de inserción,
de integridad ética y moral, su inflexible estructura de valores sino también la extensión de sus observaciones a todos los grupos con
constituye un patrón rígido que elimina todo margen de compro- que fue vinculándose. De ser cierta, tamaña extensión, esa «malfor-
miso. Como consecuencia, el complejo tejido cultural, social y mación» podía intentar comprenderse, pero para eso era necesa-
político de una sociedad que no encaja en aquella estructura rio revisar principios teóricos y convicciones fundamentales; una
termina siendo juzgado con soberbia. De manera que en este caso, tarea extremadamente difícil, es cierto. De no hacerlo, el camino
como no será la validez universal de las premisas regionalistas lo más frecuente y más directo en estos casos es el del racismo. En
que se ponga en duda, su fracaso será atribuido a la incapacidad sus más íntimas reflexiones, Meyer no pudo evitarlo: aludiendo en
de la sociedad mexicana para poder aceptarlas. su apunte autobiográfico a los desarreglos y la presunta venalidad
Desde la interpretación stalinsta del marxismo, de Vicente Lombardo Toledano –el más importante líder sindical
Meyer no podía comprender las «irracionalidades» mexicanas ni como latinoamericano de su tiempo– dejó escapar su terrible creencia
jirones de otro modelo cultural, ni como producto, entre otros factores, profunda: «cada pueblo tiene los dirigentes que se merece»38.
de la misma «racionalidad» productiva global originada en el «centro»; Acorralado por sus propios argumentos, como ya
puesto que no era la validez de esa «racionalidad» lo que esa inter- le había ocurrido en la URSS (y en Suiza, y en el Ruhr, y en Berlín, y
pretación cuestionaba. El resultado fue su aislamiento creciente y su en la Bauhaus), debía huir nuevamente. Como el traslado físico no
desesperado rechazo de y por la totalidad del ambiente en que vivía. era posible por causa de la guerra, Meyer ensayó una doble huida
«Corruptos» eran los directivos del IPU, y «la mordida» un hábito univer- conceptual, interior: por un lado hacia la «pureza originaria» –el
sal; no podía esperarse el cumplimiento de los plazos, y era necesario desierto y el indio–; por el otro hacia los «principios eternos»,
«tener toneladas de paciencia» frente a la parsimonia administrativa; trazados por la Historia Universal.
Del mismo modo en su correspondencia son incontables las Por un lado la influencia aborigen trae al presente mensajes
ocasiones en que manifiesta su fascinación por esa pureza antiguos y eternos:
humana primitiva, nunca antes vivida.
Pero debe notarse que los indios encarnaban el siempre rebrota inconscientemente esa esencia india en los
mismo ideal de lo humano incontaminado, esencial, que, especial- mejores trabajos: así en los de Angel Bracho, donde la vaga melan-
mente en el período de la Bauhaus, Meyer había procurado encontrar colía de sus hojas se acopla con la gracia delicada y el humor sutil.
en la infancia. «Infancia del iris» es el título de uno de los trabajos Así también en el de Leopoldo Mendez (…), J. Chavez Morado (…),
del tercer número de la revista de la Escuela, dedicado al arte infan- Francisco Mora, donde los hombres se presentan naturalmente de
til y publicado bajo su dirección. Allí la obra de Paul Klee se presenta modo desproporcionado, como en las antiguas figurillas indias.
como una aproximación a la realidad capaz de reproducir la articu-
lación de pureza, magia surreal y elementarismo matemático que en Pero es la sangre de los propios artistas la que actúa como una
[ 116 ] otras partes del número se atribuye a la visión de los niños. [ 117 ] suerte de garantía de esas incontaminables esencias:
salta a la vista que casi todos los integrantes (del TGP) provienen visto que ya en 1938, en su primera conferencia mexicana, Meyer
de los estratos inferiores del pueblo: el padre de Leopoldo Mendez aludía a la necesidad de recuperar la tradición clásica de la disci-
era zapatero, el de A. Zalces fotógrafo, el de Moras musiquero, y plina. El sentido concreto de esta recuperación se hará evidente
Ocampo pasó su infancia como hijo de guardafaros. Muchos están en el proyecto para el centro cultural y deportivo de la colonia
a través de su madre vinculados al campesinado. Algunos llegaron española que elaborará dos años después.
a la gráfica luego de practicar otros oficios: Bracho fue peluquero, En primer lugar porque más allá de la evidente
billetero y auxiliar de carpintero. Monroy laqueaba muebles en una simetría del conjunto, a diferencia de sus proyectos «radicales», el
carpintería. Pijol cuidaba las ovejas de su padre, y Ramírez, de pura elemento protagónico de la composición ha vuelto a ser el recinto.
sangre india, vive aún en Coyoacán en la gleba donde nació45. A su conformación se subordinan las masas de la composición. Su
interés por el recinto había comenzado a manifestarse ya en sus
Meyer destacaría la condición indígena como sostén de un arte diverso, proyectos en la URSS y en Mümliswill, y se vincula a sus análisis de
popular pero exquisito, nuevo y antiguo, simple pero de complejos los espacios abiertos italianos, como veremos más adelante.
significados, tratando de conseguir el apoyo de Karel Teige para la Pero la recuperación de la tradición clásica también
organización de una exposición del TGP en Checoslovaquia. Refirién- puede advertirse en la composición del conjunto, fiel a reglas acadé-
dose a Mendez, quien debía viajar acompañando la muestra, escribió a micas como la tripartición de la planta en ambos sentidos, o el uso de
su antiguo amigo: «(Mendez) es el más serio de todos los artistas que las franjas de circulación para materializar esa partición. No menos
conocemos en México. (…) Su mujer y su familia son todos claramente fieles a la composición académica son los juegos de repetición de
indígenas, como él mismo. Este es un medio saludable»46. formas iguales en distintos tamaños, como ocurre con el estadio y la
piscina, o la secuencia que inicia en el patio trapezoidal y culmina en
las canchas de tennis, reproducida en pequeño en la sucesión desde
la sala de conferencias hasta los jardines de las romerías. La planta
❺ trapezoidal de la plaza enmarcada por hileras de árboles también
forma parte de la reflexión de origen académico sobre las deformacio-
Si el acercamiento al mundo indígena y natural ofrecía una de las nes perspécticas, y se remonta a una idea similar ya empleada por el
salidas a la asfixiante situación práctica y teórica en que se había propio Meyer en la zona central del proyecto para Nishni-Kurinsk.
colocado; la otra, como ya dijimos, parece haber sido la profundización No menos deudora de la tradición clásica es la
de aquella vinculación con la estructura abstracta del arte clásico que composición del centro cultural y deportivo de la colonia suiza, un
había sido atenuada durante el período «duro» de los años veinte. proyecto de 1940. En él se reitera la prioridad dada a los recintos,
Lógicamente, Meyer no ensaya su reflexión en cuidadosamente definidos mediante los edificios, o bien apelando
torno al clasicismo en soledad, ni está motivado únicamente por la a muros o divisiones de vegetación. La estrategia proyectual
dinámica de sus propias ideas. Las vicisitudes de las ideas modernis- es similar a la empleada en la colonia española: una estructura
tas, y sobre todo sus límites, condujeron a muchos de sus protago- simétrica que es luego «desequilibrada» mediante un acento en
nistas a tratar de recuperar certidumbres en un pasado que algunos uno de los lados. En el Centro Español el acento estaba puesto en
habían procurado cancelar demasiado rápidamente. Basta pensar el auditorio sobre el lado izquierdo del frente de acceso. También
en los distintos caminos recorridos en este sentido por personajes sobre el lado izquierdo de un frente rigurosamente tripartito, en la
como Konstantin Melnikov o Jan Peter Oud en los mismos años, en Colonia Suiza se ha ubicado como acento la entrada al conjunto y
la acción de enorme resonancia llevada a cabo bajo la dirección de más atrás la torrecita de la administración. La misma tripartición
Perret en Le Havre a partir de 1945, o recordar el In Search of a New en el sentido transversal se verifica en el longitudinal, siguiendo el
Monumentality que su compatriota Siegfried Giedion publica en 1948. cánon clásico de «cour d'honneur-corp de logis-jardín».
No hay duda, sin embargo, que en relación a La composición del conjunto Lomas de Becerra
[ 118 ] estos ejemplos su interés por la operación es temprano. Hemos [ 119 ] está basada en los mismos principios. Todo el conjunto se articula
al recorrer el terreno transversalmente, descubre la composición
sobre el cruce de dos ejes de composición, el longitudinal que une los total arquitectónica contemplando los elementos más heterogé-
subgrupos de la dirección del lado mayor del terreno, y el transversal neos en una sucesión encadenada: la polifonía del club, la fanta-
que culmina en el salón de actos. Las franjas circulatorias subdividen sía de las rotondas, el eje transversal del centro de natación, el
rítmicamente la planta en recintos que a su vez contienen recintos centro de gravedad del gran frontón, lo alegre y folklórico del jardín
menores. Los subgrupos o módulos barriales se configuran sobre la español, la rítmica repetición de las canchas deportivas, y final-
base de un cuadrado tripartito en ambos sentidos (nótese la diferen- mente el acento principal de masas del estadio con los acentos
cia entre el módulo de Meyer y el de Humberto Cos). secundarios de los frontones pequeños.
Meyer manifiesta en modo explícito sus intencio-
nes compositivas en la memoria descriptiva la Colonia Española47. Pero Meyer intenta su más sistemático esfuerzo teórico por recuperar los
Allí trata de vincular la composición arquitectónica con la compo- principios tradicionales de la Arquitectura e integrarlos a las condicio-
sición musical, intuyendo que esta última, especialmente en su nes del presente, en la conferencia que pronuncia en la Alianza Giuseppe
versión clásica, podría proporcionar una base de experiencia en el Garibaldi el viernes 29 de junio de 1946, como parte de las actividades
manejo de leyes abstractas y exactas de la armonía, en la dirección que se organizaron para celebrar la caída de la República de Saló48.
de la buscada simbiosis entre Arte y Ciencia. El concepto que lo induce a intentar esta recupera-
En el capítulo titulado «Consideraciones arquitec- ción es el del «redescubrimiento» de la vinculación entre Arquitectura
tónicas» de esa memoria, Meyer se introduce de lleno en considera- y Poder, según lo hemos observado más arriba. En la medida en que
ciones compositivas, dejando de lado el registro técnico, funcional «el urbanismo de todos los tiempos ha sido y sigue siendo la expresión
o económico que ha empleado en otras partes del texto. Así, identi- plástica del poder que manda y de las fuerzas que intervienen en la
fica en primer lugar los núcleos formales a resolver; sociedad», es lícito pensarlo y estudiarlo como instrumento necesa-
rio para un nuevo Poder. Pero la realización de este estudio requiere
en el extremo occidental, el estadio, elemento de regularidad también del replanteo de una premisa teórica que en el período
geométrica, determina un eje de simetría para todo el terreno, «radical» había sido puesta en cuestión y por momentos abandonada:
influyendo visiblemente en el plano de las edificaciones circundan- la de la autonomía entre forma y contenido. Si en 1931 podía soste-
tes. En el extremo opuesto, los límites en ángulo agudo y lo variado ner que era necesario «juzgar la forma de todas las manifestaciones
del programa (…) imprimen a este conjunto un carácter de asime- en el campo arquitectónico, únicamente a la luz de la acción recíproca
tría que contrasta con aquella regularidad. que se interpone entre la forma y su contenido social»; esto debía ser
dejado de lado en la medida en que se aludía a una «expresión del
Luego, en la que probablemente resulta su afirmación más poder que manda», vale decir a una función ideológica independiente
sorprendente determina que «el problema urbanístico consiste en de aquellas necesidades materiales elementales –«oxígeno + carbono +
encontrar una solución armónica que gradúe la transición entre azúcar + almidón + proteínas»– que permitían definir a la construcción
los grupos simétrico y asimétrico». como mero «proceso biológico y no estético»49.
Apelando a la armonía musical hace notar que En la conferencia, esta premisa conceptual se
expresa en modo elocuente cuando se refiere a la arquitectura italiana
Para la distribución de los acentos arquitectónicos en los jardines durante el fascismo, de la cual opina que «no caben dudas de que
interiores (…) se deben tomar especialmente en cuenta los elemen- en su mayoría arquitectónicamente (es decir, en su forma) es muy
tos prominentes (…) el acorde principal (frontón grande) debe estar progresista, mientras que en sus propósitos (es decir en su contenido
acompañado de los acordes secundarios (frontones pequeños). social) era lamentable». En consecuencia «es tarea del nuevo régimen
democrático y popular, cambiar su programa y su sentido social».
En los mismos términos describe las sensaciones que tendría el Ahora bien, dado que se trataba de revalorar la
[ 120 ] visitante ante el conjunto; éste [ 121 ] Arquitectura en tanto forma, y con ello la producción clásica e
histórica general, era inevitable preguntarse sobre los estilismos del De su concepción acerca de la autonomía de la
siglo XIX, y, como ya vimos, esta era una preocupación muy impor- «forma arquitectónica» daba cuenta la manera en que presentaba
tante en los últimos años de Meyer. La respuesta que encuentra las preocupaciones por el contenido social como algo que se suma a
en el momento de la conferencia que ahora analizamos es posible aquella, sin ponerla en absoluto en cuestión. Esto ocurre cuando relata
gracias a la introducción de otro concepto: el «análisis dialéctico» la forma en que su adolescencia abandona los estudios para trabajar
de la realidad. Si la Arquitectura del siglo XIX había sido guiada como albañil, aprendiendo a vivir junto a los obreros de la construcción.
por la reproducción directa de los estilos históricos (tesis), y las
vanguardias modernistas más radicales habían procurado formu- Fue durante estos años de colaboración con muratori e monovali
lar leyes abstractas rechazando de plano toda vinculación con el bergamascos y hasta calabreses, cuando tomé mi primer contacto
pasado (primer Bauhaus, antítesis), sería necesaria una nueva etapa con el pueblo italiano, discutiendo durante los domingos con mis
superadora capaz de recoger esas leyes abstractas y generales del ex condiscípulos las últimas interpretaciones estéticas de sus
sustrato de la producción histórica. tesoros de arte y enterándome más y más, entre semana, de la
espantosa miseria de su existencia.
Nos interesábamos bien poco por los tesoros clásicos del Renaci-
miento –admite–. Queríamos evitar el destino de nuestros padres Arte y Sociedad, entonces, que luego de haber transitado caminos
y abuelos, cuya admiración por el Renacimiento Italiano los había paralelos, indiferentes entre sí, se fundirían ahora en la actuación
conducido a copiar ciegamente sus ejemplos, cayendo así en la del nuevo «gestalter» dialéctico. Y si este debe admitir que existe
fosa común del eclecticismo. En verdad nos faltaba la llave para «contradicción entre la estética idealista y la situación social de los
una interpretación dialéctica de ese milagro, y hasta nos abstuvi- trabajadores en un Estado Burgués», sabrá también que para superar
mos de mostrar abiertamente nuestro amor (sub. aut.), platónico esta contradicción es preciso no ver estas actividades
por cierto, permaneciendo durante años en esta actitud estéril.
fuera del fondo social sobre el cual se destacan; no entusiasmarse
Colocado así en esa «posición dialéctica» que le requería y le permi- por ellas desde un esteticismo formal sin tomar en cuenta simultá-
tía «mostrar abiertamente» sus amores arquitectónicos, Meyer neamente sus funciones dialéctico-sociales.
reconstruyó nuevamente su biografía, presentándose esta vez como
un heredero de la mejor tradición disciplinar occidental. «Sin tener en cuenta simultáneamente» supone precisamente la
Los elementos con que dibujó su linaje son impecables: idea de no rechazar la validez de esa «estética idealista», sino de
completarla con una «preocupación social».
hijo de arquitecto que, por su parte fue descendiente de varias La historia de la arquitectura que Meyer trazó
generaciones de arquitectos y artesanos que practicaban la arqui- desde esta posición tiene entonces dos registros distintos. En el
tectura desde el siglo X VI como una fe religiosa (sub. aut.); «social», los edificios se ven como instrumentos del poder, y señalan
la presencia o la ausencia de los trabajadores –como en el caso de la
primeras impresiones arquitectónicas recibidas por las Vedute di casa de Plinio el joven–, o el valor de la participación popular en la
Roma de Piranesi colgadas en los muros de su casa paterna; Jacob construcción del ambiente. En el «formal» en cambio, sus observa-
Burckhardt como «maestro amigo» de su padre; El arte clásico de ciones se concentran en torno a tres diferentes aspectos vinculados
Heinrich Wölfflin leído a los 15 años, y más tarde las enseñanzas del naturalmente a algunas de sus principales obsesiones: el valor de la
maestro en persona recibidas en la Universidad de Basilea desde construcción en tanto manejo de la materia, los efectos sicológicos
la cátedra dejada vacante por Buckhardt; el estudio detenido de de la forma, y el ya mencionado sustrato abstracto de la composición
Viollet Le Duc; el análisis de las grandes construcciones góticas; clásica, como base para una organización racional de la Forma.
el dibujo de grandes dimensiones de la obra de Andrea Palladio; el El dominio romano de las construcciones es la
[ 122 ] estudio in situ de las obras neopalladianas en Inglaterra. [ 123 ] primera lección que dice haber recibido de su padre en «Augusta
Rauracorum», la ciudad romana cuyas ruinas en el Jura suizo ❻
visitaban en frecuentes excursiones:
Claro que para comprender esta reivindicación «fuerte» de la
fue esta una meta preferida (…) para enseñarme en aquellas ruinas, tradición arquitectónica de Italia no basta con ponerla en conti-
cómo realizar un buen muro de piedra natural, cómo poner ladrillos nuidad con su pensamiento general. No menos importante que
en «orden romano» y cómo ejecutar un aplanado de cal natural y esto es que Italia se presentaba como su último gran «puerto»
arena que resistiera casi 2.000 años. o, concluida la guerra, como el último lugar posible para hacer
realidad ese sueño totalizante, en cuya búsqueda Meyer ya había
Las deformaciones medievales, manieristas y barrocas del espacio fracasado en Suiza, Alemania, la Unión Soviética y México.
ocupan un lugar importante en sus reflexiones. Meyer destaca aquí En la inmediata posguerra, y al menos hasta 1948,
la potencialidad mensurable de la arquitectura para condicionar de Italia ofrecía un panorama político progresista en el que el Partido
diversos modos el alma de los espectadores. En los casos de Plaza Comunista cubría todavía roles de gobierno, y en el que la gesta de
de San Marcos, el Campidoglio romano, la Plaza de San Pedro y los partigiani contra el fascismo y los alemanes confería un respaldo
las fachadas borrominianas, el ilusionismo es reivindicado como a los intentos de transformación radical de la sociedad. Luego de
un recurso retórico que permite «corregir» en la percepción los la lucha popular y de liberación nacional, en la cuna de la Gran
«inconvenientes» de la realidad. Son este tipo de deformaciones Arquitectura de occidente, en un país de importantes desarrollos
las que ensaya en los proyectos que hemos analizado. industriales, cuya cultura había protagonizado con el Futurismo las
Pero es la proporción el tema que Meyer coloca en revueltas modernistas, parecían darse todas las condiciones «objeti-
el centro de su discurso. vas y subjetivas» que hasta entonces, por presentarse incompletas,
habrían impedido a Meyer una realización plena de sus ideales.
Sé –advierte– que los arquitectos funcionalistas nunca me perdona- Miembros destacados del Partido Comunista
rán de ocuparme de proporciones en la Arquitectura, (pero) (…) ¿cómo Italiano, Mario Montagnana y Vittorio Vidali ocupaban importan-
analizar correctamente la arquitectura italiana sin tocar el problema tes cargos en Italia, el primero como diputado constituyente, y el
de sus proporciones y las intenciones estéticas de sus autores? segundo en el gobierno de la región triestina. Ambos habían vivido en
México el exilio luego de una intensa militancia antifascista, y perte-
La base teórica a la que Meyer recurre como «la clave para la mejor necían al núcleo político y humano con el que Meyer se sentía más
interpretación de la arquitectura clásica de los siglos XVI y XVII» es identificado, a juzgar por sus apuntes autobiográficos.
el Winckelmann de los Ensayos sobre el arte, para quien, según cita
textualmente en la conferencia, La situación entre nosotros, los garibaldini –escribe allí– era desde
la fundación en 1942, hasta la disolución en 1945 considerable-
en la arquitectura aparece la belleza más bien en la forma general, mente fácil, porque esta organización en lo principal había sido
porque esta belleza se manifiesta preponderantemente en las creada por elementos proletarios y artesanos y desde el principio
proporciones; un edificio puede ser hermoso, sin adornos, y solo había tenido una segura conducción en manos de Mario Montag-
por ellas ser bello. nana y Carlos Contreras (Vittorio Vidali). Las luchas de fraccio-
nes quedaron fuera, por lo cual los antifascistas italianos y los
Y es esta interpretación la que lo conduce a las «ciencias matemáti- simpatizantes no italianos pudieron concentrar sus fuerzas en la
cas» como base para elaborar y poner en práctica los «sistemas de lucha contra el fascismo. Los actos (reuniones, bailes, conferen-
proporciones» que parecen presentarse como bases de una construc- cias) prescindían de todo tipo de argucias intelectuales. Una fácil y
[ 124 ] ción «objetiva» de la Forma. [ 125 ] saludable forma de ser dominaba en ella50.
Si en agosto de 1945 podía escribir a Artaria que de acuerdo a las Además de este proyecto, el banco le encargó
últimas noticias de trabajo «nosotros estamos aquí aguardando también el Plan para la estación termal de Agua Hedionda. «Mis clientes
una gran prosperidad en vulgar sentido de buenos negocios, lo cual aquí son grandes bancos», le cuenta a una ex-discípula de la Bauhaus; y
es peligroso en sentido social…», esto variará irregularmente en agrega a modo de irónica autojustificación: «han ido dándose cuenta de
los años y meses posteriores. Como es habitual en América Latina, que los bolcheviques no son nada malos planificadores»53.
por momentos todo parecía posible, y al instante siguiente todo Ese momento parecía decisivo para su consolida-
se disolvía inexplicablemente. La «prosperidad» de 1945 debía ción como profesional independiente, porque a los encargos de los
provenir de los buenos contactos que Meyer aún conservaba en el bancos se agregaban otros:
Gobierno: el Ministro de Higiene le había encargado la planificación
de su ciudad natal, Tlalnepantla, «algo parecido a Birodshan»; y de Hace cuatro meses –escribe en enero de 1948– estaba todo muy
otro de sus conocidos, Director del Banco de Obras Públicas, había quieto en lo que hace a planes de trabajo, pero en estos días han
recibido el encargo de planificar un balneario en Cuautla. llamado a la puerta no menos de tres grandes operadores con
Al fracasar esos planes, Meyer parece decidirse a dejar grandes encargos (que todavía no están firmados): un balnea-
México: «queremos emigrar nuevamente, si eso fuera posible», escribe rio de aguas calientes (Agua Hedionda) (…). Además el plan para
en 1947 a sus parientes; e imagina un paso como conferencista por los una gran industria en Pachuca (Estado de Hidalgo), en el Estado
Estados Unidos y «como cierre de mi carrera poder trabajar en Asia, más rico en minas de plata de México. Por último un proyecto en
con lo que quiero decir China, puesto que conozco ya suficientemente Acapulco en el Océano Pacífico54.
Siberia»51. Aunque no descarta otros países: muchos de sus compañeros
europeos del exilio mexicano han regresado a sus países, de modo que Un año después, el 14 de abril de 1949 le escribirá a Artaria contán-
puede conjeturar: «en Italia, Francia y Checoslovaquia tenemos amigos dole acerca de una posibilidad de desarrollar un plan sobre 30 hectá-
sentados en sillones de Ministro. Esto hará que el mundo algo cambie»52. reas del Pedregal de San Angel, la zona de lava volcánica al sur de la
Tal vez por dificultades económicas, o quizás por ciudad que fue «descubierta» en una inteligentísima operación por
las continuas señales de nuevas posibilidades, o por cansancio, su Luis Barragán. Esta es descripta con detalle, casi con fascinación, en
actitud es en este período ambigua: entre la emigración y la profun- parte debido a su afición profunda a los fenómenos naturales –y el
dización de su compromiso con la realidad mexicana tal cual es. De Pedregal constituye un paisaje excepcional, exótico y misterioso–,
hecho, pese a los presuntos buenos auspicios, su vuelta al «nuevo» pero en buena medida también por el talento demostrado más allá de
viejo mundo en reconstrucción deberá esperar todavía. sus intenciones especulativas en la intervención de Luis Barragán55.
En abril de 1946 Meyer tendrá oportunidad de Este parece haber sido el último de los sueños arqui-
trabajar en la evaluación del proyecto con que Mario Pani y Enrique tectónicos de Hannes Meyer en tierra mexicana. Ya no contaba con
del Moral habían ganado el concurso para el edificio de la Aseguradora ninguna fuente de ingresos, y poco tiempo después deberá admitir
Mexicana Sociedad Anónima, y un mes después recibirá el encargo que también ese proyecto ha fracasado. Escribe entonces a su amigo
de la «Manzana de Corpus Christi». Se trataba, como es sabido, de un Montagnano para tratar de obtener una «oportunidad de participar en
edificio de oficinas en altura para los bancos Nacional de México e un trabajo más constructivo allá, donde el Mundo se transforma»56. Su
Internacional, ubicado en terrenos de gran valor inmobiliario. catastrófica situación es presentada ahora como una elección, como
En el contexto de ideas que analizamos, no es consecuencia de su rechazo a las mismas «fuentes de prosperidad», en
extraño que a pesar de consistir sólo en un estudio de volumetría las que había confiado en anteriores oportunidades: «con los «banque-
y máxima explotación especulativa de la propiedad, el conjunto se ros» –dice a su amigo– no quiero más comprometerme en proyectos
articule siguiendo cuidadosamente criterios compositivos acadé- grandes. Me parece prostituirse arquitectónicamente».
micos, como la calle en eje con la preexistente columnata clasi- Regresados la mayoría de los exiliados políticos
cista, el alineamiento de las fachadas con los edificios linderos o la a sus países, separado de los comunistas mexicanos por diferen-
[ 126 ] estructuración piramidal de sus masas. [ 127 ] cias políticas, desvinculado de los arquitectos y sus instituciones
por su actitud de permanente censura, fracasados sus intentos tes», la intelligentzia rusa revela como en toda su voluntad de
de formar parte de la «prosperidad vulgar», nunca su aislamiento construcción del «mundo nuevo» para el hombre nuevo anida la
había sido tan absoluto y tan desoladora su desesperanza. permanencia del antiguo suelo del intelectual europeo: ubicarse
De un lado se veía a sí mismo, a los indios, a los como guía moral de la organización de clases.
clásicos; en el otro había colocado a todos los demás, prostitui-
dos por un «corrupcionismo» que nunca había percibido «con tanto
progreso y en todas las formas posibles ¿Qué hacer?»57.
La pregunta recibirá su respuesta el 2 de ❼
septiembre de 1949, cuando merced a la colaboración de varios
amigos, Hannes Meyer podrá embarcar junto a su familia en el Y porque no tenía por qué coincidir necesariamente con el
«Andrea Gritti» rumbo al puerto de Génova. «destino de la vanguardia», su destino en México fue distinto
La historiografía ha aceptado generalmente la idea del que tuvieron también en México otros representantes de esa
de que, como en otras ocasiones, la llegada de Meyer a México se misma «vanguardia», con otras «confusiones».
habría producido tarde, y que éste habría sido el motivo de la «incom- Tal vez por eso no resulta sorprendente que ni en
prensión» de sus propuestas, esencialmente justas. Tardía habría sido sus minuciosos recuerdos, ni en su vida, ni en sus escritos jugaran rol
su incorporación al Bauhaus, luego de que la Escuela realizara sus alguno tres figuras que sin embargo resultan un espejo perfecto en el
«principales aportes» al debate del arte moderno; tardío habría sido que su propia historia debió y puede ser reflejada: me refiero a Paul
su ingreso a una URSS que veía batirse en retirada a las «vanguardias Westheim, Matías Goeritz y Max Cetto. Los tres fueron, como Meyer,
artísticas» bajo las presiones stalinistas; tardía la entrada a la última figuras destacadas de la «vanguardia artística» centroeuropea; los
fase «revolucionaria», la cardenista, de la epopeya mexicana. tres debieron, igualmente, afrontar las duras laceraciones del exilio;
No es ésta la oportunidad adecuada para discutir pero, a diferencia de Meyer, los tres lograron encarnar su obra y sus
la validez de la afirmación en sus dos primeras partes. En cuanto a la ideas en la cultura mexicana, al punto de ser reconocidos entre sus
tercera, el trabajo de Adrián Gorelik y lo que hasta aquí se ha narrado más legítimos representantes de la posguerra.
demuestran que había en la propia personalidad de Meyer, pero sobre Si esto es así se hace mucho más evidente un
todo en la propia constitución de sus ideas, suficientes razones que supuesto que debería ser obvio, pero que la historiografía ha sosla-
justifican una posición más matizada. Sin desconocer los obstáculos yado; vale decir, que la cultura mexicana no era, no podía ser tan
reales que debió enfrentar, y sin desmentir las características relati- cerradamente chauvinista como Meyer la describe en sus escritos, o
vamente reaccionarias de los regímenes políticos en los que vivió, lo al menos no lo suficiente como para impedirse vinculaciones creativas
que se advierte es que ante todo Meyer estaba ahogado por su propia con el mundo externo, incluidas las «vanguardias artísticas» europeas.
inflexibilidad para comprender las ambigüedades, las contradiccio- Recordemos rápidamente las tres historias, y veamos
nes, los matices, las contramarchas y las direcciones zigzagueantes de qué manera se vinculó a ellas Hannes Meyer. Llegado a México en
que asumía el proceso real. El suyo no constituyó el «destino de la octubre de 1949 unas semanas después de la partida del «Andrea
vanguardia», o lo fue pero no en el difundido sentido de la «frustra- Gritti», Matías Goeritz se instaló en Guadalajara. Había sido invitado
ción de los ideales», sino porque a pesar de los esfuerzos, nunca por Ignacio Díaz Morales, quien estaba organizando la Escuela de
pudo desvincularse del núcleo profundo de su condición de intelec- Arquitectura de esa ciudad. Díaz Morales tenía una estrecha relación
tual europeo desde el que observó, criticó y sufrió a la sociedad y la con Luis Barragán en varias de cuyas obras Goeritz tuvo oportunidad
cultura mexicanas. Ese núcleo que también describe Manfredo Tafuri de incluir sus piezas. El Museo del Eco, una productiva incursión del
refiriéndose a los acontecimientos de la URSS: escultor alemán en la arquitectura, refleja claramente la intensidad de
sus intercambios con este sector de la cultura plástica mexicana. Como
Confundiendo la Revolución bolchevique con la Revolución auspi- es sabido, Goeritz murió en México a finales de los ochenta, a poco de
[ 128 ] ciada a lo largo de todo el siglo XIX por los intelectuales «disiden- [ 129 ] regresar de la única visita que realizó a Alemania en casi cuarenta años.
En este tiempo produjo una obra singular, caracte- llo que México ofrecía todavía en 1949 a un artista centroeuropeo
rizada por sus técnicas simples, y por sus dimensiones muchas veces exiliado, por más «vanguardista», pobre, desvalido o «radical» que
gigantescas mediante las cuales se introduce en el misterio de la geogra- éste fuera. Los casos de Westheim y Cetto son significativos en el
fía y la atmósfera en las que eligió vivir. Sus Torres de Ciudad Satélite, mismo sentido, por cuanto sus actividades continuaron con remar-
concebidas con Luis Barragán, han alcanzado difusión y aprecio universal. cable efectividad en los años posteriores. Pero abren además la
La llegada de Paul Westheim en 1939 coincidió pregunta acerca de las relaciones que articularon con Meyer.
con la de Meyer. Judío, había abandonado Alemania con rumbo Con Westheim compartió las actividades en la
a París al instalarse el régimen nazi. En esa ciudad trabajó hasta asociación antinazi «Alemania Libre» y particularmente la de confec-
que con la ocupación, decidió embarcarse hacia México. Westheim ción de la revista del mismo nombre, donde el historiador solía
era un típico y prestigioso estudioso alemán de Historia del Arte escribir, al tiempo que el arquitecto se ocupaba de la diagrama-
de la primera mitad del siglo; poseía una sólida formación en ción. Sin embargo, en sus recuerdos del período lo menciona sólo
su especialidad, y había sido un protagonista destacado de los una vez, como uno de los escritores del grupo, en el marco de duras
debates por la revolución modernista en Europa. Había ejercido la críticas a las ambiciones que lo habrían caracterizado: «Hasta
cátedra universitaria y se le conocía por sus numerosos ensayos; Stalingrado –escribe– vivían en la ficción de un Gran Alemania
pero también había sido director de Das Kunstblatt, una revista roja, y todos esperaban en un futuro próximo acceder a posiciones
de arte que además de sus propios trabajos, había albergado las dirigentes en un tal «Reich», especialmente en Berlín».
opiniones de muchos artistas y teóricos «radicales». En cuanto a Cetto, sus opiniones parecen haber
Como escritor en México tuvo que hacer frente al sido más duras todavía. A su juicio,
obstáculo del idioma, para lo que contó con la ayuda de su esposa. Pese
a todo, se dedicó inmediatamente al examen y valorización del arte El arquitecto Max Cetto era otra versión de un espía nazi, que había sido
precolombino, estudiando y promoviendo además la pintura y el grabado enviado por los nazis a los Estados Unidos para estudiar las fábricas de
modernos, especialmente en las figuras de Rivera, Siqueiros y Orozco. aviones, permaneció allí durante un año y luego se trasladó a México.
También Max Cetto llegó a México en 1939. Había
abandonado Alemania en 1937 con destino a los Estados Unidos, Frente a la pregunta acerca de las razones de esa hostilidad, una
donde trabajó en el estudio californiano de Richard Neutra. Por eso respuesta posible es la siguiente. La construcción teórica de
entró al país por su frontera noroccidental, de manera que al igual Meyer tenía su núcleo más duro en su creencia en la posibilidad
que ocurriría años después con Goeritz, entró inmediatamente en y en la necesidad de una organización de la sociedad, la econo-
contacto con el ambiente de Guadalajara, y en particular con Luis mía, la política y la estética basadas en la primacía de la Razón
Barragán, con quien compartió varios proyectos. clásica occidental. Era esa «racionalidad» la que había conducido
Cetto había sido uno de los jóvenes arquitectos su búsqueda en cada una de las estaciones que había recorrido a lo
más brillantes del grupo de trabajo que operó en torno a Ernst largo de seis décadas y tres continentes. De aquí que rechazara toda
May en el municipio socialdemocrático de Frankfurt. Algunas de aproximación subjetivista, mística, intuitiva, a las cosas del mundo.
sus obras de ese período, como la Cocina para el Instituto de Westheim, Goeritz y Cetto tenían en este sentido
Enseñanza de Oficios, o las varias usinas, ya eran bien conocidas un rasgo en común: los tres estaban o habían estado estrecha-
en los círculos más renovadores de los arquitectos europeos. Luego mente ligados a los expresionistas. Los dos últimos desde el
de la toma del poder por los nazis, y del traslado a la URSS de la momento de su formación, y muy especialmente Cetto, quien se
«brigada May». Cetto permaneció unos años en Alemania dedicado había formado con Hans Poelzig en Berlín. Westheim, por su parte,
a dirección de obras, hasta que finalmente decidió emigrar. había dado a los expresionistas un lugar central en su revista
Que Goeritz haya comenzado su experiencia (aunque quizás haya sido su pluralidad lo que incomodara a Meyer).
mexicana en el momento en que Meyer la daba por clausurada, De todos modos, lo cierto es que los tres estaban
[ 130 ] constituye un excelente indicador de las posibilidades de desarro- [ 131 ] en cierto modo mejor equipados, o mejor dispuestos que Meyer para
afrontar la compuesta, múltiple y misteriosa realidad de México. El por casualidad Los Remedios, con un grandioso acueducto y dos
crecimiento de Westheim y Cetto debió exasperarlo, puesto que ponía bizarras (geschraubten) torres de vigilancia, dando la impresión de
en crisis sus formulaciones, basadas como vimos en una voluntad y templos asirios; paseamos por un paisaje de cactus con muchas
unos presupuestos universalistas. Si éstos fallaban sólo era factible cavernas cavadas en los montes sacando rocas.
atribuir las razones a una «anomalía moral» de la sociedad mexicana;
del mismo modo, la efectividad de las actividades de Westheim y Cetto De «Los Remedios» se han conservado asimismo unos dibujos reali-
solo podía desvalorizarse mediante alguna otra condena «moral». zados en 1945, y otros sin fecha, presumiblemente posteriores, que
Los últimos dibujos conocidos de Meyer son los sirvieron como base a los grabados de 1949. Hay también en su
grabados que realizó poco antes de su partida. Se trata de documen- archivo varias tomas fotográficas del lugar.
tos que no han sido examinados con suficiente atención. Sin embargo Prolongada a lo largo de la década, la reitera-
parecen confirmar que el conflicto que venimos describiendo consti- ción del motivo es única entre las imágenes registradas por Meyer,
tuía para él una preocupación profunda. En esos grabados están de modo que podemos deducir que se trataba de un lugar que
representados unos pocos elementos: el desierto, sus rocas y sus ejercía sobre él una fascinación especial. Pese a que no hay modo
plantas; un acueducto; y dos extrañas torres de conformación de establecer con certeza las razones de esa fascinación, podemos
telescópica. Se trata de un paisaje real, en torno al antiguo acueducto intentar una aproximación algo más cercana a las características del
de Los Remedios. No nos detendríamos a intentar comprender el sitio para reconocer otros factores a los que atribuirla.
interés de Meyer por este paisaje en relación a las preocupaciones Advertimos primero que las construcciones del
que señalamos si se tratara de una representación única. Pero esto lugar aluden a formas primarias y arquetípicas de la arquitectura: el
no es así. Es más, lo que llama la atención es que el tema retorna casi acueducto, la torre, los «templos asirios». También Giedion, lo hemos
obsesivamente a lo largo de toda su estadía mexicana. recordado, analizaba simultáneamente en Egipto los mismos rastros
Es sabido que Meyer sentía un especial interés por el del «presente eterno». El acueducto y la torre son formas técnicas, no
paisaje natural; y que este interés había adquirido la forma de estudios decorativas, y para una mirada europea, no pueden sino recordar la
detenidos de la conformación geo-ecológica de cada uno de los sitios en antigüedad romana. Meyer, ya vimos, remontaba a un acueducto sus
que debía actuar. Ha sido advertida acertadamente la cuidadosa actitud primeras impresiones arquitectónicas. El acueducto y las dos torres se
frente al terreno que demuestran trabajos como Bernau, donde el recortan sobre el desierto y dan a la imagen un aire surreal; pero este
edificio va siguiendo poco a poco sus cotas mientras se vuelca hacia el extrañamiento formal no basta para explicar el interés que provocan.
bosque y el lago; o Mümlieswill, cada una de cuyas componentes –desde ¿Qué conocía Meyer sobre este lugar? Vimos que su
el comedor circular hasta la abertura debajo de una de sus alas– ha sido «descubrimiento» casual se produjo durante su visita a un santuario
pensada para destacar la belleza del entorno natural. En sus escritos de peregrinación. Y en realidad es el santuario el que da nombre al
abundan las apreciaciones llenas de fascinación ante la fuerza y los sitio: de «Los Remedios» es llamada la Virgen que se venera en este
contrastes del paisaje mexicano, en las que se alude a la vegetación santuario, una importante iglesia barroca no muy lejana de la ciudad
tropical de sus costas, a la aridez de sus mesetas o a la estremecedora de México, en la carretera a Querétaro, sobre el cerro de Totolte-
presencia de sus volcanes. Es comprensible que siguiendo la tradición pec. Meyer no debió desconocer el sentido de este santuario al que
centroeuropea del «Wanderung», uno de sus ejercicios habituales fuera peregrinan los pobres, porque la Virgen de Los Remedios es la Virgen
el de dar largos paseos a pie con su familia por los alrededores de la de los perdedores, de los derrotados, la protectora de los abandona-
ciudad, o cuando era posible en regiones más alejadas. dos por la suerte, de los que este lugar es un símbolo.
Meyer «descubrió» el paisaje de «Los Remedios» Se trata de una larga historia que se remonta a los
poco tiempo después de su llegada. tiempos de la conquista española. Dicen que en el lugar se detuvo
Hernán Cortés luego de la «Noche Triste», cuando los españo-
Fuimos el domingo pasado a las afueras –escribió a H. Berger el 7 de les fueron batidos por los aztecas. Según la leyenda, allí habría
[ 132 ] diciembre de 1939– a un lugar de peregrinaciones, y encontramos [ 133 ] reflexionado Cortés sobre su derrota, tomando luego la decisión del
contraataque. La imagen de la Virgen fue encontrada mucho tiempo
después en el sitio, creyendo que había sido perdida allí por uno de ¿No tenemos a la vista y a distancia de tres leguas de esta capital
los soldados del Conquistador. En su homenaje se erigió el santuario. los acueductos de Los Remedios, que sólo sirven de dolor y senti-
Luego de varios siglos, durante las luchas por la miento, al ver gastadas en ellos crecidísimas sumas de dinero sin
Independencia, los españoles tomaron a la Virgen de los Remedios fruto alguno, por haber sido erradas?
como su protectora, mientras que los patriotas hacían lo propio
con la Virgen de Guadalupe. Del enfrentamiento entre ambos, la de Si Meyer conocía esta historia sabía que las torres eran un engen-
los Remedios fue nuevamente emblema de una derrota. Se trata de dro absurdo. De lo contrario las construcciones le resultaban un
un clima sugestivo, apropiado para acoger el agobiado espíritu de misterio inexplicable. En cualquiera de los casos la Técnica de los
Meyer. Pero es obvio que esta explicación es insuficiente. europeos se presentaba en Los Remedios como un paradigma de los
Comprobamos antes que en sus primeras visitas, frecuentes «fracasos», y con ellos el «dolor y sentimiento» a los que
Meyer suponía que los cilindros de estructura telescópica eran su imposición sin mediaciones da lugar en este «extremo occidente»
«torres de observación». Se trataba solo de una presunción, puesto de Latinoamérica. Quizás por eso, en el último de sus dibujos la
que nadie sabía verdaderamente en 1939 cuál había sido el destino construcción misma ocupa una porción pequeñísima del cuadro,
original de esas construcciones. Ciertamente, ni el acueducto ni las mientras que más de la mitad de la imagen está dedicada a la tierra,
torres se conservaban en funcionamiento. Este misterio provocaba y son las rocas y los cactus en primerísimo plano los verdaderos
en los visitantes habituales el atractivo de lo pintoresco. protagonistas de la obra, en un tácito reconocimiento de su fuerza.
Es difícil imaginar que el espíritu racional y No resulta aventurado pensar que los intentos
curioso de Meyer se haya sustraído de indagar más allá de su por captar las imágenes de Los Remedios no fueron el simple gesto
presunción inicial por el sentido del conjunto. Las versiones que de admiración por el reinado humano que podría suponerse de
abundaban no hacían sino profundizar aquel misterio: técnica- haber sido realizados en otro contexto y en otras condiciones. Por
mente las torres resultaban construcciones arbitrarias en relación el contrario, parecen la traza de una pregunta angustiada y muda,
con el acueducto y muchos preferían atribuirles una función repetida obsesivamente, acerca de esas regiones oscuras que en ese
religiosa como reproducciones de la Torre de Babel. continente suelen estar habitadas por los «monstruos» de la Razón.
De la misma manera que para la tradición popular
las construcciones constituían una verdadera «máquina imperfecta»,
una excentricidad técnica; no eran menos excéntricas, perfecto fracaso
funcional, para los estudiosos de la Historia. Es improbable que Meyer
haya conocido los resultados de una minuciosa investigación, la primera
que sobre el tema publicó Manuel Romero de Terreros en su libro «Los
acueductos de México en la Historia y en el Arte», entre otros motivos
porque el volumen se conoció en 1949, año del retorno a Europa.
Romero de Terrenos probaba allí que las torres
habían sido construidas en 1616 por orden del Virrey Marqués de
Guadalcazar, como respiraderos para mejorar las condiciones de
presión de un curso subterráneo de agua con el que pensaba alimentar
al santuario. Existirían testimonios del fracaso de estas construccio-
nes ya en 1685. Un siglo después, el Ingeniero del Rey Ricardo Aymler
(un irlandés), construyó el acueducto por orden del Virrey de entonces,
Marqués de Cruillas. Frente a la imposibilidad de hacerlo funcionar, el
[ 134 ] licenciado don Juan Manuel de la Sierra comentaba en 1777: [ 135 ]
Notas
1 Klaus-Jurgen Winkler, Der Architekt de Porfirio Díaz, cuyo abuelo había gen Winkler, op. cit. Los trabajos 17 HM, «La formación…», op. cit.
Hannes Meyer. Anschauungen und venido al continente desde Haití con que con más cuidado han evitado 18 El Profesor Durckheim fue invitado a la
Werk, Berlín, 1989. 6.000 esclavos, y cuya tía sacó con construir versiones dogmáticas o Escuela por HM para dictar un ciclo de
2 Claude Schnaidt, Hannes Meyer. Pro- el lazo los santos de los muros de las ejercicios de erudición vacíos han conferencias sobre «nociones funda-
jekte und Schriften, Stuttgart, 1965. iglesias, y que nos invitó dos veces al sido los de: Francesco Dal Co, Hannes mentales de sicología» en el semestre
3 Patricia Rivadeneyra, «Hannes bautismo de sus hijos en el arzobis- Meyer. Architettura o rivoluzione, de invierno 1930-1931. Sus partes fue-
Meyer en México. 1938-1949». En pado de México. Cuyo clan poseía la Scritti 1921-1942, Padova, 1969; ron: análisis concreto del entorno (Ges-
Apuntes para la historia y la crítica Secretaría de Comercio y que incluso Jacques Gubler, en la segunda parte taltpsychologie); desarrollo sicológico,
de la arquitectura mexicana del siglo administraba el Museo Industrial». En de su Nationalisme et internationa- las características del mundo primitivo;
XX: 1900-1980, vol. I, «Cuadernos Deutsches Architekturmuseum, Frank- lisme dans l'architecture moderne de acerca de la sicología del espacio, el
de arquitectura y conservación del furt am Main. Fondo Hannes Meyer la Suisse, Geneve, 1988; y Winifried espacio objetivo, el espacio funcional,
patrimonio artístico» Nº20-21, INBA, (en adelante DAM FHM). Número de Nerdinger, «Anstossiges Rot: Hannes el espacio personal; sicología de la
México, 1982. inventario (en adelante Nro.) 82/1-102. Meyer und der Baufunktionalismus, personalidad. Existen apuntes de sus
4 Werner Kleineruschkamp, «Exilar- 6 Si Winkler estuviera en lo cierto, es ein Verdrangtes Kapitel Achiteck- clases en los archivos de la Escuela
chitektur. Hannes Meyer in Mexiko», decir, si el motivo del regreso de Meyer turgeschichte», en Hannes Meyer. Superior de Construcción y Arquitectu-
en Hannes Meyer, Architekt, Urbanist, hubiera sido centralmente su interés Architekt, Urbanist…, op. cit. ra de Weimar y de la Bauhaus en Berlín.
Lehrer. 1889-1954, Berlín-Frankfurt por participar en la reconstrucción, es 11 Meyer, Hannes, «Die Neue Welt», Das 19 H. Neugeboren, «Eine Bach-fuge
am Main, 1989. inexplicable que esto no haya ocurrido Werk, Nro. 13, Zurich, 1926. im Bild»; en Bauhaus. Zeitschrift fur
5 Canedo era director de la revista en al día siguiente de la liberación, como 12 Meyer, Hannes, «Bauhaus und Ge- Gestaltung, enero, 1929.
que Meyer publicó sus primeros tra- fue el caso de la mayoría de los exilia- sellschaft», en Bauhaus. Zeitschrift 20 HM, «Die Neue Welt», op.cit.
bajos. Ambos se habían conocido en dos que tuvieron ese propósito. fur Gestaltung, Dessau, 1929. 21 HM, «Der Architekt im Klassempkam-
1938, trabando a partir de entonces 7 Hannes Meyer, «La formación del 13 Ibídem. pf», en Der Rote Aufbau, Berlín, mayo,
una de las pocas amistades que se arquitecto», conferencia pronunciada 14 DAM FHM. Nro. 82/1-90. 1932. Cit. en Francesco Dal Co, op. cit.
prolongan a lo largo de toda la estadía en la Escuela Nacional de Arquitectu- 15 Ibídem. 22 Alberto Asor Rosa, Scrittori e popolo
mexicana. El matrimonio Canedo ra de la Academia de San Carlos el 29 16 Quatremere De Quincy, en la voz «Or- II populismo nella letteratura italiana
Gerard figura en el primer lugar de la de septiembre de 1938. donnance» del Dictionaire Historique de contemporanea, Roma, 1979.
lista de huéspedes que frecuentaban 8 DAM FHM. Nro. 82/1-864.5 l'Architecture, París, 1832. Cit. en Wer- 23 Karel Teige, «Sull architectura e la
su casa. Dice allí: «Luis Canedo Gerard 9 DAM FHM. Nro. 82/1-874 ner Szambien, Symetrie, Gout. Caractere, natura» en Surrealismo, Realismo
y su ultracatólica esposa, hija de lati- 10 Una extensa bibliografía ha sido Theorie et terminologie de l'Architecture a socialista Irrealismo 1934-1951, Ein-
[ 136 ] fundistas de pura cepa de los tiempos publicada en el trabajo de Klaus-Jur- [ 137 ] l'age classique, Paris, 1986. audi, Torino, 1982.
24 DAM FHM, Nro. 82/1-879. asociación de la ultraizquierda (Juan 44 HM, «El Taller de Gráfica Popular.
25 DAM FHM, Nro. 82/1-91. O'Gorman) con la derecha. Este punto Die Werkstalt fur graphische Kunst
26 Carta de HM a N. Kolli. Ginebra, de vista coincide exactamente con la in Mexiko», en Mexikanische Druck-
13.8.37. DAM FHM. Nro 82/1-793. versión que da Meyer, y como suele graphik. Austellung Kunstgewerbemu-
27 Carta de HM a Carola Bloch-Pjotraws- ocurrir con las hipótesis conspira- seum, Wegleitung 188, Zurich, 1951.
ka. Ginebra, 29.7.37. DAM FHM, Inv. tivas, parece explicarlo todo con 45 Ibídem.
Nro 82/1-785. Cit. en Hannes Meyer. mucha sencillez. Leyendo los docu- 46 Carta a Karel Teige, DAM FHM, Nro.
Architekt, Urbanist…, op. cit. mentos del DAM FHM, se observa en 82/1-879.
28 Son obvias las diferencias de todo tipo cambio que en su respuesta a Terrez 47 HM, «Memoria del Concurso Arqui-
que existían entre los dos países. Pero Meyer no da cuenta de las objeciones tectónico para la Casa de España
en ambos casos, sea como consecuen- que éste presenta, y que, previamen- en México»; en Arquitectura Nro. 5,
cia de una inédita economía planifi- te, en documentos internos se mani- México, 1941. Original en DAM FHM,
cada, o como resultado de una larga fiesta verdaderamente preocupado Nro. 82/1-545.
tradición de administración pública por la deserción de sus alumnos. 48 Conferencia «Paseo de urbanista por
rigurosamente racionalizada, se exclu- Por otra parte, es difícil pensar que Italia», op. cit.
yen los bruscos cambios de marcha que habiendo contado hasta diciembre de 49 HM, «Bauhaus und Geselschaft», op. cit.
son característicos de la vida política y 1940 con el apoyo del Presidente de 50 DAM FHM, Nro. 82/1-102, Sección
el ciclo productivo latinoamericano. la Nación, además de sus vinculacio- «Alianza Giuseppe Garibaldi».
29 HM, «Paseo de urbanista por Italia», nes con otras importantes autorida- 51 Carta a sus tíos Lise y Karl, México
Conferencia pronunciada en la Alian- des mexicanas, la vulnerabilidad de 21.3.47. DAM FHM, Nro. 82/1-905 (I).
za Giuseppe Garibaldi el 29 de junio su posición haya sido exclusivamente 52 Ibídem.
de 1945. DAM FHM, Nro. 82/1 y 95 (se producto de los «enemigos» internos. 53 Carta a Margret Keller-Dambeck, op. cit.
incluye en el apéndice de este libro). 35 Carta a sus tíos Lise y Karl, México 54 Carta a Rita Meyer, México 30-1-48.
30 HM, «La ciudad de México», en Arqui- 21.3.47; DAM FHM, Nro. 82/1-905 (1). DAM FHM Nro. 82/1-907.
tectura Nº12, México, 1943. 36 Cfr. DAM FHM, Nro. 82/1-102; sección 55 Carta a Paul Artaria, México 14.4.49,
31 HM, «Schulbau in México», en Bauen «Partido Comunista». en Meyer-Bergner, op. cit.
und Wohnen Nro. 7, Munchen, 1951. 37 Carta a Paul Artaria, México 16.12.39; 56 Carta a Mario Montagnano, México
32 Idíbem. DAM FHM. Nro. 82/1-784. 14.4.49; DAM FHM Nro. 82/1-805.
33 Cfr. DAM FHM, Nro. 82/1-102. 38 DAM FHM, Nro. 82/1-201. Sección 57 Ibídem.
34 La experiencia del ISPU (Instituto «Vicente Lombardo Toledano».
Superior de Planificación y Urbanis- 39 Carta a Margaret Keller-Dambeck, Méxi-
mo) ha sido descripta en el trabajo co, 5.5.47, DAM FHM, Nro. 82/1-842 (13).
de Patricia Rivadeneyra. La autora 40 Carta Paul Artaria, México, 7.12.39; en
atribuye el fracaso de la experiencia Lena Meyer-Bergner (comp), Hannes
casi exclusivamente a la animad- Meyer. Bauen und Geselschaft. Schriften,
versión hacia Meyer por parte del Briefe, Projekte, Dresden, 1980.
Director de la ESIA, Ingeniero Terrez, 41 Carta a Margret Keller-Dambeck, op. cit.
insinuando que el abandono del curso 42 Carta a Lily Klee, México, 21.2.47, en
por parte de sus alumnos habría sido Lena Meyer-Bergner, op. cit.
parte de una suerte de complot en su 43 Carta a Hannes Beckmann, México,
[ 138 ] contra, como producto de una típica 21.2.47, en DAM FHM Nro, 82/1-829 (9). [ 139 ]
1
documental
Se publican las Notas autobiográficas que Hannes Meyer redactó en
México el 15 de abril de 1949. Existentes en el Deutsches Architektur-
museum, Frankfut am Main, fondo Hannes Meyer, número de inventa-
rio 82/1-06 y 82/1-107. Además de las ediciones alemanas, existe una
versión en inglés en el libro de Schnaidt (1965) (ver bibliografía sobre
Meyer). La autobiografía es interesante, además de porque presenta un
detalle de toda la trayectoria, para ver, en el caso mexicano, la manera
en que Meyer presenta su actividad.
1905-1909, Basilea
• Escuela Técnica de Basilea (cursos para estudiantes de construc-
ción) 4 años. En la empresa de los hermanos Stamm, constructo-
res y arquitectos, aprendiz de albañil, delineante y sobrestante.
1909-1912, Berlín
• Escuela de Artes Aplicadas: cursos nocturnos incluyendo
[ 140 ] [ 141 ] instrucción estética.
• Academia de agricultura: cursos nocturnos en reforma econó- 1919-1925, Basilea
mica y territorial, cursos en diseño de casas colectivas. En • Práctica privada como arquitecto:
las clases avanzadas para planeamiento urbano: cursos de a) Diseño y dirección del barrio Freidorf para la Unión de Coope-
planeamiento urbano con el profesor Goecke, del Instituto rativas Suizas, como el primer barrio integral cooperativo (en
Politécnico. Experiencia práctica como joven arquitecto con las líneas de Pestalozzi y Zschokke) con un seminario coopera-
Adolf Fröhlich, Charlottenburg (crematorios, museos, teatros, tivo para adiestrar el equipo del movimiento suizo cooperativo.
viviendas). La construcción del barrio costó 7.500.000 de francos, y el
• Experiencia práctica con Emil Schaudt, arquitecto, quien diseñó la centro comunal 750.000 francos. Tres tipos de casas individua-
Kaufhaus des Westens (cines, comercios y una gran casa colectiva). les. Centro comunal con escuela, escuela cooperativa, negocios,
restaurante, sala de reuniones, escuela secundaria, etcétera.
1912-1913, Inglaterra b) Desarrollo del proyecto para la comuna de Balsthal (Jura) con
• Estudios en Inglaterra. Estudios sobre diseño urbano en Bath la colaboración del reglamento edilicio para la comuna (6.000
(Somerset) Estudios sobre ciudades jardín en Letchworth, habitantes).
Bourneville, Port Sunlight. Estudios sobre movimiento coopera- c) Fábrica de papel Balsthal: diseño y dirección de 8 modelos de
tivo en Londres y Birmingham. vivienda para obreros de la fábrica.
d) Diseño y dirección del teatro cooperativo para la Primera Exhibi-
1909-1914 ción Cooperativa Internacional en Gand, 1924 (en colaboración
• Miembro del Deutschen Bodenreform-Bewegung (Adolf Damschke) con el actor Jean Bard y su esposa Geneva). Hall de exhibición
(Movimiento Alemán por la reforma territorial), Schwei- suiza con teatro. 4 pantomimas con marionetas a escala humana:
zer Freiland-Bewegung (Joh. Fiedrich Schär y St. Gschwind) el hombre común, el sueño cooperativo, el vestido cooperativo y
(Movimiento Suizo por la Tierra Libre), el Movimiento Suizo Coope- el trabajo cooperativo. Más de 100 puestas a una audiencia total
rativo (Dr. Brench Jäggi). de 18.000-20.000 principalmente para las clases trabajadoras de
varios países.
1914-1916, Suiza
• Servicio en la armada suiza. 1926, Mentone y Basilea
• Asociado con Hans Wittwer, arquitecto, Basilea:
1916, Munich a) Proyecto para el consurso de la Petersschule en Basilea, primer
• Asistente del profesor Georg Metzendorf, arquitecto: colaboró en intento de arquitectura de lineamientos científicos.
el barrio Margarethenhöhe en Essen-Ruhr, proyecto de barrio en b) Proyecto para el concurso del Secretariado General de la Liga de
Spessart. las Naciones en Ginebra, Suiza. Segundo intento en la línea antes
mencionada. Obtuvo el tercer premio entre 470 proyectos interna-
1917-1918, Essen cionales.
• Arquitecto en la sección de vivienda social de la empresa
constructora Krupp: proyecto para la ciudad jardín del Kiel-Gaar- 1923-1926
den (1600 casas), proyecto para el barrio Kaupenhöhe en Essen- • Trabajo independiente:
Ruhr (180 casas). • Stand de la cooperativa con 36 productos standards de las fábricas
cooperativas. Linotipias, grabados basados en formas standars del
1918-1919, Lousana mundo mecanizado. Fotografías, estudios constructivos tridimensio-
• Proyecto para el concurso de un barrio de la firma Pic-Pic en nales con variados efectos de iluminación. Composiciones, estudios
Ginebra (500 casas). de tensiones con bases matemáticas, realizados con nuevos
[ 142 ] [ 143 ] materiales como marfil artificial, metales no ferrosos, etcétera.
1927-1930, Dessau
• Maestría de arquitectura en la Bauhaus de Dessau (desde el 1º de 1930-1936, Moscú
abril de 1927 al 31 de marzo de 1928). • Profesor en el Instituto de Arquitectura del VASI, primero en el
• Director de la Bauhaus de Dessau, sucesor de W. Gropius (desde el departamento de vivienda y edificación social, después en el depar-
1º de abril de 1928 al 1º de agosto de 1930): tamento de construcción rural, y finalmente en el departamento de
a) Organización de un curso arquitectónico basado en princi- construcción industrial (octubre de 1930 a agosto de 1933).
pios científicos (a diferencia del formalista estilo Bauhaus). • Arquitecto en jefe de la Corporación para la Construcción del
b) Organización de talleres con bases cooperativas y como unidades Instituto de Tecnología y Educación Superior Giprovtus en
de producción e investigación sobre las necesidades de la gente. Moscú (presupuesto anual, 400.000.000 de rublos) (octubre
c) Organización de exposiciones itinerantes de la Bauhaus de 1930 a invierno de 1931). Consultor en urbanismo para el
(Breslau, Zurich, Mannheim, Essen-Ruhr, Basilea, etc.). Instituto Nacional de Urbanismo Giprogor para el desarro-
d) Edición del periódico bauhaus Nº2/1928 al Nº4/1929 y del llo de los planes de las ciudades de Kerch, Crimea; Diatkovo,
prospecto Junge Menschen Kommt ans Bauhaus. Rusia blanca; Briansk e Ivanovo, Vosnesensk (octubre 1939 a
• En colaboración con los estudiantes del departamento de la Bauhaus: invierno 1931).
e) Medición y diagramas del espacio vital de familias tipo • Miembro de la primera «Comisión para la Construcción del Palacio de
trabajadoras y de clase media en Dessau y alrededores. los Soviets», que eligió el sitio y examinó los proyectos preliminares.
f) Proyecto de modelos de casa para trabajadores industriales a) Proyecto para la Escuela Lenin en Moscú (con la brigada
y empleados. Bauhaus).
g) Preparación del Plan de desarrollo para la segunda etapa b) Proyectos para un colegio técnico y escuelas industriales en
del barrio de Törten en Dessau, para aproximadamente el Giprovtus (con la brigada Bauhaus).
8.000 habitantes. c) Proyecto para una escuela combinada en Gorki (16.000
h) Proyecto para el concurso de un sanatorio de tuberculosos estudiantes) (con la brigada Bauhaus).
en Harz. d) Desarrollo del Plan para el Gran Moscú (Cabeza de la brigada
i) Diseños para tipos standards de muebles de bajo costo. urbanística con P. Bücking y Geimanson).
j) Diseño y dirección de 90 pisos de renta de bajo costo para la • Arquitecto en jefe de la Corporación Urbanística Standardgorprojekt.
ciudad de Dessau en Törten. Monobloques de 3 pisos, con 18 Cabeza del departamento para ciudades para industrias pesadas.
departamentos de 3 ambientes con galerías abiertas (renta e) Desarrollo de los planes para las ciudades de Molotov cerca
mensual 37,50 marcos). de Perm, Urales (45.000 habitantes).
• Práctica privada como arquitecto: f) Desarrollo de planes para la ciudad industrial (química)
a) Ganador del primer premio con su diseño para la Escuela de Nishni Kurinsk cerca de Perm, en los Urales (250.000
Federal de la Federación Alemana de Sindicatos de Bernau, habitantes).
cerca de Berlín, y director de la obra. Este fue el centro de g) Proyecto para una zona residencial en Ischewsk, en la
educación de la Federación; su edificación costó 2.500.000 República Popular de Udmurt (8.000 habitantes).
de marcos, tenía 120 estudiantes adultos. h) Varios planes urbanísticos para la industria pesada.
b) Proyecto para el concurso para el Banco del Trabajo en • Arquitecto en jefe del Instituto Urbanístico de Giprogor. Cabeza
Berlín, sucursal de la Federación Alemana de Sindicatos. de departamento para Siberia Oriental y el Lejano Este.
i) Desarrollo de los planes para Birobidzhán, capital de la
1 de Agosto de 1930 República Popular Judía (45.000-75.000 habitantes).
• Cae la Bauhaus con las autoridades municipales de Dessau. k) Plan de zonificación para la ciudad de Tschita, Siberia oriental.
Hannes Meyer es despedido sin notificación cuando los profesores l) Plan de desarrollo para la nueva ciudad de Krasnoyarsk en
[ 144 ] y estudiantes estaban de vacaciones. [ 145 ] Yennisei, Siberia (250.000 habitantes).
m) Plan de reconstrucción para la ciudad de Rybinsk en el Alto • Profesor de Planificación urbana.
Volga (200.000 habitantes). a) Estudio del plan urbanístico para Ixtapalapa, DF (13.000
n) Plan de zonificación para la cuenca industrial de Perm-Molo- habitantes)
tov, Urales (1.000 kms2, 1.250.000 habitantes). b) Estudio del espacio vital de las familias de trabajadores y
empleados de la ciudad de México, DF (ambos estudios con
1933-1934 estudiantes del IPN).
• Expediciones a Siberia y el Lejano Este.
Junio de 1941, México
1934-1935, Moscú • El Instituto de Planificación fue cerrado por falta de fondos.
• Profesor y cabeza del consejo asesor en vivienda de la reciente- • Práctica privada como arquitecto:
mente creada Academia de Arquitectura de la URSS en Moscú (de a) Proyecto para un centro deportivo y cultural para la Colonia
marzo de 1934 a octubre de 1935). Española en México, DF.
o) Estudio sistemático de patrones de vida en la URSS. b) Proyecto para el nuevo edificio del Club Suizo, México, DF.
p) Elaboración de planes tipo para barrios residenciales. Octubre de 1942
q) Coeditor de la revista para arquitectura extranjera. • Director técnico del Departamento para la Vivienda Obrera en el
Ministerio del Trabajo de México:
1931-1932-1933-1936 a) Planificación de barrios obreros en Lomas de Becerra en
• Giras de conferencias por Europa Occidental (Escandinavia, Tacubaya, México DF (12.500 habitantes).
Dinamarca, Alemania, Suiza y Checoslovaquia). b) Proyectos para asentamientos rurales para los braceros
(trabajadores rurales golondrinas).
Junio de 1936 c) Proyectos tipo para bloques de departamento en México.
• Retorno desde Moscú a Suiza.
Enero de 1944
1936-1939, Ginebra • Arquitecto secretario de la Comisión de Planificación para Hospi-
• Diseño e inspección del Hogar-escuela cooperativa en Mümliswil tales y Clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS):
(Fundación Dr. B. Jaggi). a) Proyectos preliminares para la red de clínicas en México.
• Planes de organización para esta cooperativa infantil (costo de b) Elaboración de programas técnicos y médicos para el primer
construcción, 250.000 francos). hospital del IMSS, Hospital de la Raza en México, DF (600
• Retorno al estudio de la pintura y sus leyes de composición. camas, 1.100 habitaciones, etc. con una clínica externa para
2.200 consultas diarias. 10.000 pacientes tratados por año.
1938 Costo del edificio, 16.000.000 de pesos).
• Viaje a América y México. Participación en el Congreso Interna-
cional de Planificación Urbana en México, en el Congreso para 1945-1947
la Democracia Industrial, en el Congreso Inaugural de la CTAL • Coordinador en el Comité Nacional para Edificios Escolares CAPFCE
en México. a) Organización de la primera exposición de arquitectura
escolar en el Palacio de Bellas Artes, México DF (planes para
1939-1949, México aproximadamente 700 escuelas en 26 estados mexicanos,
• Llamado a México (alrededor del 1º de junio de 1939) por el aulas modelo para ciudad y campo, como parte de la planifi-
gobierno del presidente Lázaro Cárdenas. Director del reciente- cación escolar en México entre 1944 y 1945).
mente fundado Instituto de Urbanismo y Planificación como parte b) Organización de un archivo fotográfico de arquitectura
[ 146 ] del Instituto Politécnico Nacional. [ 147 ] escolar (5.000 fotos en forma standarizada).
c) Organización de un plan de archivo para el CAPFCE. Planes 2
de 700 edificios escolares standarizados. Paseo de urbanista por Italia
d) Organización de exposiciones itinerantes del CAPFCE. 118 Hannes Meyer
paneles cada uno de 122 x 183 cms., muchos modelos.
e) Organización del primer periódico mexicano de arquitectura
escolar Construyamos escuelas, Nº1, 1947 y ss.
f) Organización de la publicación Memoria CAPFCE 1944-1946,
particularmente su parte técnica y gráfica y también la
muestra fotográfica. 3.000 copias, 420 páginas, formato 22
x 32 cms., aproximadamente 1.000 ilustraciones.
104
Proyecto de autobiografía.
583 y 584
Agua Hedionda.
Hemos juzgado oportuno dar a conocer en castellano la colocación de
los principales documentos del Fondo Hannes en el Museo de Arquitec- 157
tura de Frankfurt vinculados a los temas trabajados en nuestros textos. Tina Modotti
Si bien presenta la casi totalidad de las piezas referidas a México, la
lista no configura un catálogo exhaustivo. 459
Pintura Mexicana
74 461
Plática. Jóvenes Arquitectos Mexicanos. Comentario del texto en Apuntes sobre Texcoco, Texcotzinco y Netzahualcoyotl
fichas de publicaciones.
507
90 Exposición de motivos para el establecimiento de una Escuela
Proyecto de conferencia en la Academia de San Carlos sobre la Superior de Planificación y Urbanismo en el Instituto Politécnico
«Formación del Arquitecto», el 30.9.1938. (manuscrito en alemán). Nacional de México. Taller de Urbanismo. José Luis Cuevas.
Comentario del texto en fichas de publicaciones.
531
94 Plan de Estudios del IPU para 1941.
Programa del «2º ciclo de conferencias sobre Italia».
545
95 Memoria del concurso para la comunidad española: Comentario en
Conferencia «Paseo de un Urbanista por Italia». fichas de publicaciones.
Transcripción completa en apéndice.
583 y 584
102 Agua Hedionda.
Análisis de su estadía en México: Descripción extremadamente
detallada de personas, instituciones y actividades durante el período 664
mexicano (en alemán). El Instituto Ruso Mexicano, la Embajada Soviética, Correspondencia con Paul Artaria.
la Secretaría de Trabajo, el Instituto Politécnico Nacional, los huéspedes
de su casa, la casa, Vicente Lombardo Toledano, el Partido Comunista de 743
[ 166 ] México, los diplomáticos suizos, los españoles, la Asociación Garibaldi [ 167 ] Condolencias J. Villagrán García.
784 21.8.1939 (alemán): quejas por su incierta situación; comentarios
Correspondencia con Paul Artaria sobre «Arquitectura y Decoración»; posibles contactos para Weiner
16.12.1938 (alemán): dificultades económicas; quejas por la «corrup- en Lima.
ción»; posibilidades de trabajo para Lena; noticias familiares. 7.10.1939 (alemán): respuesta de Weiner.
8.4.1940 (alemán): publicación de una casa de Artaria en «Arquitec- 26.10.1939 (alemán): Sus expectativas en el Instituto Politécnico;
tura y Decoración»; relaciones con una compañía cinematográfica pide a Weiner, ex Bauhaus, ex brigadista en la URSS, fotografías
norteamericana; su situación mejora; descripción de la pirámide en sobre ambas experiencias.
Cuicuilla; los indios. 1.1.1940 (alemán): respuesta de Weiner.
3.3.1947 (alemán): prepara un álbum sobre la Bauhaus; no llegan 12.3.1940 (alemán): Noticias familiares; su actividad en el Instituto de
fotos de Teo Ballmer; elogios de «Werk»; críticas a Bill. Urbanismo; comentarios sobre vida política mexicana.
?.12?1947 (alemán): describe dibujos de su tio Amadeus Merian en su 7.1.1947 (alemán): la publicación de un álbum sobre la Bauhaus; parti-
depósito de Ginebra; recuerda obras y proyectos del mismo; da referen- cipación de ex-alumnos residentes en USA y Suiza; pide fotografías y
cias sobre las actividades en México de Fritz Sulzbachner, alias Federico direcciones.
Bach; Bach complicó a H. M. en el asesinato de Trotzky; relaciones y 8.2.1948 (castellano): respuesta de Weiner.
trabajo de H. M. para la Embajada Suiza.
867
798 Correspondencia con familia Klee
Correspondencia con Hans Schmidt.
869
805/7 Correspondencia con Leopoldo Mendez
Correspondencia con «Carmen», «Leon» y «Mario».
870
823 Correspondencia con Ernst y Sasha Morgentaler
Enrique Yañez. 1.5.1940 (alemán): particularidad del medio social mexicano (enfren-
tamientos armados); recuerdos de sus relaciones con el arte abstracto;
829 reivindicación del realismo y críticas a Bill; estímulos de la cultura y el
Correspondencia con Hannes Beckmann. clima mexicanos.
21.2.1947 (alemán): Solicitud de participación de Hannes Beckmann en
el álbum sobre la Bauhaus: Referencias a Kandinsky y Klee. 871
Correspondencia con Gabriele y Genni Mucchi
842 20.2.1947 (francés)
Correspondencia con Margret Keller-Dambeck Consideraciones en torno a su participación en la Trienal de Milán.
5.5.1947 (alemán): Extenso relato sobre las actividades de Lena desde Duros comentarios acerca de la «neutralidad política» de A. Roth y M.
1931; trabajos de H. M. desde la partida de Alemania, su situación a la Bill. Alusión al «álbum sobre la Bauhaus».
fecha (clientes, proyectos); el paisaje geográfico y social mexicano; los
indios; direcciones de otros exalumnos de la Bauhaus (como Margret); 875
referencia al álbum sobre la Escuela. Correspondencia con Mario Montagnano
27.2.1949 (castellano): informaciones sobre política mexicana, en particu-
859 lar respecto del PP (Partido Popular?); vínculos con Lombardo Toleámo; el
Correspondencia con Tibor Weiner: jardín de la embajada Checa; interés por la izquierda en USA; dificultades
[ 168 ] 11.6.1951. (alemán) [ 169 ] económicas; deseo de volver a Europa; defensa del realismo del TGP.
15.4.1949 (castellano): informaciones sobre política mexicana, en mención de tres «grandes» posibilidades de trabajo como urbanista
particular respecto del PP (Partido Popular?) y del Partido Comunista; en México (ampliación de una industria, balneario en Acapulco,
referencias a las publicaciones del TGO; dificultades económicas; inten- balneario de aguas termales).
ciones de volver a Europa. 934
1949? (Sin fecha, a punto de embarcarse hacia Italia) (castellano): Dibujos
anuncio de la partida; expectativas en la venta del álbum TGP; planes
de trabajo en Europa; no quiere radicarse «detrás de la cortina». 944 a 955
Dibujos de «Los Remedios».
876
Carta de Ludwing Renn 1638 a 1858
Fotografías
879
Correspondencia con Karel Teige 2166/2100
1950? (alemán): Comentarios sobre los escritos de Teige y sobre el Fotografías de familia y amigos
trabajo del TGP, en particular de Méndez.
2030/2137
880 Fotografías de México
Taller de Gráfica Popular
884
Correspondencia con Federico Bach
11.1.1939 (alemán)
892
Correspondencia con Emil Grisheintz-Laval
19.1.1940 (alemán)
893
Correspondencia con familiares
905
Correspondencia con familiares
21.3.1947 (alemán): Descripción de la vida familiar; las actividades
artísticas de Lena; posibilidades de migración a Europa y los Estados
Unidos.
907
Correspondencia con su prima Rita
30.1.1948 (alemán): Solicita informaciones sobre publicaciones en
Suiza; comentarios sobre actividades familiares; alusión a publi-
[ 170 ] cación sobre la Bauhaus; referencias a sus actividades gráficas; [ 171 ]
4 URSS», propuesta de la brigada integrada por Meyer «urbanista en
Referencias bibliográficas de los artículos de Meyer jefe», el urbanista Geimanon y el arquitecto P. Bueking, 1931-1932; i)
en México citados «La capital de Birobidzhán, Extremo oriente, URSS», trabajo realizado
por el instituto «GIPROGOR» bajo la dirección de Meyer, 1933-1934;
m) «La cuenca del Perm en el Ural, URSS», ídem, 1934; n) «La ciudad
satélite de Nishni-Kourinsk en la cuenca de Perm en el Ural, URSS»,
proyecto de una brigada del «Standard Gorproyect», bajo la dirección
de Meyer, 1932; o) «La ciudad satélite de Molotovo en la cuenca de
Perm en el Ural, URSS», ídem.
[ 181 ]
[ 182 ]