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Cartago

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Cartago
Tunisie Carthage Ruines 08.JPG
Continente África
Coordenadas 36°51′09″N 10°19′24″ECoordenadas: 36°51′09″N 10°19′24″E (mapa)
País Bandera de Túnez Túnez, Reino vándalo, exarcado de África y Estado púnico
Fecha construcción siglo IX a. C.juliano
Mapa de localización
Cartago ubicada en TúnezCartagoCartago
Ubicación (Túnez).
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Cartago fue una antigua ciudad del norte de África, en el actual Túnez (a unos
diecisiete kilómetros al noreste de la capital de este país), fundada por
emigrantes fenicios de Tiro a finales del siglo IX a. C., según la datación moderna
más aceptada.

Tras la caída de Tiro en poder de los caldeos, Cartago se independizó y desarrolló


un poderoso Estado que llegó a rivalizar con las ciudades-Estado griegas de Sicilia
primero y con la República romana siglos después. Su estructura de gobierno fue de
carácter republicano con ciertas características monárquicas o de tiranía, aunque
evolucionó posteriormente a un sistema plenamente republicano.12 Los territorios
controlados por Cartago la convirtieron en la capital de un próspero Estado,
viéndose enriquecida por los recursos provenientes de todo el Mediterráneo
occidental.

En el siglo III a. C. se enfrentó a la República romana en tres guerras (conocidas


como primera, segunda y tercera guerras púnicas) por la hegemonía en el
Mediterráneo occidental y de las que salió derrotada. A mediados del siglo II a.
C., fue destruida por Escipión Emiliano en la llamada tercera guerra púnica.

En el año 29 a. C. Augusto fundó en el mismo lugar una colonia romana con el nombre
de Colonia Iulia Concordia Carthago, que se convirtió en la capital de la provincia
romana de África, una de las zonas productoras de cereales más importantes del
Imperio romano. Su puerto fue vital para la exportación de trigo africano hacia
Roma. La ciudad llegó a ser la segunda en importancia del Imperio con 400 000
habitantes.3

En el año 425, los vándalos liderados por Genserico tomaron la ciudad y la


convirtieron en la capital de su nuevo reino. Fue reconquistada por el general
bizantino Belisario en el año 534, permaneciendo bajo influencia bizantina hasta el
año 705.

Índice
1 Geografía y urbanismo
2 Sociedad y economía
3 Política
3.1 Cartago, capital del Estado púnico
3.2 Monarquía cartaginesa
3.3 República cartaginesa
3.4 Cartago bajo el poder de Roma
3.5 Cartago capital del reino vándalo
3.6 Cartago bizantina
4 Ciudad
4.1 Desarrollo
4.2 Fundación
4.3 Puertos
4.4 Devenir de sus ruinas
5 Leyenda
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía
8.1 Fuentes
8.2 Obras modernas
9 Enlaces externos
Geografía y urbanismo
Cartago fue construida sobre un promontorio con entradas de mar al norte y al sur.
La ubicación de la ciudad la convirtió en dueña del comercio marítimo del
Mediterráneo. Todos los barcos que cruzaban el mar debían pasar entre Sicilia y la
costa de Túnez, donde se construyó Cartago, lo que le otorgaba un gran poder e
influencia. Se construyeron dos grandes puertos artificiales dentro de la ciudad,
uno para albergar la enorme flota de 220 buques de guerra de la ciudad y el otro
para el comercio mercantil. Una torre amurallada dominaba ambos puertos. La ciudad
tenía muros enormes, de 37 km de largo, que eran más largos que los muros de
ciudades comparables. La mayoría de las murallas estaban en la costa, por lo que
podrían ser menos impresionantes, ya que el control cartaginés del mar dificultaba
el ataque desde esa dirección. Los 4 a 4.8 km de muro en el istmo al oeste eran
realmente masivos y nunca fueron penetrados.

Cartago fue una de las ciudades más grandes del período helenístico y estuvo entre
las ciudades más grandes de la historia preindustrial. Mientras que en el 14 d. C.
Roma tenía al menos 750.000 habitantes y en el siglo siguiente puede haber llegado
a 1 millón, las ciudades de Alejandría y Antioquía contaban con sólo unos pocos
cientos de miles o menos.4 Según la historia no siempre confiable de Herodes,
Cartago rivalizó con Alejandría por el segundo lugar en el imperio romano.5

Reconstrucción moderna de Cartago. El puerto circular en el frente es el cothon, el


puerto militar de Cartago, donde estaban anclados todos los buques de guerra de
Cartago (birremes).
La Cartago Púnica estaba dividida en cuatro áreas residenciales de igual tamaño y
con el mismo trazado, tenía áreas religiosas, plazas de mercado, casa del consejo,
torres, un teatro y una enorme necrópolis; aproximadamente en el centro de la
ciudad se alzaba una alta ciudadela llamada Birsa. Alrededor de Cartago había muros
"de gran fortaleza" que se dice que en algunos lugares se elevaban por encima de
los 13 m, con casi 10 m de espesor, según autores antiguos. Al oeste, se
construyeron tres muros paralelos. Las murallas corrían en total unos 33 kilómetros
para rodear la ciudad.6 Las alturas de Birsa se fortificaron adicionalmente; siendo
esta zona la última en sucumbir a los romanos en el 146 a. C. Originalmente, los
romanos habían desembarcado su ejército en la franja de tierra que se extendía
hacia el sur desde la ciudad.7

Trazado de la ciudad-estado púnica de Cartago, antes de su caída en 146 a. C.


Fuera de las murallas de la ciudad de Cartago se encuentra Chora o tierras
agrícolas de Cartago. Chora abarcaba un área limitada: el tell de la costa norte,
el valle del río Bagradas inferior (tierra adentro desde Útica), el cabo Bon y el
sahel adyacente en la costa este. La cultura púnica logró aquí la introducción de
las ciencias agrícolas desarrolladas por primera vez para las tierras del
Mediterráneo oriental y su adaptación a las condiciones africanas locales.8

Sociedad y economía
La cultura púnica y las ciencias agrícolas, cuando llegaron a Cartago desde el
Mediterráneo oriental, se adaptaron gradualmente a las condiciones africanas
locales. El puerto mercantil de Cartago se desarrolló después del asentamiento de
la cercana ciudad púnica de Útica y, finalmente, el campo africano circundante se
puso en la órbita de los centros urbanos púnicos, primero comercialmente y luego
políticamente. Siguió la gestión directa del cultivo de las tierras vecinas por
parte de los propietarios púnicos.9 Una obra de 28 volúmenes sobre agricultura
escrita en púnico por Magón, un general retirado del ejército (c. 300), fue
traducida al latín y luego al griego. El original y ambas traducciones se han
perdido; sin embargo, parte del texto de Magón ha sobrevivido en otras obras
latinas.10 Algunos temas discutidos por Magón fueron el cultivo de olivos, árboles
frutales (granado, almendro, higo, palma datilera), vitivinicultura, abejas,
ganado, ovejas, aves de corral, implementos y manejo de granjas.11

En la sociedad agrícola púnica, según Magón, los pequeños propietarios eran los
principales productores. Eran, escriben dos historiadores modernos, no propietarios
ausentes. Más bien, el probable lector de Magón era «el dueño de una finca
relativamente modesta, de la cual, mediante un gran esfuerzo personal, extrajo el
máximo rendimiento».11 Sin embargo, en otros lugares, estos escritores sugieren que
la propiedad de la tierra rural proporcionó también una nueva base de poder entre
la nobleza de la ciudad, para los residentes en sus villas de campo.7

Los problemas relacionados con la gestión de la tierra rural también revelan las
características subyacentes de la sociedad púnica, su estructura y estratificación.
Los trabajadores contratados podrían considerarse "proletariado rural", extraído de
los bereberes locales. No está claro si quedaron terratenientes bereberes junto a
las granjas dirigidas por los púnicos. Algunos bereberes se convirtieron en
aparceros. Los esclavos adquiridos para el trabajo agrícola eran a menudo
prisioneros de guerra. En tierras fuera del control político púnico, los bereberes
independientes cultivaban cereales y criaban caballos en sus tierras. Sin embargo,
dentro del dominio púnico que rodeaba la ciudad-estado de Cartago, había divisiones
étnicas además de las habituales distinciones cuasi feudales entre señor y
campesino, o amo y siervo. Esta inestabilidad inherente al campo atrajo la atención
no deseada de posibles invasores.8 Sin embargo, durante largos períodos, Cartago
pudo manejar estas dificultades sociales.7

Las numerosas ánforas con marcas púnicas encontradas posteriormente sobre los
antiguos asentamientos costeros del Mediterráneo dan testimonio del comercio
cartaginés de aceite de oliva y vino de producción local. La producción agrícola de
Cartago era muy apreciada por los antiguos y rivalizaba con la de Roma: una vez
fueron competidores, por ejemplo, por sus cosechas de aceitunas. Sin embargo, bajo
el dominio romano, la producción de cereales ([trigo] y cebada) para la exportación
aumentó drásticamente en África; sin embargo, estos cayeron más tarde con el
aumento de las exportaciones de cereales del Egipto romano. A partir de entonces se
restablecieron los olivares y viñedos alrededor de Cartago. Los visitantes de las
diversas regiones de cultivo que rodeaban la ciudad escribieron con admiración
sobre los exuberantes jardines verdes, huertas, campos, canales de riego, setos
(como límites), así como las muchas ciudades agrícolas prósperas ubicadas en el
paisaje rural.610

Política
Cartago, capital del Estado púnico
Artículos principales: Antigua Cartago, Ejército de Cartago y Flota cartaginesa.
La ciudad de Cartago desarrolló un gran Estado bajo su poder. En sus inicios, el
territorio cartaginés comprendía sólo la ciudad y una pequeña área de unos 50 km².
En el siglo VI a. C. los cartagineses fueron ocupando un territorio entre 30 000 y
50 000 km², que constituyó la base del Estado Cartaginés. Partiendo de esta área,
que se suele denominar metropolitana, se expandieron para crear entre los siglos V
y III a. C. un imperio mercantil marítimo, aprovechando las factorías y ciudades
existentes fundadas por los fenicios, o estableciendo otras nuevas, en Hispania,
Sicilia, Cerdeña, Ibiza y en el norte de África, consolidando además su poder sobre
Numidia y Mauritania. En su apogeo fue la primera potencia económica y militar en
el Mediterráneo occidental. La República Cartaginesa se enfrentó a la República
Romana por la hegemonía, siendo derrotada en el 146 a. C., lo que comportó la
desaparición del estado cartaginés y la destrucción de la ciudad de Cartago.

Si bien el territorio controlado por Cartago fue amplio, con numerosos vasallos y
asociados, la zona propiamente colonizada por Cartago nunca llegó a ser muy
extensa. El estado se dividía entre ciudades aliadas o socias como Útica, los
territorios autónomos y el imperio propiamente dicho de Cartago que, según ellos
mismos, contaba con unas 300 ciudades en la época de la primera guerra púnica. La
zona más rica y poblada era la llamada zona metropolitana; ésta a su vez se dividía
en 7 circunscripciones llamadas pagi. Más allá del territorio cercano a Cartago se
encontraba la Gran Sirte, un rico territorio costero en Libia-Túnez.

Aníbal Barca, general, aristócrata y senador cartaginés.


Monarquía cartaginesa
Artículo principal: Monarquía cartaginesa
Inicialmente fue gobernado por una oligarquía de ricas familias, en forma de
monarquía en los siglos VI-IV a. C. coincidiendo con la caída de Tiro ante
Babilonia en el año 580 a. C. Posiblemente por cierto vacío de poder, se consolidó
un sistema de gobierno centrado en dos personas llamados sufetes. Caracterizado por
la instauración de grandes familias encumbradas en el poder por mucho tiempo,
debido a las cualidades de sus individuos y a sus grandes riquezas.

El poder de los sufetes —denominados reyes por algunos escritores griegos y latinos
— no era absoluto, solían ejercer de jueces y árbitros, ya que existían otras
instituciones como el Senado con el que debían compartir sus decisiones. Según
algunos el Senado fue creado durante el siglo V a. C. Su función era asesorar a los
sufetes en cuestiones de política y economía. Su organización nos es desconocida.
Según Heeren, era muy numeroso y se dividía durante la etapa monárquica en la
Asamblea (simkletos), y el Consejo privado la Gerusia, compuesto de los notables de
la Asamblea. Según Theodor Mommsen, el gobierno había pertenecido primeramente al
Consejo de los Ancianos o Senado, compuesto, como la Gerusía de Esparta, de dos
reyes que el pueblo designaba en la asamblea y de veinticuatro gerusiastas
probablemente nombrados por los propios reyes y con carácter anual. Se conoce la
existencia de reyes que dirigieron a las tropas en las guerras de Sicilia durante
los siglos VI y V a. C. pertenecientes a la dinastía de los Magónidas. En el 480 a.
C., tras la muerte de Amílcar I, derrotado por los griegos en la batalla de Hímera,
las grandes familias perdieron gran parte de su poder en manos del Senado,
creándose el Consejo de los Cien por un movimiento social que dio lugar a un mayor
control de los sufetes.

República cartaginesa
Artículo principal: República cartaginesa
La república cartaginesa era gobernada por varios órganos públicos, pero reservados
a la aristocracia, el más básico era la Asamblea de Ciudadanos (συγκλητος),
constituida por varios cientos de individuos pertenecientes a las familias más
acaudaladas e influyentes de la Cartago. La asamblea nombraba libremente a la mayor
parte de los cargos de la ciudad, como el Consejo de Ancianos o Senado de los Cien
(γερουσια), grupo de cien aristócratas formado de modo vitalicio, conocido desde el
siglo IV a. C. Estaban encargados de funciones judiciales y de la supervisión de
los funcionarios. Finalmente, la Asamblea de Ciudadanos se encargaba de la elección
de los sufetes, de los sumos sacerdotes y de los generales. Los sufetes y los sumos
sacerdotes eran miembros natos del Senado cartaginés, llegando así a la cifra de
104 miembros. El senado también dirigía todos los procesos de la Asamblea, o las
Pentarquías, grupos de cinco individuos que se ocupaban de los departamentos
estatales y cubrían vacantes en el Senado. El Senado era el órgano más poderoso,
compuesto en su totalidad por la más influyente aristocracia. Los sufetes eran dos
magistrados elegidos anualmente entre las familias aristocráticas. Sus cometidos
eran esencialmente civiles, la convocatoria del Consejo y de la Asamblea, y
funciones judiciales superiores.1

La constitución cartaginesa, como todas aquellas cuya base es a la vez


aristocrática y republicana, se inclina tan pronto del lado de la demagogia como
del de la oligarquía.
Aristóteles12
El Consejo de los Cien es conocido desde el siglo IV a. C. Junto a este consejo
existía una comisión permanente de 30 individuos. Era un sistema oligárquico,
controlado por las élites urbanas, grandes propietarias de tierras o vinculadas al
comercio. Las tensiones eran las propias de la competencia por el poder entre
individuos o grupos aristocráticos, y se verían acrecentadas con la expansión desde
el siglo VI a. C., y especialmente con la rivalidad con Roma. Los conflictos
bélicos en concreto favorecieron la aparición de caudillos militares y familias
concretas, capaces de actuar con cierta independencia. Las diversas opciones
políticas y comerciales con que se enfrentó el Estado cartaginés a lo largo del
siglo III a. C., como potenciar la expansión en África o buscar nuevos mercados,
también provocaron divergencias entre las facciones de la oligarquía,
terratenientes y comerciantes, disputas a las que probablemente se vieron
arrastradas las clases inferiores urbanas de comerciantes y artesanos.

Cartago bajo el poder de Roma

Ruinas de villas romanas en Cartago.

Resto de las Termas de Antonino en Cartago.


Cartago resistió durante seis días el asedio de los soldados romanos; estos
tuvieron que avanzar penosamente casa por casa y calle por calle, tal fue la
resistencia a la que se enfrentaron. Del casi millón de habitantes sólo
sobrevivieron unos cincuenta mil y fueron vendidos como esclavos. La ciudad fue
destruida totalmente y lo más valioso llevado a Roma. Roma borró del mapa a
Cartago, su gente y su cultura. La destrucción fue total, casi nadie sobrevivió.
Fue la eliminación total del adversario.

Tras la destrucción de la ciudad fue prohibido habitar el lugar. Tras pasar 25 años
hubo un intento de refundación de una ciudad, llamada Colonia Junonia, pero solo
duró 30 años y no prosperó, el lugar quedó habitado con pequeños asentamientos. El
enclave tuvo que esperar hasta el año 46 a. C., en el que Julio César visitó el
lugar durante el transcurso africano de la segunda guerra civil y decidió que allí
debía construirse una ciudad por su excelente situación estratégica. Octavio,
heredero de César, fundó la Colonia Julia Cartago en el 29 a. C. La ciudad creció y
prosperó hasta convertirse en la capital de la provincia romana de África,
desbancando a Útica. La provincia de África ocupaba el actual Túnez y la zona
costera de Libia, y en el futuro daría nombre a todo el continente. Esta provincia
se convirtió en una de las zonas productoras de cereales más importantes del
imperio. Su gran puerto era vital para la exportación de trigo africano hacia Roma.

En su esplendor durante el dominio de Roma la ciudad llegó a tener una población de


más de 400 000 habitantes, convirtiéndose en la segunda ciudad en importancia del
Imperio. Entre sus grandes edificios destacaban el circo, el teatro, el anfiteatro,
el acueducto y, sobre todo, caben destacar las Termas de Antonino, que eran las más
importantes después de las de Roma, situadas en un lugar privilegiado junto al mar
y de las cuales aún se conservan restos. Poseía una gran y compleja red de
alcantarillado capaz de suministrar agua a toda la ciudad.

En el siglo III el cristianismo empezó a consolidarse notablemente en Cartago. La


ciudad contaba con su propio obispado y se convirtió en un importante lugar para la
cristiandad. Distintas figuras importantes de la Iglesia primitiva se relacionan
con Cartago: San Cipriano, que fue su obispo en el 248, Tertuliano, escritor
eclesiástico que nació, vivió y trabajó en la ciudad durante la segunda mitad del
siglo II y los primeros años de la centuria siguiente; y San Agustín, quien fue
obispo de la cercana Hipona durante los últimos años del siglo IV y comienzos del
siglo siguiente. En los siglos IV y V, en plena decadencia imperial, durante las
invasiones bárbaras sirvió de refugio para los que huían de estas. En el año 425 la
ciudad resistió varios ataques de los vándalos, pero finalmente sucumbió en el 439.

Cartago capital del reino vándalo


Artículo principal: Reino vándalo

El reino vándalo en el año 455.


Los vándalos fueron un pueblo bárbaro que inicialmente conquistó el sudeste de
Hispania, y posteriormente se desplazaron a África conquistando Cartago durante el
reinado del rey Genserico, y estableciéndola como capital de un nuevo reino. Una
vez consolidado el mismo, iniciaron una serie de campañas militares en las que
conquistaron las Baleares, Córcega, Cerdeña y Sicilia, lo que les permitió dominar
el mercado del Mediterráneo occidental.

Genserico, el fundador del Reino vándalo, puso las bases del apogeo del mismo, pero
también las de su futura decadencia. El cenit de su reinado y del poderío vándalo
en África y el Mediterráneo lo constituyó la paz perpetua conseguida con
Constantinopla en el verano del 474, en virtud de la cual se reconocían su
soberanía sobre las provincias norteafricanas, las Baleares, Sicilia, Córcega y
Cerdeña. No obstante, desde los primeros momentos de la invasión (429-430),
Genserico golpeó a la importante nobleza senatorial y la aristocracia urbana
norteafricanas, así como a sus máximos representantes en estos momentos, el
episcopado católico, llevando a cabo numerosas confiscaciones de propiedades y
entregando algunos de los bienes eclesiásticos a la rival Iglesia donatista y a la
nueva Iglesia arriana oficial. Tampoco pudo destruir las bases sociales de la
Iglesia católica, que se convirtió así en un núcleo de permanente oposición
política e ideológica al poder vándalo. Respecto de su propio pueblo, Genserico
realizó en el 442 una sangrienta purga en las filas de la nobleza vándalo-alana.
Como consecuencia de ello, dicha nobleza prácticamente dejó de existir.

Gradualmente el reino vándalo entró en decadencia. Las luchas internas por el poder
y la mala relación con la iglesia católica, muy asentada en la zona, junto con las
incursiones de tribus bereberes, debilitaron el reino y facilitaron la conquista
por el general bizantino Belisario en el año 534,13 sobre todo tras la importante
derrota del rey Gelimer el 13 de septiembre de 533 en la batalla de Ad Decimum
frente a Belisario.

Cartago bizantina

Territorios del Imperio bizantino en el siglo VII:


Territorios originales del Imperio
Territorios conquistados durante el reinado de Justiniano I
Tras la reconquista por parte de los romanos orientales y la dispersión de los
vándalos, la ciudad fue renombrada por Belisario como "Colonia Justiniana", en
honor al emperador Justiniano I de Bizancio. En esos años el Imperio Bizantino
estaba en el cenit de su poder. Cartago volvió a ser capital de una provincia
romana, llamada esta vez Exarcado de África. Los bizantinos, en los momentos más
bajos de las guerras contra Persia, estuvieron a punto de perder Constantinopla; el
entonces emperador, Heraclio, consideró la posibilidad de trasladar a Cartago la
capital imperial en el 618. En el año 647 Gregorio, exarca de Cartago, tras haber
perdido la conexión terrestre por el avance del Islam, se declaró independiente de
Constantinopla.
Durante el gobierno del exarca Gregorio, Cartago dejó de ser capital del exarcado.
Durante su mandato se inició la rápida expansión islámica. En el año 641 cayeron
bajo dominio del Islam las importantes ciudades de Alejandría, Damasco y Jerusalén.
Las fronteras de Dar al-Islam en breve tiempo se encontraron en las cercanías de
Cartago, y amenazaba con expandirse sobre ésta. El exarca Gregorio, reclutó y
lideró un ejército formado principalmente por los bereberes autóctonos, logró
plantar cara a los musulmanes en el año 647, que aún no tenían interés en expandir
su poder a esa zona. Durante estos años la ciudad de Cartago había vuelto a
recuperar cierto esplendor debido a la multitud de refugiados de Palestina, Egipto
y Siria.

Gregorio murió en ese mismo año, Cartago volvió a ser capital del Exarcado, y se
restauró la dependencia a Constantinopla. Durante cincuenta años el avance del
Islam fue frenado. Los musulmanes, en el año 670, fundaron la ciudad de Kairouan,
en la actual Túnez, que fue conquistada brevemente por los bizantinos. Durante este
tiempo las tribus bereberes fueron islamizándose, en parte por iniciativa de los
líderes musulmanes, lo que aumentó el poder del Islam en la zona. Finalmente, los
musulmanes iniciaron un asedio sobre Cartago, en la defensa de la ciudad participó
un gran contingente de visigodos, enviados por su rey para proteger el exarcado,
con la intención de mantener alejados a los árabes de sus dominios en la península
ibérica. Pero la ciudad fue tomada en el año 698.

El Imperio bizantino reconquistó la ciudad durante breve tiempo, pero fue la última
vez que la ciudad estuvo bajo poder cristiano. En el 705 un ataque musulmán devastó
la ciudad reduciéndola a cenizas y masacrando a todos sus habitantes, como había
sucedido siglos antes.

Ciudad

Mapa dibujado en 1844 que muestra la Cartago púnica y romana.


Desarrollo
El conocimiento transmitido procede casi en su totalidad de la gran campaña
internacional de excavaciones para la salvaguarda de Cartago de 1975.14

Cartago estaba situada en una península comprendida entre el golfo y el lago de


Túnez. La ciudad estaba protegida por una triple muralla, cada sección contaba con
25 m de altura y unos 10 m de ancho, situada en el istmo, a unos 4 km del mar. La
propia muralla tenía cuarteles con capacidad para albergar a 20 000 infantes. El
diseño urbanístico y la arquitectura eran una mezcla de modelos con antecedentes
sirio-palestinos de tipo predominantemente orgánico y de modelos de lógica
hipodámica, en parte creada por su propia práctica de la construcción y, en parte,
sobre todo en su última fase, por influencia griega y helenística.14

La zona alta se desplegaba partiendo de la colina de Birsa, donde se hallaba la


inexpugnable fortaleza del mismo nombre y el templo de Eshmún. En las laderas de la
colina se encontraban las grandes residencias de la aristocracia cartaginesa. Se
descubrieron restos de casas recubiertas por las cenizas del incendio de su
destrucción, en el año 146 a. C. Poseían características muy similares a las
helenísticas. La ciudad era un recinto con calles concéntricas. En el barrio Magón
se observa una operación a gran escala de una remodelación urbanística del siglo
III a. C., con el aprovechamiento del espacio que ocupaba la antigua puerta de la
muralla, del siglo V, para construir viviendas de lujo. El barrio de Salambó era el
centro político y económico de la ciudad, y estaba unido al puerto comercial por
tres avenidas descendentes. En él se hallaba el foro principal y el ágora, donde se
practicaba un intenso comercio. Probablemente, el Senado de Cartago se reunía para
tomar decisiones en algún edificio de este barrio. Cerca del foro se alzaba el
templo de Tofet, donde se han descubierto miles de estelas y de urnas que contenían
esqueletos de niños calcinados, así como una capilla del siglo VIII a. C. Otros
templos importantes eran aquellos dedicados a Melqart, a Shadrapa, Sakon o Sid. Era
la parte de la ciudad más próxima al mar, donde se encontraban el puerto comercial
y el militar. Estaba dotada con almacenes suficientes para albergar las mercancías
comerciales y por casas de la clase baja. Dentro del área defendida por las
murallas, al noroeste de la ciudad, se hallaba el amplio suburbio de Megara,
ocupado por casas rurales, campos de cultivo y jardines.15

Fundación
Existen numerosas dataciones propuestas por los historiadores clásicos sobre la
fecha fundacional de Cartago.16171819 La leyenda clásica sobre la fundación de
Cartago cuenta que fue la princesa Dido quien la fundó en el año 814 a. C. Si bien
el consenso actual es afirmar que la ciudad fue fundada entre los años 825 y 820 a.
C.20 con el nombre de 𐤕𐤔𐤃𐤇 𐤕𐤓𐤒 Qart Hadašt ‘ciudad nueva’.21

Puertos
Artículo principal: Puertos púnicos de Cartago

Cartago romana con los dos puertos grandes existentes en la ciudad.


La ciudad de Cartago poseía dos grandes puertos, el comercial y el militar, que le
permitieron dominar militar y comercialmente el Mediterráneo occidental. El acceso
a los puertos desde el mar venía facilitado por una entrada de unos 21 m de ancho,
que en caso de necesidad era cerrada con una cadena de hierro. Los dos puertos
estaban unidos por un estrecho canal navegable. Fueron construidos artificialmente,
lo que significó una gran obra de ingeniería, siendo admirados y envidiados durante
la Antigüedad.

El puerto civil era de forma rectangular. Allí fondeaban las naves comerciales, que
en su mayoría importaban garo, trigo, púrpura, marfil, oro, estaño y esclavos de
las factorías, de las colonias y de las explotaciones agrícolas creadas en
numerosos enclaves costeros a lo largo del Mediterráneo. Las exportaciones a otras
ciudades, colonias o pueblos costeros nativos de las costas del Mediterráneo
occidental fueron mercancías manufacturadas, vidrios, cerámicas, objetos de bronce
o hierro, y tejidos de púrpura.

El puerto militar era de forma redonda y albergaba en su interior una isla


artificial también circular. La isla era la sede del almirantazgo, y su acceso era
restringido. El puerto militar según las fuentes clásicas podía albergar 220 barcos
de guerra, y sobre los hangares se levantaron almacenes para los aparejos.22Delante
de cada rada se elevaban dos columnas jónicas, que dotaban a la circunferencia del
puerto y de la isla el aspecto de pórtico. Los restos arqueológicos descubiertos
han permitido extrapolar la capacidad de acogida del sitio: 30 diques en la isla
del almirantazgo y de 135 a 140 diques en todo el perímetro. En total, con 160 a
170 diques, podían albergar tantos barcos de guerra como han sido identificados.23
24

Por debajo de los diques de la dársena se situaban los espacios de almacenaje. Se


ha supuesto que en cada dique podían tener cabida dos filas de barcos. En medio del
islote circular había un espacio a cielo abierto, a cuyo lado se levantaba una
torre. Los diques podían tener sobre todo la función de astillero naval.25

Devenir de sus ruinas


Artículo principal: Sitio arqueológico de Cartago

Cartago en la actualidad.
Desde entonces el territorio de la antigua Cartago fue largamente dominado por el
islam. Sobre sus ruinas tuvo lugar la Octava Cruzada en 1270, con el propósito de
convertir al sultán de Túnez al cristianismo, en la que resultaría muerto el rey de
Francia Luis IX. Fue conquistado por el célebre pirata Barbarroja, brevemente
dominado por la España imperial de Carlos V, subyugado por el Imperio otomano,
colonizado por Francia y ocupada por la Alemania Nacionalsocialista. Forma parte
del territorio del Estado de Túnez desde que este alcanzó su independencia.

Ruinas de Cartago.
Desde entonces Cartago empezó a adquirir una gran importancia arqueológica, dando
lugar a la gran campaña internacional de excavaciones para la salvaguarda de
Cartago de 1975. Las ruinas de Cartago fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad
por la Unesco en 1979.26Entre las piezas arqueológicas halladas hay restos
vándalos, bizantinos y, sobre todo, romanos, pero también aparecieron objetos
púnicos. Allí encontraron algunos de los más bellos y mejor conservados mosaicos de
la antigüedad, que datan de la época romana y se encuentran en el afamado museo de
El Bardo de la capital tunecina.

En la actualidad la península donde se ubicaba la antigua ciudad es parte de un


suburbio residencial lujoso de la ciudad de Túnez, el que se han asentado varias
embajadas extranjeras. También está ubicada en este emblemático lugar la residencia
del presidente de la República Tunecina, próxima a las ruinas de las Termas de
Antonino. El nombre de Cartago permanece actualmente en varias poblaciones en el
continente americano, llamadas así por los conquistadores españoles en honor a la
Cartago Nova española.

Leyenda

Eneas contándole a Dido las desgracias de Troya, Pierre-Narcisse Guérin (1815),


París, Louvre.
Según la leyenda que ha sido adulterada por algunos escritores clásicos latinos,
Cartago fue fundada en el 814 a. C.27 por la princesa Dido, hermana de Pigmalión,
rey de Tiro. Pigmalión, que ambicionaba el tesoro de su cuñado Siqueo, obligó a
Dido a que le revelase la ubicación de dichas riquezas. Dido engañó a Pigmalión y
le indicó un falso lugar. Pigmalión primero asesinó a Siqueo y después buscó la
fortuna, mientras Dido lo desenterraba y huía con el tesoro y sus seguidores.
Embarcó y navegó hasta llegar a la región habitada por los libios, donde solicitó
al rey local tierras para fundar una ciudad, pero reacio a la intrusión, solo le
concedió el terreno ocupado por una piel de toro. Dido, mujer ingeniosa, cortó la
piel en finísimas tiras y así delimitó una gran extensión e hizo construir una
fortaleza llamada Birsa, que más tarde se convirtió en la ciudad de Cartago.

Cuando Troya cayó en poder de los aqueos, Afrodita dijo a su hijo Eneas, uno de los
caudillos del ejército troyano, que huyera de la ciudad y no muriera como un buen
troyano, pues Troya ya no existía y para él se había reservado otro futuro. Tras
varias escalas, llegó a Cartago, donde la reina Dido se enamoró locamente de él,
permaneciendo largo tiempo juntos. Pero Eneas recibió de Júpiter la misión de
fundar un nuevo pueblo, debiendo partir a su destino. La noche que Eneas embarcó
con su gente, Dido corrió a convencerle para que no partiera, sin que Eneas
mostrara la más mínima duda sobre su marcha. Dido, tras verle partir, ordenó
levantar una gigantesca pira donde mandó quemar todas las pertenencias de Eneas. Al
amanecer subió a la pira y, tras condenar a Eneas y a todos sus descendientes,
hundió en el pecho la espada de Eneas y se arrojó al fuego. Según la tradición,
Rómulo y Remo son descendientes de Eneas por medio de su madre, Rea Silvia, siendo
Eneas el progenitor del pueblo romano. En su muerte, Dido condenó no solo a su
amante, sino a todos los romanos.28

Y vosotros, ¡oh, Tirios!, cebad vuestros odios en su hijo y en todo su futuro


linaje... Nunca haya amistad, nunca haya alianza entre los dos pueblos… ¡playa
contra playa, olas contra olas, armas contra armas, y que lidien también hasta sus
últimos descendientes!29
Véase también
Alfabeto fenicio
Aníbal
Batalla del Cabo Ecnomo
Batalla de Cannas
Batalla de Zama
Cartago en España
Ejército de Cartago
Fenicia
Flota cartaginesa
Historias de Polibio
Idioma fenicio
Idioma púnico
Literatura fenicio-púnica
Mitología fenicia
Monarquía Cartaginesa
Necrópolis cartaginesas en Ibiza
Qart Hadasht
Tratados entre Roma y Cartago
Religión en Cartago
Reino de Numidia
República Cartaginesa
Referencias
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y ciudadanos: modelos de participación cívica en el mundo antiguo.
Cartago. Instituciones políticas. Carácter del gobierno
Estrabón estimó la población de Cartago hacia 149 a. C. en 700 000 habitantes
(17.3.15). B.H. Warmington lo considera imposible y sugiere unos 200.000, aunque “a
principios del siglo III… sería sorprendente que no se acercara a los 400 000
habitantes” (Carthage, Londres, 1980, págs. 124-27). Apiano asegura que la
población aumentó “sensiblemente” a partir de 201 a. C. (Histoire Romaine 8.10.69),
tal como la arqueología lo “confirmó totalmente” (Vogel-Weidemann, Ursula,
‘Carthago Delenda Est: Aitia and Prophasis,’ Acta Classica, XXXII, 1989, págs. 79-
95 y 86-7). Huss agrega que durante el sitio, “amplios sectores de la población
rural encontraron refugio entre los muros de la ciudad” (Geschichte, 452).
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Christianity in the Roman world (1st ed edición). Westminster John Knox Press. ISBN
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Warmington, Carthage (1964) pp. 138–140, mapa en 139.
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(habilidades importadas).
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Serge Lancel, Carthage. A History (Paris: Arthème Fayard 1992; Oxford: Blackwell
1995)
Gilbert y Colette Picard, La vie quotidienne à Carthage au temps d'Hannibal
(Paris: Librairie Hachette, 1958)
Aristóteles, Política, libro segundo, capítulo VIII: «Examen de la Constitución de
Cartago»
Siglos V-VII: Vándalos, germanos y bereberes
«Cartago. La topografía de la ciudad púnica. Nuevas investigaciones», por
Friedrich Rakob, en Cuadernos de Arqueología
Satrapa1 — Cartago
Cicerón (en Rep., II, 23) dice que Cartago fue fundada 60 años antes que Roma y 39
años antes de la Primera Olimpiada.
Trogo Pompeyo (Justino, XVIII,6, 9 y Orosio; IV, 6, 1) la sitúa 72 años antes que
la de Roma.
Veleyo Patérculo (I, 6, 4) dice que Cartago es anterior a Roma en 65 años.
Servio (Aen., I, 12) considera que son 70 los años que separan a ambas
fundaciones.
Todo ello proporciona una cierta seguridad para la fecha de la fundación de
Cartago, que se ve reforzada por el hecho de que Flavio Josefo —autor judío del
siglo I, en su libro Contra Apion (I, 18)— trasmite la noticia (de Menandro de
Efeso) de que Cartago fue fundada en el séptimo año del reinado de Pigmalión en
Tiro. La confrontación de este dato con la lista de los reyes de Tiro y sus años de
reinado, que recoge también Josefo, y las sincronías con los reyes de Israel nos
permite situar la fundación de Cartago en el último cuarto del siglo IX a. C. Se
habría producido, concretamente, 155 años y 8 meses después de la subida al trono
de Hiram, aliado y amigo de Salomón, en Tiro, lo que proporciona la fecha del 826
a. C., muy cercana a la de Timeo. La diferencia entre ambas puede explicarse por la
imprecisión de los métodos cronológicos usados por los escribas, así como del
cálculo por generaciones que usaban los historiadores griegos. Se puede aún
establecer otra sincronía a partir de una inscripción de Salmanasar III (IM 55644,
col. IV, 1, 10) que permite fijar la fundación de Cartago entre los años 825 y 820
a. C.
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Bibliografía
Fuentes
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Voisin, Patrick (2007). Il faut reconstruire Carthage: Méditerranée plurielle et
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Enlaces externos
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«Historia de Cartago», artículo de Carlos G. Wagner (profesor de Historia Antigua
en la UCM).
Artículo en el sitio web del CEFYP (Centro de Estudios Fenicios y Púnicos).
Historia de Cartago en el Diccionario enciclopédico hispanoamericano (1887-1910).
Los cartagineses (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial,
la primera versión y la última). en la Gran enciclopedia Rialp.
«Cartago», artículo de José I. Lago]
Objetos arqueológicos púnicos, en el sitio web Wild Focus Images.
La escritura púnica, en el sitio web Proel.
«Las excavaciones arqueológicas de Cartago», artículo de Friedrich Rakob.
«El legado cartaginés a la Hispania romana», artículo en la Biblioteca Cervantes
Virtual.
«Los fenicios», en el sitio web Portal Planeta Edna.
Interpretación 3D de murallas fenicio-púnicas, en el sitio web Egráfica.
«Consideraciones históricas sobre la fundación de Cartago», artículo en el sitio
web Revistas UCM.
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