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42 SINTESIS DE HISTORIA E INSTITUCIONES DE DERECHO ROMANO

C) ESTRUCTURA POLÍTICA

Aparte de las consideraciones que hasta ahora hemos hecho, no es mucho


más lo que se puede decir acerca de las características políticas de la época
CAPÍTULO III
arcaica. Los datos arqueológicos y el resto de la información historiográfica
de que disponemos no permiten hacer más que conjeturas.
Dionisia de Halicarnaso recordaba que el poder se distribuía entre la EL TRÁNSITO DE LA MONARQUÍA A LA REPÚBLICA
asamblea del pueblo, la cual tenía como misiones elegir al rey, aprobar las
leyes y decidir sobre la guerra; el senado, que ratificaba las decisiones de la SUMARJO: 1. El siglo v a. C. Tradición historiográfica del cambio político.- 2. Génesis de las XII Ta-
asamblea y asesoraba al rex, y este último, al que correspondía el culto a los blas. -3. Consideraciones sobre el relato tradicional.-4. Contenido normativo.- 5. El derecho después
dioses, ostentaba el mando supremo militar, administraba justicia, custodia- de las XI/Tablas.
ba las leyes y convocaba al pueblo y al senado. Livio dijo que el pueblo ele-
gía al rey y que el senado ratificaba la elección y era consultado de omnibus
(«sobre todas las materias») por el rey. Cicerón acentuó la participación del 1. EL SIGLO V A.C. TRADICIÓN HISTORIOGRÁFICA
pueblo en el poder, eligiendo al rex, al que confería el imperium por medio DEL CAMBIO POLÍTICO
de una /ex curiata o acuerdo de la asamblea reunida por curias. Pero tanto
Livio como Cicerón retrotraen a época monárquica instituciones republica- La época en la que, según la tradición, se promulgó la ley decenviral, es
nas y la información que proporcionan no es fiable. decir, el siglo v a.C., estuvo envuelta en una serie de acontecimientos que
determinaron cambios fundamentales en el sistema político, los cuales die-
ron lugar a una nueva forma de gobierno a la que se denominó res publica.
Además, se promulgó el primer cuerpo norma..tiYo escrito del que tenemos
noticia en 'Occidente, conocioo como Ley de las XII Tafüas (/ex auodecim
tábularumj. -- - - -~ -
1odo ello se enmarcó en un ambiente caracterizado por el enfrentamiento
entre-patricios y plebeyos,.._en el que é-stos trataron de equipararse a los pri-
mcro-s:-EI-objetivC> s-ólo-lo alcanzaron formalmente, si aceptamos la informa-
ción que nos proporcionan las fuentes, en el año 287 a.C. con la /ex Horten-
sia, que estableció la aequatio legis: esto significó la equiparación de los
plebiscitos (normas votadas en los concilia plebis) a la ley (expresión de la
voluntad del pueblo romano manifestada en los comicios).
La leyenda que narra los acontecimientos que dieron al traste con la Mo-
narquía despótica está también llena de elementos fantásticos y puede resu-
mirse así: el año 509 a.C. , durante el reinado de Tarquina el Soberbio, mien-
tras el ejército ·sitiaba la ciudad de Ardea, se produjo una disputa entre los
hijos de Tarquina y algunos patricios romanos sobre la virtud de sus esposas.
Con ocasión de estos hechos, Sexto, hijo de Tarquina el Soberbio, violó a
Lucrecia, esposa de Tarquino Colatino, que, a la sazón, había resultado ser la
más virtuosa 1, suicidándose Lucrecia acto seguido. Junio Bruto, uno de los

1
En realidad, si la noticia que de los hechos da Ovidio en sus Fastos es cierta, las esposas
de los hijos de Tarquina fueron sorprendidas entregadas a los placeres del vino.
[43)
patricios romanos, llevó el cadáver a Roma, arengó al senado y al pueblo, y Cualquiera que fuese el origen de la plebe, lo cierto es que ésta tuvo una
en unión de Tarquina Colatino derrocó el régimen monárquico, instaurando organización distinta del patriciado, con sus propias divinidades, sus templos
la República con dos cónsules al frente, Bruto y Colatino. y sus sacerdotes, sirviéndose de la primitiva distribución ciudadana en tribus
Con toda probabilidad el cambio político no se produjo de manera violen- para su organización.
ta o revolucionaria, sino que fue una transformación gradual de la sociedad y Los plebeyos se reunían en concilia plebis tributa («asambleas de la ple-
de las instituciones políticas de la Monarquía. Una de las constantes en este be por tribus»), en los que votaban acuerdos, aunque las más antiguas nor-
proceso de cambio fue la consecución de ciertos logros por parte de la plebe, mas plebeyas pudieron haber sido las leges sacratae, cuya fuerza vinculante
que redujo paulatinamente la distancia que la separaba del patriciado. debió de residir en el sacramentum, que era una especie de invocación a la
Cómo se llegó a la magistratura republicana es una incógnita, pero, en divinidad. El sacramentum testimonia la existencia de un vínculo constitui-
todo caso, es preciso poner de relieve que la idea de imperium, expresiva del do entre los plebeyos, que aseguraba una sanción para el trasgresor de aque-
poder de los magistrados republicanos, derivó de la Monarquía. El imperium llas normas. Los magistrados plebeyos eran inviolables, bajo la amenaza de
tuvo su manifestación más importante, cuando no originaria, en el mando castigo por los dioses invocados en el sacramentum, y no tenían más autori-
supremo del ejército, y la primera denominación de los magistrados superio- dad que la que les confería la plebe.
res fue la de praetores, término que, etimológicamente (de prae-ire, que sig- Los objetivos de la lucha de los plebeyos fueron muy diversos: económi-
nifica «ir delante») reflejaba el mando militar. cos, sociales, políticos y religiosos, y una de sus reivindicaciones más impor-
La información histórica conduce a pensar que el cambio político se pro- tantes fue que el patriciado reconociese a los plebiscitos el mismo valor que
dujo merced a un largo y complejo proceso de transformaciones de la más tenían las leyes comiciales. Tenemos noticia de tres normas de distintas épo-
variada índole (étnicas, culturales, económicas, políticas y sociales) motiva- cas reconociendo tal equiparación: la lex Valeria Horatia, del 449 a.C.; la le:x
do, entre otras cosas, por la lucha de los plebeyos en su intento de equiparar- Publilia Philonis, del 339 a.C., y la ya citada Lex Hortensia, del 287 a.c.
se a los patricios 3 •
Con toda probabilidad, la equiparación total que conllevaba la posibili-
dad de votar normas a las que quedasen obligados también los patricios, no
2
Con el tiempo el pretor sería el magistrado responsable de la administración de justi- se produjo hasta el 287, cuando la diferencia que había entre concilia y co-
cia. mitia, en cuanto a participación de ciudadanos de una y otra clase en la~
3
Los datos que ofrece la cronología son elocuentes. Entre el 509 y el 451 a.c. aparecie- asambleas, era escasa por no decir inexistente. De todas las maneras hay qm
ron al frente de la sociedad romana dos cónsules o dos pretores (la denominación no es estable destacar la tenacidad de la lucha plebeya que, si damos crédito a los testimo-
en las fuentes), magistraturas que, en circunstancias de peligro para la ciudad, cesaban y eran nios de los historiadores antiguos, se prolongó más de dos siglos: desd{
sustituidas por un dictator asistido por un magíster equitum (<rjefe de la caballería»). En los
años 451 y 450 los cónsules suspendieron su actividad y se nombró a los decemviri legibus el 494 a.C., año en que iniciaron sus reivindicaciones con la retirada al mon-
scribundis, comisión de diez magistrados encargados de escribir las leyes. Siempre según la te Sacro4, hasta el 287 en que fue votada la /ex Hortensia.
tradición historiográfica, en el año 449, tras el intento por parte del segundo decenvirato de
instaurar un régimen despótico, fueron designados dos cónsules, uno de la familia Valeria y
otro de la familia Horacia, los cuales gobernaron durante un año. Desde el año 448 hasta 2. GÉNESIS DE LAS XII TABLAS
el 368, en lugar de cónsules se eligieron tribuni militum consulari potestate («tribunos milita-
res con potestad consular») en número variable ya que, desde el 449 hasta el 405, se designa-
ron tres cada año y, desde el 405 hasta el 368, seis. A partir del año 367 fueron propuestos dos En el siglo v se promulgó la Ley de las XII Tablas, de la que Livio 5 dij<
cónsules todos los años para su elección por los comicios, uno de clase patricia y otro plebeyo. que era la fuente de todo el derecho público y privado, y a la que Pomponio
La relación entre el proceso de consolidación de la magistratura republicana y el enfrenta-
miento entre los patricios y los plebeyos se constata si observamos algunas coincidencias que, primer pretor; en el 314, el primer dictador; en el 312 se produjo la reforma del ejército po
desde el punto de vista cronológico, ofrece la tradición. En el año 450 a.C. se promulgaron las Apio Claudia, que elevó la calidad del voto plebeyo en los comicios; en el año 304 se public,
XII Tablas, que se aplicaron tanto a patricios como a plebeyos; al segundo decenvirato, elegi- el ius Flavianum, fórmulas procesales conocidas hasta entonces sólo por los pontífices; e;
do ese mismo año, se incorporaron plebeyos. En el año 449 apareció una !ex Valeria Horatia el 300 la !ex Ogulnia permitió el acceso de los plebeyos a los colegios pontificales; y, final
por la que se reconoció el tribunado de la plebe como magistratura que representaba los inte- mente, en el 287 la !ex Hortensia equiparó el plebiscito a la ley.
reses de esta clase social. Cuatro años más tarde, en el 445, el plebiscito Canuleyo reconoció 4
El 4 71 tendría lugar la segunda retirada de la plebe, esta vez al monte Aventino.
la validez de los matrimonios entre patricios y plebeyos, otorgando el ius connubii (derecho a 5
3,34,6.
contraer matrimonio conforme al derecho roínano) a estos últimos. El proceso de conquistas 6 Jurista de comienzos del siglo rr d.C., contemporáneo de Juliano, también jurista famc
plebeyas continuaría: en el año 367 a.C. fue elegido el primer cónsul plebeyo; en el 337, el so, y que vivió bajo los mandatos de Adríano y Antonino Pío; de obra abundante, escribi
•E C-TlG\N~lfV LJJc, L A !VlUJ'IAl<:\.,.JUU\ rFLrt i =r c r DLH..,n. -.-,
se refirió 7con la misma metáfora manifestando que de ella comenzó a fluir el
ius civile , el derecho de la ciudad de Roma. Una ley querida por los débiles Los sucesos culminaron con una revuelta que tuvo lugar el 449 a.C., en
y rechazada por los poderosos 8• la que fueron derrocados los decenviros, y se restauró el consulado. A los dos
El relato tradicional sobre el proceso de gestación de las XII Tablas, que primeros cónsules se les atribuyó una ley Valeria Horatia que renovaba el
conocemos a través de Livio, Dionisió de Halicarnaso y Pomponio entre poder de los tribunos declarando inviolable su persona. Estos cónsules gra-
otros, sitúa el episodio en el marco del enfrentamiento entre patricios y ple- baron en bronce las XII Tablas, las cuales se convirtieron en un hito histórico
beyos. Según dicho relato, en el año 462 a.c. el tribuno Terentilio Arsa pro- de tal importancia que, como recuerda Cicerón, los escolares debían apren-
puso el nombramiento de cinco magistrados que redactasen unas normas que derlas y recitarlas de memoria.
suavizaran la situación de los deudores sujetos al acreedor9 y que eliminaran
la prohibición de matrimonios entre patricios y plebeyos. La propuesta no
fue aceptada, por lo que los plebeyos, como respuesta a la actitud patricia, 3. CONSIDERACIONES SOBRE EL RELATO TRADICIONAL
reeligieron durante ocho años consecutivos a los mismos tribunos, elevando
su número de cinco a diez en el año 457 a.c. Desde el siglo xvrn a nuestros días no han cesado los análisis que, escru-
El 454 a.C. propusieron de nuevo la redacción de una ley igual para to- tando en la narración legendaria, tratan de descubrir qué puede haber de cier-
dos, propuesta que, en esta ocasión, sí fue aceptada, aunque no permitieron a to en ella. Son de destacar contradicciones tan evidentes como la inclusión
los plebeyos formar parte de la comisión legislativa. Se envió entonces una de las dos últimas tablas, inicuas para la plebe, por quienes restauraron la fi-
embajada a Grecia para que estudiase las leyes de aquel pueblo. A su regreso gura del tribuno con su carácter inviolable y se erigieron en defensores de la
se suspendieron las magistraturas ordinarias, tanto patricias como plebeyas, libertad contra los tiranos. Incluso algunos autores, adoptando actitudes radi-
y se nombraron los decemviri legibus scribundis, presididos por Apio Clau- cales, han entendido que se trata de un cuerpo normativo recopilado por Sex-
dio, que gobernaron satisfactoriamente durante un año y presentaron diez to Peto Catón no antes del 200 a.c. , es decir, unos doscientos cincuenta años
tablas para su aprobación en los comicios. después de lo que la tradición pretende.
Pero, al terminar su mandato, los decenviros, so pretexto de que aún fal- Se considera hoy que la embajada a Grecia, discutida en otras épocas, es
taban dos tablas por redactar, hicieron que se nombrase un nuevo decenvira- una noticia falsa, porque en el siglo v a.C. Roma y Grecia carecían de rela-
to, del que formaron parte algunos de los que integraron el primero y tres ciones culturales y comerciales. Por otra parte, el silencio griego ante este
plebeyos. El segundo decenvirato gobernó despóticamente, extendió el terror hecho, en una época de abundante producción escrita en la cultura helénica,
y redactó dos tablas inicuas para la plebe, incluyendo la prohibición del con- confirma esta idea. Roma quedaba lejos del mundo cultural de la Grecia de
nubium para los plebeyos. A todos estos hechos ha de añadirse el episodio de entonces. De haberse dado algún contacto de este tipo, lo más probable es
Virginia, plebeya a la que un cliente de Apio Claudio trataba de poner a dis- que se hubiera producido con las colonias de la Magna Grecia (en el sur de
posición de éste. El padre, para evitar la deshonra, dio muerte a su hija'º. la península Itálica). En ese caso, la influencia hubiera tenido lugar no de
manera inmediata en el momento de confeccionarse la ley, sino de forma
gradual. Pero, en todo caso, las tablas respondían, en su contenido, a la más
entre otras obras un manual en el que narra una historia del derecho romano que ha llegado a tradicional idiosincrasia del pueblo romano.
nosotros a través del Digesto.
7
D.l,2,2,6. . La historia de Virginia también es inventada y el personaje de Apio Clau-
8
Giambattista Vico, cuyo pensamiento ejerció una notable influencia en la superación del dio puede haber sido introducido con el ~ de desprestigiar a la familia
iusnaturalismo de los siglos XVI y xvrr, en los albores del siglo xvm calificó la Ley de las XII Claudia, en lo cual Fabio Pictor, historiador que participó en la segunda
Tablas de incivil, inhumana y fiera.
9 guerra púnica:, pudo haber tenido un papel relevante, según se desprende de
- El acreedor podía vender al deudor insolvente en el mercado e incluso darle muerte los más recientes estudios.
trans Tiberim («al otro lado del río Tíbern, que hasta la conquista de Veyes marcaba el límite
de la ciudad) y, si eran varios los acreedores, descuartizarlo y repartirse los pedazos (partes
Por lo que se refiere a la antigüedad, aun considerando que las tablas con-
secanto).
10 tienen normas que revelan un alto nivel de desarrollo cultural y que, además,
Este tipo de acontecimientos legendarios está presente con frecuencia en los momentos ofrecen indicios de que sus preceptos pertenecen a diversas épocas, la crítica
cruciales de la Roma primitiva. Recuérdese el rapto de las sabinas y la violación de Lucrecia, tiende a aceptar el siglo v a.C. como el momento en el que se produjo un
ligados a importantes cambios acaecidos en épocas anteriores a la promulgación de las XII
Tablas. evento legislativo de las características del que narra la tradición, y ello por
diversas razones. Contenía la ley decenviral un precepto, por ejemplo, que
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autorizaba al acreedor a vender al deudor insolvente trans Tiberim. Pues


bien, un ciudadano romano no podía ser vendido dentro de la ciudad de concretos del cuerpo normativo a través de fragmentos recogidos en citas de
Roma como esclavo, por lo que trans Tiberim significaba que la margen de- escritores latinos, las cuales se identifican, en ocasiones, por el estilo arcaico
recha del río no era territorio romano. La ciudad de Veyes fue tomada por y lapidario en el que están escritas 12 •
Roma el 396 a.c., por lo que es probable que la norma que se refería a la Siguiendo la disposición de materias, tal como aparece en la edición de
venta trans Tiberim fuera anterior. Riccobono 13 de las fuentes anteriores a Justiniano, el contenido general de la
Hay otras normas en la famosa ley que ponen de relieve su antigüedad, ley era el siguiente 14 :
como las que castigan con la muerte los encantamientos que se hacen para
provocar el fallecimiento de una persona (malum carmen incantare), normas 1) Normas procesales
que denotan un cierto primitivismo. Debemos recordar que el pueblo romano
se caracterizó siempre por ser muy supersticioso. Las tres primeras tablas contenían normas de carácter procesal en las que
Finalmente, hemos de decir que las opiniones más recientes se muestran se regulaba la llamada a juicio, que tenía carácter privado, así como las con-
favorables a considerar ciertos los fines perseguidos por la legislación decen- secuencias de la incomparecencia y las medidas a adoptar en el caso de que
viral de acercar la situación de los plebeyos a la de los patricios, a pesar de la el llamado se encontrase enfermo. Para que pudiera celebrarse el juicio, se
contradicción que en tal sentido suponen las dos últimas tablas. La prohibi- exigía que las partes litigantes estuvieran presentes, y la sentencia debía dic-
ción del connubium desaparecería cuatro años más tarde de la promulgación tarse antes de la puesta del sol. ·
de la ley con el plebiscito Canuleyo, y la pervivencia de la norma que permi- El sistema procesal se articulaba sobre las legis actiones («acciones de la
te la muerte por deudas y el reparto de los pedazos posiblemente fuera otra ley»), llamadas así bien porque fueron introducidas por las leyes, o por ajus-
de tantas aspiraciones no alcanzadas. tarse a los términos de las leyes; al pronunciar las palabras de las fórmulas,
Para una mentalidad de los albores del siglo XXI, fue una ley que puede el más pequeño error de cualquiera de las partes litigantes suponía la pérdida
~parecer cruel, pero estaba escrita, aunque muy pocos pudieran conocer su del pleito. Los procesos seguidos de acuerdo con estas acciones reunían ca-
contenido directamente puesto que no eran muchos los que sabían leer. racterísticas muy arcaicas.
Sin embargo, con la ley los hombres conocían la trascendencia de sus ac-
tos. La ley era dura, pero concisa y clara. No sabemos si, a partir de enton- 2) Normas sobre la familia
ces, el sosiego encontró acomodo en el espíritu de los desamparados; es
posible que los hombres no alcanzasen la deseada tranquilidad, pero sa- La cuarta tabla contenía reglas del derecho de familia. Recogía un pre-
cepto según el cual, si un padre vendía a un hijo tres veces consecutivas,
bían que había una ley para todos y ésta era la cuestión más importante.
Eran los tiempos en que los pontífices 11 comenzaban a perder el monopo- el hijo quedaba libre de la potestas del padre, lo que constituía una forma
lio de la jurisprudencia, que hasta entonces había sido la clave del poder de emancipación 15 • Hay que entender esta regla aplicada en el seno de una
patricio. sociedad en la que la familia permanecía unida bajo la autoridad del pa-
terfamilias, que encarnaba el poder y era responsable de todos los intere-
ses del grupo, tanto en las cuestiones internas como en las relaciones con
4. CONTENIDO NORMATIVO otras familias.

12
La reconstrucción de la ley decenviral ha sido el resultado de un riguroso Los escritores y juristas que se refieren directa o indirectamente a preceptos de las XII
análisis crítico, realizado sobre los textos en los que los historiadores y juris- Tablas son numerosos: Macrobio, Gelio, Varrón, Plinio, Festo, Livio, Tácito, Cicerón, Gayo,
Papiniano, lTipiano, Paulo, Pomponio, Marciano. También se hace referencia a la ley decenvi-
tas de la antigüedad hacen mención de ella. Conocemos algunos preceptos ral en otras normas, como la constitución del emperador Gordiano que se recoge en C.3,36,6,
11
y la promulgada por Diocleciano en el año 294 (C.2,3 ,26). Incluso son mencionadas en las
Los miembros del colegio pontifical eran los encargados de los cultos públicos. En los Instituciones del emperador Justiniano (1.2,1,41), publicadas el año 533 de nuestra era.
13
Primeros siglos de la historia de Roma tuvieron atribuciones que iban más allá de la esfera Salvatore Riccobono (S. Giuseppe Jato, Palermo, 1864-Roma, 1958) fue uno de los más
sacerdotal, influyendo en la vida jurídica. Además de custodiar el culto público, conservaban insignes romanistas de su tiempo. Todos sus numerosos trabajos, entre ellos alguno dedicado
el calendario y determinaban el carácter fasto o nefasto de los días, y las fórmulas de los pro- a la enseñanza, se caracterizan por su rigor científico.
cedimientos judiciales. 14
La reconstrucción del texto ha sido recogida en el Anexo l.
15
Vid. cap. XI, apdo. 2.
-~.....,:t...rv .IXOlV.J:r\.l'IV .c a__, .1..- . 1 . . ~ ,·o:1. r<tC1--.L..J:t::;,- .ur1.--T• .&. \J .1---,.rt....&.'\:\,,(O u , .- r,.- r;,r,.- .1:x:.cr.&.- o-:l....l'LJ.1.·...,.:.r1.

La tabla quinta contenía normas sobre la tutela y la herencia; regulaba la do, los esclavos, los animales de tiro y carga y las servidumbres rústicas),
tutela de las mujeres que, aunque alcanzaran la mayoría de edad, debían tener
siempre un tutor debido a su ligereza de espíritu 16• reflejo de una sociedad sedentaria en la que la subsistencia dependía del fun-
do. Determinaban, asimismo, las formalidades que se habían de observar
Especial relieve tenía la regla contenida también en la quinta tabla, según
para transmitir la propiedad de las cosas mancipi. Y también contemplaban
la cual a quien moría intestado le sucedían en primer lugar los heredes sui, es
la posibilidad de adquirir por el transcurso del tiempo la propiedad de las
decir, los que se encontraban bajo su potestad en el momento del fallecimien-
cosas mancipi y de las nec mancipi, estableciéndose el plazo de dos años de
to; si no hubiese heredes sui, sería llamado el proximus adgnatus, o sea, el
posesión para un fundo o una casa y de un año para las demás cosas.
que alguna vez había estado bajo la misma patria potestad que el causante; si
tampoco hubiera un proximus adgnatus, serían llamados los gentiles, es de- 5) Normas en las que sancionaban determinadas conductas
cir, los miembros de la gens. Según esta norma, si el causante fallecía ha-
biendo otorgado testamento, serían llamados a la herencia los designados en
Las tablas octava y novena contenían una serie de preceptos de índole
él y, sólo si no se había otorgado, se abriría la sucesión ab intestato. Estas penal de características muy particulares. Las relaciones de tipo penal eran
mismas reglas regían en materia de tutela, de modo que, en palabras de Gayo,
eminentemente privadas, al contrario de lo que ocurre en la actualidad, en el
«de aquellos a quienes no fuese dado un tutor en testamento, eran tutores, sentido de que el Estado no intervenía más que en los casos en que se ataca-
según la Ley de las XII Tablas, los parientes agnaticios, los cuales eran lla- ba a la organización social, como en los de p erduellio (atentado contra la
mados tutores legítimos» 17 •
seguridad del Estado), hostis concitatio (traición), infrequentia (no concurrir
3) Normas sobre obligaciones a la orden de movilización dada por el magistrado) y parricidium (dar muer-
te a una persona libre).
En la tabla octava, además de estar prevista la sanción de los ritos de encan-
La tabla sexta contenía normas sobre el nexum, que era un negocio por el tamiento, se establecieron unas composiciones pecuniarias fijas para los casos
que el deudor vinculaba su propia persona, que quedaba sujeta al cumpli-
de lesiones corporales. La rotura de un miembro, si no había acuerdo sobre la
miento de una obligación. También disponía que, en caso de incumplimiento indemnización, se sancionaba con el talión. La fractura de un hueso, con tres-
de sentencia, el acreedor podía vender al deudor trans Tiberim y, si eran va-
cientos o ciento cincuenta ases, según fuera el ofendido un hombre libre o un
rios los acreedores, darle muerte y repartirse su cuerpo una vez cortado en
esclavo. Para las ofensas de otra clase se fijó una pena de veinticinco ases.
pedazos, conforme al procedimiento que se establecía en la tabla tercera.
Todo esto podría parecer algo impropio de una sociedad como la romana,
4) Normas sobre la propiedad y sus límites que alcanzó en esta época del siglo v un cierto grado de civilización en su
sistema jurídico, pero la verdad es que el talión representó un considerable
avance frente a la venganza personal o privada, para la que no existía ningún ·
Las tablas sexta y séptima contenían algunos preceptos que regulaban as- límite, ya que el talión imponía el de la proporcionalidad de la respuesta a la
pectos concretos de los derechos reales, distinguiendo la posesión de la pro-
ofensa.
piedad, que tenía como objeto el heredium y los agri divisi et adsignati 18•
Con la expresión si telum manu fugit magis quam iecit 19, en la que se
También regulaban las relaciones de vecindad entre fundos, establecien- apreciaba el carácter fortuito de la muerte de una persona producida por el
do el iter liminare o espacio de cinco pies que los circundaba para permitir el
dardo que, más que ser lanzado, se escapaba de la mano, se distinguía el ho-
paso sin perturbar la propiedad ajena, así como la actio aquae pluviae arcen-
micidio intencional del no intencional. La reparación del homicidio intencio-
dae, acción procesal concedida al propietario de un fundo para exigir del
nal se dejaba a la venganza privada. La del no intencional exigía la ofrenda
colindante la demolición de las obras que alteraban el curso normal de las
aguas en perjuicio del fundo dominante. de un macho cabrio a los dioses para aplacar su cólera. Esto, desde la óptica
actual, significa, entre otras cosas, que no se conocía en los tiempos de la ley
Distinguían entre cosas mancipi y nec mancipi, consideradas las prime- talionaria el concepto de delito culposo o cometido por imprudencia.
ras como las más importantes para la pervivencia del grupo familiar (el fun-
En el ámbito de los delitos contra la propiedad, la ley contenía normas no
16 Gayo 1,144. carentes de interés. Distinguía entre furtum manifestum y furtum nec mani-
17
1,155.
18
Vid. cap. xrv, apdo. 3. 19
Este fragmento es recordado por Cicerón en varias ocasiones: Top. 17,64; Pro Tull.
21,51, y D e or. 3,39,158.
festum. En el primer caso, es decir, cuando el ladrón era sorprendido, si el dos a los colegios pontificales, reducto de los tiempos de un pasado odioso,
delito se cometía de noche, o si se cometía de día y se defendía, se le podía para acabar con el poder que el conocimiento del derecho y su conservación
dar muerte en el acto, pero se debía avisar al vecindario para que comproba- confería a los pontífices.
se lo que estaba sucediendo. La condena por elfurtum en el que el ladrón no
era sorprendido, era a pagar el doble de lo robado.
5. EL DERECHO DESPUÉS DE LAS XII TABLAS
6) Otras normas
La Ley de las XII Tablas no fue derogada por otras posteriores. El respe-
En la tabla décima se recogían una serie de reglas que tendían a eliminar to a quienes se reconoció la auctoritas iura condendi, la autoridad de fundar
el lujo y la suntuosidad en los ritos funerarios, tales como la prohibición de derecho, fue una actitud permanente en la cultura romana, que hizo de su
plañideras y la de dar sepultura a los fallecidos con adornos de oro, o la de ordenamiento el resultado de un proceso de sedimentación histórica en el
pulir madera destinada a la pira funeraria. que la costumbre, los mores maiorum, fueron el elemento conservador y, al
Finalmente, las tablas undécima y duodécima contenían normas de diver- mismo tiempo, renovador del sistema, porque, al fin y al cabo, la tradición no
sa índole, como las relativas a la pignoris eapio («toma de prenda»), que se dejó de fluir. El sistema no conoció la necesidad de un mecanismo derogato-
podía ejercitar contra el que compraba algo para sacri:ficárselo a los dioses y rio ni de derecho intertemporal hasta la época del Imperio. Las XII Tablas,
no pagaba el precio, y contra el que alquilaba una caballería y no satisfacía integrando los mores, vinieron a constituir el primer ius civile, el derecho
la renta cuan~o, ~on el ~porte de la misma, estaba previsto sufragar uny propio de los cives, de los ciudadanos.
ofrenda o sacn:fic10 a los d10ses 20 • ,
Los cives fueron el populus romanus, pero el tejido social tenía una es-
Otras normas establecían el carácter noxal de las acciones intentadas tructura muy compleja. La definición de populus romanus no era territo-
contra un paterfamilias por delitos cometidos por un hijo o un esclavo. En rial, sino personal. No eran ciudadanos aquellos que habitaban un determi-
estos casos el padre podía hacer entrega del que había realizado el acto lesivo nado territorio, sino los que tenían tal condición de acuerdo con el derecho
a quien había sufrido el daño, liberándose así de pagar la indemnización pe- romano. El pomerium, el terreno que marcaba los límites de la ciudad, no
cuniaria, ya que era injusto que la maldad de aquél perjudicara a su padre o era una frontera en el sentido actual, sino que delimitaba el ámbito de la
a su dueño 2 1• práctica de los auspicios. Pero no todos los que vivían dentro del pomerium
eran ciudadanos; originariamente sólo lo eran aquéllos que nacían de ma-
Las opiniones que desde el punto de vista jurídico ha merecido este cuer- dre ciudadana.
po normativo han sido dispares: desde las de quienes entienden que la ley Al lado de éstos había individuos que ni siquiera eran libres: los esclavos.
decenviral fue la primera manifestación espléndida del genio jurídico roma- Otros, los latini, perteneciendo a pueblos vecinos, participaron de algunos de
no, a las de aquellos que la consideran reflejo de un pueblo inculto y primiti- los derechos de los ciudadanos y alcanzaron la ciudadanía en el siglo I a.C.
vo. Pero la obra legislativa, colocada en el contexto histórico del tránsito de Los libres que no eran ciudadanos ni latinos, eranperegrini, hasta que el 212
la Monarquía a la República, fue un acontecimiento importante en el proceso d.C. el emperador Antonino Caracalla otorgó la ciudadanía a todos los habi-
de consolidación de un derecho laico. tantes libres del Imperio. Quienes se encontraban fuera del orbis romanus, el
La norma escrita representaba el máximo exponente de publicidad frente orbe romano, eran barbari. De manera que las XII Tablas, como ius civile,
a la ocultación religiosa de la época monárquica. Quienes no sabían leer la iban a constituir el derecho de los cives, fueran éstos patricios o plebeyos,
aprendían de memoria y la cantaban para enseñársela a sus hijos. Su promul- pero integrantes, al fin y al cabo, del populus romanus.
gación pudo interesar a patricios y plebeyos porque la seguridad jurídica, es La ley decenviral fue un cuerpo normativo que hubo de aplicarse en la
decir, el conocimiento de las consecuencias de los propios actos antes de rea- práctica, cuya interpretación y desarrollo correspondió al colegio pontifical
lizarlos, interesaba tanto a unos como a otros. Por eso no tiene nada de parti- presidido por el pontifex maximus. Fue dicho colegio el que adaptó la ley a
cular que la ley haya sido tanto el resultado del enfrentamiento entre las dos las circunstancias dentro del respeto a los mores y a la tradición. Lo más pro-
clases de ciudadanos, como la consecuencia de la oposición de los magistra- bable es que, en ocasiones, los sacerdotes tuvieran que recurrir a sutiles ra-
zonamientos para resolver las situaciones que, en el estrecho marco tradicio-
20 Gayo4,28. nal, pudieran haber dado lugar a soluciones injustas o, simplemente, no
21
Gayo 4,75-76.
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hubieran tenido solución posible. Los pontífices eran los encargados de la
custodia de los formularios procesales, lo cual les proporcionaba un poder
excepcional, puesto que las fórmulas de los ritos eran secretas y de su cono-
cimiento dependía el éxito de las partes litigantes, hasta que en el año 300
a.c. Cneo Flavio, liberto de Apio Claudia, las hizo publicas.
Además de la interpretatio de los pontífices, a la que seguiría la de los CAPÍTULO IV
juristas laicos, el otro cauce por el que discurrió la evolución jurídica del ius
civile, después de las XII Tablas, fueron las leyes votadas en las asambleas LA ÉPOCA REPUBLICANA
populares. Pero se trataba de unas leyes que, al contrario de lo que ocurre en
la actualidad, cumplieron una función secundaria en la creación jurídica cuyo SUMARIO: 1. La res publica romanorum.-2. Instituciones políticas. A) Las asambleas populares. B) El se-
núcleo central, en la práctica, estaba constituido por la tradición y por la in-
terpretatio. nado. C) Las magistraturas. a) Caracteres de las magistraturas. b) Las diversas magistraturas. -3. Apogeo
y decadencia de la República.

1. LA RES PUBLICA ROMANORUM

Desde el siglo v hasta el I a.c., es decir, desde que aparecieron los prime-
ros magistrados que sustituyeron al rex hasta el 27 a.C. , año en el que Augus-
to obtuvo los poderes de prínceps, Roma se gobernó por magistrados que /
eran elegidos en las asambleas.
Cicerón I recordaba que república (res publica) era sinónimo de res po-
puli, pero de un pueblo constituido por los patricios y los plebeyos que par-
ticipaban en los comicios y en el ejército centuriado, lo que significaba que
en el Estado se integraban todos los ciudadanos, en el sentido de que todos
tenían lo que hoy denominaríamos derechos de carácter político, aunque
condicionados por la clase social a la que pertenecían.
Concebido el Estado como res populi, los territorios ocupados por Roma
se incorporaban a aquél en la medida en que en ellos habitaban de modo esta-
ble ciudadanos romanos. Pero, al pervivir la antigua idea de civitas o ciudad-
Estado, sólo se consideraba territorio romano el de la primitiva urbs, de ma-
nera que hasta el siglo I a.C. en el que los socii (los pueblos federados a Roma
mediante un tratado) adquirieron la ciudadanía romana, el suelo itálico, desde
el punto de vista político, quedaba fuera de la urbs.
Hasta ese momento, las colonias de ciudadanos romanos creadas en el
territorio conquistado y las ciudades que originariamente no eran romanas, a
cuyos habitantes se concedió la ciudadanía (municipia civium romanorum),
fueron como filiales de la res publica. En estas circunstancias, los territorios
sometidos por las armas, en los que no habitaban de manera permanente ciu-
dadanos romanos, así como la población en ellos existente, estaban someti-
dos al imperium de los magistrados, siendo considerados sus habitantes pe-
regrini dediticii («extranjeros sometidos»).
1
De rep. 1,25,39.
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