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1.1.

PERÍODOS DE LA HISTORIA DEL DERECHO ROMANO

La periodificación que seguimos es la propuesta por Torrent y por la mayor parte


de los estudiosos de la historia del derecho privado. Se distinguen 5 períodos:
- Etapa arcaica: se inicia con la fundación de Roma en el 754 a.C. y dura hasta la
promulgación de las Leges Liciniae-Sextiae en el 367 a.C. y abarca la fase monárquica
de la constitución romana (754-510 a.C.), más una parte de la republicana.
- Etapa preclásica o republicana: este período se corresponde con la época de la
República que abarca desde el 367 al 27 a.C., momento en que se le atribuyen a
Augusto los poderes constitucionales del princeps. En este período destacan las guerras
de conquista de Roma, que primero se sitúa como primera potencia de la Italia central,
para después llegar a dominar todo el Mediterráneo.
- Etapa clásica: comprende desde el 27 a.C., fecha en la que Augusto instaura el
Principado, hasta el 284 d.C., año en que sube al trono Diocleciano poniendo fin a un
largo período de anarquía militar e instaura el Dominado.
- Etapa postclásica: abarca desde el 284 d.C. hasta el 476 d.C., fecha de la caída de
Roma en poder de los bárbaros. En esta etapa destaca el absolutismo imperial. A partir
de Diocleciano (284-305) las estructuras políticas se hacen más férreas. Con el traslado
por Constantino de la capital a Constantinopla, el emperador asume una posición de
tendencia oriental y teocrática.
- Etapa justinianea: comprende desde el 476 hasta el 565 d. C., fecha de la muerte del
emperador Justiniano a quien debemos el Corpus Iuris Civilis, una compilación de iura
y leges que, con las debidas adaptaciones, estuvo en vigor hasta 1900 en Alemania, año
en que se promulgó el Código Civil Alemán (BGB).

2.2. LA CONSTITUCIÓN MONÁRQUICA

La tradición latina, así como una serie de vestigios procedentes de la etapa


republicana, nos informan de la existencia en la Roma primitiva, concretamente entre el
753 y el 510 a.C., de una estructura monárquica, de tal suerte que a la cabeza del estado
existiría un rex. Las características que nos demuestran la existencia de esta etapa
monárquica son:
- La existencia durante la época republicana de un sacerdocio que era el rex sacrorum o
rex sacrificulus, que actuaba como cabeza en el orden sacerdotal y que se supone
continuador de un rex antiquísimo.
- La regia, que es la denominación de la antigua casa del rey y que estuvo ocupada en la
época republicana por el pontifex Maximus.
- El regifugium, fiesta religiosa de discutida relación con la caída del último rey y
fundamentalmente
- La institución del interregnum.
Hay dos fases de la monarquía romana:
1- Latino-sabina: en la cual el rey ostentaba una posición débil frente a la asamblea de
los patres (senadores patricios), respecto de los cuales era solamente un Primus inter
pares (primero entre iguales. Se encuentra representada por Rómulo, Numa Pompilio,
Tulo Ostilio y Anco Marcio.
2- Etrusca: esta fase se caracteriza por una estructuración más perfecta del régimen
monárquico con concesión al rey de mayores poderes, basados fundamentalmente en el
imperium (supremo poder de mando). Esta etapa está representada por los últimos
reyes: Tarquinio Prisco “El Antiguo”, Servio Tulio y Tarquinio el Soberbio.

Características del Régimen Monárquico

- El rey es único y vitalicio y en cuanto que jefe supremo de la comunidad no queda


sujeto a responsabilidad política alguna exigible por los ciudadanos.
- La monarquía no es hereditaria, lo que plantea el problema de la transmisión del poder
real y del nombramiento de un nuevo rey y que trataría de resolverse acudiendo a la
institución del interregnum. El interregnum representa una forma de gobierno de
transición o un período de vacancia del poder entre reyes sucesivos: fallecido el rey, el
poder retorna a los patres, los cuales por turnos de 5 días cada uno asumen el poder
como interrex hasta que el pueblo aclama y presta obediencia a un nuevo monarca en
virtud de la lex curiata de imperium. El nuevo rey en ocasiones era designado por su
predecesor o bien por el interrex de turno si el anterior rey no procedió a la designación.

La ceremonia de nombramiento del nuevo rey comprende las siguientes fases:


1- Los auspicia de los patres: predicción del futuro observando el canto, el vuelo y el
pasto de las aves. Consistía en la interpretación de la voluntad de los dioses sobre la
persona idónea y esta fase culmina con la creatio (elección por parte del interrex).
2- Lex Curiata de Imperium: supone la aprobación de la creatio (elección) por parte de
las curias (asambleas).
3- Inauguratio: consulta de los augurios y que cumple el propio rey en cuanto que
augur. El augur es el que pronostica los sucesos futuros observando el canto y vuelo de
las aves.

PODERES DEL REY


- Poderes religioso: el rey no es considerado como un dios ni como descendiente de
dioses, pero sí como un sumo sacerdote que regula y preside toda la vida religiosa de la
ciudad. Su mayor poder era el de tomar la auspicia (el poder de interpretar la voluntad
de los dioses), interpretación que era necesaria para emprender cualquier actividad
política, civil, bélica…
- Poderes militares: organizar la defensa militar, realizar la leva (reclutamiento
militar), imponer medidas disciplinarias, repartir el botín, así como nombrar a sus
auxiliares militares: un magister equitum (para la caballería) y un magister celerum
(para la infantería).

- Poderes jurisdiccionales: podemos decir que, desde este punto de vista, el rey no
interviene propiamente en la jurisdicción civil por cuanto que su actuación tiene un
carácter mágico- religioso, que se concreta en el augurium, e interviene tan solo en la
jurisdicción penal. En este sentido la lex Numae prevé el crimen de parricidium
(asesinato) con una serie de magistrados auxiliares del rey encargados de su
investigación y represión, que son los quaestores parricidii. Además, las fuentes latinas,
así Tito Livio y Dionisio de Halicarnaso, aluden a la perduellio, que es probablemente
un delito de alta traición como encuadrado también en la actuación del monarca.

EL SENADO
Según la tradición latina, así lo indica Tito Livio, fue Rómulo quien fundó el senado
con un número de 100 senadores, que aumentaría hasta 300 en la época de Tarquinio Prisco.
Los senadores, cuyo nombramiento correspondía al rey, recibieron la denominación de
patres y se distinguieron en:
1) Patres maiorum Gentium, para designar los jefes de las gentes más antiguas y
2) Patres minorum Gentium, para designar los jefes de las gentes más modernas.

Las gentes (gens) son los grupos de familias que procedían de un ascendiente
común. Los patres representaban una oligarquía formada por los miembros más ancianos y
poderosos, todos los cuales formaban un consilium regis o consejo del rey al cual volvía el
poder a la muerte del rey en cada interregnum y al cual correspondía el nombramiento de
un nuevo rey.
Como competencias del Senado podemos citar las siguientes:
- La designación de un interrex a la muerte del rey y después el nombramiento del nuevo
rey.
- La función consultiva que no obstante no vinculaba al rey. Como indica Tito Livio, el
Senado tenía que ser fundamentalmente oído en cuestiones de política exterior.

LOS COMITIA CURIATA


Etimológicamente el término curia podría proceder de ‘coviria’, que significa la
unión de combatientes, aunque también se afirma que en latín arcaico curia es el lugar de
reunión. Según la tradición latina, las curias fueron fundadas por Rómulo en número de 30,
10 curias por cada una de las 3 tribus y su origen parece deberse a una división de la
población romana con fines religiosos y militares. Cada curia tenía sus propios cultos, sus
propios jefes, que eran los curios, y sacerdotes.
Durante la época monárquica, las curias fueron convocadas por el rey dos veces al
año, concretamente los días 24 de marzo y 24 de mayo y en cualquier momento que el rey
lo considerase conveniente. Las curias tenían funciones religiosas y en conexión con ellas
se realizaban ante los comitia curiata importantes actos de derecho privado. Entre estos
actos citamos 3:
1) detestatio sacrorum, consistía en la renuncia solemne de los dioses familiares realizada
por quien entraba a formar parte de una familia distinta;
2) la adrogatio, supone la entrada de un extraño sui iuris en una nueva familia, a quien
hacía entrega de todos sus bienes (sui iuris a diferencia de los alieni iuris eran las
personas que no dependen de otras, que son capaces y no sujetas a la patria potestad de
nadie; si en cambio el que entrase en una nueva familia fuera un alieni iuris entonces la
institución correspondiente era la adoptio;
3) El testamentum, testamento realizado por el pater que no tenía suus (parientes), pero
que podía adquirirlos si quiera de una manera artificial a través de la adrogatio.

2.3. FINAL DE LA MONARQUIA. INSTAURACIÓN DE LA REPÚBLICA

Podríamos decir que en relación con el tránsito de la monarquía a la república


que la doctrina se bifurca en dos posiciones fundamentales:
1) La representada por Momigliano y DeMartino, que estiman que la fundación de la
República fue debida a una revolución violenta, que alteró sustancialmente la estructura
política anterior.
2) La que siguen ArangioRuiz, De Francisci y De Sanctis, que estiman que el
establecimiento de la República fue el resultado de una larga evolución, toda vez que
los reyes continuaron existiendo hasta mucho más tarde si bien con la simple autoridad
del sacerdocio.

La tradición latina sitúa en el año 509 a.C. la fundación de la república por


cuanto que en dicha fecha aparecen los fasti consulares (calendarios consulares) con dos
cónsules anuales al frente de la República. Para Hanell, estos fasti fueron reconstruidos
después del 390 a.C. y, por tanto, son escasamente fiables antes de dicha fecha, por lo
que, para el indicado autor, la fecha de la fundación de la República habría de situarse
hacia el 450 a.C.

TEMA 3-LA LEY DE LAS XII TABLAS

NARRACIÓN TRADICIONAL Y CRÍTICA DE LAS XII TABLAS

Narración tradicional: narra la tradición latina, con versiones discrepantes


entre Tito Livio y Dionisio de Halicarnaso, que como consecuencia de una propuesta de
los tribunos (jefes de la plebe), con posterioridad aceptada por los patricios, fue creada
una comisión legislativa integrada por 10 miembros, los decemviros, todos patricios,
con el encargo de redactar las leyes útiles a ambas clases sociales y propias para
asegurar la libertad y la igualdad, previo envío de una embajada a Atenas y a otras
ciudades griegas para conocer las leyes de Solón (estadista ateniense de los siglos VII y
VI a.C.).
Dicho decemvirato, presidido por Apio Claudio, gobernó la ciudad de Roma
durante el año 451 a.C. y redactó 10 tablas, con posterioridad aprobadas en los comicios
centuriados, en las que se recogían normas igualitarias para todos.
Sin embargo, tras de la elección de un segundo decemvirato, también presidido
por Apio Claudio, se redactarían dos tablas más, las llamadas tabulae iniquae (tablas
injustas), que presuponen una restricción de las libertades conseguidas por los plebeyos
y que recogen entre otras normas la prohibición del connubium (del matrimonio) entre
patricios y plebeyos.

Crítica: Desde hace algún tiempo se ha planteado el problema de la autenticidad


de esta legislación del decemvirato, por cuanto que el texto que conocemos no puede
constituirlo el original que fue destruido durante el incendio provocado por los galos
hacia el año 390 a.C. Es cierto que en las XII Tablas no fueron plenamente recogidas
ciertas aspiraciones plebeyas tales como la supresión de la prohibición del connubium,
supresión que no tuvo lugar hasta el año 445, ni tampoco se consiguió en la XII tablas la
flexibilización de las condiciones de los deudores insolventes, la cual no se produciría
hasta la publicación en el año 326 a.C. de la Lex Poetelia Papiria; pero con todo, las
XII Tablas supusieron para los plebeyos una mayor certeza del Derecho con normas
escritas comunes para ambas clases, y en definitiva determinaron la tutela de los
plebeyos por el Estado frente a los patricios.

CONTENIDO JURÍDICO FUNDAMENTAL DE LA LEY

En la actualidad la reconstrucción más utilizada de las XII Tablas es la de


Schöll, de 1866. Mayoritariamente se estima que las XII Tablas no representan un
Código en el sentido moderno del término, puesto que no recogen íntegramente todo el
sistema jurídico y tan solo contemplan ciertas instituciones fundamentales, tales como la
patria potestas, el matrimonio y la sucesión. En concreto, las materias tratadas en las
XII Tablas son las siguientes:
 Tablas I a III: normas procesales.
 Tabla IV: Derecho de familia.
 Tabla V: Tutela, curatela y sucesión hereditaria.
 Tabla VI: negocios jurídicos
 Tabla VII: propiedad y sus limitaciones.
 Tabla VIII y IX: delitos y procedimiento criminal.
 Tabla X: ius sacrum (normas referentes a cuestiones religiosas)
 Tabla XI y XII: normas aisladas (tablas injustas) entre las que figura la prohibición
del connubium.

Las 3 primeras tablas se refieren al proceso. La defensa de los derechos de los


particulares se realiza mediante un acto del parte, la actio, y así, del primitivo sistema de
autodefensa privada se pasaría a un sistema estatal y público para resolver las
pretensiones entre los particulares.
Las XII Tablas imponen al demandado el deber de asistir al juicio ante la
llamada del demandante y, ante el órgano jurisdiccional ambas partes formulan sus
alegaciones rituales con sujeción a los ritos y palabras solemnes determinados por el
Colegio de Pontífices.

En materia de familia (Tabla IV), las XII Tablas contemplan la institución de la


patria potestas que alcanzaba al ius vitae et necis (derecho de vida y muerte) sobre el
hijo y que, no obstante, cesaba quedando emancipado el hijo después de la tercera venta
del hijo por el pater.
Con respecto al matrimonio, una forma de divorcio lo constituyó la usurpatio
trinoctii (usurpación de 3 noches), por cuya virtud que la mujer que se ausentase tres
noches seguidas del domicilio conyugal interrumpe el usus (la costumbre conyugal) y
evita la sujeción a la manus (poder del marido).

La sucesión (Tabla V) se reguló de manera diferente según la clase de bienes:


a) Respecto de la familia (es decir, respecto de las cosas familiares o de los
bienes inmuebles de importancia colectiva), si el pater fallecía intestado (sin
testamento) y sin sui heredes (es decir, sin herederos propios), en dicha familia sucedían
los agnados (parientes próximos) y en su defecto, los miembros de la misma gens.
b) En cambio, respecto de la pecunia o bienes muebles de escaso valor se
establecía tan solo que el pater tenía libertad para disponer de ella, incluso a favor de
una persona ajena al grupo familiar.
También se contemplan en la Tabla V la tutela de los hijos impúberes y la
curatela del pater furiosus (loco), tutela ésta que se atribuía también a los agnados o a
los gentiles.

La Tabla VI contempla dos negocios jurídicos, que eran el nexum (primitiva


forma de obligación) y la mancipatio (modo solemne de adquirir la propiedad de las
cosas).
También en las XII Tablas en la tabla VI se regula la usucapio, institución
consistente en la adquisición de la propiedad de las cosas por la posesión continuada
durante dos años para los bienes inmuebles, y de un año para las demás cosas.
Institución que, sin embargo, nunca se aplicó a los peregrinos (extranjeros), los cuales
nunca llegaban a consolidar su adquisición.
Las tablas VIII y IX tratan de los delitos y del procedimiento criminal,
contemplando como sanciones de los delitos la sanción pecuniaria que el delincuente
debe entregar a la víctima, así como la ley del Talión, ojo por ojo diente por diente.
Únicamente se tipifican (contemplan legalmente) los delitos dolosos (intencionales),
que son aquellos en que el delincuente tiene intención o voluntad deliberada de lograr
un resultado antijurídico.

Importancia constitucional de la actuación del decemvirato

Las XII Tablas confirieron por vez primera una constitución estable para toda la
comunidad y proporcionaron un conjunto de reglas escritas conocidas por todos, que
eliminaron la incertidumbre que suponía la interpretación por parte de los patricios de
los mores maiorum (costumbres de los antepasados-derecho consuetudinario). Las XII
Tablas sancionaron además las reglas de la abrogación (anulación o derogación) de las
leyes anteriores por las posteriores, así como la de que las leyes deben ser generales, es
decir, de común aplicación para todos y no circunscritas en su aplicación a un particular.

TEMA 4: CONSTITUCIÓN TRIPARTITA DE LA REPÚBLICA ROMANA

LAS MAGISTRATURAS Y SUS CARACTERES GENERALES

En el lenguaje latino por magistratus entendemos el individuo singular elegido


por las asambleas para ejercer el poder durante un período de tiempo fijo.

CARACTERES GENERALES

- Electividad: según la constitución romana los magistrados mayores eran elegidos en


los comitia centuriata y los menores en los comitia tributa. Sin embargo, en los
primeros tiempos de la República, existió un sistema de designación de los magistrados
por cooptación, que consistía en que el poder de creación de nuevos magistrados residía
en el magistrado presidente de la asamblea, que podía ser un cónsul o un pretor. Una
vez concluida su elección procedía a la renuntiatio, es decir, a la proclamación de un
nuevo candidato y este último finalmente después de asumido el cargo, prestaba
juramento de fidelidad a las leyes. Tan solo tardíamente, y como consecuencia de la
presión de los plebeyos, se adoptaría un régimen electoral más democrático,
reconociéndose a las asambleas el poder de libre elección.

- Anualidad: en general, los magistrados permanentes integrados en la vida normal de


la civitas, como eran el cónsul, el pretor, el cuestor, ediles y tribunos, cesan
automáticamente en sus cargos después de transcurrir el año para el que fueron elegidos
y sin que se precise la abdicatio, es decir, la abdicación /renuncia de sus funciones. De
esta regla se exceptúan en primer término la dictadura, que se nombraba para una
gestión concreta y extraordinaria y que duraba un máximo de 6 meses, así como la
censura, que se extendía hasta finalizar la misión de los censores, después de la
confección del censo y que duraba un máximo de 18 meses. En circunstancias
extraordinarias como, por ejemplo, hallarse un cónsul lejos de Roma dirigiendo una
batalla, pues podía concederse sin necesidad de autorización una prorrogatio imperii
(prórroga del imperio), pero siempre por término fijo.

- Colegialidad: frente al carácter unipersonal del rey la magistratura republicana se


caracteriza por la pluralidad de magistrados. El principio correlativo al de pluralidad es
el de colegialidad, que supone que los varios colegas participan en la titularidad de un
poder único. Cada colega ostenta el poder completamente, pudiendo actuar en tanto no
se lo impida el otro a través del derecho de veto o intercessio. El derecho de intercessio
se ejercitaba entre colegas de igual poder, lo que se denomina par potestas, y por parte
de los magistrados con maior potestas frente a los de minor potestas. Sin embargo, este
derecho de veto se debió ejercitar rara vez por el hecho de estar los colegas con
frecuencia unos en Roma y otros dirigiendo las operaciones de guerra, de suerte que, en
general, cada uno de ellos podía actuar separadamente del otro con plena libertad.

- Gratuidad: las magistraturas eran gratuitas y, en ocasiones, gravosas para el


magistrado, de suerte que únicamente podrían desempeñarlas holgadamente los
ciudadanos más pudientes. En ocasiones, los magistrados debían costear una serie de
actividades como juegos, espectáculos y, a veces, hasta obras públicas. Para los
magistrados que se trasladaban a las provincias se les concedía el pago de los gastos del
viaje, comida y alojamiento. Tanto los magistrados cum imperio como lo que tenían
solo potestas llevaban aparejados una serie de signos externos, tales como vestiduras
especiales (tales como la toga praetexta, una toga blanca con una cinta púrpura), un
asiento especial (la sella curulis) y tenían a su servicio una serie de auxiliares, tales
como los viatores (los mensajeros), los praecones (los pregoneros) y los scribae
(escribanos). Además, los magistrados mayores, dotados de imperium, iban
acompañados de lictores, que precedían a los magistrados y llevaban sobre el hombro
izquierdo las fasces, es decir, unos manojos de varas o haces, atadas entre sí por una
correa roja y encima de estas fasces llevaban un hacha con los cuales realizaban las
ejecuciones.

- Responsabilidad: el magistrado, el mismo día que asumía el cargo, o todo lo más


dentro de los 5 días siguientes tenía que jurar según el ordenamiento cívico (iurare in
leges) y de no hacerlo así, decaía como magistrado. De igual modo, finalizado el
período de mando debía jurar haber obrado legalmente. Durante su mandato, los
magistrados no podían ser atacados, salvo el límite de la intercessio (el derecho de
veto), que era ejercitable por otro magistrado con par (igual) o maior (superior)
potestas, ni tampoco podían ser demandados ante los tribunales y, únicamente cuando
cesaban en sus cargos y volvían a ser ciudadanos privados, podían responder de los
actos lesivos de los derechos privados o del Estado que hubiesen realizado.
Frente a los actos de poder arbitrarios de los magistrados, el ciudadano podía
apelar al juicio del pueblo, lo que se denominaba provocatio ad populum (apelación
ante el pueblo), institución esta que data al menos del siglo V a.C. y que presupone el
control político de la actuación del magistrado por la asamblea. La provocatio solo
podía ejercitarse frente al imperium domi (frente al poder dentro de casa, dentro de la
ciudad) y quedaban desligados de la misma la figura del dictator, así como los
magistrados que actuasen en campañas bélicas fuera de Roma.

Clasificación de las magistraturas


- a) Una primera clasificación distingue:
 Magistrados patricios, que hacían relación a toda la comunidad. (Eran magistrados
respecto de toda la comunidad).
 Magistrados plebeyos que se referían exclusivamente a la plebe.

Dicha distinción desaparecería a partir de la Lex Hortensia (286 a.C.) de equiparación


de los plebiscitos (acuerdos adoptados en las asambleas de las plebes) a las leyes
comiciales al convertirse las magistraturas plebeyas en magistraturas de todo el Estado
romano.

b) Otra clasificación atribuida a Mommsen distingue entre:


1- Magistraturas ordinarias: se corresponden con el orden normal de la civitas como el
cónsul, pretor, cuestor, tribunos, ediles (las tres primeras patricias y las otras dos
plebeyas)
2- Magistraturas extraordinarias: se crean para circunstancias excepcionales, entre ellas
el dictator, y los decemviros.

c) Frente a los magistrados maiores, que eran patricios elegidos en los comitia
centuriata (comicios por centurias) que tenían derecho a los auspicia maiora (poder de
interpretar la voluntad de los dioses con máxima amplitud) y que, generalmente,
detentaban el imperium (supremo poder de mando); los magistrados minores, como los
cuestores, eran elegidos en los comitia tributa (comicios por tribus) y tenían minor
potestas.
d) Cabe también la distinción entre los magistrados sine o cum imperio (con o sin
imperio), dotados estos últimos de supremo poder de mando tales como el dictator, el
cónsul, los decemviros, el interrex y los pretores.

4.2. Asambleas populares

Las asambleas populares o comitia representan la participación del populus


(pueblo) en la gestión política. Las asambleas populares variaron históricamente, y si las
primeras asambleas serían los comitia centuriata, más tarde aparecerían los comitia
tributa y desde el 494 a.C. los concilia plebis.
Todas las asambleas tienen finalidades políticas, pero en los comicios curiados,
los comicios centuriados, y también en los comitia tributa se añaden en ocasiones otras
finalidades de carácter religioso, administrativo y/o militar.
Respecto de los comitia curiata, indicaremos únicamente que, a finales de la
República, mantienen una presencia meramente simbólica representada por 30 lictores,
cada uno representando a cada una de las 30 curias.

COMITIA CENTURIATA

Originariamente estos comicios tienen el carácter de estructura militar por


cuanto que el exercitus centuriatus representaba la reunión del pueblo en armas. Pero de
su primitivo carácter de organización fiscal y militar, que determinaba el
encuadramiento de los ciudadanos en función de su fortuna en cada una de las 193
centurias que datan de la época de Servio Tulio, se convertirían (estos comicios
centuriados), con posterioridad, en la principal asamblea política romana. Los comicios
centuriados asumirían competencias políticas desde el comienzo de la República con la
aprobación de la Lex Valeria de Provocatione, que la tradición sitúa en el 509 a.C. Los
comicios centuriados tenían:
A) competencias electorales y les correspondían la elección de magistrados
mayores, los cónsules, los pretores, así como el nombramiento de censores.
B) También tenían competencias legislativas, aunque las propuestas de ley
podían ser hechas también ante los comitia tributa y a partir del 286 a.C. (Lex
Hortensia) dichas propuestas podían ser planteadas también ante los concilia plebis. Y
C) finalmente, estos comicios centuriados tenían también competencias
judiciales, siendo exclusiva su competencia en materia de procesos capitales.
A lo largo del siglo III a.C. se hizo necesario una reforma de esta asamblea
centuriada, ya que sus procedimientos de votación conducían a resultados
antidemocráticos. Al votar en primer lugar las centurias privilegiadas de equites
(caballería) y con posterioridad las restantes centurias de caballería, así como las 80
centurias de la primera clase, muy pronto se lograba la mayoría requerida de 98 votos
sobre el total de 193 centurias, de suerte que generalmente las restantes clases no tenían
oportunidad de votar.
La reforma tendió por una parte a adecuar el número de centurias con el de
tribus y, así mismo, desde el punto de vista político, se eliminó el privilegio de las
centurias de primera clase debiéndose pasar al menos a conocer el voto de las centurias
de segunda clase. No obstante, dado que el ordenamiento centuriado no era apto para las
necesidades militares, estos comicios serían con posterioridad sustituidos por los
comitia tributa.

COMITIA TRIBUTA

Con posterioridad a la subdivisión de los ciudadanos en tres tribus que data de la


época monárquica, y después de las conquistas y anexiones realizadas por Roma en las
zonas vecinas, sería definitivamente estabilizado hacia el año 241 a.C. el número de
tribus en 35, de las cuales 4 eran urbanas y el resto rústicas.
Inicialmente en las tribus eran inscritos los assidui (los propietarios agrícolas),
es decir los que tenían una sede, un sitio propio y, con posterioridad, serían inscritos
todos los ciudadanos. La inscripción en una tribu formaba parte del estado civil del
ciudadano, de su nombre y constituía la prueba de su plena ciudadanía romana. Después
de la reforma introducida por el censor Apio Claudio del año 312 a.C., de inspiración
claramente democrática, se facultaría a cada ciudadano para inscribirse en la tribu que
deseara.
Mientras que los comitia tributa tenían que ser presididos por un magistrado
patricio (curul) y nunca por un tribuno de la plebe, los concilia plebis eran
necesariamente presididos por un magistrado plebeyo y no eran asambleas de todo el
populus, sino tan solo de la plebe. Los comitia tributa tuvieron un carácter más
democrático que los comitia centuriata. La unidad votante era la tribu donde podían
votar todos, lográndose la mayoría cuando hubiesen votado 18 tribus en un mismo
sentido. Las funciones de los comitia tributa fueron las mismas que las de los comicios
centuriados: es decir:
A) funciones electorales: elección de los magistrados menores);
B) legislativas: las leyes indistintamente podían ser presentadas ante los
comicios centuriados o ante los comicios por tribus, salvo determinadas leyes de
importancia trascendental como la Lex de Bello Indicendo (Ley de declaración de
guerra) o la Lex de Potestate Censoria (para la elección de censores), que eran
competencia exclusiva del comicio centuriado. Sin embargo, los comicios centuriados
empezaron a desaparecer y, a partir del 218 a.C., la mayor parte de la legislación
romana fue aprobada en los comitia tributa o en los concilia plebis tributa una vez
unificados. Y
C) Finalmente los comitia tributa tenían competencias judiciales y juzgaban en
materia de multas siempre que el magistrado que hubiese impuesto la multa hubiese
sido un magistrado patricio; si en cambio el magistrado que hubiese aplicado la multa
fuese un magistrado plebeyo, la competencia correspondía a los concilia plebis.

CONCILIA PLEBIS

La plebe desde sus primeras rebeliones se reunía en los concilia plebis tributa
(asambleas de la plebe por tribus) en las que, a lo largo del siglo V a.C. aprobaba las
Leges Sacratae (leyes sagradas que sancionaban la inviolabilidad de la persona del
tribuno de la plebe y que afectaban a todo ciudadano). Paulatinamente, la plebe logró
imponer su estructura a toda la civitas y a partir del 286 a.C. (Lex Hortensia) de
equiparación de los plebiscitos a las leyes comiciales, casi toda la legislación son
plebiscitos aprobados a propuesta de los tribunos en los concilia plebis.

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