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4. Aunque algunos historiadores lo sitúan entre 1946 y 1966, para la mayoría de ellos el periodo
de "La Violencia" queda situado entre 1948 y 1958,3 cuyo detonante fue el magnicidio en
Bogotá de Jorge Eliécer Gaitán, candidato presidencial de los liberales, el 9 de abril de 1948,
hecho que desencadenó una serie de protestas, desordenes y actos violentos en la capital del
país inicialmente y después a nivel nacional que se conocen como el Bogotazo. Algunos
historiadores consideran también que el periodo de "La Violencia" en Colombia, referido
como un conflicto bipartidista (liberales vs conservadores) en el siglo XX, se inicia realmente
con el retiro en 1946 de Alfonso López Pumarejo de la presidencia de la República, debido
a la presión política de varios sectores liberales que criticaban su segundo periodo por su mal
desempeño en materias económicas y por supuesta corrupción. Con su retiro, López
Pumarejo permitió que su reemplazo constitucional, el Designado Alberto Lleras Camargo,
tomará el poder y convocará elecciones para junio de 1946, que fueron ganadas por el partido
conservador.6Según otros historiadores el periodo denominado como "la violencia" empezó
mucho antes, a finales del año 1930 cuando se termina la denominada "hegemonía
conservadora", con los espectáculos de violencia protagonizados por liberales en el sur del
departamento de Santander y al norte de Boyacá en quienes existía el deseo de revancha y
venganza por tantos años de dominio conservador.
Igualmente, algunos autores sitúan este periodo hasta 1953, cuando el General Gustavo Rojas
Pinilla tomó el poder y ofreció el final de la guerra. Pero fue en 1958, cuando realmente se
puso fin al conflicto con el acuerdo bipartidista denominado "Frente Nacional" acordado en
el Pacto de Sitges, aunque algunos autores consideran que el final del periodo se produjo
realmente hasta después de 1966 cuando aún persistieron algunos eventos violentos.
5. La masacre de las bananeras fue la matanza de los trabajadores de la United Fruit Company
que se produjo entre el 5 y el 6 de diciembre de 1928 en el municipio de Ciénaga, Magdalena
cerca de Santa Marta (Colombia). Un número indefinido de trabajadores murieron después
de que el gobierno de Miguel Abadía Méndez decidió poner fin a una huelga de un mes
organizada por el sindicato de los trabajadores que buscaban garantizar mejores condiciones
de trabajo. El gobierno de los Estados Unidos de América había amenazado con invadir
Colombia a través de su Cuerpo de Marines, si el gobierno colombiano no actuaba para
proteger los intereses de la United Fruit Company.
El 28 de noviembre de 1928 estalló una gran huelga en la zona bananera de Ciénaga, una
huelga masiva jamás vista en el mundo. Más de 25 000 trabajadores de las plantaciones se
negaron a cortar los bananos producidos por la United Fruit Company y por productores
nacionales bajo contrato con la compañía. A pesar de tal presión, la United Fruit Company y
sus trabajadores no lograron un acuerdo colectivo, la huelga terminó con un baño de sangre:
en la noche del 5 de diciembre, soldados colombianos dispararon sobre una reunión pacífica
de miles de huelguistas, matando e hiriendo a muchos.
6. El 9 de abril de 1948, fue asesinado en Bogotá el jefe liberal Jorge Eliécer Gaitán, cuando en
la ciudad se celebraba la IX Conferencia Panamericana que dio nacimiento a la Organización
de los Estados Americanos (OEA). El crimen de Gaitán, Jefe Único del Partido Liberal ,
ocurrió a las 13:05 h, cuando el caudillo después de trabajar en su oficina, salía a almorzar: en
la calle un hombre se le acercó, sacó un arma y le disparó. La conmoción general se transformó
en una turba, que mutiló y paseó por las calles el cuerpo del magnicida, Juan Roa Sierra.
Aun cuando el magnicidio no tuvo aparentemente un móvil político partidista, este crimen
generó un cruento levantamiento popular en la capital, que se extendió al resto de la nación,
conocido como el Bogotazo, dando inicio al periodo bélico de la historia conocido como "La
Violencia". Al menos 3500 personas murieron en los combates que se extendieron por una
semana. No obstante, el gobierno de Ospina Pérez logró aplastar la revuelta y el primer
mandatario culminó su periodo en 1950.
7. En el año 1957 para poner fin a la "Violencia" el Partido Liberal y el Partido Conservador
formaron una coalición llamada el Frente Nacional. Mediante este acuerdo los dos partidos
acordaban alternarse en el ejercicio del poder apoyando a un único candidato presidencial y se
dividían todos los cargos oficiales por igual. De esta manera se logró estabilidad política por
16 años. Una oposición no esperada se llevó a cabo por aquellos partidos que no habían sido
involucrados en el acuerdo, como la Alianza Nacional Popular organizado por el depuesto
general Gustavo Rojas Pinilla.
Pronto el descontento de los campesinos, que habían visto defraudadas sus esperanzas en el
acuerdo bipartidista de 1958, fue asumido en parte por los denominados “Bandoleros” y del
otro por los proyectos políticos revolucionarios emergentes o comunistas, que empezaron a
proliferar basándose en la experiencia cubana.
En efecto, la paz no vino acompañada por reformas de fondo en el sector agrícola o la
reparación a los millones de víctimas despojadas en La Violencia, lo que provocó que el
conflicto por la tierra siguiera latente. Las tensiones producto del surgimiento de nuevos
movimientos sociales, tampoco hallaron un marco de respuesta adecuada desde el poder,
ejercido por el pacto bipartidista del Frente Nacional. Esto a la larga se convirtió en el caldo
de cultivo para un nuevo conflicto armado. Los temores propios de la Guerra Fría, y la idea de
que la revolución cubana se acabaría extendiendo por todo el continente, hicieron el resto.
8. En 1988, una fallida reforma política que pretendía extender la participación ciudadana y
evitar la corrupción administrativa, dio lugar a un movimiento estudiantil y político que
propuso la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para las elecciones de 1990,
movimiento que surgió en el marco de la violencia que agitó a Colombia durante esa década
y asociaba los problemas del país con la falta de participación e inclusión política. Las
desmovilizaciones de los grupos guerrilleros M-19 (1990), EPL y Quintín Lame (1991),
contribuyeron a crear un ambiente social en el que la transformación del país por la vía
política y jurídica se veía como el camino más promisorio. El movimiento promocionó la
Séptima papeleta para las elecciones legislativas de 1991, la cual consistía en introducir una
papeleta adicional durante los comicios para que los colombianos votaran si estaban de
acuerdo en convocar a una Asamblea Nacional Constituyente que promulgara una nueva
Constitución Política. Por lo anterior, el movimiento es comúnmente conocido como La
Séptima Papeleta. El Consejo Electoral no aceptó la inclusión oficial del voto adicional
durante la elección de Senado, Cámara de Representantes, Asambleas Departamentales,
Consejo Municipal y Alcaldes, (los Gobernadores no se elegían por votación popular hasta la
Constitución de 1991); pero la papeleta se contó extraoficialmente y la Corte Suprema de
Justicia reconoció la mayoritaria voluntad popular validando el voto. En diciembre de 1990
se convocaron a comicios para elegir los representantes a la Asamblea Nacional
Constituyente, la cual promulgó la nueva constitución el 4 de julio de 1991. Según una nota
periodística publicada por Fabio Fandiño y Roberto Vargas, cuando se promulgó la nueva
Constitución sus artículos aún no habían sido terminados y el Secretario General de la
Constituyente, Jacobo Pérez, reunido con todo su equipo, aún se encontraba comprobando la
veracidad de cada artículo para irlo incorporando al texto de la Constitución. Este trabajo
concluiría en los primeros minutos del 7 de julio de 1991. Los presidentes de la constituyente
fueron Álvaro Gómez Hurtado por el Movimiento de Salvación Nacional, Horacio Serpa por
el Partido Liberal y Antonio Navarro Wolff por la Alianza Democrática M-19 (movimiento
político que nació a partir de la desmovilización del M-19). De esta forma la historia de
Colombia tuvo un giro sin precedentes ya que no solo se logró un cambio constitucional sino
también que el grupo guerrillero M-19 entregara las armas y se integrara a la vida política
nacional, y que a las comunidades indígenas se les garantizara representación en el Congreso
de la República.