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Principios de

economía

Principios de
economía
Principios de
economía
Este primer módulo es de carácter introductorio. Los primeros aspectos
a tratar se relacionan con el método científico en la economía. Inicialmente
se abordará el tema de una manera más general y abstracta, que se
ilustrará con los primeros modelos económicos específicos.

Se presentan, en primer lugar, dos modelos importantes para entender las


restricciones de la economía y las interrelaciones en las decisiones de los
agentes económicos: el modelo de las posibilidades de la producción y el
modelo del flujo circular de la economía.

Un punto importante en esta instancia es la diferencia entre la teoría o


análisis positivo y política económica o análisis normativo.

Como punto inicial de aproximación a la teoría económica, presentaremos


uno de los modelos más importantes de la economía: el modelo de la
oferta y la demanda. Luego, desarrollaremos cuáles son los determinantes
de estas dos fuerzas y cómo se comporta la demanda (teoría de la conducta
del consumidor) y la oferta de un mercado, desde las demandas y ofertas
de cada individuo. Una vez obtenidas las fuerzas del mercado, analizaremos
cómo interactúan entre ellas, para determinar dos importantes variables: el
precio y la cantidad de equilibrio en un mercado competitivo. Como último
paso se describirá la elasticidad de la oferta y demanda, concepto
importante para comprender el comportamiento del mercado.

Reconocer los fundamentos de la disciplina como ciencia, al momento de


abordar el estudio de los fenómenos económicos, permite notar las
potencialidades y las limitaciones de los resultados. Es importante, a su vez,
diferenciar enunciados económicos surgidos a través del análisis teórico
sobre los fenómenos tal como parecen ocurrir –denominados “positivos”–,
de aquellos derivados de la práctica de la política económica – designados
como “normativos”–, que indican una situación deseable o un deber ser.
Conocer un primer conjunto de conceptos y elementos teóricos orientados
a explicar el funcionamiento del mercado, como ámbito donde interactúan
las partes de las transacciones, es útil a fin identificar las condiciones de
contexto económico que permiten más bienestar relativo.

De manera complementaria, en esta unidad se introducen herramientas


matemáticas y gráficas de gran utilidad para sistematizar problemáticas y
poner en funcionamiento modelos de operación de los mercados y
comportamientos de los consumidores.

El método científico de la
economía
El método científico en la economía
La economía es una ciencia social. Es importante, entonces, definir qué es
una ciencia. Una ciencia es un sistema lógicamente conectado con premisas
definicionales y empíricas. La principal característica de este tipo de sistema
de ideas es que la ciencia consiste en resultados (siempre provisorios)
susceptibles de ser sometidos a prueba, es decir, refutables.

La economía como ciencia presenta una dificultad inherente


al tipo de fenómenos que estudia: no existe la posibilidad de
experimentar. Los datos se obtienen a través de observación
de la realidad y el estudio de la historia.
Como en otras ciencias, la herramienta analítica clave son
los supuestos o hipótesis. Las hipótesis permiten abstraerse
de algunos elementos complejos de la realidad y
concentrarse en aquellos aspectos de interés en cada
situación. Gran parte de las discusiones entre economistas
se vinculan con los supuestos que cada uno considera
válidos. El soporte analítico elemental de la economía como
disciplina son los modelos (simplificaciones de la realidad
para poder abordarla analíticamente). (Jojooa – tecnología,
marketing y crm, s. f., https://goo.gl/jEHxU9).
Los primeros conceptos
Hay algunas definiciones elementales que se consideran en todos los
abordajes de fenómenos de índole económica.

La economía estudia cómo la sociedad administra los recursos


escasos de los cuales dispone.

En la mayor parte de las sociedades, los recursos escasos no son asignados


por decisión de una única persona, sino que se distribuyen de acuerdo a
acciones conjuntas de millones de hogares. Este es el disparador por el cual
los economistas estudian el modo en que las personas toman decisiones,
cuántas horas trabajan, qué deciden comprar, cuánto desean ahorrar y en
qué invierten sus ahorros.

También es posible estudiar el modo en que las personas se interrelacionan


y, en otra instancia, analizar las fuerzas y las tendencias que afectan a la
economía en su conjunto. Esto incluye, por ejemplo, la evolución del
ingreso promedio, la tasa de desempleo y la tasa de inflación.

En síntesis, el estudio de la economía tiene más de una arista, pero se


encuentra unificado por varias ideas principales.

El primer concepto a abordar es el que le da sentido a la economía: la


escasez. La escasez está determinada por el carácter limitado de los
recursos frente a las necesidades ilimitadas.

Asimismo, es posible encontrar múltiples reflexiones al respecto, como el


hecho de conocer que la escasez es algo que nos afecta a todos. ¿No te
gustaría tener la posibilidad de estudiar más y disponer, simultáneamente,
de más tiempo para ver televisión o salir de paseo? ¿Por qué no podemos
tener más de todas las cosas? Las respuestas a estas preguntas guían
gran parte de las decisiones que se toman en la economía.

Otro de los conceptos básicos que nos ocupa es la eficiencia. Este principio
orienta la mejor asignación de recursos y tiene que ver con dos visiones
básicas: lograr los máximos resultados posibles con la menor cantidad de
recursos o, alternativamente, lograr cierto resultado determinado con el
mínimo de recursos (siempre escasos).

El tercer concepto con el que iniciamos la materia es el de equidad:


¿Cuántas veces hemos escuchado este término en los discursos políticos?
¿y cuántas hemos pensado que las políticas y programas implementados no
aplican a este fin? Llamaremos equidad a la distribución justa de los
indicadores de prosperidad económica entre los miembros de la sociedad.
Cabe destacar la cualidad de justicia exigida a la distribución equitativa,
pero ¿hay consenso sobre lo que es justo? Precisamente el principio de
equidad abrió grandes debates en la sociedad y la economía. Los estudios
actuales diferencian matices de este concepto (como la igualdad y
desigualdad, la justicia, la sostenibilidad, etc.). Por ejemplo, Karen Mokate
(2001) revisa diferentes acepciones del término que evidencian
particularidades en términos próximos: como igualdad de acceso, igualdad
de insumos, igualdad de efectos o impactos, igualdad de capacidades, entre
otros.

Mankiw (2012) propone como ejercicio pensar en los recursos de la


economía como un pastel que debe repartirse. La eficiencia sería el tamaño
del pastel y la equidad, la manera en cómo se reparte entre los diferentes
individuos.

A su vez, en el momento en que las políticas públicas se diseñan, estos dos


objetivos (eficiencia y equidad) entran en conflicto. Piensa, por ejemplo, en
las medidas destinadas a conseguir una distribución más equitativa del
bienestar económico. Algunas de ellas, como la asistencia social o el seguro
de desempleo, tratan de ayudar a los más necesitados. Otras, como el
impuesto sobre la renta que pagan las personas, están destinadas a hacer
que los individuos que tienen mayor éxito económico contribuyan en mayor
medida al financiamiento del gobierno. Aun cuando estas medidas
aumentan la equidad entre la sociedad, por otra parte, reducen su
eficiencia. Cuando el gobierno redistribuye el ingreso de los ricos hacia los
pobres, reduce también la recompensa al trabajo duro y, como resultado,
las personas tienden a trabajar menos y a producir menos bienes y
servicios. En otras palabras, cuando el gobierno trata de repartir el pastel
en porciones iguales, éste se hace más pequeño.

El cuarto concepto corresponde al de costo de oportunidad. Al tomar


decisiones los individuos enfrentan disyuntivas y se hace necesario
comparar los costos y beneficios de los diferentes cursos de acción que
pueden tomar. Sin embargo, en muchos casos el costo de una acción no es
tan evidente como podría parecer al principio.

Entendemos por costo de oportunidad el valor de todo aquello a lo que se


debe renunciar para obtener algo en particular. Ante cada elección que
realizas, te enfrentas a disyuntivas que evidencian el costo de oportunidad.
Elegir una opción implicará, como costo, no aprovechar las ventajas que
derivan de las opciones no elegidas.
Nuevamente Mankiw (2012) propone considerar, por ejemplo, la decisión
de asistir a la Universidad. El beneficio será el enriquecimiento intelectual y
tener mejores oportunidades de trabajo, pero ¿cuáles serán los costos?
Para responder a esta pregunta quizá estemos tentados a incluir cuestiones
como el dinero que se gastará, los libros, el alojamiento y la manutención.
Sin embargo, este total no representa realmente aquello a lo que
renunciamos cuando decidimos estudiar un año en la Universidad. Hay dos
problemas con este cálculo: el primero es que incluye cosas que no son
realmente los costos de estudiar en la Universidad, ya que aun cuando tú
abandonaras los estudios, gastarías en alojamiento y comida de todos
modos; estos se vuelven costos de ir a la Universidad sólo en la medida en
que son más caros en dicha institución que en otros lugares. Segundo, este
cálculo ignora el costo más alto de asistir a la Universidad: el tiempo.
Cuando uno decide pasar un año asistiendo a clases, leyendo libros de texto
y escribiendo trabajos, no puede dedicarse ese mismo año a trabajar. Para
la mayoría de los estudiantes, el costo más alto de asistir a la Universidad
es dejar de ganar el dinero que generarían si trabajaran.

El costo de oportunidad de una cosa es aquello a lo que renunciamos para


conseguirla. Cuando se toma una decisión (como la de estudiar en la
Universidad) se debe estar consciente de los costos de oportunidad que
acompañan cada una de las posibles opciones. Por ejemplo, algunos
deportistas colegiales tienen la posibilidad de ganar millones si abandonan
los estudios y se dedican profesionalmente al deporte; por lo general,
están muy conscientes de que el costo de oportunidad de estudiar en la
Universidad es muy alto para ellos. No es de extrañar que, a menudo,
lleguen a la conclusión de que no vale la pena el costo que implica el
beneficio de asistir a la Universidad.

Un quinto concepto que amerita ser descripto corresponde a lo que los


economistas denominan individuos o personas racionales. Una persona
racional es aquella que, dadas las oportunidades, hace todo lo posible para
lograr sus objetivos de manera sistemática y deliberada. Al estudiar
economía, es común encontrar a este tipo de personas en empresas: estas
deciden cuántos trabajadores contratarán, cuánto producirán y venderán;
con objeto de maximizar sus beneficios. También es habitual encontrar
personas que deciden cuánto tiempo deben trabajar y qué bienes y
servicios deben adquirir con su ingreso, todas estas decisiones con el fin de
lograr la mayor satisfacción posible.
Los diez principios de la economía
Los siguientes enunciados propuestos por Gregory Mankiw (2012), indican
regularidades elementales que se observan en los fenómenos económicos:

1) “Los individuos se enfrentan a disyuntivas”

Para conseguir algo que tiene algún valor para nosotros, generalmente
tenemos que renunciar a otra cosa que también nos proporciona
satisfacción (“utilidad”, solemos decir los economistas). Tomar decisiones
es elegir entre dos opciones.

Incluso las sociedades se enfrentan diferentes tipos de disyuntivas. Por


ejemplo, en muchas oportunidades la sociedad se enfrenta a una disyuntiva
entre la eficiencia y la equidad. La eficiencia significa que la sociedad saca
el mayor provecho posible a sus recursos escasos. La equidad significa
que distribuye equitativamente los beneficios de esos recursos entre sus
miembros.

El reconocimiento de que los individuos enfrentan disyuntivas no nos


permite anticipar, por sí solo, qué decisiones tomarán o deberían tomar.

2) “El costo de un bien es aquello a lo que se renuncia para conseguirlo”

Como los individuos se enfrentan a disyuntivas, para tomar decisiones es


necesario comparar los costos y los beneficios de los diferentes cursos de
acción posibles.

El problema es que, a diferencia de lo que podría suponerse


preliminarmente, es difícil identificar correctamente todos los costos de
una acción, ya que estos no son evidentes. El costo de oportunidad de una
cosa es aquello a lo que renunciamos para conseguirla. En la toma de
decisiones es fundamental tener en cuenta los costos de oportunidad que
acompañan a cada una de las opciones posibles.

3) “Las personas racionales piensan en términos marginales”

Muchas decisiones que se toman en la vida obligan a realizar ajustes


pequeños al plan de acción predeterminado. Estos ajustes o modificaciones
se denominan “cambios marginales”. En muchas situaciones, los individuos
toman las mejores decisiones posibles al pensar en términos marginales,
como si trataran de acomodar algo en la mejor posición factible y revisaran
los ajustes requeridos en cada etapa. Por ejemplo, cuando un estudiante
está en época de exámenes, no necesita “elegir entre no estudiar o estudiar
las 24 horas del día, sino entre dedicar una hora más al estudio o a ver
televisión” (Mankiw, 2012, p. 6).
Las personas racionales, a menudo, toman decisiones comparando los
beneficios marginales y los costos marginales.

Otro ejemplo que propone Mankiw (2012) es:

Piense ahora en el caso de una línea aérea que tiene que


decidir cuánto les cobrará a los pasajeros para que vuelen sin
hacer reservación. Suponga que volar por todo el país un
avión de 200 plazas le cuesta a la empresa $100 000. En este
caso, el costo promedio por asiento sería $100 000/200, es
decir $500. Esto quizá nos lleve a concluir que la línea aérea
no debe vender ningún boleto en menos de $500. Sin
embargo, en la realidad, la línea aérea puede obtener más
beneficios pensando en términos marginales. Imagine por un
momento que un avión está a punto de despegar con 10
asientos vacíos y que un pasajero sin reservación está
esperando en la puerta de embarque dispuesto a pagar $300
por su boleto. ¿Debería venderle el boleto la línea aérea? Por
supuesto que sí. El avión tiene asientos vacíos y el costo de
llevar a un pasajero más es casi nulo. De este modo, y
aunque el costo promedio de llevar a un pasajero sea $500,
en realidad el costo marginal de llevar a un pasajero más
será la bebida y las botanas que este pasajero consuma. En la
medida en que el pasajero que quiere volar en el último
minuto pague más que el costo marginal, será rentable
venderle el boleto.

La toma de decisiones marginales ayuda a explicar algunos


fenómenos económicos que, de lo contrario, sería difícil
entender. Una pregunta clásica: ¿por qué el agua es barata y
los diamantes son caros?, la respuesta se encuentra en el
simple hecho de que los seres humanos necesitan el agua
para sobrevivir, mientras que los diamantes son innecesarios;
pero, sin embargo, por alguna razón las personas están
dispuestas a pagar mucho más por un diamante que por un
vaso de agua.

La razón de esta conducta se encuentra en el hecho de


que la disposición de una persona a pagar por un bien se
basa en el beneficio marginal que generaría con una unidad
más de ese bien. Así, el beneficio marginal depende del
número de unidades que posea esa persona. Aun cuando el
agua es esencial, el beneficio marginal de tener un vaso más
es casi nulo debido a que el agua es abundante. En cambio,
aun cuando nadie necesita diamantes para sobrevivir, el
hecho de que sean tan escasos provoca que las personas
piensen que el beneficio marginal de tener un diamante extra
es más grande. (Mankiw, 2012, p. 6).

4) “Los individuos responden a incentivos”

Como regla general, se considera que una persona toma una decisión
racional si y solo si el beneficio marginal es superior al costo marginal.
Como los individuos toman las decisiones al comparar costos y
beneficios, su conducta puede cambiar cuando se altera alguna de estas
dos variables enfrentadas.

Un incentivo es algo que induce a las personas a actuar y puede ser una
recompensa o un castigo. Permite que, quien quiera lograr determinado
comportamiento o tomar el curso de acción más conveniente para los
decisores pueda, a través de la influencia sobre los beneficios y/o los
costos, aumentar la propensión a tomar ese curso de acción deseado.

Como señalamos, los incentivos pueden ser de carácter positivo, es decir,


generar un aumento en los beneficios percibidos por los agentes o
disminuir sus costos. En el caso contrario, los incentivos pueden operar
para desincentivar determinada acción, al aumentar sus costos o reducir
sus beneficios.

Los incentivos son fundamentales cuando se analiza cómo


funcionan los mercados. Por ejemplo, cuando el precio de
las manzanas aumenta, las personas deciden consumir
menos manzanas; a su vez, el productor decide contratar a
más personas, con la finalidad de cultivar más manzanas. En
suma, un precio de mercado más alto incentiva a los
compradores a consumir menos y a los productores a
producir más. Como se verá más adelante, la influencia de
los precios en el comportamiento de los consumidores y los
productores es de vital importancia para determinar cómo
distribuye una economía de mercado los recursos escasos.

Las autoridades no deben olvidar los incentivos, pues


muchas de las medidas que toman alteran los costos o los
beneficios que enfrentan los individuos y, por tanto, su
conducta (Mankiw, 2012, p. 7).
Así, si el gobierno de cierto nivel (nacional, provincial o municipal) desea
que los ciudadanos tengan una conducta de pago de los impuestos
caracterizada por el buen cumplimiento a tiempo de sus obligaciones
tributarias podrían tratar de influir con diferentes herramientas de una u
otra clase. Un ejemplo de incentivo positivo es aplicar descuentos en
boletas posteriores para los contribuyentes que pagaron a tiempo o
aumentar sus beneficios. Una medida que, en definitiva, opera como un
incentivo negativo es establecer recargos por pago fuera de término.

Para pensar: ¿Cómo crees que opera, en términos de diseño de incentivos,


una amnistía o una moratoria en la que se perdonan a los morosos sus
intereses con tal de que paguen las deudas? (Ayuda: ¿Cómo opera en
relación con los que pagan por el beneficio?, ¿cómo opera frente a los que
deciden no pagar y esperan una moratoria?).

5) “El comercio puede mejorar el bienestar de todos”

Piense en cómo es que el comercio afecta a las familias.


Cuando un miembro de nuestra familia busca trabajo está
compitiendo con miembros de otras familias que también lo
buscan; del mismo modo las familias compiten entre sí
cuando van de compras, ya que cada una quiere comprar las
mejores mercancías a los mejores precios. Por tanto,
podemos decir que en la economía cada familia compite con
las demás.

Sin embargo, y a pesar de esta competencia, el bienestar


de una familia no mejoraría si se aislara del resto, porque si
lo hiciera tendría que cultivar sus propios alimentos, elaborar
ropa y construir su casa. Así, resulta evidente que las
familias ganan mucho al comerciar unas con otras, ya que
este intercambio promueve la especialización. El comercio
permite a cada persona especializarse en las actividades que
mejor realiza, ya sea cultivar el campo, coser o construir
casas. El comerciar permite a las personas comprar una
mayor variedad de bienes y servicios a un menor precio
(Mankiw, 2012, p. 10).

También los países, así como los individuos, se benefician con la posibilidad
de comerciar entre sí. “El comercio permite a los países especializarse en lo
que hacen mejor y disfrutar de una mayor variedad de bienes y servicios”
(Mankiw, 2012, p. 10).

El comercio entre dos naciones no es como una competencia deportiva en


la que uno gana y otro pierde. Por el contrario, el comercio entre dos
países puede mejorar el bienestar de ambas naciones participantes.

6) “Los mercados normalmente constituyen un buen mecanismo para


organizar la actividad económica”

Podemos pensar, para simplificar, que existen dos maneras básicas de


organizar una economía. La primera consiste en desarrollar un gran
mecanismo de planificación social que indique qué producir, cómo, con
qué recursos y establecer cierta regla de distribución de lo producido.
Decimos que este sistema es de planificación central. Alternativamente,
otra manera es dejar que, por sí solos, los diferentes agentes tomen
todas sus decisiones en la búsqueda de su propio beneficio, y que del libre
juego de la oferta y la demanda (que, si bien no las hemos presentado aún,
quizá tengas una idea intuitiva de lo que significa) se produzcan los bienes
más deseados por los consumidores, que, por lo tanto, serán aquellos que
más permitan ganar a los productores y vendedores de tales bienes.
Asimismo, cuando se expresan las valoraciones de los individuos a través de
la disponibilidad a pagar por determinado bien o servicio, se lleva a cabo el
proceso de distribución vía mercado. Este sistema se denomina
comúnmente, de mercado. En una economía de mercado, las decisiones
del planificador central:

son sustituidas por las decisiones de millones de empresas y


de hogares. Las empresas deciden a quién van a contratar y
qué van a producir. Los hogares deciden en qué empresas
van a trabajar y qué van a comprar con su ingreso. Estas
empresas y hogares interactúan en el mercado, en el cual
los precios y el interés personal orientan sus decisiones
(Mankiw, 2012, p. 11).

Existen experiencias prácticas de ambos tipos de sistemas. Los primeros


fueron adoptados por países del Este de Europa, China, entre otros, desde
principios del siglo XX. La planificación central se basaba en la teoría de que
el gobierno era el único que podía organizar la actividad económica de
una forma que promoviera el bienestar económico del país en su
conjunto. Actualmente, la mayoría de los países que tuvieron economías
basadas en un sistema de planificación central han abandonado este
sistema y están en búsqueda de desarrollar economías de mercado.
En ausencia de ciertos inconvenientes –que señalaremos a continuación–,
el mercado permite una asignación eficiente de recursos, de manera que
se destinen al mejor uso posible.

Según Mankiw:

A primera vista, el éxito de las economías de mercado es


desconcertante. En una economía de mercado, o libre
mercado, nadie está pendiente del bienestar económico de
la sociedad en su conjunto. En el libre mercado coexisten
muchos compradores y vendedores de diversos bienes y
servicios, y todos ellos buscan, principalmente, su bienestar
propio. Sin embargo, y a pesar de que la toma de decisiones
se encuentra descentralizada, y de que los tomadores de
decisiones buscan su bienestar propio, las economías de
mercado han demostrado que son capaces de organizar
exitosamente la actividad económica para promover el
bienestar general.

En 1776, Adam Smith, en su libro titulado Una


investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza
de las naciones, hizo la observación más famosa de toda la
economía; es decir, afirmó que las familias y las empresas
interactúan en los mercados como si fueran guiados por una
“mano invisible” que los lleva a obtener los resultados
deseables del mercado…

En cualquier mercado, los compradores consideran el


precio cuando determinan cuánto comprarán o demandarán
de ese bien; del mismo modo, los vendedores examinan el
precio cuando deciden lo que van a vender u ofrecer. Como
resultado de estas decisiones de compradores y vendedores,
los precios de mercado reflejan tanto el valor del bien en la
sociedad como el costo que para la sociedad representa
producirlo. La gran aportación de Smith fue que los precios
se ajustan para guiar a cada uno de los compradores y
vendedores a obtener resultados que, en muchos casos,
maximizan el bienestar de la sociedad.

Las ideas de Smith tienen un importante corolario: cuando


el gobierno impide que los precios se ajusten naturalmente a
la oferta y la demanda, impide también que la habilidad de
la mano invisible funcione para coordinar las decisiones de
millones de hogares y empresas. Este
corolario también explica por qué los impuestos afectan
negativamente la asignación de los recursos y distorsionan
los precios y, por ende, las decisiones de los hogares y las
empresas. Por medio del corolario también se explica el gran
daño que causan medidas como el control de los precios del
alquiler, ya que controlan directamente los precios. También
se explica el fracaso del comunismo.

No hay que olvidar que en los países comunistas los


precios no los determinaba el mercado, sino que eran fijados
gracias a una planificación central (Mankiw, 2012, p.
11).

7) “El gobierno puede mejorar a veces el resultado del mercado”

Aunque los mercados suelen ser un buen mecanismo para organizar la


actividad económica, esta regla tiene algunas excepciones importantes.

Uno de los motivos por el cual necesitamos al gobierno es


porque la magia de la mano invisible de la economía sólo
funciona cuando aquél hace valer las reglas y mantiene las
instituciones que son clave para el libre mercado pero, más
importante aún es el hecho de que las economías de
mercado necesitan instituciones que hagan valer los
derechos de propiedad de las personas para que éstas
puedan ejercer propiedad y control sobre los recursos
escasos (Mankiw, 2012, p. 12).

Sin embargo, existen dos grandes razones por las que el Estado interviene
en la economía: para mejorar la eficiencia con la que se usan los recursos y
tender a una situación de mayor equidad.

El concepto fallo del mercado hace referirse a una situación en la que “el
mercado, por sí solo, no asigna los eficientemente recursos” (Mankiw,
2012, p.12). Una externalidad es la influencia de las acciones de una
persona en el bienestar de otra. Por otra parte, el poder de mercado se
refiere a la capacidad de una persona (o grupo de personas) “para influir
indebidamente en los precios de mercado” (Mankiw, 2012, p.12). En estos
tipos de situación, la intervención del Estado da la posibilidad de mejorar
los resultados del mercado, hacerlos más eficientes y/o más equitativos.
8) “El nivel de vida de un país depende de su capacidad para producir
bienes y servicios”

El bienestar de un país es la representación de la calidad de vida que éste


puede alcanzar. Suele relacionarse, inequívocamente, con sus respectivas
capacidades de producción, medidas en unidades de recursos productivos
aplicadas a su producción. La relación entre la producción lograda y la
cantidad de recursos utilizados se denomina productividad.

En los países donde los trabajadores son capaces de producir


una gran cantidad de bienes y servicios por unidad de
tiempo, la mayoría de las personas disfruta de un alto nivel
de vida. Al mismo tiempo, en los países donde los
trabajadores son menos productivos la mayoría de la
población lleva una existencia más precaria. Asimismo, la
tasa de crecimiento de la productividad de un país determina
la tasa de crecimiento del ingreso promedio (Mankiw, 2012,
p. 14).

9) “Los precios suben cuando el gobierno imprime demasiado dinero”

La inflación es el aumento generalizado de los precios de la economía. Se


ha observado que, en general, cuando la inflación es elevada o perdura en
el tiempo, coincide con el crecimiento de la cantidad de dinero. Cuando
un Gobierno emite grandes cantidades de dinero, el valor del dinero
disminuye.

10) “La sociedad se enfrenta a una disyuntiva a corto plazo entre la


inflación y el desempleo”

A partir de lo observado en los hechos y la vinculación entre nivel de


actividad económica y tasa de desempleo (negativa) y entre nivel de
actividad económica e inflación (positiva) se suele afirmar que la reducción
de la inflación provoca un aumento temporal del desempleo.

Los principios básicos de la economía pueden agruparse de acuerdo al


grado de agregación de las variables analizadas. El primer grupo (principios
1 a 4) se refiere a la forma en que los individuos toman decisiones. El
segundo grupo de principios (los correspondientes a los números 5 a 7)
hace referencia a cómo se desarrolla la interacción entre ellos en el marco
del mercado. Ambos grupos constituyen un interés de la rama de la
economía denominada “microeconomía”. Finalmente, los principios 8 a 10
se ocupan de grandes agregados de la economía o, lo que es equivalente,
corresponden al campo de estudio de la “macroeconomía”.

Preguntas para la reflexión

¿Eres consciente de la necesidad de elegir entre distintas


alternativas y el costo que tiene la elección de un
determinado curso de acción?

¿Cuál es el costo de oportunidad de leer este material en este


momento?

Si piensas tu futura actividad profesional, ¿crees que


considerar que todos los individuos responden a incentivos es
un punto de vista útil?

Recuerda situaciones en las que respondiste a incentivos


positivos y negativos ¿Cómo caracterizarías cada tipo de
incentivo?

¿Recuerdas alguna situación en la que un incentivo que se


propuso no dio resultado? ¿por qué crees que no operó como
tal?

¿Crees que se podrían ofrecer incentivos de tal manera que los


gobernantes realicen las acciones que les son encomendadas?
Propón dos incentivos que crees que podrían funcionar.
Encuentra situaciones en las que los gobernantes podrían no
reaccionar a tales incentivos.

¿Por qué es importante la productividad?


La teoría y la política económica
Dos vertientes agrupan las ideas que se producen a partir del trabajo de los
economistas. Por una parte, el desarrollo y análisis de la teoría económica,
que se encarga de la observación de la realidad para, a través de modelos,
tratar de explicarla y predecir resultados, siempre desde los preceptos de la
metodología de las ciencias aplicadas al campo de lo social. Esta área de la
economía intenta responder cómo funciona la realidad económica, cuáles
son sus interacciones y qué consecuencias se derivan. Por otra parte, la
política económica se ocupa, básicamente, de resolver los aspectos
decisionales vinculados con la operatoria concreta de las acciones de los
gobiernos y los Estados, de cara a regular la actividad económica en pos de
los objetivos sociales y políticos que la sociedad tiene planteados en su
agenda.

Un ejemplo de teoría económica se podría encontrar a través del análisis


de los determinantes del precio de un bien que se comercializa en cierto
tipo de mercado. Un caso de política económica corresponde a la
modificación del nivel de un cierto impuesto.

Cabe destacar que, generalmente, también distinguimos entre economía


positiva y economía normativa. La primera (economía positiva) se asocia
con la teoría económica, se orienta a explicar cómo funcionan los
fenómenos y cómo es que las relaciones económicas se producen. Por otro
lado, la economía normativa tiene como propósito orientar en relación a
cómo deberían ser las cosas, qué se debería hacer y qué no.

Estas ideas nos hacen pensar que, aunque todos los economistas
coincidieran en el diagnóstico de cierto fenómeno, podrían “recetar”
políticas correctivas, paliativas, etcétera; totalmente diferenciadas. Como
ejemplo, desarrollaremos a continuación la explicación del economista
Juan Carlos De Pablo (en Ruiz, 2008) acerca de porque no todos los
economistas están permanentemente de acuerdo en sus opiniones y
recomendaciones.

En esta publicación De Pablo comienza con la frase de Winston Churchill


(1874-1965) “cada vez que me junto con 5 economistas recojo 6 opiniones
sobre cada cuestión, John Maynard Keynes plantea 2, bien contrapuestas,
que expone con igual fervor” (en Ruiz, 2008,
http://hugoalbertoruiz.blogspot.com/2008/08/por-que-discrepan-los-
economistas.html). Luego, cita a Harry Truman (1884-1972): “Quiero
reunirme con economistas mancos, porque estoy cansado que cada vez
que pido una opinión me digan que por un lado tal cosa, pero por el
otro lado tal otra” (en Ruiz, 2008,
http://hugoalbertoruiz.blogspot.com/2008/08/por-que-discrepan-los-
economistas.html).
Finalmente, agrega:

En todas las profesiones ocurre lo mismo, lo que pasa es que


las diferencias que existen entre los astrónomos o entre los
físicos nucleares tienen mucho menos interés para el público
y los medios masivos de comunicación, que las que existen
entre los discípulos de Adam Smith. (Juan Carlos de Pablo en
Ruiz, 2008, http://hugoalbertoruiz.blogspot.com/2008/08/por-
que-discrepan-los-economistas.html)

Instrumentos de análisis: modelos y


variables
Conceptos claves de la unidad
Es importante comprender los siguientes conceptos vinculados con
fenómenos económicos específicos:

Economía de mercado: La economía asigna los recursos por medio de las


decisiones individuales de muchas empresas y hogares que interactúan en
el mercado de bienes y servicios.

Fallo de mercado: Situación en la que el mercado no asigna eficientemente


los recursos.

Externalidad: Consecuencias de las acciones de una persona sobre el


bienestar de otra; pueden ser positivas o negativas, según aumenten o
disminuyan el bienestar de los demás.

Productividad: Cantidad de bienes o servicios producidos por unidad de


factor utilizado. Por ejemplo, productividad del capital, productividad del
trabajo.

Inflación: Aumento sostenido y generalizado de todos los precios de la


economía.

Resulta interesante preguntarse por el fundador de la economía política,


quien fue una gran inspiración e influencia fundamental para el liberalismo
(1723-1790) y abrió el camino para la ampliación del léxico económico.
Este economista y filósofo escocés fue Adam Smith, de quien Mankiw
(2012) realiza una síntesis biográfica:
Realizó sus estudios en la Universidad de Glasgow y en Oxford. Fue
profesor de Filosofía Moral en la Universidad de Edimburgo y en la
Universidad de Glasgow. Sus principales obras fueron La teoría de los
sentimientos morales (1759) y Estudio de la naturaleza y las causas de la
riqueza de las naciones (1776); esta última obra analiza detalladamente
los mecanismos de creación de riqueza, las ventajas de la especialización,
la conveniencia de la solución de libre mercado: en tanto una “mano
invisible” parece ser la que coordina las acciones individuales, cada una de
ellas motivada por el propio beneficio, la búsqueda del beneficio personal
implica también el beneficio de todos los integrantes de la sociedad. El
delicado mecanismo de la mano invisible entraba en juego también,
según Smith, en el mercado de los factores de producción y asegura la
armonía siempre que los factores buscaran las rentas máximas posibles.
Por lo tanto, según esta mecánica, se producen los bienes adecuados con
los precios adecuados, y el conjunto de la comunidad obtiene la máxima
riqueza posible, mientras rija la libre competencia. Sin embargo, si se
restringe la libre competencia, la mano invisible deja de funcionar y la
sociedad carga con las consecuencias. Asimismo, Smith desarrolló la idea,
en total consonancia con su postura filosófica expuesta en La teoría de los
sentimientos morales, de la libertad como motor del crecimiento de la
riqueza de un país.

El modelo de flujo circular


Examinemos un primer modelo que sirve para ilustrar de qué manera
usamos en economía los denominados modelos, instrumentos que facilitan
el análisis de la realidad, nos concentran en lo que consideramos más
relevante y dejan momentáneamente de lado los detalles que no aportan
elementos predictivos o permeables a las acciones y efectos relevantes.

El modelo de flujo circular (figura 1) representa de manera sintética el


funcionamiento de una economía. El modelo se concentra en expresar, a
través de un gráfico, las interacciones entre los actores de la economía. Es
importante observar con atención las simplificaciones de la realidad que
implica: no se menciona que exista el Estado ni sus interrelaciones, ni el
sector externo de la economía (resto del mundo), ni el mercado de créditos.

El modelo presentado hace referencia a la identidad, en este contexto


simplificado, entre lo que se produce en el mercado real (o mercado de
bienes y servicios) de una economía y el valor de los medios de pago de tal
sistema. Denominamos mercado real al que se encarga de comercializar
bienes y servicios.
El circuito real comienza cuando las familias, que son poseedoras de los
factores productivos de una sociedad (tierra, trabajo y capital), ofrecen los
servicios de tales factores a las empresas. Estas contratan los servicios para
que, combinados y aplicados mediante una tecnología a los respectivos
procesos productivos, les permitan generar bienes y servicios que ofrecerán
en el mercado a las familias. Las familias reciben, como pago por el uso de
los servicios de los factores que les pertenecen, remuneraciones (rentas,
salarios e intereses). Con tales fondos monetarios, son capaces de sufragar
sus gastos en los diferentes bienes y servicios que las empresas ofrecen en
los distintos mercados.

Figura 1: El modelo de flujo circular

Fuente: elaboración propia.

Es importante destacar el concepto de flujo presente en este modelo,


donde todas las variables indicadas con flechas se corresponden con
magnitudes mensurables por unidad de tiempo (tales como cantidad de
dinero por mes, horas trabajadas por semana, cantidad de cierto bien
comprado/vendido por año, etc.). Decimos que se trata de flujos, ya que
son magnitudes permanentes que se miden por su circulación en cierta
unidad de tiempo. Este tipo de magnitudes se contraponen con otras que
denominamos de stock en economía. Las variables de stock denotan algún
proceso de acumulación, cuya magnitud alcanza un cierto volumen fijo
total.

La frontera de posibilidades de producción


Este segundo modelo permite analizar las opciones de producción de una
economía.
La representación del modelo utiliza gráficos de funciones en un eje de
coordenadas cartesianas. El eje horizontal (abscisas) señala la cantidad
producida de un bien o conjunto de bienes (en este caso, bienes agrícolas);
el eje vertical (ordenadas) indica la cantidad producida de otro bien (en
este caso, bienes industriales).

Los diferentes puntos que podrán visualizarse en la figura 2 implican


combinaciones de producción de ambos bienes. Por ejemplo, el punto A
indica que el país produce 500 unidades de bienes agrícolas y 200 de
bienes industriales.

La curva (denominada frontera de posibilidades de producción) indica la


máxima cantidad combinada de ambos bienes que el país puede producir.
Justamente sobre esta frontera de posibilidades de producción se
localizan los puntos eficientes para la economía: cada uno de ellos
representa la máxima cantidad que se puede producir de las diferentes
combinaciones posibles de los bienes, con diferentes combinaciones de
recursos productivos en uno u otro sector de actividad económica.
Destacamos que se denominan puntos eficientes, ya que sobre ellos no se
produce ningún tipo de desperdicio o desaprovechamiento de recursos por
parte de la sociedad: se produce aquí la máxima cantidad posible con la
dotación de recursos con la que se cuenta.

Figura 2: Frontera de posibilidades de producción

Fuente: elaboración propia.

Todos aquellos puntos situados en la superficie limitada por los ejes y por
la frontera de posibilidades de producción son puntos ineficientes. El punto
A (de la figura 2) son ineficientes en el sentido de que, con esa misma
cantidad de recursos, hubiera sido posible producir más unidades de
bienes agrícolas y mantener constante la producción de bienes industriales;
o viceversa; o incrementar ambas producciones.
Finalmente, el punto D (que están más allá de la frontera de posibilidades
de producción) no sería alcanzables para esta economía, dada su tecnología
y su dotación de recursos.

Veamos qué utilidad tiene este modelo:

 Permite analizar las elecciones de asignación entre puntos


eficientes.

 Pueden analizarse las consecuencias de los cambios tecnológicos


específicos de un sector o comunes a toda la economía, así como
cambios (aumentos o disminuciones) en la dotación de recursos.

 Da una idea clara del costo de oportunidad de la producción de un


bien.

Problemas y aplicaciones
Ejercicio de aplicación

Graficar una frontera de posibilidades de producción para un país que sólo


produce automóviles y soja. Analizar los cambios que se producen en las
siguientes situaciones (partir de la situación inicial en cada caso):

1) Un desastre natural destruye el 50 % de las áreas cultivables.

2) Se desarrolla una nueva tecnología que permite producir soja con un


30 % más de rendimiento por hectárea.

3) Egresan los primeros técnicos en automovilismo de las escuelas


técnicas del país.

4) Se descubren nuevos yacimientos de petróleo que abaratan la


producción de todos los sectores.
Análisis:

Situación inicial del país

Figura 3: Frontera de posibilidades de producción

Fuente: elaboración propia.

a) Ocurrencia de un desastre natural que solo afecta a las áreas cultivables


(figura 4). El país ahora tiene menos potencial productivo, ya que se
destruyó parte de los recursos disponibles. Es importante ver cómo en
alguna medida se ven también afectados los niveles de producción
alcanzable del otro bien que no fue alcanzado directamente por el desastre
natural.

Para pensar:

¿Conoces algún desastre natural (único o periódico)


que afecte tu zona?, ¿qué efectos trajo o suele traer
sobre el aparato productivo de la zona?
Figura 4: Contracción de la frontera de posibilidades de producción

Fuente: elaboración propia.

b) Se desarrolla una nueva tecnología que permite producir soja con un 30


% más de rendimiento por hectárea.

Figura 5: Expansión de la frontera de posibilidades de producción

Fuente: elaboración propia.

c) Egresan los primeros técnicos en automovilismo de las escuelas técnicas


del país. Este cambio representa una mejora de productividad en el sector
automovilístico, por ello el traslado se evidencia sólo en este sector (figura
6); sin embargo, como un efecto de derrame, también son accesibles para
esta economía niveles de producción de soja concomitantes más elevados.
Figura 6: Expansión de la frontera de posibilidades de producción

Fuente: elaboración propia.

d) Se descubren nuevos yacimientos de petróleo que abaratan la


producción de todos los sectores. La disponibilidad de recursos para la
producción será mayor, por lo tanto, se vuelven alcanzables
(desplazamiento hacia la derecha de la función de posibilidades de
producción, como lo indica la figura 7) combinaciones de producción que
anteriormente no estaban al alcance del país. Aunque el país contaba con
esos recursos, como no los conocía, no podían incorporarse a la
producción.

Figura 7: Desplazamiento paralelo de la frontera de posibilidades de


producción

Fuente: elaboración propia.


Referencias
Jojooa – tecnología, marketing y crm. (s.f.). Definición de economía.
Recuperado de https://sites.google.com/site/jojooa/marketing---
definicion/definicion-de-economia-que-es-la-economia

Mankiw, N. G. (2012). Principios de Economía. (6ª. ed.). México: Cengage


Learning Editores.

Ruiz, H. A. (25 de agosto de 2008). ¿Por qué discrepan los economistas?


[Post en un blog]. Recuperado de
http://hugoalbertoruiz.blogspot.com/2008/08/por-que-discrepan-los-
economistas.html

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