La administración es tanto una ciencia como un arte. Es una
ciencia porque existe un cuerpo organizado de conocimientos sobre administración, no obstante, se ha indicado que la administración es la más inexacta de las ciencias sociales ya que trata de fenómenos complejos de orden muy diverso como las grandes diferencias que aún persisten entre la administración pública y privada.
Administración como arte
Es arte porque la práctica de la administración de las
organizaciones consiste en la aplicación artística de principios científicos para la solución de problemas, para la optimización de los recursos y para lograr los objetivos pre-establecidos.
La ciencia y el arte de la administración se complementan, sin
embargo se necesita un equilibrio entre ambos, porque una teoría adecuada también requiere de habilidad y creatividad similar.
Administración como profesión.
En un principio el administrador sé tenía como una persona que
supervisaba otras tareas, con la aplicación del método científico se encontró que mediante este método se podían observar los hechos externos estudiarlos y con base en esto tomar decisiones. Con la aplicación de estas técnicas en administración se mejoró notoriamente este arte.
El administrador profesional, en principio, domina de manera
superior la técnica de administrar y, además, es experto conocedor de la situación de empresas o gobiernos (según su especialidad), la cual puede explicar con bases científicas. Además está capacitado para innovar las organizaciones y producir nuevos conocimientos, es decir para contribuir a desarrollar la profesión.
Complementario al nivel licenciatura existen las maestrías,
orientadas a profundizar el dominio de la disciplina y capacitar para la comunicación del conocimiento; existen los doctorados cuya finalidad es, en esencia, desarrollar la capacidad de innovación y la producción de nuevos conocimientos. En consecuencia también es administrador quien posee el conocimiento, profesión u oficio de administrar. En esto deberá actualizarse el significado del término.